Salario mínimo interprofesional versus IPREM Salario mínimo interprofesional versus IPREM Desvincular el incremento del SMI de las prestaciones que mantiene el Estado con carácter genérico para toda la ciudadanía supone dejar fuera de las mismas a gran cantidad de la población, lo que implica que un gran número de las políticas sociales que mantiene nuestro escaso Estado del Bienestar se convierten en instrumentos de carácter asistencialista para colectivos específicos. Un incremento significativo del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) conlleva que una gran cantidad de trabajadores que cuentan con ingresos de ese nivel, tendrán un mayor poder adquisitivo y un salario real mayor en relación con el nivel de precios. Sin embargo, desvincular el incremento del SMI de las prestaciones que mantiene el Estado con carácter genérico para toda la ciudadanía supone dejar fuera de las mismas a gran cantidad de la población, lo que implica que un gran número de las políticas sociales que mantiene nuestro escaso Estado del Bienestar se convierten en instrumentos de carácter asistencialista para colectivos específicos obviando los patrones más clásicos del Estado Social. 1.- CONCEPTOS Y DEFINICIONES 1.1.- Salario Mínimo Cabe citar ante todo que el mercado de trabajo en España es un mercado intervenido, regulado, sujeto a la intervención del Estado. Aunque muchos autores, entre ellos todos los economistas de la corriente monetarista y neoliberal no lo aprueben, la realidad es que el mercado de trabajo no es un mercado libre al uso, sino que la existencia de diversos actores (los sindicatos, la patronal y el Estado como garante[1]) en el marco de una economía mixta, social, debaten y aprueban mucha de la normativa que lo regula. Generalmente se define salario mínimo como \"aquella retribución mínima a la que tienen derecho todos los trabajadores por la prestación de sus servicios. La cuantía del salario viene determinada en principio, por lo que pacten el empresario y el trabajador, y en defecto de este acuerdo, por lo establecido en el Convenio Colectivo aplicable al sector y, sólo en ausencia de las anteriores, por el Gobierno a través del llamado Salario Mínimo Interprofesional (SMI)\", donde ya se apuntan claramente las características interventoras del Estado en su concepción. En España, el Estatuto de los Trabajadores cita, para el SMI, en su artículo 27, lo siguiente: \"El Gobierno fijará, previa consulta con las organizaciones sindicales y asociaciones empresariales más representativas, anualmente, el salario mínimo interprofesional, teniendo en cuenta: a) El índice de precios al consumo. b) La productividad media nacional alcanzada. c) El incremento de la participación del trabajo en la renta nacional. d) La coyuntura económica general. Igualmente se fijará una revisión semestral para el caso de que no se cumplan las previsiones sobre el índice de precios citado. La revisión del salario mínimo interprofesional no afectará a la estructura ni a la cuantía de los salarios profesionales cuando éstos, en su conjunto y cómputo anual, fueran superiores a aquél. 1/3 Salario mínimo interprofesional versus IPREM El salario mínimo interprofesional, en su cuantía, es inembargable.\" Queda claro, pues, la discrecionalidad de la que puede gozar el Gobierno de turno, a través de los instrumentos que ofrecen las leyes y el Estado, a la hora de fijar el SMI. En base a este poder que otorga el estado de derecho, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), a la hora de su entrada en el Gobierno, en el año 2004, se fija, entre otros objetivos, elevar dicho Salario hasta fijarlo en 600 euros/año al final de la legislatura. Recordemos que el SMI español es de los más bajos de Europa, solo por debajo de Portugal y Grecia[2], en la Europa de euro. En el siguiente Cuadro nº1 se puede observar la evolución del SMI en España durante los últimos 5 años. Cuadro nº1. Salario Mínimo España (2002-2006) Año Incrementos anuales (%) 2002 2,00 2003 2,00 2004 2,00 2005 -2006 5,4 2007 5,5 Fuente: INE Cuantía (euros/año) 442,20 451,20 460,50 513,00 540,90 570,00 Tal y como muestra el Cuadro anterior, existe claramente una voluntad de elevar el SMI, y así lo muestran los incrementos producidos durante los años 2004 a 2007, este último año con una elevación del 5,5%. Todo esto responde a la medidas que venían recogidas en el programa electoral socialista de cara a las elecciones. Sin embargo, lo que no decía dicho programa era que la subida del SMI conllevaría una desvinculación del mismo, un desacoplamiento, de gran cantidad de las ayudas sociales vinculadas hasta ahora al SMI. Esas quedarían referenciadas a un nuevo concepto, el Indicador Público de Rentas de Efectos Múltiples, o IPREM[3]. 1.2.- El Indicador Múltiple de Rentas de Efectos Múltiples (IPREM) El IPREM entró en vigor el 1 de julio de 2004. Este indicador se utiliza a partir de esta fecha como referencia del nivel de renta que sirve para determinar la cuantía de determinadas prestaciones o para acceder a determinados beneficios o servicios públicos. De esta forma, y según el RDL 3/2004 de 25 de junio, se entenderán referidos al IPREM, cuantías como la prestación por desempleo de nivel contributivo; la cuantía del subsidio por desempleo, según lo establecido en el artículo 217.1 y 2 del texto refundido de la Ley General de la Seguridad Social, en la redacción dada por la disposición final primera de este real decreto ley; la cuantía de la renta activa de inserción, la cual será igual al 80 por ciento del IPREM mensual vigente en cada momento; la cuantía del subsidio por desempleo establecido en el Real Decreto 5/1997, de 10 de enero, por el que se regula el subsidio por desempleo en favor de los trabajadores eventuales incluidos en el Régimen Especial Agrario de la Seguridad Social, la cual será igual al 80 por ciento del IPREM mensual vigente en cada momento, y, finalmente, la cuantía de la renta agraria establecida en el Real Decreto 426/2003, de 11 de abril, por el que se regula la renta agraria para los trabajadores eventuales incluidos en el Régimen Especial Agrario de la Seguridad Social residentes en las Comunidades Autónomas de Andalucía y Extremadura, la cual será igual al porcentaje del IPREM mensual vigente en cada momento (...)\". A modo de ejemplo, dicho Real Decreto Ley, modifica la Ley General de la Seguridad Social de forma que el sistema de cálculo de las prestaciones por desempleo pasan a referirse al IPREM en vez de al SMI, con lo que aunque este se modifique al alza anualmente según negociación colectiva, convenio, etc., los incrementos producidos en las prestaciones sociales estarán referidos a porcentajes del IPREM, de cuantía siempre menor, el cual subirá, inexorablemente lo que indique el Gobierno en los Presupuestos Generales del Estado cada año, y que últimamente viene siendo el 2%. Así, si un trabajador tiene fijado un salario X, que coincide con el SMI, y en su convenio colectivo se establece una subida anual del 3%, su prestación por desempleo estará estimada en el 80% del IPREM, que 2/3 Salario mínimo interprofesional versus IPREM anualmente se ajustará un 2% a la inflación, según la pauta seguida por los últimos Gobiernos para seguir los criterios de Maastricht. Para el año 2007 su cuantía está determinada en 499,20 euros. Esto es una diferencia de 70,8 euros con respecto al SMI. 2.- CONCLUSIONES Efectivamente, el SMI se ha incrementado notablemente desde que el Gobierno socialista accedió al poder tal y como prometió pero, al desvincular la percepción de ciertas ayudas del SMI y vincularlo a un indicador nuevo, el IPREM, de menor cuantía, de forma que para poder acceder a dichas prestaciones debes de tener unos ingresos menores que el salario mínimo, así como elaborar un nuevo método de estimación de saldos de determinadas prestaciones y subsidios, se está produciendo una clara traición al espíritu de dicho incremento mediante una letra pequeña no por todos conocida. Es decir, por un lado te suben en un solo año 30 euros el SMI, como es el caso del paso del año 2006 al 2007, pero por otro te bajan la cuantía de referencia para poder ser receptor de ayudas, así como el objeto de la misma, lo que significa que con esos euros tienes que soportar todos aquellos gastos en los que el Estado antes te ofrecía cierto nivel de protección, y además, baja dicho nivel para determinadas prestaciones. Con esto, los perceptores de ayudas tienen que pertenecer a colectivos con ingresos inferiores al SMI, lo que conlleva un nivel de pobreza elevado, lo cual se prolonga disminuyendo las cantidades recibidas. Esto equivale, entre otras muchas cosas, a obviar muchas de las políticas del Estado del Bienestar que en España se han estado aplicando durante los últimos 25 años, además de hacer recaer la financiación del incremento del SMI directamente sobre empresarios y trabajadores, pues los niveles, porcentajes y referencias para las cotizaciones siguen siendo referidos al SMI. El hecho de abandonar vínculos comunes para todos los ciudadanos y sustituirlas por prestaciones destinadas a colectivos muy específicos, no supone más que ahondar en el camino de un estado liberal, más que social, mediante unas políticas destinadas a un sector de la población que cada vez se encuentra más empobrecido. Las diferencias de rentas se elevan, los niveles de ingresos de las diferentes clases sociales aumentan, y esto no conlleva más que un incremento de los niveles de pobreza, que, sin duda, mediante estas políticas no van a conseguir ser reparadas. José A. Mansilla Economia Critica © CCOO SERVICIOS 2015 Logos y marcas propiedad de sus respectivos autores Se permite la reproducción total o parcial de todos los contenidos siempre que se cite la fuente y se enlace con el original 3/3