Teatro posterior a 1936

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TEMA 18. EL TEATRO ESPAÃ OL POSTERIOR A 1936
La evolución del teatro español estuvo determinada por la Guerra Civil y sus consecuencias. Durante la
contienda se desarrollaron distintas orientaciones dramáticas en la zona nacional y en la republicana. A partir
de 139, el panorama escénico quedó marcado por el exilio de autores y la desaparición de dramaturgos
que murieron durante esos años.
Desde mediados del s. XX, las dramaturgias se vieron influidas por las innovaciones teatrales europeas,
especialmente por dos tendencias: el teatro del absurdo y el teatro de la crueldad.
• Posguerra
Después de la Guerra Civil continuó la dramaturgia anterior a la contienda y predominó un teatro de
evasión. El teatro de posguerra cumplió dos funciones básicas: entretener al público y transmitir
ideologÃ−a. La transmisión de la ideologÃ−a se realizó mediante la negación de las aportaciones más
relevantes del teatro de preguerra, el estreno de obras que exaltaban los valores de los vencedores y la
programación de autores clásicos como referentes de épocas gloriosas.
En la posguerra, el Estado y la Iglesia establecieron un férreo control sobre las obras nuevas y los
repertorios, lo que desarrollo la consiguiente autocensura en los dramaturgos. Otra modalidad de censura la
ejerció la crÃ−tica. La actividad teatral fue muy abundante, pero mediocre.
• Comedia burguesa
Esta tendencia dramática, evolución de la alta comedia, cumplió la función de entretener educar. Se
caracteriza por la perfecta construcción de las obras y por su intrascendencia, con dosis de humor, ternura y
amabilidad. Suelen dividirse en tres actos, poseen minuciosas acotaciones y sus parlamentos muestran
cualidades estilÃ−sticas. Sobresale el tema del amor para exaltar la familia, el matrimonio,…
Ideológicamente, suele hacer gala de neutralidad. Sus personajes pertenecen a la burguesÃ−a.
Algunos autores destacados son Jacinto Benavente, José MarÃ−a Pemán, Juan Ignacio Luca de Tena,
JoaquÃ−n Calvo Sotelo y José López Rubio.
• Teatro de humor
En el teatro de humor, alejado de la realidad inmediata, destacan:
• Jardiel Poncela
Su producción se caracteriza por la incorporación de lo inverosÃ−mil, con ingredientes de locura y
misterio. Predomina la despreocupación, su teatro no expresó ningún tipo de angustia. PretendÃ−a el
alejamiento de dudas y problemas.
Los personajes, siempre numerosos, pertenecen a la burguesÃ−a y suele aparecer el esquema criado/amo.
Crean un dinamismo que provoca la risa. Representan una sociedad feliz cuyos objetivos son el amor y el
dinero. En los diálogos se entremezcla el humor verbal y el de situación.
Destacan Eloisa está debajo de un almendro, comedia clásica del humor negro que plantea el tema de la
locura, y Angelina o el honor de un brigadier, Cuatro corazones con freno y marcha atrás, Un marido de
ida y vuelta, Los ladrones somos gente honrada y Los habitantes de la casa deshabitada.
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• Miguel Mihura
Su producción dramática pretende idealizar la vida por medio de la humanización de sus personajes y el
triunfo de la bondad y la ternura. Al final de sus dramas, restablece la normalidad perdida. Distorsiona la
realidad por medio de la imaginación y la fantasÃ−a poética. Su humor es producto de la asociación
inverosÃ−mil de elementos, la exageración y la distorsión de la causalidad lógica.
Su obra más representativa, Tres sombreros de copa, pone en evidencia su pesimismo y desencanto.
Además, cabe destacar El caso de la señora estupenda, Melocotón el almÃ−bar, ¡Sublime decisión!,
Maribel y la extraña familia y Ninette y un señor de Murcia.
• Teatro en el exilio
Desarrollado especialmente en México y Argentina, presenta diferencias estéticas con el cultivado en
España. En este teatro fue relevante la tarea escénica y didáctica de directores e intérpretes. El
interés artÃ−stico llevó a los autores exiliados a incluir novedades vanguardistas en sus obras.
• Rafael Alberti
Cultivó un teatro polÃ−tico, pero gran parte de su obra se caracteriza por la presencia de elementos
poéticos, desde el lenguaje y los sÃ−mbolos empleados hasta la incorporación de pequeñas estrofas.
El adefesio, obra grotesca y poética, plantea el tema de la intolerancia del poder.
• Max Aub
Comenzó su tarea dramática en el ámbito de la farsa, dominado por la estética vanguardista. Este
teatro, ligado al entremés u caracterizado por su brevedad, emplea personajes corales. Durante la Guerra
Civil practicó el teatro de urgencia. En el exilio su producción se distingue por poseer un fuerte
componente narrativo, la presencia del teatro en el teatro y un cuidado lenguaje realista. Los temas
fundamentales son los desastres de la guerra, la soledad y la ética del exiliado.
San Juan es una clara acusación a las naciones libres que han usado su libertad para negar asilo a las
vÃ−ctimas del nazismo.
• Alejandro Casona
Sus piezas emparentan con la comedia burguesa de posguerra en cuanto a la perfecta disposición de
elementos dramáticos. Ha sido acusado de producir un teatro de evasión alejado de las circunstancias
sociohistóricas.
La dama del Alba es un drama poético que desarrolla una historia fantástica.
• Década de los cuarenta
♦ Teatro realista
El estreno de Historia de una escalera de Buero Vallejo marcó un cambio en el teatro español. Con esta
obra nació el drama realista, en el que a partir de un contexto, un argumento y unos personajes se intentaba
hablar de la realidad desde el escenario. Las obras realistas se caracterizan por la complejidad de los espacios
escénicos y la profundización en los caracteres de los personajes.
• Buero Vallejo
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En su teatro buscó la moderna tragedia española. Sus personajes despiertan compasión. La tragedia
promueve una crÃ−tica inquietante, una ruptura con el sistema de opiniones que hombres y sociedades se
forman para permanecer tranquilos. Sus obras constituyen una sÃ−ntesis de realismo y simbolismo,
oponiéndose conflictivamente personajes contemplativos y personajes activos.
La mayorÃ−a se desarrollan en una época concreta de la historia de España, pero es posible abstraer a los
personajes de este entorno, adquiriendo sus problemas una dimensión universal. En muchas de ellas, emplea
el fenómeno de la inmersión.
En Historia de una escalera, en un mismo decorado, la escalera de una casa de vecinos, y en tres épocas,
transcurre la vida de unos personajes impotentes para superar su situación de indigencia, antihéroes
oprimidos por la vida y la sociedad. El problema central es la frustración de unos seres condenados a
desarrollarse en ese espacio. El protagonista real de la obra es la estática escalera, testigo del paso del tiempo
que se presenta como limitación esencial.
En la ardiente oscuridad plantea la lucha por la verdad y la libertad. La ceguera, tema central, se erige
sÃ−mbolo de las limitaciones humanas, y la necesidad de ver representa la aspiración a lo imposible.
La acción de El sueño de la razón se sitúa en Madrid, en los dÃ−as previos de la Navidad de 1823,
época de persecución de los liberales. Plantea el tema de la lucha por la libertad e irreductibilidad del
individuo.
En La fundación aparecen los temas de la tortura, las persecuciones polÃ−ticas y las delaciones, y se hacen
expresos los planos de la verdad y la mentira.
Instaurada la democracia, se vio obligado a buscar nuevos temas y formas de expresión. Bajo la nueva
temática, subyace la del individuo que padece diversas formas de tortura. Cabe citar Música cercana, que
constituye una crÃ−tica al capitalismo que comercia con la vida en los paÃ−ses hispanoamericanos a través
del tráfico de drogas, y Las trampas del azar, que indaga el sentimiento de culpa, a través del
enfrentamiento entre el idealismo de la juventud y el pragmatismo de la madurez.
• Alfonso Sastre
Su trayectoria teatral comenzó en grupos universitarios y de cámara y ensayo. Se trata de obras de un acto,
con abundantes distorsiones espacio-temporales y uso del flash-back, en las que crea un mundo onÃ−rico.
En Escuadra hacia la muerte unos soldados cumplen una misión suicida en una III Guerra Mundial el
conflicto tiene lugar en la primera parte y sus consecuencias en la segunda. La escuadra se rebela contra la
autoridad, en clara alusión a la desconfianza hacia los que inducen una guerra que nadie entiende.
Las tragedias complejas incorporan un humor de situación, negro y profundo, que permite el distanciamiento
de las historias contadas. Constituyen una evolución del esperpento. Se presentan unos héroes irrisorios,
magnificados por la historia pero ironizados por sus debilidades.
• José MartÃ−n Recuerda
Su obra posee un pronunciado carácter documental, de signo crÃ−tico, cargado de crispación y de
desgarro. Sus temas se expresan a través de personaje s ansiosos de libertad. Su realismo es calificado de
desnudo, cruel, agrio, sincero, denunciador y testimonial.
Los salvajes en Puente San Gil constituye una reflexión contra la intolerancia y un alegato contra la
hipocresÃ−a de muchos españoles de la posguerra. Intervienen personajes corales.
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Las arrecogÃ−as del beaterio de Santa MarÃ−a Egipciaca narra los últimos momentos de Mariana Pineda,
heroÃ−na liberal condenada a muerte durante el reinado de Fernando VII. La obra se centra en el conflicto
interno que representa para el personaje su enfrentamiento con la muerte provocado por el deber patriótico.
Otros autores del teatro realista son Lauro Olmo, José MarÃ−a RodrÃ−guez Méndez, Carlos Muñiz y
Ricardo RodrÃ−guez Buded.
• Década de los cincuenta y de los sesenta
♦ El teatro vanguardista
Herederos del teatro del absurdo y el teatro de la crueldad, Fernando Arrabal y Francisco Nieva, han creado
originales dramaturgias con dificultades de aceptación en el panorama teatral español.
• Fernando Arrabal
Desde sus primeras obras manifestó su talante innovador apartado del realismo. Caracterizadas por la
elementalidad escénica, con decorados sucintos, personajes primitivos y un lenguaje ingenuo con rasgos de
un humor procedente del absurdo, se trata de un teatro de seres indefensos, vÃ−ctimas de opresores ocultos,
en el que prima la desazón e inquietud.
Recurre a la forma de la ceremonia, acabada la cual se impone la tragedia: los personajes mueren o quedan
sumidos en su incapacidad. En su obra confluyen el positivismo, el surrealismo, el teatro del absurdo y el
teatro de la crueldad.
El teatro pánico de Arrabal se caracteriza por la confusión, el humor, el terror, el azar y la euforia, y por la
incorporación de elementos surrealistas al lenguaje.
Hay una búsqueda formal espacial y gestual. Los temas más frecuentes son la religión y la sexualidad,
además de la polÃ−tica, el amor y la muerte.
El cementerio de automóviles presenta una sociedad moribunda, carente de valores. Los personajes están
condenados a una desagradable convivencia y reaccionan violentamente.
En El Arquitecto y el Emperador de Asiria el Emperador es la encarnación del tiempo histórico, mientras
que el eternamente joven Arquitecto es la encarnación del tiempo mÃ−tico. Ambos representan la
humanidad y participan en juegos breves basados en la unidad y la separación.
• Francisco Nieva
Tuvo dificultades para ser aceptado en la escena española. Su producción conecta con el teatro del
absurdo, pero siempre hay una posibilidad que conduce a la salvación. Es un teatro catártico y liberador,
cuya finalidad es mostrar la esencia del hombre. El tema básico es la represión de la sociedad, que degrada
al ser humano para impedir el desarrollo de sus necesidades profundas. Ante ello se erige la transgresión, a
menudo debida a la necesidad de una liberación sexual. Además del erotismo, abundan las referencias a
una España negra y a la religión.
A partir del lenguaje popular, realiza una elaboración cuidadosa, con técnicas del surrealismo y del
absurdo, consiguiendo un estilo particular en el léxico y la sintaxis.
Su producción dramática se divide en el teatro furioso, con Pelo de tormenta, el teatro de farsa y
calamidad, con Malditas sean Coronada y sus hijas, y teatro de crónica y estampa con Sombra y quimera de
Larra.
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♦ El teatro simbolista
Conocidos como “nuevos autores” se contraponen a la estética realista con un simbolismo que les sirve
para referirse a in ámbito universal. Las obras del “nuevo teatro” se caracterizan por un acentuado carácter
vanguardista, un marcado pesimismo y el frecuente uso de la simbologÃ−a animal. Aparece recurrentemente
el tema del poder opresor, asÃ− como elementos provocadores relacionados con la sexualidad, un lenguaje
agresivo y la violencia fÃ−sica y verbal.
• Manuel MartÃ−nez Mediero
Sus dramas revelan la influencia del teatro de la crueldad y el teatro del absurdo. Su dramaturgia revela su
interés por el presente y la crÃ−tica social y polÃ−tica.
El último gallinero constituye una parábola polÃ−tica a partir de una historia de animales. El gallinero
simboliza la cerrazón, la esclavitud y el aislamiento de la sociedad española, por lo que la obra representa
un ataque contra la dictadura y contra todo tipo de opresión.
Destacan también José Ruibal, Miguel Romero Esteo y Luis Riaza.
• Década de los sesenta
♦ Herederos de la comedia burguesa
En los años sesenta triunfó el teatro representado por la nueva comedia burguesa, que llega al más alto
grado de evasión posible. Es un teatro inmovilista, que repite esquemas del pasado, con personajes alejados
de las circunstancias sociales del momento.
Jaime de Armiñán es autor de comedias de enredo con golpes de ingenio en los que combina una leve
crÃ−tica de circunstancias con dosis de ternura y humor.
Juan José Alonso Millán crea un teatro disparatado, tanto por sus situaciones como por sus diálogos.
Destacan también Jaime Salom y Alfonso Paso.
• El teatro independiente
A finales de los sesenta, el teatro universitario se transformó en el teatro independiente. La independencia
del teatro suponÃ−a el rechazo del espectáculo conservador mediante la elaboración de una estética
peculiar y de un intento de autofinanciaciónGrupos de teatro como Els Joglars, encabezado por Boadella, Els Comediants, Dagoll Dagom, Tricicle, La
Fura dels Baus, Los Goliardos,… son los más conocidos.
Hacia finales de los años setenta se impuso el teatro de calle, en el que disminuyen los elementos verbales
en beneficio de los paraverbales.
Superada la transición polÃ−tica, estos grupos, cuyo fin era socavar con sus textos una situación polÃ−tica
opresiva, dejaron de tener interés y desaparecieron progresivamente. El poder público subvencionó a
grupos de trabajo estables con programas de actuación a largo plazo, y los grupos independientes buscaron
mayor formación, comenzaron a cuidar su producción y se integraron paulatinamente en los sistemas
habituales de promoción.
♦ Las últimas dramaturgias
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Hacia 1975 surgió una serie de autores que abordaron temas contemporáneos, habitualmente en tono de
comedia, a veces con ribetes trágicos. Las dramaturgias de fines del s. XX poseen una estética realista,
aunque no excluyen lo onÃ−rico, lo fantástico o lo sobrenatural, y una moderada renovación formal.
• José Sanchis Sinistierra
Es un dramaturgo con gran práctica escénica, cuyos montajes se caracterizan por la sencillez.
¡Ay, Carmela!, su obra de más éxito, pretende reivindicar la memoria histórica como atributo de la
dignidad. Es un drama sobre el teatro en la Guerra Civil. La comicidad está presente en los diálogos,
construidos con un lenguaje popular y crudo.
• José Luis Alonso de Santos
Formado en el teatro independiente, cuenta con una importante trayectoria teatral. Se caracteriza por
desarrollar una dramaturgia realista, situada en el mundo contemporáneo.
Bajarse al moro es una comedia que constituye una parodia de la estructura social a través de situaciones
cómicas y trágicas.
Destaca también FermÃ−n Cabal con Castillos en el aire.
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