¡Humanos! Los primeros pobladores ¡Humanos! Los primeros pobladores Una exposición sobre la evolución humana La evolución humana es uno de los campos de investigación científica más activos y de mayor actualidad, y a cuyo desarrollo está contribuyendo positivamente nuestro país. La investigación sobre los orígenes de la humanidad es un tema de interés antropológico que, gracias a la aplicación de las técnicas más modernas, ha podido conocerse con mayor detalle. Las noticias sobre descubrimientos de nuevos restos y nuevas especies atraen a un público amplio y son noticia en los medios de comunicación. Pese a esta amplia difusión, es escaso el número de exposiciones que se han dedicado a este tema con un enfoque exhaustivo, pedagógico y próximo al público. Por otro lado, siguen siendo numerosos los estereotipos que se mantienen en la sociedad en torno a nuestros antepasados. La exposición ¡Humanos! Los primeros pobladores pretende cubrir estas carencias. La evolución humana es un área de gran interés formativo y pedagógico, ya que contribuye a configurar en la sociedad un criterio sobre la inserción de la humanidad en el entorno natural y aclara conceptos sumamente actuales que se abordan precisamente en esta exposición: el cambio climático y la adaptación humana, las migraciones en la historia más lejana y sus consecuencias. En su conjunto, permite captar la calidad más esencial de la humanidad y el mundo: el cambio en los ecosistemas, el clima, el comportamiento humano y la tecnología. En la sociedad imperan muchos clichés sobre nuestros orígenes, como el de considerar que nuestros antepasados eran seres primitivos, agrestes, torpes, inexpresivos y sucios. Uno de los objetivos de esta exposición es, precisamente, el de corregir todas estas ideas presentando a una humanidad moderna que, hace más de medio millón de años, ya edificaba cabañas, se cepillaba los dientes para eliminar los restos de comida, utilizaba el fuego para quemar los residuos y la basura y se servía del lenguaje para comunicar ideas e impresiones. Otros tópicos tienen que ver con el papel de las mujeres, de quienes suele decirse que no eran útiles para la caza y que en sus sociedades desempeñaban roles secundarios en el terreno económico y social. Todas estas cuestiones son insostenibles y en esta exposición se verán contrarrestadas por la p re s e n c i a c o n s t a n t e d e i n d i v i d u o s d e s e x o f e m e n i n o . La formación de un criterio social moderno sobre la evolución humana es el objetivo primordial de esta exposición y es por ello que se han utilizado los datos más recientes obtenidos por equipos internacionales y, en especial, valencianos y del resto de España. Se ha adoptado una visión universal de la evolución, tal y como es deseable, pero se ha utilizado a modo ilustrativo el material más próximo al visitante: la arqueología valenciana. Este material sirve para comprender los grandes temas de la evolución de la humanidad desde la perspectiva de la Comunidad Valenciana. Una exposición del poblamiento humano en la Comunidad Valenciana La arqueología de la evolución humana se inició en España a finales del siglo XIX y uno de los territorios pioneros fue la Comunidad Valenciana. Allí se introdujo el evolucionismo, siendo Valencia una de las primeras ciudades que contó con un centro de investigaciones sobre la prehistoria: el Servicio de Investigaciones Prehistóricas. La riqueza arqueológica y el carácter avanzado de la investigación en la región no sólo hacían necesaria esta exposición, sino que además han contribuido a facilitarla y a convertirla en una realidad. La combinación de investigación en la Comunidad Valenciana y presentación de grandes temas permite el encuentro entre dos visiones a menudo contrapuestas. Los conceptos de prehistoria y evolución humana suelen dar lugar a un discurso excesivamente universal y alejado del espectador. En este caso, la proximidad de los hallazgos que se exponen y de los yacimientos utilizados rompe esta dinámica. Por otro lado, las exposiciones arqueológicas regionales al uso han tendido también a ser excesivamente particularistas en la selección de los temas expuestos. En la exposición de la Fundación “la Caixa”, los grandes temas centrales son universales, no locales. Esta visión doble constituye una fórmula poco explotada y sumamente actual. Una exposición didáctica ¡HUMANOS! Los primeros pobladores combina diferentes técnicas expositivas que se complementan y quieren dar respuesta a necesidades distintas. De entrada, está basada en cinco grandes escenificaciones que quieren representar la vida cotidiana de los humanos más primitivos de nuestra historia, desde hace un millón de años hasta la extinción de los neandertales. El montaje de estas escenificaciones facilita la aproximación y la identificación del público. La incorporación de numerosas figuras, tanto masculinas como femeninas e incluso infantiles, mejora esta sensación de proximidad y contribuye a ofrecer un servicio didáctico al visitante. En segundo lugar, el material arqueológico que se presenta se ha limitado para evitar que la exposición fuera una simple presentación de objetos. Por el contrario, pretende ser una muestra de formas de vida cambiantes a lo largo del tiempo. Las piezas expuestas acompañan perfectamente cada una de las escenificaciones, ya que se ilustran las herramientas de piedra, madera o hueso que habría que utilizar para realizar el mismo trabajo que se lleva a cabo en la representación o el material que se asocia a la tarea realizada. Los textos de acompañamiento son muy sucintos y están pensados para referir hechos indispensables. En ningún caso se trata de explicaciones exhaustivas. En realidad, la exposición presenta mucha más información visual que escrita. Algunos datos o explicaciones pedagógicas visibles son la presencia de figuras femeninas e infantiles, la escenificación de un grupo en el que, pese a no explicarse en el texto, los individuos están hablando entre ellos o el recurso a un personaje calvo para poder observar las dimensiones y la forma del cráneo de los neandertales. El uso de todos estos recursos pretende cubrir la necesidad de ofrecer el máximo número posible de lecturas y satisfacer a una gran variedad de público, al mismo tiempo que sirve a una necesidad de socialización de la ciencia. Todo esto la convierte en una exposición sumamente actual. Los primeros pobladores de la Comunidad Valenciana Siete grandes ámbitos configuran esta exposición: Una introducción a la evolución en general y a la Comunidad Valenciana en particular, con la reproducción de un individuo de la especie Homo antecessor en la entrada, el llamado “Chico de la Gran Dolina”; Cuatro ámbitos temáticos: vivienda, consecución de alimentos, el fuego y la extinción de los neandertales. Estos cuatro grandes temas se ilustran con cuatro yacimientos seleccionados de la arqueología de la Comunidad Valenciana, dependiendo de la temática tratada en las escenografías que constituyen el eje de los ámbitos; Dos ámbitos dedicados a la investigación: la arqueología como ciencia para entender el pasado y un homenaje al papel de la Universidad de Valencia y del Servicio de Investigaciones Prehistóricas en la introducción de la evolución humana y la prehistoria. Ámbito 1 Las especies Cuatro grandes especies protagonizan la evolución humana en Europa y en la Comunidad Valenciana: Homo antecessor, Homo heidelbergensis, Homo neanderthalensis y Homo sapiens. La exposición se abre con las “especies pioneras” y los fósiles que las representan: de Homo antecessor de la cueva de la Gran Dolina de Atapuerca; de Homo heidelbergensis el cráneo de la cueva de Aragón de Taltaüll, en el Rosellón; de Homo neanderthalensis las del abrigo de la Ferrassie, Dordoña, y de Homo sapiens el cráneo de Chancelade, Dordoña. Acompañan estos fósiles dos vitrinas en las que se exponen ejemplos de herramientas para ilustrar la evolución tecnológica, otra que presenta las características que nos hacen humanos y una introducción a los cambios climáticos que han marcado nuestra evolución. El ámbito se cierra con la exposición de los principales restos localizados en la Comunidad Valenciana, distribuidos en tres vitrinas dedicadas al Homo neanderthalensis del Pleistoceno medio y del Pleistoceno superior y al Homo sapiens del Pleistoceno superior. Dentro del conjunto de España, la Comunidad Valenciana permite una buena aproximación a la evolución humana en el país, ya que ha proporcionado fósiles de hasta 300.000 años de antigüedad y de distintas épocas. Son destacables los yacimientos de Bolomor (Tavernes de la Valldigna), Tossal de la Font (Vilafamés), Cueva Negra (Játiva) y Parpalló (Gandia) cuyos principales fósiles se muestran en esta exposición. El discurso sobre la evolución humana, el cambio climático en el que se enmarca y su representación en la Comunidad Valenciana deben situarse en un marco general de movimientos humanos que explique cómo y porqué los primeros humanos llegaron al país. Se han propuesto dos vías migratorias básicas: el Próximo Oriente y Gibraltar. Esta última ha sido descartada en general y nos referimos siempre al acceso por Oriente para explicar cómo la presión demográfica y la falta de recursos en el África de hace casi dos millones de años obligaron a los menos adaptados a buscar nuevas regiones. Esto les llevó a ocupar toda Eurasia, un hecho que facilitó también el poblamiento en la Comunidad Valencia, del que existen numerosos restos y yacimientos según se representa en el mapa que cierra este ámbito. Ámbito 2 Los primeros habitantes: cabañas y cuevas El segundo ámbito está dedicado a la vivienda. En este punto hemos querido romper con uno de los tópicos más extendidos, al afirmar que los humanos no hemos sido nunca trogloditas. Es por ello que se expone una escenografía reproduciendo la cabaña del yacimiento de Tierra Amata, en Niza, construida con materiales muy simples pero que demuestran el interés humano por procurarse un hábitat propio utilizando herramientas muy simples, como las que aparecen en la vitrina que acompaña esta escenografía. Confrontamos este comportamiento con la utilización muy discontinua de cuevas, como en el caso del Tossal de la Font (Vilafamés), visitadas de forma muy esporádica por los humanos y de las que quedan restos dispersos. Ámbito 3 La obtención del alimento: caza y recolección Otra de las cuestiones de la vida cotidiana es la consecución del alimento, y a ella está dedicado el tercer ámbito. En este tema la arqueología, por motivos de conservación, se ha centrado mucho en la adquisición de alimento de procedencia animal, pero sabemos por los análisis practicados en las dentaduras de los humanos que su dieta era vegetal en un 70%. Esto nos habla de la dificultad de recuperar muchos aspectos de la vida cotidiana, al no haberse conservado restos de alimentos vegetales y sí, en cambio, muchos de alimentos animales, como los que se presentan en la vitrina que acompaña esta escenografía. En este caso hemos querido presentar la desolladura de un rinoceronte, en la que participa una pareja mixta, compuesta por un hombre y una mujer. Condensadas en una imagen aparecen muchas cuestiones importantes. El rinoceronte nos remite a una época en que el entorno de la península Ibérica era completamente distinto y ésta era habitada por especies que hace mucho tiempo que han desaparecido. Pese a no ser una de las especies más aprovechadas, el rinoceronte aparece en muchos de los yacimientos de la Comunidad Valenciana, como el de Bolomor (Tavernes de la Valldigna). Una de las posibles formas de cazar los animales nos la ilustran los restos del yacimiento alemán de Schöningen en el que se han encontrado lanzas, estacas y mangos, todos ellos de madera, que apuntan a la capacidad de los humanos de hace 400.000 años para cazar. Además de estas herramientas de madera, otras de piedra permitían acceder a la carne y al tuétano. Estos utensilios están muy representados en la arqueología e indican la importancia de la tecnología en la evolución humana al habernos permitido disponer de más cantidad de alimento de mejor calidad y de productos más variados. La dieta vegetal y frugívora que acompañaba la proteínica incluía frutos típicos de la región, como los actuales, aunque al no ser domésticos eran de menores dimensiones, parecidos a los que lleva el personaje del interior de la cabaña. Ámbito 4 El fuego: nuevos hábitos de vida Dedicamos el cuarto ámbito a uno de los temas centrales en evolución humana, como es el uso del fuego. Los humanos no lo hemos controlado desde siempre, sino que fue necesario investigar hasta lograr producirlo hace ahora unos 450.000 años. Sin embargo, no se tenía conocimiento de él en todas partes y posiblemente las poblaciones que lo dominaban mantenían en secreto este conocimiento para tener ventajas sobre las demás. En la Comunidad Valenciana se conservan numerosos yacimientos con restos que nos hablan de la presencia de fuego, como los de Bolomor (Tavernes de la Valldigna), Salt (Alcoy) y la Cueva Negra (Játiva), a la que nos referimos en este ámbito y de la que presentamos una maqueta a escala. El fuego proporcionaba calor y luz para prolongar el día y poder aprovechar la noche para la realización de tareas domésticas o para comunicar experiencias. De esta forma, el fuego, además de aportar una ventaja para la adaptación favoreció también el desarrollo del lenguaje y la comunicación. Algunas de las facilidades que aportó el fuego, sin embargo, son menos conocidas, como la posibilidad de conservar el alimento, por ejemplo ahumando la carne de la forma que hemos podido deducir a partir de yacimientos como el abrigo Romaní de Capellades. Este yacimiento ofrece mucha información porque se encuentra en muy buen estado de conservación, lo que se observa también en los objetos de madera recuperados. Ámbito 5 El fin de una estirpe En la Cueva Negra (Játiva), en Salt (Alcoy) y en Bolomor (Tavernes de Valldigna) habitaron los populares neandertales, u Homo neanderthalensis. Se trata de la especie europea por excelencia y vivió desde hace unos 200.000 años hasta hace unos 25.000, tal y como atestiguan los restos re c i e n t e m e n t e h a l l a d o s e n G i b r a l t a r. ¿ C ó m o d e s p a re c i ó ? En el quinto ámbito referimos que no es posible dar una única respuesta, aunque sí se sabe que se produjo un detonante: la introducción en Europa de nuestra propia especie, el Homo sapiens. Hace unos 40.000 años, el Homo sapiens llegó a Europa procedente de Oriente y, a partir de aquel momento, la geografía humana del continente empezó a cambiar, al reducirse la población de neandertales e incrementarse la de la nueva especie. Observando los mapas descubriremos que los neandertales quedan progresivamente marginados al fondo de las penínsulas, pero también en el interior de cada territorio. Se dispone de datos según los cuales, en una misma región, el Homo sapiens ocupó los valles más fértiles y el Homo neanderthalensis tuvo que conformarse con los valles cerrados de alta montaña o media montaña, que ofrecían menos recursos. ¿Por qué? Tradicionalmente se pensaba que la tecnología de los recién llegados era mucho más potente, pero si la comparamos con la que utilizaban los neandertales veremos que no hay tantas diferencias. La distancia se incrementa cuando éstos últimos desaparecen por completo, hace unos 20.000 años, pero no antes. Otros estudios recientes han revelado que el Homo sapiens, al entrar en Europa, cambió su estrategia y empezó a crear redes comerciales y sociales de larga distancia, por lo que encontramos rocas para fabricar herramientas a decenas o centenares de kilómetros de distancia de su lugar natural. También potenciarán el uso del simbolismo. Ambas especies habían recurrido siempre al simbolismo, aunque en un grado reducido. Al entrar en Europa, el Homo sapiens va incrementando el grado de simbolismo, mientras que el Homo neanderthalensis no lo hace. Esta forma de socialización y la globalización que observamos en las rocas para fabricar herramientas pudieron ayudar al Homo sapiens a sobrevivir. Ámbito 6 Arqueología: comprender el pasado En la exposición no se hace referencia en especial a nuestra especie, salvo un pequeño vistazo en el paso al ámbito sexto, en el que nos dedicamos a repasar algunas de las formas básicas de la técnica y la metodología aplicadas a la ciencia arqueológica. Junto a la reproducción de una excavación mostramos el resultado y la importancia de la experimentación que nos permite repetir las formas técnicas del pasado para conocer su efectividad, tal y como se observa en las imágenes de las pantallas. Otra de las técnicas importantes es el uso de microscopios y lupas para observar la superficie de objetos como un hueso, donde podemos ver el rastro dejado por un cuchillo de piedra, lo que nos indica que el animal al que perteneció este hueso fue desollado por un humano utilizando un cuchillo, en lugar de ser comido por otro animal. Ámbito 7 Historia de la arqueología en la Comunidad Valenciana El último de los ámbitos, el séptimo, está dedicado también a la arqueología, concretamente a su historia en la Comunidad Valenciana, con el ejemplo de dos instituciones a las que se quiere rendir homenaje. En primer lugar, la Universidad de Valencia, a través de la cual se introdujo el evolucionismo darwinista en España, a finales del siglo XIX y principios del XX. En este punto, queremos destacar el homenaje que se preparó para el centenario del nacimiento de Darwin y en el que participaron Miguel de Unamuno y la contradictoria figura del doctor en geología de la Universidad de Valencia, Joan Vilanova Piera, un antidarwinista que, sin embargo, divulgó a los cuatro vientos el descubrimiento de Altamira sin que nadie le diese crédito, precisamente por ser un reconocido partidario del creacionismo y no del evolucionismo. En segundo lugar nos referimos al Servicio de Investigaciones Prehistóricas, que a mediados del siglo XX llevó a cabo una importante tarea de excavación de yacimientos paleolíticos cuando en el resto de España se estaba iniciando esta ciencia, y que llevó hasta Valencia a las personalidades del momento, investigadores que estaban excavando por toda Europa y Próximo Oriente, atraídos por el interés de los conjuntos en los que se estaba trabajando en Valencia, como el del Parpalló, una investigación dirigida por el doctor Lluís Pericot. ¡Humanos! Los primeros pobladores