2DA DE PORTADA 11/10/06 16:56 Página 1 Saber y hacer saber Saber y hacer saber Saber y hacer saber Saber y hacer saber Saber y hacer saber Saber y hacer saber Saber y hacer saber Saber y hacer saber Saber y hacer saber Saber y hacer saber Saber y hacer saber Saber y hacer saber “La imaginación puede llevarnos a mundos que jamás han existido. Pero, sin ella, no vamos a ninguna parte” (Carl Sagan) 03. G. REGLERO 6/10/06 12:03 Página 61 1136-4815/06/61-66 ALIMENTACION, NUTRICION Y SALUD Copyright © 2006 INSTITUTO DANONE ALIM. NUTRI. SALUD Vol. 13, N.º 3, pp. 61-66, 2006 Alimentos funcionales: productos cárnicos G. Reglero DEPARTAMENTO DE CIENCIAS DE LA ALIMENTACIÓN. UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE MADRID RESUMEN L ABSTRACT T as evidencias científicas sobre la relación entre la alimentación y la salud han dado lugar a la aparición de un nuevo mercado alimentario de rápido crecimiento desde hace algunos años: el mercado de los alimentos funcionales. El interés de mantener o mejorar el estado de salud mediante el consumo de alimentos tradicionales, a los que se han incorporado ingredientes bioactivos, es indudablemente alto. En este artículo se presenta una revisión de las bases para el desarrollo de alimentos funcionales con especial atención a los productos cárnicos. he scientific evidences on the relationship between food and health have given place to a new food market of rapid growth in the last years: the market of the functional foods. The interest of maintaining or improving the state of health by means of the consumption of traditional food with bioactive ingredients added is undoubtedly high. This article presents a review of the scientific bases that support the development of functional foods with special attention to the meat products. Palabras clave: Alimentos funcionales. Productos cárnicos. Relación omega-6/omega-3. Antioxidantes. Key words: Functional foods. Meat products. Omega6/omega-3 ratio. Antioxidants. LOS ALIMENTOS FUNCIONALES Los alimentos funcionales (1) constituyen un auténtico “fenómeno” cuyo alcance trasciende el ámbito de la investigación, ya que tiene unas claras repercusiones económicas y se ha convertido en objeto de controversia entre la población. Aunque este fenómeno tuvo su origen en el mundo de la ciencia, rápidamente despertó un gran interés en la industria alimentaria, que vio en él nuevas oportunidades competitivas. Finalmente, con amplia atención de los medios de comunicación, ha llegado a los consumidores. El ámbito de los alimentos funcionales tiene estructura triangular y se constituye por las interacciones entre los investigadores científicos, los industriales alimentarios y los consumidores (Fig. 1). El triángulo debe mantenerse en equilibrio, siendo el agente aglutinante las administraciones públicas porque promueven la investigación y regulan la producción y comercialización de los alimentos funcionales. Fig. 1. El triángulo de los alimentos funcionales. Cuando se trata de la relación entre la alimentación y la salud hay que ser muy honestos. Debe priorizarse la contribución a la calidad de vida y a la seguridad de la población por delante del interés científico y económico. Por ello, lo primero que hay 61 03. G. REGLERO 6/10/06 12:03 Página 62 G. REGLERO que plantearse acerca de los alimentos funcionales es si los necesitamos. Algunos especialistas en nutrición sostienen que una dieta adecuada es suficiente para mantener un buen estado de salud. Sin embargo, desde hace casi tres décadas hay en la comunidad científica un profundo interés por diseñar alimentos que contribuyan sensiblemente y de modo específico, a mejorar la salud de quienes los consuman. Como es de sobra conocido, ya a comienzos de los años 80 el gobierno japonés estimuló el estudio de alimentos que denominó FOSHU (Foods for Specific use of Health). En la segunda mitad de los años 90 la Comisión Europea promovió la Acción Concertada FUFOSE (Functional Food Science in Europe) para estimular el estudio científico de los alimentos funcionales. De este proyecto surgió un primer concepto de alimento funcional para Europa. Se propuso que, para ser denominado así, hay que demostrar que el alimento en cuestión posee efectos que van más allá del valor nutritivo y que mejora el estado de salud o reduce el riesgo de contraer enfermedades (2). ALIM. NUTRI. SALUD Por ahora, muchos consumidores, especialmente algunas de sus asociaciones, se muestran críticos con los alimentos funcionales. Es tarea de los científicos convencerles con evidencias de los efectos beneficiosos para la salud que pueden obtenerse. Los industriales deben ofrecer productos bien diseñados, seguros y con garantías de que aportan lo que se dice en sus etiquetas. A nivel internacional, la investigación sobre los alimentos funcionales ha aumentado en intensidad muy sensiblemente en los últimos años. La base de datos Food Science and Technology Abstracts recoge entre 1969 y 2005 un total de 2.231 artículos de investigación alimentaria que contienen, entre sus palabras clave, functional y health. De ellos, 1.669 (el 74,8%) son posteriores al año 2000. Del diagrama de la figura 2 se puede deducir que la actividad investigadora sobre alimentos funcionales está creciendo continuamente. En el V Programa Marco de Investigación de la UE se inició el denominado PASSCLAIM (Process of the Assessment of Scientific Support for Claims on Foods) que, en buena medida, servirá de base para el reglamento sobre las alegaciones de salud de los alimentos funcionales, en la actualidad a debate entre el Parlamento y la Comisión Europea, y que regulará la comercialización de estos productos en un futuro inmediato. La presencia de alimentos funcionales en el mercado español es relativamente reciente, pero ya ha tenido lugar la toma de posiciones. El debate de las dos posturas (a favor y en contra) está en “la calle”, en la prensa y en los programas de televisión. Los alimentos funcionales representan la vía para hacer llegar a la salud de la población, a través de la ciencia y tecnología de los alimentos, los avances en biología molecular y biomedicina que se están produciendo en los últimos años y aquellos que, previsiblemente de extraordinaria importancia, se producirán en los próximos. Desde este punto de vista, los alimentos funcionales son probablemente la herramienta más importante que tendrá la Ciencia de la Nutrición en el futuro, una vez que se haya avanzado suficientemente en las bases sobre las que debe apoyarse su diseño. La Ciencia y Tecnología de los Alimentos y la Nutrición deben implicarse y trabajar coordinadamente en la investigación sobre los alimentos funcionales, como si fuesen una sola “ciencia”: la Ciencia de la Alimentación. Así, desde la producción de materias primas alimentarias hasta los estudios sobre alimentación y salud, pasando por la elaboración y conservación y la calidad y seguridad alimentarias, permanecerían integrados y dirigidos hacia el mismo objetivo. 62 Fig. 2. Número de publicaciones obtenidas en la búsqueda de las palabras clave “functional” y “health” en la base de datos Food Science and Technology Abstracts años 2001 a 2005. Para estimular la investigación de calidad sobre los alimentos funcionales en España, el Plan Nacional de I+D+I 2004-2007 establece una Actuación Movilizadora de Investigación sobre las bases científicas de la actividad biológica de alimentos e ingredientes funcionales. Esta actuación contempla la movilización y el fomento de actividades de investigación que permitan demostrar científicamente la funcionalidad y el posible efecto beneficioso de los alimentos e ingredientes funcionales. En tres convocatorias (2004, 2005 y 2006), más de 100 proyectos presentados por grupos españoles han recibido financiación para la investigación con estos fines. Los alimentos funcionales son, obviamente, alimentos saludables ya que contribuyen a mejorar el estado de salud de la población. Pero son un tipo concreto de alimentos saludables, diferente de aquellos a los que se atribuye un efecto beneficioso por su contenido natural en uno o varios compuestos con actividad biológica positiva. La diferencia está en que los alimentos funcionales se diseñan con un 03. G. REGLERO 6/10/06 12:03 Página 63 Vol. 13, N.º 3, 2006 propósito concreto. Por ello, aun habiendo voces que defienden que el aceite de oliva o las frutas, por ejemplo, son alimentos funcionales, la comunidad científica internacional comienza a distinguir con nitidez los alimentos naturales saludables (healthy foods) de los alimentos funcionales (functional foods). Ambos tipos tienen un enorme interés nutricional y deben ser objeto de investigación para aprovechar sus beneficios. Pero, aunque confluyan a menudo los procedimientos de estudio de sus efectos, existe una diferencia fundamental entre ambos: los alimentos funcionales se diseñan ex profeso y los alimentos saludables no se diseñan. Se trata de obtenerlos con la mayor calidad y valor nutritivo posibles, pero no se diseñan. EL DISEÑO DE LOS ALIMENTOS FUNCIONALES Para desarrollar un alimento funcional hay que enriquecerlo a propósito en uno o varios compuestos con actividad biológica conocida que no están presentes de forma natural en el alimento, o no lo están en cantidad suficiente, buscando un efecto fisiológico más o menos amplio para la mejora del estado de salud o para la prevención de enfermedades. Posteriormente hay que estudiar la incidencia del procesado y de la conservación en la actividad biológica del producto y sostener mediante evidencias científicas sus alegaciones de salud. El diseño de los alimentos funcionales debe tener en cuenta las bases de la nutrición. “¿Esteroles en nuestra margarina o menos margarina en nuestro pan?” El uso de alimentos funcionales debe realizarse sin alterar los parámetros de la nutrición y de la dietética de modo que sirvan para reforzar los planteamientos tradicionales de estas disciplinas hacia el mantenimiento de la salud mediante una correcta alimentación. La fisiología humana reúne una infinidad de procesos bioquímicos de carácter multifactorial. La ciencia va avanzando en el estudio de dichos procesos y de los factores que los regulan o que influyen en su desarrollo. Es la suma de numerosas investigaciones realizadas en todo el mundo a lo largo de los años lo que va creando el conocimiento del funcionamiento del cuerpo humano. Queda mucho por saber, por eso, no siempre se conoce por completo, a nivel molecular, cuál es el mecanismo de actuación de un determinado producto cuyos beneficios para la salud están comprobados por observación y/o por intervención dietéticas. En la mayoría de los casos, la acción de los compuestos funcionales de interés alimentario se conoce por estudios epidemiológicos que establecen asociaciones más o menos fuertes entre la ingesta de estas ALIMENTOS FUNCIONALES: PRODUCTOS CÁRNICOS sustancias y la prevención y/o mejora de ciertas enfermedades. Sin embargo, no todos los estudios de este tipo ofrecen resultados concluyentes. También la medicina naturista y las tradiciones orientales han aportado ideas para la utilización de ciertas sustancias como ingredientes alimentarios funcionales, que sin embargo no han sido objeto de investigación dentro de la matriz a la que se incorporan. En los últimos años, los estudios de actividad biológica y biodisponibilidad de los productos funcionales se han basado en investigaciones in vitro, seguidas de experimentos con animales y de ensayos de intervención dietética en humanos. Este tipo de estudios constituye un avance importante, aunque aún es insuficiente. El diseño riguroso de alimentos funcionales requiere conocer a nivel molecular los mecanismos de la actividad biológica de sus componentes y las bases de las enfermedades a las que se dirigen. En la actualidad ya se dan las dos circunstancias que permiten realizar los estudios necesarios para ello: la secuenciación del genoma humano, que ha abierto la posibilidad de conocer la función biológica de los genes (3) y el desarrollo de las herramientas científicas de biología molecular requeridas para abordar las investigaciones (4). La nutrigenómica y la nutrigenética tienen como objetivo descifrar los mecanismos moleculares de los efectos de los nutrientes en la salud y por tanto, las bases de la actividad biológica de los ingredientes funcionales (5). Es previsible que en poco tiempo comiencen a cambiar algunos de los criterios nutricionales que se emplean en la actualidad. Por ejemplo, ya hace tiempo que se puso en duda que una dieta muy baja en grasas se pueda asociar con claridad con la mejora del perfil lipídico del plasma (6), siendo los factores genéticos los que regulan la susceptibilidad a determinados perfiles de lipoproteínas plasmáticas (7). En todo caso hay que ser cautelosos ya que a veces un mismo producto puede tener efectos contrapuestos. Por ejemplo, los ácidos grasos poliinsaturados (PUFA), que poseen claros efectos saludables, también pueden incrementar el estrés oxidativo si no se usan adecuadamente; los fitosteroles reducen la absorción de colesterol pero también de algunas vitaminas; los polifenoles parecen tener actividades antioxidantes, entre otras, pero interfieren en la biosíntesis de algunas hormonas; las isoflavonas pueden provocar retrasos en la maduración sexual de los niños; la promoción del consumo de frutas y hortalizas puede contribuir a aumentar la ingesta de plaguicidas, etc. Por ello, la pauta principal que debe seguirse en el diseño de alimentos funcionales es aumentar lo máximo posible la relación beneficio/riesgo, pero obviamente actuando simultáneamente sobre ambos: tratando de aumentar al máximo el beneficio y reduciendo al mínimo el riesgo. 63 03. G. REGLERO 6/10/06 12:03 Página 64 G. REGLERO ALIM. NUTRI. SALUD ESTRATEGIAS PARA AUMENTAR EL BENEFICIO —Buscar un efecto fisiológico amplio. Por ejemplo los antioxidantes (8) y los ácidos grasos poliinsaturados (9) que se ingieren a través de la dieta pueden ejercer múltiples efectos a través de su influencia en la regulación de los procesos de transcripción génica. —Asegurar que existe biodisponibilidad. Para ello se pueden hacer test in vitro y seleccionar los ingredientes para luego pasar a los ensayos con animales y finalmente ensayos clínicos. —Comprobar mediante análisis químico que los ingredientes funcionales se mantienen durante el procesado y la conservación y mediante análisis funcional in vitro, que además se mantiene la actividad biológica perseguida. ESTRATEGIAS PARA REDUCIR EL RIESGO —Utilizar como ingredientes funcionales productos “familiares” en alimentación, es decir, productos que se encuentren de forma natural en alimentos de uso habitual (10), que se obtengan a partir de aquellos por procedimientos de trasformación suave (11), o productos de actividades alimentarias conocidas, obtenidos de fuentes naturales (12). —Añadir los ingredientes funcionales en las dosis mínimas efectivas. Algunos productos habitualmente empleados en el diseño de alimentos funcionales, como los tocoferoles, pueden tener efectos desfavorables a partir de una cierta cantidad (13). —Realizar una caracterización exhaustiva con el fin de conocer si hay transformaciones químicas indeseadas o detectar la presencia de residuos o contaminantes (14). Puesto que muchos ingredientes funcionales son extractos, la posibilidad de concentrar productos tóxicos con el producto principal debe ser descartada. Fig. 3. Número de publicaciones obtenidas en la búsqueda de las palabras clave “functional”, “health” y “meat” en la base de datos Food Science and Technology Abstracts años 2001 a 2005. es muy bien conocido por su contenido en proteínas de alta calidad, con un 40% de aminoácidos esenciales, y por su aportación de vitaminas y minerales. Su contenido en grasa es el único aspecto que ha originado controversia y desde hace muchos años (19) no faltan publicaciones en la bibliografía internacional en las que se relaciona la grasa animal con algunas enfermedades crónicas (20,21). Para el diseño de productos cárnicos funcionales se pueden aplicar dos enfoques: —Usarlos como vehículo de productos saludables que se añaden como ingredientes a sus fórmulas tradicionales. —Modificar las fórmulas tradicionales para corregir algún aspecto poco saludable, principalmente su contenido graso, la sal o los conservantes. El primer enfoque suele ser considerado mayoritariamente como poco adecuado ya que puede dar lugar a un aumento del consumo de productos cárnicos en la dieta, no conveniente desde el punto de vista puramente nutricional. Los productos cárnicos son uno de los grupos de alimentos cuya “funcionalización” puede tener más interés (16-18) debido a su alta presencia en la dieta. En los últimos años, la actividad investigadora en este tema va en aumento (Fig. 3). La modificación de las fórmulas tradicionales consiste en la sustitución de ingredientes poco saludables por otros con mejor actividad biológica, pero no excluye la incorporación al mismo tiempo de nuevos productos funcionales. De esta forma se puede conseguir que la carne de la dieta mantenga su función nutricional y que tenga algún efecto beneficioso adicional, sin necesidad de aumentar las cantidades consumidas. En el mercado ya existen productos cárnicos funcionales que responden a esta estrategia. Concretamente, hay un tipo de productos cárnicos con su perfil lipídico modificado cualitativa y cuantitativamente que, además, incluyen antioxidantes naturales de alta actividad (22). Se trata de productos cárnicos con relación omega-6/omega-3 equilibrada en combinación con diterpenos fenólicos. La carne y los productos cárnicos desempeñan un papel muy importante en la dieta. Su valor nutritivo De forma natural, la mayoría de las carnes poseen una relación omega-6/omega-3 superior a —Estudios de toxicidad (15) a dosis superiores a las empleadas con el fin de garantizar la ausencia de efectos negativos. PRODUCTOS CÁRNICOS FUNCIONALES 64 Página 65 Vol. 13, N.º 3, 2006 Los antioxidantes alimentarios más avanzados son extractos de determinadas plantas obtenidos mediante nuevas tecnologías. Entre estos destaca el extracto supercrítico de romero. La tecnología del CO2 supercrítico es una alternativa ventajosa a la extracción con disolventes para la producción de antioxidantes. Dicha tecnología del CO2 supercrítico opera en condiciones suaves y no oxidantes, lo que permite obtener productos de alta calidad con sus propiedades naturales intactas y exentos de residuos de disolventes (25). Los diterpenos fenólicos del romero son antioxidantes primarios y actúan sinérgicamente con el α-tocoferol (26). En la figura 4 se presentan datos sobre el contenido lipídico de diferentes productos cárnicos comerciales con EPA + DHA + antioxidantes añadidos (22). Como se puede observar, por este procedimiento se pueden obtener productos cárnicos con perfiles parecidos al del salmón, cuya grasa es considerada saludable. Al tener incorporados extractos supercríticos antioxidantes de romero, estos productos poseen una actividad antioxidante positiva del mismo orden de magnitud que bebidas funcionales específicamente diseñadas para obtener un potente efecto antioxidante (Fig. 5). 45 40 35 30 25 20 15 Salmón plancha Salmón ahumado Salchichas pavo Frialvida® Salchichas cerdo Frialvida® Pechuga Frialvida® 10 5 0 n6 /n -3 n3 n6 tu M Sa tu ra d ra os do s Jamón Frialvida® Fig. 4. Perfiles lipídicos de productos cárnicos comerciales con PUFA añadidos para equilibrar la relación omega-6/omega-3. 9 8 7 6 5 4 3 2 1 2 bid aA CE 1 Be CE 2 aA bid Be mo Zu mo Zu Vit C ja + ran na ran na am bid Be 1 ja + ifru ult ult am bid Be Vit C 2 tas tas ifru alv Fri ria aF ich 1 ida ® lvid ® a 0 lch El enfoque más favorable para reducir la relación omega-6/omega-3 de los productos cárnicos es, en primer lugar, reducir la cantidad de grasa y posteriormente incorporar a los productos cárnicos la cantidad de PUFA omega-3 necesaria. Para obtener mayor efecto saludable, los PUFA omega-3 incorporados deben ser de cadena larga (como EPA y DHA) y dosificarse específicamente según el perfil lipídico del producto concreto. Es imprescindible acompañar la adición de los omega-3 con antioxidantes por varios motivos: en primer lugar para protegerlos de la autoxidación durante los procesos de elaboración, conservación durante su vida útil y preparación culinaria doméstica; en segundo lugar para evitar que su ingestión provoque un aumento del estrés oxidativo corporal (24); finalmente para tratar de conseguir una sinergia con los omega-3 en su efecto sobre la expresión génica (8). 50 Sa 15. Los ácidos grasos poliinsaturados (PUFA) omega-3 y omega-6 son funcional y metabólicamente diferentes y provocan efectos fisiológicos opuestos. Mientras que ambos son precursores de productos metabólicos como prostaglandinas, tromboxanos, hidroxiácidos y lipoxinas, estos productos no se forman en igual medida a partir de los PUFA omega-3 y omega-6. Se producen en mayores cantidades a partir de estos últimos y además son más activos biológicamente pudiendo contribuir a la formación de trombos, ateroma, desórdenes alérgicos e inflamatorios y proliferación celular (23). ALIMENTOS FUNCIONALES: PRODUCTOS CÁRNICOS on oi ns a 12:03 ón 6/10/06 Jam 03. G. REGLERO Fig. 5. TEAC (µmol/g) de productos cárnicos comerciales con PUFA + antioxidantes naturales y de bebidas antioxidantes comerciales. AGRADECIMIENTOS A E. Ibáñez, L. Jaime, F. Marín, M. Rodríguez, A. Ruiz, S. Santoyo, J. Señoráns, C. Soler y C. Torres, del Grupo de Investigación en Ciencias de la Alimentación de la Universidad Autónoma de Madrid; a P. Frial, V. Palanca y E. Rodríguez del Grupo Frial. A todos ellos por los datos que me han aportado. Al proyecto ALIBIRD-CM (S-0505/AGR-0153) de la Comunidad de Madrid CORRESPONDENCIA: Guillermo Reglero Ciencias de la Alimentación Universidad Autónoma de Madrid Facultad de Ciencias. Campus de Cantoblanco 28049 Madrid e-mail: guillermo.reglero@uam.es 65 03. G. REGLERO 6/10/06 12:03 Página 66 G. REGLERO ALIM. NUTRI. SALUD BIBLIOGRAFÍA 1. Juárez M, Olano A, Morais F. Alimentos Funcionales. Madrid: Ed. FECYT; 2005. 2. Diplock AT, Aggett PJ, Ashwell M, Bornet F, Fern EB, Roberfroid MB. Scientific concepts of functional foods. In: Europe: Consensus Document. Brit J Nutr 1999; 81: S1S27. 3. International human genome sequencing consortium. Initial sequencing and analysis of the human genome. Nature 2001; 409: 860-921. 4. Martí A, Moreno-Aliaga MJ, Zulet MA, Martínez JA. Avances en nutrición molecular: nutrigenómica y/o nutrigenética. Nutrición Hospitalaria 2005; XX: 157-64. 5. Kaput J, Rodríguez RL. Nutritional genomics: The next frontier in the postgenomic era. Physiol Genomics 2004; 15: 166-77. 6. Dreon DM, Fernstrom HA, Williams PT, Krauss RM. 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Ordóñez Morán DEPARTAMENTO DE ENDOCRINOLOGÍA MOLECULAR. INSTITUTO DE INVESTIGACIONES BIOMÉDICAS “ALBERTO SOLS”. CSIC-UAM. MADRID RESUMEN L ABSTRACT T a 1α,25-dihidroxivitamina D3 (1α,25(OH)2D3, calcitriol) es una hormona pleiotrópica que se sintetiza en el riñón, varios epitelios y diversas células del sistema inmune a partir de la vitamina D3 producida en la piel por exposición a la luz solar u obtenida en menores cantidades a través de la dieta. Además de su acción “clásica” como regulador del metabolismo de calcio y fosfato, se ha descrito recientemente que la 1α,25(OH)2D3 posee efectos antiproliferativos, pro-apoptóticos y pro-diferenciadores en numerosos tipos celulares, lo que sugiere una actividad anticancerígena. Datos epidemiológicos y experimentales in vitro e in vivo demuestran el papel preventivo y la actividad antitumoral de la 1α,25(OH)2D3 frente al cáncer colorrectal, una de las neoplasias de mayor incidencia y mortalidad. Debido a que su tratamiento en pacientes se ve imposibilitado por la toxicidad de su efecto hipercalcémico a las dosis terapéuticas, se están desarrollando análogos de la 1α,25(OH)2D3 menos tóxicos, algunos de los cuales han alcanzado la fase clínica. he 1α,25-dihydroxyvitamin D3 (1α,25(OH)2D3, calcitriol) is a pleiotropic hormone, mainly synthesised in the kidney, some epithelium and several cells of the immune system from vitamin D3, a compound produced in the skin after exposure to sunlight, or to a much lesser extent, obtained from the diet. In addition to its classical regulatory action on calcium and phosphate metabolism, it has recently been described anti-proliferative, pro-apoptotic and pro-differentiation effects of 1α,25(OH)2D3 on numerous cell types, which suggest an anti-cancer activity. Epidemiological and experimental in vitro and in vivo data support a preventive role and an anti-tumoral activity of 1α,25(OH)2D3 against colorectal cancer, one of the most common human neoplasias. Due to its toxic hypercalcemic effect at therapeutic doses, multiple analogs of 1α,25(OH)2D3 with less toxicity are under development, some of them already under clinical trials. Palabras clave: 1α,25-dihidroxivitamina D3. Cáncer colorrectal. Antitumoral. Key words: 1α,25-dihydroxyvitamin D3. Colorectal cancer. Anti-tumoral. INTRODUCCIÓN LA VITAMINA D Y SU RECEPTOR (VDR) Una “vitamina” es por definición una sustancia requerida regularmente por el cuerpo humano en pequeñas cantidades pero que él mismo no puede sintetizar; es decir, debe obtenerla de la dieta. Técnicamente, la denominada vitamina D3 no es una vitamina, pues el 90% del total se sintetiza en la piel por la acción de la luz ultravioleta (UV-B) solar y de la dieta se obtiene sólo el 10% de la presente en el organismo. Por tanto, las personas que no reciben una dosis adecuada de radiación solar pueden incrementar sus niveles de vitamina D a través de la dieta, o con suplementos. Los alimentos con mayor cantidad de vitamina D3 son productos de origen animal, principalmente los pescados grasos como la sardina, el salmón y el arenque, y el aceite de hígado de estos pescados. Otros alimentos con cantidades menores son la mantequilla, los huevos y aceites vegetales. Además, hay otros factores que influyen en el 67 04. P. ORDOÑEZ 6/10/06 12:40 Página 68 P. ORDÓÑEZ MORÁN ALIM. NUTRI. SALUD metabolismo individual de la vitamina D, como la edad, el sexo, la concentración de calcio y fósforo en la dieta, la cantidad de pigmentación en la piel, la obesidad y el ejercicio físico (1). La radiación solar (290-315 nm) induce la conversión fotolítica del 7-dehidrocolesterol de la piel a pre-vitamina D3. A continuación, se produce la isomerización térmica a vitamina D3 que pasa al torrente sanguíneo (2) (Fig. 1). 25(OH)D3-1α-hidroxilasa (codificada por el gen CYP27B1). En condiciones fisiológicas, esta conversión ocurre en el riñón, aunque también se ha encontrado expresión de esta enzima en muchos tejidos como piel, hueso, próstata, mama, pulmón y colon (Fig. 1). Se cree que el riñón es el principal responsable de la síntesis de la 1α,25(OH)2D3 circulante y que la que se sintetiza en otros tejidos actúa de modo autocrino o paracrino (5). Se han encontrado mutaciones en esta enzima en pacientes que padecen raquitismo resistente a vitamina D tipo I, que no son capaces de producir 1α,25(OH)2D3 (6). El primer paso en la activación metabólica de la vitamina D3 es la hidroxilación del carbono 25 por la enzima vitamina D3-25-hidroxilasa (codificada por el gen CYP27A1 de la familia de citocromos P450 mitocondriales). Esta reacción ocurre principalmente en el hígado y, de forma menos regulada, en el intestino. Se obtiene así la 25-hidroxivitamina D3 (25(OH)D3), que es la forma más abundante de vitamina D en la sangre y cuyos niveles aumentan proporcionalmente a la cantidad de vitamina D3 ingerida o sintetizada en la piel (3) (Fig. 1). Por esta razón, los niveles de 25(OH)D3 en plasma se utilizan comúnmente como indicador del contenido de vitamina D en el organismo (4). La 1α,25(OH)2D3 circulante se transporta a los tejidos diana principalmente por la dihydroxyvitamin D3 binding protein (DBP) (3), aunque una pequeña parte se encuentra asociada a la albúmina y a ciertas lipoproteínas (7). Aunque el 99% de la 1α,25(OH)2D3 se encuentra in vivo asociada a estas proteínas, la fracción libre de esta hormona es la responsable de su actividad biológica (8). La 1α,25(OH)2D3, también conocida como colecalciferol o calcitriol, es pues el metabolito más activo derivado de la vitamina D. El paso final de la bioactivación de la vitamina D es la conversión de la 25(OH)D3 en 1α,25-dihidroxivitamina D3 (1α,25(OH)2D3), siendo la responsable de esta hidroxilación en el carbono 1 la enzima La gran actividad de la 1α,25(OH)2D3 como reguladora de las concentraciones de calcio y fosfato en el organismo requiere una estrecha regulación de sus niveles circulantes. La 1α,25(OH)2D3 y sus precurso- 7-dehidrocolesterol HO Pre-vitamina D3 Piel 90% HO OH Piel OH HO HO 10% Vitamina D3 25(OH)D3 HO OH OH 1α,25(OH)2D3 HO Fig. 1. Metabolismo de la 1α,25-dihidroxivitamina D3 [1α,25(OH)2D3]. 68 Riñón Epitelios Otras células OH Ácido calcitroico Dieta Hígado O Ubicua 04. P. ORDOÑEZ 6/10/06 12:40 Página 69 Vol. 13, N.º 3, 2006 EFECTO BENEFICIOSO DE LA VITAMINA D EN EL CÁNCER COLORRECTAL res se catabolizan principalmente por oxidación de su cadena lateral. El proceso se inicia por la hidroxilación del carbono 24 por la enzima 24-hidroxilasa (codificada por el gen CYP24). La catálisis implica varios pasos de oxidación, produciéndose sucesivos metabolitos cada vez con menor actividad biológica. Finalmente, la catálisis completa produce ácido calcitroico, que ya es biológicamente inerte y se excreta (3) (Fig. 1). A diferencia de la limitada expresión de 1α-hidroxilasa en unos pocos tejidos, la 24-hidroxilasa se encuentra presente en todos los tejidos diana de la vitamina D. La expresión de la 24-hidroxilasa se induce por la vitamina D, lo que provoca la reducción de los niveles de 1α,25(OH)2D3 cuando la concentración de esta vitamina es anormalmente alta, en un circuito de feed-back negativo. Los niveles de 1α,25(OH)2D3 también están controlados mediante la regulación de la expresión de las enzimas 1α-hidroxilasa y 24-hidroxilasa por la hormona paratiroidea (PTH) y la propia 1α,25(OH)2D3 (9). Al ser una hormona liposoluble, la 1α,25(OH)2D3 atraviesa la membrana plasmática para ejercer su función en el interior de la célula. En el núcleo se une a un receptor de alta afinidad denominado receptor de la vitamina D (VDR), que es un factor de transcripción de la superfamilia de receptores nucleares. El VDR se une a secuencias específicas de nucleótidos (denominados “elementos de respuesta a vitamina D o VDRE”) presentes en las regiones reguladoras de los genes cuya transcripción regula. Tras la unión de la 1α,25(OH)2D3 al VDR se produce una serie de cambios en las interacciones de este con diversos co-activadores y co-represores que determinan la inducción o represión de la transcripción génica. La capacidad de un tejido o célula de responder a 1α,25(OH)2D3 depende principalmente del nivel de expresión de VDR. Este se expresa en casi todos los tipos celulares del organismo (3). CÁNCER DE COLON El cáncer es la primera causa de muerte en Estados Unidos y Europa, siendo el cáncer colorrectal (CRC) el segundo en incidencia y mortalidad en Europa (10), y el más frecuente en España, según un informe del Ministerio de Sanidad y Consumo de agosto de 2005. Si la cirugía no es eficaz, no hay hasta el momento ningún tratamiento satisfactorio para el cáncer de colon avanzado. Los mejores resultados obtenidos con la quimioterapia han sido empleándola como tratamiento adyuvante preoperatorio para reducir el tumor a dimensiones operables o postoperatorio para disminuir la tasa de recurrencia (11,12). El CRC tiene un importante componente geográfico, ya que el 65% de los casos corresponde a países desarrollados y el riesgo de padecerlo aumen- ta rápidamente al trasladarse de países de bajo riesgo a los de alto. Esto sugiere que en la susceptibilidad al CRC influyen factores del ambiente local (13). La mayoría de los CRC son esporádicos, sin embargo, se han descrito varios síndromes de CRC hereditario que constituyen el 5-10% del total. Son, principalmente, dos enfermedades autosómicas dominantes caracterizadas por el desarrollo de CRC a edades tempranas: la poliposis adenomatosa familiar (FAP) y el cáncer colorrectal hereditario no polipósico (HNPCC) (14). La tumorogénesis colónica es un proceso gradual durante el cual las células de las criptas colónicas pierden su capacidad normal de diferenciación, continúan proliferando en compartimentos en los que habitualmente no lo hacen, acumulan alteraciones genéticas y posteriormente pierden su fenotipo epitelial e invaden los tejidos adyacentes para, finalmente, implantarse en otros órganos (15). Esta última alteración es la responsable de la aparición de metástasis y la que conduce a la muerte de los enfermos. Durante este proceso se han descrito alteraciones genéticas (deleción, mutación) que afectan a genes supresores como Adenomatous Polyposis Coli (APC) (quizá la más temprana) o TP53 (más tardía) y oncogenes como K-RAS. Varios estudios han demostrado una estrecha relación entre la adquisición de invasividad por las células tumorales y la pérdida de la expresión de E-cadherina, una proteína esencial para el establecimiento de contactos intercelulares. Esto ha llevado a considerar a CDH1/E-cadherina un gen supresor de invasividad (16-18). LA VITAMINA D Y EL CÁNCER COLORRECTAL Datos epidemiológicos indican una relación inversa entre la ingesta de vitamina D en la dieta o la exposición a la luz solar y el cáncer de colon (19,20). Además, desde hace unas décadas, numerosos estudios han demostrado que los niveles de 25(OH)D3 en el suero correlacionan inversamente con el riesgo de desarrollar CRC y otros cánceres como los de mama y próstata (19,21-25). A nivel bioquímico se ha descrito recientemente que altos niveles de 25(OH)D3 se asocian con una menor proliferación de células epiteliales del colon (26). Por consiguiente, además de la acción más conocida de la vitamina D de regular la homeostasis de calcio y fosfato, que constituye la base de su efecto protector de la masa ósea y del raquitismo, la vitamina D tiene otros efectos beneficiosos que actúan induciendo la diferenciación e inhibición de la proliferación de ciertos tipos celulares, por lo que tiene acciones protectoras frente a algunos cánceres (27-30). Además, se ha descrito que la 69 04. P. ORDOÑEZ 6/10/06 12:40 Página 70 P. ORDÓÑEZ MORÁN 1α,25(OH)2D3 inhibe la invasividad y angiogénesis tumoral (31). Estas acciones sugieren su utilización para el tratamiento de pacientes con cáncer. Sin embargo, su uso en la clínica se ve limitado por el efecto hipercalcémico que causa cuando es administrada a dosis efectivas, efectos no deseables sobre el esqueleto óseo debido a un exceso de asimilación de calcio y fosfato. Ello ha conducido a la síntesis de análogos de la vitamina D3 con un menor efecto tóxico. Más de cuatrocientos análogos se encuentran actualmente en distintas fases de desarrollo pre-clínico y clínico para su posible utilización como terapia para diversos tipos de cáncer, entre ellos el de colon, y algunos de ellos ya se emplean para enfermedades de la piel como la psoriasis (3). Numerosos estudios pre-clínicos indican que la 1α,25(OH)2D3 y varios de sus análogos como el EB1089 (22,24-diene-24a,26a,27a-trihomo-1α,25 (OH)2D3) tienen capacidad de inhibir el crecimiento de células tumorales derivadas de epitelios, melanomas, sarcomas de tejidos blandos o leucemias, induciendo parada del ciclo celular o apoptosis (32). En células de cáncer de colon la actividad anticancerígena de la 1α,25(OH)2D3 y sus análogos se debe principalmente a la inhibición de proliferación celular y a la inducción de apoptosis o diferenciación. Estas acciones pueden suceder independiente o conjuntamente, y el efecto predominante varía de un tipo celular a otro (27,31). Se ha descrito también su capacidad de aumentar la expresión de la proteína E-cadherina, indispensable en la formación de las uniones adherentes y mantener el fenotipo adhesivo epitelial diferenciado (27). Estudios en modelos animales sugieren que la dieta occidental (rica en grasas y pobre en vitamina D3 y calcio) aumenta el riesgo de CRC y de otros cánceres. Animales alimentados con esta dieta muestran hiperproliferación de las células del epitelio colónico e hiperplasia de las criptas, efectos que se evitan si la dieta occidental se suplementa con calcio y vitamina D3 (31). Los efectos de esta dieta también se han estudiado en el ratón Apcmin, modelo de tumorogénesis intestinal por poseer una mutación del gen Apc similar a la de los pacientes con FAP. El elevado número de pólipos que este ratón desarrolla en condiciones normales aumenta al alimentarse con una dieta occidental y disminuyendo su supervivencia (33). Por otro lado, el tratamiento de ratones Apcmin con el Ro26-9114 (1α,25(OH)2-16-ene-19-nor-24-oxo-D3) un análogo de la 1α,25(OH)2D3, reduce un 36% la carga tumoral total (34). Se han observado similares efectos antitumorales al tratar con 1α,25(OH)2D3 (o algún análogo) animales con tumores de colon inducidos por carcinógenos químicos como N-metil-N-nitrosourea (MNU), 1,2-dimetilhidracina (DHM) o azoximetano (AOM) (31). Una dieta rica en soja contribuye a mantener unos niveles adecuados de 1α,25(OH)2D3. Se ha descrito que la soja aumenta los niveles de la enzima 70 ALIM. NUTRI. SALUD 1α-hidroxilasa, encargada de la síntesis, y reduce los niveles de la enzima 24-hidroxilasa, encargada de la catálisis, en el colon de los ratones analizados (35). Estos resultados están en concordancia con la baja incidencia de cáncer de mama, próstata y posiblemente de colon en países como China y Japón con una dieta asiática típica rica en productos de soja con altos niveles de fitoestrógenos (36). Los ensayos clínicos en fase I y II en pacientes con cáncer concluidos muestran aceptable toxicidad, pero efectividad en un bajo porcentaje de pacientes. Los mejores resultados de fase II se han obtenido con 1α(OH)D2 o tratamientos combinados de 1α,25(OH)2D3/dexametasona o 1α,25(OH)2D3/docetaxel para cáncer de próstata avanzado (31). Existen estudios en fase clínica I (fase inicial) con análogos no hipercalcémicos que muestran su capacidad antitumoral en pacientes de cáncer de colon (37,38). EL RECEPTOR DE LA VITAMINA D Y EL CÁNCER COLORRECTAL Varios estudios indican que la expresión de VDR se relaciona con un buen pronóstico de los tumores colorrectales (39). Se ha observado que la expresión de esta proteína en el tumor primario se correlaciona con la ausencia de metástasis de nódulos linfáticos o de estados de desdiferenciación avanzados (39,40). También se ha observado que la mucosa normal de colon expresa bajos niveles de VDR en comparación con el tejido tumoral adyacente. Normalmente, la diferenciación a un fenotipo epitelial coincide con disminución en la expresión del VDR, como se ha observado in vitro en las células de cáncer de colon HT-29 al diferenciar a enterocitos (41). Las células de la base de las criptas del colon tienen una elevada tasa de proliferación y altos niveles de VDR, que se pierden al diferenciar a células epiteliales no proliferativas. Por tanto, es posible que, de forma inversa, en algunas poblaciones celulares desdiferenciadas de los tumores de colon aumente la expresión de VDR. El análisis de distintas líneas de cáncer de colon humano muestra que los niveles de VDR son mayores en células con alto grado de diferenciación (42). Sin embargo, los primeros estudios comparando la expresión del VDR en tumores de colon humano y en la mucosa normal proporcionaron resultados contradictorios (43,44). Posteriormente, se ha mostrado que la expresión del VDR aumenta en los estadios tempranos de la progresión del CRC (pólipos y carcinomas de grado bajo), mientras que disminuye o desaparece en los carcinomas avanzados (45,46) (Fig. 2). Un comportamiento similar se ha observado para la enzima 1α-hidroxilasa (47). Por tanto, el au- 04. P. ORDOÑEZ 6/10/06 12:40 Página 71 Vol. 13, N.º 3, 2006 VDR EFECTO BENEFICIOSO DE LA VITAMINA D EN EL CÁNCER COLORRECTAL Epitelio normal Epitelio hiperproliferativo Adenoma temprano ++ +++ ++ Eficacia de la terapia con análogos de vitamina D Adenoma intermedio ++/- Adenoma tardío Carcinoma Metástasis + — ? — ? Fig 2. Expresión del receptor de la vitamina D (VDR) en la progresión del CRC y eficacia de la terapia con los análogos de la vitamina D en los diferentes estadios del CRC. mento del VDR y 1α-hidroxilasa puede ser un mecanismo del tumor para controlar su propia progresión que se pierde en los estadios avanzados (48). Además, los tumores de colon avanzados expresan altos niveles de la enzima 24-hidroxilasa (49). Estas diferencias de expresión proponen una eficacia mayor en el tratamiento de vitamina D y sus análogos en las etapas tempranas de la progresión del CRC, ya que estas células serían más susceptibles al tratamiento con la 1α,25(OH)2D3 como agente antitumoral. Por tanto, cabe destacar la relevancia de estos compuestos a nivel preventivo. Por otra parte, dietas ricas en grasas (especialmente de origen animal) generan altos niveles del ácido biliar secundario litocólico (LCA), que induce daño al DNA en las células del colon, actúa como promotor de la hiperproliferación de la mucosa y, por consiguiente, incrementa el riesgo de CRC (50). Se ha descrito que el LCA es ligando del VDR, si bien las dosis de LCA que activan el VDR son superiores a las de 1α,25(OH)2D3 (51). La activación de VDR por LCA o 1α,25(OH)2D3 induce transcripcionalmente los genes CYP3A, SULT2A1 y MRP3, implicados en la eliminación del LCA del colon mediante un mecanismo de feed-back negativo. Estos datos son una nueva muestra del papel protector de VDR y 1α,25(OH)2D3 frente al CRC. Sin embargo, esta vía de detoxificación se satura cuando la dieta tiene un elevado porcentaje de grasas (31,51). De acuerdo con esto, estudios en ratones han mostrado que el tratamiento con 1α(OH)D3 o el incremento al doble de la cantidad de vitamina D3 en la dieta inhiben la capacidad promotora de la carcinogénesis colónica de las dietas ricas en grasas o del LCA (52,53). Estos datos sugieren que los ratones deficientes del receptor de la vitamina D (vdr–/–) podrían ser más susceptibles a desarrollar cáncer de colon. Estos ratones, que muestran los síntomas típicos de la alteración del metabolismo de la vitamina D3 (raquitismo, osteomalacia, hipocalcemia e hiperparatiroidismo secundario), presentan hiperproliferación y estrés oxidativo en el colon, pero no han sido descritas tasas elevadas de cáncer de colon espontáneo (54,55). ASPECTOS NUTRICIONALES La dieta es un factor exógeno muy influyente en el desarrollo del CRC. Los efectos debidos a los hábitos alimenticios se combinan con otros factores externos y el componente genético propio de cada individuo (56). En ausencia de una exposición solar suficiente, la vitamina D3 proveniente de la dieta se convierte en un importante factor nutricional. Es difícil determinar con exactitud los requerimientos diarios mínimos de esta vitamina debido a su producción endógena en el cuerpo. La World Health Organization ha definido la Unidad Internacional de vitamina D (IU), que corresponde a 1 UI de 1α,25(OH)2D3 = 0,025 microgramos. La dosis recomendada (Recommended Dietary Allowance; RDA) de vitamina D en 1989 por la Food and Nutrition Board of the Comisión on Life Sciences of the Nacional Research Council es de 200 IU/día (5 microgramos/día) hasta la edad de 50 años de edad. Para personas de 51 a 70 es de 400 IU/día (10 microgramos/día) y por encima de 70 años de 600 IU/día (15 microgramos). En mujeres embarazadas es de 200 IU/día (1). Sin embargo, entre los expertos en el campo es generalizada la opinión de que estas cifras deben ser incrementadas y que ello no supone un riesgo para la salud. Así, dosis diarias de 800 ó 1.000 IU pueden ser recomendables según diversos estudios para grupos de población en riesgo o con hipovitaminosis. En algunos países con baja incidencia de luz solar como Canadá se suplementan ciertos alimentos con vitamina D (leche, margarina, mantequilla, cereales, zumo de naranja) para ayudar a las personas a aproximarse a la RDA de vitamina D (57). 71 04. P. ORDOÑEZ 6/10/06 12:40 Página 72 P. ORDÓÑEZ MORÁN ALIM. NUTRI. SALUD CONCLUSIONES Datos experimentales in vitro e in vivo demuestran que la 1α,25(OH)2D3 y sus análogos no hipercalcémicos promueven la reversión de las células cancerosas a un fenotipo más normal, actuando como potentes agentes antitumorales. Estos datos ponen de manifiesto la importancia de mantener unos niveles adecuados de vitamina D, pues producen un efecto beneficioso preventivo y terapéutico frente a algunos tipos de cánceres, como el CRC, sobre todo en las fases iniciales CORRESPONDENCIA: Paloma Ordóñez Morán Departamento de Endocrinología-Molecular Instituto de Investigaciones Biomédicas “Alberto Sols” 28029 Madrid e-mail: pordonez@iib.uam.es BIBLIOGRAFÍA 1. Utiger RD. The need for more vitamin D. N Engl J Med 1998; 338: 828-9. 2. Holick MF. Vitamin D: importance in the prevention of cancers, type 1 diabetes, heart disease, and osteoporosis. Am J Clin Nutr 2004; 79: 362-71. 3. Hansen CM, Binderup L, Hamberg KJ, Carlberg C. Vitamin D and cancer: effects of 1,25(OH)2D3 and its analogs on growth control and tumorigenesis. Front Biosci 2001; 6: D820-48. 4. Holick MF. The cutaneous photosynthesis of previtamin D3: a unique photoendocrine system. J Invest Dermatol 1981; 77: 51-8. 5. 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Carmona Hernández2 INSTITUTO DEL FRÍO (CSIC). MADRID. 1FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS. UNIVERSIDAD DE A CORUÑA. 2INSTITUTO DE ESTRUCTURA DE LA MATERIA (CSIC). MADRID RESUMEN E ABSTRACT T n este trabajo se describe en primer lugar el interés socio-económico y tecnológico en desarrollar nuevas herramientas que permitan verificar documentación de calidad relacionada con el procesado de los productos de la pesca. Asimismo, se enumeran métodos para la evaluación de la calidad y trazabilidad entre los que la espectroscopía Raman ofrece ventajas que pueden ser complementarias a otros métodos desarrollados o en vías de desarrollo. En tercer lugar, se trata la calidad percibida por el consumidor, que recurre a señales intrínsecas o extrínsecas, en contraposición a la calidad objetiva que es la evaluada por expertos. La conexión entre capacidad analítica de la metodología y percepción del consumidor permitirá sentar las bases para especificaciones de calidad que sean susceptibles de ser ampliamente adoptadas por el sector pesquero. his work firstly outlines the socio-economic and technological interest of the development of new tools to verify the documentation about quality in relation to seafood product processing. Secondly, different methods for the evaluation of fish quality and trazability are listed. From them, Raman spectroscopy offers some advantages which can be complementary to other tools. Thirdly, this work describes the quality perceived by the consumer, which looks for intrinsic or extrinsic cues, as opposed to the objective quality which is evaluated by experts. The connexion between the analytical capacity of the technology and the consumer perception will help produce quality specifications which can be adopted by the seafood sector. Palabras clave: Calidad. Desarrollo de metodología. Evaluación de la calidad. Espectroscopía Raman. Percepción del consumidor. Señales de calidad. Key words: Quality. Development of methodology. Quality evaluation. Raman spectroscopy. Consumer perception. Quality cues. LA IMPORTANCIA DEL PESCADO COMO ALIMENTO SALUDABLE Y DE CALIDAD El creciente interés de los consumidores por productos más saludables estriba en una serie de factores entre los que se encuentran la existencia de evidencias sobre la estrecha relación dieta/salud; el envejecimiento de la población, que como consumidores están más interesados en cuidar su salud y prolongar la esperanza de vida; y los medios de co74 municación, que proporcionan a la población información sobre salud, alimentación y nutrición, fácilmente asimilable por esta. El papel del pescado como parte de una dieta sana estriba principalmente en la presencia de los ácidos grasos poliinsaturados eicosapentaenoico (EPA, C20:5), y docosahexaenoico (DHA, C22:6), las proteínas de pescado, ricas en todos los aminoácidos esenciales, a diferencia de la mayoría de las proteínas de origen vegetal, y el contenido en minerales, vitaminas y compuestos nitrogenados no proteicos que contribuyen a su alta calidad nutricional. Desde un punto de vista tecnoló- 05. M. CARECHE 6/10/06 12:51 Vol. 13, N.º 3, 2006 Página 75 CALIDAD OBJETIVA DEL PESCADO Y MÉTODOS PARA SU EVALUACIÓN gico, ciertos componentes de pescado como las proteínas presentan una gran funcionalidad que las hace altamente deseables a la hora de elaborar determinados tipos de productos transformados, de tal forma que se puede diversificar la oferta que se proporciona al consumidor. España es un país con un consumo alto de pescado que se estima entre los más altos de Europa, después de Portugal y Noruega. En este sentido es un mercado muy atractivo y, según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el consumo de pescado en España ascendió, en 2004, a 37 kg/habitante y año, observándose un incremento moderado (4,8%) respecto a 2003 (1). A estas cifras hay que añadir el comportamiento de los platos preparados, cuyo componente principal es el pescado, y cuyo crecimiento desde 1987 a 2003 fue del 116% (2). Según la encuesta del FROM en cuanto a hábitos de consumo de los españoles, la percepción de la calidad del pescado consumido en España es en general alta o muy alta, tanto en los hogares como en la red HORECA (HOstelería, REstauración y CAtering) (3). Sin embargo, esta percepción puede cambiar rápidamente en el momento en el que exista algún desencadenante que indique alguna anomalía en la calidad y seguridad de los productos de la pesca. La aparición de las recientes crisis alimentarias ha dado señales de alarma, de tal forma que la calidad y la seguridad alimentaria se están convirtiendo en los ejes fundamentales de los mercados agroalimentarios. Esta premisa es la que ha llevado a investigar de un lado la calidad objetiva del pescado, definida por expertos, y los métodos de evaluación de la misma y, por otro lado, la que los consumidores están percibiendo o demandando. El nexo de unión entre tecnología y mercado es lo que va a permitir ofrecer productos de pesca mejor adaptados a las exigencias de los consumidores. En este contexto, en el presente trabajo se va a tratar el concepto de calidad objetiva de pescado, los avances en el desarrollo de métodos para determinar la calidad y trazabilidad del pescado fresco y congelado y, en tercer lugar, se abordará la percepción que el consumidor tiene del producto. CALIDAD OBJETIVA DEL PESCADO Y MÉTODOS DE EVALUACIÓN PARA SU USO POR EXPERTOS LA CALIDAD OBJETIVA DEL PESCADO La calidad del pescado es un concepto amplio que aglutina muchos aspectos con diferente impor- tancia relativa para los productores, procesadores, comercializadores, consumidores, autoridades reguladoras y legisladores. Se define como el grado en que este se adapta a unos estándares determinados que son fijados por expertos y en general recogen todas las dimensiones del alimento: la organoléptica, nutricional, higiénico-sanitaria, ética, ecológica o cualquier otro aspecto de interés (4). Las políticas comunitarias han integrado parte de las consideraciones arriba mencionadas a través de una batería de normas sobre higiene y seguridad alimentaria, en las que se incluye la obligatoriedad de la trazabilidad y del etiquetado de los alimentos. Como ya se ha indicado en el anterior apartado, los motores de esta integración han sido el creciente interés que los consumidores están mostrando por la relación dieta/salud, la preocupación de los ciudadanos por la calidad y seguridad de los alimentos, así como la protección de sus intereses como consumidores. Las políticas pretenden además evitar las prácticas fraudulentas, la adulteración de alimentos o cualquier otra práctica que pueda inducir a engaño al consumidor. En pescado, la legislación obliga a documentar la denominación (comercial y científica) de la especie, zona de captura o cría, método de producción (extractiva o acuicultura), forma de presentación (entero, filetes, eviscerado, con/sin cabeza, cocido, descongelado), denominación (en caso de producto congelado), peso neto (para envasados), identificación del primer expedidor o centro de expedición (en caso de productos vivos, pescado fresco, refrigerados o cocidos) y fin de vida útil (5,6). Además de los requerimientos obligatorios, algunas empresas introducen mejoras y especificaciones internas que les permiten diferenciar sus productos del resto de los competidores en el mercado, llegando en ciertos casos a obtener productos con certificaciones de calidad. MÉTODOS DE ANÁLISIS PARA EL CONTROL DE LA CALIDAD Y TRAZABILIDAD A pesar de los esfuerzos para asegurar la calidad y los intereses de los consumidores, el fraude puede existir. La globalización, la apertura a los mercados internacionales, el gran número de especies de pescado comercializadas, así como diferencias entre calidad y precio en distintos mercados, permiten la intervención de elementos oportunistas y la falsificación de la documentación que debe de acompañar a los alimentos (7). Este fraude perjudica al consumidor como usuario final y en casos extremos puede hacer caer indiscriminadamente el consumo genérico de un determinado alimento, pudiendo arrastrar a todo un sector agroalimentario. De ahí la necesidad de desarrollar métodos de análisis para el control de la calidad y trazabilidad de los productos pes75 05. M. CARECHE 6/10/06 12:51 Página 76 M. CARECHE RECACOECHEA ET AL. queros. Los métodos de autentificación en los productos cárnicos y de la pesca se han agrupado en 4 amplias categorías (8) como: a) el origen (geográfico y método de producción); b) sustitución (proteína/otras proteínas, grasa, especies); c) tratamiento (congelado, descongelado, irradiado, etc.); y d) misceláneo (colorantes naturales/artificiales, agua añadida no declarada, conservantes, etc.). Existen métodos validados para la autentificación de algunos de los aspectos arriba mencionados, como por ejemplo, la identificación de especies en ciertas condiciones. Sin embargo, no existen protocolos validados para la autentificación completa, por ejemplo para demostrar el origen geográfico o el procesado al cual ha sido sometido el pescado. Se han descrito métodos basados en DNA para la identificación de especies, análisis de proteínas/proteómica y resonancia magnética nuclear (RMN) para la identificación de especies y condiciones de procesado, así como análisis de elementos traza, para determinar el origen geográfico (para revisiones ver p. ej. 9-12). Evaluación de la calidad del pescado fresco: determinación de los “días en hielo” La frescura es un parámetro que tiene gran importancia, ya no sólo para preservar la calidad organoléptica, sino debido a que el mismo producto, en función de las condiciones arriba mencionadas, puede resultar desde altamente nutritivo hasta incluso dañino para la salud en el momento en que, por ejemplo, existan radicales libres en lípidos o proteínas o incremente la alergenicidad del producto, como por ejemplo se ha observado en bacalao en determinadas condiciones (7). El estado de frescura puede describirse por una serie de propiedades que se pueden evaluar por determinados indicadores. Estas propiedades, y por lo tanto la frescura y la calidad del producto final, dependen de distintos factores biológicos y de procesado que influyen de una u otra manera en los cambios físicos, químicos, bioquímicos y microbiológicos que ocurren durante la conservación post mortem del pescado. Se han desarrollado métodos instrumentales y sensoriales que pueden correlacionarse con el tiempo transcurrido tras la captura o bien con atributos relacionados con la frescura del pescado (13,14). En la literatura hay métodos que permiten evaluar esta, incluyendo aquellos susceptibles de aplicarse on line (15-17). Se ha diseñado, por ejemplo, un multisensor para determinar la frescura a través del concepto de “Método de Calidad Artificial” (AQI) que se basa en la combinación de las medidas proporcionadas por un colorímetro, un texturómetro y un analizador 76 ALIM. NUTRI. SALUD de imagen que, previamente calibradas, permite trasladar a un instrumento la información que se obtendría con métodos sensoriales como el índice de calidad QIM (14,18). Se han desarrollado también procedimientos basados en las propiedades dieléctricas (time domain reflectometry) (17), o en la espectroscopía (visible e infrarrojo cercano) con buenos resultados. Evaluación de la calidad en pescado congelado: condiciones de congelación y conservación Entre los parámetros de tratamiento que requieren autentificación destacan las condiciones de congelación y conservación en el estado congelado, ya que un porcentaje muy alto del pescado se comercializa congelado, o ha sido sometido a congelación durante el proceso de transformación. Una encuesta de ámbito europeo puso de manifiesto el interés del sector pesquero en un instrumento que determine la calidad del pescado congelado así como en la detección de pescado descongelado que se comercializa como fresco (19). Es ampliamente sabido que en función del método de congelación, tiempo y temperatura de conservación, especie, procesado previo, el pescado puede sufrir alteraciones que se traducen en una disminución de la calidad organoléptica y de las propiedades funcionales tecnológicas de sus constituyentes. También puede producirse una pérdida de exudado que contiene sales, osmolitos, vitaminas, minerales y otros metabolitos de relevancia para el valor nutritivo del producto (20). Desde un punto de vista tecnológico, las proteínas de pescado que, como se ha mencionado anteriormente, presentan una gran funcionalidad que las hace altamente deseables a la hora de elaborar determinados tipos de productos transformados, pueden perder parte de estas propiedades ‘tecno-funcionales’ como consecuencia de prolongados o inadecuados tiempos de conservación y por lo tanto no ser aptas para la elaboración de productos transformados. La elucidación de los cambios que originan los procesos de conservación en el estado congelado es lenta, debido a que un solo experimento, si se expande hasta el máximo de vida útil normalmente utilizada en los productos de la pesca y a las temperaturas empleadas habitualmente, requiere unos dos años hasta su consecución. Es por ello que existe un número más limitado de herramientas que las que pueden encontrarse, por ejemplo, para el análisis de determinadas propiedades en pescado fresco. A pesar de lo anterior, por ejemplo en merluza, de alto valor en el mercado español, existen métodos que permiten estimar el tiempo aparente de conservación a una determinada temperatura, por 05. M. CARECHE 6/10/06 12:51 Vol. 13, N.º 3, 2006 Página 77 CALIDAD OBJETIVA DEL PESCADO Y MÉTODOS PARA SU EVALUACIÓN análisis de inspección sensorial (Método de Índice de Calidad, QIM) (21), por combinación de métodos de control de calidad habitualmente utilizados en laboratorios (22) o por determinación de algún compuesto que aparece como consecuencia del deterioro (23). También pueden utilizarse marcadores como la dimetilamina o el formaldehído, que aparecen en algunas especies como la merluza o el bacalao, como consecuencia de la descomposición del óxido de trimetilamina (24,25), pero en general son procedimientos destructivos y se consideran laboriosos. Una manera de abordar este problema es a través de la utilización de métodos que permitan crear una “huella dactilar” de las propiedades del material utilizado, en otras palabras, determinar varias propiedades o varios compuestos del material analizado simultáneamente y que se modifiquen en función de los parámetros a estudiar. Los métodos espectroscópicos ofrecen esta posibilidad, idealmente de forma no destructiva, o al menos sin tratamiento previo de las muestras. Se han utilizado distintas técnicas espectroscópicas para determinar algunos aspectos relacionados con la autenticidad del pescado congelado. Por ejemplo, un estudio sobre las posibilidades de utilización de la espectroscopía NIR para evaluar pescado congelado permitió diferenciar tres grandes grupos atendiendo a sus condiciones de congelación y conservación (26). En un experimento realizado en músculo de merluza del Cabo (M. capensis y M. paradoxus), la espectroscopía visible permitió obtener un modelo de regresión con el tiempo de conservación como variable dependiente, con buenos resultados (27). Sin embargo, estos métodos no tienen suficiente poder analítico y hace difícil la identificación de los constituyentes del pescado. Con la espectroscopía de RMN de bajo campo se han observado cambios en los tiempos de relajación del agua que guardan relación con las condiciones de conservación en el estado congelado (28). Otros métodos proponen la medida de las propiedades dieléctricas (time domain reflectometry) (17), también asociadas a cambios en el agua. Estos métodos son de interés, pero miden únicamente un constituyente, el agua. La espectroscopía de RMN de protón (1H RMN) se ha utilizado en la autentificación de distintas condiciones de procesado, así como en la diferenciación de pescado fresco y descongelado, aunque los resultados no han permitido discriminar entre ambos grupos de muestras (29), y la espectroscopía de 13C RMN se ha aplicado en el estudio de los lípidos de pescado en función de distintos tratamientos tecnológicos (30). La espectroscopía Raman, a diferencia de las espectroscopías NIR y visible, tiene la ventaja de que da información sobre grupos funcionales y estructuras moleculares. Hace ya una década que se sugirieron las posibilidades de esta técnica en el campo de la ciencia de los alimentos (15). Se utiliza para los estudios estructurales de proteínas (31), se ha aplicado en proteínas aisladas de músculo de pescado (32,33), en músculo intacto de pescado (34,35) o en surimi (36). Además de la información sobre estructura secundaria y terciaria de proteínas, esta espectroscopía puede ayudar a interpretar los cambios estructurales de los estados físico-químicos del agua asociados a sus interacciones moleculares (37-39). Asimismo, existen regiones en el espectro Raman que pueden reflejar los cambios que se originan en los lípidos (40,41). Se ha explorado, asimismo, la posibilidad de utilizar la espectroscopía Raman en la estimación del contenido en varios pigmentos en distintas especies de pescado (42). Investigadores del Instituto del Frío y del Instituto de Estructura de la Materia del CSIC han venido colaborando durante los últimos años en el estudio de cambios estructurales en músculo de merluza (M. merluccius) durante la conservación en el estado congelado, en condiciones de distinta susceptibilidad al deterioro. Estos trabajos tenían el doble objetivo de elucidar las causas de la pérdida de determinadas propiedades funcionales y buscar marcadores que pudieran estar correlacionados con estos cambios, con vistas a su uso en el control de calidad. Los trabajos realizados en espectroscopía Raman han mostrado que se advierten cambios en perfiles espectrales, característicos de la estructura secundaria de proteínas y cadenas laterales de aminoácidos, que dependen de las condiciones de congelación y conservación (34,35,43). Se ha comenzado a explorar las regiones asociadas a los cambios en los dominios del agua y su relación con las condiciones arriba mencionadas (39). Desde un punto de vista analítico, los modelos de regresión multivariante por mínimos cuadrados parciales que se han obtenido con los espectros acumulados en los trabajos encaminados al estudio estructural sugieren que la espectroscopía Raman puede proporcionar una estimación del tiempo de conservación aparente a una determinada temperatura (35). Sin embargo, para que la estimación de la historia térmica del pescado por estos métodos fuera una realidad a medio plazo, se requieren estudios adicionales para investigar el efecto de un mayor número de variables que afectan a la evolución de los distintos parámetros con el tiempo de conservación. Es importante asimismo desarrollar procedimientos para acortar los tiempos de análisis y así poder abordar el trabajo en el menor tiempo razonable posible para disminuir los costes. CALIDAD DE PESCADO Y CONSUMIDOR. ¿CÓMO ADAPTAR LA CALIDAD OBJETIVA A LA PERCIBIDA? A pesar de todos los esfuerzos encaminados a mantener y mejorar la calidad de los productos de la 77 05. M. CARECHE 6/10/06 12:51 Página 78 M. CARECHE RECACOECHEA ET AL. pesca, en numerosos casos los consumidores no logran percibir las propiedades que el producto atesora y determinarán la calidad objetiva, que puede ser evaluada por expertos. Por ello, los consumidores recurren a señales para inferir la misma, lo que se conoce como calidad percibida. PERCEPCIÓN DE LA CALIDAD POR EL CONSUMIDOR Las señales son unos estímulos perceptibles en el producto (propiedades del producto o estímulos informativos) a partir de los cuales el consumidor infiere determinado nivel de calidad. Estas han sido clasificadas en: señales intrínsecas (propiedades inherentes del producto), y extrínsecas, aquellas que guardan una relación más o menos estrecha, pero que quedan fuera del producto (44-48). Los consumidores pueden utilizar ambas señales de calidad, si bien cuanto mayor sea el conocimiento e implicación del consumidor, utilizará y buscará señales intrínsecas para inferir la calidad del producto, mientras que en caso contrario –la mayoría del mercado– recurrirá a señales extrínsecas. Existen tres señales extrínsecas fundamentales como el precio, la marca y la publicidad (49). Otras variables de interés descritas en la literatura son el etiquetado, la presentación, el origen (se entiende variable de imagen a diferencia de su naturaleza intrínseca), el envase, el tipo de establecimiento y el nombre del vendedor. En pescado, las propiedades intrínsecas a excepción del color y apariencia física son muy difíciles de evaluar por parte de los consumidores, y como se ha comentado con anterioridad, estas propiedades pueden perderse de una manera significativa durante prolongados tiempos o a temperaturas altas de conservación en congelación, de tal forma que un producto de una misma marca u origen puede variar en algunas de sus propiedades intrínsecas en el momento de la compra. Para que estos puedan percibirlas es necesario un indicador que garantice estas propiedades. En el mercado de los productos pesqueros las señales extrínsecas más importantes para inferir la calidad son el origen, el etiquetado de calidad y la marca. Estas dos últimas son importantes para el producto al proporcionar información, garantía, seguridad, personalización y satisfacción asociada a sus comunicaciones, al comportamiento responsable del producto en relación a la sociedad, a la estética del producto y a su diseño. CONEXIÓN ENTRE CALIDAD OBJETIVA Y CALIDAD PERCIBIDA El consumidor, a diferencia de los expertos, busca el menor número de indicadores o señales con los que procesar la información que realmente le interesa. Así, 78 ALIM. NUTRI. SALUD y debido a que los atributos intrínsecos son difícilmente procesables, buscará aquel indicador o señal más fiable que le permita inferir si el producto es de calidad. Particularmente el etiquetado, como instrumento de política comercial, regula la presentación de la información específica del producto: la información de garantía y seguridad del producto, la información nutricional –el panel nutricional, la ración, el contenido nutricional, los ingredientes y las propiedades saludables reclamadas–. Teóricamente, eso corrige las imperfecciones informativas del mercado y tiene la capacidad de concienciar al consumidor y aumentar su bienestar, ofreciéndole la posibilidad de hacer elecciones bien documentadas. En base a un etiquetado creíble, los atributos como el origen del producto, la transformación a la que ha sido sometido, la información nutricional, las garantías de seguridad alimentaria, etc., se convertirán en atributos de búsqueda durante el proceso de compra, lo que homogeneiza las elecciones y simplifica el proceso de elección, con la consecuente reducción del tiempo invertido en la compra. La reciente investigación ha concluido que los consumidores están dispuestos a pagar más por productos más seguros (50) e incluso pagar una prima en el precio para un etiquetado de calidad. Desde un punto de vista técnico, se persigue estimar el tiempo que ha estado congelado el pescado con el menor error estándar posible. Sin embargo, cuanto mayor sea la exigencia analítica, es previsible que el coste de la tecnología sea más alto y por tanto sea más difícil de implementar en las industrias del sector. En la actualidad se carece de un conocimiento de la percepción del consumidor no sólo en cuanto al nivel de información que desea relativo a la historia térmica del pescado, sino también al sobreprecio que está dispuesto a pagar por esta información y por la implantación de métodos para verificar la misma. Estas consideraciones indican que existe una necesidad de integración entre la capacidad analítica de la metodología desarrollada en los laboratorios y los deseos del consumidor. CONCLUSIÓN En resumen: a) existe un interés socio-económico y tecnológico en desarrollar nuevas herramientas que permitan verificar la documentación de calidad relacionada con el procesado de los productos de la pesca; b) la espectroscopía Raman ofrece ventajas que pueden ser complementarias a otros métodos de autenticidad desarrollados o en vías de desarrollo; y c) los consumidores recurren a indicadores o señales que les garanticen las propiedades intrínsecas del pescado que determinan su calidad objetiva que puede ser evaluada por expertos. 05. M. CARECHE 6/10/06 12:51 Vol. 13, N.º 3, 2006 Página 79 CALIDAD OBJETIVA DEL PESCADO Y MÉTODOS PARA SU EVALUACIÓN Con estas premisas, se puede concluir que la conexión entre capacidad analítica de la metodología, por ejemplo en cuanto a la historia térmica, y límite de percepción del consumidor, permitirá sentar las bases para especificaciones de calidad que sean susceptibles de ser ampliamente adoptadas por el sector pesquero CORRESPONDENCIA: Mercedes Careche Recacoechea Instituto del Frío (CSIC) C/ José Antonio Novais, 10 28040 Madrid e-mail: mcareche@if.csic.es BIBLIOGRAFÍA 1. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación 2005. Panel de Consumo Alimentario. Disponible en: http://www.mapa.es/alimentacion/pags/consumo/2004/panel-04.pdf 2. Anónimo 2004. Diagnóstico y análisis estratégico del Sector Agroalimentario Español. Análisis de la cadena de producción y distribución del sector de derivados del pescado. Editado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. 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SALUD Vol. 13, N.º 3, pp. 81-90, 2006 Los alimentos funcionales y las alegaciones alimentarias en la Unión Europea: una somera aproximación jurídica S. Bañares Vilella ABOGADA, DOCTORA EN DERECHO MERCANTIL POR LA UNIVERSIDAD DE BARCELONA RESUMEN L os alimentos funcionales tienen como común denominador un cierto beneficio para la salud distinto al valor nutricional de su producto o de sus componentes, bien porque mejora la salud, bien porque reduce el riesgo de contraer una enfermedad. Su desarrollo científico (cuyos parámetros se han establecido principalmente a través del proyecto FUFOSE y de la acción PASSCLAIM) no va parejo a su desarrollo jurídico. La UE no atribuye a los alimentos funcionales un estatus específico o diferenciado. Sin embargo, está próxima la publicación de un Reglamento comunitario que regulará las nuevas alegaciones alimentarias surgidas a raíz de la introducción de los alimentos funcionales (incluyendo las relativas a la reducción del riesgo de contraer una enfermedad) y que asimismo revisará la normativa existente en torno a las alegaciones nutricionales. Esta misma disposición establecerá los distintos procedimientos de introducción y los perfiles nutricionales exigidos para que se permita el uso de una alegación alimentaria. Las alegaciones medicinales en los productos alimenticios no serán objeto de este reglamento y su uso seguirá vedado en los alimentos. Palabras clave: Alimentos funcionales. Reglamento comunitario. Alegaciones alimentarias. LOS “ALIMENTOS FUNCIONALES”: APROXIMACIÓN JURÍDICA CONCEPTO CIENTÍFICO Hoy en día no existe una definición de consenso sobre los “alimentos funcionales” y la razón quizás estribe en que no se trata de una categoría jurídica específi- ABSTRACT F unctional foods are foods that may provide a health benefit beyond basic nutrition; either they may improve health, or reduce illness risk The scientific research and development (which parameters have been established through the FUFOSE project and the Concerted Action PASSCLAIM) has not already been followed by similar development from a legal point of view. The EU does not consider functional foods as a different kind of pre-existing foods. Notwithstanding, in next future the UE is going to approve a new regulation on nutrition and health claims made on foods (including those claims relating to the reduction of a disease risk) as the same time as the nutritional claims regulation will be reviewed. This regulation, more over, will establish the authorisations conditions, and the desirable nutritional profiles. Medicinal claims for food shall not be considered in the new EU regulation, and their use will remain forbidden. Key words: Functional foods. European regulation. Medicinal claims. ca, sino de alimentos diversos que tienen como común denominador un cierto beneficio para la salud. Los científicos han preferido determinar qué alimentos pueden ser funcionales en función de sus propiedades en lugar de ofrecer una definición estricta de los mismos: El término "alimento funcional" es una denominación genérica que presenta más un concepto 81 06. BAÑARES 11/10/06 16:51 Página 82 S. BAÑARES VILELLA que un grupo bien definido de alimentos, y engloba a todos aquellos alimentos o componentes alimentarios, que como se ha dicho antes, poseen una propiedades que son beneficiosas para la salud, que van más allá de las meramente atribuidas a los nutrientes esenciales que contienen (1) . En fechas más recientes, uno de los científicos de mayor relevancia en materia de alimentos funcionales (M. Roberfroid), ha afirmado que: Un aliment fonctionnel n’est pas et ne sera sans doute jamais une entité définie ou caractérisée car un grande variété de produits alimentaires sont ou seront, à l’avenir, catalogués comme tels. Il n’y a donc et il n’y aura probablement pas de définition simple et universelle de l’aliment fonctionnel, qui est avant de tout un concept (2). La Unión Europea no es ajena al interés que los alimentos funcionales han despertado en los consumidores. Ya en el año 1996 la European Commision concerted action on functional food science in Europe (FUFOSE) (3), había promovido una reunión de expertos a nivel europeo sobre los alimentos funcionales. Dicha reunión tuvo lugar en Niza (Francia). A ella le siguió otra, celebrada en Helsinki (Finlandia) en 1997. Fruto de esas reuniones y de los documentos de trabajo elaborados en las mismas fue un Documento de consenso sobre los conceptos científicos de los alimentos funcionales en Europa, el cual fue sometido a revisión en una tercera reunión plenaria celebrada en Madrid (España) en octubre de 1998, y que fue finalmente publicado en el año 1999. Los expertos convocados prefirieron no cerrarse a una definición concreta, antes bien, optaron por limitarse a concretar las características que debe reunir un alimento para ser considerado funcional. Siguiendo lo establecido en dicho documento de consenso (4), se puede afirmar que un alimento es “funcional” si: —Está suficientemente demostrado que afecta beneficiosamente a una o más funciones en el organismo, más allá de sus adecuados efectos nutricionales, mejorando la salud y bienestar y/o reduciendo el riesgo de enfermedad. —Si es un alimento o forma parte de un alimento (es decir, no pueden ser píldoras o cápsulas). —Si demuestra sus efectos en cantidades que se supone que normalmente pueden ser consumidas en la dieta (5). Es decir, se trata de un alimento que ingerido en cantidades normales nutre y aporta otros efectos benéficos (diferentes a los puramente nutritivos) sobre funciones del organismo (como puede ser la mejora de la salud o la reducción del riesgo de contraer una enfermedad). 82 ALIM. NUTRI. SALUD Cuestión fundamental en sede de alimentos funcionales resulta la constatación científica de los efectos proclamados. Esa constatación ha sido promovida por la UE –como continuación lógica de la acción FUFOSE– a través del proyecto PASSCLAIM (6) (Process for the assessment of scientific support for claims on food). La finalidad de dicho proyecto es la de ofrecer una pautas genéricas sobre la evidencia científica que deberá demostrar un producto alimenticio en orden a la posible incorporación de una alegación sobre propiedades saludables. Dicho proyecto no sólo tiene una inmediata aplicación en el ámbito científico, sino también unas claras repercusiones en la esfera jurídica. En efecto, las pautas en él establecidas servirán de marco de referencia para la autorización o incorporación de determinadas alegaciones una vez haya sido aprobado el futuro reglamento de alegaciones alimentarias, el cual comentaremos en el apartado II de este mismo artículo. DIVERSIDAD DE APROXIMACIONES Los alimentos funcionales […] han sido el foco de muchas discordias. La diversidad terminológica y conceptual se ve acompañada de una variedad de aportaciones científicas […] y de un no menos variable criterio legislativo en el contexto mundial (7). Es evidente la enorme trascendencia que la identificación y el consumo de este tipo de alimentos puede llegar a tener, tanto para la salud potencial de la población, como para el desarrollo de la industria alimentaria. Por ello, diferentes organismos públicos y privados de diversos países, conscientes de sus consecuencias, han empezado a manifestar su preocupación si bien la aproximación legislativa llevada a cabo difiere de forma sustancial: así, mientras países como Japón han establecido minuciosas reglamentaciones, otros países se han limitado a formular declaraciones a través de organismos gubernamentales (caso de EE.UU.) o a promover documentos científicos de consenso (como la UE). Este proceder se justifica en la diferente percepción que existe a nivel mundial sobre los alimentos funcionales. En efecto, algunos países consideran que los alimentos funcionales constituyen una categoría diferenciada y por tanto, necesitada de regulación. Otros, en cambio, han limitado su intervención a la regulación de las alegaciones alimentarias, entendiendo que los restantes aspectos se someten a la legislación alimentaria general. Y por último, no pueden obviarse aquellos Estados que todavía no se han pronunciado al respecto. 06. BAÑARES 11/10/06 16:51 Vol. 13, N.º 3, 2006 Página 83 LOS ALIMENTOS FUNCIONALES Y LAS ALEGACIONES ALIMENTARIAS EN LA UNIÓN EUROPEA LA AUSENCIA DE UNA DEFINICIÓN JURÍDICA Sea como fuere, lo cierto es que ni a nivel internacional ni a nivel europeo existe una definición jurídica de consenso sobre los alimentos funcionales: There is no current legal definition for 'functional food' in most countries and foods of this type are regulated under existing food or related legislation in countries where functional claims are made. In many countries regulations exist for conventional foods, foods for special dietary use, dietary supplements, and medical foods for use under the super-vision of a physician for management of specific diseases. In the EU there are regulations for 'novel foods' that in some cases could also be considered as functional foods (8). A nivel europeo la percepción es similar: No universally accepted definition for functional foods exists,... (9). LA REGULACIÓN JURÍDICA DE LOS ALIMENTOS FUNCIONALES EN LA UE A pesar de la ausencia de una definición jurídica, cabría cuestionarse si los alimentos funcionales constituyen una categoría jurídica independiente para el legislador comunitario. Lo cierto es que la UE se ha decantado por no atribuirles un estatus específico o diferenciado. Tal afirmación tiene su corroboración en una tajante respuesta facilitada por el ex comisario europeo Byrne: En efecto, teniendo en cuenta que todo alimento, sea el que fuere, tiene una función, no hay ninguna justificación para calificar de funcional a alimentos que pertenezcan a una categoría determinada. Por lo que respecta a las alegaciones sobre la reducción del riesgo de enfermedad, como ya se ha señalado en repetidas ocasiones, la Directiva 2000/13/CE del Parlamento y del Consejo, de 20 de marzo de 2000, relativa a la aproximación de las legislaciones de los Estados miembros en materia de etiquetado, presentación y publicidad de los productos alimenticios (1) prohíbe en su artículo 2 atribuir a un producto alimenticio propiedades de prevención, tratamiento y curación de una enfermedad humana, así como mencionar dichas propiedades. Las alegaciones relativas a la reducción del riesgo de contraer una enfermedad se hallan dentro del ámbito de dicha prohibición. Como ya indicó en el Libro Blanco sobre seguridad alimentaria (2), la Comisión considera que no procede modificar el principio de dicha dispo- sición. Sin embargo, como se establece en el Libro Blanco, la Comisión examinará si procede introducir en el Derecho comunitario disposiciones específicas para regular las alegaciones en materia de nutrición y las alegaciones funcionales relativas a los efectos beneficiosos de un elemento nutritivo sobre determinadas funciones corporales. Establecer un marco riguroso para este tipo de alegaciones será una primera etapa de un compromiso global para facilitar una información a los consumidores que sea fiable, tenga una base científica y se ajuste a la naturaleza de esos productos, de forma que los consumidores puedan hacer elecciones beneficiosas para su salud y para su bienestar en general (10). La tendencia apuntada en esa respuesta fue confirmada posteriormente en un documento del año 2001 de la Comisión, en el cual se afirmaba expresamente que: Some operators would promote the idea of limiting such claims to a distinct category of foods that they would like to call “functional foods”. However many would object to the idea. Every food has a function and there is no good justification for creating a specific category of “functional” foods (11). Visto todo lo anterior, podemos afirmar que la UE se inscribe en el conjunto de aquellos grupos de países que han optado por regular exclusivamente las alegaciones relativas a la salud, sin entrar en consideraciones relativas a la posible categorización independiente de los alimentos funcionales. Así, siguiendo el camino iniciado por Canadá o EE.UU. –y tal y como se apuntaba en la respuesta del comisario europeo–, la UE está trabajando en esta materia: hasta la fecha, tras varias consultas y propuestas, se está ultimando el documento de lo que será el futuro Reglamento comunitario en materia de alegaciones. En el interregno y a la espera de esa promulgación de la norma comunitaria, debe recordarse que a los alimentos funcionales se les aplica la totalidad de la normativa general sobre alimentos, con especial incidencia de la relativa a la publicidad y consumidores y cuyo análisis merecería una atención imposible de abarcar en este estudio. LOS ALIMENTOS FUNCIONALES Y ESPAÑA En España, a diferencia de otros EM, el tema de los alimentos funcionales ha suscitado a nivel jurídico (por ahora) un debate menor. Actualmente las únicas definiciones válidas que sobre los mismos existen en nuestro país son de carácter científico: 83 06. BAÑARES 11/10/06 16:51 Página 84 S. BAÑARES VILELLA Un alimento funcional es aquel que contiene un componente, nutriente o no nutriente, con actividad selectiva relacionada con una o varias funciones del organismo, con un efecto fisiológico añadido por encima de su valor nutricional y cuyas acciones positivas justifican que pueda reivindicarse su carácter de funcional (fisiológico) o incluso saludable (12). Un alimento puede ser considerado funcional si se ha demostrado suficientemente que afecta beneficiosamente (más allá de proporcionar una nutrición adecuada desde el punto de vista tradicional) a una o varias funciones relevantes del organismo, de manera que proporciona un mejor estado de salud y bienestar y/o reduce el riesgo de padecer una enfermedad (13). Fuera de la anterior, no existen en nuestro país definiciones de organizaciones no gubernamentales, ni tampoco una regulación estatal o autonómica en la materia. De igual modo, tampoco disponemos de resoluciones judiciales que se hayan pronunciado sobre ellos. Tan sólo una reciente resolución de Autocontrol (14) se ha referido de forma expresa al concepto de alimento funcional: Es por todo ello que “Actimel” sería un producto que se encuadraría en la categoría de los denominados “alimentos funcionales”, los cuales, según D. Francisco A. Tomás Barberán, coordinador del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), considera que son “aquellos alimentos que poseen propiedades fisiológicas y biológicas más allá de las nutricionales”. Sin embargo, por su condición de EM, en España son aplicables todas las resoluciones de la UE, a las cuales debemos remitirnos. LOS ALIMENTOS FUNCIONALES Y LAS ALEGACIONES ALIMENTARIAS Al margen del proceder seguido por la UE, cabría cuestionarse si los alimentos funcionales precisan ser considerados como una categoría independiente o diferenciada de las existentes con anterioridad. ALIM. NUTRI. SALUD lar, habiéndose postpuesto su desarrollo legislativo a un momento ulterior; la segunda (y que es la que venimos insinuado) consistiría en asumir que estos productos no son diferentes a otros preexistentes, radicando la distinción en las propiedades beneficiosas (fisiológicas o biológicas) que ahora se predican de algunos de ellos o de sus ingredientes. Aunque no parecen descartables de un modo absoluto estas premuras a las que hacíamos mención (motivadas fundamentalmente por los deseos de la industria respecto a su utilización y obtención de un marco normativo en el que desenvolverse con seguridad, así como por los propósitos legislativos de protección a los consumidores y de supresión de obstáculos a la libre circulación), creemos mucho más acertada la segunda opción. En apoyo de esta tesis no sólo concurre el derecho comparado sino dos importantes argumentos más: por una parte, existen determinados sectores que prefieren referirse a las “propiedades funcionales” de los alimentos o de algunos de sus componentes, en lugar de a unos “alimentos funcionales” en sí mismos considerados. Por otra, dichas propiedades funcionales pueden superponerse a otras categorías alimentarias preexistentes: en efecto, de los nuevos alimentos, de los alimentos destinados a una alimentación especial o de los complementos alimenticios podrían predicarse asimismo tales efectos beneficiosos (15). Por ello, si los alimentos funcionales no conforman un grupo distinto o diferenciado sino que más bien se trata de unos alimentos (o componentes alimenticios) de los cuales son predicables determinadas propiedades beneficiosas, el fenómeno precisado de regulación se limitaría a la alegación de tales propiedades. En tal caso las conclusiones que se impondrían serían las siguientes: —La legislación alimentaria general resultaría un marco suficiente, no siendo preciso constituir una nueva categoría para estos alimentos; en la actualidad no es posible objetar que las normas reguladoras de los alimentos en general, y de específicas categorías en particular (alimentos genéticamente modificados, alimentos suplementados, etc.) sean actualmente insuficientes o incompletas. Lo cierto es que el examen del derecho comparado demuestra que tan sólo Japón (país de los más avanzados en esta materia) los ha regulado como categoría diferenciada, mientras que el resto se ha limitado a regular las alegaciones alimentarias. —En la medida en que estos alimentos funcionales se integraran en una de las categorías específicas a las que hacíamos mención (alimentos para usos dietéticos especiales, complementos alimenticios, etc.) la legislación sobre estos devendría aplicable (sin que ello entorpezca la consideración de funcional de ese producto) (16). Consecuentemente, cabrían dos hipótesis: la primera radicaría en asumir que estos alimentos constituyen una categoría distinta, si bien la regulación actual (circunscrita básicamente a las alegaciones alimentarias) es fruto de cierta premura en el legis- —Sin embargo, debería regularse el “fenómeno” novedoso: la descripción de las nuevas propiedades funcionales de los alimentos, su constatación científica (17), su utilización por parte de la industria y el modo en que esa información se transmite a los 84 06. BAÑARES 11/10/06 16:51 Vol. 13, N.º 3, 2006 Página 85 LOS ALIMENTOS FUNCIONALES Y LAS ALEGACIONES ALIMENTARIAS EN LA UNIÓN EUROPEA consumidores. Y hacia ello parece que se orienta la legislación actual. De todos modos, es conveniente matizar o precisar la extendida opinión en virtud de la cual la legislación sobre las alegaciones equivale a una “legislación propia” de los alimentos funcionales (in fact, some people believe that functional foods should be defined as these foods that are accompanied by a health claim or a performance-benefit statement) (18). En efecto, si estos no constituyen una categoría diferenciada, en puridad se trataría de la regulación de determinadas alegaciones que, sobre ciertas propiedades funcionales, se prediquen de un producto o ingrediente alimentario. LAS ALEGACIONES ALIMENTARIAS EL FUTURO REGLAMENTO COMUNITARIO SOBRE ALEGACIONES ALIMENTARIAS Como anticipábamos anteriormente, la UE está trabajando desde el año 2001 en el futuro reglamento sobre alegaciones alimentarias, el cual se halla en la fase final de su proceso de aprobación –en el momento de escribir estas líneas dicha norma está pendiente de la segunda lectura del Parlamento Europeo. La larga tramitación de esta disposición da cuenta de la dificultad de la materia: los intereses de la industria, de los consumidores, de los paneles científicos intervinientes así como de las distintas administraciones (tanto nacionales como comunitarias) han resultado en determinados momentos absolutamente contrapuestos, y ello ha tenido su reflejo en las encontradas posiciones mantenidas por el Parlamento y el Consejo (There are major differences between the European Parliament and Council…) (19), así como en las diferencias sustanciales entre las diversas propuestas legislativas examinadas hasta la fecha (This week's EU Food Law Weekly […] outlines a few of the comments made by MEPs, some of whom favour relaxing the Commission's original proposals, while others are intent on making sure that consumers are protected by some very prescriptive rules. The rapporteur for the nutrition and health claims proposals, Adriana Poli Bortone, has had a difficult task trying to find a way through the disagreements) (20). Tales vaivenes banalizan cualquier pronóstico en cuanto al resultado final, si bien creemos que difícilmente podrán introducirse nuevas materias o aspectos considerados como relevantes. De entre todos ellos y dada la brevedad a la que necesariamente debemos ceñirnos tan sólo destacaremos tres: la tipología prevista en torno a las alegaciones, su procedimiento de introducción y los perfiles nutricionales. CONCEPTO DE ALEGACIÓN Y TIPOLOGÍA PREVISTA Aunque apriorísticamente pueda parecer que las alegaciones alimentarias son un fenómeno novedoso, lo cierto es que estas son un viejo conocido del sistema jurídico comunitario. En efecto, desde el año 1965 (21) la UE tiene establecida una prohibición taxativa en cuanto a las alegaciones medicinales (en el sentido de prohibir cualquier declaración que manifieste o sugiera que un alimento puede prevenir, tratar o curar una enfermedad). De igual modo, las alegaciones nutricionales (es decir, aquellas que hacen referencia a la calorías, proteínas, hidratos de carbono, etc. que pueda contener un producto alimenticio) están reguladas en cuanto a su uso (y por tanto permitidas) desde el año 1990 (22). Sin embargo, la aparición de los alimentos funcionales ha obligado al legislador comunitario a replantearse esta clara distinción: de hecho, la incorporación al mercado de estos productos y la proclamación de unos efectos benéficos diferentes a los meramente nutricionales (y a su vez distintos de los producidos por los medicamentos), impuso su revisión. Por ello, la propuesta comunitaria se orienta en el sentido de crear un “espacio” para las alegaciones relativas a la salud, de forma que se les dote de cobertura legal –como tipo diferenciado– a la vez que se armoniza la actual legislación sobre las alegaciones nutricionales: El presente Reglamento armoniza las disposiciones legales, reglamentarias o administrativas de los Estados miembros relativas a las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables, con el fin de garantizar un funcionamiento eficaz del mercado interior a la vez que se proporciona un elevado nivel de protección de los consumidores (23). Cualquier otro tipo de alegación (como podrían ser las alegaciones éticas o medicinales) quedan fuera del ámbito de la norma que ahora comentamos. A través de dicha disposición, la UE pretende asimismo otorgar un marco seguro a los productores alimentarios a la vez que se protege a los consumidores, en el sentido de que las nuevas alegaciones no sean susceptibles de inducirles a confusión. De igual modo, una legislación armonizada a nivel europeo evitará la creación de nuevas barreras a la libre circulación de estos productos dentro del ámbito comunitario. El artículo 1.2.1 de la futura propuesta comunitaria ofrece una definición de lo que deberá entenderse en el futuro por “declaración” alimentaria (en nuestra opinión “alegación”) (24): 85 06. BAÑARES 11/10/06 16:51 Página 86 S. BAÑARES VILELLA Se entenderá por “declaración” cualquier mensaje o representación que no sea obligatorio con arreglo a la legislación comunitaria o nacional, incluida cualquier forma de representación pictórica, gráfica o simbólica, que afirme, sugiera o dé a entender que un alimento posee unas características específicas (25). Consecuentemente, una “alegación” es (o será): —Una manifestación (entendiendo por tal cualquier información, mensaje, representación o descripción). —Escrita, pictórica, gráfica o simbólica. —De carácter voluntario (por cuanto no viene impuesta por ninguna norma –internacional, comunitaria o estatal–). —Que afirme, sugiera o implique. —Que ese alimento en concreto posee unas características específicas. El texto de la propuesta comunitaria establece que se entenderá por alegación nutricional: Cualquier declaración que afirme, sugiera o dé a entender que un alimento posee propiedades nutricionales benéficas específicas con motivo de: ALIM. NUTRI. SALUD cionadas como tales, pero en nuestra opinión están incluidas sin margen de duda dentro del concepto genérico de “propiedades saludables”. Creemos conveniente resaltar en relación a las alegaciones nutricionales un extremo que ha sido objeto de debate durante el proceso de elaboración de la norma y que marca una diferencia con el concepto actual de alegación nutricional: nos referimos a la admisión de otras sustancias (29). En efecto, parece que el borrador comunitario finalmente admitirá sustancias distintas a las que tradicionalmente se han venido considerando como susceptibles de incorporar una alegación nutricional (calorías, proteínas, etc.). Consecuentemente, y de mantenerse la redacción actual, aquellas que no reúnen un perfil nutricional pero sí fisiológico podrán ser objeto de alegación. Entre dichas sustancias, la propuesta de la Comisión incluía expresamente los antioxidantes y probióticos (30), si bien el texto aprobado por el Parlamento omitió su mención (31) al igual que lo ha hecho el Consejo es su último documento (32). PROCEDIMIENTOS DE INTRODUCCIÓN —El aporte energético (valor calórico): • Qué proporciona. • Qué proporciona en un grado reducido o incrementado. • Qué no proporciona. —Los nutrientes u otras sustancias: • Qué contiene. • Qué contiene en proporciones reducidas o incrementadas. • Qué no contiene (26). Y las de propiedades saludables como: Cualquier declaración que afirme, sugiera o dé a entender que existe una relación entre una categoría de alimentos, un alimento o uno de sus constituyentes, y la salud (27) . Pronunciamiento especial dentro de estas últimas merecen las relativas al riesgo de reducción de contraer una enfermedad, las cuales se definen como: Cualquier declaración de propiedades saludables que afirme, sugiera o dé a entender que el consumo de una categoría de alimentos, un alimento o uno de sus constituyentes reduce significativamente un factor de riesgo de aparición de una enfermedad humana (28). A la luz de lo anterior, cabe preguntarse qué ocurrirá con las alegaciones relativas a una “mejora de una función”. Es cierto que estas no aparecen men86 Un aspecto espinoso del futuro reglamento comunitario es el relativo a los procedimientos de introducción de las nuevas alegaciones alimentarias. Las distintas propuestas habidas hasta la fecha han variado sustancialmente de criterio: así, mientras la propuesta de la Comisión del año 2001 hacía gala de cierta proporcionalidad, la del año 2003 se caracterizó por un rigor (¿quizás excesivo?) que tuvo un efecto pendular en el Parlamento, el cual –en su primera lectura del año 2005– suprimió prácticamente (33) toda referencia a los procedimientos de autorización, los cuales –sin embargo– han vuelto a ser retomados por el Consejo en su propuesta de finales del 2005. Sea como fuere, y ante tal disparidad, lo más razonable resulta atenerse a lo dispuesto en el último texto disponible obviando todas las alternativas barajadas con anterioridad. Grosso modo podría afirmarse que existen dos grupos de sistemas: el de listas y el de autorización. Así, las alegaciones nutricionales permitidas serán las incluidas en el anexo de la norma que se promulgue (34). Expresiones tales como “bajo contenido en sodio” “sin azúcares añadidos” o “fuente de fibra” estarán admitidas en caso de aprobarse la actual propuesta. A su vez, las declaraciones de propiedades saludables distintas de las relativas a la reducción del riesgo de enfermedad estarán admitidas siempre que figuren en una lista comunitaria de declaraciones (la cual 06. BAÑARES 11/10/06 16:51 Página 87 Vol. 13, N.º 3, 2006 LOS ALIMENTOS FUNCIONALES Y LAS ALEGACIONES ALIMENTARIAS EN LA UNIÓN EUROPEA será adoptada por la Comisión, tras consultar a la EFSA y haber recibido las propuestas que en tal sentido deben elaborar todos los Estados miembros) (35). Sin embargo, las declaraciones de reducción de riesgo de enfermedad estarán sujetas a un procedimiento de autorización a cargo de la Comisión y previo informen favorable de la EFSA. Por lo tanto, las alegaciones alimentarias tan sólo podrán ser incorporadas a los alimentos entendidos en sentido jurídico. A tales efectos es indiferente que se trate de productos destinados al consumidor final o al suministro de restaurantes, hospitales, centros de enseñanza, cantinas y colectividades. Cualquiera que sea su finalidad, la nueva legislación resultará de aplicación. A su vez, y de prosperar la enmienda propuesta por el Consejo, se verían incluidos asimismo los alimentos que se ofrecen a granel, las frutas y hortalizas (37). LOS “PERFILES NUTRICIONALES” De lo dicho hasta ahora es obvio deducir que la propuesta comunitaria tiene como única pretensión regular las alegaciones incorporadas a productos alimenticios, los cuales se definen en virtud de lo dispuesto en el artículo segundo del Reglamento 178/2002/CE (36). Así, un alimento será: Cualquier sustancia o producto destinado a ser ingerido por los seres humanos o con probabilidad razonable de serlo, tanto si ha sido transformado entera o parcialmente como si no. “Alimento” incluye las bebidas, la goma de mascar y cualquier sustancia, incluida el agua, incorporada voluntariamente al alimento durante su fabricación, preparación o tratamiento. Se incluirá el agua después del punto de cumplimiento definido en el artículo 6 de la Directiva 98/83/CE y sin perjuicio de los requisitos estipulados en las Directivas 80/778/CEE y 98/83/CE. Sin embargo, y siguiendo lo dispuesto en ese mismo artículo, no tendrán la consideración de “alimento”: —Los piensos. —Los animales vivos, salvo que estén preparados para ser comercializados para consumo humano. —Las plantas antes de la cosecha. —Los medicamentos tal y como lo definen las Directivas 65/65/CEE y 92/73/CEE del Consejo. —Los cosméticos tal como los define la Directiva 76/768/CEE del Consejo. —El tabaco y los productos del tabaco tal como los define la Directiva 89/622/CEE del Consejo. —Las sustancias estupefacientes o psicotrópicas tal como las define la Convención Única de las Naciones Unidas sobre Estupefacientes, de 1961, y el Convenio de las Naciones Unidas sobre Sustancias Psicotrópicas, de 1971. Sin embargo, las alegaciones referidas a otro tipo de productos quedarán fuera del ámbito de aplicación de esta norma. La Comisión, en un afán clarificador, ha propuesto determinados ejemplos (38) de alegaciones alimentarias excluidas, bien por no tratarse de productos alimenticios (Gillette, the best a man can get), bien por tratarse de alimentos no destinados a humanos (Cats would buy Whiskas), bien porque –a pesar de insertarse en alimentos– no son alegaciones nutricionales o “alegaciones de propiedades saludables”, es decir, se trata de alegaciones de carácter netamente publicitario o comercial (Haribo makes children happy, Red Bull gives you wings, Quality is the best recipe, Melitta makes coffee really enjoyable, The tenderest invention since chocolate was invented o As valuable as a small steak). Ahora bien, a pesar de que la propuesta de la Comisión establecía que las alegaciones sólo podrían incorporarse a alimentos, también lo era que –a su juicio– no todos los alimentos eran susceptibles de incorporar una alegación. En efecto, la propuesta de la Comisión exceptuaba el alcohol y algunos productos de determinado perfil nutricional (golosinas, etc.): …Es adecuado imponer una serie de restricciones respecto a los productos acerca de los cuales se efectúan alegaciones. En este contexto, factores tales como la presencia de determinadas sustancias, como el contenido de alcohol o el perfil nutricional del producto, son criterios adecuados para determinar si pueden efectuarse alegaciones sobre ese producto. El establecimiento de un perfil nutricional podría tener en cuenta el contenido de diferentes nutrientes y sustancias con un efecto nutricional o fisiológico, en particular el de las grasas, las grasas saturadas, los ácidos grasos trans, la sal o el sodio, y los azúcares, para los que no se recomiendan ingestas excesivas en la dieta general, y los de las grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas, los hidratos de carbono disponibles diferentes de los azúcares, las vitaminas, los minerales, las proteínas y las fibras,… (39). —Los residuos y contaminantes. 87 06. BAÑARES 11/10/06 16:51 Página 88 S. BAÑARES VILELLA Este planteamiento choca frontalmente con el principio de que no existen alimentos buenos o malos, sino dietas adecuadas o inadecuadas. A pesar de que esta reflexión se incluía en el redactado de la propuesta de la Comisión (40), lo cierto es que en el ánimo del legislador primaba en aquél entonces cierta preocupación por una posible influencia negativa de las alegaciones, la cual podría potenciar el consumo de alimentos que no se consideran adecuados desde una óptica nutricional. Este criterio, conocido bajo la denominación de “perfiles nutricionales” ha suscitado una gran polémica. El Parlamento de la UE se hizo eco (en su primera lectura) de las críticas vertidas por algunos sectores respecto de la “apriorística” exclusión de determinados alimentos, y eliminó los artículos que recogían tal prohibición de incorporar una alegación (41). En ese mismo sentido se pronunciaron también la Comisión de industria, investigación y energía (42) y la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor Interior (43). Sin embargo, el Consejo en su documento de consenso de finales del 2005, ha vuelto a introducir de nuevo este criterio (44) y a fecha de hoy resulta impredecible cuál será el resultado, si bien parece que el Parlamento tendrá mayores dificultades para suprimirlo en su segunda lectura. ALIM. NUTRI. SALUD 3. Estas alegaciones no deben confundirse con las alegaciones medicinales o nutricionales. Por ello se les debe dotar de un espacio propio que no induzca a confusión. 4. La UE está ultimando un proyecto que las regule de forma específica. En la actualidad está pendiente de la segunda lectura del Parlamento de la UE. 5. Dicho proyecto contempla de forma específica las alegaciones sobre propiedades saludables: especial consideración dentro de estas merecen las alegaciones relativas a la reducción del riesgo de contraer una enfermedad, las cuales se verán sometidas a requisitos más estrictos en cuanto al grado de evidencia científica así como en cuanto a su proceso de autorización. 6. A su vez, dicho proyecto definirá y revisará la actual legislación sobre alegaciones nutricionales. 7. De mantenerse la actual redacción propuesta por el Consejo, las alegaciones alimentarias tan sólo podrán ser incorporadas a alimentos que reúnan un perfil nutricional determinado. 8. Sin embargo, los grandes cambios de tendencia sufridos hasta la fecha por tal proyecto aconsejan esperar hasta la promulgación de un texto definitivo a fin de establecer con certeza las pautas marcadas por el legislador comunitario CONCLUSIONES 1. La UE no contempla los alimentos funcionales como una categoría jurídica independiente o diferenciada de las actualmente existentes. CORRESPONDENCIA: Silvia Bañares Vilella e-mail: sb@icab.es 2. La UE se ha propuesto regular exclusivamente las alegaciones alimentarias relativas a las propiedades saludables. NOTAS 1. Head RJ, Record IR, King RA. Functional foods: Approaches to definition and substantiation. Nutr Res 1996; 54 (Supl.): S17-S20. 2. Roberfroid M. Les aliments fonctionnels: concepts et stratégie. J Pharm Belg 2001; 56 (2): 43-4. 3. FUFOSE es fruto del IV programa para la investigación y desarrollo tecnológico promovido por la UE. Dicha acción europea fue coordinada por el International Life Sciences Institute, Europa (ILSI), fundación sin ánimo de lucro de ámbito internacional, afiliada a la OMS como organización no gubernamental, y que recibe el apoyo de más de 300 compañías (pertenecientes en gran parte a la industria farmacéutica y alimentaria). 88 4. Vid. respecto de las características o sobre los puntos comunes requeridos por la comunidad científica internacional en relación con los alimentos funcionales. Ramírez MA. El futuro de los alimentos funcionales probióticos. Revista mensual de las Industrias Lácteas Españolas 1999; 248: 60-1. Vid. asimismo respecto a las condiciones que debe cumplir un alimento funcional desde una óptica científica el artículo de Tojo Sierra R, Leis Trabazo R, Tojo González R. Alimentos funcionales o nutraceúticos. Rev Esp Pediatr 2001; 57 (337): 4. 5. Sobre otras definiciones de orden científico anteriores al año 2000, Vid. las de IFIF Foundation, Riemersma, Hillian, Smithe, et al. Health Canada, y Food and Nutrition Board, 06. BAÑARES 11/10/06 16:51 Vol. 13, N.º 3, 2006 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. Página 89 LOS ALIMENTOS FUNCIONALES Y LAS ALEGACIONES ALIMENTARIAS EN LA UNIÓN EUROPEA recogidas por Roberfroid M. Br J Nutr 2002; 88 (Supl. 2): S133-8. Passclaim: Consensus on criteria. An European Commission concerted action project. Coordinated by ILSI Europe. European J Nutr 2005; 44 (Supl. 1): 5-30. Farjas P. Sobre los alimentos funcionales. Rev Esp Salud Pública 2003; 3 (77): 313-6. Vid. también Costell E, Barrios EX. Los alimentos funcionales: ¿qué opinan los consumidores? Alim Nutri Salud 2003; 10 (3): 82-90, en relación a las controversias respecto el uso del término “funcional”. Lupien JR. Implications of food regulations for novel food: Safety and labelling. Asia Pac J Clin Nutr 2002; 95: 140-50. Scientific concepts of functional foods in Europe: Consensus Document. EC Concerted Action. Coordinated by ILSI Europe. Br J Nutr 1999; 81 (Supl. 1). Respuesta del Sr. Byrne en nombre de la Comisión (27 de octubre de 2000) a la pregunta escrita E-2923/00 de Charles Tannock (PPE-DE) a la Comisión (19 de septiembre de 2000). Asunto: Etiquetado de productos alimenticios: referencia específica en los envases a información sobre la reducción del riesgo de contraer enfermedades. Vid. párrafo 27 del documento “Discussion Paper on Nutrition claims and Functional Claims” preparado por la Dirección General de Salud y Protección de los Consumidores de la Comisión Europea (SANCO/1341/2001) (consultable en: http://europa.eu.int/comm/food/fs/fl/fl03_en.pdf) (Consulta realizada el 1 de marzo del 2006). Silveira Rodríguez MB, Monereo Megías S, Molina Baena B. Alimentos funcionales y nutrición óptima. ¿Cerca o lejos? Rev Esp Salud Pública 2003; 3 (77): 317-31. Esta publicación en cierto modo ha sido refrendada por la AESA. Vid. en tal sentido Farjas P. (Directora ejecutiva de la AESA). Sobre los alimentos funcionales. Rev Esp Salud Pública 2003; 3 (77): 313-6. Palou A, Serra F. Perspectivas europeas sobre los alimentos funcionales. Alim Nutri Salud 2000; 7 (3): 76-90. Resolución del Jurado de Autocontrol, de 16 de diciembre de 2003, (ANEFP vs. DANONE, S.A. “Actimel”). “Because... 'functional foods' are not defined or set aside as a specific class of product in most countries, they are regulated under existing law as foods, novel foods, special dietary foods, medical foods, or as drugs, depending on how they are marketed, and the claims that are made for the products in their labeling, or in advertising”. Lupien JR. Implications for food regulations of novel food: Safety and labelling. Asia Pac J Clin Nutr 2002; 11 (6): S224. As mentioned here, in addition to foods sold as such, there are also foods for special dietary use for the general public, novel foods, dietary supplements, and medical foods, also called nutraceuticals. Each of these product classes has a more specific definition than does 'functional foods', and the regulation of their marketing is more structured in many countries. Lupien JR. Implications for food regulations of novel food: Safety and labelling. Asia Pac J Clin Nutr 2002; 11 (6): S224. En cuanto a su constatación científica, dos son los aspectos esenciales a comprobar: la seguridad y la eficacia: “safety is guaranteed by the application of various regulations that are in charge of controlling any novelty in food components and the obtaining processes. As far as efficacy is concerned, both the guidelines as to the scientific evidence required in order to validate the efficacy of new components and associated foods, and the question of the so-called claims, allegations or health claims that may accompany the eventual processes of commercialisation are yet to be defined”. Palou A, Serra F, Picó C. General aspects on the assessment of functional foods in the European Union. Eur J Clin Nutr 2003; 57 (Supl. 1): S12-7. Ashwell M. Concepts of functional foods. ILSI Europe Concise Monograph Series. International Life Sciences Institute; 2002. http://www.nutritionsociety.org/documents/280705/Report%20June%202005%20Stakeholder%20meet%20%20NHC.pdf http://www.rssl.com/OurServices/FoodENews/Newslet- ter.aspx?ENewsletterID=149#0 21. Sin embargo, strictu sensu no se trata de una prohibición, sino de una atribución (reserva) exclusiva de las propiedades de prevención y cura a los medicamentos. Vid. artículo 1.2 de la Directiva 2001/83/CE del Parlamento europeo y del Consejo de 6 de noviembre de 2001 por la que se establece un código comunitario sobre medicamentos para uso humano (publicada en DO nº L 311 de 28.11.2001, p. 67) y modificado por el artículo primero de la Directiva 2004/27/CE de 31 de marzo del 2004 (publicada en el DO nº L 136/34 fr 30.4.2004). Esta norma viene recogiendo desde el año 1965, con distintas formulaciones, idéntica reserva a favor de los medicamentos. 22. Vid. Directiva 90/496/CEE del Consejo, de 24 de septiembre de 1990, relativa al etiquetado sobre propiedades nutritivas de los productos alimenticios. DO n° L 276 de 06/10/1990 p. 0040-0044. 23. Vid. artículo 1.2 del documento Posición Común (CE) Nº 3/2006,aprobada por el Consejo el 8 de diciembre de 2005 con vistas a la adopción del Reglamento (CE) nº …/2006 del Parlamento Europeo y del Consejo, de…, relativo a las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables en los alimentos (2006/C 80 E/03). DOCE 4.4.2006. 24. De forma un tanto sorprendente el texto aprobado por el Consejo (citado en nota 23) vuelve a utilizar el término “declaración”. En efecto, durante los dos últimos años todas las traducciones en lengua castellana de los textos comunitarios, habían venido incorporando el término “alegación” y así sigue siendo en las demás lenguas comunitarias –Vid. a título de ejemplo, la versión francesa del mismo documento–. Somos de la opinión que el término “alegación” no sólo es más adecuado como traducción de la expresión anglosajona “claim” o francesa de “allegation” sino que también evita las confusiones jurídicas que conlleva el término “declaración”. 25. Posición Común (CE) Nº 3/2006... citado en nota 23. 26. Vid. artículo 2.2.4 del documento “Posición Común” citado en nota 23. 27. Vid. artículo 2.2.5 del documento “Posición Común” citado en nota 23. 28. Vid. artículo 2.2.6 del documento “Posición Común” citado en nota 23. 29. Vid. además del citado en la nota siguiente, artículo 2.4.b de la “Propuesta de Reglamento del Parlamento europeo y del Consejo sobre alegaciones nutricionales y de propiedades saludables en los alimentos”. Bruselas 16/7/03, COM (2003) 424 final. 2003/0165 (COD). 30. Párrafo 12 de la exposición de motivos de la “Propuesta de Reglamento del Parlamento europeo y del Consejo sobre alegaciones nutricionales y de propiedades saludables en los alimentos”. Bruselas 16/7/03, COM (2003) 424 final. 2003/0165 (COD). 31. Vid. artículo 2.3 de la “Resolución legislativa del Parlamento Europeo sobre la propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo relativo a las alegaciones nutricionales y de propiedades saludables en los alimentos” (COM (2003) 0424 - C5-0329/2003 - 2003/0165(COD)). 32. Vid. artículo 2.3 del documento “Posición Común” citado en nota 23. 33. Decimos prácticamente, por cuanto a pesar de que de la lectura conjunta de la resolución aprobada por el Parlamento en su primera lectura se deduce sin ambages dicho extremo, lo cierto es que en la misma todavía se incluyen algunas referencias al término “autorización”. Vid. a título de ejemplo, considerandos 15, 17 y 18 y los artículos 4.1, 7.1, 10.1, 16.2, 16.5, 20.1 y 20.2. 34. Vid. artículo 8º del documento “Posición Común” citado en nota 23. 35. Vid. artículo 13 del documento “Posición Común” citado en nota 23. 36. Reglamento (CE) n° 178/2002 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 28 de enero de 2002, por el que se establecen los principios y los requisitos generales de la legislación alimentaria, se crea la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria y se fijan procedimientos relativos a la seguridad 89 06. BAÑARES 11/10/06 16:51 Página 90 S. BAÑARES VILELLA 37. 38. 39. 40. 90 alimentaria. Publicado en el DOCE n° L 031 de 01/02/2002. La inclusión de los alimentos a granel, de las frutas y hortalizas da buena cuenta de los vaivenes a los que anteriormente hacíamos mención: en efecto, la Comisión incluía estos productos en su propuesta sobre el futuro Reglamento. Sin embargo, el Parlamento en su primera lectura los excluyó de su ámbito de aplicación (vid. enmienda al artículo 1.2 incluida en el texto de la Resolución legislativa del Parlamento Europeo sobre la propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo relativo a las alegaciones nutricionales y de propiedades saludables en los alimentos, procedimiento de codecisión: primera lectura). Sin embargo, el Consejo los ha vuelto a incluir de nuevo (vid. artículo 1.2 del documento la “Posición Común” citado en nota 23). Vid. el documento “MEM0/03/188. Brussels, 1st October 2003: The proposed Regulation on health & nutrition claims: Myths & Misunderstandings el cual puede ser consultado en la página web: http://europa.eu.int/comm/food/food/labellingnutrition/resources/press315_en.pdf (Página consultada 12/3/2006). Párrafos sexto y séptimo contenidos en la exposición de motivos de la “Propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo sobre alegaciones nutricionales y de propiedades saludables en los alimentos”. Bruselas 16/7/03, COM (2003) 424 final. 2003/0165 (COD). Vid., entre otros, párrafo 14 de la exposición de motivos y artículo 10 de la “Propuesta de Reglamento del Parlamento ALIM. NUTRI. SALUD 41. 42. 43. 44. Europeo y del Consejo sobre alegaciones nutricionales y de propiedades saludables en los alimentos”. Bruselas 16/7/03, COM (2003) 424 final. 2003/0165 (COD). Vid. enmiendas al considerando 6º y 7º así como al artículo 4º incluidas en el texto de la Resolución legislativa del Parlamento Europeo sobre la propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo relativo a las alegaciones nutricionales y de propiedades saludables en los alimentos (Procedimiento de codecisión: primera lectura). Vid. enmienda al considerando nº 7 así como al artículo 4º contenida en el documento “Opinión de la Comisión de Industria, Investigación y Energía para la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria sobre la propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo sobre las alegaciones nutricionales y de propiedades saludables en los alimentos de fecha 18/3/2005. Vid. enmienda al considerando nº 7 así como al artículo 4º contenida en el documento “Opinión de la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor Interior para la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria sobre la propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo relativo a las alegaciones nutricionales y de propiedades saludables en los alimentos de fecha 25/4/2005. Vid. considerandos décimo y decimoprimero, artículo 4º del documento, y –muy clarificador– el punto III.1.1 de la exposición de motivos del documento “Posición Común” citado en nota 25.