Di Stéfano fue uno de los primeros futbolistas que

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3
DEPORTISTAS: LOS NUEVOS
El fichaje
por una casa
de modas
de Gordon
Banks,
el mítico
portero de
la selección
inglesa campeona del
mundo, fue
noticia por
la revolución
que supuso
contar con
un futbolista.
ICONOS
DE LA PUBLICIDAD
Di Stéfano fue uno
de los primeros
futbolistas que explotó
su imagen. ‘La Saeta
rubia’ abrió un camino
que también seguirían
otros grandes del
deporte como
Johan Cruyff, David
Beckham, Cristiano,
Xabi Alonso...
4
5
SORPRENDENTE.
Di Stéfano
dejó a todos
boquiabiertos
con su anuncio
de medias
Berkshire,
donde aparecía
retratado con
piernas de mujer.
MARTA RGUEZ. PELETEIRO /
C
orría la década de los 60
cuando una publicidad en
prensa sorprendió al madridismo.
Se trataba de un anuncio de medias en el que el cuerpo del modelo estaba dividido en dos partes:
las delicadas piernas pertenecían
a una mujer luciendo el producto,
pero el torso correspondía a un
hombre, a nada más y nada menos que al cinco veces campeón
de la Copa de Europa Alfredo di
Stéfano. El eslogan rezaba: “Si yo
fuera mi mujer, luciría medias Berkshire”. Incluso tuvo una versión
para las radios: “¿Saben qué les
digo? Que si fuera mi mujer, luciría medias Berkshire”. Parece ser
que aquello que enfadó a los aficionados fue que vistiese la camiseta del Real Madrid en el cartel,
sin haber consultado al club. Hay
que hacer un ejercicio de regresión y pensar que para esa época
en vez de como un spot simpático podría verse como un ataque hacia la hombría y también
una excusa para el escarnio rival. Tanto que las críticas no se
hicieron esperar y el propio presidente Santiago Bernabéu logró
que se retirase el anuncio, previa
devolución del dinero que había
cobrado ‘La Saeta rubia’, varios
cientos de miles de pesetas de la
Bernabéu logró que se retirase
el anuncio de Di Stéfano, que
escandalizó a los blancos y
sirvió de mofa para los rivales
época, nada despreciable. Así trató de apaciguar a los aficionados,
aunque quienes estarían más felices debieron de ser los encargados de la campaña: les había salido gratis.
Pero Di Stéfano no fue el único futbolista que quiso aumentar
sus ingresos con publicidad, Gordon Banks, el mítico portero de la
selección inglesa que fue campeona del mundo en 1966, también
REY MIDAS.
Johan Cruyff
no sólo fue
imagen de
Jim, también
se atrevió
a anunciar
seguros,
pinturas,
coches...
hizo sus pinitos en el sector. Aunque el siguiente con más repercusión fue Johan Cruyff, quien confesó que vestía calzoncillos Jim.
La estrella del Barcelona prestó
su imagen en los 70 para la marca, anunciando también sus pijamas: “Yo soy deportista. Para mí,
las horas de descanso son muy
impor tantes. Por eso uso pijamas Jim. Con los pijamas Jim me
siento cómodo. Me ayudan a descansar”, decía el holandés, quien
compartía publicidades con el madridista Günter Netzer, por miedo
a que los hinchas blancos rechazasen el producto. El también extécnico del Dream Team fue todo
un rey Midas: no sólo prestó su
imagen para Jim, sino que llegó
a anunciar seguros, pinturas, coches, fue la cara de una campaña
antitabaco y hasta creó su propia
marca de moda.
Estrellas modernas. Los
cuerpos de los futbolistas se
prestan para estas actividades.
Ofrecen una imagen de trabajo,
éxito, juventud, reconocimiento
público y vida sana que interesa
a las marcas. Y ellos añaden dividendos a sus cuentas corrientes
y amortizan al máximo sus cortas
carreras deportivas, ya que no todos acaban convertidos en entrenadores, comentaristas u ocupando cargos de honor en sus
exequipos. Son los nuevos iconos de moda y las marcas aprovechan este tirón.
“Los futbolistas son líderes de
estilo. A diferencia de las estrellas del cine o de la música, ellos
combinan disciplina mental y física, lo que los convierte en autén-
ESCULTURAL.
Cristiano es
ejemplo de
una nueva
generación de
futbolistas,
quienes se
han vuelto
codiciados
para las
firmas de
moda por sus
trabajados
cuerpos.
6
PRECURSOR.
El meta David
James fue el
primer futbolista
escogido
por la casa
Armani para
protagonizar sus
campañas.
GENTLEMAN.
La empresa
catalana
Mango vio
en Piqué un
ejemplo de
elegancia
digno de
exportar. El
culé no tiene
nada que
envidiar a
un modelo
profesional.
TÍMIDO. Pese
a su carácter
recatado, el
brasileño
Kaká fue
uno de los
primeros
futbolistas
que se destapó
y prestó su
imagen para
la firma
italiana
Armani.
ticos héroes”. Estas declaraciones fueron hechas por Armani,
quien fue de los primeros que se
decidió a apostar por futbolistas
para sus campañas. Comenzó en
1996, con el meta inglés David
James. Aunque quizás el más recordado sea su compatriota David Beckham. El Spyce boy reúne
todo para que se lo rifen las marcas más importantes: éxito deportivo, belleza, una mujer celebrity y
un estilo imitado en todo el mundo, desde su vestir hasta su peinado. La casa italiana no lo dudó
y lo contrató para promocionar su
línea underwear. Aunque él no fue
el único futbolista que se mostró
ligero de ropa. Cristiano Ronaldo
fichó también por Armani, al igual
que el tenista Rafa Nadal, mientras que el sueco del Arsenal Fredik Ljungberg lució abdominales y
su tatuaje de una pantera en los
carteles de ropa interior de Calvin
Klein. Hasta el argentino Lionel
Messi ha superado su timidez y
ha anunciado en su país los calzoncillos Lody.
Kaká es otro de los futbolistasmaniquí más cotizados. El brasileño se decantó por lucir elegancia
para Armani Jeans, para quien trabajó también CR7, y su compañero Xabi Alonso promociona ahora
Emidio Tucci, la marca de ropa de
hombre de El Corte Inglés.
Armani: “Los futbolistas son
líderes de estilo. Combinan
disciplina mental y física, lo
que los convierte en héroes”
7
SEDUCTOR. El
sueco Fredik
Ljungberg
alcanzó
una gran
popularidad
después de
posar en
calzoncillos
para la firma
Calvin Klein.
Según Diego Copado, director
de Comunicación de los grandes
almacenes, el grupo se decantó
por el centrocampista blanco y de
la Selección por sus valores. “Elegimos a Xabi Alonso porque representa compromiso, convicción e
inteligencia a la hora de transmitir liderazgo, capacidad para implicarse en los proyectos de equipo,
combinación de ambición y humildad, por su carácter tranquilo
y abierto, por su perfil cercano y
discreto, por su estilo elegante,
urbano y cuidado, y por su afición
a la moda y al arte”.
Antes había colaborado con
El Corte Inglés Fernando Torres.
El delantero del Chelsea es otro
de los futbolistas que se disputan
las mejores firmas. Desde muy joven, el Niño no ha desperdiciado
ninguna opor tunidad para hacer
caja, desde bancos hasta refrescos, pasando por firmas como
Pepe Jeans que han contado con
su imagen, y se ha convertido en
uno de los futbolistas españoles
más cotizados por las empresas
de moda junto a Iker Casillas. Incluso David Villa ha presumido de
peinado gracias a la gomina Giorgi; Cesc Fábregas lució palmito
con Hugo Boss; y su compañero en el Barcelona Gerard Piqué
enamora con sus ojos grandes y
azules en los anuncios de Mango. Elegante y seductor, cada vez
tiene más tirón publicitario y fama
mundial gracias a su relación con
la cantante colombiana Shakira.
Como trampolín para llegar a
ser imagen de las grandes firmas
de moda, los futbolistas posan
para las revistas y dan a conocer su perfil como modelo. Uno
8
EL DANDY. El
jugador del
Real Madrid
Xabi Alonso
presume de
elegancia y
glamour en
la última
campaña
publicitaria
de Emidio
Tucci, la firma
de El Corte
Inglés.
de los últimos en hacerlo ha sido
Sergio Ramos. Su portada en España para ‘Men’s Health’ ocupó
también la primera página de las
ediciones de la publicación en
Turquía, México, Latinoamérica y
China. Una repercusión que para
Jordi Martínez, director de la revista, está al alcance de pocas personas en España, como Rafa Nadal o los actores Javier Bardem y
Penélope Cruz. “Los deportistas
juegan el papel que antes tenían
las estrellas de cine o de rock, y
par ticularmente los futbolistas
en España, donde es el deporte
rey”, explica Mar tínez. Para Gerard Solé, el coordinador de moda
de la publicación, la clave está en
que ahora los futbolistas “se cuidan más, son modelos de conducta, tienen mucho dinero y la gente
se quiere parecer a ellos, vestir
como ellos”. En definitiva, son
iconos globales. “Los futbolistas
España cuenta con otros
grandes iconos publicitarios
fuera del fútbol, como
Fernando Alonso o Pau Gasol
9
venden imagen, son marquistas,
y hacen que las marcas vendan”,
sentencia Solé.
Rica fuente de fortuna.
Los deportistas están sustituyendo a los modelos para convertirse en imagen de marca y esto representa para ellos un importante
manantial de dinero que, en algunas ocasiones, supera incluso a
sus ingresos por los éxitos logrados en sus disciplinas. Ejemplo de
ello es la guapa rusa Anna Kournikova, la tenista nunca se llevó
a casa ningún grande individual,
pero su imagen le generó altos beneficios y en el año 2000 se llegó
a decir que recaudaba alrededor
de 30.000 dólares diarios.
Quien compagina éxitos e imagen es su compatriota Maria Sharapova. La tenista no sólo es referente de marca, sino que colabora
en los diseños de los modelos
que luce. El suizo Roger Federer
es otro de los tenistas que más
dinero genera prestando su imagen y junto a él podríamos apuntar el nombre de otros deportistas como el golfista Tiger Woods,
el nadador Michael Phelps o los
baloncestistas Kobe Bryant y LeBron James.
Aunque no hay que irse tan
lejos para encontrar deportistas
con un buen caché publicitario.
España cuenta con grandes referentes, como el piloto Fernando
Alonso, la nadadora Mireia Belmonte o las componentes del
equipo de sincronizada, quienes
fueron burbujas del conocido cava
Freixenet; motoristas como Dani
Pedrosa o Jorge Lorenzo, tenistas como Nadal, David Ferrer o
Fernando Verdasco, jugadores de
la NBA como los hermanos Gasol
o José Manuel Calderón, y un largo etcétera.
No obstante, si hay una persona relacionada con el mundo del
deporte que ha sabido rentabilizar
su imagen, y que no es precisamente sinónimo de juventud ni de
belleza, ése es Bernie Ecclestone.
El patrón de la Fórmula 1 fue asaltado en su domicilio, donde recibió golpes y patadas en la cabeza
por parte de los ladrones, quienes
se llevaron joyas y un reloj por valor de unas 200.000 libras. Con
mucho sentido del humor, el británico posó para la empresa relojera Hublot con su cara magullada
y un ojo a la funerala sobre el siguiente eslogan: “Mira lo que alguien haría por un Hublot”.
IRÓNICO.
Bernie
Ecclestone
convirtió el
robo en su
domicilio
en una
oportunidad
publicitaria:
“Mira lo
que alguien
haría por un
Hublot”, reza
el anuncio.
PORTENTO.
La revista
‘Men’s Health’
obtuvo
una gran
repercusión
llevando a
la portada
al central
madridista
Sergio Ramos.
Esta edición
dio la vuelta
al mundo.
16
17
UN
VALENCIA
DE VINO Y ROSAS
Di Stéfano
hizo al Valencia campeón
de Liga en
1971. Pasaron 31 años
hasta que
Benítez hizo
que volviera a ser el
mejor. Pero
con su adiós
en 2004 el
club entró
en aguas
turbias.
El Nuevo Mestalla se presentó a bombo y platillo como el maná del valencianismo.
Un recinto cinco estrellas que consolidaría al Valencia entre de los mejores club del
mundo en lo deportivo y económico. Pero su historia es un espejo de la sociedad
occidental: de la burbuja inmobiliaria a la crisis de la banca. En 2009 se paralizaron
las obras y así continúan, sin atisbo de reanudación. Y el club está pagando por ello.
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19
SOLER Y “EL
PELOTAZO”.
El que fue
presidente
del Valencia
entre 2004 y
2008 calificó
de “el pelotazo
del Valencia”
la operación
de Porxinos,
un complejo
inmobiliario
donde se
ubicaría la
nueva ciudad
deportiva.
CONRADO VALLE /
E
l 27 de agosto de 2004, el
Valencia ganaba la Supercopa de Europa en Mónaco. Claudio Ranieri alargaba así la era
de éxitos de Rafa Benítez, quien
unos meses antes había logrado
la Liga y la Copa de la UEFA. El Valencia era entonces considerado
y premiado como el Mejor Equipo del Mundo por la IFFHS. Pero,
tras aquella final de la Supercopa,
nada volvió a ser igual.
Jaume Ortí era el presidente en
aquel partido y como tal ocupaba
el primer asiento del palco junto al
Príncipe Alberto de Mónaco, una
instantánea que marcó un punto
de inflexión en la historia del club.
El entorno más cercano de Juan
Soler no entendía ni asumía que
fuera Jaume Ortí y no él quien ese
día luciera ante las cámaras junto
al Príncipe Alberto. Comenzaron a
decirle al que entonces era vicepresidente, y de nuevo cuño, que
tenía que asaltar la presidencia
del Valencia, que para eso poseía
la mayoría accionarial. Y en eso,
al menos, no les faltaba razón.
Juan Soler había aparecido en
la escena blanquinegra meses antes. El propio Jaume Ortí y Manuel
Llorente (Consejero Delegado) habían llamado a la puerta del empresario y constructor Bautista
Soler para que les financiara en
la lucha por el poder del Valencia
contra Francisco Roig. El expresidente, en su afán por recuperar
el sillón, se había lanzado a principios de 2004 a la compra de acciones a precio fuera de mercado.
Ofrecía 600 euros por unos títulos
que habían salido a la venta por
48 euros en 1996.
Roig no recuperó la presidencia, aunque el negocio le salió
redondo. Bautista Soler entró al
juego y contraprogramó. Llegó in-
RANIERI:
SEGUNDAS
PARTES
NUNCA SON
BUENAS.
El italiano,
que lograra
en 1999 la
Copa en
Sevilla para
un Valencia
huérfano
de títulos
desde 1980,
llegó en 2004
para ocupar
el puesto de
Benítez. Duró
cinco meses.
En 2004, tras ganar el equipo
la Liga, la UEFA y la Supercopa
de Europa, la familia Soler hizo
su desembarco en la entidad
cluso a ofrecer hasta 1.200 euros
por acción y fue ganando terreno
hasta que el 5 de junio de 2004
adquirió las 31.000 acciones de
Roig por 31,5 millones de euros,
en una operación en la que intermedio el entonces President de la
Generalitat Francisco Camps.
Bautista Soler delegó en su
hijo Juan, el mayor de tres hermanos, la representación familiar en
el Valencia. Y así, el 4 de octubre
de 2004, Jaume Ortí, que sólo tenía 319 acciones, se vio obligado a presentar la dimisión. Juan
Soler fue nombrado nuevo presidente de la entidad. Tomaba las
riendas de un club ejemplar en lo
deportivo; en calma pagada con
talonario en lo social y con una
deuda que ascendía a unos 126
millones euros.
Juan Soler se mantuvo en el
cargo hasta el 12 de marzo de
2008 y dejó de ser máximo accionista del club en agosto de
2009. Dejó de serlo tras una ampliación de capital ideada para
que el club no cayera en manos
de una empresa llamada Dalport,
que digamos tenía oscuras intenciones, aunque precisamente por
aquella operación, hoy la Fundació VCF lastra una deuda impagable de 86 millones de euros. Para
que la ampliación tuviera efecto
tenía que ejecutarse en su totalidad (18 millones lo abonaron pequeños accionistas, el resto la
Fundació con un préstamo concedido por Bankia y avalado por la
Generalitat). La pescadilla que se
muerde la cola.
En Valencia le cuelgan a Soler
el car tel de ‘peor presidente de
la historia’ de la entidad. Sus aires de grandeza llevaron al club
a “perder cantidades industriales de dinero”, como suele decir
Manuel Llorente, y sus continuos
cambios de opinión y de rumbo
dinamitaron el transcurrir deportivo. Convirtió a Joaquín en el fichaje más caro de la historia del
Valencia (27 millones). Pagó 18
millones por Manuel Fernandes
(a quien después sólo pudieron
traspasar por dos); 15 millones
por Nikola Zigic; 7,5 millones por
Asier Del Horno… Así hasta los
más de 92 que gastó en fichajes
en sus cuatro años como máximo
dirigente. Y ello para ganar sólo
una Copa del Rey, la cual ni tan
SOLER Y
SORIANO.
Hasta la
ampliación
de capital
de 2009,
ambos eran
los máximos
accionistas
del club. En la
imagen, con
proyectos de
estadios.
siquiera pudo celebrar Juan Soler,
porque, para entonces, ya había
dimitido. Todo sea dicho, bajo su
mandato fue cuando el Valencia
firmó a David Villa por 12 millones
de euros, se repescaron a canteranos como Raúl Albiol o David
Silva y se incorporaron a jóvenes
como Mata o Jordi Alba.
En lo meramente futbolístico,
hay un partido que marca un antes y un después en la parábola
del Valencia post-Benítez. En concreto, una eliminatoria de Champions en 2007, la de cuartos de
final contra el Chelsea de José
Mourinho. El Valencia de Quique
rascó un 1-1 en Stamford Bridge
(con golazo de Silva incluido) y en
la vuelta disputada en Mestalla,
Fernando Morientes adelantaba
a los suyos en el minuto 31. Pero
primero un gol Shevchenko y después otro de Essien, éste en el
tiempo de descuento, hicieron de
aquel par tido el último hasta la
fecha en el que el Valencia de verdad compitió como un grande de
Europa y con opciones reales de
llegar lejos en la Champions.
Tras aquella noche primaveral de 2007, y con la salvedad
de la inesperada Copa del Rey
que se ganó con Ronald Koeman
(tres días antes de que el holandés fuera destituido), las decisiones deportivas de Juan Soler y su
entorno tocaron fondo cuando el
Valencia se vio abocado en las últimas cinco jornadas de la campaña 2007-08 a pelear por no descender. Sir va como ejemplo de
tal gestión la retahíla de nombres
que pasaron por el banquillo y por
la dirección deportiva en aquellos
años: Ranieri, Antonio López, Quique, Óscar Fernández, Koeman
y Voro; Javier Subirats, Eduardo
Maciá, Amedeo Carboni, Miguel
Ángel Ruiz y Juan Sánchez. Tampoco hay que olvidar la decisión
de Koeman, con el beneplácito de
los dirigentes, de apartar del equipo a Cañizares, Angulo y Albelda,
un proceso que agrietó aún más
los cimientos del valencianismo
y que tomó tintes de esperpento
durante el juicio que hubo por demanda presentada por el capitán
Albelda.
20
Pero es sin duda la faraónica
obra del Nuevo Mestalla lo que alterará e hipotecará (y por muchos
años aún) la vida del Valencia en
todos sus ámbitos: económico,
social y depor tivo. Juan Soler
no fue el impulsor de la idea. Sí
quien cambió las reglas del juego y eligió las inadecuadas. ¿Qué
hizo mal Soler?, ¿por qué la obra
está paralizada desde 2009?
Juan Soler cogió el guante lanzado desde las instituciones para
que la ciudad de Valencia tuviera
un estadio cinco estrellas para albergar una final de la Champions
o, incluso, porqué no, unos Juegos Olímpicos. Eran tiempos de
los ‘grandes proyectos’. De la
Copa América y el Circuito urbano.
Digamos que la historia reciente
del Valencia CF es un reflejo de la
sociedad del mundo occidental, al
menos de la de España. De la crisis del ladrillo a la de la banca.
Al Valencia le urgía tener una
casa nueva (sobre el actual Mestalla hay pendiente de ejecución
una sentencia para derribar una
de sus últimas remodelaciones) y
la ciudad, y sus políticos con mando en plaza, querían que la tuviera y disfrutarla también. En julio
de 2004, la Generalitat, el Ayuntamiento y el Valencia firmaron un
protocolo de intenciones para la
construcción y explotación conjunta de un nuevo estadio que albergaría los encuentros del equipo
blanquinegro (se pensó también
en un recinto compartido con el
Levante UD, aunque nunca hubo
acuerdo). Pero tal documento lo
firmó Jaume Ortí y lo convirtió en
papel mojado Juan Soler.
“Si yo fuera médico, trataría
de inventar una vacuna. Como
soy promotor, ayudo al Valencia de este modo”. La frase es
de Soler. Los enfermos respiran
ahora. ¿En qué consistía esa ayu-
21
INICIO DE LAS
OBRAS. El
1 de agosto
de 2007, las
máquinas
iniciaron
la obra. El
plazo de
construcción
era de dos
años e incluso
se presentó
candidatura
para albergar
la final de la
Champions
de 2010.
de la ciudad. La obra de los arquitectos Mark Fenwick tendría un
coste de 350 millones de euros
y se preveía poder inaugurarlo en
agosto de 2009.
Las máquinas entraron en el
solar de la Avenida de las Cortes Valencianas el 1 de agosto de
2007. La UTE formada por FCC y
Bertolín fueron las encargadas de
ejecutar la obra. Pero el Valencia
no tenía un plan de financiación
claro. Al mes abonaba 20 millones de euros a la UTE, un dinero
que sacaba religiosamente de sus
arcas. Pero. aunque lo pareciera,
las arcas no eran un pozo sin fondo y los meses pasaban sin que
nadie encontrara comprador para
la parcela de Mestalla. La deuda
se disparó y la crisis inmobiliaria
llamó sin previo aviso a la puerta blanquinegra. Juan Soler había
empujado al club a la boca del
lobo de la especulación.
Vicente Soriano.
NO ENCONTRÓ
COMPRADOR.
Soriano,
presidente
en 2008, no
pudo vender
la parcela
de Mestalla
y en febrero
de 2009
anunció la
paralización
de las obras e
incluso hubo
retrasos en el
pago de las
nónimas a los
jugadores.
Soler comenzó a construir el
estadio sin pedir financiación
y al mes, de las arcas del club
salían 20 millones de euros
da? La sociedad deportiva de la
que él era máximo accionista se
convertía de la noche a la mañana en promotora y constructora de
un estadio. Ya no habría ninguna
‘sociedad mixta’. El Valencia sería
como Juan Palomo. Lógicamente
todo ello gracias a una serie de reajustes urbanísticos por parte de
las instituciones correspondientes: recalificación de la parcela
de Mestalla (de uso deportivo a
terciario y con una edificabilidad
de 92.000 metros cuadrados),
cesión por permutas de una parcela pública de 90.000 metros
cuadrados en la Avenida de las
Cortes Valencianas (donde iría el
nuevo estadio) y recalificación de
suelo rústico en urbanizable de
unos terrenos en la localidad de
Riba-roja (donde el club trasladaría su Ciudad Deportiva, además
de construir infinidad de casas).
El término que empleó el propio
Soler para definir tal operación fue
“pelotazo”.
La operación en resumen era
la siguiente: el Valencia construiría un nuevo estadio y una nueva ciudad deportiva en Riba-roja
y todo ello lo pagaría con la venta
del viejo Mestalla y de la ciudad
depor tiva de Paterna. No sólo
cambiaría unas instalaciones obsoletas por otras modernas, sino
que, además, dejaría la deuda a
cero y el club vería aumentados
sus ingresos atípicos anuales por
la explotación comercial. En definitiva, el Valencia sería un nuevo
rico en el concierto del fútbol europeo. Y como nada podía fallar,
ningún miedo había a gastar: Joaquín, Zigic, Banega… Eran días de
vino y rosas.
El 10 de noviembre de 2006, el
Museo Príncipe Felipe de Valencia
albergó la presentación de la maqueta del Nuevo Mestalla al más
puro estilo Hollywood. Posiblemente, ése fuera el día más feliz
de Juan Soler, al menos como presidente del Valencia. A las 21:50
horas de aquel viernes, con más
de mil invitados representando a
diferentes organismos oficiales e
instituciones deportivas, Francisco Camps y Rita Barberá alumbraban la futura casa del Valencia, un
hogar con capacidad para 75.000
personas, con todo lujo de detalles y de materiales y con una cubierta que simbolizaba los barrios
EN FEBRERO
DE 2009 SE
PARALIZÓ
LA OBRA.
La UTE
formada
por FCC y
Bertolín dijo
‘basta’ en
febrero de
2009, cuando
el club le
debía en
torno a 50
millones.
Juan Soler vivió los últimos meses de su mandato acorralado en
lo económico y desacreditado en
lo depor tivo. Su única obsesión
empezó a ser el poder colocar su
paquete accionarial para al menos recuperar parte de lo invertido. Durante dos semanas delegó
en la persona de Juan Villalonga,
para trazar el camino a seguir por
el Valencia. Se hablaba de fondos
de inversiones y hasta de fichar a
Samuel Etoo. Pero el expresidente
de Telefónica propuso realizar una
ampliación de capital y los máximos accionistas (entre ellos Manuel Llorente, por aquellos días
presidente del Pamesa Valencia)
se negaron en banda a poner dinero de su bolsillo, que es lo que
les habría tocado hacer.
Vicente Soriano, segundo máximo accionista del club, que fue vicepresidente con Soler hasta que
dimitiera por discrepancias entre
ambos, le propuso un plan al propio Soler. Soriano accedería a la
presidencia y las acciones de Soler estarían delegadas por contrato a su persona. Era una forma de
no sentirse acosado por los altibajos emocionales de Soler. Pero
había una cláusula y un compromi-
22
so. Soriano debería vender la parcela de Mestalla antes del 31 de
diciembre de 2008. Si lo hiciera,
Soler le vendería sus acciones. Si
no vendiera la parcela, las acciones dejarían de estar delegadas y
por lo tanto Soler podría relegarle
de la presidencia. Soler aceptó y
Villalonga pasó a mejor vida (con
diez millones de euros por los servicios prestados durante 15 días,
entre ellos querer fichar a Luis
Aragonés el mismo día en el que
Unai Emer y pisaba por primera
vez el vestuario blanquinegro).
Con Vicente Soriano regresaron los discursos ambiciosos. Se
cerró en banda a traspasar a los
cracks. Al contrario. Ellos fueron
sus ‘fichajes’. Renovó a David Villa y a David Silva, abonándole
unos salarios que en verdad el
Valencia no estaba en condiciones de sopor tar. El empresario
puso de moda una frase valenciana. Cada vez que se le preguntaba por la venta de la parcela decía: “Embastat” (que significa que
algo no sólo está en marcha, sino
muy cerca de hacerse). Incluso en
una Junta de Accionistas su vicepresidente, Miguel Zorío, mostró
un documento y aseguró que la
venta de la parcela estaba concretada. Pero nunca se zanjó ninguna operación. Al revés. Soriano se
enfrascó en disputas internas con
Bancaja (principal acreedor de la
entidad) y a partir de enero, todo
fue de mal en peor.
Se filtraba a la Prensa que la
actividad en las obras del nuevo
estadio iba cada día a menos. Y
se empezó a decir que los futbolistas no cobraban. Todo era real
y ninguna entidad financiera les
abría sus puertas. Ni tan siquiera pese a firmar el mejor contrato
televisivo de la historia del club.
Pero el dinero se esfumaba de un
día para otro y Vicente Soriano
23
150 MILLONES
YA INVERTIDOS.
El Valencia ha
pagado hasta
la fecha 150
millones de
euros para la
construcción del
nuevo estadio.
Se calcula que
necesita entre
120 y 160 más
para terminarlo.
LLORENTE:
EQUILIBRAR
CUENTAS.
Accedió al
cargo en julio
de 2009 con
dos misiones:
equilibrar
la cuenta de
resultados
y reanudar
la obra
del nuevo
estadio. Lo
primero lo ha
conseguido
En 2009, la deuda del club
ascendía a 550 millones. Hoy
‘sólo’ es de 360, más los 86
millones de la Fundació VCF
tuvo que emitir un comunicado en
el que reconocía, primero, que había retrasos en el pago de los salarios a los jugadores y, después,
que las obras del estadio se paralizaban hasta nueva orden. Aquello fue en febrero de 2009, el año
en el que se supone que debería
haber estado terminado. A día de
hoy, las máquinas siguen sin hacer ruido.
Una vez que Vicente Soriano
fue ‘apartado’ (continuaba como
presidente, aunque sin firma) por
el entonces vicepresidente y ahora empleado de la LFP Javier Gómez, el Valencia volvió a recibir
algo de financiación y al menos
pudo pagar a los futbolistas. Comenzó a gestarse entre las altas
esferas políticas, aunque sobre
todo bancarias, el desembarco
de Manuel Llorente.
El hoy cuestionado presidente
del Valencia aterrizó en un club
que tenía una deuda que ascendía a 540 millones. Llegó con dos
cometidos. Equilibrar la cuenta de
resultados y poner en marcha un
plan de viabilidad para reanudar
a medio plazo la obra del nuevo
estadio. Entendió que lo prioritario en el primero de sus años era
dar sentido a la parcela deportiva
y recuperar un lugar en la Champions (para poder disponer de los
20 millones que ingresa un club
por disputarla).
Por ello, en ese verano de
2009 (marcado por la mencionada aparición de Dalpor t y por la
puesta en marcha de la ampliación de capital tras la cual Soler
y Soriano dejaron de ser los máximos accionistas), Llorente no quiso negociar ni por Villa ni por Silva. Pero sí lo hizo por Raúl Albiol.
El central fue el primero de los
internacionales españoles que
en los últimos años ha emigrado
de Mestalla. Tras él, Villa, Silva,
Mata, Jordi Alba… y otros como
Isco o Joaquín también han abandonado el club para que éste hiciera caja. El Valencia ha ingresado casi 100 millones de euros por
traspasos en tres años, aunque la
pérdida de calidad en la plantilla
también ha sido algo evidente.
Hoy la deuda asciende a 360
millones (se ha reducido con los
81 millones de la ampliación de
capital y principalmente por los
traspasos realizados). El club ha
dejado de “perder dinero en cantidades industriales”. Sus cuentas
ESQUELETO
EN PLENA
CIUDAD.
El club
estudia cómo
abaratar
costes en
materiales
para cuando
logre la
financiación
y pueda
reanudar la
obra .
están equilibradas. Pero el nuevo
estadio sigue parado y sin plan de
vida a la vista. Tenía Llorente uno
en marcha, pero si a Soler le reventó la crisis inmobiliaria, a Llorente le ha pasado por delante la
bancaria.
La operación consistía en lo
siguiente: una sociedad llamada
NewCoval (formada por Bankia y
Aedifica) se hacía con la propiedad de la parcela de Mestalla, las
instalaciones de Paterna y de la
explotación comercial del nuevo
estadio. Con la venta de sus activos, el Valencia pagaba parte de
su deuda y además NewCoval le
concedía un préstamo para que se
reanudarán las obras y se pusiera
en marcha las de la nueva ciudad
deportiva. Pero la nacionalización
de Bankia, en agosto de 2012,
truncó tales planes y en marzo de
2013 vence un préstamo de 230
millones (avalados por la parcela
de Mestalla) que lógicamente no
va a poder pagar el Valencia (aunque negocia prorrogarlo).
A Llorente, hasta la fecha, los
resultados depor tivos, principalmente la regularidad en Liga, y
el escudo de Unai Emer y le permitían mantenerse al margen de
la ira de Mestalla. El técnico vasco siempre falló en las citas relevantes y principalmente por ello
nunca fue del agrado de la grada. Llorente necesitaba estar en
la Champions y con Unai la tenía
siempre cerca. Pero los ciclos en
el fútbol tienen fecha de caducidad y, tras cuatro años, Unai optó
por cambiar de aires.
Llorente apostó por Mauricio
Pellegrino (destituido en la jornada 14) y con tal decisión unilateral
se vistió de presidente de fútbol
a la vieja usanza. Además, continuaron los traspasos (Jordi Alba,
Aduriz, Pablo Hernández…) y pese
a que, desde la llegada de Llorente, el club ha invertido 92 millones de euros en 28 futbolistas,
el nivel de la plantilla se ha visto
mermado temporada tras temporada. Hoy poco o nada queda de
aquel Valencia que en 2004 ganó
Liga, UEFA y Supercopa de Europa. Solo David Albelda… y Manuel
Llorente.
24
25
GOLFISTAS
Provienen de lugares
donde el golf es un
deporte claramente
minoritario. Aún
así, han cosechado
numerosos éxitos
y han paseado las
enseñas de sus
país por todo el
mundo, lo que les
ha convertido en
ídolos en sus tierras.
Esta es la historia
de cómo una serie
de golfistas luchó
contra todo por
amor a un juego.
HÉROES
EL HOMBRE QUE RETÓ A
TIGER. Vijay Singh desbancó
a Tiger Woods y fue el mejor
del mundo a finales de 2004.
NACIONALES
ASColor
mostró
cómo el golf
irrumpía en
Japón, el
país exótico
por excelencia. Hoy,
los golfistas
exóticos
invaden el
mundo.
26
27
GANADOR.
Singh tiene
58 victorias
por todo
el globo,
incluidos dos
Campeonatos
de la PGA
(1998 y 2004)
y un Masters
de Augusta
(2000).
FERNANDO LÓPEZ DE LORENZO /
E
l mundo del golf se expande a medida que pasan los
días, los campos afloran en cada
rincón del planeta y los golfistas
circulan por él buscando recorridos y retos nuevos. Pero, ¿de
dónde provienen los golfistas que
inundan los circuitos profesionales de todo el mundo? ¿Quién
ha hecho tan grande al golf? La
inmensa mayoría son ingleses o
estadounidenses (por eso mismo
la Ryder Cup empezó siendo un
torneo entre Inglaterra y Estados
Unidos, las dos potencias históricas del golf) e, incluso, en el saco
pueden entrar sudafricanos y australianos, casualmente bajo una
intensa influencia británica. Fuera
de ese selecto club, el protagonismo se lo juegan entre españoles,
impulsados por la inestimable figura de Severiano Ballesteros,
suecos y poco más. Es ahí donde
aparecen historias como las de
Vijay Singh (Islas Fidji), Nick Price (Zimbabue) o Stephen Ames
(Trinidad y Tobago), naturales de
países donde el golf no tiene tradición alguna, pero donde ellos se
han convertido en verdaderos héroes nacionales.
Vijay Singh, el hombre que
retó a Tiger Woods.
Soslayando la enorme persona
de Harr y Vardon, ilustre jugador
nacido en la isla de Jersey, un pequeño territorio en el Canal de La
Mancha que funciona como Dependencia de la Corona Británica,
la historia más significativa de los
que podrían ser llamados ‘golfistas exóticos’ es la de Vijay Singh
(22 de febrero de 1963), uno de
los mejores jugadores de los últimos 15 años. El talento Singh
proviene de las Islas Fidji, un pequeño archipiélago en el Pacífico
que no llega a los 900.000 habitantes. A punto de llegar al medio siglo de edad, la carrera de
Singh ha pasado por todo tipo de
circunstancias. A pesar de que en
Fidji los deportes nacionales son
el cricket y el rugby, la influencia
de los británicos en su pequeña
colonia dejó ciertas nociones de
golf. Y Singh las acogió con los
brazos bien abiertos.
De orígenes tremendamente
humildes, Singh jugaba al golf
con pequeños cocos que caían
de las palmeras de su jardín. Con
muy poco cimentó una base po-
tente y se convirtió en profesional
en 1982. Su irrupción en el circuito profesional, compartido entre
Asia y Oceanía, fue imponente,
pero al poco de empezar le acusaron de trampas y le echaron.
Sin embargo, el fidjiano no dejó
que eso terminase con su carrera
y llegó al Circuito Europeo.
Entre 1988 y 1992, Singh se
labró un nombre y terminó llegando al PGA Tour, el prestigioso y
exigente circuito estadounidense,
donde, en 1993, fue nombrado
novato del año. Desde entonces,
el ‘león victorioso’, significado de
su nombre, ha ido coleccionando
éxitos uno detrás de otro. Cuenta 58 victorias por todo el globo,
entre ellas tres grandes (Masters
de 2000 y PGA Championship de
1998 y 2004) y acumula casi 70
millones de dólares en ganancias,
esta cifra sólo en Estados Unidos
(allí ha ganado 34 torneos, incluida la FedEx Cup de 2009).
Su mayor laurel fue desbancar
al gran Tiger Woods. El californiano ha encontrado pocos rivales capaces de derrotarle en toda su carrera, y uno de ellos fue Singh. En
septiembre de 2004, Vijay ganó el
Deutsche Bank Championship, en
un duelo casi personal con Tiger
y se convirtió en número uno del
mundo, lugar que ocupó durante
algo más de siete meses, hasta
que el propio Woods reclamó su
trono. El impresionante estado de
forma del fidjiano le llevó a entrar
en el Salón de la Fama del Golf
Mundial en 2006, siendo, entonces, el golfista vivo más joven en
recibir el distinguido honor.
Casualmente, Singh, considerado uno de los mejores jugadores de Oceanía de la historia,
alcanzó su madurez pasados los
40 años y sólo el español Miguel
Ángel Jiménez ha conseguido un
número similar de éxitos entrada
la cuarentena. A día de hoy, Singh
es un ídolo nacional en Fidji, aunque el golf no ha calado mucho
en el pequeño archipiélago varios
cientos de kilómetros al norte de
Nueva Zelanda.
El poder del hombre
blanco africano.
Otro ejemplo es el de Nick Price
(Sudáfrica, 28 de enero de 1957).
RIVALES.
Entre 2004
y 2005,
Singh y Tiger
pelearon por
ser el número
1 y ofrecieron
algunos de
los mejores
duelos de la
historia del
golf.
28
29
AMIGOS. Arriba: Nick Price, número 1 del mundo en
1993, cosechó importantes éxitos bajo la bandera de
Zimbabue. Abajo: Price estuvo muy presente en el
crecimiento de Tiger como golfista. Son buenos amigos.
Si bien nació en Sudáfrica, Price
se crió en Zimbabue y asumió su
nacionalidad en cuanto pudo hacerlo legalmente. El hecho de nacer en Sudáfrica, una verdadera
potencia del golf mundial, unido a
que en la antigua Rhodesia viven
más de 12 millones de personas,
hace menos impactante su caso
que el de Singh; sin embargo, Price paseó la colorida bandera de
Zimbabue (uno de los países más
pobres del planeta) por todo el
mundo y la engrandeció, pues Pri-
Golfistas como Nick Price o
Vijay Singh, ambos nacidos en
países sin tradición en el golf,
fueron número 1 del mundo
ce llegó a ser el mejor golfista de
la Tierra en 1994 y se mantuvo en
la pelea de los puestos de honor
durante una larga década.
Además, Nick Price, campeón
de 50 torneos a nivel internacional, ganó tres majors (British de
1994 y PGA de 1992 y 1994).
Pero ese no fue su gran triunfo.
Price recogió el testigo de dos
grandes golfistas de Zimbabue:
Denis Hutchinson y Denis Watson, que llegó a ganar tres torneos en Estados Unidos y rozó la
victoria en el US Open de 1985,
uno de los más igualados de la
historia. El buen hacer de Price
le abrió las puer tas a otros golfistas como Tony Johnstone, contemporáneo a Price, Mark McNulty
y, sobre todo, a Brendon de Jonge, principal valor zimbabuo en la
actualidad.
Un pequeño país; un gran
golfista.
No todas las historias de golfistas
de países humildes son tan exitosas. El ejemplo es Paul Friedlander, del peculiar Reino de Suazilandia, el país más pequeño de
África, en el que viven un millón
de habitantes, rodeado en todas
sus fronteras por Sudáfrica y donde el rey cuenta más de 600 mujeres e hijos. La historia de Friedlander parte de la base que en
Suazilandia el golf está exclusivamente asociado a las clases más
altas de la sociedad y su popularidad reside en que es considerado
el deporte real. A pesar de esto,
antes de la llegada de Friedlander, hubo varios intentos de golfistas del país en salir adelante,
pero los graves problemas raciales les obligaban a crear en multi-
tud de ocasiones torneos separados para blancos y negros, lo que
minó el crecimiento de este deporte en el diminuto reino.
Eso fue hasta que llegó Paul
Friedlander (Suazilandia, 28 de
septiembre de 1970). De familia noble, Friedlander aprovechó
su estatus social para emigrar a
Estados Unidos y convertirse en
profesional. Como universitario,
llevó a la Oral Roberts University
(Oklahoma) a algunos de sus mejores resultados tanto individuales como colectivos, a principios
de los 90. Después se pasó al
profesionalismo (1994) y regresó
a África. Se involucró en el Sunshine Tour (el circuito sudafricano), a
lo que sumaba esporádicas apariciones en el Tour asiático. Y pronto se hizo notar.
En 1995 ganó dos torneos del
Sunshine Tour, en 1996 se impuso en el Dubai Creek Open ante
jugadores de la talla del surcoreano K. J. Choi y en 1997 perdió
dos torneos, uno de ellos en la
India, donde aún conserva el récord del campo, por un tremendo
golpe de suerte del estadounidense Clay Devers. Su venganza con
el nor teamericano llegó un año
después, en el Abier to de Suazilandia, pues, en casa, Friedlander se tornó invencible y se llevó
el campeonato por un solo golpe
sobre el propio Devers. Éste es el
trofeo del que más orgulloso está
Friedlander.
Por aquel entonces, el golfista
suazi era tan famoso en su país
que el orgullo que sentían los aficionados dio pie a curiosas anécdotas. Como la que protagonizó
un fotógrafo durante aquel Abier-
to de Suazilandia de 1998. A pocos hoyos del final, Friedlander se
disponía a ‘puttear’; sin embargo,
el golfista tuvo que detener su rutina porque un fotógrafo se había
situado a menos de un metro de
él y no le dejaba ejecutar el golpe. El suceso fue recogido por
varios medios, que comprendieron la magnitud de Friedlander
en su país. Tan sólo un año después, Friedlander perdió la ilusión
por el golf y dejó de jugar tras la
fracasada defensa del Abierto de
La presencia del Imperio
Británico por todo el planeta
ha dejado un interminable
legado de buenos golfistas
30
Suazilandia. “No puedo más con
la mediocridad de mi juego”, dijo.
Se convirtió en un importante empresario. A pesar de ello, Friedlander es considerado un héroe en
su país.
El Tiger de Bangladesh.
Nunca pensó Siddikur Rahman
(Bangladesh, 20 de noviembre de
1984) que su golf tendría repercusión en el mundo. Criado cerca
de un campo de golf donde, desde muy pequeño, trabajaba para
pagarse sus estudios, Siddikur
pronto se enamoró del golf. Con
una vieja y medio rota cabeza de
un hierro 7, sujeta por una oxidada varilla de acero, el asiático
empezó a jugar al golf. La escasa
afición por este deporte en Bangladesh, país donde el badminton goza de mucha más popularidad, no le impidió salir adelante.
No sin esfuerzo, Siddikur se abrió
camino entre la interminable cantera de jóvenes valores que brotan de Asia y rápidamente destacó. Su destreza para jugar al golf
le llevó a ser llamado el Tiger Woods asiático, un apodo que no le
vino grande.
Sus éxitos se fueron sucediendo (contaba una docena de torneos a nivel amateur por todo el
continente) gracias a su virtuoso
juego con los hierros y, en cuanto
pudo, se pasó al profesionalismo.
Se hizo un pequeño hueco en el
circuito de la India y consiguió que
su nombre fuese muy reconocido
en Bangladesh, un pequeño país
en el Himalaya, en el que viven
más de 150 millones de personas
(la densidad es de las más altas
del mundo, con más de 1.000
habitantes por km 2). Tras cuatro años en la India, en 2009 se
clasificó para el circuito asiático y
allí empezó a desarrollar su mejor
golf. De hecho, hizo historia.
Siddikur Rahman, Nandasena
Perera y su hijo... Ejemplos de
jugadores sin recursos que lo
dieron todo por llegar a la élite
31
EXITOSO. De entre todos sus éxitos, el favorito del suazi
Paul Friedlander es el campeonato de su país que
conquistó en 1998. Friedlander, que estudió en Estados
Unidos, conquistó seis torneos por todo el planeta.
El 1 de agosto de 2010,
Siddikur ganó su primer torneo
en el Tour de Asia: el Open de
Brunei. La noticia corrió como la
pólvora. Un bangladeshí había ganado un torneo de golf de nivel
internacional. Siddikur era considerado un superhombre en Bangladesh, era el orgullo de un país
sumamente pobre, sin muchas razones para vibrar con el deporte
y que no se deshizo de sus lazos
con el Imperio Británico hasta la
década de los 70. El joven golfista
bangladeshí empezó a superarse.
Se ganó invitaciones a los grandes torneos de Asia, a algunos
de Europa y completó su imparable subida con elogios de jugadores de renombre, como el australiano Adam Scott. El pasado mes
de noviembre, a pocos días de su
cumpleaños, Siddikur cumplió su
sueño y conoció a Tiger Woods.
El mismo al que le dijeron que se
parecía; el mismo al que Siddikur
Rahman siempre quiso imitar; el
mismo sobre el que Siddikur ha
construido su historia.
HÉROE. Las hazañas de Siddikur Rahman, de
Bangladesh, le han convertido en un ídolo en la
región del Himalaya. Rahman, arriba y abajo,
es considerado el Tiger Woods de Bangladesh.
El legado de los Perera.
Como colonia británica que era,
Sri Lanka (22 millones de habitantes) se formó en torno al rugby y
al cricket. De ahí fueron saliendo
todos sus grandes depor tistas.
Hasta que apareció Nandasena
Perera (29 de julio de 1955). Hijo
de un reputado golfista local, Michael Perera, Nandasena es un
verdadero personaje en la paradisíaca isla al sur de la India. Tanto que hasta el presidente Ranasinghe Premadasa reconoció sus
éxitos.
Si bien sus primeras victorias a
nivel local llegaron tarde, el talento de Nandasena le llevó a ganar
algunos de los más prestigiosos
torneos aficionados del sureste
asiático. En Sri Lanka, dos de
ellos son considerados una verdadera gesta: el Campeonato amateur de Pakistán y la Medalla de
oro de la India, ambos en 1989.
En 1990 se hizo profesional, justo
después de ganar la medalla de
plata en los Juegos de Asia. Y en
1991 ganó su primer torneo profesional en Malasia.
Su meteórica carrera le llevó al
circuito japonés, donde despuntó
en 1992 y 1993. Sin embargo, a
Perera se le diagnosticó diabetes
y artritis, un problema que atacó
con fiereza a sus rodillas y cerca
estuvo de dejarle en silla de ruedas. Se recuperó y buscó entrar
en el Tour Europeo, pero fracasó y
la decepción le llevó a dejar la alta
competición. Nada de esto último
impor tó en Sri Lanka y el presidente Ranasinghe Premadasa distinguió a Perera en 1994 con el
título Deshabandu, el mayor reconocimiento para un ciudadano de
a pie en Sri Lanka.
Perera naufragó en su intento
de triunfar en el golf mundial, pero
su intento no ha sido en vano. Su
hijo, Mithun Perera (26 de diciembre de 1986), asumió el reto, des-
puntó desde niño con un palo entre las manos y hoy en día juega
en el circuito australiano. El clan
de los Perera sigue paseando el
honor de Sri Lanka por todo el
planeta. Al igual que Vijay Singh,
Siddkur Rahman, Nick Price, Paul
Friedlander y tantos golfistas anónimos que disfrutan de este noble
deporte. Porque el golf ha invadido cada rincón del mundo.
38
39
En el AS Color de
1971, se hacía un
reportaje sobre el
surf, pero en arena.
41 años más tarde,
la versión extendida, en el agua, ha
hecho a España
segunda potencia
mundial.
EL
WINDSURF
Ni siquiera el voto en contra de un español en el Congreso Semestral de
la ISAF, antes de Londres, y la presión del magnate británico Richard
Branson, adalid del kitesurf, han podido con esta modalidad de regatas.
SEGUIRÁ EN EL PROGRAMA OLÍMPICO
40
41
JOSEP MARGALEF /
E
l pasado 7 de agosto, Marina Alabau, una joven regatista sevillana de 26 años, lograba en Weymouth, una pequeña
población del Suroeste de Inglaterra, la primera de las tres medallas de oro que el
depor te español conseguiría en los Juegos
Olímpicos de Londres
y lo hacía en la clase
olímpica RS:X (tabla de
windsurf).
Cuando Marina llegó a Weymouth, a finales de julio, sabía,
en ese momento, que
quizás era su última
opor tunidad de lograr
el oro olímpico. Tres
meses antes, el sospechoso voto del representante español,
Gerardo Seeliger, en
el Congreso Semestral
de la ISAF (Federación
internacional de Vela),
donde se decidía si la
clase RS:X iba a seguir
siendo olímpica en los
JJ OO de Río de Janeiro 2016 o iba a ser relevado por el kitesur f
(cometas a vela), decantaba la votación
(19 a 17) a favor del kitesur f,
siendo España la segunda potencia mundial del windsurf.
Marina, que par ticipaba en
competiciones internacionales
desde que tenía 13 años y llegó
al equipo olímpico con sólo 16,
tenía también otra razón de peso
para ambicionar ese oro olímpico:
Cuando Marina Alabau
compitió en Londres pensaba
que quizás fuera la última vez
en la categoría de RS:X
ORO EN LONDRES. Marina Alabau
conseguía la medalla del preciado
metal en la categoría de RS:X.
el recuerdo de su entrenador, el
francés Kim Lythgoe, también entrenador de Blanca Manchón, fallecido el 2 de octubre de 2009,
cuando se encontraba de vacaciones en las Islas Maldivas, a causa de un accidente por inmersión.
“Éste era nuestro objetivo y, por
fin, lo he conseguido. Estará orgulloso de mí esté donde esté”,
recordó Alabau.
Desde 2007, fue el preparador de RS:X F de la RFEV y logró
los títulos de campeona mundial
y europea de Alabau en 2009, así
como los de subcampeona mundial y europea de Manchón, también ese año, sin olvidar el diplo-
ma del cuar to puesto de Pekín
2008 de Alabau, entre otros.
El triunfo de Alabau se basó en
el indudable talento como regatista, en su capacidad para interpretar los vientos y las situaciones
de la carrera; en una enorme envergadura de brazos, superior a
la de sus rivales, que
le permitió manejarse
mejor.
Renunció a muchas
cosas por ese oro. Incluso cambió su entrenador y compañero
sentimental, el francés Alex Guyader, por
Nicolás Bedou, también francés, habitual
entrenador de Iván
Pastor, regatista masculino de RS:X.
“Cambié porque mi
novio, en las competiciones, se ponía muy
ner vioso y no funcionaba. Él me comentaba: ‘Tranquila, Marina’. Y yo le respondía:
‘Tranquilo, tú’. Y la liábamos. Así que mejor
trabajar con Nico”, explicaba la sevillana.
También explicó que
“preparé la última regata a conciencia y seguí los consejos de un
correo electrónico que me envió
mi entrenador hace de diez años,
el argentino Eduardo ‘Bata’ García
Velasco, y eso marcó el camino:
“Sal por barlovento y controla. Tu
velocidad decidirá”.
A pesar de todos sus títulos,
su clasificación para Londres no
fue fácil y tuvo que esperar has-
Para estar en los JJ OO,
Alabau tuvo que ganar a su
paisana Blanca Manchón en
tres regatas selectivas
TRIUNFOS
DEDICADOS.
Marina
Alabau
dedicó sus
éxitos en los
JJ OO a su
entrenador
fallecido
en 2009,
el francés
Lythgoe.
42
GRAN
PALMARÉS.
Marina
Alabau, antes
de la medalla
de oro en
Londres.,
había sido
campeona y
subcampeona
del mundo
y cinco veces
campeona de
Europa.
43
ta el pasado 29 de febrero, y
conquistar en Madeira su quinto
Europeo para cer tificarla. La Federación debía decidir el representante para la cita olímpica entre las sevillanas Marina Alabau y
Blanca Manchón. Y el billete fue
para la primera, después de dominar ante su compañera las tres
regatas selectivas: la Skandia Sail
for Gold de Weymouth, el Mundial
de Perth y el referido Europeo.
Una pesadilla para la vela
española.
El windsur f era olímpico desde
1981 y en los primeros Juegos
en que par ticipó fue en Los Angeles 1984, y la tabla usada fue
la ‘Winglider’. En Barcelona’92 ya
participó la categoría femenina y
la tabla usada fue la llamada ‘Lechner’. Las tablas usadas desde
Atlanta’96 hasta Atenas 2004
fueron las llamadas ‘Mistral One
Design’, que en Pekín 2008 se
sustituyeron por las actuales Neil
Pryde RS:X.
La competición olímpica era
una de las más atractivas y espectaculares, pero el auge del kitesurf (tabla con tracción de una
cometa) llevó a que se estudiase
su entrada en el programa olímpico. La Federación Internacional
de Vela (ISAF) propuso un informe
elaborado en noviembre de 2011,
en Santander, y lo llevó a su Consejo de Medio Año (reunión semestral previa a la Asamblea
Anual de noviembre), que se celebró, en mayo, en Stresa (Italia).
Presentado el informe y, a pesar
de que el Comité de Eventos de la
ISAF votó en contra (17 votos a 2)
de la recomendación del kitesurf
olímpico, el Consejo votó y aprobó
la inclusión del kitesurf masculino
y femenino en los Juegos Olímpicos de Río 2016.
Esa precipitada votación (19 a
favor y 17 en contra) sorprendió a
propios y extraños. Lo grave fue
que el representante español Gerardo Seeliger, que el mes pasado
se presentó a la vicepresidencia
de la ISAF sin éxito, votó en contra del windsurf. Su voto, que representaba también a Andorra y
Portugal (país que posteriormente pediría no ser representado por
España), que estaban a favor de
mantener el windsurf como olímpico, decidió que el kitesurf fuese
olímpico en Río 2016, aunque debía ratificarse en la Asamblea General de la ISAF que se celebraría
en Irlanda, en noviembre.
La postura del representante
español provocó duras críticas de
los regatistas españoles y mundiales, dado que España está
considerada la segunda potencia
mundial. La hoy campeona olímpica de Londres 2012, la sevillana
Marina Alabau había sido campeona del mundo (2009), subcampeona (2006) y cinco veces campeona de Europa (2007, 2008,2009,
2010 y 2012).
La también sevillana y compañera del su club, el Náutico
de Sevilla, Blanca Manchón, de
25 años, se proclamó campeo-
na del mundo juvenil (2002) y absoluta (2005) de la clase Mistral;
campeona del mundo de la clase
RS:X (2010); campeona de Europa de la clase Mistral (2005) y
RS:X (2006); diploma olímpico en
la clase Mistral, en los JJ OO de
Atenas 2004; y elegida Mejor Regatista Mundial de 2010. Ambas
habían estado siempre entre las
cinco primeras del ránking mundial, al igual que el windsurfista
alicantino Iván Pastor, tres veces
olímpico.
El tema se complicó aún más
cuando la Federación Española de
Vela (RFEV) hizo saber a los regatistas que su voto defendió los intereses del windsur f. Cinco días
después, el 10 de mayo, y cuando se hicieron oficiales los votos,
se confirmaba que España votó a
favor del kitesurf.
Blanca Manchón, que se convirtió en abanderada para la defensa del windsur f olímpico, comentó al respecto: “Todos lo
sabíamos y ellos lo estaban ne-
44
GISELA
PULIDO. La
barcelonesa
ha sido
ocho veces
campeona del
mundo en la
categoría de
‘freestyle’.
gando. Me llamó el presidente de
la Española, Gerardo Pombo, para
decirme que los perdonáramos y
que iban a intentar solucionarlo”.
Fue especialmente dura contra
la Federación Española a través
de una car ta enviada al Comité
Olímpico Español y al Consejo Superior de Deportes, pero no tuvo
respuesta. En junio pasado envió
una carta a la ISAF en la que exponía: “El motivo de esta carta es
comunicarle que el representante
Blanca Manchón escribió
una durísima carta a la ISAF,
pidiendo que anulara el voto
de España contra el windsurf
45
de mi país, en la votación del pasado mes de mayo, Don Gerardo
Seeliger, votó a favor del kitesurf
en contra de los intereses deportivos de España, de su grupo, formado por Andorra y Portugal, de
todas las federaciones regionales, de los clubes, de los deportistas y de los técnicos, que previamente habían acordado que el
voto de España fuese a favor del
windsurf”.
La carta seguía diciendo: “Con
la intención de que actúen en
consecuencia, este hecho se ha
puesto en conocimiento de las
máximas autoridades del deporte en España, D. Miguel Cardenal,
presidente del Consejo Superior
de Deportes, y D. Alejandro Blanco, Presidente del Comité Olímpico Español, para que sepan que
el voto de D. Gerardo Seeliger ha
sido un voto con engaño y traición
contra todos los estamentos que
representaba...”.
“Por todo lo sucedido con España, cuyo voto fue decisivo en la
votación a favor del kitesurf (19 a
favor y 17 en contra), le ruego reconsidere los resultados, dando
por nulo el voto de España y convocando una nueva votación en la
próxima reunión anual de la ISAF,
fijada para noviembre”, finalizaba
la misiva.
El hecho es que la presión de
la vela mundial no se hizo esperar
y se lograron más de 31.000 firmas a favor de la reincorporación
del windsur f al programa olímpico. Además, varios países también criticaron duramente este
cambio de modalidad y la clase
RS:X interpuso una demanda en
contra de la ISAF.
Después de lograr la medalla
de oro, Marina Alabau no evitó
tampoco hablar del tema. “El ‘kitesur f’ es un gran deporte, pero
la gente practica principalmente el
‘freestyle’ (estilo libre). Dicen que
hay un millón de licencias en la
modalidad de ‘racing’ (carreras),
pero esto no es cier to, son muchas menos”.
La categoría de ‘freestyle’ a
la que se refiere Alabau es la especialidad de Gisela Pulido, ocho
veces campeona del mundo, pero
en Río 2016 estaba previsto que
la competición fuera de ‘racing’,
una carrera convencional con
paso por boyas, que tiene pocos
practicantes.
Actualmente, el kitesurf es una
disciplina nueva y fascinante en la
vela y demostró estar preparado
para su inclusión en el programa
de eventos olímpicos de la ISAF.
No obstante, tiene una muy baja
par ticipación femenina en los
campeonatos del mundo (siete
mujeres en el año 2009 y ocho
mujeres en 2010).
La batalla duró seis meses. Finalmente, una representación de
regatistas campeones mundiales
y olímpicos, entre los que estaba
Blanca Manchón, asistió a defender el windsur f olímpico ante la
Asamblea General de la ISAF, en
Dun Laoghaire (Irlanda).
El 4 de noviembre defendieron
su ponencia y ese mismo día, una
propuesta presentada por Bielorrusia, Letonia, Polonia y España
propuso que se aceptase el kite-
surf mixto y el windsurf mixto (con
un regatista masculino y femenino formando equipo). Tres días
después, se aprobaba de nuevo
la inclusión sólo del kitesurf masculino y femenino y la ISAF dejaba
claro que para volver a realizar un
cambio debería votar a favor el 75
por ciento del Consejo de la ISAF.
Todo parecía perdido.
Ya parecía una decisión definitiva, cuando el jueves 8 de noviembre, el Consejo rechazaba una
El kitesurf es una disciplina
nueva y fascinante, pero tiene
baja participación femenina en
los campeonatos del mundo
46
NO SERÁ
OLÍMPICA.
A Gisela
Pulido no la
podremos
ver en Río
de Janeiro,
aunque su
especialidad
sea la de
‘freestyle’ y no
la de ‘racing’,
la elegida en
el kitesurf.
nueva propuesta por 26 votos a
favor y 12 en contra (faltaban dos
votos a favor para alcanzar el 75
por ciento exigido por la Federación Internacional de Vela).
En una decisión histórica, el
entonces presidente de la ISAF,
el sueco Goran Peterson (que
acababa su mandato) decidió
que, “dado lo ajustada de la votación y por la trascendencia de la
decisión”, la votación definitiva,
que sería por mayoría simple, se
trasladase a la Asamblea General,
con la presencia de 104 naciones
con voz y voto.
Hay que recordar que en el
Consejo de la ISAF hay miembros
cuyo voto representa a más de
una nación, como es el caso de
España, que lo hace por tres.
Tras escuchar diferentes opiniones y debatir el tema en la
Asamblea General, se procedió
a la votación (cada país tiene derecho a un voto), con el resultado
de 51 votos a favor, 40 en contra
y 13 abstenciones, con lo que el
47
windsur f estará presente en los
JJ OO de Río 2016.
Y aparece Richard Branson.
A este magnate británico no le
sentó nada bien que la Federación Internacional de Vela diese
marcha atrás a la decisión de introducir el kiteracing en los próximos Juegos Olímpicos, salvando
así al windsurf.
El fundador de Virgin es un apasionado y uno de los mayores impulsores del deporte de las tablas
con tracción de cometas, logrando
incluso convertirse en la persona
de mayor edad (61 años) en cruzar el Canal de la Mancha.
Pero su enfado no se debía exclusivamente a que el kitesurf no
iba a estar en Río 2016, sino también a que la ISAF frustró su plan
de par ticipar en una olimpiada.
“Trabajé junto a un equipo de kitesurf de las Islas Vírgenes (donde el multimillonario posee una
isla) para participar en Río 2016”,
desveló Branson en su blog. “Muchas de estas personas se habían
pasado del windsurf al kitesurf y
acabaron disfrutando más. Había
también un gran equipo británico
que trabajó muy duro; fue un duro
golpe para todo el mundo que estábamos involucrados”, añadió.
Muchos sostenían que la entrada del kiteracing en los Juegos
Olímpicos se debía a los intereses
de diversos grupos de presión. El
propio Richard Branson reconoció en agosto que había promovido una campaña para que su deporte favorito estuviera en Río de
Janeiro.
Branson cargó contra la ISAF.
“Ha engañado a todo el mundo y
ha tenido poca visión de futuro al
tomar esta decisión insultante y
una gran decepción para los kitesurfistas de todo el mundos que
se habían estado entrenando
duro desde mayo, cuando se reveló que el kitesurf iba a estar en
los Juegos de Río”. Al final estará
el windsurf. en 2016.
¿EN RÍO
2016?
Después de
votaciones
y presiones,
al final la
primera
modalidad
seguirá siendo
olímpica.
Esperemos
ver a Marina
Alabau en
Brasil.
48
49
JAVIER SOTOMAYOR. El cubano
tiene el récord mundial en 2,45
metros. Lo consiguió en Salamanca,
en 1993. Persiste hasta ahora.
DEL RODILLO CALIFORNIANO
AL FOSBURY FLOP
Sobrepasar un listón de espaldas en salto de altura es ahora algo habitual, pero
no siempre lo fue. Al principio se saltaba a tijereta, luego a rodillo californiano,
posteriormente a rodillo ventral y más tarde a fosbury flop. Una gran evolución técnica
que ha permitido al ser humano elevarse por encima de los 2,45 metros.
AS Color dedicó
en 1971 un reportaje al estadounidense Pat Matzdorf, que saltó
2,29 metros en
altura, récord mundial. Borró de las
listas al soviético
Valeriy Brumel, un
atleta mítico en
la especialidad.
Utilizaba el estilo
rodillo ventral.
50
ÁNGEL CRUZ /
L
os 2,29 metros, récord
mundial, franqueados en
altura por el estadounidense Pat
Matzdor f, el 3 de julio de 1971,
merecieron la atención de AS Color, que dedicó un amplio reportaje al protagonista de la hazaña.
¿Qué tenía de especial aquel registro? Varias cosas: que igualaba la marca lograda por el chino
Ni Chihchin, no reconocida oficialmente porque, en aquel tiempo,
su país no pertenecía a la Federación Internacional de Atletismo y
ni siquiera a la ONU; que acariciaba ya la barrera entonces mítica
de los 2,30 metros; que borraba
de las listas oficiales al soviético
Valeriy Brumel, uno de los monstruos sagrados de la especialidad; y que fue conseguido con el
estilo rodillo ventral, que hoy nos
parece propio del Jurásico, pero
en aquel tiempo tenía plena vigencia… En los siguientes años, se
estableció una lucha entre saltar
espalda arriba (rodillo) o espalda
abajo (fosbur y flop, el estilo hoy
monopolizador) que finalmente se
decantó por este último, revolucionario y emblemático, que iba a po-
51
VALERIY BRUMEL. El soviético marcó toda una época como saltador de
rodillo ventral y llegó a los 2,28 metros. Su carrera se interrumpió a causa de
un accidente de tráfico. Volvió a saltar, pero lejos de la élite mundial.
GEORGES HORINE. El estadounidense creó el rodillo californiano (western
roll), con el que se alcanzaron los primeros dos metros de la historia, el
récord inicial de la lista de plusmarcas mundiales. Caía sobre arena.
sibilitar la conquista de los primeros 2,30 metros, de la ascensión
a los 2,40 y de los 2,45 del actual
récordman mundial, el cubano Javier Sotomayor.
Pero antes sucedieron otras
cosas, porque el atletismo es
depor te viejo e inteligente, que
sabe innovar dentro de lo que es
la lucha del hombre contra sus
propios límites: correr, marchar,
lanzar, saltar… Y como precedentes del actual estilo fosbur y encontramos otros. En la prehistoria
se saltaba a tijereta, en alturas
que ahora nos parecen irrisorias
hasta para un juvenil. Pero estábamos en la prehistoria, como hemos dicho.
La primera revolución la protagonizó Georges Horine, un estadounidense nacido en la ciudad
californiana de Escondido. Saltando a tijera, se acercaba al listón
desde la derecha para impulsarse
con la izquierda. El problema surgió cuando su familia se desplazó
a Palo Alto y allí se encontró con
que el jardín de su casa sólo le
permitía la aproximación a la barra desde la izquierda, con lo que
le obligaba a convertirse en una
especie de revolucionario, crea-
metros de estatura, y con ese estilo revolucionario (para aquellos
tiempos, claro) consiguió saltar
2,00 metros. Es el primer récord
mundial aceptado por la Federación Internacional de Atletismo.
Aquello sucedió hace más de un
siglo. El 18 de mayo de 1912, en
Stanford. Pues eso, en la prehistoria. Por cierto, desde esos dos
metros había que caer… sobre un
montón de arena. Las colchonetas aún no se habían inventado.
La segunda revolución, el rodillo ventral, vendría algunos años
después. Se trataba de acercarse
al listón, lanzar una pierna de ataque, batir con la otra y rodear la
barra boca abajo, para decirlo esquemáticamente. Lo inventó otro
estadounidense, Harold Osborn,
que en los Juegos Olímpicos de
París 1924 (los de Carros de Fuego) fue campeón en salto de altu-
dor de una nueva técnica: rodaba
sobre el listón y el cuerpo iba casi
paralelo al suelo. Como Horine había nacido en California, y como él
se enrollaba prácticamente sobre
la barra, a esa forma de saltar se
la llamó western roll: rodillo del
Oeste (californiano).
Medía sólo 1,80 metros, una
estatura ínfima para los saltadores actuales, que rozan los dos
EN LA
PREHISTORIA.
La técnica
del salto de
altura ha
evolucionado
mucho con el
tiempo.
Los saltadores antiguos tenían
una doble dificultad: elevarse
lo más posible y caer luego
sobre un montón de arena
Ni Chihchin nunca ha visto
reconocido su récord mundial
(2,29 en 1970) porque China
no pertenecía a la IAAF
ra y en decatlón, algo que nunca
había conseguido atleta alguno y
que probablemente jamás se volverá a repetir. Era un estudioso
del atletismo y de muchas otras
cosas, y, tras retirarse del deporte
de élite, llegó a ser un osteópata
de prestigio.
Pero el hombre que convir tió
en arte el estilo del rodillo ventral
fue un soviético llamado Valeriy
Brumel, considerado uno de los
mejores saltadores de todos los
tiempos. Llevó el récord mundial
desde 2,23 a 2,28 metros, entre
1961 y 1963, y se convir tió en
un atleta carismático. Fue prácticamente imbatible y se proclamó
campeón olímpico en los Juegos
de Tokio 1964, pero el 6 de octubre del año siguiente sufrió un
accidente de moto en Moscú, con
grave fractura de su pie derecho,
y su tiempo en la élite se terminó
cuando era el mejor. A fuerza de
tesón y por orgullo consiguió volver a saltar y en 1970 franqueó
el listón colocado a 2,06 metros.
Una epopeya.
Y luego llegaron el chino Ni
Chihchin y Pat Matzdor f. El asiático había superado esos 2,29
en Shanghai, el año anterior, en
EL CHINO NI
CHIHCHIN. Se
elevó sobre
2,29, pero su
marca no fue
reconocida
como récord
del mundo,
porque China
no pertenecía
en aquel
tiempo a la
Federación
Internacional.
el Estadio de los Trabajadores,
ante 80.000 personas. El chino
era miope y, en ocasiones, ataba
un pañuelo rojo al listón, para tener una mejor referencia visual de
la barra. También saltaba a rodillo
ventral. Su marca se convirtió en
un récord fantasma (hay más de
uno), porque, como se ha dicho al
principio, China no estaba integrada en el orden deportivo ni político mundial.
Y Matzdor f. Conquistó esos
2,29 durante un encuentro, entonces tradicional, entre Estados
Unidos y la Unión Soviética (intervenían también otros atletas, especialmente invitados para la ocasión), disputado en el Edwards
Stadium de Berkeley. Igualaba a
Ni Chihchin, el marginado por motivos geopolíticos y cuya plusmarca mundial ni aún hoy se admite
oficialmente. Ni siquiera se permitía a China participar en las competiciones internacionales. Atrás
quedaba Brumel, el soviético, el
saltador mítico. Atrás en la lista
de récords; nunca en el cariño de
los amantes del atletismo.
Y llegó otra revolución, gracias
a otro norteamericano. Dick Fosbur y asombró al mundo en los
52
PAT
MATZDORF.
El americano
saltó 2,29
y superó
el récord
mundial
del mítico
ruso Valeriy
Brumel.
Juegos de México 1968 al proclamarse campeón, con récord olímpico incluido… ¡saltando de espaldas! Lo que ahora es habitual
entonces era una pura fantasía,
una delicia para los fotógrafos,
casi un espectáculo circense. Sobre quién fue el inventor del flop
hay opiniones distintas, pero la
más consistente dice que fue
un chaval de una high school de
Montana llamado Bruce Quande,
al que sólo conocen los estudio-
53
sos, y cuyas marcas no tuvieron
relevancia alguna en la historia
del atletismo. Pero el estilo siempre llevará el nombre de su popularizador: Fosbury, que nunca consiguió el récord mundial.
La barrera de los 2,30 metros
en salto de altura era en aquellos
años el Everest, una medida para
la que faltaba sólo un centímetro,
pero que se antojaba mítica. Su
conquistador pasaría a la historia
eterna del atletismo. Y ese honor recayó en un estadounidense
bastante excéntrico, pero magnífico saltador: Wright Stones. El 11
de julio de 1973, en Múnich, se
elevó por encima de esa medida
en un encuentro entre la República Federal Alemana, Estados Unidos y Suiza. En un concurso lar-
YASCHENKO Y STONES
A la izquierda Yaschenko, el
hombre que ha saltado más a
rodillo. A la derecha, Stones, el
primer récordman a fosbury.
guísimo, y por primera y única vez
en la historia, se batió un récord
mundial, alternando el estilo clásico (rodillo ventral) y el moderno
(fosbury flop).
Stones comenzó a saltar en
1,95 (rodillo), siguió en dos metros (flop) y continuó en la siguiente secuencia: 2,03 (rodillo), 2,06
(flop), 2,09 y 2,12 (nulo a rodillo
y válido a flop), y a partir de ahí
siempre a flop: 2,18, 2,21, 2,24,
2,27 y 2,30.
DICK
FOSBURY.
Revolucionó
la altura,
saltando de
espaldas. Fue
campeón
olímpico en
los Juegos de
México 1968.
RUTH BEITIA.
La cántabra
tiene el récord
español en
2,02 metros.
Es la actual
campeona
de Europa y
fue cuarta en
Londres.
Era el primer récord mundial
batido con el nuevo estilo, pero su
hegemonía no era completa. Los
mejores saltadores del mundo se
dividían entre las dos formas de
saltar. Para el rodillo se necesitaba mayor potencia y menos velocidad; para el fosbury flop mayor
velocidad y mayor estilización del
saltador.
Pero el rodillo no estaba dispuesto a rendirse. El 3 de julio de
1977, en Richmond, el soviético
(ucraniano) Vladimir Yaschenko
sobrepasó 2,33 metros saltando
con el estilo que estaba llamado
a extinguirse. Fue un niño prodigio
de una calidad absolutamente fantástica, pero que duró muy pocos
años en la cima. Según cuentan
las leyendas, su régimen de vida
En los Juegos de México
1968, el estadounidense Dick
Fosbury revolucionó la prueba
al saltar de espaldas al listón
consistía en entrenarse, dormir y
comer. Y no lo aguantó. Duró muy
pocos años en la élite mundial.
A partir de Yaschenko, se impuso el fosbury. Recobró la supremacía con el polaco Jacek Wszola
(2,35 en 1980) y continuó hasta
romper la barrera de los 2,40.
Lo hizo el soviético Rudolf Povarnitsyn en 1985.
El récord mundial actual lo tiene Javier Sotomayor, en 2,45 metros, logrado en Salamanca, una
ciudad donde, curiosamente, el
apellido Sotomayor tiene rancio
abolengo.
¿Y en España? Las plusmarcas
las tienen Arturo Ortiz, ya retirado
y ahora entrenador, con 2,34 metros, y Ruth Beitia con 2,02. Ambos saltaban o saltan a fosbury,
evidentemente. El último estilo y,
casi seguro, el definitivo. Nadie ha
podido idear hasta el momento
forma más efectiva de franquear
un listón.
ARTURO
ORTIZ. Llevó
el récord
español
hasta los 2,34
metros, una
altura ahora
inaccesible
para los
españoles.
54
55
EL MUNDO DEL BALONCESTO AÑORA EL
El número 32
del AS Color
original reflejaba la séptima edición
del Torneo
de Navidad,
ganado por
la universidad de North
Carolina.
Previs levantaba el trofeo
conquistado
ante el Real
Madrid.
SALTO DE
CALIDAD. En
1971, North
Carolina llevó
al torneo a
unas cotas
de fama y
prestigio que
aún no había
alcanzado.
En la imagen,
una lance del
partido ante
el Joventut.
TORNEO
DE NAVIDAD
NACHO ALBARRÁN /
A
todos los que amamos el
baloncesto hace ya ocho
años que nos falta algo para que
las fiestas navideñas sean del
todo redondas: el mítico Torneo
Internacional de Navidad. Ese festival que el Real Madrid organizó
durante casi cinco décadas y que
se sacó de la chistera en 1966
Raimundo Saporta, por aquel entonces gran rector del basket madridista, coincidiendo con la inauguración del Pabellón de la Ciudad
Deportiva. Fue más importante de
lo que parece, porque relanzó la
trascendencia en España de una
disciplina que malvivía a la sombra del fútbol y le dio una dimensión mediática que no tenía,
gracias a las retransmisiones televisivas por las que peleó el propio Saporta. Participaron equipos
y selecciones de leyenda, y por la
capital de España pasaron los mejores jugadores que ha dado hasta ahora este maravilloso deporte
en Europa, así como algunos estadounidenses que luego brillaron
en la NBA. Fue tan respetado, que
incluso el convenio laboral de los
jugadores permitía excepcionalmente la vulneración del descanso obligatorio en los citados días
de Navidad.
Clubes como Varese, Milán,
Palmeiras, Partizán, Jugoplastika,
Durante 40 años, el Madrid
fue anfitrión de un prestigioso
torneo internacional alumbrado
por Raimundo Saporta, que
contó con los mejores equipos
y jugadores del mundo. Un cita
que ahora se echa de menos.
Maccabi, Aris, Benneton, Cibona,
Olympiacos y Scavolini; y selecciones como Checoslovaquia, la
URSS, Yugoslavia, Brasil, Grecia,
Argentina e Italia acudieron a la
llamada del club blanco para dar
espectáculo, sin olvidar al equipo
de la universidad de North Carolina, que aportó al torneo ese salto de calidad que necesitaba en
la edición de 1971. Precisamente la que aparecía en el número
del AS Color original que reproducimos ahora.
Era la primera visita a España
de un equipo universitario estadounidense. En sus filas figuraban
futuros NBA como Bob McAdoo,
Bobby Jones y George Karl, que
años más tarde repitió, pero ya
como entrenador blanco. El Joventut de Badalona y el Unión
Española de Chile completaba el
car tel. El duelo entre la Penya y
el Madrid estuvo cargado de polémica, porque el técnico blanco,
Pedro Ferrándiz, había dado como
descar tado por lesión a Wayne
Brabender, pero finalmente le alineó. Se dice que un periodista catalán, indignado por aquella triquiñuela, agredió al desde entonces
llamado ‘Rommel’ del baloncesto
(por sus dotes de estratega) en el
túnel de vestuarios. North Carolina y el anfitrión se jugaron el título en el que quizá fue el mejor encuentro de la historia del Torneo
UN TITÁN.
Clifford
Luyk fue el
jugador más
destacado del
Real Madrid
en el duelo
ante North
Carolina, pero
ganaron los
universitarios
liderados por
Bob McAdoo y
George Karl.
56
de Navidad. “Hubo baloncesto de
verdad, del que no se ve todos los
días (ni todas las décadas) por
nuestro país. Las jugadas más
brillantes se aderezaban con la
agresividad más violenta, con las
entradas más relampagueantes,
con la lucha más cerrada”, escribía Carlos Jiménez en su crónica
de AS. Ganaron los yanquis (7783), con 17 puntos de Karl, otros
tantos de Jones y 14 de McAdoo.
Luyk anotó 25 y Rullán 17 en el
Madrid. Y el torneo se vino arriba
a partir de entonces.
North Carolina, con nuevos jugadores (entre ellos el actual mánager general de los Lakers, Mitt
Kupchak), volvió al Pabellón de la
Ciudad Deportiva tres años después. Y hubo venganza blanca en
otro par tidazo: 112-101 para el
equipo que lideraron Walter Szczerbiack (35 puntos) y Brabender
(30). Al margen de las grandes figuras del Madrid, en las siguientes ediciones fueron apareciendo
excelentes jugadores. En la de
1977, Bernard King, líder de la
Universidad de Tennessee, sumó
110 puntos (a una selección de
África le metió 55). En su carrera en la NBA rebasó los 19.000,
llegando a ser varias veces all
star. En 1980, con la temible selección de la URSS vinieron entre otros Eremin, Tarakanov y un
joven Iovaisha. Al año siguiente,
con el Sirio brasileño compareció
el gran Oscar Schmidt Becerra
(anotó 108 puntos) y con el Partizán de Belgrado venía Kikanovic.
Y en 1982 saltó la sorpresa al imponerse el Inmobanco, donde jugaban Indio Díaz, Del Corral, Toñín
Llorente (ante su hermano madridista José Luis) y Vicente Gil.
El espectáculo continuó en esa
década de los ochenta, la más
57
IMPARABLE.
Savonis
apareció con
la selección
soviética en
la edición
de 1984. A
falta de dos
minutos y
seis segundos,
ejecutó un
mate que
rompió el
tablero.
SIEMPRE
PRESENTES.
Raimundo
Saporta y
Fernando
Martín fueron
recordados
siempre,
tras sus
respectivas
muertes, en
las últimas
ediciones del
torneo.
completa que vivió del torneo, y
siguieron llegando estrellas. Por
el Madrid, por ejemplo, pasó el
gran Mirza Delibasic, dejando un
recuerdo imborrable en la memoria colectiva del madridismo. Volvió la URSS con nuevos valores:
Valters, Marciulonis, Homicius y,
sobre todo, Arvydas Sabonis, protagonista de una de las grandes
anécdotas del torneo en 1984.
Los soviéticos se llevaron el título en un partido que nunca terminó por culpa del pívot de Kaunas,
que destrozó uno de los tableros
al ejecutar un mate cuando restaban dos minutos y seis segundos.
Romay no pudo pararle y Del Corral fue testigo directo del destrozo. Sabonis (22 puntos) y el mítico
Vladimir Tkachenko (17) lideraron
a su equipo ante el Madrid del
añorado Fernando Martín.
Siguieron los años dorados y
los partidos pasaron a disputarse
Por el torneo han aparecido
figuras como Bernard King,
Tarakanov, Oscar Schmidt,
Delibasic, Savonis, Petrovic...
en el Palacio de Deportes por las
obras del Pabellón de la Ciudad
Deportiva. Y llegó un volcán con
la forma de uno de los mejores jugadores de la historia, el entonces
aún yugoslavo Drazen Petrovic. Venía escoltado por Vrankovic, Perasovic, Divac… casi nadie. Y aunque se perdió el primer par tido,
explotó en el segundo ante el Golden State All Stars: 49 puntazos.
Eso sí, en el partido definitivo de
la edición de 1986, los blancos,
liderados por Martín, Townes y Biriukov, se vengaron del de Sibenik, que les había derrotado con
la Cibona en la final de la Copa de
Europa de 1985. Los rusos volverían en 1987 y los balcánicos, al
año siguiente. Ambas ediciones
las ganó brillantemente el Madrid, que tuvo en sus filas, en la
segunda de ellas, al propio Petrovic. La primera se decidió con una
canasta de Antonio Mar tín, hermano de Fernando, cuya muerte en accidente de tráfico, aquel
funesto 3 de diciembre de 1989,
fue un amargo episodio que dejó
huella en la historia del equipo
merengue y de su torneo navideño. A partir de entonces, comenzó a llamarse Memorial Fernando
Martín. El pívot había regresado
DUELO DE
ALTURA.
Fernando
Romay (2,13)
y Vladimir
Tkachenko
(2,21) se
enfrentaron
en la edición
del torneo de
1984, que al
final se llevó
el equipo
soviético.
58
un par de años antes a la disciplina blanca tras haberse convertido en el primer español que debutaba en la NBA, con los Portland
Trail Blazers.
Aquel torneo, el de las bodas de plata, sin el mayor de los
Martín fue triste y a la vez emotivo para toda la familia blanca. A
la muerte del 10 (dorsal que fue
retirado en el equipo blanco ese
año) se unió la marcha de Petrovic a Estados Unidos y el padre
de Biriukov sufrió un infar to horas antes del primer partido. Así
las cosas, acabó con derrota de
los locales ante el Aris Salónica
de Giannakis. El trofeo se lo llevó
la potente Jugoplastika de Split,
que venía con otro jugador superlativo, Toni Kukoc, brillante en Europa (tres títulos continentales) y
en la mejor liga del mundo, sobre
todo, con los Bulls, con quienes
ganaría tres anillos de campeón.
Repetiría comparecencia dos veces, la última con el Benneton de
Treviso. Años más tarde, ya cerca
de su retirada en 2006, llegó a
declarar que si volvía al Viejo Continente sería “sólo para jugar en
el Real Madrid”, algo que nunca
sucedió.
En los 90 comenzó el imparable declive del cuadrangular que
en sus últimos años pasó a disputarse en formato de semifinales y
final y después a partido único. El
calendario internacional se apretó con el cambio de formato de
la Copa de Europa y la posterior
creación de la Euroliga, y eso dificultó mucho la labor de encontrar
equipos de entidad que estuvieran
disponibles. Terminó convirtiéndose en una desgraciada sombra de
sí mismo. Aún así, siguieron apareciendo estrellas como Djordjevic
y Rebraca, que acudieron con Yu-
59
CICLÓN
PETROVIC.
El entonces
yugoslavo le
hizo nada
menos que
49 puntos al
Golden State
All Star, en
el segundo
partido del
torneo de la
edición de
1986.
SIEMPRE EN
EL RECUERDO.
Fernando
Martín volvió
a disputar
con el Madrid
el torneo, en
1987, tras
su pionera
experiencia
de jugar en
la NBA: en
Portland Trail
Blazers.
goslavia; Kirilenko, con el CSKA
Moscú; Turkoglu, con el Efes Estambul; y el propio Sabonis, que
volvió esta vez con la camiseta
del anfitrión junto a otro grande,
Joe Arlauckas. La ineludible cita
navideña dio sus últimos estertores de nuevo en el rebautizado Pabellón Raimundo Saporta, a quien
se recordó especialmente junto a
Martín en aquellas grises ediciones. Tal fue el desinterés por la
escasa calidad de los rivales, que
se recuerdan con más cariño los
partidos de veteranos que precedían a la disputa del trofeo, con
viejas glorias, como Corbalán, Iturriaga, Llorente y Romay. El Real
Madrid conquistó su vigesimosexto título ante el Telemar de Sao
Paulo, que cerró sin pena ni gloria en 2004 los 40 años de historia (el experimento desubicado de
septiembre de 2006 ante el Lietuvos Rytas no merece ser incluido)
de una cita de un prestigio internacional sin precedentes y que significó mucho, sobre todo para los
El Real Madrid logró su 26º
título ante el Telemar de Sao
Paulo, en 2004, celebrando
los 40 años del torneo
aficionados madridistas. Cómo recuerda Enrique Ojeda, que cubrió
muchas veces el torneo, tenía su
propio público que acudía exclusivamente a ver aquellos partidos
desenfadados, pero muy competitivos de cada Navidad. Unos duelos que se echan de menos.
VIVIÓ AL MENOS OCHO EDICIONES
JOSÉ LUIS LLORENTE:
“LO PASÁBAMOS MUY BIEN”
El exjugador del Real Madrid, José Luis Llorente, que vivió al menos ocho ediciones del
Torneo de Navidad, recuerda con cariño sus
participaciones en el cuadrangular blanco.
“La verdad es que no era molesto para nosotros, aunque nos quedáramos sin descanso
navideño. Lo veíamos como algo festivo y,
desde que luego, disfrutábamos juntos ante
grandes equipos y muy buenos jugadores. Lo
pasábamos muy bien”, recuerda el que fuera
base madridista. “Eran partidos desenfadados, sin la presión que exigía la competición
oficial, lo que hacía que hubiera acciones
espectaculares y buen juego”. En el capítulo
de las anécdotas, Llorente alude a ciertos
intercambios comerciales que hacían con
equipos del este de Europa: “Había algún que
otro ‘trapicheo’, sobre todo con los rusos.
Ellos lo tenían crudo para comprar en su país
y por eso intercambiábamos algunos objetos
con ellos”.
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