La Bajada de la Virgen de los Reyes, se celebra el primer sábado de julio cada cuatro años. En ella la Virgen es trasladada desde su santuario, en La Dehesa de Sabinosa, despoblada tierra de míticos pastores, hasta la capital de la isla, Valverde, durante la cual recorre los principales pueblos de la isla. En 1643, la Virgen de los Reyes, a la que se le atribuyó el fin de una grave sequía que asoló la isla, fue proclamada "patrona titular de las Aguas". El motivo que dio lugar a la Bajada de la Virgen, fue otra pertinaz sequía que se cernió sobre la isla en 1740, y que asoló sus ganados y diezmó a sus habitantes. Para rogar su salvación éstos marcharon a la cueva del Caracol a pedir agua, y allí auparon a su madre "La Virgen" y la llevaron en procesión de rogativas a Valverde. Al llegar a la montaña de Ajare, el milagro se hizo. Una lluvia torrencial se desencadenó sobre la isla. En esta fiesta de extraordinario sabor folclórico desempeñan un papel fundamental los bailarines, que se van incorporando a la procesión a medida que la Virgen pasa por los pueblos del obligado y tradicional itinerario. La música de esta bajada está compuesta por más de veinte danzas cortas, todas distintas y con música propia, Santo Domingo, Redondo, Tajaraste... Los bailarines van cambiando de toque y de ritmo según el pito o flauta travesera de seis agujeros, hecha artesanalmente, y por las chácaras y los tambores. Tras llegar la imagen mariana a la Villa de Valverde se le impone el bastón de mando de la capital por medio del alcalde y entra la imagen en la Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción (que es la iglesia matriz de la isla). La bajada dura aproximadamente un mes hasta el primer sábado de agosto, tras lo cual la Virgen de los Reyes regresa a su santuario en La Dehesa hasta dentro de cuatro años.