COMUNICACIÓN ,&RQJUHVRGH&LHQFLD5HJLRQDOGH$QGDOXFtD$QGDOXFtDHQHOXPEUDOGHOVLJOR;;, EVOLUCIÓN DE LOS FACTORES DE PRODUCCIÓN AGRÍCOLAS EN ANDALUCÍA EN LA DÉCADA DE LOS OCHENTA JIMÉNEZ GONZÁLEZ, Caños Santos PEÑA SÁNCHEZ, Antonio Rafael Universidad de Cádiz I. INTRODUCCIÓN La importancia del sector agrícola en Andalucía ha sido uno de los pilares básicos de la estructura productiva de nuestra región y las transformaciones que dicho sector ha experimentado en la década de los ochenta justifican esta comunicación por la repercusión tanto económica como social que ello está creando. En la misma vamos a analizar la evolución seguida por los tres factores de producción: tierra, trabajo y capital, con el objeto de poner de relieve las diferencias existentes entre las distintas formas de organización de la producción agrícola así como la destacada relación entre estos inputs. Para la elaboración de dicho trabajo hemos utilizado como fuente de datos los Censos Agrarios de 1982 y 1989 publicados por el Instituto Nacional de Estadística. II. LA TIERRA COMO FACTOR FUNDAMENTAL DE PRODUCCIÓN La tierra como factor de producción sigue siendo determinante en la agricultura, pese a que la incorporación de tecnologías químico-biológicas y al desarrollo de las fuerzas productivas lleva aparejado una cierta disminución de la importancia de este medio de producción. Por ello, es necesario un análisis de la distribución y concentración de la tierra, el régimen de tenencia, la parcelación de las explotaciones y la puesta en valor de la tierra para caracterizar la evolución seguida por la estructura agraria en Andalucía en la década de los ochenta. II. 1. Distribución y concentración de la tierra El capítulo de la distribución general de la tierra en Andalucía caracteriza a dicha región como un área en la que predomina las estructuras latifundistas como forma de explotación agraria, olvidándose de que existen dentro de Andalucía formas de explotaciones diferentes a las ya mencionadas y que ocupan espacios significativos. La superficie agraria de Andalucía representa en torno al 17 % del total nacional, sin olvidar que esta región aporta el 27 % del Valor Añadido Bruto (VAB) agrario y que el empleo ocupado en dicho sector supone el 23 % del total nacional, de ahí la importancia del presente estudio. En los cuadros nº 1 y 2 se recogen la distribución del número de explotaciones y la superficie ocupada por las mismas en el período intercensal 1982-1989. En los mismos podemos observar la persistencia de una desigual distribución de la tierra a lo largo del período estudiado: la tierra se concentra en un reducido número de explotaciones mientras que existe un elevadísimo número de explotaciones de dimensión muy reducidas que acaparan una porción muy pequeña de la superficie agraria andaluza. 596 COMUNICACIÓN ,&RQJUHVRGH&LHQFLD5HJLRQDOGH$QGDOXFtD$QGDOXFtDHQHOXPEUDOGHOVLJOR;;, CUADRO Nº 1 DISTRIBUCIÓN DEL NÚMERO DE EXPLOTACIONES Y LA SUPERFICIE OCUPADA ENTRE LOS DISTINTOS TAMAÑOS DE EXPLOTACIONES EN 1982 (En %) < 5 has. 5-20 has. 20-100 has. 100-200 has. > 200 has. Provincias Explot. Superf. Explot. Superf. Explot. Superf. Explot. Superf. Explot. Almería 67,37 5,60 20,55 11,74 9,87 22,29 1,19 9,13 1,02 Superf. 51,25 Cádiz 61,47 3,16 22,83 6,94 10,30 13,10 2,06 8,82 3,34 67,99 Córdoba 56,87 4,38 25,49 10,02 12,61 22,15 2,62 14,79 2,41 48,65 Granada 70,83 7,75 20,59 13,78 6,79 19,31 0,94 9,19 0,84 49,96 Huelva 64,48 2,96 21,91 5,48 8,95 9,92 1,80 6,55 2,86 75,10 Jaén 72,99 9,90 20,05 14,10 5,56 17,05 0,73 7,52 0,67 51,44 Málaga 72,66 9,38 20,53 13,51 5,23 15,10 0,84 8,29 0,74 53,73 Sevilla 45,44 2,80 33,27 10,44 15,14 19,49 2,85 11,95 3,29 55,32 Andalucía 66,38 5,82 22,39 10,99 8,39 17,69 1,39 9,76 1,46 55,74 Fuente: Elaboración propia a partir del Censo Agrario de 1982. CUADRO Nº 2 DISTRIBUCIÓN DEL NÚMERO DE EXPLOTACIONES Y LA SUPERFICIE OCUPADA ENTRE LOS DISTINTOS TAMAÑOS DE EXPLOTACIONES EN 1989 (En %) < 5 has. Provincias 5-20 has. Explot. Superf. 20-100 has. Explot. Superf. 100-200 has. > 200 has. Explot. Superf. Explot. Superf. Explot. Superf. Almería 73,26 6,67 17,06 10,81 7,75 20,01 0,93 8,15 0,99 54,35 Cádiz 63,89 3,16 20,78 6,74 9,72 13,23 2,17 9,95 3,44 66,92 Córdoba 58,56 4,54 25,16 10,11 11,47 20,12 2,39 13,77 2,42 51,45 Granada 73,61 7,96 18,69 12,66 6,00 17,76 0,87 8,51 0,83 53,11 Huelva 65,54 3,37 21,21 5,99 8,92 11,19 1,69 6,91 2,64 72,54 Jaén 72,29 10,62 20,91 15,45 5,38 17,20 0,68 7,49 0,74 49,24 Málaga 75,08 11,77 18,39 15,72 5,12 19,62 0,70 9,22 0,71 43,67 Sevilla 48,22 3,23 32,10 11,15 14,43 20,17 2,39 11,29 2,86 54,15 Andalucía 68,51 6,42 21,17 11,30 7,68 17,66 1,23 9,57 1,41 55,05 Fuente: Elaboración propia a partir del Censo Agrario de 1989. II. 1.1. Evolución de las explotaciones agrarias La evolución del número de explotaciones agrarias a lo largo de la década de los ochenta ha sido positiva, registrando un aumento de 10.540 explotaciones, lo que representa un crecimiento relativo del 2,55 %. Esta tendencia positiva del número de explotaciones fue seguido por seis de las ocho provincias andaluzas, con la excepción de Granada y Sevilla, que registraron disminuciones de 363 y 1.212 explotaciones respectivamente, lo que supone crecimientos relativos negativos de 0,4 % y 3,2 %, respectivamente. Refiriéndonos al tamaño de las explotaciones, los cambios que se producen en Andalucía no son uniformes, como se pone de manifiesto en los cuadros nº 1 y 2. Las explotaciones con tamaño inferior a 5 has. tienden a incrementarse en la práctica totalidad de las provincias andaluzas, rompiendo dicha tendencia Jaén, que sufre un retroceso de 0,7 puntos. Las explotaciones medianas, es decir, aquella cuyo tamaño oscila entre 5 y 20 has. disminuyen en todas las provincias andaluzas, salvo Jaén, que incrementa la proporción de dichas explotaciones en 0,41 puntos. Se produce una disminución generalizada en las explotaciones comprendidas entre 20 y 100 has. Las explotaciones con 100 y 200 has. sufre una disminución a nivel provincial, sólo rota por Cádiz, que aumenta en 0,11 puntos. Las explotaciones con tamaño superior a 200 has. o latifundistas sufren un descenso en Andalucía, aunque tres de las ocho provincias incrementan este tipo de explotaciones, como son Cádiz, Córdoba y Jaén. 597 ,&RQJUHVRGH&LHQFLD5HJLRQDOGH$QGDOXFtD$QGDOXFtDHQHOXPEUDOGHOVLJOR;;, COMUNICACIÓN Por tanto y en términos generales, se puede comprobar como durante los años ochenta se acentúa la bipolarización de las explotaciones agrarias andaluzas, ya que se produce un aumento generalizado de las explotaciones pequeñas en contra del resto de las explotaciones. II. 1.2. Evolución de la superficie agraria Si observamos de nuevo los cuadros nº 1 y 2, comprobamos como la superficie ocupada por el conjunto de explotaciones inferiores a 5 has. en Andalucía se ha incrementado a lo largo del período analizado. Esta tendencia sólo fue rota por la provincia de Cádiz, la cual mantuvo constante el procentaje de superficie en el 3,16 %. Por otro lado, el porcentaje de superficie de las explotaciones cuyo tamaño oscila entre 5-20 has. ha experimentado un notable ascenso, como consecuencia del aumento generalizado del conjunto de las provincias andaluzas, con la excepción de Almería, Cádiz y Granada, que sufren descensos en el período intercensal 1982-1989. La superficie de las explotaciones mediana-grandes (comprendidas entre 20 y 100 has.) experimentan un ligerísimo descenso (0,03 puntos), pasando de representar el 17,69 % en 1982 al 17,66 % en 1989, tendencia a la disminución que no fue seguido por provincias como Cádiz, Huelva, Jaén, Málaga y Sevilla, cuyos aumentos no pudieron romper la tendencia descendente. Y por último, la superficie ocupada por las explotaciones superiores a 200 has. o latifundistas experimentan un leve descenso, pasando del 55,74 % al 55,05 % en el período que estamos analizando. Dicha tendencia no ha sido acompañada por Almería, Cádiz, Córdoba, Granada y Sevilla, que aumentan su participación en dicho período. Por tanto, se comprueba como la pretendida homogeneidad latifundista de Andalucía hay que matizarla cuando se desciende a escala territorial provincial, dibujándose dos áreas extremas por la disposición de la distribución del espacio agrario. Una zona, eminentemente latifundista, que engloba a las provincias de Cádiz y Huelva, donde las explotaciones superiores a 200 has. acaparan más del 60 % de la superficie agraria y donde las explotaciones inferiores a 20 has. detentan aproximadamente menos del 10 % de dicha superficie. Otra zona donde se consigue un cierto equilibrio en el reparto de la superficie agraria entre los distintos tamaños de explotaciones. Las explotaciones inferiores a 20 has. acumulan casi el 30 % de la superficie y las explotaciones superiores a 200 has. no llegan a detentar el 50 % de la superficie. Ésta estaría representada por las provincias de Jaén y Málaga. En una posición intermedia, entre los dos anteriores, estaría Almería, Córdoba, Granada y Sevilla, donde las explotaciones de menos de 20 has. detentan alrededor del 15 % frente al aproximadamente 53 % de las explotaciones de más de 200 has. II. 1.4. Evolución de la superficie media de las explotaciones según su tamaño El comportamiento de la superficie media de las explotaciones en el conjunto de las provincias andaluzas durante el período intercensal 1982-1989 ha sufrido un leve descenso, pasando de 19,56 a 17,93 has./explotación para dichos años respectivamente. Esta predisposición a la disminución es seguida por todas las provincias andaluzas si lo medimos a través de la media, pero según el tamaño de las explotaciones el comportamiento ha sido muy heterogéneo, como se puede apreciar en los cuadros nº 3 y 4, ya que disminuyen la superficie media de las explotaciones menores a 100 has. y mayores a 200 has., aumentando las de las explotaciones grandes (100-200 has.). A nivel provincial, cabe destacar la generalizada disminución de la superficie media de las explotaciones inferiores a 5 has., sólo rota esta tendencia por el aumento que experimenta la provincia de Jaén. 598 COMUNICACIÓN ,&RQJUHVRGH&LHQFLD5HJLRQDOGH$QGDOXFtD$QGDOXFtDHQHOXPEUDOGHOVLJOR;;, CUADRO Nº 3 SUPERFICIE MEDIA (En Has.) POR EXPLOTACIÓN DE LAS PROVINCIAS ANDALUZAS EN 1982 Provincias < 5 has. 5-20 has. 20-100 has. 100-200 has. > 200 has. Media Almería 1,45 9,99 39,49 134,66 875,86 17,49 Cádiz 1,68 9,92 41,51 140,03 664,11 32,65 Córdoba 1,91 9,75 43,54 139,85 500,51 24,78 Granada 1,56 9,52 40,45 138,65 845,59 14,22 Huelva 1,74 9,50 42,04 138,33 996,28 37,95 Jaén 1,77 9,19 40,03 134,78 1005,69 13,06 Málaga 1,78 9,05 39,71 136,51 993,92 13,75 Sevilla 2,03 10,35 42,47 138,22 555,26 33,00 Andalucía 1,71 9,60 41,25 137,88 746,14 19,56 Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del Censo Agrario de 1982. CUADRO Nº 4 SUPERFICIE MEDIA (En Has.) POR EXPLOTACIÓN DE LAS PROVINCIAS ANDALUZAS EN 1989 Provincias < 5 has. 5-20 has. 20-100 has. 100-200 has. > 200 has. Media Almería 1,41 9,78 39,87 135,74 841,84 15,44 Cádiz 1,54 10,07 42,22 142,44 603,54 31,03 Córdoba 1,89 9,82 42,86 140,79 519,56 24,42 Granada 1,51 9,44 41,21 136,54 894,75 13,93 Huelva 1,73 9,51 42,25 137,30 925,38 33,68 Jaén 1,83 9,20 39,83 137,59 825,22 12,45 Málaga 1,66 9,04 40,50 139,27 653,85 10,58 Sevilla 1,99 10,31 41,49 140,41 561,48 29,69 Andalucía 1,68 9,57 41,24 139,03 698,46 17,93 Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del Censo Agrario de 1989. En las explotaciones entre 5-20 has. también disminuyen la superficie media, aunque con aumento en Cádiz, Córdoba, Huelva y Jaén. En las explotaciones comprendidas entre 20 y 100 has., la insignificante disminución experimentada no se corresponde con la tendencia seguida por Almería, Cádiz, Granada, Huelva y Málaga, que experimentan ascensos significativos. En las explotaciones grandes (100-200 has.), la evolución positiva seguida en el conjunto de las provincias que componen el agro andaluz es rota por Granada y Huelva, que sufren disminuciones de su superficie media. Y por último, las explotaciones de más de 200 has. o latifundistas sufren un retraimiento de su superficie media, no correspondiéndose con los aumentos experimentados por Córdoba, Granada y Sevilla, que experimentan aumentos aunque no muy significativos. Por tanto, se comprueba, una vez más, como la pretendida homogeneidad regional se vuelve a romper cuando descendemos a nivel provincial, lo que demuestra la heterogeneidad agraria existente en Andalucía. II. 2. Régimen de tenencia de la tierra El análisis de las formas de tenencia de la tierra, al margen del significado económico que pueda tener, contribuye de forma decisiva a esclarecer la cuestión de la distribución de la tierra. La forma de tenencia de la tierra dominante, en el conjunto de Andalucía, es la que corresponde a la explotación directa por el propietario, es decir, al régimen de propiedad, lo que representaba el 75,0 % en 1982 y el 79,5 % en 1989. El arrendamiento constituye el segundo régimen de tenencia en importancia, ya que afectaba al 12,7 % en 1982 y al 12,5 % en 1989. Las tierra llevadas en régimen de aparcería sufren una pequeña disminución a 599 COMUNICACIÓN ,&RQJUHVRGH&LHQFLD5HJLRQDOGH$QGDOXFtD$QGDOXFtDHQHOXPEUDOGHOVLJOR;;, lo largo de la década de los ochenta, pasando de 2,9 % en 1982 a 2,4 % en 1989. En el grupo de otros regímenes se produce una relativa disminución, oscilando de 9,1 % a 5,4 % de la superficie entre 1982 y 1989, respectivamente. CUADRO Nº 5 PROPORCIÓN DE LA SUPERFICIE CENSADA EN 1982 BAJO LOS DISTINTOS REGÍMENES DE TENENCIA (En %) Andalucía Almería Cádiz Córdoba Granada Tamaño A B C D A B C D A B C D A B C D A B C < 5 has. 88,4 7,6 2,0 1,8 85,0 3,7 7,9 3,3 76,0 17,9 2,1 3,9 89,2 7,9 1,3 1,4 84,9 12,1 1,7 1,1 5-20 has. 79,5 12,9 3,2 4,2 90,8 2,5 5,9 0,7 57,5 32,7 2,3 7,4 80,8 14,4 3,0 1,6 79,7 15,3 3,6 1,2 20-100 has. 75,3 17,4 6,0 1,1 81,4 3,4 14,4 0,6 60,6 34,9 3,4 1,0 74,9 19,3 4,4 1,1 68,4 19,0 10,7 1,7 100-200 has. 72,5 19,2 6,1 2,0 72,5 5,7 20,1 1,5 61,4 34,1 2,5 1,8 72,8 21,1 3,6 2,3 63,3 18,8 15,1 2,6 > 200 has. 73,1 10,6 1,5 14,6 71,3 0,9 3,7 23,9 74,2 17,4 0,1 8,1 72,2 15,3 1,7 10,6 66,8 6,0 5,2 21,8 Media 75,0 12,7 2,9 9,1 76,7 2,2 8,1 12,8 70,2 22,2 1,0 6,4 74,5 16,6 2,7 6,0 70,0 11,4 6,7 11,7 Huelva Jaén Málaga Sevilla A B C D A B C D A B C D A B C D < 5 has. 87,6 5,8 1,0 5,4 93,3 4,4 1,7 0,5 90,0 7,4 0,8 1,6 87,0 8,7 1,0 3,1 5-20 has. 83,7 11,7 1,6 2,7 86,2 8,7 4,4 0,5 83,9 12,1 1,7 2,1 63,3 16,2 1,3 19,0 20-100 has. Tamaño 79,9 16,9 1,7 1,3 82,4 11,4 5,6 0,4 78,2 17,6 2,7 1,4 73,2 23,4 1,8 1,4 100-200 has. 76,5 20,9 1,1 1,3 81,8 12,2 4,1 1,6 74,1 18,4 2,4 4,8 74,6 22,3 2,0 0,9 > 200 has. 71,4 14,2 0,3 14,0 78,1 3,2 0,6 17,9 65,1 11,2 0,4 23,1 81,4 15,0 0,3 3,1 Media 73,8 14,5 0,5 11,0 81,7 6,2 2,4 9,5 72,7 12,5 1,2 13,5 77,3 17,5 0,9 4,2 Nota: A. Propiedad C. Aparcería B.Arrendamiento D D. Otros regímenes Fuente: Elaboración propia a partir del Censo Agrario de 1982. CUADRO Nº 6 PROPORCIÓN DE LA SUPERFICIE CENSADA EN 1989 BAJO LOS DISTINTOS REGÍMENES DE TENENCIA (En %) Andalucía Almería Cádiz Córdoba Granada Tamaño A B C D A B C D A B C D A B C D A B C D < 5 has. 92,4 5,2 1,3 0,9 92,8 2,5 4,2 0,2 83,5 12,7 1,1 2,5 92,2 5,8 1,0 0,7 90,5 7,8 1,0 0,6 5-20 has. 86,3 10,0 2,3 1,3 93,7 2,7 3,4 0,1 67,2 26,3 1,8 4,6 83,3 13,1 2,1 1,3 87,0 9,8 2,5 0,5 20-100 has. 78,4 15,9 4,6 1,0 85,9 6,4 7,4 0,1 65,0 30,6 2,6 1,6 76,5 18,2 3,6 1,5 76,7 13,5 8,9 0,7 100-200 has. 73,6 18,5 5,8 1,9 73,2 9,1 17,1 0,5 65,4 29,9 2,2 2,4 71,6 21,4 3,9 2,9 66,0 15,4 17,2 1,2 > 200 has. 78,0 11,7 1,2 8,9 89,7 6,7 1,6 1,9 77,7 17,9 0,4 3,9 72,5 17,8 1,7 7,8 70,2 6,7 3,3 19,7 Media 79,5 12,5 2,4 5,4 88,2 6,1 4,4 1,1 74,2 21,1 1,0 3,5 75,2 17,3 2,4 4,9 74,7 9,1 5,2 10,8 Huelva Jaén Málaga Sevilla Tamaño A B C D A B C D A B C D A B C D < 5 has. 87,6 5,1 0,7 6,3 95,6 2,8 1,1 0,2 93,7 4,9 0,5 0,7 91,3 6,5 0,9 1,1 5-20 has. 83,9 9,8 1,3 4,7 90,2 6,0 3,4 0,2 88,6 8,6 1,2 1,4 83,1 13,4 1,5 1,8 20-100 has. 80,6 15,1 1,5 2,6 84,3 9,6 5,3 0,6 80,4 16,5 1,9 1,1 74,1 22,3 2,5 1,0 100-200 has. 76,7 21,0 1,4 0,7 85,5 7,7 3,8 2,8 75,5 20,6 1,4 2,4 75,7 21,7 1,4 1,1 > 200 has. 82,6 16,1 0,1 1,0 81,1 2,9 0,2 15,7 65,7 9,9 0,5 23,8 81,8 14,9 1,6 1,6 Media 82,3 15,6 0,4 1,6 84,9 4,9 1,9 8,1 76,4 11,4 0,9 11,1 80,0 16,7 1,7 1,4 Nota: A. Propiedad C. Aparcería B.Arrendamiento D. Otros regímenes Fuente: Elaboración propia a partir del Censo Agrario de 1989. Si analizamos las características de los diferentes tipos de explotación según su tamaño (cuadros nº 5 y 6), se puede establecer las siguientes notas definitorias. Las explotaciones de menores dimensiones (menores a 20 has.) son llevadas mayoritariamente por los propietarios de las mismas, reforzándose este hecho de forma notable en el período intercensal 1982-1989; la aparcería ha perdido el peso que pudiera haber tenido en el pasado, al igual que las explotaciones en régimen de arrendamiento. Estos son hechos que han sido resaltados por la incorporación de estas explotaciones a una economía plenamente capitalista y el abandono de formas más o menos residuales de tenencia de la tierra, lo que representa la integración de las mismas en el sistema de mercado. Las explotaciones medianas y grandes (entre 20 y 200 has.) 600 COMUNICACIÓN ,&RQJUHVRGH&LHQFLD5HJLRQDOGH$QGDOXFtD$QGDOXFtDHQHOXPEUDOGHOVLJOR;;, coinciden con el grupo anterior en la extensión de la explotación directa por el propietario, aunque en menor grado. El arrendamiento constituye en este grupo la segunda forma de explotación en importancia, disminuyendo su peso relativo a lo largo de la década de los ochenta. Por último, las explotaciones latifundistas (superiores a 200 has.) presentan características muy similares en los distintos espacios agrarios andaluces, pudiéndose resaltar la escasa importancia de la aparcería en el período analizado y de otros regímenes en el año 1989. La explotación directa y el arrendamiento son los regímenes de tenencia dominantes, aunque se pueden apreciar notables diferencias entre las distintas provincias andaluzas. Los extremos en 1989 se encontraban en Almería, con una superficie en explotación directa de 89,7 % y un 1,9 % en otros regímenes y Granada, con un 70,2 % en explotación directa y un 19,7 % en otros regímenes. Por tanto, podemos concluir que entre los períodos censales 1982 y 1989, y en el conjunto de las provincias andaluzas, se ha producido un incremento de explotaciones gestionadas por sus propietarios, en detrimento del apartado de otros regímenes, fundamentalmente. II. 3. Parcelación de las explotaciones La parcelación de las explotaciones es un dato de extraordinario interés ya que permite conocer la racionalidad interna de la explotación que depende de que se alcance o no una dimensión mínima de la superficie, lo que determinará su viabilidad económica. En los cuadros nº 7 y 8 recogemos el promedio de parcelas por explotación entre los años objeto de este estudio. En los mismos podemos ver como, en líneas generales, el número de parcelas por explotación tiende a aumentar, pasando de 2,85 a 2,93 parcelas/explotación entre 1982 y 1989, respectivamente, rompiendo esta evolución Cádiz, Córdoba y Huelva, que disminuye el número de parcelas. El mayor aumento de la parcelación se da en las explotaciones superiores a 100 has., destacando entre las provincias a Jaén, que tiende a disminuir el número de parcelas en este tipo de explotaciones. En las explotaciones menores a 100 has., también aumenta el número de parcelas, pero en menor medida, destacando el comportamiento de Huelva, cuya disminución resalta en el período analizado. CUADRO Nº 7 NÚMERO DE PARCELAS POR EXPLOTACIÓN EN LAS PROVINCIAS ANDALUZAS EN 1982 Provincias < 5 has. 5-20 has. 20-100 has. 100-200 has. > 200 has. Media Almería 1,86 3,53 3,81 3,57 2,85 2,43 Cádiz 1,42 1,97 2,46 3,20 3,81 1,77 Córdoba 2,02 3,83 4,45 4,79 5,11 2,93 Granada 2,31 4,41 5,62 5,47 4,68 3,01 Huelva 2,36 4,74 5,50 4,34 6,31 3,32 Jaén 2,39 5,61 7,37 7,53 6,02 3,37 Málaga 1,92 3,23 3,63 4,34 4,89 2,32 Sevilla 1,52 2,83 4,20 4,21 4,40 2,54 Andalucía 2,11 4,04 4,86 4,82 4,83 2,85 Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del Censo Agrario de 1982. 601 COMUNICACIÓN ,&RQJUHVRGH&LHQFLD5HJLRQDOGH$QGDOXFtD$QGDOXFtDHQHOXPEUDOGHOVLJOR;;, CUADRO Nº 8 NÚMERO DE PARCELAS POR EXPLOTACIÓN DE LAS PROVINCIAS ANDALUZAS EN 1989 Provincias < 5 has. 5-20 has. 20-100 has. 100-200 has. > 200 has. Media Almería 1,98 4,37 5,76 6,49 7,34 2,78 Cádiz 1,38 2,02 2,61 2,71 4,10 1,75 Córdoba 1,97 3,85 4,36 5,22 5,15 2,87 Granada 2,36 4,83 6,91 8,13 7,14 3,18 Huelva 2,09 4,11 5,06 4,85 4,90 2,91 Jaén 2,50 5,83 7,70 7,25 5,55 3,53 Málaga 1,96 3,46 4,28 4,99 5,55 2,40 Sevilla 1,53 2,73 4,75 5,22 6,68 2,62 Andalucía 2,14 4,26 5,46 5,72 5,75 2,93 Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del Censo Agrario de 1989. III. EVOLUCIÓN DEL FACTOR CAPITAL Hasta finales de la década de los 50 algunos de los rasgos generales que caracterizaron a la agricultura andaluza fueron la existencia de una abundante mano de obra dedicada a este sector, la cual estaba mal remunerada, utilización de poca maquinaria y de unas técnicas de producción atrasadas y poca variedad en la oferta de productos alimenticios, dado que el bajo nivel de renta per cápita que se registraba en esa época llevaba a una demanda alimenticia poco diversificada. Sin embargo, a partir de los 60 se empiezan a producir en la economía española en general, y en la andaluza en particular, ciertos cambios entre los que cabe resaltar la puesta en marcha de un importante proceso de industrialización, aumento paulatino del nivel de vida (favorecido por la etapa de expansión vivida en esos momentos), lo que conlleva a importantes cambios en la composición de la demanda, y en especial en la alimenticia, y se van produciendo incrementos importantes del coste salarial del factor trabajo, sobre todo a partir de la mitad de los 70 dado que, entre otros motivos, el cambio del régimen político que se produjo en nuestro país en esa fecha potenció la aparición de los sindicatos y de las reivindicaciones salariales. Desde entonces el sector agrícola de Andalucía se ha visto envuelto en un proceso continuo de importantes transformaciones. Así, todos estos hechos están relacionados con la evolución seguida en el campo andaluz por el factor capital en la década de los 80, donde el aumento de la mecanización de las labores agrícolas ya iniciado en años anteriores continua también en nuestro período de estudio como una pauta de comportamiento, no sólo con el fin de paliar los efectos del encarecimiento de la mano de obra, sino también para tratar de hacer más productivas y rentables a las explotaciones, poder atender mejor la demanda de productos generados por este sector y ser más competitivos de cara al exterior. Para analizar este fenómeno nos vamos a centrar en el estudio de dos variables: el total de maquinaria propiedad exclusiva de las explotaciones y las explotaciones que utilizan maquinaria que no son propiedad de las mismas sino que están en régimen de copropiedad o cooperativa, o son propiedad de otras explotaciones o de empresas de servicios. III. 1. Maquinaria propiedad exclusiva de las explotaciones. La evolución de esta variable se recoge en el cuadro nº 9, donde aparece la tasa de variación experimentada por la misma entre 1982 y 1989, su crecimiento medio anual (medido a través de la tasa de variación media anual acumulativa), así como el porcentaje que representa la maquinaria registrada en cada provincia sobre el total de Andalucía en los dos años antes citados. 602 COMUNICACIÓN ,&RQJUHVRGH&LHQFLD5HJLRQDOGH$QGDOXFtD$QGDOXFtDHQHOXPEUDOGHOVLJOR;;, CUADRO Nº 9 EVOLUCIÓN DE LA MAQUINARIA PROPIEDAD EXCLUSIVA DE LAS EXPLOTACIONES AGRÍCOLAS PROVINCIAS T.VARIACIÓN TVMAA % 82 % 89 Almería 22,37 2,92 8,61 8,93 Cádiz 7,05 0,97 14,02 12,73 Córdoba 20,71 2,72 16,04 16,43 Granada 26,21 3,38 10,96 11,74 Huelva 26,93 3,46 5,09 5,49 Jaén 33,89 4,26 13,56 15,40 Málaga 18,95 2,51 11,06 11,16 Sevilla 3,40 0,48 20,66 18,12 Andalucía 17,87 2,38 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de los Censos Agrarios de 1982 y 1989. Tal como antes habíamos anticipados, entre 1982 y 1989 Andalucía ha experimentado un incremento de 17.716 maquinas dedicadas a las labores agrícolas y que son propiedad exclusiva de las explotaciones, lo que supone un aumento porcentual del 17,87% y un 2,38% de crecimiento medio anual acumulado. Si nos centramos en las provincias que configuran nuestra comunidad, de los datos reflejados en el cuadro se desprende que Jaén ha sido la que ha experimentado un mayor incremento, con una tasa de variación del 33,89% y un crecimiento medio anual del 4,26%, valores que representan casi el doble de los registrados en Andalucía. Le siguen en importancia Huelva, con una tasa de variación total del 26,93% y una tasa de variación media anual acumulativa del 3,46%, y Granada con un 26,21% y un 3,38% de aumento porcentual y medio anual acumulado respectivamente. Como fácilmente se puede deducir, estos valores experimentados por estas dos provincias están también por encima de la media andaluza. En sentido contrario cabe resaltar que la provincia andaluza que ha tenido un menor incremento de la maquinaria propiedad exclusiva de las explotaciones ha sido Sevilla, con un crecimiento total relativo del 3,40% y un 0,48% de crecimiento medio anual. Con una cierta diferencia, y con valores que también se sitúan muy por debajo de la media de la región, le sigue la provincia de Cádiz que ha registrado una tasa de variación en el período objeto de estudio del 7,05%, lo que representa una tasa de variación media anual acumulativa del 0,97%. Las restantes provincias (Almería, Córdoba y Málaga) ha experimentado unos valores de estas variables próximos a la media de la comunidad. Si analizamos el porcentaje que cada provincia representa sobre el total de nuestra región (columnas 3 y 4 del cuadro nº 9), observamos que Sevilla fue en 1982 la provincia con mayor cuantía de maquinaria propiedad exclusiva de las explotaciones, representando el 20,66% del total que había en Andalucía. En 1989 sigue siendo esta misma provincia la que ocupa el primer lugar con un 18,12%, a pesar de haber sido la que ha experimentado un menor crecimiento de esta variable como ya ha sido comentado. Por el contrario, la provincia con menor cantidad de maquinaria, tanto en 1982 como en 1989, ha sido Huelva con un 5,09% y un 5,48% del total andaluz en cada año objeto de este estudio, y todo ello a pesar de haber sido la segunda provincia que ha experimentado un mayor crecimiento relativo en cuanto al número de maquinaria que poseen las explotaciones agrícolas ubicadas en la misma. III. 2. Explotaciones que utilizan maquinarias que no son propiedad de las mismas. Como ya ha sido mencionado anteriormente, la copropiedad o cooperativa y la propiedad por parte de otras explotaciones o de empresas de servicios son las dos modalidades que distinguen los Censos 603 COMUNICACIÓN ,&RQJUHVRGH&LHQFLD5HJLRQDOGH$QGDOXFtD$QGDOXFtDHQHOXPEUDOGHOVLJOR;;, Agrarias sobre aquellas maquinarias que son utilizadas por algunas explotaciones agrícolas y que no son propiedad de las mismas. A pesar de ello vamos a agrupar en este apartado los dos formas citadas con el fin de manejar y analizar una única variable como es la evolución seguida por el número de explotaciones que utilizan maquinarias que no son propiedad de las mismas, si bien cabe aclarar que la segunda modalidad mencionada es la más utilizada en todas las provincias andaluzas. En el cuadro nº 10 se recoge la tasa de variación total, el crecimiento medio anual acumulado y el porcentaje que representa la variable que estamos estudiando de cada provincia sobre el total de Andalucía. CUADRO Nº 10 EVOLUCIÓN DEL NUMERO DE EXPLOTACIONES QUE UTILIZAN MAQUINARIA QUE NO SON PROPIEDAD DE LAS MISMAS PROVINCIAS T.VARIACIÓN TVMAA %82 %89 Almería 38,03 4,71 5,25 6,76 Cádiz 0,45 0,06 4,43 4,15 Córdoba 8,78 1,21 13,64 13,84 Granada 8,36 1,15 23,26 23,52 Huelva 29,96 3,81 3,65 4,43 Jaén -5,61 -0,82 28,72 25,30 Málaga 21,19 2,78 9,50 10,75 Sevilla 4,37 0,61 11,55 11,25 Andalucía 7,16 0,99 100 100 Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de los Censos Agrarios de 1982 y 1989. De los datos reflejados en el cuadro se desprende que, entre 1982 y 1989, en Andalucía se ha producido un aumento del 7,16% en el número de explotaciones agrícolas que utilizan maquinaria que no son propiedad de las mismas, lo que supone un crecimiento medio acumulado del 0,99% por año. Si bien esta variación no es tan significativa como la que ha registrado la maquinaria propiedad exclusiva de las explotaciones (comentada en el apartado anterior), pero es un hecho positivo el que la misma haya aumentado ya que supone que la maquinaria sea más accesible a las pequeñas explotaciones, permitiendo que estas tecnologías alcancen un mayor grado de difusión en el entramado productivo, sobre todo teniendo en cuenta que en nuestra comunidad impera este tipo de explotaciones de reducido tamaño, las cuales se vieron incrementadas en número en la década de los 80. Si analizamos la variable por provincias, podemos observar como Almería ha sido la que ha registrado un mayor crecimiento, con una tasa de variación del 38,03% y una tasa de variación media anual acumulativa del 4,71%. A pesar de este importante aumento, el número de explotaciones de esta provincia que utilizan maquinaria que no es de su propiedad representa un porcentaje pequeño dentro de Andalucía (el 5,25% en 1982, pasando al 6,76% en 1989). La segunda y tercera posición, en cuanto a incremento experimentado por nuestra variable, la ocupan Huelva y Málaga con un aumento relativo entre 1982 y 1989 del 29,96% y del 21,19% respectivamente, lo que supone un crecimiento medio acumulado por año del 3,81% en el caso de Huelva y del 2,78% en Málaga. Córdoba, Granada y Sevilla han registrado aumentos más moderados y próximos a la media de Andalucía. En sentido contrario cabe resaltar a Jaén ya que ha sido la única provincia andaluza que en la década de los 80 ha sufrido una disminución (del 5,61%) en el número de explotaciones que emplean maquinaria que no son de su propiedad. Esto le ha hecho perder algunos puntos en cuanto al porcentaje que 604 COMUNICACIÓN ,&RQJUHVRGH&LHQFLD5HJLRQDOGH$QGDOXFtD$QGDOXFtDHQHOXPEUDOGHOVLJOR;;, representa esta variable sobre el total de nuestra región, pasando del 28,72% en 1982 al 25,30% en 1989, si bien es cierto que estos valores le hicieron ocupar el primer lugar dentro de Andalucía en los dos años citados. Finalmente, debemos mencionar el reducido incremento experimentado por la provincia de Cádiz, que ha sido sólo del 0,45% en todo el período de estudio, lo que la llevó a ser en 1989 la provincia andaluza con menor cuantía de esta variable. IV. TENDENCIA SEGUIDA Y CARACTERÍSTICAS DEL FACTOR TRABAJO. En este apartado se va a analizar la evolución seguida y algunos rasgos básicos que se dan en Andalucía de uno de los factores de producción principales dentro del sector agrícola como es el trabajo, el cual se va a medir en UTA (unidad de trabajo-año), donde una UTA equivale al trabajo que realiza una persona a tiempo completo a lo largo de un año. En el cuadro nº 11 se recoge, para el período intercensal 1982-1989, la tasa de variación total y la tasa de variación media anual acumulativa registrada por esta variable para cada provincia, así como para Andalucía en su totalidad, haciendo distinción entre el trabajo familiar y el asalariado. En las dos últimas columnas se recoge el porcentaje que representa el trabajo utilizado en las explotaciones de cada provincia sobre el global de la comunidad. CUADRO Nº 11 EVOLUCIÓN DEL TRABAJO UTILIZADO EN LAS EXPLOTACIONES ANDALUZAS, MEDIDO EN UTA TRA. FAMILIAR TRA. ASALARIADO TV TVMAA TV TVMAA TV TVMAA %82 %89 Almería 11,73 1,59 54,35 6,39 16,30 2,18 14,58 18,49 Cádiz -3,55 -0,51 -21,40 -3,38 -11,73 -1,76 8,68 8,34 Córdoba -9,74 -1,45 -21,85 -3,46 -16,46 -2,53 15,23 13,87 Granada -20,28 -3,18 3,80 0,53 -14,17 -2,16 13,02 12,17 Huelva 2,43 0,34 48,25 5,78 19,22 2,54 5,35 6,95 Jaén 9,87 1,35 -11,43 -1,72 -1,73 -0,24 13,80 14,79 Málaga -14,27 -2,17 -18,25 -2,83 -15,56 -2,38 11,38 10,47 Sevilla -12,79 -1,93 -32,01 -5,36 -23,99 -3,84 17,96 14,88 Andalucía -4,44 -0,64 -13,83 -2,10 -8,28 -1,22 100 100 PROVINCIA TRA. TOTAL Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de los Censos Agrarios de 1982 y 1989. Con respecto a Andalucía, de los datos reflejados en el cuadro se desprende que se ha producido entre 1982 y 1989 un descenso en la cantidad de trabajo empleado en las explotaciones, con una tasa de variación total del -8,28% y una disminución anual media del 1,22%, siendo dicha reducción fundamentalmente del trabajo asalariado, si bien es cierto que el trabajo familiar también ha disminuido aunque en unos porcentajes menores. Como vemos, el sector agrícola andaluz mantiene en esta década el rasgo básico de años anteriores de ser expulsor de mano de obra, lo cual contribuye considerablemente a que nuestra comunidad padezca desde hace bastante tiempo una tasa de paro muy superior a la media registrada en España. Si queremos buscar las causas que han originado este comportamiento del trabajo agrícola de nuestra región en la década de los 80, cabe resaltar un hecho que ya ha sido mencionado en el apartado anterior como es el aumento de la mecanización que se ha venido produciendo en el campo andaluz, lo cual da lugar a una continua sustitución de mano de obra (sobre todo asalariada) por maquinaria. 605 ,&RQJUHVRGH&LHQFLD5HJLRQDOGH$QGDOXFtD$QGDOXFtDHQHOXPEUDOGHOVLJOR;;, COMUNICACIÓN Otro elemento que ha influido en dicho fenómeno procede de uno de los rasgos característicos de la mano de obra agrícola de Andalucía como es que su grado de envejecimiento es muy superior al de otras actividades económicas, lo cual hace disminuir la cuantía de la ocupación por el simple aumento del número de jubilaciones. Resaltar también otra causa que ha contribuido a la reducción del trabajo empleado en las explotaciones como es que las duras circunstancias económicas vividas en el campo andaluz han motivado que un porcentaje cada vez mayor de trabajadores de este sector hayan ido buscando una actividad complementaria en otras ramas productivas, potenciando de esta forma uno de los rasgos que viene caracterizando en los últimos años al sector agrícola de nuestra región como es la agricultura a tiempo parcial. Por último cabe mencionar que el hecho de que la mayor disminución en los 80 de la cantidad de UTA utilizada en el total de Andalucía haya procedido del trabajo asalariado, resalta que el trabajo agrícola de nuestra comunidad tiene un marcado carácter familiar, rasgo éste que viene ligado al tipo de explotaciones que imperan en la región como son las de reducido tamaño y en régimen de propiedad, las cuales han experimentado en esta década un aumento porcentual en detrimento de las grandes explotaciones como ya ha sido mencionado en apartados anteriores. Si descendemos en nuestro estudio a nivel provincial, podemos observar como la tónica general de las mismas ha sido muy similar a la evolución ya comentada para el total de Andalucía, si bien con algunas excepciones. Así, seis de las ocho provincias andaluzas han experimentado en nuestro período de estudio una disminución del trabajo utilizado en las explotaciones. De todas ellas, destaca Sevilla con una tasa de variación en el período de -23,99% y una tasa de variación media anual acumulativa de -3,84%, por lo que es la provincia que ha registrado una mayor reducción de esta variable, procediendo dicha disminución sobre todo del trabajo asalariado. Este hecho la ha llevado de ser en 1982 la provincia con mayor cantidad de UTA registradas (el 17,96% del total andaluz), a ser en 1989 la segunda provincia dentro de Andalucía, muy próxima a Jaén. Córdoba ha sido la segunda provincia en reducción del trabajo empleado en las explotaciones, registrado una tasa de variación de -16,46% en todo el período lo que supone una disminución media anual acumulada de -2,53%, siendo también en este caso el trabajo asalariado el mas afectado. En sentido contrario destaca Huelva como la provincia que ha experimentado un mayor incremento en cuanto a la cantidad de UTA empleadas en las explotaciones, aumento que representa una tasa de variación total del 19,22% y un crecimiento medio anual acumulado del 2,54%. La explicación a este fenómeno está en el hecho de que en la década de los 80 en esta provincia se transformaron grandes extensiones (ocupadas hasta entonces por pinos, eucaliptos, almendros e higeras) en regadíos dedicados principalmente al cultivo del fresón, exigiendo esta actividad agrícola de una gran cantidad de mano de obra sobre todo asalariada, lo cual se refleja en el fuerte incremento experimentado por este tipo de trabajo (un 48,25% en todo el período, lo que supone un aumento medio por año del 5,78%). Pero, a pesar de este incremento, la cantidad de trabajo utilizado en el campo en esta provincia representa el menor porcentaje de toda Andalucía (el 5,35% en 1982 y el 6,95% en 1989). La segunda provincia andaluza que ha experimentado un aumento de esta variable ha sido Almería con un incremento relativo entre 1982 y 1989 del 16,30%, lo que representa un crecimiento medio anual acumulativo del 2,18%. Esto la ha llevado a ser en 1989 la provincia andaluza que ha utilizado una mayor cantidad de UTA en las explotaciones agrícolas, el 18,49% del total de nuestra comunidad, donde el trabajo asalariado ha vuelto a ser la procedencia fundamental de dichos incrementos dado que ha sido la provincia de Andalucía que ha registrado un mayor aumento en esta modalidad de trabajo con un 54,35% total y un 6,39% de crecimiento medio acumulado en cada año. 606 ,&RQJUHVRGH&LHQFLD5HJLRQDOGH$QGDOXFtD$QGDOXFtDHQHOXPEUDOGHOVLJOR;;, COMUNICACIÓN Finalmente podemos destacar Granada como la única provincia donde la variación experimentada por el trabajo utilizado en el campo, que ha disminuido en un 14,17% en todo el período, ha procedido principalmente del trabajo familiar, el cual se ha visto reducido considerablemente (un 20,28% total y un 3,18% de media anual acumulada). BIBLIOGRAFÍA AURIOLES MARTÍN, J. (1992): "La economía andaluza en 1991. Nuevo cambio de rumbo hacia un futuro incierto". 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