CAU CURSO DE APRESTAMIENTO UNIVERSITARIO 2016 AUTORIDADES Decano Mg. Arq. Adolfo del Río Vicedecana Mg. Arq. Ana Valderrama Secretario Académico Arq. Sergio Gustavo Bertozzi Secretaria de Autoevaluación Arq. Bibiana Ada Ponzini Secretario de Asuntos Estudiantiles Arq. Damián Ángel Villar Secretario de Extensión Arq. Federico Daniel Pérez Secretaria de Postgrado Arq. Natalia Mariana Jacinto Secretaria de Ciencia y Tecnología Dra. Arq. Bibiana Cicutti Secretario Financiero Cont. Jorge Luis Rasines Secretaria Técnica Arq. María Teresa Costamagna Dirección General de Administración CPN Diego Furrer Coordinadores CAU Arq. Ricardo Bueno Dra. Arq. Analia Brarda Diseño Editorial + Programación web Departamento de Comunicación FAPyD Agradecimientos: Centro de Documentación Visual “Ermete de Lorenzi” Foto de tapa: Franco Casaccia - TFA Arq. Sergio Bertozzi INDICE Introducción.......................................................4 por Arq. Sergio Bertozzi TEXTOS | DIBUJO Y ARQUITECTURA El dibujo.................................................21 Cronograma........................................................6 Dibujo y proyecto.................................24 Fundamentos......................................................7 Actividades programadas..............27 Objetivos | Contenidos.......................................8 Módulo Taller......................................................9 Habilidades | Objetivos particulares | Expectativas TEXTOS | LA OBRA ARQUITECTÓNICA Cueva, cabaña, casa..............................28 Actividades programadas..................................11 ¿Qué es la casa?....................................29 TEXTOS INTRODUCTORIOS | APRENDER ARQUITECTURA Arquitecto de casas..............................30 Los jóvenes y la universidad.....................................12 Edificio De Bernardis|Bv. Oroño 393....31 Ver la arquitectura, entenderla y sentirla................14 Edificio De Bernardis..............................31 Casa Racciatti|Bv. Oroño 396..............32 TEXTOS | ARQUITECTURA Y CIUDAD ¿Qué es una ciudad?....................................................15 Bibliografía....................................33 Una ciudad...................................................................16 Información Institucional..............34 El trazado de las ciudades..........................................17 La cuadrícula...............................................................18 Rosario.........................................................................19 Las calles......................................................................19 El boulevard................................................................20 Material ampliado en: www.fapyd.unr.edu.ar/cau/ Foto: Franco Casaccia - TFA Arq. Sergio Bertozzi INTRODUCCIÓN por SERGIO BERTOZZI | Secretario Académico E l derecho a enseñar y el derecho a aprender están garantizados por el artículo 14 de la Constitución Nacional. Pero para que un derecho signifique algo, el Estado debe proveer los recursos para que pueda ser ejercido plenamente por todos los ciudadanos. La Universidad Nacional de Rosario es una universidad pública, gestionada y financiada por el Estado Nacional. Esa condición es necesaria para que pueda abrir sus puertas en forma gratuita e irrestricta a todos los que tienen interés en hacer una carrera universitaria. Sin embargo, la gratuidad no garantiza que todos los ciudadanos puedan acceder a la educación superior, a pesar que el sistema se financia con impuestos y no con tasas. La diferencia no es menor, porque los impuestos los pagamos todos independientemente de quien recibe los beneficios, mientras que las tasas se cobran en forma directa y proporcional a quienes reciben los beneficios. Si toda la sociedad paga impuestos para sostener a la universidad pública de gestión estatal, toda la sociedad debería tener garantizado el derecho a estudiar en ella. Sin embargo eso no sucede. Todos pagamos impuestos porque estos gravan a todos los bienes y servicios que consumimos, incluyendo los más elementales, y por lo tanto nadie queda exceptuado, pero no todos pueden acceder a la universidad sino cuentan con los recursos económicos para hacerlo. Esto da cuenta de la inequidad reinante. Basta ponerse en el lugar de quienes, al terminar la escuela secundaria, no pueden optar por hacer una carrera universitaria porque no tienen otra opción que trabajar todo el día para poder sobrevivir en una sociedad desigual, que da oportunidades a unos al mismo tiempo que se las niega a otros -generalmente a los que tienen menos o no tienen nada-, para verificar la inequidad. Basta darse cuenta que quien está leyendo esto, lo está haciendo porque tiene la oportunidad de hacer una carrera universitaria. Al poder optar, ha podido ejercer su derecho a decidir lo que quiere hacer en la vida. Pero ese derecho a educarse, a convertirse en un intelectual, lo obliga a hacerse cargo de la responsabilidad concomitante que todo derecho implica. El ejercicio de este y las obligaciones que trae aparejado -diría Friedrich Nietzsche - están “atados juntos con un cordel, de tal manera que quien quiera poseer cuanto sea posible del uno también tenga que poseer cuanto sea posible del otro”. La responsabilidad de un estudiante universitario es educarse. Para ello es menester valorar el conocimiento y desear aprehenderlo. Esas son las únicas condiciones que le exige la universidad a quien voluntariamente ingresa en ella, porque esas son las condi4 La responsabilidad de un estudiante universitario es educarse. ciones que le exige la sociedad a quien es destinatario de sus esfuerzos, ya que ella está pagando su educación -aún cuando muchos de sus propios hijos no puedan acceder a ella-, con la esperanza de un país mejor, en el que mañana la inequidad sea un rasgo del pasado y no una realidad del presente. Argentina es actualmente la nación latinoamericana en la que los jóvenes tienen más oportunidades para acceder a la educación superior. Aún así, quienes tienen esa oportunidad representan menos del veinte por ciento de la población de jóvenes entre 20 y 24 años de edad. Solamente 1,7 millones de quienes pertenecen a la franja etaria de 20 a 24 años, que es de 8,4 millones, cursa estudios en la universidad. O sea que por cada estudiante universitario –por cada uno de Uds.-, existen cuatro jóvenes argentinos de entre 20 y 24 años que no han podido ni podrán estudiar en una universidad. Estudiar en Argentina, en una universidad de gestión privada, de acuerdo a un relevamiento efectuado por el diario Clarín en 2012, tenía entonces un costo de entre veinte mil y sesenta mil pesos anuales. Pero estudiar en Chile, donde la universidad pública esta arancelada y donde el estado solamente financia el 17% de su presupuesto total, tiene un costo equivalente a cincuenta mil pesos anuales, siendo el de las universidades de gestión privada como mínimo un cincuenta por ciento mas elevado. En Europa, estudiar arquitectura exige el pago de matrículas semestrales de 1,200 a 1,500 euros como mínimo, en tanto que en los Estados Unidos de América, estos valores van desde 8,000 a 20,000 dólares por semestre, y más aún dependiendo de la universidad. Estos datos solo pretenden demostrar que el acceso a la universidad es un privilegio que debe ser valorado en ese contexto, y a la vez pone en evidencia la responsabilidad que implica el poder ejercer ese derecho. En ese marco, la gratuidad del sistema argentino es una excepción a la regla que solo comparte con la República Orienta del Uruguay. Quien tiene la posibilidad de elegir, de decidir dedicarse a hacer una cosa y no otra -en este caso nada menos que una carrera universitaria-, quien puede ejercer esa elección porque cuenta con el respaldo y los recursos necesarios que le provee, en primera instancia su propia familia, y en segundo orden el Estado nacional, hoy es un privilegiado. Y de ello deriva la responsabilidad que tiene: la de no desperdiciar la oportunidad y la de alcanzar la meta con el máximo rendimiento. Sarmiento afirmó que “El poder, la riqueza y la fuerza de una nación dependen de la capacidad industrial, moral e intelectual de los individuos que la componen. Y la educación pública no debe tener otro fin que el aumentar esta fuerza de producción, de acción y de dirección, aumentando cada vez más el número de individuos que la posean”. Sarmiento comprendía claramente que democracia y educación estaban, parafraseando otra vez a Nietzsche, atadas juntas con un cordel, y que el único modo de no acabar siendo un país democrático pero dependiente, era educando al soberano, es decir, aumentando constantemente el número de individuos que accedieran a la educación. Nuestra carrera de arquitectura fue creada en 1923, en la Facultad de Ciencias Matemáticas, Físico-Químicas y Naturales aplicadas a la Industria (creada a su vez en 1920), de la Universidad Nacional de Litoral. En 2013 la carrera de arquitecto cumplió 90 años. En ese periodo se graduaron 7,737 arquitectos, pero muchos más son los jóvenes que pasaron por los talleres de la escuela sin llegar a hacerlo. Diferentes razones lo impidieron, pero quien ingresa a nuestra Facultad debe saber –y este es el momento adecuado para enterarse-, que hacer una carrera universitaria exige, como condición primera y excluyente, convertirse en universitario, aprestarse para una etapa de la vida que es muy diferente de la precedente y que exige autonomía, esfuerzo, y responsabilidad, pero que a cambio depara experiencias a traves de las cuales se forman hombres y mujeres pensantes, críticos y solidarios, en el marco de una institución desde la cual es posible y es necesario dar respuesta a los problemas de la sociedad. La misma sociedad que paga para sostenerla. 5 CRONOGR AMA SEMANA 1 SEMANA 2 SEMANA 3 SEMANA 4 22|02 29|02 07|03 14|03 Presentación del CAU por parte de las Autoridades en el SUM Módulo taller Presentación de los objetivos, armado de grupos. Lectura, comprensión y debate de los textos introductorios: Aprender Arquitectura >Link 23|02 Módulo taller Realizar grupalmente la lectura, confrontación y debate de los textos sobre Arquitectura y ciudad >Link Síntesis conceptual y redacción grupal de la misma. Indicaciones docentes de cómo observar un sitio. 24|02 Módulo taller Reconocimiento del lugar. Los docentes indicarán las nociones básicas para poder realizar un croquis. Los alumnos deberán iniciar la construcción de un relato del lugar elegido para trabajar. Cada alumno podrá utilizar los elementos que le parezcan pertinentes: fotos, imágenes internet, dibujos, etc .para realizar dicha tarea. Fotografías generales o parciales. El dibujo desde la percepción en el sitio y corrección de lo producido en el sitio. 25|02 Charla sobre Expresión Gráfica en el SUM Módulo taller Trabajar textos de apoyo referidos al dibujo/arquitectura >Link 01|03 Encintada de lo producido. El docente inducirá el reconocimiento de las distintas “lecturas” que cada lenguaje propone. Diferencias, fortalezas y debilidades comparativas: croquis/fotografía, fotografía/videos, texto/ imagen, etc. Módulo taller Confeccionar una lámina de síntesis: armar, debatir, organizar un relato grupal. 02|03 Módulo taller Encintada y reflexión final de la etapa. (Por grupos) 03|03 Charla sobre Física y Matemática en el SUM Módulo Taller Lectura, comprensión y debate de textos sobre la obra de arquitectura >Link Explicitación sobre ¿Qué es un geometral? Nivel normativo. 08|03 Módulo Taller Inicio de redibujo de la obra en estudio. Noción de escala gráfica. El redibujo a escala. Codificación. 09|03 Módulo taller Corrección del dibujo y vinculación reflexiva sobre las distintas maneras textuales y gráficas de entender una obra. 10|03 Charla sobre técnicas y materiales en SUM Módulo taller Encintada general de geometrales. Inicio de una maqueta de la obra. 15|03 Módulo taller Maqueta de la obra. 16|03 Módulo taller Maqueta de la obra. Enchinchada Parte 1 y Parte 2. Relato integrador. Exposición general. Foto: David Esponda - TFA Arq. Sergio Bertozzi FUNDAMENTOS L as diferentes profesiones son identificadas, reconocidas y analizadas mediante la consideración, entre otras cosas, de los textos que éstas producen. Enseñar en el ámbito universitario implica ayudar a los alumnos a apropiarse de los conceptos y discursos propios de la arquitectura, permitiendo que se vayan adoptando el “conjunto de nociones y estrategias necesarias para participar en la cultura discursiva de las disciplinas así como en las actividades de producción y análisis de textos requeridos para aprender en la Universidad” (Carlino, 2005:13). La organización académica del plan de estudios de la FAPyD al organizarse en áreas de conocimiento tales como Teoría y Técnica del Proyecto Arquitectónico, Teoría y Técnica Urbanística, Historia de la Arquitectura, Tecnología de la Producción Edilicia, etc., remarca no solo la importancia de los aspectos prácticos de la disciplina sino también los fundamentos teóricos de cada una de dichas áreas. En este sentido, el Curso de Aprestamiento Universitario se propone como objetivo fundamental introducir a los alumnos en el reconocimiento de los distintos tipos textos que se utilizan. Algunos de ellos provienen de diversos campos que hacen referencia a las teorías de la arquitectura, a los planteos proyectuales, a las obras producidas, mientras otros dan cuenta de la arquitectura y su relación con la historia, la crítica o el mundo de las imágenes. Nos parece necesario, entonces, ejercitar la manera de examinar la estructura de dichos textos, tratando de comprender el orden, la diferenciación y el grado de complementariedad que estos poseen, ya que cada uno de ellos establece diferentes y particularizadas maneras de reflexión sobre la arquitectura. Esto permitirá ampliar la capacidad de observación del mundo físico, trascendiendo la mirada ingenua o desprevenida y adquirir actitudes de compromiso con el aprendizaje universitario. Entendemos que el estudio de esta disciplina carece de afirmaciones, certezas o verdades absolutas, ya que sin duda no existen recetas efectivas de hoy y para siempre, por lo cual se intentará iniciar a los alumnos en una mecánica de trabajo propia de la carrera. En este sentido, las actividades se desarrollarán grupalmente, favoreciendo así mayores instancias de discusión, confrontación y reflexión sobre los temas planteados. 7 Foto: Florencia Mascheroni - TFA Arq. Sergio Bertozzi OBJETIVOS Introducir a los alumnos en el reconocimiento de los distintos tipos textos que se utilizan en la disciplina (gráficos, dibujados y fotográficos, animados, escritos, etc.) Ejercitar la manera de examinar la estructura de dichos textos (observar, analizar, construir y deconstruir) CONTENIDOS Ampliar la capacidad de observación del mundo físico Trascender la mirada ingenua o desprevenida Desarrollar actitudes de compromiso con el aprendizaje Incentivar el trabajo grupal promoviendo instancias de discusión, confrontación y reflexión 8 Foto: Florencia Brignoli - TFA - Arq. Sergio Bertozzi MÓDULO TALLER Habilidades Objetivos particulares Expectativas ·Comprensión oral-escrita del texto disciplinar ·De reflexión Sobre los conocimientos preexistentes. De pensamiento de las experiencias propias y colectivas. De descubrimiento de la obra de arquitectura y la ciudad como vehículo de infinitos mensajes. ·Que los alumnos se inicien en la lectura de textos disciplinares. ·Capacidad para interpretar a nivel normativo la “lectura” de los dibujos de arquitectura ·Capacidad para reproducir, interpretando la escala, la comunicación disciplinar desde el nivel normativo de los dibujos ·Trabajo en equipo ·De conocimiento De los instrumentos del análisis de textos (escritos-gráficos), de las obras y la proyectación. Los sistemas de dibujo y sus productos. La ejercitación del CAU está pensada como una unidad de desarrollo que abarca 4 semanas para abordar sintéticamente las diferentes modalidades y problemas en que trabaja un arquitecto. ·De producción Nociones básicas sobre la ciudad, la calle, la obra, el detalle. Se pondrán en acto las relaciones entre la materia de la arquitectura, las reflexiones y sus dibujos. La encintada es un trabajo grupal donde cada equipo mostrará un “relato” de distintas situaciones urbanas y las particularidades de una obra singular. El docente guiará la aparición de los momentos, siguiendo el cronograma, de acuerdo a las necesidades del grupo y la dinámica de éste. ·Que los alumnos comprendan la necesidad de la incorporación del lenguaje gráfico. ·Que los alumnos comiencen a descubrir la “no-naturalidad” de los códigos de comunicación. ·Que reconozcan los diferentes “lugares” del abordaje disciplinar desde los distintos lenguajes que se operen. 9 SEMANAS 1 2 & 10 ACTIVIDADES PROGRAMADAS a· El docente determinará la conformación de los grupos y explicará los objetivos del curso. b · El alumno abordará los textos generales para promover el reconocimiento del léxico empleado y los temas abordados en los escritos seleccionados. Las actividades de lectura y escritura que se realicen en el aula supondrán trabajo tutorizado o supervisado con claras consignas asociadas a la producción escrita y/u oral. c · Se solicitará a los estudiantes que, en forma grupal, marquen las palabras que no conocen de los textos generales, busquen su significado y armen un glosario con dichas palabras. El mismo será expuesto al grupo. d · Los alumnos tendrán que extraer de los textos aquellas ideas que les parezcan más significativas y a partir de ellas deberán buscar conceptos relacionados, reconocer autores, personajes mencionados, etc. Los docentes indicarán cómo buscar en la web. Se platearán ciertos interrogantes: ¿Quién dice? ¿Para quién dice? ¿Qué dice? e · Ejercicio de diálogo. Producción de escritos breves que sinteticen los conceptos trabajados. Éstos serán debatidos y expuestos grupalmente. En la instancia de la exposición general también se hará una reflexión de lo producido en relación a los textos. Para ello, se promoverá la elaboración de láminas de síntesis en las que se diagramará y representará el contenido de los textos y las asociaciones significativas establecidas. f · El profesor deberá conducir al estudiante en el reconocimiento de un espacio urbano específico como el Bvd. Oroño, indicando la importancia de la observación de dicho espacio y sus posibles formas de representación a partir de los lenguajes conocidos (verbal, escrito, fotográfico, video, dibujos). Los docentes realizarán las correcciones de croquis (perspectivas, esquemas, etc.) en el sitio y/o en el taller para que los alumnos puedan reorganizar su relato. Asimismo, sobre la reflexión de dicho relato, deberán reelaborar para la semana siguiente las producciones realizadas adecuando los dibujos que intuitivamente hubiesen propuesto, lo cual deberá ser contrastado con lo discutido en base a los textos. g · En el espacio del taller y en forma grupal deberán organizar una presentación que dé cuenta de lo realizado tanto en el campo gráfico como en la reflexión de los textos escritos sobre el ejercicio del Bvd. Oroño. Para ello se acordará el tipo de escala a usar, los materiales, fotografías, videos, etc. h · Exposición reflexiva grupal de lo producido a lo largo de las semanas 1 y 2. 11 TEX TOS INTRODUC TORIOS | APRENDER ARQUITEC TUR A “...si se trata de un Curso de Ingreso de Arquitectura, tienen dos cosas que estudiar: una es la arquitectura y la otra es a ustedes mismos, es decir, que es tan importante darse cuenta de quién es uno. “Y la arquitectura implica una relación con los deseos... la investigación del deseo tiene que ver con otro concepto que lo determina todo, que es la autenticidad, es decir, ustedes tienen que descubrir quiénes son auténticamente cada uno y cuál es el camino que a ustedes les da placer. El placer es fundamental para aprender algo, deben sentir placer al hacer arquitectura...” Arq. Juan Molina y Vedia, Profesor de Diseño en las facultades de La Plata y Buenos Aires. Exposición en mesa redonda Curso de Ingreso 2001, UNLP Los jóvenes y la universidad Click aquí para ver recursos multimedia Los jóvenes acuden a la universidad, quieren ser arquitectos o arquitectas, quieren averiguar si poseen las cualidades para ello. ¿Qué es lo primero que se les transmite? Lo primero que se les ha de explicar es que no se encontrarán con ningún maestro que plantee preguntas ante las cuales él sepa de antemano la respuesta. Hacer arquitectura significa plantearse uno mismo preguntas, significa hallar, con el apoyo de los profesores, una respuesta propia mediante una serie de aproximaciones y movimientos circulares. Una y otra vez. La fuerza de un buen proyecto reside en nosotros mismos y en nuestra capacidad de percibir el mundo con sentimiento y razón. Un buen proyecto arquitectónico es sensorial. Un buen proyecto arquitectónico es racional. Antes de conocer siquiera la palabra arquitectura, todos nosotros ya la hemos vivido. Las raíces de nuestra comprensión de la arquitectura residen en nuestras primeras experiencias arquitectónicas: nuestra habitación, nuestra casa, nuestra calle, nuestra aldea, nuestra ciudad y nuestro paisaje son cosas que hemos experimentado antes y que después vamos comparando con los paisajes, las ciudades y las casas que se fueron añadiendo a nuestra experiencia. Las raíces de nuestro entendimiento de la arquitectura están en nuestra infancia, en nuestra juventud: residen en nuestra biografía. Los estudiantes deben aprender a trabajar conscientemente con sus vivencias personales y biográficas de la arquitectura, que son la base de sus proyectos. Los proyectos se abordan de manera que pongan en marcha todo ese proceso. Nos preguntamos qué es lo que entonces nos gustó, nos impresionó, nos conmovió en esa casa, en esa ciudad, y por qué. Cómo estaba dispuesto el espacio, el lugar, qué aspecto tenía, qué olor había en el ambiente, cómo sonaban mis pasos, cómo resonaba mi voz, cómo sentía el suelo bajo mis pies, el picaporte en mi mano, cómo era la luz sobre las fachadas, el brillo de las paredes. Era una sensación de estrechez o de amplitud, de intimidad o vastedad. Pavimentos de listones de madera como ligeras membranas, pesadas masas pétreas, telas suaves, granito pulido, cuero delicado, acero rudo, caoba bruñida, vidrio cristalino, asfalto blando recalentado por el sol, he aquí los materiales de los arquitectos, nuestros materiales. Los conocemos a todos ellos y, sin embargo, no los conocemos. Para proyectar, para inventar arquitecturas, debemos aprender a tratarlos de una forma consciente. Eso es un trabajo de investigación; eso es un trabajo de rememoración. La arquitectura es siempre una materia concreta; no es abstracta, sino concreta. Un proyecto sobre el papel no 12 Un buen proyecto arquitectónico es sensorial. Un buen proyecto arquitectónico es racional. es arquitectura, sino únicamente una representación más o menos defectuosa de lo que es la arquitectura, comparable con las notas musicales. La música precisa de su ejecución. La arquitectura necesita ser ejecutada. Luego surge su cuerpo, que es siempre algo sensorial. Todos los trabajos del proyecto del primer curso de arquitectura parten de la sensualidad corporal y objetual de las arquitecturas, de su materialidad. Experimentar la arquitectura de una forma concreta, es decir, tocar su cuerpo, ver, oír, oler. Los temas del curso son descubrir esas cualidades y después, saber tratar con ellas conscientemente. En todos los ejercicios se trabaja con materiales reales, se apunta siempre, y de una forma directa, a objetos concretos, cosas e instalaciones hechas de materiales reales (barro, piedra, cobre, acero, fieltro, tela, madera, yeso, ladrillo, etc.). No hay maquetas de cartón. Lo que se debe producir no son, en absoluto, “maquetas”, en su sentido habitual, sino objetos concretos, trabajos plásticos a una determinada escala. Incluso el dibujo (el planos a escala debe partir siempre de un objeto concreto (aquí el orden habitual en la práctica arquitectónica –idea, plano, modelo, objeto concreto- se invierte). Primero se crean los objetos concretos y más tarde se dibujan a escala. E incluso la comprensión de las distintas dimensiones de la escala en la arquitectura se estudia en objetos concretos (por ejemplo, tomando medidas de una sección transversal o longitudinal de un trazado viario, dibujos detallados de un espacio interior existente, etc.) Llevamos en nuestro interior imágenes de las arquitecturas que nos han ido configurando, y podemos hacer revivir estas imágenes en nuestro espíritu y hacerles preguntas, pero de todo esto no surge aún un nuevo proyecto, ninguna nueva arquitectura. Todo proyecto ansía tener imágenes nuevas, nuestras “viejas” imágenes únicamente nos pueden ayudar a encontrar las nuevas. Pensar en imágenes al proyectar algo, entraña siempre pensar en la totalidad. Pues, por su naturaleza, la imagen muestra siempre la estructura total del sector de la realidad imaginada objeto de consideración, como, por ejemplo, la pared y el suelo, el techo y los materiales, la atmósfera luminosa y la tonalidad de un espacio. E incluso, igual que en el cine, vemos todos los detalles en la transición del suelo a la pared y de la pared a la ventana. Es evidente que, con frecuencia, estos elementos no están ahí al comenzar un proyecto, cuando intentamos hacernos una imagen del objeto que estamos pensando. La mayor parte de las veces, la imagen es incompleta al comienzo del proceso del proyecto, de modo que nos esforzamos por volver a concebir y clarificar una y otra vez el tema de nuestro proyecto, a fin de que las partes que faltan encajen en nuestra imagen. O, dicho de otro modo: proyectamos. La clara y concreta perceptibilidad de las imágenes que nos representamos nos ayuda a hacerlo, a no perdernos en la esterilidad de abstractas hipótesis teóricas, a no perder el contacto con las cualidades de concreción de la arquitectura. Nos ayuda a no enamorarnos de la calidad gráfica de nuestros dibujos y a no confundirla con lo que constituye realmente una cualidad arquitectónica. Producir imágenes interiores es un proceso natural que todos nosotros conocemos. Forma parte del pensamiento. Un pensamiento asociativo, salvaje, libre, ordenado y sistemático en imágenes, imágenes arquitectónicas, espaciales, en color y sensoriales; he aquí mi definición preferida del proyectar. Me gustaría transmitir a los estudiantes que el método adecuado para proyectar es ese pensar en imágenes. Zumthor, P. (2004). Enseñar arquitectura, aprender arquitectura. Pensar la arquitectura. Barcelona: Gustavo Gilli. 13 Ver la arquitectura, entenderla y sentirla Click aquí para ver recursos multimedia Ver la arquitectura, entenderla y sentirla no es algo inmediato. Requiere un aprendizaje. Así como para escuchar música o para leer poesía no es suficiente una simple predisposición natural, para la arquitectura sucede exactamente lo mismo. Existe, tal vez, la falsa convicción de que, puesto que la arquitectura nos envuelve constantemente, vivimos en ella y la percibimos tanto si le prestamos atención como si la experimentamos de un modo distraído, esta experiencia no necesita ningún tipo de preparación…. En el caso de la arquitectura sucede exactamente lo mismo. Es ingenuo o grosero pensar que todo es evidente. Que no es necesario aprender porque nuestra experiencia inmediata ya nos da acceso a todas las posibles riquezas del espacio intencional que conforman la arquitectura. Por el contrario, se aprende a ver y a sentir la arquitectura en primer lugar repitiendo una y cien veces el esfuerzo de querer verla y sentirla. Encontrar mensajes más sutiles y delicados; entender propuestas irónicas, cifradas, juegos formales que apelan a referentes que están en otras arquitecturas; percibir la explicación que de sí misma hace la arquitectura, de su modo de ofrecerse para ser utilizada de una determinada manera, de la autopresentación de sus soluciones técnicas: todas estas son posibilidades por las cuales el campo de la producción arquitectónica es también inagotable, siempre dispuesto a nuevas formas de mostrarse, de explicarse, de apelar a nuestra sensibilidad y a nuestra inteligencia. Sin duda el ejercicio fundamental para dicho aprendizaje es la experiencia. La arquitectura hay que verla y recorrerla, atentamente, con la mirada pero también con todas las capacidades perceptivas de nuestro cuerpo moviéndose en sus espacios. Mirar, escrutar, recordar, ordenar, descubrir son los resortes con los que penetrar en la experiencia arquitectónica. Es mejor hacerlo directamente, en el lugar, bajo la luz del sol, como diría Le Corbusier. Pero también viendo y entendiendo a través de imágenes, de representaciones de todo tipo que nos muestren aspectos inaccesibles o que nos expliquen lo que tal vez nuestra simple mirada podría haber dejado escapar. Pero esta mirada y esta experiencia perceptiva también se educan mediante el conocimiento. La arquitectura habla a través de lenguajes que tienen que ver con la técnica constructiva, con el juego desde el interior de ciertos repertorios, con el gusto de la regularidad y la excepción, con el contraste o la armonía, con la dimen- sión o la proporción, con lo peculiar o lo genérico. Todos estos valores no son fruto del azar ni del exclusivo ingenio del autor. Se inscriben en tradiciones duraderas, en reglas a veces no escritas pero que forman el entramado que sustenta una propuesta particular. Sólo conociendo paso a paso, en sus tiempos históricos, en sus referentes funcionales o técnicos, es posible avanzar en la comprensión de la riqueza de significados y de mensajes que la arquitectura nos propone. La arquitectura es un hecho práctico y técnico. Tiene que ver con la utilidad de ciertas funciones y con los requerimientos técnicos que garantizan su estabilidad, durabilidad y seguridad. Pero estos dos referentes ineludibles de toda obra de arquitectura no pueden ser una vía fácil ni para pensar que el referente funcional es algo evidente, fuera de todo conocimiento y acumulación histórica, ni tampoco para pensar que el componente técnico de la arquitectura la aleja de cualquier conocedor no experto en estas materias. Mirar, escrutar, recordar, ordenar, descubrir son los resortes con los que penetrar en la experiencia arquitectónica. Ni la utilidad de la arquitectura ni su condición técnica se nos ofrecen de forma inmediata, sino a través de su representación. No es necesario conocer el detalle de un programa funcional de un edificio para entender los indicios de su utilidad del mismo modo que no es necesario poseer un conocimiento técnico especializado para entender la lógica constructiva de un edificio y, lo que es más decisivo, su expresión formal… Solá-Morales, I. de (2001) en AAVV. Introducción a la arquitectura. Conceptos fundamentales. Barcelona: Ediciones UPC. 14 TEX TOS | ARQUITEC TUR A Y CIUDAD ¿Qué es una ciudad? Click aquí para ver recursos multimedia Parece lógico definir a una ciudad por su función; pero las funciones de una ciudad son muchas y muy variadas y, además, cambian con el tiempo. Quizá la única función que no tiene es la producción agrícola, ni el sector primario, en general: minas, silvicultura, etc.; los altos precios del suelo no lo permite, ya que son actividades que necesitan mucha superficie para ser rentables. Pero ni siquiera esto es absoluto, ya que encontramos actividades agrícolas en las ciudades antiguas. Las principales funciones urbanas son: la función comercial que hoy en día es la razón de ser de todas las ciudades. La función residencial ya que en ella vive la mayor parte de la población. En los países ricos más del 75% de la población vive en ciudades. La función administrativa, ya que concentra los centros de decisión tanto públicos como privados. Función cultural ya que en ella se encuentran los principales centros de ocio y de difusión de ideas y opiniones. El turismo urbano se alimenta de esta concentración cultural. Todas las ciudades tienen varias funciones, aunque en ocasiones unas están más desarrolladas que otras. Por ejemplo en las capitales de provincia la función administrativa está muy marcada… No obstante, una cosa que no se le puede negar a la ciudad es su capacidad para organizar el territorio en torno a sí, y las actividades económicas en torno a su centro de urbano o de negocios. Desde su apari- ción, la ciudad ha sido el instrumento básico para transformar el entorno, para colonizar el territorio, para construir un medio diferente en el que la vida humana tenga todas las ventajas. La ciudad y su concepto han cambiado a lo largo del tiempo. La ciudad, y su concepto, han cambiado a lo largo del tiempo, desde las casas rurales contiguas de las ciudades más antiguas, a la ciudad como población amurallada europea, o la ciudad actual, tan extensa y variada que se escapa a la escala humana. No obstante, hay que tener en cuenta que la función, la forma y la estructura de las ciudades depende de la concepción que sobre el ámbito urbano y el mundo, tienen la cultura que las crea. Elio Navarro, H. (2007). Geografía Urbana. Argentina: Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Catamarca. 15 Una ciudad Click aquí para ver recursos multimedia Se está de acuerdo en que una ciudad es un asentamiento relativamente grande, denso y permanente de individuos. El énfasis se pone en la concentración, concentración de poder, de cultura de una comunidad, de actividades, de individuos. La concentración y aglomeración de gente y actividades genera más energía. Por lo tanto, la característica de las ciudades no depende tanto del tamaño sino de la densidad del asentamiento. (Por ejemplo, en el imperio romano sólo unas quince ciudades tenían más de 10.000 habitantes, pero las consideramos ciudades). Las ciudades no están aisladas sino que existen en tanto en cuanto están relacionadas con otras. Podemos decir que forman entre ellas un sistema jerárquico urbano. Sin embargo cada una de ellas tiene una delimitación física, material o simbólica que le confiere carácter propio. Como centros de actividad densificada las ciudades no se entienden sin recursos naturales, comerciales o humanos y son lugares de actividad económica. La ciudad está relacionada con el territorio a su alrededor, territorio al que provee de servicios. Las ciudades no son tan sólo extensiones residenciales, se distinguen además por tener edificios públicos que dan escala a la arquitectura de la ciudad. Los edificios públicos suelen ser hitos de identificación común y su arquitectura confiere definición monumental a la ciudad. Sin embargo las ciudades no son únicamente calles, edificios, construcciones; en realidad las ciudades son una amalgama de vida y construcción, no se puede entender una sin la otra. La forma construida de la ciudad es inseparable de su función, de las ideas y de los valores de la gente que en ella ha vivido y vive. Los edificios públicos suelen ser hitos de identificación común y su arquitectura confiere definición monumental a la ciudad. El proceso urbano. Las ciudades tal como las conocemos son fruto de un proceso acumulativo a lo largo del tiempo. En realidad en la mayoría de los casos hay una coexistencia de planificación pensada previamente y de espontaneidad, o un cierto descontrol en el crecimiento o transformación urbana. La planificación urbana moderna es la técnica que controla que estas transformaciones sean concebidas ordenadamente… Oliveras, J. AAVV (2001). Introducción a la arquitectura. Conceptos fundamentales. Barcelona: Ediciones UPC. 16 El trazado de las ciudades Click aquí para ver recursos multimedia Las ciudades orgánicas no tienen un trazado previo, se van gestando siguiendo sus reglas internas. Su crecimiento es espontáneo pues no rige una planificación previa que las regule. Sus formas son variadas al igual que sus orígenes. Se desarrollan con historias muy diferentes entre sí y en geografías diversas. Vayamos al gráfico 1, allí vemos en los primeros tres esquemas, tres ciudades radiocéntricas, siguiendo el concepto de Chueca Goitía. Una (Florencia) que nace de un casco romano, planificado, al costado de un río (Arno) y en el cruce de dos caminos ligado a los cánones romanos de Cardo y Decumano, la segunda ciudad (París) tiene un esquema similar al anterior. También fue colonia romana y otra vez vemos la intersección de un camino (Norte - Sur) con el río (Sena) que determina el lugar. Su núcleo originario es la isla del río en búsqueda de protección. Otro esquema concéntrico es Milán. Se origina en un cruce de caminos y también se desarrolla A estas ciudades la fundan los propietarios de la tierra respetando las normas feudales. Si bien imitan a las ciudades estados (Ej. Gobiernos autónomos) existe un poder mayor que las tutela, que las demarca y que indica el lugar de fundación según necesidades políticas. Como vemos en el Gráfico 2 se ubican al lado de ríos o cerca de litorales marítimos. Ya no, en lugares de difícil acceso. Estas ciudades no están para defenderse a sí misma, sino están para defender el espacio territorial que las circunda. Como el resto de las ciudades, funcionan como un nudo dentro de una red general de ciudades. Su trazado planificado, con manzanas regulares, está contenido por murallas que las separa del pedazo de territorio y le da entidad urbana. Fratarelli, N. Aproximaciones a la Ciudad Medieval. Contratiempo. Revista de pensamiento y cultura. Buenos Aires, Argentina. Gráfico 1 Las ciudades planificadas se rigen con conceptos distintos a las ciudades orgánicas, en principio porque son organizadas en su totalidad desde un poder central. Gráfico 2 en forma radiocéntrica. Lucignano es otro caso de ciudad radiocéntrica, pero en este caso un camino en espiral genera la trama desde el núcleo hacia la puerta de ingreso. Las ciudades planificadas se rigen con conceptos distintos a las ciudades orgánicas, en principio porque son organizadas en su totalidad desde un poder central. 17 La cuadrícula Click aquí para ver recursos multimedia Cuadrícula hispanoamericana, modelo de trazado regular, ortogonal y bidimensional para el ordenamiento del suelo urbano, desarrollado en América a partir del siglo XV y conservado hasta la actualidad. Sus elementos básicos, vías y manzanas, se comportan como un sistema, conformando tres dominios esenciales: el espacio público, masa edificada y espacio remanente, que se combinan para generar formas urbanas capaces de responder a diferentes requerimientos culturales. En la práctica, las dimensiones de las manzanas variaron entre 100 y 160 varas castellanas (1vara=83,59 cm) con una mayor reiteración alrededor de los 100 metros (120 varas), separadas por calles que oscilaban entre 10 y 20 varas. La simplicidad del trazado permite su implantación no profesional, la predeterminación formal y distribución espacial del loteo y la aplicación regularizada de sistemas impositivos, características importantes para los objetivos de conquista, colonización y control desde la distancia. Además, la traza ortogonal hace factible la uniformidad de orientación, factor de valor en consideraciones tanto higiénicas como ideológicas. Utilizada como instrumento simple para el ordenamiento y distribución del suelo conquistado, su carga teórica se pone a prueba en un enorme número de casos en América. Durante cinco siglos su aspecto físico-espacial, condicionado por una permanente necesidad de adaptación histórica, desarrolla importantes modificaciones, llegando esta experiencia colectiva a definirse como un modelo de alta versatilidad con características espaciales, funcionales y sociales que le son propias y que lo diferencian de otros trazados ortogonales que ocurrieron en casi todo el mundo conocido, alcanzando el nivel simbólico urbano americano. Desde el punto de vista morfológico, la traza bidimensional del modelo implica un ordenamiento geométrico que imprime al espacio un carácter neutro, homogéneo y uniforme. Desde el punto de vista morfológico, la traza bidimensional del modelo implica un ordenamiento geométrico que imprime al espacio un carácter neutro, homogéneo y uniforme. Esta neutralidad permite su adecuación a conceptos opuestos sobre la forma urbana: concentración o dispersión; jerarquización y homogeneidad, caracterización diferenciada de elementos o continuidad del habita, trama vial única, homogénea y regular o sistema de tramas jerarquizadas sobre la traza original. Permite la imagen de ciudad como forma unitaria, limitada, definida por forma geométrica simple, con acentuación del centro y correspondencias formales entre el todo y las partes, y también la expresión de un concepto de ciudad abierta, de crecimiento indiferenciado en el sentido de cualquiera de sus coordenadas, posibilitando la actuación de la axialidad frente a la centralidad. AAVV. (2004). Diccionario de Arquitectura Argentina. Buenos Aires. Ed. Clarín (Págs. 184-185) 18 Rosario Click aquí para ver recursos multimedia Rosario, si bien no fue la resultante de un acto fundacional de la colonización española, sí lo fue de su modelo territorial y urbano cuyo esquema básico consistía en la ocupación y el control de los parajes “descubiertos”... Largos caminos y aduanas secas estructuraron un sistema de comunicaciones y control sobre grandes vacíos geográficos y humanos, vinculando caseríos y sus minúsculas periferias agrícolas. Esta configuración determinó el principal rol de la aldea de la Virgen del Rosario como lugar de paso, posta para recambiar caballos y abastecer a los ocasionales viajeros que se aventuraban en el desierto pampeano. El hecho geográfico de ser una encrucijada de caminos entre Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Asunción, en una zona ubicada sobre el río Paraná, extraordinariamente fértil, con buena provisión de agua dulce, “presagiaba” un buen futuro... La Villa de aproximadamente 3.000 habitantes fue declarada ciudad el 3 de agosto de ese año por decisión de Urquiza, posiblemente como reconocimiento del apoyo que los rosarinos le habían prestado en su lucha contra Rosas, que lo llevó a ser Director Provisorio de la Confederación Argentina. En el plano de Timoteo Guillón, de 1853, reconocido como primer documento cartográfico de Rosario, aparecen graficadas las manzanas regulares con sus respectivas calles nominadas y acotadas por la línea de la abrupta barranca por un lado y el pantano de la Laguna de Sánchez por el otro, como límites de una continua estructura urbana que sólo podría crecer hacia el sur... AAVV. (2003). Guía de Arquitectura de Rosario. Architectural Guide. España. Ed. Junta de Andalucía (Pág. 22) Las calles Click aquí para ver recursos multimedia Las calles de las ciudades sirven para muchas cosas aparte de soportar el paso de vehículos; y las aceras de las ciudades -parte de las calles destinada a los peatones- tienen muchos otros usos además de soportar el caminar de los peatones. Estos usos están en estrecha relación con la circulación, pero no se identifican con ésta, y en rigor son por lo menos tan importantes como la circulación para el buen funcionamiento de las ciudades. En sí misma, una acera urbana no es nada. Es una abstracción. Sólo tiene significado en relación con los edificios y otros servicios anejos a ella o anejos a otras aceras próximas. Lo mismo podríamos decir de las calles, en el sentido de que sirven para algo más que para soportar el tráfico rodado. Las calles y sus aceras son los principales lugares públicos de una ciudad, sus órganos más vitales. ¿Qué es lo primero que nos viene a la mente al pensar en una ciudad? Sus calles. Cuando las calles de una ciudad ofrecen interés, la ciudad entera ofrece interés; cuando presentan un aspecto triste, toda la ciudad parece triste. Y más todavía -y con esto topamos con el primer problema-, si las calles de una ciudad están a salvo de la barbarie y el temor, la ciudad está más o menos tolerablemente a salvo de la barbarie y el temor. Cuando la gente dice que una ciudad o que una parte de la misma es peligrosa o una jungla, quiere decir principalmente que no se siente segura en sus aceras. Pero las aceras y quienes las usan no son beneficiarios pasivos de seguridad o víctimas sin esperanza de un peligro. Las aceras (la utilidad que prestan) y sus usuarios son partícipes activos en el drama de la civilización contra la barbarie que se desarrolla en las ciudades. Mantener la seguridad de la ciudad es tarea principal de las calles y aceras de una ciudad. Es una tarea totalmente diferente a los servicios que están llamadas a prestar las aceras y calles de las ciudades pequeñas o de los suburbios residenciales. Las grandes capitales no son sólo ciudades muy grandes; tampoco son arrabales muy densos. Se diferencian de las ciudades y de los arrabales en aspectos esenciales, uno de los cuales es que las ciudades están, por definición, llenas de personas extrañas. Todo el mundo sabe que en las grandes capitales hay más personas extrañas que conocidas. Y extraños no son solamente quienes van a los mismos lugares públicos, sino más aun los que viven en las otras viviendas del mismo piso. Incluso las personas que viven muy próximas entre sí se desconocen, y así tiene que ser en razón de la gran cantidad de gente que vive dentro de reducidos límites geográficos… Jacobs, J. (1961). The Death and Life of Great American Cities. (Ed. original publicada por Random House Inc., Nueva York. Ediciones Península, Madrid. Recuperado de http://habitat.aq.upm.es/ boletin/n7/ajjac.html 19 El boulevard Click aquí para ver recursos multimedia El boulevard Oroño, se halla emplazado dentro del área central y se extiende, desde la Avenida Rivadavia al Parque Independencia, rematando sus extremos en el Silo Davis y la Plaza del Foro, Dr. Dalmacio Vélez Sarsfield, respectivamente. La singular configuración del paseo lo convierte en único. En sus 18 cuadras de extensión presenta la particularidad, tal como lo explicita la ordenanza que le dio origen, de ser más ancho que las calles tradicionales a la vez de contar con un paseo central - a la manera de una plaza lineal- ajardinado. Cabe destacar que el trazado original propuso, simplemente, dos alineaciones de palmeras, en la amplia calle, formando canteros. Estructurado simétricamente, la vegetación en las aceras laterales presenta un orden riguroso mientras que en el sendero central la composición combina numerosas especies sin un orden explícito. El espacio del boulevard se articula con las servidumbres de jardín propias de los inmuebles, los límites se desdibujan tras los cercos, otorgándole una imagen singular. Hacia 1868, el Honorable Consejo Municipal decretó el trazado de dos boulevares1, determinando ubicación, dimensiones y características espaciales. El que corría de este a oeste se denominó Bv. Argentino, hoy Avenida Pellegrini, el que lo hacía de norte a sur Bv. Santafesino, que en 1904, cambia su denominación por Bv. Nicasio Oroño. Estos dos bulevares y la avenida del bajo siguiendo el límite del río, conformaron una incipiente avenida de circunvalación. Recién en 1887 se definió el trazado, los lineamientos del diseño definitivos de los bulevares y la plaza2. Ese año, fue inaugurado el Boulevard Santafesino convirtiéndose en el límite oeste de la ciudad y en el paseo de la burguesía. Puede que este carácter haya motivado a las familias de más prestigio en la ciudad a construir sus residencias, a finales del siglo XIX, principios del XX, consolidándose como el sitio más aristocrático de la ciudad. Sin embargo debemos distinguir que el boulevard no presentó una fisonomía constante en todo su desarrollo por aquel entonces. La esquina de Oroño y Córdoba parece haber articulado el sector de ostentosas residencias que denominamos Oroño Sur -de calle Córdoba a Montevideo- tal vez por ser el paseo que concluía en la Plaza Independencia; con otro más modesto, Oroño Norte, que se extendió hacia la zona ribereña, siendo la comunicación con el área portuaria. Esa configuración se mantuvo hasta la década del 40 aproximadamente con la aparición de edificios en altura Las casonas fueron reemplazadas por edificios en altura, de escaso valor arquitectónico. que ocuparon indistintamente ambos sectores del paseo. El devenir del crecimiento de la ciudad unida a la especulación inmobiliaria determinó una sustitución desmedida de la edificación original, principalmente en la década del 70. Las casonas fueron reemplazadas por edificios en altura, de escaso valor arquitectónico, modificando la escala espacial que el corredor presentara otrora. Las viviendas unifamiliares que aún permanecen, en su gran mayoría, han cambiado el uso original albergando, en la actualidad, instituciones tales como escuelas, centros médicos y oficinas. La cabecera norte del paseo fue abierta en 1997, permitiendo no sólo la articulación con la costa sino también recuperar las visuales del río y del Silo Davis que en el futuro albergará actividades culturales. (1) Artículo 1º. Determina la propuesta de un boulevard que correrá de este a oeste indicando localización y dimensiones, que se denominó Bv. Argentino, hoy Av. Pellegrini. En su... Artículo 2º. Se abrirá una calle que correrá de norte de sur a la distancia de 14 cuadras de la plaza 25 de Mayo, la que también se denominará boulevard, construida con 40 varas de ancho y se le colocarán dos hileras de árboles de cada lado y será construida según el perfil dado en la plaza principal de esta ciudad. Denominado Bv. Santafesino, hoy Bv. Oroño. (2) Plaza Independencia. Artículo 3º. Estos dos bulevares se terminarán en un punto de intersección, en una plaza cuadrada de 300 varas por cada frente. (Ordenanzas y Decretos del Honorable Consejo Municipal y del Departamento Ejecutivo, asignando nombres a avenidas y bulevares, calles, cortadas y pasajes del municipio. Nomenclatura. J.M. San Miguel). AAVV. (2003). Guía de Arquitectura de Rosario. Architectural Guide. España. Ed. Junta de Andalucía (Págs. 230-231) 20 TEX TOS | DIBUJO Y ARQUITEC TUR A Foto: Corina de los Ríos - TFA Arq. Sergio Bertozzi El dibujo Click aquí para ver recursos multimedia El dibujo. Charla “El dibujo en la actividad proyectual del arquitecto”. En torno al dibujo y a la actividad de dibujar se ha ido creando una cierta trama de miedos y tabúes que deberemos aclarar para fijar nuestra posición y actitud frente al tema. En general, todas las instancias de educación previas a la universitaria (salvo excepciones) tienen hacia este campo del saber una actitud muy “libre”, muy despreocupada y casi siempre muy desestructurada y contradictoria (desde hace tiempo se promueve comprar los mapas o se difunden los stickers educativos que evitan dibujar. Al mismo tiempo, en este ejemplo simple, se está bloqueando una elemental oportunidad de trabajo conjunto de la mente, la vista y la mano). Es muy frecuente escuchar: “¡No soy para el dibujo!”, “¡No tengo muy buena mano!”, “¡Mis dibujos son terribles!”, frases que hablan de temores, de actividades no practicadas, de capacidades ignoradas o, lo que es más grave, no escucharlo explícitamente pero detectarlo como angustia o discapacidad “tapada” en muchos alumnos. Ustedes han optado por esta carrera, y ella, como muchas comprometidas seriamente con procesos proyectuales y creativos, necesita del dibujo en sus muy distintas modalidades y valores. ¿Por qué? En nuestros dibujos está el pensamiento. En Arquitectura el dibujo está en función de; no es un fin en sí mismo (no se debe caer en la seducción del “dibujismo”). El dibujo es una herramienta adecuada (la más adecuada) en nuestra actividad proyectual. Es nuestro lenguaje para la comunicación: con nosotros mismos, con nuestros pares, con nuestros comitentes y con aquellos que intervienen en la concreción de la obra. Nuestros dibujos esquematizan una idea, expresan una intención, proponen un ordenamiento espacio-funcional o explican cómo es un detalle constructivo. En nuestros dibujos está el pensamiento. Afortunadamente, este lenguaje se adquiere, es posible incorporarlo y desarrollarlo con trabajo y reflexión. Hay materias (…) que incluyen específicamente los 21 códigos y sistemas gráficos, las distintas expresiones del dibujo con variadas técnicas de realización y asumen teórica y gráficamente gran parte de los conceptos arquitectónico- morfológicos. En síntesis, posibilitamos la adquisición del lenguaje con el valor y la significación de cada palabra pero además vamos incorporando otros modos (de “decir”) en la expresión dibujada (tanto dentro de la “prosa” como “poéticamente”, en una asimilación al lenguaje oral y escrito). Arquitectura es responder con ámbitos a necesidades humanas. Es cobijar y favorecer actividades del hombre definiendo y construyendo espacios adecuados en un momento y lugar particulares. En lo anterior inmediato aludimos a la satisfacción y ordenamiento de funciones en el espacio y a las relaciones correctas de ellas dando una respuesta a la necesidad planteada, optimizando concretamente esas actividades del hombre y aportando a una mejor calidad de vida, pero, dados en un “tal momento y lugar” (al final de la frase) nos compromete histórica, cultural y hasta ideológicamente en el “cómo entender la temática planteada, cómo interpretar las necesidades del caso y cómo dar respuesta integral y en cada detalle”. Estamos hablando de valores tecnológicos, morfológicos, de contextualización, valores de significación y de reconocimiento. Este compromiso está en el diseño del todo y de cada parte. Está en cada decisión de diseño. Esto no es una definición ni lo intenta ser, sino, quizás, una reflexión amplia hecha en voz alta. Una de las implicancias apasionantes de nuestra disciplina es su fuerte carácter proyectual y creativo tal como sucede en el diseño gráfico, el diseño industrial y otras disciplinas o actividades. Las disciplinas proyectuales son trabajo de anticipación: diseñamos “algo” que no existe aún, sea una pieza gráfica, un objeto, artefacto o una propuesta espacial posible y construible con miras a ser. Deseamos que sea y damos una respuesta pero eso... aún no es. No es la silla concreta a nuestra disposición para probarla, ni el ámbito al cual se accede, se lo recorre y percibe... y se lo usa. El dibujo proyectual es virtualidad que aspira a superar ese estado. Es evidente, entonces, que un alumno de Arquitectura necesitará conocer las reglas del lenguaje para luego desarrollar el suyo personal en el dibujo y aplicarlo en dos instancias absolutamente distintas: la presentación gráfica de situaciones existentes (relevamientos, información de edificios o áreas urbanas o de su equipamiento, etc.) y también en propuestas a futuro (ampliaciones, reciclajes o refuncionalizaciones y proyectos originales). Ambos casos, existente o proyectual, en su multiplicidad temática, en variadas jerarquías y escalas de intervención. El camino para adquirir este lenguaje en muchísimos de ustedes ha comenzado ya durante el Curso de Ingreso; se continúa en algunas materias específicas con cierto Arquitectura es responder con ámbitos a necesidades humanas. detenimiento y se transita en casi todas ellas. En el taller de Arquitectura acompañando el proceso de diseño, jugando el rol protagónico que es tema de esta charla y en casi todas las demás como “lectura y escritura” en eficaces representaciones o meras informaciones. El camino se prolonga más allá de la Facultad... en la profesión... el recorrido hará que nuestro lenguaje sea, día a día, cada vez más pulido y ajustado. Al dibujo, como medio de comunicación tendremos que saber leerlo y escribirlo (seguimos en el paralelismo con la lengua) y lo podemos enriquecer conociendo expresiones gráficas muy diversas ya hechas por otros (legado de los Maestros y +), por el estudio, la percepción y la indagación, en un ensanche cultural y también por la sensibilización. Todo ello, entendido en amplio sentido global e integrador dará génesis, aparición e impulso a una creatividad natural y sana, siempre a nuestra disposición. Para garantizar a posteriori el trabajo de prefiguración en cualquier disciplina proyectual es, pedagógicamente hablando y en una primer etapa, recomendable el trabajo con la figuración. En un lapso relativamente corto el dibujo de figuración nos da posibilidades de controlar cuestiones como tamaño, escala, proporciones y todos los atributos en la espacialidad y materialidad de cada ejemplo, al tiempo de facilitar y desarrollar las habilidades. Entonces, y con la presentación de los contenidos programáticos (los conceptos), se podrá dar una mejor y justificada incorporación del Dibujo al Estudiante de Arquitectura. En poco tiempo se pueden plantear ya al alumno ejercicios, donde la imaginación o la visualización mental (o sea previsualizar, pensar cómo se ve, aun no viéndolo), participa junto a la mano y la vista para poder llevarlo al papel. ¿En qué modalidad? El boceto. El dibujo gestual, “blando” es aquel que más se adapta para la tarea proyectual. Probablemente por la inmediatez en la conjunción del pensar y el dibujar es que convierten a este modo de trabajo como el más apto, más personal (al tiempo que íntimo). Sólo un lápiz o lapicera o crayón y el individuo pensando/proyectando. 22 En el pensar/dibujar de la creatividad proyectual del arquitecto están presentes y combinados todos los datos del problema. Todos los años previos en los que el individuo ha ido aprehendiendo al mundo (su entorno) y aprendiendo sobre él, asociando los conceptos a operaciones como el asir, el manipular y el sopesar (más los réditos que todo ello incluye), acompañado por las elementales actividades de las primeras improntas gráficas de la escritura con el lápiz u otra cosa similar (¿dedo? ¿palito? ¿cascote?), ha hecho que éstos elementos fueran asimilándose a una prolongación de la mano, a una parte de ella misma, algo así como la completación de la mano (en algunas operaciones, por supuesto)… El circuito de enlace entre ideas y producción de rasgos gráficos es mínimo... es elemental. No hay instrumental, ni adminículos complementarios o máquina que forme parte y/o complique este proceso. La expresión gestual es primigenia y visceral; es la original, antropológicamente hablando y sobre todo es la que puedo hacer en ese momento. Lo anterior nos lleva a la reflexión siguiente. Si lo dicho es cierto... entonces sería de importancia por un lado la tanta destreza que se posea con el dibujo y, por el otro lado, el acompañamiento y custodia del pensamiento en ese tipo de acción... ¡Exactamente! El boceto no solo es considerado “blando” por sus trazos no rígidos o poco prolijos sino, también, por el carácter de un no terminado definitivo. Las líneas y manchas subyacen modificadas por otras dando aparición a nuevos bocetos que satisfacen en mayor grado. En el pensar/dibujar de la creatividad proyectual del arquitecto están presentes y combinados todos los datos del problema, todo el entendimiento para con el tema, todo el conocimiento que se posea de respuestas anteriores similares, cercanas o no tanto, todas las capacidades perceptuales adquiridas y las de previsualización tridimensional desarrolladas. En fin, está presente toda la cultura del individuo que proyecta vislumbrando y produciendo síntesis, revisiones, correcciones y nuevas síntesis incluidas aquellas de factibilidad de producción: la voluntad de ser de la idea. Al acto creativo proyectual concurren, participan, las ideas grandes y pequeñas en una propuesta, unidas a la cultura completa del diseñador, a su nivel de solvencia en lo metodológico y en la aplicación de habilidades comunicacionales (técnicas y dialécticas) por medio del dibujo. Esta charla, para cerca de 800 ingresantes a la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de La Plata en el 2001, fue dada durante el Curso Introductorio y por invitación del equipo responsable a cargo. En esa oportunidad, para establecer una mejor comunicación y favorecer la tarea docente-informativa ante este considerable número de alumnos, se acompañó el discurso con una secuencia ininterrumpida de proyecciones de ejemplos cuya reproducción aquí es imposible. De aquellos que hacen a la producción de la arquitectura, que se pueden encontrar en revistas y libros, se cuidó en mostrar, no sólo tal obra sino su gráfica en las distintas etapas del proceso proyectual, con diferentes técnicas y grados de terminación, pero (*) haciendo énfasis en presentar caminos posibles y modos para la adquisición de una correcta lecto-escritura gráfica de la tridimensión y en cómo incentivar y ampliar las posibilidades de este lenguaje con la explotación perceptual y conceptual, a la par del conocimiento de ajustadas técnicas expresivas. Centeno, M. (2011). Comunicaciones. FAU UNLP. 23 Dibujo y proyecto Click aquí para ver recursos multimedia 1- La proyectación No puede concebirse la proyectación arquitectónica al margen de los procesos configurativos inherentes a la tarea de comprender situaciones sociales y vitales y anticipar arte­ factos edificatorios que den satisfacción a los requerimientos explícitos e implícitos en las situaciones de partida. Proyectar arquitectura es interpretar resolutoriamente, en precisas configuraciones que definen modelos de edificios, requerimientos vitales y culturales, ajustándolos a condiciones productivas, ideológicas y económicas específicas. La anticipación configurativa en forma de modelo a alcanzar y de esquema de acción organizada, conducente a la realización del objeto, es inevitable en cualquier proceso de producción. La proyectación arquitectónica implica el desarrollo de imágenes configurativas respecto al ambiente y a la materialidad edificatoria (como memoria y como fantasía), ligadas a diversos ámbitos de significación (productivos, representativos, funcionales, etc.) sin las que la proyectación arquitectónica no sería posible. Si por pensamiento arquitectónico entendemos la actividad mental concomitante a la producción de edificios, de la que forma parte esencial la propia proyectación arquitectónica, resulta imposible concebir un pensamiento arquitectónico sin un contenido básico configural. 2. La imaginación configural EI fundamento de las imágenes configurales no puede estar más que en la configuralidad de la imaginación, sólo accesible a través de la exteriorización de los contenidos imaginativos, su manipulación objetual y reflexiva y su reincorporación al acervo imaginario mediante el discernimiento y la memorización de las experiencias. La exteriorización de contenidos imaginarios sólo puede hacerse con medios expresivos adecuados. Son medios expresivos de las imágenes configurales arquitectónicas, la propia construcción de edificios, la modelización y el dibujo (de representación). Todos estos medios participan de un componente genérico configural que conviene diferenciar. Proponemos denominarlo componente gráfico-configural. La reflexión sobre las imágenes configurales expresas, se realiza asignando significados a sus componentes figurales y organizativos (análisis) y probando su coherencia respecto a los requerimientos y condiciones entendidas como criterios (evaluación). La reflexión conecta la configuración con una multiplicidad de ámbitos de razonamiento. Proyectar arquitectura es interpretar resolutoriamente, en precisas configuraciones que definen modelos de edificios, requerimientos vitales y culturales, ajustándolos a condiciones productivas, ideológicas y económicas específicas. Aun habiendo arquitecturas sin diseño, no podría hablarse de arquitecturas a-gráficas o a-configurales. 3. ¿Lenguaje gráfico? La hipótesis de un pensamiento configural, vecino quizás al pensamiento inefable, asociado a un lenguaje configural visual, es cada día más emergente. Se relaciona este pensamiento con el origen y desarrollo de la cultura de la imagen y viene a soportar la naturaleza de los procesos de comprensión del medio en tanto que organización de lugares y objetualidades características, que se exploran mediante series organizadas de movimientos y manipulaciones. El dibujo, tal como es utilizado en el diseño de productos de todo orden que comunican mensajes con imágenes visuales, se revela como idioma configural genérico, abierto a todo tipo de significaciones y susceptible de colmar procesos cognoscitivos básicos, puestos de manifiesto en su relación con otros lenguajes. Que el dibujo, en cuanto esquematización gráfica configurativa genérica, asociado o no a las convenciones de apariencia, pueda entenderse como medio por antonomasia del lenguaje configural visual no parece ofrecer 24 En la medida en que el dibujo es un idioma abierto con capacidad simbólica ilimitada y, por tanto, superior a las aplicaciones en las que actúa de mediador, es el recurso inagotable para la comprensión y la concepción arquitectónica. muchas dificultades si no se restringe a él el monopolio expresivo de las dichas imágenes y se tiene en cuenta su vinculación con el lenguaje verbal y otros lenguajes formales más restringidos. La concepción renacentista del dibujo como técnica universal de ideación conformativa, artística y técnica, basada en la hipótesis también renacentista de un pensamiento geométrico, puede entenderse en cuanto se considere el dibujo como lenguaje asociado a un modo universal de explorar, concebir y expresar la organización natural y artificial. La fundamentación y justificación del dibujo como lenguaje especifico relativo al pensamiento configural, tropieza con dificultades antropológico-filosóficas arduas. No así si se considera como medio idiomático más afín al pensamiento configural. El análisis de los procesos de dibujo (en cualquier campo artístico o técnico) los identifica como procesos de proyectación de imágenes configurativas que se procesan en relación a campos significativos muy dispares, mejor o peor vinculados a otros lenguajes. 4. Dibujo y proyecto Proyectar objetos arquitectónicos puede ser el proceso inverso de explorarlos gráficamente y representarlos, pero en la medida en que interviene el dibujo (y el dibujo siempre interviene cuando hay que proyectar gráficamente) es éste el medio común de ambos quehaceres. En la expresión y la representación, el dibujo es lenguaje mediador con el que se traduce la impresión inmediata, se filtra la percepción sostenida y se procesa el sistema relacional que transcribe, tanto la configuración formal representada como el proceder práctico que guía y regula la representación. En el Proyecto, el dibujo es lenguaje mediador con el que se interpretan requerimientos, condiciones y propósitos, con ayuda de un proceso que genera y prueba relaciones y pautas figurales hasta lograr una configuración representativa coherente. En la representación que busca la comprensión, el dibujo tiene una función exploratoria e interpretativa análoga a la que necesariamente tiene que asumir en el diseño. En la medida en que el dibujo es un idioma abierto con capacidad simbólica ilimitada y, por tanto, superior a las aplicaciones en las que actúa de mediador, es el recurso inagotable para la comprensión y la concepción arquitectónica. Desde este peculiar planteamiento, nuestro dibujo se diferencia grandemente del “Dibujo Artístico”, y no se contradice para nada con el dibujo “Convencional”. La gran diferencia con el dibujo artístico no está tanto ni en las referencias que se utilizan, aunque en nuestro caso siempre sean espaciales, ni en los procedimientos de representación, que son subsidiarios de la cultura gráfica en general, sino en su sentido ya que, frente a la representación autónoma en su formalidad, propia del arte plástico dibujado, a nosotros nos interesa el grafismo como técnica mediadora del quehacer arquitectónico. Un diseñador alcanza la habilidad deseada no cuando es capaz de pensar gráficamente, sino cuando es capaz de servirse del dibujo para entender e idear procesativamente el medio artificial. De la Riva, J. (1986). Dibujo y proyecto. Catedrático de la E.T.S. de Arquitectura de Madrid 25 SEMANAS 3 4 & 26 ACTIVIDADES PROGRAMADAS a· El docente explicará los objetivos del ejercicio de las semanas 3 y 4, así como la distribución de tareas. b · Los alumnos trabajarán en la comprensión y puesta en debate de los textos seccionados para esta etapa de trabajo. Las actividades de lectura supondrán trabajo tutorizado o supervisado con claras consignas asociadas a la producción escrita y/u oral. c· Se visitarán exteriormente las obras seleccionadas. d · El profesor conducirá la práctica hacia la elaboración de los dibujos necesarios para la comprensión y comunicación del ejemplo elegido de los seleccionados en esta publicación. A tal fin se explicarán nociones de escala y conceptos básicos en las proyecciones paralelas. El trabajo de interpretación se reforzará con el problema de la escala, se sugiere evitar “atajos” (fotocopias, coeficientes de ampliación y/o reducción, etc.) y promover mecanismos que permitan a los alumnos arribar a conclusiones razonadas (deducción y reconocimiento de la escala gráfica). El trabajo se desarrollará en forma grupal, distribuyendo el docente los dibujos de manera que cada alumno realice una experiencia completa (planta y alzado significativo). Nota: no se pretende el aprendizaje del “sistema” a nivel justificativo sino la introducción a su reconocimiento normativo y una primera aproximación al código gráfico como instrumento de interpretación. e · La entrega constará de un juego de geometrales (por equipo) seleccionado por el grupo, fotos de la maqueta de estudio (proceso) y un relato escrito que sintetice lo reflexionado acerca de: las ideas principales que se exponen en los textos y la observación de los casos trabajados (hojas tamaño A3). f · Se complementará la interpretación gráfica con la producción de un modelo espacial (maqueta física) de alguna de las obras que figuran en la publicación, que complemente y facilite la interpretación de la forma y el espacio. Esta se realizará con materiales de simple factura para permitir correcciones y ajustes en el transcurso del trabajo. Se registrarán fotográficamente estas etapas. g · En el espacio áulico los alumnos tendrán que reflexionar sobre de lo que hubieren registrado, valorando el contenido y distinguiendo, las distintas “miradas” sobre un mismo hecho; reconociendo los diferentes códigos (gráfico, gestual, verbal, etc.), así como las posibilidades y limitaciones de cada uno. h · En el último encuentro se llevará adelante una exposición reflexiva de todo lo producido a lo largo de las cuatro semanas del desarrollo del CAU. 27 TEX TOS | L A OBR A DE ARQUITEC TUR A Cueva, cabaña, casa Click aquí para ver recursos multimedia Sobre el habitar CUEVA, CABAÑA, CASA. Primero fue la cueva. El hombre, animal con una clara racionalidad todavía poco desarrollada, poco desplegada, para guarecerse del frío y de la lluvia, y para defenderse del ataque de otros animales irracionales, se refugió en la cueva. La tierra, la roca, lo pétreo, lo pesante, lo oscuro, acogió en sus entrañas al hombre. Y aquella racionalidad, con toda su capacidad de creación, imprimió las huellas de su imaginación, de su memoria, sobre aquellas paredes, pintándolas. Después vino la cabaña. El hombre pensó que podía construir lo tectónico. El pájaro construía su nido y la abeja su panal con unas leyes impresas, difíciles de describir pero con perfecta y ciega exactitud. El hombre comprendió, aunque todavía de manera inconsciente, las leyes de la gravedad y levantó su cabaña. Con troncos y ramas, cueros o con piedras, o con barro y paja, o con bloques de hielo, Y siempre con la razón que, también de una manera poco consciente, mucha intuición y consustancial con la naturaleza, empleaba mecanismos geométricos y principios estructurales básicos, elementales e imprescindibles. Y aunque también fuera para guarecerse y para defenderse pudo ya, con más libertad que con la cueva, elegir el sitio, decidir el lugar y la forma de su estancia. Y su capacidad de creación, que en la cueva fue de la mano de la pintura, se manifestó aquí -así querría yo entenderlo- de la mano de la arquitectura, de la más primitiva arquitectura. El hombre pudo ya decidir el lugar en el que asentarse y la forma de la arquitectura que le acogía. La Arquitectura fue una manifestación más, quizá la más humana, de la cultura. Y al final llegó la casa. El guarecerse y el defenderse se transformaron en el habitar. Y el hombre, dominando ya el espacio, conformado por los correspondientes planos, concibió la posibilidad de controlarlo. De proporcionarlo. Y vio que con la luz enriquecía su obra. Y así, dominando la gravedad y la luz, de manera ya más consciente, perfeccionó la Arquitectura. Y la Arquitectura fue así una manifestación más, quizá la más humana, de la cultura. De esa cultura que va decantando el pensamiento del hombre a lo largo de los tiempos. Si el hombre como animal se refugió en la cueva y como racional construyó la cabaña, el hombre culto, creador, concibió la casa como morada para habitarla. Y en eso estamos. Campo Baeza, A. (2012). Tu casa, tu museo, tu mausoleo. Recuperado de http://oa.upm. es/32861/1/TU_CASA.pdf 28 ¿Qué es la casa? Click aquí para ver recursos multimedia ¿Qué es la casa?... probablemente, alguna vez hemos formulado o nos ha llegado esta pregunta, pero sin aguardar una respuesta, la que de intentarse no sería tan fácil ni sencilla como a primera vista puede parecernos. En realidad, como todas las cosas que frecuentamos y que más cerca está de nosotros, la casa forma parte de una experiencia permanente que hace parecer innecesaria la definición. Y sin embargo, a poco que se piense, la casa se dibuja como un organismo complejo y sutil que por el mismo hecho de que a todos nos atañe en alguna medida merece que se le preste atención. A partir de allí puede anticiparse que la definición del diccionario no será capaz de satisfacer nuestra mínima curiosidad. Si se quiere, no es inexacto que la casa sea un edificio o parte de él destinada a habitación humana. Por el contrario, se diría que es excesivamente preciso y tal vez por ello excesivamente pobre en su síntesis. Porque la casa se relaciona con la vida y porque en sí misma tiene un algo vital que la distancia definitivamente de un objeto común. Nuestras vidas están inevitablemente ligadas a la casa. El fervor más antiguo de nuestras viviendas primeras, las imágenes recónditas de la infancia tienen eco en sus muros, a veces con ese tenue resplandor de una irrecuperable felicidad, otras con la nostalgia de lo que ya no existe o el frío desapego por ingratas evocaciones, ya que ella es el escenario del drama cotidiano de la vida. ¿Se trata entonces de una subjetiva resonancia humana que proyectamos a la casa? Quizás, pero de cualquier modo y lejos de esa interpretación personal la casa ha procurado a la sociedad el ámbito fundamental y la seguridad para el enraizamiento del hombre en la tierra, su interpretación de la realidad y al formación y consolidación de las relaciones familiares, cimientos de la condición social que ha permitido a la especie humana sobrevivir en un mundo naturalmente difícil y lleno de peligros., A la voluntad de sobrevivencia del hombre hay que atribuir además su capacidad de adaptación a climas tan extremos como los trópicos o las regiones polares. En ese ambiente natural, de por sí inconfortable, el hombre afirmó su voluntad transformadora procurándose en primer término un refugio que le permitiera desarrollar su actividad cotidiana con un mínimo de comodidad y privacidad. En países muy llano con grandes espacios abiertos desprovistos de bosques, como en Irak o Egipto, es común que la gente se recoja a conversar en ligeros para vientos especialmente construidos, en los trópicos, livianos cobertizos protegen del sol y el aguacero; el habitante más desheredado del globo, el indio de Tierra del Fuego, construye con ramas y cuero abrigos que a duras penas lo asilan de la inclemencias del tiempo. La comodidad es una conquista artificial y significa una serie de condiciones ambientales que facilitan al hombre su trabajo y su descanso. Si en el exterior hace frío, el interior debe ser abrigado, y por el contrario, si el ámbito externo es caluroso, dentro debe ser fresco; contra la luz excesiva, la penumbra tranquilizante. La comodidad, se comprende, no se reduce a la casa. El hombre la lleva en sí mismo, en su propio cuerpo, para el que ha perfeccionado vestimentas que están lejos de las pieles con que nuestros antecesores ponían valla a los rigores del invierno, pero con los que mantiene una inevitable relación: la comodidad. Pero así como el hombre ha precisado vestimentas para envolver su cuerpo, así también ha concebido un ropaje para envolver su vida familiar, su trabajo y hasta sus placeres, inclusive los multitudinarios, como lo denuncian las tribunas abiertas de los estadios deportivos; el Coliseo de Roma, por ejemplo, con su velum, especie de toldo que cubría, o el llamado astrodome de Houston (EEUU), estadio cubierto con capacidad para 66 mil personas sentadas, que gozan de aire acondicionado. La comodidad se comprende, no se reduce a la casa. La casa se nos ofrece así como un espacio confortable para el hombre, que responde al modo de vida de su habitante y a las características climáticas del paisaje donde se levante. Pero esta definición así esbozada no resulta todavía satisfactoria: ese espacio construido por el hombre debe ser proporcionado. En efecto, se trata de lograr una distribución inteligente y adecuada de las distintas partes de la casa, con una armoniosa relación inter espacial y una fácil y natural fluencia interior. Esa proporción no se reduce al ámbito interior de la casa. Vale también para los cerramientos, para la comunicación y el paso entre dos dimensiones tan alejadas como son el adentro del afuera de esta orgánica estructura que de tal modo comienza a revelar una complejidad en principio no supuesta. Y cuando más reducida es la casa, más difícil resulta logra esa proporción. Y que en menor espacio deben resolverse con armonía los requerimientos actuales de una familia común pero con una personal manera de vivir….la palabra casa, que en la formación del idioma reemplazó a domus, viene tal vez de cpsa (caja), porque como la caja o el arca es el secreto de la familia. Domus dio en cambio en domicilio. De Domus se origina dominus, “señor”, porque el amo de la casa era el señor. La casa, domus, fue el primer dominio del hombre… Sacriste, E. (1968). ¿Qué es la casa? Colección Esquemas. Argentina: Ed. Columbia 91 (Págs.18-20). 29 Arquitecto de casas Click aquí para ver recursos multimedia Útiles para la formación del arquitecto de casas 1. La reflexión sobre las transformaciones sociales y arquitectónicas de los diversos recintos de casas destinados a determinadas funciones es ilustrativa, no para caer en fantasías nostálgicas o historicismos sino para entender cómo ha de ser la arquitectura actual capaz de albergar las diferentes actividades relacionadas con la vida en casa. Sólo sabiendo de dónde venimos y dónde nos encontramos podremos hacer prospectiva. De este modo, puede ser de gran provecho el estudio de la evolución de algunas partes de la vivienda, como la cocina, el baño, la sala de estar, los dormitorios, el comedor; la desaparición de otras zonas, como drawing-room la aparición de nuevas como la family-room, la tv-room la computer-room. Esta reflexión puede comportar una elucubración sobre las tendencias actuales y su futura evolución. 2. El conocimiento de aquellos elementos de composición arquitectónica más propios de la arquitectura doméstica: atrio, hall, salas, porches, galerías, patios, tribunas, balcones, etc., es de gran interés para tenerlos en cuenta y reconocer la riqueza que contienen. Este conocimiento permite no descuidar la necesaria figuración de los espacios de la vivienda. Figuración que, en la arquitectura moderna, fue relegada en aras de potenciar otros componentes como la funcionalidad, la eficacia, la practicidad, la higiene o la estandarización, pero que, una vez ya asumidas éstas por el productivismo, conviene contrapesar. 3. También es útil que este conocimiento venga acompañado por el repaso de algunos ejemplos de entre los más logrados de la arquitectura doméstica y de los prototipos de edificios para viviendas concebidos hasta hoy. 2. En relación a la implantación existen dos formas opuestas de casa: la casa urbana y la casa suburbana. Según su situación en la ciudad o fuera de la misma, relacionadas respectivamente a formas intensivas de agregación de viviendas con las más altas densidades y alturas, o a formas extensivas de baja densidad y menor altura. Las dos formas de implantación están también históricamente asociadas a dos actividades diferenciadas: la primera, relacionada con el negocio (o trabajo y negación del ocio), y la segunda con la idea de la villa o casa situada en el campo y destinada al ocio y al descanso. Entre ambas formas extremas hay otras intermedias: desde las ciudades-jardín hasta las torres o bloques de pisos hay una escala de soluciones como los inmuebles villa, con la clara voluntad de conciliar los dos polos. 3. En relación a la organización social podemos distinguir las viviendas para familias o las destinadas a colectivos específicos, como viviendas para la gente más mayor o las que se destinan a estudiantes. Dentro del ámbito de las familiares la distinción más habitual es la de unifamiliares o plurifamiliares. También en la historia social hay organizaciones colectivas, en cierta manera alternativas a la familia tradicional, dentro de sociedades igualitarias, que han dado lugar a ejemplos arquitectónicos de gran interés, como por ejemplo el Falansterio, el Familisterio o las casas-comunas; son éstas formas colectivas de residencia que han abierto el camino hacia otros tipos de edificios no considerados estrictamente viviendas, como son las residencias de estudiantes, las de la llamada tercera edad, las que se dedican al descanso y al ocio o incluso las de paso transitorio, como los hoteles, etc….” AAVV (2001). Introducción a la arquitectura. Conceptos fundamentales. Barcelona. Ediciones UPC Formas de la vivienda. Clasificaciones 1. En relación a la cantidad podemos distinguir entre vivienda masiva y exclusiva: la vivienda masiva, concebida por su construcción en conjuntos de cierta dimensión, pensada para unos usuarios anónimos; y la vivienda exclusiva concebida especialmente para unos usuarios concretos. En el primer caso, el papel de los sistemas de agregación es fundamental para definir los conjuntos de viviendas. Estos sistemas de agregación comportan al mismo tiempo los sistemas de acceso a las viviendas, generalmente a través de espacios de uso común. 30 Edificio De Bernardis | Bv. Oroño 393 Click aquí para ver recursos multimedia Autor: Arq. Ermete De Lorenzi, Otaola y Roca Fecha: 1939 En este edificio de rentas, los proyectistas avanzan en la búsqueda ya presente en el edificio de La Comercial de Rosario: el formular un lenguaje más coherente con los tiempos modernos que vivían puesto que el tradicional edificio de renta adoptaba distintos lenguajes arquitectónicos, propios del eclecticismo imperante. Esta obra se traduce en un interesante juego de formas puras. Los volúmenes simples y sin ornamento, se adosan, se recortan, se convierten en planos mínimos o en líneas que se suceden, unas a otras, conformando espacios semicubiertos. La composición mesurada interpreta y propone la articulación de la esquina a través del volumen del primer piso mientras que la planta baja, de mayores dimensiones que las plantas superiores, respeta el retiro de servidumbre de jardín. AAVV. (2003) Guía de Arquitectura de Rosario. Architectural Guide. España. Ed. Junta de Andalucía. Foto: Arq. Damián Ángel Villar Edificio De Bernardis Click aquí para ver recursos multimedia Al igual que el Gilardoni, este edificio se separa de las medianeras, pero aquí la experimentación volumétrica es llevada al paroxismo mediante los quiebres de perímetro que no solo se dan en horizontal sino también en vertical, produciendo recortes que evidencian el trabajo de las masas por sobre el de las superficies. Este trabajo es realizado mediante una sucesión de cinco plantas con algunas diferencias entre sí, para generar movimiento y singularidad. El tema de la variedad es llevado al extremo, renunciando a las ventajas de la repetición propias del género, que además servían para definir un cuerpo medio homogéneo y no poner en cuestión el esquema tripartito. Su escasa altura y su condición exenta lo aproxima al esquema de los palassini romanos, que De Lorenzi consideraba como alternativa para sustituir las residencias asiladas de principios de siglo, sin poner en riesgo el carácter que estas habían dado al Bulevar Oroño. Rigotti, A. M. Dir. (2007). Ermete De Lorenzi. Obras completas. Rosario. Ediciones A&P (Pág. 156) Foto: Arq. Damián Ángel Villar 31 Casa Racciatti | Bv. Oroño 396 Click aquí para ver recursos multimedia Autor: Arq. Ermete De Lorenzi, Otaola Fecha: 1937/8 La ubicación en esquina permite trabajar en contrapunto la fachada casi cuadrada sobre el lado menor y otra sumamente apaisada, cuyas proporciones se acentúan con la descomposición del plano en bandas horizontales. El eje de rotación está a cargo de un volumen blanco recedido que se despega del zócalo de piedra por la línea de ventanas y es reforzado por un balcón de formas rectilíneas: todos recursos ensayados con mayor éxito en el croquis de la casa Dolce. En el proyecto, sin embargo, la aparición de un motivo de un motivo decorativo sobre la arista hubiera dado continuidad al plano de fachada funcionando como fondo, en una operación similar a la incorporación de tipografía en el edificio Cahina. El ambiente familiar se alinea con el ingreso, situación acentuada por la simplificación y eliminación de las antecámaras. La incorporación del hall y la escalera genera un eje transversal que ordena los espacios públicos. La disposición en departamentos del íntimo aparece más como una estrategia para conformar la planta que como una graduación de la privacidad. Un dormitorio para los hijos comparte llamativamente el baño y la antecámara con el dormitorio matrimonial donde, sin embargo, se trabaja con una sucesión de filtros: boudoir, sala y alcoba. Rigotti, A. M. Dir. (2007). Ermete De Lorenzi. Obras completas. Rosario. Ediciones A&P (Pág. 134) Foto: Arq. Damián Ángel Villar Imágen: Archivo de Biblioteca de la FAPyD - UNR “Arq. Don Hilarión Hernández Larguía” Foto: Arq. Damián Ángel Villar 32 BIBLIOGRAFÍA AAVV. (2004). Diccionario de Arquitectura Argentina. Buenos Aires. Ed. Clarín. AAVV. (2003). Guía de Arquitectura de Rosario. Architectural Guide. España. Ed. Junta de Andalucía. AAVV. (2001). Introducción a la arquitectura Conceptos fundamentales Barcelona. Ediciones UPC. CAMPO BAEZA, A. (2012). Tu casa, tu museo, tu mausoleo. http://oa.upm. es/32861/1/TU_CASA.pdf CENTENO, M. (2011). Comunicaciones. FAU-UNLP ELIO NAVARRO, H. (2007). Geografía Urbana. Argentina: Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Catamarca. FRATARELLI, N. Aproximaciones a la Ciudad Medieval. Contratiempo. Revista de pensamiento y cultura. Buenos Aires Argentina. http://www.revistacontratiempo. com.ar/fratarelli_ciudad_medieval.htm RIGOTTI, A. M.Dir. (2007). Ermete De Lorenzi. Obras completas. Rosario. Ediciones A&P. DE LA RIVA, J. (1986). Dibujo y proyecto. Catedrático de la E.T.S. de Arquitectura de Madrid. SACRISTE, E. (1968). ¿Qué es la casa? Colección Esquemas. Argentina: Ed. Columbia 91. ZUMTHOR, P. (2004). Enseñar arquitectura, aprender arquitectura. Pensar la arquitectura. Barcelona: Gustavo Gilli. JACOBS, J. (1961). The Death and Life of Great American Cities. (Ed. original publicada por Random House Inc., Nueva York. Ediciones Península, Madrid. Recuperado de http://habitat.aq.upm.es/boletin/n7/ajjac.html 33 INFORMACIÓN ACADÉMICA Asignaturas 1º Año 01.01 Introducción a la Arquitectura | Anual 01.02 Expresión Gráfica I Anual 01.03 Materialidad I Anual 01.04 Física | Anual 01.05 Matemáticas | Cuatrimestral 01.06 Epistemología | Cuatrimestral Ver Calendario Académico 2016 Ver Plan de Estudios INFORMACIÓN INSTITUCIONAL Dirección de Alumnado Lunes a viernes de 9 a 11 hs. y de 18 a 20 hs. 4808531 al 35 Interno 111 alumnado@fapyd.unr.edu.ar Secretaría de Asuntos Estudiantiles Lunes a viernes de 8 a 14 hs 4808531 al 35 Interno 109 estudiantil@fapyd.unr.edu.ar Ver Guía de trámites | preguntas frecuentes Ver Becas UNR 34 UBICACIÓN CUR Colectivos que llegan 101 negro 101 rojo 102 negro 102 rojo 115 131 132 144 rojo (días hábiles hasta las 22 hs. sáb no circula) 145 (Cabín 9, Pérez) 145 (Rosario, Pérez, Soldini) K Ronda del Centro (días hábiles hasta las 22 hs. Sáb. no circula) Ronda CUR SUR (días hábiles de 6 a 23 hs. Sáb. no circula) Bedelía » Los objetos olvidados en las aulas deben ser reclamados en la oficina de Bedelía (1º Piso). Bicicletero » A la derecha del ingreso principal de la FAPyD hay un espacio accesible y seguro destinado al estacionamiento de bicicletas (traer linga o cadena). App gratuita » ¿Cuándo llega? Sirve para saber los horarios en que pasan los colectivos. Tiene una versión móvil compatible con Android, iOS y Windows. 147 » Línea telefónica gratuita que brinda información sobre las líneas de transporte. Funciona las 24 hs. Planos / Info Útil / Links de interés 35 BIBLIOTECA “ARQ. DON HILARIÓN HERNÁNDEZ LARGUÍA” 4808531 al 35 int 112 http://www.biblioteca.fapyd.unr.edu.ar Referencia | Circulación y Préstamos | Hemeroteca Lunes a viernes 7:30 hs a 13:30 hs y de 14:30 hs a 20:30 hs. Salas especiales Sala de Investigación Agr. Alberto Montes y Sala de Arte Arq. Hilarión H. Larguía Lunes a viernes de 8 hs a 11 hs y de 15 hs a 17 hs. Sala de Lectura Silenciosa Lunes a viernes de 7:30 hs a 13:30 hs y de 14:30 hs a 20hs. Servicios Recomendaciones para nuevos usuarios Reglamento + info 36