LA ÉPOCA. Vieme» 24 de Junio de 1898 Consejo en. Palacio. Muy poco han dicho los ministros respecto al que hoy se ha celebrado bajo la presidencia de S. M. El jefe del Gobierno, en su discurso-resumen, explicó detenidamente lo ocurrido en las Cortes, donde se ha iniciado la deplorable costumbre de censurar á los jefes del Ejército y Armada, y sostener debates que si nunca serian de resultados prácticos, son gravísimos en estas circunstancias. I^r esto, y teniendo en cuenta que hoy á primera hora se aprobarán en el Senado los últimos dictámenes pendientes, creía oportuno someter á S. M. el decreto de suspensión de sesiones. S. M. firmó este decreto y otros dos de Ultramar, uno de ellos concediendo un crédito al de la guerra de Filipinas y otro de honores de jefe superior de adnrinistracion. Explicó el ministro de la Guerra lo ocurrido en Santiago de Cuba. A su juicio, los enemigos han desembarcado en un lugar desguarnecido. Tres compañías que se hallaban, próximas acudieron á repelerles; pero ante la superioridad del enemigo, y viéndose amenazadas por losflancos,tuvieron que replegarse. No es posible-dijo el ministro—tener todas las costas de Cuba erizadas de bayonetas. Ahora es cuando empieza la guerra. Esperemos á conocer heehos, que eruo swán muy gloriosos para nuestras araws. Interrogado el presidente del Consejo respecto á la verosimilitud de los telegramas que dan á Manila como rendida, manifestó que nada sabe oiicialmente ni lo cree. No hay de Ouba ni de Puerto Kico nuevos telegranas. I — I tremo Oriente propiamente dicho y , por lo tanto, la cuestión de Filipinas no producirá modificación alguna en las buenas relaciones que entre ambas naciones existen.» Terminó diciendo que no sería de ningún modo beneficioso que Inglaterra se declarase protectora de Filipinas, porque esto atentaría contra el equilibrio de todos los intereses en el Extremo Oriente. C o n g r e s o d e l a s R e p ú b l i c a s Americanas. El corresponsal en Madrid del Daily Maü dice que, según informes recibidos en los círculos diplomáticos, se prepara la reunión de un Congreso de las Repúblicas hispano-americanas para adoptar medidas defensivas y crear una liga contra los Estados Unidos, en vista de las ambiciones de conquista y anexión desarrolladas entre los yankees. Discusiones peiij^rosas. — I La giiEPpa con M a t o iJiis. l i a información tel^srÁMca del «Herald» en la Península. Oimenta el Herald las declaraciones liechas por el Sr. Viesca acere» de la censura telegráfica en Cádiz, y dice que ésta ha sido perfecta. «El servicio de información del Herald—á\CQ el citado periódico,—parte de Gibraltar, y es de tal naturaleza y tan perfrtcto, que es imposible descubrir el medio empleado por los corresponsales para transmitir sus despachos. No existe, pues, n i n g u n a responsabilidad en los funcionarios españoles.» E l c a r g a m e n t o del «Zrinyi.» Participan desde Trieste al Herald que el vapor austríaco Zringi, cuyo cargamento se supone consignado á España, pertenece á la Adria Steam Company, de Piume. Conduce, según dicho periódico, 370.410 kilogramos de municiones, suponiéndose que sean granadas procedentes de una fábrica de Austria. O t r a ex|Mdi«lá» á . Manila.—Aplacamiento de la de P u e r t o Rico. Telegrafía de Londres la Agencia Reuter, con refe reacia ¿despachos de Nueva York, que, según un miembro del Estado Mayor del departamento de San Francisco de California, la tercera expedición de tropas para Manila ha embarcado y a á bordo deseia transportes, los cuales marcharán el lunes. El general Merrit se embarcará probablemente en uno de esos transportes. MPMÍ^ de Nueva York, h a publicado un despacho de Washington que dice que los preparativos de la expoíüción á Puerto Rico no se han abandonado, sino aplazado temporalmente, por creerse que el sitio de Santiago de Cuba puede ser más largo de lo que se suponía. Parecf, en efecto, que las defensas por parte de tierra son más importantes de lo que se creía, y exigirán que se refuerce el ejército invasor. L o s espaftoics apreüado^ en b u q u e s uiercanteM. Aseguran desde Washington que el abogado general de presas ha decidido entregar á los Embajadores de Francia y Austria, para que sean repatriados á España, los pasajeros y dotaciones de los buques mercantes que fueron hechos prisioneros á bordo de dichos barcos. Mr. Ramsden, cónsul de Inglaterra en Santiago, ha telegrafiado al Herald que el teniente Hobson, pri sionero del Merrimac, estuvo encerrado en el Morro hasta el 6 de Junio, en cuya fecha se le trasladó á otra prisión de la ciudad. L a * s u p u e s t a s muttiaelOBecí. El Senado americano había votado una moción para denunciar á las naciones civilizadas la conducta del ejército español, que había hecho sufrir horribles mutilaciones á los cadáveres de los soldados yankees qiiequedaron en la playa de Guaotánamo, Después se ha sabido el informe del cirujano mayor de la escuadra, Mr. Vau-Reip«n, en que S'Í niega que se hayan cometido tales mutilaciones, y aquel acuerdo quedará en suspenso. I>A!« m<ielie«i d e Ita3(|iiiri y el A s e r r a d e r o . L« Terwps, d-^ París, rpflri'^ndose k telegrama»* de Isut^vaY'ük, indica quolosjefrtS insorrsicto.s dij-Arou al general Shafter cuo ¡os dos m^jorfís ¡•Hios para desembarcar eran Baíquiri ó fl AíerTridero, por toner niuell-'sde hierro de compañi.is iniíiHias. L(t que parece rarc^' s qae nuestras tropas no haynn destruido esos desembarcaderos. CUBA D n r l a n d » el bfa(|nco. Anoche se recibió un cablegrama del general Blanco anunciando que un baque extranjero ha burlado el bloqueo, llevando una importante remesa de víveres á nuestro ejército. Dicho b j q u e ha logrado fondear en el puerto da Nuevitas. C r u c e r o iviemán. —Illoi|ueo d e T r i n i d a d . Ha llegado á la Habana el crucero alemán Giers. Telegrafían de Kingston diciendo que los yankees tienen bloqueada la población de Trinidad, de la provincia de Santa Clara. L'na orden de Air. L>ong. Se ha ordenado'por el ministro de Marina de los Estados Unidos que se impida la salida de los put'rt is norteamericanos de varios buques que estaban preparados con carga de víveres para los españoles de Cuba y Puerto Rico. La policía ejerce una gran vigilancia para impedir que de los Estados Unidos salgan provisiones para los españoles. i l n c r l e de un periodista. Ha fallecido en la Habana el redactor de La Lucha y corresponsal que fué de El Imparcial, D. Arturo Mora. Las naciones ante la guerra. Actitud áe¡ L e ó n ^ 1 1 1 . Desde iSoma trasmiten por telégrafo á El Imparcial las siguientes noticias sobní la mediación de Su Santidad; «Las nuevas gestiones del Emperador de Austria cerca del P,<p:) k ttu li.- quf Su S nitidad toniHfü nunvameate la iniciativa para poner término ai conflicto e n t r e E s p a ñ H v les E«-tad<r-r úd-,^ : •> b a n d a d o res u l t a d o ••••\a\;v.". León XÍU licv coi.l.-lr.do que pueuo contar con su apoyo decidido cualquiera potencia para una mediación entre los beligerante*; pero ha añadido que, dada la situación de Europa y España en la actualidad, no le es dable hacer otra cus,! quo elevar preces á Dios para que cesen las hostilidades sin intervenir Su Santidad directamente.» liO q o e dice u n E m b a j a d o r ru^o. Losperiódicosde Washington publican una interview con Cassini, nuevo Blmbajador de Rusia, el cual ha dicho qu jamás las relaciones de nquel laiperio y de los Kstiidosi Unidos bfin í<ido más cortíiales. «Huí-ia—añartió está, como es natural, interesada en todos los sucesos que *" refieren al Extremo Oriontp, del que Filipmas es el punto avat¡zado; parola actividad de Rubia se encamina, principalmente, al Ex- (DB LA^ AGENCIA FABSA.) ROMA 23.—No parece m u y prudente ni muy oport u n a la polémica que vienen siguiendo estos días los periódicos ingleses y franceses sobre el poderío de sus respectivas escuadras y si en un caso de guerra sería fácil á la Gran Bretaña «embotellar» á los buques franceses, ó si éstos, apoyados por los rusos, podrían hacer frente al poderío naval británico. — — M i % — I I En los pasillos del Congreso. Al terminar ayer la sesión de la Cámara, los diputadossalieron á los pasillos .tumultuosamente, comentando las últimas palabras del Sr. Salmerón. En medio de aquel barullo, se oyó una voz que gritaha como si denostara á alguien. Se oía hablar de vergüenza; pero entre tanta agitación no era posible entender aquellas palabras. Las pronunciaba el ex-diputado republicano señor Sampere y Miquel. Se aproximó al grupo el gobernador de Madrid, señor Aguilera, y encarándose con aquél, le dijo: —Ni como diputado, ni como caballero, puedo tolerar esas palabras que usted acaba de pronunciar. -—Pues estoy dispuesto á responder de ellas en cuanto usted se despoje de la autoridad de gobernador. El incidente amenazaba tomar un carácter m u y personal, y en pocos segundos se agrupó allí g r a n número de diputados. El señor ma-^qués de Ibarra puso término al incidísnte del pasillo, como vicepresidente de la Cámara, llevando al ¡Sr. Samp.'íre al despacho del presidente, y al poco rato fué puesto en libertad. P«rece que el Sr. Sampere, ai encontrarse con el Sr. Salmerón en los pasillos, y dirigiéndose A. él, le dijo que no tenían vergüenza los republicanos que mantienen las divisiones en el partido. D. Salvador Sampere y Miquel fué diputado por. Igualada (Barcelona) en las Cortes de 1872 y en las Constituyentes republicanas de 1873. HfOSiClliN DE ITOJiJAsiioMLES E. Loewe, Fábrica de objetos de piel—Príncipe, 39. Esta casa fué fundada en España en el año 1846, y su actual propietario es el sucesor de los Sros. Schaefer y Compañía. Entre las múltiples instalaciones que figuran en la Exposición, nos ha llamado mucho la atención la vitrina de esta importante fábrica, en la que presenta un conjunto de artículos de piel, que honra la fabricación española, habiendo tenido el gusto de examinar, entre otras cosas, las carteras, tarjeteros, petacas de varios sistemas, marcos de retratos y un sinnúmero de artículos de fantasía en pieles variadas y de capricho, trabajado todo esto con tal perfección, que no es posible distinguirlos de los que se hacen en París, Londras v Viena, capitales en que mayor desarrollo ha alcanzado esta i n ü u s i n a . Esta casa cuonta con los mismos elementos que la» mejores del extranjero, pudiendo obtone'se en ella cuantos objetos de fantasía se deseen, y los 40 operarios españoles que en ella trabajan están perfeccionados en todo cuanto concierne á este ramo. Muchos desvelos y larga serie de dificultades vencidas á fuerza de constancia han logrado colocar esta fábrica en un lugar envidiable, pudiendo asegurar que su mayor desarrollo data de los últimos ocho años. Como prueba de la bondad de sus artículos, recordaremos el interés demostrado por S. M. la Reina Regente en su visita á dicho certamen, expresando el deseo de examinarlos más detenidamente en Palacio, examnii que realizó S. M. en la visita que le hizo el Sr. Loewe, el cual mereció una simpática acogida, por lo que le damos nuestra cordial 6nhürubu''na, al mismo tiempo que expresamos nuestro deseo de que continúe prosperando, en bien suyo y do la nación. FRANCISCO DE LA VEGA. Reunión de ministros. Apenas terminó anoche la sesión dol Congreso, los ministros se reunieron en el despacho de aquella Cámara, excepto los Sres. Romero Girón y Capdepon, por encontrarse en el Senado. Dos .)ués de las nueve saliéronlos Sres. Gamazo y Auñón, y á poco rato el general Correa y el duque de Almodovar. A litó nuove y media llamaroo por teléfono desde el Siíoadoal Sr. S<ig-.i.s'oi. veste, evi unión del Sr. Groizard -icudió á In »¡\» Ofimara. Tratóse d« los diibat'»s cu las Cáirntras, y los ministros crwari q'ie boy si. priracra hora pi'dríai! qu.^dar apri.'ja.las cu el Senado las loye.-< pendientes de ose requisito, de modo que pudiera leerse alií acto continuo el decreto de suspensión de sesinnes, y en el Congreso inmediatamente de abrirse la sesión. Los ministros cambia'O i también impresiones sobre los despachos recibidos de Cuba y la situación de nuestras tropas. Creen que ea cuanto las fuerzas enemigas se separen de la costa, y por taiitu no e.stiín al amparo de los cañones de los barcos i^anLies que proterfieron el desembarco, serán batidas ^jor nuestros soldados. Al efecto en aquel punto del departamento Oriental se están concentrando numerosas tropas para acometer al enemigo é impedirle avanzar sobre S mtia^o. Dícese que se han trasmitido despachos al almirante Cerve; a respecto á la e&cuadra. El general Poiavieja. (DENüRSTRO SKRVICIO P A K T I C U L A K ) ZARAGOZA 24 (1,30 madrugada).—En este momento regresa de Bjrja el general Poiavieja, el cual ha sido m u y festejado en todas las estaciones dol tránsito. En Casetas cruzamos con el tren de Madrid, d( nde venia el general Ochando, que saludó Í;1 marqués de Poiavieja, así como una comisión de la Cruz Roja. Mañana los jefes y oficiales del regimiento de Pontoneros obsequiarán, á orillas del Ebro, con una paella al general, con motivo de presenciar la maniobra"de tender un puente. Por la tarde visitará á las autoridad'';-! y amigos, regresando á Madrid en el t r e í correó do la noche. Él direcatoT del Heraldo de Aragófi, ac^.rapanado de una comi.sioi!, ha eutregadi; al general Poiavieja, en nombre dí^l ?;u¡'b¡o aragonés, un álbum como recuerdo de su estancia en Zaragoz-a. El álbum tioDí? la.s tapas de cuero, con adornos de hierro forjado y pintados los escui1r)s de las provincias aragonesas. En el csntro so vo ol escudo de Aragón, por el conocido arti.sta Blascuen Salazar. El de Pampl^ma es obra dol Sr. Diez, arquitecto de la Magdalena. Contiene el álbum más de 30.000 ñrmas.—Muro. En la ExpDsicíón de Indostrias nacionales. L n a kerin«'.'°^í«e. Con gran actividad se están tarminando los trabajos para celebrar una kermesse en beneficio de la patria. El salón central de la Exposición do Industrias nacionales, donde se celebrará la rifa de los numerosos regalos donados para tan patriótico obj'-to, entre los que resaltan por su riquí^za los do S. M. la Reina y S. tV. la Infatita Isiibe!, se halla adornado con magníficos tapicfs de la Real Casa. Se ha instalado espléndida iluminación i.léctrjca para que la ¿(^razeíjí pueda funcionar hasta la; •'mee de la noche. Se ha establecido un buen restauraní y una horchatería, que será servida por las más distinguidas y hermosas tiples de nuestros teatros. También se han ofrecido á amenizar tan hermoso espectáculo las bandas militares, las civiles y los orfeones de San José y Matritense. La inauguración de la kermesse se verificará mañana sábado á las cinco de la tarde. Asistirán S. M. la Reina, S. A. la Infanta Isabel, el cuerpo diplomático, el elemento oficial y gran número de damas de nuestra aristocracia. ELDUAYEN La muerte del señor marqués del Pazo de la Merced viene á llenar de nuevo de luto al partido conservador, á la vez que priva á la patria y al Trono de uno de sus más leales y celosos servidores. A los setenta y cinco años de edad en que muere, no puede realmente decirse que es una existencia malo grada; pero su naturaleza, vaciada en moldes de acero, hubiera resistido aún más el peso de la senectud, si en los últimos años no hubiese sufrido dolores como el de la muerte de su hija la marquesa de Valladares, la larga enfermedad de la marquesa de Mochales, á quien su solicitud sin límites ha salvado del sepulcro, y juntamente con estos sinsabores que herían su corazón de padre, la muerte trágica del Sr. Cánovas del Castillo y la violenta situación creada para España por la injusta guerra con los Estados Unidos. Como padre, como amigo, como patriota, estos tres factores puede decirse han acelerado su muert». Su primera carrera. Elduayen era hijo de Madrid, nacido de padres navarros, en una casa de la plaza del Rey, el 22 de Junio de 1823; el año de recuerdos históricos inolvidables, en que por segunda vez la revolución que ha trasformado y rejuvenecido nuestra sociedad política y civil, después de las jornadas humillantes del Rey Fernando VII á Sevilla y á Cádiz, después de la entrada del ejército francés del duque de Angulema, después de la batalla de la Cortadura de la isla de León, cesó el segundo drama de la revolución violenta y comenzó la segunda violenta reacción absolutista, que no acabó hastk el tercer matrimonio d^ aquel Monarca con la Reina D.» María Cristina de Nápotes, el nacimiento de la Reina Isabel, y , por último, la muerte de aquel Soberano. En sus mocedades, durante sus estudios, Elduayen vio la instauración de las instituciones representativas, la matanza de los f'-ai es, la guerra civil, con t o d o ' u proceso dnsde Mendigorría hasta V.;rgara, y participó desde las aulas de todo el movimiento politico de su tiempo con Sagasta, su condiscípulo, y con otros jiivenes de entonces, que, como estos dos, han conquistado después un nombre y una página en la historia política contemporánea. Su carrera fué la ciencia del n limero, del cálculo y de la proporción. Fué, cjmo Sagasta, ingeniero de ca minos. Mon, teniendo aoticias aventajadas de él, hízole ir á Asturias á estudiar y construid- el ferrocarnl de Langreo. De AsturíBs pasó á Galicia, y en \ i g o halló una segunda patrii. Enlazóse con la hija del marqués de Valladares, y desde entonces fué considerado como un gallego más. El correspondió noblemente al amor con que Galicis le proclamó su hijo adoptivo. La historia de Elduayen sn Vigo y en toda Galicia está escrita desde 1855 en t)das sus carreteras y caminos vecinales, en los faros que alumbran sus costas, en loa puertos que ensaichan y aseguran la animación del comercio de sus ciudades marítimas, en los primeros valizamientos qie en esta parte de España se iniciaron en nuestro psís, en la demolición de las murallas de Vigo y en el ensanche de su población, en el ferrocarril gallego, en sus acueductos, en su necrópolis, en su nuevo teatro, en todas las obras qvio <iir.nv.nlizan durante cuaronto y +ro<i años ni orogreso desús obras üeuuuattd. Vigo le ha levantado una estatua. El ha pagado la espontánea dádiva popular con la institución de un hospital. E l hombre político. Vigo llevó á Elduayen al Parlamento en 1857, y hasta 1866 perenoeraente le sostuvi) en la Cámara representativa. No eraaitista de la palabra; no era orador; pero era el hombr» del análisis aritmético para todas las cuestiones, eia el hombre útil, y Cánovas llamó la atención del^eneral O'Donnell sobre él. Su carrera política,desde entonces, sigue un notable paralelismo con Is del que entonces era su amigo y después fué su jefe. E a 1860 Cánovas fué director general do Administiición; Elduayen jefe de construcciones 1 1 mismoninistorio de la Gobernación, y entonces adquirieron.as de las carreteras generales y vecinalas, las de lasíaeas ferroviarias y las demás obras de este género ,n impulso y una actividad que marcan su apogeo en nuestra historia. Cánovas fué miüistro de la Goberación en 1864; Elduayen su subsecretario. Para prepararle á ita posición le obligó antes á sostener el debate potico contra el ministerio Miraflores, una de las páfnas más brillantes do. la hoja historial de Elduaye. En San Gil, el 22 e Junio de 1866 fué herida de muerte aquella sitación. Sucedió una política de extrema desconflanzy de represión violenta. O'Donnell fué á morir volutariamenteen Biárritz; Cánovas se acogió á sus afiones históricas en el archivo de Simancas; Eldua,?» se refugió en Vigo. Vendó la resolución de 18C8eAicolea, y fitlunyen en las Constitoyeutes de 1869 w i ó á entrar en juego; pero al lado do Cánovas, onqueHa diminuta oposición liberal C'>nserviidora, p:a la que estaban reservados los deitiiios do la reger/acion de la ;iatri;i con la rcstaulacióa del trono iefft.T,i)y sfcular. y fui de hn. únicos cinco constituydes que en 1870, en 'a eleccióa do Monarca, dio su ilo al Prínci/ie I), Alfonso. Eldnyen miniütro. Venció la candidaira de D. Ama leo. La pequeña oposición liberal caervadora fué disuelta por su j"fe, y un día, paseido el Sr. Cánovas dol Castillo con el Sr. Eldu.iyenor la acera del anticuo palacio de Alcaftices en la ele de Alcalá, dijo á éste: —Es preciso que ¡prepare usted para ser ministro. —¿Con D. AmHde>-le preguntó Elduayen. —Él ejército, la hienda y las relaciones extranjeras—replicó Canos—no son de ningún partido: son interés común es se funde en el interés común de la patria. Prepare usted para ser ministro de Hacienda. Esta advertencia ipuso á Elduayen el deber de sostener su segundsampaña parlamentaria contra los proyectos flnamros del partido radical. A la caída de éste, Sagai le ofreció la cartera de Hacienda, que Elduayen cem penó con toda lealtad hacia aquel Monarca, aune su alma estaba á la sazón en el Colegio Teresiante Viena. Desde la caída d a Amadeo y la proclamación de la República, Eldunn no tuvo para qué disfrazar sus sentimientos. Después del golpi'» Estado del general Pavía, le fué ofrecida por ol que de la Torre la cartera de Hacienda otra voz. Lainunció como Cánovas, á quien Be estrechó más y is. Cánovas le envió al lado del Príncipe D. Alfonsi Sandhurs, y él fué quien le llevó el borrador ó oyecto de manifiesto de 1." de Diciembre. Su fe en este Prípo era absoluta: la confianza de Cánovas con él, coii; ta. Ei-an dos amigos, pero Cánovas era el jefe y guayen ol subordinado, y e.n sus .servicios halló sieree c-¡ jefe do la restauración el ideal del hombre q obedeciéndoli", socundara fielmente sus pensamtos. KMuajii'n la reMlnuracEóii. Acompañó al R-roclamiS'io en .Saganto por Martínez Campos desdjí ostracismo al suelo patrio, y desembarcó con él Barcelona. No le dio Cánovas puesto en su primVlinisterio, en el que habían de estar repre.>ientadoidos !os fílem^ntos dol pncto político que b-<h''a H\ado á :.'quoi suceso: el autiguo p a r ' ' ' i-nii! • '! •,S ''Onv "ticido.«! d» la revoluciiin do .-^'Oi^ .emljie'. i,, '"'ua uniíia líber li y la minoría liborai conservadod-i las Ci)nstituy oates de 1889, que habían sido lalanca del éxito P.^ro Elduayen fué nombrado gob'ador do Madrid, cargo que ílesemo^ñó dos añoM. Hubo,un mom"íieo eclipse en la amistad probada de Cánovas y hayen. Decía éste que originó aquella reyerta, q u é castigada con un decreto de relevo en la Gac en pleno período electoral, el no haber querido Jtar la cartera de Hacienda. Son dos figuras emines las dti Cánovas y Elduayen, y las de los d más i tomnr(m parteen la cuestión, como el primer maós de Valdeiglesias, B a g a l a l y otrot-, para desfntir co-^as qun nl cabo fueron baladií'S y pasaron o el relAmpaoro. Un día se vió icia -,^l p,i50'pd-l Ángel Caído el coche de escarapea Cánovas, á la vez que del lado de la estatua aparecía el de Elduayen. Se bajó el presidente; al otro extremo hizo lo propio Elduayen. Avanzaron por el paseo intermedio, y se encontraron al cabo. Se saludaron; se dieron la mano, y Cánovas se despidió de Elduayen para Cauterets. Elduayen, antes de marchar á su castillo de Monterreal, se dirigió á visitar á Cánovas en Cauterets. Pocos días después le sorprendió en Monterreal su nombramiento para el gobierno del Banco de España. Pocos meses después dejaba este cargo para j u r a r el de ministro de Ultramar. E l d u a y e n en U l t r a m a r y E s t a d o . La administración de Elduayen en el ministerio de Ultramar se significa por las reformas liberales que decretó para el régimen de las Antillas y por los cuantiosos recursos que facilitó al general Martínez Campos para llegar al suspirado término de la paz del Zanjón. Posteriormente Elduayen ¡fué ministro de Estado. En este^departamento h a y dos negociaciones que ilustran su nombre: la sostenida después de los sucesos de Saida para que el Gobierno francés indemnizara & las familias españolas que fueron en aquella parte del oranesado víctimas del furor fanático deBu-Amema y la que estableció aquel modm vioendi comercial con Francia, que marcó en la época moderna el apogeo de nuestro comercio con la República vecina. Su elogio se hace en esta síntesis: Mientras aquel régimen subsistió, nuestra balanza comercial cerró siempre en un cTeciento superávit, P o s i c i o n e s y honorea. En el Congreso, ocupando la presidencia Posada Herrera, jefa que había sido de Cánovas y de Elduayen, éste no pudo ser más que primer vicepresidente; pero nombrado senador vitalicio, presidió la Cámara de los magnates. Después de cruzar su pecho con la gran cruz de Carlos III y con otras extranjeras, entre ellas la de oficial de la Legión de Honor de Francia, por decreto de 30 de Agosto de 1895 fué honrado con el collar de la insigne orden del Toisón de Oro, El Rey D. Alfonso le dio el título nobiliario de marqués de Pazo de la Merced: él, sin embargo, holgó siempre de llamarse Elduayen, y la E, inicial de su apellido, sella en cifra las molduras de su casa, de sus palacios, de las libreas de su servidumbre, aunque coronada por el emblema del honor que recibió de la munífica mano de aquel Monarca. En más aprecio tenía que su heráldica corona los autógrafos del Rey, ora dirigidos á él en retratos y esquelas, ora en documentos públicos, como el primer ejemplar del Manifiesto de Sandhurs, y el último decreto que firmó Alfousd XII en su lecho de muerte, y que había sid . inutilizido. Estos autógrafos son joyas del .suntuoso mobiliario de su casa y los acompañan dos retratos del R -y, uno de 1874 en el acto de su proclamación, otro de Í8S5 antes de sucumbir. El primero está lleno de vida y de esperanza, el segundo lleva el sello de la muerte. Gobernó el B inco de España y el Hipotecario, y el primero, cuando se dio noticia de que iba á cesar, escribió, por medio de sus consejeros, una nota colectiva á Cánovas para que no le privara de tan gran administrador. El hombre. Al hombre hay que perfilarlo en sus sentimientos, en sus actos sociales y en sus costumbres y aficiones privadas. El tipo del padre queda reflejado en los afectos de familia. Cuando murió Remedios, su hija, la marquesa de Valladares, puso su retrato en su despacho, en su gabinete, en sus salas, en su dormitorio, para verla sin cesar en todas partes. Cuando enfermó la marquesa de Mochales, no vivía. Infiltró la ansiedad de su espíritu en el espíritu del doctor D. Federico Rubio, y ayudó á hacer más eficaces las inspiraciones de la ciencia con aquella vigilancia, con aquella solicitud, con aquella ternura sin tregua ni descanso con que arrebató una víctima al estrago de una enfermedad peligrosa. Su amistad con Cánovas no era una pasión, era un cuito. Un culto en vida, un culto en muerte. Hasta la posición especial en que se había colocado dentro de su partido, era un tributo á este culto. Abrazado al cadáver y al recuerdo del que fué su amigo y su jefe, escogió la postura en que creía hacerle representar como siempre vivo. Los que le rodeaban, ex-ministros de aquel mismo jefe, le miraban como su oráculo y custodiaban con él la llama sagrada. Era como el sénior del partido conservador. Era como el último rayo del astro que se eclipsó en Santa Águeda. Para sus demás amistades, su casa era la casa de todos; .su mesa, la mesa de todos; y si Cánovas le dirigió á él para ser ministro, él dirigió á otros para tocar las mismas alturas. Aunque criado en el desahogo de una casa acomodada de la clase media hidalga, supo labrar su fortuna y elevarse á la clase superior. Sus costumbres eran las de un magnate. Sobre los solares del palacio que fué en el siglo XVII de los duques de Rioseco, almirante de Castilla, se edificó su palacio en la mejor vía de Madrid, en Recoletos. En Galicia, su residencia de Monterreal recuerda los castillos señoriales de los tiempos medios, y en una y otra morada las artes han hecho sus preciosas conquistas. Las antigüedades fueron algún tiempo su afición más apasionada. Nadie ha reunido más objetos preciosos en cuadros, muebles y alhajas. Su colección de hierros labrados no tiene igual. La biografía do Elduayen no cabe en los estrechos límites de un artículo He llenado muchas cuartillas, condensando mis recuerdos, y apenas he empezado, +ongo que concluir. No es extraño en mí El me llamó siempre su amigo y yo tengo la pasión de la amistad. Sin haber si 1 > una figura de las que dejan imperiosamnntt; su nojnbre en la historia, lo es bístante para po íor anin¡ar Us páginas q^ un 'ibro. Yo no sé cótno dejarla pluma, porque el sentimiento exalta mis ideas con U. f,:rdida de un am'go pira mí taa TU-iridu y p ,.' mí taa rosp^tado, cuyo recuerdo conservaré siempre en mi memoria. JUAN PÉREZ DE GUZMAN. SENADO Sesión del día 24 de Junio de 1898. Ábrese bajo la presidencia del Sr. Montero Ríos, á las tres menos veinte minutos. Hay en el salón m u y pocos senadores y está desierto el banco dol Gobierno. Después de aprobarse el acta de la anterior y de apoyar el Sr. Comas una proposición de ley, que es , tomada en consideración por el Senado, se entra en el ORDEN DBL DÍA Toman asiento en el banco azul los señores ministros de Hacienda, Gracia y Justicia y Estado. Sin discusión se aprueban los siguientes dictámenes: De la comisión de actas autorizando al Sr. Fernández de Cadópuiga para sustituir la reata que con valores del Estado acreditó al ingresar eii la Cámara por la contribución qua satisface como accionista del Banco de España. Aprobando la elocción general verificada en la provincia de Matanzas. Admitiendo al ejercicio del cargo de senador á los Sres. D. Emilio Calleja ó Isasi, D. Alfonso Flores Losada y Quiroga, marqués de Caicedo, D. José María González Trevilla y conde de la Vinaza. El Sr. G.VROr.V TC^NOX haeo lig'!rris observaciones al prMyecto do ii^y rob-ijaudo los derechos de importación de los carbones mineral y del de cok, que queda aprobado. También se aprueban los siguientes: Cüoüf'üii'n'o varios suplementos de crédito á la sección 4.' del presupuesto vigente del ministerio de la Guerra. Concediendo un crédito extraordinario á Gracia y Justicia. Dictamen de la comisión denegando el suplicatorio para procesar al general Weyler. Comunicación del ministro de Hacienda manifestando haber emitido un millón de pesetas en títulos de la Deuda exterior al 4 oor 100, en virtud de la autorización concedida en 17 de Mayo último. Cuentas gHUorales del Estado aprobando las correspondientes al año económico 1895-9 i. Proyecto de ley autorizando ai Gobierno para que, de acuerdo con la Diputación provincial de Navarra, resuelva las dificultades surgidas en aquella provincia para la aplicación las leyes desamortizadoras. Autorizando á la j u n t a inspectora de las obras de la catedral de Sevilla para enajenar el material sobrante. Autorizando la constitución de comunidades de labradores representadas por sindicatos de policía rural. Cediendo el castillo de Zamora á la Diputación de la provincia; al Ayuntamiento deCórdoba,el edificio donde estuvieron instaladas las oficinas de Hacienda; al Ayuntamiento de la Coruña, el antiguo fuerte de San Carlos; al Ayuntamiento de esta corte, el terreno necesario de los jardines del palacio de Buenavista para terminar las obras de la Plaza de Madrid. Disponiendo se moldee á la cera la estatua que Be h a de erigir en León á Guzmán el Bueno. Autorizando al ministro de la Guerra para suministrar el bronce preciso para la fundición de la estatua de Velázquez. Eximiendo á la Sra. D.* Joaquina Osma y Zabala del pago del impuesto especial por el título del ducado de Cánovas del Castillo. Otorgandr la concesión de u n ferrocarril de Martos á Granada, y sustituyendo el de Manresa á Guardiola por el do Olván á Guardiola. Juran el cargo tres señores senadores. El Sr. PRESIDENTE: Señores senadores: En este momento recibo la infausta noticia del fallecimiento del ilustre ex-presidente de esta Cámara, mi digno antecesor, D. José Elduayen. Los estrechos vínculos que en el orden privado me ligaban con el señor marqués del Pazo de la Merced me privan de la serenidad necesaria para poder expresaros cuan grande es la pérdida que con él h a experimentado la política, á cuya labor había dedicado toda su vida. Su muerte viene en estos momentos á agravar el dolor que embarga el ánimo de todos. El Senado siente la pérdida irreparable que acaba de experimentar. Dios haya recibido en su seno el alma del ilustre político. Propongo, pues, al Senado acuerde se h a g a constar en el acta el profundo sentimiento que le h a causado la muerte del ilustre marqués del Pazo de la Merced. El Senado lo acuerda por unanimidad. El señor ministro de GRACIA Y JUSTICIA se asocia, en nombre del Gobierno, al voto que acaba de emitir la Cámara, y dice que con la pérdida del señor Elduayen no está sólo de luto el partido conservador, sino todos los partidos parlamentarios. Los señores duque le TETUANy general AZCARRAGA pronuncian sentidas palabras, haciendo idénticas manifestaciones. (Ocúpala presidencia el señor duque de Veragua.) Se aprueban 33 dictámenes sobre proyectos de ley incluyendo en el plan general de las del Estado diferentes carreteras. Se votan definitivamente los siguientes proyecto» de ley: Presupuestos generales del Estado para 1898-99. Ampliándolo por dos años más; aumentándolo en I s suma de 18 millones, el presupuesto extraordinario creado por la ley de 30 de Agosto de 1896, y modificado por la de 10 de Junio de 1897. Autorizan !o al s e ñ ' r ministro de Ultramar para aplicar transitoriamente & los servicios de Guerra y Marina los recursos autorizados por la ley de 17 o» Mayo último. Pago en pesetas de los intereses y amortización do las deudas del Tesoro de Cuba. Concediendo un crédito extraordinario y un suplemento de crédito á la sección 3.*, «Ministerio de Gracia y Justicia.» Se verifica el sorteo para la renovación parcial de los señores senadores electivos, y en seguida se reúne el Senado en sesión secreta para tratar de asuntos de gobierno interior, que dura breves momentos. El señor presidente del CONSEJO DE MINISTROS, de gran uniforme, sube á la tribuna en medio de la. espectación de la Cámara, y da lectura al decreto d e suspensión d» las tareas parlamentarias. El Sr. MONTERO RÍOS: S Í levanta la sesión. El señor vizconde de 04MP() GR.ANDE: ¡Viva el Rev! ¡Viva la Reina! Él Sr. FERNANDO GONZÁLEZ: ¡Viva la patria! Estos ¡vivas! son contestados por los señores senadores. Eran las cuatro de la tarde. CONGHESO Sesión del 24 de Junio de i89S. Ábrese á.las tres y coarto bajo la presidencia del señor marqués de la Vega de Armijo. En cuanto el timbro anuncia quo va á abrírsela sesión, lo'i escaños se llenan de diputados. La animación es grandísima. Las tribunas están llenas de público. Ei señor presidente del Consejo, de uniforme, ocupa, con los ministros de la Gobernación y Fomento, el banco del Gobierno. liieidente. El señor presidente dol CONSEJO: Pido la palabra. (Un señor secretario lee el acta de l a sesión de ayV r.) Terminada la lectura, al preguntar si se aprobaba, el acta, el Sr. Salmerón pide la palabra. El Sr. PRESIDENTE: Tiene la palabra S. S. El Sr. SALMERÓN: Me levanto para hacer constar que las palabras que dijo ayer no han sid-i consignadas fielmente en el acta ni en el Diario de las Sesiones de Cortes, y tengo interés en que aparezcan tal y como ias pronuncié, porque son la expresión de una parte de la opinión pública. Pi)drán constituir una falta ó uti delito: la primt^ra su eoí-.'ige, el Sfguodo so castiga; pf<ro tengo el derecho d i qae se C'M.isiiíneu Cvjino las ho pronunciado,, r.r.,"quo sou la solució:i de ios graves problemas peadieníos. Ei Sr. PRESIDENTE: Esas palabras no constan en el acta. Kl cir. SALMERÓN: Por eso lo reclamo. (Rumores prolongr«do>.) El Sr. PRESIDENTE: Suplico á S. S. que no insistax en las manifistacioues que ayer hizo, y se lo supücoi por el respeto y la amistad quo dice me profesa. Se lu digo ñor orim»ra vez. El Sr. SALMERÓN: El cumplimiento de mi deber me impide acceder al deseo de S. S. Además, mis palabras fueron oídas por toda la Cámara: por esto insisto en que constan en el acta. E! Sr. SüAR ZINCLAN: Pido la palabra. El Sr. PRESIDENTE: Orden. El Sr. SALMERÓN: Tenía gran interés en que mis palabras constaran, y para ello pedí las cuartillas del Diario de los Sesiones: no estaba el párrafo á que me refiero, y las devolví poniendo en el sobre: «Sin corregir.» El Sr. PRE.SIDDENTE: No consta porque no debí»El Sr. SiVLMERON: Yo tengo derecho á que el país sepa lo que opino. El Sr. PRESIDENTE: Sin duda no se oyeron las palabras de S. S. por el ruido que había en la Cámara.. El Sr. S.VLMERON: Consignaré do nuevo que se' nos impide hacer juicios sobre los graví's problemas; pendierles. De las guerras coloniales, de la guerra» con los Estados Unidos y de la paz si no es honrosa, son responsables ias instituciones vigenti'S. (Rumor¿3 y protestas.) Jura el cargo de diputado el Sr. Silva. R-1 decreto de suspensión. El Sr. PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor presidente del Consejo. El señor presirléi.te del CONSEJO sube á la tribuna y da lectura al decreto de suspensión de sesiones, qu6> es escuchado on sil«ncio. El Sr. PRESIDENTE: En virtud del decreto que acaba de leerse, se suspenden las seaiones en la presente legislatura. Los diputados desfilan en silencio y las tribunas s» despejan. Muchos diputados rodean ai Sr. Sagasta y los ministros. Los republicanos salen acompañando al Sr, Salmerón. El acto terminó k las cuatro menos veinte. ''"liflFQRMÁCIONES E n m i e n d a s á dictámenes de actas.. Al final de la sesión de ayer en el Congreso se le.veron cuatro enmiendas al dictamen sobre el acta do Vi llanu6vadelosInfantes,presentadasdospor el Sr. Vie.*ca y otrr.s dos por el Sr. Espada, y nuave enmiondjis al dictamen relativo al acta d e ' l l u c t e , presentadas una por el señor marqués de Lf.nia, otra por el Shñor Espada, cuatro por el Sr. Viesca, una por el ^fñor conde de Vía Ma(iuel, otra por el Sr. Ugai'te y i<tra por el Sr. Comyn.