GESTIÓN DE CASTAÑOS VIEJOS. DIAGNOSIS Y ESTUDIOS DE CONSERVACIÓN Francisco Rodríguez ARTEC técnica arbórea gallega Frente a la estrategia general del forestal, que pretende el desarrollo de masas forestales, e incluso frente a la arboricultura urbana y ornamental, que normalmente trabajan con conjuntos de árboles, la gestión de árboles viejos patrimoniales trata con árboles individuales. Nosotros debemos conservar ese árbol singular en las mejores condiciones y (al menos en teoría) indefinidamente: es inadmisible la pérdida del ejemplar y no tiene sentido sustituirlo. Ninguna actuación sobre el árbol o su entorno debería abordarse sin un previo Plan de Gestión en el que las posibles actuaciones fuesen contempladas en conjunto, valoradas y jerarquizadas. El conocimiento de las condiciones vitales deben ser consideradas elementos prioritarios de la gestión. Sin ellos, la decisión de actuaciones, aún urgentes, puede ignorar aspectos esenciales y provocar daños o alteraciones graves e irreversibles. El Plan de gestión debe recoger ordenadamente: todo el conocimiento posible del árbol y el entorno mantenerlo actualizado, programar en el tiempo las medidas concretas y actuaciones necesarias para la correcta gestión del ejemplar, prever los medios técnicos y humanos, las partidas presupuestarias necesarias Las principales prioridades deben ser : Seguridad de los visitantes. Pervivencia del ejemplar Conocimiento de las condiciones vitales En los casos de árboles monumentales privados, o enclavados en terrenos privados, la regulación de las visitas y el régimen de compensación de daños debe atenderse escrupulosamente. LA NECESIDAD DE UN PLAN DE GESTIÓN Y CONSERVACIÓN ESPECÍFICO • Un plan de gestión individualizado nos permite describir las circunstancias concretas y la programación de las medidas oportunas sobre el propio árbol y su entorno, necesarias y suficientes para la correcta conservación. • Un buen plan de gestión permite planificar las actuaciones, prever costos, así como tomar conciencia de la complejidad del mantenimiento de los árboles viejos. De nada sirve gestionar un árbol si no gestionamos su entorno 1. Evaluar el árbol o arboleda 5. Analizar y revisar el plan a intervalos regulares 2. Decidir las medidas de gestión 4. Controlar su eficacia 3. Aplicar un programa de trabajo PRINCIPALES TIPOS DE DIAGNÓSTICOS QUE INTERVIENEN EN UN ESTUDIO DE CONSERVACIÓN Diagnóstico socioeconómico Diagnóstico histórico Diagnóstico paisajístico Diagnóstico morfofisiológico Diagnóstico de vitalidad Diagnóstico fitosanitario Diagnóstico biomecánico EL DIAGNÓSTICO SOCIOECONÓMICO El técnico debe conocer la función de los árboles en el lugar y la manera en que son percibidos por los habitantes EL DIAGNÓSTICO HISTÓRICO La degradación progresiva del patrimonio y las sucesivas sustituciones parciales han borrado a menudo la composición inicial. En las restauraciones de conjuntos patrimoniales es necesario recurrir a los documentos de la época.(planos,grabados,listas de compras,cartas...) EL DIAGNÓSTICO PAISAJÍSTICO La gestión diferencial consiste en tratar los espacios en función de su posición y de su naturaleza. Los planes de gestión han de incluir las medidas para la recuperación de los equilibrios ecológicos. EL DIAGNÓSTICO MORFOFISIOLÓGICO Esta diagnosis enmarca en su ciclo de desarrollo a cada árbol, independientemente del tipo de especie e historial. Para caracterizar cada etapa de desarrollo se utilizan una serie de criterios morfológicos y fisiológicos, que son fácilmente identificables y que son comunes a todas las especies. Para la caracterización morfofisiológica de cada individuo, nos basaremos en los principios establecidos por P. Raimbault que describe en su teoría del desarrollo natural del árbol. Establece una escala estándar de 10 etapas de desarrollo del árbol desde su germinación hasta su muerte. EL DIAGNÓSTICO MORFOFISIOLÓGICO Para realizar este tipo de diagnóstico se hace una comparación morfológica del árbol con los criterios estándar que definen cada etapa de desarrollo. El árbol lo podemos encuadrar en un estado patológico, si los criterios morfológicos observados no concuerdan con la definición de una etapa. Aunque este método es de aplicación individual, sobre poblaciones homogéneas monoespecíficas o con pocas especies, después de estudiar algunos individuos, la designación de una etapa podrá ser colectiva. Por tanto después de realizar un inventario pormenorizado, en las situaciones sanitarias heterogéneas procederemos por tipologías; encuadrando a cada ejemplar en cada uno de los tipos establecidos. De esta forma podemos diferenciar entre los que no presentan problemas y los que necesitarán un examen más profundo. ETAPAS DE DESARROLLO ETAPAS CARACTERÍSTICAS ESTADO NATURAL IDEAL: CRECIMIENTO ÓPTIMO GERMINACIÓN A-B DE LA INFANCIA A LA MADUREZ PRESEXUAL ETAPA DE FORMACIÓN ÁRBOL JOVEN, GRAN VITALIDAD CRECIMIENTO FAVORECIDO POR LAS ASOCIACIONES RADICALES MICORRÍCICAS CRECIMIENTO RÁPIDO Y CONTINUO B-C DE LA JUVENTUD A LA PRIMERA ETAPA DE LA MADUREZ AUMENTO NETO DEL INCREMENTO ANUAL ESCASO VOLUMEN DE TEJIDO DISFUNCIONAL GRAN VITALIDAD BAJA APORTACIÓN AL HÁBITAT ETAPAS DE DESARROLLO ETAPAS CARACTERÍSTICAS CRECIMIENTO DE LA COPA HASTA ALCANZAR SU TOPE DE VOLUMEN COLONIZACIÓN DE INVERTEBRADOS SAPROXÍLICOS (DE LA MADERA MUERTA) A-B DE LA PLENA MADUREZ A LA ÚLTIMA ETAPA DE ÉSTA ETAPA DE MADUREZ B-C MÁXIMA CAPACIDAD DE POLINIZACIÓN Y DE PRODUCCIÓN DE SEMILLAS COMIENZO DE LA PÉRDIDA NATURAL DE RAMAS AUMENTO DEL TEJIDO DISFUNCIONAL ACELERACIÓN DE LA COLONIZACIÓN Y LA ACTIVIDAD FÚNGICA ESTADO NATURAL IDEAL: CRECIMIENTO ÓPTIMO ETAPAS D–E CARACTERÍSTICAS PRIMERA ETAPA DE LA VEJEZ Reducción de la copa; disminución del incremento anual neto Contracción de las zonas vivas de la copa Aumento de la vitalidad vegetativa en la parte baja de la copa Aumento de la actividad fúngica y de la pudrición de la madera Aumento de la colonización por parte de la flora y de la fauna saproxílica Avance de la reducción VEJEZ E–F F–G ÚLTIMA ETAPA DE LA VEJEZ SENESCENCIA Disminución del tamaño de la copa y del incremento anual Intensa aparición de zonas huecas Muerte de la copa Disminución de la vitalidad Pudrición del duramen y formación de oquedades en estadio avanzado Fase avanzada de la actividad de la fauna y la flora Declive terminal; muerte del árbol Actividad fúngica continuada Nivel máximo de actividad saproxílica Reciclaje de nutrientes ESTADO NATURAL IDEAL: CRECIMIENTO ÓPTIMO AUMENTO DE NUTRIENTES ARBÓREOS PARA LOS COLONIZADORES DISMINUCIÓN GRADUAL DE LA VITALIDAD AUMENTO DEL HÁBITAT MUERTE EL DIAGNÓSTICO DE VITALIDAD La definición del término vitalidad según el diccionario es la siguiente: Actividad o eficacia de las facultades vitales. – Energía, dinamismo. La definición que nos propone Andreas Roloff hace referencia a la potencialidad o capacidad de crecimiento y esto se refleja en el crecimiento anual de los brotes. Así una disminución de la vitalidad se puede medir. Hay una sospecha clara que una perdida visible de crecimientos primarios de los brotes de la parte superior de la copa está directamente relacionada con cambios en el sistema radicular o en el cuerpo leñoso (Mattheck & Breoloer, 1995; Reinartz & Schlag, 1997; Wessolly & Erb, 1998; Roloff, 2001). El diagnóstico del patrón de crecimiento de esos brotes y las estructuras resultantes de la copa son de vital importancia cuando se evalúa la estabilidad de un árbol. VIGOR Y ESTRUCTURA Lo que define a las especies arbóreas es la formación de un eje único, recto y vertical: el tronco. Pero unas especies y otras difieren en cuanto a su mayor ó menor tendencia a la formación de un tronco claro, mientras que la ausencia de vigor provoca la formación de troncos torcidos, inclinados u horquillados. EL VIGOR APARECE COMO UN TRANSFORMADOR FUNDAMENTAL DE LA ESTRUCTURA. Su presencia ó ausencia y sus altibajos determinan la estructura, la cual, a su vez, proporciona un registro del vigor del árbol a lo largo de su vida. En todo caso, en el modelo de Raimbault no se consideran episodios de falta de vigor. ESFUERZO/ PRACTICIDAD APLICABLE A TODAS LAS ESPECIES OBJETIBIDAD PARÁMETRO IMPORTANTE PARA LA VITALIDAD 1. ZONA AEREA -Visualmente Perdida de hoja ++ ++ + 0 Ramificación ++ + + + Aumento de diámetro + ++ ++ + Crecimiento anual de los brotes 0 ++ ++ ++ Patógenos 0 ++ + + Fructificación ++ ++ 0 0 Tamaño de la hoja 0 ++ 0 0 Clorosis ++ ++ + + Balance de agua - ++ + - Fotosíntesis - ++ + 0 Balance de nutrientes -- ++ + - Enzimas -- ++ + - Hormonas -- ++ + - Fenología + ++ + 0 Inventario del entorno ++ 0 ++ ++ PH + 0 ++ + Desarrollo de raíces finas -- + + 0 Obstáculos en el desarrollo radicular - + + + Micorrizas -- + + + Elementos en raíces finas -- + + 0 -Fisiología -Cuello 2. ZONA SUBTERRÁNEA La transparencia de copa Según A. Roloff, LA TRANSPARENCIA de la copa es un criterio que no tiene gran fiabilidad. Hubo una tendencia hace algunos años en que éste era el criterio fundamental a la hora de valorar la vitalidad, pero ahora se sabe que hay que incluir las ramificaciones y la estructura de la copa. La densidad de copa es dependiente de los cambios climáticos anuales, de los daños producidos por insectos defoliadores y por la fructificación. Las perdidas temporales de vitalidad, debidas a años de sequía o a ataques de patógenos suaves, no parecen tener un gran efecto sobre la situación biológica global del árbol. Pero si pueden conllevar un crecimiento menor y/o la formación de hojas de un tamaño y verdor menor durante este periodo corto. Hay que tener en cuenta que se puede incurrir en un error en la evaluación ya que podemos dar como reducida la capacidad biológica del árbol a largo plazo, aunque en realidad no lo fuera. De forma general, un árbol sano se puede recuperar de sus “bajones”, siempre que no se exceda el 30% de la perdida de su masa foliar con respecto su masa original. EL DIAGNÓSTICO FITOSANITARIO El diagnóstico fitosanitario consiste en descubrir las enfermedades (criptógamas) y los parásitos (animales) a partir de los síntomas. La localización e identificación de hongos xilófagos, es particularmente importante porque según su virulencia y su rapidez de progresión, alterarán más o menos rápidamente la estabilidad mecánica del árbol. No siempre una infección por hongos xilófagos o una cavidad extensa significan un peligro. La presencia de este tipo de hongos (Ganoderma sp., Inonotus hispidus, Meripilus giganteus, Laetiporus sulphureus...) no significa que haya una pérdida de resistencia en el cuerpo leñoso de inmediato. EL DIAGNÓSTICO FITOSANITARIO El Análisis Integrado del Arbolado (Reinartz & Schlag) parte del hecho de que un árbol vigoroso, generalmente es capaz de establecer un equilibrio entre formación de madera de compensación y destrucción de material causada por la mayoría de los hongos xilófagos y que este equilibrio se puede mantener durante mucho tiempo. En este método se combina las tres bases del diagnóstico: biología, micología y estática. Preservar la albura garantiza que el árbol pueda crecer en diámetro y compensar la acción degenerativa del hongo xilófago. Cuando la vitalidad desciende, el hongo puede penetrar en la albura e infectar el cambium. Los hongos xilófagos solo conllevan una perdida de resistencia, cuando la destrucción de la madera es mayor que la compensación (formación de anillos de crecimiento) por parte del árbol. Conociendo la interacción entre hongo, huésped y vitalidad podemos estimar si este anillo de madera está intacto o estructuralmente debilitado EL DIAGNÓSTICO FITOSANITARIO EL DIAGNÓSTICO BIOMECÁNICO Consiste en detectar las debilidades mecánicas de un árbol y en estimar en que medida y a que velocidad se va a degradar su estructura. Los defectos en la madera pueden ser detectados por la observación de signos externos. El principio es simple; un defecto interno o externo provoca una debilidad mecánica, a la que el árbol reacciona fabricando tejido de compensación.. EL DIAGNÓSTICO BIOMECÁNICO Frecuentemente los árboles viejos son árboles estructuralmente alterados, cuando no arruinados. La estrategia de actuación frente a las pudriciones precisa del conocimiento profundo de los trabajos de A. Shigo y CODIT (compartimentación de las pudriciones en madera viva). La debilidad o la ruina estructural puede suponer un peligro para el propio árbol y para los visitantes. Se debe poseer un conocimiento completo de evaluación de riesgo de rotura de las estructuras, y de los trabajos de los diferentes autores sobre el tema: valoración visual de Clark y Matheny, VTA de Mattheck, SIA y SIM de L. Wessolly, etc. PLAN DE CONSERVACIÓN Y MANTENIMIENTO Los tratamientos culturales recibidos por los ejemplares van a definir en gran medida la gestión y las pautas de conservación futuras. Podemos definir tres grandes tipologías de árboles viejos: Árboles que han recibido poda de forma continuada hasta la actualidad Árboles que en algún momento de su vida se ha abandonado su manejo Árboles a porte libre Árboles que han recibido poda de forma continuada hasta la actualidad Árboles que en algún momento de su vida se ha abandonado su manejo Árboles a porte libre En líneas generales se pueden definir tres objetivos: podar árboles viejos con objeto de que sean más seguros o, como medida excepcional, para salvarlos de una muerte inminente (trabajos de reparación). poda de continuación de las labores tradicionales. podarlos con objeto de devolverlos (restaurarlos) a un ciclo de desmoche o tala regular o semirregular (desmoche o tala de recepe). Diagrama que muestra las características de un árbol viejo que probablemente responda bien a una poda, y las de un árbol menos susceptible de reaccionar de igual modo. Para evaluar si es o no de prever que un árbol vaya a responder bien a una poda, considere los siguientes puntos 1. ¿Cómo ha respondido el árbol en otras ocasiones a trabajos culturales de poca envergadura? 2. ¿Cómo han respondido a la poda otros árboles de la misma especie y de la misma parcela (o situados en las cercanías)? 3. ¿Cómo responden a daños accidentales los árboles de la misma parcela? 4. ¿Existe un gran crecimiento epicórmico o una clara abundancia de yemas latentes? 5. ¿Se encuentra en las condiciones adecuadas?, o, en otras palabras, ¿después de la poda es relativamente fácil dejar ramas pequeñas cerca del tronco? 6. ¿Se ha podado antes? En caso afirmativo, ¿cuánto tiempo ha pasado desde la última vez? (cuanto menor sea el tiempo transcurrido, más probable resulta que el árbol responda bien). Para ver si un ensayo de poda ha dado buenos resultados habrá que esperar varios años; se han dado casos en que los árboles respondían bien al principio pero morían algunos años después, casi con total probabilidad como resultado directo de la poda.