Tejidos del cuerpo humano

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Tabla de Contenidos
INTRODUCCIÓN
Las moléculas orgánicas, glucidos, lípidos En un momento dado de la evolución se asociaron y se formaron
complejos supramoleculares que dieron lugar a los primeros orgánulos y células, los primeros organismos
fueron unicelulares y posteriormente se hicieron pluricelulares una de las características que adquirieron estos
fue la presencia de distintos tipos de células cada una de ellas se especializa en una función determinada por
lo tanto aparecen los tejidos y se puede definir como conjunto de células similares que realizan la misma
función y que tienen un origen común.
Lo que nos sorprendía de la aparición de los tejidos es como a partir de una única célula obtenida tras la
fecundación a la que llamamos cigoto y por simples divisiones de este además son mitosis se obtiene tanta
variedad de células distintas cuando además todas tienen la misma información genética.
Este fenómeno llamado diferenciación celular viene dado porque en un momento del desarrollo embrionario
las células del protoembrión comienzan a expresar de todo el material genético que tienen solo aquel que le va
a permitir realizar la función para la que esta programada el resto de la información genética queda oculta, sin
expresar. El problema es porque sabe la célula cual es el material genético que tiene que expresar parece ser
que es por la posición que ocupa en el protoembrión. Se pueden diferenciar varios tipos de tejidos en
vegetales, que serian los superficiales meristemáticos, conductores, esqueléticos y paraquimatosos. En
animales se distinguirán epiteliales, conectivos (donde se incluyen el conjuntivo, el cartilaginoso y óseo),
tejidos musculares, el nervioso y por ultimo la sangre.
Tejidos presentes en el ser humano
Como vimos la célula es la unidad estructura fundamental, que compone todos los distintos órganos. Un
intermediario importante en la organización desde la célula hasta el órgano lo constituyen los tejidos, que se
forman por la agrupación de células con la misma función especial. La formación de los órganos se
caracteriza entonces porque 2 o más tejidos se unen en esquemas específicos para cada órgano. Mientras que
se incluyen más 100 tipos celulares en la organización de los mamíferos, solo existen cuatro clases
fundamentales de tejidos: tejido epitelial, tejido conectivo (incluye cartílago, tejido óseo y sanguíneo), tejido
muscular y tejido nervioso.
Tejido Epitelial
El epitelio incluye tejidos cuyas células están muy cercanas unas a otras, prácticamente sin sustancia
intercelular que las separe. No existen vasos en el epitelio. Debe nutrirse por los capilares del tejido conectivo
subyacente. El término epitelio es una denominación morfológica que incluye todas las membranas que
recubren, compuestas por células.
Las tres capas germinativas dan lugar a la formación de epitelios. Del ectodermo se desarrolla la epidermis,
mientras que por ejemplo la capa de epitelio que recubre la parte interna del estómago y el intestino se origina
en el endodermo. Además un ejemplo de epitelio derivado del mesodermo lo constituye la membrana epitelial
que recubre por dentro las grandes cavidades del organismo (cardiaca, pulmonar y abdominal), que se
denomina mesotelio debido a origen mesodérmico, aunque esta denominación se aplica solo en este caso, no
así en otros tejidos derivados del mesodermo con el endotelio, que es la capa epitelial interna de las vías
sanguíneas y linfáticas.
El tejido epitelial se subdivide en tres clasificaciones más.
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Epitelio Simple
Es una membrana epitelial compuesta por una sola capa de células aplanadas. A pesar de sus nombres
especiales tanto el endotelio como el mesotelio son ejemplos poco excepcionales del epitelio simple. Dentro
del epitelio simple, tenemos el epitelio cúbico simple y el epitelio cilíndrico simple.
Epitelio cúbico simple
Que se describe como cúbico porque sus células semejan cuadros en el corte transversal, pero en realidad está
compuesto por células de silueta lateral hexagonal. Unos pocos lugares donde está presente en el ovario y la
médula renal.
Epitelio cilíndrico simple
Está constituido por una sola capa de células altas que también asumen una forma hexagonal. La función del
epitelio cilíndrico simple es proteger las superficies húmedas del cuerpo. Además, puede elaborar secreciones
acuosas. El epitelio de este tipo reviste los conductos menores de las glándulas.
Epitelio pseudoestratificado
En el epitelio pseudoestratificado, todas las células están en contacto con la membrana basal, pero no todas
llegan a la superficie. El epitelio cilíndrico pseudoestratificado ciliado con células calciformes reviste la
mayor parte del aparato respiratorio superior.
Epitelio estratificado
El epitelio estratificado está mejor adaptado para soportar el desgaste que el epitelio simple. Sin embargo,
debido a su estructura estratificada, no es tan eficiente para la absorción y tampoco se adapta bien a las
funciones de secreción.
Dentro de este tipo de epitelio tenemos: epitelio cilíndrico estratificado, epitelio plano estratificado no
queratinizado, epitelio plano estratificado queratinizado y el epitelio de transición.
Epitelio cilíndrico estratificado
Este tipo de epitelio generalmente no tiene más de dos células de espesor y su función primaria es brindar
protección. La mayoría de los conductos grandes están revestidos de epitelio cilíndrico estratificado.
Asimismo, hay unos pocos lugares en que el epitelio cilíndrico estratificado es ciliado.
Epitelio plano estratificado no queratinizado
Este tipo de membrana epitelial es común en las superficies húmedas sujetas a considerable desgaste, donde
no se requiere una función absorbente. Los lugares revestidos por este tipo de epitelio incluyen el esófago, el
piso y los costados de la cavidad oral y también la vagina.
Epitelio plano estratificado queratinizado
Este epitelio se parece mucho al escamoso, salvo en que las células más superficiales se transforman en una
capa inerte de queratina, muy resistente, que se encuentra adosada con fuerza a las células vivas subyacentes.
La parte epitelial de la piel (epidermis) es un buen ejemplo de epitelio plano estratificado queratinizado. En la
piel la queratina tiene varios propósitos: es virtualmente impermeable al agua y, por lo tanto, evita la
evaporación de las células subyacentes; asimismo, evita que el cuerpo de embeba de agua durante el baño.
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Debido a que es fuerte y resistente, protege a las células del desgaste; y como es indiferente a las bacterias es
la primera línea de defensa contra infecciones.
Epitelio de transición
Este tipo de epitelio cuando esta extendido tiene una apariencia similar a la del plano estratificado no
queratinizado; sin embargo, cuando no esta extendido las células más superficiales aparecen marcadamente
redondeadas en lugar de escamosas, constitución que les permite a este tipo de membrana soportar el
estiramiento sin que sus células se separen. Por lo anterior, el epitelio de transición está bien adaptado para
revestir tubos y vísceras huecas sujetos a distensión; los ejemplos clásicos son los uréteres y la vejiga urinaria.
Tejido conectivo
El tejido conectivo es especial como tipo de tejido debido a su contenido de sustancia intercelular.
El tejido conectivo deriva del mesodermo; como ya dijimos, el epitelio y las estructuras derivadas de él se
nutren del tejido conectivo vascularizado subyacente, dado que todas las vías sanguíneas se encuentran en el
tejido conectivo.
En el desarrollo de glándulas se incluyen células epiteliales y tejido conectivo mesodérmico. Las funciones
especiales de las glándulas, es decir, la reproducción de su secreción, son realizadas por las células epiteliales.
Éstas se llaman parénquima, mientras que la parte de sostén y de nutrición del tejido conectivo se denomina
estroma.
Por último veremos que el mesodermo da origen también al denominado mesénquima un tejido conectivo
primitivo, difuso que rellena los espacios entre las estructuras más formadas y del que se forman gran parte de
los derivados del mesodermo.
Tejido conectivo laxo
También conocido como areolar se encuentra en casi todas partes del cuerpo, proporcionado un íntimo sostén
a vasos sanguíneos y nervios de todos los tamaños. Es también el campo de batalla de los procesos
inflamatorios. Una de las funciones más evidente es la de mantener unidos y nutrir a los otros tejidos.
Los componentes intercelulares del tejido conectivo laxo son de dos clases distintas: 1.− las fibras
intercelulares, compuestas por proteínas fibrosas y 2.− un componente amorfo, constituido por sustancias
macromoleculares no fibrosas, dispuestas en forma de gel amorfo.
Fibras del tejido conectivo
Son principalmente tres tipos, colágena, la elastina y las fibras reticulares.
Colágena
El colágeno o colágena, que forma parte de huesos, piel, tendones y cartílagos, es la proteína más abundante
en los vertebrados. La molécula contiene por lo general tres cadenas polipeptídicas muy largas, cada una
formada por unos 1.000 aminoácidos, trenzadas en una triple hélice siguiendo una secuencia regular que
confiere a los tendones y a la piel su elevada resistencia a la tensión. Cuando las largas fibrillas de colágeno se
desnaturalizan por calor, las cadenas se acortan y se convierten en gelatina. Las fuertes fibras compuestas por
colágena son capaces de resistir las distensiones.
Elastina
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La elastina es una proteína fibrosa que, en los animales superiores, constituye un elemento básico estructural
del tejido conjuntivo elástico de los ligamentos, de la piel, de los cartílagos, y de las paredes arteriales,
principalmente. Desde un punto de vista bioquímico, está constituida por cadenas polipeptídicas ordenadas en
paralelo alrededor de un eje. Dichas cadenas se unen por medio de enlaces covalentes formando una lámina
bidimensional a modo de red. Las fibras de elastina se alargan pasivamente si se estiran y se encogen cuando
se les libera.
Fibras Reticulares
Las fibras de este tercer tipo no son lo suficientemente notables como para advertirlas con la tinción común,
incluso en extensiones de tejido conectivo. Representan fibrillas colágenas que están dispuestas como
estrechos manojos recubiertos con glucoproteínas y, proteoglicano que contiene polisacáridos. Comparadas
con las fibras colágenas las reticulares son finas y delicadas; además, se ramifican formando una delicada red
de sostén.
Células del tejido conectivo laxo
El precursor del tejido conectivo laxo es el mesénquima, tejido embrionario que recibe ese nombre porque se
creía que surgía exclusivamente del mesodermo, la capa germinal media del embrión.
Dentro de las células del tejido conectivo laxo tenemos las siguientes:
• Células endoteliales
• Pericitos
• Fibroblastos
• Macrófagos
• Células plasmáticas
• Células cebadas
• Adipocitos
Tejido Adiposo
El cuerpo contiene dos tipos de tejido adiposo, la grasa blanca y la parda. Casi todo el tejido adiposo humano,
es grasa blanca, la que, a pesar de su nombre, generalmente tiene un color cremoso o amarillo por si contenido
de caroteno. La grasa parda es, en comparación, escasa en el hombre, aunque relativamente abundante en
algunos mamíferos.
Grasas blancas
Las grasas blancas comprenden entre el 10 y el 20% del peso corporal total en los hombres adultos y entre el
15 y el 25%, en las mujeres adultas. En conjunto, constituyen un órgano indefinido y relativamente grande,
muy activo desde el punto de vista metabólico; se relaciona con la recolección, síntesis, acumulo y
movilización del lípido neutro. Como resultado de esta movilización, el contenido calórico del lípido
almacenado en la grasa blanca puede convertirse en energía para las células de otras partes del cuerpo.
Grasas pardas
La característica más significativa de este segundo tipo de tejido adiposo consiste en que es termógeno y
puede generar calor corporal. La disposición de las gotas de lípido en las células de grasa parda es
multilocular, lo que significa que el lípido se almacena siempre en forma de gotas múltiples y no como una
gran gota central. Esto difiere de la característica unilocular observada en los adipocitos cargados de lípidos
de grasa blanca. Las células de grasa parda son más pequeñas que las de grasa blanca aunque sus mitocondrias
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son más grandes y numerosas. Esta relativa abundancia de mitocondrias en la grasa parda está claramente
relacionada con su función como tejido generador de calor.
Tejido Sanguíneo
La sangre es un líquido opaco y turbio con una viscosidad ligeramente mayos que la del agua y una densidad
de aproximadamente 1,06 g/mL a 15°C. Cuando está oxigenada, como en las arterias sistémicas, es de color
escarlata claro y cuando está desoxigenada, como en las venas sistémicas, es rojo oscuro o púrpura. La sangre
es un elemento heterogéneo, formado por un líquido transparente, el plasma, y diversos corpúsculos o
elementos formes.
Plasma
El plasma es un líquido transparente, ligeramente amarillo, que contiene numerosas sustancias en solución o
suspensión.
El plasma es rico en iones de sodio y cloro, y contiene también potasio, calcio, magnesio, fosfato, bicarbonato
y muchos otros iones, glucosa, aminoácidos, etc.
Elementos formes de la sangre
La sangre contiene tres grupos de elementos formes: eritrocitos (hematíes o glóbulos rojos), leucocitos y
plaquetas.
Eritrocitos
Los eritrocitos (hematíes o glóbulos rojos) constituyen la mayor parte de las células de la sangre,
aproximadamente el 99% del total.
Cada célula es un disco bicóncavo con un diámetro promedio de 7;1 µm y un borde de 1,9 µm de espesor. Los
eritrocitos carecen de núcleo y son de color rojo claro por la luz transmitida, con centro más pálido debido a
su biconcavidad.
Los eritrocitos están limitados por una membrana plasmática y su contenido corresponde principalmente a una
proteína única, la hemoglobina. La membrana plasmática está formada por un 60% de lípidos y glucolípidos y
un 40% de proteínas y glucoproteínas.
Leucocitos
Los leucocitos (glóbulos blancos) pertenecen al menos a cinco categorías distintas, distinguibles por su
tamaño, la forma de su núcleo y sus inclusiones citoplasmáticas.
Leucocitos neutrófilos
Los leucocitos polimorfonucleares neutrófilos constituyen numéricamente el grupo más importante de los
leucocitos (60 y 70% en los adultos.).
Los neutrófilos constituyen un importante elemento en los sistemas de defensa del organismo; pueden realizar
la endocitosis de microorganismo y partículas en la circulación.
El número de neutrófilos circulantes varía considerablemente, aumentando muchas veces durante los
episodios de infección bacteriana. Pueden circular libremente en la sangre o pueden adherirse a las paredes de
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las vénulas poscapilares y otros vasos para volver de nuevo a la circulación cuando son reclutados, por
ejemplo durante un episodio breve de ejercicio o por exposición a la noradrenalina.
Leucocitos eosinófilos
Estos son similares a os neutrófilos en cuanto a su tamaño, forma y movilidad; pero, en la sangre normal solo
existen en pequeñas cantidades.
Como los otros leucocitos cuando son estimulados adecuadamente, los eosinófilos pueden pasar desde la
circulación a los tejidos extravasculares.
En pequeño número son constituyentes de la dermis y de los componentes del tejido conjuntivo del árbol
bronquial, del tubo digestivo, el útero, la vagina y la médula del timo. Su proporción con respecto a otros
leucocitos aumenta considerablemente en determinados trastornos alérgicos y también en la infestación por
gusanos. Asimismo desempeñan, un importante papel en el sistema inmunitario, en la fagocitosis y en la
inactivación antígeno−anticuerpo, así como de varias sustancias inflamatorias.
Leucocitos basófilos
Su característica distintiva es la presencia de gránulos basófilos grandes y destacados.
Aunque se parecen a los mastocitos y al igual que éstos se forman en la médula ósea, hay muchas pruebas de
que mucho basófilos representan una línea celular distinta de los mastocitos y propia de la circulación, aunque
íntimamente relacionada con aquello, como se demuestra por sus reacciones con los anticuerpos monoclonales
y las diferencias de desarrollo celular.
Actualmente se conocen mal sus funciones en el sistema circulatorio.
Linfocitos
Los linfocitos son el segundo tipo de leucocitos más numeroso constituyendo el 20−30% del total de los
leucocitos.
Como otros leucocitos, se encuentran también en los tejidos extravasculares pero son notables por formarse en
grandes cantidades fuera de la médula ósea, así como en ella. Por lo tanto, constituyen un sistema linfoide
ampliamente distribuido.
Este grupo incluye una colección celular heterogénea, principalmente integrada por linfocitos B y T en
diferentes fases de actividad y maduración
Linfocitos B
Los linfocitos B adquieren la capacidad de reconocer a un antígeno específico. Una vez formado el linfocito B
se dedica a producir moléculas de inmunoglobulina con la misma especificidad antigénica.
Linfocitos T
Cada linfocito T queda programado para reconocer a un antígeno especifico y responder a él en el curso de su
diferenciación en el timo. Sin embargo sus sitios de reconocimiento de antígenos no son moléculas de
inmunoglobulina como las presentes en las células B.
Tejido conectivo denso
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El tejido conectivo denso puede ser regular o irregular. En el de disposición regular, todas las fibras de
colágena tienen la misma dirección y las estructuras consistentes en él están adaptadas para soportar la
tracción unidireccional que se transmite por dichas fibras; éste tipo de tejido conectivo denso esta presente en
los tendones y en los ligamentos.
En el de disposición denso irregular, las fibras de colágena se orientan en diferentes direcciones. Cuando las
hojas de este tejido forman vainas de diversos tipos, las fibras están dispuestas más o menos en un solo plano
pero siguen direcciones diversas. Tales hojas soportan el estiramiento en cualquiera de las direcciones de sus
fibras. Este tipo de tejido conectivo denso forma parte de la cápsula fibrosa, tabiques y trabéculas de glándulas
y órganos; las envolturas fibrosas del corazón, sistema nervioso, huesos, cartílagos y músculos, así como en
las válvulas del corazón y los vasos sanguíneos.
Tendones
Los tendones están formados de haces paralelos de fibras colágenas en aposición estrecha, con hileras
intercaladas de núcleos de fibrositos muy comprimidos, que son las células productoras de colágena. Algunos
tendones están envueltos por vainas en sitios que de otra forma rozarían contra huesos u otras superficies.
Entre las dos vainas, existe un espacio angosto que contiene líquido sinovial cuya función es reducir la
fricción.
Ligamentos
Los ligamentos también están formados de haces paralelos de fibras intercelulares en aposición estrecha, con
hileras intercaladas de núcleos de fibrocitos comprimidos. Las fibras longitudinales de la mayor parte de los
ligamentos son fibras colagenosas, pero hay otras más finas del mismo material y un número variables de
fibras elásticas entretejidas estrechamente con aquellas.
Esta estructura de red le confiere a los ligamentos un grado inextensibilidad suficiente para que brinden el
sostén que se necesita en las articulaciones sinoviales, donde evitan los movimientos excesivos o
inapropiados. No obstante, gracias a su estructura especial, tienen flexibilidad suficiente para no obstaculizar
los movimientos articulares adecuados.
Cartílago
El cartílago es un tejido conectivo relativamente sólido, que soporta peso pero carece de la resistencia del
hueso. Está presente en los anillos cartilaginosos de la pared traqueal, en forma de herradura, cuya función es
evitar el colapso de ésta, hay placas de cartílago en laringe, nariz y pared de la porción interna de la trompa de
Eustaquio, está presente en los cartílagos costales que unen los extremos anteriores de las costillas con el
esternón, donde constituyen una conexión firme pero lo suficientemente flexible para permitir la expansión de
la caja torácica con los movimientos respiratorios, y además se encuentra en las articulaciones.
Tejido óseo
El tejido óseo representa la parte más importante del esqueleto. Desde el punto de vista tecnológico es único
en cuanto a compendiar gran dureza y fortaleza con el mínimo peso posible. A pesar de su dureza y resistencia
el tejido óseo posee cierta elasticidad, todas propiedades que lo hacen especialmente apto como material
esquelético.
Al igual que el cartílago, el tejido óseo forma parte especializada del tejido conectivo denso. Los componentes
extracelulares sufren calcificación, lo que les da la dureza. El tejido óseo provee al esqueleto de su necesaria
fortaleza para funcionar como sitio de inserción y sostén del peso de los músculos, y dar cierta rigidez al
organismo para protegerlo de la fuerza de gravedad. Además, el esqueleto tiene funciones importantes de
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protección al rodear con una coraza al cerebro y la médula espinal, y parte de los órganos del tórax y el
abdomen.
Matriz ósea
La matriz ósea intercelular está compuesta por una matriz orgánica y sales inorgánicas. La matriz orgánica
está formada por fibras de colágeno inmersas en una sustancia fundamental que esta formada por glúcidos,
sialoproteínas, proteoglicanos, y fundamentalmente condroitinsulfato y pequeñas cantidades de ácido
hialurónico.
Los componentes inorgánicos del tejido óseo representan en el adulto aproximadamente el 75% del peso seco,
y están compuestos por depósitos de fosfato de calcio cristalino. Se cree que los cristales están distribuidos
regularmente, en relación estrecha con las fibras de colágeno.
En el tejido óseo podemos encontrar cuatro tipos principales e células:
• Células osteoprogenitoras
• Osteoblastos
• Osteocitos
• Osteoclastos
Tejido muscular
El tejido muscular está formado por células muy transformadas, llamadas fibras, que pueden ser lisas,
estriadas y cardíacas, las cuales derivan del mesodermo, y dan lugar al tejido muscular liso, estriado y al
cardiaco.
Tejido muscular liso
Las fibras lisas son alargadas, fusiformes, de quince a doscientos micrones de longitud. Presentan un núcleo
alargado y central, un citoplasma en el que se notan las miofibrillas longitudinales y homogéneas. Las fibras
lisas se reúnen para formar el tejido muscular liso que forma los músculos lisos o involuntarios, es decir, que
para su contracción no dependen de la voluntad; además la contracción es 1 duradera. Se lo encuentra
formando de algunos órganos (estómago, intestinductos respiratorios, génito−urinarios).
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Tejido muscular estriado
A diferencia de los músculos lisos, inervados por el sistema vegetativo, que se contraen y relajan con
independencia de la voluntad, los músculos estriados son capaces de contracción voluntaria. Las fibras
muscular estriadas son enormes células multinucleadas, de forma cilíndrica.
A nivel ultraestructural ha sido posible observar que cada fibrilla está como envuelta por un complejo sistema
canalicular perteneciente al retículo endoplasmático (retículo sarcoplasmático), que se ha diferenciado con el
fin de responder, tanto a exigencias tróficas de las miofibrillas, como a la necesidad de conducir y propagar
rápidamente el estímulo en el interior de la fibra.
Tejido muscular cardiaco
Las fibras musculares cardiacas estriadas se componen de células ramificadas, que en conjunto forman una
red tridimensional. Las fibras musculares cardiacas de diferencian en forma y calibre de las fibras musculares
esqueléticas (estriadas).
El músculo cardiaco tiene rasgos ultraestructurales fundamentales en común con el músculo estriado. Los
filamentos de actina y miosina con la misma distribución regular y precisa. Sin embargo, no están agrupados
en miofibrillas bien definidas como en las fibras del músculo estriado, puesto que en su lugar, hileras de
mitocondrias separan los miofilamentos en haces paralelos. En los espacios entre las mitocondrias se
encuentran numerosas gotas de lípidos y gránulos de glucógeno, las cuales actúan como fuentes de energía.
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Tejido nervioso
El sistema nervioso, que comprende todo el tejido nervioso del organismo, tiene como función principal la
comunicación, y por sus propiedades electrofisiológicas particulares y sus características estructurales, con sus
muy largas prolongaciones, las células nerviosas están especializadas para ello. En las células nerviosas
(neuronas), las funciones de celulares generales de irritabilidad y conductividad alcanzan el máximo
desarrollo. La célula nervios se estimula muy fácilmente , lo que produce una onda excitatoria o impulso
nervioso, que luego, como una diferencia de potencial eléctrico, puede transmitirse a distancias importantes.
Al igual que los otros tejidos, el tejido nervioso también posee un tejido de sostén y conectivo llamado
neuroglia.
El sistema nervioso se divide, anatómicamente, en sistema nervioso central y sistema nervioso periférico.
Sistema nervioso central
Está compuesto por el encéfalo y la medula espinal. En los mamíferos la mayor parte de las células nerviosos
se encuentra en el sistema nervioso central que, histológicamente, revela con claridad el origen epitelial del
tejido nervioso. Las células están unidas por contactos muy frecuentes, pero a diferencia de otros epitelios los
contactos celulares del tejido nervioso son de un tipo especial, sinapsis, donde el impulso nervioso es
transmitido de una célula a la otra por medio de sustancias transmisoras químicas. El sistema nervioso central
del ser humano contiene billones de neuronas, unidas funcionalmente por sinapsis, y la complejidad de estas
redes sinápticas es la base de la funcionalidad del sistema.
Sistema nervioso periférico
Comprende todo el tejido nervioso fuera del encéfalo y la médula espinal. Se compone de grupos de células
nerviosos, denominados ganglios, entrecruzamientos de fibras nerviosas, los plexos, y grupos de fibras
nerviosas de recorrido paralelo bajo la forma de nervios o raíces nerviosas.
La neurona
Una neurona el la célula nerviosa con todas sus prolongaciones. Aunque existen varios tipos de neuronas en el
sistema nervioso correspondientes a los distintos requisitos funcionales, ciertos rasgos son comunes. Así,
todas las neuronas tienen un cuerpo celular o soma, compuesto por el núcleo rodeado de una cantidad variable
de citoplasma. El citoplasma que rodea al núcleo se denomina pericarion. Lo que fundamentalmente
diferencia a las células nerviosas de otras células es la presencia de largas prolongaciones citoplasmáticas. A
menudo existen prolongaciones cortas ramificadas, las dendritas, y una prolongación larga, el axón que en
algunas ocasiones mide más de un metro de largo.
Tipos de neuronas
En general, las neuronas pueden clasificarse según el número de prolongaciones y según el largo de axón.
Según el número de prolongaciones se dividen en:
• Neuronas unipolares
• Neuronas bipolares
• Neuronas seudo−unipolares
• Neuronas multipolares
Según el largo del axón se clasifican en:
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• Neuronas Golgi tipo I (de axón largo)
• Neuronas Golgi tipo II (de axón corto)
Neuroglia
El tejido nervioso no se compone únicamente de neuronas, sino también de un número aun mayor de células
de sostén no neuronales, denominadas neuroglia, cuya cantidad es diez o más veces mayor que las neuronas.
Aún se discuten muchas supuestas funciones de la neuroglia, pero, sin duda, una es la formar la vaina de
mielina que rodea los axones mielínicos. Posiblemente otras funciones de la neuroglia sean ejercer sostén
mecánico y aislar las neuronas y sus prolongaciones entre sí.
Dentro de las células que forma la neuroglia tenemos las siguientes:
• Astrocitos protoplasmáticos
• Astrocitos fibrosos
• Oligodendrocitos
• Microglia (glioblastos)
Líquido cefalorraquídeo
El líquido cefalorraquídeo es un líquido claro e incoloro que recubre completamente el sistema nervioso
central, por lo que lo protege de los golpes. En el adulto el líquido cefalorraquídeo alcanza unos 150 mL.
Además de la protección del líquido cefalorraquídeo, el encéfalo y la médula espinal cuenta con la protección
del cráneo, la médula espinal y un conjunto de tres envolturas de tejido conectivo, la más interna se llama
meninges, la intermedia es la aracnoides y la más externa es la duramadre.
Conclusión
Con este trabajo he conocido cada uno de los cuatro principales tejidos presente en el ser humano, asimismo
todos los subtipos de tejidos en los que se dividen.
Con esta investigación he conocido que estos tejidos, están formados por células muy específicas y complejas,
y que además no son iguales en su composición, tamaño y localización.
El conocer estos tejidos en la medicina es sumamente importante ya que existen muchas patologías que
afectan nuestros tejidos y que pueden ser mortales; tal es el caso de meningitis, que tiene dos variedades la
bacteriana y la viral, esta enfermedad, como su nombre lo dice, es una infección de las meninges, ya sea
bacteriana o viral, la cual si no se trata a tiempo puede causar la muerte o causarle al paciente la perdida de
gran parte de la funcionalidad del encéfalo. El agente responsable es el meningococo, Neisseria meningitidis
Así también pude conocer muchas afecciones más que pueden presentarse en nuestros tejidos y que pueden
causar perdidas irreversibles.
Bibliografía
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