EXTRAVÍO DEL NATEM Casa de la Cultura Ecuatoriana 2014 Extravío del Natem © Khira Martínez Rivadeneira Primera Edición–CCE–2014 ISBN: 978-9978-62-772-3 Diagramación: Fernando Murgueitio Fotografía: Juan de Brujas Corrección de pruebas: Flor de Té Chiriboga Diseño de portada: Santiago Ávila S. Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión Dirección de Publicaciones Av. Seis de Diciembre N16–224 y Patria Telfs.: 252 7440 Ext.:138/213 gestion.publicaciones@casadelacultura.gob.ec www.casadelacultura.gob.ec Quito–Ecuador Khira MartÍnez Rivadeneira EXTRAVÍO DEL NATEM In memoriam: Rómulo Martínez Sólo los hombres que reconocen su ineludible destino lloran como tú ante el cadáver de su propio crepúsculo. Amanecí con alevines en mi boca y flotaban alevines en mi ombligo B´alam, prodigioso félido con sangre en el aliento semen helado que precisa transmutarse; espera en el palacio de los jaguares el shock sanguíneo, la dormición de la impotencia Sexo y muerte en repeticiones infinitas plegarias enmarañadas en los celajes de tabaco se perpetúan en el venerable autismo del cosmos Terror tzántzico espesado por el miedo Selvática manía de inescrutable inocencia excluida por la abulia de todas las tutelas persigue las mismas huellas de sus hermanos yantanas, kaniats, shushuis, panas, pankis (tigrillos, caimanes, armadillos, tapires, anacondas) ojos borrosos descubren a Churunsia desnudar su furia y ser destruida por Payar Los días se persiguen en el kanus purificándose renaciendo en el bautismo de la cascada sagrada fumando tsaank envuelto con hoja de maíz tomando natem y maikiua invocando a Arutam Lánguida mineralidad Abandono de espíritu y mente Vivir la dimensión de los sentidos donde el tiempo es sublimación extracta de la eternidad. Khira Martínez Rivadeneira 11 Arutam Búsqueda del fundamento de su existencia Principio de la vida desde el fondo de la vida. Arutam sin origen y sin fin realidad irrenunciable superior, protector, trascendente, sobrenatural, fortaleza de sus fervorosos supervivencia latente en medio de esa arboleda discontinua Arutam, encarnación potente del espíritu Busca a la criatura que protege para transformarse en hombre completo y poderoso Arutam, cascada misma que se quiebra y renueva en su ímpetu extravío del natem espejismo místico… Ame wainkiata. (la vida es para ti, podréis gozarlo como tú lo queráis) Ame nekatin atá (entenderéis todo lo dicho viviendo todo cuanto tú lo deseáis) Vence el alma la gravedad y va a la cascada y eternamente vaga en forma de brisas. 12 Extravío del Natem Cuando el aliento se disuelva en la niebla cuando los vástagos honren la memoria Arutam vivirá en ellos Él es y sigue siendo el que es el que habita en las cascadas. Lánguido tabaco Humo borracho asciende y penetra en la distancia lejanía interrumpida por el llamado de los hombres. Anents voces inasibles lamentos… …precipitación del mundo de su esencia. Tatuado en su creencia el designio del omnisciente, emprenden el retorno con la mirada del dios clavada en el sendero. Realmente no somos Arutam mientras vivimos, tampoco si no se ha obtenido la fuerza de él. El Shuar que ha recibido el poder, al morir, su espíritu va a la cascada, y se transforma verdaderamente en Arutam. Khira Martínez Rivadeneira 13 Félidos mis progenitores Rugidos alientos y asesinas zarpas centellean en esa embrionaria memoria Epilépticos tambores taladran con su cóncavo quejido el despertar de los sentidos. Ayawaska concibe su misterio en el escenario de mi inquisición. Mis ancestros sepultados por la niebla corrosiva del tiempo uwishin que mediaban entre el mundo de los espíritus y la mente consciente aperturando una existencia sin dimisiones; el autoconocimiento el despertar del ser humano o la iluminación. Tzamarenda Simón último shamán de mi tribu refundido en el infierno de Kiruba, legendario y anacoreta, dignidad espiritual hombre-dios-medicina ceremoniante por tradición y renovación mística; misterio revelado a través de sueños y los fogonazos del rayo; los incorpóreos le heredaron el saber desde el vientre de su madre. 14 Extravío del Natem Despojada de la contaminación del mundo el alma humana es el principio vital de su creencia. Purificado y ascendido se enajena embriaguez mística, arrobamiento de estilita, penetra en el elíseo de los espíritus y la realidad armoniza. Retumbos de tambor en su paranoica embriaguez monotonía percutora en el abandono de los rituales a un vuelo mágico lo encumbran a un viaje del alma a través de la experiencia extática a una apertura hacia la totalidad de los mundos del espíritu de lo humano y la naturaleza. Su apariencia de indefinible edad hacía imposible precisar que a 36.525 soles los había decapitado su manía de vivir. Los espíritus errabundos hurgaban en los vestigios de su lejanía. Tocata de relámpagos en su fuga Inexplicable ansiedad desgarradora Ese momento atormentado por el silencio cabalgando a espaldas del tiempo había llegado; el traductor de las ígneas alucinaciones …los esclavos de la sangre debían revelarse… Khira Martínez Rivadeneira 15 Cinco centurias evidencian mi linaje Gestado en la espesura infinita de esta Randimpa Esmeralda Concebido con el potaje secreto del Caldo de Novios Estremecido desde el remoto fogonazo del collado La aventura me latía desde la noche del vientre Tula y Temis me parieron en el vórtice de los mundos cuando los torrentes en el anonimato de su lujuria unían su estruendoso orgasmo al concierto de la jungla En la memoria lejana emergen las historias Se precipitan los rostros y los nombres Y por un instante… vence el recuerdo a la ausencia. Cuy Macho, Errabundo habitante de las cuevas del Upano vástago de la luna perdido en el polvo del delirio. Micaela del Chorro, con la hija nacida del viento Policarpo y las marmitas de oro de la tierra quemada alucinó con un tesoro jamás encontrado Rómulo: el Furioso de los cuadriláteros renunció al plumaje del cóndor por el multicolor penacho del yampuna. Tantos y tantos desterrados al mundo de la afonía. Permanezco en la tierra de mis mayores Patriarca de este horizonte creado por borrascas Ascendiente de la orquídea plantada en los Andes Tzamarenda-Simón revoloteo nocturno de cigarras confusa intermitencia luminosa Rugidos, ladridos; croares, maullares Señor Macabeo. 16 Extravío del Natem Upano vagido que explota en el valle por donde se acosa inundado por los efluvios de su salvaje orgasmia lobo fluir su semen de curundas arboleda de arrayanes washiquis, yumbingas casa de pumas, armadillos gigantes, perezosos Upano; ¡oh vida! ¡oh transmigración! Jamás tus aguas, tu valle, tu bosque se fosilizarán en la sinfín caverna de la memoria Tu melancolía cristalina se arrastra y parpadea remueve y abreva el geiser del recuerdo Khira Martínez Rivadeneira 17 Pinchu, telepáticamente me indaga en el recuerdo con llamaradas proféticas Batiendo sus alas en medio del presagio, desde el destierro explota su tumulto de acechanzas se detiene a la distancia de mi olfato se posa en mi hombro y escucho a Tzamarenda-Simón en su oratoria …al Ventrue Servius? en un lenguaje ininteligible… Un estrépito de voces y gritos y chillidos y rugidos fragmentan mis recuerdos y se amalgaman en mi mente. Tantos sueños donde la oscuridad congelaba los temores flechas envenenadas hundiéndose en mi desconcierto, estacas reventando la utopía de los errabundos de la noche; inmutable pavor acercándome al encuentro de otros mundos. Cuántas lunas se incineraron en la hoguera de Etsa desde aquella revelación de Tzamarenda-Simón en mis sueños Desde esa otra realidad que pendía en la sombra de los tiempos enterrada en la mordida necesaria en la bebida vital que condena y eterniza. ¿Qué engendro me conturba cuando revienta en la noche la plateada ataraxia de ese astro sin alma? 18 Extravío del Natem Misteriosos rugidos se arrastran por mi garganta se agudiza mi vista y mis instintos se electrizan se elongan con felina plasticidad mis piernas y mis brazos salto a la cascada y desaparezco en su efervescencia. Pensamiento y voluntad sincretizados intuidos y confesos en segmentos de parpadeo abstraída del espacio en un paralelismo multisensorial en una estela de metralleta me desvanezco y aparezco. El gran gavilán se eclipsa devorado por la distancia. Como un relámpago sicalíptico un desconcierto de imágenes escandaliza mis pupilas. Más allá de lo percibido se debate una realidad que exige ser desmitificada un mundo ambivalente e infinito. Me confino en la espesura en total abstinencia. Khira Martínez Rivadeneira 19 Tan, tan, tan, tan, taaan, taaan, taaaaan, taaaannnnn, Tannnnn, taaannnnn, tannnnnnnnnnnnnnnnnnn Agrieta el espacio las monótonas percusiones Intestino escalofrío por la espalda va trepando triunfa la zozobra en un castañeteo incontrolable sonidos guturales en una combustión de sombras se expanden… Tzamarenda-Simón en un lenguaje inextricable dialoga con Arutam en hipóstasis de Naektaitjia Visiona las nupcias de los hijos malditos. Los nómadas de la existencia noctívaga han esperado el día de la fertilidad para usurpar a los jagarius su potestad tridimensional el secreto de su trimurti, y de su coexistencia física. Las señales son propicias en esta noche de continuidad jaguariana. Los que pretenden perseverar en la infinidad de lo inalterable se deslizan entre desvaríos de las desvanecidas identidades, confundidos con las sombras de los horrores; seres del inframundo vampiros que precisan de la hembra humana para sostener la estirpe de su existencia sin reflejo. 20 Extravío del Natem Explosiona jagarius onca de las llamaradas… Sucediéndose en una repetición vertiginosa sacude las cenizas ceremoniales de su piel moteada de rosetas; lanza un rugido atronador reconoce sus dominios fijando con la mirada las huellas de su feudo, traspone el umbral de su félida presencia se desliza sobre sus dedos gaseoso aéreo digitígrado impalpable seduce… con la salvaje alquimia de su origen ignorado. No sólo soy un jaguar, soy una civilización arraigada en las cascadas ha llegado el tiempo de que una nueva generación repueble el valle que siempre nos ha pertenecido. Mestizaje inadmisible, la muerte fue perfeccionando. Coagulado el aliento de sangres consagradas en una orgía de misterios revelados la continuidad de nuestra casta se desvanecerá como el humo si al final de los días oscuros no se gesta la colonización de los jaguares. Desde el principio de nuestro tiempo, los jagarius onca fuimos adorados; nuestro aliento se fundió con la niebla Khira Martínez Rivadeneira 21 de las laderas andinas… que se deslizaban hacia los humedales amazónicos donde se perennizó nuestra huella. Lomuró, arcano fundador de nuestra raza en el Gran Tratado de Edmundo relata la félida urdimbre. Flotando en el limbo de ese elíptico universo el gran jagarius descubrió el secreto de las cascadas y fijó su morada tras el manto gaseoso de esa carcajada inagotable. Vertiginosa caída y su estallido evaporándose como una exhalación en las rocas; presencia ritual de Lomuró nos transmigra sus poderes a través de este bautismo. El gran jagarius es el mismo Arutam creado con los alientos de sus elegidos jagarius trascendidos en su esencia Mente, cuerpo y espíritu fundamento existencial de los jagarius. Catarsis cósmica, mística y terrena dominio más amplio y preciso del deseo concede el jaguar de jaguares. Tan, tan, tan, tan, tan, tan, tan, tan, tan, Tantaaaaaaaaaam taaaaaaaaaaaaaannnnnnnnnnn, Uuuuuuuuuu uuuuuuuuuuuuuuuuuuuu uuuuuuuuu 22 Extravío del Natem Nantu, suspendida y lejana en su desierto nocturnal con su risa silenciosa de laguna desmayada persiguiendo el crepúsculo matinal se aletargará hasta que las sombras desboquen la fanfarria He venido a continuar la travesía a detener el despojo de nuestras libertades nuestro es el viento y el fuego, el agua y la tierra la sangre y la muerte. Subsiste en nuestra vivencia las proezas que estampillan el señorío jagarius onca desde el remoto de nuestra existencia hemos preservado su legado trasponiendo las fronteras indecisas de los reinos, en una eucaristía de entregas solidarias consolidamos una cosmogonía paralela compartiendo el instinto asesino y el deseo sexual con la urgencia vital de continuidad y placer sin prohibiciones, sin razones, sin persuasiones desde el tabú del incesto hasta los ritos humanos que separan. Nuestras pasiones se modifican, son mutantes violentas bestiales naturales Nos reconocemos en la voluntad esencia propia que naturaliza y desnaturaliza nuestro origen Khira Martínez Rivadeneira 23 adn félido y humano ni sólo humano, ni sólo felino… Nuestra cosmogonía no se evidencia está fuera de las fronteras cognoscibles de la percepción racional. Somos extraños y diversos Nuestro dominio fluctuante está tutelado por la excepción y el deseo. Latido vital de todas las cosas aproximación a una empatía profunda con los seres vivos y las materias inertes en transformación con todo el prodigio que la naturaleza manifiesta sensibilidad desarrollada, intuición hundirse en la vorágine del universo nos permite anticiparnos a los movimientos, al peligro al ataque a la muerte no consentida. 24 Extravío del Natem Acechando oculto desde la espesura sintiendo el latido de la sangre; la sístole del miedo de su víctima B’alam dilata sus uñas sus pupilas expande se lanza sobre su presa clava su muela carnicera, desnuca… de forma perfecta… lacera… Khira Martínez Rivadeneira 25 Entre magia y rito entre alucinación y realidad sensible los elegidos fecundarán la descendencia en equinoccio de primavera con el retorno del sol después de los días del mal En el Ayamtai, las entidades descarnadas y las momias de nuestros antecesores presidirán los ceremoniales de la fecundidad y todo recobrará el sentido después de trescientos días. Los panthera onca preexistimos en el mundo psíquico inmaterial, inalterable y trascendente perseveramos cuando el cuerpo y la mente declinan nuestra infinidad carece de distancias y permanencia necesitamos corporizarnos para evidenciar el propósito de nuestra existencia como custodios de la naturaleza, para evitar que su creatura ensoberbecida provoque a los megaterios del apocalipsis. 26 Extravío del Natem “Los años luego le confirieron esa peculiar majestad que tienen los canallas encanecidos, los criminales venturosos e impunes” Jorge Luis Borges En las entrañas de la tierra asfixiante humedad de su lejanía aprisionada formada por la descomposición de organismos acuáticos bulle esa pudrición fuliginosa de la muerte irreversible certeza que sólo la vida confirma en esa unión indisoluble de triunfo y derrota. Yasuní dormitas incauto sobre tu lago profundo reserva donde verdeorbitan el aire y el agua eslabón de madréporas polipétalo cataclismo transformado policéfalo barbotea tu espeso silencio en el corazón de tu Gorgona amazónica Yasuní Andrógino Híbrido Ambivalente Agreste Enmarañado Tu vientre de óleo precipita Khira Martínez Rivadeneira 27 conjuras vertiginosas cruel demencia o lúcida crueldad hegemonía o esclavitud El terror confirmará las certezas y serás abandonado desértico infecundo desolado y cadavérico cuando ni una gota más de tu óleo pueda emerger de tu torrente saqueado Yasuní, Peligrosamente frágil ante la grandeza de lo salvaje Misterioso en tu frondosidad Reserva cósmica de esta Biosfera devorada Intangible reino de los Tagaeri, Taromenane de los pueblos en aislamiento voluntario Has emergido como la médula imprescindible como la última reserva biodiversa en esta dermis muriente del universo. Único reducto donde aún la inocencia conserva su utopía donde el asesinato justifica una ascendencia Cainita donde la memoria se enmaraña con el tiempo y los secretos son arrasados por los vientos. Se agita en la profundidad de tu impoluto claustro, la terrible certeza que la savia negra de Ishpingo, Tambococha y Tiputini se ha inoculado con feroz demencia en la mísera sesera de los trasnochados demagogos. 28 Extravío del Natem Este es el nuevo griterío la gran bufonada de los pontífices sibaritas con sus bulas obnubilantes concesionando renovadas falsedades a un pueblo de alma félida al que le quiebra sus garras al que le extermina su caza al que le prohíbe vivir ignora los territorios preexistentes ¿Y los lamentos sofocados por la endémica sordera? ¿y el dolor…y la sangre reventando el desconcierto? ¿y las orfandades? ¿y los vacíos y silencios? ¿y los aislamientos y el olvido? ¿y el veneno y la contaminación? ¡la desterritorialización.????? Los originarios de la selva jamás renunciarán a su espacio, al concierto de la jungla a la rebelión de las especies resistiendo esta embestida de incontrolables ardentías ¿Qué saben estos charangueros disolutos de la soberbia férrea de esta ínsula amazónica? ¡Qué terrible seducción la de sus verbos! ¡Qué impecable prestidigitación matérica! ¡Qué engaño más siniestro y exquisito! Los titiriteros de esta revolución apocalíptica máscara progresista todorostro no han restringido su apodíctica vehemencia ni han limitado el derroche de nuestras heredades para vocear cínicamente: Khira Martínez Rivadeneira 29 “mantener el petróleo en tierra” creando un tropel de voluntades parapléjicas embajadores omniscientes de una mentira calculada para catequizar a las irresolutas potencias subyugar la libre determinación de los imperios “a la última oportunidad que cabalga hacia el abismo” mientras ellos desbordan las talegas con oro ensangrentado; trafican oportunidades copulando como bestias sin orgasmos. ¡Deteneos vosotros descastados de todos los pudores! Vosotros doble discurso burda elocuencia Vosotros mercachifles sin honor ni vergüenza Nada nos pertenece, nada, ¿Acaso el cuerpo que sin memoria se deshace en el tiempo? ¿No sentís la agonía de los recónditos alientos? ¿No sentís el miedo electrizando sus entrañas? ¿No os espanta la muerte vomitando hambre en este mundo atosigado? Ellos y nosotros los de afuera ¡que miramos indolentes desplomarse nuestro mundo!!!!!!!! 30 Extravío del Natem Nada …nada quedará más que desolación y silencio Una catarata ensordecedora de silencio Silencio impune que no nos devolverá las voces ni los santuarios de este universo que hemos destruido …piedras heladas, lava fluyendo… Te desangrarán Ishpingo Te desertificarán Tambococha Te infertilizarán Tiputini Te despojarán de tu espíritu Yasuní Gorgonas inmortales mutiladas Medusa deletérea Tu sangre no parirá a Pegaso. Fantasía Yasuní quimera ecologista talón de Aquiles de este tzántzico sistema. Lava y piedras fluyendo Naturales de la selva amazónica desplazados y sacrificados; la persecución se ha emprendido nuevamente esta esencia de humanidad será destruida por el fuego por las balas por los engaños que jamás podrán restituirles su existencia Khira Martínez Rivadeneira 31 ¡Ancestrales habitantes de la selva Yasuní! ¡clanes descendientes de los wao! ¡¡¡¡¡¡No muevan los pies dejando libre el espacio a los taladros!!!!!! No claudiquen en la defensa de su suelo Honren la rebeldía de sus ancestros ¿No comprenden que el único pulmón incontaminado del planeta es su selva su tierra su territorio su eternidad su Yasuní? Cuando el mundo esté asfixiándose en esta esfera venenosa Cuando la última gota de agua no pueda ser bebida Cuando las calles se inunden de cadáveres cianóticos ¡Cuando las armas nucleares, químicas, biológicas sean reliquias guerreristas y expansivas olvidadas! y no haya a quien destruir, ni reventar… cuando el terrorismo haya asolado esta pobre humanidad cuando sea infructuoso hasta el odio y hasta la tierra cansada del holocausto nos sepulte ¡¡¡¡¡el tiempo habrá terminado!!!!!!. 32 Extravío del Natem ¡Este pedazo de humanidad debe organizar la resistencia! Convocar a la inteligencia de la naturaleza, a todas sus especies. La plegaria despertará a los espíritus de los Grandes Caídos Awá Épera Chachi, Tsáchila Achuar Kichwa amazónicos Andoa Shiwiar Záparos Shuar Cofán Siona Secoya Waorani de los afro descendientes de los mestizos razonantes de los obreros campesinos científicos profesionales estudiantes mujeres hombres niños jóvenes Khira Martínez Rivadeneira 33 de esta Macabea emplumada en el altar del cóndor Será la voz y el grito de la biodiversidad, de este tejido de sangres y culturas una verdadera rebelión de las especies, dispuesta al sacrificio por preservar la esencia de la vida hasta clavar la flecha comunitaria la cerbatana milenaria en el corazón del déspota apasionado? por la patria. Y la violación de Yasuní será el desboque de los monstruos del cataclismo. Y todo volverá a ser como en el Principio El desierto del holocausto La pornografía de la muerte El caos de la nada. 34 Extravío del Natem Venas abiertas los ríos en su existencia omnímoda Sangre diáfana nutriendo en su caravana vital Diosa de sí misma de su nómada esencia efluvio de su aliento congelado Agua, has impuesto tu soberanía en medio de la decadencia de este mundo; pretenden condenar tu libertad pretenden arrebatarte tu albedrío. Te necesitamos y te envenenan. En un tiempo perentorio el terror derrotará el espíritu en una tregua destinada a fracasar. Esta confabulación de los desprecios aniquilará las falsas voces, las voces exaltadas y tú serás la utopía de los espejismos del poder. Khira Martínez Rivadeneira 35 La conspiración de las voluntades ha iniciado su fermento. He purificado mi cuerpo con una exigencia mística catarsis anímica, regeneración de todos mis credos He indagado en el silencio esas respuestas que jamás llegaron. Para ser libre debéis pervertirte me había sentenciado Tzamarenda-Simón Y aquí permanezco perdida en medio de esta naturaleza que siendo tan mía es tan extraña y me aterroriza. La noche nos ha atrapado en su caverna sin fin El viento longevo errabundo, insurrecto inasible cabalgándose a sí mismo retoza con las sombras de la hoguera; algarabía de chillidos de rugidos de chirridos serpentean por entre el bosque fantasmal. El momento ha llegado con sus mercenarios del miedo …Extraña obtenebración juega con el ofuscamiento… Tocado con su tawasa shamánica plumas de tsukanka y secha Tzamarenda-Simón se materializa de la nada Silencioso, caminando sobre sus dedos 36 Extravío del Natem casi flotando precedido por su leyenda lo abarca todo con su perturbador dominio; retumban en su oído los latidos precipitados de los celebrantes; escucha los pensamientos que se funden con el sonido martillante de los tambores; se agolpa en su ojo cazador ese zumbido adrenalínico que facilita el zarpazo del carnicero. Sobrio, inmutable, alerta, con movimientos rápidos y breves sus labios de sensibilidad táctil perciben que los incorpóreos pululan por el espacio. Sentado, aspirando rítmicamente el aire de la noche fuma tsaank envuelto con hoja de maíz. Giran las brisas, se elevan los vientos fríos. Arutam brisa misma esencia del viento se arremolina y rompe en carcajadas inaudibles. Un vasallo de más de dos poderes asemejándose a un b alam… semierguido desplazándose en puntillas le entrega el natip con la poción sagrada. Khira Martínez Rivadeneira 37 Los celebrantes sorben tabaco líquido por la nariz. El uwishin bebe el natem ceremonial y todos los demás bebemos el amargo potaje que estaba escanciado en copas pequeñas… de un sorbo. Escape de impurezas se vierten en la noche tremendismo de las vísceras excretoras un conciliábulo de envenenados en sus últimos estertores. Vi a los jagarius moverse entre las sombras reptando sigilosamente se iban acercando. Abuelo querido merezco yo tu compasión por ser una niña huérfana unos plátanos tiernos colgando en mi chankin me marcan el compás en la búsqueda de ti; vosotros más antepasados ¿en dónde estáis? doquiera estéis, sabed que yo estoy sufriendo tened piedad de mí. Joven como Chinimp así siendo con todos mis hijos 38 Extravío del Natem con trinares acercándome a la cascada acercándome con un espíritu que no se puede dañar; así mismo siendo con trinares me he acercado con un espíritu bueno y firme, siendo yo así reunidos nos presentamos joven Chinimp con todos mis hijos reunidos haberme acercado merezco tu compasión; con trinares me acerco con un espíritu sano con trinares acercándome reunidos nos hemos bañado Tzamarenda-Simón ha visionado a Arutam, transformado en gavilán, y búho en combate al mismo tiempo celebrando la fiesta de tzantza. Khira Martínez Rivadeneira 39 Esta noche los jaguarius fecundarán a las hembras en su conversión humana encuentro pactado en los días de oscuridad cuando la reconciliación y el despertar espiritual de los hombres se estaba gestando Los días del mal no han terminado el materialismo militante con sus tentáculos omnipresentes ha perturbado la armonía y la paz del universo Nos gobiernan fieras disfrazadas de filántropos la simonía de los gobernantes y de los poderosos nos ha llevado a la destrucción más violenta al festinazgo del poder esencia del mal con manos manchadas e insaciables esta decadente sociedad del consumismo en una devoración incontrolable de sus propios ideales ha impuesto la inmoralidad como ley omnímoda Los adalides y su séquito de incongruentes arrebatados fascistas, lebreles de los negociados le han saqueado la libertad al soberano. Nuestras leyes santifican el crimen y la opresión los privilegios las posesiones las prisiones la pena de muerte Esta mafia del alma debe ser destruida para que el hombre pueda realizarse. 40 Extravío del Natem La ley sólo existe para los pobres. Los ricos, los poderosos los oportunistas los trepadores los sinvergüenzas los perros sin amo o con amo rentable los canallas la desobedecen cuando quieren y lo hacen sin recibir castigo porque no hay juez en el mundo que no pueda comprarse con dinero. Khira Martínez Rivadeneira 41 No quiero máscaras que mientan tu cuerpo despójate de los disfraces déjame descubrir en tu desnudez las palabras que jamás removerán mi angustia déjame que te sepa en el abandono de tu cuerpo en la algarabía abatida de tus pasiones Una a una las máscaras se desvanecerán y el ropaje de la nada evidenciará tu aniquilación íntima. 42 Extravío del Natem Posesa de mí misma sin desvanecimiento de mi identidad magnificada en la separación de mi mente de mi cuerpo y de mi espíritu viviendo nuevos estados mentales sin pérdida de conciencia sin desubicación en el espacio-tiempo estar más allá de aquí, de ahora, y estando aquí y ahora podía sentir el mundo que mis sentidos capturaban sentidos tactos sentidos sensaciones sentidos emociones sentidos evasiones energías, fuerzas, espíritus deseos siniestros de ser poseída por seres tenebrosos. Mi cuerpo frágil Aligerado desprendido del ombligo del mundo carente de noción de distancia de duración; mi cuerpo poderoso vibrando con mi energía cósmica mi cuerpo sexo átomo y universo en movimiento espora carnívora in-material, in-alterable se revela obsceno, domina …no domina mis instintos. Khira Martínez Rivadeneira 43 Escurriéndose de las inexpugnables tinieblas una pantera nebulosa con su séquito de guepardos ocelotes y oncillas atizados por la intuición sexual de supervivencia de esa condición impostergable de vivir y vivirse sentir y sentirse desde su estampilla salvaje-erótica con ese mandato que dinamiza el ciclo vital permanencia, sucesión y muerte me llama con su voz de estruendo y melancolía me arrastra al ofertorio de sus deseos redivivos Rugiendo entre las crestas desdibujadas de la arboleda guardianes plantados, custodian el Ayamtai ceremonial de Etsa y Nantu. Agua y sexualidad en su energía natural se precipitan esta noche de gestaciones en ese ejido donde los espectros nos rodean donde esas prohibiciones mágicas no han impedido que la marea sexual nivele jerarquías y divisiones y anegue a la sociedad que niega los placeres. 44 Extravío del Natem Hembra irreductible, Irrepetible, superviviente de las catástrofes y de las explicaciones Lo único que me fascina y lo único que pretendo asir en el caos indiferenciado de la sexualidad informe es el placer enterrado aún en la guarida del miedo Mirarme en el espejo de mis mutaciones irrigada y expuesta a la destrucción Tu cuerpo es un obstáculo debo traspasarlo tu cuerpo es la distancia debo transponerla tu cuerpo no es real lo toco y se desmorona se consume en este teatro de representaciones se deshace en un puñado de arena se desvanece en espirales de humo Atravesaré los hitos de tu ausencia más allá de ti más allá de mí por el cuerpo en el cuerpo más allá del cuerpo Más que el sexo más que la vida más que la muerte Sola, en medio de este infinito surgido de la nada de espaldas a la sociedad y frente a la naturaleza en una fusión que empuja a la ruptura separación de este mundo soledad inexorable Khira Martínez Rivadeneira 45 nuestro trance erótico niega al mundo nada real nos rodea excepto los fantasmas. Estamos encerrados en esta cárcel de desventuras pero este presidio no tiene límites nunca acabaremos de recorrer los calabozos y pasadizos sin fin ningún muro nos humilla sino el pavor vacío estamos rodeados de inmortalidad infinito hecho de repeticiones. Siento tu sensación de agobio y desamparo tu coherencia desolada esa vertiginosa fortaleza que me excluye tu orgullosa prisión de soledades Eres el espacio sensible el nudo de esta insoluble contradicción Mi pasión es más poderosa que mi abstinencia abolirla es imposible reprimirla es amputarme Pensamos mal vivimos mal desvariamos y desvivimos. Fiera mía razonante, dinamitero de tu propio pensamiento amante mío, empápame en tu disolución o concédeme la muerte. Tú eres mi virtud y mi crimen. Mi clamor herido se despeña desde el Principio Mis manos que acarician la noche en tu rostro 46 Extravío del Natem que reconocen tu piel hartada de amaneceres que me reconcilia del desvío de tus días… en mis manos, crecen uñas que desgarran ya no serán más el puente que me enlacen en la ausencia despedazarán las lejanías en una perpetua desmemoria. Sin vida, sin muerte ni reposo me destruyes y me creas destrucción placer supremo placer y dolor como una espuela que me esculpe crece indiferenciado, se intensifica, se anula regresa exasperado, violento me deleita a través del sufrimiento dolor: única realidad absoluta sobrevives en la huella y el desvarío. Espíritu ambiguo descendiente del mal, no sólo eres una perceptible realidad te materializas en los espejos infaustos de la lujuria bajo la cuchilla de los crímenes obscenos. Bajo el perfume inasible y violento de una mirada de mujer: …mi mirada… existes inconmovible. Te entregué mi autenticidad mi voz mi grito mis temores más ocultos aquello que una mujer guarda y protege: su verdad. Khira Martínez Rivadeneira 47 Como el vómito me arrojas violento y sin misericordia hierático, cual un ídolo de piedra que se complace con la oblación con el salvajismo de corazones arrancados con la manos Me entregas su cuerpo desheredado su cuerpo que resiste a mi deseo deseo que se estrella en su coraza de imprecisiones imprecisiones que infaman su palabra palabra que me proscribe Nada es necesario Nada salvo el movimiento Ni su vida ni la mía ni su muerte ni la mía vindican la existencia toda causa se destruye a sí misma todo está en perpetuo cambio Después nos espera un infierno eterno de átomos perversos No hay resistencia en mi cuerpo abandonado A la distancia la lava fluye lava como la sangre, como el semen como la leche como la lluvia que se precipita 48 Extravío del Natem llevándose el gemido y el rugido en un solo grito Légamo y piedras heladas se distinguen de mi deseo. Soledad no eres ausencia de los demás eres mi ausencia de los demás mi silencio en la horca de los días mi voz eclipsada por la catástrofe. Nada destruye la pavorosa garra del silencio vacío y soledad me habitan. He despertado del estupor de la inconsciencia, he conocido mi realidad y mi verdad voy dispuesta para la travesía definitiva de regreso a mi esencia a mi verdadero ser Tu conciencia me refleja pero no me deja verte dejo de reflejarme y me vuelve impalpable No quiero más la tortura de la ausencia No quiero más reprimir mi voluntad y mi deseo ¿Debo ignorar el desprecio y ocultar el sufrimiento? ¿Debo sangrar o destruirme en su olvido? Khira Martínez Rivadeneira 49 La estupidez no se ha blandido como espada de los locos de estirpe ni de los idiotas declarados el socialismo totalitario y anacrónico que descalifica el pensamiento opositor esgrime la proscripción como arma política para acallar la insurrección de las clases y humillarlas. IosivVissarionovichDzhugashvili paranoico magnicida Asesino de intelectuales y de millones de personas que blandieron la dignidad para proscribir sus crímenes Oprimió pueblos sometiéndolos con el arma más vil el Hambre Crímenes imputables al delirio pernicioso de un sicópata. 50 Extravío del Natem Los jagarius onca somos depredadores naturales fieras asesinas proseguidas a través de ese shock sanguíneo de moléculas vitales vibrando desde el remoto de nuestro origen. La persecución de la vida nos enfrenta al desfogue de la sangre al desmembramiento inevitable de la existencia al enfrentamiento del pavor en el zarpazo mortífero. Hemos sido perseguidos y asesinados brutalmente La pólvora ha detonado la vanidad del hombre nos mata, no por su defensa, nos mata porque su arrogancia se desborda incontenible sus excesos se proclaman en el degollamiento evidente en la aberración irresoluta de un crimen que no inhabilita. Nos arrancan la piel los dientes los ojos las garras para demostrar una soberbia pávida y trastornada. Khira Martínez Rivadeneira 51 Las brisas frías, borrachas sediciosas soplan su aliento disoluto. Agitan los unchipos sus melenas selváticas y una sonoridad oclusiva de resaca paralizada lame las vértebras de la noche en el Ayamtai. 52 Extravío del Natem Me miras Mi cuerpo no se muestra ni se manifiesta su ausencia visibiliza la ausencia de tu huella, mi cuerpo obsceno te muestra lo más visible que lo visible; visibilidad de lo neutro hipóstasis de la piel desnuda que me borra en mi deseo en el desvanecimiento de mi cuerpo presencia absoluta. Khira Martínez Rivadeneira 53 Los panthera onca preexistimos en el mundo psíquico inmaterial, inalterable y trascendente el deseo sexual confirma la búsqueda de placer continuidad y permanencia En un espectáculo de máscaras en que cada jagarius representa magnitudes de sensaciones poseídos por un furor geométrico en un teatro más que de caracteres, de situaciones y de demostraciones teatro ritual que evoca los sacrificios humanos los jagarius nos preservamos. 54 Extravío del Natem Hormigas ardientes despiertan en mi piel sensibilizada torturas extraviadas con su mordedura aberrante más me hieren más me devoran más me vulneran y gozo oh gozo ese dolor ese ardor insoportable e indetenible… Conjuro de flamígeros alientos Cabalguen mis deseos corceles indómitos iridiscentes relinchos revienten como estertores de trompetas en los fragmentos de este espejo que me multiplica que devuelve mi imagen enloquecida y descompuesta trizada, sucia y ensangrentada de adicta a la cantárida de orgías fabulosas a los azotes y venenos y perversiones a ese ser extraño y diverso hasta el infinito extravío capricho de la naturaleza Minski devorador de hembras …devorándome… Khira Martínez Rivadeneira 55 Rasga en mis vértebras el grito desesperado donde el rugido y el gemido orquestan una irrupción de partituras inusitadas tócame como una guitarra viva afirmada en tus piernas apoya tu brazo en mi cadera de jaguaresa sublevada desliza tus dedos laaaaaaaaaargos traviesos perversos por mi vientre aviva las notas de este aullido esencial e íntimo que se estrella en la piel como un latigazo desenvaina tus uñas de gran gato tibetano para que giman esas cuerdas y glorifiquen mi lascivia las notas de esta kithara desnudan mis espejos perversos desnudan mis lunas melancólicas atoradas en los hilos de este orgasmo de papel Esos chasquidos de lenguas bandoleras ese hormigueo de sensaciones inexpresables como un tumulto de avispas como un enjambre 56 Extravío del Natem de langostas vandálicas disparan la sagita envenenada de tu maldad en mi clítoris que no lo paraliza ni lo detiene en su metamorfosis lo yergue soberbio en su tirana florescencia. Te despojo de las máscaras que te trastornan te desprendo de esa piel tatuada con sangres abatidas afilo tus garras para que me surquen como plectros para que me arrebaten del infinito infierno donde tus torturas me precipitan mientras bebes el natem ritual de estas felinas nupcias. Todo tu cuerpo para mí, todos los cuerpos en tu cuerpo para mí, todos los fantasmas de otros cuerpos deshabitándose de ti todos los deseos de los deseos reunidos para mí. Tu cuerpo explota la sensualidad y la lujuria la perversión y el abatimiento de los miedos te acaricio con mi mirada de fiera sicalíptica te desbordo con las fragancias de mis acechos te acorralo con mis rugidos y zarpazos tiemblas, tiemblo tiemblas, tiemblo… grrrrrrrrrr grrrrrrrrrrrrrrrrrrrr snif snifffffffffffffffff Khira Martínez Rivadeneira 57 ¡el placer nos explota en los sexos empapados! doloridos tumescentes mi ojo hipnótico te arrastra en su vorágine tactos-sentidos pasión-saliva satisfacción-semen gusto-carne caricia-vulva posesión-vagina pellizcos-nalgas lamida-testículos boca-falo mordida-pechos lengua-oído imagen-ojo devoración-boca posesión-nariz extravío-manos savia-aberturas desafío-erecciones todos los misterios acuchillados por el deseo. Tus nalgas extáticas de temblores olvidados vertiginosas en el precipicio de la villanía como dunas lejanas de oasis extinguidos abren sus cisternas proscritas de proscrito descarrío ruedas te revuelcas de un salto traspones los matorrales 58 Extravío del Natem el espíritu de la momia balancea sus bejucos asido a su liana te encumbras en sus brazos persigo tu rastro a través de la sonrisa sin alma derramada por Nantu en su ataraxia. Arrebatada, excitada por el sabor lejano de la sangre naufragando entre mis fauces te persigo te cazo me abalanzo a tu cuello te hundo los estiletes de mi ultraje luchamos despedazándonos rugiendo en una obertura de dolor y perversión nos lamemos las heridas en un goce extraordinario… Del ramaje cuelgan estranguladas nuestras sangres Mi mano desdobla una erección apocalíptica Resplandece en tu espalda ese salino sensual rocío preludio de tus tempestades te lamo poseída por un tumulto de sensaciones hundo mi lengua en tu desembocadura vertiginosa desplisando los acoples de ese bandoneón intacto Huelo tu sexo dimensionado por la lujuria con una turgencia dolorosa hermoso en su altivez purpúrea desvalido en su arrogante dependencia necesitado del torbellino de mi boca de las torturas que le inflijo invocando a Sade para que mi furor se incentive y tu gloria no se derroque gritas y aúllas y ruges Khira Martínez Rivadeneira 59 suplicas misericordia para tu pasión envilecida suplicas que te trague y te destroce Pero no no no todavía la tiranía del deseo en su infierno inexpresable atemoriza y amordaza el gemido desgarra como una quemadura y el orgasmo perfecciona la muerte momentánea Estaremos vivos hasta que nos hayamos destruido sangraremos hasta la extenuación de nuestros sacrificios cuando el estallido de las mentes desemboque en conciencia temblorosa de la muerte. Tu cuerpo se desmorona enajenado del placer que lo fulmina tu cuerpo se eclipsa se disuelve en la orfandad de sus excesos. tantantan tannnnnnn tantantantannnnnnnnnnnnnnnnn tantantan tantantantannnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnn tu voz fangosa 60 Extravío del Natem pegada y esparcida por mi cuerpo descuartizado activa el rayo que me parte en muertes instantáneas sangras, sangro… ya ni el dolor ni la lujuria fluctúan un diluvio me arrastra y me posee aroma antiguo de Lemuria y de Atlántida un vaho de algas y espóndilus flotando en tu savia que se divide en otros rostros. Khira Martínez Rivadeneira 61 Donathien Alphonse François de Sade adoctrina mis deseos con tus escándalos divinos Yo sólo me dirijo a gentes capaces Todo es bueno cuando es excesivo has sentenciado Mezclado en mi sangre alienta el gemido la caricia brutal que deforma y desprende la piel atormentada hoy tus ojos tienen el color de los púrpuras deleites hoy recorres desnudo las sombrías mazmorras de Saumane donde tus iniquidades flotan agita el látigo de tus escandalosas libertades derriba la amargura y el exilio sacúdete el óxido de diez mil ochocientos días que los barrotes le robaron a tu vida. ¡Oh imbéciles asesinos y carceleros de todos los regímenes y de todos los gobiernos ¿Cuándo preferiréis la ciencia de conocer al hombre a la de encarcelarle para matarlo? 62 Extravío del Natem Vuelve a los castillos de tu temprano aprendizaje a las blasfemias de cruces y hostias pisoteadas convoca a las mesalinas que te encarcelaron y esta vez que la dosis de cantárida sea excesiva antes que el terror descomponga sus entrañas. Consuma los delirios que tu ausencia ha magnificado repleta los abismos de tus espumas melancólicas húndete en la noche de la marea transfigurada y que tus dientes y tus manos y tu látigo en la hora de la sangre y las torturas desquiciantes allí lejos del picotazo de los cuervos enciendan tu falo con la terrible certeza de tu soledad. Hoy concédeme tus libertades la virtud del vicio el vicio de la virtud. Que todos los vestigios de mi tumba desaparezcan de la faz de la tierra, así como también espero que todo vestigio de mi memoria sea borrada de la memoria del hombre Khira Martínez Rivadeneira 63 Imagina… …tu ojo en mi ingle Araña extraviada en un laberinto de seda Imagina… …tu ojo… trepando el tapial de mis muslos, Imagina… imagina si… esa cueva donde el gemido se ahoga. 64 Extravío del Natem La sociedad deforma la percepción de la verdad El sentido de las cosas adquiere un cariz utilitario; exalta a los conformistas intrascendentes y venera a los rebeldes victimados. Esta raza se idolatra sometiendo los afectos Se ilusiona, confabula y prosterna ante el poder del dinero lo santifica y legitima como principio supremo de la existencia donde todo está permitido; materialidad prioridad vital el alma naufraga en el anonimato de la clandestinidad El hombre se debate entre su ego-soledad y el anonimato de las hordas El grupo legitima el individualismo sometido El hombre solo lucha solo en la extrañeza de este tumulto inhóspito. Khira Martínez Rivadeneira 65 Se encuentran nuestros deseos cicatrices siempre abiertas máscaras que gimen bajo un presagio infamante muerte momentánea en el eclipse del placer. En tu cuerpo no se ha desvanecido la herida resquebrajado como el cristal cuando estalla los fragmentos no logran jamás reintegrarse. De tu boca emergen pájaros que pulverizan la luna, pájaros que desaparecen en el temblor de la distancia. 66 Extravío del Natem La conversión de los Jaguarius onca no puede ser entendida desde los conceptos amordazantes. Nuestra liberación obedece a las leyes naturales salvajes, sin religión y sin Dios. Khira Martínez Rivadeneira 67 Déjame que penetre furtiva en la noche para encender el fuego en tu cama; sí, déjame que te lama despacito, que te sodomice con mi lengua, déjame beber de tu tibio manantial y que borracha de amor me duerma con tu semen escurriéndose por mis labios. 68 Extravío del Natem Una niebla inesperada opaca el hálito de Nantu. Se apodera del Ayamtai una explosión de vapores percudidos Matus Servius desde el otro lado del espejo dimensional se funde en el crepúsculo de esta luna espasmódica obtenebra las sombras lo controla todo Su capa que ha desafiado los avatares de la inmortalidad agitada por ese incontenible jadeo de las brisas presagiante se transforma en enormes alas que lo eleva y lo desvanece. Se escurre de esos sentidos inquisidores que intentan capturarlo. Permanece oculto en la oscuridad manipulada Esta noche su abrazo gestará la descendencia perfecta En un resquicio de su sangre cainita ha perseverado ese sentimiento humano que la depredación de su sino no ha podido insensibilizar Esta noche el torrente atormentado de su deseo palpitante estallará como un bramido centenario como un latigazo de una pasión incontenible Khira Martínez Rivadeneira 69 Proclamado señor de los señores en la Jihad en esa guerra de potestades intrigantes Matus Servius desafiará su sino de tenebroso esplendor inmortalidad subyugada al letal sabor de la sangre extraño magnetismo de sus ojos insondables de su sensualidad inexplicable de su seducción letal. Sumergido en el infierno del alma en ese eviterno deliquio donde la tiranía del astro lo ha despreciado y humillado y preservado en las tinieblas fingidas de su apoteosis… espera. En el Ayamtai el Ventrue poseído por las pasiones criminales de su tiránico deseo por esos perfumes lejanos latiéndole en la ingle abrazará melancólico las lunas nuevas desposará convencido de su eternidad inalterable de ese embelesamiento que subyuga y afrenta. Su enigmática dualidad esa conversión monstruosa esa transgresión de límites lo ha disciplinado en el empleo de la fuerza ha potenciando su poder destructivo pavorosamente 70 Extravío del Natem El abrazo multiplicante de Matus Servius ha diluido su sangre y sus vástagos despojados de los atributos humanos transformados en marionetas siniestras acrecientan los terrores mortales bebiendo la savia necesaria con lujuriante avidez Voluptuosos engendros perdidos en el exquisito delirio en la sensual-dolorosa-necesaria transición de morir-vivir vivir muertos para reanimar un cuerpo con el alma degradada confinados en la umbrosa bóveda del sol nocturno en ese mundo vacío donde el latido la muerte precipita donde el abismo es la soledad perpetua de su condena donde absorben todos los vicios en una carrera infinita en una búsqueda anónima que les restituya el amor. Matus Servius niebla que embelesa y domina intensifica y diluye su presencia paraliza el tiempo mira más allá de las sensibles percepciones La simiente de su interrumpida mortalidad ha de restablecer el equilibrio de los lazos Khira Martínez Rivadeneira 71 Depredador de tinieblas por la eternidad depredado cautivo de las intrigas del tiempo y del pecado un fragmento de humanidad se revuelve en sus arterias una lejana sensación electriza su removido sentimiento. Será el latido del placer el deleite de la carne que gestarán su verdadera descendencia. Trascendida en el tiempo la maldición persevera Cacería de sangre en la infinitud de la noche Sed incontrolable que abraza y extermina Tantantantantantantantantantantantantantantantantan Tanatantantantaantaantaantaantannnnnnnnnnnnnnnn Grrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrgrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr Tantantantangrrrrrrrrrrrtantantantangrrrrrrrrrrrrrrrrtantan 72 Extravío del Natem Desde una dimensión inescrutable aquellas voces diluidas extrañamente cercanas inexplicablemente íntimas explotándome violentas como una eyaculación volcánica convocan mis deseos. Khira Martínez Rivadeneira 73 Lamia, Dómina de los crepúsculos polvorientos Durmiente desolada de los púrpuras excesos santuario proscrito en la ciudad poblada de cadáveres has invadido mi cuerpo con tu esencia artificial te has nutrido con la civilización de la sangre esta noche tu vientre yermo en desigualdad escandalosa iniciará la continuidad de tu despojada estirpe con pasiones recidivas de recidiva insurrección. Nantu languidece con los desvaríos paganos su aparición fraguada desde el estallido de este mundo decretó el destino de los proscritos de la luz desde su atalaya inalcanzable presenciará esa alquimia imposible esta hibridación de especies esta ambigüedad discontinua de mezclas. 74 Extravío del Natem Inesperada Perturbada obsesiva avidez de sangre te corroe como un grito desesperado ¡Oh eternidad! desvarío del ego para vivir en la ausencia Soledad gestada persiguiendo el olvido Eclipse perenne del astro sin sombra. Busco tu abrazo de infidelidad perfecta tu desolada frialdad tu lóbrega impotencia. Las pasiones bestiales han iniciado su ascenso los jagarius onca fecundarán la descendencia con el retorno del sol después de los días del mal. Agua y sexualidad en su energía natural se precipitan en esta noche de gestaciones en este ejido donde los espectros nos rodean donde esas prohibiciones mágicas, no han impedido que la marea sexual nivele jerarquías y divisiones y anegue a la sociedad que niega los placeres. Khira Martínez Rivadeneira 75 Arrastrada por el fulminante-asedio del pecado te hundiste en el espejismo de pasiones vagabundas de deseos peregrinos de sinuosas apetencias las nefandas soledades y los malditos descarríos se apoderaron de tu voluntad desde la naciente–eterna condena perversa heroica gitana fugitiva de los soles te yergues poderosa en la resurrección de la sangre ¿hubo un Sanedrín un Caifás un Poncio Pilatos? ¿hubo un Barrabás un Judas treinta denarios? ¿Te torturaron te masacraron te crucificaron? Esclavacazadoracriaturatenebrosa Sobreviviente de los eternos desvaríos de tu sino tu humanidad se fue alejando con el último suspiro con el desplome de la voluntad y el latido. 76 Extravío del Natem ¿Es el galileo tu hermano en el martirio? ¿dónde los clavos te penetran y dónde la lanza te vulnera? ¿Qué sagrado poder le es conferido a la sangre? ¡Por la sangre sois salvos por la sangre sois malditos! Depredadora insaciable de los púrpuras torrentes Compárteme la perdición que ha anulado tu conciencia bebe bebe el secreto de las cascadas en mis venas absorbe la líquida eternidad de mi alma félida mi secreto intransmigrable mi secreto insospechado Arutam, mi yo transubstanciado sacra concepción del agua y de las brisas multiplicado en hipóstasis felina de mis equivalentes Bebe el fundamento de mi existencia que no nutrirá el abismo de tu caminar sin sombra del continuo despertar de tu eternidad pavorosa. Soy una con el Uno y soy todo con todo Nada de mi unidad ni de mi todo se desintegra Tú Forzosa Tormentosa insepulta fantasmática Khira Martínez Rivadeneira 77 Puñado de cenizas erguidas pretendiéndose mujer tu cuerpo de savia infecunda cautiva y embelesa y envenena tu sensualidad siniestra ¡Oh tu erótico dominio doblega mis turbulentas libertades! ¡Oh Dómina perversa envíciame con tus labios oh tus labios trampa carnívora voluptuosa tentación tus labios atroces violentos de sahárica ardentía clávalos escandalosos en mi garganta desnuda en mi porción de piel que centellea infinitud más allá de tus límites que te excluyen sorbe el almíbar de mi torrente indefectible lame lame cainita devastadora que mañana tu rostro sin reflejo se estampará en el espejo helado de esta perversidad latente. 78 Extravío del Natem Ardor impasible la condena de su boca sus labios de terror lujurioso sus labios verdugos de besos perversos …me subyugan …a la tiranía de su maldición en mi cuello. Khira Martínez Rivadeneira 79 Tan tan tanntantantantantantantantantantananntantan Tan tan tan tan tan tan tan tan tan tan tan tan tannnn Tantan tantan tantan tantan tantan tantan tantan tantan Tantan tantan tantan tantan tantan tantan tantan tantan El Ayamtai gira ante la mirada escrutadora del Matus le denuncia el aura de esos félidos circunstantes Allí en el extravío del natem los deseos avasallan Nantu soberbia en su lejanía tutela el himeneo inesperado Los cadáveres vivientes en su metamorfosis angustiosa en una borrachera irredenta su desintegración han consumado la purpúrea savia de los jagarius onca ha devastado el pecado de su humanidad maldita la daga diluida de la pretérita infamia corría por sus venas calcinando su martirio. Efervesciendo en mi mente el burbujeo del orgasmo en un delirio súbito provoqué el desvanecimiento de las apostasías. Aroma a guayusa delata mi sensibilidad reintegrada Deleita mi olfato el agradable hálito de su disgregación 80 Extravío del Natem Tzamarenda-Simón inalterado y ceremonioso fuma tsaank envuelto con hoja de maíz las últimas crestas de la hoguera débilmente crepitan. Nantu prosigue su desaparición en ese infinito incognoscible. Khira Martínez Rivadeneira 81 Y en este teatro infinito con átomos que se reinventan, rodeados de fantasmas de voces dispersas y lejanas de lava que fluye de ceniza que erige otros espacios de rostros que se forman en la niebla con nuevas resistencias y abandonos explotarán en griterío el vacío y el silencio. Un puñado de dementes tiranizará el grito no habrá palabras ni sentidos que no sean mutilados el crimen cabalgará con todos sus jinetes los corazones serán arrancados en la plenitud del sueño para nutrir el canibalismo del hombre inventado. 82 Extravío del Natem LA OTRA PIEL Como si el trueno se devastara en su bramido retumbando agónico las disoluciones de sus estertores; en episodios fantasmales, en epilépticas visiones tus antepasados en su gesta ineludible de domesticar la incógnita, fueron los espectros que en una transustanciación asombrosa te develaban su transgresión de mundos sobreviviendo al shock, a la cárcel de las rebeliones confinadas en esa selva primitiva; a los mefíticos alientos que esos humedales exhalaban, con los gemidos asfixiados en los tentáculos del unchipal. La primera desmembración de tu tribu cedió al latigazo de la intriga desgarrando tu vergüenza. Debiste pulverizar las calaveras que hibernaban en tu vientre para que tu gruta que conducía al dorado valle se repoblara. Cuando el ave de los murallones álgidos picoteó en tu desvarío te desangraste estoica al asfixiar el primer aliento de tu inocencia porque allá donde el cóndor señorea entre el extravío de los riscos, el sol eternamente decapita a los sensualistas malditos. Las voces estentóreas, los rugidos guturales, los peces del torrente sorprendidos en una síncopa virulenta vomitando barbasco flotaban arrastrados por la muerte, ese manantial con su crujido de humedad obstinada… aprisionados en tus recuerdos permanecerían. En medio de aquel jeroglífico primario, comparsa de eclipses y renovaciones que tantos y tantos nacimientos y partidas había tutelado donde tu prole convocada por el bramido de la borrasca, abandonó su rocío esencial encarnándose en este mundo; se encarceló en tu retina subsistiendo al complot del olvido. Los otros, los vástagos de los Andes te mantuvieron cautiva en la ciudad fortificada y su gélido aliento, en el exilio que el afuerano Khira Martínez Rivadeneira 85 fue construyendo con cada almanaque que se desvanecía, en ese Quito conventual que adoptaste como guarida de la tigra y que al final te abrió su entraña torturada y lóbrega iniciándote en el recorrido hacia la desintegración desposeída y desnuda, desconocida y anónima. Las costumbres de la ciudad de Cantuña y sus esforzados diablillos despreciaban el zumbido del dardo en su intriga ponzoñosa, la salvaje esencia de la jungla inoculada en tu estirpe; pero tú, una auténtica guerrera con sangre en el aliento jamás renunciaste a las vibraciones de las flechas y tambores que estremeciendo el aire se hundían en el corazón inescrutable de la espesura, y en tus crías clavaste la astucia de panki y el enigma de yantana. Las percusiones que desde el otro lado estallaban en tu instinto convocándote a los cenáculos donde las hojas de bijao envolvían los encantamientos del paladar, con aquellos suculentos ayampacos y maitos la ceremonia de la guayusa con su rito de fecundidad; cuando el plenilunio delataba ese aquelarre de sombras fugitivas; el regreso de la amazona que no cercenó su pecho celebraban. Tu selva en la más recóndita indiferencia era un hito que destrababa imprecaciones cuando el sol se dividía; boscaje enmarañado de pantanales percudidos, temores conmocionando las entrañas con su silvestre rabia. En un bostezo de la bestia del miedo, el afuerano se escurrió en el desbordamiento del Tutanangosa. Desbaratando los apéndices de la ignavia y los presagios aniquilando con el fusilazo del arresto. El errabundo de los Andes a machetazo y perdigones abatía la desgreñada vegetación y los espantos que se agitaban. 86 Extravío del Natem Remontando los fantásticos orgasmos de los fragosos cauces y por algún claror de esa tupida verdura asomó su rostro: le clavaste el dardo félido de tu montuna seducción y se desplomó alucinado por la ayahuasca de tu halo. Allí fundó su tribu Martínez Rivadeneira mestizaje andino y selvático. Allí se fraguó la historia…de la jaguaresa y el furioso y los destinos de los descastados herederos; los sucesores de la Amazonía y de los Andes que tornaron pesadilla su estremecida existencia. El capitán Ruales con su legendario insecto metálico traqueteando entre electrizadas ventoleras, surcó por primera vez tu cielo acalambrado por los truenos ante la eviterna majestad del Kílamo y las cantatas del verde Jurumbaino. Ya luego los Flor, los Vinueza y otros que domaron el viento surcaron los cielos derrotando el furor de las tempestades. Jamás te despojaron de tus orígenes conspicuos. Jamás la ciudad que se transformaba en mausoleo de inexactitudes, que se consumía en la decadencia de su propia extravagancia; te arrebató el legado de aquellos que el horizonte te heredaron. Tus hijos formados bajo la mirada de tu palpitante coraje empezaron a batir sus alas en busca de capullos donde aposentarse. William extendió sus deseos hasta el otro lado del planeta, cargado de sueños y concesiones que forjarían su destino. Aceptó el reto que le auguraba grandes oportunidades. Parapléjica, la antigua palabra del retorno se iría debilitando como se fue extinguiendo el fuego que hacía crujir tu angustia. Khira Martínez Rivadeneira 87 Tu fortaleza socavada por los inesperados pavores de tu padecimiento paralizaron tu cerebro con el fulminante estallido de la sangre que te privó del mundo ausente de los proscritos de tus tibiezas en ese afónico abril de 1999, cuando empezó tu sueño imperturbable. Tu partida Teresa, llenó de pesadumbre y desconcierto nuestras usurpadas voluntades, nunca las sangres se volvieron a reunir para recuperar tu huella. Los destierros, los abandonos; escindieron los sentimientos. Y tú, viste nacer el sol desde el espejo de la nostalgia. Te abrió el mundo otro vientre donde te amamantaste de distancias. Un quiebre, una renuncia, un duelo por el olvido ahogado por la angustia de morir en la memoria de los otros, de los tuyos, desterrado de las caricias inmediatas, de tradiciones y querencias, fuiste desmembrando el nombre, las hermandades, la sangre. Envuelto con la piel de los amaneceres de otras latitudes, tu olor se fue extinguiendo como se fue encogiendo tu sombra. Palpitando en el intento de nombrarte se apagaron las voces de tu tribu. Las llamas se extinguieron mucho antes que el recuerdo zozobrara. La maldita tiniebla con su séquito de momias y fantasmas te arrebató la ascendencia y permitió el holocausto de tu hermano. En un banquete de violencia extremada pulverizó hasta el último corpúsculo. Tus sueños se empaparon de llanto y renuncias compartidas de soledades en la angustiante demencia de los días despoblados. Cuántas partidas, cuántas renuncias acopia tu continuo nomadismo. 88 Extravío del Natem Te exiliaste de la tierra donde tus deseos a los sentidos se abrieron. Allá donde tu sangre borbolló con las primeras tentaciones, allá donde tus ancestros moldearon la estirpe con el barro levantino. Criatura de afanes, de persecuciones, de nutridas fantasías te delataban tus alas que empezaban a desplegar tus ambiciones. Querías el espacio, los mares, otros mundos y otras pieles. Emigraste desencadenando los eslabones de tu ascendencia. Sepultaste las últimas voluntades en un abrazo estremecido. Truncados los afectos, las herencias indivisas, en una marcha indetenible donde no permanecen las huellas suspendidas donde los rostros del pasado se percuden y deforman se fue creando ese desierto en medio de un abandono conjurado. En una búsqueda heroica que las evasiones justiprecia en un acto de rebeldía, un intento de mediación domesticaste el sufrimiento ante otros dioses, prosternándote. Ese inmenso continente gélido, hasta el día de tu partida ignoto fue el destino que elegiste para construir tu infinito. Aprendiste que bajo otras latitudes la distancia es infranqueable. Los vacíos se precipitan en fuliginosos estertores. Asfixiados en su propia emanación los sentimientos no florecen se ahogan en una inmensidad inhumana de dominio y abdicación. Las pavuras se someten al sentido de permanencia y sobrevivencia. Acostumbrándote a la cultura socialista de insuficiencias y limitaciones ella llegó como un pararrayos protegiéndote de las borrascas. Khira Martínez Rivadeneira 89 Te aferraste desesperadamente a su balsa pretendiendo no zozobrar en ese archipiélago hiperbóreo. Furtivos recuerdos te asaltaban sin descaro desquiciando tu ya prudencia desacreditada. Añorabas los días tempestuosos al amparo de la cordillera los chapoteos en las aguas insurrectas del Upano. Lo inevitable, el fin de las prebendas, el autoexilio la Perestroika te conminaron a un subsiguiente desarraigo. Carente de arbitrios emocionales que mitigaran tu tormento conteniendo todas las ansiedades; sin poder resolver las controversias; te atrincheraste al fondo de un vagón que tu incertidumbre se tragaba y devoraba los caminos ferrosos labrados de alientos errabundos. Abandonaste los legados, toda esa geografía explotándote en el dolor de la renuncia. Inconclusa la obra de tu vida se decapitó en el exilio de tu miseria. Cuántas renuncias, cuántas partidas, cuántos enfrentamientos. Noche de terminales buscando en sus laberintos la invisibilidad del sueño o la transmigración sin lamentos atiborrados de mendigos, desocupados, desplazados, drogadictos, alcohólicos, buscavidas; todos en su desespero constituían la hermandad de los despojados. Tú, lanzado a la aventura con irresolutas necesidades soportando el frío asqueroso de la soledad y la urbe confundido, convulsionado, desastrado y hambriento con calambres estomacales te arrastraban a revolver en los basureros y devorar las migajas de la hartura de otros. 90 Extravío del Natem Tu dignidad era una incógnita, apenas una lejana percepción una huella perdida entre el pudor y el descaro de vivir. No precisabas esa máscara de lamentos ni constricciones; tu mundo había sido escindido y era imperioso reintegrarlo, revertir la tragedia de esta ruleta que no maniobraste donde ninguna apuesta fue pactada con la garra de la derrota. Esa pérdida de tu lugar, esa muerte civil, ese cambio de membrana te hundió en el anonimato de una lucha desigual de tareas degradantes, trabajos humillantes, horarios extenuantes, esa exclusión por tus diferencias culturales tu altivez no sofocaron. Nunca habrían podido comprender que tu sangre de ancestros indomables no se rendiría, que tu sol gnóstico triunfaría en el apogeo de su gloria. Alentados por la fuerza convincente de tu oferta por tu voluntad indestructible y aquella certidumbre acérrima sientiéndose invadidos por tu presencia de inmigrante irregular que exigías vivir en la confabulación de los desprecios… se allanaron a la fortaleza de tus convicciones los fulminaste con tus perspicacias e ironías. La visión lejana del jaguar con sus sangrantes fauces el escape zigzagueante de las rastreras proscritas te insuflaron las fortalezas lejanas de tu selva indescifrable, emergiste desde las entrañas cual un matapalos te bebiste la cordura de esos necios en una fornicación descarada de aceptación y tolerancia te atmosferizaste bajo otro cielo y sus demandas litigaste por tu materialización, por tu identidad, por tu visibilidad, por tu permanencia; Khira Martínez Rivadeneira 91 y en una danza de truenos y relámpagos descendió el rayo para reconocerte como un jaguar ario. Esos años de casi anonimato, de silencio absoluto desanudaron violentamente los lazos entrañables. La lealtad con que privilegiabas tus ideales había superado tu filiación hacia la sangre. Te habías convertido en una efigie con sangre en el aliento con almas muertas pendiendo de tu cuello como un collar de marchitas envolturas. Tu madre tiranizada por los dolores de la ausencia partió hacia el silencio imperturbable de los que pernoctan inmarcesiblemente en el valle tenebroso. Tú, atravesado por un puñal de fuego, engrilletado y amordazado sólo desbocaste tu dolor a través de un grito en mitad del silencio… en medio de la angustiante ausencia que te impuso la distancia ante el desgarro quemante que te produjo su capitulación anunciada. Irrebatiblemente la historia se precipitó en enigmas forjados con indolencia. Las distancias marcaron el olvido, la renuncia, el abandono; el retorno se fue rezagando como la lluvia en el desierto y en un vómito ineluctable se perdió en la bruma tu pasado. La tribu, con la partida de tus antecesores se fue desmembrando con una procesión de difuntos que honran el altar de la memoria. ¿Qué o quiénes cambiaron tu corazón? ¿Dejamos de ser la tribu que nuestros padres procrearon? ¿Nos alejamos de los afectos, porque ya no nos conocemos? ¿Somos los extraños hermanados por un continente de renuncias? ¿Somos menos que una sombra, menos que fantasmas? ¿Somos los sin nombres? 92 Extravío del Natem Luis, tu prematura entrega a un amor que desató tu ingenua arrogancia, los fallidos intentos por reconstruir la nave de tus zozobras, esa congoja impotente alimentando el chantaje de los afectos, la ausencia de tu hijo que como una llaga viva te desangraba; fueron los cardos que clavados en tu dolor te obligaron al destierro. Tu mundo destruido por la infamante desidia de los juramentos. Esas soledades que te acorralaban con el flagelo del dolor fueron ahondando el abismo donde insalvablemente te precipitaste sometido al arbitrio del alcohol, a la ceguera de la catástrofe. Demudabas tu destino en una tolvanera de desaciertos. Reducido a la afonía del lamento silenciado por un eco ilusorio agotando las noches en medio de la embriaguez y la inconsciencia; finalmente concluiste que veinte años para sucumbir son pocos. Colombia se te visionó cercana y lejana, seductora y mortal. Debiste emprender cual neonato el camino hacia tu metamorfosis. Liberarte de esa rémora que había ahogado tu lucidez donde un día sin previa advertencia, el sol no irradió su esperanza. Iniciaste tu transformación abandonando la piel del crío indomado. Te fuiste labrando como el hombre circunspecto el hombre intrépido, el incansable reconstructor de tu vida. Despojado como después de la cólera huracanada sin más estampa que la fugaz estancia con las furias vencidas al amainado caudal de tu vehemencia soportaste la dura frialdad del exilio en aquel destartalado cuarto que te oprimía con violencia donde los afanes pendencieros que te sobresaltaban fueron exorcizados por tus renovadas ambiciones. Sólo la noche fue el tiempo que fugazmente percibías Khira Martínez Rivadeneira 93 antes de rendirte por el cansancio de las horas. Sólo la noche lloró contigo por los cilicios que aún te zaherían. El espolón que aguijoneaba tu corazón, te escoriaba querías olvidar, sacarte de la piel esa angustia constrictora, la mirada glauca del vástago navegando en la memoria. Querías extraviar en el desierto más infecundo, la insoportable tibieza de esa niña-mujer, su indolencia acerada, su burla cruel, su sardónica suficiencia, esa pueril obstinación, su olor a brotes de primavera, olvidar el exquisito autoengaño de esos erguidos muslos donde se quedó atrapada tu inocencia, donde agonizaron las ensoñaciones de aquellas eternidades transitorias. Sin más afectos que los recuerdos de los días compartidos. Sin más dolores que los engendrados por el desamor; fuiste mudando esa cápsula de escarchas, la niebla de tus angustias. Otro esclavista te tenía cautivo en la ciudad de los atentados en esa ínsula del continente dominado por ejércitos irregulares que destilaba cadáveres como arrebatados diluvios selváticos. Los jueces recorrían las cortes hasta los talones enmascarados. Bogotá violenta, plagada de sicarios más que estrellas, anarquista del secuestro, del terrorismo, de la muerte. 94 Extravío del Natem Aprendiste a sobrevivir con la sangre borbollando en las estradas entre zares del narcotráfico, la guerrilla; entre consumidores y proveedores de drogas; suicidas y dementes. La naturaleza te había conferido un umbral elevado de nerviosismo apenas escindido por la presencia misma de la muerte. Como espuma de polvo arenoso se fueron disolviendo tus zozobras. Una revelación temeraria te confirmó que la realidad es previsiva las cosas obvias son las rameras de las circunstancias. Sólo el terror crea una premonición inmarcesible un pavor inmutable que triza la paz del espíritu y del corazón. Tú, el último de la estirpe, avocado al camuflaje de los sentimientos hurgabas en la cabeza para anticiparte a la mentira. Forjaste el mundo que tus percepciones confrontaron en ese mar de asechanzas. La tormenta que te descalabraba se había quedado sin aliento. Todas esas evasivas que inventabas intentando justificarte jamás irrumpieron nuevamente en tus decisiones. Sobrellevaste la condena memorable de forjar tu hombría. Alejado de tu tribu, cercenado del afecto y los lazos familiares como un guerrero que se enfrenta a su destino en la inmensa soledad donde impera la batalla anónima, sobreviviste en el mundo de los hombres. Ya el Gólgota que te obligó al exilio de tu querencia había expiado en el tiempo los sermones. Eras un hombre flagelado, renacido de esa autoinmolación distante. Khira Martínez Rivadeneira 95 El pasado se fue volviendo ignoto en el acordeón de tu memoria. Lejanamente los rondadores entonaban tus tristezas. Como un fogonazo estalló en tu alma la partida de tu madre. Ella que había sangrado de impotencia al verte destrozado, ella a la que no pudiste abandonar sin lacerarte el alma había partido al llamado insistente del nauta de la niebla. Estremecido por un dolor que se renovaba con el llanto, deploraste su pérdida como un lobezno sin manada. En dolorido trance por tan pérfido ramalazo perseguiste tus ilusiones en esa Colombia irresoluta, te escurrías de los atentados, de los secuestros investido por el blindaje que la temeridad impone. Tu propia condición de exiliado, ilegal, usurpador, te fue obstruyendo todos los escenarios de sobrevivencia. Advertencias e intimidaciones se descolgaban diligentes hasta el día aquel en que definitivamente claudicaste. La tragedia extendió su mefítico aliento doblegando a tu padre. Otra vez el duelo, las tristezas, los forzosos abandonos. Otra vez en la ciudad de la afonía imperturbable, ofrendaste otro cuerpo, el del afuerano fundador de la tribu. Tus inmediatos ancestros la eternidad alcanzaron y en una orgía de renuncia y dolor inimaginables, sucumbió Rómulo asesinado brutalmente por la infamia. Alarido desgarrado, violento espasmo conmocionó tu cerebro. Un aire corrosivo se calaba en tu garganta explotando en tus pulmones como una maldita vaharada. Una epiléptica afonía se apoderó de tu aliento. No, no, no, no…tu hermano, 96 Extravío del Natem ajusticiado por la violencia rampante de un sistema disoluto. Empezaste a cavilar tratando de encontrar una respuesta una salida, un nombre, una cara, unas manos el crimen empuñando; tu instinto configuró el escenario del delito los testigos confirmaron la sospecha que te acosaba. En el Porvenir la cara del asesino permanecía encubierta. Rúbrica Ñacato, verdugo Ñacato, nefando Ñacato. El horror escenificó en un destello los últimos momentos. Imprecaciones y gritos, retumbaban en ese pestífero agujero. Pavel Patiño, Voltaire Maquilón, José Narváez, Orlando Freire. Inmóviles, inconmovibles, ingrávidos, incongruentes asistían al desigual combate. Rómulo con sus puños; los matreros con cuchillos y garrotes Rómulo sin más armas que su coraje enardecido defendiendo la afrenta que cruzó el rostro de Patiño se desafió a sí mismo en un trance de ciega potestad ¡cobardes! pusilánimes, individuos de hiena madre verdugos infames del que decían ser amigo ratas inmundas disfrazadas de hombres no intentaron librarlo de esa pendencia ignominiosa el tremendo garrotazo quebró su parietal derecho doblándolo, nublándolo en la inconsciencia sin retorno. Peor resaca que el asesinato de Rómulo será el ancla que no podrán levar por su cobardía. Y los Ñacato, cualquier día, en cualquier lugar descoyuntados, despedazados… Khira Martínez Rivadeneira 97 Caravana de cruces infinitas certifican el paso transitorio. Voces y palabras olvidadas retumbando por doquier. Renovados dolores y gemidos ante la misma desgracia. Su martirio enarbola un pendón de solidaridad humana. Vive en los cuerpos de otros seres donde el infortunio se transformó en el milagro del renacimiento en esos enfermos terminales que vivían de su desventura. El sacrificio de tu hermano, a tu hijo de la ceguera ha redimido. Cómo negar que su vida no ha tenido trascendencia si su mirada pervive en la mirada renovada de Luigi. Cómo negar que la epopeya de la muerte de tu hermano no es el gran prodigio de su presencia en este mundo. Los últimos espectros de esa espantosa tiniebla se quedaron estampados en su mirada ausente. Aun en sus ojos que se cerraron al fulgor del heliotropo el aliento áurico del astro centellea en esa derrocada lobreguez. 98 Extravío del Natem HC 660085 Rómulo Edmundo Martínez Rivadeneira, 43 años 00:45 9 de noviembre de 2008 Glasgow 13T/15 19h00, 9 de noviembre de 2008 Glasgow 4T/15 17h00, 16 de noviembre de 2008 Glasgow 3T/15 Muerte cerebral, donante de órganos Ablación hepatorenal/corneal 19h20, 17 de noviembre de 2008 Transplante hígado: Quiña Gamboa María Gabriela, 19 años Hospital Eugenio Espejo 9no piso cama 19, Fibrosis hepática congénita. 20 noviembre de 2008 Patronato Municipal San José Transplante corneal Luis M.G. 15 años Keratocono y leucoma. Transplante riñones NN NN Transplante córnea izquierda NN NN. De una densa gasa negra el cielo oriental se revestía. El fuego de las hogueras se convertía en inesperados ojos de la espesura. Se arrastraban los torrentes bramando rítmicamente. Chillaban, croaban, cantaban, rugían los animales de las sombras. El eco de los tambores del otro lado del Upano llamaba a los guerreros, con el atavío de plumas y lanzas para el rito del advenimiento. Sevilla Don Bosco esperaba el nacimiento del caciquito blanco. El yantana heredero de los misterios andinos y de la quimera de El Dorado. Un cortejo de unchipos encrestando sus vitriólicos oasis matapalos bebiendo la savia de los que a su sombra se arrimaban anunciaban con voz herrumbrada desde la perpetuidad de su raigambre el inminente alumbramiento. Khira Martínez Rivadeneira 101 La primera bocanada de aire en esa noche de lava pirotécnica quema tus pulmones insuflándote la savia de la naturaleza trasunta el dolor en la caricia anhelada que devuelve el aliento. Los labios de Teresa tumultuosos se aprietan besando tu tierna cabeza sangrante ese 3 de julio de 1965 en que a la vida desciendes. Pequeño Macabeo asistido por Don Ayo, Partero del pueblo. Hilvanador de historias con milillos, mullos y semillas. Escultor de arenas dormidas por el vaivén del Upano. Purifica el santuario con los rituales del uwi exhorta cánticos y ensalmos espantando a los malos espíritus y deseándote una vida larga y provechosa a ti, el cuarto de la estirpe. Te nombra Rómulo como el afuerano gestor de tu existencia y esa es la rúbrica que estampillará tus decisiones. Tzamarenda, el uwishin te reconoce como Chichian el hijo de la hija del colono Temístocles Rivadeneira Esa walkiria de amazónicos senos y fiera nobleza tigra encastada de cielos rugientes y selvas fragosas barro levantino en el bastimento de su esencia desbordó sus cálices para poblar la exuberante caverna. Vaticina tu destino en un trance facilitado por el natem. Agitando el payank frenéticamente eleva el natip ceremonial bebiendo toda su magia y eleva un grito por los relámpagos sellado. Cual un jaguar indómito y tímido ante la mirada inquisidora cercado por los afectos nacientes y las voces de tus antepasados, te escabulles entre la maleza rugiendo con tu voz de gatito rubio y dejas que el murmullo te ensimisme en la extrañeza. 102 Extravío del Natem El gran uwishin te revela los secretos de la selva. En una letanía interminable predice tu encuentro con Arutam te unge con los dones de Shakaim y te lega el secreto de la vid espiritual. Aprendiste a rastrear las huellas de las pankis y yantanas. Cazaste el fuego del volcán en su vómito enfurecido. Dominaste los remolinos de las salvajes torrenteras. Poseíste las entrañas de la selva y sus recónditas cavernas. El Sol te besó tantas veces con sus flamígeros labios y tantas veces te agobió su demasiado abrazo candente. Perdido entre los cañaverales libabas el jugo de esos inagotables bejucos y tus shigras se repletaban de las frutas que a tu paso colectabas. Los kikuyos y murciélagos te maravillaron en las oscuridades como los fogonazos del Sangay en la distancia. Cual un ébano wichi, fabuloso y anómalo que estalla en orgía de ramaje en su copa lejana Magnánimo como la mañana que se derrama al ser tocada por el Sol Como el aroma irresistible de la guayusa, humilde y obstinado como la hierba que se la arranca y a crecer vuelve atrevido y bravo remontando como río en la crecida de las lluvias; el espíritu de la selva; su degüelle tzántzico y exorcista fueron los sacramentos que te confirió Etsa desde su tiempo inexpugnable. Khira Martínez Rivadeneira 103 Delirios de ternura y amor como arena desparramada prodigabas. Chaval de inquietudes infinitas y deseos que se evanescen perdido en las palabras y los conceptos que se funden en el silencio fuiste alejándote del rugido de los jaguares, de tu selvática esencia. Indigente de un mundo que se empeñó en destruirte fuiste cazado por los espíritus contrariados y sus pérfidos cofrades, reo de escandalosas noches entre alucinaciones y vértigos reo del amanecer amordazado hasta la inconsciencia de tu desenfreno. ¿Qué incertidumbre doblegó tu carácter indómito Macabeo del Kílamo? ¿En qué momento tu signo invalidó el vaticinio del uwishin los cánticos, las sahumeriadas, los tsaank y maikiua? Te precedieron tus padres en la vida y en la muerte. Los muertos no mueren, suben y miran por nuestros ojos y sus sueños se realizan en el escenario de nuestras ambiciones. No comprendiste las señales de su alarma convocándote al sosiego. Te faltó carne, te faltó valor, te faltó voluntad, te falló la palabra. Dando tumbos, esquinazos, abatido en las aceras, persiguiendo quimeras entre sombras bamboleantes descontrolado, despersonalizado y solo erraban tus días en completo abandono estrellándote contra el planeta. 104 Extravío del Natem La memoria del pavor se confrontaba con la inmediata transgresión; falsa calma para engañar al tiempo, esperar las noches y hundirte en el abismo desbocado de tu angustia. Escarbaste más allá de las sombras buscando una respuesta el aullido enloquecedor que traspasaría tu garganta en el último espiro; el hundimiento aberrante de la cuchillada que derramaría tu vida; la eviterna embriaguez allanando el derrumbe o quizás el milagro que te rescataría de esas nefandas tinieblas. Fulminado por la ignavia los deseos corruptos tu voluntad revocaron perdido entre las brumas turbulentas de tu desplome esperaste el momento de la oscuridad perpetua. Para detonar tu cerebro no levantaste tu mano ni deslizaste la cuerda alrededor de la persistente condena. Ese llamado te tentaba desde el trance sicodélico de tu indigencia desde la crisis en su médula, desde la impotencia de tus convicciones. Ilimitadas perversiones a tu espíritu cautivaron necesidades compulsivas a la sombra emergieron. Captura de percepciones alteradas viviendo en un mundo imaginario. Abate tu audacia la restricción del cerebro, indaga tu instinto entre alcoholes y vahos relámpagos de rock ácido en las guitarras estallan heavy metal, deathmetal flotando en el láser. Al ritmo de acelerados latidos el viaje se inicia Khira Martínez Rivadeneira 105 cóctel de éxtasis líquido estimula y perturba spinello, píldoras de la paz, barbitúricos heroicas líneas derrotando al café energizante; estaciones emotivas que agradan y degradan infierno de inquietudes, ansiedades y psicosis. Te arrastran, te desploman, te depravan, te arruinan Alucinadas noches en el vértigo de alientos se desmayan; tórnase irredenta tu audacia en la caída. Voluntad sometida no impugna a la hiena del escándalo a carcajadas de tu dolor maldito la soledad se burla. Ausencias, lejanías, memorias como dardos del recuerdo. Los espectros intentan fundirse en el acordeón de tu mirada se agolpan las imágenes sin alma en una lujuriante estampida. Invadido por deseos disfrazados no consigues develar la vanidad refractada. Ese abanico de intrigas, ese devorador siniestro, el maquillaje circunstancial ha legitimado en iterados tormentos alteridad soterrada que el artificio exige en el escenario circense de la ficción humana. Espejo, espejo, ojo delator de verdades encubiertas por qué el dolor que lo oprime no denuncias en tu ojo dilatado? ¿Por qué la muerte de su estirpe reflejas, impávido sin alma? ¿Cuáles son los rostros que el asesinato develar no puede? ¿De qué máscara los delitos se desbandan? ¿Qué Dios gobierna la fe de sus sentidos? ¿Será Satanás manifestándose en el camino? 106 Extravío del Natem Tu pecado un epitafio cincela y el continente traspone. Allá al otro lado de las montañas y de los océanos Ella vive en la tregua inmarcesible que dividió sus destinos. Allá subsiste el tiempo que Macas te otorgó en ignaro deliquio. Tus fantasías se desbandaron cual tornado en Apocalipsis. Sin brújula, ni cenit, sólo umbría desoladora y mortal. Tantos tajos concibiendo distancias más hondas que los abismos. Tanto desamor por la devota fidelidad de tus latidos. Tú, un hombre forjado por la zarpa poderosa de los iwias probado en las mandíbulas de la espesa bestia selvática, has desarticulado los lazos, has resignado la sangre, dolorido por los infamantes rechazos que te aniquilaban con una sensación de vacío existencial, de soledad necesitado de afecto, de reconocimiento fascinado por la concupiscencia, esclavizado en el delito, atrapado sin argumentos que tu acabose aboguen; irremediablemente te condenaste a la adicción perversa de esos tóxicos devastadores, a la baja tolerancia de las normales frustraciones. Tu falta de proyectos de vida te impulsaron a transgredir las normas sociales y la ley transmutaste tu personalidad tantas veces al filo de la paranoia, te humillaste ante la infecundidad del carácter. Te llama la tierra, el patriarca, el duelo se han edificado tus sueños en deleznables cimientos se ha consumido tu flama sin irradiar su esplendor se ha postrado tu búsqueda porque el mañana es incierto Gritaba tu sangre, vociferaba tu impaciencia tu nombre voceaba la noche desde esos mefíticos antros la tragedia el alma exiliaba a pasos ingentes. De todos los afectos sucumbías degradado y proscrito. Khira Martínez Rivadeneira 107 Mar salvaje zarandeando tu rostro, denunciaba el tormento que tus evocaciones ahondaba. Querías acabar, estrellar tu vida sin brújula ni sentido embarcarte en el navío que zozobraría noche adentro donde ni la voz ni el latido se escuchasen donde perdurarías recluido en el silencio. El delirio aún no había raptado tu alma ni tu conciencia querías liberarte de las cenizas de tu idolatría querías expulsar los demonios que tu cerebro carcomían. Buscaste en los templos la palabra divina, el albedrío perdido prosternado ante el séquito de santos y dioses ninguna plegaria, ningún ensalmo, ninguna eucaristía levantaron tu alma de los continuos desplomes. Los retumbos del Sangay las incógnitas no te revelaron cataplasmas de malicawa, baños de serpientes, ritos shamánicos en las ceremonias de la boa y el jaguar no expulsaron la ponzoña que navegaba por tu sangre. Sólo los hombres que reconocen su ineludible destino lloran como tú ante el cadáver de su propio crepúsculo. Al aullido de la tragedia quisiste anticiparte, a la risa sardónica, a la bala, al cuchillo, al veneno, a la traición, al espanto el pavimento ensangrentando. Te refundiste en el frívolo argento que delataba tu historia y encontraste los cadáveres de tus desvergüenzas insepultos en el vórtice inmutable de tu condena girando y bamboleándose como títeres sin tiempo. Del asesinato de tu inocencia fuiste cómplice, 108 Extravío del Natem cometido con premeditación y sin asco para seguir viviendo en la incuria de los días, para seguir devorando corazones no natos en el frenesí de una demencia incontrolable. Espejo inexorable tu memoria lo delata, los sucesos sobrevienen en tu ojo misterioso; déjame penetrar tus laberínticos resquicios, déjame gemir por su existencia defraudada, deja que su cobardía el olvido la sepulte. El tiempo triturador te ha ido transformando sin olvido ni indulgencia con sus aspas fantasmáticas. Esa lupa acrecienta tus escindidas existencias legionarias insurrectas no se integrarán jamás. Con un fragoso bramido la existencia se desploma, incinerada por la metáfora absurda del sino. Aplastadas por la impotencia sucumbieron las penurias, sin gritos, ni gemidos, ni el pavor amordazando. Desde entonces el dolor furiosamente se encresta reclamando su tributo en violencias extremadas. 8 de noviembre de 2008. En El Porvenir agazapada yace la desgracia. La cara del asesino permanecía encubierta. 11 de la noche la tribuna de la desventura montaba la función. Inicio de los acostumbrados ritos y sacrificios otra noche tutelada por el consumo de vahos deletéreos y alcohol otra noche en que la memoria sería estrangulada desorbitando y desquiciando el espíritu con fogonazos absurdos. El frío y la neblina derrababan su mordedura hiriente. La montaña con su imponente silueta parecía abalanzarse proyectada al fondo de la cuesta sigilosamente observaba: Khira Martínez Rivadeneira 109 marginales ratoneras, lumpesca plaga del sistema disoluto guarida de la escoria, de la degradación, del asesino arrastre ibérico, soberanos de la infesta podredumbre, inframundo, delirante poder de las cloacas. El viento espiraba los hurtados olores de aquellos cuchitriles. Marihuana, base, cocaína, crack, palo santo, tabaco, alcohol, vómito, detritos. Imprecaciones, amenazas, se perdían en los nauseabundos laberintos. Precede la chispa a la deflagración, el sonido al estruendo. Cruce de provocaciones, miradas encendidas que acorralan. Un golpe, otro, te bates contra la jauría que sus dientes afila te bates contra los buitres que desenvainan sus garras. Tus puños vigorosos a los matreros sin tregua castigan. Te defiendes de cada golpazo, de cuchilladas sinuosas. Caes, te levantas, te yergues, aspiras y furibundo arremetes, te preservas de los pendencieros, tu integridad proteges. No le alcanza el coraje a tu cuerpo vencido. Rúbrica Ñacato, verdugo Ñacato, nefando Ñacato turba Ñacato como hormigas te muerden, se cuelgan arañan tu rostro, tus brazos; doblegan tu fuerza, te postran. Adefesios salvajes descargan el estigma del lumpen. El horror escenificó en un destello los postreros momentos. Imprecaciones y gritos, retumbaban en ese repugnante agujero. Pavel Patiño, Voltaire Maquilón, José Narváez, Orlando Freire 110 Extravío del Natem Inmóviles, inconmovibles, ingrávidos, incongruentes expectaban el desigual combate. Alucinados y embrutecidos sin poder articular con coherencia bamboleantes, mareados, como el trompo en sus moribundos giros. Amordazados el cerebro por tanta inhalación, esnifada, vaharada que les había embotado el pensamiento, no alcanzaron a comprender que no estaban alucinando que esta visión no era un efugio de sus irrealidades que no era el autoatentado forjado por sus mentes extraviadas. Pusilánimes, despojos viles, títeres descabezados. No les quedaba valor más que para fornicar con las ratas. No les alcanzaba el aliento más que para sostener su calamidad. No les alcanzaba el pánico más que para tragarse sus propios detritos. ¿Cómo podían estas sabandijas dopadas, mutiladas del grito ante la muerte cimentar una ofensiva? ¿Cómo podían estos infestos descerebrados con los pensamientos pulverulentos producir un artificio? ¡Pobres bichos, apestados, zombies de su propia consunción! Tú con la fuerza irrevocable de tus puños; los matreros con el amedrentamiento de cuchillos y garrotes tú sin más armas que tu enardecido coraje defendiendo la afrenta que cruzó el rostro de Patiño te desafiaste a ti mismo en un trance de ciega potestad ¡cobardes! miserables, individuos de hiena madre verdugos infames del que decían ser amigo ratas inmundas disfrazadas de hombres no intentaron librarte de esa pendencia ignominiosa Indefenso, reducido por el ataque avieso el golpe homicida tu cabeza fractura… el tremendo garrotazo quebró tu parietal derecho doblándote, nublándote en la inconsciencia sin retorno. Khira Martínez Rivadeneira 111 Te desplomas amortiguado, …quebrando tu humanidad castigada… Oscuridad en el azaroso sendero de tu desesperación desatada. Estremecido el suelo se tiñe con tu languidecido espíritu. Los asesinos Ñacato han ultimado al yantana bajo el manto mefítico de las incógnitas sombras. Peor resaca que la complicidad de tu asesinato será el ancla que no podrán levar por su incuria. Infames, indigentes descastados del inframundo, urdir que la gravedad confabuló con una falta de equilibrio que tu cuerpo vencido en una vertiginosa y mortal caída se estrelló contra el pavimento destrozando tu cerebro y te hundió en el estremecimiento de una eterna soledad donde ahora tu pavesa evidencia el efímero paso del ser. Y los Ñacato, cualquier día, en cualquier lugar descoyuntados, despedazados… Liquidado como tantos cadáveres que de las calles se rescatan; cubierto por la densa bruma que oculta tu ejecución horrenda uniformados ungidos del protocolo mundano de su investidura recogen tu cuerpo masacrado sin piedad y sin sentido tu cuerpo ensangrentado por el absurdo canibalismo del sistema victimado por la cobardía de los que decían ser tus amigos. ¡Aún respiras! ¡Aún tu cuerpo preserva el calor y la conciencia! ¡Sálven la vida que extraviada galopa! ¡Pobre hombre! ¡otro atropellado por lanzarse a la autopista! ¡P o b r e h o m b r e! ¿¡a t r o p e ll a d o!? ¡Ciegos! ¿Cómo pueden confundir el asesinato con el suicidio? Hospital Eugenio Espejo. Se devela la violencia de tu último sábado. 112 Extravío del Natem Aún consciente y dolorido en la camilla te desplomas. Una neblina infranqueable ha devorado el resplandor de tu mirada, te separa de la vida que ya no percibes y que se niega a abandonarte. Aletargado, latiéndote aún el corazón que reanima tu espíritu extenuado empieza tu calvario, tu pasión y tu muerte, Rómulo. Hileras de enfermos esperando la panacea que restituya su equilibrio médicos, enfermeras, heridos, familiares, murmullos a reventar deambulaban por la sala de emergencias del hospital. Demolida ante una capillita improvisada esperaba inútilmente las palabras redentoras Epicrisis: Glasgow 13T/15, 0h45, 9 de noviembre de 2008 Paciente en malas condiciones generales Cabeza hematoma subdural agudo, parietal derecho hipotermia, bradicardia sinusal hipofonética, disrítmica pulso 42, frecuencia respiratoria 24, tensión arterial 120/50 deterioro vertiginoso a las 11h45, Glasgow 4T/15 Pronóstico reservado Se anotó en la anamnesis que fue dimensionándose Se desconoce cinemática del trauma. Tu corazón retumbaba a un débil ritmo irregular El golpe tu cráneo había triturado y tu encéfalo reventado estabas sumido en las tinieblas de un letargo incognoscible tus pupilas midriáticas sin reflejos tu ausencia denotaban sangrante hilillo imparable fluía por tus oídos escoriaciones y arañazos en tu rostro, Khira Martínez Rivadeneira 113 moretones en tus brazos, limaduras en tus rodillas delataban el ajusticiamiento ejecutado por tus asesinos. Asomada a la ventana de ese imperturbable cristal que se desnudaba segundo a segundo ante mis ojos estupefactos vivía la demencia de un mundo vertiginoso y anárquico ¡me devastaba tu impotenciaaaaaaaaaaaa! subordinado a la vida artificial que controlaba tus exánimes latidos grité con todo el odio que mi dolor ha procreado maldije la inoperancia del sistema y a sus siniestros titiriteros vivimos el circo del horror en su perversidad más refinada un conciliábulo de dementes y asesinos y corruptos y violadores se beben nuestras vidas sangrándonos la esperanza. Culpables somos por creer que el destino revocar podemos ¡qué ingenuidad más fecunda! ¡qué farsa implantada en la médula! ¡Revelémonos a la deglución de estos buitres! no dejemos que nos arranquen el coraje de vivir en este tiempo amargo. Es hora de marchar, de enarbolar la protesta no más sangre sacrificada en el altar de la cobardía no más enlutados por la violencia sin tregua que puebla las calles ¡queremos vivir! sin miedo, 114 Extravío del Natem sin temor al exterminio de las ilusiones. OJOS: presencia de reflejo palpebral, pupilas anisocóricas Derecha midriática 7mm arreactiva a la luz, izq de 3mm hiporreactiva CAE otorragia izquierda CUELLO: móvil CARA: escoriaciones superficiales pequeñas BOCA: no HÚMEDAD PRESENCIA DE tet Tórax: Expandible, buena entrada de aire CORAZÓN: RS CsR Abdomen suave depresible RHA más extremidades Hemiparosia braquiocrural izquierda, 215 Glasgow 4T/15 (M2 01 V1T) TAC CEREBRAL Hematoma subdural agudo F-T-P derecho PROCEDIMIENTO OPERATORIO Asepsia y antisepsia Colocación de campos quirúrgicos Incisión de Falconer derecha Profundización de herida quirúrgica Craniectomía parietal mediante 4 agujeros de trauma Duotomía arciforme Hallazgos antes descritos Evacuación más lavado de hematoma subdural Control de hemostasia con surgirle Colocación de drenaje subdural Plastia de duramadre con gálea Control de hemostasia Cierre por planos La camilla se deslizaba seguida por un cortejo de miradas. Yacías inmóvil, Khira Martínez Rivadeneira 115 conectado al artificio que llevaba aire a tus pulmones, tu cabeza vendada, ligeramente ladeada, la cirugía evidenciaba lloré, lloré al comprobar la mutilación de tus sentidos ¡te llamé! ¡te grité!¡te toqué! ¡te besé! ¡estreché tus manos tibias e inertes! Me abofeteó esa catalepsia de tu expresión ausente y sedada. Las puertas, los guardias, los médicos impidieron mi paso hacia ese cenotafio donde te torturaban donde te apartaban de mis súplicas, de mis quebrantos Días interminables ibas y venías por todo el hospital sobre esa jaula sin barrotes. Deterioro neurológico, sin respuesta al tratamiento me gritaban. Glasgow 3T/15 La válvula descompresora que liberaría la presión sobre tu encéfalo aquella craniectomía no evacuó ningún riesgo conjeturado la transición hacia lo inevitable estaba ya decretada los reportes médicos, jamás alentadores, no apostaron por tu vida cada día el monstruo de la oscuridad su álgido aliento soplaba y yo desde este lado de la angustia por tu regreso clamaba yo tu madre, tu hija, tu hermana, tu mujer, tu amiga, tu esclava. Todas las fuerzas invocando la sanación de un solo hombre ¡Tú! Tú doliéndome las ausencias de nuestros padres. Tú doliéndome la indolencia de nuestros hermanos. Tú mi pequeño hermano, mi hermano menor en el sopor más profundo ignorabas el drama de tus últimos latidos 116 Extravío del Natem tu piel intacta, suave, blanca, cubría el deterioro de tu organismo; me impedía percibir el derrumbe que extraían por tu boca masas purulentas, fétidas denotaban tu isquemia cerebral la tan temida sentencia de tu partida inevitable. Los esfuerzos por rehabilitarte se fueron extinguiendo cuanto más se acrecentaba mi pánico de perderte irremediablemente. Afuera en el bullicio, la ciudad se estremecía con sus descaradas impiedades. Afuera los caníbales afilaban sus colmillos para desgarrar los corazones. Allá en la intemperie, tu garganta prorrumpió con su extraviado grito. Simón y Marcelo comprobaron que tu final su marcha iniciaba doloridos, con el espanto carcomiéndoles la descendencia arrebatada, regresaron al lugar de tus ancestros para orar en el oráculo de Etsa. 16 de noviembre de 2008, paciente hemodinámicamente variable, Piel sana. 15h50 Paciente de 43 años con diagnóstico de TCE grave, 8 días en UCI con mala evolución clínica al momento no se observa reflejos óculo cefálicos, los cuales están ausentes, prueba de apnea positiva reflejos óculovestibulares ausentes, Glasgow 3T ( M1 VIT O) TA= 108/60 TAM= 92 mmHg Fc= 110x Neurológico: ECC= 3T/15 Khira Martínez Rivadeneira 117 pupilas de 5 mm de diámetro sin respuesta pupilar. Paciente de quien ya se habla con familiares para la posibilidad de procurar órganos: se está manteniendo buena función de perfusión para la donación. 17 H00. Paciente con muerte cerebral apoyado de ventilador, se aspira secreciones por TET amarillentas en moderada cantidad con pupilas isorreactivas, arreflécticas, abdomen suave, depresible, diuresis por sonda Fowley en volúmenes variables y de características normales. Baja a quirófano para transplante de órganos Ablación hepatorenal/corneal 19h20, transplante hepático a Quiña Gamboa María Gabriela, Hospital Eugenio Espejo 9no piso cama 19, Fibrosis hepática congénita. En la ciudad de Quito, Ecuador, a 16 de noviembre del año 2008 y posterior al diagnóstico de Muerte Cerebral y con autorización libre y Voluntaria y a título gratuito, los familiares de quien en vida respondió al nombre de Rómulo Edmundo Martínez Rivadeneira autorizamos el retiro de tejidos y órganos sólidos que con fines de trasplante sean requeridos para el manejo de pacientes con patologías crónicas. Se procederá a realizar el retiro de: Córneas, riñones e hígado. La ablación se realiza con fines de transplante para efecto de donación cadavérica. La naturaleza del procedimiento conozco y acepto y una vez que he sido informada en calidad de HERMANA, que mi familiar se encuentra en muerte cerebral cuyo concepto se me ha explicado adecuadamente y ya se han realizado las pruebas clínicas y EEG que la confirman reitero que acepto que los órganos y tejidos de mi familiar 118 Extravío del Natem sean removidos quirúrgicamente para ser transplantados a los pacientes que se beneficien del procedimiento… El horror estremeció mi sangre como una demoledora pólvora zarandeándome cual una hoja en la tempestad me azotó el dolor. Caí en un abismo turbulento que me arrastraba a la demencia. ¡No podía respirar! una mano invisible me estrangulaba. ¡Otra aplastaba mi pecho… ¡oprimiéndome el corazón con iracundia! Las lágrimas en violenta catarata inundaron mi rostro. Azorada por la cruel declaración del carnicero del quirófano comprobé con mis ojos y mis manos que tú, Rómulo, ¡ya no eras más! ¡Ya no eras más!… Tu espíritu había abandonado tu cuerpo rendido. El último reflejo que sostenía tu martirio se había extinguido. Cesó tu respiración, cesó tu vida, cesó tu pasajera estancia Cesó tu autoinmolación en las sentinas donde tu vida derrochabas. Dicen que al fin descansas, que ya no sufres. ¿Descansas de una vida a la que voluntariamente no renunciaste? ¿No sufres un dolor que no buscaste? ¿Es que acaso renunciaste al legado de Tsunki? ¿Iwia en la ceguera de su soberbia te enterró la daga en un delirio de extrema potestad? ¿Quiénes te privaron de esa existencia que era tuya? ¿De qué seguridad habla el Estado? ¿Será tu muerte otra percepción? Te han sofocado el aliento innombrables sabandijas tu vida pendió de un cataléptico pentotal hasta que cesó el suministro. Khira Martínez Rivadeneira 119 Ese 16 de noviembre a las 17H00 se derrumbó el firmamento. Ni la más dolorosa punción encontró respuesta. Ya no osciló tu pecho con la espontánea respiración que te sostenía. Te abracé con pavor, con amargura, con ingenua credulidad de que hubiese sido tan sólo un efímero espasmo. ¡No! ¡No quería aceptar la evidencia de tu terrible quietud! Esa serenidad de ultratumba, esa presencia ausente. Tu cuerpo céreo, sin aura, opacado por la guadaña de la tenebrosa raptora no podía negar su propia extenuación. Rómulo, doné tus órganos como un homenaje de vida por tu sacrificio. Para que vivieras la existencia que te raptaron para que latiera en otros cuerpos tu presencia para que tus ojos discriminaran los espejismos desde la mirada de Luis para que los demás comprendan que el dolor es la reencarnación para que aquellos que te recibieron si algún día leen este poema sepan que fuiste tú el milagro detrás del asesinato. NOTA DE EGRESO DE UCI MARTÍNEZ RIVADENEIRA RÓMULO HC: 660085 FECHA DE INGRESO A HEE: 09/11/2008 HORA 00:50 FECHA DE INGRESO A UCI: 09/11/2008 HORA: 22:15 FECHA DE EGRESO UCI: 16/11/200/ HORA 19:00 DIAGNÓSTICO INGRESO: TCE GRAVE+LOE Hemorragia subdural aguda hemisferio derecho+ craniectomía Descompresiva. DIAGNÓSTICO DE EGRESO: TCE GRAVE + LOE Hemorragia subdural aguda hemisferio derecho + craniectomía Descompresiva. HIC REFRACTARIA 120 Extravío del Natem Morgue Hospital Eugenio Espejo Ya tu cuerpo vulnerado por el bisturí de las amputaciones franqueada tu demolición por el veneno que marchita y enajena. Solitario sobre la loza esperaban tus restos su tránsito hacia la eternidad. Cínicamente la muerte con sus mandíbulas infestas empezaba a corromperte. Hace doce horas tu corazón paralizó el latido y el flujo de tu sangre. Vinieron los salvaguardas de la ley para rotular tu cadáver garabatearon en un sucio papel los hallazgos que las horas habían patentado. Te trasladaron a la morgue policial y certificaron tu acabamiento. ACTA DE LEVANTAMIENTO DE CADÁVER FECHA Y HORA. Lunes 17 de noviembre de 2008 11h45 LUGAR: Morgue Hospital Eugenio Espejo AUTORIDAD: Fiscal de turno CASO REPORTADO POR: CMAC-101 FECHA Y HORA DE LA MUERTE: 16 de noviembre de 2008 19h00 EXAMEN VISUAL EXTERNO DEL CADÁVER: HOMBRE 43 años de edad talla 1.80 cm. PESO 160 lbs. TIPO CONSTITUCIONAL: Normal PIEL COLOR: blanco CABELLO: CASTAÑO DESCRIPCIÓN DE LAS PRENDAS DE VESTIR: Envuelto en una sábana blanca, cuerpo desnudo. Khira Martínez Rivadeneira 121 SIGNOS POST MORTEN: Cuerpo: frío Rigidez: No Livideces: si Signos de putrefacción: No Tiempo aproximado de muerte: 12 horas aproximadamente. Probable manera de muerte: a determinarse Probable causa de muerte: a determinarse Entrega del Cadáver: Vehículo: Ambulancia 107 CONDUCTOR: Cbop. Yasig Efraín PERSONAL QUE ASISTIÓ AL LEVANTAMIENTO: Cbos. de Policía Carlos V. Jumbo C. Cbos. de Policía Henry Romero Arrastrando las cadenas de mi dolor, ajena al ojo del mundo me abismé en la oscuridad de tu eclipse, una luna negra se posó en tu vida el día aquel que se nubló tu mirada no fulguró desde entonces ningún relámpago que te estremeciera. Los hechizos del uwishin invocando los poderes de la vida. El rugido espasmódico de los jaguares. presintiendo tu desgracia. El trino lúgubre de las aves desde el fondo de la espesura. La encabritada insurrección de las aguas del Upano aturdidas galopando, clamaban por el abatimiento del cuarto de la estirpe. La noche otra vez me sorprendió monologando con tus recuerdos. Escudriñando en el arca donde escarbaba buscando tus huellas. Tu acostumbrada prudencia ante los intempestivos eventos. 122 Extravío del Natem ¡Oh Rómulo! Ni un solo tormento del vía crucis donde el garrote destrozó tu cerebro. Ni una sola profanación del santuario de tu cuerpo. Ni una sola morbosa indagación para permitir el trance hacia tu eternidad. Ni una cobarde manipulación más de tus despojos hubiera permitido… ¡Créeme! la justicia se empecina y la dignidad apesta como los albañales los derechos mancillados no son visibles, hasta la última palabra te mutilan en vano supliqué misericordia para tu cuerpo sacrificado vinieron como carroñeros siniestros a devorar tu carne hundieron la sierra en tu desfigurada cabeza descerrajándote el cráneo sólo para legitimar que la violencia social es un engendro de la infamia. ¡Cobardes! No pudieron escribir la verdad de tu ajusticiamiento. Hurgaron tus despojos, riéndose como hienas. Tú, santuario de tu cuerpo, tu propio santuario por última vez fue hollado, mortificado, desentrañado, vilipendiado, autopsiado. Sólo una sábana blanca cubría la lívida y fría desnudez de tu cuerpo desheredado de todos los honores y de todas las piedades. Khira Martínez Rivadeneira 123 Impotente y llena de prejuicios ante el salvajismo de tu muerte ya no te toqué, ya no te hablé, ya no te di el abrazo que nos separaba… …para siempre. Me refundí en la cobardía de mis lágrimas ocultando mi angustia. Esta ráfaga que me zarandeó, que me arrastró, que me aniquiló se enmascara en las entrañas de aquella noche turbulenta. Noche en la que tu asesino Ñacato reventó tu existencia amarga. Imprequé en contra del verdugo y quise arrancarle las entrañas, lapidarlo, arrastrar su fétido aliento clavada de odio y venganza hundirlo en el ácido del desprecio esperando que se corroyera hasta el último grito pisotear sus despojos en esa proscrita danza de extrema locura. Luis, Luigi, y yo, te custodiamos hasta los Jardines del Valle en el silencio de esa ciudad donde los muertos irremediablemente se refugian. Los guías de ultratumba en el último ritual que transmutaría tu sacrificio sin estremecimiento, ni congoja, te sumergieron en las entrañas del fuego y que tus restos en ese acto de purificación y acabamiento yacieran imperturbables en el columbario de la memoria. 18 de noviembre de 2008, 14h00, recibí el cofre que guardaba tus cenizas Vinicio, Christian y yo, nos sumimos en la solemnidad del silencio. 124 Extravío del Natem Una inmensa soledad me invadió desde el derrumbamiento de mi alma. En ese pueblo sin esperanzas donde la muerte catequiza a los espíritus renació el dolor de otros duelos. Surge como una ola, se detiene, se recrea, me hurga, infinita finitud de mi vivencia, me torturas. Bajo ese cielo permanente, indefensa me descubro tan próximas mis raíces, intemporales y serenas. Teresa y Rómulo en la otra realidad perviven al otro lado del reflejo donde los astros no penetran en la eternidad de los silencios y la bruma del olvido heredera de su estirpe me celebro a la sombra de su muerte. Oráculo siniestro sopló la nieve cósmica de los sueños y en una perpetua desmemoria traspasaron esa escultura degradante protegida por la niebla. Tus padres, habitantes del recuerdo, pasajeros de la lóbrega caverna, te esperaron e iniciaron el viaje hacia el reino de la afonía imperturbable ¿Y tus hermanos? ¿Y tus amigos? ¿Y tu hija? Sólo yo, tu madre, tu hermana, tu hija, tu amiga, tu viuda, huérfana del jaguar blanco que se perdió en la ciudad sin límites. Ausencia, nadie, nada más que la lluvia lavando los tormentos. Luis Martínez Guerrero diagnóstico: Keratocono y leucoma Córneas delgadas y frágiles que degeneran vertiginosamente Solución inmediata: transplante de córnea de donante cadavérico Tus ojos se iban cubriendo de una oscuridad sin retorno Khira Martínez Rivadeneira 125 extrañas sombras se iban tragando los últimos halos de luz, la espera centuplicada en el limbo de las angustias palpitaba. Derrotaba el tiempo los soles obstinados de esa búsqueda sin tregua las mórbidas brumas que se habían descoyuntado en su bostezo. La garganta de la noche te corrompía con su aliento de loba te empujaba al abismo inescrutable de ese mundo sin contornos. Estalla la tragedia que arrastra a Rómulo al letargo absoluto a esa estación sin conciencia, sin sentidos, sin fulgores donde los latidos no legitiman la existencia donde la respiración se subordina al mandato del cerebro al protocolo que los médicos inventan para justificar su oficio. Inducido a un sueño sin imágenes para preservar sus órganos Rómulo desde la derrota de su tiempo te legó sus ojos te donó aquello que jamás soñaste podía nadie dártelo en una transustanciación corpórea y etérea transmigró su alma en tu mirada para que tú , sobrino, erigieras la obra inacabada de tu vida para que te perpetuaras a través del milagro de su sacrificio para que en cada despertar su mirada en la tuya se eternice. El inminente tránsito hacia la lobreguez de los espíritus te concedió la terrible certeza de espantar las tinieblas… que habían devorado el cuerpo martirizado de tu dador. ¡Ah! Feroz emisario de la muerte que aplastaste la esperanza. ¡Ah! Siniestra realidad que amputaste el latido para crear la luz. No debo imprecar, y lo hago dolorida Sé ¡Oh Dios! que no puedo revocar tus mandatos atroces. Sé ¡Oh Dios! que nuestras vidas no son nuestras ni ¡tuyas!!!!!!!! ¿Por qué oculto de nuestras percepciones nos infliges tanto mal? Devuélvenos la inocencia y no nos tortures con el exilio. 20 de noviembre de 2008, Patronato Municipal San José 126 Extravío del Natem expira la zozobra y renace la esperanza 8 de la mañana el quirófano dispuesto espera a su paciente la noche anterior, tu sueño Rómulo vigilaba tocó tu corazón con su hálito impalpable largamente te acarició, te transfirió la serenidad de su espíritu te habló desde un silencio suspendido no eran sus palabras las que a través del espacio se desplazaban era su propia esencia que lo abarcaba todo su amor trascendido, puro, etéreo e indestructible su mirada luminosa, profunda, clara, se integró a tu mirada tus ojos llenos de luz buscaron su presencia… Rothenbach observó el protocolo y ejecutó magistralmente esa maniobra extraordinaria que renovó tu sentido mutilado. Ninguna amenaza, ningún rechazo, ningún desconcierto conspiró contra la predestinación de todas las voluntades. Khira Martínez Rivadeneira 127 MUTACIONES SOÑADAS El órgano que se presenta como crítico para el desarrollo psicosexual y la adaptación, no son los genitales externos, es el cerebro. William Reiner ¡Huallmicu! ¡Huarmiashca! ¡Mapajuchata may munag! ¡Miserable aberración de los elegidos infernales! Impura arcilla amasada con premeditación diabólica ¿Quién le movió la mano al artesano para enmarañar su obra? ¿Quién pergeñó esos esbozos para que extraviaran el pulso? El maleficio por ocultar la esclavitud de la sangre se ha cumplido El cundur no ha batido sus alas, no ha descendido de las cúspides sarachagra con sus cabezas cenicientas se bambolea tucuy pucushca chagra muruta tandash huacaychina chingay Cómo te atreves a abandonar a los tuyos a tu pueblo que desde el despojo no ha sido libre Tú, el que prolongaría el poder de los runa-cari el que reivindicaría la nobleza que nos fue expoliada el que nos devolvería el esplendor de nuestros ancestros. Has vulnerado la palabra que han honrado los guerreros has permitido que el Supay te hable con su lengua sucia Te has revolcado como millanaypag sin vergüenza y nos has negado la esperanza de volver. Esas palabras el cerebro te arponeaba. Tu confesión en un acto de libertad te había condenado Tú, el heredero de la tradición, el que negó su hombría Khira Martínez Rivadeneira 131 el que relegó a la elegida de tu siririna palti al desierto. Tú, frente a tu juicio, te has traicionado ¿Dónde enterrarás la fe de todo un pueblo que en ti creía? ¿Dónde esconderás la historia que te profetizaba…? Llora, laméntate, esa decisión te abisma en un mundo incomprendido Mírate, pobre despojo de una fastuosidad milenaria sin afectos, vilipendiado por la infamia de tu estigma en el fluctuante mundo de los deseos sucumbirás extraviado. Cuando naciste la tempestad confundió las advertencias !huaquinhuaquinqui ricurig! la exhortación se perdió en la atarraya de los truenos mientras el diluvio lamía el cuerpo exangüe del alambique y en precipitados riachuelos desperdigaba los vestigios. Se ha esfumado de la memoria el recuerdo de tu origen. Te nombraron como al primero de tu estirpe huañugpa saquishcata chaquig Redentor, Quetzalcoatl, Serpiente Emplumada… No, no, no, tú no querías un rebaño de desesperados tú no estabas predestinado para devolver nada a nadie tú no eras el último guerrero que la insurrección generaría. Siempre supiste que la liberación se gestaría en tu propio cuerpo Ya de niño sentías que la masculinidad no se te antojaba ya de niño te enfrentaste al mundo con la imagen fragmentada aprendiste a callar cuando ella te sacudía desde adentro fingiste ser el macho que legitimaban las miradas nadie sospechaba de esa virilización incompleta entre ingles. Crispados tus impulsos olfatearon la tragedia 132 Extravío del Natem la adrenalina estancada en tu zozobrante mirada en un relampagueante fogonazo a tus manos empujaron y los duendes de las malignas delicias, apretaron. Desgranados tus pensamientos en un rosario de blasfemias petrificado por el paroxismo de tu testimonio incoherente, macilento, irradiando emocionales fusilamientos no advertías que tu amante declinaba en el holocausto de su orgasmo desgarrado del último soplo consciente de su vida; heredándote el crimen de su ausencia se perdió en la oscuridad. Sumido en las alborotadas aguas del afluente bautismal el bramido de la cascada ensordecía la letanía de tu unción el agua, el aire y la respiración se rubricaron en tu legado interpretaste magistralmente la obertura de la muerte. El más allá reconoció al ungido de las rebeliones indígenas al ser que se dilucida y que escindido el umbral atraviesa. Tu harem de vírgenes con su danza erótica-espiritual con parpadeos de vientre, ondulaciones de caderas y hombros deshojaban tus deseos para satisfacer tus complacencias. Todas las distinciones azarosas que exhortaría tu investidura de kuraka dispuestas en el altar de las oblaciones se hallaba apenas un destello de cruel vanidad se clavó en tu alma una risa estrepitosa en el laberinto de tu interior pendenciaba ululando el viento se unió a la detonación de tu carcajada confundidos y atónitos los contertulios aún aletargados asistían a la incorporación de su dios personificándose asumiendo tus poderes políticos y sacerdotales moviéndote libremente y en tres dimensiones explotando tu poder con el movimiento quieto del cerebro. Khira Martínez Rivadeneira 133 La cabeza bruñida del Inti con sus rayos hirsutos se hundió más allá de la lobreguez de esos murallones ebrio de ternura maligna, de otredad asomada en tus formas develaste el misterio de tu invisibilidad afinado, esculpido con el buril femíneo una mujer imponía sus atributos de la cintura hacia arriba bajo tu ombligo el caracol desdoblaba su cabeza evidencia absoluta de esa transición de soles preteridos. Silencio, asombro, inaudible murmurio creciendo mandíbulas descoyuntadas, ojos desorbitados, lentamente reconquistaban la serenidad de sus movimientos ofertas diversas clamorearon por tus derroches tempestuosas demandas atiborraron el tabernáculo de libaciones tu cabeza en la picota otros demandaban, en la confusión desatada una mano te arrastró hacia los pasadizos perdiéronse en las tinieblas de aquellos olvidados sotabancos que el histerismo de los poblanos mitigaban. Lejano ya el vocinglerío de la turbamulta callada evidencia de la historia se precipita ante tus ojos dispuestas las terracotas a lo largo del santuario del deseo parecían susurrarte con sus gestos inmovilizados. Un fuego sin calor, sin flamas, aparece de la nada ilumina el huerto de los silentes gestos y ademanes acaricias una figura fálica y apenas poseída todas se revuelven continuando su acto paralizado. Intenso olor a esperma derretida se clava en las paredes el testimonio de los huesos confundidos con la arcilla en su develamiento irreflexivo se evapora y termina. Parejas en amoroso anudamiento en las vasijas se estampan silbatos fálicos emiten sus pitidos como exhalaciones 134 Extravío del Natem duplas y duplas en una sobrecarga congestionada se han suspendido voluntad perennizada que ha dormido siglos para ser despertada por tu contemplación maravillada. Los amantes de terracota desde el misterio de su rigidez esclavizados en los ritos de creación y muerte de su finito remoto con elaborados tocados y tatuajes fascinantes engalanaron sus cuerpos embadurnados de miel quemada para el ritual tantas veces celebrado en honor del hiperbólico príapo. Liberados hoy de sus ademanes apenas imaginados el dios falo con su edicto de placer se posesiona de la hembra conjura la esterilidad y conjura la carne perentoria. Simulacros eróticos embarullados entre calaveras y falos enormes anagrama que descifra solamente la supresión del límite y más allá del término, sexualidad caricaturesca de tramoya con sus signos indumentarios y gestuales, disfraz que oculta pero que definitivamente devela la más inicua de todas las bestias de la profanación. Ambigüedad… que seduce como un magma indiferenciado múltiples y paradójicos, que juegan a la incertidumbre, al peligro seducción que radica en la mutación de la vergüenza en el destronamiento de la prohibición y de la censura diversificación libidinal traspasando el límite de su propio sexo creando los placeres mutantes en un mestizaje perfecto donde la arcilla fabula un erotismo diluido y ambiguo y los sentidos edificados desde tus mismas cenizas vuelven a ser. Amalgama de gemidos, sudores, eyaculaciones y arcilla obligaciones insolutas represadas en esta rémora de fábula Khira Martínez Rivadeneira 135 rabiosas fantasías en estatuillas intemporales inmoladas que te raptaron por toda esa eternidad pretérita de tus cazadores Aplacados ya del desbarajuste que tu declaración produjo Desmoronados los arrojos de evasión escandalosa rítmicas espiraciones sosegaba el polvo de la historia Enredados en un abrazo estremecido con los escurridos fermentos de sus símiles naciones cuerpo con cuerpo aguijaron sus pasiones, tan sólo, humanas. Agchasapa cuyag desafiando la garganta de fogonazos que lo ultimarían, te musitaba: manaimata manchag challi yuyal illag; huayrashca ¿no pensaste en mí? ¿Divaga tu memoria extraviando los acuerdos en la indiferencia? ¿No agotamos los juramentos para defender nuestra alianza? Aprendí a amarte en el camino a tu transustanciación no me amedrentaron los castigos por procurarte mis devociones te amé aun en contra de los presagios que me acobardaban te amé aun cuando tus desvaríos de mi presencia te despoblaban. Cuántas noches velé tu sueño espantando a los fantasmas desconcertado, dolorido por tu ineludible destino que nos alejaba Te apoyé aunque mi vida deshecha se resolviese entre sombras. ¿No comprendes que esta comedia tu nombre representa? Jamás mi cuerpo se lo habría entregado a ninguna predestinada Tuyos son mis afectos y pasiones, mis impotencias y fortalezas ¿No ha sido tuya la marea recidiva de mi cuerpo? ¿No has agonizado con el galope interminable del deseo? 136 Extravío del Natem Me sedujiste con el único convite al cual ya luego accedí solo Montañitas blancas para mitigar el abandono de los míos Líneas y líneas absorbidas que la realidad me disfrazaba Debía desencantarlos de sus fantasías pretendiendo el reencuentro Yo no era el hombre que todos reconocieron por mi sexo: dentro de mí latía una mujer y mi cuerpo iba proclamando ese albedrío, debía demostrarles la transformación que había gestado Un paredón de silencio interponían a mis súplicas Esperaba el día en que la diosa Quilla pariera otra noche plateada Ante todos espetaría la verdad que ellos encubrieron El destino me impuso el deseo de otros todo mi interior, mi mente, mis deseos, declaraban ser mujer. Mi huarmilla, mi huaquinhuaquinqui ricurig has cruzado el puente al otro lado en la memoria de la ira pervive tu pasado en los ojos, en las lenguas, en los dedos del ayer en las tumbas por el olvido destruidas y en aquellas que la muerte va edificando. ¡Ámame! ¡ámame y destrúyeme! Ellos acabarán conmigo. Invadido por una lujuria extenuante, arponeado de angustia ante la partida de tu amante te entretejiste en su carne libando toda, toda su pasión. Estallaron sus ríos en tu cóncava salvaje se infartaron sus cauces siseando en el valle y hundió sus garfios para eyacular el dolor de su entrega. El universo giraba cuando tendido sobre el cuerpo exánime unas voces te gritaban jatun juchayug. Khira Martínez Rivadeneira 137 Eres lo que haces, lo que sientes, lo que piensas ¿Cómo te hablan tu cuerpo, tu corazón, tu alma? ¿Tu realidad se apiada de tu espejismo cotidiano? ¿Qué experiencias legitiman tu ser percibido y vivido? ¿Será tu existencia un trabajo inacabado? ¿Será el género elegido el que a tu reasignación le dé sentido? Esa reconstrucción despliega su dosis de provocación explora y explota sus contrastes y los extremos de tu personalidad Goce, deseo, placer indiferentes Exceso, saturación, transgresión, mutación en un erotismo impreciso nueva seducción indeterminada bajo otra piel: la misma Sólo tú sabes que tu risa enmascara un asfixiante sufrimiento tus delirios te arrebatan de tu mundo construido, vives escindido, fragmentado, solitario entre destellos imprecando en los rincones el despojo de tu espacio escuchando clamores de momificados griteríos soportando el diluvio de los siglos que quieren sepultarte. Voces de los de ese lado, voces de los de este lado arrollador murmurio que se esponja en tus oídos magma vociferante que el cerebro te calcina burbujas resonantes estallando sin control. Si pudieras regresar al inicio de tu metamorfosis habrías preservado tu integridad intersticial sincretizados estarían lo evidente y lo incorpóreo tu experiencia masculina sirviendo a la femenina tu dualidad comprometida con el destino de tu gente un estado intermedio sin ablaciones, sin suturas. 138 Extravío del Natem Shugniqui Fusionados, fraternos, latiendo bajo la misma férula cohabitando el mismo cuerpo sin conflictos subyacentes gozando diferentes sensaciones, percepciones sin censura amor expansionista, magnánimo, libérrimo sin libretos aprendidos, sin batutas concertando los gemidos respirando el perfume de una ambigüedad definida yaciendo con ella y yaciendo con él sin haberte dividido sintiendo reventarse globulitos de felicidad en tu sangre siendo tú con tus genuinos atributos sintiéndote ella en la expansión de sus latencias siendo él desde el alboroto que marcó su advenimiento desbarajuste de conciencia de un amanecer que no elegiste. Apariencias del alma o realidades del alma Turbulentos deseos que a ser arrojados se niegan Espejo, espejo; misericordioso enemigo en la esencia de tu laberinto quiero fundirme para ser de mis naufragios alter permisible. Ábreme tu entraña y deja que el tiempo se revele. Confiéreme la audacia de gozar mis perversiones. Seré el reflejo viviente que no retornará Seré mi dios, mi propia imagen sin crepúsculo el grito, el llanto, la conmoción, la paranoia seré libre, habré matado o me habrán matado. Ese espejo de oropel refleja tu leyenda mutilada tu escroto camaleónico no resguarda la simiente tus pechos implantados sin el arroyo de la vida no serán maná de un pueblo que no has elegido. Khira Martínez Rivadeneira 139 Una hembra te mira y se ríe de tu estampa se carcajea, te injuria, te amenaza intentas extinguir las acusaciones que brotan sin cesar aprisionas su cuello… aprietas, aprietas y te desplomas. Esa… eres tú, un hombre sin testículos y pechos impotentes una mujer que por el arte de su baja espalda se decanta un intergénero sin género ni sexo sin propósito de enmienda, sin posibilidad de retorno ni tampoco de tu reconocimiento corporal antagónico. Exiliado de ti en ti, cubierto por una aplastante soledad, separado por un océano de desafectos sobreviviste en el mundo que tu gente para ti había gestado. La montaña siempre te resguardó cuando te clausurabas cobijado por las crestas enmarañadas de los árboles retozabas en los pastos híspidos del páramo en sus laderas y llanuras podías sentirte como eras no temías, no debías, no sufrías, no gemías, no, no, no La naturaleza te comprendía y te acogía como hermano Tu familia te borró, te desconoció, te desamparó, eliminó la degeneración exiliándote… asesinándote con el silencio. Si te hubiesen amado sin censura si te hubiesen reconocido como el primero habrían sabido que a su dios el reencuentro no le importaba habrían aprendido a aceptarte y te habrían recuperado tú, criatura desvalida, incomprendida, repudiada, solitaria tú, el que gobernarías el destino de tu tribu tú, tú Un campo de batalla tu vida y tu cuerpo Sacrificio del caballero, de la espada, por la dama, por los tules 140 Extravío del Natem Maquillaje permanente definiendo tu apariencia Cóctel de hormonas rescatando tu mujer oculta ¿Y tu pasado? ¿Y lo que fuiste? No se puede escapar nunca del pasado “Me cortaron partes de mi cuerpo y las echaron en el basurero. Me desgarraron la mente.” ¿Cómo olvidar tu origen? Cómo no reconocer que tu hombre no ha partido no ha sido victimado, ¡ha sido transformado! tus genes delatores inalterables permanecen camino a tu ideal te has despersonalizado No comprendes que desheredado de tus derechos aún subsistes que aquello que implantado en tu ingle varonil no te extermina eres una pintura desrealizada que jamás alcanzará la gloria todos los días de toda tu vida te inocularás la fantasía no puedes desviar el bumerang de tu certeza y no puedes reintegrar el alma que agoniza eternamente ¿Quién e r e s realmente? ¿Quién te habita? ¿Quién detonó la convulsiva obsesión que te oprime? ¿Por qué una infiltrada del legado su hálito impone? ¿Acaso, perturbado por el viento el pensamiento te robaron? ¿Otra vez las voces te hablan en un lenguaje incomprensible? Falta cárcel para una condena que rebase tu existencia. Falta carne para que el furor de la lujuria te confine Los apetitos no se calman con el zarpazo de los ojos Es un deseo ilimitado el que corroe tus sentidos ¿Tendrás voluntad para negarte al asedio de la voz? Khira Martínez Rivadeneira 141 ¿impedirás a tus ansias renacer en la elasticidad que ese insospechado crótalo arremolina en el latido de tu ingle? Zigzagueo de libélula orbita en tu poblado oculto Pueblo de fantasmas en tus huellas palpitando Como vivir la vida en un espacio suspendido. ¡Basta! Deja que se corrompa el fermento de tu peor pesadilla al otro lado no sólo ramalazos reaniman el pasado la oración de la sangre tu espíritu exorcizaba Te amaba, tiernamente te amaba sus donceles caricias te fundían en su entrañable latido te protegía con el apretado cerco de su vigoroso abrazo de tus temores infantiles que poblaban tus sueños con redoblado espanto de esas noches tormentosas en la que el cielo se derrumbaba te cantaba quedito al oído; canciones de Enrique Males te cantaba canciones de la tierra, de la supervivencia y el reconocimiento. En la densa noche la inconfundible voz del Shamán subía hasta las estrellas su canto te iba abriendo el espíritu para esa ascesis a lo divino intemporal donde detenido, sólo sentías al dios vivir dentro de ti. Palabra por palabra todas las invocaciones, gemidos y plegarias Revolvían tus inquietudes profetizándote el regreso y la querencia. Taita Inti, Inti Taita, Sumag Taita, Jatun Mapu Kaipiñucanchi tucusha 142 Extravío del Natem Wuawuakuna, Mamakuna Taitakuna, Mashikuna Tucusha mikaipikanchi Taita Inti Kaipamanta Kausaimanta Makanaikushpa Mukanakana puricunchi Taita Inti,Inti Taita Sumag Taita, Jatun Mapu Kaipiñucanchi tucusha Wuawuakuna, Mamakuna Taitakuna, Mashikuna Tucusha mikaipikanchi Taita Inti Kaipamanta Kausaimanta Makanaikushpa Mukanakana puricunchi Llanto a carcajadas en el ojo del sonido de los cencerros Procesión de dolores hasta la morada de los espíritus Murmullos del viento, de las voces compungidas. Ñaupamantá, kainamantá Kunakaupá Kausas Cachik Ñaupamantá kainamantá Kunakaupá Kausas Cachik Kausa chikausa shumí Kausa chikausa shumí Kausa chikausa shumí Ñaupamantá, Kaisaimantá Ñaupamantá Kausaimantá Khira Martínez Rivadeneira 143 Kunakaupá Kausas Cachik Kunakaupá Kausas Cachik Kausa chikausa shumí Kausa chikausa shumí Kausa chikausa shumí Urpi gusha, huahua gusha Urpi gusha, huahua gusha Ambatai takarishkami Ambatai takarishkami idamás kangaparishka idamás kangaparishka Ambawakai chuhuahuawu Ambawakai chuhuahuawu Urpi gusha, ari gusha Urpi gusha ari gusha Ambatai takarishkami Ambatai takarishkami Idamás kangaparishka Idamás kangaparishka Amawakay chumawawa Amawakay chuwawawu Ah aaahaa ah aaaha wawitaaaa Ah aaahaa ah aaaha wawitaaaa Similla, naquilla, kumaisha, sinaisha Similla, naquilla, kumaisha, sinaisha 144 Extravío del Natem Similla, naquilla, kumaisha, sinaisha Similla, naquilla, kumaisha, sinaisha Similla, naquilla, kumaisha, sinaisha Similla, naquilla, kumaisha, sinaisha …/… Pactara caraju pactara Pactara caraju pactara… …Cuyayay cuyayay Cuyayay cuyayaaaaay Cumandá………….………… Clamores derritiendo tus venas conmoción de entrañas electrizadas por atávicos retumbos confundidos con el plañir del viento wiracchuros y kilikos armonizan la procesión de tristeza y soledad del indio ensimismado sintiendo la poderosa voz explotar en la garganta escarbando el pecho bajan hasta tu vientre gélidas pulsaciones efervesce el trueno en una oratoria de súplicas y plegarias y estallan las conchas y churos con las espiraciones del aire y de la lluvia. Habla el rondador denunciando su cansancio sus gargantas de carrizos trastornan las denuncias que ahogadas retumban en los oídos de un espacio que no se encarna en el vacío, truenos y rayos escinden el horizonte en un holocausto de fragor y fuego Khira Martínez Rivadeneira 145 truenos y rayos te recuerdan en mitad de la borrasca tu designio. Ella está a tu lado descifrando el malabarismo del mundo Taita Males te acompaña con el alma de los Andes en los labios Nada, nada, podía desgarrar el encanto, bebías del cántaro de sus voces y embriagado te dormías sus manos se perdían en tu cabellera rebelde apaciguándola sus labios sellaban la serenidad en tu frente estremecida. Sisa Huayra, Sisa Inti, Sisa Yacu, Sisa Allpa, Sisa Ugsha la llamabas. Tú, nacida entre los mismos torrentes y relámpagos néctar del mismo alambique, acto de fe de los humanos sufrimientos Sisa mía fuiste lo único que la obsesionada tragedia dejó impoluto. Cuántas veces lloré en tu pecho con gran desesperanza Cuántas más desboqué mi alegría reflejándome en tu risa ¡Oh Sisa, Sisa, dame tu eternidad y destruye mi morada transitoria! ¿Fue así como debió ser? Estigma palmario de ferocidad e insolencia en tu vientre como el hambre se agita. Hijo de infortunios, sismático pendulante. Tinieblo, Caín, feudatario de la muerte. Artrópodo salaz devorador de corazones. Santuario devastado, tribuna de fatalidades. Frágil criatura soportando iniquidades, continuamente confrontado y sumergido en una marea incesante de confusiones; arenas turbulentas acopiando perversiones levantando fortalezas en oasis sofocados adorando la carne que instiga y se abanica en el desenfreno de solícitas demandas 146 Extravío del Natem como el girasol que se descabeza en las tinieblas y sin el dorado extracto lánguido se desploma. ¡No! ¡no! ¡no! ¡no! ¡no! ¡ no elegiste nacer como has nacido! Naciste intersexual, con genitales ambiguos y cruce de género tu sexo neurológico se implantó en el vientre de tu madre tus estructuras cerebrales en el albor de la gravidez se feminizaron sientes y disfrutas tu atributo no nacido te lo has preguntado sintiendo el perfume femenino invadirte te has percibido mujer, te has soñado mujer Ni esa profunda Disforia de Género y angustia mental que te acompañaron en el descubrimiento y reafirmación de tu yo ni los ataques, ni las diatribas, ni las injurias te amilanaron Tus pensamientos, tus sensaciones corporales y sexuales manifestaban el deseo de ser penetrada y manipulada tú no construiste estas sensaciones; simple y grandiosamente ¡las experimentaste! Y nunca, nunca más ningún sanador de los orígenes conspicuos intentaría reformar tu mente y readecuar tu pensamiento Expresaste con reprimido temor tu aspiración diversa te travestizaste tantas veces en el refugio de las tinieblas palpitantes disfrutaste de tu imagen turbadora, de tus maneras gráciles de la penetración de todos los deseos en tu piel erotizada tan amado, amado brutalmente, insaciablemente amado. Amor tanto amor, locura y demasiada locura La brújula extravió el norte de tu desesperada demencia repugnancia y hastío tu semblante habían inmovilizado continuamente tus gestos se perennizaban en una frialdad acerada tu mirada divagante, escurridiza, en la distancia se clavaba Revueltas de polvo desperdigando las guerras de resistencia Khira Martínez Rivadeneira 147 oleaje de caballos ensangrentados arrastrando la vernácula rebeldía Flor de Páramo derramando el polen de sus pétalos heridos venían por ti, para perpetrar los ceremoniales de tu sacramento. Tú, un embrión de todas las mutaciones soñadas. Existencia más allá de las fronteras imaginables Liberación de todas las virtualidades del deseo. Un grito de impotencia castigado sin piedad máscara trágica que revive amenazas del pasado. Anegada de víboras que reptan y se atornillan a tu cuerpo víctima de una inervación sensitiva que te había dopado el instinto confusión y contagio difusos, entreverados bombardeándote extrañeza en derredor, apretada humanidad girando aplastada sollozas ante tus monumentales desgracias. Peldaño a peldaño desciendes abstraída en busca de esa conciencia que detenida en el arco te dispara el veneno desde la clandestinidad El incógnito verdugo de tu risa, el ladrón que roba tus pensamientos se esconde en esos laberintos agazapado como una pantera acechándote desde la terracota para entretejerse en tus delirios para sorberte hasta el último hálito de sensatez. Tú, no permitirás que saqueen tu tesoro no consentirás que hurguen en tus arcones Esos coleópteros encarnan el alma de tus antepasados has descubierto la conspiración que niega tu historia te han despojado de tu identidad mutándote la apariencia te interpretas a ti misma en un viaje hacia las sedas hacia el remoto de tus cicatrices abiertas hacia el desfogue de la sangre que asediada se precipita… …la encontraste pendulando gélida y lívida 148 Extravío del Natem ultimada por el cordel que ciñó su caricia hasta la magulladura hasta la rúbrica indeleble del olvido Alejada ya de todo sufrimiento que la sumió en el desencanto la suplantaste para continuar el acoso de tu libertad para rebrotar en el azulado espíritu del incienso confesor de los deseos que al infinito se elevan. Un acopio de ficciones el espejo te endosa babilónicas miradas, sonrisas fotográficas sofisticada postura de gestos excedidos, seductora figura de licencias encendidas. Te gustas engalanada, evaporando aromas exudando fantasías en la oscilación de tus caderas propiciando el quebranto de varoniles votos sólo para alimentar tu clonada suficiencia. El jardín de senderos que se bifurcan en el estrado de ensoñaciones desplegaron sus celestiales plumajes hipérbole de arrogancia de los desenfrenados deseos rito y consumación de verbena desbocada como potro en espantada drama y comedia viviendo en las noches de la diversidad gay/drag Candelario Mariscal acechando a Josefa con su alma de caimán serpientes hibernando sus lunas para despertar hambrientas de amor Tú, una chica TG transgénero excitada por la sensualidad del acoso cercabas tu cuerpo con sensuales ropajes y exquisitos aromas Khira Martínez Rivadeneira 149 para encantar a los noctívagos del antro espíritus trasnochados perdidos en el lóbrego hemistiquio del sol Convertías todas las ambiciones en deliciosas urticarias femenilmente tus atributos meneabas y exhibías; el alboroto de tus frondas que te eligiesen como mujer demandaba ellos en ti veían el hombre al que disfrazabas y al que deseaban al hombre detrás de la máscara, al hombre perdido entre satines y tules al hombre turbulento, al hombre griterío, sólo al hombre. Te develabas mujer a través de tu ansiedad dolorida marioneta de tus pendencias movida por tus desencuentros herido títere impulsado por los hilos del infortunio. Confrontada tu disforia de género subyacente, finalmente a una transición transexual te sometiste el ritual de tu sumergimiento social y hormonal tu universo femenino complementaba el espejismo se objetualizaba en la maravillosa hembra en la mujer legal, en el nombre, en el perfume… por ti, para ti, para tus amantes. Se descolgaron las provocaciones con imaginativos artificios Tu nueva piel despertó con los abismos anegados tus exigencias del placer no mitigaban tu ninfomanía naciente orgasmo denal, encordamiento, dominio/sumisión gusto refinado por las líneas níveas y los vapores tormentosos vahos de la noche, resacas de lo transgredido Tutapunzha Una constelación de deseos tus ambiciones perpetuaba Nina, amaru 150 Extravío del Natem Tauca caricunahuan juchallig huarmi pucará Conocida, reconocida, buscada, reclamada, exaltada diva del antro, la T/S transexual más deseada e impredecible la que se había deslizado por la pendiente inasible la que flotando en la burbuja de su feudo construido llegó a las alturas que ambicionó desde niña Una dimensión alucinada de libación y estimulantes te había campaneado el escándalo de la tentación Jamás te detuviste en la indagación de tus desenfrenos Veneno las sustancias que desbrujuladas te invadían góndolas sin control en las hondas zozobras te abismaban te hundías irremediablemente cayendo, penetrando en ese hoyo negro que se escurría hacia la estratosfera. Incapaz de detenerte, de sentir piedad por tu cuerpo degradado alucinada, la comedia de tu destrucción interpretabas temeraria, suicida, paranoica, no habías convenido trasmigración hacia la inmortalidad tu inversión te señaló el camino que querías recorrer y tú, tú no entendiste que seguías siendo esclava de tus limitaciones Jamás imaginaste que esas desconexiones paulatinas te conminaban a naufragar en el infierno seducida por los resplandores de las noches azucenas invadida por una languidez que te inmovilizaba los sentidos intemporalizada en una burbuja que las emociones te reventaba yacías inánime en la vorágine del barullo vivencial. Delirio crónico se había apoderado milímetro a milímetro de la confianza de tu mente con paciencia mineral una psicosis depresiva te había invadido un monstruo mutista tus palabras se había tragado y alguien tus sentimientos los había escurrido Despersonalizada, desrealizada, desorientada Khira Martínez Rivadeneira 151 en el silencio sin silencio la huarmicana te acosaba desde la siririna palti la flor despetalada estrujando. No, no, la huarmicana no, jamás, si tú, si tú… tú eres la huarmicana, celebrarás tus esponsales cuando se tiña de sangre el crepúsculo cuando el sol en su agonía, de su mitra de fuego se desprenda y el firmamento cubierto de ceniza escupa el último claror. Un cortejo de esperpentos por tu felicidad elevará plegarias te guiarán hasta aquel lecho donde los esponsales no se consumaron donde tu cadáver de hombre mutilado gemirá por su impotencia. Jeroglíficos intraducibles tu desvarío vomitaba hiperbórea oleada de constricciones te había empapado los destellos de tu gloria en algún escondrijo trasnochaban de tu pubis se descolgaban tus masculinos glóbulos entre tus ingles una abundante pelusa oscura crecía indetenible conjunción entre principios contrarios y mutilados la gran obra de tu nacimiento, se negaba a desparecer allí, gallarda permanecía para ser decapitada por las consunciones. Los eucaliptos con sus plateadas vestimentas balsámicas cubrían las laderas que escurridas llegaban hasta el sendero de tu morada y hacia el horizonte sacudían sus efluvios milenarios la bruma frívola de los humedales su denso tejido devaneaba …un incógnito pintor doblegaba su paciencia esbozando la temporalidad de esa naturaleza que se materializaba cuando la niebla se angustiaba. Elevándose todos los cánticos y sahumerios 152 Extravío del Natem imploraban por los hermanos imperfectos hijos de la iniquidad de algún alquimista trashumante o del glorioso apogeo del sol en su triunfo místico. Soñaste colgando de tu cuello una guirnalda de calaveras esplendores extraviados de tu oro fulminante soñaste devorándote a ti mismo como el Catoblepas soñaste que resbalaban por tus pavores esas perturbaciones esas alienaciones, esas explosiones querellantes que nunca, nunca se apartaron de tus horrores Ps psssss psssss ps pssps psss ¡Oh no! desaparece inmundo espantajo triturado por el tiempo hunde tus aspas en esas voluntades deleznables exhala tu mefítico aliento en las azufradas cruces del infierno Apenas un huambra me derrumbé en tus espejismos estrujaste el celofán de mi inocencia me robaste la esperanza, corrompiste mi alma diáfana y me arrojaste al légamo para revolver mi vergüenza ¡No!¡no!¡aléjate! Apestas a rancia podredumbre de los siglos y los siglos… ni mancha, ni polvo, ni ceniza, ni olvido mereces ya no te temo, te he matado, te he sepultado para siempre no existes más triste expoliador de desventurados… …¡Oh ! mi ángel caído, víctima de mis alucinaciones Estrangulaste su amor en un intento de liberarte de la mácula chacotea en tu memoria esa resaca emocional que te persigue Insensato, cómo pudiste destrozar lo que más amabas. El único ser que jamás te afrentó y te amó dentro de tus hitos el que te sublimó creyendo que tú eras su elegido Él, tributario de tus exigencias y pasiones peregrinas Tú, feudatario de sus exigencias peregrinas y pasiones. Khira Martínez Rivadeneira 153 Dos soles, dos fuegos occiduos que el Sahara amamanta ahora separados por un abismo de vergüenza y renuncias. Como un clavo fundido derritiéndose en tu mente sin presagios que alivien las dolencias de tus llagas lidiabas con los fantasmas de tu pasado y los monstruos de tu ahora aquellos golpeándote el cerebro hasta reventarte de dolor ¿Recuerdas desde cuando esas percusiones te fulminaban? Como un relámpago te incineraron esa noche de tu gloria convulsionada por el estallido de luces y eclipses destellantes girando tu cabeza, efervesciéndote los pensamientos ¡te derrumbaste! ¿Qué o quién te había empujado por esa pendiente nebulosa? Incapaz de resistir te dejaste arrastrar por el vómito y el deliquio Te esclavizaste para siempre con ese conjuro que tu calma destruía ¿Cuántas calamidades más habrías de echar al fardo de tus desventuras? ¿Por qué a ti, si sólo querías vivir los temblores de tus efusiones? Te denigraron hasta confinarte en ese limbo sin esquinas te abandonaron aquellos que debían acogerte sin prejuicios te negaron el calor, la risa, la ternura, te sepultaron en la tumba de la impiedad castrándote los afectos con el corazón estremecido por un vendaval de súplicas infecundas. Si aquel día no hubieses exorcizado tu recóndito sentir…! ¿Habrías desafiado las intimidaciones que el destino te tenía reservadas? ¿Sería el pukará el guardián de tus ajusticiamientos o el trono desde el que apuntalarías las batallas? Te faltó carne o te extravertiste en el deseo que te apresuraba? 154 Extravío del Natem No querías sólo sensaciones, emociones, ni motivaciones La carne, el olor, la seducción, el mundo fascinante de la hembra querías, querías la autenticidad, el reconocimiento el olvido de esa cárcel que te impedía el retorno a tu principio donde eras sin ser, donde te formaste sin haberlo consentido donde el cerebro en una cirugía incomprensible te procuró el atributo que nadie pudo percibir o que se extravió en el misterio de aquella noche tormentosa. Mutante protagonista de una cultura andrógina Laberinto y contaminación Forma desdibujada en la que los sexos entremezclan sus signos Shugniqui Misterio y claror, tormenta y calma. Precipicio, caída, extrapolación de seducciones ¿Será el nigromante errático que sucumbió a sus perversiones o el agujero negro de donde fugaron los delitos del universo los dictadores que te atribuyeron el aura de tus extravagancias y te legaron ese paraíso artificial en la ciudad desnuda? Noche, basílica de despropósitos Santuario de apóstatas y excluidos de resplandores Criaturas que medran en las tinieblas de sus almas azarosas Incomprendidos fugitivos con sus mundanas dislocaciones La noche es ser, Es crisol donde todos los deseos se reúnen y fecundan donde nada perturba la eucaristía de los noctámbulos convidados. Amanece en la ciudad carcomida por los desenfrenos la noche travestizada se adormece en sus desvaríos Khira Martínez Rivadeneira 155 las cucarachas liban los almíbares de la humanidad derramada las ratas se disputan a pedazos el cadáver del día sacrificado los vampiros ahítos de eternidad dormirán su embriaguez Miras en el espejo ese extraño que te mira que te mira y te persigue que te persigue y te acorrala que te acorrala con los ojos que te hurga con los gestos que te cautiva y te paraliza que te paraliza y temes que temes y abominas. Celestina de cristal sólo existes si te miro Cautivas y dominas sin habértelo propuesto. ¿Cuál es el misterio de tu abismo esplendente? ¿Por qué renunciar no puedo a tu frágil refulgencia? ¿Por qué la realidad del otro lado me fascina? ¿Por qué me derrocho en tu confesionario vano? Anverso efímero de la sustancia que reflejas. Eje y ámbito de fugaces representaciones. Comedia eterna de gestos que se olvidan. Cámara de celofán la perspectiva no restauras. ¿En qué destello de tu ficción se desvanece mi mirada? ¿Donde se estrangula el impacto que envanece? ¿Acaso eres la falacia de mis apariencias y la imagen que me plagia solo existe en la mirada? Glorificada seguridad al mundo expones autosugestión en la clonación de tu ingenio. Tabernáculo de la belleza que demandas, efímeros seres de sustancia inasible revientas en cuanto la estrella su aureola oscurece. 156 Extravío del Natem Amanece, la ciudad recoge sus encajes percudidos por las noches excesivas tus noches, tus amantes, tus desenfrenos, tus esquizofrenias donde los ponchos abrigan más allá de la cara oculta del Inti zamarros estremecidos por el furor equinoccial giran y brincan chozas de adobe se deslavan azotadas por el ímpetu del cielo donde los olores escandalosos denuncian dolor y cansancio los polylepis se descascaran por el álgido aliento de las cumbres frailejones de verde terciopelo retan las alturas con su recia raigambre confundidos en el ágora del páramo con olor reciente de las últimas bostas superviven como legionarios de los Andes. Resuenan las espiraciones de las ocarinas, clamor de pingullos y caracolas; percuten los tambores arrancando de la membrana de los llamingos los hondos y graves tan-tan en un trance religioso casi místico. Exalta la ternura de la fecundidad, la fuerza espiritual de la tierra la permanente lucha de reivindicación y retorno. “Soñamos con nuestro pasado y nos acordamos de nuestro futuro Nosotros los pueblos indígenas no somos ni el folclore de la democracia ni el complemento del paisaje Pertenecemos a la Pachamama y vivimos gracias a Inti el Sol Somos los huéspedes transitorios de un territorio que debemos legar a las generaciones futuras” Ofrendas sagradas honran al Inti y la Quilla, dioses del firmamento danzantes de las cumbres, danzantes del trueno y del vómito de los volcanes Khira Martínez Rivadeneira 157 funden el atavismo y las nuevas expresiones en su forzosa transición fuego del pasado te atraviesa con su azagaya de recuerdos estremecido penetra en la más remota grieta de tu memoria removiendo los sepulcros donde yacen las evidencias de la historia Bailas con gozo ancestral festejando el triunfo de la cosecha tu vestimenta fastuosa se engalana con el tesoro de Los Llanganates semioculto tras una careta de cabuya teñida de azafrán tocada tu cabeza con penachos de vistosas plumas, espejos y ficciones descendiente de Cápac Citua de los Incas tu pecho resguardado por un escudo ostenta el poder del shungo Uh…¡ Eh…! Oh…! Ah…! Aya…! Ih…! Oh…! Eh…! Uh…! INTI taita ya, Uh, eh INTI taita ya. Honras a tu soberano supremo de los cuatro orillos de la tierra Danzante, Tushug , Sacerdote de la Lluvia Huma Inty Aya, Cabeza del Espíritu del Sol anónimo rostro Saludas al ritmo de la inspiración religiosa Saludas y te despides de tu monarca el Rey del Tahuantinsuyo Te despides del palacio de Callo del rey del Imperio de los hijos del Sol Varias lunas llenas han de renacer antes del triunfo del soberano Atahualpa. Uh…! Eh…! Oh…! Ah…! Aya…! Ih…! Oh…! Eh…! Uh…! Taita Atahuallpa ya, Uh Eh, Ah, Taita Atahuallpa ya.. Diabluma, doblecara, atrayente y colorido arrobamiento 158 Extravío del Natem Relicario de coplas y danzas inmortalizan la gesta de la estirpe asfixiada dominio castellano y dominio cristiano, exterminio de la identidad rondines y flautas aúnan sus lamentos con cada golpe con cada raspado, con cada movimiento de jalingas y sonajas con cada vibración de silbatos, quenas, rondadores, y la ronca palpitación resonante de trompetas bronceadas por el sol. Pólvora multicolor, espasmódico aliento de vacas locas castillos de luces, bolas de fuego, retretas de toros populares, desfiles, corridas de luces, ramas de gallo y verbenas Verdadero encadenamiento de tradiciones que renacen remozadas. Corazas de Pascua Florida y Corazas de la Fiesta Grande Trajeados de encajes y oropel, tutelan el ritual de los agrados Culto punlla, paisapunlla, uma pascai y ucufichai. Aruchico, tu momento culmina la expectativa del cultivo tu horizonte de cosecha tirita con zamarros de cuero de chivo cencerros atados a tu espalda para ahuyentar los malos espíritus máscara metálica tu rostro, rematado con cintas multicolores pendiendo de tu sombrero de paño ondean a tus movimientos sobre tus hombros una manta roja se desangra hasta tus alpargatas de esparto arrebatado por el júbilo del fruto vivo, brindas por la abundancia bebes y cantas y danzas al son monótono de las bandas poblanas. Te adaptas, te transformas, te solidarizas en formas transitorias vives un mundo diferente huacay huayra, fatigoso sonido de carrizo marcha fúnebre del rondador que arrastra su voz dentro de las cañas consternado demanda toda la riqueza usurpada cultura sepultada por un ser extraño que no murió por redimirte el hombre crucificado por amar, por perdonar, por no ser dios Y tus dioses, tu culto, tu fe, tus héroes Khira Martínez Rivadeneira 159 Atahuallpa, Rumiñahui,Calicuchima, Nasacota Puento arrastrados a Yahuarcocha por el gélido llanto del Imbabura la espada y el plomo grabaron sus nombres de indomables guerreros Se fundieron en la caldera del Inti bajo la mirada furtiva de Quilla. Tierra y cielo sacuden su poderío en un holocausto de estruendos su delirio se une a los rayos aúricos del Inti que celebra su dominio memoria desterritorializada, transformada violentamente mutada como tú en la clandestinidad de su propio desprecio. Te conquistaron los hombres y las doctrinas del sol del otro lado tu llanto se sembró en la tierra rebrotando en los granos de maíz tus indias vírgenes en el festín de los instintos ahogaron su impotencia amantes, concubinas, amancebadas, los primeros mestizos parieron Indios y mestizos, raza infravalorada, cultura popular subvalorada El momento había llegado, tú el profetizado de las tormentas y los caciques momificados te erguirías en justa rebeldía para reclamar el trono de tus ancestros. Estás cansado/a, las ojeras cercan desvaídas tu mirada nebulosa Acopiado en tu sangre rimeros de químicos degradados te corroe Cada vez eres un milímetro más anarquista y energúmeno/a deplorable se ha extinguido la fastuosidad de tus escenarios de lujuria Apunchipag Aycha , apunchipag Nina, apunchipag Amaru no son más ese rostro tumefacto, envenenado, caricatura de Jácome El Feísta, no puede ser más horroroso que el espanto que te estrangula. Asediada por las miradas, acorralada por los gestos sensuales o simplemente por el embeleso de un orgasmo prometido ninguna noche tu lecho dejó de albergar apasionados derrames 160 Extravío del Natem Shugniqui Afuera está la tragedia, el llanto, la devastación Aquí alteraciones de euforia amnésica y de memoriosa disforia Aquí la esquizofrenia se desata en fluctuaciones delirantes: Rumi vuelve, regresa tucuy pucushca chagra muruta tandash huacaychina rupashca esparce el humo asfixiante de bagazo quemado runas y huarmis rupacuna deshaciéndose en cenizas Flor de Páramo prisionera de tu siririna palti yace calcinada Horrísonos gritos repercuten en las tumbas y a las momias zarandean demonios escarban tu cerebro y el pensamiento te roban gestos y ademanes se diluyen en la comedia de los bufones actitudes impostadas, repetitivas, agresivas, lenguaje incoherente, inexpresivo Galimatías que perturba, que hunde la razón en la desmemoria Tú eres la virtud de la voluntad, el triunfo sobre lo imposible Rinimi, Llagta, rinimi may carupi causangapa; mana quiquin llagtashina cuyanguichu runataca! Huarmi, churita saquishpa, ayllucunata cungashpa, cay tuta, quillallugshigpi, Ñanta japinimi, Llagta. Anga millayta ricushpa Khira Martínez Rivadeneira 161 imashinami urpi huahua urcuta tigrash, chingarin, cacapi miticungapa; Chasnami cuyayla rini, supay aputa manchashpa; chasnami, mana jaycapi ricuringapa, chingasha. ¡Sisa, ah Sisa, Sisa de mi alma! Se ha instalado una batalla entre tu mente y tu cuerpo Tú una obra de arte en movimiento Un cuadro surrealista que no puede ser disfrutado por las miradas Que no puede ser deleitado ni en su forma masculina ni femenina Colgajos de carne mutilada circundan el legado de la sangre ¿dónde se perdieron las vanidades de tu arquitectura? ¿serías apenas un trazo de la mano que te destruyó antes del ocaso sin esperanza, sin retorno, extirpado de ti? ¡Ah Sisa! Extiende tu mano y llévame donde moras allá en la umbría allá donde el tiempo detenido ha transformado el sufrimiento donde no hay rencor, ni amor, sólo soledad, soledad… ¿Será un llamado este dolor que agita tus entrañas? Fogonazo, tajo, melancolía; en la mitad de la noche Ardentía que resquebraja tus ingles donde explota la cañada Tus manos aterrorizadas, humedecidas por cálidos borbolleos se hunden en el cráter donde antes pendían tus testículos. ¡Tus testículoooos!!!!! A tu lado… con la garganta cercenada sobre el lecho ensangrentado… Sisa Ugsha ha sido raptada por el cuchillo que tu mano empuña. 162 Extravío del Natem ÍNDICE EXTRAVÍO DEL NATEM LA OTRA PIEL HC 660085 5 83 MUTACIONES SOÑADAS 99 129 EXTRAVÍO DEL NATEM de Khira Martínez Rivadenira se terminó de imprimir en el mes de septiembre de 2014 en la Editorial Pedro Jorge Vera de la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Presidente: Raúl Pérez Torres Director de Publicaciones: Patricio Herrera Crespo