SALA DE CASACIÓN LABORAL M. PONENTE NÚMERO DE PROCESO NÚMERO DE PROVIDENCIA TIPO DE PROVIDENCIA FECHA DECISIÓN FUENTE FORMAL RELEVANTE : LUIS GABRIEL MIRANDA BUELVAS : 39123 : SL8643-2015 : SENTENCIA : 20/05/2015 : NO CASA : Ley 80 de 1990 art. 32 núm. 3 / Ley 16 de 1969 art. 7 / Código de Procedimiento Civil art. 176 / Decreto 2127 de 1945 art. 20 / Código Sustantivo del Trabajo art. 24 / Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social art. 145 ASUNTO: PROBLEMA JURÍDICO I: Acusa la sentencia de aplicar indebidamente, por ambas vías, el artículo 1º de la Ley 6ª de 1945, en concordancia con los artículos 32-3 de la Ley 80 de 1993; 11 de la misma Ley 6ª de 1945; 1º del Decreto 797 de 1949; y 467, 469, 470 y 471 del Código Sustantivo del Trabajo; y su demostración la circunscribe a la aseveración de que el juzgador erró al considerar que la mera prestación de servicios personales de manera continuada, y su relación con el objeto social del empleador, permiten concluir la existencia del contrato de trabajo, cuando quiera que, según el artículo 1º de la Ley 6ª de 1945, lo que distingue a un contrato de trabajo de otros donde hubiere prestación personal de servicios personales continuados y remuneración es la subordinación jurídica, de manera que, si no se acredita ésta, «independientemente de la duración de la labor y la naturaleza de la misma, no se configura el contrato de trabajo», más aún en el sector oficial, en donde los contratos de prestación de servicios están autorizados por la Ley 80 de 1993. PROBLEMA JURÍDICO II: Para el Tribunal, se recuerda, había lugar a la imposición del pago de la indemnización moratoria, habida consideración de que "la jurisprudencia laboral ha concluido que solamente cuando se controvierte la existencia del contrato de trabajo, con razones atendibles, no puede haber lugar a la sanción moratoria, lo que no aconteció en el presente caso, dado que el demandado no allegó elementos de juicio que pudieran ser considerados como razones atendibles para exonerarlo de la sanción reclamada y a la altura de la calenda de 2003 ya se había pronunciado la Corte Constitucional sobre los pretendidos contratos de prestación de servicios regidos por la Ley 80 de 1993 donde hacía precisiones y clarificaba cuándo se daban. De manera que, el ISS no podía desconocer que la vinculación era laboral contractual". Fluye de tal entendimiento que según el juzgador el empleador debe proponer razones atendibles para exonerarse de la dicha condena, lo que en su parecer «no aconteció en el presente caso», por cuanto: (1º) aquél no allegó elementos de juicio que pudieran ser considerados como razones atendibles para ese efecto; y (2º) para la época en que se desarrolló y llevo a término la relación laboral declarada (2003) estaba vigente la sentencia de la Corte Constitucional (C- 154 de 1997) que estudió los contratos de prestación de servicios previstos en el artículo 32 de la Ley 80 de 1993, precisando y aclarando su operatividad. TEMA: LABORAL INDIVIDUAL DE SERVIDORES PÚBLICOS » TRABAJADORES OFICIALES » CONTRATO DE TRABAJO, CONTRATO REALIDAD » PRESUNCIÓN » ANÁLISIS DE PRUEBAS - Ausencia de error de hecho del ad quem al declarar la existencia de la relación laboral por estar acreditada la prestación personal del servicio y su remuneración periódica Tesis: «Así las cosas, en manera alguna erró el juez de la alzada al estudiar los medios de convicción del proceso indicados por el recurrente, como lo afirma en el primer cargo; y tampoco incurrió en yerro de orden jurídico alguno, como lo sostiene en el segundo, pues habiendo quedado indiscutido en las instancias, como lo es ahora en el recurso extraordinario, que la actora le prestó sus servicios personales al demandado de manera continuada y por una remuneración que en su momento llamaron ‘honorarios’, el Tribunal no podía inferir cosa distinta a que, en atención a lo previsto en los artículos 1º de la Ley 6ª de 1945 y 1º y 20 del Decreto 2127 del mismo año, entre otros, allí había que presumirse la mentada relación contractual laboral. En efecto, de una parte, los contratos de prestación de servicios adosados a los autos, indiscutidos por el demandado se reitera, acreditan precisamente el hecho base de la presunción de contrato de trabajo: la prestación personal y continua de servicios de la actora al Instituto demandado. De consiguiente, estando probado el hecho base de la presunción del contrato de trabajo, esto es, la prestación personal de servicios de la actora al demandado; e, inclusive, estando acreditado que por ellos se percibía una remuneración periódica, al Tribunal le competía arribar a la única conclusión probatoria posible: que había de presumirse que la relación jurídica de las partes era en verdad de naturaleza contractual laboral, por ende, ningún yerro de orden fáctico cabe hacer al juzgador por haber llegado así a la dicha conclusión». LABORAL INDIVIDUAL DE SERVIDORES PÚBLICOS » INTERPRETACIÓN Y APLICACIÓN DE LA LEY - Artículo 20 del Decreto 2127 de 1945 LABORAL INDIVIDUAL DE SERVIDORES PÚBLICOS » TRABAJADORES OFICIALES » CONTRATO DE TRABAJO, CONTRATO REALIDAD » PRESUNCIÓN - Acreditado el hecho base de la presunción, esto es, la prestación personal del servicio, junto con la remuneración periódica, se presume la existencia de la subordinación laboral, por tanto, se libera al trabajador de tener que probarla -diferencia entre la subordinación como elemento esencial del contrato y el que deba ser o no objeto de prueba en el procesoTesis: «Además, en ninguna aplicación indebida de las normas que gobiernan el caso en estudio incursionó el Tribunal, dado que, la presunción de contrato de trabajo es una estipulación normativa propia del régimen de los trabajadores oficiales a voces del artículo 20 del Decreto 2127 de 1945 --como lo es igualmente de los trabajadores particulares conforme al artículo 24 del CST--, que fue al que entiende la Corte se remitió el Tribunal al encontrar suficiente para adoptar su decisión el que se acreditara la prestación personal y remunerada de servicios, y que a la letra reza: “ARTICULO 20. El contrato de trabajo se presume entre quien presta cualquier servicio personal y quien lo recibe o aprovecha; corresponde a este último destruir la presunción”. Luego, contrario a lo aseverado por el Instituto recurrente en su segundo cargo, lo que hizo el Tribunal al dar por cierta la existencia de la relación laboral subordinada alegada en la demanda era lo que correspondía ante la situación acreditada, pues es lo consonante con lo estipulado por la normativa en cita. De lo anterior resulta enteramente válido afirmar que una cosa es que la subordinación jurídica constituya un requisito esencial y especial del contrato de trabajo y otra, muy distinta, que deba ser o no objeto de prueba del proceso, pues en tanto lo primero se predica como presupuesto o condición de la existencia de tal clase de convenios, de modo que su ausencia u omisión deriva en la inexistencia del mismo, lo segundo se refiere es a los hechos del proceso que en atención a las alegaciones de las partes deban ser probados, de manera que de no aparecer como ciertos en la mente del juez que resuelve la controversia, no resulta dable que concluya la procedencia de la consecuencia jurídica reclamada por quien persigue tal clase de pronunciamiento. Y lo segundo se dice porque no todos los hechos del proceso requieren ser probados, dado que ante ciertas circunstancias, el legislador ha previsto que particulares hechos quedan exentos de prueba, tal el caso de los llamados hechos legalmente presumidos, de los cuales se ocupa, de manera general, el artículo 176 del Código de Procedimiento Civil, aplicable por la remisión de que trata el artículo 145 del Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social a los procesos del trabajo y, de manera particular y específica a casos como el presente, el citado artículo 20 del Decreto Reglamentario 2127 de 1945. De suerte que como lo enseña la dicha preceptiva, acreditada la prestación de servicios personales, bajo condición de ser onerosos conforme a los establecido en el artículo 1º de la Ley 6ª de 1945 y reiterado en similar artículo del mentado Decreto 2117 de 1945, deviene por tener presumido tal acto como de naturaleza contractual laboral. Siendo ello así, de entrada habrá de advertirse que el tercero de los elementos del contrato de trabajo, o sea, la subordinación jurídica, pasa a ser un predicamento de dicha relación, que por tanto queda exento de ser probado, es decir, que no hará parte en el proceso de los hechos que requieran ser probados. En tal sentido, la presunción de haberse acordado la relación jurídica entre las partes como de naturaleza laboral o subordinada constituye un eximente de prueba que correrá de cargo del demandado ser derruido o “destruido”, como explícitamente lo pregona la anunciada normativa. Entonces, bastando a la demandante acreditar la prestación personal de servicios al Instituto demandado, por los cuales recibió una remuneración titulada indebidamente como “honorarios”, se itera, el Tribunal atinó al tener tal relación jurídica como contractual laboral, por ende, pasible de las aludidas condenas que ya se señalaron, pues en forma alguna se veía la necesidad de hacer pronunciamiento expreso sobre esfuerzo ninguno del demandado por derruir o destruir la presunción o eximente de prueba que desde la contestación de la demanda él mismo ya había fraguado». LABORAL INDIVIDUAL DE SERVIDORES PÚBLICOS » TRABAJADORES OFICIALES » CONTRATO DE TRABAJO, CONTRATO REALIDAD - Si las labores que realiza el trabajador corresponden a aquellas que ordinariamente realiza el personal de planta es viable concluir que la relación es de naturaleza laboral y no del contrato de prestación de servicios Tesis: «Ahora, que el Tribunal haya agregado en su discernimiento que la naturaleza laboral de la relación jurídica sostenida entre las partes del proceso también se explicaba por las funciones prestadas por la demandante al ente de seguridad social demandado, habida cuenta de que la actividad de auxiliar de enfermería se correspondía con la propias para el desarrollo de su objeto, aparte de no ser explícitamente atacada por el recurrente, lo cual es sabido da lugar a tener por firme el argumento, encaja en la exigencia que prevé el artículo 32 de la Ley 80 de 1993, en su numeral 3º, pues allí se dejó previsto por el legislador que en tratándose de contratos de prestación de servicios "(…) III. DEL CONTRATO ESTATAL. Artículo 32. De los Contratos Estatales (…) 3o. Contrato de prestación de servicios. Son contratos de prestación de servicios los que celebren las entidades estatales para desarrollar actividades relacionadas con la administración o funcionamiento de la entidad. Estos contratos sólo podrán celebrarse con personas naturales cuando dichas actividades no puedan realizarse con personal de planta o requieran conocimiento especializados" (subrayado fuera del texto). De suerte que, si las tareas cumplidas por la demandante fueron de las que ordinariamente realizaba el personal de planta -atención en salud del ente de seguridad social aquí recurrente--, y su ejecución requería de conocimientos especializados --de atención en salud--, por lo menos a primera vista en ningún yerro pudo incurrir el juzgador al concluir, también por esa vía, que no se estaba frente a un contrato de los llamados de prestación de servicios por el artículo 32 de la Ley 80 de 1993 sino, simple y llanamente, de un contrato de trabajo del orden oficial, que lo que se adujo en la demanda con la que se inició el pleito». LABORAL INDIVIDUAL DE SERVIDORES PÚBLICOS » TRABAJADORES OFICIALES » INDEMNIZACIONES » INDEMNIZACIÓN MORATORIA POR NO PAGO DE SALARIOS, PRESTACIONES E INDEMNIZACIONES » ANÁLISIS DE PRUEBAS - Ausencia de error de hecho del ad quem al considerar acreditada la inexistencia de buena fe del empleador en el no pago de prestaciones sociales, al no controvertir con razones atendibles la declaración judicial del contrato de trabajo por celebración sucesiva de contratos de prestación de servicios, máxime en presencia de una cláusula convencional que obligaba al ISS a regularizar las formas de vinculación Tesis: «Respecto del primer argumento el Instituto recurrente afirma, en síntesis, que de los medios de prueba del proceso, que dice el juez de la alzada apreció erróneamente, fluye su convencimiento sobre la naturaleza no laboral de la relación con la demandante, y por ende de su postura de buena fe al momento de sustraerse al pago de las acreencias debidas al finiquito de la dicha relación. A ese respecto basta decir que el Tribunal no incurrió en yerro alguno de la mentada naturaleza, dado que, como lo acepta el Instituto recurrente, de la literalidad de los medios de prueba mencionados, que no agrega nada desmenuzar, fluyen los aspectos temporales, funcionales y económicos de la relación subordinada que encontró acreditada el Tribunal, mas en manera alguna, razones atendibles respecto de la sustracción del demandado al pago de las acreencias derivadas de la naturaleza laboral de dicha relación al momento de su terminación... A simple vista de la trascripta cláusula, y sin prevención alguna en relación con los aspectos propuestos en la litis, fácil resulta observar la conciencia colectiva de los convencionistas de estar desconociéndose la verdadera vinculación de los servidores de la entidad empleadora y la necesidad de superar las dificultades que esa situación aparejaba, por lo que se consignó el compromiso de aquélla de definir prontamente una planta de personal apropiada a sus necesidades, sobre conceptos explícitos de actividades propias del campo de la subordinación laboral: trayectoria laboral, condiciones laborales, desempeño laboral, concertación laboral, calidad de trabajadores, historia laboral, etc. Por manera que, si desde el mismo lenguaje de la norma convencional, como de su teleología, se advirtió por sus protagonistas que se estaba enfrente de una vinculación irregular de los trabajadores al servicio del demandado, no ve la Corte cómo es que ello sirva para acreditar una postura contractual de buena fe al extender formas contractuales sabidas como contrarias a las que legalmente correspondía, o que ello explique la sustracción consciente del empleador al pago de los débitos laborales causados en la relación e insolutos al término de la vinculación?, por manera que, en ningún yerro de valoración podía incurrir el Tribunal si se hubiera detenido a examinar la aludida cláusula. Y en cuanto al segundo, es suficiente decir que la sentencia C-154 de 1997 si bien declaró exequible el numeral 3º del artículo 32 de la Ley 80 de 1990, lo hizo a condición de que los contratos de prestación de servicios celebrados por las entidades estatales para desarrollar actividades relacionadas con la administración o funcionamiento de las mismas, no pretendieran con ello desconocer la existencia de relaciones laborales subordinadas, de donde se cae de su peso que tal pronunciamiento no sirviera de soporte a la condena por indemnización moratoria, cuando quiera que para el 30 de noviembre de 2003 -cuando culminó la relación laboral subordinada declarada por el Tribunal-- ello constituía una advertencia manifiesta a tal clase de empleadores para que no eludieran en sus contrataciones de servicios la naturaleza laboral subordinada de sus relaciones, so pretexto de tener por exequibles las fórmulas normativas sometidas a su estudio que prohíben acudir para ese propósito a personal de planta y determinan que tal clase de contratación no genera una relación laboral o prestaciones sociales». LABORAL INDIVIDUAL DE SERVIDORES PÚBLICOS » TRABAJADORES OFICIALES » INTERPRETACIÓN Y APLICACIÓN DE CLÁUSULAS CONVENCIONALES - Artículos 37 de la convención suscrita con el ISS LABORAL INDIVIDUAL DE SERVIDORES PÚBLICOS » EXEQUIBILIDAD E INEXEQUIBILIDAD DE LA LEY - Numeral 3 del artículo 32 de la Ley 80 de 1990 -exequibilidad condicionadaRECURSO DE CASACIÓN » REQUISITOS DE LA DEMANDA - Necesidad de atacar y desvirtuar todos los argumentos esenciales de la sentencia acusada RECURSO DE CASACIÓN » REQUISITOS DE LA DEMANDA » VÍA INDIRECTA » ERROR DE HECHO » PRUEBAS CALIFICADAS » INDICIO - No es prueba apta para estructurar el yerro fáctico, su estudio sólo es posible si previamente se demuestra error manifiesto en alguna de las pruebas hábiles NOTA DE RELATORÍA: Esta providencia es relevante en: CONTRATO DE TRABAJO, CONTRATO REALIDAD > PRESUNCIÓN SALVAMENTO / ACLARACIÓN / ADICIÓN DE VOTO: ACLARACIÓN DE VOTO: RIGOBERTO ECHEVERRI BUENO ACLARACIÓN DE VOTO: GUSTAVO HERNANDO LÓPEZ ALGARRA