1 LO PSICOLEGAL RELEVANTE EN LAS CORTES DEL AUTOR RONALD LIN CHING C. Publicado en Burgos y Colbs. (2115), Psicologia Forense Costarricense. San José. Edit. Investigaciones Jurídicas. El articulo que aquí se contempla del Msc. Ching Fue propuesto para la premio Ulises Odio Que otorga anualmente la Corte Suprema De Justicia De Costa Rica 2 LO PSICOLEGAL RELEVANTE EN LAS CORTES Msc. Ronald Lin Ching C.1 -Psicólogo Forense- RESUMEN Lo Psico-legal relevante es un material que permitirá contrarrestar el escepticismo de las Autoridades Judiciales, ofreciendo contenidos claves para el trabajo del Peritaje Psicológico Forense. Destacando la pertinencia y relevancia del rol Psicológico Forense, intentando traducir los aspectos vitales de la Psicología al Derecho y viceversa, para convencer con información útil al Proceso Penal. ABSTRAC The relevant Psycho-legal is a material that will allow counteract the skepticism of the judicial authorities, providing key content for Forensic Psychological Assessment work. Emphasizing the relevance and importance of forensic psychological role, trying to translate the vital aspects of psychology to law and vice versa, with useful information to convince the Criminal Process . Introducción. Si bien la Psicología y el Derecho, estudian en común el comportamiento humano desde sus objetos de estudio, ambas no se llevan también como quisiéramos, aunque son más los puntos de encuentro que las diferencias, muchas veces las limitaciones del aporte de la psicología especialmente la forense, no tiene la resonancia que deseáramos debido a problemas de intercomunicación o falta de un lenguaje común, que les permita un más fluido accionar en la difícil tarea de Administrar Justicia. Voy exponer en esta ocasión sobre tres aspectos claves: 1 Licenciado en Psicología de la Universidad de Costa Rica. Master en Psicología Forense y Master en Psicología Clínica de la UNIBE. Autor: Psicología Forense, de la Editorial UNED y otros Artículos en temas Psicológicos Forenses. Ha contribuido en Jurisprudencia en el tema de Daño Psicológico. Ha sido Docente de Múltiples Universidades en temas PsicoForenses. Labora para el Poder Judicial desde hace alrededor de 20 años. Consultor 3 1. La Evaluación Psicológica Forense. 2. Diferencias de la Actividad Psicológica Forense con otras Actividades. 3. Lo Psicolegal Relevante: Información Útil al Proceso Penal. -3.1 Lo Cognitivo (Capacidad de Culpabilidad y Otros) -3.2 La Personalidad (Patrones de Comportamiento, Voluntariedad, Actitudes, etc.) -3.3 Lo Resocializante (Reinserción Social y Modelos Evaluación de Riesgo). El primer y el segundo aspecto, para intentar ofrecer un paradigma adecuado que supere algunas distorsiones y el escepticismo con que a menudo se observa del trabajo pericial, y que al fin y al cabo son dos aspectos que deben tenerse muy claros para que el trabajo pericial sea relevante. La tercera incluye tres contenidos fundamentales en el análisis de la pericia y su contribución al proceso penal, esencia de lo psicolegal relevante. Introductoriamente puedo decir que hay una psicología propia del Derecho Penal, que está definida por la doctrina y la lógica jurídica, particularmente por la ¨teoría del delito¨ como se denomina técnicamente en el Derecho Penal pueden ampliar en el texto “Omisión Impropia” (Dall´Anese, F. & Colbs.; 2001)2. Principalmente en el esquema de análisis del Dolo y la Culpa en sus elementos cognitivo y volitivo, del clásico duo “querer” y “saber”, pero también otros contenidos propios de la Psicología que intentaré diferenciar. Algunas preguntas orientadoras que nos pueden esclarecer las competencias son las siguientes: El “qué” necesita el proceso penal, es de entera competencia jurídica. El “cómo” y “el alcance” de esta tarea es de estricta competencia psicológica. Aunque en premisa fundamental hay una autonomía técnica de cualquiera de las disciplinas mencionadas, se requiere cierta interlocución para potenciar la eficiencia del Sistema Penal. La psicología forense, ofrece muchos aspectos claves en ayuda a las Cortes, que no son un antojo de los psicólogos de nuestro medio, sino las prácticas documentadas en la literatura especializada, y la actividad pericial internacionalmente aceptada, y sobre todo porque así hemos sido convocados en las diversas normativas del Derecho Penal latinoamericano. Intentaremos “traducir” aspectos claves, para utilizar una metáfora en relación a dos idiomas diferentes el psicológico y el jurídico, y teniendo en cuenta que cómo en todo idioma hay palabras intraducibles o que al menos pierden cierta precisión. Quizá con la advertencia de que se requiere un conocimiento psicológico y un conocimiento jurídico básicos, con el objetivo no de cambiar opinión sino de formar opinión y desde luego abrir tema de discusión crítica en este tema del cual he encontrado poco. Debo advertir que muchos de los contenidos 2 Dall´Anese, F.; Fernández, R. & Gatgens, E. (2001). Omisión Impropia. San José: Editorial Jurídica Continental. Este material ofrece un pequeño resumen sobre la Teoría del Delito, muy recomendado para los psicólogos forenses, que quieran ampliar el tema. 4 que comentaré son temas impropios para un no abogado pero necesarios de comentar para el trabajo de la labor pericial y lo psicolegal relevante. 1. La Evaluación Psicológica Forense La Evaluación Psicológica es una actividad compleja que requiere una comprensión de los diversos instrumentos psicológicos, comportamientos, afectaciones y teorías de la personalidad y de cómo influyen estas en lo que se discute de manera relevante en las Cortes. En la actualidad la exigencia del conocimiento especializados de la materia forense para el manejo técnico, ético y legal de la información es una necesidad del derecho penal y la psicología moderna. La evaluación psicológica forense a diferencia de una evaluación psicológica clínica, es para nutrir de información al “foro” de discusión legal, de ahí el calificativo de forense; su fidelidad no es con la persona evaluada sino con los datos o hallazgos encontrados. Procura un modelo de búsqueda de información que evita privilegiar información sesgada, sino plantea muchas hipótesis y diagnósticos diferenciales a fin de escoger el mejor ajuste de los hallazgos, utiliza maneras estandarizadas de recopilar información, de forma que evita: cierres prematuros, privilegios hacia hipótesis únicas superando prejuicios confirmatorios del evaluador. Los forenses confirman o desconfirman sus hipótesis, a fin de poder elevar a conclusiones los hallazgos suficientes, que puedan fundamentarse, o diferencialmente distinguir como hipótesis los que poseen poco peso en sus hallazgos. Los instrumentos psicológicos deben tener estándares para contextos forenses y poder establecer comparaciones adecuadas entre la temática de la persona evaluada y los diversos grupos de temáticas que se estudian en las diversas necesidades psicolegales. Así que la información clínica en sentido de desajustes importantes para el funcionamiento global, no necesariamente puede ser tan importantes para las demandas judiciales. Por ejemplo si detectaamos un problema de depresión, no necesariamente tenga la misma relevancia en una evaluación de delitos de estafa que podría ser irrelevante, que en un intento suicida, que podría ser lo clave. Experiencias traumáticas en casos de víctimas de abuso sexual, pueden adquirir sentido si podemos asociar en tiempo y espacio a una conducta ilícita del ofensor; al contrario si existen estas experiencias antes del acto ilícito, podrían más bien descalificar la sintomatología que aportáramos para el delito discusión. Porque las afectaciones relevantes para un determinado caso desde la perspectiva forense son las relevantes a partir de lo pre-existente, lo actual y lo futuro a partir del delito. Por esta razón para efectos clínicos el funcionamiento global o el desajuste psicológico general a través del tiempo, en un determinado nivel de esquizofrenia puede adquirir gran relevancia en su salud mental, pero para lo forense, pero podría ser 5 irrelevante esta gravedad para establecer una inimputabilidad por ejemplo, si se demuestra una enfermedad controlada bajo tratamiento y que existió clara consciencia de ilicitud en el momento de los hechos. Similarmente un alcohólico no deja de ser alcohólico por dejar de tomar cinco días, aunque ande sobrio, pero para lo psicolegal en dado caso interesa si sus facultades estaban o no disminuidas en el momento de los hechos y no si era alcohólico o no, porque lo relevante es la facultades de su salud mental en el debido análisis de la capacidad de culpabilidad. Otras diferencias o variantes se explicarán más adelante en el apartado de análisis de la capacidad de culpabilidad. Así entonces la información ofrecida en lo forense, debe ser en función de lo Psicolegal Relevante, es decir información que contemple: 1. relevancia, 2. pertinencia y 3. legalidad. Muchas dimensiones psicológicas están siempre presentes en todos los casos, en general unas dimensiones contribuyen más o se explican mejor por unas que por otras, sin embargo no existen respuestas causales simples, razón por lo que se habla de factores y no de causas, lo cual implica por lo general un análisis más complejo con múltiples fuentes de información, sobretodo en ambientes forenses o contextos legales donde la verdad no es necesariamente el insumo más fácil de obtener. Sin embargo gran parte de las limitaciones, de la pericia psicológica es la voluntariedad del evaluado, o las fuentes colaterales para dar la información útil al proceso, por los derechos que los asisten o por las consecuencias que imaginan. Por esta razón, si bien hoy entendemos que por razones de honestidad científica, en muchos casos no podemos hablar de veracidad del discurso o de un relato, hoy hablamos de credibilidad o consistencia que no es sinónimo, sino garantía de los medios de prueba y la consistencia necesaria para elevar a conclusión según los hallazgos encontrados a través de los diversos métodos de exploración psicológica. Lo cual nos da necesariamente una idea del tiempo extendido de la evaluación según la complejidad del caso, y la instrumentación utilizada. Importancia del Análisis de Consistencia o Credibilidad en Contextos Forenses En contextos clínicos existen poca relevancia estos análisis, pero en contextos forenses, siempre se prefieren los instrumentos que valoren estilos de respuesta para analizar el peso de la información. En los evaluadores forenses siempre existen muchos instrumentos y herramientas para el análisis de la credibilidad, en casos críticos donde sea necesario profundizar más ampliamente, aunque siempre se contemplan estos aspectos en el análisis de la información. Análisis de Consistencia, Simulación/Disimulación, Falsas Memorias o bien Trastornos Facticios son temas muy frecuentes en los diagnósticos diferenciales que realizan los psicólogos forenses aunque no necesariamente se reflejen así en sus 6 informes. La veracidad NO es tema que puedan dilucidar los forenses. Así la consistencia no es sinónimo de veracidad, ni la inconsistencia sinónimo de mentira, no se establecen estas relaciones de manera mecánica o automática, en todo caso a veces podría ser contrario, pero en todo caso es a través de modelos más complejos, que se utilizan para quitar o dar peso a la información y no para establecer la verdad. Por esta razón para convencer, en las Cortes, que es la misión del peritaje, debe realizarse una Evaluación Psicológica, pertinente, relevante y competente para el contexto legal. Para esto voy ofrecer algunos conceptos básicos que mejoren la visión del derecho sobre el trabajo psicológico y que contribuya a disminuir el escepticismo jurídico sobre el peritaje psicológico. Mucho se debe a una visión simplista de la Evaluación Psicológica, a menudo asociada a un reduccionismo del trabajo como aplicación de Tests Psicológicos, a menudo vistos como preguntas antojadizas que llevan a conclusiones definitivas y peor aun subjetivas, todo esto con un claro desconocimiento del trabajo psicológico forense, del cual he sido testigo de muchos comentarios, que se observan en los Tribunales y en la literatura Jurídica que expresa estas inquietudes. Sin embargo la idea no es adoptar una posición defensiva sino formativa a fin de abrir tema de discusión, porque de estos criterios distorsionados, los primeros responsables somos los psicólogos, que no hemos invertido lo suficiente para educar en estos temas, y otros controversias al interno de la psicología, que opacan los verdaderos alcances de la psicología y sobretodo la psicología forense o judicial. A continuación ofrecemos algunos puntos fundamentales que deben incluirse en una adecuada Valoración Psicológica, advirtiendo que los recursos determinan un alcance, debido a los instrumentos disponibles, fuentes colaterales, voluntariedad, tiempos institucionales para las evaluaciones y desde luego la complejidad del caso y preguntas psicolegales requeridas. La Evaluación Psicológica Forense, implica conocimientos de psicología del desarrollo normal, psicopatología y de cómo algunos trastornos neurológicos influyen en el comportamiento. Conocimientos amplios sobre multiplicidad de instrumentos especializados a temas psicolegales relevantes, incluyendo los principios de la psicometría. Entendiendo que estos instrumentos producen tipos de información particulares según los diversos contextos y circunstancias, por lo que su información se interpreta en función de parámetros más específicos y poblaciones similares, para estimar en cuánto se desvían estas con respecto al promedio y que comportamientos o rasgos se asocian con estos resultados según la investigaciones científicas. Se utilizan los instrumentos según la fortalezas que presentan para los diversos casos o circunstancias de la evaluación o de los temas a evaluar. Existen pruebas de tamizaje para obtener apreciaciones más rápidas y se profundiza según sea las necesidades. No existen per sé o por sí mismos diagnósticos o criterios conclusivos sin la debida integración de los hallazgos y a través de múltiples fuentes y métodos psicológicos. 7 Esto implica, conocimientos y habilidades muy especializadas que trascienden la visión simplista de aplicación de tests psicológicos. El Concepto de Evaluación Psicológica G. Meyer y Otros (2001) 3Adaptación por R. Ching • Implica una amplia comprensión sofisticada de la personalidad, de la psicopatología de cómo ciertos trastornos neurológicos pueden influir en la cognición y en el comportamiento. • Conocimiento Psicométrico y de Investigación. Información sobre el uso adecuado de los Tests, Listas de Chequeo, Cuestionarios, Entrevistas, etc. Fundamentalmente la confiabilidad y validez de los instrumentos psicológicos, sus alcances y limitaciones. • Entendimiento de que cada método produce tipos de información cualitativamente diferente. • Conocimiento de las fortalezas y las limitaciones de cada método. • Entendimiento de que si la investigación empírica demuestra mayores o algunas explicaciones sobre ciertos comportamientos, no quiere decir que no hayan otras. Esto Implica Conocimientos y Habilidades Muy Especializadas Que Trascienden la Visión Simplista sobre La Psicología. 2. Diferencias de la Actividad Psicológica Forense y Otras Actividades. 2.1 Diferencia de Rol entre el Perito Oficial y el Perito de Parte Los Peritos Oficiales son los que deben ejercer un rol más neutral, y en general ejercen una labor profesional dedicada principalmente a la actividad psico-forense, porque en general en nuestro país son psicólogos de la Institución Judicial, sin embargo en otras latitudes son servicios privados que han sido certificados con estándares forenses y que contrata el Estado, para resolver las inquietudes de los Tribunales. Los Peritos No Oficiales o peritos de parte son 3 Meyer, G.J., Finn, S.E., Eyde, L.D., Kay, G.G., Moreland, K.L., Dies, R.R., Eisman, E.J., Kubiszyn, T.W. y Reed, G.M. (2001). Psychological testing and psychological assessment. A review of evidence and issues. American Psychologist, 56, 128 -165. 8 contratados o consultados por lo general por una de las partes (Fiscalía o Defensa), su misión ética responde más intereses privados y no como los peritos oficiales que responden a intereses públicos, son denominados en el Código Procesal Penal (CPP) como Consultores Técnicos, por lo tanto en general no asumen un rol neutral, sino en función de la parte que los contrata, su función principal según el CPP es nutrir el contradictorio, cuando se hayan encontrado diversidad de opiniones, argumentaciones insuficientes, contradictorias o dudosas; a fin de ampliar el panorama de la información psicológica útil al proceso penal. La importancia de los aportes no se encuentra en el papel que juega para el proceso, es decir no es más importante el oficial que el de parte, sino su importancia estriba en los argumentos fundamentados y pertinentes a lo psicolegal relevante para el proceso penal. Otros profesionales en psicología involucrados en el proceso penal , podrían contribuir como Testigos Técnicos, caso de los psicólogos en el rol clínico, que han visto a sus pacientes (víctimas o imputados) en procesos de recuperación terapéutica, los cuales podrían referir afectaciones en la fase de impacto y recuperaciones en la fase de tratamiento; informaciones también útiles al proceso. A diferencia de los dos anteriores –el oficial y el de parte- en función de una tarea judicial, para lo cual éticamente han advertidos sus evaluados y clientes: el testigo técnico, sino ha sido liberado del secreto profesional por sus clientes, en razón del origen de su intervención clínica, podrían abstenerse de declarar, como lo permite el Art. 206 del CPP. Artículo 213.- Peritaje “Podrá ordenarse un peritaje cuando, para descubrir o valorar un elemento de prueba, sea necesario poseer conocimientos especiales en alguna ciencia, arte o técnica.” Artículo 214.- Título habilitante “Los peritos deberán poseer título habilitante en la materia relativa al punto sobre el cual dictaminarán, siempre que la ciencia, el arte o la técnica estén reglamentadas. En caso contrario, deberá designarse a una persona de idoneidad manifiesta. No regirán las reglas de la prueba pericial para quien declare sobre hechos o circunstancias que conoció espontáneamente, aunque para informar utilice las aptitudes especiales que posee en una ciencia, arte o técnica. En este caso, regirán las reglas de la prueba testimonial.” Artículo 126.- Consultores técnicos “Si, por las particularidades del caso, el Ministerio Público o alguno de los intervinientes consideran necesaria la asistencia de un consultor en una ciencia, arte o 9 técnica, lo propondrán al Ministerio Público o al tribunal, el cual decidirá sobre su designación, según las reglas aplicables a los peritos, sin que por ello asuman tal carácter. Se agrega que otras figuras como los testimonios especiales, caso de psicólogos que han conocido de los hechos delictivos, a través del proceso terapéutico con sus pacientes (por ejemplo casos con eventos traumáticos violentos o agresiones sexuales), los cuales podrían sin limitación (una vez superado o liberado del secreto profesional, comentar en los Tribunales circunstancias o detalles de la actividad delictiva sufrida por su paciente”. 2.2 Diferencia de Rol entre el Psicólogo Clínico y el Psicólogo Forense. Entre la intervención psicológica desde una perspectiva clínica y la perspectiva forense hay una gran diferencia, en una se entrena para el tratamiento y generalmente con experiencias en hospitales de psiquiátricos y ambientes clínicos de consultorios; en otra con entrenamiento en contextos legales y otras fuerzas de la ley, con experiencias en instituciones, penitenciarias, policiales y judiciales. El hecho de que el individuo peritado esté frente a una situación determinada, por ejemplo una entrevista, se presente con signos manifiestos de ansiedad, no significa de por sí que esté ocultando o queriendo ocultar información, o que se manifieste ansioso porque sea responsable del hecho imputado. Hoy en día las pruebas de credibilidad, no consisten como en antaño, que se le ponía a comer arroz seco al imputado y como se presumía que la ansiedad no permite la salivación, este no podía tragarlo. Hoy ni siquiera contemplamos el análisis de la credibilidad como sinónimo de veracidad, aun cuando existan, polígrafos o detectores de mentiras, porque con honestidad científica debemos contemplar los márgenes de error. Así similarmente, la evolución de la psicología y las exigencias en su objeto de estudio, van evolucionando y por ende desarrollando especialización. Así como era ingenuo pensar que hay indicios de culpabilidad o no según reacciones de atragantamiento o no, con el método de arroz seco, es tan ingenuo hoy pensar que los imputados dicen toda la verdad en el proceso penal. Volviendo a las diferencias, entre lo clínico y lo forense, los contextos de atención son muy diferentes. En lo Clínico la fidelidad es con el cliente, en lo Forense la fidelidad es con el proceso penal. Las diferencias entre una especialidad y otra se vuelven cada vez más palpables, lo que antes podría ser poco significativo, hoy lo vemos como aspectos esenciales, en función de la pertinencia y relevancia de la información. Existen grandes significancias en temas que pueden ser claves para el proceso judicial. Si bien en la práctica de la psicología en los Tribunales, la formación clínica ofreció históricamente aportes más afines que la psicología laboral, o la psicología educativa, fueron al inicio más enfocados y pertinentes en el trabajo 10 terapéutico, por su inicial aporte en las cárceles. Hoy en día la psicología forense es una especialidad aplicada a los contextos jurídicos con estándares bastante reconocidos y discutidos por instituciones muy reconocidas a nivel mundial, sobretodo por el mismo hecho de ser temas forenses, la discusión a través de medios adversariales y la constante lucha por saber quien tiene la razón, ha provocado rápidos avances. No es lo mismo un especialista forense que requiere el escrutinio constante del desempeño de su trabajo, en un contradictorio que cuestiona su trabajo, que el especialista clínico, que le interesa la visión de mundo de su paciente. En lo forense interesa la credibilidad de la información, es más confrontativo, en lo clínico es usualmente una intervención más voluntaria y además en función de los intereses del cliente. Así que existen muchas diferencias, sustanciales. En lo clínico es un cliente, en lo forense es un caso, no sólo las fidelidades son diferentes, sino también las metodologías. Así por ejemplo los instrumentos en lo forense se entrena a los profesionales con más dedicación a realizar una revisión sistemática de los estilos de respuesta, consistencia, y consultas frecuentes sobre la validez o invalidez de la información. Las apreciaciones clínicas están soportadas con base a poblaciones que de buena fe buscan asistencia para mejorar sus padecimientos en la salud mental, las apreciaciones forenses, tienen comparaciones con grupos de personas en contextos legales, ambientes adversariales con referentes a tipos de violencias particulares, o de grupos criminales o antisociales, que poseen patrones particulares de respuestas, y desde luego contra grupos de control. Así los psicólogos forenses se entrenan en las Cortes, las Cárceles, y los Psicólogos Clínicos se entrenan en Centros de Salud Mental, como son los Hospitales, lo cual genera información y conocimientos diferentes para estas especialidades. En el cuadro de Melton & Colaboradores pueden observar algunas diferencias sustantivas, sobre el rol clínico y el rol forense. Muchos profesionales no especialistas en lo forense, han incorporado bien este rol producto de sus experiencias en el trabajo cotidiano de los Tribunales, y a través de la supervisión profesional. Sin embargo a través del tiempo, las exigencias en las Cortes, hacen que los forenses sean más atinados y enfocados en temas legales, y a veces no sólo esto sino que unos sean más enfocados más en temas específicos (penal, violencia doméstica, familia, abuso sexual, policial, penitenciario, etc.) Diferencias del Rol Clínico vrs Forense .Adaptado de: Melton & Colbs (1997)4 Dimensión Contexto Clínico Contexto Forense Cliente Eje 4 Es el Paciente El Psicodiagnóstico ajusta el Tratamiento a la Personalidad Es la Autoridad Judicial El Dictamen es determinado por Autoridad Judicial, para lo Psicolegal ( a veces puede ser para lo rehabilitante o tratamiento ) Melton, G. B., Petrila, J. Poytherss, N.G. y Slobogin. (1997). Psychological Evaluations For Courts. A Hanbook For Mental Health Professionals And Lawyers (segunda edición). New York: The Guilford Press. 11 Perspectiva del Evaluado Voluntariedad Amenazas a la Validez Es lo más importante, su visión de mundo Usualmente Voluntaria Se busca agenda común de acuerdo a sus necesidades Relación con Cliente Relación más empática. Información útil al tratamiento Ritmo y Contexto de la Evaluación El ritmo es más lento y los resultados pueden ser reconsiderados en el curso del tratamiento Interesa la Credibilidad de la información. Pedida por Autoridad Judicial Existe amenaza en su consentimiento o su intencionalidad, debido a la naturaleza coercitiva. Relación más adversarial y confrontativa. Información útil al Proceso Judicial El acceso al evaluado es limitado y los resultados son categóricos, debido a limitaciones de tiempo Cómo puede observarse en el cuadro resumen algunas diferencias pueden ser bastante significativas, pero también la pertinencia y la relevancia de la información psicológica, en función de las necesidades psicolegales. 2.3 Diferencia entre el Psicólogo y Otras disciplinas Afines. No en pocas ocasiones los operadores de justicia y desde luego los usuarios no le es claro el objeto de estudio de las diversas disciplinas, si bien se debe a que en algunos aspectos se solapan sus funciones, en esencia son diferentes disciplinas, por lo contrario sería una duplicidad de funciones, por lo general aportan información complementaria, pero en buena teoría si participan juntas, no deberían ofrecer misma información, si su objeto de estudio es diferente. En algunos peritajes lo relevante para las autoridades puede ser lo cognitivo, bien sea para definir capacidad de culpabilidad o definir posibilidades resocializantes educativas, en un caso de trastorno mental podría ser que el psicólogo y el psiquiatra sean los pertinentes, pero en un caso de epilepsia el neurólogo sea mejor que el psiquiatra y psiquiatra mejor que el psicólogo. Pero en un caso de retardo mental o de alguna limitación en la eficiencia cognitiva, sea más relevante el psicólogo, que cualquiera de los otros dos profesionales citados anteriormente, o bien en personalidades antisociales donde los desajustes no son clásicamente de síndromes clínicos, sino de trastornos en los patrones de personalidad, es decir son los psicólogos los que poseen mayores precisiones en sus métodos de evaluación, sobretodo porque son desajustes que son “patológicos” -en función problemas sociales que producen-, pero no disculpados debido a que poseen conciencia de ilicitud. Muchas veces pensamos que jueces expertos tienen esa claridad pero en la realidad esto no es tan claro, por ejemplo se tienen ideas erróneas, que los psicólogos poseen menos 12 instrumentación para evaluar y ofrecer información útil al proceso para definir imputabilidad, cuando en la práctica internacional y en la instrumentación y metodología ha habido muchísima más formación e información técnico científica en el entrenamiento de los psicólogos que de otras disciplinas, que valoran estos aspectos. Como mencionaremos no es que unos sean superiores otros, No. El asunto está en las competencias profesionales relevantes para medir los déficits o deterioros y lo que en dado caso sea psicolegal relevante. La Psicología observa aspectos y su recolección de hallazgos es de manera muy diferente a otras disciplinas, como la Psiquiatría, y el Trabajo Social, los cuales no sólo podrían sino que deberían tener dimensiones distintas de las misma problemática, sobre todo porque si bien todas hacen apreciaciones sobre el comportamiento humano desviado, su objeto de estudio es muy diferente. En algún momento los argumentos explicativos o los hallazgos, pueden explicar mejor una problemática desde una disciplina que en otra y en dado caso hasta podrían ser contradictorias, pero no por esto significa que alguna disciplina descalifique a la otra o que una esté equivocada y otra no. Esto más bien deba ser la riqueza de la variedad explicativa de cada perspectiva profesional de lo contrario sería pérdida de recursos por duplicidad o pérdida de riqueza en el contradictorio, aspectos que se han querido reforzar en este nuevo Código Procesal Penal para efectos de tener un mejor y más amplio panorama. Si las diversas disciplinas concuerdan en evaluaciones separadas sobre la misma o parecida explicación etiológica de un problema delictivo por citar un ejemplo, las autoridades judiciales tendrían más certeza, por ejemplo para efectos de las alternativas resocializantes o algún proceso de Ejecución de la Pena, pero sino concuerdan los argumentos, tendrán que debatir y sopesar los diversos hallazgos para determinar; valga la redundancia, el peso de la dimensión influyente en relación a lo pertinente para lo psicolegal relevante. La pertinencia y la relevancia, está en la solidez de la argumentación que presente cada disciplina y en cada caso particular, según lo estimado. En algún caso particular la condición de inimputabilidad, de un caso determinado por ejemplo un episodio epiléptico, tendría mayor argumentación el neurólogo o el psiquiatra que el psicólogo. En este ejemplo el peso de los hallazgos podría estar en evidencias como el electroencefalograma (EEG) o una tomografía axial computarizada (TAC), pero en la mayoría de los asuntos provienen de personalidades antisociales o disociales como sería un caso de un joven que no ha tenido escolarización y historia de deambulación por las calles, lo que interesa es conocer si sus facultades de desempeño cognitivo y su coeficiente intelectual (CI), a falta de parámetros obvios por falta de escolaridad, deba conocerse su nivel de conciencia de ilicitud. En esta condición de medición de variables cognitivas, con mayor precisión no existe TAC, ni Resonancia Magnética Nuclear (RMN), que supere el verdadero desempeño cognitivo, sino es a través de una Batería Psicológica especializada como el WAIS o WOODCOCK-MUÑOZ, algunas compuestas hasta de más de 30 métodos de evaluación, con estudios de Confiabilidad y Validez, que son 13 estándares científicos, que poseen métodos de verificación, y en esto el experto que lo mide es el psicólogo. En otro ejemplo podríamos decir que el ajuste social en un caso, de reinserción en casos de Ejecución de la Pena, podría ser que una vez superado, el análisis del potencial individual, lo que pueda ser determinante es el grupo social y las redes de apoyo, condiciones que podría constatar mejor un Trabajador Social en su investigación de campo, que el Psiquiatra o el Psicólogo, quienes además de evitar duplicidad de información colateral dejan esta información de su comunidad y otras referencias de su contexto, a disciplinas que están más entrenadas para ello. Estas posibles confusiones las poseen las autoridades judiciales, y hasta los mismos técnicos, debido a que poseen ideas de modelos explicativos muy simplistas, donde no existen modelos que indiquen sus competencias y que expliquen cómo esos déficits o deterioros (psicológicos, sociales o neuroquímicos) influyen en su comportamiento desviado, o la precisión de estos deterioros o bien como este desajuste provoca o contribuye en el comportamiento delictivo. Por ejemplo se realiza una simple descripción de posibles factores de riesgo que con pocos conocimientos básicos podrían interpretarse, es decir argumentos difusos o pobres en su objeto de estudio que sin una clara competencia de la disciplina que está evaluando los déficits, son aspectos que confunden a las autoridades. Razón por la que algunas veces no entienden la diferencia entre una disciplina y otra. Esta falta de especificidad, diluye la precisión explicativa de lo psicolegal relevante y no permite vincular el hallazgo encontrado y su contribución a la problemática evaluada. En las diversas disciplinas, opiniones cualquiera puede ofrecer; precisión clínica, no. Esto es un asunto de “instrumentación confiable” para efectos de ubicar posibles escalas aceptadas científicamente para medir estos ajustes o desajustes. En otras palabras como popularmente se dice en Dios confiamos y los demás presentan datos. No es sólo un asunto de formación, sino de “medios de prueba”. Porque un psicólogo diga que alguien tiene un Retardo Mental, -sin un instrumento que lo mida-, no por eso su información tiene mayor peso que una maestra o educadora del alumno, que tal vez quien lleva años conociendo su desempeño y comparándolo con respecto de otros alumnos. Diferente es el psicólogo que utilizó métodos de evaluación, que le permiten comparar sistemáticamente a través métodos confiables, que controlan sus errores o sesgos y estableciendo comparaciones con grupos de su edad y de su escolaridad. En este caso la medición sistemática de precisión aporta más información y más objetiva. Similarmente porque un psiquiatra diga que una persona padece de esquizofrenia y esta patología tenga que ver más con un desajuste neurofisiológico, no por eso posee mayor peso el diagnóstico que del psicólogo. Sino por los posibles hallazgos que ambos hayan presentado. Tiene más peso el que mayor exploración, mayor hallazgos y mejor instrumentación, muestre, 14 deben preguntarse las autoridades sobre la confiabilidad y validez de sus métodos, como reiteradamente hemos mencionado. Cuando un informe refiere “desintegración familiar” es distinto para una disciplina y para otra y esto confunde a las autoridades judiciales, en tanto no dice cómo afecta lo legal relevante. Por ejemplo la desintegración familiar en Trabajo Social podría hacer más referencia a la no convivencia de las figuras paterno o materno en el mismo espacio familiar, pero en lo psicológico la cercanía física, no necesariamente es sinónimo de vínculo significativo y menos de vínculo adecuado, porque muchas veces después de un divorcio, padres comprometidos poseen mejor y más sano vínculo con sus hijos después de la separación; o la versión contraria: padres que ya no son pareja pero que conviven en cuartos separados bajo el mismo techo. Son ejemplos de que un objeto de estudio es diferente que el otro y así que pueden diferir o complementarse, sin necesariamente ser contradictorio. Desdichadamente, por falta de lenguaje adecuado de los técnicos, muchas veces se interpreta indiscriminadamente como sinónimo “sociopatía” o “psicopatía”, aunque sea un poco obvio algunas diferencias para la cotidianidad de los expertos, muchas veces confunden a los jueces expertos. La falta de peritajes específicos claros nos les permite la diferenciación. El Sociópata, que aparte de ser un concepto más en desuso desde los 60´s, en la literatura especializada, hace más referencia al problema del entorno social del individuo. La psicopatía, hace más referencia a un problema de dimensión psicológica, como se puede extraer de su raíz etimológica de la palabra. Otras de las pérdidas de precisión y análisis sin competencias, hacen que los técnicos se manejen en la superficialidad de los hallazgos, porque cualquiera puede decir cualquier cosa, pero sin fundamentar este hallazgo. Describimos en informes un evaluado referido por agresiones en el contexto de Violencia Doméstica, y se explica sus patrones de socialización de masculinidad tradicional machista, donde para un modelo sociológico esta podría tener una importante contribución a la explicación de sus agresiones domésticas, pero por ejemplo si ampliamos modelos más psicológicos, podría ser que muchos casos este modelo explicativo de socialización machista no sea suficiente, porque de hecho todos los hombres somos socializados en una cultura patriarcal, pero cómo explicamos que unos son ofensores violentos y la mayoría no lo son?. Es ahí donde aunque muchas veces se traslapan los contenidos del “sujeto de estudio”, es importante que el análisis de las dimensiones sean distintas. Debe llamarse la atención a las autoridades judiciales como, se han quedado con impresiones muy simplistas, sobre el contenidos de las disciplinas y lejos de cada vez más tengamos conocimientos de la pertinencia y competencia de cada disciplina, se ha tratado de simplificar su conocimiento y asumir ciertas decisiones con una ligereza en el análisis para evitarse complicaciones, mismas situaciones que se han observado en el ámbito administrativo, del Poder Judicial, donde no se tiene claridad entre las competencias de un psicólogo forense y un 15 psicólogo clínico. Se han escuchado criterios de que es más útil un clínico que un forense en ámbitos forenses. Eso era lógico en ausencia de especialistas, por que al menos un especialista en algo era mejor que en nada, pero no para la actualidad donde existe diversas especialidades, y menos aun cuando el argumento es que en nuestro medio esto no aplica por ser países subdesarrollados. Señores para eso la academia establece formaciones diferentes y funciones diferentes, y aunque suene burdo, hay apreciaciones aun hoy en día, que realmente preocupan, cuando escuchamos posiciones de que es mejor un clínico que un forense en un ámbito forense, es como decir que es mejor un Cardiólogo en el Hospital de la Mujer, que un Ginecólogo. Así como existen diferencias sustantivas entre las mismas carreras, más las hay entre las disciplinas. 2.4 Particularidades y Determinantes Jurídicos de la Pericia Psicológica, con respecto de otras Actividades Periciales. Todas las pericias poseen su particularidad, pero muy en claro las diferencias de una pericia psicológica, con respecto a la mayoría de las pericias: sean físicas como trayectorias de balas, dactiloscópicas, médicas como análisis de sangre, toxicológicas, biológicas como elementos pilosos, de ingeniería en accidentes de tránsito, las documentales como análisis de firmas, las químicas, drogas, etc. Son todas estas, actividades que por lo general son sobre Objetos de Prueba, a diferencias de las actividades periciales psicológicas o aquellas que requieren participación activa de la persona, es decir que se realizan sobre Sujetos de Prueba, en las que se requiere una clara advertencia de su Derecho de Abstención y explícitamente se documenta que media la voluntariedad. Es decir actividades que para el imputado están exentas de obligatoriedad, contrario a obtener un cabello o una muestra de sangre, que requiere de informar a la persona pero son de carácter obligatorio; a menos que sean procedimientos que requieran participación activa del imputado o la víctima, como por ejemplo obtener prueba de semen, o realizar análisis vaginal. En las pericias psicológicas a menudo son consentimientos explícitamente documentados, en los que casi se les advierte de las consecuencias de su participación y de la posible elección voluntaria para realizarlas. Este tema nos remite como señala Dall´anese (2001) a la legalidad y al soporte ideológico del proceso penal liberal en un Estado Constitucional de Derechos, en el cual las pericias psicológicas y en algunos casos las médicas adquieren una especial condicionante en el sentido de que el perito debe proteger las garantías constitucionales y jurídicas previstas en las Leyes, con miras a evitar el poder estatal y la arbitrariedad. 16 No en vano de las primeras protecciones y garantías consagradas en la Constitución, que particularmente debe contemplar el perito; es la advertencia del Derecho de Abstención, este es irrenunciable e implica informarle al imputado sobre las consecuencias jurídicas de su participación. Distinto el Consentimiento Informado, supone enterar a la persona acerca de las consecuencias de la intervención médica o biológica forense (por ejemplo sacarle sangre a través de una aguja, informarle de la situación de extracción de cabello, etc.). El primero aplica cuando hay participación activa “hacer” y el segundo cuando la participación es pasiva “estar”, como puede apreciarse en el cuadro siguiente. Advertencia del Derecho de Abstención Forma de intervención Verbo relacionado Carácter de la participación Advertencia sobre el derecho de abstención Objeto de prueba Pasiva Estar (tomar un cabello) Obligatoria No Sujeto de prueba Activa Hacer (hablar de sí mismo) Voluntaria Sí Tomado de Dall´anese, F. ( 2001)5 Art. 36 Constitución Política (C.R.) “En materia penal nadie esta obligado a declarar contra sí mismo, ni contra su cónyuge, ascendientes, descendientes o parientes colaterales hasta el tercer grado inclusive de consanguinidad o afinidad.” Es de importancia anotar que además del derecho de abstención, deben contemplar algunos principios deontológicos o éticos del rol pericial, no sólo por la difícil tarea por cumplir con el debido equilibrio que debe presentar el profesional en psicología, promoviendo la verdad pertinente y relevante para el proceso, – lo psicolegal-, sino también por la obligada protección de garantías explícitas para el evaluado y que hemos descrito como meta también encargada al peritaje. Rescatando el espíritu de la protección Constitucional, fundamentalmente queremos destacar que en la vivencia real, en materia de imputados sobretodo de adolescentes detectados por el Dall´Anese, Francisco. Resumen de la Conferencia “Pericia Médica y el Derecho de Abstención. (Complejo de Ciencias Forenses. Heredia Costa Rica. Realizada el 11 de Julio del 2002). Juez del Tribunal de Casación, consultor internacional y reconocido Jurista, Ex Fiscal General de la República. 5 17 sistema, se presenta un importante porcentaje de jóvenes que cómo dicen en la jerga de los Centros Penitenciarios no conoce el “ácido de la cárcel”, y que además en la práctica pericial demuestran grandes carencias y profundas necesidades de atención y omnipotencia, por lo que en término de pocos minutos olvidan los presupuestos de las advertencias, como señalan autores como Thomas Grisso (19986) muchos jóvenes debido a sus dificultades no comprenden este tipo de derechos. Por esta razón en significativas ocasiones el cumplir con lo legal se vuelve fácil pero proteger el fin del derecho de abstención adquiere limitaciones a pesar de las advertencias. Estas diferencias claves de objeto y sujeto de prueba, del peritaje psicológico forense con respecto a otras pericias, son de esencial y elemental conocimiento sobre las limitaciones que representa la actividad psicológica. Donde la verdad no es a toda costa, porque los medios de prueba tienen sus limitaciones. Es decir en puridad conceptual no son elementos de prueba en el sentido estricto, porque no son “objetos de prueba” sino elementos que se obtienen de “sujetos de prueba” de dónde muchas veces ofrecen datos útiles al proceso penal pero no de una manera directa. Si bien en muchos casos puedan ser esenciales para el proceso, la actividad psicológica forense, es más de verdad formal que de verdad material. Por esta razón la contribución del Peritaje Psicológico debe entenderse desde una perspectiva eminentemente factual (concreta en algunos casos y abstracta en otros7) pero en función de colaborar en la configuración del panorama general que posee la autoridad judicial, ofreciendo una serie de hallazgos que pueden ser vitales en algunos casos y poco relevantes en otros. De nuevo advirtiendo que la actividad psicológica entre otras diferencias que se establecerán a través de este apartado, su trabajo no es de verdad material (no sobre la versión de los hechos que de por sí son limitados y excluidos en el informe pericial) sino principalmente de verdad formal (congruencia y consistencia de los hallazgos en la integración de múltiples métodos y múltiples fuentes colaterales). La incorporación de los criterios del perito, hallazgos encontrados con sus herramientas medios de prueba- tales como: las entrevistas psicológicas, las fuentes colaterales, y los tests, revisión de expedientes (que son algunos de los instrumentos psicológicos que permiten 6 7 Grisso , Thomas. (1998). Forensic Evaluation o Juveniles. Florida. Professional Resource Press. Es concreta en el caso de una valoración retrospectiva sobre condiciones de obnubilación de conciencia sobre el propio día de la comisión de los hechos, y referido a la conciencia de ilicitud en ese día y caso específico. Distinto es, por. Ej. a causa de extremo consumo de drogas, o por estado de emoción violenta, informar sobre el coeficiente de inteligencia en abstracto, en los casos donde se determina la capacidad general del conocimiento del carácter ilícito de la persona, (no referida al momento del hecho, sino en general), o bien indicar las posibilidades de reinserción académica por los recursos cognitivos que presenta, es abstracto. Diferente decir su capacidad para incluir en determinado nivel de la secundaria en un específico Centro Educativo, que sería más en lo concreto. 18 construir hipótesis con estándares de confiabilidad y validez8), son elementos fundamentales que ofrecen información psicolegal al proceso, y que previa valoración del juez pueden aportar uno o varios elementos probatorios, datos útiles y relevantes para la formación del conocimiento en el proceso legal. Debe indicarse que estos medios de prueba pueden ser legales (ej. valoración psicológica, previa indicación de su derecho de abstención, de explicación de la finalidad de la evaluación, utilización de instrumentos adecuados a la edad, comprensión del evaluado, etc.) o ilegales (ej. valoración psicológica antes de haber sido admitida la procedencia de la acusación, coacción, engaño, utilización de instrumentos no confiables, etc.). Por lo que los peritos afinan sus herramientas a fin de no contravenir disposiciones legales, que además como observamos en este apartado no son pocas las limitaciones, para la difícil tarea encargada al perito. Actividad Probatoria Tomado de F. Dall´anese (2001)9 Etapas 1 2 Objeto de la Actividad Resultado Legal Puede ser valorado Ilegal Se excluye Datos útiles Contribuye a formar el conocimiento. Datos inútiles No contribuye a Formar el conocimiento Incorporación de la prueba Medio de prueba Valoración de la prueba Elementos probatorios Retomando lo anterior diríamos, referente a la psicología forense, el ámbito debe ser técnico con aplicación a la utilidad jurídica y –muy particularmente- no como en la mayoría de las otras pericias que intervienen desde la perspectiva pasiva (objeto de prueba), sino con una Confiabilidad y Validez son dos conceptos técnicos que poseen su sustento en la estadística y la psicometría un tema muy necesario para entender el alcance de la investigación empírica, además razón de un espacio mayor en otro documento, sobre todo por las inquietudes válidas que han surgido en el medio jurídico y que vendrían beneficiar a la ciencia psicológica, sobre todo en un contexto de las ciencias sociales en que se adolece de estos dos conceptos. Se Recomienda la siguiente bibliografía Anastasi, Anne. (1998). Los Tests Psicológicos. España. Editorial Universitario. 9 Dall´Anese, Francisco. Resumen de la Conferencia “Pericia Médica y el Derecho de Abstención. (Complejo de Ciencias Forenses. Heredia Costa Rica. Realizada el 11 de Julio del 2002). 8 19 particular intervención activa (sujeto de prueba)10, que conlleva al análisis de los alcances y limitaciones de la misma, en el tanto media voluntariedad. Además de lo anterior con una difícil condición para la pertinencia y legalidad de las pericias psicológicas en tanto debe contemplarse ese difícil equilibrio de poder conciliar dos metas procesales contrarias: 1. La búsqueda de la verdad y 2. El respeto a sus garantías, punto de equilibrio del cual se evade en la literatura especializada, dado que existe poco o nada escrito en este sentido debido a las dificultades de conciliar estas dos metas. Un punto clave, que pone aun más de manifiesto la dificultad en el debido equilibrio el cual se torna más confuso aún, si se incorporan las figuras de los consultores técnicos externos11 o peritos de parte, que enriquecen con conocimiento al proceso (ver Art. 126 CPP)-, pero que desdibujan el equilibrio (si no existe su homólogo en la contraparte) como ya me he referido en otros foros. Dos Metas Procesales Difíciles de Equilibrar pero Necesarias para el Proceso Penal F. Muñoz Conde12 (2000) 1.- La misión de buscar la verdad con respecto al delito y sus circunstancias, con miras a la protección de bienes jurídicos y no sólo a la protección de posibles inocentes. 2.- La misión de respetar en esa difícil tarea determinados principios y garantías del imputado, que se han convertido en el moderno Estado de Derecho, en las garantías fundamentales del acusado. Es decir supone efectivamente un límite a la búsqueda de la verdad ya que obviamente ya no podría ser una verdad a toda costa. 10 Se advierte de las particularidades de la Pericia Psicológica por ser la persona misma Sujeto de Prueba y no como en otras pericias en las se valora objetos de prueba: elementos pilosos, trayectoria de una bala, sangre, químicos, documentos, etc. Por los principios de dignidad de la persona humana se permite la posibilidad de abstención del imputado, la cual se le anuncia como se señala Art. 205. CCP. 11 Los Consultores Técnicos, son peritos privados que pueden contratar las partes, -al igual que en la querella pública-; forman parte del contradictorio, que se presenta como posibilidad de cuestionamiento a las pericias oficiales, pero desde luego, referida a las dificultades de desequilibrio económico que en la realidad se presenta. No sólo por las diferencias entre uno y otro proceso sino por las diferencias que se podrían dar dentro de un mismo proceso, donde sólo la Defensa puede contratarlo o sólo la Fiscalía. 12 Muñoz Conde, Francisco. (2000). Búsqueda de la Verdad en el Proceso Penal. Buenos Aires, Argentina. Edit. Hammurabi S.R.L. 20 En este punto creo haber abarcado las diferencias fundamentales, que desde lo jurídico moldean y enfocan la labor psicológica, para convertirla en experiencia pericial más oportuna y pertinente, que con los 3 contenidos del siguiente apartado, ofrezco una plataforma básica fundamental que oriente el trabajo pericial de manera relevante. 3. Lo Psicolegal Relevante: Información Util del Peritaje Psicológico al Proceso Penal. El Perito en Psicología del área Penal debe plasmar en el Informe Psicológico Forense, datos útiles al proceso con los siguientes contenidos, los que para efectos de lo didáctico estipularemos en apartados separados por razones de lógica, comprensión y claridad, pero que en la práctica no necesariamente se redactan en esa configuración, en el entendido de que muchas veces adquieren mayor sentido cuando se integran a otras informaciones del caso en particular. En anterior apartado hemos contemplado estos aspectos con menos profundidad pero ampliaremos en este sentido para que los que ejerzan un rol psicológico forense, conozcan lo que necesitan las autoridades jurídicas, y viceversa, las autoridades jurídicas conozcan lo que la psicología puede aportar al proceso penal. 21 LO PSICOLEGAL RELEVANTE EN MATERIA PENAL La Psicologia Aplicada al Foro Legal - LO PISCOLOGICO FORENSE EN MATERIA PENALEVALUACION PSICOLOGICA APLICADA AL FORO LEGAL: LO COGNITIVO LA PERSONALIDAD LO RESOCIALIZANTE CONTRIBUCION AL ANALISIS JURIDICO PARA: -CAPACIDAD DE CULPABILIDAD. (Lo Cognitivo, Conocimiento de la Ilicitud). -Recursos Cognitivos para la Reinserción Social. Lo Cognitivo se retoman adelante RESOCIALIZANTE. en LO -MODO DE FIJACION DE LA PENA. (Indicios sobre la Voluntariedad) -Congruencia o incongruencia de la personalidad con determinada conducta delictiva. -Compatibilidad o incompatiblidad con el análisis de riesgo de violencia. Viabilidad o no de sanciones no privativas de libertad. -Congruencia o incongruencia con patrones de desajuste psicológico y lo relativo a su capacidad de culpabilidad. Exigibilidad. -VALORACION DE SANCIONES ALTERNATIVAS NO PRIVATIVAS DE LIBERTAD ó CASO CONTRARIO LA PRIVACION DE LIBERTAD. -Capacidad personal y viabilidad para acogerse a medidas desjudicializantes o resocializantes. Viabilidad de Reinserción Social vrs Evaluación de Riesgos de Violencia y la necesidad de contención, ambas en función de su personalidad y el contexto psicosocial. -Información útil para Procesos de Ejecución de la Pena. 22 3.1 LO COGNITIVO Referencias donde ha sido convocado el peritaje psicológico. Código Procesal Penal ARTICULO 87.- Examen mental obligatorio “El imputado será sometido a un examen psiquiátrico o psicológico cuando: a) Se le atribuya la comisión de delitos de carácter sexual contra menores de edad o agresiones domésticas. b) Se trate de una persona mayor de setenta años de edad. c) Prima facie, se pueda estimar que, en caso de condena, se le impondrá pena superior a quince años de prisión. d) El tribunal considere que es indispensable para establecer la capacidad de culpabilidad en el hecho.” (el subrayado es nuestro). Lo Cognitivo en el Análisis de la Capacidad de Culpabilidad13: En ella se incluyen las aptitudes o capacidades superiores con que el sujeto cuenta para incorporar la información que el medio emite; por ejemplo, todos los procesos sensoperceptivos (en el sentido de la construcción del conocimiento) y la capacidad intelectual del sujeto o capacidades de análisis de la realidad circundante, todos estos elementos hacen más referencia al “saber” (lo cognitivo) que al “querer” (lo volitivo), del clásico dúo en análisis de la culpabilidad en el derecho penal. Si bien como he advertido esto contenido de abogados, los psicólogos contribuimos de manera clave en aspectos indirectos muy psicológicos asociados a estos temas. Lo Cognitivo: interesa la capacidad de comprender el carácter ilícito de lo que se hace, y Lo Volitivo, interesa la capacidad de determinarse de acuerdo con esa comprensión. Esta evaluación de las aptitudes o capacidades “cognitivas”, en abstracto o en concreto, determinan uno de los mayores aportes de la psicología al derecho: la conciencia de ejecución del acto. Este rubro estipula la conciencia del carácter ilícito del individuo y por ende conciencia de las consecuencias de su conducta, lo que jurídicamente se conoce como capacidad de culpabilidad. En general la actividad psicológica ayuda a la autoridad judicial ha formar conocimiento o establecer información para determinar imputabilidad o inimputabilidad. En contextos de adultos a diferencia de la legislación penal juvenil en C.R. en la que por vacíos de 13 El análisis de lo cognitivo, no sólo incluye el análisis de capacidad de culpabilidad, muchos otros temas, he excluido por razones didácticas y de espacio, como la capacidad para ir a juicio, o la idoneidad para testificar, que puede ser tanto para imputados como para víctimas. 23 la Ley14 no hay términos medios -sólo se determina imputabilidad o inimputabilidad, esta tercera alternativa: la semi-imputabilidad, no fue prevista en nuestra legislación, por lo que no habría consecuencia penal. Incluyendo este tercer concepto, habría entonces dos condiciones después de la imputabilidad: las que atenúan la capacidad de culpabilidad (la semi imputabilidad) y las que absuelven de responsabilidad (la inimputabilidad), estas últimas se deben a la determinación de hallazgos psicológicos en sus capacidades cognitivas superiores o de sus niveles de inteligencia, que permiten concluir “deficiencias o deterioros” cognitivos significativos para lo legal: 1). debido a importante nivel de retardo mental o 2). debido a trastornos del pensamiento (a causa de enfermedad mental grave), ambas con necesaria alteración de conciencia en el momento de los hechos. Particularmente en Penal Juvenil, hacemos énfasis en que la imputabilidad disminuida – adquiere mayor cuidado- en los umbrales de determinación categórica que vierte el psicólogo en sus conclusiones, desde luego bajo los principios básicos de la evaluación psicológica moderna, es decir después de un análisis 1. nomotético15 o paramétrico (comparación de su nivel de inteligencia con grupos normativos, de su edad o de su escolaridad) y 2. de lo ideográfico16 o idiosincrático análisis particular y concreto en el sentido de su desempeño actual, sus particularidades personales y el tipo de delito y la exigencias cognitivas, que han requerido sus acciones, siendo diferentes los análisis que en el aspecto nomotético porque no sólo es en función del déficit sino el déficit en función de qué exigibilidad o para qué acción requerida. Un caso con un ¨CI limítrofe bajo¨ donde se involucró su participación en el cambio bancario de un cheque robado (debiendo anticipar que el mismo era robado) podría no ser tan clara su imputabilidad, por las dificultades para anticipar cierta conciencia de ilicitud, pero 14 Por vacíos de la Ley, algunas condiciones de afectación de su imputabilidad, debe ser absuelto. Invitamos a revisar jurisprudencia en Resolución 2002-0579. Tribunal de Casación Penal. Costa Rica. 15 Nomotético: referido a normas y generalidades, que en psicología por ejemplo el resultado de un test psicométrico, es una comparación o una referencia métrica, con respecto a otros, un determinado caso de comportamiento criminal por ej., cómo se compara con respecto a grupos de homicidas en las cárceles, o de personas que tienen dificultades en sus inhibidores de la impulsividad producto de un trastorno psicológico, o bien de personas normales y pacíficas, y así tener un parámetro comparativo y establecer generalizaciones. 16 Ideográfico: en contra posición a lo nomotético que busca leyes generales, lo ideográfico está referido al campo de la investigación científica en ciencias no naturales (psicología, derecho, sociología, etc.) que busca comprensión de particularidades individuales que no responden a generalizaciones. Por ejemplo como circunstancias específicas, no responden similar a mismas situaciones, ejemplo una persona en un entorno social marginal y antisocial, con una familia con antecedentes criminales, pueda ser una persona totalmente distinta, siendo más bien una persona sensible, comprometida y luchadora. O bien una persona sin escolarización obtiene C.I. muy bajo, por razones de retraso cultural, y falta de roce en temas específicos, pero que su desempeño cotidiano y social tiene un adecuado ajuste, porque su problema no es de potencial sino de falta de roce con ciertas experiencias de la exigencia social, habiendo inconsistencia entre su puntaje y el reflejo de desempeño y su ajuste social general. También lo ideográfico puede incluir un análisis comparativo de propia situación particular, podría ser que un joven tenga para su edad una baja escolarización, en relación a otros, pero que en relación a su pasado ahora ha hecho importantes y significativos esfuerzos para mejorar, por lo que nomotéticamente o paramétricamente su CI es peor que sus iguales, pero longitudinalmente en su historia particular lo idiosincrático ha mejorado muchísimo. 24 distinto sería un caso del mismo CI, en un robo con violencia, donde le robó un teléfono celular produciendo múltiples lesiones. En estos casos de posible semi-imputabilidad o imputabilidad disminuida, debe tenerse particular cuidado, primero porque los análisis y las decisiones no son tan mecánicas como pareciera interpretar algunas personas, debido a que está en juego multiplicidad de variables, y particularmente en materia Penal Juvenil en C.R. debe tenerse especial precaución en tanto a falta de medidas de seguridad, el imputado debe ser absuelto como se indica en la Jurisprudencia. (Resolución Tribunal de Casación. Costa Rica 2002-0579). En el análisis del contenido de lo cognitivo, si bien clásicamente lo central es la conciencia de ilicitud, también ofrece información sobre la capacidad para entender el proceso, su derecho de abstención y su capacidad para defenderse, lo que en buena parte se describe en la literatura norteamericana como los “miranda right”, particularmente citados en casos de imputados juveniles. (Pueden buscar autores especialistas como Thomas Grisso). En otro contexto de contribución lo cognitivo nos ayuda a ofrecer información sobre las capacidades o limitaciones de inserción académica y/o laboral, aspectos claves en el tema de adolescentes donde por razones de edad, y personalidad todavía moldeable, se considera con mayor detenimiento, aspecto que retomaremos en el cuarto determinante, lo resocializante. Resumiendo, lo cognitivo permite procesar la información para la toma de decisiones y manejar el mundo que nos rodea. Desde el punto de vista jurídico lo que interesa es valorar “la capacidad” de conocer, interpretar y tener la conciencia del carácter ilícito, o bien en caso contrario interesa los “deterioros o déficits” cognitivos y cómo podrían estos impedir esta facultad de conciencia de carácter ilícito. A menudo este ejercicio de análisis, se realiza en abstracto en el momento presente de la evaluación forense, es decir sin entrar a valorar situaciones concretas, de las que muchas veces las diferencias entre las condiciones del evaluado en el tiempo en que realizó la evaluación y las condiciones en que cometió el hecho denunciado guardan claras diferencias. Lo anterior por evolución de una patología o por recuperación de la misma; por lo que sólo un estudio de campo a familiares, vecinos, compañeros u otros testigos claves, o datos obtenidos por los cuerpos policiales, pueden referirse a las condiciones del imputado al momento de los hechos; condiciones que por limitaciones de tiempo, y otras; en raras ocasiones se realiza. Es decir existen limitaciones para que la pericia pueda inferir aspectos para lo concreto, debido a que no existen suficientes hallazgos psicológicos, policiales y testimoniales útiles para reconstruir las condiciones psicológicas, del imputado en el momento de los hechos. Estas sean principalmente las posibles razones por las cuales la práctica cotidiana de las pericias, se haya elegido un análisis más general, pero no significa que sea lo correcto en todos los casos, porque podría haber ciertas diferencias esenciales psicolegales en casos determinantes, o cierta viabilidad donde se puede retrotraer o recabar información clave del estado cognitivo en el 25 momentos de los hechos, como bien sucede en casos donde existan hallazgos o testigos claves, que permitan el análisis de insumos o hallazgos psicológicos más cercanos al tiempo de ejecución del delito. Como he señalado este aspecto escasamente se realiza de manera pronta y oportuna. Debido al volumen de trabajo los casos no son evaluados de inmediato, a menos que sean casos muy especiales que por la gravedad de los hechos o porque son eventos en los que se ha involucrado los Medios de Prensa, es que se destinan recursos extraordinarios. Ese análisis más inmediato al imputado – previa asignación del abogado defensor y la debía homologación del juez para la intervención psicológica, es lo deseable y pertinente, ya que en algunos casos podría ser determinante el análisis de lo psicolegal relevante, y la información que ofrezca al proceso penal. Dos Escenarios para el Análisis de lo Cognitivo Para simplificar el análisis voy incluir dos grandes vertientes de los deterioros o capacidades cognitivas que podrían o no influir en el juicio de sus acciones o la capacidad de culpabilidad. Una es la deficiencia cognitivas producto de discapacidad intelectual que por lo general son deficiencias cognitivas que poseen un comportamiento más estable a través del tiempo, como son los casos de Retardo Mental. La otra producto de deficiencias o distorsiones cognitivas a causa de enfermedad mental (casos como la esquizofrenia, los bipolares, los depresivos mayores, etc.) que limitan la interpretación de la realidad porque no afectan su eficiencia intelectual de manera generalizada, siendo que sus niveles de deterioros son más específicos o idiosicráticos en cada caso, mientras que los de discapacidad intelectual poseen deficiencias más uniformes. i). En esta primera dimensión referida a la Discapacidad en el Coeficiente Intelectual como Retardo Mental o el Síndrome de Down, de lo cual están más entrenados los psicólogos por el uso de metodologías sistemáticas como son los Tests Psicométricos, referidas al análisis de la capacidad de culpabilidad, de donde los jueces definen Imputabilidad o Inimputabilidad17–, la primera de estas es así fundamentada por “eficiencia cognitiva” (imputabilidad) y la segunda (la inimputabilidad) debido a “deficiencia cognitiva” que afecta su compresión y su capacidad de juicio. Por lo general es más fácil derivar información en el tanto que los deterioros o déficits están siempre afectando su juicio de interpretación de la realidad, y son más estables en 17 La imputabilidad o no, es tema propio del juez. El psicólogo refiere la capacidad de conciencia de ilicitud, colaborando en informar sobre los elementos de la imputabilidad: conocimiento, libertad y causalidad o bien como jurídicamente es más familiar, la voluntariedad, en el sentido como la concibe el Derecho. 26 el tanto no es que hoy puedan estar más inteligentes y mañana no. En esto la evaluación psicológica permite establecer un determinado coeficiente intelectual (C.I.), esto se realiza a través de la revisión de la historia clínica del evaluado y evaluación del rendimiento cognitivo básicamente a través de múltiples test de inteligencia donde se comparan los resultados contra estándares de grupos normales y grupos de discapacidad intelectual, según edad. Así los profesionales en psicología aportan resultados de eficiencia o deficiencia en relación a una escala denominada Coeficiente Intelectual o bien mencionando los ajustes o desajustes que podrían tener los evaluados en relación a una exigencia determinada o conciencia de ilicitud. De esta información las autoridades judiciales infieren y configuran otros aspectos de un análisis jurídico más amplio para determinar la imputabilidad o inimputabilidad. Por resumirlo de alguna forma diríamos el psicólogo determina si su coeficiente intelectual posee capacidades dentro de los rangos normales (CI de 90 a 110) para el conocimiento de la ilicitud del hecho juzgado; o bien en caso contrario posee algún grado de déficit o deterioro casos de CI inferior a 70 que impide el conocimiento de la ilicitud, que sobraría decir en el momento de los hechos, porque cómo he mencionado son deterioros estables que se mantienen en el tiempo, con variaciones mínimas, que están controladas, por los estándares científicos que deben tener los tests. ii) En esta segunda dimensión a diferencia de la primera, tanto los psicólogos como los psiquiatras, pueden nutrir de información útil para reportar criterio profesional sobre padecimientos de alguna Enfermedad Mental o sintomatología que afecta la conciencia de ilicitud. Pueden haber afectaciones o síntomas de la enfermedad sean –transitorias o permanentes- y esto establece diferencias para determinar la conciencia de ilicitud, requiere un análisis diferenciado de la afectación mental en el momento de los hechos y el momento de la evaluación psicológica. Esto porque podría ser que las distorsione mentales o grados de enajenamiento mental a causa de grave perturbación de la conciencia sólo existan en uno de los dos momentos por lo que hay que tomar estas circunstancias para el correcto análisis. En esto es el caso de un esquizofrénico que tenga un episodio psicótico (pérdida de sentido de la realidad), aclarando que no es en general el diagnóstico lo que determina (ej. Diagnóstico de Bipolar, Esquizofrénico, o Adicto -Abusos de Sustancias-) sino los déficits o deterioros, por ejemplo rasgos psicóticos en cualquiera de las tres anteriores, que impiden el conocimiento de la ilicitud en el momento de los hechos, es decir lo psicolegal relevante es la sintomatología que afecta la conciencia de ilicitud, a menudo una etapa aguda o florida de la enfermedad que afecta su conciencia de ilicitud y no la “etiqueta diagnóstica” de la enfermedad. Si bien una persona que padece de esquizofrenia a pesar de ser considerada una psicopatología grave, lo que interesa es esencialmente si tuvo algún episodio psicótico, alucinaciones, obsesiones, sobrevaloraciones o alguna pérdida de conciencia de la realidad. Como ejemplo tomemos un esquizofrénico, que por sus antecedentes no hay duda que lo es, pero que sin embargo dado su efectivo tratamiento, no tenía ninguna deficiencia cognitiva significativa para 27 entender el carácter ilícito de sus actos, en el momento de los hechos, condición que la autoridad judicial deba derivar imputabilidad diligentemente. En realidad los psicólogos y los psiquiatras hacen un examen mental sistemático, donde valoran desde el comportamiento, desajustes afectivos y volitivos, calidad del pensamiento, juicio, capacidad de insight y de cómo resuelven y anticipan consecuencias de sus acciones, entre otros aspectos (entrevistas, chequeos, tests, revisión de expedientes, antecedentes) que estiman los profesionales de Salud Mental, en una historia a través del tiempo, evolución, congruencia e intensidad de los desajustes, los cuales no vamos a desarrollar en esta oportunidad, pero cómo hemos indicado no son de aplicación automática, enfermedad mental como sinónimo de falta de capacidad de culpabilidad y por ende inimputabilidad. Debe tenerse en cuenta lo siguiente. Como refiere el Art. 42 del Código Penal “Es inimputable quien en el momento de la acción u omisión, no posea la capacidad de comprender el carácter ilícito del hecho o de determinarse de acuerdo con esa comprensión, a causa de enfermedad mental, o grave perturbación de la conciencia.” Al alcohólico no se disculpa su culpabilidad por ser alcohólico, sino si su ebriedad le impide conciencia del carácter ilícito y si la persona no se pre ordenó para cometer ese delito, por que de lo contrario se tendría que retrotraer al momento de imputabilidad cuando se planeó la conducta, o casos contrarios en que se valora el actio libera in causa18. Por esta misma razón para evitar apreciaciones que en ambientes clínicos no toman esta importancia, ya desde el año 2002 en el Manual de Criterios Estadísticos Diagnóstico de la Asociación Psiquiátrica Americana (DSM- IV TR)19, (A.P.A., pág. XXXI del Introductorio) manual internacionalmente reconocido en el ámbito de la Salud Mental, textualmente señala que en ambientes forenses, “existe el riesgo de que la información se malinterprete o se 18 Demetrio Crespo, Eduardo. (2003) La tentativa en la autoría mediata y en la actio libera in causa. Granada. Edit. Comares. Actio libera in causa es una doctrina que se puede llegar a la conclusión de que el sujeto activo del presunto delito carece de responsabilidad, por haber sido introducido en estado de inconsciencia por un tercero que, por error, dolo o violencia, quebrantó o vició su voluntad. Ejemplo: una persona bebe dos litros de tequila sin intención de llegar al estado de ebriedad. Bajo los efectos del alcohol mata a otra. El actio libera in causa reconoce que el sujeto no era consciente al momento del injusto (acción típica y antijurídica), pero marca que ese estado fue creado por el propio agente y analiza su culpabilidad en el momento anterior al estado de inconsciencia. Aquí el resultado sería homicidio culposo. En cambio, si una persona se introduce a sí misma en un estado de ebriedad con la intención de asesinar a otro sujeto estando en ese estado de inconsciencia y lo logra, el delito imputado será homicidio doloso, artículo.Los detractores de la acto libera in causa señalan que no se puede construir un delito (acción típica, antijurídica y culpable) sumando la tipicidad y antijuricidad de una acción no culpable, y la culpabilidad de una acción atípica. 19 A.P.A. American Psiquiatric Association. (2002). Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. DSM-IV-TR. Edic Española. Edit Masson. Pag. XXXI del Introductorio. 28 utilice de manera incorrecta”. Sigue mencionando no basta para establecer la existencia, a nivel legal, de un trastorno, discapacidad, enfermedad o defecto mental, para determinar si un individuo cumple un criterio legal específico o no, más bien debe referirse a la competencia psicolegal, la responsabilidad criminal o discapacidad en relación a lo que el derecho espera de la persona. Por esto en contextos judiciales, los psicólogos forenses realizan no diagnósticos tradicionales, sino un “Análisis por Competencias” (Grisso, T.; 2003)20, de cómo un desajuste afecta su funcionalidad y de cómo ésta afecta el criterio legal, ofreciendo datos comparativos con otras circunstancias o casos, que les permite ofrecer información más clara a las autoridades a fin de que puedan visualizar con mayor precisión los desajustes psicológicos y la intensidad de los mismos. En este punto es de importancia aclarar que el Trastorno Antisocial no tiene afectaciones psicológicas que excusen el conocimiento del carácter ilícito de los hechos. Tampoco otras clasificaciones que manejan los psicólogos forenses sobre personalidades psicópaticas, si bien cumplen muchos criterios parecidos al antisocial, estas podrían ser diferentes y con criterios más específicos que permiten valorar más ampliamente los desajustes y su intensidad. Desde luego si bien son considerados trastornos de personalidad psicopatológicos es por las consecuencias que producen a nivel social, pero no por sus limitaciones cognitivas. Por esto usualmente los psicólogos en las Cortes deben hacer referencia a los déficits y no a etiquetas diagnósticas: por ejemplo lo correcto sería falta de sensibilidad para reconocer el dolor del otro, capacidad para manipular, sus capacidades, para explotar e involurarse en términos de qué pueden obtener de los otros. Pero con respecto a lo cognitivo, por unanimidad de múlitples criterios (Lykken, D.; 2000)21, (Hare, R. 1992)22, (Cooke D.; Forth, A. & Hare, R.; 1998)23 (Garrido, V.; 2003)24 (Monhan, J. & Steadman, H.; 1994)25, son claros en que estas personas por lo general no tienen limitacione en su capacidad de juicio, más bien por lo general con niveles de coeficiencia intelectual (C.I.) normales y hasta superiores. Por lo anterior la palabra psicopatía (que tiene consecuencias penales para los imputados) no debe confundirse con la palabra psicopatología (que tiende a asociarse más a atenuantes en el sistema legal), ya que estas últimas podrían implicar déficts o deterioros de lo cognitivo y por ende afectaciones en sus capacidades para el conocimiento de la ilicitud. 20 Grisso, Thomas. (2003). Evaluating Competencies: Forensics Assessments and Instruments. 2d Edit. New York. Kluwer Academic Publishers. Este material que ha sido depurado desde las versiones anteriores en el año1982, contempla material vital para que los forenses sean pertinentes y relevantes. Incluye 5 componentes que he desarrollado en otros momentos. Componentes Funcional, Componente Causal, Componente Interactivo y Juicio Profesional y Componente de Recomendaciones. 21 Lykken, David. (2000) Las Personalidades Antisociales. Barcelona. Editorial Herder. 22 Hare, Robert D. (1991). The Hare Psychopathy Checklist –Revised. Toronto: Multi-Health Systems. 23 Cooke D.; Forth, A. & Hare, R.; (1998). Psychopathy: Theory, Research and Implications for Society. Boston. Kluwer Academic Publishers. 24 Garrido, Vicente. (2003). Psicópatas y Otros Delincuentes Violentos. Valencia. Tirant Lo Blanch. 25 Monhan, J. & Steadman, H. (1994). Violence and Mental Disorders. The University of Chicago Press. 29 Realizamos un pequeño análisis de lo cognitivo, en lo que psicolegalmente nos puede orientar sobre el análsis de la capacidad de culpabilidad, pero no es la única información que ofrece este contenido, lo cognitivo también ofrece información util sobre la capacidad académica, y la reinserción laboral, que retomaremos en el tercer contenido sobre el potencial resocializante. 3.2 LA PERSONALIDAD. Otra referencia donde se puede convocar la actividad psicológica forense. ARTICULO 71. Modo de Fijación (de las Penas). “El Juez en sentencia motivada, fijará la duración de la pena que debe imponerse de acuerdo con los límites señalados para cada delito, atendiendo a la gravedad del hecho y a la personalidad del partícipe.” Para apreciarlos se tomará en cuenta: a) Los aspectos subjetivos y objetivos del hecho punible; b) La importancia de la lesión o del peligro; c) Las circunstancias de modo tiempo y lugar; d) La calidad de los motivos determinantes; e) Las demás condiciones personales del sujeto activo o de la víctima en la medida en que hayan influido en la comisión del delito; y f) La conducta del agente posterior al delito”. (CODIGO PENAL) (lo subrayado es nuestro) Lo Psicológico Puede ser Clave El Análisis de la Personalidad, en la evaluación Psicológica Forense, es esencialmente útil al Proceso Penal: Primero porque es la esencia del especialista en psicología, que estudia tanto la psicopatología como el desarrollo normal, y si no fuere útil, no tendría sentido convocar su pericia. Segundo porque ésta indiscutible presencia del análisis de la personalidad, no se debe al arbitrio de los profesionales en psicología, tampoco a un papel históricamente intruso de los psicólogos. Al contrario su presencia ha sido convocada por las legislaciones aun cuando ha sido caracterizada por la clara ausencia de los psicólogos en la fase Legislativa y otras. Esta convocatoria al proceso penal no sólo lo confirma la literatura internacional de las especialidades forenses sino también porque así lo han establecido las Leyes, como se puede 30 observar en el Art.71 del Código Penal, anteriormente citado; y el Art. 93 de la Ley Justicia Penal Juvenil de Costa Rica y similarmente en muchas de las normativas latinoamericanas. Art. 71 - Modo de Fijación de la Pena. “El Juez en sentencia motivada, fijará la duración de la pena que debe imponerse de acuerdo con los límites señalados para cada delito, atendiendo a la gravedad del hecho y a la personalidad del partícipe… como hemos citado al inicio”. Art. 93.- Estudio Psicosocial. Admitida la procedencia de la acusación, en los casos en que “prima facie” se estime posible aplicar una sanción privativa de libertad, el Juez Penal Juvenil deberá ordenar el estudio psicosocial del menor de edad. Para tal efecto, el Poder Judicial deberá contar con unidades de profesionales en Psicología y Trabajo Social. Las partes podrán ofrecer a su costa pericias de profesionales privados. Ese estudio es indispensable para dictar la resolución final, en los casos señalados en el párrafo primero de este artículo. (Ley Penal Juvenil). (lo subrayado es nuestro) En el Modo de Fijación de la Pena, u otros aportes en resoluciones penales juveniles. El estudio psicológico forense ofrece información útil al proceso penal por las razones que mencionaremos, pero en particular en el proceso con adolescentes sobretodo por el fín pedagógico de la Ley Penal Juvenil para hacer énfasis de lo resocializante en edades todavía en formación y su debida apuesta al cambio en -un imputado o imputada- aun en proceso de desarrollo de su personalidad y sobretodo por las alternativas taxativas que ofrece los diversos tipos de sanciones establecidos en esta la Ley y la discrecionalidad que poseen las autoridades judiciales en esta materia. La Personalidad como ya hemos citado es un concepto amplio donde medimos y estudiamos rasgos y patrones que integran los valores, actitudes, costumbres, sentimientos, capacidades entre otros; y cómo éstos rasgos responden ante las demandas del medio o contexto según autoridades como señala Erick Erickson, citados en Krauskoft (1985)26. En este mismo sentido la personalidad son patrones arraigados que se expresan casi de manera automática en muchas 26 Krauskoft, D. (1985). Educación y Adolescencia. San José: EUNED. He escogido esta referencia por ser una definición más didáctica para no psicólogos, y una autora que la integró a su texto, que ha sido una consultora internacional de la OMS, en temas de adolescencia, etapa donde se consolida la personalidad. 31 áreas de la vida, según Theodore Millon (2000)27, una de las autoridades de la psicología moderna. Para este autor son trastornos cuando estos patrones son desadaptativos y sufren o hacen sufrir a otros. En particular los psicólogos forenses en el contexto penal por sus exigencias en los tribunales, cuerpos policiales, o centros penitenciarios, estudian y se especializan en los rasgos y patrones particularmente de comportamientos violentos y delictivos y por el otro lado de la moneda: las afectaciones y las vulnerabilidades, que se observan o no en las víctimas de delitos. Definición de Personalidad Adaptado por R. Ching Es la formulación dinámica28 de patrones, donde se integran los valores, actitudes, costumbres, sentimientos, capacidades, comportamientos; y cómo estos determinan las reacciones de ajuste ante las situaciones y exigencias de su medio o contexto. Adaptado de E. Erikson citado en Krauskoft. (1985). La personalidad son patrones arraigados que se expresan casi de manera automática en muchas áreas de la vida del individuo. Adaptado de T. Millon citado en Millon (2000). El Análisis de la Personalidad ó análisis del elemento de lo volitivo (el querer) -sea en el dolo, la culpa o la culpabilidad- es casi siempre un análisis útil al proceso penal. En el primer caso –el dolo- por ejemplo hace referencia al querer de la acción que va dirigida a la realización del injusto, a la “voluntariedad” de realizar esa acción y al deseo y aceptación de los medios contrarios al derecho, complementando el “querer”, toda vez que lo cognitivo esté en condiciones de eficiencia, es decir no exista grado de déficit significativo o enajenamiento mental que lo disculpe. No deben establecerse conexiones directas y menos si no ha habido un esclarecimiento de la culpabilidad. Los psicólogos forenses, hacen más referencia en abstracto, a datos psicológicos que colaboran al análisis jurídico de la aceptación de medios contrarios al derecho en el sentido de indicios, y normalmente no en concreto a la situación específica en un delito concreto. Sobretodo porque 27 Millon, Theordore (2000). Teoría de la Personalidad. Más Allá del DSM-IV. Barcelona. Edit. Masson. Destaco la palabra dinámica en el sentido de que no debe aplicarse una condición estática, porque pueden cambiar en el tiempo. Es decir un adicto puede dejar se serlo y al contrario. Patrones no significa un absolutismo de una manera de ser única. Por ejemplo un Sacerdote Religioso, que renuncia a sus hábitos. Un depresivo tiene estos patrones de tristeza, pero no significa que en una semana ande muy feliz. Patrones son comportamientos que en genral están casí siempre presentes o de manera más frecuente. 28 32 el análisis de culpabilidad, es misión de las autoridades judiciales y no de los psicólogos, y es tema que se valora con el delito, condición de porqué los psicólogos no consignan estos temas en el informe forense, además como he referido su trabajo no es tanto sobre la verdad material, que corresponde más a la labor de investigación policial. En primera instancia, no es usual que los psicólogos documenten tales detalles sobre el delito en la pericia, -aunque eventualmente pueden conocer y explorar sobre ellos- en tanto los evaluados están advertidos de su derecho de abstención. En segunda instancia por limitaciones a falta de hallazgos de afectación mental: por ausencia de relatos, testigos o evidencias de posibles afectaciones de su capacidad mental. La pericia analiza los posibles hallazgos obtenidos de la persona evaluada, tanto sobre patrones de comportamiento normal, como sobre la propensión a patrones de comportamiento violentos, actitudes antisociales y niveles de riesgo, o bien su compatibilidad con personalidades delictivas o no, sobre niveles patológicos o no que influyen en temas psicolegales o tipos de comportamientos no aceptados socialmente. Las autoridades judiciales con todo el elenco de pruebas o resultados psicológicos pueden vincular o hacer nexos sobre el tipo de personalidad y el comportamiento ilícito, o lo contrario desasociando posibles relaciones para quitar peso a sus hipótesis. Este determinante psicológico: análisis de la personalidad comprende todos los aspectos motivacionales que subyacen a una conducta; el psicólogo debe proveer a la autoridad judicial un panorama de las características del individuo, sobre la personalidad es decir cómo se integran los valores, actitudes, sentimientos, costumbres, capacidades, tipo de vínculos, comportamientos, etc., que podrían dilucidar sobre patrones de comportamiento que determinan las reacciones de ajuste ante situaciones y exigencias del medio. Esta información provee elementos que fortalecen la sana crítica de los juzgadores. Los aspectos de la evaluación con miras a ofrecer un panorama general sobre la voluntariedad del individuo ofrece indicios o pruebas útiles que deben ser integradas por la autoridad judicial, dando el valor correspondiente a los hallazgos psicológicos como debe justificarse en la resolución final. Art 142 Código Procesal Penal.-deja claro la forma de la Fundamentación. “Las sentencias y los autos contendrán una fundamentación clara y precisa. En ella se expresarán los razonamientos de hecho y de derecho en que se basan las decisiones, así como la indicación del valor otorgado a los medios de prueba. La simple relación de las pruebas o la mención de los requerimientos de las partes no reemplazará, en ningún caso, la fundamentación. Será insuficiente cuando se utilicen formularios, afirmaciones dogmáticas, frases rutinarias, la simple descripción de los hechos o la sola mención de los elementos de prueba. No existe fundamentación cuando se hayan inobservado las reglas de la sana critica, con respecto a medios o elementos probatorios de valor decisivo. Los autos y las sentencias sin fundamentación serán ineficaces. 33 Art. 39 Constitución Política: “A nadie se hará sufrir pena sino por delito… mediante la necesaria demostración de culpabilidad”. Es decir el análisis de la personalidad ofrece información útil que da sentido a otros hallazgos policiales, por ejemplo en un dado caso convendría saber si un evaluado posee patrones de desajuste sexual o si posee comportamientos sexuales desviados. Esta información, muy pertinente sería si el delito es un delito sexual, e impertinente si el delito es un robo, por lo cual el psicólogo ajusta en su informe la información pertinente al interés judicial. Es de importancia advertir que tampoco la compatibilidad de la personalidad con el delito tiene siempre una vinculación directa con la culpabilidad que se le imputa, desde luego, es necesaria la debida demostración de los hechos, pero la pericia por lo general ofrece datos útiles de contemplar en el amplio elenco de pruebas que poseen las autoridades judiciales. Como he mencionado el trabajo pericial psicológico es más en el sentido de buscar la verdad formal: “congruencia y consistencia” de hallazgos, diferente de la verdad material “hechos concretos” y objetos de prueba. El aporte psicológico le permite a las autoridades inferir detalles claves sobretodo cuando las pruebas no son tan claras, ni tan amplias en la investigación del caso. A modo de ejemplo; un patrón arraigado antisocial, de insensibilidad y disfrute del dolor y explotación de los otros, nos puede decir en cuánto se pudo haber puesto en peligro el bien tutelado y esta información integrarse al resto de las pruebas y ayudar en el análisis del modo de fijación de la pena. También patrones arraigados de costumbres o actitudes nos pueden orientar mejor, por ejemplo errores en la materia Penal Juvenil, sancionar con enviar a buscar trabajo en vez de estudiar; a quien no tiene una clara actitud positiva hacia la formación académica; o bien resolver que el imputado continúe estudiando porque posee una trayectoria académica muy buena, pero que no existe ninguna vinculación de aprendizaje resocializante de ésta medida con un delito sexual y los patrones desadaptativos de comportamiento en ésta área. Debe quedar claro que esta información de la personalidad no es vinculante para la autoridad judicial en vista de que estos aspectos llevan información al proceso, se analizan en función de un hecho y las circunstancias concretas, panorama general que por lo general no maneja el psicólogo, pero sí las autoridades judiciales; de ahí que su referencia es más en abstracto y no en lo concreto. Los indicadores observados en la exploración psicológica forense ofrecen información sobre la predisposición o potencial para cometer un acto determinado o factores que formulan las posibles causas o bien que permiten a la autoridad judicial extraer la ponderación de la culpabilidad o desde otra perspectiva la mayor o menor exigibilidad de actuar conforme a derecho, o bien posibilidad potencial del individuo para actuar conforme o en contra de lo que el ordenamiento jurídico espera de él. 34 Veamos algunos ejemplos de la jurisprudencia del Tribunal de Casación Penal, que a mi criterio van a orientar tanto a las autoridades judiciales como a los psicólogos en su quehacer para lo psicolegal en el proceso penal. Cuadro Modo de Fijación de la Pena Elementos de la pena Elemento objetivo Elemento normativo Elemento subjetivo Contenido Pasos para la fijación de la pena Se trata de los límites legales de la pena, señalados para el delito cometido. Lesividad, daño o peligro, de acuerdo a la gravedad del hecho. Primero: Se califica el hecho y se establece la previsión abstracta de la ley para el delito. Mayor o menor reproche, en atención a la mayor o menor exigibilidad de actuar conforme a derecho en el caso concreto. Segundo: Se establecer el límite máximo de la pena para el caso concreto, atendiendo a la extensión del daño o peligro para el bien jurídico tutelado, en consideración al quantum económico cuando sea posible, a la vulnerabilidad de la víctima, a la inflexión de dolor más o menos necesaria para la comisión del hecho y a las condiciones de modo, tiempo y lugar. Tercero: ponderación de la culpabilidad -en cuanto mayor o menor exigibilidad de conocer el derecho y de actuar conforme a ese conocimiento―, la oportunidad del delito, la consideración tenida a la víctima y las condiciones materiales y espacio-temporales de la comisión del delito. Cuadro Tomado de Resol. 2002 - 0428 Tribunal de Casación Penal. San José C.R. A pesar de la utilidad del Peritaje Psicológico Forense, el escepticismo sobre el estudio de la “personalidad” se ve reflejado en no pocas autoridades del derecho penal, precisamente porque aún guardan conceptos viejos, con todavía una percepción de una incipiente psicología muy especulativa que no concuerda con la psicología moderna. Como refieren autoridades del derecho penal: “es claro que cuanto más inexacta sea la ciencia sobre la que versa la pericia, tantas más dudas asaltarán a las autoridades judiciales que tienen que valorarla” (Muñoz Conde, 2000)29. En este sentido debo educar que lo correcto no es dudar de la psicología o del derecho o de cualquier otra ciencia social, o creer a ciegas en las ciencias médicas u otras más exactas como la química; lo importante es valorar si las razones expuestas en un peritaje están científicamente fundamentadas o al menos tengan alguna lógica o metodología aprobada por estas ciencias. 29 Muñoz Conde, Francisco. (2000). Búsqueda de la Verdad en el Proceso Penal. Buenos Aires, Argentina. Edit. Hammurabi S.R.L 35 Si hubiera una pericia psicológica y una psiquiátrica, no es objetivo establecer un prejuicio por el sólo hecho de creer que una disciplina es más científica que otra. En un primer plano el problema no es valorar ni siquiera la calidad del perito, sino la calidad de la pericia, y esto es la pertinencia y relevancia de lo evaluado y la argumentación sustentada científicamente o al menos con una lógica fundamentada, para defender el resultado vertido en su valoración, al fin y al cabo lo que verdaderamente convenza a la autoridad judicial para la justificación de su sentencia si es un dato relevante. No estoy hablando de idealismos, en psicólogos que disponen de muchos días para ejercer una sola valoración, o de fiscales y defensores que poseen sólo 3 expedientes en sus escritorios, o jueces que reciben absolutamente todo el material probatorio de sus auxiliares de justicia, sino del trabajo profesional comprometido que en el alcance institucional y en el estándar de sus profesiones pueda realizarse de manera responsable y con conciencia de una clara argumentación que exige formación académica, lógica, tiempo y método científico aceptado por el desarrollo histórico del momento. No es por lo inexacta que sea su ciencia por lo que se deba dudar únicamente, sino por la falta de hallazgos fundamentados, porque al fin y al cabo no es por falta de método científico que un abogado es más inexacto que un químico, sino por las dificultades que presenta su objeto de estudio. Si fuera por falta de método, no serían catalogadas ciencias sociales ni el Derecho, ni la Psicología. Volvamos a la premisa, las dudas saltarán dependiendo de lo inexacto de su disciplina. No quiero decir bajo toda ilógica, se deba confiar a ciegas, para esto existe el contradictorio, donde deben ser probados y refutados sus argumentos; pero la frase trae una mirada prejuiciosa que puede producir un paradigma de análisis sesgado, privilegiando unas sobre otras, a priori, sin sopesar realmente los medios de prueba. Cuando estudié el tema de daño psicológico, inicié buscando resoluciones de daño físico, y salvo en muy pocos casos, encontré en la resolución un análisis de lo pre-existente, ejemplo disfunción del hígado producto de lesión por puñal, del 20 % y nunca se observó un análisis de la normalidad, o mediciones anteriores del mismo, para calificar su nivel de disfunción o para estimar si en el caso particular era un hígado que funciona mejor que la mayoría o que había sido expuesto pre-existentemente a condiciones que sospechen alguna posible lesión. Para el efecto ilustrativo, no es porque una disciplina sea más científica que la otra, sino cuan científicos son los medios de prueba y los razonamientos que han llevado a sus conclusiones y no dar por sentado la verdad únicamente porque la dice una autoridad. En general o en abstracto tal vez es importante, una revisión crítica sobre los estándares o caso contrario la falta de ellos en estas ciencias; sean psicológicas o psiquiátricas, y tal vez nos 36 llevemos sorpresas, pero es un importante ejercicio que deben hacer tanto los peritos y las autoridades judiciales. En concreto lo esencial es estimar el valor probatorio, de la pericia sea cual sea, no dudar de esta per sé, sino objetar el valor probatorio de algún contenido de la pericia, el cual no quede sujeto al imaginario del juzgador sino a los hallazgos o falta de ellos discrepancias o ausencias- para su fundamentación. Lo importante no es cuánto de dificultad en su objeto de estudio tenga la disciplina pericial, sea psicología, química o medicina, sino más bien del valor probatorio, que tienen sus medios de prueba. Para esto debe tenerse conocimiento de ciertos principios básicos de la ciencia que no son muy usuales, en los profesionales de ciencias sociales y tampoco deba darse por sentado que los de las ciencias más exactas los conozcan. La epistemología y otros temas son bastante ausentes en los contenidos curriculares de todas estas carreras, por ende requiere de un ejercicio profesional de mayor esfuerzo extracurricular. Por esta razón también una lógica equivocada “sería la siguiente premisa” si es una ciencia inexacta, o una pericia con falta de argumentos, confiemos en otro criterio para valorar lo psicológico o lo psiquiátrico. Aunque suena tentador, es una salida fácil para justificar la falta de fundamentación; suplir la deficiencia de una ciencia de la Salud Mental con otra que no la es, sería una indebida lógica, y no la mejor de las “Sanas Críticas”. Veamos estos problemas de paradigma y prejuicios sobre la psicología y el análisis de la personalidad en la Jurisprudencia (Sala Constitucional Resol 88-92), esta reconoce que es una tendencia “muy en boga en Latino América” contemplar la personalidad en el análisis de la pena, posibilidad que no se excluye, “pero en nuestro sistema penal , no ha podido ser plenamente llevado a la práctica… porque el procedimiento penal de nuestro medio”, “no está diseñado para ser un juicio sobre la personalidad del sujeto activo, los criterios que aplican a los jueces, a este respecto, resultan empíricos, subjetivos, y en tal razón en sí mismos peligrosos”. Esto, es también correcto para muchos temas de balística, medicina, toxicología, etc. pero llama la atención la cautela o reserva que existe en algunos temas en los que la pericia psicológica es vital, y cómo de la incompetencia de un abogado se debe excluir la competencia del profesional en análisis de la personalidad (el psicólogo) y sobre todo como “a priori” sin mayor fundamento se parte de las vulnerabilidades que hoy en día no existen en la ciencia psicológica en el análisis de la personalidad, donde se magnifica esa duda. Porque así lo observo en la práctica cotidiana muchos textos de juristas que retratan de cuerpo entero los prejuicios hacia la psicología. Esa falta de credibilidad curiosamente no es así para todo el Derecho. Por ejemplo en el Derecho de Familia donde el análisis de la personalidad es bastante determinante para las resoluciones. Más curioso parece, cuando en el análisis de lo cognitivo en el Derecho Penal 37 (capacidad de culpabilidad), no es un tema tan controvertido, donde casi nunca se refuta la falta de certeza o inexactitud, a pesar de que podría tener consecuencias tan serias como la imputabilidad o inimputabilidad para el proceso. Yo diría, entonces es más un paradigma preconcebido y heredado de los excesos y la mala aplicación del conocimiento (jurídico y/o psicológico) en otros momentos históricos y no tanto en el tiempo actual. Si bien muy claro queda en el antiguo Sistema Tutelar de Menores por citar un ejemplo reciente en las legislaciones Latinas, donde se criminalizaba la pobreza y se juzgaba por lo que se era y no por lo que hacía: derecho penal de autor y no derecho penal de hecho, vemos que hay una lógica jurídica todavía no muy clara en análisis de la personalidad, en relación a un derecho penal moderno, y de esto estoy hablando no menos de 20 años en Costa Rica, México o Argentina, y le atribuyen al quehacer psicológico ciertos sesgos cuando estos nacen de premisas fundamentales en el derecho, y las trasladan a los peritos, por hablar de la personalidad, como si estos razonan las sentencias. Es claro que los psicólogos forenses tienen responsabilidad de educar a las autoridades en temas psicolegales, pero no en temas que le corresponden a contenidos curriculares de su carrera judicial. No dedo quedarme ahí en la historia, estos procedimientos son muy superados hoy en día con el nuevo Sistema Penal Juvenil que juzga por el hecho y no por el autor, si bien hemos dejado claro que fundamentalmente la culpabilidad es en primera instancia la que determina la pena, esto no significa que excluye el análisis de la personalidad para atenuar o incrementar la misma, dentro de los rangos establecidos en la Ley en caso de adultos y la proporcionalidad que corresponda en casos de penales juveniles, donde las autoridades poseen una discrecionalidad que no depende de estos rangos. Si bien para este análisis de la pena se debe excluir la indebida valoración de la persona, en penal juvenil como se infiere de sus Principios Rectores y del Articulo 93, no es cierto que se abstrae del análisis de la personalidad, y un derecho penal de autor en su sentido puro. Precisamente por razones de una personalidad no consolidada y aun en evolución, se establece diferencias del sistema penal adulto del cual como mencioné no tiene opción más que el rango de pena en el tipo penal, pero que en la materia Penal Juvenil a efectos de emitir una resolución final, existen una serie de alternativas tanto resocializantes (desjudicializantes) como privativas de libertad; de lo cual el Juez tiene discrecionalidad (supongo yo contemplando proporcionalidad e idoneidad para la sanción), a fin de no judicializar el joven en los casos que corresponda (institucionalizar en centro penal) y de cumplir con el fin pedagógico y finalidad práctica del derecho penal moderno. En este sentido debo aclarar las premisas mencionadas acerca de la imprecisión para valorar la personalidad, en otros momentos histórico tal vez fueron ciertas hace unas 2 o 3 décadas en la práctica en nuestro país y muchos otros países de Latinoamérica, en donde no existía 38 presupuesto económico ni para contratar psicólogos, ni para comprar instrumentos psicométricos. No tanto por falta de estándares de la psicología como ciencia, porque era tema superado hace muchos años en otras latitudes en países desarrollados; sino por las condiciones socioeconómicas y otras de la inaccesibilidad que determinaron el quehacer de los psicólogos que se formaban en los centros académicos. Las muchas dificultades de acceso a investigaciones comparativas, instrumentos formales como tests, sus manuales, modelos de entrevistas, listas de chequeo, protocolos, y hasta ausencia de computadoras para comparar variables complejas y desarrollar investigación objetiva, unido además a las barreras de idioma en la literatura, hizo que otros aspectos se desarrollaran más en nuestros países, que la medición sistemática. Pero no es que del todo se desconociera estos conocimientos, porque soy testigo de temas de “estandarizaciones de tests” con parámetros científicos, que fueron elaboradas hace casi 3 décadas, así que no se desconocían estos temas en Costa Rica. Si bien, revisar un instrumento como el test MMPI2 con más de 560 preguntas, sin los beneficios de la informática implicaba de 4 a 8 horas, sin embargo era una práctica que empezaba a realizarse desde hace muchos años. Por esta razón los tests de referencia más objetiva, que requerían algún entrenamiento especializado, fue práctica de pocos, sin embargo hoy en día no hay un profesional que no tenga acceso a computadoras, internet, e instrumentos originales y literatura que pueda comprar en el país o fuera de éste. Sólo para citar algunos ejemplos, la editorial TEA que vende tests en español, en centros autorizados para psicólogos, como la Librería Lehmann de nuestro país, ofrecen acceso a más de 300 tipos de Tests, y existen decenas de editoriales más, por lo tanto centenares de tests. Para efectos de acceso a la investigación sobre los instrumentos, cito que del renovado MMPI2 utilizado en nuestros tribunales latinos desde hace más de una década, el público en general tiene acceso a muchos estudios diversos (investigaciones específicas con sus fortalezas y limitaciones ) o “meta análisis” (multiplicidad de investigaciones con centenas de intereses, a favor y en contra de un instrumento) para cerciorarse del nivel de utilidad confiabilidad y validez de la información en la investigación. No todos los instrumentos tienen estos niveles de investigación, pero para darse una idea del avance de la investigación científica de este instrumento de análisis de la personalidad (MMPI2), hoy en día existen más de cinco mil (5,000) investigaciones en revistas científicas al año y lo estudiamos desde hace 4 décadas, según reporta la Universidad de Minnesota dueña del instrumento, con traducción en más de 80 idiomas e investigaciones transculturales sobre su utilidad en diversos contextos. Sobre instrumentos psicológicos utilizados en contextos forenses pueden consultar el texto en Inglés Claves de la Evaluación Psicológica Forense (Ackerman, M. 1999)30 y sobre la Evaluación Psicológica y las diversas Pruebas Psicológicas; cómo medir rasgos, confiabilidad y validez de los instrumentos, tipos de tests etc., pueden consultar un texto de temas amplios de fácil 30 Ackerman, M.J. (1999). Essentials of Forensic Psychological Assessment. New York: John Wiley & Sons. 39 entendimiento para no especialistas en psicometría y/o estadística: Pruebas y Evaluación Psicológicas (Cohen, R. & Swerlick, M. 2001)31. Cómo he señalado en otras ocasiones, pueden consultar en artículos y libros sobre Instrumentos Psicológicos: los estándares científicos de los test, la complejidad de su construcción, son aspectos que no requieren de simplemente los 4 cursos de Estadística que se exigen en la carrera en algunas universidades, sino estudios más amplios y especializados. En este sentido aquellos argumentos que promuevan el prejuicio a lo psicológico, sean revisados porque no concuerdan con lo que hoy en día, es la práctica de la psicología forense. No sólo por el constante uso de estos hallazgos psicológicos sobre la personalidad, como insumos en las Cortes de Latino América y más aun en los países desarrollados del Derecho Anglosajón, lo que a todas luces contradicen - las premisas de subjetividad, e imposibilidad de medir o sistematizar la PERSONALIDAD, como un elemento de análisis objetivo en los Tribunales de Justicia. También con respecto a este último punto y en aras de evitar confusiones sobre la utilidad del informe pericial psicológico, debemos hacer referencia a nuestra Constitución Política en su Art. 39, la cual señala que “A nadie se hará sufrir pena sino por delito, cuasidelito ... y mediante la necesaria demostración de culpabilidad”. Es decir el reproche que se formula al sujeto, quién pudiendo actuar de otra manera lo hizo lesionando un bien jurídico, pero esta reprochabilidad lo es en función del hecho en concreto y no en función de una forma de vida. Dicho de otra manera “el principio de culpabilidad excluye la posibilidad de determinar la pena sólo, o fundamentalmente, por la peligrosidad del autor o por las necesidades de defensa social... No obstante, este principio no excluye que el juez tome en consideración las circunstancias personales del sujeto, para aplicar la pena,… como lo señalan (Mora, L. P. y Navarro, S.; 1995)32 pero en primer instancia lo relevante es la culpabilidad.” Si bien, en el análisis de la personalidad, hay formas para mejorar su uso, entrenando a las autoridades jurídicas para cuestionar su alcance y desde luego saber aplicar este conocimiento, también debe consensuarse, y conocerse las utilidades de los instrumentos modernos en ambientes forenses, y desde luego escoger y tener acceso a los instrumentos relevantes y útiles a los diversos procesos judiciales, según sus niveles de confiabilidad y validez. Por estos argumentos podemos hoy en día decir de manera cierta que es viable que la Personalidad y sus rasgos se pueden medir de manera científica. 31 Cohen, R. & Swerlick, M. (2001). Pruebas y Evaluación Psicológicas. México: McGrawHill. Mora, Luis Paulino y Navarro, Sonia. Constitución y Derecho Penal. (1995). San José: Editado por Escuela Judicial Poder Judicial C.R. 32 40 3.2 LO RESOCIALIZANTE En el tema de lo resocializante observemos la siguiente cita: “La pena no puede trascender de la persona del delincuente” y “Las penas privativas de libertad tendrán como finalidad esencial la reforma y la readaptación social de los condenados”. Convención Americana de Derechos Humanos. Aunque ésta referencia no es una convocatoria explícita, de la psicología al proceso penal, no hay que ser muy sabio ni muy científico para saber los beneficios para el proceso penal y la criminología de una ciencia del comportamiento humano como es la psicología forense. Cómo ciudadano comprometido con los derechos humanos -en las dos caras de la moneda(imputados y víctimas) y como psicólogo forense que laboré por muchos años haciendo pericias penales juveniles -y más aún por todos los contrasentidos que implica la cárcel como modelo de re-socialización-; bien creo en los enormes beneficios sobre la paz social, que resultan del uso correcto de alternativas como la justicia restaurativa. como formas de reparar el daño causado a la víctima, la conciliación como otras formas que contribuyen al restablecimiento de la paz social o muchas otras medidas resocializantes, a lo cual invito a los lectores puedan revisar estos temas en Burgos (2005)33 La Pena Sin Barrotes. No como apremiantes medidas, sin ningún análisis de legitimidad, primero porque por racionalidad de recursos personales, sociales y del Estado, no puedo abstraerme de una realidad cruda, no a todos podemos apostar al cambio. Primero porque aunque no debemos regresar a viejas concepciones retribucionistas, al estilo “ojo por ojo”, es ilusorio no pensar en lo ejemplarizante de la pena, porque concepciones idealistas sólo llevan a un avance poco significativo, con más contradicciones e incongruencias en el discurso que otra cosa. Segundo porque como especialista en el comportamiento humano desviado, la ciencia tiene mucho que ofrecer. Si bien ante el delito ha podido más el repudio social y luego la culpa, como fácilmente se infiere de los discursos “teóricos”, no podemos quedarnos ahí; porque, no son insuperables las condiciones para mejorar con posibilidades técnicas, y acercarnos más a esos ideales sociales, por esto los psicólogos forenses no renunciamos al estudio profundo de la psicopatía, no para 33 Burgos, Alvaro. (2005). La Pena Sin Barrotes. San José: Poder Judicial. Juez y Catedrático en Derecho Penal, espcilizado en tema de la Materia Juvenil donde por excelencia deba ajustarse un modelo más resocializante, pero que no es únicamente alternativas para la materia juvenil. Pueden Consultar Burgos, A. (2005). El Trabajo en Beneficio de la Comunidad como Alternativa Punitiva. 41 demostrar que no podemos hacer mucho con ellos, ni para beneficiarnos del bum del morbo social, -porque de todas formas para los forenses la evaluación de la psicopatía, no es sinónimo de medir casos más graves únicamente-, sino para poder clasificar a cualquier delincuente, con mayor precisión en un análisis multifactorial, del menos intenso al más intenso. Es decir para saber a cuál y en qué aspectos debemos potenciar con alternativas viables, a fin de lograr cambios reales y legítimos. Después de estas notas introductorias retomemos el tema central: el potencial Resocializante a efectos del Análisis de Alternativas No Privativas de Libertad, tanto en procesos Penales Ordinarios como procesos de Ejecución de la Pena, sea en adultos y más en poblaciones penales juveniles, la debida proyección de reinserción social, el análisis de la personalidad, es esencial, no para cumplir meramente con el precepto legal de la Convención de Derechos Humanos, el cual debemos honrar; sino para concebir una más acertada Administración de Justicia. A habida cuenta de lo que implica la trágica lógica de la cárcel y el contrasentido que para lo psicológico significa: socializar a alguien aislándolo (es decir in-socializándolo) o bien educar su violencia, violentándolo; razón suficiente por lo que nuestra sociedad deba apostar al menos en ciertos casos a la resocialización y no a la privación de libertad. El concepto fundamental, es como diría (Zaffaroni, R.; 1998)34 lograr la verdadera finalidad práctica de la Ley, y aceptando como legítima la intervención del derecho penal, sólo cuando la misma produce (o potencialmente podría producir) una disminución preexistente de los niveles de violencia, o sea no es un garantismo a ultranza como señala el famoso constitucionalista L. Ferrejoli citado en (García Méndez, E.; 2000)35, a fin de no sólo brindar muchas alternativas y “morir en el intento”. La idea fundamental es tomar las medidas resocializantes como alternativas que debemos optimizar por racionalidad de los recursos limitados y congruencia del discurso. Implicando esto que no es de una forma indiscriminada, sino en los casos que corresponda. En estos casos el psicólogo forense valora la adaptabilidad en abstracto o de ciertas preguntas psicolegales específicas, programas educativos, tipos de vínculos y lugares específicos que convienen o no convienen, esquemas laborales, esquemas de tratamiento psicológicos o psiquiátricos, esquemas de rehabilitación en centros especializados para drogas, y otras exigencias psicosociales, según su personalidad, recursos personales, potencial de cambio y exigencias del medio. 34 Zaffaroni, Eugenio Raul. (1998) En Busca De Las Penas Perdidas. Deslegitimación y Dogmática JurídicoPenal. Buenos Aires. Talleres Gráficos. 35 Ferrajoli, Luigui, citado en García Méndez, Emilio. (2000). Los Sistemas de Responsabilidad Penal Juvenil en América Latina. En Herramientas: Revista Interdisciplinaria sobre temas de Justicia Juvenil, Año 1 No.1. Montevideo Uruguay. 42 Para dar un ejemplo concreto sobre algunos métodos sistemáticos además del ya mencionado análisis de la personalidad, haré unas pequeñas referencias sobre las evaluaciones de riesgo. Aunque es un tema difuso que a ojos de desconocedores toma matices de sesgo, son modelos de evaluación que proveen mejores condiciones para el objetivo de la información. La idea es ilustrar aunque sea con algunos detalles, para ampliar el panorama y abrir tema de discusión. Los psicólogos son especialistas en desarrollo de la personalidad normal y contemplan los desajustes de la personalidad patológica, a diferencia de la psiquiatría que se enfatiza más en lo patológico. Los modelos de evaluación de riesgo en el ámbito forense, van evolucionando, a paso aligerados, pero ha requerido de tiempo para una psicología bastante nueva como lo es, la psicología forense. Las evaluaciones de riesgo no sirven para medir riesgo únicamente, sino para estimar o desestimar la intensidad del riesgo. Modelos de evaluación de riesgo no es una lupa que identifique en una sola dirección los riesgos, sin contemplar los factores que los contrarrestan, como son los “factores protectores” o aquellos que ayudan a superar las condiciones adversas. Como hemos integrado a través del documento, los modelos de evaluación psicológica, no pueden -privilegiar /maximizar- o bien -desestimar/ minimizarhallazgos que produzcan sesgos, cierres prematuros, sin antes realizar diagnósticos diferenciales, que permitan sopesar hacia donde está la balanza, como si fuera un contínuum de potencial resocilizante a potencial de riesgo. Esto con miras a la información útil que pueda, optimizar las resoluciones que en el amplio análisis integren medidas resocializantes o desjudicializantes. Para dar una idea del avance en estos temas de riesgo de violencia podemos revisar literatura reciente (Andrade, J. & Colbs. 2009)36, al principio antes de los años 80`s hemos confiado en la literatura producida por el juicio de los expertos, en esta primera generación, los psicólogos y sobretodo psiquiatras después de años de atención a estas poblaciones apoyaban consensos de expertos sin una adecuada sistematización, basados en su experiencia, destacaban indicadores, en muestras por lo general psiquiátricas, derivando patologías en común, asociadas a eventos violentos. En sus inicios se asociaba este concepto de riesgo al concepto de enfermedad mental. Posteriormente segundas generaciones de investigación se enfocaron en identificar factores que incrementaban la probabilidad de comportamiento violento, de manera más sistemática. Estas metodologías eran más de identificar factores después de que han sucedido eventos violentos, al estilo de los métodos utilizados en la Meteorología, identificando en eventos pasados cuáles factores predicen más un evento violento, esta generación dio más énfasis a lo que conocemos como factores de “riesgo estático”. Mucho se caracterizó en métodos actuariales que privilegiaron más las observaciones estadísticas de factores comunes en grupos de investigación, que exhibieron comportamientos violentos. Una tercera generación ha 36 Andrade, T. –editor-.(2009). Handbook of Violence Risk Assessment and Treatment.: New Approaches for Mental Health Professionals New York. Springer Publishing Company. 43 integrado el conocimiento de las dos generaciones anteriores, con enfoques e instrumentos muy estructurados que mejoran el juicio profesional. Hoy en día instrumentos especializados para cada diversos temas de riesgo (sean sexuales, agresiones física, violencia doméstica, uso de armas, etc.). En este sentido, se ha desarrollado investigación de instrumentos no sólo integrando los factores de riesgo estáticos, aquellos que se asociaron a eventos de riesgo que sucedieron en el pasado; sino también se integraron factores de “riesgos dinámico”, aquellos aspectos precipitantes que pueden mejorar la predicción de violencia actual o futura y que son factores que no están presentes siempre, por lo que son más cambiantes o dinámicos, son más circunstanciales, explican mejor algunos eventos que no pueden explicar los factores de riesgo estático, estos últimos explican lo que pasó en el pasado pero no necesariamente el presente. Una persona alcohólica puede tener en su historial violento asociado a su problema de alcoholismo, si bien no debe desestimarse, esta información del pasado (riesgo estático), puede que no sea tan relevante en el presente en un determinado caso que dejó de consumir de licor hace 18 años, y que en la actualidad tuvo un evento violento. Quizá en este ejemplo, otros factores como la pérdida de su pareja y un despido laboral (factores de riesgo dinámico), expliquen mejor sus frustraciones y la falta de inhibidores, en un disputa que dio al traste con un evento violento, más que su conducta alcohólica del pasado. Cuando hablamos de riesgo no es riesgo en general al imaginario de cualquiera, sino los forenses deben documentar riesgo de qué, para quién y en qué contexto. Los instrumentos modernos tienen poco, pero poseen no menos de 10 años de investigación para promocionarse su uso, son instrumentos que comparan al individuo con diversas poblaciones violentas y de diversas intensidades permitiendo comparar al evaluado contra estos estándares, no son preguntas antojadizas, sino que son depuradas según la investigación y algunos para conocer su validez tardan hasta 10 o 15 años, para estimar después de los años que tanto predijo el instrumento. Existen muchos tipos de instrumentos según sea el tipo de delito, si es un delito sexual (SVR-20)37, si es violencia física (HCR-20)38, si es violencia de pareja (SARA)39, si medimos comportamientos antisociales (PCL-R)40, etc. Ya hay algunos que han evolucionado en la investigación como el (STATIC-99) en su nombre inicial, instrumento para evaluación de ofensores sexuales (STABLE-2000), el cual hoy en día ayuda a establecer niveles de predicción del comportamiento reincidente. (Hanson, R. K. & Morton- Bourgon, K.E.; 2004)41. Existen muchos otros42 pero para hablar de ellos debemos conocer en qué consisten estos y cómo se 37 Boer, D.P.,; Hart, S.; Kropp, P.R. & Webster, Ch. D. (2005) vers. española. SVR-20 Manual de Valoración del Riesgo de Violencia Sexual. Barcelona: Publicions I Edicions Universitat de Barcelona. 38 Webster, C.D., Douglas, K..S., Eaves,D. and Hart, S.D. (1997). HCR-20 Guía para la Valoración del Riesgo de Comportamientos Violentos. Barcelona: Publicions I Edicions Universitat de Barcelona. 39 Kropp, R.; Hart, S.D.; Webster, Ch. D. & Eaves, D. (1999). Spousal Assault Risk Assessment: User`s Guide. Toronto: Multi-Health Systems. 40 Hare, Robert D. (1991). The Hare Psychopathy Checklist –Revised. Toronto: Multi-Health Systems. 41 Hanson, R. K. & Morton- Bourgon, K.E. (2004). Predictors of Sexual Recidivism: An Updated Meta-Analysis. Corrector User Report No. 2004-2. Public Safety and Emergency Preparedness Canada. 42 Pueden Consultar : 44 integran a los modelos de evaluación del riesgo. Los psicólogos no hacen referencia a un comportamiento violento impredecible, como a los que todas las personas estamos expuestos, sino a los riesgos predecibles, producto de desajustes o déficits psicológicos identificables y documentados por la investigación psicoforense. En la actualidad la psicología forense contemporánea, no puede hablar de potencial resocializante sin haber contemplado factores de riesgo, y viceversa sin contemplar los factores protectores o resilentes. Sobre todo de los instrumentos y metodologías que mejoran la precisión de los juicios profesionales y al fin y al cabo uno de los aspectos más relevantes: la predicción de la violencia futura. No es predecir el futuro de nadie, sino hablamos de probabilidades comprobadas por la investigación científica. El desarrollo de la psicología forense y la investigación científica asociada, debido a la exigencia de las Cortes ha avanzado mucho. Hoy, a diferencia de la primeras generaciones tenemos conocimiento que la violencia proviene más de los trastornos de personalidad, que de las enfermedades mentales graves, como se pensaba al principio. Por lo que claramente también diferenciamos la violencia reactiva (aquella que surge más al calor y a la falta de inhibidores); de la violencia instrumental (aquella que se produce como forma de obtener un beneficio secundario). Las agrupaciones de factores en común, al estilo perfiles, son útiles en etapas muy incipientes de una evaluación, pero hoy día están superadas porque no predicen los comportamientos violentos en sí mismas. Es útil saber que gran parte de los pedófilos, ven pornografía infantil; pero ver pornografía infantil (factor común) no significa que sea pedófilo, estas asociaciones mecánicas son insuficientes para predecir un pedófilo. Los psicópatas son más fríos, insensibles y les gusta las sensaciones fuertes, pero también las mujeres policías que se contratan en los cuerpos policiales por lo general tienen estas características y esto no significa que sean psicópatas. Se requiere para predecir riesgos, análisis más complejos de múltiples factores tanto de riesgo y su validez predictiva, así como factores protectores. Esto nos da una idea de lo que las diversas generaciones de investigación han ido superando. Instrumentos con mucha investigación buscan ya niveles de predicción futura de la violencia, esto es validez, pero para saber su utilidad tuvieron que esperarse hasta 10 años de investigación. -Webster, Christopher & Hucker, Stephen. (2007). Violence Risk Assessment and Management, Chichester England: John Willey & Sons Ltd. -Conroy, M. A. & Murrie, D. (2007). Forensic Assessment of Violence Risk: Guide for Risk Assessment and Risk Management. New Jersey: John Wiley & Sons Inc. -Mills, J.; Kroner, D. & Morgan, R. (2011). Clinician´s Guide to Vilence Risk Assessment. New York: The Guilford Press. -Monaham, John; Steadman, Henry & Cols. (2001). Rethinking Risk Assessment. The MacArthur Study of Mental Disorder and Violence. New York: Oxford University Press, Inc. -Andrade, J. (2009). Ibidem. 45 En general creo necesario para la evaluación psicológica forense por las razones de lógica, transparencia, proporcionalidad, y eficiencia, que métodos objetivos, comparativos, sistemáticos, uso de estándares científicos, que han sido depurados en diversos contextos sobre la validez, en temas específicos sobre el análisis del riesgo, que contempla tanto sus ajustes o desajustes en sus posibilidades resocializantes se requieren modelos, objetivos que no privilegian hipótesis sesgadas. Para esto incorporaré algunos ejemplos de lo que los psicólogos forenses, contemplan en sus análisis. Veamos aspectos en la Ley Penal Juvenil, de los que pueden dar información los psicólogos forenses, recuerdo: esto son aspectos jurídicos pero que hallazgos psicológicos en preguntas concretas de las autoridades pueden ampliar su panorama con los informes periciales. Ley de Justicia Penal Juvenil (C.R.) ARTICULO 121.- Tipos de sanciones. a) Sanciones socio-educativas. Se fijan las siguientes: 1.- Amonestación y advertencia. 2.- Libertad asistida. 3.- Prestación de servicios a la comunidad. 4.- Reparación de los daños a la víctima. b) Ordenes de orientación y supervisión. El Juez Penal Juvenil podrá imponer las siguientes órdenes de orientación y supervisión: 1.- Instalarse en un lugar de residencia determinado o cambiarse de él. 2.- Abandonar el trato con determinadas personas 3.- Eliminar la visita a bares y discotecas o centros de diversión determinados. 4.- Matricularse en un centro de educación formal o en otro cuyo objetivo sea enseñarle alguna profesión u oficio. 5.- Adquirir trabajo. 6.- Abstenerse de ingerir bebidas alcohólicas, sustancias alucinógenas, enervantes, estupefacientes o tóxicos que produzcan adicción o hábito. 7.- Ordenar el internamiento del menor de edad o el tratamiento ambulatorio en un centro de salud, público o privado, para desintoxicarlo o eliminar su adicción a las drogas antes mencionadas. c) Sanciones privativas de libertad. Se fijan las siguientes: 46 1.- Internamiento domiciliario. 2.- Internamiento durante tiempo libre. 3.- Internamiento en centros especializados. . (Ley Penal Juvenil). ARTICULO 122.- Determinación de la sanción aplicable. Para determinar la sanción aplicable se debe tener en cuenta: a) La vida del menor de edad antes de la conducta punible. b) La comprobación del acto delictivo. c) La comprobación de que el menor de edad ha participado en el hecho delictivo. d) La capacidad para cumplir la sanción; asimismo, la proporcionalidad, racionalidad e idoneidad de esta. e) La edad del menor y sus circunstancias personales, familiares y sociales. f) Los esfuerzos del menor de edad por reparar los daños. (Ley Penal Juvenil). (El subrayado es nuestro) La Capacidad Resocializante. Como he mencionado en otros contenidos, tanto para lo cognitivo como para el análisis de la personalidad, los forenses analizamos los déficits o deterioros vrs capacidades o potencialidades, lo mismo aplica para lo resocializante, que desde luego infiere e integra información de los contenidos anteriores “lo cognitivo y la personalidad”. En casos de la materia penal de adultos, por lo general, las peticiones son concretas, siendo que una o varias preguntas psicolegales, orientan la exploración psicológica forense. Por lo general casos de criterios de oportunidad, alternativas rehabilitantes en procesos de ejecución de la pena, procesos de suspensión de proceso a prueba, donde expresamente se hace un especial énfasis de este análisis sobre la reinserción social y otros que expresamente por inquietudes de la autoridad judicial o condiciones propias de la normativa Penal o la normativa Procesal Penal. En evaluaciones de asuntos penales juveniles se realiza un análisis amplio derivado de la Ley en Art 93 “el Estudio Psicosocial” a menos que exista petición concreta o alguna indicación específica, y este informe debe incluir información relevante sobre lo resocializante, en los casos que estas facultades están claramente presentes, sobretodo por lo que indica la Ley Penal Juvenil en Art. 7 Principios Rectores “… su interés superior, el respeto a sus derechos, su formación integral y la reinserción en su familia y la sociedad”. Debe recordarse que en algunos casos, el nivel de deterioro es en tantos aspectos, que la necesidad de contención es en 47 muchas áreas, y su limitada viabilidad de recursos personales y contextuales implicaría más una alternativa de privación de libertad en los casos que desde luego el delito así lo determine. Debe advertirse que no es que para adultos no sea este el fin, integrar lo resocializante, pero en población penal juvenil se realiza mayor énfasis, por estar todavía en edad de desarrollo. Sobre la política de la finalidad de la pena, no muy distinto que otras latitudes latinoamericanas, la Carta Constitucional guarda silencio acerca del tema, por lo que debe acudirse a los tratados internacionales que, de acuerdo al Art 7 de la Const. Pol. , tienen fuerza inferior a la Constitución pero superior a la ley. Así encontramos el Art. 5 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, que en los incisos 5.3 y 5.6 dispone: «La pena no puede trascender de la persona del delincuente» y «Las penas privativas de libertad tendrán como finalidad esencial la reforma y la readaptación social de los condenados». En igual sentido el Art. 10.3 del Pacto internacional de derechos civiles y políticos, que en lo conducente reza: “El régimen penitenciario consistirá en un tratamiento cuya finalidad esencial será la reforma y readaptación social de los penados…”; y el Art. 51 del Código Penal , que establece la “acción rehabilitadora” como finalidad de las penas. (Res: 2002-0428 Tribunal Casación Penal). En resumen la finalidad de la pena, y la política criminal hacen referencia más a la “prevención específica positiva”. Cumpliendo con una legítima intervención del Derecho Penal, porque no se trata de ofrecer una alternativa resocializante a ultranza, debemos afinar esto en la autoridades judiciales y los peritos a fin de incluir un equilibrado análisis en este aspecto y por un principio de realidad analizar la viabilidad de las alternativas. En este punto es clave la pericia psicológica forense, porque la exploración psicológica no explora tanto sobre “la opinión” de los entrevistados, sino sobre “la actitud” que se acerca más a la predisposición real de los individuos, con hallazgos que se buscan a través de múltiples métodos y múltiples fuentes colaterales. Desde esta perspectiva, la pericia ofrece información útil, sobre qué tanto están arraigados los patrones desadaptativos; para estimar las posibilidades reales en: lo académico, laboral, las alternativas de convivencia favorable con su familia u otros contextos; todo esto en razón de sus recursos personales, cognitivos, culturales y ambientales, para que las autoridades puedan estimar las condiciones de reinserción o de contención, porque definitivamente en este último, no son pocos los casos en que, aun respetando la discrecionalidad que posee la autoridad judicial en relación al rango de pena que establece la Ley, pareciera que la necesidad de contención en algunos casos es necesaria, es decir la propia cárcel como modelo inicial resocializante es inevitable, desde luego para los delitos y las penas que permita la Ley y la proporcionalidad correspondiente según grado de responsabilidad y gravedad del hecho. Finalmente puede agregarse para ampliar el panorama de la información psicolegal relevante, que en algunos casos la integración social del joven adolescente, de acuerdo con los fines 48 pedagógicos y resocializantes de la Ley de Justicia Penal Juvenil, debe contemplarse este determinante “lo resocializante” por lo ya mencionado en los Principios Rectores, Art. 7 y 44, de dicha Ley, además de otras aplicaciones del informe pericial con respecto a lo que la autoridad podría informarse a efecto de: los Tipos de Sanciones referidas en el Art. 121 y sobre la Determinación de la Sanción Aplicable (Art. 122); las Suspensiones de Proceso a Prueba (Art. 89) y las Ordenes de Orientación y Supervisión (Art. 128). No debe olvidarse que no menos importante son las evaluaciones de Ejecución de la Pena que van a requerir un claro énfasis en 1.) las posibilidades resocializantes y 2.) análisis de riesgo de violencia, como he mencionado en otros foros, sopesando para ver el balance de estos dos aspectos. En los siguientes Artículos de la Ley y temas mencionados se puede inferir también la utilidad del Peritaje Psicológico sobre las posibilidades de Desjudicialización (fines y principios)43 que deben promover los mecanismos jurídicos en la Materia Penal Juvenil, datos periciales que puede informar sobre la idoneidad o no del imputado ante las diversas alternativas para adolescentes, una vez contemplados los principios de racionalidad y proporcionalidad según recursos y condiciones personales (capacidad cognitiva, disposición, autocontrol, redes de apoyo, u otras) que permitan identificar la pertinencia de la medida. Ejemplo de la utilidad del aporte de la pericia psicológica, para la toma de decisiones en estos aspectos “desjudicializantes” tenemos las siguientes alternativas que ofrece la Normativa: Cito como ejemplo Ley de Justicia Penal Juvenil. ART. 62.- Convocatoria a La Conciliación ART. 89.- Suspensión del Proceso a Prueba ART. 128.- Ordenes de Orientación y Supervisión. En materia de Adultos pueden profundizar en este tema las diversas modalidades de alternativas al internamiento tradicional en “El Trabajo en Beneficio de la Comunidad como Alternativa Punitiva”. (Burgos, A.; 2005)44, e integrar otros criterios de oportunidad, lo que reviste de relevancia e importancia en cuanto a su significado y especialmente en razón de su efectividad tanto en lo social como en lo personal, lo que he mencionado además de integrar Derechos Humanos nos da legitimidad y coherencia en el discurso del Sistema Penal. 43 Tiffer, C., Llobet, J. y Dünkel, F. (2002). Derecho Penal Juvenil . Comentar sobre diversión o las diferentes posibilidades de remisión. 44 Burgos, Alvaro. (2005). EL Trabajo en Beneficio de la Comunidad como Alternativa Punitiva. San José: Mundo Gráfico, S.A. El Dr. Burgos es Juez Superior Penal. Catedrático Derecho Penal y reconocido autor de múltiples obras. Además con una enorme calidad humana, que daría fe de su coherencia con el discurso de su texto. 49 En otros aspectos concretamente psicolegales del tema general de este artículo, también podrán profundizar en otros textos que podrán encontrar a mi nombre sobre La Psicología Forense y la Actividad Pericial, pero creo intenté generar algunas ideas fundamentales con la esperanza de haber abierto espacios de discusión que contribuyan a mejorar la Administración de la Justicia, desde luego además estoy seguro voy a ser retroalimentado. 50 Bibliografía Recomendada y Referencias Ackerman, M.J. (1999). Essentials of Forensic Psychological Assessment. New York: John Wiley & Sons. 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