Historia de la Filosofía 2º Bachillerato IES Francisco Giner de los Ríos UNIDAD 8: INMANUEL KANT El objetico de la filosofía de Kant fue clarificar cómo opera y cuáles son los límites de la razón humana, tanto en su uso teórico o científico como en su uso práctico o moral. En cuanto al conocimiento científico (uso teórico de la razón), Kant quiere mostrar cómo es posible, cuál es su origen y cuáles son sus los límites. Para ello empieza por distinguir dos facultades de conocimiento: sensibilidad y entendimiento. La sensibilidad es la capacidad de captar los fenómenos a través de los sentidos produciendo sensaciones, a las que Kant llama intuiciones. Las intuiciones pueden ser de dos tipos. Las intuiciones empíricas que son los datos de la experiencia, por tanto, a posteriori (colores, sabores, sonidos, formas…etc.). Y las intuiciones puras, a priori y transcendentales que son el espacio y el tiempo. El entendimiento es la facultad de pensar y explicar los fenómenos que capta la sensibilidad a través de los conceptos. Éstos pueden también ser de dos tipos. Los conceptos empíricos que se forman por el proceso de abstracción, y que son por tanto, a posteriori. Y los conceptos puros, a priori y transcendentales a los que Kant llama categorías (son doce, sustancia, causa, existencia, unidad, posibilidad...etc.). Tanto el espacio-tiempo como las categorías tienen tres características: son a priori, es decir no los extraemos de la experiencia; son trascendentales, es decir son innatos ya que el propio sujeto los produce de forma espontánea cuando capta y piensa el mundo exterior; y son puros, es decir, vacíos de contenido empírico porque no describen nada que exista en el mundo exterior como una cosa. Kant deja claro que si no hay datos empíricos a los que aplicar el esquema espacio-tiempo, entonces, éste permanece inactivo. Y del mismo modo si aplicamos las categorías a algo de lo que no hay experiencia entonces no obtenemos verdadero conocimiento científico. En el conocimiento que el ser humano tiene del mundo, por tanto, hay una parte que procede del propio mundo, los datos empíricos, pero hay otra que procede de la estructura cognitiva del sujeto, nos referimos al espacio, al tiempo y a las categorías. Esto lleva a Kant a distinguir entre fenómeno y noúmeno. Los noúmenos son las cosas tal como serían en sí mismas, sin que las modificásemos con nuestro esquema espaciotemporal y categorial. Los fenómenos son esas mismas cosas en tanto que captadas por la sensibilidad en el espaciotiempo y pensadas por el entendimiento con las categorías, por tanto, modificadas por nuestro aparato cognitivo, espacio, tiempo y categorías. Como es obvio los noúmenos son incognoscibles pues al intentar captarlos inmediatamente los modificamos convirtiéndolos en fenómenos. La teoría del conocimiento elaborada por Kant ha recibido el nombre de idealismo trascendental y se presenta como una síntesis entre empirismo y racionalismo, puesto que afirma que el conocimiento es una composición de lo que recibimos del mundo a través de la experiencia, y lo que nuestras facultades de conocimiento imponen a esa experiencia de forma innata: espacio-tiempo y categorías. A partir de esta teoría del conocimiento, Kant puede explicar cómo es posible el conocimiento científico. Según Kant los juicios o leyes científicas deben ser juicios sintéticos a priori; sintéticos para que aumenten nuestro conocimiento sobre el mundo y a priori para que tengan validez universal y necesaria. 1 Unidad 8 Historia de la Filosofía 2º Bachillerato IES Francisco Giner de los Ríos En las matemáticas son posibles los juicios sintéticos a priori porque los axiomas de la matemática son juicios acerca del espacio y del tiempo, y dado que espacio y tiempo son a priori, los juicios de la matemática también son a priori. En la física son posibles los juicios sintéticos a priori porque las leyes de la física están basadas en las categorías y dado que éstas son a priori, las leyes de la física también lo son. Queda por averiguar si la metafísica es o no ciencia, es decir, si en ella son posibles los juicios sintéticos a priori. Por metafísica entendemos el conocimiento de lo relativo a Dios, al alma y al Universo como totalidad. La metafísica intenta establecer leyes acerca de estas tres ideas de las que no hay experiencia y que deben estar basadas en las categorías. Pero las categorías sólo proporcionan conocimiento científico si se aplican a la experiencia. La metafísica, por tanto, hace un uso ilegítimo de las categorías al aplicarlas a algo que queda más allá de toda experiencia y, por ello, no es una ciencia. Sin embargo hacer metafísica, es una tendencia inevitable de la razón humana que desea encontrar leyes cada vez más generales hasta que no quede nada por explicar, aún cuando eso implique ir más allá de la experiencia. Dios, alma y mundo son tres ideas de la razón, acerca de las cuales construimos teorías que se pueden refutar y demostrar al mismo tiempo utilizando argumentos racionales, por ello quedan fuera del ámbito de la ciencia. No obstante, Dios, alma y mundo, son tres ideas útiles, porque señalan los límites del conocimiento e impulsan la investigación. Por otro lado, la existencia de Dios, del alma y de la libertad en el mundo son postulados de la razón práctica o moral. En cuanto a la moral, Kant elabora una ética formal universal y necesaria, por tanto a priori. Esta ética establece la forma general en que debemos actuar sea cual sea la conducta concreta de que se trate: una conducta es buena si está realizada por respeto al deber, y es mala si está realizada por otras razones como el interés, el temor al castigo y la inclinación. Por tanto, lo que hace buena una conducta es la buena voluntad o intención: la buena voluntad es la que obra por respeto al deber. Obrar por deber es reconocer que se algo debe hacerse porque la ley moral lo exige y ésta debe ser respetada aún en contra de mis intereses. Además el deber se conoce a priori, no se obtiene de la experiencia. El deber se recoge en el imperativo categórico que es una norma absoluta, universal y necesaria, que no depende de las circunstancias o de los fines que persigamos, manda incondicionalmente. El imperativo categórico nos dice: Obra siempre de tal manera que puedas desear que la norma de tu conducta se torne ley universal. La ética kantiana es una ética autónoma pues es el sujeto quien, con su conciencia, en cada caso aplica el imperativo categórico y establece el deber. Por último digamos que Dios, Alma y la Libertad en el Universo, son postulados de la moral, algo cuya existencia es indemostrable científicamente pero que debe ser supuesta como condición de la moral. La libertad es un postulado de la moral porque sólo si somos libres de escoger entre el bien y mal tiene sentido hacer esa distinción. La existencia de Dios y la inmortalidad del alma son postulados de la moral porque son la única garantía de que algún día lograremos la unión de perfección moral y felicidad imposible de realizar en esta vida. 2 Unidad 8