BeUy Compson y Richard Dix en "/nocente Condenado", rte la PARAMOIINT Precio: 20 Cents. . . I ••'• ,..•; . - - . • • í ^ - " - . ^ .OJOCOOOOOOOOOCXX»OOOQQQOQOOOOOCX3QOCCOOOOOOOOOOOOOOQOOOOC^ 3 Selecciones Pro-Dis- Co Presentará muy pronto la primera película de la LISTA DE ORO PARA 1927-28 El pirata de los dientes blancos admirable superproducción en la que el talento artístico realiza una de sus más bellas creaciones. Exclusivas JULIO CESAR, S A. QOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOCX)OOCXX3CXXX300CXXXX» OOOOCXXXXXXXXXXXX3S • • • V í S i l ' : - : ^ . - ' - . -vf-, -^T3;^^fi;.-^^^i.,«p;^^ií;,.V:V^;ir.f^-; ; j ''^^'f''^j''ri^^'jvvvvjvj^r,fl^v*jvv^^*jv^r,r^,ñ^^ NUM, 54 A Ñ O II Gerente: Jaime Olivet Vives Director técnico y Administrador: S. Torre» Benet Director literario: Redacción y Administración i París. 134 y Vlllarroel, 186 - Teléfono 734 G. - BARCELONA Redactor ¡efe: E n r i q u e V i d a l D i r e c t o r m u s i c a l : M a e s t r o G. F a u r a Mateo Sanlot R e d a c c i ó n e n M a d r i d : H o r t a l e z a , 46-,orí. 11 DE AGOSTO DE 1927 Director; Domingo Romero iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiuiiuiiiiiiiiiiiiiiiiiiiriiiiiiiiiiiiiiiMiiiiiiiiiiiiiii C O R R E 5 P O NS ALES E X C L U S I V O S DE VENTA. iiiiruiiiiiiiiiiiiiiii MiiiiNiJiniiiiiiitiiiiiiiii iiiiLiiiiiiiiririiJi En MADRID: D, Manuel Pcrnúndei, Poseo Recoletos, 14. quiosco „ En ZARAGOZA: Lo Proleclora", CoUc de San Dleijo. 5 D D En SEVILLA: D Guillermo Rengel, Calle de Rlvero, quiosco n En VALENCIA: D. Monucl DQ»1 Hueso. Calle Ballesleros, 4 IIIIIIIIIIIIIKIlllllllllllllllllllllllJIJIllIIlIltUlllllllllllllllllMIIIII IIIIIIIIIIIIKIIIIIMIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII WAIKEN iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiimiiiiiiiii (Don IIIIIIIMIII nniiiKiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii José) lado a la paiilalla de su acendrado amor de bijo, de (•ristiaiiu y de ]íalriola (que no otra cosa es su producción í(lísj>aña'>: exallaciún --¿Sti iionilu'í', señor...;' ilel cariño maternal en sus di—Walkcn. versas facetas, simbolizado en !a —¿Cómo i' existencia — digna de la Virgen y el em¡jleudu — sordo y cede las Angustias — de una santa giilo por los Hchaqiies de la vemujer), para lo cual traza un jez — se llcvii lii diestra a la «guión» a' base de dos obras de oreja, reafirma las gafas en la don Jacinto Benavenle — "La nariz, adelanta la cara — hurafuerza liruta» y «La noche del ñn, li/.riaila de rutina y de ojos sábado" — y de uu acaecimiento idlnlcligpnl'es - - y pide una aclade la guerra de Marruecos, y ríiciún. Y el interpelado re!)ite: eonsiguii la autorización de las •Waiken, Pejie Wallteii. más influyentes esferas oficiales —^ l:"s eiin li alta o cuii \*--'^ — la Presidencia del Cionsejo de --Con ve, i'uii ve lioliU'. Ministros, la (lapitauía General, - ¿Y con q o enii k ? el Cohierrio Civil y el Militar, la — non k y terminado en ene. D'ii'cccióri de Seguridad, e t c . . — di le es míís cÓmodu, se lo esque le facilitan el concurso del cribo. Ejército, de la Marina y de ia —¡ A buena hora ! No, ya está : \viación, y la colaboración, desWatken (Don José). interesada y original —- cada uno —lion .losé no, Pejie, Pepe desempeña el mismo papel que Walkí-n.. Todo cd mundo me llaen la vida — para interpretar el ma asi. ,;Si'ría iisled laii amable abigarrado conjunto de suntuosa <|iie lo Iludiera también':' liesta, de relevantes figuras tea—I Don Jotíé ü Pepe, igual da I trales: .\Ialiide Revenga, (,',arPero lo [iriniero e s más serio, nien Huiz Moragas, María Palou, iTprinii' la:- cnnlianzas y la cosPeiiila -Meliá, Angela Vilar, Ilortumbre lo o r d e n a : Waiken (Don lensia Gclahert, Joseliua Díaz José). ¡ Y ya podía haberse traído Arligas, Irene Alba, Loreto Praiislf'd una íarjptii! ~ gruñe. do, Selica Pérez ('.arpio, Con—¡iCarambal No caí en ello. suelo Hidalgo, Ana biria, Concha Me las encargué urgentemente. Caialá, Lülila y KegÜla AstüHi, Y íin liernpn ¡lara que el recién i'iUjuila Alcaraz, Victoria Pinei'in|iadronado en la vasta licpúdo, María Esparza, las Pinillos, Idica del Arle recogiese el cenUlanquita y Cándida Ruárez, leñar de cartulinas — brillantes, -Miguel Fíela, Jacinto Cuerrero, reliicienles — j>ro[)agad(.>r!is de IScnavenle, Muñoz Seca, Campúa, Í;U nombre, ya era fiste conocido Moncayo, Sepülveda, Itauíjier, Como una de las mejores firmas Tliuilleí', Artigas, Cebrián, Cade fotógrafos. sáis, (Chicote, Ortas, Brelaño, líonafé, Zorrilla, Gallcgiiilu, PeY prontamente — merced a .su Walliín, dice: "El cinn en Españít, <¡3 «slo: un cliico muy hermoso, lleno de vida. Si ña, ríe.,. lii'i'icia y perseveraiii'ia — se fa3US padrea — operadores, dlretlores y capitalistas -*- lo cuidan bien, llegará a ser un iníliari/a Walkeii (Don José) honit>rc fvierle; Si lo desfillcnden, el nlTio morirá antes de llcinpo" Y la lisonjera ari'ibada dtí «til - im li'idamiento olieinesco— niño de las monjas» al ciuemarol! bis galardones. Sus i-i'h'alos Iñgnifo iiu sólo vigorizó las gallardías de W a l Síui |ireiniiid(is IMI cuaníos i'eriiímeiies — ua- iiiiiiinmriiljil biM'ina de los direclores de ]iekrii (Pcpi-', -losé Cahachc), .sino que despertó líciilas \ allerna su manejo con el del olijclivn cioiiab.'?: e internaeionales - se [iresentau...; las de Aulonio Calvarhe, su hemiano, que y enciiiiliidns, el aulor y los modebis, en parfolngrálico. riiila : «La ehicu ilel galo" y «Los vencedores ticular los úUimus, que por su alcurnia de .Walkí'ii, sin descuidar su oficio, distribuye de lii iniiri'ic)). umy niagnilieas pi'Ofesionales del baile y de su labor ri|nilal¡vaini'nlp — ((luetteuri) y ope(Servicio especial tra Redacción de en nuesMadrid) la canción, asocian egoístamenle, por eonvciiii'uria. a la rccompiíusa la [Uililicidad, el reclamo. V lie i''XÍlo en éxiki el «iis» de los cuadros inméviles — del imjierioso : «Quietos, ijiiii'liw un momenlo» — se decide, en grata ofiísii'iM, |iur las escenas animadas, en moviiiiii-iilii y agari'a el "inegilíono», la colosal, la rador a la vez — en la lilmación de la novela de Juan Lópe^ Núñez, «El, niño de las monjas», que le vale calurosos aplausos, y que le auiuia a emprender una gran faena: el tras- Las iurui'sinm's de Waiken al campo del sépiiimi ai'h,' son fruclííeras ^ resallado queda—, de las que marcan su paso con huella indeleble, imborrable. Husmeemos, ahora, eu %^ruvvbA.%vv^iV%%v•-v^in«%%^v'.vSl••wvvwvvvvv^Ai «w^AArtAA^Ari^Aí'^^vw^•-^vy^A^'^w^^v^v.r.Aí^ArtAAAfl^^^Al•^^AA^ ííii crÜLTio |>;irji averiguar si sus ncicrlos son \n¡vn chiripa ii ahodi^cen a convicciones arraigadas. De alu' tjiití le alniíiiio y e" su propia casa — en su psUirtio, mueslrario de féminas estupcniias, de la calle de S e v i l l a ^ , que ya es atrevimieiilo: —Aniign Wal!<fji, va a iiiiayinarHí' usted que se halla «"•n su lerhilia íavurila... —¿Para...? —Para hablar de cine — le atajo, rápido— , y sin chistar. SÍ eu su iqieña» se prohibe los Icuiaa religiosos y ¡lolílicos, aiiui uo se permite uii'is discu.^iüii L|ue ia ¡•iiUMiialogninca. Y para aniintMilaT'nos, ijue esta mesa sea un vcladoT'... y (iLMii't'iiiono'^ que las tazas, que las encliai'illas, ipie las cafeteras, quu los vasos, i|Uf las servillt'las... y que hasía los í^amarerds, Se <'iicnenlran on su sitio. La ilusión es ¡iiM-fecta. Usted dirá... —rs'i», yu no, usk'd •— que llevar/i t'l ]tesn liiia corivei'saoióii — es qnien tiene que dei^ir. V anli- lodii: ^: íilolóyicaniente, q u í sifiniíiea Wiiliíen? ^:Es latín, i's iileinári, ps ruso...;' • --Ni lo s(j ni uie importa. --,;Hc Tuodo que ignora su etimología:' • -Kii ahsoluto. T.o que sí le revelaré es su orÍ!.'<.'n. —Venga - •• le apremio. —Homo yo no quería incdr;ir a c<ista del crédilo ohlonido por ini hi?rmano Diego, el que murió, se me oeui"i'Íó fui-uiai' con u n o de iineslros apelliilos, Watiilcrsell, y el de Nelken, jiHilün'lo el principio y el íinnl, respeclivanienle, la ¡lalabreja W a l k e n . —Que 101 íardó en pDjoiiai'izarse. —Quizá por lo raro. ~-Hí, por lo raro de sn habilidaí! de fotóirrafo. Hi'eha/.a mi inlerloeuíui- el sincei'o elogio; mas le desoigij y me niiinlengu m mis Irece de sondear en su vida y en sos opiniones: —,;iVo es usted de Madrid...:' —Xo, soy de iiua Uerra ipie inunda, de Córdoba ; fíjcsi': Si'^iieca, Julin Utino'ro de Torres y y{i. —(¡Y dónde dejuums al esforzado don Gonzalo, al Gran Capü/m? ¿VM SU lumlm? ¿En la historia!'... •Donde máy rabia le dé a usted, o si la plaee, únalo a los citados." •—Unido. Y q u é : ijcree usted que nuestra l'alria Iriunrará en el cinematógrafoi> •lívidcnlomenlo. Y Iras la concisa respuesla, Walken se desala. Touui la postura del írihuno, del orador de café, de! polemista que absorbe a sus conii'iucaules — por su incansable, sólida y fogosa argunienlarión — y se lía a parlar. Es una caliirala, un caudal de palabras que no respeta diques ni esclusas, (¡ue nos inunda de alegría, de sano regocijo: ¿acaso no lo es y en grado sumo el ahorro de preguntas, gracias al chispazo, a la luminosísima idea del enlrevislado de monologar, de enredarse en un solilo(iuiü!J «• POPULAR FILM es la revista por e i c e - tencia de todos los aficionados al cine. S u s - '^A^^íArti^JWV^AA^íW^AvV^i^^w^AW^AS^WJw^ Este número ha sido visado por la censura —IMI un soliloquio que. revisado y aprobado [lor su padi'e, por su progeuiluí' «s — en lo fnndanienlal — como s i g u e : •—^Nuoslro pueblo es único en el mundo. Posee una viveza, un ingenio ca¡iaz de acomeler las mayores y más arduiís empresas. Y ¡\u i.'s • [ueiiesleí" para dfonisírario invenlar r'imhomtiantes nombres y acontecimienlos : basta enn bojear las páginas inconirovcrfibles lie la i'i'alidaíl. ¿Qué apunta en el horizonte ili'l universo un naslru» -- tennr o barítono— di' la caneirm!' Instanláneamenle, se ileí^culiren en Kspaña dos o tres. ¿QtU' Inglali'ri'a. .Alemania, Francia o cualquiera aira nación A María Luz Cállelo f r e s ían graciosa, Que pongo ¡Dejadla iurgcnic a iu paso que pase! De suíil aroma, Que lleva Poner Porque mi en las /lores del rosa España. que pasa es una reina capa. es una ana en sus ojos rayiios a su paso hermoso, terciada Porque nacida ¡A ver, descubrios, y "esírella" de solí más film bellas, español. E. VIDAL se enorgullece de contar con un genio de la literatura? Pues nosotros disponemos de cuatro. (¡Que la policía de la fabulosa Yanquitandiu [irende a una banda de nialbtcliores soberbiamente organizada? La nuesü'a apresa a míos falsiíicadores de billetes, que con una iaia de sardinas, un cajón y media docena de chirimbolos y herramientas rivalizan, inexplirabtemeiite, con el líaneo en la expendición de pajicl uumeda. y en lugar de ¡jremiarlea [lor su listeza y de que el Estado los subvencione, se les mete en presidio. Y así en todos los órdenes — eu los intelectuales, en los nrlírilicos, en los aristocráticos... — e incluso en el de la fuerza física, en el de los dejiortüs. Iloxeadores y futholislas, compatriotas nuestros, se captan la admiración de las gentes. Y en el oine... Lo que sucede en el cine es portentoso, milagroso. Sin preparación de ninguna clase y sin elementos, sin dinero — que es el factor jirimordial que lodo lo mueve —, por iniuif.-ión, por penelraeión, por instinto, *) por lo que sea, se impresionan películas, algunas más que aceptables. Y si en tales ciri'unstancias salimos regularmente librados, es de sn[ioner que la fortuna se inclinará por nosotros, cuando nos empapemos de la cuest i ó n ; lo que uo se hará esperar. Claro que es preciso corregirse de numerosas deficiencias, pero lodo se andará. Por lo menos, en el asun- críbase a ella. PRECIOS ESPAÑA: Trfmcsfre, Z'50 p e í d a s Exíranfero: 15 DE / afio Jadeante cual Cíunpeón que nlcanzii Iii nuda y que ansia el r e p o s o : de semejante guisa coge a Wallten el térmjiiu del d¡.scui'so. Y eso, poi-que le paré el cai'i'u, que sino —- ¡ y no es nadie ni «náu la criatura en escupiendo por el colmillo y en poniéndosi' a c h a r l a r ! - :unos minnlilloR de descanso |iiira resjtirar, unos traguitüs de agua— ...o ile vino — para refrescar las secas fauces... y cuerda |mra otros tres cuartos de bora. Y no, no lo consiente mi escrupulosidad: delinquiría, quebrantaría las leyes de la benevolencia si abusando de sn bondad le separara demasiado de su trabajo por el gusto de exacerbar, de herir su fe en nuestra pujanza racial, y, preferentemente, [lur escucharle. Además, que en la precedente ¡larraíada comi>endió ya sü juicio — rosado, alentador ^ acerca del debate. ^,. ^ Suscribiéndose a POPULAR FILM recibirá en su casa, puntualmente, todos los números. • 4'7$ Pago pételas por / Año. 9'00 adelantado Envíese el importe de la suscrípción por giro postal o en sellos de correo. 2 ' GÓMEZ MES,\ SUSCRIPCIÓN Semeilre, pesetas to del reparto de papeles ya se convencieron los recalcitrantes que, con ser mucho la belleza, es muy poco, sino le acompaña el talento, y, principahnenle. ipie lo qm' debe proi'Ui'ai'se en el arle mudo — por depender exclusivamente de la v i s t a — e s que los personajes 'isienleii» a los actores, encajen en sus tipos. ¿Se concibe a Santiago Artigas con zaliones, con pantalón campero, en mangas di' camina, con la c!uu|Ueta al brazo, tocada su cabeza con un scindu'ero aiiclio, montado en ln'ioso cui"eel y iMopuñando una escopeta!' Nii. Santiago, formidable comediante, ¡tintijiarado para encarnar a gentlemans y a ladrones elegantes, del estilo de líafllle? y Arseniu Lu¡dn, no resulta de bandolero bravo y tosco; ni Josefina Díaz, toda gentileza y suavidíuC <lc moza montaraz. En cambio, en Ponafé adivino un í^uberaiiü Pon Quijote y en ]''mi!io Mespjo un Sancho Panza insuperable. ¡ Ah I .\ propósito de la manía de no jiensar ¡)reviamente, si se sirve o no pai'a aquello a que uno desea dedicarse, me acuerdo de un chaseai'rillo baturro, no exento de miga. F.ra un pobre liombre, un alma d(; Dios, que acorralado poi' el liambre — a causa de súbita miseria •— se lanzó, Irabucn en ristre, a los caminos para desvalijar al primero que se presentase. Aguardaba lembioroso que surgiese de la somlira sil jíi'esuntii víctima, cuando ¡qmreció sonriente y campechanote, nn ricachón, nn hacendado del pueblo. Xueslni homlire, al verle, ni corlo ni [lerezoso le conitiina; ¡la bolsíi o la vida!, Icj que asusta sobi-emanera al asalt a d o ; mas hele aquí, que reconoce en el improvisado facineroso al desdichado de su vecino y le arrebiila el arma, le atiza varios sopapos y le espeta, indulgente: «Echa p'alante, chiquio, y que no vuelva a entrarte la ventolera de sentirle Luis Candelas, ipie no sii'ves |i;tra imitarle; le faltan agallas y te sobra corazón: ¡líale!, en castigo boy comes oonnugo)>. Y' aplicando esto al caso de los actores que se comprometen a crear papeles que no les 'ivani>, sacamos como coíisecuencia que, sin apariencia y sin temperamento, no es posible cargar con determinados cometidos. ^^Í^^^U peaeíai C R I I C A A C O T A C I O N E S í La producción ; liiieiiu esNl el IMIUHIÍIIU ciueruatogrdllco con li] ilr la proflucción iiMcionall Que si tú, qua si yo. (iiie si ésto, que si i>\ otro. Que loiloH son ('\'ci<k'nli.'S, Qno lodos son muy nialos. Que si \ui liay (!ii"(.'i;tores, ni iictores. Tii autores, ni... ri'ílii'os. Quf no Iiay rapilal. Que hay mucho sol. niiii-lia luz, 1)011 os iiaisajos. Que si el i'S[i¡i-ilu roináiitifo latino. ¡ Menuda zaralianiJa ! V la ointa reveladora do valores, no ile^'a. Kii la lí'oi'ia, [irodmJr |>plicnlas es fácil. Las li'vos fuiídanionlalcs, sintélicas y osoncialüs, Mili aiiiiradas a los Iros eleiuciitos jirincipalos: al (liroclor : iomporauíonlo arlístico. exquisito .¡-'uslo y fina oliservación do dolalles ; al íotófirafo — coadyuvador del director—: a más de las cualidades intrínsecas de. él, ha de coriocoi' profundamente la foto.irrafía o ihiniinacii'iii precisa y clara do las divorsidados de la escena; y al a c t o r : ha de revelar naluralltjad. mucha naluraliiiad, más n a t u r a l i d a d ; seiilir el papel y oslar sinüondo las escenas, y en las escenas como si fueran reales y con i'ealidad. E'^las son las ley^es, creemos, hásicas \ loi'iuinaníes. .Analizarlas con honradez de eoncioni'ia y con cnlnsiañuio, afición e ilusión |Hir ol i'iiU'nialó,!;i'aro y ¡ijdii-ai'lüs eslriolanienle en la práidíea, es ohíoTior la consecuencia \ íiiialidaii que ha de |ierse^'uirse. I'n por) menos de [iii'snmir, nuíiios de faliiidad, menos aul(d)oiiilio>i, y homhos rocljirociis, monos iliseul.ir, i^rilioar, meiuis favoriti.smo y nuis Irahajo, más {'slndio, más lahor [irojírosivanuMite posiliva, más adquisición ile eieiui'iilos. vengan úc donde soa, y a vei- RÍ es verdad i|ue ¡lodomos imponernos, ya rfiie eleinenios naiurales no nos fallan. 'rniin esío quo ocurrí' no os para admirarse ni alarmai'se. Lo quo pasa aelnalmente con iinesira proilucción os lo nalurai y corriente i[ue se manifii'sla en loda industria nueva (]U0 lloL'a y Iraia lie ox'plolarsc. Todos se lanzan, eonio nuevo meiiio de vida : aficionados, profanos, ospccIadoi'Gs, decklidos; y así, vemos a i|uie[ips nunca les ha llftuuulo la atención el idiio, molidos a liiroclores, o|ioradores, a d o res. En esto no hay duda. Creemos que el medio en que desarrollemos nueslro trahojo nos lia de ser aaradahle: liemos do ser sus pri- nu-ro? admiradores. Y nos ha hastadn el saher que se fianalia dinero i^ara lanzarnos^ sin analiiíar nnestros gustos e ¡ncünaciones. Y así va saliendo. Las casas prodnrioras se suceden con T'elaliva ahundancia, ven la luz nuevos olemenlos personales, y ninguna de aquéllas o de éslos logra desiácar una ¡lersonalidad propia n original; son amanerados, forzados, liniilados, cohihidos, unos aceptahles, otros malos; las cintas, unas haslanle aceplahlos, oirás pésimas. Y claro, vienen los fracasos, los psciidoéxiíos, los desengaños, lodo lo que malerial y nuiralmoníe no [in-odo uno callarse, |ioi'i|ue la compoloncia es otra cosa. .\nle todo lalioración hui'iia v la comiietenoia dosinn's... La oi'ionlación de nuestra industria cincnuiiognífií'a nos parece equivocada; parle de pi'incipiíis fundaméntalos erróneos. El primer plano ... Hemos llegado, finalmenle, a una de las oscpnas más interesanlos y do mayor inlensidad ilol filui. (El jiúldic(t, que lo adivina, y husmea un momento de Arle verdad, se acomoda cuidadosamente en la butaca y se dispone, lodo ojos, a no perder detalle de él.) El artista, aclor o actriz, que no husmea, sino que sabe con certeza quo es éste el instante de poner lo<ia la <:arne cji el asador, inicia su lahor: traslado de la jiasión, o jiasiones cn('onlradas quizás, que del papel pasaron a en- nacional i'.umu meiho ¡le fuerza y i-oclamo, no^ liemos a[iro\ echado de olil'as-argnmenlos iU' reeomjcido mói'ilo litei'ario (novela y teali'oi, > la lileralni'a es [lOco fulogénioa ; la más hella pi'osa o la riuia más hoi'mosa, [jierde su valor ualural al sacarlas de lo (|ue son en sí. Hay ipie elegir arfínmonlos, del autor que sea. si es buen hiéralo, mejuí', (¡ue se ada|di' a su filmación, |ior sus dolalles, variedad di' escenas, ele... Do las españoladas, vale más no hablar. Igual ha ocui'rido con ios a d o r e s . T^as primeras figuras teairales han sido filmadas, íi-ai-asaado rotundamente, dohUlo, prineipalmonlo, al concepto quo los ha servido do base. Les han dicho, n han pensado: <(En el lealro se dispone de la palabra y <lel gesto acentuado ; pues como en el cine no puede disponerse de la primera y !uui de revelarse ideas y -scutiniienlos por medio solo del geslü, lógicamcule. éste hay que exagerarlo». Y ello es el uiás grande error, pues la cámara registra la más ]n\r expresión, y para ser la natural, que es la conveniente, hay quo ])rocedor con naluralidad, ¡'enunciando a aconlinunionlos v exageraciones. V.u cambio, el fológvafo para operador liono mucho adelantado. 1 e sirve ahsolulameiile lodo lo aprendido en MI profesión, mas el osludio de iluminación i','; escenas, no ])rÍmeros [)lanos. en que las sombras se ocultan y, sobre iodo, ha de prodigar 1? luz arlificial en exteriores, con objelo de amimirar o nonlraüzar las sombras ]irodiicidas por los rayos solaros, pues la claridad do una cinla os de lo más agradable para el sentido óptico, el más direetamonle impresionado, r,l din.'clor, indisonliblemi'iite, es el princi[ial oiemenlo de toda [ii'oducción. í-osa de la que nos hemos dado cuenta baoo puro lieinjio, ,\nlcs se íidesSrnía» eiilre ol iqiorador v el aclor. nicho clonu'iilo poi-sonal lia de sor un verdadero entnsiasla y admirador del <'.im', y lia de halier visto muoíias películas. Su misión, que lo es el lodo, es la de osondriñar, deseiilirii' y jioner de nmnifieslo el uuiximo de lo i|ue pueda dar de sí el asiinlo, y jU'esentar al espectad(»r lo qm' más pueda pedir einemalográficamí'iilo. lia de observar y lomar lodo lo agradable a la susceptihilidail del público ; en ol actor, corrigiéndole lo que, naluralnienle, éste no jmede ver, y en el operador, disponerle las escenas y efectos, f|Uo ya so encargará de que se reproduzcan del mejor modo posible. Y,,. la película deho s o r : con buena fotografía, de ((Sombras (darás», juies ol contrasle con las «sombras negras» íno es reiruécanoi, es de pésimo efecto v i s u a l ; un poquito emocionante: con notas graciosas y picarescas: con defailes, muchos detalles, (|ue PO nos lo pueden dar en el teatro, en primeros y segundos planos y de fondo; con carióle? concisos, brí'ves y [irecísos. e inqioi'ando cu loda la ciula na! II ral i dad, más naluralídad, mucha nalnralidad. .fosi'; MnKii.ro Nn':m..\ .Madrid. carnarse, en el cnciqio do su int(''rpride --- qno puiio lia(;erla= muy bien un gran favor o un triste présiamo — a la pantalla... Mas la acción, quo so desarrolló antaño en iérmino alejadísimo, ha dado un salto hacia el espcctaiior. No son ya meras siluetas lo (¡ue se ilestaca sobre el lienzo : el actor, los actores, adi|UÍrÍeniio formidable el impetuosii relieve corporal, nos muestran de lleno la faz, que li'adncii'á, uiáa que nada, todos sus st;nlimienhis, sus pasiones todas. No so trata ya, no, de pasearse ante el objetivo como Pedro piir su casa, o de alargar la mano a la ((co-stcr», mienIras se masca un ídiiclé: el dolor, el amor, ''•••^'^^vvvni^vv%vvvvwv%rt/wvWiftrtirtAni;v^Art^^^ w ^mí^rMí I la locui'a, ol vicio, los siete ¡lecados y las siete v i r t u d e s ; lo bajo o lo suhlimo, lo liorrilile o 10 delicioso, exigen sei- ¡in>sentados con iuipi-osionanlc desnudez.., ,\lejor dicho : así lo exige el .Arle. Me aquí f\ ¡iriiin-i- i-linin. Si; el pi'imor (daño que con frecnencia hace qiir vibren nuestros nervios y iialidezcamos do emoción ; el primor plano ipie i'on poder magnélico nos atrae, nos subyuga, se adueña di' nucstriis sonrimionlos y ri'luerce nueslras liln-as: td jirimer plano, que eu ocasiones lli'ga a anular la persomilidad del especlailor para idenlificarle con la del artista-personaje, ipiien haee llegar a lo más hondo de su corazón las propias sensaciones; el primor plano, 011 fin, ¡ine es el lucimiento del gran actor y el niiiiiifiilii del verdadero artista. Siéndolo del artista, no [mede serlo del monigole. Al concedérsele al Arle (linemalográíico la más bella de las doíes de la fotografía y la más digna para él, el Ser Supremo debió i'i;servarla para un corlo número de arlislas, quienes lleven en sí la llama ilel gen i o : iW lal modo está vedado, so jiena de un esjianloso ridículo, al aclor mediocre servirse en sus inlor|iretaciones del primor ¡ilano, ; midros éstos de celuloide más (]ue oquivalenh's nunduts veces a una polícnla eiilera de las de verdadero empuje! Mira, loctoi': diforeiiles veces !io I en i do iiiíasii'iT! lie observarlo: ima película en la que se iiiulliprn]uen los |irimeros [llanos..., una do d o s : o es una gran película, o es una ]iolíí'iila dideslable. I'ara intorprotar primeros jilanos »o requiero un Verdadero lemporíimenlo úi^ a r ü s l a y, a sor (losible, uii.'i prácliea cori'^lanle. El aehnde earácleí- os, como puedo supouerse, el más indicado pai'a osla clase de escenas, pm.'slo que a ellas, más que a lucir uno ol garbo, va a lucir las dolos aidíslicas que lo concedii'i el deslino, Siierilicando a las últinuis lo demás, y, aiini|u<^ sea más hermoso i|ue un (pn^rubín, eonvei'lir.«o en un espanlablo monstruo, si así lo exige ol argumento lUd film. ¡Mal lU'gocio, pues, r< ésle, para aquellos cuyo solo arte eonsisie en sn más o menos agraciatla figura! I'll diínnlo liodolfo Valentino, sin ii' más allá, no i-ueiila en sn hahor de artisla un soto prjmiM' plano que valga la jioha. Todo esto, no obstante, no es obsláculo para ([lio a los galanes {]r. méi'ito les sea perfeclauH'nle asequible filmar lamliién ¡irimeros planos. ¡ Ali, el iri'osistible primer plano! i; Quién no recordará siemjii'c los indescriptibles de ((Variet(''i), ((Vida holiemian, «La fiera del mar» y de otras películas de tan alta categoría? j Quién olvidará nunca la risa, los ojos de Jamiings, que, gracias al primer jilano, nos dicen mucho 'más que mil desaforados ademanes? ,; Y la óllima parte do las avenlnras del ar[ionoro (íiicarnado [lor liari'ymore!' ¿Y los [irimeros ¡danos, admirables, de .lohn Gílbert? Tero, 1 ay I, ¿nos será dable olvidar las iniiUTuerables veces que, ante un patético primor i)lano, hemos apartado la vista del lienzo con disgusto, mientras a nueslro ah-ededoj' se niulliplieahan. simples y {:asligadoras, las carcajadas?... Concluyamos. V.u vano husc:ar¡amos, lector, nn adjetivo pai'a a|dicar con justicio a la ¡jrimera, a mi juicio, entre las man i fes I ación es del séjdimo arle. Tú la iionocéa: juzga de ella. ])uetí, por tu cucTila, y no dudo apreciai'ás dobidamente, (•orno vo, el priinrr ¡ilniío. J. AvM.Í MAVOI. 3 PASA LA CINTA^^^ Vida de Emil Jannings Su último film Emil Jannings aj)nMU¡ió el arle GSCL'IIÍCÜ t!ii la fsciiela m á s difícil de cuantas pueda lialipr: la ^'scui.da iii.' !ii i'cnlidiid. Df-sdc la i'dad de diez y sois años lia=la los veintiocho, luvo rjuc yaiiarsc la \ i d a injerjirrlaiidii jiapclfs en exlreuio diTíciles en iHia couipíiñía de arlislas aiitbuííuile.-;. i|iic :i la sazúii reeori'ía Alemania dando funeiones en j)rovinciaH. —I^uii aquella genli; a[ii'enii¡ lo (]ue no Inibicsfi sido ]iosilile í]ue a¡>rriulit.'3C en ninyiin (dro lut'ar — declara .lanniiiys— . Siil'i'i nuielu), pero la experiencia adquirida bien vale los sacrilieios hechos. A su lado tuve (jue caracterizar loda (?laae de papeles... y caracLerizarloB bien, pues de lo eiJuU-ariü habría lenido que abaiidüiiar la conijiañía... y ,_;.•e.slü riupunia dejar di' (.'OonT, pi-üblema bastante complicado y neeeí-idiid iiirneslionable aun para un a d o r . Kniil Jauuiíiiis, el a d o r m á s grande que ha producido i;uro[ia, nació en llronkiyn, ¡Nueva York, en 1SS(3. Antes de cumpÜJ' un aao de (.'dad, los padres lo llevaron a Alemania, donde cursó sus esludios, y se hizo homljre. —Siendo m u y niñü ya tenía ¿;randes planes — declara .ianniny.s—. Ante mí se ¡iresi.'jilaron Ires caminos a seguir : ser marino, a d o r o fíiiardidiosinicí^. Dpli'' ¡lor la maT'iua, y a los ealoree afios ¡ngi'e.-^é- en la ariuada. .Allí snl'rí la primer desiUisión de mi vida. Yo me liahía imaginado iiedio ludo un almiranle, con mi uniforme lleno de condecoracio- , nes y entürcliaiios. ilesde el puente dirigij'ía la maniobra lie una gran escuadra, y ante mi desfilaría lo más granado de la marina universal. En lugar de estas bellas visiones, niií eueoiitré paleando carbón y limpiando escotillas. Mi vistnso unifui'iue se Iransformó, por arle de magia, en u n frío y iísj^ero ¡raje de inunieióii que tenía loda la apai'ieneia de nn saco. La comida era imposible; la cania, infame. lid hijo mimadu de mi muy inoaiia madre, no pudo resistir el choque de la realidad, y al poco lienipn ahiuidonó la maj'ina y las esperanzas 'le ser almii'anle. Aquí dan prine.i[)io los doce años de vida airibiilaníe que liideron de .lanniíigs un gran a d o r . Itocién salido de la marina enlro a traliajar en una eompañía lealral (¡ne daba funciones eu pequeñas villas, l'.l lioy famoso a d o r comenzit su eari'era en calidad de ayudanle del ti-amoyista. Al po(-o lienipo d d a i t a b a eu el escenario y se liada aplaudir aun JíinriingH, fuma displjccrile un cÍi;airlllo de rubio (abaco üielCs por los mismos compafuíros tie li'abajo. A los diez y siele años era aelor, un aelnr múlliidi' que no se arredraba aiilc ningún papel. De aquella época es un;i folografia que .ianniugs couserva, en la cual aparece c m i o un buen ealiallei'o de barba canosa, traje de eliqínda y conÜTieiile gn,ve. Tal era el conde Trast que Jannings caracterizaba en la céldjre ultra uKhren, ile Suderu.ann, que a la sazón se rejiresenlaha muebo eu Alemania. A los veinliséis aüos, sin saliei' cómo ni por qué, se encontró en Üerlín sin Irfdiajo, aunque con un buen nombre y muchos aplausos. Eos teatros ie abrieron sus puertas, pero los emju'esarios no teniaii dinero, llesde luego, Jannings quería Irabajar por algo m á s que j)or amor al arle, t'u adoi-, aunque la gente crea !u contrario también nocesita comer. En tal situaeíOn, algunos amigus aconsejaron a Jannings que probase íurtuua en la cscciiu muda, el u o \ i simo arle que prometía lanías posibilidades. •, IL 4 l i l •¡mil rtclor t i l iin.i tíu bus caificüyi/ncioncs ún -Ei camino de ia carne" esposa y eJdireclor Víctor í-lemirif; —.No eché en saco rolo d consejo, y me dirigí hmiedialamente a los estudios einematogi-álicos en busca de trabajo — dice Jannings—. Los esludios leniau las ipuertas corrudas para mí, y en ludas parles me recibían cun reverencias y m e desjicdian con sojirisas. Fersislí con e m p e ñ o ; fui una y otra vez, Jiasla que... Kl momeólo era uiHirhiiio, liulierl Wicm; cstalm arreglando el rejiarlü de ((IM'UUIOOI J r . Kiessler tí>i\«, y uie dio una noportunidadM, como dicen en Aniórica. Al concluir esta película comencé a trabajar con el niisuio d i r e d o r en «El Gabinete de! iJr. üidigari». Jaiuiis olvidaré la pobre iuqjresión que causó en mi ánimo la ligni-a qm.' h a d a en ¡a jianlalla. Al ver d j-esulladü del jirimer día •-P-V-"---" Vp/M^7f^l .-^•^«.-.-.•!."_- -m'Vm'm''m'm'm^m'W'm'^JVJ'»r^^m'm . ^A^^-%ru^^^n.p^il^•^^^AJ^AAr-%Aí^r,í%/^flA^%^i^Alvvv^^/v^-L^ de tnibHJo, salí tan desalentado y disíruslado de mí mismo, que decidí no volver al ístudio.' ] No volver ni ppliuÜo I En aqiKilii época el estudio significaba para mí 40 marcos al tlía. Los 40 marcos-liicicron el milagro de que volviese. AI concluir la película la crítica proclamó mi actuHcii'm como «oxeclente». Desile entonces h e aparerido en un buen nñmero de obras de gran importancia en Europa. Ahora, al contar con los múltiplos recursos de una empresa lan poderosa como la Paramount, creo que podré hacer cosas algo mejoifs y seguir la línea ascendente que he traído hasla ahora. Emil .lannings bare aproximadamente un aíío que llegó a Norteamérica eotilr;itado por la Piiramoutil, y acaba de filmar nThi.' W a y of AU Flesb» (El camino de la carne), liajn la dirección de Víctor Fleming. Esta es sij primera producción en AnnTira y, a juzgar por los juicios de la crífiea profesional, es u n a de las mejores [iclicnlas en las que este gran actor ha tomado parte. £mi¡ Jannings "héroe" no quiere caracterizar papeles de Eniil Jannings, el celebrado actor de fama universal, no cree que existan uvillanos)', y desprecia a los "héroes». Según él, varias veces hn rehusado interpretar esta clase de papeles, arguyendo lo siguiente: —No existe un hombre que sea todo bondad, todo maldad. Lo humano tiene un poco de malo y un poco de bueno. El héroe no existe. Todos somos héroes alguna vez en la vida. Caracterizar un ¡)apel de héroe o villano es caracterizar una ficción. El verdadero ¡irtista es un expolíente de la verdad. La verdad es lo verdaderamenle huniaiio. Tipo h u m a n o es el que caracteriza Jannings en su primera película para la Püranioinit. «The W a y of All Fleshn, nbra que acaba de filmar bajo la dirección de Víctor Fleming, y que m u y pronto se dará a conolíer en los países de idioma español. Emil Jannings "vive" el carácter que en su último film El celebriido actor Emil Jannings está vjvJenilo una vida (|ue no es la s u y a : es la existencia del carácter que interpreta. A las ocho de la mañana. Jannings arriigla su maípiillaje, viste el traje cxín que aparece en escena, adquiere el continente de gravedad con que representa el carácter que interpreta, y deja de ser lo que es para vivir la vida del prolagonisla de <íThe W a y of AU Flesh». NI por un segundo durante el día abandona su caracterización ; ni durante un solo minuto vuelve a ser Emil Jannings. A las seis de la tarde se quiÍJi su disfraz, tonta un baño, se reconcentra por unos segundos y, como si despertara de un largo sueño, Jannings se despereza y... de nuevo surge el hombre de .siempre, enérgico y activo, Heno de vida y de sano optiuiisuio. De esta manera es como Jannings da vida a los pajieles que ínter]irf^la. Una enírevisía con Doroíhy Gish E. C , iniciales con que ocnlt;i i>u verdadera i den tillad un notable perioiüsla inglés, colaborador asiduo de la revista "Tbe Queeu", de Londres, logró entrevistar, durante la impresión de las escenas de la película "Los tres ríayos'>, en el estudio londinense de la empresa productora de este film, a la actriz Dorolliy füsb, de quien E. C. habla cu los siguientes iérniinoF : "Nos encontrábamos un día on los grandes y nuevos estudios de la British Nalional PicitiT'cs, situados cerca de Londres, observando la impresión de algunas escenas de la película "Los tres Kayris'i, que íiabrá de ser distribuida en América por la Partinionnt. Uno de los seis (cuadriis escénicos) aparentaba ser el camerino de uTi teatro de nna pequeña población líe provincias, en los críticos nmmenlos en que los ¡res [irincipales intérpretes de la obi'a que se repre^ciitaha habían sido arrojiidiis del escenario en medin de uim silba f^'nomenal. En estas circnnslancias, pretender intervievar a n o r o t h y Gisb resullaba una [UTlensiém poco mpitos que irreiilizable. Sin embargo, después de i)asar mi tarjeta a la sinijii'itica prolagonií^ia ríe «Tiptoes», fui admitido en su camci-ino, no para sostener con ella una min'vkio en toda regla, sino para dialogar con !a estrella entre frecuentes llamadas de los ayudantes del director. •—Sólo una [ler.^ona dobada de n n a constitución de hierro — me dijo Miss Gish ~ jmede aguantar una vida como esta. Todos los días me levan I o de la cama a las siele y media, salgo del hotel a las ocho y cuarto, y a las itueve, o poco más tarde, comienza mi trabajo en el estudio, lín muy contadas ocasiones liego a mi hotel a las siete de la noche y, muy frecuentemente, a las nueve. El domingo lo dedico por entero al descanso, y esto lan literalmente, que más de un domingo me lo be pasado durniienilo lodo el día. —¿Qué hacía usted antes de dedicarse al lealro? — le pii'gunté a la actriz. —Nada — replicóme ella brevemente. Al ver que la miraba con ojos de sorpresa, Dorothy se apresuró a a ñ a d i r : —Mi vida de teairo comenzó a la edad de cuatro años con la interpretación de un papel infantil en la comedia «Little WiUie», en la cual mis padres interpretaban los papeles interpreta pi'inci|iales. Cuando la compañía hacía nna jira por los estados, mis pailres nos llevaban consigo a mí y a mi liernuina l.illian. Las dos npn-mlimns a leer y a rscrildr en los camerinos de los teatros donde la compañía actuaba. De la edad de diez a doce años asistí a la escuela, la cual abandoné para ingresar en el riñe.. —I; Ha tenido usted alguna vez c.a[udcbosP -—-Jamás lie conueido lo que es tener un cajiricho, sin duda porque no he lenido tiempo para ello. Todo lo (jue lie conocido en mi vida í's trabajar. Kn inia ocasión piule disfrular unos días de unas vacaciones, pero la ociosidad me hacía estar conlinuamenle de mal hiinior. y tuve que suspenderlas para volver a trabajar. Me gustan el íeiniís y el ;/o//, pero mienlras Irabajo en el estudio no puedo [iraclicar eslns deportes porque me falla tienijiu jtai'a ello, o porqni; (ruando salgo del estudio me siento excesivantenle fatigada. Algunos domingos doy un largo ¡laseo en aut.0 por los alreiiedores de Londres, l'uedc usled decir a sus leclores que el trabajo ocupa la mayor parte de mi existencia, la cual considei'aría vacia y sin otijctu, sí no |iudiese trabajar. —¿Le interesa a usted el cine!' —Mucho m á s que el teatro. Desde el punió de vista interpretativo, cirip. y teatro hablado son dos cosas completamente distintas. En el chw el ai"tista se ve oliligado a manifestar sus emociones de una manera reyíentina, sin preparación, muy disiihtamente de como acoulece en el teatro hablado. El actor cinematográfico no observa la continuidad que le ofrece al actor del teatro hablado el papel que se ha a])rendÍdo con anlerioridad de memoria. Nosotros tenemos que representar una situación cómica ahora y una escena dramática ai cabo de quince días, sin que ni la una ni la otra tengan relación alguna de continuidad. Esto se explica por la sencilla i'azón de que la primera escena se impresionará, acaso, en el estudio, y la segunda al aire libre, a doscientas millas de ól. —¿Le gusla a usted trabajar en Londres? —Muchísimo. Tanto como en mi mismo país. Cuando me encuentro en Inglaterra no siento jaiqás la nostalgia de mi patria. A fuer de buen inglés, el cronista dirige una mirada de agradecimiento a la encantadora actriz. En eslo, nna voz (]iie parecía venir de las alias regiones del estudio, volvió a llamar con insistencia a la a c í r i z : —¡Miss (ü.^b ! ¡Miss r.ish! Era la voz del direeíor que llaniaba a la actriz al se/, donde iba a dar COIUÍLMIZO la impresión de olra iinjuiriaiile escena de '(Tiptoes>'. —^;Eslará usted aún aquí cuando haya terminado esla es<;ena? — me dijo ia gentil Dorolby, ti'iidiéndnmc graciosamente su linda mano para ipie la estrechase entre la mía. —¿No:' i'ues. adii'is — díjome, mientras salía ligeramenle del camerino acompañada de los a d o r e s Nelson líeys y Will Itogers, que con ella conslihiyen el chisloso terceto de la IM'lieuia iniiiulada "I^os tres Ivayos». Consorcio cinetnalogránco Se ha consliliiíiUi en Hnreelona nn consorcio i.dncmalográlico para la i'X¡dotai'ión de películas y para la proieceión de la nacienje induslria nacional eijiciiialográlica. Con un capilal inicial de ([uince millones de pesetas se ha adipiirido la plena propiedad de dn>> edificios en IOÍÍ cuales funcionan nuestros primei'üs lealros, y, además, ocho locales, lamliir'ii los más imporlanles. Dichos teatros .son (Himida y el Tívoü, en los que además de esjiecfáenlos cinematográficos, continuarán según nuestras noticias, los habituales especláculos teatrales, y en todos sus locales, la nueva enlidad, piensa desarrollar [ilanes muy vadlos para los fines que persigne. Afianzan este jiroyeeto, importantes firmas de la llanca catalana. I.,a anligua y ¡irestigiosa firma cinematográfica Verdaguer, S. A., con el apoyo de este pótenle gru]Hi bancario, del que forman parte ]iresligiosas firmas de la Banca catalana, además de la exiilolaeión y propiedad de los citados lealros, explotará asimismo los Salones Kursaal, Cataluña, Diana, tris t'ark. Bohemia, Condal, Argentina y lloyal. Nuestra máa cordial felicitación al seíior Verdaguer, quien llega a sus diez y ocho años de éxitos cinematográficos con tan magna y atj-evida em¡iresa, y a don Abelardo Trilla, que cuidará de la dirección de esta nueva rama de espectáculos, y cuyos conocimientos del negocio no es preciso eni'arecer ahora. ^•'^'•w^lfl•PbrtA/^ft^ívv^«vv^AAnirtflArtrt^ 5 -^ww -m'^m'J^-m'Vm-m'J^'^^'-'M'-'W.rm-'^.^^m '^^.jv^-^VJV^'JWW^'mWm'.rJW'JVJ'jww'.-m'' Mun d i c i n e m a t o g r á f i c o £1 cine^ e s c u e l a d e l crimen í L;i IITIMDI lie l;i [iri'iis;i es jifii';i mi, caiia ilía, lUili'u ;i!t'üM';i v, !i¡ iiiisiiii) tii'nijio. proce(liiiiii'ulii di' i'i'c(lin'in'i''iii, víil^a l;i fi'Uf^e. \<i. \¡i <iMiiiiiia |iasaiiíi, la sula ¡(.'(.'tura de VTÍIIII.' Üiu'íis ini.' i'risi'Ari el pi'OL'oiiiiiiiciilo juira nlirir una (.:;ija di' caiidaU'^í, sin n'(.'ui'rir ul oxiacclili'iui, prrcüiiizado, ¡^iii cMulmr.iío, por los iriás. nWelii'i'í oaidíliiTs di' la j)alaii(|iU-'laii, d i v a s irii'niüi'iaíí rnnu/.i'o a la lidra. Tt.'n'^o a¡ireii(!ido róiim [muilr! i<or|irr[idcr.S(! a una brava y acaudalada lonilfra. (Misorla a cuidiilladas... y il<.':íuiiaci.'(-t>r con su duuTO sin ser liii|n¡(.'lado. Mis [jcric'nlinis íavoi'ifos me han i'uvehiiki laiuliÍL^u cúmo [Uicili' njn^scarsi'ii un aiilomóvil, nvestirlo de nucvon y venderlo sin dilieuilad... Siü así, alidi'a, -d [U'ocediniienlo |iara .iranar millones, y eonm j ' ' ' ' - ' 'li- "H'" íaniilia numerosa, en la que la i'i'orunnía se impone, mis liijos y mis niidos liaeeu lo ijue yo y se ¡nsIfuyen [loi- módieo precio. Aliora f]ue en <'?los ñllinios día?, al Irí-r «el ííiiiTÍIo>i (jue utÜi/ii caila noclie [lara llam a r al sneñd. lie leíiio ijue un liomlire de ciont-ia tiabía lle^'adu a la eoneluíiiún, desfuifis de seseiüa años lie í'sludio - • los misiuns de su edad — de ipie ei cinfnialiJL'i'afo es la escuela niíís jieríiTla de desmorali/ación, la que coiuiuee más fápidameuic al <:rimen... Y, sin embar^jo, en la páfrina si,:íuii?nl(? do mi diario, com[u'iibi^ laminen que en lr<.'scieníaí» líneas Stí analizaban calorci.' robos, dos leiilutivas de asesínalo y nn ei'iiuen pasional, balaiice lodo ello de la jornada. Y vine a medilar sobre la conclusión aludida de! sesurio sabio. Mieníras ipie en el riñe no se nos perniilfi presentar la rru(dda(! de un eliino, la maldad ili- im me¡Íi;ann, un cliei-oer¡ovai.'ii ladrón... en la [ii'cnsa se aiitoi'i/,a y se favin'i'ee eun un lujo de detalles inaudito la propa^^anda más nefasbi al más bajo precio. ; VA c¡ncniat(')j!rafii como escuela d(-'l crimen, escuela don de |iara seiifai'sc en sus lian eos bay qni' pa^iíir ti'cs fi'ancos, i'S la que st' preleiule desti'uir en favor de aipietla oti'a (¡ui; está e\iilenlemetife al aleanee de las bolsas mi'is miidi.'sLis. pui-sln ([ue nu euf'sla sino veinlieineo ci'ntimus. en ní([uel o bronce, C(}mo ,üusb''is ! Se niis a|diea la censni'a ron un i'i.üoi' desconocidil basta entre los tapones, |iero. poi' contra, lo re(>¡t.o, se favorece la educación criminal de la juventud, facilitándola por vciuiicincii cánlinios, los medios más [icáctiens para ser con é."iil.n ratero, ladi'i'm <i aseSÍTKI. Y se muestra cómo por i'se camino se adquieri' lambicn el derecbo a publicar las hazañas en primei'a pá.irina, ron insercii'm de bilofír'aíía. líl famoso eslnfadoT' Heme lia so/ado de una [uib I leí dad íjue nunca o ti tendrá .lírnluitanienje el hombre político o el di|i!omálico más en bn.íía. Y, ¿<^s\o lo encontráis ttien, vosntrns, hombres de ciencia, que no vais al cinema... porque, miopes, nn podéis leer los lílulosP Kilo es lo que os -enoja, lo que /'nciibrís en vuestros juicios, El cinematógrafo en las Universidades en primer término, de tener persona! apio y adecuado, pero este personal debe fcncr a su disposición buenas luces, excelentes cámaras, buen material de películas, trajes, miiidiles y los múliijiles eleinenlns que reípiiere cada es[iecial [U'oducción. Para que todo ese persona! se mueva, liace falla quien sepa diriLnrlo, quien escriba el asunto, quien enruenli'c los escenario? convenientes y quien contuniíjue vida a toda la producción. En cslc arle no ¡luede haber reglas fijas, pues la inspiración y el fuego del entusiasmo en todos los ijue en ól intervienen, es el alma del éxito que se persiguen. Para selei:cionar las películas ipie deben conserv.'irse en la Universidad de Harvard, se ha dispuesto que en i'uero de cada año se nombi'ai'án los jueces que determinarán soIire id asunto. TJ 1." de marzo se anunciará [Hihlicamenle qué producciones han recibido la! honor. Los mismos jueces decidirán cpiú literatura sobre el cinemalógrafo debe adquirir la Universidad. ]A\ Universidad de Ibu'var'd, que es la más aiitifjiia de ¡mías la« Universidades norteamericanas, lia dado entrada en sus estudios y arcliivos a la más joven de Indas las arles, lín una de las últimas reuniones oelebrnilas por torio el profesoradn de la célebre Universidad, fie adoptó el siüuienle a c u e r d o : «En !a creencia de ijue el alto girado de desarrcdlo y [lerfección que lia alcanzado el ai'íe cinenialoí.'rático, contritiiiye en ííi'an escala a la oiiliuJ'íi tanid tiisii'irii^a como técnica del arte en Indas sus divei'sas manifesiaeiones, la Universidad de Harvard, en asociación con el Í'o.g'í-Museiitu y la l'niversidad literaria, acuerdan establecer inmedialamenle una hiblioteea y un archivo de películas''. (Ion la cooperación de \V. H. llays, ]iresidente de la Molion l'iclure f»rodueers, la Universiíiad de Harvard acaba de dar una serie de cnnferem-ias t'n las que se lia estudiado la evolución del cine desile su aparición en 1892, hasta el momento ¡)resente. En su primera conferencia, llays dijo entre oirás eos a s : "Actualmenle se resuelve diariamenlc el difícil proldema de distribuir sombras — billones de sombras a millones de ^eute—. Estas sombras, cuando son proyectadas en una blanca [lantalla, producen emociones artísticas a todos los especladoi'es. Estas sombras quedan siempre registradas en una película, que se imjn'esinna en el esludio, y una vez prorlucida se mete cu cnjitas de inelal para ser lüslribuída por el mundo entero, pues en todas partes existen, hoy día, locales con el a[iarato de proyección necesario para lanzar las somliras sobre la blanca pantalla en la que loman vida al darles movimienln. Un esludio piieile dar [irodncto.s saMsfaclorios si posee todo lo necesario para alcanzar nn bueu reaullado, resultado que depende, Lecfi lf)s diarios que os liaren el honor de su publicidad, y os daréis cuenta que el cinema es. afortunadamente, puro, pero que vuestros vecinos de coUnnua no lo son absolutanienlo. Así, ante esa conclusión no escribiréis más, y eso ii'emos ;-'anado. LUCIEN BOUHT.O.N fDe (íLa CiiiémaloErrapliic Francai.se».) Truco de p u b l i c i d a d original Durante la exhibiciéui de la [lelfeula "El padrino de bodan, de la Paramount, a un enipi'csario cincmatogriilicii americano se le ocurrió un truco de pnblicifiad, que consignamos ai|uí sólo a tílulo de información, pm's dudamos quií pueda repetirse en ninguno ile los países de habla csjjañola [uira los cuales escribirnos estas lineas. Aunque parezca imposible que haya quien se [U'eaíe a ello, no sabemos qué medios (dicaces de persuasión enijilearía el enqu-esario en cues!ion para conseguir que una pui'cja de novios consintiese en casarse, con todas las de la ley, por supuesto, y ante el juez de ¡laz corresiiondienle, en el escenario de su teatro durante uno de los entreactos. Atraídos jior la originalidad del anuncio, y jior las inmensas imsibilidadcs de publicidad que el inusitado acontecimiento les rojiorlaría, (d cmpi-csario obtuvo, con la mayor facilidad, la ciuqii'ración de varios ^establecimientos, entre ellos un almacén de muebles de la localidad, una joyería y un ¡dniacén de ropas. El jirimei'o lie estos establecimientos obsi.'quió a tos novios un ajuar completo : el segundo, el anillii de borla, y el terr'cro el Iroussrau de la desposada. Eos periódicos de la localidad anunciai'on en sus columu.as el suceso con sendas gacetillas, con cuya luiblicidad gratuita se beneliciaron el empi'csario, los establecimienlos (jiir' contribuyeron a liacer factible la idea de aquél... y los novios. •l-lslas excentricidades sólo j'm'den Ucvai-se a cabo en los T.stados Unidos, riirá el lector escéptico. Es posible que así sea, diremos nosotros, mas no vemos el motivo por qué algiin empresario de los países de allende el Río (irande o el Atlántico, no [lueda exp¡>rimentar un Iruco de pnhliciilad, si no igual, j'nr lo mi'iiüs parecido ai que acabamos de consignar en estas líneas. Ann Sheridan, arbitro de la moda temenina Ann Sberidan, eleganlísima primera actriz de la P a r a m o u n í , intérpi-ete de un importante papel en la película «El padrino de bodan, liene fama de ser una de las mujeres más eleganles de los Estarlos Unidos. He ar|uí una lista ¡ihn-nhiiiit rio las diversas clases de ropa i|iie usa en un día la conijietidora de la famosa Jean ¡Vasli, a r[u¡en se llamó "la mujer más bien veslida del m u n d o » : Ti-aje de motilar a r>;ihid!n, traje de baño, traje de calle, traje de carácter de conformidad con el papel que iníerprela en el esludio, traje para le, traje de carácter para conlinuar la impresión inlen-nmiiida del ¡ilin en que loma parle, traje de calle para volver a su casa, ncfiUgcc basta la hora de la cena, traje de .soírcc. Terminada la cena, si no liene invitados, MÍS.S Sheridan se viste oiro no/jlifií'-r hasta la bora del descanso, el cual se quila para acostarse envuelta en un precioso ¡ujama tie seda. Indios y y a c i m i e n t o s de petróleo Recientemente, los pei'iórÜcos de Nueva York y demás [loblarnoues ríe los Estados Uuiihis, (iiernn cuenta a sus lectores de haberse desciibierlo imporlautes yacimientoa de petróleo en los terrenos habitados por la numei-risa tribu de indins llamados nnvnjof;. lista notirria llegó precisamente a oídos del jefe Sr'ginitsü y cinco de sus subalternos duranle la im|)j'i'sión ile las escenas de la película "Tambores del desierlo» en el estudio ile la Paramount, en la cual aparecen más de Irescienlos individuos de la Iribu, a muidlos de los cuales les interesó la novedad de tal manera, que el jefe Seginitso tuvo i|ue emplear toda Sil intluemda y torios sus medios primitivos de persuasión ]iara uldigar a los rtaviijos a pernianecer en el estiidiu hasta la conclusión de la [irdícula, la cual, por una rara coincidencia, gira alrr'dednr de un asunto relardonarlo con el descnhrimiento ríe unos [lozris de peíróh'O en el lugai' del desierto de Arizona donde Zane Grey, autor del argumento, colocó la acción de la pelicnla. John W a l e r s lirMie a su cargo la dirección fie la ¡lelicnla; del desempeño de los principales jiapeles se encargan el eminente actor W a r n e r Raxter y la díslinguida y l'clla actriz Marietta Míllner. En el reparto de "Tambores del desierto» figuran los nombres de los conocidos actores Ford Sterliug y Wallace Mac Dnnald. .v^^Art^-^.v^.w-v^^.rw%%ww^n.rti 6 ^ • 1 •.,•. •! J , •.vv^AAív^fl^j"-^^,.^ArAft^vs^J%r. v^v^•-v^%%vvv^^A.v^^Artív^rt/^lV^^^ Sol y S o m b r a pasodoble del maestro £, T^endaña FBbODOBLE S ^ ^ wm "Popular "Popular "Popular Suscribirse a ^ F ^ ^ ^ ^ ^ S^ ^ ^ ^ 3 ^ ^ í: ^ > > :> ^ Film", es el mejor semanario cinematográfico. Film", es el semanario más barato. Film", es el semanario que conviene a las familias. "Popular Film", es una obligación para todos los amantes del cinema. "^'WVWVV^An/VUV%n^VV%ftrt/VVV\rtrtrtAfl^VSA/WV1-VV% 7 .;'-':-!J''.;'vv,v.-y'í.;'-|..:.- " i^^:ww^ • w^*^^-- V^'WiVU%-A'W%%V^WWV« •.%rv^.^^•^r-^.-.^-^/wv%n.--^rtJ%'^•-^v%^^'^%'vvv^rtAArtftArtA^1Ar^í^ArtA^ A N T ^ L "LA N O C H E DE A M O R " según Don xedro el ])ocm;i (! r;i i n á 11 c o Ualoerón el e oc la J3ax-ca Los protagonistas tas A s o c i a d o s , 8 •w^•-•'www•-v^^^,^n.n.^.%•-^--•v^w^.w^..wv^^w.. V S A ^ ^ ^ ' ^ ' V V W i'V«%V%.^n.VU%V^VS.'VU%WUW^./V%V^^^WVWV\AftrtAiV son Je este v ilma Lellís mío üanky l]im y (le JAona Id los Artis- Col m a n . 9 . mronnACiONES "" ' ' (DE NUESTROS (Oh, la p a n t a l l a ! I.)fí IÍIHÍ^UO Üjáñüz — ol escritor espafiol m á s popular <ni Américii - - a James Oliver Curwood — el tíscritor americano m á s popular on líspaña. De la ))atnpii ari^enliiia, llena ÍIP. nostalgia, a los iiniieiisoí> y optiiiiiíla? bosque? de pinos riel Cniíadi'i. Nuestro compatriota Anlonio .Moreno encarna las psicologías m á s riispares nn los pnisajefi más opiieslos. Ingeniero en «La tierra de Todos", sargento de la Policía Monlada en el':! Iiosque en llamas», sus liljimns prodiiPcionep. Consejos de una "flapper'' (idómo delie vestir una (dlappeni;' Sally O'Neil, (dlappeni por temperamento, contesla de la manera siguienfe a dicüa pregunta: '(La mnyor e(|iiivoea<;ióii de las muciíacíias estribf) en no saber elegir una maiiura de vestir persona!. Aiivirtiendo rpie se puede ser perfeetnmcnfe porsooai :fiji di'jar de seguir la moda. Claro que de eierla uiaiierd. "La? niuidiacliiis jóveues no deben limitarse en la soleeeióu dt- rolores : m u y al ronlrario. Y ahí eslriiía |iriií^Ísanieiil.o su mejor prerrogativa, una ''llapperii debe jiosecr toda una gama iie colores para su u.so personal auri(pH' exclusivo. Y enlrf ellos, el negro ¡mr nhluinriihi: id ni-gro es un Cídoi' que, PTI eiinh'a de la opinión más generalizada, sienta maravillosamente a las muebaelias jí'ivi'Mes y deportivas. «La iudividualidad es el mayor eiieanlo de mía persona- termina diciendo Sally O'Nei—. Y ima persona debe ser eneantadorfi, ron mayor razón si es joveii v "(lappei-i). j El origen de una gran película :! Kecii^n eslrenada la pelienla «El gran desfile", bailábanse comenlniído sn t'xilo King Vidor y John GilherL lín el eurso ile la coiiver.KaciíHi iiiquíi'ii'i Jobn nilbert: —K-faiál seríí el arguuu.'uli de ln próxima realización.^ Vidor jiertnaiU'eió pensativo unos instantes, y al cabo dijo : ^ Q u i z á pueda liacer un r¡nin rli-tifUe de la fia/,... La vida col id ¡ana de un I raba ¡ador —nacimiento, adolescencia, amores, niali-imonio, la eterna lucha pnr ln vida—, y, como marco, el escenario de una .trran rindad industrial. La idea de una película jiaipilaute de vida fué concebida. En la a<;!iialidad está rodjíndose -en New-York. Es la historia de un Irabajador enire irabajadores — uno de lautos j;ntrc los miles de luebailores de la gran ciudad—. Tiene poi- título «L;i muidiedunibre", y (oda la vida íreuf'lica y miserable de la enorme eiudad desfila ni ella. Eleanor Hoarilnian y James .\Iurray son lo.^ prinripülpfi intérpretes, Un loro toma parte importante en una película I ^11 loni puede ser ¡nirle ¡in[i(H-|anl'' al filmar una [udíeula. Más e s : en miicbos casos es de imprescindible nceesidail. Tal ncurre con la nueva [ielíeul;i de Watlaer lieerv v líalmond lialíoii para la l'nraiiinunt, intitulada «Foguiieni. salva mi hijn>.. [•:,! ,.11,1 ^i, ],^y^ ^.^ lo (¡ue pudiéramos decir «el héroe». «Héroe» conscienlc de su vftler, el ca[irieboso pájaro trabaja cuando le parece bien y se declara en huelga cuando le viene en "ana Y lo mejor del caso es que cuando el íorito se decide a cerrar el pico, no hay poder humano que logi'e sacarlo de su mutismo. Únicamente Josephinc 13unii, de quien el torito esta agradecido por cierln buena acción que hace tiempo le hizo, es capaz de manejar al aninmiito. Por el contrario, la esposa de este cabiiUcro, rpie es la que ln enidn. no logra •vv^'^trj''^^^jvv',^,/v^j^r^j'^^j'jvvvvv\,'m'm',-r,rm''.^<rj'm''^j\ EIITIIAIIIEIIA$ REDACTORES ESPECIALES) conseguir de él ni u n a mala razón por mucho que insista. Wallace Heery ha dicho del pájaro : —•Es un artista temperara en tal. Hay que respetar sus decisiones. Edward Sutherlond es el director encargado de la producción. Un buen carácter .\orma Sliearer, la actriz ríe inquietante esIrnhismo, es quizá linica en su género. Figiirense usledcs que no protesta nunca del reparto de una pclieula en la que ella lome parte. No encuentra jamás ni antipálico, ni guapo, ni joven, al galán que le ha c-aído en suerle. Todo lo que dice el director merece su aproijarión y su obediencia, lina verdadera maravilla. Dice Miss Shearcr, y lo dice sinceramente, que el director es el responsable — y por lo lanto PUS razones lendrá — de la selección de argumento *" de intérpretes. El ve el conjunto de la obra a roalizíir, cosa que a los demás escapa forzosamente. «Un arlisla no del>e tener personalidaii profiia. En cambio, debe saber asimilar toda las íijenas que se le exijan." Esta es la senícncia final • "e Norma Shearer, l;i nial, cnmo .siiy¡i, fs aeertadisiraa. Víctor Seastrom, no encuentra caras serenas Una gran sobreexciiación se retrata en las caras de los anierieanos de la actual generación. Este es el terrible descubrimiento hecho por Seastrom duranle la clei;cióii de extras pura la última película «LÜ mujer marcada". Dicha película, adaptución de u n a famosa obra de Natlianiei llawllioriie, precisa en su reparto de ti[ios que expi'esen una gran serenidad, ¡mes se desarrolla en el ambiente puritano de los pobladores de la Nueva Inglaterra, l( s cuales, debido a su intolerante cousciencia del derecliü, llevaban una existen<:ia recta v sin pasiones. La mayor parte de los actores en lugar de pre.^enlar un continenfe sereno, trabajaban con una excilacíón y un buhicio evidente, lo que hizo exclamar a Víctor Seastrom : —¡Es terrible! j E n una época de jazz y de vida hitensiva, vaya usted a buscar caras plácidas! Una actriz austríaca en una nueva película de la Paramount Marielfa Millner, [umosa actriz austríaca qui' lia llegado a Norteamérica hace poco coulraladü [lor la Paramount, está viviendo en la realidail lo que lautas veces viÓ en la pantalla : la vida en el desierlo y la sociedad con indios y vaqueros. En su calidad de heroína de la obra de Zane Grey, «Tambores del desierton, película que Johíi Wiiters dirige, y en la cual el celebrado W a r n e r Baxler caracteriza el protagonisla masculino, la liella Marietta está encanladii <'on la vida de campamenlo en medio del desierlo de Arizona, y asegura que jamás h a sido !an feliz como ahora que respira a pleno pulmón el aire jmro de las monlañas y disfi'uta lie la compañía de gente riislicn avezada a las luchas con la Nalurnleza. —Me siento completaiuente feliz interpretando estos pa])eles -- declara Miss Millner— , y espero que esta no será la última película did mismo género que lilno' para la Paramount. Lílian Harvey, la revoltosa de Bapclsberg La mnñequita dislocada de la U. F. A. enirai'á este año por la puerta grande de la popularidad en ICspaña. Son varias las cintas cómicas que ile ella se darán a conocer, pero se deslacan por su ¡uterprelación maravillosa, """" "" "' "La casta Susana^, «l^a princesa de la (^zarfla'i, «La terrible Lola» y «Paíernidad inesjterada». Viva como mm centella, ágil y graciosa como una gacela, a t u r d e con sus inagotables recursos, de tina eomiciiiad sencilla, franca y revoltosa como el burbujeo de una fuente. Hay películas en las que no se la puede seguir en su ndeveloppenical" vertiginoso de siluaeiones, actitudes y rasgos de ingenio. Es un ntütor de la iiracia y dt^senvoltura, puesto a 60 por hora. Pocas arlislas pueden ser comparadas a ia inquieta Liliane. Su arte es pcrsonalísimo: fuego en los ojos, azogue en los pies, gracia en el gesto y mm exquisitez un coman en el vestir. Willy Frítsch El simpiítico galán joven do la U. F. A. convcrlido hoy en el Valentino de los íalleres de Temijcihotf y Babelsherg. ha sido soticilado desde Nueva Yorl^ bajo oferta de un conlralo fabuloso. Pero como en Herlín han sabido corresponder a los méritos del afortunarlo actor, ésic continuará filmando p,-ira la U. E. A y sns sentiineulales producciones llevarán el sello inconfundÜdü de los taUcrc? que lo lian hecho popular. Este año serán [iruyccladas en España algunas de sus más reline.das jiroducciones. cutre las cuales recordaums <iEl líltimo vals», «La casta Susana», «Las siele liijas tle Eva», «El boxeador y su prometida" y «El Iníredero de su excelencia", que po[iularizaráu rápidamenle la agradable figura did noiable creador de «El sueño de un vals)i. Actores que trabajan contentos... y de balde hícese ijue los sueldos de los actores cinematügriilicos algunas veces alcanzan cifras faliiilosas. Eslu es cierto, [lero en m u y contados casos. La mayoría de ellos trabajan jior un sueldo que si [lien se mira resulla irrisorio. (Ion lodo, ¡lor m u y barato que ninebus arlislas Irabajen, siempre ganarán más que la gran niullilml de niñeras, transeúntes y soldados que acaban de tomar paide en la im[iresión de una escena de la nueva ¡>rodueción de Richard Dix para la Paramouol. «]\Ian Power». Esta multiluil, la inmensa mayoría de la cual jamás lili aparecido en la pantaila. se prestó gu.'ifosa íi iiactuar» su ¡larlc sin ninguna recompensa. Tráía^^e de numerosas personas que se enroniralian en uno de los parques de Los Angeles eiiandfi (llari'nce Itadger cmnenzó a filmar la i'sci'na en cuestión. Al darse cuenla el público de lo que se tralalia, todos corrieron en tropel Iras un cniíiión (jiie guiaba niclianl IHx. La cámara fotográfica recogió en sus más mhiimos detalles el movimiento y ha resultado u n a escena en extremo intiMvsanle, Arnold Fank, restablecido ICl señiir .\rnold l-'ank ae tía reintegrado nuevamenle a su labor en los estudios de la U. F. A. Como recordarán nuestros lectores, Arnold faiik. dur;iute la filmación de la «Montaña sagrada», sufrió un serio accidente en los Alpes, al rpierer escalar un lugar inaccesible para olilener ilelerminado efecto de luz en u n a pnesía de sol. Un zapato especial para uno de los artistas que integran el reparto de "La trinchera" Con el lin de que Gustav von Seyffertitz piieila earaclerizar su ]>apel en la nueva producción de Pola Ncgri para la Paramount, «La irinchera», fué necesario que se le hiciese un zapalo esjjecia! que tiene nada menos que i'iiairo jiulgadas de suela. Tal grosor de zajialo es [lara que el artista pueda pisar por la alauílu'ada que cij'ciHidn el camjianiento de prisioneros alemanes que aparece en la película. -i^wwvv%dWwv^wu%"--j:«w\i"i.r-w*.AArtiArtrti^ 10 TÜT^ ^A^JWvw^.wvs.^ií'---^^"-%%v---.w,'v-^^-i.%^^^^v'^u^ •v^%ft.%v---^^t--n.----f%.-^-^^^%"------.v^%-^-^--'\Ai'^r--,iV%r^v.'vvvv^--^rt.^^ B J^ R C E L C O $ PROYECCIONES DE PRUEBA NOTICIARIO CINEMATOGRÁFICO La s e m a n a V c r d a g u c r La Empresa Ideal> adquiere t o d a s las p e l í c u l a s d e la casa " D i a n a " La rasa Vci'iiuyLier luí biiMiki fl rí;rorfi (le la;:; ¡íri'serilauiuiies. Docv películas pasó de |inieiin iluninle la .^ciiiaiiíi pn?a(lii, reparliilaí^ eiiliT liis salfiiifs C/üaliiña y Kiirsaal. Esla ini-Mia iiliiiiulaiiria nos impide detallar oíida lina de idlas, fiiiiin de«earifiino?, ya qtii' veniinns dedii'andu a la erítica d<' cinc la ali'ncii'm ipH' nicreee un ¡irU? que sólu preui-npa a !a jM-eriía españnla cu su fornia vuujei-i'ial. ipic e- la inás piisilivít para el piTiódien. auniinc la mentís inlcresanle para <•! jn'ildien. lie ai|ui Ins flore lítukis de vsm liluiri pat^ad(is de prnelia pni' la casa Venlafíucr: «La pi-elicro rubial'. 'iTodoí^ somos lierniauV)si>, «Lns cadeli'S del Czar», "Una avenlnra eu el nn'li'o». "La uiona ile mi novian. "líl rirfo de la mnei'leii, «A eaza df Tuaridos», "l.os ainoi'C!; lie Manón'i. "La mujer eonipi-ada". ••¥.] rri'sen lie las Irinrlicraí", uLa huerfauila inillonai'ia» V <'|t(ni .lnani>. '(Liia aveuluT'a en el niidro nns onranló por riii lino linnnirisino y |"ir la novedad de su lOcnifa y de au ar.iriitniTilo; «Los cadfttííí dol ll/ar» y «Kl eirco de la muerU'n, conmueven por su i'uerte dramalisnm y |Hir el Imidii linniaiKi que eulrartan FUS asuntos, y "Don .Uianí!. jMir la esplendidez di? sn piTsenlaeii'in y por el seiilido de arle lalenle en todas sus escenas. Pero todas frinnfan jior la nilidoz de la foíoL'raíía y por la admiralde labor de sus respectivos intérpretes. Seei'in se vayan estrenan 'o eslas películas, las eonienlareiiios con la aui[ililnd que merecen y que aliora no le poilemos dedicaí'. Natalicio E! día 26 del pasado julio dio a luz uu uiño con toda felicidad, la esposa de nuestro iiuerido compañero Mauricio Torres, uuo_ de los rediielores que compone luicslro Servicio especia! en la ('oríe. La [lactenti.', (|ue fué asistida por el ilustre ginecólo.üo don José Oíanla, médico de las estrellas cinemalo,i;riíficañ madrileñas de m¡'is relieve, se halla en pcrfcclo eslado de salud, así como el recién nacido. A nuestro entrañable eonipañero Mauricio Torres enviamos con esle uiolivo la mi'is efusiva felicitación de cuauloa tral)ajaii en Poj'UL.Mf IMÍ.M. LINTERNA MÁGICA ¡jnira linint'l nñorii en un ariícttlo los tieinpoft heroicas de la itflameinite copa», del €ha>ubn-¡iu ¡¡rer.oz» ij del unspadún de cazoIrlif. ¡Hah! Lamentaciones de miidaiiia hisléñca. A¡ fui 11 ni cabo ella ha sabido adaptarse muy hirn a esla otra 'época de la trinchera primjosa, dd borsoUno alicorto ij de «-El Sable» (ediciones Sanjo). También ceba de menos esa disliuguida escritora la «chalina seuliinental» ij la xpluma de oca". ¡Habiendo tanto ganso en el periodismo cinenialográfico! Y siijuc doña Laura: »\'o hay nobleza, no haij hombr'ia en la /UC/JÍII>. Conlomies. Existe un useñor desconocido» que usurpa el cargo de director de un oryanillo fo piano de maneta) ríe cine, que cuando se le ataca recurre a cierta madama para que le dejienda. Después de esto, ¿qué hombría quiere usted que haya, señoraP Sabemos positivanienlr qiH' la Lmpresa Ideal, exfilotadora del arisloentlieo salón llapiffil ílineiiia, ba adqiiiridfi para su proyección eu los cines di.' que es projiielaria, lodas las películas de. la casa 'iDiana". Felicitamos, a la vez que a la impín-lanlc casa alquiladora, a la i-eferida Knipresa. |'or haber tí'iiiíio el-acierto de adquirir material tan selecto 'cimio el de las producciones de qne lixclnsivas <il)ianai> es concesionaria. A París Hace linos días salii'i en \'iaje a l'arís. nuesli'a pai'liciilar aniii;ci dim Trauí^isco liai'L'alIn. de la casa liaiimonl. Películas adquiridas por la F. C. L. "I'eilrractón (ünemato^iri'dica I,al i na'> ¡pn', ciimii síilien nueslros lectores, es la dideuación |iara l^spaña drd nlSlock lün'op<'en de (Üne.ürapliislesii, acalla de el'eclnai' la adquisición de dos grandes, proiincciones francesas, tituladas ii.\ la fuerza no se ania" y uLa mujer y el harem», la primera basada cu la inmorlal obra de (¡eorge Sand, c intei'prelada por Sandra .\rilovarioff y Niño (^onstantini, y la segunda, adaplacii'iii do la novela de Teodoro Valensi. en la que íigui'aii como príncipaies intcrpreLes Hugindle Diidos y IJCÓII Malliol ' . Además, la citada casa ha adquirido los dcreclios para líspafia de otra [irnduccinn rxlraordinai'ia, todavía en curso i!e tibnaeión. C o n s e j e r o d e la U. F. A. a Barcelona .\cabiin de recilurse noticias de la U. F. A., de lierlin, anunciando |)iira fines de agosto la visit.'i de algunos consejei'os de aquella t'odcrosa Knlidad, entre los que ligni'a <d doctor íieclícr, cuyo nombre descuella entre el mundo de ¡as finanzas germanas. Revisiones cinematográficas Jínti'amos en una (j[ioca de revisiones cincnialográlicas. VA ejemplo nos lo da la re[)risc de "La vinila alegre» y de «VA gran desfiloi. Estas dos películas, que pcrtiíiieceu u las que iiuedarnn de la lempoE'ada de invierno, resultan tan inleresanles abura como enlonces. Tal es la opinión del [lúblico, (piien al eonsillerar interesantes estas revi[<¡unes da una exi.'cleiite orienlación a seguir. "El Corsario" lie aqui otra película que llamará este año la atención de empresas y aficionados. Se trata de una prodncción U. F. A. de tan altos vuelos trágicos, eu el sentido recio y teatral de la palabra, que seguramente apasionará en (Mianlü se proyecte. "ILI dorsarioi', como su riomlii'C indica, es uno de aquellos dramas de la gente de mar del siglo xvi, que han sido tratados por todos los genios de la literatura teatral y plasmados poi" todas las grandes marcas ciiienialográlicas. Siempre las comparaciones habrían de resultar odiosas y por lo mismo no caeremos eu ella limitándonos a decir que (iFI Corsario» es mía maravilla [lasional que alcanza momentos de inlenso dramatismo y que en la [ireseulación y eonjuulo ha derrochado la U. F. A. un cauda! de-buen gusto, de dinero y de realidad histórica. Combates, bolines, caza de naves, piratas cu alia mar, orgías eu el castillo de ^rt^í^VWVVWW^LWW^^rtfl.rtAArtArt,ftrtjr^.AAfl-V^ éépaBi4^ N A tos corsos, lodo en esta película alcanza valores inusitados y de una veracidad sorjirendenfe. Ifrríe !a trama una honda y i'ecia Iragedia al estilo de nuesiro Liiiinierii, que no pierde un momento la llexióu argumenlat. tensa y \ioiciila como si se li'alara de jtomlires corlailos y templados como rd acern. La "Moderna D u b a r r y " y la moda Saiiido es que los modistos <Ic los esludios de la V. V. \ con moÜvo iie la lilmacióu de la ".Moderna lUiban-yi), crearnn diversos modelos de trajes para las llestas palatinas que aparecen en dicho lilm. .IMI estos modelos dado? a conocer i)or las fotografías que di- la ¡jitada pidíciila se lian jnililicado, han rellcjailo ya sobre id ligiirín parisií'u femenino de la pri'ixima lempdrada. E S T A F E T A .\nloni'^liinijo. — Sei-illii. — líi'ciliitlti el illl|)(lrl<^ fie la .'iiJ.-JCi'ipLÍóii. lín cj ütrii ;isiiiihi n¡\ |iinleiiie^ ci.iniiln. CITIC -iiiir )i;ilH:r l.<'riiiin;i(i(i el [\\:\/.o d e ;uliii¡,-:¡óii. Fi->i,iri.-ci, Ci'/'nr,,. — MñUi{H>. — líl [in'i-ii) <lf Inn piiLiJK'nK ;ilr;is;idns es ilr 5'í.O |)i',spfn.s, y el di! ril1.';l^ri¡^• i-ii'ia 2'íjO ¡K/M>l;i,s iriiiii'sfrí'. Siilnidui- ('¡•¡•.•ipil. — N;KI:I H;ÚP Sólo 'liay (luc e s p e r a r i'l O'SiilLiido dü J;i volnfióii. Aiilonio t.úpez. — Ciidh. — l''fi.\ Fiiiii, 55 til. y t . anii. 10 M) Avr., Now York C'it.v. .¡iiVui Arinhi. — }ienui. \-.n d [.-usn do usttid ¿e cni:ii(Ti|p;iTi iiiuclios c o n r u r . s i i n l f s ; piTu clld no y.a DIIStiU'iilo íijir.i el ri'aiiUiído <ii; l;i vf>l;icii'm, /.i'/.-i liiill(:-'l''rof¡. — MiiliMin. — .Su fíiliiy;r;iriii .se |JIIl'licó i'ii i'l núiiiiTii cDrri'yiJiiiidii'iiU' ;il 23 de nhrij. l'iií^(l(; iii:iiií(;ir vii SCIIDS CI Jíiipiirli-' do I;j .sii.ícri|iciih!t. C.iu-hili, ¡•uhnnú^. ~ Miíhisn. — Siru-criinifiilc rcpP(ít.iriiiJH .sii.s :ípri-ii;n¡i)iii'n ; |IIT() l.imljión no.s cntoiiii'iMtMis en «I iiiistrio (;;i:-() ))iira lns diíiLátí. /''. . 1 . J. — Ciirtdíintu. — Quilín lupjor p u e d e inforiij;irlt* ('->) la i:;is;! eu ipic u.'^twl n.slA conlriitiidii. Srliii^liiíu Alii-.lhi. — TariiiKi:. — Ul prriMo d¡; siisíTiin'ióii es dy 2'50 p e s p h i s . Irimeíítri\ y pin^de reuiit i l l o i'ii .•^i'lliis dii c o r r e n , ' liir.initii (Inrciii. ~ Linarm (.liiñi). — Ku luii'slra iii'vi.'-ta i'iiennlríirii Jiis ;ii:l:ir.n('iniiea qiio d e s e a . •lí'-c/jK/íi/f". — Tiirl«Kti. — Digiinos liis ipio miís lo inlcrcsiiii ,v ijurdiirii coii'pIíiL'iJo. .^. üiiHüil. — Ü,ni I'rli'i (íc Ouixols. ~ Y:i so h a piilili,;ii|u. Ilf'i'iliido el iniportp d e !a siiBrripciiin. .sV^<;síi((!i Minliti '¡'iirmlhii. — Córdoba. — L'róximajueiiti; puhliciiromofl l a s h;ise.s d e nucaLro ntievit concursn. .Mmnirl ^iidtuz (IIIIIVÍIOÍÍ. — Ceiiln. — El i n i p n r l e d e |iw (iiiiin-i-íi.-: q u e di'sca ea dií 3 pesel<a,s. — [.an sniliiB piii'.lc iii'dirlas a I., Üauíiiotil, Pasen d e G r a c i a , fjG, l!ari'elnii;i. ,/e.-r í'iautn. — Pitelilo Nuevo del Terñlüe. — Nada liüdeii;(js liaecr cu ese pentido, por h a h u r íeriiiiii;ido iiih'.-lin p r i m e r eniieiir.'ir). /''í'/¡¡r¡."o Heilanga. — ¡'iicblu iWievo del Turriblu. — Nii |nidi'iiiii,~ i-inoi)lae.erIe. EdiHird'i H'iiiíiiin. — Ciiidiid. — E n CHÍJI .scceiiíii no a/liiiil iido-; aTiiiiu'in.'í. /•'aii^ln . 1 . Aloiii^n. — Mmlñd. — l'ar:! lo (|iie ii.slnd <le.<iM jiii.'di' dirJirir.ie :i l'nióii Arli.-ílie.-i Ci«eiii¡ilciiir;ifu'a Lv<p;iíiiil;i, .Alcidá, 17, eiLiri'.siniln. N u e s t r o eoni'ur.'^o li;i l e r i i i i o a d o . Mi'HMi'! (>r,vics (¡onzñtcz. — I'iilma. — Kn niiestrn licvi.^la IK'-IIIOS iiuiílieadn lo ([UÜ le iiitcre.sa, Kiltúrese. Erari.~-ln Müilini-z. — í'aTlaneiíi. — Jíeeihido impnrle siL^j.-ripciñii. — Tiiede iiiiinditr lo que d e s e e . I'ii i'iihiiliiinlr. — l'iitafriii/ciL — lía !u l.ihreri.t l''r.-iiieisa, de la Itaiiilil;i del Ceiilro, piii'de c i k ' n n l r a r r.síi rl'vi^ta til iilada ¡'ht>l"ii}íi¡j. Adi'Hiiii íiiiiri'mlii. — Tnrluíii. — I,a ti|)ar(eiiaire" do .\d'il|)lii; .Meiíjou en i\i!i película <ís i.nui.so U n m k s . fi'drí' l-lKiñiiosH, — Vitlliid'iliti. —- L a eonU'slaeii'iu a que usted a l u d c no so refería ul coiicursn, s i n o a la adiiiisiñii de viitos. Hri-i'-iiiiw Sánrlir: ii Jiuin Siilrrti. — üiliiliina. — L a eniiiiiliiaj inii di" I it iilos lie p e l í c u l a s 110 oiu'ajii en ninKiina sce,ir.ii dr iiiiesíra llevisLii. — l'iiedeu siir;eribirae dei^ije la feelia ipie d e s e e n , .lr:ni.'- .l/.-Jiiii Sulla. — Tiirraaotui. — So piibliearA, .1. M'irlificz. — l-lldii. — .Airradi'eetitn.s sinei'ratiieiife .su.- defereiu'ias y IHH'IIO.'Í priipM.-iiiirt. líl i-.see.>;ii de oritíiiial nos iiitiiide la piibli ración do .su I r a b a jo. — lü-íO l i r o a d w a y , New Vn^i^ iJity. í'UiiUiíi ,^'. I.iib'inj. — Arn-ciíi!. — Pudeiiins eervirlo ln[iiis los nú Uleros, e.\fepio el 5, pnr h a b e r s e ¡itrnladn. ./. /'. Cirilo ('inneri-ünile. — Ciinliid. — J'iiede iliripir.si; a eual<iiiier arl.isl;i espaíiol. — 1540 Itroaiiwü.V, Ninv Vnrl. (.'iiy. Miii'iil Mr^lrr.-:. — .Siiii.í. — No f» jinsiblii c«in¡iiacerli'. A)iii Saif'iriiiÍ!ni(t<'- — l'irsnjrs (Guii)ii~coii). — Nuesiro n u e v o r e d a e l o r en I'itria, es : L . ISau H o n a p l a t a . 2y, líiie I.eiiiereier, P a r í s X V J l . %%vn.v%rtA.'^.•-vv^^.•^v•-%'V^."-•^^^•^b^l-v^.%%•wvvvwv 1 1. ^AriiVV^rt^^^fl.r--í---^^^^¿/^^vv%*-"-'v.-^^w^v-.íw%A,v^.•^i•w^.'^. ^rtflJ^rt.%r-^ív•^-%-.•\.%%flJ^'^.•^i%r^rt^--^^^ir^L^r--.^.%rwvw^.v^A.vvv^ lina escena de «La danzarinei rusa-, de la Metro-Qoldwyn UN FILM EXTRAORDINARIO lli? aquí, rcahiicnlf, tui lilni (]|R' IJÍI'H jíiiprlc calinruii'sr (!*• i'xlniortiiniíi'io. N(i íiiiy en lotio él uii iicLoi-, uiiQ nclriz, on el sentido fn (jiii' coinúriiiii'iili' i'inplf'amos la (lüluliríi en {'\ iengliajp cinfMiiatngniÜrd o líali'al. Las ÍÍIÍUI-ÜIÍ que liarían. lU'iins ilc vida, rr'|ilc|as de inoviniií'iiío, fiiir la |tanl;i¡hi, son |ioi-íO!iajr? d<í Ja realidad, son Imiriliri'.s y luiiji.'rL's y iiiños que jamrts vi(;ri>ii una [iL'litnila; i\m' no saben lo que es un vcslido u la ciii'npi'a; qne no coiincen oi.ro innmio <|iir td luundn relieldt', casi podi'íaniop di'i'ir criminal, ilii la?¡ selvas preñíidíií; lie ¡n.'li;:ro.s, dnnde lodos los ^'l(!^len1oii se conjuran ooiilni la laljor h u m a n a ; donde las cosechas, Jas pocas qui! pueden intehlnt'se, raras veces llefian a d a r f r u l o ; donde la ¡ii-opiedad, aun la niáíí iníí-i'rn de nii pecro o nn galo, esUí aci'ehada jior las faiiei-'s feroces de las íiei'as ; donde la Inr.ha-por la vida es mucho más intensa y aznrosa ([ne en las njisinaü nieírrtjinlis ¡lopulosas y modenias qin' anisamos de viciosas y empedernidas. Jín este film vemos al Mgre y al leopardo alacantlii a los otros, animales de la selva para Iiacei' de ellos carnaza con que salisfaeer sus sangrienlos apetilos; los vemos, inclusive, aLaCíir al liomlu-e ipiien no tii-ne más defensa que aquella ([ue sn superior inleligeneia le sug i e r e ; vemos ki niorada humana levantada sohre posles y li-oncos de elevada altura como linieo medio de jioderse enlregar al sueño y al reposo sin inqnietndes ni soliresiillo?, y ' v e m o s , laminen, ¡oh, maravilla d é l a s maravillas!, al enemigo monslrnoso de la selva ; el que es jieor que el tigi'e y la ¡)Hntera, qsie el águila y que in i'Ul e h r a ; vemos al reliaño del rJiaiiii, que eou sn ]e[e a la eaheza, más Fi'ro/, que tíl guerrero Atila de legendaria memoria, asóla lodos los campos por donde pasa ; derriha los troncos milenarios de los bosques, arrasa las ciudades, que acomete con su impulso fenomenal e irresistible, Pero, ¡oh, maravilla de la naluj'uleza h u m a n a !. hasla eonira este azole apocalíptico, la inleligencia del hombre resulta triunfante. Es el gran final consolador del lilm; el fmal que dehen ver todos aquellos que, además de amar al espectáculo de una huena iielícula, tienen fe en el porvenir, en la 12 En el amplio escenario, la darizarlEía Irenza sus danzas, teniendo por fotui" las (jrücilcs siluelas de las coristas cominista de tus fuerzas nalurales por esta luceeilla, tan fácil de apagar, [lero tan potente, qne domli; irradia h)do lo demás fiareee oscui'o e inconsecuentí', que linos Ihonan alma, ipie oíros llaman ceT'ehro, pero que todos llevannis dentro y que alumbra lo más intimo de nuesh'o sei'. dos de la Naturaleza; uu drama que tiene por esretnirio las asiáticas selvas de jiavorosa exulícrancia. Nueva York. ]'. ¥. Martínez de Rivera, director de "Mediterráneo*' líl (alentó de nuestro entrañable amigo y eamarada, el jioela Mai'tíni'z de Itiliei'a, se va imponiendo rái)idanii.'nte en la Prensa barcelonesa. Chima, la pelíenla i|ue aí^atia de estrenarse Hace aliora un año que Martínez de Ribera Clin i^xito inusitado en <•] espacioso Teatro lííliizo sus primeras armas como periodista acvoli, (Je Nueva'York, -os oti'a apoi'taei6n de los tivo en PoruLAH FILM, donde se le designó con ex[doradoiTS y cumi-raiiicii a la cinematograel cargo de reilactor jefe, desde el primer día, fía, nuís imporiante, si cabe, que Givis.s, jiues jiara hacer así honor a su clara inleligencia y en Chnuij no sólo se pone de manifiesto el doa su moral cscrujuilosa, minio que la inteligencia del homlire, aun en Ln labor desarrollada p<ir lan dilecto comsu estado más rudimentario, ejerce soln'e los [lañern en nuestra revísla, no hemos de ijnseres irracionales, sino que este maravilloso comiarla nosotros. Haste saber, como linico ¡ihii diíiei'e de todos cuanlos en su g í n c r o se dato, que su alejamiento de cala Redacción a lian presi'ntado al pñldico en la coiilinnidad o la que tan fuertes lazos de amistad y camaradería le nnen, nos llenó a toilos de tristeza, coiii'dinación de su ti'ania. lín oli'as palabras, un poco egoisla j'or euanlo si salió de ella ChtiiKj no es una serie de escenas fotográficas, fué por mejor enruu/.ar su oi-ientación litemás o menos bien logradas, de Jas ¡>roe/,as raria. realizadas en las entrañas de la selva siamesa De PoPULAU FILM marel.ió a la importante ]ior dos intrépidos cazadoriis de Oeras, sino i't.'vista gráfica iiMedilerránco», también con que es un di'ama en el verdadero sentido de la caíegoría de redactor jefe. Y liací! un par la palalii'a, nn drama cuyos intérpretes son de .«emanas ha tenido otro ascenso en sji calos hiimbn.'s, las mujeres, los niños y las fierrera, pues la empresa editora de ((MediterráT'as que allí viven ; un drama cuya acción es neo» le nombró director de esta revista, a la la Imdia <'ntiiliana y otei-na que esos inlírtireqni' eslá dando un im[mlso cnm.) jamás liabía ies sostienen contca los eli.'menlos combinatenido, lo que prueba una vez más que los jicriódicos, sean de la índole que fueren, se engrandecen y ganan i)restiuio euanilü al frente de ellos figura nu gi-an pei-iodÍsta y un hombre de redil inleneión. Al amigo y al eamarada lo felleitiiuKis cordialmente, deseándole que uo se interrumpan sus triunfos ganados todos en buena lid. El catálogo de U. F. A. Siiáíiciol — ordena ella al atribulado camarero, en «La danzarina rusa ^?l. liemos recibido el catálogo de la Ufa, cuya presenlación es espléndida, como corresponde a tan importante casa. En dicho catálogo se da una sucinla versión de cada una de las películas que la Ufa presentará en la próxima lem[iorada, e n t r e las que destaca «La montaña sagrada», como DJm de categoría análoga a «Varietó» y a «Metrópolisii. Felicitamos a la Ufa ])or cómo se jjrepara para el campeonato cinematográtlco de 1927-28. i: Museo fotográfico de Popular Film VILMA BANKY bellísima esfrelia d e la United Artisís, protagonista d e "La noche d e amorJ &"'^''^^••^-v^•u^.vv^AflArtJVW^Afyvvv^^^v^•^AAi^rtAA^• W^/^_ ' \ • \ %'^v•-vv%^.^.^^^•vvv^.'•^ArtÉ%v^.v\..vv^AAA.r-^/vvvv^. 13 vvvv^.v^AJ•l^/vvv^JV^^-%%v^Aív^AJ^i^rtr.^%%%vw%r-v^l%'•^^ L E El cinematógrafo desde el de vista moral l.ii i'(liu-iici(')(i iiiuriil, ciiiisitlrriiilii en su .stiili(li) [n.'iliifíi'ifjir.i], crí lii i[tir furriiii i'\ (.'iiráclcr (!i' los iiiiliviiiuds, ;il)íU'C!iiiilo Mi(l(]^ lo.-^ ¡nstiillIt's y huios los ink-rcsps <]<• lii V'HIÍI y roi'tiaajiilii lii i'ilui'ai'ii'iii ríslcii i' ¡[ilclecliial <I)'I I'ji iiiií'sti'os (Has, Ifish' es ikü'ti'lít, siict'ili.', mas 11(1 IIinclín froiiio ilu'is IIU'ÍIP vei'cnins}, Ipil' las ¡if'liciilas f(nilriliii\'eii ¡i ilifiiiidií" ('iilí'4' las |)iM'sonas ([iir asisli'ji ciiii rrcc.fK'iH'ia a las ['(•jinsi'iiUirioiii'H riiii'iiialoiii'áliras, los ¡ii'iiH'ijúos ilí' lina Imriia iMiiirarióii, Por ni i-onli'ario, 1-1 iiiáxiüiinii lir las <'Íiilas que se filniaii II s|. iiíin lilni:iiiii, alfíiiiias veres de argiiTiiciitof: alisiinliis e invei'osímiles, n<i lieru'Ti olro oli¡cUi o linaliiiail ijiie la lií' |>ro|ia;;ai' el vicio, cürnini[iien(lo i'l ciira/Ziii del jn'iblii'ii, |irÍTic,Ípalnieiilf en las r lases [irn leí arias, piics' la desi<; Maldad de roniiicii'iM social ([•esiilladii iiM'vilaliIe i!e los )iriifíresiis de la civíli/acióii) asoiiiln'a a las intnlifíciicias s!i[icidicialeF, ronfinide. a los de iniaginarióii ai'E'idialada, y cxalla la cniliiíia, la envidia y indas las malas i>asiiinep. .Nn lodas las ¡lelírulas, de asiinlos inverosímiles, iiiei'ccen eí mismo jiiirin, y oli-ap, aiiniliio iifl lo tengan, un [inr esto si> lian de con sideral" morales. Inniiniet'aliles flliiis vemos que, a jiesar de tener nn argnmenlo i|ue [lodría ÍTnIndablemente ser muy liien inuralizadiii', a |ii'sar de sus cai'T'es]Hmdienles escenas de cahaT'el, cubos, ludias y asesinatos, de si'dnc.ciiines, libcrliiiajes, liceiieias y |irubahiiidade?, si no cayeran en el grave y íiinesl,(i error de rodearlas de esíe caráctei' indigno y deirradadu qne se arostiinibra a dai' a los iiialbecliores o getiles de vicio, caráclei' que jiocas (acaso contadas'/ veees, los argumentistas lo [iresenlaii al llegar el final ik'l asnillo, eon csle línle lialagik'ño i|iii' excita la siiiijialiit de los e«|iecladores. ,i'No vemos cada día, |Hir ejein[do. [ielí(.'nlas en las cuales el prniagoni-ta aboga o mata, sea lie la forma y eircnnstam'ias i|ut! se presentan, a su aiilagonista o a eiialipiiera de sus conlrarios, <'omo castigo a los dafios qne de ellos i'ecibiüi' d Qué necesidad liene uno de <'aiisai' daño a sus enemigos, si luego su aelo deheida mei-ecei" la ni i su la, o acaso iiiayoi' [lena, [ities se Iransforma a su vez en asesino, des|irendÍeiido asi de la sociedad a un iniüvidiiii o miembro de la misma, que él, a su i-nlendci', cree rpie es ¡milil, y ya sabemos nosotros ijUe niiiL'uiui lo es, pui's es un ser capa/, de dignilicacióii, ivsiillando del amíiieiite en que generalmente se lialle;' (liianilo baya necesidad de i-xponer id mal en tus ai-gninetiios para dar así mayor sensüiilidad II emoción a los cspeeladnres, se debe pro- Incidentes al fumar una pC' licula de Richard Dix l'd director Clarence Itadger. quien en ia aclualiiiad se encuentra en las nn miañas tilmamlo algunas escenas de su nueva película (il'^l piidcr del humbreí), ba estado a ¡lunto de perder la vida al i.i'alai' de salvar la <le llichai'd Dix y Mary Urian, protagonistas de la (dira. Con ohjelo de aprovecliai' id ilesbordainlento de una de las represas del río Slatiislaiis para filmar una escena, la í'ompañía <le artistas eon sil director a la cabeza, se insialó en umis balsas y comenzó su trabajo, linos eenlenares de meti'os río arriba, tunis obreros, iffuorantes de lo que ocurría, ai'rujaron al agua enormes troncos tic i'iidjol pai"a que la eorrienle los llevase, líl di reidor Uadger íné el ju-imero en darse i'Ui'iila del peligro que corrían los artistas al ver venir en atropellada confusión los enormes troncos que arrastraba el agua con ra|iidcz vci-iiginosa. Sin tener tiempo de dai' explicaciones., Mr Bad- n punto curar tiarrrtii lie ini uiodii que el linrto, e! rolio, las riña^, tus asesinatos y nlrns sili-esos le este jai'/., inspiren <• inl'iiiidan liorj'or a los misiniis. Además, se lian de inenlai-, analizar ) describir con tal viM'dad para que pneit;iii_ prndneir eíeclii, peni sin causar el iiiennr daño. I'iir el contrai'iu, el rfccln qiic se produce no si'ilii jiredisjione a los espeeladoros de cuaiqilier clase y condición al mal, sino ipn' se enseña a praidicai'lo. Freeuenlcmeníc Iceitms en cnalipiier periódicii o revista ejemplos aelaratnrios de lo ipie acallo de decir, como el casn de conslil.uÍrse una vei'dadera asociación de niños |iara dedicarse r e l í m e n l e al pillaje o algún género de inertes emnciones, o a liombres que. liayan •oinclirlo un robo en una joyería, siguiendo las enseñan/as de ciertas [leliculas, /ideinás de otros muchos, )[ue no cito por dÍS|ionei- de muy poco espacio y jiorqnc mis leelores, segnramenle, ya Icndriín cniíocimieiiin. ,;niié origen tuvieron tales enseñanzas!' No cabe duda alguna que las películas re|iresentando ta manera dii verificar un robo, las rlrcnnstancias ile ini asesinato y la coridncla i\f los crueles y de los egoíslas, tienden a fiii-mai' ladi'oncs y asesinos y á ejecutar y jii'aelicar la avaricia, la crueldad, el egnísmn, rcspcclivamenle, y otras muchas cosas de esta especie. llnlidiciun única e indJS|ieHsable para ciimhatir tan malns ejrni]ilos i/s j-cveslir a las películas i|iie nos ncupan de esta especie de dignilicacii'ni de iine antes hablé. ,; l']s innuirlante el cinematógrafo, consideradii desde el punto de vista moral!' La imjHPidaneia de la educación imiral, medianle el -=.''ptiinii arte, nace de la misma impoi'lancia de que actii;ilmenle esli''n reveslidas las películas. l''ln;dmen!e, si alguien combate el arle mudo y maldice eonira él y busca su rniua, es [lor todas las malas enseñauzas que mediante cieidas cintas se puede a[irender, sin lenei- en enrula lodos estos ilelraelores, que Indas las obras humanas son inqiei'fectas. aunque son capaces de perfeccionarse. Uesiimiendii: s(.;unos intransigentes con la iniii(i[';ilid;iii ile las [leüculas. coustaules sieni|ii n niieslni moilo de [lensar y crilicar, y no preiciidaniiis nunca desterrar aquélla y sembrar y difundir la moral en pucos días, pues las ciirrecciones pronlas, segiín ba dicho nn acertadn crítico, suelen ser como las cii['i'iciiiiies falsas. Jiosús AI,SI^A T;n'ragiiiia, t!l27. iiry em|)iijó a líichard Dix y éste a .\IaJ\\ Urian ; la arlista di6 nn g r i h ) ; armóse espantosa ciinfnsiún cnti-e todos los que «staban en la lialaa... y ¡toco faltó para (¡ue cayesen al agua y fuesen aniquilados por la <íorrienle y los Ironcos de ¡irltol que se echaban eneinia. Un uionienlo de serenidad del director salvó la situación, y a los pocos segundos eslíiban lodos en ¡a orilla y i'onlcmpl.aliaii con horror la avaiamdia de Inineos que destrozaban la híilsa en (¡ue iiKimcntos antes se enconti'alian los artistas. Un ejército de "extras" p a r a la nueva pclicula de Pola Negri .\liis de l.flCX) «extras'i, en uniforme de soldados de las distintas naciones qne tomaron paj'te en la (li'an (luerra, acaban de filmar un;i de las escenas de la nueva película de Pola Negri para la l'aramounl, 'iT.a frinrbera>i, l''stos individuos fueron reclulados, la E L mayoría de ellos, euln^ los veteranos que vi\ieron en la realidad lo que ahora interpretan ¡wira la pantalla. l'ndiérainus decir que la nueva ludíciila de Pola es pacifista. \~A\ ella aparece el horror de la gneri'a en toda su cruda realidad y hay varios efeeios eseiínieos <'n que aparecen las siiinliras lie los soldados luneidos en dislinlas guerras liaciendi/ una llamada a la ])az universal. La empresa del Tívoli contrata dos películas Gaumont í^e nos dice que la empresa del teatro Tívuli ha con i ral (ido dos películas [icrteuecienles a las Selecciones Gaumont nDiamante Azub', [lara proyectar cu la panhilla de diidio coliseo. Las dos películas <'(int.raíadas, son "Don Uiiijide de la Mancha» y "1-a tía Üamonan. Luisa F e r n a n d a Sala rechaza un contrato Sabemiis que Luisa l'emanda Sala, la estrella de i'La lía liamona», ha recibido proposicimies de una importanle casa de París jiara liiniíu' algunas de sus producciones. Dichas proposiciones, a pesar de ser muy ventajosas, han sido r(duisadas por la genlil arlisla (pie desea seguir figurando en el elenco de estrellas de la (¡aiimoni de líarcidnmi. "Rose Maric" KeiKr .\doré'i' 1I;Í sido elegida para int.erprelar id pajiíd ¡irincipal en ultose Marie», nueva prndnccii'in (!(• .M-íí-M, basada en una famosa (ipei'(da did mismo mniibre. BIOGRAFÍAS BREVES George Fawcet lieorge l'awcet cs Ilijii de jiailrcs acoimidiidiis, riciis canqiesimis cpic soñaron jiara él las glorias del homlire de ciencia y que no |H-rdonai'on sacrificio alguno para liacci' de él un sabio. (Ion lodo, los buenos eam|iesinos no consiguieriiii uli'a cosa que hacer de su muy quei'ido hijo un buen a d o r . Y esto es algo. Mr. Tawe^t cursó sus estudios en la üniM'rsidad de Virginia, jiero comprendiendo (|ne sil verdadera vocación eslaha en el lealro. des|)ués de conseguir su di[iioma en la Universidad, se trasladó a Nueva York, ingresando en una cdiupafiía teatral de la gran ciudad. Di-spiiés d(d i'igiiroso aprendizaje que iodo actor tiene que sufrir, Mr. l-'awi'el. llegó a formal' parte de las más reiiouiliradas eompuflías luaI rales de su (¡poca, .agotados los íxil.os del eset.'iiario liablado, el arlisla vio un cain]io ilimitado cu la pantalla y a -ella dirigió sus miras. Anics de esto csluvo en Londres, eaiisaiido sensación en los principales lealros de aipiella ciudad coa sus magníficas creaciones. De vuelta en América se asoció con D. W, (¡rÜ'lilh, int-egrando el reparto de numerosas pi'odtieciones de esle genio de la ¡lantalUi. Más larde y siemjii'e en línea ascendente, Eric vou SlroUeim lo contrató para que caracterizase 1111 papel de i-esponsaltiJidad en su "Viuíhi alegi'í'ii. ritimanienle, cuando el mismo direidor fué eiieai'gado por ia Paramonul de llevar a la panlalla "La marcha nupcial», -Mr. rawcet fué escogido para (¡ue acluase como ¡ii'imer actor. El direclor bajo cuya autoridad actúa, cree que la «Marcha niipciabí marcíirá la cúspide de la (.'.arrera artística de esle actor y que liará de i'd una de las f^randes figuras de la panlalla. Los allos direclores de la Paramount son tamliii''n de la opinión de von Stroheim, > la ci'íLica periodística que ha revistado las [irimei'as escenas de esta obra, está acorde en que Mr. Fawcet lia lieclio una verdadei'a ei'eación de su papel. ^/VVVIAflrtfl^VSrtrtA/lAA^VSrtAftftflJWAflAArtArt^VVWVW 14 •^'ÍK- '•':;->i;: r é u m e n t O de la semana jinLigmfatftL a%. itfflB^llB^ &mM M B ^ V C (THE W A Y F l'nra Aiiiiu-tii Si'liillcr ilüiiil .íii!iiiiii<;.s}, liaiiIMiki c a j p r u lie l i n Inlllr-n (li> llli;i I J r i J l l i ' ñ a cill- ijiul niin'ciriin.'i, !•] 111II jlili I ^1' rirniíií^urilu' ;i -II nuiüli;i. Kn cllii i'sláii <u< .üriunií's aiiiores : l;i paiii.>Mlr > diilri.' csiiüsa, <i'is al'!.:^res rlliqnitkiH i¡iii> Unían la rasa con SUH ripas, rl lüariu rji.'M'irin dr riilliu'a físifia ¡mr la niafmna, oi lilicil hiliaro. (id i]lii' filina la iiüíaii y firja la üli'a jiarli' para (II'Í|IUI'ÍÍ ik' la <'(itiii<ia. Kii ri'iiiiilad, t'^los sirii|i]cs dalos bafilariaii para di'jai' It'a/ada la imn-al y i;l rarártci- di' üiii'slcn lióriK.'. liiirii csiiiisn, padro arnaiilífiiiiiii.,. ,;ijii'' iiiáí^ piu'díí dt'cii'r^L' il(j lili hombro, ni i|iir iiiiíí^ le |iu(?iU.' íxi^nr la sociedad a uno ilv sus iiidividiiijs.^ Y sin eiiibai'gü, Aii,i!iisÍ,o SchilliT lli'.salia más tejos lodavía, dejaba pfni'frar más fácilíiK'iilc rii su psiroloiiía, pnrn romptirafla, (!S r i i T l i i , |ii'i'o siniipn' fiifiril vn su misma scneillez. l'orqiin id i'.-pirilii liiimaiin l¡fiii> rcnoV eros, oriilla i'M'Tnrijadas i[ii(' sr isniíraii, a veci's, liuraiili' Uv'Ai)'^ años, y en las qiio el individuo cslá cxinipslo a i'acr nialqiiipr día de sil p\i-;íi'in'ia. '•liando in"'no« lo rspci'a [lor i'slar iiiá-^ ciinliado y si\L'nro de sí mismo. romo iiiiiín'm hombre, A n ,L' 11 > i 1I Si'liillrr, [iiidía n'S['iHidi'i' de llc.nar siit niníiñii tropiezo moral al léMiiiiio de su vida. Y lodo aeu•^aba en "I al hombre reelo, incapaz de lori'íTse lo ni;'is m í n i m o : sus eoslumbres, su U'mperniiii'iilo paeílieo, su raráeliT bou dadoso y "u roslt'o, a[iaeihle. íranro y simpáliro. Esli' vrn Aiifíusio Sehiller en sii cnsa. flonin einidcado did liaiii'n, Sebiller fs lioinhi'c Vil exfri'iiHi ini'licnlnso y exaelo. Iln eiu|il('iid(i que Ib'L'a lar<!e es causa de asombro para niieslrn linurado rabalIíTn. F.l ehico ordenanza sníre un verdadero interroRalorio edil iiKilivo de unos eenlavus (¡ue a|)arei;en de menos en la eoinpi-a de sellos de rorri'ii. Sehiller exiüe lii- uli-o-i. lo que ó] mismo da. V a ludüs juz,i;a por el ¡irineipio (•[•isliano que ri.üe su villa, eoii^iiiei'ándnse a si mismo un padre ideal, un obrero honrad ¡simo y un amante e.^poso. Inesperailaioi'iili'. el presiden I !• del líanco escobe a Sehiller para que lleve a una eiiidad coreana una ü^rari eaiiMdad en bonos del oslado. F.sle hei'lio lan simple causa iirofunda eonmoeiAu en el liogar, del cual iamás se lia se[iarado ilesde el día ile su malriiuouio. Kl amanle esposo, el cariñoso padre echará de ni en os ias ayraflnbles horas [tasadas al lado de su familia, los i/rmcierbis de ¡liann con que la esposa bien amada y los inuebachos retraían su oído iles|Miés de la Cena. Tndndablenienle que uo le a.irrad.'i separarse de bis seres queridos, liien quisiera que el [n'esidenle d d lianco no le hubiese conliado lal niisiiin : pero el deber impone ei viaje; Scliiller, lau buen obrero eonio ;im;iii[e esposo, se resigna y em[irende el viaje. Kn el tri'n, y sentada en el asienlo de enfrente, una mujer de mundo, bella y perversa, sabedora de que Sehiller lleva consigo una pei|iieria forliina. decide apoderars'' r!e ella, para lo cual eoiuien/a por balayar sn vanidad, dicí(''ndole que si se corlase la harba y prestase mayor esmero al cnidailo de sil persona, podría haeerse amar de cualquier heldail. Traslornado por el inlliijo de esta mujer, .lannings se olvida de sus deberes y se deja a r r a s l r a r a sn perdieii'm. Días di'spin''< se despierta en la inmunda cania de un lioleluclio y se eneuenlra con que la mujer ha llevado consigo tos valores a i'd conliados, y con ellos la honra y la Iramiiiilitlad de ÁII hogar. ScliiHer llora la píriiida ile su tesoro, y pide perilTin a Dios por halier.^e olvidado de su sanio mándalo <'i! una boi'a de dehiliilad. He aquí cómo Augusto Sehiller, tan fiel eumplidiH' de siis debei-^'s, eouio ¡efe de fu- R A L L E P .-liif/i/s/o .S 'hillrr A . F F LL EE .S H ) R T Hi;i.Li: Au'justd ho,N.\i.ii l'arliitii l^obd liiL^.NLii. linrrii. l ' u v u - i s 11 wr.ii. . F.l i\'u'n) . líí/n.sífi El niño Kl iihl. . . l'im.iei'K iiK b \ i ; i ; ^ . .\UeKb:v MnÜA.N. lli-;rsY A ^ ^ . : V.\t\i. .IA.NM.MÍS. -Su VíijXISIl MnHiiic o ilisi.i-:. (IAIÍMF.NCI'IA .lon^soN fni-los lioiíiio.N Enrique .IACKU; (^OO.MHS. Tiioni'ií. Ntilia y cotilo euijileado, se oiviíló de ellos en un moinenlo. bajo el beehizo de unos ojos lie mujer. Iltaro que Incgo reaeeinna y se miieslra avergonzado de su conduela; peero ya es larde. Ha bastado esa hora de olvido de sí mismo jiara c;iei' cu la enerueijada y abandonar e! c'imino recio seguido sin vacilaciones ni de>mayo:- diiraille largos años, casi toda lina cNisleocia, Aiin<|ne [lari'zea iiiereíble. a Sehiller lo había [lerdido su inexperiencia, ij Cuándo tuvo ('I una aventura galante.^ Nunca, ni ,'U los afios mozos, en la edad turbulenta, irreílexiva y biillieioaa. Por e.slo mismo finmás Ireme'mia sn eaíila, más Irágieo su Iraspii''. .\iiguslo Sehiller, aiile aquella mujer iusiiiiiaiiie y [lerversa, se |ioiii'i cuino un doctrino; se dejó cazar jmr Cuiádo estúiiidainenU!, lan eslú|iiil;imenle como el eoriejo que diei'a liempo a! e;izador [lara asegurar e! lilanen. Kl ¡lobre hombre había sido víelima de la tudieza íenieniíia aliada con 1a ni;i!d;iil. Y ahora, ya Uu'de para borrar eso bm'.a de debilidad, reacciona. Lleno de arrepenliniienlo. sale del tiolel y <c dirige a las afueras de la ciudad en busca de aire fresco. Al airavesar una de Ins callejuelas, un ladrón de ofieio le pone iiii revi'dver ;il pecho y exige que le dé el poro dinero y las joyas que lleva. Cuando ei ladrón h'ala de apoderarse del reloj, i|ui' un día le regalara ~u bien amada esposa, Sehiller se arroja vaIjcnleinente sobre él, y después de una corla liieba, io arríija contra la vía del ferrocarril. l-'oeo despuós, ai eneoulrarse el cuerpo del di'sconoeido sobre la vía, los pa|ieles y joyas robadas jior el pillastre, hacen que la |irensn di' la noiicia de la muerte del honrado cajero. Tanto la esposa de Sehiller como el presidente del Hanco <Teeu que ha muerto en Ineha heroica defendiendo los valores a él eonfiados. y la f;imilia toda gn.arda el lulo por tan sentida cuan insustilníble pérdida, l'or sn ptirb;, Sehiller, avergonzado de lo que ha hecho, y decidido a no Iraer el deshonor a sus hijos, se i-(doea como vigilante de un parque de la ciudad y se hace amar por los niños que frecuentan tal lugar. lisie es el único consuelo a que puede, aspii'ai' el bueno de Aiiguslo Sehiller: el de esfar cerca de [os niños, de los hijos de otros hombres, el de hacerse querer por ellos como un abuelo bondadoso. I,a líniea manera de que sus propios hijos no se avergíiencen de él es que lo crean niuerlo, como por error han dicho los periiidicos. y muerto está morahnenle. Aquel rpie tuvo en su carne y en su peusainienlo una hora de ílflciueza, aquel que dejó ríe enm[ilir escrupulosa y estrictamente sus deberes, uo es .\ugu.=ío Sehiller. .-Viigiisto Sehiller ya no volverá' a ser. Que el recuerdo que de i^l Película Paramouní^ original de Lajos Bi' ^^ ^ Jules Furthman. Dirigida por Víctor Fleming. guardan lo^ suyos sea siempre hiieNo, que no empañi- la dcrmcnencia o el pecado. Alini'a, frente a esos niños que juegan en el par'qiie. Sehiller se sien le a ralos feliz. ; Sólo a ralos I l'or lo regular, es más desdichado que nunca .lo fuera, pui'ipie las inoeeiiíes erialurilas le recuerdan de ecmünuo que él ha jiei'dido a sus hijos para siempre, que ya no puede acariciaidos, que nunca máfí volvei'ía a oír el dulce nombre ib.' padre. Para qué mayor evjdacii'm ni loruienlo!' Una mala mujer malo moralmeiih a .Vugusto SeiiiHer. Y lo Irágieo d d caso es que Auguslo Schitleí' vive lodavía... Pasan los ;iños, y un día el viejo se entera de que Auguslo Sehüter. su hijo, dará un concierlo de violin en uno de los teatros más inqinrlanles de la ciudad. No pudiendo i'csislir a la lentaeióii de ver a ¿u hijo, el anciano se cidoea al lado de bi puerta de enti'iida al <;sceiiario pai'a [loder conlemplar de cerca a su Ilijo. Poco des[iiiés, al llegar ¡Vavidades, Sehiller se decidí.' a hacer un viaje al pueblo y ver sin ser visto el ciiailro de su esposa y sus hijos reunidos en torno ibd hogar. AI llegar ;il pii(d)lo, i'I buen anciano ve a su esposa y víirios de sus hijos que se dirigen al eemenlefiü. lit los sigue de lejos y ve que se detienen ante una lunilla y depositan llores. Ansioso de saber cuál de sus hijos si' ha m u e r t o , se acerca a la tumba después de ¡pie la faniilia se ha ido. y con sor|iresa lee su Jiropio nombre sobi'e la lápida. La familia sigue ador'ando a! buen [ladre. a! buen esposo, a! homhre honrado que murió defendiendo los intereses conliados a su íiddidad. .Niiitea como en csle momento Sehiller se halda dado cuenta del inmenso tesoro perdido, .Aquella noche, ansioso de contemplar una vez más la sania alegría que eircunda su familia, se acerca eautelosameiite a la casa y •^e encarama a una de las v^-nlanas, desde la cual puede gozai' a su gusto' del bello cuadro que ofrei'en sus jiijos en Ionio a la buena iiiadre en d momento en que ésta da a cada uno su regalo de Navidad. Salísfeciio de la fdicidiyi de los suyos, haja poeo a j)oeo y se dispone a alejarse de la casa, cuauílo un guardia, que lo lia vislo descender, ci'eyendo que es un malliechor, hace sonar el silbato de alai'nia y deliene al buen anciano. F.i i'uido del silbato haci' que .'\ugusto, el hijo mayor de Sidiiller. salga a la calle y |iida explicaciones de lo sucedido a! guardia. Después de algunas aclaraciones, Angnslo ruega al guardia que deje en lilierlad a! anciano en consideración a la sanlidad liel día, concluyendo [lor invitar a Sehiller a que pase al inlerior y comparla la cena de la familia. La lucha que Sehiller llene que sostener eonsigo mismo es en exirenio desgarradora. De un lado está su hogar, una es|iosa amante (|ue perdonarí.'i gozosa la falla cometida, los hijos que endulzarían los últimos años de yu existencia, las comodidades y el {'onienln de vivir. Dd otro, está la noche lempesluosa, el río, la miseria y la soledad. La elección no es dudosa. A punto eslá el anciano de sucumbir a la lentación. declararse a su iiijo y enlrar a abrazar a su es|Hisa. Pero en el mismo instante en que va a hacerlo, el recuerdo del pasado, la deshonra que su conilucta traería sobre eus hijos, la visión del gesto desjiredativo con que los vecinos señalarían a lodos los míeuihros de sn familia, [laraliza sus labios. Después de breves instantes, llrme en su decisión, da las gracias a sn hijo, quien cslá muy lejos de imaginarse que aquel hombre pueda ser su [ladre, y sale caminando con paso firme, perliié'udose en la negrura de la noche, para jamás volver a ver los seres que tanto ama. í :• ^''^•^''vvwv^lln.^fl.^lVvvsA^rtrtrwvvvvvuvwrtrtin«v^^ 15 7!Í:Í^5S^ ESPAÑA ww^^^^^^wmW' CIHEHATOCiRÁFICA El Presidente de la U. A. C. E. habla del i porvenir de la cinemaiograíía nacional ¡; I —La Unión Artí-slica Cinematojíninca Rspaíioln, es una líntidud Í»IÜ{;I';IÍ1:I por cuantos oloiiiciitos determinan la Driidncción ciníimatográüíia nacional... LileraUw, antiin-s, adaiiladnrrs y upigrafistnH; direclorts tócnicos y artistico.s y de escena; escenógrafoe, pinlorea, artinilecto.'i, dibiíjanies; operndurps, actrices y actores; periiidislas y preiiüa profesioiial, .jefes y perwinal de l;f'lmratüriftó y equipos eléclrieas; extriis o uonjurilii.'í, L'ic, (itc... Wus objetivos esenciales, tienden a afirmar una protiucción nacional de pura raiz española, (|ue la pt^rniíta una airona pre.si-ntaciún en los públicos universales. Don Fetierlco Deán, PrüsldL-nle de la U. A , C. E. —Ñ;ida de egulsinos de Rroinio... La Unión Artística Cinejtiatofíríírica líspañoln se lia impuesto, al constituirse, una disciplina de lu cu;ij todos los asociados son celosos uuardudorcs... ííe han penetrado, por natural instinto, de In necesidad en (¡ue se encuentran de ofrecer un máxininm de Rarantías de seriívlad y lionradcK profciiional, a los (¡ue hacen olijeto <le sns actividades el Jie«ocio ciiienialográrico, y por ello y para ello persisten en una labor de selección, que liaKu menos denso el anilnente de hi cinuimitotcrafía. -¿ f —En cinenuitoffrnfjn todo es din,i misino... Lo nuevo hoy, puede ser viejo niañana... La ciencia y el ario, en febril actividiui, ofrécense con.sfanlemenlo en estudios para sorprender Iriunfaliíiente nuevas maravillas de proftrei-o en la pantalla... Cuantos elementos intervienen en la priKlncción, Uenen necesidad do e.slar informados al día, de las nuevas cunquislas obí-enida;;, liara pnwcder u recoger las enseñanzas que loiíren desprenderse y (|ue pui^liiu i!;ir l u s a r ;i innovacioneíi o rcitilieaciinutí en el I raba j o . -•'renten una fe, urm fjran fe, en el jiorveiiir i',s|iléniiido que le está reservado a la [uiHjiu'iión einf^malogrAfiea española... La be repul;idii, coum providenciiiJmi'ute nacida, para lener su mayor desarrollo y espleíulide/, en España, marcando su producción una nueva era en la dniniiatografia mundial... Tarde o temprano, pero a Li postre de fijo, habrd do producirse el Buiu'fio, que en empeños do arte Lenenioa la más gh>riotia tradición, -i ? —Uno de los eUnnentos que máfl conIriliu.ven CUTÍ el i'.sfuerKo de sus piuniits a bacer eficacm loa objetivas aoeialefi luieslros, son la prensa profesional, que va adquiriendo entre no.sotn),s una marcada iiiiportancia. ilu.slrándonas en nuestra laljur I- ¡luntinando riueíiírü camino... Para i'lloií todo el rendimiento de nuestra gratitud y devoción, no es bastante, -A ? —El capital español, como el do todas las naciones, pero muy accntuadaniento el nuestro, es asustadizo : observa, inquiere, vacila, y aunque halagado por el propósito, no se decide y espera..., y es el linicu que en la espera no desespera.,. El iLcgocio cinematográfico es empeño en quu pueden eomprometerae sumatí consideraI>!e,s, y al hacerlo, hay que hacerlo con generosidad y desprendimiento para alcanzar .sea reproductivo... Nada perjudica tanto al negocio einematográlico. como el t-t^nmr o la sordidez a las necesidades de la producción... El capital fecundo no es el irreHoxivo, el audaz, ni ol que, deslumbrado piu' exagerados lucros, aporf.» sus cantidadeti. i']} capital que se rLCcc-?!la es el rellexivu y consciento del negocio cinemalogriifico, quo razomt, y con pleno i'oniiiimienlu del mísnuí esquivi sus inconvenientes y uliüzit sus ventajas, con.siguiendo de la industria cinematográriea ios natnrales rendinuentofi do una indusIria que puede lener beneficios señiilados como privilegiados con relación a otra cualquier industria, pero üin jierder su fimiiición de industriaj evilArLdose asi aplanamienlos de codicias y desengaños hvnientablea en anlmlos insenaaíoa de un i;idor;ido moderiLo. La btiljezu rubia Luisa Fernanda igufti que en la —En E.'ip.aña se haecn sensibles los progr<'ses en lodos y cada uno de los elomenlüs quo delermiuan la priidurcJón... En poco tiempo nos ¡ionios euriiiiiecide, y en fediu muy próxima nuestro caudal L o s c o n g r e s i a l a a de la P a r a m o u n l , P r i m e r a f i l a , de i z q u i e r d o a d e r e c h a ; C a r i P o n e d e l , M. J. M e a s e r i , J. H . S e i d e l m a n , José V i d a l Q o m l s y R. C?. S m l l h . S e g u n d a f i l a , de i z q u i e r d a a d e r e c h a : ' s e ñ o r i t a s C e l i a A c e d o , Joatiuina Salíi, Iriiinfa en la calle psntallíi será completo... —i ? —Es asi, ciertamente... Loa inconvenientes de la explotación ea Ja producción cinematográfica nacional, marca una serift dificultad que contribuyo muy podero.sámenle a la irresolución de gran parte del capital; pero si el cerco no se levanta, hahrá surgido la necesidad sentida con ¡leobio, y no se hará esperar el muinento en que pueda rompcitíe esa red de intereses coiicerLiidos que dihcullan su expansión.,. Sólo cuando l;iü nccesidadttí se agudizan, se bace sensible el remedio, y en este caso piu'Uc Imcerse extraordinariamente sen.siblu... TudieruiL las aguati ser contenidas en su discurrir plácido, resignarse momeiiLáneanicnte a la esciavitud, pero en su misma mansedumbre se lorjó la luerKa que rompió ios diques que la aprisionaron. —j C. Vidal, María Luz Morales y Telesforñ Miquel de y —Surgirán loa circuitos de explotación interior y directa, y como una expansión nainral do nuesiro mercado, ci americano de ungen hic;panieo, que ea necesario cuUivar eun todo interés y apremio, -i í —1^1 Estado español no lia prestado todo el iiLtcrOs dcliiüo a la proüuccion cmemaiograhca aaciouaJ, pero iLu L-s aveniuraUo sospechar que ot acerca el mumonio en que, cunscieniu üe sus altos deberes, reelinquii sus üLtiVios para liaccrlo ohjelo de lodas sus predilecciones, peneiratio de la misión a que esta ñamado a llenar nuiviUa producción... Winguna nación, nmgun pueblo como el nuestro, e^ia tan necesiudo de una producción exieiioii, que ea Junciones du pairiuiismo ims reiviiniíque de uesviriaacione^i liisloricaij, lememoren nuesiro prelerilo glorioau y punga de manirietilo uuealrus progresos muraitU) y mau-riales presen Les... Lu ciiiDOiaLogralia es, aaea,as, el arma de mayor alcance para la eoaquioUi moral üu los pueblos y üe inUuencia decisiva en m lurmacion ue Cijiaoos de conciencia.., üs eleuieiiio que deiie tigurar cnLre ios quo iieLenninan la .íunia íiuperior de iJelensu Muaonai, sin olvidar que pueue ser un valor industrial de imporianeía, con rellcjos de riqueza en la economía del país. —i r --iluy casas editoras de cintas cinematográficas ca el ixiranjero, y por eierio en gran nUmero, qut; Jiaceii oijjeio de sus producciones uaunioa espanolejs en concepciones y rejucseiilaLiiKíes grutesea.i, quo lorjan la ••eüpanoliida", y que ñus punen en ridiculo. Sonios y ciegos a luda realidad, y aiL-uios al lucro que représenla la sutislaceiún de lu curiosidad universal que tiuesiro liais inspira, acuden con sus engendros a la otiLcncion uc los Oenehcios que persiguen... Jiay que nevar a los mercados nueslra ¡uileULica producción con pieseiilaciones honradas y verídicas de nuestra labor, de nuostru vivir, pretúritu y presente. •^v^A^vwvvvvvwSiP•%vvvvlAAnirJvv^rtflJ^AiVww^J^Ai 16