Oficio 340-023723 del 16 de mayo de 2005 LOS REVISORES FISCALES EN SOCIEDADES ANÓNIMAS AÚN EN LA LIQUIDACIÓN PODRÁN LLEVAR A CABO SU LABOR MEDIANTE CONTRATO DE TRABAJO, CON VINCULACIÓN LABORAL O A TRAVÉS DEL CONTRATO DE PRESTACIÓN DE SERVICIOS. Para resolver la inquietud, es necesario hacer las siguientes precisiones: 1. El artículo 203 del Código de Comercio, señala: Deberán tener revisor fiscal: 1° Las sociedades por acciones 2° Las sucursales de compañías extranjeras, y 3° Las sociedades en las que por ley o por estatutos, la administración no corresponda a todos los socios, cuando así lo disponga cualquier número de socios excluidos de la administración que representen no menos del veinte por ciento del capital. 2. La Ley 43 de 1990 en el artículo 13, numeral 2, parágrafo 2°, estipula que, será obligatorio tener revisor fiscal en todas las sociedades comerciales, de cualquier naturaleza, cuyos activos brutos al 31de diciembre del año inmediatamente anterior sean o excedan el equivalente de cinco mil salarios mínimos y/o cuyos ingresos brutos durante el año inmediatamente anterior sean o excedan al equivalente a tres mil salarios mínimos. 3. De otra parte, cabe observar que el concepto emitido por este Despacho a través de la Circular PD-008 del 4 de julio de 1980, se hizo en virtud de lo previsto en los artículos 23 del Código Sustantivo del Trabajo, 187,206,207 y 210 del Código de Comercio y 1° de la Ley 45 de 1960, así como en la jurisprudencia existente al respecto, de donde claramente se concluía que el Revisor Fiscal tenía la calidad de empleado de la sociedad que lo contrataba. Con ocasión de la expedición de la Ley 50 de 1990, ésta introdujo modificaciones al Código Sustantivo del Trabajo, entre ellas al artículo 23, referente a los elementos esenciales para que exista contrato de trabajo. Igualmente el articulo 2° de dicha ley modifica el artículo 24 del citado código al establecer que:“ Se presume que toda relación de trabajo personal está regida por contrato de trabajo. No obstante, quien habitualmente preste sus servicios personales remunerados en ejercicio de una profesión libre o en desarrollo de un contrato civil o comercial, pretenda alegar el carácter laboral de su relación, deberá probar que la subordinación jurídica fue la prevista en el literal b) del artículo 1° de esta ley y no la propia para el cumplimientote la labor o actividad contratada” . 4. Así mismo, la Ley 43 antes citada en su artículo 46 prevé:” Siendo la retribución económica de los servicios profesionales un derecho, el contador público fijará sus honorarios de conformidad con su capacidad científica y/o técnica en relación con la importancia y circunstancia en cada uno de los casos que le corresponda cumplir, pero siempre previo acuerdo por escrito entre el contador público y el usuario” . 5. Del contenido de las normas anteriores se colige, que no toda relación profesional de un contador público con una sociedad lo convierte en empleado de la misma, ya que los servicios en ejercicio de una profesión liberal pueden prestarse bien en forma independiente o a través de una vinculación laboral. En este estado de cosas, se tiene que la vinculación de un Revisor Fiscal por parte de un sociedad puede hacerse a través de un contrato laboral con los requisitos que establece la Ley 50 antes mencionada o por medio de un contrato para prestar sus servicios en forma independiente, según convengan las partes, pero en todo caso siempre debe constar por escrito como la prevé la Ley 43 de 1990. En cuanto a su segunda inquietud, es evidente que las sociedades anónimas que son por excelencia del tipo de sociedades por acciones, en efecto les asiste por disposición legal la obligación de tener revisor fiscal, obligación que no cesa por el hecho de la disolución y posterior liquidación, pues así como en la etapa de actividad, este órgano cumple funciones de vital importancia para la sociedad, los asociados y los terceros en general, también durante la liquidación desempeña labores no menos trascendentales. Por consiguiente, de acuerdo con lo expuesto, las sociedades anónimas están obligadas a tener revisor fiscal aún durante su liquidación y hasta la culminación de la misma y quien desempeña tal cargo, puede de acuerdo con lo señalado en los párrafos precedentes, llevar a cabo su labor bien sea mediante contrato de trabajo, con vinculación laboral o a través del contrato de prestación de servicios profesionales. En cuyo caso su remuneración será por medio de honorarios.