M AR ÍA DEL MAR BUSTILLO SAIZ, La subsanación de Acu erdos Sociales por la Junt a Gen eral de la Sociedad Anó nima . Editorial Aran zad i, Madrid 1999. La Re vista de So c iedades A ranzadi, en su colecc ió n de monogr afías, saca a la luz, con el número 13, un lib ro que bien puede calificarse como «de lujo», escrito por un jo ven profesora de la Uni versidad de Valladolid . Se trata de la Tesis Doctoral de M ar ía del Mar B USTILLO SAI Z, qu e , por su ex traor dina ria ca lidad, en caja con tod o merecimiento entre lo más selec to de la trad ición e n esta cl ase de publ icaciones de la bibli o grafía mercantil españ ol a. La obra vien e prol on gad a por el Prof. J. D UQUE DOM ÍNGUEZ y tiene la garantía de la dirección de este prestigiosísimo mer cantilista. Ha sido un gra n acierto , en verdad , estud iar este tem a de tant a imp ortancia pr ác­ tic a sobre el que la doctrina y la jur isprude ncia no se hab ían prodi gad o precisamente . En los co mienzos de la elaboració n de este trabaj o , durante la vige ncia de la LSA que , co mo se recordará , no se ocupaba de su regulaci ón, eran pocas las páginas que se le habían dedicado . No es la primera vez que nos encontramo s con un pro blema de esta naturaleza . Con cierta frecuencia tanto los «prácticos» como los «teóricos » son caute­ losos antes de plantear cues tiones sobre las que el legislador no ha tom ad o postura expresamente. Pero también suel e suceder que , cua ndo nos e nco ntramos co n un tem a «estrella», y sin dud a la impu gna ción de los acuerdos sociales lo es , tendemos a vol­ carn os en él, om itiendo o minu svalorando otros, aun de es pec ial interés, co mo sucede aquí con las med idas que tienden a suprim ir o animorar los daños potenci ale s de aqu e­ lla impu gnaci ón , que están en su ent orno . En este co ntex to , es lógico qu e el cambio del planteami ent o legislati vo sirva de revulsi vo para unos y para otros . Tr as la reforma de 1989 , que por fin lo aborda, ded icándole un apartado de un precepto leg al , contamos ya con una mon ografía breve de TATO PLAZA (Sustitució n y an ulación por la sociedad de acuerdos so ciales impugnables . Contribu ción al estudio del arto 1153 LSA , Madrid 1997) y ahora co n és ta de la Prof." BUSTILLO. Por otra parte , me parece que tambi én resulta alta mente significativa la proliferación de decisione s jurisprude nci ales que se produ ce tras la men cionad a reform a. La monografía de Ma ría del Mar BUSTILLO está estructurada siguiendo un siste­ ma forma l, muy al uso, de la div isión en «Par tes», en este caso son tres , so bre cu ya neces idad y ut ilidad sue lo tener , co n frecuencia , cierta s reser vas . A vece s lo que sucede es que la divi sión peca de artific ios idad y es to se reflej a en las difi cult ades que tene­ mos para busc ar títulos que no se co ntradigan . Nótese, aunque en este libro esas difi­ cultades más que ser nimias, son prácticament e inexistentes , que no result a del todo correcto contraponer los «aspectos proce sales» de la tercer a parte al «régimen jurídico de la subsanac ión de los acuerdos» de la seg unda, lo que puede sal varse pensado que se trata del régimen «sustantivo» , como co nce pto diferenciabl e del «adjetivo» o «pro ­ cesal ». Afortun adamente en este trabajo no pas an de aqu í las cosas , porque en más de una oca sión parece como si qui siera encubrir deficiencias de sistemática, que aquí no se producen. En efecto , de la siempre lectura de la titulac ión de los cap ítulos se apr eci a co n fac ilidad que la siste mática utili zad a es impecable . Lo único que sucede es que habría que preguntarse qué es lo que añade de utilidad en este cas o la superpos ición de las «Partes) a los Capítulos . En el primer Capítulo se tratan fund am entalmente dos cuesti ones que podría­ mos decir tien en carác ter instrumental para e l es tud io posterior del Dere ch o esp añ ol , objetivo lógico de esta o bra . La primera , útil sin dud a par a hacerse cargo desde el ini­ cio de las cues tiones de técn ica jurídica que está n en juego, se refiere a las modalida ­ de s de remed ios que la prácti ca ha ido confi gurando ante el problema de la invalidez de [os acue rdos soc iales : Acue rdo de repetición, renovación del acu erdo y retroactivi­ dad de los acuerdos soc iales co mo as pecto co mún de las dos anteriores . En segundo lugar , se ex pone n las líneas básicas de tratamiento del tem a en los ordenamientos de la Eu rop a co nt inental de mayor interés par a nosotros (f ra ncés, ital iano , a lem án y po rtu­ g ués) y del De rec ho com unita rio . Esta postura ele la auto ra debe ser es pec ia lme nte ala­ bada. Entre los mercantili st as esp añoles. y a d iferencia de lo qu e va suced iendo e n o tros pagos (por poner un ejempl o sig n ifica tivo, las con se cu e nc ias del ex ace rbado c ha uv inis mo fr ancés actual me parecen fran camente alarmantes) , cas i nunca se ha dudado de la co nve niencia del e m pleo instrumental , por analogí a o con traste seg ún los casos. del Derecho compar ado para e l estudi o de l propio Derecho . Pe ro , en a lgunas ocas io nes , se ha suprim ido es te primer paso infor mati vo por dis tinto s mo tivos . Unas veces lo q ue sucede es qu e as í se enc ubre un uso ind ebido de la lite ratura forán ea , qu e se «c uel ga» en las notas de pie de página co n indep en den ci a de qu e la s ituación co n­ creta del ordena m iento de qu e se trate ac o nseje o no su em pleo e n ese momento. Ot ras veces se trat a de rea cciones con scientemente ado ptadas frente a los ex cesos cometid os e n malas o, incl uso , ex ces iva me nte escrupulosas expos ic io nes del Der ech o co mparado. Es obv io qu e , fre nte al sup ues to anter ior. as í se ga na e n ho nradez y se evi tan exagera­ cio nes. pe ro e l lect or no sie m pre (hay natural men te exce pciones) tien e esa pe rs pect iva ge nera l en la qu e j uegan los preceptos , la doc trina y la j uris prude ncia de los orde na­ m ientos fo ráneo s. qu e va a necesit ar cu a ndo lue go se e mp lee n en la inte rpre tac ión. El C apítul o termi na co n una aproxi mación de ca rác ter ge ne ra l a l Derech o es pa ño l y, e n concreto , al ar t. 115. 3 de la LS A. El C ap ítul o seg undo se refie re a la natu ral e za juríd ica de la subsa nación de ac uer dos soc iales . La autora, co n razón , se mu estra so rpre ndida de que deb a plant earse un te ma ele natur aleza j uríd ica tras una reform a legislat iva mod ern a, que debió dejar co mpletame nte za nja do el problem a que históri cam en te se dab a por defect o de reg u la­ ción legal. Si n e m ba rgo, pOI" ine xpl icabl e qu e resulte . e l legi slad or ha pla nteado las cos as co n la sufic iente osc uridad o, mejor qu izás , imprecisión como par a mantener viva la polémica doct rinal a l resp ecto , que se polari za ante dos alterna tivas : Las tesis de la ren o vación de ac ue rdos. con e l correspon diente alcance procesa l, y la sustitución de ac uerdo s com o institución con efectos materi ales básicam ente sanatorios . Co nstru ido necesariamente e l Ca p ítu lo por indu cci ón , es qui zás la mejor pied ra de toqu e par a hacerse cargo del dom inio qu e se tie ne de la mater ia . qu e es sin du da ex traordina rio en este caso. La Pr o f." BUSTILLO hace en es te capítulo un verda de ro alard e de esa minucio­ sida d y preci sión que se parecia constante mente a lolargo de toda su obr a . Deseo llamar tambi én la aten ción a l lector sobre e l hecho de que los res ultados de ese proceso induc­ tivo se anticipen en la ex pos ición a los Ca pítulos so bre e l régimen jurídico . como suel e ser tradi cion al en nuestro pa ís . E l pl anteami ento qu e se torne e n es te punto siempre es d iscutible y la dec isión ace rca del mism o nun ca resulta f ác il. Hay, por el co ntrario, otras ocasiones e n las qu e se ha propuesto la ex pos ició n de la naturale za j urídica a los capítu­ los correspondi entes a l régimen jurídico (Vid ., por ejemp lo . en la Tesis Doc toral. tam ­ bié n diri gida por e l Pro f. DUQUE. de F. RODRíGUEZ A RTIGAS , Con sej eros Delegados , Com isiones Ejecutivas )' Consejos de Administración, Madrid 1971, págs. 41 1 Y ss.; yo m ism o adopté recient em ente esta postura al trata r de la «Naturaleza jurídi ca» en El con­ trato defactori ng, por V Y.AA. co ord . por R . GARCíA V ILLAVER DE, Madr id 1999, págs. 368 y ss .). C reo qu e la alte rnativa es tá e ntre la idea de an ticipa r el es tud io de las cues ­ tiones fund amentales qu e se tienen e n cuenta para con struir la natural e za j urídica, lo cua l per mite ex po ne r és ta de forma más sintética y aseq uib le par a e l lec tor porqu e ya tie ne los dat os q ue la co ndic ionan , y la de posponer el es tudio de es tos dat os anticipa n ­ do e l de la naturale za jurídica. lo qu e cu m ple una funci ón pedagógica en ben efici o del es tudio de l régimen jurídico y obli ga a dotar de mayores det alles a la ex posición, oca­ siona ndo algunas reiterac iones, puesto que los da tos menc ion ados tod avía no se tienen . 1;1Capítu lo ter cero trata del obje to y los requisitos de la subsa nación de los ac uer ­ dos socia les . Po r lo que se refier e al o bje to de la subsa nación de los acu erd os sociales, la autora pone de relieve qu e la nueva LSA rompe con la radi cal idad en el planteam iento trad icion al que part e de la posibilidad de sana r sólo los ac uerdos anulables y la imposi b i­ lidad de hacerlo con los ac uer dos nul os. En co nsecuencia co n ello , trata seg uida men te de _-_..._ - - - - ---- - - -.. - - - - - -­ - -- - - - - - - - - - - - - - - - - - - _ la confirmación de acuerdos afectados por defectos formal es de procedimiento , la subsa­ nación y los vicios del acuerdo que sean contrarios al orden público por su causa o su contenido y la renovación de acuerdos declarados nulos. Por otra parte , estudia detenida­ mente los requisitos de la subsanación de acuerdos sociales, es decir, la competencia para la adopci ón del acuerdo y los requisitos formales y de contenido del acuerdo de subsana­ ción, así com o la necesid ad de que el mencionado acuerd o sea v álido . Los efe cto s de la subsanación de los acuerdos sociales . a que se ref iere el Cap í­ tulo cuarto , dividiéndolo s en efectos de la confirmación y de la autoa nul aci ón de dich os acuerdos, tienen como telón de fondo el estudio del impacto de es tas medidas en e l ámbito de las relaciones internas y las relaciones externas de ca rácter soc ietario . Un último capítulo, el quinto , analiza el tratamiento proce sal de la sub sanación de los acuerdos sociales y tiene en cuenta su con sideración como presupuesto material de la acc ión. de ahí qu e se parta de los efectos qu e produc e sobre las acciones de impugnación y otras cues tiones co nexas. Se anali zan el moment o para alegar la subsa­ nación, los efectos de la subsanación válida de un acuerdo social sobre las acciones de impu gnación pend ientes. el problema de la in validez del acuerdo de sub sanación del mism o vicio que padece el acuerdo original válido . Hay que tener en cuenta al respecto que el art. 119 de la LSA,ha sido recientemente dero gado por el apartado 2.20 de la Disposición Derogatoria Unica de la Ley 112000 . de 7 de enero . de Enjuiciamiento Civil (BOE del 8 de enero) , que e ntrará en vigor al año de su publi cación de acue rdo con la Disposición Final vigésimo prim era. y que en el an o249 .1 de es ta nueva LEC se dispone que «de decidirán en el juicio ordinario. cualquiera que sea su cuant ía: (...) 3°. Las demandas sobre impugnación de acu erdos soci ales adoptados por las Juntas o Asa mbleas Generales (...) de socios (.. .)» . Pues bien , pese a la reforma y dicho es to con todas las salvedades propias de una lectura apre surada de sus norm as, tengo la impre­ sión de que las intere santes y preci sas observaci one s reali zad as en materia de proc edi­ mien to por la Prof." BUSTtLLO seguirán teniendo suma utilidad . El libro se cierra con los Índices de la jurisprudencia. las disposiciones citadas (por orden cronológico) y la bibliografía que, en general . tienen gran utilidad . Sin embargo , no estoy demasiado seguro de que se acierte en la incorporación al Índice de Juri sprudencia de la jurisprudencia extranjera y el cómo se hace. La mención de 19 se ntenc ias italianas, 8 francesas y I aleman a hacen dud ar de su util idad para enterarse bien del es tado de la cuestión en la juri spruden cia de los países respectivos, lo que queda mucho más patente cuando se las compara co n las españolas que se citan. De distinto alcance es la constatación de que algunas sentencias france sas, como suele ser común , JJe van nota o com entari o de autores que , por su pre stigio (HOU1N y RAULT) y la calidad que éste suele conllevar, merecerían figurar en el índice bibliográfico, aunque no tengan la exten sión de los comentarios españoles . Finalmente , creo que hay un aspecto forma l sobre el cual debo llamar la aten­ ción, aunque sea una cuestión de Editorial. Podría haberse cuidado más en la edici ón del libro la corre spondencia entre la numer ación del índice y del texto , que apare ce con diez números por delante de los de aquél él part ir del Capítulo 1. Esto es un fallo, que puede despistar al lector inici almente, aunque la pronta acomodación a la errata conti­ nuada no sea difícil. Pero, en defini tiva y volvi endo so bre las valoraciones iniciales , nos enco ntra­ mos con una monografía de gran calidad. escrit a con suma pulcritud y trabaj ada con una metodología impecable , una mono grafía que será punto de referencia inexcusable para los juristas intere sados en esta s complej as cuestiones, motivo por el cual debem os felicitar él María del Mar BUSTI LLO SÁIz y también felicitarnos todos porque libros como éste sigan siendo posibles en la Universidad espa ñola actual. RAFAEL GARCÍA VILLAV ERDE Catedrático de Derecho Mer cantil 11I