ZAGROS SPORTS Club de Salud y Deporte

ZAGROS SPORTS Club de Salud y Deporte
La experiencia Zagros
Por José Hurtado Martin (socio de Puerta de Europa)
Nuestro Socio más longevo y un ejemplo para todos: José Hurtado
Martin.
“Me mantengo activo y sigo fiel a
Zagros desde hace 7 años, (cumplí
93 el 21 de Abril), y no solamente por
su estructura técnica, sino especialmente- por el equipo humano
que lo compone. Debo agregar que
desde hace más de 50 años he
estado inscrito en los gimnasios más
importantes de las ciudades en las
que he residido, o visitado aunque
fuera por corto tiempo, de tal forma he
practicado ejercicios en Centros de
Caracas, Nueva York, Miami, San
Francisco, Múnich, Bonn, Berlín,
Ámsterdam,
Copenhague,
Yakarta.....y puedo afirmar que el
Zagros destaca muy por encima
sobre todos, cuantos he conocido y donde he experimentado, y la
asistencia a sus clases, nos hace sentir atados a una vida saludable
y ante un horizonte amplio y optimista. Creo que la veteranía
alcanzada, me permite opinar con autoridad en éste repaso a los
Centros de Salud reducidos al nombre de gimnasios. Gracias por la
oportunidad brindada, José Hurtado"
A sus actuales 93 años mantiene sus características propias. Su
compleja personalidad puede ser descrita con una sola palabra,
aventurero.
Ha sido periodista y experto en relaciones públicas. Es nacional de
varios países, sobre todo de España y Venezuela. Muy joven,
terminó en Valladolid los estudios de abogacía y se fue a celebrar
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con varios amigos, compañeros estudiantes, a una taberna. Allí
conoció a varios extranjeros que cambiarían su vida. Apenas se
podían entender, pues sólo hablaban un idioma raro para Pepillo,
como entonces todavía se le llamaba. Pero percibía que podrían
darle lo que más deseaba en ese momento, la aventura. Así que al
saber que los extranjeros necesitaban un miembro más para la
tripulación de un pequeño bote, se alistó al instante. Querían dar la
vuelta al mundo en una pequeña vela. Sus amigos le advirtieron de
que estaba corriendo un gran peligro, que el resto de la tripulación
se conocía y que cuando inevitablemente surgiera un
inconveniente, él sería quien lo pagase. Y tuvieron razón. Pero
Pepe, como fue llamado más tarde, ansiaba la aventura, y estos
extranjeros se la ofrecían.
Cuando estalló La Guerra Civil española se escapó de su hogar,
siendo todavía un niño. Después, ya en la Universidad destaca
como magnífico deportista, sobre todo en el rugby, y como
piragüista. No hace mucho alguien se maravillaba de que todavía
practicaba, a una edad bien avanzada, el rugby, y al preguntarle si
no temía a las caídas contestó, “el problema no son las caídas
violentas, pues uno aprende, el problema es levantarse…”
Entre otras grandes marcas en una piragua sobresale cuando
atraviesa en sólo cuatro etapas los 360 km que hay de Alicante a
Palma de Mallorca. En dos de las etapas sobrepasa las 24 horas.
Él cuenta que no aprendió a navegar en vela sino a manejar un
simple timón. El barco había sido construido en Hamburgo y era
una auténtica pieza de artesanía, basada en los juguetes
“tentetieso” cargaban la base con mil kilos de barras de plomo para
alcanzar una permanente lucha hacia la verticalidad. El plan
original, según se ha mencionado, era la circunvalación de la Tierra.
En verdad, Pepe buscaba la aventura y los otros aventureros
escapar de la captura, a los aliados vencedores de la II Guerra
Mundial. Después de varias etapas en diversos lugares de África,
igualmente llenas de aventuras, la partida hacia el reto del Océano
Atlántico se realizó en la Isla de Brava del archipiélago de Cabo
Verde. En diecisiete días y medio llegaron a América. Se
abandonó la idea de darle la vuelta al Mundo y los tripulantes se
establecieron en Venezuela, que los acogieron con admiración y
alegría. Pronto, Pepe fue un destacado periodista y experto en
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relaciones públicas. Un resumen de sus viajes nos proporciona de
paso sus actividades: Ha cruzado sobre el Atlántico más de
doscientas veces y de diversas maneras, para un total de unas tres
mil horas.
Y a donde quiera que vaya muestra su poderosa personalidad.