Un enfoque metodológico del establecimiento del encuadre Joel Zac * Hipótesis definitorias y constantes del encuadre , " a. Desde',el punto de vista de la génesis del psicoanálisis como terapia, podríamos afirmar que Freud ya tenía información de las reladones entre clertos factores analíticos. En la técnica pslcoanalítica, Freud tomó como punto de partida reiteradas' observaciones empíricas para efectuar ,generalizaciones 'y' enunciar luego algunas hipótesis como deflnltorias del psicoanálisis. En psicoanálisis, como consecuencia, se admite cierto tipo; de hipótesis que podrlamos llamar deñnltorlas. En el cuerpo de la teoría pslcoanalltlca, tal como lo describieron Healy, Bronner ,y' Bowers existe una [erarqulzación .de ttems correspondientes a diversos niveles de abstracción' entre 'los' cuales los de menor nivel" por su cercanía ..de los datos 'empíricos, son los relacionados. por la tera~ pia. TambiénWisdom, entre otros, escribió una serie de enunciados eslabonados constituyentes de .la, teoría básica del pslcoanállsls, entre cúyas hipótesis de menor' nivel de 'ge!ler~lizaC'ión' se encuentran .las réferldas a la teoría de la trahsferenci~:, Desde 'el punto' de vista del , psicoanálisis como terapia, osea desde"eí punto de vlsta de la génesiS , de su instrumentaciÓn técnica, podríamos afirmar queFreud tenía conocimientos correspondientes a las relaciones entre algunos factores del proceso psicoanalítico. 'Las hipótesis definitorias del psicoanálisis' como terapia permiten conocer algunos factores tales que 'si dichos' factores varían,' otros factores; depéndientes de' los primeros dentro' del rnlsrno: sistema analítico, variarán según ciertas pautas. Por lo tanto -nose podría' deñnlrel encuadre sin tener- algunas hipótesis' previasque .enunclen que, de no fijarse ciertos factores variables como constantes en, forma definitiva, intervendrían ciertas leyes que implicarían a su veaun ideterml-, nado tipo de consecuencias. Esta, idea tiene puntos .en común con la' de Bleger, quien considera el: encuadre como un 'conjunto de. constantes' en contraste ,con lo variable, el, proceso. . Como corolario de lo antedlcho, el encuadre planteado' en estos, términos sería la fijación de cierto tipo de factores en forma constante • Dirección: Anchorena 1476, 119', Buenos Aires, Argentina, '- 593 Joel Zac y definitiva para evitar lo que ya se conoce que ocurriría si esas constantes variaran (o sea si no se fijaran). La definición más sistematizada del encuadre abarcaría 'la fijación como constantes (en forma definitiva) de cierto tipo de factores. Ya hemos dicho acerca de estos factores que ciertas hipótesis nos informan sobre las consecuencias que acaecerían si ellos variaran. Conociendo la ley de variaciones de los factores mencionados, para evitar justamente la variación (especialmente por razones clínicas), se los fija en forma sisternática. .. En estos términos definiríamos ,el encuadre como ya lo establecimosen un trabajo previo: , "Utilizo la noción' de encuadre para referirme al conjunto de estipulaciones, explícitas o implícitas, que aseguran, por un lado, un mínimo de interferencias' a las actividades que se desarrollan entre paciente y analista y, por. otro, un máximo de utilidad al analista para la realiza'ci{m ,de estimaciones dlaqnóstlcas y/o pronósticas. , ',!Para'que las estlpulaclonesdel encuadre aseguren efectivamente lo que pretenden asegurar, deben ser, como es obvio, constantes; en el sentido de que se. mantienen en forma invariante en una determinada situación." . ,-'. Agregaremos que las constantes del encuadre se caracterizan no sólo porque están fijas en el encuadre, sino .además porque tienen forzosamente que estar presentes de alguna manera para que se estructure un encuadre. 5.9.4 En lenguaje matemático se establece que todas las constantes y Variables' en el fondo son variables, o sea factores. Para indicar que todas son variables' pero que" sólo algunas se fijá'ri, en cada caso para dejar que otras varíen, se las denomina 'parámetros. Cuando me refiero a parámetros aludo a factores fijos' localizados, o sea, por ejemplo, el porqué de un determinado analista, de un específico "aquí y ahora", etcétera. No me refiero, pues, al sentido específico que le dan algunos autores, de abandono de actitudes estrictamente neutrales para 'preservar el encuadre y controlar el acting out en la transferencia. Un enfoque metodológico del establecimiento del encuadre b. Si llamo constantes a los elementos que caracterizan :el encuadre psicoanalítico, tiene que haber hipótesis que me digan qué ocurre cuando intervienen otros factores que llamo variables, y que no están previstos en el desarrollo permanente de la relación .analrtlca. Las correlaciones, que luego se generalizarán, servirían para que las hipótesis' analíticas de alguna manera expliquen y muestren cuál es el resultado de la combinación de ciertas constantes con ciertas variables. Así, pues, las hipótesis psicoanalíticas referidas al encuadre correlacionan constantes entre sí y también constantes con variables. Si el analista tiene ~ue reaccionar frente a una situación en la que 1) una variable, por' ejemplo la vivencia exagerada de dolor por la separación de un fin de semana, interviene en 2) un encuadre establecido, y no conoce las hipótesis que relacionan la ansiedad de separación con la relación semana-fin de, semana y con la actitud del paciente hacia el encuadre, carece del medio instrumental para intervenir técnicamente de una manera apropiada. c.. Además de definir el encuadre es indispensable tener algunas hipótesis psicológicas referidas a los elementos intervinientes en la relación paciente-analista, o sea' el proceso analítico (situación transferencial). . Debemos esclarecer que' una teoría' componente del complejo de teorías analíticas no es en, sí misma, en forma aislada, definitoria del tratamiento analítico. Por ejemplo, entre un analista preferentemente freudiano, otro de la "psicología del Yo", otro de la' escuela kleiniana, etcétera, aparece' un cierto tipo de variación. Distintos analistas pueden adopt~r un criterio terapéutico con rasgos comunes, pero no tener la' misma teoría acerca del proceso teórico-técnico de la terapia clínica. Es cierto que en cada analista en particular, en un momento determinado de su evolución, se estructura y organiza el propio esquema referén'cial con la profundidad de' los conocimientos teórico-técnicos con que se maneja, con su experiencia clínica y su capacidad para crear hipótesis científicas. El tipo de constante que no' es 1) definitoria del tratamiento ni 2) dependiente de la pareja analista-paciente, puede pertenecer en carn- 595 Joel Zac blo a la personalidad' real del analista (como ser su experiencia clínica ,y su capacidad para crear hipótesis clentlñcas en ciertos aspectos de la teoría analítica), y comportaría un tercer' tipo de factores constantes. d. A esta' altura 'de'l planteo del problema: metodológico es posible distinguir entre las, constantes: 1) que definén el tratamiento y configuran elencuádrepslccanalltlco géneral; 2) aquellas que son ccnstantés pero en' relación con cada terapeuta, Y 3) las, que dependen de la pareja analítica. 1) Hemos visto que las teorías pslccanalltlcas forman parte del tipo -absoluto de .constantes, que' definen' el tratamiento psicoanalltico y que fijan el encuadre.:Las constantes del primer tipo son constantes aunque varle el' paciente' y el analista, ya que ciertos factores tienen que ser constantes en el tratamiento de alquna forma con independenciadel paciente y del analista, como son por ejemplo: la teoría sobre él lnconsclente y sus significados,' el papel del paciente y el del , analista; la teoría de la transferencia.retcétera. En algún sentido,algunos .íactores están fijos: 'son los indlspensables prescriptivos (por ejemplo, el papeldel analista) que se. dan de cualquler manera y en toda situación. El encuadre en sentido estricto está determinado por las normas qué de'ben regi~,1~ relaciÓn en'iré arialista y paciente. Los 'fa~tores .son fijos., función 'del analista e!?'la ,resultante' una prescripción total por Jaque se'detrnen íos papeles por desempeñar en el tratamiento; indica claramente laordenaclón y dependencia mutua en el sentido de .partlclpantes interactuantes en la tarea.. E~ pues una constante absoluta en la conducción del tratamiento, pero enuncia que está centrada en el. analista'. Esta constante se corresponde con otras de las estipulaciones que definen la terapia propiamente, dicha, o sea el proceso ana-. lítico. Son estipulaciones que ya no, se pueden variar más. . .•. La 596' r: ., y '.' de 2) Un', segundo tipo de constantes son invariantes respecto del analista mismo, y en consecuencia: no' van a cambiaren relación con distintos .paclentes. Un enfoque metodológico del establecimiento del encuadre .EI segundo factor, pues, se puede dar de manera diferente. según el tipo de terapeuta de que se trate.. perotiéne que estar presente de manera constante para cada analista, aunque puede ser que el mismo terapeuta tenga aspectos. constantes .alqo.diferentes para con distintos pacientes. Diferencio,. pues, entre estipulaciones absolutas del encuadre y factores fijos que .dependen de cada analista, Estos últimos influyen en la relación analítica. Dependen de la.Ideoloqla y de la psicología del analista y. de su 'capacidad . para recrear un clima de corifiabilidad. interna. Citamos, por ejemplo, el' caso, de cierta constante que permanece siempre como tal y ala que .denomino persona real del. analista; el lugar (consultorio y sus instalaciones), ciertas prescripciones del consultorio,el diván para recostarse, muebles, etcétera. Los honorarios son asimismo constantes del analista. Las constantes temporales pueden ser fijas, como la duración de 50 minutos por sesión,o no tan fijas, como las separaciones de fin .de semana, las vacaciones, etcétera; las sesiones pueden ser también continuas o discontinuas, según la secuencia semanal,': etcétera. 3) Un tercer tipo de constante depende de la pareja pacienteanalista. Sabemos por ejemplo que el analista en relación con cada paciente descubre que hay una especie de detección automática de la comunicación, uninterjuego recíproco, etcétera. Por eso cada analista descubre una forma -de interpretar a "este" determinado paciente que puede no ser adecuada (no le "va") a otro paciente. .El tercer tipo de constante es pues la constante de un determinado analista para con un determinado paciente, o sea la pareja analítica. .Aqu! haremos un resumen: t) hay constantes absolutas que son. definitorias del tratamiento" 2) hay constantes que dependen del analista y: su contexto (sus prolongaciones) y 3) hay' constantes relativas a .lá. pareja paciente-analista. 'Dentro 'del, encuadre habría que incluir una serie de elementos absolutamente indispensables y fijos, y otros que pueden variar, dependientes del analista y del paciente. Lo que en general no puede variar es la teoría analítica y la función: tratamiento y enfermo. I 597 Joel Zac Podríamos decir en consecuencia que en psicoanálisis hay tres tipos de informaciones o hipótesls que el analista debe conocer para poder, gobernar de alguna forma el tratamiento. 1) Una información de tipo general sobre la teoría pslcoanalltica explica por qué se ha llegado a la fijación del primer encuadre, o sea el deIa teoría definitoria y de las constantes (fijas). 11)El segundo aspecto de la, lntormaclón trata sobre las características de .Ia relación entre el segundo tipo de constantes y el trata,miento analítico. Por ejemplo, si bien la teoría analítica no fija aspectos de detalle, como ser que, se debe tener un departamento en Barrio Norte o en Constitución, el tipo de muebles que debe poseerse, que debe haber cortinas de determinado color; que tiene que colgar una foto de Freud, etcétera; o el tipo de saludo o de actitudes del analista frente al paciente, todas estas interacciones pueden tener cierta relación o influir sobre la conducta' del paciente. Este es un aspecto que implicaría cierto tipo de investigación futura muy especial y detallada por llevar a cabo para especificar este tipo de influencia. 111)El tercer tipo de información se refiere a la relación que hay entre el tercer .tlpo de constantes y las relaclones que se dan entre el paciente y el analista. Si consideramos, por ,ejemplo, cuándo y por qué emergen problemas, como ser de horarios continuos, separaciones, etcétera, esto, ya no .se refiere a una constante absoluta ni a la constante dependiente del analista sino que concierne evidentemente a ambos miembros de .la pareja analítica. El encuadre trata de determinar algunos aspectos constantes y normativos de la relación analítica. La deflniclón del encuadre como conjunto de estipulaciones explícitas o implícitas solamente caracteriza a un grupo de constantes, que son las determinadas por las normas de carácter definitivo. No se puede considerar como estipulación a las constantes espaciales, que son elementos que se dan de hecho como fijos pero que no están entre las estipulaciones de carácter normativo que 'deben regir las relaciones entre ,el analista y el paciente. Aunque aceptamos en líneas generale.s que la constante teoría es una Q 598 Un enfoque metodológico del establecimiento del encuadre estipulación, si aplicamos un criterio en un sentido más estricto, no podríamos considerar como estipulaciones absolutas, por ejemplo, aso-. ciar libremente, que el analista _ejerza una función .crítica, que el analista ejerza una función interpretativa, que el paciente establezca la alianza de su parte adulta con el terapeuta. Hay aspectos que forman parte del encuadre de hecho pero no. como pautas normativas. Correlaciones entre constantes -y variables Para un paciente los factores constantes están dados de una manera igual a lo largo de una situación, en parte o todo el tratamiento. En cambio las variables que dependen de los pacientes se pueden dar de distinta manera para cada analizando. Esto implicaría configurar ya el proceso analítico propiamente dicho, con sus diferencias para cada pareja paciente-analista. Metodológicamente se .puede investigar la correlación existente entre ciertas reacciones que se observan en el paciente y las circunstancias determinadas en. que dichas reacciones se dan. Hay pues varios tipos de constantes y variables; algunas constantes dependen de la pareja y las variables dependen del paciente o de las circunstancias. En un trabajo previo he estudiado más profundamente qué ocurre y cuál es el tipo de' correlación entre dos aspectos de las va-: riables "temporales". Centré el estudio en la variable "ansiedad de separación", relacionada especialmente con la variable "fin de semana", ambas. como variables independientes. El analista puede fijar con el paciente un horario determinado para sus sesiones. Esta situación sin embargo nos plantea problemas metodológicos, si consideramos que aun fijados los horarios puede haber variaciones si una sesión es de un lunes y otra 'es de un viernes. Se podría investigar qué ocurre el día lunes con los pacientes que tienen distintos tipos de horarios diarios; con pacientes que tienen el mismo tipo de hora diario, etcétera. Otros aspectos importantes surgen si consideramos la trascendencia de los horarios igua- 599 Joel Zac 600. les o distlntos en losdlaslunes por unaparte y en los días vlernespórotra parte; los que tienen igual horario todos los días, etcétera, En estashipótesis planteamos laditerenciaentre considerar el horario como constante' fija para lapareja, y' por otra p~rte, el estímulo especialmente fijado, como ser el día de ,la seslón.iconslderando que cada día, de sesión tiene una función específica para cada caso y en tal situación el día lunes o el día viernes tendríamos dos tipos diferenciados de sesión. Tanto el analista como el paciente deben adaptarse a cierto tipo de conducta. Los horarios no pueden-ser _dependientes del humor .del analista, deberían ser fijos. En realidad el encuadre está pensado en forma tal como· para que el, paciente pueda realizar una alianza terapéutica con el analista (una vez que aquél ,internalizó el encuadre). Como con- , secuencia pueden emerger' ciertas leyes que en, un trabajo previo he plariteadovejempliñcando cuál es la relación entre el acting out (o cierto tipo equivalente de respuesta del paciente) y-la-íljacíón de ,estas posibilidades, por ejemplo; horarloydía d~la semana, especialmente el 'día lunes. Recordaré que en. el trabajo .citado sosténía, de acuerdo con Ro.senteld, que la historia clínica del paciente, actualizada en la' transferencia, mostraba que las primeras separaciones del Yo en relación con el objeto (pecho) fueron muy dolorosasy estaban -teñldas de suma hostil!dad, .por lo cual se recreaban continuamente situaclones especítlcas de hostilidad entre ei Yoy el objeto .prtmario y'el'secundario.' Este modelo reconstruido se basaba en las fantasías transferenciales más frecuentes. Metodológicamente se puede señalar que en )0 ejemplificado hay dos pasos: 1} el dato clínico, que es la correlación existente entre estos tipos de variables, y 2) la-respuesta en laconducta del paciente, que de alguna manera permite introducir una especia de. término disposlclonal, que caracterlzaría 'a cierto tipo ~e paqiellte..... ' En el caso.cltado, 'en que el paciente tenía gran 'ansiedad ante eJ fin de semana o en las separaciones,. pude estudiar esa propiedad' disposiclonal por observaciones de. las correlaciones citadas. Traté de establecer: prtmeramente 1) una especie de etiología de ese tipo de dísposlclones.ty luego 2) cómo evolucionaba .en la terapia. Tanto es así que, Un enfoque metodológico del establecimiento del encuadre por' ejemplo se podría transformar el estudio, evolutivo de la relación semana - fin de semana, en un índice de la evolución del tratamiento, tal como lo planteo en el trabajo citado. Uno podría quedarse con la mera información o predicción acerca de la correlación entre las constantes y las respuestas del paciente, porque no podría prever ni el monto ni cómo manejar técnicamente esa ansiedad a menos que se hiciera una teoría etiológica de esa disposición. Pero al detectar que el paciente había tenido un determinado modelo de separación dei objeto.prlrnario, se puede establecer, en virtud de este nuevo tipo de hipótesis, qué es lo que se quiere hacer técnicamente. Esto 'puede llevara que si se introduce' una tercera variableindependiente, pasado cierto tiempo, en la situación analítica, tiene que ocurrir un cambio en la disposición del paciente: Además de las correlaciones investiqadas entre el tipo de constantes y la variable' independiente, aún se puede introducir una relación particular, que se refiere al tipo 'clínico del paciente. Para ejemplificar remitiré al estudio de la relación semana-fin de semana y la ansiedad de separación, y la aceptación o' perturbación del encuadre por los distintos tipos de enfermos, de acuerdo a su cuadro clínico, la relación transferencla-contratransterencia y la etapa evolutiva del tratamiento. El estudio de esta relación parecerladepender del tipo de encuadre que se tome en cuenta, considerando que del encuadre analítico general o absoluto no se puede prescindir. Así que es a los otros dos tipos de encuadre a los que me refiero, o sea' el encuadre. dependiente del analista y al' encuadre dependiente de la pareja paclente-analista. Efectivamente, un analista puede investigar, por ejemplo, cuál es el tipo de correlación que hay entre esos dos tipos de constantes (del analista y del vínculo paclente-analista) ,Y.el problema de la ansiedad de separación. Se presentan así: 1) una información, de tipo clínico acerca de. cuáles son las correlaciones que hay entre las' perturbaciones de esas constantes del encuadre Y la ansiedad de fin de semana; 2) la explica- 601 Joel Zac ción teórica y etiológica de por qué, en ciertos pacientes con una determinada estructura, se da un tipo de correlación que no se observa en otros tipos de paclentes.. Correlaciones 602 entre variables En cuanto a las variables, Podemos establecer una tesis importante. A veces las variables se relacionan, causal mente o bien. por su forma, a problemas que hacen a la estructura psíquica del paciente. En algunas circunstancias las variables se configuran por una determinada propiedad, por ejemplo el sentido temporal. Estas correlaciones que se .observan - entre las variables, presentan dos particulandades: 1) retratar los procesos intrapsíquicos del mismo' paciente (isomorfismo); 2) son efectos causales de lo que le sucede al paciente, y a su vez .pueden ser' causa dentro del proceso. Por ejemplo, la forma de! conducirse de un paciente, que en 'la transferencia puede ser regresiva o más cercana a lo real, pertenece' a, este tipo de categorías, donde se retratan isomórficamente sltuaciones anteriores: Casi todo lo que sucede en las situaciones" ligadas al simbolismo, son configuraciones en que las variables adquieren un funcionamiento cuya forma es parecida a la de otras' situaciones anteriores. Estudiando las variables y" sus variaciones, ciertos tipos "de correlaciones o leyes descriptas muestran: a) cómo las variaciones de algunes variables tienen que ver con variaciones de otras variables, por ejemplo, la relación entre la ansiedad de separación y el acting out;' b) que las variaciones de las variables forman estructuras que se' corresponden a' formas históricamente presentes en la estructura psíquica del paciente; c) por último, que la correlación 'entre las variables. está regida por leyes dinámicas, según las cuales interactúan entre sí, tienen una' conexión causal y están gobernadas por la estructura psíquica del individuo. .Al hablar de variables y sobre todo de cadenas causales, hay que tener en cuenta que en el isomorfismo, "la causa no depende solamente. Un enfoque metodológico del establecimiento del encuadre de la estructura .psíqulca .del, paciente slno también del analista. Esto permite inferir que las cadenas causales podrían no ser totalmente ísomórficas. Es importante consignar. que en· la generalidad de los casos, a un cambio en la relación causa-efecto cor.responde la emergencia .de otra variable que entra en acción, por ejemplo, el individuo puede estar curándose.' Esto entraría dentro de la dinámica del proceso psicoanalítico .. Al plantear la hipótesis de que la estructura que seda en las correlaciones entre las variables retrata una situación anterior, formulo una hipótesis explicativa de que' hay una causa de origen histórico y una forma simbólica-dinámica en que se reproduce el proceso; Por lo-tanto, el par causa-efecto deberá ser utilizado sólo como lo forma en que se correlaciona:n los elementos en' una' conexión temporal, y no con otro' slqniticado. _. La instalación del encuadre. Sú recreación en cada sesi'ón Las ideas desarrolladas en este trabajo implican. a' su vez la 'nocion de 'que el encuadre, aunque 'relativamente. constante, no es algo estereotipado"y fijo, sino que posee una cierta regularidad 'funcional que tiene como consecuencla una estabilidadrnlnlma necesaria para que se desarrolle el proceso analítico: Una de las tareas en el acaecer transferencial-contratransferencial e~ precisamente recrear y mantener él encuadre así concebido, punto que deseo enfatizar especialmente. . . , . . . D. Meltzer señala Ja importancia ~e ,la creación del encuadre en el . comienzo del.-., tratamiento para' ana-. ..... . _ el-- mantenimiento del proceso . lítico como modulador de las ansiedades del paciente. Agrega que el analista debejr redescubriendo constantemente el, encuadre con cada paciente, hasta que se circunscriba y defina de modo que las ansiedades queden contenidas en ·aqué.J.'" , , . _ ./" E?Q3, Jo'el Zac Pero tomaremos en cuenta que las .modiñcaciones de las constantes del encuadre general que puede efectuar el analista han de afectar a las constantes del segundo o del tercer tipo. Las ideas que expongo en este trabajo implican, pues, que el encuadre puede no estar establecido o estarlo parcialmente en determinado moinento de una sesión, y que es tarea del terapeuta crear el contexto para que el encuadre l?e instale o reinstale, ya que en tales condiciones (y sólo en tales) paciente y analista podrán hablar un mismo idioma. ,Un indicio _de la evolución progresiva especialmente en el inicio del proceso analítico es que la imagen del encuadre, o bien las características que configura el encuadre puedan ser internalizadas por el paciente. Durante un lapso inicial del tratamiento el problema básico técnico eh la sesión está centrado alrededor de la instalación del encuadre. Poco poco-se produce un cambio pues ya no es sólo el terapeuta quien tiene a su cargo la creación del marco de continencia y adecuación para el proceso psicoanalítico a través del vínculo transferencial-contratransferencial. Es también el mismo paciente, con una atenuada dependencia terapéutica, quien participa en el proceso de aprendizaje al recrear el encuadre analítico para su máximo beneficio personal. , 'Esta reinstalación del encuadre por el paciente junto con el analista, ha de recrearse continuamente e-n'cada una dé las sesiones, con sus propias vicisitudes particulares. El analista facilitará la reconstrucción (recreación) del encuádrepara que pueda desarrollarse en su marco el proceso terapéutico. Cada 'paciente puede depositar en los enunciados del- encuadre fantasías específicas relacionadas -con el vínculo transferencial, que dependen de la estructura de ambos, de la fase del tratamiento, de la capacidad del terapeuta y de -la capacidad del paciente para tolerar el dolor. Cuando el analista puede detectar el significado particular y específico que el paciente en su fantasía adjudica a las estipulaciones que configuran el encuadre, puede - descubrir, conocer e intentar modificar las distorsiones que lleva a cabo del vínculo transferencial-contratransferencial y del encuadre. Con su actitud que ayuda a mantener el en- a 604 Un enfoque metodológico del establecimiento del encuádre cuadre y con las interpretaciones transférenciales el analista intenta que el paciente internalice el significado, la: función y la necesidad del proceso y del encuadre analíticos. Aspectos metodológicos de la recreación del encuadre en la seslén " Podemos plantear que se produce un deterrnlnado cambio general de estructura de la sesión con la aparición de ciertos hechos significativos, entre los que destacaremos: 1) el acercamiento y alejamiento entre el paciente y el analista, y 2) cierto tipo de, material específico. Considerando el segundo punto puede surgir una determinada situación de, cambio motivada por la irrupción de contenidos que no estaban presentes al iniciarse la sesión, o bien el cese de contenidos que estaban en el comienzo. Mientras el paciente está concentrado en un tipo~ie tema, rígido o impersonal (por ejemplo, comentar el tiempo) o bien cuando el tema cambia aparentemente pero se mantiene en un nivel de significación trivial, se puede decir que todavía el, material pertenece a la fase de "los preliminares" de la sesión; en otras ocasiones, cuando de pronto el paciente dice, poi' ejemplo, "mi mujer (mi hija, etcétera)' siempre me dicen que cuando yo tengo este tipo de dificultades", etcétera, o "vea, doctor, usted no dijo nada 'acerca de .Io que le conté' que me pasó con -X", etcétera, este cambio temático coincidiría en apariencia con un cambio en la estructura 'de la sesión propiamente dicha. , Desde el punto de vista 'metodológico, podemos estudiar la sesión considerando dos aspectos temporales: a) sus fases (apertura, desarrollo y cierre) y b) su ubicación' entre las sesiones de la semana. A partir de esto podemos desarrollar tres hipótesis' de carácter puramente descriptivo. . , • La primera hipótesis establece que cada sesión tiene tres tases, La segunda hipótesis relaciona [a sesión con la semana, Ó sea que en la' semana de análisis las modalidades 'en cada sesión varían, según el 605 J,oel Zac día.-De este.modo hay una variación en el valor y el papel de cada sesión. Es posible diseñar un modelo determinado, ~de acuerdo a la nosografía del paciente, el período de tratamiento, etcétera. Una tercera hipótesis descriptiva expresa que el proceso analítico se, configura en cada semana de análisis con una calidad específica y en forma gradual para cada paciente: Pero 'dicha configuración varía en las distintas etapas de un tratamiento analítico. La sesión, en cada uno de los días de la semana, presenta eh una secuencia progresiva, que se reestructura y define sLipapel a lo largo de un tratamiento. Esto ocurre asimismo con las semanas entre sí,' que se' diferencian en' el tratamiento, revelando a la' vez ciertos índices' que permlten evaluar-la evolución de un análisis. estasyes hipótesis descriptlvas de la sesión señalo los factores temporales en la estructura de la semana de análisis a lo largo de un tratamiento. ,'ntroduc!ré' ahora, algunas hlpótesls explicativas. : ;' La. primera hipótesis se refiere a la explicación de lo que ocurre específicamente -a las causas. y condiciones que configu- - en.....una sesión, _.... ral] una sesión con una estructura determinada, diferenciada y característica. Aquí ya no se trat,.asólo de una explicación, sino que más bien sé introduce, una teoría... La segunda. hipótesis se refiere a la estructura de la semana ,de análisis' y Ja interrelación con. el fin de semana. Se eiernpliílcacon.la pregunta que se plantea cada -anallsta, y que surge de nuestraaobserváclones clínicas ...Una .seslón tiene una estructura determinada y diferenciada: pero, ¿ppr qué-no son todas las sesiones de la semana iguales entre sí? 'Existen diferencias entre la sesión del lunes y. la"del.viernes.,La tercera hipótesis .explicatlva permite comprender la est~uct.ura,de: una semana respecto a. una parte o totalidad del 'trata. mlento.: Expresa algo más que la dinámica de las relaciones entre pa-: clentsy an~lista en la semana; indica también las vicisitudes del tratamiento o sea el grado de la mejoría o empeoramiento del paciente. Las diferencias, entre semanas. aisladas pueden ser relativas, pero lacomparación de "series" ..de semanasentresí permite apreciar cambios mayores que señalan etapaaevclutlvas, y definen 'el tiempo total de la terapia.' se' 'c ~. . 606 'En ~. '. . . . . . Un enfoque metodológico del establecimiento del encuadre Si consideramos el pasaje sucesivo de la "apertura" al "desarrollo" y ulteriormente al "cierre" de una sesión, metodológicamente podríamos afirmar que hay dos grandes tipos de factores que gradualmente se van modificando. En el decurso de la sesión, un primer hecho es que la conducta del paciente paulatinamente comienza a acercarse y ajustarse más a lo especificado enel contrato analítico, a la articulación interna y externa con el encuadre; con el analista, etcétera. Como consecuencia, de alguna manera esto se traduce en una disminución del acting out y los procesos resistenciales. Un segundo hecho es la aparición de un 'conjunto de recuerdos y asociaciones, en mayor número y más pertinentes al problema. A medida que la sesión va transcurriendo, las pautas de conducta, la relación dinámica y el tipo de mecanismos, que se plantean difusamente al comienzo, empiezan a normalizarse .. Esto quiere decir que la relación adquiere el tipo de funcionamiento y' mecanismo que más o menos define una situación analítica típica. El cambio de la primera a la segunda fase se diría que es un problema de continuidad: se va produciendo a veces en forma paulatina, a veces, con rupturas bruscas. Aparece como un conjunto de hechos que establecen una diferencia que es ya suficiente para definir situaciones. Esto permite. una mayor emergencia de interpretaciones útiles. Metodológicamente, lo que llamamos "desarrollo" en la estructura de la sesión, sería la parte que implica la normal aplicación de las reglas estandarizadas del encuadre analítico y la definición del proc~so analítico, donde paciente y analista están jugando el mismo juego. En consecuencta, en la primera parte (o sea la apertura de la sesión), inicialmente ocurren cosas. que son, un tanto' sistemáticas pero que no forman parte del juego propiamente dicho, sino' que son los preliminares, los rituales. Estos elementos deben ser cuidadosamente observados por el analista ya que pueden evolucionar a través de toda la sesión,y reaparecen .modlñcados y con sentido distinto en la parte final del "cierre". El final o "cierre"· no es exactamente la repetición de la apertura.ipero tiene algo de "semejante (de reacomodamiento del paciente; 607 Joel Zac 608~ , etcétera). En un sentido metodológico significaría lo siguiente: cuando las variables están configuradas en la situación que el encuadre analítico estipula en su definición, podemos decir que ocurre el pasaje de las prelirnlnares a la sesión propiamente dicha o "desarrollo". Desde un punto de vista general, las constantes podrían ser estudiadas como si fuesen también variables. La experiencia nos - muestra que hay que fijarlas, porque de no estar fijadas, un analista no podría definir el momento de la' reinstalación del encuadre y del proceso. Esto acaece especialmente en el "desarrollo". Mejor dicho, en el momento dado en que todas las variables del encuadre se hacen constantes, se dan las condiciones para definir el encuadre analítico. Metodológicamente, se puede decir que estamos definiendo el encuadre en términos de ciertas variables que están presentes en toda relación terapeuta-paciente y humana, y quequedan fijadas como lo determina 'la definición del encuadre analítico. En este sentido, en la "apertura" estas variables' no se han ordenado todavía suficientemente. Pero llega un momento en qué se hacen constantes en 'el sentido analítico y esto 'es' la definición del momento' del pasaje de los preliminares al "desarrollov.. Si bien algunas variables se van acomodando, poco apoco como constantes del encuadre, otras pueden apa•.' recer o desaparecer. La "apertura" es el período en que las variables que definen el' encuadre no han llegado a fijarse como constantes en la forma definitoriamente requerida o lo hacen, pero -Iueqo pasan rápidamente al' qesarrollo., . -' En la primera fase -Ias constantes' aún no se fijaron, y 'Ias variables actúan de' una manera un tanto- 'perturbada, por el hecho de que el paciente-vino de afuera con un cierto- grado,de correlaciones más bien fijas, y por lo tanto no concordantes con el encuadre. En la franja de separación -de "apertura" y "desarrollo", las' constantes empiezan y completan, el movimiento' que las lleva a adquirir coherencia y quedar fijadas en el sentido analítico, con- lo cual se dan las condiciones para redefinir el encuadre. Pero aún hay otrasperturbaclones, las que comenzarán en el límite entre el '''desarrollo'' y el "cierre". La tercera etapa tiene una configur?ció~ más .tlpica-y es más predictíble porque su límite ,es inevitable; Un enfoque metodológico del establecimiento del encuadre Es evidente su dependencia del -anállsta, pues éste señala el final de la sesión. Cuando se está llegando al término de la sesión, al "cierre", comenzarán nuevamente a perturbarse las variables su ordenamiento, es decir que comienzan a desorganizarse. Los últimos factores que son afectados por la desestructuración o, para decirlo más gráficamente, por la transformación del vínculo analista-paciente, están integrados por el conjunto de las constantes. De esta manera el encuadre se reafirma en su rol de continente de las depositaciones del paciente y también del analista. Las variaciones que se pueden presentar son múltiples; por ejemplo, un paciente que siempre es "sorprendido" en el final con la palabra a medio pronunciar, parecería muy ligado al desarrollo, pues de lo contrario estaría esperando de alguna manera, y con cierta intensidad, que terminara la sesión, o sea el "cierre" definitivo de la misma; otros pacientes ya se "preparan" con' muchos minutos de anterioridad para la clausura de la sesión y "finalizan" antes su participación. Pero los procesos de "cierre" pueden estar' perturbados cuando está afectada la desorganización de las variables y especialmente de las constantes. Por ejemplo, los pacientes que no se quieren ir de la sesión. En síntesis: la "normalización" del proceso analítico y del vínculo transferencial-contratransferencial acaece al confiqurarse la estructuración del encuadre, o sea cuando las variables que se transformarán en constantes van adquiriendo su función de constantes en la sesión y quedan fijadas para no variar durante el desarrollo de la misma. y Bibliografía Baranger, M. Y W., "La situación analítica como campo dinámico", Rev. Uruguaya de Psicoanálisis, 1961-1962, IV, 1. Bleger, J., "Psicoanálisis del encuadre psicoanalítico", en Simbiosis y ambigüedad, Paidós, Buenos Aires, 1967. 609 Joel Zac Freud, S., "El porvenir de' la terapia psicoanalítica", Obras completas, XIV, Rueda, Buenos Aires, 1956. , "Consejos al médico en el tratamiento psicoanalítico", ídem. , "La dinámica de' la transferencia", ídem. , "La iniciación del tratamiento", ídem. Grinberg, R.y L., "La adquisición del sentimiento de identidad en el proceso psícoana-. lítico"; Rev;Uruguaya 'de Psicoanálisis, 1966, VIII, '3. 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