Alimentos recomendados: Consejos para llevar una vida plena con Siga una dieta equilibrada comiendo alimentos variados El pan integral y la avena son ricos en fibra. L as hortalizas y las frutas son ricas en vitaminas, nutrientes y azúcares naturales. El contenido que se proporciona en esta literatura es información general. En ningún caso debe sustituir ni la consulta, ni el tratamiento, ni las recomendaciones de su médico. Espondilitis Anquilosante L as frutas y las hortalizas de colores vivos son ricas en antioxidantes. L as hortalizas de color verde oscuro son ricas en calcio. Con el aval de: E l pescado azul y los huevos contienen ácidos grasos omega 3. Comidas y bebidas que debe evitar: L os fritos y un exceso de carnes rojas y tratadas. P atatas fritas de bolsa, bollos, galletas, mantequilla y nata. B ebidas gaseosas, café y alcohol. Merck Sharp & Dohme de España, S.A. C/ Josefa Valcárcel, 38 · 28027 Madrid. www.msd.es Copyright © 2012 Merck Sharp & Dohme Corp., una subsidiaria de Merck & Co., Inc., Whitehouse Station, NJ, EE.UU. Todos los derechos reservados. RHEU-1025803-0013 (Creado: Febrero 2012) Item Number: 00000 Para cualquier duda consulte con su médico. Estilo de vida y espondilitis anquilosante La importancia de mantenerse sano y en buena forma Usted puede beneficiarse si se mantiene activo y sigue una dieta saludable. Unos pequeños ajustes de la alimentación y de la actividad física diarias pueden tener unos efectos enormes en su vida. Este folleto contiene algunos consejos útiles sobre el ejercicio y la alimentación que le ayudarán a aumentar su flexibilidad, a mejorar su resistencia y a sentirse más cómodo con la espondilitis anquilosante (EA). Consejos sobre el ejercicio Consejos de alimentacion La espondilitis anquilosante tiende a causar dolor y rigidez en la zona lumbar, las nalgas y la columna vertebral, y posiblemente también en otras articulaciones. El ejercicio moderado para mantenerse activo puede ayudar a promover la salud articular, potenciar la fuerza muscular y aumentar la flexibilidad y la resistencia. El ejercicio y la alimentación están muy relacionados. Si va a hacer ejercicio para mejorar su forma física y su flexibilidad, debería plantearse mejorar su alimentación al mismo tiempo. Pero antes de comenzar con un programa de ejercicio, hable con su médico o con otro profesional sanitario. Recuerde que no debe esforzarse en exceso. Si se le hinchan las articulaciones o nota un dolor intenso, deje que los músculos y las articulaciones se recuperen antes de reanudar el plan de ejercicio. Consejos sobre el ejercicio que debe plantearse: Aunque la dieta adecuada puede sin duda ayudarle a sentirse mejor, la alimentación es muy compleja. Antes de empezar una nueva dieta, consulte con su médico o con un especialista en dietética. Si tiene sobrepeso, esto supondrá una sobrecarga adicional para su cuerpo. Basta con perder unos pocos kilos para aliviar la presión en sus articulaciones. Y una alimentación saludable también podría ayudar a fortalecer sus articulaciones. Los azúcares naturales son una fuente de la energía y combaten el cansancio. Los estiramientos estáticos de los músculos, que se realizan tumbado boca arriba o boca abajo durante 20 minutos todos los días, podrían impedir que se le curve la espalda de forma permanente. Los ejercicios de respiración profunda le ayudarán a mantener la movilidad de la caja torácica. El yoga ayuda a descargar la tensión y puede fortalecer los músculos. La natación es un ejercicio fantástico; le obliga a usar todos los músculos y articulaciones y el agua soporta su peso. Si se mantiene activo y hace ejercicio con regularidad, podría mejorar la postura y la amplitud de movimientos de la columna. Estos útiles consejos le pueden ayudar a mejorar su estado físico y a sentirse mejor, pero tenga en cuenta que es muy importante que consulte a su médico antes de comenzar un nuevo programa de ejercicio. Los alimentos ricos en antioxidantes pueden reducir la inflamación al ayudar a eliminar algunas de las sustancias químicas del organismo que causan inflamación. Los ácidos grasos omega 3 que se encuentran en el pescado azul pueden ser beneficiosos en la artritis de tipo inflamatorio, como ocurre en la EA. Todos los alimentos ricos en calcio, como la leche y el queso bajo en grasas, ayudan a fortalecer los huesos.