Documento descargado de http://www.elsevier.es el 26/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Rev Esp Anestesiol Reanim. 2013;60(8):448---456 Revista Española de Anestesiología y Reanimación www.elsevier.es/redar REVISIÓN Reflejos cardiopulmonares. Implicación en anestesiología夽 R.A. Guerri-Guttenberg, F. Siaba-Serrate y F.J. Cacheiro ∗ Departamento de Anestesiología, Hospital Universitario Austral, Pilar, Buenos Aires, Argentina Recibido el 6 de mayo de 2012; aceptado el 8 de septiembre de 2012 Disponible en Internet el 31 de octubre de 2012 PALABRAS CLAVE Reflejo de Bainbridge; Bezold-Jarisch; Reflejos cardiopulmonares; Reflejos pulmonares; Reflejos cardiovasculares; Anestesiología KEYWORDS Bainbridge reflex; Bezold-Jarisch; Cardiopulmonary reflexes; Pulmonary reflexes; Cardiovascular reflexes; Anesthesiology Resumen Los barorreflejos, los reflejos mediados por quimiorreceptores, los reflejos mediados por estimulación pulmonar, el reflejo de Bezold-Jarish, el reflejo de Bainbridge y la interacción de estos con mecanismos de regulación locales son una demostración de la riqueza en las respuestas cardiovasculares que rigen en los seres humanos. Junto a ellos, el anestesiólogo debe a su vez afrontar muchas otras variables que los acentúan o modifican, como los fármacos anestésicos, la manipulación quirúrgica, la posición en la que se realiza la cirugía y la medicación que consume el paciente, que entran en juego para alterar el control cardiovascular. En el presente artículo procedemos a describir cada uno de los reflejos cardiopulmonares, sus interacciones e implicación en la anestesiología. © 2012 Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados. Clinical relevance of cardiopulmonary reflexes in anesthesiology Abstract The baroreflex, chemoreflex, pulmonary reflexes, Bezold-Jarisch and Bainbridge reflexes and their interaction with local mechanisms, are a demonstration of the richness of cardiovascular responses that occur in human beings. As well as these, the anesthesiologist must contend with other variables that interact by attenuating or accentuating cardiopulmonary reflexes such as, anesthetic drugs, surgical manipulation, and patient positioning. In the present article we review these reflexes and their clinical relevance in anesthesiology. © 2012 Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor. Published by Elsevier España, S.L. All rights reserved. Introducción 夽 Este artículo pertenece al Programa de Formación Médica Continuada en Anestesiología y Reanimación. La evaluación de las preguntas de este artículo se podrá realizar a través de internet accediendo a la siguiente página web: www.elsevierfmc.com ∗ Autor para correspondencia. Correo electrónico: fjcacheir@cas.austral.edu.ar (F.J. Cacheiro). El físico alemán George Simón Ohm, estableció en 1826 que el voltaje, la corriente y la resistencia están relacionados de una forma específica y predecible. Según expresa la ley de Ohm, I = V/R. Posteriormente Hagen y Poiseuille, en la ley fundamental de la dinámica de fluidos (la ley de Ohm aplicada a la hidrodinamia), establecieron que la corriente 0034-9356/$ – see front matter © 2012 Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados. http://dx.doi.org/10.1016/j.redar.2012.09.011 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 26/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Reflejos cardiopulmonares. Implicación en anestesiología (I) es igual al flujo (Q) y el voltaje (V) es igual a la caída de presión (P), dando como resultado Q = P/R. Esta fórmula se puede aplicar a la ciencia de la salud considerando el flujo (Q) como el volumen minuto (VM), la caída de la presión (P) como la presión arterial (PA) y la R como la resistencia vascular periférica. Asimismo, se pueden explicar a partir de una ecuación, los factores involucrados en el control de la PA (Presión arterial = Volumen minuto × Resistencia periférica). Si seguimos desglosando la ecuación podemos ver que el VM depende de la frecuencia cardíaca (FC) y la descarga sistólica (DS), esta última a su vez es dependiente de la contractilidad, la precarga y la poscarga. Por otro lado, la resistencia periférica (R) es igual a 8.l. /.r4 . En donde 8 representa una constante, l la longitud del vaso, la viscosidad, y r el radio del vaso. Finalmente se puede expresar que Presión arterial = DS × FC × 8.l. /.r4 . De esta forma se puede entender que todo lo que aumente la descarga sistólica, la FC, la longitud de los vasos (obesidad), la viscosidad (parámetros hemorreológicos como el hematocrito) y que disminuya el radio del vaso (vasoconstricción), generará un aumento de la PA, y lo inverso producirá un descenso de la misma. La regulación de la PA en condiciones normales y patológicas depende activamente de los reflejos que involucran barorreceptores y, en menor medida, quimiorreceptores. La actividad de los mismos determina el flujo simpático, que aumenta la descarga sistólica, la FC y la resistencia vascular periférica. Los barorreceptores se pueden clasificar en aquellos de alta presión (arteriales), ubicados en el seno carotídeo y la aorta y que involucran el barorreflejo, y en aquellos de baja presión (cardiopulmonares) ubicados en las grandes venas y la aurícula, responsables del controvertido reflejo de Bainbridge, y en los ventrículos, disparando el reflejo de Bezold-Jarisch1 . En el presente artículo procedemos a explicar cada uno de los reflejos cardiopulmonares, sus interacciones y su implicación en la anestesiología. Quimiorreflejo y barorreflejo El cuerpo carotídeo (glomus) y el quimiorreflejo El descubrimiento del cuerpo carotídeo se realizó en el siglo xviii, época en que varios disectores se interesaron por la región de la bifurcación carotídea, y suele atribuirse a Albrecht von Haller (1708-1777)2 . En el siglo xx, Heymans, Bouckaert y Dautrebande, laureados con el premio Nobel de Medicina y Fisiología, describieron por primera vez la funcionalidad del cuerpo carotídeo al probar que la aplicación de acetilcolina en dicho órgano causaba hiperventilación. Luego se observó que el glomus liberaba acetilcolina en respuesta a la hipoxia y la hipercapnia. Se trata de quimiorreceptores periféricos encargados de registrar los cambios en los niveles arteriales de PO2 , PCO2 y del pH, y desencadenar reflejos homeostáticos reguladores de respuestas ventilatorias y circulatorias que permiten una adaptación a la hipoxemia, la acidosis y la hipercapnia3 . Posteriormente se propuso una nueva función de este órgano: su participación en la homeostasis de la glucosa, regulando la captación cerebral de la misma2 . 449 Figura 1 Cuerpo carotídeo en la bifurcación carotídea. Reproducida con autorización de Guerri-Guttenberg4 . Nótese el alto grado de irrigación que posee el cuerpo carotídeo. Tricrómico de Masson × 10. El estudio del cuerpo carotídeo ganó mucha importancia desde que comunicaron una asociación entre su estructura y el síndrome de muerte súbita del lactante y desde que el estudio de su fisiopatología se asoció con la apnea obstructiva del sueño. En un estudio de Guerri-Guttenberg et al. se ha descrito que la apnea obstructiva del sueño puede desencadenar hipertensión arterial debido a que la hipoxia intermitente crónica conlleva la activación del quimiobarorreflejo con el consiguiente aumento crónico del tono simpático, aumento de la sensibilidad del quimiorreflejo y disminución de la sensibilidad del barorreflejo3 . El glomus se encuentra ubicado en la adventicia de la arteria carótida primitiva, a la altura de su bifurcación. En la figura 1, se puede observar un corte transversal de las arterias carótidas interna (a la izquierda) y externa (a la derecha). En la parte media se observa el cuerpo carotídeo triangular, con elevada vascularización. Por debajo del mismo se observan filetes nerviosos. La característica más sobresaliente del glomus es la densa red de capilares tortuosos que lo conforman, que recibe uno de los mayores flujos sanguíneos del organismo: 1,4-2 l/100 g de tejido/min (6 veces mayor que el flujo cerebral medio)4 . Los quimiorreceptores son estimulados por hipoxia, hipercapnia, acidosis e hipoglucemia y son capaces de liberar diversos neurotransmisores mediante los cuales moderan la descarga del nervio del seno carotídeo. Cabe recordar que estos receptores responden en especial a la hipoxia mientras que los centrales, ubicados en el bulbo raquídeo, responden primariamente a la hipercapnia. Esta información viaja a través de proyecciones nerviosas hacia el núcleo del tracto solitario ubicado en el bulbo raquídeo, donde se produce la integración de la información sensorial proveniente del glomus con la del sistema de control respiratorio3 . Se genera una respuesta refleja que implica cambios a nivel ventilatorio, cardiocirculatorio y hormonal: hiperventilación y vasoconstricción en la mayoría de los lechos vasculares, aumento de la secreción catecolaminérgica por la suprarrenal y bradicardia leve4,5 . A primera vista, el cronotropismo negativo que dispara el quimiorreflejo puede parecer antinatural, ya que suponemos que se requiere aumentar Documento descargado de http://www.elsevier.es el 26/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 450 y no disminuir el volumen/min durante la hipoxia para sostener un aporte adecuado de O2 al cuerpo. Sin embargo, la bradicardia del quimiorreflejo debe ser entendida como un mecanismo para proteger el corazón del trabajo excesivo durante la hipoxia, condición que lo pondría en alto riesgo de isquemia. Es decir, que el quimiorreflejo está estrechamente relacionado con la regulación de la resistencia periférica y, por lo tanto, de la PA. Un estudio de Grana et al.2 informó que pacientes que murieron por accidente cerebrovascular tenían un compromiso morfológico de las estructuras quimiorreceptoras y de su vasculatura. A su vez, encontraron dañadas las terminales nerviosas que rodeaban al seno carotídeo y un alto grado de fibrosis en los ganglios autonómicos. Los autores concluyeron que los pacientes ancianos que murieron de accidente cerebrovascular y sufrían de ateromatosis carotídea tenían, a su vez, un daño importante de los quimiorreceptores carotídeos, independiente del factor del envejecimiento y del tipo de placa. Desde el punto de vista fisiológico se demostró que la mayoría de los parámetros autonómicos tales como la variación de la FC y la sensibilidad del barorreflejo declinan con la edad6 , la hipertensión y la ateroesclerosis7 . Un experimento que realizamos en ratas SHR2 (espontáneamente hipertensas) reveló que el ramipril, no así el atenolol, tiene un efecto protector de los cambios estructurales en el glomus y los ganglios neurovegetativos carotídeos causados por la hipertensión, un efecto que va más allá de la tensión arterial ya que ambos fármacos controlaron la presión de igual manera2 . A su vez, se describió que el losartán preservó el área glómica y las luces arteriolares en ratas adultas normotensas, frente al control que recibió placebo. Estos hallazgos sugirieron que la inhibición de los receptores AT1 tendría un papel destacado en la prevención de las alteraciones morfológicas del cuerpo carotídeo secundarias al envejecimiento2 . El seno carotídeo y el barorreflejo El seno carotídeo es una dilatación de la arteria carótida interna con terminaciones de tipo barorreceptor capaces de percibir las variaciones de la PA. La vía eferente del barorreflejo incluye proyecciones que se dirigen del núcleo del tracto solitario a las neuronas cardiovasculares eferentes (centro bulbar cardiorrespiratorio) y las fibras simpáticas y parasimpáticas que se dirigen al corazón y a los vasos sanguíneos periféricos. Los barorreceptores aumentan su descarga nerviosa ante un aumento de la PA, que da por resultado un efecto inhibitorio sobre la generación central del tono simpático eferente y genera distintas respuestas cardiovasculares que conducen a un descenso de la PA4 . Cuando ocurre lo contrario, el barorreflejo desinhibe al simpático que tiene a su vez efectos excitatorios sobre el corazón (inotrópicos y cronotrópicos) y genera vasoconstricción arteriolar y venosa8 . Se debe recordar, sin embargo, que hay lechos vasculares que permanecen sin afectar por el sistema simpático, como son el cerebral y el coronario ya que estos responden más a estímulos locales. La naturaleza refleja de los cambios en la FC y en la PA se les atribuye a Hering y Koch, pero el fisiólogo Francés Marey ya los había observado experimentando con caballos9 . Se R.A. Guerri-Guttenberg et al inauguró así una era moderna en la que se introdujo el concepto de baroquimiorreceptores, que reconocía el cuerpo y el seno carotídeo como estructuras diferenciadas, pero íntimamente relacionadas entre sí, ejerciendo un papel clave sobre la regulación de la PA4 . El arco barorreflejo arterial así formado permite amortiguar los cambios transitorios de la presión. Reflejos pulmonares En 1868, Ewald Hering publicó el trabajo realizado en su laboratorio por Joseph Breuer. Breuer encontró que, cuando se impedía la inspiración mediante oclusión de la vía aérea en el fin de la espiración (en animales anestesiados), la duración de la inspiración se alargaba drásticamente y cuando se ocluía en el fin de la inspiración, la subsecuente espiración se prolongaba10 . Además, encontró que, cuando se insuflaba aire, la inspiración se acortaba y el esfuerzo respiratorio disminuía10 . El reflejo, conocido como reflejo a la insuflación pulmonar o de Hering-Breuer, consiste en receptores en el parénquima pulmonar que al estirarse responden mediante el vago inhibiendo la inspiración y estimulando la espiración. A su vez, su activación se asocia con una elevación de la frecuencia cardíaca. A fines del siglo pasado, Head describió que, cuando se enfrían los vagos, la insuflación de los pulmones no inhibe la respiración, pero que cuando se los calienta nuevamente la insuflación de los pulmonares provoca una nueva inspiración, y no su inhibición. Este reflejo fue conocido como reflejo paradójico de Head. Recientemente se ha comprobado que también se puede obtener después de una insuflación rápida de los pulmones y, en este caso, parece producirse por activación de los receptores de adaptación rápida11 . La utilidad de este reflejo podría estar en la apertura de los alvéolos colapsados como resultado de una inspiración mucho más profunda11 . Agrega que un ejemplo clínico de la producción de este reflejo en el hombre se puede encontrar en la activación de la inspiración que se produce en el individuo bajo anestesia general que ventila espontáneamente. Cuando se comprime la bolsa de anestesia al final de la inspiración del paciente, provocando un rápido ingreso de aire adicional (inspiratorio), se obtiene una nueva inspiración en lugar de inhibirse el ciclo respiratorio siguiente11 . La interacción de los reflejos para el control cardiovascular: barorreflejo, quimiorreflejo, control local y reflejos pulmonares En los casos de hipoxia pura (con CO2 constante) se genera una vasodilatación local en órganos vitales, principalmente el cerebro, la circulación coronaria y, en parte, el sistema musculoesquelético. Este mecanismo es puramente de naturaleza local debido al efecto directo de la hipoxia en el músculo liso vascular y al efecto de los metabolitos vasodilatadores, como la adenosina, en el tejido circundante. Este efecto local tiene como objeto mejorar el flujo de oxígeno en tejidos vitales para que lleguen niveles de O2 más adecuados. Sin embargo, en la ausencia de un control autonómico, la vasodilatación masiva llevaría a niveles de PA no compatibles con la vida8 . El sistema encargado de Documento descargado de http://www.elsevier.es el 26/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Reflejos cardiopulmonares. Implicación en anestesiología compensar este efecto es el quimiorreflejo. Como describimos anteriormente, la respuesta a la hipoxia estimula el sistema simpático para generar vasoconstricción principalmente en los lechos esplácnicos y musculoesqueléticos, dejando el lecho cerebral y coronario vasodilatador por el efecto local. Esta vasoconstricción podría aumentar la presión, pero solo momentáneamente, ya que se activaría el barorreflejo y, mediante retroalimentación negativa, evitaría el ascenso de la misma (interacción baroquimiorrefleja). Como se puede ver, en lo que respecta el control cardiovascular, hay una compleja interacción entre el control local, el quimiorreflejo y el barorreflejo. A estos 3 sistemas se debe agregar un cuarto: los reflejos pulmonares. Anteriormente mencionamos que el quimiorreflejo responde frente a la hipoxia con vasoconstricción, bradicardia e hiperventilación. Ha sido descrito que el aumento de la ventilación por el quimiorreflejo puede inducir la activación de los reflejos pulmonares mediante estiramiento de receptores ubicados en el parénquima pulmonar. Se cree que esta interacción existe para contrarrestar el efecto primario de los quimiorreceptores. Por un lado, el reflejo pulmonar causa vasodilatación arteriolar por inhibición simpática12 y, por otro, genera taquicardia por inhibición vagal5 . Podríamos suponer que la activación antagónica del reflejo pulmonar puede ser una forma que tiene el cuerpo de avisar de que los mecanismos de recuperación frente a la hipoxia ya están activos, permitiendo que el corazón, ahora sí, aumente su trabajo y haya vasodilatación sistémica para poder asegurar el aporte de O2 a todos los tejidos. No obstante, esta interacción con el reflejo pulmonar no se observa si el paciente tiene hipoxia por apnea, o se observa en menor medida si el paciente se encuentra ventilado mecánicamente8 . Implicación anestésica del baroquimiorreflejo Múltiples alteraciones pueden resultar en fallo del barorreflejo, desde trauma en el cuello, endarterectomía carotídea, cirugía de cabeza y cuello, crecimiento de tumor local (tumor de cuerpo carotídeo) y accidente cerebrovascular del tronco del encéfalo. Se ha observado que la radioterapia en cabeza y cuello puede dañar pares craneales en forma inmediata o hasta meses o años después de la irradiación. El fallo agudo en el barorreflejo se comporta de forma más similar al feocromocitoma que a la disautonomía, en la que las excursiones de la PA sistólica pueden llegar hasta 320 mmHg durante períodos de estrés. La PA en estos pacientes es sensible incluso a estrés leve como sucede con la exposición a la luz, sonidos abruptos o la aparición del médico frente al paciente13 . La disautonomía severa ocurre en 1 de cada 1.000 pacientes. Estos pacientes se caracterizan por respuestas impredecibles frente a condiciones fisiológicas y farmacológicas13 . Puede también ser secundaria a otras enfermedades como la diabetes, la amiloidosis, el carcinoma broncogénico, o ser un defecto autonómico primario como en la enfermedad de Parkinson, la demencia de cuerpos de Lewy, o el síndrome de Shy-Drager. Durante la anestesia de estos pacientes, el barorreflejo se altera no solo por los fármacos anestésicos administrados, sino también por la incapacidad del paciente de regular los cambios en la PA. A su vez, estos pacientes presentan un 451 cuadro similar a la hipersensibilidad por denervación por lo cual la respuesta a vasopresores como la noradrenalina y sus análogos es completamente impredecible. Es así como los pacientes con disautonomías con anestesia general están predispuestos a alteraciones de la PA que ponen en riesgo su vida13 . La bradicardia en pacientes con alteraciones autonómicas puede no responder a la atropina ya que el tono vagal se encuentra basalmente deprimido en ellos, por lo cual, otras alternativas como son el isoproterenol o el uso de marcapasos temporales pueden salvarles la vida13 . El estiramiento del seno carotídeo es interpretado por centros vasomotores superiores como hipertensión y, en respuesta, se genera reducción en la contractilidad y la FC y caída del tono vascular, llevando en algunos casos a la hipotensión14 . Durante las endarterectomías carotídeas, este efecto debe ser evitado ya que la hipotensión en el período postoperatorio puede poner al paciente en riesgo de infarto miocárdico o accidente cerebrovascular15 . AlRawi et al. publicaron que el estiramiento de la carótida se asociaba con disminución de la PA media y la FC, pero que no se observaba ese efecto si previamente se infiltraba la zona con lidocaína16 . No obstante, un metaanálisis que incluyó 4 estudios que evaluaban la eficacia del bloqueo del seno carotídeo durante las endarterectomías, concluyó que hay información insuficiente para determinar el rol del uso de anestésico local en reducir la labilidad de la PA postoperatoria17 . Así, otro estudio concluyó que la infiltración del cuerpo carotídeo con 1% de lidocaína durante la endarterectomía carotídea no encontró diferencias en la PA media y la FC intraoperatoria, como tampoco en las 12 h postoperatorias14 . El síndrome del seno carotídeo es una entidad rara causada por la exageración de la actividad normal de los barorreceptores en respuesta a un estímulo mecánico. Ha sido reconocido como complicación posquirúrgica de las endarterectomías carotídeas18 . El manejo anestésico de un paciente con este síndrome incluye 1) minimizar la extensión del cuello durante la laringoscopia o utilizar fibroscopio para la intubación si el paciente tiene síncopes frecuentes con el movimiento del cuello; 2) asegurarse de que durante la cirugía el personal o los instrumentos no apoyen sobre el cuello del paciente; 3) se prefiere la anestesia general ya que, como se comentará en los párrafos subsiguientes, los agentes inhalatorios y el propofol atenúan el barorreflejo19 . Con respecto a los fármacos anestésicos, hay varias consideraciones sobre su efecto en la interacción baroquimiorrefleja. La hipotensión inducida por el propofol se explica mediante una inhibición de la actividad neuronal simpática y una disminución de la sensibilidad del barorreflejo20 . Sato et al.21 concluyeron que la respuesta barorrefleja se encuentra atenuada con el uso de propofol a una concentración plasmática de 5 ug/ml. El mismo efecto fue observado con el uso de cualquier anestésico inhalatorio22---25 . Sin embargo, más allá del efecto intraoperatorio de los agentes anestésicos sobre el baroquimiorreflejo, es de especial importancia clínica conocer el tiempo que este permanece alterado. Con el propofol se ha observado que el reflejo permanece mitigado inclusive después de la interrupción de la infusión (Cp a 5 g/ml) y requiere 60 min para la recuperación completa21 . De igual manera, estudios en Documento descargado de http://www.elsevier.es el 26/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 452 pacientes con anestesia general con isofluorano y desfluorano determinaron que se requieren por lo menos 2 h para la recuperación completa del barorreflejo23 . Estos retrasos en la recuperación del barorreflejo significan que los pacientes presentan un riesgo elevado de desarrollar inestabilidad hemodinámica en respuesta a cambios posturales o hemorragias agudas durante, por lo menos, las 2 primeras h del postoperatorio. A diferencia del propofol, se ha visto que el etomidato mantiene estabilidad hemodinámica porque preserva tanto el flujo autonómico simpático como la totalidad del barorreflejo20 . No obstante, existe una condición clínica adicional a considerar en lo que respecta a la recuperación del barorreflejo posterior a una anestesia general: la hipotermia. Tanaka et al.26 comunicaron un retraso en la recuperación del barorreflejo en pacientes anestesiados con sevoflurano con hipotermia (temperatura promedio de 33,9 ◦ C) comparándolos con pacientes normotérmicos (temperatura promedio de 36,1 ◦ C). De esta manera, mantener la normotermia del paciente durante la cirugía parece ser esencial para acelerar la recuperación del barorreflejo y sus efectos protectores en el período postanestésico. El barorreflejo no es el único afectado por los fármacos. El propofol deprime la quimiosensibilidad del cuerpo carotídeo frente a la hipoxia, posiblemente por interactuar con la señalización colinérgica27 . Esto podría explicar el efecto depresor de la respuesta ventilatoria frente a la hipoxia aguda que posee este fármaco. Un estudio experimental más reciente demostró que el propofol inhibe la respuesta quimiorreceptora a la hipercapnia y al potasio en mayor medida que a la hipoxia28 . De igual manera, se observó que tanto el atracurio como el vecuronio inhiben la respuesta quimiorreceptora mediante el bloqueo de la transmisión colinérgica implicada en el reflejo29 . Reflejo de Bezold-Jarisch En 1867, von Bezold y Hirt describieron la tríada hipotensión, bradicardia y apnea como resultado de la inyección intravenosa de un extracto alcaloide obtenido del Veratrum viride o Viscum album en animales de laboratorio. La respuesta desaparecía al seccionar ambos nervios vagos. Esta publicación fue olvidada hasta que Jarisch en 1939 repitió el experimento, obteniendo la misma tríada, y lo consideró de naturaleza refleja. De ahí en adelante, fisiólogos y farmacólogos se refirieron a esta tríada como reflejo de Bezold-Jarisch30 . Actualmente se considera que la estimulación de los receptores asociados con el reflejo de Bezold-Jarisch resulta en una respuesta inhibitoria en la cual el tono simpático se encuentra anulado por un aumento drástico del sistema parasimpático, resultando en hipotensión, bradicardia y vasodilatación. Algunos autores consideran que hay 2 tipos de receptores involucrados31---32 . Por un lado, quimiorreceptores que se activan con los alcaloides de veratrum o, también, por otros estímulos como durante la angiografía coronaria (agentes de contraste hiperosmóticos inyectados en la arteria coronaria que irriga la pared miocárdica inferior)33 . Por otro lado, el reflejo se inicia por la activación de mecanorreceptores que R.A. Guerri-Guttenberg et al responden al estiramiento del ventrículo izquierdo con el objeto de señalizar cambios en el estado inotrópico y de volumen32 . En condiciones normales, un ventrículo con bajo volumen disminuye su contractilidad según dicta la ley de Frank Starling. Toda situación que resulte en la situación inversa, es decir, en la contracción forzosa de un ventrículo izquierdo casi vacío, activa el reflejo de Bezold-Jarisch. El reflejo de Bezold-Jarisch en el infarto de miocardio Pacientes que padecieron un infarto de miocardio suelen presentar signos de disfunción autonómica durante los primeros 30-60 min del episodio31 . La bradicardia y la hipotensión suelen ocurrir con mayor frecuencia en infartos posteroinferiores, mientras que la taquicardia y la hipertensión ocurren más comúnmente en pacientes con infartos anteriores31 . Esta respuesta autonómica se explica mediante el reflejo de Bezold-Jarisch. Como se ha dicho anteriormente, los mecanorreceptores involucrados en el reflejo se encuentran concentrados en la pared posteroinferior del ventrículo izquierdo. El miocardio isquémico estira los mecanorreceptores, desencadenando como respuesta bradicardia e hipotensión31 . En perros, se ha observado que la inyección de alcaloides de veratrum en la arteria circunfleja, que irriga la pared posteroinferior, genera hipotensión y bradicardia en mayor medida que cuando se inyecta en la descendente anterior, que irriga la pared anterior del corazón34 . Cirugía de hombro en posición sentada El reflejo de Bezold-Jarisch es considerado la etiología de la hipotensión y la bradicardia abrupta que se observa en el 13-28% de los pacientes sometidos a cirugía de hombro en posición sentada en los cuales se realizó un bloqueo interescalénico35---38 . El mecanismo del reflejo se cree que es la acumulación de sangre en el sistema venoso (inducido por la posición sentada) y un efecto inotrópico positivo (inducido por el efecto beta-adrenérgico de la epinefrina) que llevan a la contracción vigorosa del ventrículo izquierdo con poco volumen. El aumento de la epinefrina puede ser tanto endógeno, por la disminución del retorno venoso y la estimulación de los barorreceptores carotídeos, como exógeno, proveniente del anestésico local utilizado para el bloqueo, la infiltración de la piel o en la solución de irrigación36 . Se debe recordar que un cambio de posición de acostado a de pie moviliza un total de 500-700 ml de sangre hacia el sistema venoso de los miembros inferiores, reduciendo las presiones de llenado y el volumen/min39 . En este contexto, un ventrículo hipercontráctil con bajo volumen causa estimulación de los mecanorreceptores intramiocárdicos que, en pacientes susceptibles, desencadena un aumento del tono parasimpático con las subsiguientes vasodilatación arterial, hipotensión y bradicardia35,38 (fig. 2). El inicio de los cambios hemodinámicos ocurre entre los 12 y los 24 min tras haber sentado al paciente, pero se han llegado a observar hasta una hora después. En promedio presentan una caída de 31 ± 15 mmHg de la PA media y un descenso de 24 latidos/min37 . Especial cuidado debe tener el anestesiólogo si decide poner el manguito de la PA en Documento descargado de http://www.elsevier.es el 26/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Reflejos cardiopulmonares. Implicación en anestesiología Bloqueo InterEscalénico culo se encuentra hipercontráctil, y la pérdida masiva de sangre en forma abrupta genera una disminución del volumen ventricular con la subsiguiente activación del reflejo de Bezold-Jarisch43 . La bradicardia refleja observada en pacientes con hemorragia extrema puede ser entendida como un mecanismo protector para mejorar el llenado ventricular44 . La administración de agentes vagolíticos como la atropina no favorece la recuperación del cuadro y hasta puede ser perjudicial para el mismo. Corazón vacío Hipercontráctil + Simpático + Bezold-Jarisch 56 Bradicardia + Hipotensión Acumulación de Sangre en las Venas 30cm 453 80 Figura 2 Reflejo de Bezold-Jarisch durante la cirugía de hombro en posición sentada. La epinefrina utilizada en el bloqueo interescalénico genera un estímulo simpático y un aumento de la contractilidad miocárdica. La posición sentada lleva a la sangre a acumularse en los miembros inferiores disminuyendo el volumen telediastólico del ventrículo izquierdo. La hipercontractilidad de un ventrículo «casi vacío» activa el reflejo de Bezold-Jarisch con la consiguiente hipotensión y bradicardia. Es importante recordar que la posición del manguito de presión en los miembros inferiores va a subestimar la hipotensión del paciente (estando 30 cm por debajo se calcula una diferencia de 24 mmHg de TAM). los miembros inferiores ya que esto puede subestimar la hipotensión del paciente. Para cuantificar el gradiente hidrostático unos autores sugieren calcular que hay una caída de 1 mmHg de presión por cada 1,25 cm de gradiente40 . Por lo cual, si el manguito en el miembro inferior se ubica 30 cm por debajo del brazo, la PA media en esa región declive va a ser 24 mmHg más alta que si fuese medida a nivel de la arteria humeral (fig. 2). Gran parte de estos eventos han sido comunicados en pacientes con sedación moderada38 . El anestesiólogo debe estar prevenido si el paciente comienza con náuseas y mareo ya que son los síntomas que suelen anunciar el inicio del reflejo37,41 . Hemorragia severa aguda Habitualmente el cuerpo responde a la hemorragia severa con hipotensión y taquicardia. Esto se debe a que los barorreceptores carotídeos perciben baja presión y, mediante el barorreflejo, responden con un estimulo simpático que conlleva un aumento del inotropismo y del cronotropismo. Sin embargo, el 7% de los pacientes con shock hemorrágico agudo responde con bradicardia42 . Esta respuesta es siempre signo de sangrado severo que requiere rápida reposición de la volemia. Ocurre debido a que el ventrí- Profilaxis y tratamiento del reflejo de Bezold-Jarisch Hay varias recomendaciones para realizar profilaxis de efectos vasovagales en la cirugía en posición sentada, aunque sin evidencia adecuada que las respalde. Estas son: 1) administración adecuada de fluidos para restablecer el volumen sanguíneo circulante después del ayuno. Esta terapéutica tiene el objeto primario de restablecer el volumen diastólico y no el de subir la presión; 2) administración profiláctica de anticolinérgicos para bloquear la vía eferente parasimpática del reflejo37 ; 3) botas de compresión neumática secuencial para evitar la acumulación de sangre venosa en los miembros inferiores45 . Dado que se sabe que el estado inotrópico aumentado de la punta del corazón contribuye a la activación del reflejo, algunos autores postularon la utilidad de los bloqueadores beta adrenérgicos como profilaxis37,43 . Un estudio en particular establece que el metoprolol 2,5 mg hasta llegar a una frecuencia menor a 60 latidos/min o dosis máxima de 10 mg disminuye la incidencia del reflejo en pacientes operados en posición sentada46 . Sin embargo, hasta el momento hay datos contradictorios sobre su utilidad36 . Con respecto al tratamiento, se pueden adoptar medidas similares: con el fin de aumentar el volumen ventricular se recomienda elevar las piernas para incrementar el retorno venoso al mismo tiempo que se administra volumen IV. Se debe poder diferenciar si la disminución del volumen telediastólico es producto de una hemorragia severa (hipovolemia verdadera), en la cual se debe priorizar el aporte de volumen, o a un efecto de redistribución que responde eficazmente con aumentar el retorno venoso. Los anticolinérgicos suelen ser la primera opción para tratar la bradicardia durante una anestesia general. Sin embargo, la atropina puede no ser el mejor agente (como monoterapia) si la bradicardia se sospecha que está acompañada de vasodilatación, como sucede en el caso del reflejo de Bezold-Jarisch. La hipotensión durante un síncope vasovagal puede persistir después de revertir la bradicardia con la atropina47 . En contraste, los simpaticomiméticos como la efedrina pueden contrarrestar la vasodilatación en el sistema arterial y disminuir la acumulación de sangre en el sistema venoso. Interacciones con el barorreflejo El reflejo de Bezold-Jarisch generaría una reducción del consumo energético que puede jugar un rol beneficioso al reducir la isquemia y salvaguardar el tejido miocárdico durante un infarto, como también prevenir Documento descargado de http://www.elsevier.es el 26/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 454 lesión miocárdica en situaciones de bajos volúmenes y estados hipercontráctiles, como ocurre durante la cirugía con el paciente sentado. Sin embargo, en un estudio realizado en conejos se observó que el reflejo de Bezold-Jarisch anula el barorreflejo48 . Es decir, una vez que la hipotensión llega a un nivel crítico, no se activaría el barorreflejo para poder contrarrestarla. Es así como la activación del reflejo de Bezold-Jarisch puede poner la vida del paciente en riesgo si no es reconocida a tiempo y tratada como corresponde. Reflejo de Bainbridge En 1915, el Dr. Francis Arthur Bainbridge realizó un experimento en el laboratorio de fisiología de la Universidad de Durham de Londres en el cual evaluó la FC en respuesta al llenado venoso en perros, concluyendo que: 1) el aumento del llenado venoso del corazón (tanto mediante la inyección rápida de poco volumen como mediante la inyección lenta de mucho volumen) lleva a un aumento de la presión venosa y a una aceleración del corazón, proceso en el cual la presión puede mantenerse estable o elevarse levemente; 2) el aumento de la FC observado es de origen reflejo ya que no ocurre después de la sección del vago y los nervios «aceleradores del corazón» (simpático) y de la ligadura de la vena suprarrenal; 3) la aceleración del corazón se debe principalmente a una disminución del tono vagal y, en parte, a un aumento en el «tono acelerador». No hay evidencia de que la actividad suprarrenal esté aumentada; 4) el aumento de la FC no está necesariamente acompañado de cambios en la PA o en movimientos respiratorios ni depende del tipo o cantidad de fluidos; 5) la aceleración cardíaca está asociada con un aumento en la presión venosa, y ocurre cuando el aumento de la misma es el suficiente como para dilatar el corazón; tras cortar el nervio vago, estando «el nervio acelerador cardíaco» intacto, el aumento de la presión venosa no produce taquicardia49 . En pocas palabras: el reflejo de Bainbridge comienza en receptores de estiramiento ubicados en la zona de unión entre la vena cava y la aurícula derecha y las venas pulmonares con la aurícula izquierda que responden a cambios de volumen. La vía aferente son fibras nerviosas vagales y la vía eferente genera inhibición del flujo vagal y estimulación simpática hacia el nodo sinusal, causando taquicardia. El efecto está limitado al nodo sinusal y no compromete los ventrículos, por lo cual no hay aumento del inotropismo. El reflejo de Bainbridge reverso El reflejo de Bainbridge reverso consta en disminución de la FC en respuesta a una disminución en el retorno venoso. De esta manera se considera que los receptores de estiramiento se encuentran tónicamente activos, influyendo la respuesta de disparo del nódulo sinusal. De esta forma una reducción en el retorno venoso causaría una desactivación de estos receptores, iniciando una reducción refleja de la FC50 . R.A. Guerri-Guttenberg et al Implicaciones anestesiológicas del reflejo de Bainbridge Los bloqueos neuroaxiales pueden originar trastornos del ritmo cardíaco. El reflejo de Bainbridge reverso estaría implicado en la bradicardia secundaria a anestesia subaracnoidea50 . Esta produce denervación simpática preganglionar que genera dilatación arterial (disminuyendo la resistencia vascular periférica) y venosa (generando reducción del retorno venoso, volumen sistólico y volumen/min) y, por ende, hipotensión arterial. Como se mencionó previamente en el presente artículo, el barorreflejo respondería a la hipotensión con activación del sistema simpático que, entre otras cosas, generaría taquicardia. Sin embargo, el bloqueo alto deja al corazón sin actividad simpática y con el nódulo sinusal a merced de las fibras vagales, sobreviniendo así la bradicardia. El artículo de Crystal et al.50 nos recuerda que, dado que las fibras simpáticas que inervan el corazón se originan desde los niveles T1-T4, bloqueos neuroaxiales realizados por debajo de este nivel permitirían la regulación del barorreflejo con la consiguiente taquicardia compensadora. Además de la explicación anatómica, los autores comentan que hay 2 razones adicionales para considerar al reflejo de Bainbridge reverso como el responsable y anular la teoría del bloqueo simpático. Primero, el grado de enlentecimiento del corazón no se correlaciona con el nivel de anestesia sino con el grado de descenso de la PA. El factor común es el retorno venoso y, por ende, la presión auricular derecha. En segundo lugar, en un paciente hipotenso con bradicardia secundaria a un bloqueo intratecal alto (por arriba de T4), al elevarle las piernas se incrementa tanto la PA como la FC. Por eso se considera que, si la bradicardia fuese estrictamente por el bloqueo de fibras simpáticas cardíacas, el cambio postural no debería tener efecto en la FC50 . Tratamiento de la bradicardia secundaria a bloqueos neuroaxiales La atropina es un fármaco comúnmente utilizado para el tratamiento de bradicardias sinusales secundarias a bloqueos neuroaxiales, debido a que bloquea los efectos vagales sobre los receptores M2 del marcapaso nodal SA. Sin embargo, a dosis menores, la atropina puede generar reducción de la FC como resultado del bloqueo de los receptores M1 sobre las neuronas parasimpáticas posganglionares, que alivia los efectos inhibidores de la acetilcolina sináptica y aumenta la liberación del transmisor51 . Pacientes jóvenes, con predominio del tono vagal, una FC basal baja y anestesia subaracnoidea podrían ser más susceptibles de presentar bradicardia y/o asistolia y además una respuesta nodal a la administración de atropina44 . Errando44 comunicó 4 casos en los cuales se generó un ritmo nodal tras la administración de atropina a pacientes bradicárdicos bajo anestesia subaracnoidea. La atropina habría favorecido el predominio del marcapaso del nódulo auriculoventricular al disminuir los impulsos al nódulo sinusal. El mismo autor explica que, aunque algunos recomiendan la administración de atropina, el tratamiento en estas situaciones debiera ser incrementar el retorno venoso pero, dada la lentitud de acción de esta medida, la inyección de un fármaco simpaticomimético vasoconstrictor, como la Documento descargado de http://www.elsevier.es el 26/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Reflejos cardiopulmonares. Implicación en anestesiología efedrina o la adrenalina (este último en caso de asistolia o si la bradicardia es súbita o intensa) sería el tratamiento de elección44,52 . 455 El conocimiento de estos reflejos y sus interacciones permite entender, predecir y tratar las variaciones hemodinámicas que pueden ocurrir durante una anestesia tanto general como regional. Controversias sobre su existencia Varios autores consideran que no hay evidencia suficiente a favor de la existencia del reflejo de Bainbridge, ya sea por la dificultad de reproducir el efecto en los humanos, ya sea por la persistencia del reflejo después de la vagotomía53 . La magnitud de la respuesta en humanos puede ser inferior a la observada en animales. Respuesta vasovagal La respuesta vasovagal es comúnmente observada en la anestesiología. El término síncope vasovagal fue acuñado por sir Thomas Lewis en 1932, que lo definió como hipotensión y bradicardia mediadas por un estímulo vagal. Por otro lado, algunos autores reconocieron el reflejo de BezoldJarisch como el responsable de las respuestas vasovagales31 . Sin embargo, la relación entre ambos no es del todo clara. Pacientes postrasplantados cardíacos han tenido síncopes vasovagales aun no habiendo evidencia que demuestre la reinervación del corazón trasplantado. Asimismo, estudios ecocardiográficos fallaron en demostrar un ventrículo vacío o contracciones vigorosas durante episodios sincopales. En otras palabras, la respuesta vasovagal no está limitada al reflejo de Bezold-Jarisch, ya que el estímulo desencadenante no solo proviene del disparo de mecanorreceptores cardíacos, sino también puede originarse de centros superiores mediante el dolor, las emociones, o la activación del seno carotídeo (barorreflejo). Conclusión En resumen, el reflejo de Bezold-Jarisch se dispara cuando el ventrículo izquierdo se encuentra casi vacío pero contrayéndose vigorosamente, y resulta en bradicardia e hipotensión. El reflejo de Bainbridge reverso consiste en la disminución de la FC en respuesta al bajo volumen auricular derecho (disminución del retorno venoso) sin repercutir sobre el estado inotrópico del corazón. El quimiorreflejo del cuerpo carotídeo, el barorreflejo del seno carotídeo y los reflejos pulmonares interactúan entre sí para regular la ventilación y la PA. El término «respuesta vasovagal» se refiere a hipotensión y bradicardia por activación parasimpática, engloba el reflejo de Bezold-Jarisch pero no está limitado al mismo. Las interacciones entre el barorreflejo, el quimiorreflejo, el control local, los reflejos pulmonares, el reflejo de Bezold-Jarish y el reflejo de Bainbridge son una demostración de la riqueza en las respuestas y lo impredecible que es el control cardiovascular de los seres humanos. El anestesiólogo debe, a su vez, afrontar muchas otras variables como fármacos anestésicos, la manipulación quirúrgica, la posición en la que se realiza la cirugía y la medicación que consume el paciente, que entran en juego para alterar el control cardiovascular, ya sea atenuando, ya sea acentuando los reflejos cardiopulmonares. Por esto, durante una anestesia es difícil atribuir una respuesta hemodinámica a un único factor. Conflicto de intereses Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses. Bibliografía 1. Bechir M, Binggeli C, Corti R, Chenevard R, Spieker L, Ruschitzka F, et al. Dysfunctional baroreflex regulation of sympathetic nerve activity in patients with vasovagal syncope. Circulation. 2003;107:1620---5. 2. Grana D, Guerri-Guttenberg R, Tobli J, Azzato F, Milei J. Patología del cuerpo carotídeo y estructuras anexas en pacientes hipertensos fallecidos por accidente cerebro-vascular y en ratas espontáneamente hipertensas. Prensa Médica. 2008;95:362---5. 3. Guerri-Guttenberg R, Carrero C, Grana D, Milei J. Efectos de la hipoxia en la interacción baroquimiorrefleja. Rev Fed Arg Cardiol. 2008;37:130---5. 4. Carrero C, Guerri-Guttenberg R, Grana D, Milei J. Los baroquimiorreceptores carotídeos: órganos blanco de la hipertensión arterial. Rev Argent Cardiol. 2007;75:202---6. 5. 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