Jornadas La Fiscalía avisa que los padres pueden ir a prisión si sus hijos se dedican a hacer novillos El absentismo escolar, si se produce de manera reiterada, está tipificado como delito según el artículo 226 del Código Penal 30-06-2010 Asistentes al seminario sobre absentismo escolar y entre ellos el fiscal López Bernal. MULTIMEDIA Fotos de la noticia NOTICIAS RELACIONADAS Antonio Arroyo: «La Policía va a la casa del menor si falta a clase». Comunidad Jorge Serna: «Hay que cambiar el temario y hacerlo más atractivo». Comunidad Las claves. Comunidad Que un hijo haga novillos, es decir que no vaya a clase sin justificación, puede salirle caro a sus padres. De hecho, el absentismo escolar es considerado delito y la Fiscalía ha abierto varios expedientes durante el curso recién acabado que podrían suponer la retirada de la patria potestad e incluso penas de prisión. El fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia, Manuel López Bernal, indicó ayer que el absentismo escolar «está tipificado como delito, tal y como recoge el artículo 226 del Código Penal, por el incumplimiento reiterado de las obligaciones de los padres, tutores y guardadores legales o de hecho». En el marco de la V Jornada regional sobre prevención del absentismo escolar, que tuvo lugar en el Archivo Regional, López Bernal señaló que «los órganos competentes tenemos que involucrarnos para evitar este fenómeno y desde la Fiscalía hemos abierto investigaciones y elaborado los primeros expedientes contra quienes incumplen la Ley del Menor al permitir ese absentismo» y aseguró que a los padres o responsables del menor «se les puede retirar la patria potestad y se pueden sentenciar penas hasta de prisión, según sea el caso». Antes de inaugurar la Jornada, el consejero de Educación, Formación y Empleo, Constantino Sotoca, se refirió a la importancia de trabajar «todos juntos» para prevenir esta mala práctica. «Este seminario tiene más valor todavía por el hecho de que nos presentamos a él con el Plan Regional de Prevención, Seguimiento y Control del Absentismo Escolar y el Abandono Educativo Temprano, que fue aprobado por el Consejo de Gobierno y que conlleva que la comunidad educativa al completo –alumnos, profesores y padres–, más la Fiscalía y los Servicios Sociales se involucren y trabajen de manera integral y coordinada para resolver un problema que tiene una incidencia tremenda en el fracaso escolar», comentó. Dicho plan consta de 66 medidas divididas en cuatro bloques de actuación –prevención y seguimiento, intervención y control, coordinación y formación y análisis y evaluación– y de entre ellas el consejero destacó «la constitución de una mesa regional para abordar el absentismo escolar, lo que supone un buen punto de partida para esta lucha contra algo que tenemos que erradicar para conseguir el éxito de los alumnos». Uno de los «principales objetivos» del plan será tipificar las conductas absentistas, que pueden estar motivadas por muy variados factores. «Esto va a permitir llevar un control más riguroso sobre este fenómeno y tomar las medidas preventivas oportunas en función de la incidencia real que exista en nuestros centros», comentó. No hay un perfil concreto del adolescente que no asiste a clase de forma voluntaria, pero en él suele darse «un componente socio-familiar, que influye de manera importante en que no vayan bien en los estudios y tengan desgana y apatía», puntualizó Sotoca. Según el consejero, una de las cuestiones que abordará el plan contra el absentismo es la declaración de centros de atención preferente, que serán los que atiendan a más niños con necesidades educativas especiales». Igualmente, se crearán comisiones municipales para el control del absentismo, las primeras de las cuales se han constituido en Cartagena y en Molina de Segura. Por su parte, Juan Navarro, jefe de servicio de Atención a la Diversidad de la consejería de Educación, reconoció que el absentismo escolar es «un fenómeno que antes estaba estrechamente ligado a las clases desfavorecidas, pero ya no es así» y mostró algunas claves para evitarlo. «Hay que incidir en la familia, sin ser tolerantes, pues el menor debe asistir a clase a diario; y también hay que hacer accesible la educación y adecuar el nivel docente, no digo bajarlo, a los alumnos que no tienen las mejores aptitudes», declaró.