ESCUELA AUSTRIACA, NEUROECONOMÍA Y NEUROLOGÍA COGNITIVA (III) 4-6-10 Mauricio A.M. Vázquez "La administración del gran sistema del universo, el cuidado de la felicidad universal de todos los seres racionales y sensibles, es el negocio de Dios y no de los hombres. A éstos se les ha dado un departamento mucho más humilde aunque más adecuado a la debilidad de sus poderes y a la cortedad de su comprensión: el cuidado de su propia felicidad, de la de su familia, de sus amigos y de su localidad". Adam Smith ESCUELA AUSTRÍACA DE ECONOMÍA: un paradigma amplio de racionalidad Tal vez llegado hasta aquí, el lector podría aventurar que estuviésemos por decir algo diferente, sin embargo, nos vemos obligados a afirmar, que el presupuesto principal en base al cuál desarrollará su cuerpo teórico la EAE, es también el de la Acción Racional. Sin embargo, para el máximo exponente de la EAE, Ludwig Von Mises 1 , la acción humana racional, significa algo muy distinto a todo lo que hemos visto hasta el momento, de la mano de la Escuela Neoclásica. Para Mises, “[…] la acción humana es concebida como el intento deliberado de sustituir un estado de cosas menos satisfactorio por otro más satisfactorio”. (Mises, 1949:13;40). Desde este punto de vista, que la acción humana sea racional, solo implica que el ser humano actúa por un fin, y que en función de ese fin, dispone los medios que cree convenientes. Por definición, dirá Mises, esos medios son siempre escasos, y por ende, el individuo realizará un ordenamiento prioritario de sus fines, con la intención de satisfacer sus deseos. Lo más importante para nosotros, y lo particular de este paradigma, es que para la EAE, la Acción Racional, bajo ningún punto de vista implica Eficiencia ni Moralidad: “Racional no implica que se asignan con perfecta eficiencia los medios escasos con referencia a los fines prioritarios, teniendo perfecta y completa información, sino que, en la concepción misiana, implica que se asignan medios a fines, en medio del posible error en cuanto a la asignación y la incertidumbre respecto al conocimiento de los medios y los fines, dada la limitación del conocimiento humano” (Zanotti, 1993: 16) Y decimos que no implica tampoco moralidad, porque desde el punto de vista misiano, la acción racional es simplemente toda acción, como ya hemos dicho, libre y realizada de manera conciente, en la cual el individuo elige sus fines y dispone los medios para alcanzarlos, y desde este punto de vista, la acción racional contempla tanto la acción del Santo como la del Avaro, “[…] la del Científico en su laboratorio, como la del hombre que danza para pedir lluvia” (Mises,1949:36;64) Dicho todo lo cual, podríamos volver ahora a la pregunta del apartado anterior: ¿Qué tiene para decir la EAE sobre la maximización? Para el modelo neoclásico, la acción racional del Homo Œonomicus implicaba siempre una maximización de utilidad 2. Para la EAE, siempre y cuando la utilidad se comprenda formalmente, es decir, como una característica intrínseca de toda acción humana que se oriente a la consecución de un fin, independientemente del contenido concreto del beneficio que se obtenga, puede decirse dentro del paradigma, que toda acción humana busca la utilidad porque toda acción humana obra en función de determinado fin. Sin embargo, dirá la EAE, en la medida en que se presuponga que toda acción humana busca utilidad, pero entendiendo a esta como la maximización del beneficio monetario, se incurre en una grave falsedad antropológica. (Zanotti, 1996:95) “[…] Ludwig von Mises sostiene el criterio de maximización de beneficios en el sentido formal referido anteriormente, colocado como uno de los principales axiomas de la praxeología 3 (a veces pareciera que fuese <el> axioma). Tal cosa NO se refiere, en principio, a la maximización monetaria, pues Mises aclara en forma explícita que la praxeología no puede afirmar ningún contenido concreto del fin de la acción humana” (Zanotti, 1996:95) A esta concepción de racionalidad, es a la que llamaremos en adelante, Racionalidad en Sentido Amplio (RSA), en contraposición a la RSR, que definimos en el capítulo anterior, y en resumen, sus presupuestos principales, parafraseando a Zanotti, son: Toda conducta racional está condicionada por el error, teniendo en cuenta el presupuesto de limitación del conocimiento humano. Toda conducta humana, dado el presupuesto de limitación del conocimiento humano, y dada la acción libre de las otras personas, se plasma en un contexto de incertidumbre. Toda conducta humana, por lo tanto, implica cierto grado de ignorancia; ignorancia que no es solo el desconocimiento de algo que se sabe que no se sabe, sino de algo que no se sabe que no se sabe. Teniendo en cuenta todo lo anterior, toda conducta humana se encuentra predispuesta a la posibilidad del descubrimiento de otras posibilidades de acción, dado el presupuesto conjetural de la inteligencia humana. Ninguna conducta humana, entonces, asigna medios dados a fines dados, sino que asigna libremente medios que deben descubrirse a fines libremente elegidos y que también deben descubrirse. En ningún momento se presupone eficiencia alguna en la acción. (Zanotti, 1993:59;60) Estas últimas cuestiones, nos retrotraen a lo enunciado en el apartado anterior, sobre el Equilibrio en la Escuela Neoclásica. En aquél entonces, dijimos que la Teoría Neoclásica, parte del supuesto de un mercado en Equilibrio, para luego, mediante aportaciones ad-hoc, comenzar a acercarse a la realidad, y que esta concepción del Equilibrio, de algún modo presuponía las características de racionalidad omnímoda, que se derivan del concepto de Homo Œonomicus. Por el contrario, creemos que en gran parte debido a la diferente concepción antropológica que subyace a la EAE, esta no parte de un mercado en equilibrio, sino que concentra su atención en aquellos procesos que llevan a que un mercado tenga alguna vez la posibilidad de equilibrarse (sin decir en ningún momento que esta situación vaya a alcanzarse efectivamente). En la medida que la EAE, se focalizó sobre estos procesos de descubrimiento y de ordenamientos espontáneos, más y más evidente se fue haciendo la necesidad, de trabajar con un concepto de R.S.A, como el que acabamos de postular, porque “[…] el presupuesto de acción racional en sentido amplio es totalmente coherente con una epistemología de las ciencias sociales que tenga claro que el objeto de estudio de las ciencias sociales en cuanto a procesos es el orden espontáneo”. (Zanotti, 1993:60) Es por eso que la pregunta principal para Hayek, se referirá a qué condiciones son necesarias, para que un conjunto de personas actuando bajo el presupuesto de conocimiento disperso, y con las características intelectuales propias del paradigma escocés, que ya hemos mencionado, alcancen un resultado general que si tuviera que ser planeado deliberadamente por una sola mente, esta debería contar con un intelecto que ninguna de las mentes implicadas en el proceso, realmente posee; es decir, debiera comportarse como un Homo Œonomicus. (Zanotti, 1993:22) Volveremos sobre las implicancias que tienen estos procesos de descubrimiento, y de ordenamiento espontáneo, para nuestro ensayo, más adelante. Por último, a los efectos de nuestra investigación, es necesario resaltar que Mises parte de una concepción antropológica del hombre fundada en el libre albedrío; para él, la acción racional es por definición, deliberada. Sin embargo, como explica Zanotti, “[…] no encuentra las bases filosóficas del libre albedrío en los argumentos escolásticos tradicionales. Su argumentación, expuesta con claridad sobre todo en el punto 3 del capítulo 5 de Teoría e Historia, consiste en decir que, dado que nada sabemos del proceso que genera las ideas y los pensamientos, no podemos establecer una relación causal entre éstos y los fenómenos fisicoquímicos, con lo cuál dicha <ausencia de conocimiento> fundamenta a una conducta humana libre de un determinismo materialista. (Zanotti, 1996:33) Con referencia a esto, solo tenemos para agregar, que si bien a continuación expondremos novedosas proposiciones científicas sobre los procesos fisicoquímicos que conforman la estructura del pensamiento humano, seguimos creyendo que los mismos son simples condicionantes y que por ninguna razón, debiera ponerse en duda el presupuesto de libre albedrío que subyace a la acción racional de los seres humanos. 1.Ludwig von Mises, 1881-1973. Nació en la ciudad de Lemberg, que entonces formaba parte del imperio Austro-Húngaro y que ahora, con el nombre de Lvov, pertenece a Ucrania. Estudió y se doctoró en la Universidad de Viena, donde fue discípulo directo de Böhm-Bawerk y seguidor de Carl Menger, convirtiéndose en uno de los más destacados y respetados representantes de la Escuela Austriaca. De 1920 a 1934 von Mises mantiene un seminario de economía en la Cámara de Comercio de Viena al que asisten no solo alumnos de su entorno centroeuropeo, Friedrich Hayeck, Fritz Machlup, Gottfried von Haberler, Paul Rosenstein-Rodan y Oskar Morgenstern, sino que también atrae discípulos procedentes de países más alejados como Ragnar Nurkse y Lionel Robbins. En 1934 acepta un puesto como profesor del Institut Universitaire des Hautes Études Internationales en Ginebra, Suiza, donde permanece hasta 1940, que emigra a los Estados Unidos. Da clases en la New York University, Graduate School of Business Administration donde reconstruye su seminario atrayendo nuevos discípulos como Murray N. Rothbard e Israel M. Kirzner. También visita esporádicamente la Escuela Nacional de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México y otros países latinoamericanos. Durante toda su vida fue un destacado publicista del liberalismo dedicando muchas páginas a demostrar la inviabilidad del socialismo. 2. Utilidad, utilidades: (profit/gain/earnings/income). Provecho, beneficio, conveniencia, interés o fruto que se obtiene de una cosa./El excedente del precio de venta sobre el costo de cualquier transacción. http://www.cnbv.gob.mx/recursos/Glosario1U.htm. 3. La Praxeología o praxiología es la ciencia de la acción humana. El término fue acuñado en 1890 por Alfred Espinas en la Révue Philosophique, pero se usa comúnmente en relación con la obra del economista austríaco Ludwig von Mises y sus seguidores. Von Mises intentó encontrar la raíz conceptual de la economía. Como otros economistas clásicos, rechazaba el uso de la observación, diciendo que los actores humanos eran demasiado complejos como para reducirlos a sus componentes y demasiado conscientes de sí mismos como para no alterar su comportamiento al saberse observados. La observación de la acción humana, o la extrapolación a partir de datos históricos, por tanto, sufrirían siempre de la contaminación por factores pasados por alto, a diferencia de las ciencias naturales. Para contrarrestar la naturaleza subjetiva de los resultados del análisis histórico y estadístico, von Mises propuso el estudio de la estructura lógica de la acción humana. De la praxeología, Mises derivó la idea de que cada acto consciente del ser humano tiene como meta la mejora del nivel de satisfacción de la persona. Tuvo especial cuidado en señalar que la Praxeología no se ocupa de la definición individual de lo que es la satisfacción, sino sólo el modo en el que el individuo la busca: la forma en que la persona incrementa su satisfacción eliminando una fuente de descontento. Ya que el futuro es incierto, toda acción es especulativa. Fuente http://es.wikipedia.org/wiki/Praxeolog%C3%ADa