Televisión Digital vía Satélite La Televisión Digital vía Satélite es el resultado de la aplicación de la tecnología digital a la señal de televisión, para luego transmitirla a una amplia zona geográfica por medio de satélites de comunicaciones, en contraste con la televisión terrestre, cuyas ondas no salen de la atmósfera, o la televisión por cable, basada en la transmisión a través de redes de fibra óptica y cable coaxial. La transmisión de Televisión Digital vía Satélite se divide en dos tramos claramente diferenciados: El enlace ascendente o uplink , mediante el cual el centro emisor envía las señales de televisión al satélite utilizando grandes antenas parabólicas (de 9 a 12 metros de diámetro) . Y el enlace descendente , o downlink , por medio del cual el satélite retransmite la señal de televisión recibida hacia su zona de cobertura sobre la superficie de la tierra, utilizando una banda de frecuencias diferente a la del enlace ascendente, para evitar interferencias. Para recibir la Televisión Digital vía Satélite en su hogar es necesario disponer de una antena parabólica correctamente orientada al satélite de comunicaciones correspondiente, un dispositivo de selección de bandas y amplificación denominado LNB y de un sintonizador de canales digitales (para canales "en abierto") o un decodificador (para canales pertenecientes a alguna plataforma de pago). El estándar utilizado en España para la transmisión de Televisión Digital vía Satélite , al igual que en el resto de países de la Unión Europea, es el DVB-S y DVB-S2 ( Digital Video Broadcasting - Satellite ). El estándar para la transmisión de televisión digital por satélite DVB-S parte de la trama de transporte proporcionada por el MPEG-2 , introduciendo distintas capas de protección a la señal para adecuarla a las características del canal por el que debe transmitirse. Tanto DVB-S como DVB-S2 utiliza la modulación QPSK . Las principales ventajas de DVB-S2 son una eficacia un 30% mayor que con DVB-S, una mayor gama de aplicaciones tanto para uso doméstico como profesional, técnicas como la adaptación de codificación para maximizar el valor de uso de los recursos del satélite y retrocompatibilidad hacia la generación anterior, DVB-S. Debido a las altas prestaciones que disfruta el sistema DVB-S2, puede ser una herramienta útil en las siguientes aplicaciones diseñadas para este sistema como servicios de radiodifusión, servicios interactivos, tv digital y otras aplicacione profesionales. MODULACION DIGITAL EN TV La modulación digital a emplear, dependerá del sistema de transmisión a utilizar (terrestre, satélite o cable). El estándar DVB, contempla los siguientes formatos: - DVB-S: modulación QPSK. - DVB-T: modulación COFDM. - DVB-C: modulación QAM. DVB-S La modulación que se utiliza en la transmisión vía satélite se denomina modulación QPSK, esta modulación no incorpora ningún tipo de información en la amplitud de la señal para evitar el ruido atmosférico, y la información se envía en las variaciones de fase de la señal. El principal inconveniente es que requiere un ancho de banda de transmisión relativamente alto (36 MHz), aunque en los sistemas de transmisión vía satélite no existen grandes limitaciones en este aspecto. La figura siguiente representa un esquema simplificado de un codificador DVB-S. Aleatorización (inversión del byte de sincronismo y aleatorización de los datos) El código fuente MPEG-2 está organizado en paquetes con una longitud de 188 bytes (4 de cabecera + 184 de datos). Esta aleatorización busca asegurar transiciones entre los dos estados lógicos por tal que el reloj del descodificador se pueda sincronizar fácilmente y además reducir las interferencias. Este proceso de aleatorización ha de estar activo incluso cuando en la entrada del modulador no hay señal: esto evita la emisión de una portadora sin modular. El primer byte siempre es 47H. Codificación convolucional y código perforado: Es otra codificación para corrección de errores, con un código Viterbi. Este tipo de codificación es muy adecuado para situaciones en las que la relación C/N es baja, y se adapta a diversos parámetros de la transmisión, introduciendo más o menos redundancia en función de las características particulares de cada enlace. El código obtenido se denomina convolucional. Por ejemplo, en la situación más crítica se duplica el régimen binario de la señal (se aplica un código ½: 2 bytes de salida por cada uno de entrada), pero esto hace que la eficiencia espectral se reduzca a la mitad, ya que sólo la mitad de los bytes transmitidos contienen información. Para situaciones mejores se pueden realizar perforaciones del código, es decir, reducir la redundancia enviando sólo parte de los bytes obtenidos a la salida del codificador convolucional: se obtienen relaciones 2/3, ¾, 5/6 o 7/8, con menor protección de la señal. Filtrado banda base: Se realiza un filtrado paso bajo de la señal, par acotar su ancho de banda y evitar la interferencia entre símbolos. Es un filtrado de Nyquist con un filtro de coseno alzado, con un factor de roll-off del 35%, con lo que se tiene un ancho de banda a la salida del filtro de 1,35 veces el ancho de banda ideal de la señal en banda base. El factor de rolloff es el fruto de estudios y simulaciones realizadas previamente a la aprobación final del estándar.