> Entrevista con Pilar Jericó, presidenta de Be-Up “El nuevo estilo de liderazgo es el que consigue que las personas den lo mejor de sí mismas” Yo creo que Silicon Valley está marcando las tendencias de futuro. Las empresas allí instaladas no son representativas del tejido empresarial americano, pero sí son las que marcan las pautas. Las que están haciendo hoy lo que las demás harán mañana. Una de las cosas que más me impresionó cuando yo estuve en Silicon Valley fue el uso de la tecnología en la gestión de recursos humanos. Por ejemplo, es impresionante el Proyecto Oxígeno, de Google. Han sido capaces de medir cuáles son los mejores líderes de la compañía empleando sus motores de búsqueda y correlacionando evaluaciones del desempeño, con la definición de objetivos y las evaluaciones 360º. Han elaborado un ranking de ocho puntos con las mejores competencias y cualidades de los directivos y jefes que, relacionado con las evaluaciones y con la consecución de resultados, definen el perfil del líder. Es decir, lo primero es la tecnología. Pilar Jericó es doctora en Organización de Empresas y licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales, por la Universidad Autónoma de Madrid. Ha realizado estudios de especialización en Estrategia en Harvard University, en Comportamiento Organizativo en UCLA y en West Point (EE UU). Ha sido pionera en el análisis del talento, el impacto del miedo y en el desarrollo empresarial en España y Latinoamérica. Preside Be-Up, una firma especializada en innovación en la gestión y el liderazgo que trabaja para empresas nacionales y multinacionales en Europa y en Latinoamérica. Utilizar la tecnología es fundamental para una toma de decisiones más eficaz en recursos humanos basada en indicadores y Cuadros de Mando. Lo que Google denomina “People Analytics”. En materia de tecnología yo destacaría también la “muerte” de todo aquello que no sea tecnología móvil. Hoy todo está basado en apps y tabletas. Las intranets, tal y como las conocemos hoy, van a dejar de existir. ¿Otra tendencia es la gamificación? La gamificación tiene mucho recorrido. Se puede aplicar en formación, en selección y en otros campos porque no consiste solo en jugar, es algo mucho más profundo. Pero, no todo es tecnología. El próximo 23 de octubre será la moderadora de la sesión sobre “Un nuevo liderazgo para un nuevo modelo en los negocios: La visión de la Dirección General”, que se celebrará en el seno del 48º Congreso Nacional de AEDIPE bajo el lema “Transformar la energía en talento”. En dicha sesión, patrocinada por Wolters Kluwer, participarán Rosa García, Presidenta de Siemens, Rosalía Portela, CEO de ONO, y Paloma Beamonte, Presidenta de Xerox. En esta entrevista analiza las últimas tendencias en gestión de personas y el nuevo concepto de liderazgo que ya se está poniendo en práctica en Silicon Valley. ¿Cuáles actualmente las tendencias más avanzadas en gestión de personas? 96 Capital Humano www.capitalhumano.es Cierto. En Silicon Valley ya tienen una guerra clarísima por el talento que, antes o después, llegará a Europa y a España. Talento entendido como lo que permite alcanzar resultados. Gente joven o menos joven, pero capaces de lograr objetivos. En la guerra por el talento el ganador es el empleado.Antes se decía que el cliente era el rey. Ahora lo va a ser el empleado con talento. ¿Qué significa eso? Pues que te voy a dar libertad para que vengas o no a la oficina porque lo que me importa es que logres tus objetivos. Es más, también te vas a tener que preocupar por tu formación. Hay compañías que tienen un presupuesto asignado a cada empleado para su formación y es él el que decide en qué quiere gastarlo. Eso es una demostración de confianza. ¿También va a cambiar el estilo de liderazgo? Absolutamente. El eje es dar más libertad y pedir más responsabilidad. Normalmente se pone a Steve Jobs como ejemplo de liderazgo, pero en Silicon Valley no está reconocido como un líder, sino como un visionario. Vamos hacia un estilo de liderazgo orientativo. Como dice Alex Castellarnau, de Dropbox, no se trata de que el líder sea como una flecha que marca la dirección, sino como un espejo que refleja en qué te puedes convertir, cuál puede ser la mejor expresión de ti mismo. El estilo de liderazgo de Silicon Valley es el que busca a las mejores personas para que den lo mejor de sí mismos. No diciéndoles lo que tienen que hacer, sino haciendo que sean ellos los que sean capaces de decir qué es lo que se tiene que hacer. ¿Eso cambia el concepto tradicional de empleado? Exacto. En el libro “La ética del hacker y el espíritu de la era de la información”, el finés Pekka Himanen lo explica muy bien. Los hackers1, que no hay que confundir con los crackers, no están sujetos a horarios ni a estructuras tradicionales. Manejan el tiempo como ellos consideran, no están sujetos a nada. Entonces, si el talento es tan importante para un porcentaje cada vez mayor de puestos se van a tener que utilizar unos criterios de gestión diferentes. Se está creando la figura del Employee Experience Manager, un perfil que sustituye al Facility Manager.Ya existe en Dropbox y en Microsoft. Da igual cómo y dónde trabajes. Lo que se trata es de diseñar un ‘contexto experiencial’ para que los medios físicos te ayuden a desempeñar mejor tu trabajo. Por ejemplo, en la consultora IDEO todo el espacio se adapta al proyecto y las necesidades de cada equipo concreto. La idea es crear una experiencia completa para el empleado, en la que tiene mucho que ver la ergonomía, el diseño, la tecnología. Todo esto parece que nos queda muy lejano. Es lo que está pasando en Silicon Valley y lo que va a pasar en España dentro de unos años. La guerra por el talento va a ser muy dura. Hoy parece ciencia ficción pero es lo que va a ocurrir de aquí a unos años. ¿En el futuro el talento va a ser más escaso? No solo es que va a ser más escaso, sino que atraerlo va a ser más duro. Lo más difícil va a ser superar las cicatrices producidas por la crisis. Cuando en Estados Unidos se empezó a hablar de compromiso después de unos procesos de reingeniería que provocaron el despido de casi 15 millones de personas, el trabajador respondió de una manera muchísimo más beligerante porque recordaba que le habían despedido a él, a su padre o a su hermano. Eso también va a pasar aquí. ¿Dónde van a quedar el aspecto humano en ese entorno tan tecnológico? En muchas empresas se hace formación muy orientada a temas de gestión emocional. En un mundo tan tecnológico como Silicon Valley se hace mucha formación en gestión de las emociones. ¿Eso eleva el nivel de exigencia para el jefe? Lo eleva pero es apasionante porque cambia considerablemente el concepto de liderazgo. Ailee Lee, en su artículo “Wellcome, to the Unicorn Club”, descubrió en 2013 que el 90 por ciento de las 39 empresas que habían conseguido más de 1.000 millones de capitalización eran empresas que giraban en torno a una gran idea. El fundador de este tipo de compañías, muchas de ellas de Silicon Valley, tuvo una gran idea y supo afianzarla utilizando este tipo de liderazgo. ¿Las empresas tradicionales en Estados Unidos también están en esta sintonía? No, el caso de Silicon Valley es único en el mundo. Pero está marcando las pautas del futuro. Creo que lo primero que se va a buscar es la capacidad de aprendizaje. El cambio va a ser muy rápido y va a ser cada vez más rápido. Lo más importante va a ser la gente cuya competencia nuclear sea su capacidad de aprendizaje. Se va a buscar la pasión por el aprendizaje. ¿Cuál es su diagnóstico para el futuro de España? Yo soy optimista. No nos va a quedar más remedio que adaptarnos a todo esto que viene, pero soy optimista. Ahora bien, creo que tenemos el peso de Europa, de un exceso de proteccionismo, y eso vacía mucho a las personas de su responsabilidad. Los últimos años lo laboral ha tenido mucho peso en Recursos Humanos por razones obvias. Pero en el futuro las grandes empresas van a otorgar mayores márgenes de libertad a la gente, especialmente cuando llegue la guerra por el talento, y al mismo tiempo pedir mucha más responsabilidad. Pero, dentro de poco van a cambiar las cosas.Yo soy muy optimista. Nº 290 > Septiembre 2014 97