Jean Baptiste LAMARCK (1744 - 1829) Para llegar a conocer las verdaderas causas de tantas formas diversas y tantas costumbres diferentes, cuyos ejemplos nos ofrecen los animales que conocemos, es preciso considerar que las circunstancias infinitamente diversificadas, pero todas lentamente cambiantes, en que se han encontrado los animales de cualquier raza, determinaron, para cada uno de ellos, nuevas necesidades y sucesivos cambios en sus costumbres. Una vez reconocida esta verdad innegable. será fácil observar cómo pudieron satisfacerse nuevas necesidades y adquirirse nuevas costumbres, si se presta atención a las siguientes leyes de la Naturaleza que la observación siempre ha comprobado: Primera ley. En todo animal que no haya superado el término de su desarrollo, el empleo frecuente y continuo de un órgano cualquiera fortifica poco a poco dicho órgano, lo desarrolla y lo agranda, confiriéndole una potencia proporcional a la duración de su uso; de igual modo, la ausencia constante de uso de dicho órgano lo debilita, lo deteriora, hace disminuir progresivamente sus facultades y acaba por hacerla desaparecer. Segunda ley. Todo cuanto la Naturaleza ha hecho perder o ganar a los individuos por influencia de las circunstancias a las que desde hace tanto tiempo se encuentra expuesta la raza y, consecuentemente, por efecto del uso predominante de un órgano o de su constante no utilización, se conserva a través de las generaciones transmitiéndose a los nuevos individuos derivados de él, con tal de que los cambios adquiridos sean comunes a los dos sexos o, cuando menos, a quienes produjeron estos nuevos individuos. A nivel de organización general, a los reptiles, como al resto de los vertebrados, les corresponde tener cuatro patas dependientes de su esqueleto. Así pues, las serpientes deberían tener cuatro patas. Sin embargo, y puesto que adquirieron la costumbre de arrastrarse por el suelo y esconderse entre las hierbas, su cuerpo, por esfuerzos repetidos una y otra vez para alargarse y poder pasar por sitios estrechos, adquirió una longitud notable y totalmente desproporcionada a su anchura. Ahora las patas ya no les servían para nada, así que no las emplearían. Porque unas patas largas impedirían su necesidad de arrastrarse, y unas patas cortas, al no ser más que cuatro, resultarían incapaces de mover al cuerpo. Por lo tanto, la no utilización de estas partes, constante en la raza de estos animales, las hizo desaparecer a pesar de figurar en el plan de la organización de los animales de su clase. Vemos así que la falta de uso de un órgano hace "que éste se modifique, se reduzca y, por fin, acabe por desaparecer. Paso ahora a demostrar que la utilización continua de un órgano, juntamente con los esfuerzos realizados para sacarle el mayor partido posible y las circunstancias que exigen esto, fortifican, extienden y agrandan dicho órgano, y crean otros nuevos que pueden ejercer funciones que han llegado a ser necesarias. El ave, a quien la necesidad lleva sobre el agua buscando la presa necesaria a su supervivencia, separa los dedos de los pies cuando golpea el agua para desplazarse sobre la superficie. La piel que une estos dedos en su base va extendiéndose progresivamente; de este modo, con el tiempo, se formaron esas amplias membranas que unen los dedos de los patos y de las ocas, tal como vemos hoy día. Los mismos esfuerzos realizados para nadar, es decir, para empujar el agua a fin de avanzar y moverse en el líquido elemento, han distendido las membranas que tienen entre los dedos las ranas, las tortugas marinas, los castores, etcétera. Charles DARWIN (1809 -1882) Atraído desde niño por las Ciencias Naturales, se le presenta pronto la ocasión de embarcar en el Beagle en calidad de naturalista. La importancia de este viaje en la vida y obra de DARWIN es decisiva. Durante los cinco años que dura el viaje, recoge numerosos datos y muestras de la flora y fauna más representativa de los lugares más importantes del largo itinerario recorrido por el Beagle. Fruto de dicho viaje y de sus largas reflexiones posteriores nace su fructífera obra, en especial El origen de las especies, que marca un hito en la historia de la Biología. En ella Darwin expone sus ideas acerca del origen y evolución de las especies. Las especies de organismos actuales, según él, se habrían originado por descendencia y cambios a partir de especies ancestrales comunes. Esta hipótesis evolucionista era verdaderamente revolucionaria. Llegar hasta sus últimas consecuencias implicaba modificar por completo la concepción que hasta entonces se había mantenido del mundo de los seres vivos. Pero para Darwin, el problema no se reducía a enunciar dicha hipótesis, sino que debía explicarse el mecanismo por el cual unas especies provenían de otras, en una palabra, el mecanismo por el que se produce la evolución de las especies. Según DARWIN dicho mecanismo consistía en una lucha por la existencia, en la que muchos individuos, los menos aptos, eran eliminados y sólo permanecían los mejor dotados. Así, la evolución de las especies se produce de acuerdo can una selección natural de los más aptos. Esta idea básica de la evolución por selección natural cambia toda la perspectiva del pensamiento humano, introduciendo una visión dinámica de la existencia de los seres vivos. La verdadera importancia de la obra de DARWIN radica en el logro enorme de haber establecido de forma concienzuda y clara lo que se puede llamar teoría general de la evolución, aceptada posteriormente por la mayoría de los biólogos. En épocas recientes el principio de selección natural, tal y como lo enunció DARWIN, ha sido criticado por muchos autores por considerar que dicho mecanismo no puede explicar por sí solo el proceso evolutivo. Pero hay que tener en cuenta que en la época de DARWIN se desconocían los principios de la herencia biológica. La principal conclusión a que llegó DARWIN durante su viaje en el Beagle fue que las especies no son algo fijo e inmutable, sino que pueden variar adaptándose al nuevo medio ambiente en que viven y dar lugar a nuevas especies. En su libro El origen de las especies explica su teoría sobre el proceso de la evolución, ilustrada con numerosísimos ejemplos y datos empíricos. DARWIN resumió esta teoría de la siguiente manera: "Como de cada especie nacen muchos más individuos de los que pueden sobrevivir, y en consecuencia, existe una lucha constante por la existencia, se deduce que cualquier ser, si se modifica aunque sea ligeramente de alguna forma ventajosa para sí mismo, tendrá más probabilidades de sobrevivir, y de esta manera es seleccionado naturalmente. Esta conservación de diferencias y variaciones individuales favorables y la destrucción de las perjudiciales, la he llamado selección natural o supervivencia del más apto." ACTIVIDAD 1. Explicar las semejanzas y las diferencias entre la teoría de Lamarck y la de Darwin.