El Libro De Urantia ? LOS SIETE SUPERUNIVERSOS

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El Libro De Urantia
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DOCUMENTO 15
LOS SIETE SUPERUNIVERSOS
EN CUANTO se refiere al Padre Universal —como Padre— los universos son virtualmente
inexistentes; trata con personalidades; es el Padre de las personalidades. En cuanto se
refiere al Hijo Eterno y al Espíritu Infinito —como socios creadores— los universos están
localizados y son individuales bajo el gobierno conjunto de los Hijos Creadores y de los
Espíritus Creativos Maternos. En cuanto se refiere a la Trinidad del Paraíso, fuera de
Havona existen tan sólo siete universos habitados, los siete superuniversos que tienen su
jurisdicción en el círculo del primer nivel espacial post-Havona. Los siete Espíritus
Rectores irradian su influencia hacia afuera desde la Isla central, constituyendo así la vasta
creación de una rueda gigantesca, siendo su núcleo central la Isla eterna del Paraíso, los
siete rayos, las radiaciones de los Siete Espíritus Rectores, el perímetro las regiones
exteriores del gran universo.
Al comienzo de la materialización de la creación universal se formuló el esquema
séptuple de la organización y gobierno superuniversales. La primera creación post-Havona
fue dividida en siete segmentos estupendos, y se diseñaron y se construyeron los mundos
sede central de estos gobiernos superuniversales. El actual esquema de administración ha
existido desde cerca de la eternidad, y los gobernantes de estos siete superuniversos se
llaman justamente los Ancianos de los Días.
Del vasto cuerpo de conocimiento que se refiere a los superuniversos, tan sólo puedo
deciros muy poco, pero existe en todos estos reinos una técnica operante de control
inteligente tanto de las fuerzas físicas como de las espirituales, y las presencias de la
gravedad universal funcionan en poder majestuoso y armonía perfecta. Es importante que
os forméis primero una idea adecuada de la constitución física y organización material de
los ámbitos superuniversales, porque así estaréis mejor preparados para aferrar el
significado de la maravillosa organización proporcionada para su gobierno espiritual y para
el avance intelectual de las criaturas volitivas que moran en las miríadas de planetas
habitados esparcidos aquí y allí en todos los siete superuniversos.
1. EL NIVEL ESPACIAL SUPERUNIVERSAL
Dentro de la gama limitada de los registros, las observaciones y los recuerdos de las
generaciones de un millón o de mil millones de vuestros cortos años, para todos los fines
prácticos, Urantia y el universo a que pertenecen están experimentando la aventura de un
prolongado lanzamiento desconocido a un espacio nuevo; pero de acuerdo con los registros
de Uversa, según observaciones más antiguas, en armonía con la experiencia y los cálculos
más amplios de nuestra orden, y como resultado de las conclusiones basadas en estos y
otros hallazgos, sabemos que los universos forman parte de una procesión ordenada, bien
comprendida y perfectamente controlada, que gira en magnitud majestuosa alrededor de la
Primera Gran Fuente y Centro y su universo residencial.
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Hace mucho tiempo que hemos descubierto que los siete superuniversos atraviesan una
gran elipse, un gigantesco círculo alargado. Vuestro sistema solar y otros mundos del
tiempo no se sumergen, sin mapas ni brújulas, en un espacio desconocido. El universo local
al cual pertenece vuestro sistema sigue un curso definido y bien comprendido, en sentido
contrario a las manecillas del reloj, alrededor del vasto giro que rodea el universo central.
Este camino cósmico está bien trazado y los observadores estelares del superuniverso lo
conocen tan bien como los astrónomos urantianos conocen las órbitas de los planetas que
constituyen vuestro sistema solar.
Urantia está ubicada en un universo local y en un superuniverso no completamente
organizado; vuestro universo local está en proximidad inmediata de numerosas creaciones
físicas parcialmente completas. Vosotros pertenecéis a uno de los universos relativamente
recientes. Pero actualmente no os lanzáis en forma descontrolada en el espacio no trazado
ni osciláis ciegamente en regiones desconocidas. Estáis siguiendo un camino ordenado y
predeterminado del nivel espacial superuniversal. Actualmente estáis pasando a través del
mismo lugar que vuestro sistema planetario, o sus predecesores, atravesaron edades atrás; y
algún día en el futuro remoto vuestro sistema o sus sucesores, nuevamente atravesará el
espacio idéntico a través del cual estáis ahora viajando tan rápidamente.
En esta edad y según se considera la dirección en Urantia, el superuniverso número uno
gira casi en dirección norte, aproximadamente en posición opuesta, hacia el este, a la
residencia paradisiaca de las Grandes Fuentes y Centros y del universo central de Havona.
Esta posición, con la que le corresponde en el oeste, representa el acercamiento físico más
cercano de las esferas del tiempo a la Isla eterna. El superuniverso número dos está en el
norte, preparándose para girar hacia el oeste, mientras que el número tres en estos
momentos ocupa el segmento más septentrional del gran camino espacial, habiendo ya
doblado la curva que conduce a la vía hacia el sur. El número cuatro está en un vuelo
comparativamente recto hacia el sur, con las regiones de avanzada a punto de situarse en
oposición a los Grandes Centros. El número cinco prácticamente ha abandonado su
posición frente al Centro de los Centros, siguiendo un curso directo hacia el sur antes de
girar hacia el este; el número seis ocupa la mayor parte de la curva meridional, el segmento
que vuestro superuniverso casi ha franqueado.
Vuestro universo local de Nebadon pertenece a Orvonton, el séptimo superuniverso que
gira entre los superuniversos uno y seis, habiendo doblado desde no hace mucho (según
calculamos el tiempo) la curva meridional del nivel espacial superuniversal. Ahora el
sistema solar al que pertenece Urantia ha pasado unos cuantos miles de millones de años
atrás la oscilación alrededor de la curva meridional, de manera que en este momento
vosotros estáis avanzando más allá de la curva meridional y desplazándoos rápidamente a
través del camino largo y comparativamente recto del norte. Durante edades incontables
Orvonton seguirá este curso septentrional casi directo.
Urantia pertenece a un sistema que está bien afuera hacia los límites de vuestro universo
local; y vuestro universo local está actualmente atravesando la periferia de Orvonton. Más
allá de vosotros aún hay otros, pero vosotros estáis muy alejados en el espacio de aquellos
sistemas físicos que oscilan alrededor del gran círculo en proximidad comparativa a la Gran
Fuente y Centro.
2. LA ORGANIZACIÓN DE LOS SUPERUNIVERSOS
Tan sólo el Padre Universal conoce la ubicación y el número actual de los mundos
habitados en el espacio; los llama a todos por su nombre y su número. Yo tan sólo
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puedo daros el número aproximado de planetas habitados o habitables, porque algunos
universos locales tienen más mundos adecuados para la vida inteligente que otros.
Tampoco están ya organizados todos los universos locales proyectados. Por lo tanto los
cálculos que os ofrezco son únicamente para el propósito de daros una idea de la
inmensidad de la creación material.
Hay siete superuniversos en el gran universo, y están constituidos aproximadamente
como sigue:
1. El sistema. La unidad básica del supergobierno consiste en aproximadamente mil
mundos habitados o habitables. Los soles llameantes, los mundos fríos, los planetas
demasiado cercanos a los soles calientes, y otras esferas que no son adecuados para que lo
habiten criaturas, no se han incluido en este grupo. Estos mil mundos adaptados para
mantener la vida se denominan un sistema, pero en los sistemas más jóvenes tan sólo un
número comparativamente pequeño de estos mundos puede estar habitado. Cada planeta
habitado está dirigido por un Príncipe Planetario, y cada sistema local tiene una esfera
arquitectónica como su sede central y está gobernada por un Soberano del Sistema.
2. La constelación. Cien sistemas (unos 100.000. planetas habitables) forman una
constelación. Cada constelación tiene una esfera sede central arquitectónica y es presidida
por tres Hijos Vorondadek, los Altísimos. Cada constelación también tiene un Fiel de los
Días como observador, el embajador de la Trinidad del Paraíso.
3. El universo local. Cien constelaciones (unos 10.000.000 de planetas habitables)
constituyen un universo local. Cada universo local tiene un magnífico mundo sede central
arquitectónico y lo gobierna uno de los Hijos Creadores coordinados de Dios de la orden de
Micael. Cada universo está bendecido por la presencia de un Unión de los Días, el
representante de la Trinidad del Paraíso.
4. El sector menor. Cien universos locales (aproximadamente 1.000.000.000 de planetas
habitables) constituyen un sector menor del gobierno superuniversal; posee un maravilloso
mundo sede central, desde el cual sus gobernantes, los Recientes de los Días, administran
los asuntos del sector menor. En cada sede central de un sector menor hay tres Recientes de
los Días, Personalidades Supremas de la Trinidad.
5. El sector mayor. Cien sectores menores (alrededor de 100.000.000.000 de mundos
habitables) constituyen un sector mayor. Cada sector mayor posee una extraordinaria sede
central y es presidido por tres Perfecciones de los Días, Personalidades Supremas de la
Trinidad.
6. El superuniverso. Diez sectores mayores (aproximadamente 1.000.000.000.000 de
planetas habitables) constituyen un superuniverso. Cada superuniverso tiene un mundo sede
central enorme y glorioso y está gobernado por tres Ancianos de los Días.
7. El Gran Universo. Siete superuniversos constituyen el actual gran universo
organizado, que consiste en aproximadamente siete billones de mundos habitables además
de las esferas arquitectónicas y de los mil millones de esferas habitadas de Havona. Los
superuniversos son gobernados y administrados indirecta y reflectivamente desde el Paraíso
por los Siete Espíritus Rectores. Los mil millones de mundos de Havona son administrados
directamente por los Eternos de los Días, habiendo una de estas Personalidades Supremas
de la Trinidad para cada una de estas esferas perfectas.
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Excluyendo las esferas del Paraíso-Havona, el plan de la organización universal provee
las siguientes unidades:
Superuniversos ................................................ 7
Sectores mayores................................................. 70
Sectores menores ............................................... 7.000
Universos locales .............................................. 700.000
Constelaciones .............................................. 70.000.000
Sistemas locales .......................................... 7.000.000.000
Planetas habitables ................................... 7.000.000.000.000
Cada uno de los siete superuniversos está constituido, aproximadamente, como sigue:
Un sistema comprende, aproximadamente ................. 1.000 mundos
Una constelación (100 sistemas) ........................ 100.000 mundos
Un universo (100 constelaciones)................... 10.000.000 de mundos
Un sector menor (100 universos)................. 1.000.000.000 de mundos
Un sector mayor (100 sectores menores)......... 100.000.000.000 de mundos
Un superuniverso (10 sectores mayores)....... 1.000.000.000.000 de mundos
Todos estos cálculos son a lo sumo aproximaciones, porque nuevos sistemas están
evolucionando constantemente, mientras que otras organizaciones pasan temporalmente
fuera de la existencia material.
3. EL SUPERUNIVERSO DE ORVONTON
Prácticamente todos los reinos estelares visibles a simple vista desde Urantia pertenecen
a la séptima sección del gran universo, el superuniverso de Orvonton. El vasto sistema
estelar de la Vía Láctea representa el núcleo central de Orvonton, en gran parte más allá de
los límites de vuestro universo local. Esta gran agregación de soles, islas oscuras del
espacio, estrellas dobles, grupos globulares, nubes estelares, espirales y otras nebulosas,
juntamente con miríadas de planetas individuales, forma un grupo como un reloj circular
alargado, de aproximadamente un séptimo de los universos habitados evolucionarios.
Desde la posición astronómica de Urantia, al mirar a través de un corte transversal de los
sistemas cercanos a la gran Vía Láctea, observáis que las esferas de Orvonton viajan en un
vasto plano elongado, siendo la anchura mucho más grande que el espesor y la longitud
mayor que la anchura.
La observación de la así llamada Vía Láctea revela el aumento comparativo de la
densidad estelar en Orvonton cuando los cielos se observan en una dirección, mientras que
a los lados la densidad disminuye; el número de estrellas y otras esferas disminuye al
alejarse del plano principal de nuestro superuniverso material. Cuando el ángulo de
observación es propicio, mirando a través del cuerpo principal de este reino de máxima
densidad, estáis mirando hacia el universo residencial y el centro de todas las cosas.
Los astrónomos de Urantia han identificado aproximadamente ocho de las diez
divisiones mayores de Orvonton. Es difícil reconocer separadamente las otras dos porque
estáis obligados a visualizar estos fenómenos desde el interior. Si pudierais observar el
superuniverso de Orvonton desde una ubicación vastamente distante en el espacio,
inmediatamente reconoceríais los diez sectores principales de la séptima galaxia.
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El centro de rotación de vuestro sector menor está ubicado lejos, en la enorme y densa
nube estelar de Sagitario, alrededor de la cual vuestro universo local y sus creaciones
asociadas giran, y desde los lados opuestos del vasto sistema subgaláctico Sagitario podéis
observar dos grandes corrientes de nubes estelares que surgen en estupendas espirales
estelares.
El núcleo del sistema físico al que pertenecen vuestro sol y sus planetas asociados es el
centro de la entonces nebulosa Andrónover. Esta nebulosa espiral anterior fue ligeramente
distorsionada por las interrupciones de la gravedad asociadas con los acontecimientos que
se relacionaban con el nacimiento de vuestro sistema solar, y que se ocasionaron por el
acercamiento peligroso de una nebulosa grande vecina. Este casi choque transformó
Andrónover en una agregación bastante globular pero no destruyó totalmente la procesión
de doble dirección de los soles y de sus grupos físicos asociados. Vuestro sistema solar
ocupa actualmente una posición relativamente central en uno de los brazos de esta espiral
distorsionada, ubicada cerca de un punto intermedio desde el centro hacia afuera hacia los
límites de la corriente estelar.
El sector de Sagitario y todos los demás sectores y divisiones de Orvonton están rotando
alrededor de Uversa, y parte de la confusión de los astrónomos urantianos surge de las
ilusiones y distorsiones relativas producidas por los siguientes movimientos revolutivos
múltiples:
1. La revolución de Urantia alrededor de su sol.
2. El circuito de vuestro sistema solar alrededor del núcleo de la nebulosa Andrónover
anterior.
3. La rotación de la familia estelar Andrónover y los grupos asociados alrededor del
centro compuesto de rotación y gravedad de la nube estelar de Nebadon.
4. La oscilación de la nube estelar local de Nebadon y de sus creaciones asociadas
alrededor del centro Sagitario de su sector menor.
5. La rotación alrededor de su sector mayor de los cien sectores menores, incluyendo
Sagitario.
6. El giro de los diez sectores mayores, el así llamado flujo estelar, alrededor de la sede
central de Uversa en Orvonton.
7. El movimiento de Orvonton y de los seis superuniversos asociados alrededor del
Paraíso y de Havona, la procesión en sentido contrario a las manecillas del reloj del nivel
espacial superuniversal.
Estos movimientos múltiples son de distintas órdenes: los caminos espaciales de vuestro
planeta y de vuestro sistema solar son genéticos, inherentes a su origen. El movimiento
absoluto en sentido contrario a las manecillas del reloj de Orvonton también es genético,
inherente a los planes arquitectónicos del universo maestro. Pero los movimientos
intermedios son de origen compuesto, siendo derivados en parte de la segmentación
constitutiva de la materia y energía en los superuniversos y en parte producido por la acción
inteligente y con un gran propósito de los organizadores de la fuerza paradisiacos.
Los universos locales están en proximidad más estrecha a medida que se acercan a
Havona; los circuitos son más grandes en número, y hay una mayor superposición, capa
sobre capa. Pero más alejados del centro eterno hay cada vez menos sistemas, capas,
circuitos y universos.
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4. LAS NEBULOSAS —LOS ANTEPASADOS DE LOS UNIVERSOS
Aunque la creación y la organización de los universos corresponden por siempre al
control de los Creadores infinitos y sus asociados, el entero fenómeno procede de acuerdo
con una técnica ordenada y en conformidad con las leyes gravitatorias de la fuerza, energía
y materia. Pero hay algo misterioso asociado con la carga de fuerza universal del espacio;
nosotros comprendemos plenamente la organización de las creaciones materiales desde la
etapa ultimatónica en adelante, pero no comprendemos plenamente el antepasado cósmico
de los ultimatones. Confiamos en que estas fuerzas ancestrales tienen su origen en el
Paraíso porque ellas oscilan por siempre a través del espacio ocupado en los contornos
exactos y gigantescos del Paraíso. Aunque no responde a la gravedad del Paraíso, esta carga
de fuerza del espacio, el antepasado de toda materialización, siempre responde a la
presencia del Paraíso bajo, estando aparentemente dentro del circuito de entrada y salida del
centro del Paraíso bajo.
Los organizadores de la fuerza paradisiacos transmutan la potencia espacial en fuerza
primordial y evolucionan este potencial prematerial en manifestaciones primarias y
secundarias de la energía de la realidad física. Cuando esta energía logra niveles donde
responde a la gravedad, los directores de poder y sus asociados del régimen del
superuniverso aparecen en la escena y comienzan sus manipulaciones interminables,
diseñadas para establecer los múltiples circuitos de poder y los canales de energía de los
universos del tiempo y del espacio. Así aparece la materia física en el espacio, y así se
establece la escena para la inauguración de la organización del universo.
Esta segmentación de la energía es un fenómeno que jamás ha sido solucionado por los
físicos de Nebadon. Su dificultad principal estriba en la inaccesibilidad relativa de los
organizadores de la fuerza paradisiacos, ya que los directores vivientes del poder, aunque
son competentes para ocuparse de la energía del espacio, no tienen el menor concepto del
origen de las energías que manipulan tan inteligente y hábilmente.
Los organizadores de la fuerza paradisiacos son los originadores de las nebulosas; son
capaces de iniciar alrededor de su presencia espacial los tremendos ciclones de fuerza que,
una vez que se inician, no se pueden detener ni limitar jamás hasta que todas las fuerzas que
todo lo saturan son movilizadas para la aparición final de las unidades ultimatónicas de la
materia universal. Así entran a la existencia las nebulosas espirales y otras, las ruedas
matrices de los soles de origen directo y de sus sistemas distintos. En el espacio exterior se
pueden ver diez formas diferentes de nebulosas, fases de la evolución universal primaria, y
estas vastas ruedas de energía tienen el mismo origen que tuvieron las de los siete
superuniversos.
Las nebulosas varían grandemente en tamaño y en el número resultante y la masa
agregada de sus vástagos estelares y planetarios. Al norte de los límites de Orvonton, pero
todavía dentro del nivel espacial de este superuniverso, una nebulosa, que forma soles
dentro del nivel espacial superuniversal, ya ha dado origen a aproximadamente cuarenta mil
soles, y la rueda matriz sigue arrojando soles, la mayoría de los cuales son muchas veces
más grandes que el vuestro. Algunas de las nebulosas más grandes del espacio exterior
están originando hasta cien millones de soles.
Las nebulosas no están directamente relacionadas con ninguna de las unidades
administrativas, tales como los sectores menores o los universos locales, aunque algunos
universos locales han sido organizados a partir de los productos de una sola nebulosa. Cada
universo local comprende exactamente una cien milésima parte de la carga total de energía
de un superuniverso sea cual fuere su relación con las nebulosas, porque la energía no la
organizan las nebulosas —está distribuida universalmente.
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No todas las nebulosas espirales se ocupan de producir soles. Algunas han retenido el
control de muchos de sus vástagos estelares segregados, y su apariencia espiral resulta por
el hecho de que sus soles salen del brazo nebular en formación estrecha pero retornan por
diversos caminos, facilitando así la observación en cierto punto pero haciendo más difícil
su visualización cuando están vastamente separados en sus diferentes caminos de retorno,
mucho más alejados del brazo de la nebulosa. No existen en este momento muchas
nebulosas formadoras de soles activas en Orvonton, aunque es muy activa Andrómeda, la
que está fuera del superuniverso habitado. Esta nebulosa vastamente distante es visible a
simple vista, y cuando la visualicéis, considerad que la luz que de ella contempláis
abandonó aquellos distantes soles casi un millón de años atrás.
La galaxia de la Vía Láctea está compuesta de vastos números de antiguas nebulosas
espirales y de otras formas, muchas aún retienen su configuración original. Pero como
resultado de las catástrofes interiores y de la atracción exterior, muchas de ellas han sufrido
considerable distorsión y cambio de forma hasta el punto de que estas enormes
agregaciones aparecen como gigantescas masas luminosas de soles flameantes, tales como
la nube de Magallanes, el grupo estelar del tipo globular que predomina cerca de los límites
exteriores de Orvonton.
Las vastas nubes estelares de Orvonton deben ser consideradas como agregaciones
individuales de materia, comparables a las nebulosas separadas observables en las regiones
espaciales fuera de la galaxia de la Vía Láctea. Muchas de las así llamadas nubes estelares
del espacio, sin embargo, consisten únicamente en material gaseoso. El potencial de energía
de estas nubes estelares gaseosas es increíblemente enorme, y parte de ésta es tomada por
los soles cercanos y vuelta a enviar al espacio en forma de emanaciones solares.
5. EL ORIGEN DE LOS CUERPOS ESPACIALES
La mayor parte de la masa contenida en los soles y planetas de un superuniverso se
origina en las ruedas nebulosas; muy poco de la masa superuniversal está organizada por
acción directa de los directores de poder (tal como en la construcción de las esferas
arquitectónicas), aunque se origina una cantidad constantemente variable de materia en el
espacio abierto.
En cuanto al origen, la mayoría de los soles, planetas y otras esferas se pueden clasificar
dentro de los siguientes diez grupos:
1. Anillos concéntricos de contracción. No todas las nebulosas son espirales. Muchas
inmensas nebulosas, en vez de partirse en un sistema estelar doble o evolucionar como
espiral, se condensan por formación de anillos múltiples. Durante largos períodos tal
nebulosa aparece como un enorme sol central, circundado por numerosas nubes gigantescas
de formaciones de materia de apariencia anular que lo rodean.
2. Las estrellas remolinadas. Comprenden aquellos soles que son arrojados de las
grandes ruedas matrices de gases altamente recalentados. No se arrojan como anillos sino
en progresiones hacia la derecha y hacia la izquierda. Las estrellas remolinadas también se
originan en nebulosas que no son espirales.
3. Planetas de explosión de la gravedad. Cuando nace un sol de una espiral o de una
nebulosa en barras, frecuentemente es arrojado a una distancia considerable. Dicho sol es
altamente gaseoso, posteriormente, después de haberse enfriado un poco y condensado,
puede encontrarse por casualidad girando cerca de alguna masa enorme de energía, ya sea
un sol gigantesco o una isla oscura del espacio; tal acercamiento puede no ser tan extremo
como para ocasionar un choque, pero sí ser suficientemente estrecho como para permitir
que la atracción de la gravedad del cuerpo más grande dé inicio a convulsiones
mareomotrices en el más pequeño, iniciando así una serie de solevantamientos de marea
que ocurren simultáneamente
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en los lados opuestos del sol convulsionando. En su máximo punto, estas erupciones
explosivas producen una serie de agregaciones de materia de tamaño variado que pueden
ser proyectadas más allá de la zona dominada por la gravedad del sol en erupción,
estabilizándose así en órbitas propias alrededor de uno de los dos cuerpos que participan en
este episodio. Más adelante, las agregaciones más grandes de materia se unen y
gradualmente atraen hacia ellas a los cuerpos más pequeños. De esta manera entran a la
existencia muchos de los planetas sólidos de los sistemas menores. Vuestro propio sistema
solar tuvo precisamente tal origen.
4. Hijas planetarias centrífugas. Los soles enormes, cuando se encuentran en ciertas
etapas de desarrollo, y si su velocidad de revolución se acelera grandemente, comienzan a
arrojar grandes cantidades de materia que posteriormente puede reunirse para formar
pequeños mundos que continúan girando alrededor del sol progenitor.
5. Esferas con deficiencia de gravedad. Existe un límite crítico para el tamaño de las
estrellas individuales. Cuando un sol alcanza ese límite, a menos que desacelere su
velocidad de revolución, está destinado a partirse; ocurre la fisura del sol, y se origina una
nueva estrella doble de esta variedad. Posteriormente se pueden formar numerosos planetas
pequeños como producto colateral de esta gigantesca revolución.
6. Estrellas de contracción. En los sistemas más pequeños el planeta exterior más
grande a veces atrae a sí mismo a los mundos vecinos, mientras que aquellos planetas
cercanos al sol comienzan su lanzamiento terminal. En vuestro sistema solar, tal fin
significaría que los cuatro planetas más interiores serían atraídos por el sol, mientras que el
planeta más grande, Júpiter, se agrandaría considerablemente porque captaría a los mundos
restantes. Tal fin de un sistema solar daría como resultado la producción de dos soles
adyacentes desiguales, un tipo de formación de estrella doble. Dichas catástrofes son poco
frecuentes excepto en los límites de las agregaciones estelares del superuniverso.
7. Esferas cumulativas. De la vasta cantidad de materia que circula en el espacio, se
pueden acumular lentamente pequeños planetas. Estos crecen por agregado meteórico y por
choques menores. En algunos sectores del espacio, las condiciones favorecen dicha forma
de nacimiento planetario. Muchos de los mundos habitados han tenido dicho origen.
Algunas islas oscuras densas son el resultado directo del agregado de energía de
transmutación en el espacio. Otro grupo de estas islas oscuras se ha originado por la
acumulación de enormes cantidades de materia fría, meros fragmentos y meteoros, que
circulan por el espacio. Dichas agregaciones de materia nunca han sido calientes y, excepto
por su densidad, su composición es muy similar a la de Urantia.
8. Soles quemados. Algunas de las islas oscuras del espacio son soles aislados quemados,
habiendo emitido toda su energía espacial disponible. Las unidades organizadas de la
materia aproximan la condensación plena, una virtual consolidación completa; y se
requieren edades tras edades para que dichas enormes masas de materia altamente
condensada se vuelvan a cargar en los circuitos del espacio y por lo tanto se preparen para
nuevos ciclos de función universal después de un choque o de algún acontecimiento
cósmico igualmente revivificador.
9. Esferas de impacto. En aquellas regiones de agrupaciones más densas, los choques no
son raros. Tremendos cambios de energía y transmutaciones de materia acompañan dicho
reajuste astronómico. Los choques que comprenden soles muertos son peculiarmente
influyentes en la creación de amplias fluctuaciones de energía. Los desechos del impacto
frecuentemente constituyen los núcleos materiales para la formación subsiguiente de
cuerpos planetarios adaptados a la habitación mortal.
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10. Mundos arquitectónicos. Éstos son los mundos que se construyen de acuerdo con
planes y especificaciones para un propósito específico, tal como por ejemplo Salvington, la
sede central de vuestro universo local, y Uversa, el asiento del gobierno de nuestro
superuniverso.
Existen numerosas otras técnicas para evolucionar soles y segregar planetas, pero los
procedimientos antedichos sugieren los métodos por los cuales la vasta mayoría de los
sistemas estelares y de las familias planetarias surgen a la existencia. Intentar describir
todas las distintas técnicas que corresponden a las metamorfosis estelares y a la evolución
planetaria requeriría la narración de casi cien modos distintos de formación solar y de
origen planetario. A medida que vuestros astrónomos estudian los cielos, observarán
fenómenos que indican todos estos modos de evolución estelar, pero raramente detectarán
pruebas de la formación de aquellos grupos pequeños, no luminosos, de materia que sirven
como planetas habitados, las más importantes de las vastas creaciones materiales.
6. LAS ESFERAS DEL ESPACIO
Sea cual fuere el origen, las distintas esferas del espacio se pueden clasificar en las
siguentes divisiones principales:
1. Los soles: las estrellas del espacio.
2. Las islas oscuras del espacio.
3. Los cuerpos espaciales menores —cometas, meteoros y planetesimales.
4. Los planetas, incluyendo los mundos habitados.
5. Las esferas arquitectónicas —mundos hechos a medida.
Con la excepción de las esferas arquitectónicas, todos los cuerpos espaciales han tenido
un origen evolucionario, evolucionario en el sentido de que no han sido traídos a la
existencia por fíat de la Deidad, evolucionario en el sentido de que las acciones creadoras
de Dios se han desarrollado mediante una técnica espacio-temporal a través de la operación
de muchas de las inteligencias creadas y eventuadas por la Deidad.
Los soles. Éstas son las estrellas del espacio en sus distintas fases de existencia. Algunos
son sistemas espaciales solitarios en evolución; otros son estrellas dobles, sistemas
planetarios en contracción o en desaparición. Las estrellas del espacio existen en no menos
de mil distintos estados y etapas. Vosotros estáis familiarizados con los soles que emiten
luz acompañada de calor; pero también hay soles que brillan sin calor.
Los billones y billones de años que un sol ordinario continuará emitiendo calor y luz
ilustran el vasto almacenamiento de energía que contiene cada unidad de materia. La
energía real almacenada en estas partículas invisibles de materia física es casi inimaginable.
Y esta energía se vuelve casi totalmente disponible en forma de luz cuando se la somete a
la tremenda presión de calor y de las actividades asociadas de energía que prevalecen en el
interior de los flameantes soles. Aun otras condiciones permiten a estos soles transformar y
enviar mucha de la energía espacial que les llega por los circuitos establecidos del espacio.
Muchas fases de la energía física y todas las formas de la materia son atraídas al dínamo
solar, y posteriormente distribuidas por éste. De esta manera los soles sirven como
aceleradores locales de la circulación de la energía, actuando como estaciones de control
automático del poder.
El superuniverso de Orvonton está iluminado y calentado por más de diez billones de
soles flameantes. Estos soles son estrellas observables en vuestro sistema astronómico. Más
de dos billones están demasiado distantes y son dePágina 173
masiado pequeños como para ser vistos desde Urantia. Pero en el universo maestro existen
tantos soles como vasos de agua hay en los océanos de vuestro mundo.
Las islas oscuras del espacio. Éstos son los soles muertos y otras agregaciones grandes
de materia carentes de luz y calor. Las islas oscuras a veces son enormes en cuanto a su
masa y ejercen una influencia poderosa en el equilibrio y en la manipulación de la energía
en el universo. La densidad de algunas de estas grandes masas es casi increíble. Y esta gran
concentración de masa permite que estas islas oscuras funcionen como poderosas ruedas de
equilibrio, controlando eficazmente grandes sistemas vecinos. Mantienen el equilibrio
gravitacionario del poder en muchas constelaciones; muchos sistemas físicos que de otro
modo irían rápidamente hacia su destrucción en los soles vecinos son mantenidos
certeramente dentro de la atracción de la gravedad de estas islas oscuras guardianas. Es por
esta función por que podemos ubicarlas con precisión. Hemos medido la atracción de la
gravedad de los cuerpos luminosos, y por lo tanto podemos calcular el tamaño y ubicación
exacta de las islas oscuras del espacio que tan eficazmente funcionan para mantener en su
curso un sistema determinado.
Cuerpos espaciales menores. Los meteoros y otras pequeñas partículas de materia que
circulan y evolucionan en el espacio constituyen un enorme agregado de energía y
sustancia material.
Muchos cometas son vástagos no controlados ni establecidos de las ruedas solares
matrices, que gradualmente son traídos bajo el control del sol central gobernante. Los
cometas también tienen otros orígenes numerosos. La cola de un cometa está dirigida en
sentido contrario al cuerpo o sol que lo atrae debido a la reacción eléctrica de sus gases
altamente expandidos y a la presión real de la luz y otras energías que emanan del sol. Este
fenómeno constituye una de las pruebas positivas de la realidad de la luz y de sus energías
asociadas; demuestra que la luz tiene peso. La luz es una sustancia real, no simplemente
olas de éter hipotético.
Los planetas. Éstas son las agregaciones más grandes de materia que siguen una órbita
alrededor de un sol o de algún otro cuerpo espacial; oscilan en su tamaño desde lo
planetesimal hasta enormes esferas gaseosas, líquidas o sólidas. Los mundos fríos que se
han agregado por la recolección de material espacial flotante, cuando están en relación
apropiada con un sol cercano, son los planetas más ideales para cobijar a habitantes
inteligentes. Los soles muertos no son, en general, adaptables a la vida; están generalmente
demasiado lejos de un sol vivo flameante y además son generalmente demasiado masivos;
la gravedad es tremenda a nivel de la superficie.
En vuestro superuniverso no existe un planeta frío en cuarenta que sea habitable por
seres de vuestra orden. Y, naturalmente, los soles supercalentados y los mundos exteriores
frígidos no son adecuados para cobijar una vida elevada. En vuestro sistema solar, en el
presente existen sólo tres planetas que pueden cobijar la vida. Urantia, por su tamaño,
densidad y ubicación, es en muchos respectos, ideal para la habitación humana.
Las leyes de la conducta de la energía física son básicamente universales, pero las
influencias locales tienen mucho que ver con las condiciones físicas que prevalecen en los
planetas individuales y en los sistemas locales. Una variedad casi infinita de criaturas y
otras manifestaciones vivientes caracteriza los incontables mundos del espacio. Existen sin
embargo ciertos puntos de similaridad en un grupo de mundos asociados de un sistema
específico, mientras que también existe un modelo universal de vida inteligente. Hay
relaciones físicas entre aquellos sistemas planetarios que pertenecen al mismo circuito
físico, y que se siguen estrechamente unos a otros en la oscilación sin fin alrededor del
círculo de los universos.
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7. LAS ESFERAS ARQUITECTÓNICAS
Aunque cada gobierno superuniversal preside cerca del centro de los universos
evolucionarios de su segmento espacial, éste ocupa un mundo hecho a medida y poblado
por personalidades acreditadas. Estos mundos sede central son esferas arquitectónicas,
cuerpos espaciales específicamente construidos para su propósito especial. Aunque
comparten la luz de los soles cercanos, estas esferas están iluminadas y calentadas
independientemente. Cada una tiene un sol que emite luz sin calor, como los satélites del
Paraíso, y se calientan por la circulación de ciertas corrientes de energía cerca de la
superficie de la esfera. Estos mundos de sede central pertenecen a uno de los sistemas más
grandes situados cerca del centro astronómico de sus superuniversos respectivos.
El tiempo está estandarizado en las sedes de los superuniversos. El día estándar del
superuniverso de Orvonton equivale a casi treinta días del tiempo de Urantia y el año de
Orvonton equivale a cien días estándares. Este año de Uversa es estándar en el séptimo
superuniverso, y corresponde a tres mil días menos veintidós minutos del tiempo de Urantia,
alrededor de ocho y un quinto de vuestros años.
Los mundos sede central de los siete superuniversos comparten la naturaleza y grandeza
del Paraíso, su modelo original central de perfección. En realidad, todos los mundos sede
central son paradisiacos. Son, en efecto, moradas celestiales, y van aumentando en tamaño
material, belleza morontial, y gloria espiritual desde Jerusem hasta la Isla central. Y todos
los satélites de estos mundos sede central también son esferas arquitectónicas.
Los distintos mundos sede central gozan de toda fase de la creación material y espiritual.
Todo tipo de ser material, morontial y espiritual está en su casa en estos mundos de
encuentro de los universos. A medida que las criaturas mortales ascienden en el universo,
pasando desde los mundos materiales a los mundos espirituales, no pierden jamás su
apreciación de los niveles anteriores de existencia ni el disfrute de éstos.
Jerusem, la sede central de vuestro sistema local de Satania, tiene sus siete mundos de
cultura de transición, cada uno de los cuales está dentro de un circuito de siete satélites,
entre los que están los siete mundos de estancia de detención morontial, la primera
residencia postmortal del hombre. La palabra cielo tal como a veces se la ha utilizado en
Urantia, significa en ocasiones estos siete mundos de estancia, siendo el primer mundo de
estancia denominado primer cielo, y así sucesivamente hasta el séptimo.
Edentia, la sede central de vuestra constelación de Norlatiadek, tiene sus setenta satélites
de socialización cultural y capacitación, en los cuales los seres ascendentes se detienen
después de completar el régimen de Jerusem de comprensión de la personalidad,
unificación y realización.
Salvingtón, la capital de Nebadon, vuestro universo local, está rodeada de diez grupos
universitarios de cuarenta y nueve esferas cada uno. Aquí el hombre es espiritualizado
después de su socialización en la constelación.
Umenor el tercero, la sede central de Ensa, vuestro sector menor, está rodeada de siete
esferas dedicadas a los estudios físicos más elevados de la vida ascendente.
Umayor el quinto, la sede central de Splandon, vuestro sector mayor, está rodeada de
setenta esferas de capacitación avanzada intelectual del superuniverso.
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Uversa, la sede central de Orvonton, vuestro superuniverso, está inmediatamente
rodeada de siete altas universidades de capacitación espiritual avanzada para las criaturas
volitivas ascendentes. Cada uno de estos siete grupos de esferas maravillosas consiste en
setenta mundos especializados que contienen miles y miles de instituciones y
organizaciones pletóricas dedicadas a la capacitación universal y a la cultura espiritual en
las que nuevamente se educan y examinan los peregrinos del tiempo en preparación para su
largo viaje a Havona. Los peregrinos del tiempo que llegan son recibidos siempre en estos
mundos asociados, pero los graduados que parten siempre se envían a Havona directamente
desde las orillas de Uversa.
Uversa es la sede central espiritual y administrativa de aproximadamente un billón de
mundos habitados o habitables. La gloria, grandeza y perfección de la capital de Orvonton
sobrepasa todas las maravillas de las creaciones del tiempo y del espacio.
Si todos los proyectados universos locales y sus partes componentes estuvieran
establecidos, habría en los siete superuniversos ligeramente menos de quinientos mil
millones de mundos arquitectónicos.
8. EL CONTROL Y REGULACIÓN DE LA ENERGÍA
Las esferas sede central de los superuniversos están construidas de manera tal que
puedan funcionar como reguladores eficientes del poder y de la energía para sus distintos
sectores, sirviendo como puntos focales para la direccionización de la energía a sus
universos locales componentes. Ellos ejercen una influencia poderosa sobre el equilibrio y
el control de la energía física que circula a través del espacio organizado.
Los centros de poder superuniversales y los controladores físicos, entidades inteligentes
vivientes y semivivientes constituidas para este propósito explícito realizan otras funciones
de regulación. Estos centros y controladores del poder son de difícil comprensión; las
órdenes más bajas no son volitivas, no poseen voluntad, no eligen, sus funciones son muy
inteligentes pero aparentemente automáticas e inherentes a su organización altamente
especializada. Los centros de poder y controladores físicos de los superuniversos toman la
dirección y el control parcial de los treinta sistemas de energía que comprenden el dominio
de la gravita. Los circuitos de la energía física administrados por los centros de poder de
Uversa requieren un poco más de 968 millones de años para completar el circuito del
superuniverso.
La energía en evolución tiene sustancia; tiene peso, aunque el peso es siempre relativo,
dependiendo de la velocidad de revolución, la masa y la antigravedad. La masa en la
materia tiende a retardar la velocidad en la energía; y la velocidad de la energía presente
por doquier representa: la dote inicial de velocidad, menos el retardo por la masa que se
encuentra en tránsito, más la función reguladora de los controladores de la energía viviente
del superuniverso y la influencia física de los cuerpos cercanos altamente recalentados o
altamente cargados.
El plan universal para el mantenimiento del equilibrio entre la materia y la energía
necesita que se hagan y deshagan constantemente unidades materiales menores. Los
Directores del Poder Universal tienen la habilidad de condensar y detener, o expandir y
liberar, cantidades variables de energía.
Con una duración suficiente de la influencia retardadora, la gravedad finalmente
convertiría toda la energía en materia si no fuese por dos factores: Primero, por las
influencias antigravedad de los controladores de la energía, y segundo, porque la materia
organizada tiende a desintegrarse bajo ciertas condiciones que se encuentran en las estrellas
muy calientes y bajo ciertas condiciones peculiares en el espacio cerca de cuerpos fríos
altamente energizados de materia condensada.
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Cuando la masa se vuelve excesivamente agregada y amenaza un desequilibrio de la
energía, para reabastecer los circuitos de poder físico, intervienen los controladores físicos
a menos que la misma tendencia ulterior de la gravedad al supermaterializar la energía sea
vencida por la presencia de un choque entre los gigantes muertos del espacio, disipando así
completamente en un instante las agrupaciones cumulativas de gravedad. En estos
episodios de choque, enormes masas de materia se convierten repentinamente en la más
rara forma de energía, y la lucha por el equilibrio universal comienza de nuevo. Finalmente
los sistemas físicos más grandes se estabilizan, se establecen físicamente, y giran dentro de
circuitos establecidos y equilibrados de los superuniversos. Posteriormente a este
acontecimiento en dichos sistemas establecidos ya no ocurrirán más choques ni otras
catástrofes devastadoras.
Durante los períodos de exceso de energía hay disturbios del poder y fluctuaciones de
calor acompañadas por manifestaciones eléctricas. Durante los tiempos de menor energía
hay un aumento de las tendencias de la materia de agregarse, condensarse, y descontrolarse
en los circuitos más delicadamente equilibrados, con ajustes resultantes de marea o choque
que rápidamente reestablecen el equilibrio entre la energía circulante y la materia más
literalmente estabilizada. Pronosticar y de otras maneras comprender dicha conducta
posible de los soles flameantes y de las islas oscuras del espacio es una de las tareas de los
observadores de las estrellas celestiales.
Somos capaces de reconocer la mayoría de las leyes que gobiernan el equilibrio
universal y de predecir mucho de lo que pertenece a la estabilidad universal. Prácticamente,
nuestros pronósticos son confiables, pero siempre nos enfrentamos con ciertas fuerzas que
no responden plenamente a las leyes del control de la energía y de la conducta de la materia
que nosotros conocemos. La previsibilidad de todos los fenómenos físicos se vuelve cada
vez más difícil a medida que procedemos hacia afuera en los universos a partir del Paraíso.
Al pasar más allá de los límites de la administración personal de los Gobernantes del
Paraíso, nos enfrentamos con una incapacidad cada vez mayor para calcular, de acuerdo
con los estándares establecidos y la experiencia adquirida, en relación con las
observaciones que tienen que ver exclusivamente con los fenómenos físicos de los sistemas
astronómicos cercanos. Aun en los reinos de los siete superuniversos estamos viviendo en
el medio de acciones de fuerza y reacciones de energía que saturan todos nuestros ámbitos
y se extienden en equilibrio unificado a través de todas las regiones del espacio exterior.
Cuanto más nos alejamos, tanto más certeramente encontramos esos fenómenos
variables e imprevisibles que son tan infaliblemente característicos de la presencia y obra
inimaginables de los Absolutos y de las Deidades experienciales. Y estos fenómenos han de
ser indicativos de un supercontrol universal de todas las cosas.
Aparentemente el superuniverso de Orvonton está ahora descargándose; los universos
exteriores parecen estar cargándose para actividades futuras sin paralelos. El universo
central de Havona está eternamente estabilizado. La gravedad y la ausencia de calor (frío)
organizan y mantienen la materia; el calor y la antigravedad desorganizan la materia y
disipan la energía. Los directores de poder y los organizadores de la fuerza vivientes son el
secreto del control especial y la dirección inteligente de la metamorfosis interminable del
universo en formación, desintegración, y formación renovada. Las nebulosas pueden
dispersarse, los soles quemarse, los sistemas desaparecer, los planetas perecer, pero los
universos no se descargan.
9. LOS CIRCUITOS DE LOS SUPERUNIVERSOS
Los circuitos universales del Paraíso verdaderamente saturan los ámbitos de los siete
superuniversos. Estos circuitos de presencia son: la gravedad de persoPágina 177
nalidad del Padre Universal, la gravedad espiritual del Hijo Eterno, la gravedad mental del
Actor Conjunto, y la gravedad material de la Isla eterna.
Además de los circuitos universales del Paraíso y además de las presenciaactuaciones de
los Absolutos y de las Deidades experienciales, funcionan dentro del nivel espacial
superuniversal sólo dos divisiones de circuito de energía o segregaciones de poder: los
circuitos superuniversales y los circuitos de los universos locales.
Los circuitos superuniversales:
1. El circuito unificador de la inteligencia de uno de los Siete Espíritus Rectores del
Paraíso. Dicho circuito de mente cósmica está limitado a un superuniverso.
2. El circuito de servicio reflexivo de los Siete Espíritus Reflexivos en cada
superuniverso.
3. Los circuitos secretos de los Monitores Misteriosos, de alguna manera interasociados
y dirigidos por Divinington hacia el Padre Universal en el Paraíso.
4. El circuito de intercomunicación del Hijo Eterno con sus Hijos Paradisiacos.
5. La presencia instantánea del Espíritu Infinito.
6. Las transmisiones del Paraíso, los informes espaciales de Havona.
7. Los circuitos de energía de los centros de poder y de los controladores físicos.
Los circuitos del universo local:
1. El espíritu de autootorgamiento de los Hijos Paradisiacos, el Consolador en los
mundos de encarnación. El Espíritu de la Verdad, el espíritu de Micael en Urantia.
2. El circuito de las Ministras Divinas, los Espíritus Maternos del universo local, el
Espíritu Santo de vuestro mundo.
3. El circuito del ministerio de la inteligencia de un universo local, que incluye la
presencia diversamente funcional de los espíritus ayudantes de la mente.
Cuando se desarrolla en un universo local tal armonía espiritual que sus circuitos
individuales y combinados se vuelven indistinguibles de aquellos del superuniverso,
cuando prevalece tal identidad de función y singularidad de ministerio verdaderamente,
entonces el universo local gira en los circuitos establecidos de luz y vida, volviéndose a la
vez elegible para que se lo admita en la confederación espiritual de la unión perfeccionada
de la supercreación. Los requisitos para la admisión en los concilios de los Ancianos de los
Días, o sea, para ser miembro en la confederación superuniversal, son:
1. Estabilidad física. Las estrellas y los planetas de un universo local deben estar en
equilibrio; los períodos de metamorfosis estelar inmediata deben haber terminado. El
universo debe proceder sobre pistas despejadas; su órbita debe estar certera y finalmente
establecida.
2. Lealtad espiritual. Debe existir un estado de reconocimiento universal del Hijo
Soberano de Dios que preside los asuntos de dicho universo local, y lealtad al mismo. Debe
haber entrado a existir un estado de cooperación armoniosa entre los planetas, sistemas y
constelaciones del entero universo local.
Vuestro universo local ni siquiera se considera como perteneciente al orden físico
establecido del superuniverso, mucho menos capaz de ser miembro de la familia espiritual
reconocida del supergobierno. Aunque Nebadon todavía no tiene
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representación en Uversa, nosotros, pertenecientes al gobierno superuniversal, somos
enviados a sus mundos en misiones especiales de vez en cuando, así como yo he venido a
Urantia directamente desde Uversa. Prestamos toda ayuda posible a vuestros directores y
gobernantes en la solución de sus difíciles problemas; estamos deseosos de ver que vuestro
universo se califique para la plena admisión en las creaciones asociadas de la familia
superuniversal.
10. LOS GOBERNANTES DE LOS SUPERUNIVERSOS
Las sedes centrales de los superuniversos son los asientos del elevado gobierno
espiritual de los ámbitos del tiempo y el espacio. La rama ejecutiva del supergobierno, que
se origina en los Concilios de la Trinidad está dirigida por uno de los Siete Espíritus
Rectores de supervisión suprema, seres que se sientan en asientos de autoridad paradisiaca
y administran los superuniversos a través de los Siete Ejecutivos Supremos estacionados en
los siete mundos especiales del Espíritu Infinito, los satélites más exteriores del Paraíso.
La sede central del superuniverso es la morada de los Espíritus Reflexivos y de los
Auxiliares Reflexivos de Imagen. Desde esta posición intermedia, estos seres maravillosos
conducen sus extraordinarias operaciones de reflexividad, ministrando así al universo
central arriba y a los universos locales debajo.
Cada superuniverso está presidido por tres Ancianos de los Días, los ejecutivos jefes
conjuntos del supergobierno. En su rama ejecutiva, el personal del gobierno superuniversal
consiste en siete grupos diferentes:
1. Ancianos de los Días.
2. Perfeccionadores de la Sabiduría.
3. Consejeros Divinos.
4. Censores Universales.
5. Mensajeros Poderosos.
6. Aquellos Elevados en Autoridad.
7. Aquellos sin Nombre ni Número.
Los tres Ancianos de los Días son asistidos directamente por un cuerpo de mil millones
de Perfeccionadores de la Sabiduría, con quienes están asociados tres mil millones de
Consejeros Divinos. Mil millones de Censores Universales se asignan a cada
administración superuniversal. Estos tres grupos son Personalidades Coordinadas de la
Trinidad, y se originan divina y directamente en la Trinidad del Paraíso.
Las restantes tres órdenes, los Mensajeros Poderosos, Aquellos Elevados en Autoridad,
y Aquellos sin Nombre ni Número, son mortales ascendentes glorificados. La primera de
estas órdenes se elevó a través del régimen ascendente y pasó a través de Havona en los
días de Grandfanda. Habiendo logrado el Paraíso, fueron admitidos al Cuerpo de la
Finalidad, abrazados por la Trinidad del Paraíso, y posteriormente asignados al servicio
excelso de los Ancianos de los Días. Como clase, estas tres órdenes se conocen como los
Hijos Trinidizados de Logro, siendo de origen dual pero ahora al servicio de la Trinidad.
De esta manera la rama ejecutiva del gobierno superuniversal fue ampliada para incluir a
los hijos glorificados y perfeccionados de los mundos evolucionarios.
El concilio coordinado del superuniverso está compuesto de los siete grupos ejecutivos
arriba nombrados y de los siguientes gobernantes de sectores y otros supervisores
regionales:
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1. Perfecciones de los Días —los gobernantes de los sectores mayores de un
superuniverso.
2. Recientes de los Días —los directores de los sectores menores de un superuniverso.
3. Uniones de los Días —los consejeros del Paraíso para los gobernantes de los
universos locales.
4. Fieles de los Días —los consejeros del Paraíso para los gobernantes Altísimos de los
gobiernos de las constelaciones.
5. Los Hijos Instructores Trinitarios que al azar se encuentren asignados a la sede central
de un superuniverso.
6. Los Eternos de los Días que puedan encontrarse presentes en la sede central
superuniversal.
7. Los Siete Auxiliares Reflexivos de Imagen —los portavoces de los Siete Espíritus
Reflexivos y, a través de ellos, representantes de los Siete Espíritus Rectores del Paraíso.
Los Auxiliares Reflexivos de Imagen también funcionan como representantes de
numerosos grupos de seres que son influyentes en los gobiernos superuniversales, pero que
por distintas razones no se encuentran al presente plenamente activos en sus capacidades
individuales. Comprendidos dentro de este grupo se encuentran: la manifestación en
evolución de la personalidad superuniversal del Ser Supremo, los Supervisores No
Cualificados del Supremo, los Vicegerentes Cualificados del Último, los reflexivadores de
enlace innominados de Majeston y los representantes espirituales superpersonales del Hijo
Eterno.
En casi todo momento, es posible encontrar representantes de todos los grupos de seres
creados en los mundos sede central de los superuniversos. La tarea rutinaria de ministerio
de los superuniversos la realizan los poderosos seconafines y otros miembros de la vasta
familia del Espíritu Infinito. En el trabajo de estos maravillosos centros de administración
superuniversal, el control, el ministerio y el juicio ejecutivo, las inteligencias de cada esfera
de la vida universal se combinan en servicio eficaz, administración sabia, ministerio amante
y juicio justo.
Los superuniversos no mantienen ningún tipo de representación diplomática; están
completamente aislados unos de los otros. Conocen de los asuntos mutuos sólo a través de
la agencia distribuidora en el Paraíso, mantenido por los Siete Espíritus Rectores. Estos
gobernantes trabajan en los concilios de sabiduría divina para el bienestar de sus propios
superuniversos, a pesar de los acontecimientos que puedan estar ocurriendo en otras
secciones de la creación universal. Este aislamiento de los superuniversos persistirá hasta el
momento en que se logre su coordinación mediante una actualización más completa de la
personalidad y soberanía del Ser Supremo experiencial ahora en evolución.
11. LA ASAMBLEA DELIBERANTE
Es en mundos tales como Uversa donde los seres que representan la autocracia de la
perfección y la democracia de la evolución se encuentran cara a cara. La rama ejecutiva del
supergobierno se origina en los ámbitos de la perfección; la rama legislativa surge del
florecimiento de los universos evolucionarios.
La asamblea deliberante del superuniverso está confinada al mundo sede central. Este
concilio legislativo o asesor consiste en siete cámaras, y cada universo local admitido a los
concilios superuniversales elige su representante nativo para cada una de ellas. Los
concilios elevados de dichos universos locales eligen estos representantes entre los
peregrinos ascendentes graduados de Orvonton que se
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encuentran en Uversa, acreditados para su transporte a Havona. El término promedio de
servicio es alrededor de cien años de tiempo estándar superuniversal.
No he sabido nunca de una desavenencia entre los ejecutivos de Orvonton y la asamblea
de Uversa. Jamás hasta ahora, en la historia de nuestro superuniverso, ha sancionado el
cuerpo deliberante una recomendación que la división ejecutiva del supergobierno haya
titubeado siquiera en ejecutar. Ha prevalecido siempre la más perfecta armonía y acuerdo
de trabajo, todo lo cual atestigua al hecho de que los seres evolucionarios pueden
verdaderamente lograr las alturas de la sabiduría perfeccionada que los califica para
departir con las personalidades de origen perfecto y naturaleza divina. La presencia de las
asambleas deliberantes en la sede central de los superuniversos revela la sabiduría, y
antecede el triunfo último del entero vasto concepto evolucionario del Padre Universal y de
su Hijo Eterno.
12. LOS TRIBUNALES SUPREMOS
Cuando hablamos de las ramas ejecutiva y deliberante del gobierno de Uversa, podríais,
por analogía con ciertas formas de gobierno civil urantiano, razonar que hemos de tener una
tercera rama o rama judicial, y así es; pero no tiene personal separado. Nuestras cortes están
constituidas como sigue: preside, según la naturaleza y gravedad del caso, un Anciano de
los Días, un Perfeccionador de la Sabiduría, o un Consejero Divino. Las pruebas a favor o
en contra de un individuo, planeta, sistema, constelación o universo son presentadas e
interpretadas por los Censores. La defensa de los hijos del tiempo y de los planetas
evolucionarios está a cargo de los Mensajeros Poderosos, los observadores oficiales del
gobierno superuniversal ante los universos y sistemas locales. La actitud del gobierno más
alto está descrita por Aquellos Elevados en Autoridad. Generalmente el veredicto es
formulado por una comisión de número variable que consiste por igual en Aquellos Sin
Nombre Ni Número y un grupo de personalidades comprensivas elegidas de la asamblea
deliberante.
Las cortes de los Ancianos de los Días son los tribunales elevados de revisión para la
adjudicación espiritual de todos los universos competentes. Los Hijos Soberanos de los
universos locales son supremos en su propio dominio, están sujetos al supergobierno sólo
en cuanto someten voluntariamente asuntos para asesoría o adjudicación por parte de los
Ancianos de los Días, excepto en asuntos que comprenden la extinción de las criaturas
volitivas. Los mandatos judiciales se originan en los universos locales, pero las sentencias
que comprenden la extinción de una criatura volitiva siempre se formulan en la sede central
del superuniverso y son ejecutadas allí. Los Hijos de los universos locales pueden decretar
la sobrevivencia de un hombre mortal, pero sólo los Ancianos de los Días pueden sentarse
en juicio ejecutivo de los asuntos de la vida y muerte eternas.
En todos los asuntos que no requieren proceso, presentación de pruebas, los Ancianos de
los Días o sus asociados toman las decisiones, y estas decisiones son siempre unánimes.
Aquí nos encontramos ante los concilios de la perfección. No hay desacuerdos ni opiniones
minoritarias en los decretos de estos tribunales supremos y superlativos.
Con algunas pocas excepciones, los supergobiernos ejercen jurisdicción sobre todas las
cosas y todos los seres de sus respectivos dominios. No hay apelación de las decisiones y
decretos de las autoridades superuniversales puesto que éstas representan las opiniones
conjuntas de los Ancianos de los Días y del Espíritu Rector que, desde el Paraíso, preside
los destinos del superuniverso correspondiente.
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13. LOS GOBIERNOS DE LOS SECTORES
Un sector mayor comprende aproximadamente un décimo de un superuniverso y
consiste en cien sectores menores, diez mil universos locales, alrededor de cien mil
millones de mundos habitables. Tres Perfecciones de los Días, Personalidades Supremas de
la Trinidad, administran a estos sectores mayores.
Las cortes de los Perfecciones de los Días están constituidas de forma muy semejante a
aquellas de los Ancianos de los Días, excepto que ellos no se sientan en juicio espiritual de
los reinos. El trabajo de estos gobiernos de sector mayor tiene que ver fundamentalmente
con el estado intelectual de una vasta creación. Los sectores mayores arrestan, adjudican,
dispensan y tabulan, para el objetivo de la información ante las cortes de los Ancianos de
los Días, todos los asuntos de importancia superuniversal de naturaleza rutinaria y
administrativa que no conciernen directamente la administración espiritual de los reinos o
la operación de los planes de ascensión de los mortales formulados por los Gobernantes del
Paraíso. El personal de un gobierno de sector mayor no difiere del de un superuniverso.
Así como los magníficos satélites de Uversa se ocupan de vuestra preparación espiritual
final para ir a Havona, del mismo modo los setenta satélites de Umayor el quinto están
dedicados a la capacitación y desarrollo intelectuales de vuestro superuniverso. Desde todo
Orvonton, se congregan aquí los seres sabios que laboran incansablemente para preparar a
los mortales del tiempo para su progreso ulterior hacia la carrera de la eternidad. La mayor
parte de esta capacitación de los mortales ascendentes se realiza en los setenta mundos de
estudio.
Los gobiernos del sector menor son presididos por tres Recientes de los Días. Su
administración se ocupa principalmente del control físico, unificación, estabilización y
coordinación rutinaria de la administración de los universos locales componentes. Cada
sector menor comprende hasta cien universos locales, diez mil constelaciones, un millón de
sistemas o alrededor de mil millones de mundos habitables.
Los mundos sede central del sector menor son el gran lugar de reunión de los
Controladores Físicos Decanos. Estos mundos sede central están rodeados de siete esferas
de instrucción que constituyen las escuelas de admisión del superuniverso y son los centros
de capacitación para el conocimiento físico y administrativo relativo al universo de los
universos.
Los administradores del gobierno del sector menor están bajo la jurisdicción inmediata
de los gobernantes del sector mayor. Los Recientes de los Días reciben todos los informes
de observaciones y coordinan todas las recomendaciones que son elevadas a un
superuniverso desde los Uniones de los Días estacionados como observadores de la
Trinidad y asesores en las esferas sede central de los universos locales y de los Fieles de los
Días que similarmente están asignados a los concilios de los Altísimos en las sedes
centrales de las constelaciones. Todos dichos informes son transmitidos a los Perfecciones
de los Días en los sectores mayores, para que sean transmitidos posteriormente a las cortes
de los Ancianos de los Días. Así el régimen de la Trinidad se extiende de las constelaciones
de los universos locales hacia arriba hasta la sede central del superuniverso. Las sedes
centrales del sistema local no tienen representantes de la Trinidad.
14. LOS PROPÓSITOS DE LOS SIETE SUPERUNIVERSOS
Existen siete propósitos principales que se están desarrollando en la evolución de los
siete superuniversos. Cada propósito principal en la evolución del superuniPágina 182
verso hallará su expresión más plena tan sólo en uno de los siete superuniversos, y por lo
tanto cada superuniverso tiene una función específica y una naturaleza singular.
Orvonton, el séptimo superuniverso, al cual pertenece vuestro universo local, se conoce
principalmente por su extraordinaria y generosa dotación de ministerio misericordioso a los
mortales de los reinos. Es reconocido por la manera en la cual prevalece la justicia,
atemperada por la misericordia, y gobierna el poder, condicionado por la paciencia,
mientras que se realizan libremente los sacrificios del tiempo para asegurar la estabilización
de la eternidad. Orvonton es la demostración universal del amor y de la misericordia.
Sin embargo, es muy difícil describir nuestro concepto de la naturaleza verdadera del
propósito evolucionario que se está desarrollando en Orvonton, pero podríamos sugerirlo
diciendo que en esta supercreación creemos que los seis propósitos singulares de la
evolución cósmica, tal como se manifiestan en las seis supercreaciones asociadas, están
siendo aquí interasociadas en una significación del todo; y es por esta razón que a veces
conjeturamos que la personalización evolucionada y terminada de Dios el Supremo en el
futuro remoto y desde Uversa gobernará los siete superuniversos perfeccionados en toda la
majestad experiencial de su para entonces logrado poder soberano todopoderoso.
Así como Orvonton es único en naturaleza e individual en destino, del mismo modo lo
es cada uno de los seis superuniversos asociados. Gran parte de lo que sucede en Orvonton
sin embargo no se os revela, y de estas características no reveladas de la vida de Orvonton,
muchas encontrarán una expresión más completa en algún otro superuniverso. Los siete
propósitos de la evolución superuniversal operan en todos los siete superuniversos, pero
cada supercreación ofrecerá una expresión más plena de sólo uno de estos propósitos. Para
que vosotros comprendáis más sobre estos propósitos superuniversales, mucho de lo que
vosotros no comprendéis debería seros revelado, y aun así muy poco comprenderíais. Esta
narrativa total presenta tan sólo un vistazo a vuelo de pájaro de la inmensa creación de la
cual vuestro mundo y sistema local forman parte.
Vuestro mundo se denomina Urantia, y es el número 606 en el grupo planetario, o
sistema, de Satania. Este sistema tiene actualmente 619 mundos habitados, y más de
doscientos planetas adicionales están evolucionando favorablemente hacia volverse mundos
habitados en algún tiempo futuro.
Satania tiene un mundo sede central denominado Jerusem, y es el sistema número
veinticuatro en la constelación de Norlatiadek. Vuestra constelación, Norlatiadek, consiste
en cien sistemas locales y tiene un mundo sede central denominado Edentia. Norlatiadek es
el número setenta en el universo de Nebadon. El universo local de Nebadon consiste en
cien constelaciones y tiene una capital conocida como Salvington. El universo de Nebadon
es el número ochenta y cuatro en el sector menor de Ensa.
El sector menor de Ensa consiste en cien universos locales y tiene una capital
denominada Umenor la tercera. Este sector menor es el número tres en el sector mayor de
Splandon. Splandon consiste en cien sectores menores y tiene un mundo sede central
denominado Umayor el quinto. Es el quinto sector mayor del superuniverso de Orvonton, el
séptimo segmento del gran universo. Así pues podéis ubicar vuestro planeta en el esquema
de la organización y administración del universo de los universos.
El número granuniversal de vuestro mundo, Urantia, es 5.342.482.337.666. Ése es el
número de registro en Uversa y en el Paraíso, vuestro número en el catálogo de los mundos
habitados. Conozco el número de registro de las esferas físicas, pero es de tamaño tan
extraordinario que tendría muy poco significado práctico para la mente mortal.
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Vuestro planeta forma parte de un cosmos enorme; vosotros pertenecéis a una familia
casi infinita de mundos, pero vuestra esfera es administrada con igual precisión y se
fomenta con igual amor como si fuera el único mundo habitado en toda la existencia.
[Presentado por un Censor Universal que proviene de Uversa.]
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