Sarcopenia y caquexia Ivet Ribot Domènech Maria Lecha Benet PID_00185653 CC-BY-NC-ND • PID_00185653 Los textos e imágenes publicados en esta obra están sujetos –excepto que se indique lo contrario– a una licencia de Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada (BY-NC-ND) v.3.0 España de Creative Commons. Podéis copiarlos, distribuirlos y transmitirlos públicamente siempre que citéis el autor y la fuente (FUOC. Fundación para la Universitat Oberta de Catalunya), no hagáis de ellos un uso comercial y ni obra derivada. La licencia completa se puede consultar en http://creativecommons.org/ licenses/by-nc-nd/3.0/es/legalcode.es Sarcopenia y caquexia Sarcopenia y caquexia CC-BY-NC-ND • PID_00185653 Índice 1. Sarcopenia............................................................................................ 5 1.1. Introducción y definición ........................................................... 5 1.2. Prevalencia ................................................................................... 5 1.3. Fisiopatología .............................................................................. 6 1.4. Consecuencias ............................................................................. 7 1.5. Diagnóstico .................................................................................. 8 1.6. Clasificación y estadios ............................................................... 10 1.7. Tratamientos ................................................................................ 11 Caquexia............................................................................................... 14 2.1. Introducción y definición ........................................................... 14 2.2. Diagnóstico .................................................................................. 15 2.3. Caquexia e insuficiencia cardíaca crónica (ICC) ........................ 16 2.4. Caquexia y cáncer ....................................................................... 17 2.5. Tratamiento ................................................................................. 18 Bibliografía................................................................................................. 21 2. CC-BY-NC-ND • PID_00185653 5 Sarcopenia y caquexia 1. Sarcopenia 1.1. Introducción y definición No existe una definición de sarcopenia, término propuesto por Irwin Rossenberg en 1989, ampliamente aceptada. El Grupo de Trabajo Europeo sobre la Sarcopenia en Ancianos (EWGSOP), sin embargo, consensuó en el año 2010 una definición clínica y práctica de esta afectación. Síndrome caracterizado por una pérdida progresiva y generalizada de la masa y fuerza del músculo esquelético con riesgo de sufrir consecuencias adversas como discapacidad física, mala calidad de vida y mortalidad. La masa muscular declina aproximadamente un 3-8% por década a partir de los 30 años, y esta tasa se acelera a partir de los 60 años. Semejante pérdida provoca una disminución en la fuerza y la función muscular que están involucradas con la discapacidad del anciano. Las principales causas desencadenantes de la sarcopenia son la inactividad, la edad y una alimentación insuficiente. La ausencia de ejercicio físico en los ancianos tiene múltiples consecuencias para el músculo: pérdida de masa muscular, asociada a fatiga, riesgo de caídas y fracturas, menos fuerza y menos resistencia muscular. Por otro lado, preservar o reconstruir masa muscular puede reducir la morbilidad y mortalidad, puesto que mejora la función física, mantiene la función inmunitaria y ayuda a la curación de heridas. 1.2. Prevalencia Es difícil aportar cifras de prevalencia puesto que la sarcopenia todavía no está del todo definida ni es suficientemente conocida. Si la definición dice que la sarcopenia es un acompañante del envejecimiento, cabe señalar que afecta al 100% de los ancianos, pero si se añade que esta pérdida de masa y fuerza es suficientemente intensa como para producir síntomas, la prevalencia será menor. Con un límite de pérdida muscular de dos desviaciones estándar por debajo del valor normal de masa muscular de una población más joven (límite propuesto por la mayoría de estudios para definir la sarcopenia), un estudio de Etimología La palabra sarcopenia deriva de las palabras griegas sarx ('carne') y penia ('carencia'). CC-BY-NC-ND • PID_00185653 6 Baumgartner y colaboradores de un grupo de 833 ancianos detectó un 13% de sarcopénicos a los 65 años, un 24% a los 70 años y hasta un 50% en los mayores de 80 años. 1.3. Fisiopatología Varios mecanismos relacionados con la síntesis proteica, proteólisis, integridad neuromuscular y contenido de grasa muscular participan en el inicio y la progresión de la sarcopenia. La pérdida de masa y potencia muscular es el resultado de una interacción de varios factores: • Factores�del�sistema�nervioso�central. Con la edad se van perdiendo unidades motoras alfa de la médula espinal, produciendo atrofia muscular. • Factores�musculares. Con la edad se produce una pérdida de fuerza en las fibras musculares (calidad muscular) y una disminución en el número de células musculares (masa muscular). • Factores� humorales. Con el envejecimiento disminuyen los niveles de hormonas anabolizantes, como la hormona del crecimiento, la testosterona y los estrógenos, y se produce una disminución de su efecto trófico que a la vez produce atrofia muscular. Además, con la edad existe un estado de inflamación subclínica que hace que aumenten los niveles de interleuquina 1 beta (IL-1), factor de la necrosis tumoral (TNF), e interleuquina 6 (IL-6), provocando pérdida de aminoácidos por el músculo. • Factores�de�estilo�de�vida. El desuso y una vida sedentaria desencadena una mayor pérdida de musculatura en comparación con aquellos pacientes que tienen una vida más activa. Aunque la sarcopenia está íntimamente relacionada con el proceso del envejecimiento, también puede aparecer en adultos más jóvenes como consecuencia de enfermedades crónicas, malnutrición, sedentarismo y alteraciones endocrinas. Sarcopenia y caquexia CC-BY-NC-ND • PID_00185653 7 Etiología de la sarcopenia Fuente: adaptado de: A. J. Cruz-Jentoft y otros (2011). "La eclosión de la sarcopenia: Informe preliminar del Observatorio de la Sarcopenia de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología". Revista Española de Geriatría y Gerontología. También hay que hacer referencia a una variante de la sarcopenia, la obesidad sarcopénica, de la cual todavía no existe una buena definición. Este estado se produce cuando se pierde masa magra en presencia de una masa grasa normal o aumentada. Por lo tanto, la relación entre la reducción de masa y fuerza muscular es normalmente independiente de la masa corporal. 1.4. Consecuencias La sarcopenia se asocia con una pérdida funcional y, como consecuencia de ello, con una mala calidad de vida y un mayor riesgo de mortalidad. El mecanismo por el cual aparecen estas consecuencias sigue un orden lógico, en el que la disminución de la masa muscular, que a la vez disminuye el rendimiento físico, dificulta la realización de actividades habituales de la vida diaria, generando discapacidad y dependencia. Sarcopenia y caquexia CC-BY-NC-ND • PID_00185653 8 Consecuencias de la sarcopenia Fuente: extraído de A. J. Cruz-Jentoft y otros (2011). "La eclosión de la sarcopenia: Informe preliminar del Observatorio de la Sarcopenia de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología". Revista Española de Geriatría y Gerontología. Se ha observado que las personas con sarcopenia tienen entre dos y cinco veces más probabilidad de tener discapacidad que aquellas que no la presentan, y que juega un papel muy importante en la fisiopatología de la fragilidad, predisponiendo a las caídas, al deterioro funcional, a un mayor uso de recursos hospitalarios y sociales. Por todo esto, es de gran importancia que se siga investigando para conseguir diagnosticar y tratar de manera adecuada a todas las personas que la sufren. 1.5. Diagnóstico Los criterios para el diagnóstico de la sarcopenia son los siguientes: Se han estudiado varias técnicas de evaluación de estos parámetros. Para obtener la masa muscular, el análisis de bioimpedancia resulta ser una técnica fácil de aplicar, económica y bastante ajustada. En la medición de la fuerza muscular se utiliza un dinamómetro en la mano o las extremidades, y para medir el rendimiento físico se han validado diferentes instrumentos, como por ejemplo, la velocidad de la marcha o la short physical performance battery, que evalúa el equilibrio, la marcha, la fuerza y la resistencia. Sarcopenia y caquexia CC-BY-NC-ND • PID_00185653 9 Sarcopenia y caquexia CC-BY-NC-ND • PID_00185653 10 Sarcopenia y caquexia La EWGSOP ha propuesto un algoritmo para detectar casos de sarcopenia en personas de edad avanzada y que también puede aplicarse a personas más jóvenes con riesgo: Algoritmo de detección de la sarcopenia Fuente: extraído de A. J. Cruz-Jentoft y otros (2011). "La eclosión de la sarcopenia: Informe preliminar del Observatorio de la Sarcopenia de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología". Revista Española de Geriatría y Gerontología. 1.6. Clasificación y estadios Clasificación de sarcopenia según la causa: • Sarcopenia�primaria o relacionada con�la�edad. Cuando no existe ninguna otra causa evidente excepto el envejecimiento. • Sarcopenia� secundaria. Cuando existen otras causas evidentes, relacionadas con la actividad, la enfermedad o la nutrición: – Sarcopenia relacionada con la�actividad. Puede ser consecuencia del reposo en la cama, del sedentarismo y de la situación de ingravidez. CC-BY-NC-ND • PID_00185653 – 11 Sarcopenia relacionada con enfermedades. Asociada a un fracaso orgánico avanzado (cardíaco, pulmonar, hepático, renal, cerebral), enfermedades inflamatorias, neoplasias o enfermedades endocrinas. – Sarcopenia relacionada con la�nutrición. Consecuencia de una ingesta dietética insuficiente de energía y/o proteínas, como sucede en el caso de la malabsorción, trastornos digestivos o uso de medicamentos anorexígenos. La EWGSOP propone una estadificación de la sarcopenia según su gravedad para ayudar a orientar el tratamiento clínico: • Presarcopenia: masa muscular baja sin efectos sobre la fuerza muscular ni el rendimiento físico. • Sarcopenia: masa muscular baja con menos fuerza muscular o menos rendimiento físico. • Sarcopenia grave: masa muscular baja con menos fuerza muscular y menos rendimiento físico. 1.7. Tratamientos Se han ensayado varias estrategias para el tratamiento de la sarcopenia: tratamiento sustitutivo con testosterona, otros andrógenos anabolizantes, estrógenos en mujeres, hormonas de crecimiento, tratamiento nutricional y ejercicio físico. Pero de todas las alternativas terapéuticas, solo el ejercicio� físico� de resistencia ha demostrado eficacia en el incremento de la masa muscular esquelética, asociado o no a la suplementación nutricional. En ancianos, el entrenamiento con ejercicios de resistencia ha mostrado mejoras de la masa muscular, de la fuerza muscular, del equilibrio y de la resistencia. Los ejercicios de alta intensidad son los que han indicado más eficacia con periodos de seguimiento de 8 a 12 semanas, dos o tres veces por semana, a pesar de que algunos estudios han mostrado mejoras con tiempo inferior. Se ha considerado un tratamiento con pocos efectos secundarios y que se puede llevar a cabo con seguridad. Se recomienda que vaya acompañado de un aporte proteico suficiente, teniendo en cuenta que en este grupo de pacientes la tasa catabólica es superior y que los requerimientos, probablemente, serán superiores a los de la población adulta no anciana. Por lo que respecta al tratamiento�nutricional, la ingesta proteica es un nutriente esencial para conseguir una masa muscular adecuada en la juventud y mantenerla durante el envejecimiento. Hay que optimizar la ingesta proteica puesto que muchos estudios determinan que una ingesta escasa de proteínas comporta un factor de riesgo más elevado de sufrir sarcopenia, sobre todo a Sarcopenia y caquexia CC-BY-NC-ND • PID_00185653 12 partir de los 50 años. En ancianos, y a consecuencia del proceso catabólico, se ha detectado que los requerimientos de 0,8 g/kg/día de proteínas que marca la DRI (dietary reference intakes) son insuficientes, y se propone un aumento a 1-1,2 g/kg/día o, incluso, a 1,5 g/kg/día. Se ha observado que el aumento de aminoácidos disponibles aumenta el anabolismo proteico muscular y que este hecho muestra que la biodisponibilidad proteica es importante para el mantenimiento de la masa muscular. Por esta razón, la mayoría de estudios nutricionales de la sarcopenia focalizan el tratamiento nutricional en modificaciones del contenido proteico. Algunos aminoácidos específicos han sido objeto de estudio. Los aminoácidos ramificados (leucina, isoleucina y valina) parece que tienen un efecto significativo antianoréctico y anticaquéctico, puesto que interfieren con la síntesis de serotonina cerebral y, concretamente, con la actividad serotoninérgica hipotalámica. Este mecanismo podría tener cierto papel anticatabólico puesto que promovería la síntesis proteica e inhibiría las vías proteolíticas intracelulares. De modo específico, la leucina ha mostrado beneficios en adultos jóvenes, aumentando la masa libre de grasa, siempre y cuando el tratamiento nutricional vaya acompañado de ejercicio. En ancianos, el aumento de la masa libre de grasa se ha conseguido combinando ejercicio de alta resistencia con la administración de suplementos con beta-hidroxibeta-metilbutirato (metabolito de la leucina). Se ha observado que los aminoácidos esenciales son los que presentan capacidad para estimular el anabolismo proteico muscular y que la eficiencia proteica en el músculo es mayor cuando se utiliza proteína sérica (proteína soluble de absorción rápida). Por otro lado, el momento en el que se ingiere este suplemento proteico también ha mostrado variaciones, obteniendo mejores resultados cuando el suplemento se ha administrado inmediatamente después del ejercicio. La ingesta de suplemento de hidratos de carbono con mezcla de proteínas y aminoácidos, justo después de hacer ejercicio de resistencia, ha mostrado buenos resultados sobre la síntesis proteica muscular en algunos estudios, pero en otros no se ha observado lo mismo. Hay que ir con mucho cuidado a la hora de añadir suplementación nutricional para que esta no tenga un efecto negativo sobre la ingesta de la dieta convencional. Hace falta, por lo tanto, aportar suplementación de alta densidad calórica-proteica y de manera fraccionada. La vitamina�D es otro nutriente que está en estudio, pues se ha establecido que concentraciones bajas de vitamina D y niveles elevados de parathormona son factores de riesgo para desarrollar sarcopenia en el anciano. La vitamina D se ha mostrado eficaz para mejorar la masa ósea y disminuir el número de caídas puesto que ayuda a mejorar el equilibrio. Conceptos�sobre�recomendaciones�dietéticas: Sarcopenia y caquexia CC-BY-NC-ND • PID_00185653 • 13 La mayoría de los adultos se benefician de ingestas proteicas superiores a las establecidas por la DRI. • Los requerimientos proteicos son proporcionales al peso corporal, no a la ingesta energética, ya que esta disminuye con el envejecimiento. • Un estilo de vida sedentario reduce la eficacia de los aminoácidos. La calidad de la dieta y la actividad física son los factores limitantes para tener un adecuado recambio proteico que permita la regeneración muscular. • La síntesis proteica muscular requiere de, al menos, 30 g de proteínas totales o 15 g de aminoácidos esenciales. La leucina sería un aminoácido básico. • Las necesidades de proteínas aumentan un 1% por cada descenso de 100 kcal en la ingesta energética por debajo de las 2.000 kcal diarias. • La edad altera la digestión y la biodisponibilidad de algunas proteínas. Se absorben mejor las proteínas procedentes del suero que las caseínas. Por lo tanto, en el tratamiento terapéutico de la sarcopenia son fundamentales tanto la realización de ejercicio específico como la ingesta proteica, que se realiza en muchos casos con suplementos orales, especialmente en el paciente desnutrido. Se considera esencial el efecto sinérgico existente entre suplementación y ejercicio físico, especialmente con aquellas personas que no llegan a cubrir unos requerimientos proteicos mínimos. Sarcopenia y caquexia CC-BY-NC-ND • PID_00185653 14 Sarcopenia y caquexia 2. Caquexia 2.1. Introducción y definición Se han necesitado muchos años de discusión y desacuerdos para llegar a una definición de la caquexia, aceptada por los diferentes expertos. En el año 2006 se reunieron varios investigadores y clínicos y, durante dos días, estuvieron discutiendo hasta llegar a una nueva definición. En este último consenso, publicado en el 2008 en la revista Clinical Nutrition, se define la caquexia de la siguiente manera: "Un síndrome metabólico complejo asociado a la enfermedad subyacente que se caracteriza por una pérdida de masa muscular acompañada o no de pérdida de masa grasa". Lo que más destaca en la caquexia es la pérdida de peso en los adultos o la falta de crecimiento en los niños. La pérdida de peso es un gran indicador de morbimortalidad en muchas enfermedades. Normalmente, la caquexia se asocia a la anorexia, la inflamación, la resistencia a la insulina y al aumento de la degradación de proteínas musculares: Etimología La palabra caquexia deriva de las palabras griegas kakos ('malo') y hexis ('condición'). CC-BY-NC-ND • PID_00185653 15 Fuente: W. J. Evans; J. E. Morley; J. M. Arcillas (2008). "Cachexia: a new definition". Clinical Nutrition (núm. 27, pág. 793-799). 2.2. Diagnóstico Como consecuencia del hecho de que, hasta hace poco tiempo, no se había determinado de manera clara la definición y el diagnóstico de la caquexia, en la mayoría de los casos no se diagnostica y, por tanto, se trata poco y muchas veces, tarde. El mismo grupo que definió la caquexia por consenso estableció unos criterios diagnósticos que podéis ver en el siguiente cuadro. Para identificar de manera práctica a un paciente que presenta caquexia, nos podemos basar en este esquema. Si coinciden la pérdida de peso indicada y tres de las características siguientes, ya podemos decir que el paciente en cuestión presenta caquexia: Sarcopenia y caquexia CC-BY-NC-ND • PID_00185653 16 2.3. Caquexia e insuficiencia cardíaca crónica (ICC) Las enfermedades cardiovasculares continúan siendo una de las primeras causas de mortalidad en los países subdesarrollados. La prevalencia de la ICC es de 1-2%, y aumenta hasta un 10% en personas mayores de 80 años. Normalmente, cuando pensamos en la nutrición relacionada con la enfermedad cardíaca, lo hacemos más en situaciones de sobrenutrición por exceso (obesidades, DLP, etc.), pero hay casos en que destaca la desnutrición o caquexia cardíaca, como ocurre con los pacientes con ICC. Actualmente, está del todo reconocida la pérdida de peso y malnutrición que a menudo presentan estos pacientes y, además, se sabe que esta pérdida de peso comprometerá su evolución. La caquexia cardíaca es una grave complicación de la ICC, que se define como un síndrome multifactorial caracterizado por una grave pérdida de peso, una pérdida de grasa y masa muscular y un incremento del catabolismo proteico. La causa exacta por la cual la ICC produce caquexia todavía no se conoce del todo. Intervienen en ella varios factores, como una ingesta oral insuficiente, malabsorción intestinal, alteraciones metabólicas, pérdida de nutrientes por vía digestiva o renal y desequilibrios del balance energético. La principal causa de caquexia cardíaca es el hecho de tener un balance energético y nitrogenado negativo. La disminución de la ingesta se puede dar por varias causas, como la plenitud gástrica que presentan o la sensación de esfuerzo y de falta de oxígeno que les supone el acto de comer. También por la anorexia, que puede ser causada por ciertos medicamentos y por el efecto del tipo de dieta que a menudo tiene pautado este tipo de paciente, que acostumbra a ser muy restrictiva y monótona y que puede hacer que el paciente deje de comer por aburrimiento. Sarcopenia y caquexia CC-BY-NC-ND • PID_00185653 17 Según las guías estadounidenses de nutrición (ASPEN) y con un grado de evidencia B, se tendría que hacer obligatoriamente una criba nutricional a todos los pacientes con ICC para identificar a los que necesitan una valoración nutricional completa y, en caso de malnutrición calórica y/o proteica o de riesgo de sufrirla, darles el apoyo nutricional adecuado. 2.4. Caquexia y cáncer El cáncer en España afecta a unos 320 hombres y a unas 290 mujeres por cada 100.000 habitantes; se prevé que en los próximos años aumentarán estos porcentajes, pero también que se mejorarán los índices de mortalidad. Más de dos terceras partes de las personas que mueren debido a un cáncer avanzado presentan caquexia. De hecho, esta podría ser la causa de muerte en muchos casos, puesto que la caquexia se caracteriza por una pérdida de peso a expensas de la masa muscular y adiposa. La masa muscular se pierde del músculo esquelético pero también del corazón. Esto es lo que puede representar más de un 20% de las muertes asociadas a un cáncer. La caquexia asociada al cáncer se caracteriza también por anorexia, plenitud gástrica, astenia, anemia, náuseas crónicas e inmunodepresión (más riesgo de sufrir infecciones). El inicio de la caquexia se basa, por un lado, en el aumento de los requerimientos energéticos que se dan por la presencia del tumor, y por el otro, en la desnutrición que causa la disminución de la ingesta. La anorexia, más que una causa por sí sola, es una consecuencia de la caquexia, porque muchas veces aparece cuando ya hay una pérdida de peso cuantificada. Sarcopenia y caquexia CC-BY-NC-ND • PID_00185653 18 Mediadores del proceso caquéctico. La respuesta caquéctica asociada al cáncer se caracteriza tanto por la presencia de anorexia como por profundas alteraciones metabólicas que llevan a un proceso acelerado de pérdida de peso y de debilidad muscular del paciente. Fuente: J. M. Argilés (2006). "Fisiopatología de la caquexia neoplásica". Nutrición Hospitalaria (núm. 21, supl. 3, pág. 4-9). La caquexia cancerosa hace que haya un aumento de la morbimortalidad, que haya una mala respuesta a los tratamientos del cáncer (cirugía, quimioterapia y radioterapia), y provoca, además, una disminución de la calidad de vida del paciente. Hace aumentar, por lo tanto, el gasto sanitario. 2.5. Tratamiento Las opciones de tratamiento de la caquexia son limitadas. Con la realimentación del paciente, ya sea por vía enteral o parenteral, no es suficiente para parar la pérdida de masa muscular o el estado metabólico anormal que se produce, aunque se pare la pérdida de peso. Se han hecho estudios con algunos agentes farmacológicos (andrógenos, hormona de crecimiento, insulina, agentes orexígenos, etc.) y con nutrición específica (inmunonutrición con w3, etc.), pero todavía no hay ningún tratamiento para la caquexia con suficiente evidencia científica. Sarcopenia y caquexia CC-BY-NC-ND • PID_00185653 19 Lo que sí se sabe es que cuanto mejor se traten las patologías que van asociadas a la caquexia (ICC, cáncer, etc.), mejor se resolverá la enfermedad. Esto se ha visto, por ejemplo, con los pacientes de HIV, la mayoría de los cuales ya no presenta estados de desnutrición tan graves, ni pérdidas de peso tan elevadas porque la enfermedad se trata mucho mejor. La intervención nutricional estará enfocada y pensada para mejorar la situación nutricional del paciente, para no empeorar la situación metabólica o hemodinámica y para conseguir una mejora en el estatus nutricional y funcional del miocardio enfermo en el caso de ICC. En cualquier caso, es importante hacer una valoración nutricional y una valoración de la ingesta real del paciente, y si es de manera precoz, mejor. Daremos un apoyo nutricional ajustado a cada situación de la enfermedad cardíaca o neoplásica y metabólica, utilizando como primera opción la vía oral por ser la más fisiológica. Del mismo modo se utilizará antes la NE que la NPT. Las recomendaciones dietético-nutricionales son las siguientes: • Utilizar nutrientes concentrados, de poco volumen. • Restringir la dieta lo menos posible, diversificando la alimentación al máximo y evitando menús monótonos. • Iniciar la alimentación con una baja relación kcal/kg de peso/día y aumentar con precaución y poco a poco, para evitar el síndrome de realimentación. • En el caso de una ICC, restringir el aporte de sodio (1-2 g/d máximo) y la restricción de líquidos (1-1,5 l/d), y realizar siempre balances hídricos. • Pensar siempre en el posible déficit de micronutrientes. Durante la alimentación oral, es aconsejable seguir una dieta blanda y repartida en seis ingestas. Si la alimentación oral es insuficiente, se utilizarán los suplementos líquidos para completar los requerimientos del paciente. Los suplementos es mejor que sean energéticos (1,5-2 kcal/ml) para no dar tanto volumen y, en algunos casos, también pueden ser hiperproteicos. Si con la alimentación por vía oral no se consigue cubrir los requerimientos, se tendrá que recurrir a la nutrición enteral vía sonda o, en último caso, a la nutrición parenteral. También se puede utilizar una alimentación mixta haciendo diferentes combinaciones (oral + NE por sonda o NE + NP). Sarcopenia y caquexia CC-BY-NC-ND • PID_00185653 21 Bibliografía Argiles, J. M.; Busquets, S.; López Soriano, F. J. (2009). "Fisiopatología de la caquexia asociada al cáncer". En: M. Planas (coord.). Actualizaciones en el metabolismo y la nutrición de órganos y sistemas (pág. 3-9). Madrid: Aula Médica. Baumgartner, R. N.; Koehler, K. M.; Gallagher, D. y otros (1998). "Epidemiology of sarcopenia among the elderly in New México". American Journal of Epidemiology (núm. 147, pág. 755-763). Bischoff Ferrari, H. A. (2009). "Validated treatments and therapeutic perspectives regarding nutritherapy". The Journal of Nutrition Health and Aging (núm. 13, pág. 737-741). 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