18 contigo>psicooncología 19 Sección a cargo de:María Die Trill mdietrill@tiscali.es Coordinadora de la Unidad de Psico-O O ncología Hospital Universitario Gregorio Marañón Profesora Asociada de la Universidad Complutense de Madrid EL CANCER DE CERVIX Y DE ENDOMETRIO: ASPECTOS PSICOSOCIALES Además de los problemas psicólogicos que experimenta cualquier enfermo de cáncer, las mujeres afectadas por tumores ginecológicos presentan otras alteraciones específicas en su funcionamiento hormonal, reproductor, sexual y social que tienen una importante impacto psicológico. Ansiedad, depresión, tristeza e incluso vergüenza son algunas de ellas. M uchos de los problemas psicológicos de las enfermas con tumores de cervix y de endometrio son similares a los experimentados por personas que padecen otros tumores malignos. Sin embargo, este tipo de cánceres ginecológicos y sus tratamientos pueden causar problemas físicos específicos como por ejemplo, alteraciones en el funcionamiento hormonal, sexual, reproductor y social, que suelen tener repercusiones psicológicas importantes. Afectación psicológica de los cánceres ginecológicos Cada mujer vive el cáncer de un modo único según el valor y significado que atribuya a la enfermedad y al órgano afectado (cervix o endometrio) y según las pérdidas que ha de afrontar. El apoyo familiar y social jugarán un papel fundamental en su proceso de adaptación emocional. Su personalidad, su adaptación psicológica global previa al diagnóstico y su auto-estima son igualmente importantes, pero la existencia y estabilidad de una relación de pareja puede jugar un papel crucial. Parece haber un cierto estigma asociado al cáncer de cérvix. Quizás aquellas mujeres que lo padecen puedan avergonzarse de él, dado que frecuentemente su aparición se asocia a una infección vírica que se transmite a través del contacto sexual, a la promiscuidad sexual o a la relación con una pareja que ha tenido numerosas relaciones. Ello lleva a que la enferma pueda inhibirse y evite compartir las preocupaciones acerca de su enfermedad. Este aislamiento se añade al que genera el cáncer. ANSIEDAD y DEPRESIÓN o TRISTEZA son respuestas comunes ante la confirmación del diagnóstico onco- contigo oncología para el paciente y su entorno lógico, bien por temor a lo desconocido, o bien por el enfrentamiento a la propia mortalidad. PREOCUPACIONES acerca de cómo cuidar de la familia, cómo mantener responsabilidades laborales, o cómo seguir con las actividades diarias son frecuentes. Además TEMOR ante el inicio de los tratamientos y a los efectos secundarios de éstos, a que la enfermedad no responda ala terapia, y a las implicaciones psicológicas, familiares y sociales de padecer un cáncer de este tipo. Para algunas mujeres, los CAMBIOS que se pueden producir EN LAS RELACIONES SEXUALES tienen una importancia significativa. Un temor frecuentemente no reconocido ante el diagnóstico de un cáncer de cervix es "¿Qué pasará Existe un cierto estigma asociado al cáncer de cérvix, dado que se vincula a una infección vírica de transmisión sexual. Esto puede llevar a un aislamiento añadido al que genera el tumor. con mi vida sexual?". Sin embargo, muy a menudo, las pacientes dudan si consultar con el médico. Sarah Auchincloss, una psiquiatra Norteamericana especializada en consejo psicológico sobre alteraciones sexuales en oncología, refiere que todas las mujeres que padecen tumores ginecológicos sienten su vida sexual amenazada. Aquéllas con una vida sexual activa temen perderla y las que carecen de ella, temen no poder tenerla jamás. La INFERTILIDAD suele ser motivo de preocupación en las que aún no han tenido hijos y entre las que pensaban tener más . La elaboración psicológica de un proceso de duelo por la pérdida de la capacidad reproductora será fundamental. La MENOPAUSIA PREMATURA inducida por el tratamiento en mujeres jóvenes puede tener también efectos psicológicos significativos. Mientras que algunas pueden sentirse menos mujeres o avejentadas precozmente, otras pueden sentirse aliviadas. Las ALTERACIONES EN LA IMAGEN CORPORAL afectan más a aquellas mujeres que atribuyen más importancia a su aspecto físico. ¿Qué puedo hacer para sentirme mejor? Poder identificar lo que uno siente y compartirlo con otros es de gran importancia. Muchas mujeres evitan la expresión de determinados sentimientos en un intento por proteger a los que las rodean. Ello no hace más que aumentar su soledad y su aislamiento. Hablar con otras mujeres que han padecido el mismo tipo de tumor puede ser de gran utilidad. Además, existen grupos de apoyo en varios centros hospitalarios. En casos en los que se sufren alteraciones en las relaciones sexuales y de pareja, la ayuda especializada de terapeutas sexuales, médicos o psicooncólogos puede ser necesaria. Es importante recordar que una mujer con cáncer ginecológico puede seguir satisfaciendo a su pareja sexual. Muchas mujeres con esta situación médica se preocupan más por mantener a su pareja satisfecha que por su propia gratificación. Incluso cuando no se siente deseo o cuando éste es mínimo, o en el caso de que por razones médicas fuera imposible mantener relaciones sexuales como la mujer las mantenía antes del diagnóstico, es posible seguir siendo una buena amante. El orgasmo se puede alcanzar de maneras diversas. Es importante no asumir que si el sexo no puede ser practicado como antes, debe renunciarse a él. También debe recordar una que las dificultades sexuales se pueden tratar. Las relaciones sexuales se deben reanudar cuando se recupera el deseo y se produce la cicatrización necesaria. Si la vagina se ha acortado debi- do, por ejemplo, a fibrosis producida por el tratamiento con radioterapia, encontrará ayuda en el uso de lubricantes vaginales. Si lo que desea es tener relaciones con coito, experimente diferentes posturas. Si se produce dolor, su oncólogo o psico-oncólogo puede sugerir ejercicios. La dilatación vaginal se puede conseguir con el uso de dilatadores vaginales y lubricantes. Recuerde que los problemas sexuales crean dificultades emocionales, de manera que no se pueden separarse de los su vertiente psicológica. Existen medidas que pueden aliviar o controlar los síntomas físicos desagradables que aparecen tras la menopausia. La administración de fármacos puede aliviar la tristeza o los sofocos. Beber mucha agua, vestirse con ropa ligera, hacer ejercicio físico continuado, es importante también para reducir los sofocos y de prevenir la osteoporosis. La aceptación de los cambios sufridos y la rehabilitación completa tras la finalización de los tratamientos puede llevar un cierto tiempo. Es importante no apresurarse en este proceso, que varía de una mujer a otra. contigo número 11 / julio 07