Elaboración del manual para el diplomado en conservación de

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Elaboración del manual para el diplomado en conservación de tierras
silvestres.
INFORME FINAL
Estudio a cargo de:
Dirección General de Investigación de
Ordenamiento Ecológico y
Conservación de los Ecosistemas
(DGIOECE)
Dr. Edward M. Peters
Director General
Dirección de Conservación de los Ecosistemas
Biól. Karina Santos del Prado Gasca
Directora
Responsable técnico
M. en C. Pablo Zamorano de Haro
Jefe del Departamento de Ecología de Comunidades
Elaborado por:
Unidos para la Conservación, A.C.
Contrato:
INE/ADA-019/2009
2009
MANUAL PARA EL DIPLOMADO EN
CONSERVACION
DE TIERRAS SILVESTRES
México, D.F. a 30 de septiembre de 2009
1
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN (ESPAÑOL E INGLES)
3
TEMARIO GENERAL DEL DIPLOMADO
5
CAPITULO I
FUNDAMENTOS CONCEPTUALES
Y PANORÁMICA SOBRE TIERRAS SILVESTRES
19
CAPITULO II
BASES PARA DIAGNÓSTICO Y SEGUIMIENTO DE LOS VALORES
DE LAS TIERRAS SILVESTRES Y DE SUS FACTORES DE RIESGO
47
CAPITULO III
PROTECCIÓN Y ADMINISTRACIÓN
DE LAS TIERRAS SILVESTRES EN MÉXICO.
81
CAPITULO IV
PROGRAMAS DE CONSERVACIÓN DE TIERRAS SILVESTRES:
PLANEACIÓN, OPERACIÓN Y SUPERVISIÓN
110
PONENCIAS DE APOYO
2
Introducción
Este manual pretende ser una herramienta más en la Conservación de nuestros
territorios Silvestres, acercándose primordialmente al personal encargado de dar manejo
a dichos territorios.
La conservación de la extraordinaria biodiversidad de México requiere la realización de
un intenso esfuerzo de capacitación; por ello, la preparación continua de un mayor
número de especialistas, que conozca y responda las necesidades propias de cada zona,
se ha convertido en una prioridad nacional dentro de las acciones de capacitación que
numerosas organizaciones e instituciones públicas, privadas y del sector social hemos
venido desarrollando.
Uno de los pasos mas importantes para lograr la conservación de territorios silvestres,
donde los procesos ecológicos y evolutivos continúen sin deterioro irreversible es,
precisamente, involucrar a las comunidades que habitan estas zonas así como al sector
social en general en programas de conservación exitosos.
Por fortuna hoy se conocen un poco mejor muchos de los factores sociales y
económicos que toman parte en los procesos de impacto de los ecosistemas. Este saber
tiene el potencial para construir relaciones mas estables entre el desarrollo humano y la
conservación, una vez que asumamos en los hechos que las sociedades humanas no han
sido ni son espectadores o actores externos, sino partes actuantes dentro de los
ecosistemas, En tal calidad corresponde a las sociedades aportar mantenimiento a los
diferentes territorios silvestres, para poder cosechar de ellos solo los bienes que se
necesitan, con la calidad y continuidad que se desea.
3
Introduction
This handbook will work as a tool for the conservation of our wilderness, mainly giving
guide to managers of these wild areas.
The conservation of the extraordinary biodiversity in Mexico, requires of a great effort
and training, that is why, constant preparation of many specialists in the fields as we
can, to know and fulfill the needs of each region, has become in a national priority
within all the training programs that public and private organizations have developed.
One of the main steps to accomplish conservation of wild areas in which ecologic and
evolutive processes continue, is to involve the local communities as well as the social
sector in general in successful conservation programs.
Luckily, nowadays we know more about the social and economic factors that affect and
impact our ecosystems. This new knowledge has the potential to build strong links
between human development and conservation, once we take responsibility on the fact
that we humans are not only spectators but main actors in the ecosystems. Taking all
this into account it is society‟s duty to give maintenance to the different wild areas, to
be able to harvest goods, according only to our real needs.
4
TEMARIO GENERAL DEL DIPLOMADO EN CONSERVACIÓN
DE TIERRAS SILVESTRES (2009)
Jueves 1 de octubre
Inauguración del Diplomado
EJE CONCEPTUAL DEL DIPLOMADO
Comunicar a los alumnos la importancia de una faceta más de la conservación de
espacios y vida silvestres en México: la relativa a las tierras silvestres, en su acepción de
wildlands o wilderness (es decir territorios suficientemente extensos, con paisaje y
biodiversidad nativos, que mantengan condiciones de naturalidad y soledad). Además
de hacerles conocer aspectos científico-técnicos relacionados con su conservación se
desea enfatizar en la necesidad de preservar esos espacios que tienen mínima huella de
actividad humana, con todas sus cualidades tanto de reservorio de biodiversidad en su
contexto nativo como de opción para la recuperación del aprecio y valoración sociales y
personales hacia la naturaleza. También se desea transmitir el contexto y los conceptos
éticos, sociales, jurídicos y administrativos, que son necesarios para una mejor gestión
de las tierras silvestres en México.

Metas y objetivos del Diplomado

Mecanismos de trabajo durante los cursos

Organización del grupo
Módulo I. Fundamentos conceptuales y panorámica sobre tierras silvestres.
La conservación de las tierras silvestres se halla en una etapa de múltiples
definiciones de conceptos, enfoques, métodos y técnicas. Éstos deben ser capaces de
responder con eficacia al reto de mantener la influencia humana al mínimo en esos
territorios, que se desea mantener como muestras funcionales y representativas de los
ecosistemas nativos en México y en otras partes del mundo. Asimismo, debe hacerse
clara la importancia de las tierras silvestres para el desarrollo humano, y debe
5
conocerse la situación que guardan las tierras silvestres en todo el mundo, y su
historia, determinada en buena medida por las presiones de los sistemas
socioeconómicos y por distintas iniciativas de conservación. Este Módulo proveerá a
los alumnos un marco de referencia suficiente para abordar los temas de las
siguientes partes del Diplomado.
Viernes 2 a domingo 4
Sección I.1 Conceptos fundamentales y problemática actual de las tierras silvestres.
Esta primera Sección pretende dar un punto de partida mínimo al grupo, con base en las
propias percepciones de los participantes y, también, en el estado actual del
conocimiento sobre las tierras silvestres, tanto desde el punto de vista científico como
del humanístico.
-
Coordinación Académica, Diplomados en Conservación de Vida Silvestre y
Ecosistemas USFWS-INE-UPC).
-
Unidos para la Conservación, A. C. (conferencia acerca del origen del Congreso
Mundial de Tierras Silvestres, hoy en su edición no. 9, y sus logros).

Tierras silvestres, distintas definiciones y conceptos esenciales.

El paisaje de las tierras silvestres, resultado de millones de años de
evolución.

Importancia general, devenir histórico y problemática actual de las tierras
silvestres a escala global

Trascendencia de las tierras silvestres como marco para el desarrollo social y
cultural, pasado, presente y futuro.

Tierras silvestres, su situación en el contexto actual de la conservación.
Lunes 5 y martes 6
Organización de los alumnos, en equipos, para planear la forma en que abordarán y
prepararán los estudios de caso.
6
Miércoles 7
Sección I.2. El contexto nacional: tierras silvestres en México; historia y situación
actual.
En esta Sección se ofrecerá a los alumnos una visión de conjunto respecto al estado
original, la historia sucinta de la transformación y el estado actual de tierras silvestres
ubicadas en distintos ecosistemas de México, tal que permita percibir la influencia de
distintos contextos culturales, regímenes de tenencia de la tierra y demandas de uso de
recursos silvestres sobre las tendencias de deterioro y de permanencia de esas tierras.
-
Coordinación Académica, Diplomados en Conservación de Vida Silvestre y
Ecosistemas (USF&WS-INE-UPC)

Estado estimado de las tierras silvestres de México, a la llegada de los
conquistadores españoles

Causas originarias e históricas de la pérdida progresiva de tierras
silvestres en México.

Principales causas actuales de la pérdida de tierras silvestres.

Estado actual de las tierras silvestres en México, para distintos tipos de
ecosistemas.

Antecedentes acerca de lo que ha ocurrido en tierras silvestres bajo
distintos regímenes de tenencia de la tierra y en distintos ecosistemas
naturales.

Diagnóstico de conjunto del estado y tendencias actuales de las tierras
silvestres en México, con énfasis en el hecho de que no todas las tierras
silvestres relevantes están incluidas en el SINAP

Alternativas para la conservación de tierras silvestres que no se hallan en
el esquema de ANP con decreto.
Jueves 8 a sábado 10
7
Sección I.3. Tierras silvestres en la perspectiva y la responsabilidad de la sociedad civil.
Además de explorar las trayectorias de permanencia o deterioro de tierras silvestres en
distintos contextos sociales y económicos, el Diplomado pretende documentar
tendencias recientes en su conservación. Una tendencia reciente es el manejo
conservacionista de tierras silvestres efectuado por organizaciones de la sociedad civil y
por particulares. En esta Sección se analizarán la complementariedad del enfoque de
conservación en territorios de propiedad social y privada con los sistemas de áreas
naturales protegidas, así como las ventajas y desventajas que puede implicar.
- Ocean. Miguel Ángel Vargas Téllez (Director del Programa Nacional de Conservación
de Tierras Privadas y Sociales, Pronatura Noroeste)

Distintas percepciones públicas sobre la importancia de las tierras silvestres.

Distintas visiones hacia una definición operativa unificada de las tierras
silvestres.

Las tierras silvestres públicas manejadas por gobiernos y por propietarios de
otros tipos, semejanzas y diferencias.

Intervenciones socialmente viables para la conservación de las tierras
silvestres a distintas escalas (global, continental, regional).

Las tierras silvestres en México, una visión sobre sus problemas y potencial
desde la perspectiva de la sociedad civil.

Coordinación de la conservación de tierras silvestres en propiedad social y
privada con los sistemas de áreas naturales protegidas

Coordinación internacional de actividades para la conservación de tierras
silvestres.
Ejercicios y/o actividades de campo
Módulo II. Bases para diagnóstico y seguimiento de los valores de las tierras
silvestres y de sus factores de riesgo
8
Una vez sentadas las bases conceptuales, la gran visión y el análisis causal de
tendencias respecto a las tierras silvestres, el segundo Módulo se ocupará de proveer
herramientas prácticas con base científica que sirvan para determinar el estado de los
valores propios de esas extensiones aún salvajes, para elaborar diagnósticos
suficientes sobre su tendencia y, sobre todo para diseñar sistemas que permitan
monitorear su estado de modo sistemático.
Domingo 11 a Martes 13
Sección II.1. Valores específicos asociados con las tierras silvestres; métodos para su
diagnóstico base y seguimiento.
Esta Sección está destinada a proveer a los alumnos los conocimientos necesarios acerca
de los valores específicos que definen y hacen importantes a las tierras silvestres. Dada
la variada naturaleza de los mismos y sus distintas escalas, su estimación objetiva
requiere explorar conceptos de diferentes disciplinas científicas. Al mismo tiempo,
requiere mantener integrados sus efectos e influencias mutuas. Esta Sección aportará
principalmente una interfase ecológica – geográfica –socioeconómica, necesaria para
una evaluación correcta de los valores involucrados.
- Dra. Ana Laura Burgos Tornadú, M. en C. Alejandra Patricia Larrazábal y Dr. José
Alejandro Velásquez Montes (todos del Centro de Investigaciones en Geografía
Ambiental; UNAM, Campus Morelia).
Principales valores de las tierras silvestres que deben protegerse; métodos para
estimar su estado.

Geomorfológicos (geoformas mayores, sus geoformas componentes).

Del paisaje local (contexto del mosaico ambiental en una ecorregión,
patrones de fragmentación que definen los paisajes locales).

Componentes ecológicos abióticos (tipos de suelo y su estado, calidad
local del aire y del agua).
9

Componentes ecológicos bióticos (diversidad biológica; comunidades
ecológicas nativas locales, incluyendo sus rasgos de continuidad y
contigüidad; y presencia de especies nativas, endémicas o no).

Evolutivos (patrones de distribución de los biomas originales de las
regiones y los cambios paleogeográficos conocidos que los han
conformado).

Estéticos (elementos figurativos visuales del paisaje silvestre, elementos
del ambiente sónico silvestre, entre otros).

Sociales (servicios ecosistémicos dependientes de la integridad de las
tierras silvestres; solidaridad trans-generacional).

Económicos (como valor de opción futura, para usos que no vayan en
detrimento de los valores antes mencionados).

Globales (contribución a preservar el germoplasma original).

Intrínsecos desde la perspectiva humana (éticos, culturales y otros).

Configuración de un diagnóstico integrado sobre el carácter silvestre del
territorio evaluado.
Ejercicios y/o actividades de campo
Miércoles 14
Sección II.2. Introducción al mundo real: retos para la conservación de tierras silvestres
en extensiones densamente pobladas. Análisis de un caso in situ (Reserva de la Biosfera
Sierra de Huautla, Morelos).
-
Dr. Valentino Sorani, M. en C. Belinda Maldonado, P. de D. Mara Alquicira y Dr.
David Valenzuela (Universidad Autónoma del Estado de Morelos)

Cómo se aplica el concepto de tierras silvestres (wilderness) en el caso
de la Reserva de la Biosfera Sierra de Huautla.

Caso de estudio: Reserva de la Biosfera Sierra de Huautla; historia, retos,
soluciones propuestas, proceso de planeación y diseño del programa de
conservación (metas y objetivos), incorporación de los aspectos sociales
10
y económicos, monitoreo de avances programáticos y del grado de éxito,
acciones para el futuro próximo.

Cómo promueve la Reserva de la Biosfera Sierra de Huautla el aprecio
público de los valores estéticos y éticos de la vida silvestre,
especialmente en sitios con mínima evidencia de actividad humana
(wilderness).
Ejercicios y/o actividades de campo
Jueves 15 y viernes 16
Sección II.3. Factores de riesgo relacionados con la conservación de las tierras
silvestres; valoración y prevención.
La ponderación de los valores que hacen importantes a las tierras silvestres no es
suficiente cuando se requiere actuar para su conservación, por lo que esta Sección
aportará a los alumnos herramientas técnicas para evaluar factores de riesgo, actuales y
potenciales, que afectan a esos valores. Estos distintos factores deben integrarse en
diagnósticos y propuestas de tratamiento viables.
- M. en C. Pablo Zamorano de Haro (Dirección de Conservación de Ecosistemas, INE)
e Ing. Joaquín Díaz (Reserva de la Biosfera Sian Ka‟an, Conanp).
Factores de riesgo que requieren prevención:

Fragmentación y degradación, como consecuencia de la construcción y
operación de infraestructura.

Actividades humanas con intereses de uso de recursos naturales bióticos
o abióticos (sea intensivo o extensivo, extractivo o no)

Fuego inducido por actividades humanas, el cual debe prevenirse de
manera prioritaria.

Actividades recreativas no permisibles (vehículos motorizados,
competencias a campo traviesa, turismo masivo de alto impacto o
11
turismo “ecológico” de frecuente acceso, aún si se efectúa en grupos
pequeños)

Influencias a distancia de otras actividades humanas, desarrolladas en
predios contiguos a las tierras silvestres (polvos, humos, aguas
residuales)

Regulación de la actividad científica en tierras silvestres a fin de adquirir
más información necesaria para su conservación, pero minimizando su
impacto en el ambiente.

Especies introducidas vegetales, animales y hongos, auto-dispersadas o
introducidas sea deliberada o accidentalmente (exóticas regionales,
exóticas continentales y transcontinentales, con énfasis en aquellas que
han documentado como altamente invasoras)

Modelado de escenarios de riesgo y pronósticos

Configuración de una propuesta integrada de conservación.
Ejercicios y/o actividades de campo
Sábado 17
Día asignado al trabajo de los equipos de alumnos en sus estudios de caso.
Módulo III. Protección y administración de las tierras silvestres en México.
No basta con tener un conocimiento científico profundo y la capacidad de producir
diagnósticos y propuestas para la prevención de daños en tierras silvestres o de
recuperación de su carácter salvaje. Por ello, este Módulo pretende aportar a los
alumnos elementos útiles desde la perspectiva del marco jurídico y las disposiciones
administrativas en México en las que se ubica la protección de las tierras silvestres.
En última cuenta, la viabilidad científica y socioeconómica, de cualesquiera
proyectos de conservación de tierras silvestres, tienen un punto de referencia obligado
en el entorno jurídico y de administración pública.
12
Domingo 18 a lunes 19
Sección III.1. Contexto jurídico y administrativo de la conservación de Áreas Naturales
Protegidas Federales en México.
Se estima indispensable que los alumnos obtengan un conocimiento básico, en un nivel
funcional, acerca de las leyes y otras disposiciones jurídicas que enmarcan la protección
y conservación de las Áreas Naturales Protegidas Federales en México. Asimismo, se
considera esencial que conozcan el entorno administrativo en el cual se desarrollan los
procesos de propuesta, designación, decreto o certificación.
Lic. Samuel Raúl Camacho Martínez, Lic. Itzel Ancivy Ramírez Guerrero (Comisión
Nacional de Áreas Naturales Protegidas, CONANP)

Necesidad de un mejor conocimiento, entre el personal técnico a cargo de
Áreas Naturales Protegidas, acerca del marco jurídico y administrativo
pertinente.

Visión histórica sucinta de la evolución del tema de la conservación de Áreas
Naturales Protegidas, en el ámbito jurídico.

Esquematización resumida de la jerarquía relativa e interacciones de los
distintos instrumentos jurídicos mexicanos (constitución, leyes generales y
federales, reglamentos, normas, convenios internacionales y otros), que se
relacionan con conservación de espacios como ANP, tierras certificadas y
otras opciones.

Disposiciones y procedimientos jurídicos actuales que enmarcan la
conservación de Áreas naturales Protegidas en México.

Dependencias a cargo de la aplicación de los instrumentos jurídicos más
importantes en materia de conservación de Áreas Naturales Protegidas
Federales.
13

Papel de distintos regímenes de tenencia de la tierra (ejidos comunidades,
propiedad, otros) en relación con la conservación de Áreas Naturales
Protegidas.

Ejemplificación de casos de Áreas Naturales Protegidas federales (ANP),
estatal y/o municipal, comunitarias, privadas certificadas y otras.

Guía resumida de aquellos aspectos jurídicos y administrativos que es
indispensable mantener en mente, en la promoción de Áreas Naturales
Protegidas para su conservación.
Ejercicios en aula, estudios de caso breves y/o actividades de campo, a elección
del instructor.
Martes 20
Día asignado al trabajo de los equipos de alumnos en sus estudios de caso.
Miércoles 21 y jueves 22
Sección III.2. El tratamiento de gestión pública en México, respecto al concepto de
Áreas Naturales Protegidas Federales.
Todos los conceptos vertidos en los Módulos y Secciones precedentes, para hacerse
efectivos, deben lograr convergencia, en un conjunto articulado. La gestión de las Áreas
Naturales Protegidas Federales, en cualquiera de los regímenes debe efectuarse con
bases conceptuales comunes. El manejo de las tierras silvestres en propiedad social o
privada debería ser complementario y sinérgico con el que se hace desde el gobierno,
por lo que deben conocerse las actuales relaciones entre las distintas formas de
conservación de esos espacios.
- M. en C. Roberto de la Maza Elvira y M. en D. César Sánchez Ibarra (Comisión
Nacional de Áreas Naturales Protegidas, CONANP)

Visión general de gobierno, a escala federal, respecto a la gestión integrada de
Áreas Naturales Protegidas Federales en México.
14

Tipos y categorías de protección de las Áreas Naturales Protegidas Federales en
México, enumeración y descripción de sus características.

Sinergias necesarias entre distintos tipos y categorías de Áreas Naturales
Protegidas Federales en México.

Descripción del SINAP, de sus alcances y límites. El SINAP en cifras.

Conocimientos y habilidades de gestión que deben tener los responsables de
programas de conservación y manejo de Áreas Naturales Protegidas.

Bases sociales para generar una buena relación para el manejo de las Áreas
Naturales Protegidas con las comunidades humanas vecinas.

Expectativas de México para los próximos años, respecto a la conservación de
las Áreas Naturales Protegidas Federales.
Ejercicios y/o actividades de campo, a elección del instructor.
Viernes 23
Día asignado al trabajo de los equipos de alumnos en sus estudios de caso.
Módulo IV. Programas de conservación de tierras silvestres: planeación, operación y
supervisión.
En este Módulo se ha dispuesto orientar a los alumnos respecto a los aspectos que es
necesario considerar durante la detección de extensiones con potencial para su
conservación en calidad de tierras silvestres y el diseño de proyectos para su
conservación. Importa comunicar aplicaciones de la ciencia tanto para la
determinación física del área respecto a tamaño, forma y rasgos ecológicos, como sus
expectativas de conservación en función de fenómenos de escala mundial, regional y
local, tanto físicos como ecológicos y socioeconómicos.
Sábado 24 a domingo 25
15
Sección IV.1. Planeación de la conservación de tierras silvestres.
La planeación de proyectos de conservación de tierras silvestres es una actividad
compleja, en la que intervienen conceptos de varias disciplinas científicas y sociales. El
proceso no puede improvisarse, sino que requiere considerar las experiencias previas,
con sus éxitos y fracasos, no solo nacionales sino tener acceso a las de otras partes del
mundo. Esto permitirá a los alumnos estar mejor preparados para abordar sus propios
casos, en las respectivas áreas de su responsabilidad.
- Dr. James R. Barborak (Co-director, Center for Protected Area Management and
Training, Colorado State University, Fort Collins, Colorado).

Por qué es importante un proceso de análisis y diseño, antes de proponer un
área silvestre para un programa de conservación.

Qué áreas del conocimiento científico y social son útiles en el proceso de
planeación.

Criterios útiles para determinar un área como viable para ser conservada
como tierra silvestre.

En el caso de áreas fragmentadas, cómo determinar configuraciones mínimas
que faciliten la preservación de la composición de especies, la estructura de
las comunidades ecológicas nativas y el funcionamiento de ecosistemas.

El factor cambio climático como factor en la proyección de escenarios
respecto al área que se desea conservar.

Algunas bases metodológicas (biogeográficas y ecológicas, sociales,
económicas) para el análisis prospectivo de áreas

Bases para el diseño de programas de conservación de tierras silvestres.
Ejercicios y/o actividades de campo
Lunes 26 a miércoles 28
Sección IV.2. Operación y supervisión de programas de conservación de tierras
silvestres
16
Una vez creado e instaurado un programa de conservación de tierras silvestres es
necesario mantenerlo en operación de manera efectiva y eficiente. Esto precisa un
conocimiento suficiente respecto a la operación y supervisión eficaz, que pasa por los
conceptos de avance programático, y de avance respecto a las metas y objetivos
centrales de conservación. Distinguir estos aspectos puede hacer la diferencia entre
tener éxito en la conservación de tierras silvestres o fracasar en ella.
- T. RSA. William Drummond Densham (Consultant in Protected and Wilderness Area
Management. Ex, Centre for Environment, Agriculture and Development, University of
KwaZulu-Natal, South Africa).

Qué hacer, después de la planeación adecuada de un programa de
conservación

Importancia de una operación eficaz de un programa de conservación

Diferencia entre sólo avanzar conforme a lo programado y tener éxito en los
objetivos planteados

Aspectos de administración esenciales para un buen manejo de programa de
conservación de tierras silvestres

Experiencias respecto a programas de conservación de tierras silvestres en
África; lecciones aprendidas

Aspectos de vinculación con comunidades humanas locales para apoyar
programas de conservación de tierras silvestres

Aspectos básicos para la supervisión efectiva de un programa de
conservación

Seguimiento simultáneo del avance programático y del éxito obtenido
respecto a las expectativas

Aspectos importantes para la adaptación progresiva de programas, basada
en los resultados del seguimiento sistemático de avances y logros
Ejercicios y/o actividades de campo
Jueves 29
17
Día libre para consolidar las presentaciones de casos de estudio que habrán ido
preparando los equipos de alumnos a lo largo del Diplomado.
Viernes 30
Presentación de resultados finales del trabajo de los equipos de alumnos, durante
un Microsimposio final.
Sábado 31
Entrega de constancias de participación y clausura del Diplomado
18
CAPITULO I
TIERRAS SILVESTRES, CONCEPTOS
Y UNA PANORÁMICA EN MÉXICO
SECCIÓN I.1
CONCEPTOS FUNDAMENTALES Y PROBLEMÁTICA
ACTUAL DE LAS TIERRAS SILVESTRES.
SECCIÓN I.2.
EL CONTEXTO NACIONAL: TIERRAS SILVESTRES EN MÉXICO;
HISTORIA Y SITUACIÓN ACTUAL
Óscar Sánchez
Biólogo de vida silvestre
teotenango@yahoo.com
La conservación de las tierras silvestres se halla en una etapa de múltiples definiciones
de conceptos, enfoques, métodos y técnicas. Éstos deben ser capaces de responder con
eficacia al reto de mantener la influencia humana al mínimo en esos territorios, los
cuales se desea mantener como muestras funcionales y representativas de los
ecosistemas nativos, en México y en otras partes del mundo. Asimismo, debe hacerse
clara la importancia de las tierras silvestres
para el desarrollo humano, debe
conocerse la situación que guardan en todo el mundo, y deben asimilarse las lecciones
aprendidas de la historia de su reducción y deterioro, para mejorar sus expectativas de
conservación.
INTRODUCCIÓN
A nadie escapa que la calidad de vida en el planeta ha venido decayendo notoriamente
desde hace décadas. Asimismo, cada vez está más en la conciencia colectiva la noción
de que la extinción de especies –un proceso natural que ocurre través de millones de
años, salvo en caso de catástrofes planetarias– ha acelerado su tasa de manera inédita a
partir de la Revolución Industrial y, sobre todo, en los últimos años como consecuencia
de la contaminación térmica, química y biológica, principalmente ocasionada por un
19
intenso crecimiento de la población humana y el desarrollo de un implacable patrón de
producción-consumo-desecho. Todo ello ha confluido en la eliminación de importantes
extensiones y, con ello, de atributos estructurales y funcionales de los ecosistemas
naturales, con la consecuente pérdida de biodiversidad, de servicios ambientales y de
recursos para los plazos mediano y largo. En este panorama no solamente debe
preocupar que se pierdan especies individuales, sino los distintos ensambles bióticos
que forman en diversas regiones del planeta.
Son precisamente los ensambles de especies silvestres nativas lo que forma aquellas
manifestaciones de mayor complejidad de la biodiversidad.
Una de esas
manifestaciones, especialmente perceptible a la escala de un individuo humano, es el
paisaje silvestre; las tierras silvestres. Pero concretamente ¿a qué llamamos tierras
silvestres? No es una pregunta trivial, pues existen distintas concepciones de ese
término. Desde un ángulo purista, tierras silvestres deberían ser aquellas extensiones
geográficas en las cuales solamente se encuentran especies animales, vegetales, de
hongos y microorganismos que son originarias del sitio, todas ellas en su entorno físico
nativo y sin evidencia de presencia humana. Sin embargo, normalmente lo que se
encuentra son extensiones con cierto contenido de especies silvestres nativas, pero en
coexistencia con especies introducidas (por ejemplo cultivos importados, ganado u otras
especies ajenas, llevadas de modo deliberado o inadvertido por actividades humanas).
En otros casos, puede existir un número considerable de especies silvestres autóctonas,
pero en condiciones en las que las evidencias de actividad humana son notorias. En esas
circunstancias ¿Cómo trazar el límite entre lo que debe entenderse por tierra silvestre y
lo que no lo es? Este es un debate en curso, que aún no logra generar consensos.
Con independencia de que aún no se hayan unificado los conceptos acerca de tierras
silvestres, la realidad es que la pérdida de poblaciones de especies nativas y de sus
ensambles originales continúa. Esto obliga a tomar acciones de conservación mucho
más efectivas y en lapsos oportunos, al mismo tiempo que se continúa con la búsqueda
de definiciones más precisas. Tal vez acabemos por considerar como tierras silvestres
aquellas en las cuales las huellas de la actividad humana sean mínimas.
En México, país con gran diversidad de ecosistemas y con variantes regionales o locales
de éstos, existe una antigua diversidad cultural y huellas de sus actividades en distintas
20
formas e intensidades, así como clara evidencia de la adquisición reciente de un modelo
de desarrollo social y económico estándar de alto impacto. Todo ello ha generado una
vasta gama de mosaicos ambientales entre los cuales quedan algunas extensiones que tal
vez pueden calificarse como tierras silvestres, al menos en el sentido laxo que se
propuso en el párrafo anterior.
La intensidad y efectividad de las actividades de conservación de la biodiversidad
practicadas hasta hoy no ha sido suficiente para trascender, de manera tangible, en
escalas significativas de espacio y de tiempo. Por ello la meta trazada en México a
principios de la década de 1990, de detener y revertir el deterioro ecológico para el
primer cuarto del Siglo XXI, a 15 años de que finalice ese plazo más parece un sueño
optimista no realizado. Sin embargo, hay que reconocer que se han logrado algunos
avances a escala local y regional, principalmente debido a la designación de mayor
número de áreas naturales protegidas terrestres, acuáticas y marinas, en las cuales
ciertas zonas llamadas de amortiguamiento pretenden dar opciones de uso razonable de
bienes naturales mientras que otras, las zonas núcleo, se supone que sean santuarios
para la biodiversidad nativa local. También se han emprendido programas de
conservación enfocados a ecosistemas particulares y a especies de interés focal, debido
a su importancia para distintas actividades humanas. Y, por razones principalmente
biofílicas, algunas especies en riesgo de extinción también han sido beneficiarias de
iniciativas de conservación, principalmente aquellas dirigidas a garantizar la
permanencia de su hábitat y el rescate de poblaciones declinantes.
Dentro de este panorama, la reinscripción del desarrollo humano dentro del marco de la
capacidad de carga de los ecosistemas es un tema de absoluta prioridad pero que,
honestamente, tampoco puede considerarse ya en curso. Reincorporar el desarrollo
económico al marco de la capacidad de soporte de la naturaleza es algo más fácil de
decir que de hacer. La principal dificultad estriba en que la demanda de bienes y
materias primas naturales tendría que reducirse muy significativamente, lo cual está
lejos debido al alto número de seres humanos y a los incontables excesos, provocados
por un modelo económico basado en la promoción del consumo masivo innecesario.
El concepto del desarrollo sustentable es un acierto filosófico que encierra un potencial
considerable, pero en la práctica ha resultado más otro buen deseo que una ruta de
21
acción respaldada por hechos consumados. Por simples razones aritméticas, no
podemos decir que las demandas que hacemos a la naturaleza respecto a una amplia
variedad de tipos de materias primas, siempre en cantidades altas, calidades óptimas y
disponibilidad permanente, le permitan reponerse, menos aún en la escala de una
generación humana. En suma, dicho sin ambages, nuestro modo actual de desarrollo
simplemente no es sustentable.
TIERRAS SILVESTRES, EN BUSCA DE UNA DEFINICIÓN
Una de las mayores prioridades es la conservación de tierras silvestres, definidas como
aquellas áreas en las que la huella humana es mínima y donde no hemos causado
todavía daños manifiestos, persistentes y frecuentemente irreversibles a la integridad
taxonómica, estructural y funcional de los ecosistemas.
El enfoque de la conservación de tierras silvestres se centra en asegurar que existan
suficientes sitios en el planeta con su dotación nativa e histórica de genes, de
individuos, de poblaciones, comunidades y ecosistemas, todo ello en su matriz
originaria de entornos y procesos abióticos continuos, en una sucesión de equilibrios
estables. Para destacar el carácter importante y delicado de las tierras silvestres, puede
mencionarse que la mera presencia humana es un factor que necesita controlarse en
sitios de ese tipo, pues sin que suela advertirse, es frecuente que visitantes poco atentos
a su papel como dispersores involuntarios de especies exóticas e invasoras de plantas y
animales, contribuyan a introducirlas allí, con lo que los procesos naturales en esos
sitios –cuyo
contenido biológico es crucial para el futuro– sufren modificaciones
considerables. Un caso que ya ha alcanzado difusión mundial es el de la
quitridiomicosis, enfermedad que afecta de manera fatal a muchas especies de anfibios
y una de cuyas probables causas puede ser –además del proverbial y omnicitado
calentamiento global– la introducción de hongos parásitos quitridiales por visitantes que
trasladan barro de un sitio a otro durante tours pretendidamente de educación ecológica.
Si las poblaciones de anfibios resultan afectadas ampliamente, y si no pueden
sobreponerse a la enfermedad produciendo rápidamente individuos resistentes que
garanticen la sobrevivencia de sus poblaciones y especies respectivas, el papel
ecológico de éstas se verá disminuido y, así, las cadenas tróficas locales y regionales (y
22
otras relaciones) sufrirán daños permanentes e irrecuperables. La perturbación
ambiental es un factor claramente identificado como de riesgo para los anfibios (Warren
y Buttner, 2008); en casos extremos se ha detectado que incluso la presencia de caminos
puede llegar facilitar este fenómeno de declinación, principalmente al facilitar el acceso
de personas a sitios silvestres (Reeves et al., 2008).
Por otro lado, las malezas invasoras van más allá, pueden llegar a ser dominantes y
constituir comunidades vegetales extrañas (Ortega y Pearson, 2005). Una vez
introducidas, pueden desplazar a plantas nativas causando un cambio radical de las
características de los ecosistemas nativos y del paisaje, empobreciéndolos al impedir la
existencia de muchas especies nativas de todos tipos, las cuales son altamente
dependientes de la flora y la vegetación originarias (Ortega et al., 2006). Este efecto
negativo obedece a que las especies animales, vegetales, fúngicas y microorganísmicas
de un sitio dado, han evolucionado juntas por millones de años y la invasión por plantas
exóticas cambian las condiciones del entorno biológico.
Los argumentos anteriores revelan la urgencia de tomar acciones que resulten en una
efectiva salvaguarda de muestras plenamente funcionales de la diversidad de acervos
genéticos y de ensambles de especies, en distintos entornos físicos. Para lograrlo es
indispensable dar actualidad, continuidad e incremento a las capacidades y habilidades
de personas que tienen responsabilidades en esta tarea. Por ello, además del
entrenamiento que se ha dado y se da a técnicos en manejo de vida silvestre, sobre todo
en la interfase de ésta con las actividades y usos humanos, hoy también es indispensable
entrenar y actualizar a personal técnico a cargo de zonas núcleo de áreas naturales
protegidas y de otros tipos de tierras silvestres en aquellos métodos y enfoques prácticos
que permitan mantener a largo plazo las cualidades naturales de esas extensiones
geográficas con poca influencia humana.
Un punto de partida es que ese tipo de personal técnico comprenda plenamente el
significado del término tierras silvestres (wilderness), su enorme importancia como
complemento de otros enfoques de la conservación y las técnicas más avanzadas para el
manejo de esas extensiones que aún cuentan con su biota nativa estructurada y
funcional. El planteamiento mismo implica búsqueda de soluciones para el conflicto de
la persistente invasión de terrenos silvestres para desarrollo de infraestructura, o
23
incursiones humanas en ellos para la extracción, lícita o no, de bienes naturales. La
conciliación de los derechos de las personas con las necesidades de conservación aún es
un tema de gran polémica; al momento, luego de 40 años de experiencias, los resultados
no pueden considerarse alentadores (Weeks y Mehta, 2004).
El concepto de tierras silvestres requiere unificarse y entenderse de modo congruente
entre distintas especialidades científicas, en distintos ámbitos de la sociedad y entre
distintas leyes. Debe inclusive generarse una definición operativa clara para su uso por
personal técnico de distintas instancias, de gobiernos y civiles, para que las acciones
respectivas resulten complementarias y no contradictorias o incongruentes. Para
ejemplificar, aun cuando un área natural determinada puede estar formal y oficialmente
protegida, usualmente incluye zonas llamadas de amortiguamiento, en las cuales se
considera posible permitir algunas actividades humanas a fin de integrar los intereses
humanos a una estrategia de conservación; esta ha sido una estrategia para promover el
uso responsable de recursos y para tratar de que las áreas protegidas sean vistas como
oportunidades para la permanencia de recursos naturales potencialmente utilizables a
futuro. Esto es, con ello se pretende propiciar que las comunidades humanas perciban
las áreas protegidas como reservas de bienes para el futuro; sin embargo esta visión no
necesariamente incluye la trascendencia –aún mayor- de que se mantengan tierras en
estado nativo, silvestre, como garantía de continuidad de los procesos ecológicos y
evolutivos que otorgan estabilidad a la vida humana gracias a sus servicios ambientales,
unos perceptibles de manera directa y otros no tanto (por ejemplo su valor intrínseco y
estético).
Las tierras silvestres constituyen cajas de seguridad ambiental que, en caso de que las
zonas de amortiguamiento sufrieran un deterioro mayor al previsto serán, para la
biodiversidad de cada localidad y región, la única posibilidad de que su germoplasma
tenga oportunidad de alcanzar y repoblar áreas de amortiguamiento y, también, aquellos
entornos que puedan reintegrarse al mundo natural mediante restauración.
Así pues, una estrategia robusta para la conservación no solamente debe basarse en la
restauración de sitios deteriorados y en la búsqueda (probablemente insuficiente) de la
llamada sustentabilidad, sino también y con énfasis, en la preservación de muestras
funcionales de ecosistemas plenamente silvestres, es decir, con su dotación original de
24
especies en poblaciones capaces de auto-renovarse, cuya presencia a su vez garantiza la
operación de procesos ecológicos y evolutivos a escala de comunidades íntegras de
plantas, animales, hongos y microorganismos.
En general se ha definido a las tierras silvestres (wildlands, wilderness areas) como
sitios en los cuales los seres vivos nativos existen libres de la interferencia humana y
deben mantenerse así. También –quizá en una descripción menos idealizada, pues hay
pocos lugares no visitados o alterados por el hombre– como regiones en las que la tierra
se halla en un estado natural y donde los impactos debidos a actividades humanas son
mínimos. Estas definiciones son válidas sin importar que esas áreas estén designadas
oficialmente bajo algún tipo de protección, legal oficial o por sus propietarios o
tenedores. Esto, de entrada, plantea claramente la necesidad de generar otras estrategias
creativas, que permitan salvaguardarlas bajo distintos esquemas de gestión pública y
privada.
Para una organización civil internacional, The WILD Foundation, las tierras silvestres
son “grandes áreas de tierra o mar no modificadas o poco modificadas que retienen su
carácter natural e influencia, sin que tengan habitación humana permanente ni
significativa, y que están (o debieran estar) protegidas y manejadas de modo que se
preserve su condición natural”. Esta definición puede complementarse señalando la
importancia de los servicios ecosistémicos que proveen las tierras silvestres, los cuales
favorecen una mayor calidad para la vida humana en el área de influencia. Destaca la
importancia de esas tierras como oportunidad para la reflexión humana sobre su propia
existencia, así como para reconocerle a las criaturas silvestres, plantas animales y otras,
su antiguo derecho a la libertad y evolución, el cual ha venido siendo acotado por el
abuso del derecho humano a libertad, con nuestras actividades cada vez más extendidas,
intensas y destructivas.
Para la IUCN, es posible pensar en
dos tipos de tierras silvestres: las Reservas
Naturales Estrictas o Strict Nature Preserves (Clase Ia), y Áreas Silvestres o Wilderness
Areas (Clase Ib).
En un libro intitulado Internacional Wilderness Law and Policy, el concepto de "Tierras
Silvestres" se refiere a las áreas naturales mas intactas, imperturbadas y silvestres, los
25
últimos sitios verdaderamente prístinos que los humanos no controlamos y en los cuales
no hemos desarrollado caminos e infraestructura industrial. Asimismo, en México y
adaptado de una definición que Juan E. Bezaury (TNC-Mexico) ha propuesto para el
Reglamento de ANP, se las puede definir como sitios con hábitat, comunidades y
procesos naturales predominantemente intactos, que no presentan huellas de la
civilización industrial y de su infraestructura, donde las actividades humanas se
desarrollan sin dejar evidencia de su presencia y que proveen oportunidades para la
reconciliación del hombre como especie, con la naturaleza. Adicionalmente, otras
personas han propuesto definiciones parecidas e igualmente inspiradoras, como la
debida a P. Robles Gil: aquellos espacios naturales donde no se presenta la huella de la
civilización industrial, donde las actividades humanas no dejan señales evidentes y
donde el espíritu del hombre como especie tiene la oportunidad de reconciliarse con el
mundo natural.
A guisa de ejemplos, en países como Nueva Zelanda, existe interés oficial en conservar
tierras silvestres desde 1980, cuando se emitió el Acta de Parques Nacionales, acción
refrendada en 1987 con el Acta de Conservación. En esas tierras silvestres no se permite
actividad humana, con la posible excepción de la reintroducción de especies nativas
cuando esto se considera biológicamente adecuado y técnicamente viable.
En los Estados Unidos de Norteamérica, la estrategia de conservación de tierras
silvestres ha avanzado de una manera propia. Se considera wilderness areas a tierras
federales destinadas a la conservación en su estado nativo mediante un Acta del
Congreso. En ese tipo de áreas se permite solamente la actividad de investigación
científicay la recreación al aire libre inclusive con uso de caballos –a pesar de las
implicaciones de su presencia como especie no nativa– pero no se permite el uso de
vehículos motorizados o instalación de infraestructura y equipamiento.
En México, desde 2005, se ha observado actividad en los sectores oficial y de la
sociedad civil orientada hacia el reconocimiento y el mantenimiento efectivo de tierras
silvestres. Mientras que es muy deseable que se consolide ese interés, tanto para
conservar con eficacia las zonas núcleo de las Áreas Naturales Protegidas (ANP) dentro
del sistema nacional que las atiende (SINAP), también es urgente buscar otros esquemas
que permitan dar cauce al interés de comunidades rurales y de propietarios colectivos o
26
individuales de tierras silvestres en conservarlas con sus composición nativa de
especies, con su estructura original y con sus atributos ecológicos íntegros.
VALORES DE LAS TIERRAS SILVESTRES
Las tierras silvestres encierran muchos tipos de valores. Algunos resultan evidentes por
sí mismos y otros han requerido de investigación científica para poner de manifiesto su
importancia.
Algunos han sido apreciados desde la antigüedad y otros han tenido que esperar hasta
que su escasez actual haya hecho tangible la necesidad de contar con ellos.
Sin el afán de hacer una enumeración exhaustiva, sino sólo para dar algunos ejemplos,
pueden considerarse valores de los territorios silvestres:
Geológicos.- En muchos territorios silvestres se encuentran afloramientos de rocas de
distintas edades geológicas, los cuales aportan información invaluable acerca del origen
y antigüedad de las distintas formaciones que constituyen la base del relieve.
Geomorfológicos.- Esas rocas originarias resultan la matriz de muy diversas geoformas
notorias (montañas de origen tectónico, de origen volcánico y otros). La erosión natural
por viento y agua, subsiguiente a la formación de estos rasgos forma cañadas, valles,
planicies y otras formas geológicas, que agregan complejidad al entorno y, a fin de
cuentas, constituyen la base física del paisaje.
Hídricos.- Entre los factores erosivos que más han contribuyen a la configuración de los
paisajes actuales se encuentra el agua, que al correr genera conjuntos anidados de
cuencas, subcuencas y microcuencas. Los cuerpos de agua, tanto corrientes (ríos) como
estacionarios (lagos), son un rasgo de la mayor importancia en el aspecto del paisaje
físico.
Biológicos.- La riqueza de formas topográficas y su interacción con el agua y el viento
generan multitud de opciones sobre las cuales se asienta la vida vegetal nativa. Las
comunidades vegetales actuales son el resultado de millones de años de interacciones
entre muy diferentes especies de plantas, el clima y la topografía locales. El valor de
esta matriz biótica es aún mayor cuando se agrega la diversidad de suelos en territorios
27
silvestres, que son tanto resultado de la existencia de antiguas comunidades vegetales
como factor indispensable para la existencia de las actuales.
Regulación meso y microclimática.- Este es quizá uno de los valores menos tangibles de
los territorios silvestres. La atmósfera, a unas cuantas decenas de metros del suelo,
resulta modificada por las plantas. La humedad proveniente de la evapo-transpiración a
través de las hojas de árboles y arbustos mitiga los cambios bruscos de temperatura,
proveyendo así un entorno térmicamente estable dentro de márgenes más o menos
estrechos. Una de las consecuencias sobresalientes de esto, es que muchas plantas más
delicadas pueden sobrevivir gracias a la amortiguación térmica que les brindan las
mayores; otro tanto ocurre para los animales que allí habitan, y de paso, mientras más
extensas sean las áreas cubiertas por vegetación natural (i. e. territorios silvestres), los
beneficios gratuitos de un clima con menos variaciones abruptas de temperatura y
humedad indudablemente favorecen al hombre y a sus actividades, inclusive a
distancias considerables desde los territorios silvestres.
Evolutivos.- Los territorios silvestres forman la matriz ecológica en la que operan los
mecanismos de la evolución. Millones de años de cambios naturales han producido la
diversidad de formas de vida presentes en los territorios silvestres. Además, las especies
silvestres no existen aisladas unas de otras, espacialmente hablando, forman
comunidades con una cierta estructuración que determina en mayor o menor medida las
interacciones mutuas entre ellas. Por esta razón es particularmente importante que los
territorios silvestres conserven sus cualidades naturales.
Estéticos.- Quizá los valores más conspicuos de los territorios silvestres son los
estéticos. El paisaje mismo, la estructura de la vegetación y su acomodo en los rasgos
topográficos como cañadas, riscos y planicies, dan al paisaje atributos visuales propios
y de gran belleza. Por otra parte, contribuyen a la experiencia silvestre los aromas y
sonidos por completo diferentes a los que cualquier visitante percibe en su entorno
urbano o suburbano, y aún en el rural.
Sociales.- Para cualquier sociedad, contar con territorios silvestres que sean capaces de
proporcionarle beneficios gratuitos, traducidos en buena calidad del aire, del agua y
regulación climática, es valioso. Además, si esos territorios silvestres encierran
28
elementos culturales intangibles (como el simbolismo asociado con mitos y tradiciones),
su aprecio social se ve incrementado. Esto, a su vez promueve el interés en su
conservación.
Económicos.- Si bien los territorios silvestres no debieran representar un valor
económico directo en función de extracción de materias primas, necesariamente
encierran un valor de opción para generaciones futuras. No es posible predecir el futuro,
pero sí lo es proteger los valores de los territorios silvestres que, indudablemente,
seguirán siendo importantes en tiempos venideros.
Éticos.- La naturaleza no tiene prisa. Los procesos naturales de interacciones entre
especies biológicas y factores abióticos han tomado millones de años; lo que hoy vemos
en los territorios silvestres es el resultado de la marcha de estos procesos, hasta el
momento imperturbados o con un grado imperceptible de perturbación de origen
humano.
EL PAISAJE DE LAS TIERRAS SILVESTRES, UN LEGADO ANTIGUO
El concepto de tierras silvestres -wilderness- es antiguo (trataré de incluir aquí algunos
antecedentes) y su desarrollo histórico ha ido por distintos derroteros según las culturas
que lo han considerado. Pero a partir del inicio del Siglo XX el esquema de desarrollo
mundial, basado en alta extracción, industrialización y comercio internacional
indiscriminado, y publicidad que genera falsas necesidades de consumo irreflexivo de
gran escala, lo ha puesto contra la pared.
Esto hace necesario tratar de reinsertar una perspectiva de reconciliación de la especie
humana con su entorno silvestre, incluyendo la faceta que algunos dan en llamar
espiritual. Para los pueblos originarios, en todo el mundo, dada su relación directa con
el ambiente natural y su dependencia de los recursos silvestres, la apreciación de la
cualidad de wilderness era parte consustancial a su existencia, tanto que su cosmogonía
y contexto cultural estaban centrados en ella. Hoy, la situación es radicalmente distinta,
las amenazas contra el mundo natural son drásticas e inminentes, por lo que para
intentar rescatar y reintegrar el concepto de tierras silvestres a nuestro modo de vida
debemos empezar por reconocer algunos supuestos:
29

La biodiversidad es el contexto natural elemental, al cual se aplica el
concepto de tierras silvestres.

Independientemente de la mera presencia de especies vegetales, animales u
otras en vida silvestre, el paisaje (visual, auditivo, táctil y de otros sentidos)
es el marco en el que los humanos percibimos y concebimos –o no– la
cualidad de wilderness.

La conservación de la biodiversidad no es exactamente equivalente a la
conservación de las tierras en su estado silvestre nativo.

El criterio base para considerar una tierra como silvestre (wilderness) es la
escasa o nula huella de actividad humana, tal que permita percibir soledad y
naturalidad.

Estrictamente, el concepto de tierras silvestres es aplicable a regiones del
territorio nacional con una muy baja densidad histórica de asentamientos
humanos.

La conservación y los intentos de restauración de la biodiversidad nativa
pueden contribuir a la recuperación del carácter de tierras silvestres a predios
con un contenido importante de biodiversidad.

La perpetuación de las tierras silvestres depender de la voluntad de los
propietarios y usuarios para dejarlas en su estado nativo.

Frecuentemente, intereses humanos diversos hacen que los territorios
silvestres existan solamente en sitios remotos.
Considerando estos supuestos, entre otros, al parecer el concepto de wilderness pudiera
darse a entender como sigue:
Una tierra silvestre es una extensión geográfica con paisaje nativo, cuyos rasgos
geológicos, geomorfológicos, hidrológicos, de vegetación, flora, fauna y de otros tipos
de biota se mantienen esencialmente en su condición original, que es ecológicamente
autónoma y se halla sujeta sólo a sus propios procesos de cambio, y que puede
considerarse libre de evidencia de actividades humanas.
30
En términos de la percepción humana (que es la base para el concepto más difundido de
wilderness), la escala grande de una tierra silvestre debiera ser tal que, al menos
visualmente, en el horizonte no sea posible detectar huella de la presencia de Homo
sapiens. Al mismo tiempo, a escalas locales dentro de ese territorio, no debe hallarse
evidencia de infraestructura activa o en desuso, de visitantes anteriores, de desechos u
otras evidencias de nuestra especie.
Existe en todo el mundo un impulso creciente por abordar la conservación de las tierras
silvestres, pero frecuentemente las estrictas circunstancias que esto requiere chocan, no
solamente con las expectativas del desarrollo económico convencional, sino también
con otras maneras de hacer conservación de la biodiversidad –quizá menos ortodoxas y
prístinas, pero de mayor aplicabilidad en la práctica, dado que incluyen la presencia
humana y tratan de convertirla en un coadyuvante.
Como se aprecia, el concepto estricto de wilderness se halla en desventaja en países que,
como México, tienen una prolongada historia de establecimiento humano y de
alteración ambiental consecuente, debida al desarrollo económico local e, incluive, a
influencias provenientes más allá de la propia área.
Sin embargo, entendiendo la importancia de que subsistan áreas con esas características,
debe buscarse la manera de articular su existencia como un componente más dentro el
contexto de la conservación integral. Con el concepto de wilderness, la conservación de
la vida silvestre adquiere una dimensión adicional, más allá de sólo conservar la
diversidad alfa (áreas particulares de alta riqueza de especies), la diversidad beta (la
diferencia en composición de especies entre sitios y la tasa de cambio de esas
diferencias a lo largo de gradientes) y la diversidad gamma (la riqueza de especies de
grandes regiones). Claramente, el concepto de wilderness depende de que existan los
anteriores valores, pero además, exige la preservación de los rasgos nativos del paisaje,
con la pretensión de proveer oportunidades para la recreación de los vínculos del
espíritu humano con los orígenes silvestres de nuestra especie. Esto lo hace
particularmente difícil de instaurar en la práctica.
Resulta difícil compatibilizar las visiones racionales y objetivas tanto de la ciencia
biológica como de las ciencias sociales, con aquella más de carácter ético y estético del
31
movimiento de conservación de tierras silvestres; sin embargo, esto no le quita valor.
Pero su problema principal no es su relación con las ciencias, puesto que la
conservación de la cualidad de wilderness es un complemento muy deseable de los
objetivos de aquellas. Creo que el principal problema del concepto de tierras silvestres
es lograr consolidarse en un mundo en el cual la alta densidad y omnipresencia de la
población humana deja pocos espacios libres, es decir, sin demanda de extracción de
bienes y servicios; el aprovechamiento de ambos suele dejar huellas generalmente muy
persistentes, que le quitan a la tierra el carácter de silvestre en el sentido estricto de
wildernes.
Por ello, en todo el mundo, frecuentemente las áreas que aún pueden considerarse como
wilderness son, o bien propiedad de estados (gobiernos) cuyo rígido régimen de
supervisión y vigilancia las mantiene incólumes, o propiedades de grandes
terratenientes quienes deciden sin oposición el destino de la biota y el paisaje silvestre.
Pero esto no significa que las sociedades no sean capaces de generar esquemas
imaginativos, para integrar el concepto de tierras silvestres -en los sitios donde aún
existen- como componente funcional dentro de un entramado de estrategias de
conservación de la biodiversidad, en forma que resulte sinérgica con la perspectiva de
uso sustentable de ésta donde la alteración ha estado presente y aún en sitios donde,
hoy, no hay más alternativa que intentar la restauración ecológica.
La ciencia biológica ha hecho todo cuanto ha podido para entender la biodiversidad,
reconocer sus patrones en el espacio y en el tiempo, para desentrañar sus mecanismos y
funciones ecológicas, para diagnosticar su estado, y también para proponer esquemas de
prevención y mitigación de daños. Pero con todo, más allá del entendimiento y el
dominio de técnicas de conservación por parte de personal a cargo de programas de ese
tipo, más allá de la comunicación de métodos de prospección de áreas propicias para
mantener la biodiversidad en su estado natural y de herramientas de diseño, planeación,
operación y supervisión de programas, el trabajo de entrenamiento de personal a cargo
de conservación de vida silvestre pasa, en mi opinión, por buscar como coaligar las
distintas visiones de conservación, incluyendo la de las tierras silvestres, en un todo que
sea congruente y complementario.
32
En este sentido, a estas alturas del debate internacional acerca de tierras silvestres, me
parece que la constelación de estrategias complementarias podría incluir:

Áreas naturales protegidas con decretos oficiales y manejadas mediante
esquemas de desarrollo humano mediante el uso sustentable, con sus áreas
nucleares, cuando espacialmente pueda ser el caso de tenerlas (y en las
cuales teóricamente se cumpliría la condición de ser tierras silvestres sensu
stricto).

Regiones prioritarias de México, determinadas como tales en función de su
riqueza y unicidad de composición taxonómica, progresivamente tomadas a
su cargo por gobiernos y distintas organizaciones.

Archipiélagos de áreas que, en su conjunto, preserven la diversidad beta lo
mejor posible, mediante esquemas de colaboración entre gobiernos,
propietarios y usuarios de la tierra.

Tierras silvestre sensu stricto que, independientemente del tipo de sus
propietarios tengan gran extensión, la cual les confiera cierta resistencia y
resiliencia respecto a eventuales incursiones humanas, y que en
consecuencia, aunque no tengan un decreto aún puedan auto-defenderse
gracias a su amplitud.

Tierras silvestres de propiedad gubernamental, comunitaria o privada que,
aunque no cumplan los criterios de wilderness, contengan suficiente
germoplasma silvestre nativo para ser conservadas y utilizadas. Incluyendo
el concepto de unidades para la conservación y manejo de vida silvestre
(UMA) desarrollado en México y que pretende fomentar la conservación del
entorno silvestre aprovechando el interés directo d los propietarios en
aprovechar especies de la fauna local para los propietarios. Este es un
concepto plausible en la teoría, aunque no ha probado cabalmente su
efectividad en la operación real.
CONCLUSIONES
33
Por todo lo explicado en este texto, especialmente cuando la densidad de población es
muy alta en determinados sitios, se vuelve urgente la preservación de muestras no
solamente representativas, sino plenamente funcionales, de la biodiversidad originaria
de cada región. La representatividad de ecosistemas se ha citado como un criterio
indispensable para la conservación (Davis, 1987). Los procesos de evolución biológica
en distintos niveles de integración (genético, organísmico, de poblaciones, de
comunidades y de ecosistemas) se construyeron por cambios naturales –aún si algunos
fueron de tipo catastrófico– seguidos por períodos de re-estabilización, durante los
cuales las poblaciones de microorganismos, hongos, plantas y animales tuvieron
oportunidad de adaptarse y sobrevivir, manteniendo así el potencial evolutivo de cada
ensamble de biota nativa, como un todo funcional con sus partes articuladas. El reto
actual es que, a diferencia de las catástrofes ambientales anteriores a la tecnología
humana de gran escala, los cambios que estamos generando no solamente son de gran
alcance, sino que se suceden aceleradamente y no dan tiempo a que los procesos
naturales se estabilicen entre catástrofe y catástrofe.
La conservación biológica es una actividad que requiere enfoques múltiples y
complementarios. Debe buscarse la sinergia de todos los enfoques actuales de la
conservación de la biodiversidad que hoy existen. Iniciativas cuyo incentivo es el uso
razonado de algunas especies en sitios ya alterados, deben ser plenamente congruentes –
y complementarias– con aquellas otras basadas en la protección de ecosistemas que aún
mantienen la integridad de su composición, de su estructura y funciones ecológicas. La
tesis de que solamente se conserva la naturaleza mediante su uso, cuyo origen fue la
idea de la predestinación humana al dominio de la naturaleza que prevalecía en la
primera mitad del Siglo XX, hoy empieza a quedar desacreditada por los hechos. Pero
queda claro que la conservación requiere considerar las actividades humanas, tanto en
su aspecto de causas del deterioro como de posibles vías de solución. En este contexto,
la conservación de áreas prístinas es un tema prioritario que debe atenderse cuanto
antes, en espera de que la sociedad encuentre maneras viables de restaurar sitios
alterados y de continuar su desarrollo en mayor compatibilidad con la naturaleza.
El paisaje global es hoy día un mosaico compuesto por fragmentos de ecosistemas
naturales que han escapado al uso intenso de muchísimos recursos naturales; las
extensiones afectadas son muy variables y sus condiciones son muy distintas. Las
34
amenazas tienen una tasa cambiante, aunque casi siempre en aumento. La falta de
continuidad y contacto actual entre distintos ambientes naturales, provocada por la
transformación humana, tiende a deteriorar los procesos ecológicos de manera
permanente, en formas que apenas estamos empezando a dimensionar y comprender
(Bissonette y Storch, 2002). Dado que no parece posible, en el corto plazo y con las
enormes demandas de la población humana mundial, retomar un rumbo de desarrollo
económico congruente con las capacidades reales de los ecosistemas (Costanza et al.,
1999) tiene
sentido preservar para el futuro aquellas áreas de selvas, bosques,
matorrales, desiertos, ríos, lagunas, costas y mar, en las que el sistema natural aún no ha
sido alterado de manera notoria.
REFERENCIAS
Bissonette, J. A. e I. Storch. 2002. Fragmentation: is the message clear? Conservation
Ecology 6(2): 14.
Costanza, R., Cumberland, J. Daly, H. Goodland, R. y R. Norgaard. 1999. Economía
Ecológica. Primera Edición, Compañía Editorial Continental (CECSA), México,
D. F., 303 pp.
Davis, G. D. 1987. Ecosystem representation as a criterion for World wilderness
designation. Wild Wings Foundation, Davis Associates, Wadham, N. Y., 86 pp.
Ortega, Y. K. y D. E. Pearson. 2005. Strong versus weak invaders of natural plant
communities: assessing invasibility and impact. Ecological Applications 15:651661.
Ortega, Y. K., K. S. McKelvey y D. L. Six. 2006. Exotic forb invasion impacts
reproductive success and site fidelity of a migratory songbird. Oecologia
149:340-351.
Reeves, M. K., Dolph, C. L., Zimmer, H., Tjeerdema, R. S. y K. A. Trust. (2008) Road
proximity increases risk of skeletal abnormalities in wood frogs from national
35
wildlife refuges in Alaska. Environmental Health Perspectives: 116; 10091014.
Warren, S. D. y Buttner, R. (2008) Relationship of endangered amphibians to
landscape disturbance. Journal of Wildlife Management: 72; 738-744.
Weeks, P, y S. Mehta. 2004. Managing People and Landscapes: IUCN‟s Protected Area
Categories. Journal of Human Ecology, 16(4): 253-263 (2004)
36
SECCIÓN I.3.
TIERRAS SILVESTRES EN LA PERSPECTIVA Y
LA RESPONSABILIDAD DE LA SOCIEDAD CIVIL
Desde esta perspectiva, la integridad ecológica se refiere al funcionamiento permanente
saludable o apropiado de los ecosistemas a escala global y local, así como a su
provisión continuada de recursos renovables y servicios ambientales. Los seres
humanos pueden intervenir en estos sistemas en formas que socavan sus capacidades de
autosostenibilidad. Por ejemplo, los seres humanos pueden cosechar sustancias de los
ecosistemas a un ritmo que excede la capacidad de regeneración del sistema. Por ende,
podemos talar bosques a un mayor ritmo del que necesitan los árboles para crecer de
nuevo; podemos pescar en el océano a un ritmo mayor del que requieren las poblaciones
de peces para reconstituirse. En el extremo de la intervención humana, arrasamos los
suelos de un ecosistema evolucionado y sustituimos el paisaje con una cubierta vegetal
que se mantiene mediante el constante insumo de capital, tecnología y mano de obra
humanos. En mayor escala, el efecto nocivo de las acciones humanas se acumula para
degradar el ecosistema global. La degradación de la capa de ozono y la manera en que
el clima mundial se ve afectado negativamente por la continua y crónica influencia de
las emisiones de gas que causan el efecto invernadero por la quema de combustibles
fósiles, son ejemplos poderosos de la capacidad que tiene el hombre para degradar de
forma colectiva la integridad ecológica a nivel planetario.
La capacidad de recuperación de la comunidad de vida y el bienestar de la humanidad
dependen de la preservación de una biosfera saludable, con todos sus sistemas
ecológicos, la elección es nuestra: formar una sociedad global para cuidar la Tierra y
cuidarnos.
La rápidamente creciente población humana y las tasas de consumo material que
aparentan ir siempre en aumento. La primera es considerada por muchos en el
hemisferio norte (por ejemplo, los EE.UU.) como la principal causa de la degradación
ambiental, y la segunda, por la gente del hemisferio sur (por ejemplo, la India). En
37
realidad, ambos factores se combinan para aumentar la carga ambiental sobre los
ecosistemas mundiales.
Un ejemplo de cómo la comunidad civil puede ser un factor clave en la conservación y
buen uso de los recursos naturales se dio en colaboración con organizaciones no
gubernamentales (ONG), incluyendo la Sociedad de Conservación de Vida Silvestre y
organismos como la Autoridad de Vida Silvestre de Uganda, el Instituto Jane Goodall
ha creado en Uganda un programa integrado de conservación de chimpancés. Dando
como fin la creación de un modelo denominado Conservación Centrada en la
Comunidad, que mantiene a la comunidad local como su núcleo y guía. Este enfoque
dota a las
comunidades locales con las herramientas y recursos necesarios para
administrar sus recursos naturales a fin de lograr un beneficio económico y prosperidad
ambiental de largo plazo. Los elementos de este programa de conservación incluyen
actividades de conservación in situ en bosques remanentes, así como el manejo junto
con empresas ecoturísticas de otros problemas que amenazan a las poblaciones, tales
como la caza furtiva. Un importante Programa Mundial de Educación dio inicio con el
objetivo de capacitar y proporcionar conocimientos, destrezas y currícula ambientales a
maestros de primaria y secundaria y miembros de la comunidad. El Santuario de
Chimpancés de la Isla de Ngamba fue fundado en octubre de 1998 para cuidar de
chimpancés huérfanos, rescatados de cazadores furtivos y/o comerciantes de animales
por la Dirección de Vida Silvestre de Uganda, que no tendrían oportunidad de
sobrevivir por sí solos en la naturaleza.
Aparte de los biomas del desierto, las áreas más extensas de tierras salvajes que aún
quedan en el mundo se ubican en las sabanas tropicales del norte australiano, partes de
Kalimantan y Borneo, Nueva Guinea Indonesia y Papúa Nueva Guinea, la región boreal
rusa, la región boreal canadiense, partes de la cuenca del Congo y los bosques tropicales
de la cuenca amazónica. En todos estos casos, las comunidades indígenas han habitado
estos parajes por miles de años; en el caso del norte de Australia, por cerca de 50.000
años, siendo la cultura humana continuada más antigua del mundo.
Desafortunadamente, nuevas áreas y políticas de conservación creadas para proteger
estas regiones salvajes remanentes podrían servir para ahuyentar aún más los pueblos
aborígenes ya desplazados y podrían ignorar su necesidad de emprender desarrollos
económicos sostenibles. Muchas organizaciones ambientales no gubernamentales han
38
ignorado los valores, aspiraciones y derechos de los pueblos aborígenes en las regiones
salvajes. Dicha perspectiva sólo sirve para reforzar las injusticias imperantes y podría
ser contraproducente para los fines conservacionistas. Las formas tradicionales de vida
en estas regiones han hallado acomodo con los procesos silvestres naturales, tanto
destructivos como constructivos, y en muchos casos la sabiduría ecológica tradicional
tiene la clave para comprender los caminos sostenibles del desarrollo en el futuro.
Habiendo seguido un proceso de diálogo con los pueblos aborígenes, la Sociedad de
Vida Silvestre de Australia ha desarrollado una política sobre los derechos de los
aborígenes que reconoce, entre otras cosas, que “los pueblos aborígenes son los
custodios tradicionales que han administrado los medio ambientes australianos desde
tiempo inmemorial”. Esta organización también ayudó a lanzar el Malimup Comunique
que fue desarrollado en una reunión de representantes indígenas, el personal de
organismos estatales de administración de tierras y representantes de grupos
ambientales no gubernamentales en Malimup Spring, Australia Occidental. Este
comunicado versa sobre los pueblos aborígenes y la administración de tierras reservadas
o zonificadas como “salvajes”.
En la actualidad, el quehacer humano se desboca hacia un futuro donde la integridad de
los ecosistemas se ha degradado irreversiblemente, y corremos el riesgo de que el
sistema terráqueo dé un giro brusco hacia un estado distinto no propicio para el
bienestar humano ni para la gran comunidad de la vida.
La mala distribución de la tierra en la mayoría de los países latinoamericanos y el
avance de la frontera agrícola, hacen que la biodiversidad como tal solo pueda
conservarse a largo plazo, dentro de las áreas protegidas declaradas por los diferentes
gobiernos. Sin embargo, muchas de esas áreas protegidas y parques nacionales carecen
de un mecanismo real de manejo y conservación, por lo que se les ha llegado a llamar
“parques de papel”. Por otra parte, las agencias gubernamentales tanto en Guatemala
como en el resto de los países latinoamericanos responsables de los recursos naturales y
las áreas protegidas -creadas por sus Congresos a lo largo de la historia- no sólo han
carecido de la voluntad política y la capacidad y los recursos tanto administrativos como
financieros para manejarlas, sino que además han reconocido que no han podido detener
el continuo proceso de destrucción y degradación de los recursos naturales.
39
En ese sentido, como resultado de las tendencias de democratización, desconcentración
y descentralización de los servicios públicos a gobiernos locales, entidades privadas, y
grupos organizados de la sociedad civil, se abren una serie de oportunidades para que
éstas asuman mayor protagonismo y responsabilidad para compensar esa falta de
efectividad y eficacia desplegada en las agencias del gobierno central. Particularmente,
para el sector ambiente y recursos naturales, las Organizaciones No Gubernamentales
como instituciones no lucrativas, menos burocráticas, y con capacidad de dar una pronta
respuesta a las demandas del desarrollo, han asumido cada vez más un rol más
protagónico en la búsqueda de opciones y soluciones a los acuciantes problemas
ambientales enfrentados por la sociedad actual.
A la luz de este nuevo rol en las ONGs y la apertura existente por parte de las agencias
de gobierno central, se hace necesario examinar con mayor detenimiento las ventajas
comparativas y los retos que presenta la aplicación y adopción de esquemas de
protagonismo institucional de estas entidades en el manejo y la conservación de las
áreas protegidas. En ese sentido, mecanismos como el de comanejo constituye una de
las opciones más viables para conservar el patrimonio natural y cultural de la región
latinoamericana.
La literatura referida al comanejo de áreas protegidas es bastante reciente y se define de
diferentes maneras. A continuación se presenta una serie de conceptos y se realiza un
breve análisis sobre el origen del mismo y su entorno en el cual fue creado. No
necesariamente el término y las definiciones de comanejo son referidas a Áreas
Protegidas, sino más bien a utilización participativa de recursos naturales, sobre lo cual
si hay más historia y consecuentemente literatura al respecto.
De acuerdo a Girot (1998), mucha de la discusión en torno a la gestión participativa de
los recursos naturales, nació de un artículo de Garret Hardin en 1968, sobre la tragedia
de los comunes, donde se plantea una discusión filosófica sobre los que apuntan a la
propiedad común como origen de la tragedia y por otro lado, los que insisten que en la
gestión mancomunada está la solución a la tragedia.
Dicha discusión ha sido retomada por Elionor Ostrom, quien ha referido una serie de
análisis y modelos sobre la participación misma de la sociedad civil en el manejo de los
40
recursos naturales. Ostrom presenta cinco figuras de participación a saber:
a. Un Estado que todo lo ve, todo lo sabe, que controla toda infracción en forma
imparcial.
b. Un Estado imperfecto que no lo ve ni lo sabe todo, que controla parcialmente las
infracciones, castiga algunos y otros no.
c. Una empresa privada a cargo del recurso con capacidad jurídica de excluir y de
controlar acceso.
d. Un consorcio de usuarios a cargo de co-manejar un recurso bien delimitado con
reglas claras de apropiación y control.
e. Una situación de libre acceso y descontrol que resulta en el rápido deterioro del
recurso.
Las cinco figuras se dan y se presentan en diferentes grados a nivel nacional. Por una
parte los territorios indígenas donde el manejo de los recursos naturales se ha mantenido
al margen de las políticas centralistas de los estados de las décadas de los 70‟s, y por
otro lado, aquellas zonas donde los gobiernos que no ceden un espacio en el manejo de
los recursos naturales.
Los mecanismos y procesos en una democracia joven se han acelerado en los últimos
años debido a la globalización del comercio a nivel mundial y los mandatos de las
instituciones internacionales sobre la privatización de los servicios públicos.
Con ello se ha iniciado un proceso que involucra más de una acción y más de una
estrategia, a saber:
a) Democratización participativa en los países de América Central (posterior a más de
40 años de lucha en algunos de ellos),
b) Descentralización de la toma de decisiones,
c) Desconcentración de la administración pública y,
d) Delegación de las responsabilidades y mandatos hacia instancias de la sociedad civil.
Naturalmente cada país en la región lleva su propia priorización y diferentes esquemas
en tiempo sobre cada uno de lo que en forma general se le denomina globalización. En
41
el momento que se consoliden estas cuatro estructuras de acción, entonces el comanejo
de áreas protegidas va a ser realidad.
a) Democratización
Iniciamos la discusión con Democratización, debido a que la propia participación real
de la sociedad civil centroamericana en la toma de decisiones no era factible debido a
las luchas internas y falta de perspectiva con relación al manejo adecuado de los
recursos naturales. La propia lucha armada causó grandes destrozos a la biodiversidad y
a los recursos en general.
b) Descentralización
El tema de descentralización1 en el campo de la conservación de la biodiversidad es
prioritario y requiere un análisis especial debido a que ofrece oportunidades, pero
también presenta obstáculos.
De acuerdo a Miller et.al. (1997), al descentralizar la autoridad y responsabilidad en el
manejo de los recursos naturales, los gobiernos están abriendo nuevas y apasionantes
oportunidades para alcanzar metas ambientales y de desarrollo. Sin embargo, a pesar
que se afirma que la participación de los varios grupos de interés es esencial para la
conservación, no se puede asumir necesariamente que la “gente de la localidad sabe
más” o que siempre hará lo que es conveniente para la biodiversidad. Todos los
asociados, sea que pertenezcan a las agencias de gobierno, a la comunidades indígenas,
municipalidades, universidades u ONG ́s tendrán que desarrollar y reestablecer la
capacidad y destrezas necesarias para cumplir con los roles y funciones. Es así como la
descentralización y el desarrollo de capacidades se hallan interrelacionadas y son
interdependientes. Desde otro punto de vista, la sociedad civil está comenzando un
proceso en el cual asume mayor responsabilidad sobre el manejo de sus propios
recursos a largo plazo, sin perder en determinado momento, la guía, monitoreo y
orientación del Estado. Ejemplo específico de ello es la participación de las ONG ́s
ambientales, donde como entidades facilitadoras de gestión y capacitación, presentan un
balance entre el poder total del Estado y la propia propiedad o iniciativa privada per se.
Miller lista tanto las oportunidades que se deben aprovechar como los escollos que es
necesario evitar para lograr una auténtica descentralización:
42
- Desarrollar la participación local como incentivo para conservar la biodiversidad
- Distribución equitativa de beneficio entre los grupos de interés locales
- Fomentar el desarrollo de nuevos conocimientos mediante enfoques de manejo
adaptativo
- Capitalizar la capacidad existente en las instituciones que están fuera del gobierno
central.
c) Desconcentración
La desconcentración, como otro elemento mínimo de apoyo al manejo de áreas
protegidas y biodiversidad, juega su papel en que la toma de decisiones sobre conflictos
y problemas locales sean tomadas ágilmente.
En el ámbito de áreas protegidas bajo algún esquema de comanejo, la desconcentración
posee su ventaja comparativa en el momento de los clásicos trámites para obtener
licencias sobre manejo de recursos en las zonas de amortiguamiento, o bien en la
presentación de denuncias sobre actividades ilícitas en las propias regiones.
En los mecanismos de comanejo, la desconcentración se da en el momento que los
sistemas de áreas protegidas nacionales sean administrados a través de oficinas
regionales en las cuales se trabajen desde los planes estratégicos de la región, hasta la
planificación y ejecución de las mismas actividades. Las regiones de conservación en
Costa Rica, son ejemplo parcial de un mecanismo de desconcentración, al igual que las
creadas recientemente en Guatemala para la administración del Sistema Guatemalteco
de Áreas Protegidas (SIGAP).
En la región centroamericana se encuentran bajo comanejo algunos esquemas que
responden a medidas de desconcentración. Por ejemplo, la posibilidad de declaratoria de
áreas protegidas por oficinas regionales, municipalidades, donde la decisión y la
consulta no tiene que ir forzosamente al Gobierno central.
d) Delegación
La delegación de responsabilidades y mandatos hacia diferentes figuras de la sociedad
civil o inclusive, hacia institutos autónomos regionales es un proceso de menor
43
aceptación en el gobierno. La delegación 3 implica la firma de un acuerdo y la discusión
de alcances de las entidades involucradas. La delegación implica la creación de
mecanismos de asesoría, supervisión, monitoreo y acompañamiento. Por ejemplo, el
primer caso de delegación formal y con seguridad jurídica en Centroamérica, fue el de
otorgar la administración de la Reserva de la Biosfera Sierra de las Minas a una ONG,
en este caso a Fundación Defensores de la Naturaleza en el año de 1990.
El proceso ha avanzado hasta poder llegar a incluir el retorno o devolución del manejo
de sus recursos a las comunidades, principalmente las indígenas.
Agarwal y Ribot (1999), definen “Devolución” como el crecimiento del poder de
organizaciones locales sin ninguna afiliación de gobierno, como ONG ́s de base, grupos
comunitarios, corporaciones. Los procesos de “devolución” de enmarcan dentro de los
acuerdos mundiales, como el de los derechos de los pueblos indígenas y sus territorios.
Como muy bien lo apunta Fundación Natura (1997), la democracia nos recuerda que
todos estamos inmersos en un sistema en el cual la soberanía la ejerce el pueblo a
través de sus organizaciones de base, la sociedad civil y las diferentes instancias de
decisión y de poder. Por otro lado, la gobernabilidad está determinada por la capacidad
del Estado de ejercer la función gubernamental, recordando que el Estado somos todos,
incluyendo a las organizaciones no gubernamentales y grupos comunitarios.
La gobernabilidad en materia ambiental debe estar fundamentada en el enfoque
pluralista y participativo de diferentes instancias gubernamentales y privadas, a fin de
evitar el desbalance de una gestión hacia intereses particulares que vayan en
contraposición de las propias Constituciones políticas de Latinoamérica, cuando
mencionan el bien común prioritario sobre el bien individual.
De acuerdo a la introducción conceptual anterior, el comanejo es la aplicación en sí, de
la democratización, desconcentración, descentralización y delegación del manejo
sostenible de los recursos naturales hacia las áreas protegidas y la conservación de la
biodiversidad, en un marco político y estratégico de implementación por parte de los
diferentes Gobiernos y Estados.
44
Análisis de responsabilidades compartidas
Analizando por grupo las responsabilidades asumidas por la sociedad civil y/o o dicho
de otra forma la delegación de responsabilidades por parte del Estado, se agrupan en
tres grandes grupos a saber: a) funciones administrativas, b) funciones técnicas y c)
funciones financieras.
a) En el campo administrativo, se observa que el Estado mantiene o intenta mantener el
control específico de los Sistemas Nacionales de Conservación, aspecto que los grupos
de la sociedad civil no pueden mantener. En otras palabras la función principal del
Estado en este campo es mantener la integridad del Sistema de Áreas Protegidas.
Una de las principales discusiones sobre el proceso de coadministración es hasta donde
el Estado puede ceder y/o delegar actividades como la denuncia de actividades ilegales,
aprobación de planes de uso y extracción de recursos y finalmente la representatividad
legal del ANP. Por ejemplo, en aspectos de una denuncia, por un lado los grupos de la
sociedad civil no quieren asumir dicha responsabilidad por las repercusiones que
implica tener que denunciar a un propio vecino y el Estado por su parte no posee los
procesos ágiles y muchas veces el interés por concluir un trámite de denuncia.
Parte fundamental de las responsabilidades del Estado en aspectos administrativos es
proveer infraestructura y otorgar derechos sobre los bienes inmuebles de su propiedad.
La historia latinoamericana ha hecho que los Estados posean en la actualidad suficiente
o demasiada infraestructura y bienes inmuebles los cuales, en el caso de áreas
protegidas son claves para su manejo.
b) Funciones técnicas, la gama de actividades es mayor y son asumidas indistintamente
por el Estado, sociedad civil o en forma compartida. La distribución indistinta se basa
en un análisis sobre las fortalezas de cada entidad y consecuentemente su mejor
ejecución en dicho sentido. Existen actividades técnicas que por principio es el Estado
quien las debe realizar, como lo son las aprobaciones de los planes maestros (de
manejo) y planes operativos anuales. Así mismo, el monitoreo y evaluación del
cumplimiento de los acuerdos e implementación de los planes por parte de la sociedad
civil, es una función intransferible del Estado.
45
Es importante mencionar que una de las ventajas comparativas de la sociedad civil en el
manejo de las áreas protegidas es su capacidad técnica, entendiéndola como el nivel
adecuado y profesional en la toma de decisiones. En su ausencia, debe ser la capacidad
para contratarla o resolver el problema desligado de una decisión política. Esta
capacidad se observa en la mayoría de las ONG‟s de Centroamérica, donde el personal
profesional ya ha sido formado bajo el esquema de recursos naturales y manejo de áreas
protegidas, lo cual le da una ventaja comparativa ante los profesionales de los Estados.
Así mismo, generalmente son profesionales jóvenes con mayor dinamismo y
entusiasmo, que los faculta a vivir en el campo y afrontar los retos que implica la
conservación.
Definitivamente este cuestionamiento genera discusión dentro de los papeles del Estado
y de la sociedad civil. Sin embargo, la determinación de los porcentajes y volúmenes de
autorización por parte de la sociedad civil se deben fijar sobre la base de las siguientes
características:
a) Capacidad e interés del grupo de la sociedad civil para asumirlos.
b) Definición de uso y explotación de recursos estratégicos que no deben ser
transferidos (Por ejemplo, recursos petroleros).
c) Definición de recursos endémicos y/o en peligro de extinción donde la
responsabilidad debe ser compartida con relación a su control.
d) Estudios claros y determinantes sobre la utilización, distribución y beneficio de los
servicios ambientales. Por ejemplo, aplicación de normas sobre uso del agua.
46
CAPITULO II
BASES PARA DIAGNÓSTICO Y SEGUIMIENTO DE LOS
VALORES DE LAS TIERRAS SILVESTRES
Y DE SUS FACTORES DE RIESGO
SECCIÓN II.1.
VALORES ESPECÍFICOS ASOCIADOS CON LAS
TIERRAS SILVESTRES; MÉTODOS PARA SU
DIAGNÓSTICO BASE Y SEGUIMIENTO.
La vegetación natural, como expresión sintética de todos los factores ambientales, se ha
desarrollado en México a través de casi todas sus posibilidades: desde las selvas
perennifolias de los Chimalapas o Lacandonia que reciben de dos a cinco mil
milímetros de precipitación al año, hasta desiertos entre los más secos del mundo en
Sonora y Baja California. Las selvas tropicales húmedas que se asentaban desde
extremos septentrionales en Tamaulipas y San Luis Potosí, descendían por la vertiente
del Golfo hasta el extremo sur de la costa del Pacífico y la frontera con Guatemala.
Dócil al gradiente pluviómetro y al tipo de suelos, la vegetación tropical en México se
ha adaptado con gran sutileza transicional para dar origen a los bosques tropicales
subperennifolios, sabanas, selvas caducifolias y a las selvas bajas espinosas. Conforme
se llega a niveles de precipitación más bajos, la vegetación xerófita predomina y
encuentra puntos clímax de diversidad en el mundo, como por ejemplo, en el Valle de
Tehuacan-Cuicatlán entre Puebla y Oaxaca.
Condiciones específicas de topografía, latitud y vientos oceánicos definen la existencia
de bosques mesófilos (o nubliselvas) en la ceja de las sierras expuestas a la influencia
del Golfo de México o del Océano Pacífico, o bien, de grandes macizos de bosques de
coníferas o encinos que cobijan las partes altas de las montañas o del altiplano. En lo
más elevado, las nieves perennes y los zacatonales o páramos coronan las cumbres del
Eje Neovolcánico. Los hábitat acuáticos y costeros rubrican la riqueza ecológica del
país: lagunas, pantanos y manglares se integran a complicados sistemas ribereños, que
47
no solo resultan los ambientes biológicamente más productivos que existen, sino que
extienden con generosidad grandes volúmenes de nutrientes al océano, que permiten la
vida de incontables cadenas tróficas marinas.
Todos estos elementos y sistemas conforman el capital ecológico de la Nación, el cual
ofrece una corriente vital de bienes y servicios ambientales que abarcan el resguardo del
patrimonio genético, la absorción de gases invernadero, la regulación climática, el
mantenimiento de recursos hídricos, la conservación de suelos, la preservación de
valores paisajísticos, la producción de recursos forestales maderables y no maderables y
la estructuración de hábitats para miles de especies que representan millones de años de
procesos evolutivos, y que son objeto de una creciente valorización intrínseca por parte
de las sociedades modernas, independientemente de sus funciones dentro del complejo
entramado ecológico del planeta.
El término biodiversidad se refiere a la variabilidad de la vida, incluyendo los
ecosistemas, los complejos ecológicos de que forman parte, la diversidad entre las
especies y la que existe dentro de cada especie. Así, este concepto involucra todos los
tipos de variabilidad biológica, que a grandes rasgos puede dividirse en tres niveles:
genes, especies y ecosistemas. Como se sabe, México constituye uno de los 12 países
con mayor riqueza y diversidad biológica. De allí proviene, tanto su carácter de país
megadiverso como su enorme interés por la conservación y el uso adecuado de tal
biodiversidad, aunado a una gran riqueza cultural representada por más de 60 grupos
indígenas con usos tradicionales muy diversos y ligados a la biodiversidad que los
rodea. Estos temas que aparentemente tendrían que ser materia especializada y
exclusiva de biólogos, ecólogos y geógrafos entre otras profesiones ligadas al estudio de
la naturaleza, cada vez más son preocupación también de economistas y tomadores de
decisiones públicas. Y esto es así, precisamente porque no obstante la enorme riqueza y
diversidad biológica con que cuenta el país, la misma se está deteriorando o perdiendo a
consecuencia de arraigados métodos de producción y uso de sus atributos y funciones, y
por la parcialidad o ausencia de políticas públicas que fomenten su conservación y
aprovechamiento sustentable.
Precisamente debido a los conocidos procesos de cambio de uso del suelo los atributos
y funciones de la biodiversidad se convierten en bienes y servicios escasos, ergo, en
48
bienes económicos. Los procesos de cambio de uso del suelo desembocan, además de
en actividades económicas no siempre con mayor rentabilidad en el corto plazo de las
que sustituyen, en deforestación, erosión, sobreexplotación de recursos naturales,
homogeneización de especies de flora y fauna, introducción de especies exóticas en
hábitat no propicios, urbanización desordenada, pérdida de calidad o contaminación de
diferentes medios (aire, agua, suelo, paisaje), extinción de especies de vida silvestre,
entre otros problemas muy graves.
Debido a su escasez creciente y a la sustitución de acervos de capital natural por otros
de diferente tipo, el análisis económico de cómo conservar y usar la biodiversidad
aparece no sólo como pertinente sino como imprescindible. Esta convicción es reciente
a escala mundial y aumenta cada vez más en nuestro país.
La economía como disciplina científica se preocupa por la escasez de los bienes y
recursos, así como por su asignación eficiente ante diferentes alternativas de utilización.
Como cualquier otra ciencia basada en la racionalidad de agentes individuales, la
economía parte del supuesto de que las decisiones humanas se toman en el marco de
conductas maximizadoras u optimizadoras. Vale decir, que los consumidores eligen
conjuntos de satisfactores que les otorgan la máxima utilidad o bienestar al menor costo
posible (en función de sus preferencias, los precios relativos y sus ingresos), y que las
firmas eligen tecnologías y niveles de actividad que maximizan sus beneficios (en
función de sus ingresos y costos medios y marginales). Tomando en consideración estos
argumentos es que resulta inaplazable la coordinación de esfuerzos que se vienen
realizando en México en relación con la valuación económica de bienes y servicios de la
biodiversidad, así como la toma de decisiones de conservación y uso de la misma con
criterios económicos y ecológicos.
VALORES SIN PRECIO DE USOS INDIRECTOS Y NO-USO
DE LOS ECOSISTEMAS.
En el caso de bienes o servicios que son comprados y consumidos es relativamente fácil
asignarles un valor, el cual corresponderá al costo monetario de adquirirlo (su valor de
uso). Sin embargo, en el caso de muchos recursos naturales los individuos pueden
49
derivar beneficios indirectos de los servicios ecológicos que un sistema natural como
los manglares pudiera brindarles. Asimismo, los individuos pueden derivar algún tipo
de utilidad o de satisfacción a partir de la sola existencia de un recurso o, incluso,
pueden estar dispuestos a donar dinero para colaborar en su preservación, aunque jamás
hagan uso de él. Esto es lo que en la literatura especializada se conoce como Valores sin
Precio (Sinden y Worrel, 1979) de Usos Indirectos y No-Usos de los ecosistemas. La
idea detrás de esto es que la gente le asigna a los recursos valores monetarios los que
son independientes del valor fijado por el mercado.
La siguiente ecuación describe los elementos que contribuyen al valor total de un
recurso:
VT=EECd+EECind +VE+VO+VH
donde VT = Valor total del recurso
EECd = Excedente esperado del consumidor (valor de uso directo)
EECind = Excedente esperado del consumidor (valor de uso indirecto)
VE = Valor de existencia
VO = Valor de demanda opcional
VH = Valor de herencia
La disposición adicional de pago, por sobre el valor de uso directo EECd, incrementa el
valor total de un recurso, de manera que si no fueran considerados los valores de uso
indirecto y no-uso, se daría, potencialmente, una subestimación en el valor real del
recurso, conduciendo a serios errores y a una inadecuada asignación de recursos
económicos para la conservación de los ecosistemas de manglar. En este sentido se han
reportado situaciones concretas, en donde el valor real ha sido subestimado en un 63%
(Hanley y Spash, 1993). En la literatura especializada se han descrito varios tipos de
valores de no-uso de los recursos, entre los cuales los más reconocidos son:
50
(i)
Valor de existencia,
(ii)
Valor de Demanda Opcional y
(iii)
Valor de Herencia o Legado.
En la siguiente sección se describirá a cada uno de ellos. Antes de hacerlo conviene
destacar que, además de reconocer su existencia, se parte del supuesto de que existe una
forma de definir a aquellos valores que surgen del no-uso de los recursos y que surgen
independientemente del mercado. Esta forma de definirlos es a través de las técnicas
conocidas con el nombre de Métodos de Valuación Contingentes (MVC), los que serán
descritos en la sección de valores de no-uso.
El Valor de Existencia.
Está referido a la disposición de pago que la sociedad está dispuesta a realizar por
preservar un recurso al cual nunca verá, es decir, se le otorga un valor por el sólo hecho
de existir. Por ejemplo un individuo podría estar dispuesto a realizar un pago para
proteger las tortugas de carey (Eritmochelys imbricata) que desovan en Yucatán y que
están seriamente amenazadas de extinción, o bien contribuir económicamente para la
conservación los manglares (Rhizophora mangle y Avicennia germinans), aún sabiendo
que quizá nunca llegará a verlos.
Valor de Herencia o Legado.
Este valor constituye una extensión del valor de existencia a futuras generaciones. Es
decir la disponibilidad de pagar hoy para que las futuras generaciones puedan tener la
oportunidad de utilizar o derivar satisfacción de la existencia de un recurso como los
manglares.
Valor de Demanda Opcional.
A diferencia del caso anterior aquí el individuo está dispuesto a realizar un pago, por
sobre el precio de uso del recurso, con el fin de preservar la opción de disfrutar a futuro
de un ambiente en particular. Tradicionalmente se pensó en que este valor resultaba
evidente y que siempre sería una cantidad positiva, particularmente entre individuos
adversos al riesgo. Sin embargo, dada una demanda o una oferta incierta, este valor
puede ser mayor, igual o menor que cero. Su valor será positivo en casos en donde la
incertidumbre en la oferta y la demanda se reduzca. No obstante se ha mencionado la
dificultad de estimar convenientemente este valor de demanda opcional debido a su
51
estrecha relación con el valor de uso del recurso en cuestión. Para solucionar esta
limitante se utiliza el concepto de Precio Opcional el cual corresponde al máximo pago
que todos los individuos están dispuestos a realizar para mantener la opción vigente en
el futuro, pero sin hacer una distinción entre EECd, EECind y VO de la ecuación. De
hecho actualmente se considera que el valor de uso (directo e indirecto) y el valor
opcional son dos puntos de la misma curva del excedente del consumidor). De igual
modo el VE y el VH se consideran juntos por la misma razón, esto es, que
metodológicamente no se pueden estimar independientemente uno de otro sin evitar
considerar dos veces un mismo factor, incrementando de esta manera la probabilidad de
sesgo o error en la determinación del Valor total del recurso (Mitchel y Carson, 1989;
Hanley y Spash, 1993) .
Valores de uso indirecto: Servicio ecológico de filtrado natural de aguas residuales.
Cuando los servicios ecológicos como el de filtrado de aguas negras residuales
provenientes de los asentamientos humanos que no cuentan con servicios no tienen
precio en el mercado y existen sustitutos perfectos tales como las plantas de tratamiento
terciario de aguas, se recomienda utilizar el método de costos alternativos (Gosselink et
al., 1974; Lal y Dixon, 1990). En un estudio realizado en Fiji, el costo anual de una
planta de tratamiento terciario requerida para reemplazar el servicio natural de filtrado
de nutrientes proporcionado por ecosistema de manglar, se estimó en US $ 106,000/ha
(Lal, 1989).
MÉTODO DE COSTOS ALTERNATIVOS
El método de costos alternativos esencialmente consiste en usar el costo del proyecto
alternativo como una medida del beneficio generado por el servicio ecológico que no
tiene precio en el mercado. En el caso concreto de este estudio, el costo total de
operación anual de una planta de tratamiento terciario de aguas residuales, asumida
como sustituto perfecto, será el costo alternativo del servicio de filtrado natural de aguas
proporcionado por el ecosistema de manglar del área donde inciden asentamientos
humanos que no cuentan con servicios sanitarios ni drenaje. El método de costos
alternativos tiene el mismo concepto que él método de ahorro de costos. Un servicio
ecológico que sustituye costos conocidos crea un ahorro que puede considerarse como
una medida del beneficio. El método de ahorro de costos puede utilizarse en casos
52
donde todos los costos son eliminados y la producción del proyecto es un sustituto
perfecto para los gastos del proyecto alternativo. El costo alterno es por si mismo una
medida del beneficio total, sólo si se prueba que hay una demanda efectiva. Ambos
estiman los beneficios totales, esto es, el ahorro de costos en el método de ahorro de
costos y los costos alternos del siguiente mejor proyecto substitutivo en el método de
costos alternos.
MÉTODO DE VALUACIÓN CONTINGENTE
El método de valuación contingente (MVC) es una técnica analítica basada en la
aplicación de encuestas donde se establecen situaciones hipotéticas o experimentales
que permiten asignar un valor monetario a los bienes y servicios que no tienen un valor
en el mercado (Schmid, 1989). Al valorar los recursos naturales, el objetivo es obtener
información directa de las preferencias individuales de los usuarios, manifestada a
través de la cantidad máxima que estarían dispuestos a pagar (WTP, por sus siglas en
inglés), o de aceptar una compensación (WTA, por sus siglas en inglés) para aumentar o
disminuir los beneficios recibidos a partir del uso o conservación de estos recursos o de
algunos de sus componentes cuyo valor no tiene un precio en el mercado.
Con la finalidad de obtener la información necesaria, se presenta a los usuarios un
mercado contingente mediante la aplicación de encuestas a través de medios como
correo, entrevistas personales o telefónicas (Whitehead, 1993).
CARACTERÍSTICAS DESEABLES EN LOS CUESTIONARIOS
La aplicación de cuestionarios a los usuarios de los recursos, permite obtener
directamente de sus respuestas, sus preferencias por preservar o no determinado recurso
en beneficio de las actividades que en él desarrolla. De esta forma es posible deducir los
beneficios generados del uso de bienes y recursos naturales que tienen valores sin
precio.
A fin de que durante la entrevista se logre captar la mayor cantidad de información
valiosa y confiable del entrevistado, el cuestionario deberá tener las siguientes
características (Mitchell y Carson, 1989):
53
1)Una descripción detallada de los bienes a ser valuados y las circunstancias
hipotéticas bajo las cuales el entrevistado los usaría.
2)Preguntas que conduzcan al entrevistado a expresar su disposición de pago para el
recurso que se está valuando.
3)Preguntas acerca de las características del entrevistado (por ejemplo, edad,
ingreso, etc.), sus preferencias relevantes a los recursos que están siendo valuados
y el uso que hace de éstos.
Si el estudio está bien diseñado y cuidadosamente probado, las respuestas de los
entrevistados a las preguntas de valuación deberán representar respuestas válidas de la
WTP. El siguiente paso es usar esa información para obtener estimaciones de beneficio.
Si la muestra es seleccionada a través de un muestreo aleatorio, si la tasa de respuesta es
bastante alta, y si se hacen ajustes apropiados para
compensar la pérdida de
información en entrevistas no contestadas o que tengan información de baja calidad, los
resultados pueden generalizarse (con un margen de error conocido) en relación a la
población de la cual la muestra de entrevistados fue extraída.
VENTAJAS Y LIMITACIONES
La valuación de recursos naturales y bienes públicos con el empleo del método de
valuación contingente (VC) tiene varias ventajas (Anderson y Edwards, 1986).
i. Permite establecer preguntas para obtener directamente medidas de bienestar a través
de cambios en un bien o recurso determinado.
ii. Debido a que es esencialmente un experimento, el investigador también tiene la
oportunidad para seleccionar una muestra con criterios científicos y controlar
explícitamente los factores exógenos.
iii. Los estudios de VC son una valiosa herramienta para estimar los valores de
existencia que de otra manera no sería posible calcular.
iv. La VC puede utilizarse para revelar valores de demanda opcional de no-usuarios de
un recurso.
v. Finalmente, los investigadores pueden usar la VC para análisis ex ante, es decir, para
valorar cambios en un bien o un recurso antes de que estos sucedan.
54
Considerando que la información obtenida en los estudios de valuación contingente, se
basa en situaciones hipotéticas dentro del contexto de un mercado contingente, más que
en el comportamiento del mercado, pueden presentarse las siguientes fuentes
potenciales de sesgo (Schmid, 1989; Anderson y Edwards, 1986, Stirling, 1993):
1)La naturaleza hipotética del mercado contingente. Puesto que las situaciones a ser
evaluadas no son de hecho reales, es imprescindible que al momento de elaborar
la encuesta, éstas se describan de manera clara y concisa.
2)Los MVC pueden ocultar las tendencias generales del público para responder
estratégicamente a las preguntas. Puede haber una discrepancia en las respuestas
a las preguntas enfocadas a determinar la disposición de pago y la de aceptar
este hecho. Las personas pueden dar respuestas a conveniencia para influir en
los resultados a su favor (denominado “comportamiento estratégico”).
3)Otra fuente potencial de error es la denominada “sesgo de autoselección” la cual
potencialmente existe cuando las personas, por alguna razón rechazaron
responder algunas de las preguntas de valuación, pero que respondieron el
cuestionario, son eliminadas del análisis.
4)Factores circunstanciales como la estructura del cuestionario y el comportamiento
o conducta del entrevistador en el curso de la entrevista, pueden ejercer profunda
influencia sobre la respuesta del entrevistado.
5)La VC es muy sensible a las circunstancias psicológicas y sociales de los
entrevistados y al contexto actual en el que se desarrolla el estudio.
6)Finalmente, se puede cometer un sesgo en el muestreo debido a la selección de
una muestra no aleatoria.
55
SECCIÓN II.2.
INTRODUCCIÓN AL MUNDO REAL: RETOS
PARA LA CONSERVACIÓN DE TIERRAS
SILVESTRES EN EXTENSIONES DENSAMENTE
POBLADAS. ANÁLISIS DE UN CASO IN SITU
(RESERVA DE LA BIOSFERA SIERRA DE
HUAUTLA, MORELOS).
Antecedentes e historia.
En los últimos años se han desarrollado medidas para revalorar las áreas del país o los
tipos de vegetación que merecen especial atención. Sin lugar a dudas, la Selva Baja
Caducifolia (SBC) hasta hace –relativamente- poco tiempo había sido ignorada en los
programas de conservación ecológica. Al ser, la Sierra de Huautla, uno de los últimos
reductos de la SBC en Morelos, la Universidad Autónoma del Estado de Morelos
(UAEM) realizó investigaciones extensivas para conocer la biodiversidad y los
mecanismos que han propiciado su conservación. En 1993, el Gobierno del Estado de
Morelos declaró a esta región como Zona Sujeta a Conservación Ecológica Sierra de
Huautla, protegiendo 31,314 ha; debido a los avances obtenidos desde 1993 y a la
relevancia de la biodiversidad de la región, la UAEM propuso en 1998 a la Secretaría de
Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca la creación de la Reserva de la Biosfera
Sierra de Huautla, la cual se decretó en septiembre de 1999. En la región centro de
México, la SBC sólo está representada -prácticamente- como ANP en la Reserva de la
Biosfera Sierra de Huautla (REBIOSH), localizada al Sur del estado de Morelos.
Al ser la Sierra de Huautla el último reducto de SBC bien conservado en Morelos, se
consideró indispensable que se desarrollara un programa integral de conservación,
generando paralelamente, estrategias de utilización racional y sustentable de los
recursos naturales, teniendo como eje central la participación corresponsable de las
comunidades humanas inmersas en el área. Con el establecimiento de la REBIOSH, se
asegura la conservación del área, todo esto a través del mejoramiento del nivel de vida
de sus pobladores, los actores principales en este tipo de proyectos.
56
Objetivos de la Reserva:
Los objetivos generales de la Reserva de la Biosfera Sierra de Huautla tienen como
marco principal una conciliación entre las necesidades y vida cotidiana de los
pobladores y los factores ambientales naturales de la región:
• Preservar los hábitats naturales de la región y los ecosistemas frágiles, para
contribuir al equilibrio y continuidad de los procesos evolutivos y ecológicos.
• Conservar la biodiversidad existente mediante la integración de estrategias y
acciones que permitan el aprovechamiento racional y sostenido de sus recursos
naturales.
• Contribuir a la protección de la biodiversidad de la selva baja caducifolia de la
Sierra de Huautla, particularmente de la cuenca del Río Balsas, así como
promover el desarrollo económico-social del área, mediante la implementación
de proyectos productivos sustentables.
Retos e incorporación de los aspectos sociales y económicos:
En la zona existen importantes y diversas especies enlistadas según su posible uso y las
cuáles son el fundamento principal para la creación de la reserva. Además de esas
especies, en la zona se cumplen con importantes servicios ambientales que son parte del
reto con el cuál se quiere cumplir al haber establecido la reserva.
Los esquemas de producción de sociedades anteriores, donde la visión de la naturaleza
era más cercana a la vida humana, han dejado de tener vigencia en la medida en que su
funcionamiento se basa en estructuras sociales y de producción muy distintas
económica y culturalmente a la situación actual. Si bien pueden ser la base de
consideraciones para una nueva apreciación de las necesidades humanas, tienen que
tomarse en cuenta las condiciones económicas y culturales que se viven actualmente.
Para la vida humana es necesaria la biodiversidad, el hombre forma parte de la mutua
interdependencia natural de todos lo seres vivos; de las condiciones en que se encuentre
57
va a ser posible la calidad de su vida: tierra sana, agua y aire limpios para obtener los
alimentos, fibras, medicinas, etc.
Es común que no se considere en los procesos de conservación la importancia de la
relación hombre-naturaleza y todos los factores que se desprenden de ésta, lo cual se
agrava cuando vemos que México es uno de los países del mundo donde se encuentra la
mayor cantidad de biomasa manejada directamente por comunidades y que las
condiciones de pobreza y marginación han llevado a este sector a considerar a la
naturaleza como el único recurso disponible para su sobrevivencia.
En todas las declaraciones en el ámbito mundial sobre medio ambiente y
sustentabilidad, existen aseveraciones en el sentido en que no es posible buscar la
sustentabilidad sin justicia social, sin erradicar la pobreza, sin respeto a la diversidad
cultural y que la transformación social sólo es posible con la participación de los
pobladores (Aguilar, 1993).
El manejo de los recursos por las comunidades rurales necesariamente implica
identificar no nada más el nivel socioeconómico que los lleva a una relación de
dependencia o no con la naturaleza, sino también, reconocer el aspecto cultural y el
nivel tecnológico; por ejemplo, el origen de los pueblos y su cosmovisión,
invariablemente los lleva a establecer determinadas relaciones con la naturaleza. Es
importante considerar el nivel tecnológico no desde un punto de vista lineal sino desde
su capacidad real y potencial; esto significa que el estudio de este tipo de relación sólo
es posible desde una perspectiva multidimensional para poder abordar el conjunto de
relaciones que se establecen al interior de las comunidades.
Debe señalarse que la interacción de la sociedad con la naturaleza, está determinada
precisamente por la interrelación entre los seres humanos en el seno de la sociedad
misma; esto es, por relaciones sociales, económicas, políticas y culturales, que implican
el logro de una relación armónica y justa de los seres humanos con su entorno natural
(Jardel, 1992).
El desarrollo económico vía industrialización, los cultivos comerciales, la aplicación de
la biotecnología y el turismo son factibles siempre y cuando se basen en el uso racional
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de los recursos naturales y la protección del ambiente, no sólo en la REBIOSH sino en
todo el estado. La planificación del crecimiento en todas sus vertientes, es fundamental
para mantener una armonía entre la demanda y satisfacción de servicios públicos, que
cada vez es mayor. Es indispensable crear las condiciones que favorezcan la salud y
bienestar de la población. Por ello, el desarrollo sustentable requiere de una visión en la
planificación de acciones a corto, mediano y largo plazo.
Esto significa que no basta con querer cuidar los recursos naturales en un afán
conservacionista, sino que es preciso buscar estrategias técnicas, económicas,
ecológicas y socialmente viables que se adapten a las condiciones y características
culturales de los participantes. Sólo apoyándose en la participación de los actores
sociales inmersos en el proceso y alcanzando una relación recíproca entre los
participantes será posible alcanzar la conservación de los recursos.
Para poder valorar el impacto que la vida humana tiene sobre los recursos también hay
que tomar en cuenta cómo éstos están determinando las condiciones de vida y de trabajo
de la población, de ahí que resulta imprescindible identificar los factores que
intervienen en la producción, en el aprovechamiento y manejo de los recursos naturales
y en su caso, en la conservación de los mismos.
La agricultura es la actividad básica de la cual depende la sobrevivencia de los
pobladores, la llevan a cabo bajo prácticas extensivas. La intensa explotación histórica
de la selva baja caducifolia sin duda ha causado tasas de transformación altas y en la
actualidad no más de un 2 % de lo originalmente cubierto por la SBC está en buen
estado de conservación. La SBC de la REBIOSH sin duda no es la excepción a este
proceso de rápido deterioro, común a las selvas bajas o selvas secas. En la Reserva, una
docena de comunidades dependen directa o indirectamente del área de la Reserva y
disponen de pocas alternativas para su bienestar socioeconómico, cuando no se ofrece a
las comunidades rurales alternativas que generen recursos económicos, frecuentemente
buscan en el entorno natural su única fuente de recursos.
En la zona se ha identificado que esta presión se ha reflejado en tala para venta de
madera o leña y en un incremento en la cacería de subsistencia, que ha ocasionado que
las poblaciones de algunas especies hayan disminuido o incluso desaparecido
59
localmente, como es el caso del pecarí de collar (Tayassu tajacu). También se ha
identificado que la deforestación del área, para la creación de potreros y campos de
cultivos, no ha sido demasiado intensa (en parte por lo abrupto de la región), sin
embargo, el deterioro de la vegetación también se debe a la extracción de leña como
fuente de energía, lo que determina un cambio en la estructura de la vegetación, más
sutil y difícil de evaluar con técnicas convencionales. Se desarrollan investigaciones
sobre el entorno socioeconómico de la REBIOSH y su relación con la transformación de
las selvas secas. Los resultados sugieren que algunas actividades como la cacería o la
extracción de leña y en general la presión hacia la deforestación bajaron de intensidad,
como consecuencia de la protección a la Sierra de Huautla, tanto por el decreto estatal
de 1993 como ahora por el decreto federal de 1999, pero se mantienen constantes.
Sin embargo, existen algunos casos, por fortuna excepcionales, que representan una
amenaza latente a la conservación de la Sierra de Huautla. Algunos habitantes de la
región recientemente iniciaron la tala de extensiones considerables de vegetación
primaria con la finalidad de desarrollar nuevos campos de cultivo o para la extracción
de leña como combustible. Este problema puede ser resuelto en parte, a través de la
contratación de pobladores de la región, para emplearlos en diferentes actividades
dentro del área protegida. Algunos ya han sido contratados como guías en exploraciones
científicas y en los programas de educación ambiental y ecoturismo que dentro de la
REBIOSH se desarrollan.
En lo que se refiere al recurso agua, como ya se mencionó en la parte de caracterización,
la Reserva es atravesada en su parte meridional por el Río Amacuzac, el cual es
alimentado por afluentes como el Yautepec, Apatlaco y Cuautla, estos últimos, cruzan
poblaciones y zonas industriales, donde son contaminados por desechos líquidos y
sólidos. Aunque el origen de la contaminación de las aguas es externo a la Reserva, el
problema es interno, pues éstas son las aguas utilizadas para actividades agrícolas y de
pesca. Aunado a lo anterior, en las comunidades rurales de la Reserva no se cuenta con
programas de manejo de residuos sólidos, por lo que éstos se están convirtiendo en un
problema que paulatinamente se acrecienta.
Tomando en consideración el diagnóstico del estado de conservación de los recursos
naturales del área, así como de la parte socioeconómica, a continuación se presenta de
60
manera puntual la problemática que se deriva de dichos diagnósticos.
♦ Los procesos de deforestación y cambio de uso del suelo, de zonas forestales a
agrícolas y ganaderas
♦ La cacería furtiva y la extracción selectiva de flora y fauna silvestres en estas
áreas así como en las contiguas a las zonas forestadas, también ocasionan un
riesgo de perturbación
♦ La pérdida de la práctica agrícola tradicional por una tecnificación y mayor
impacto al ecosistema
♦ Indefinición en la tenencia de la tierra y falta de aplicación del marco legal
ambiental
♦ Incidencia de incendios forestales, producto de las prácticas de roza, tumba y
quema
♦ Falta de vigilancia
♦ Falta de instrumentos de planeación adecuados
♦ Falta de mecanismos que evalúen la contaminación de cuerpos de agua así
como el manejo de residuos sólidos
♦ Probable contaminación de mantos acuíferos y cuerpos de agua, así como
algunos efectos en plantas y animales, por actividades mineras
Proceso de planeación y creación del programa de conservación.
La elaboración del Programa de Conservación y Manejo de la Reserva de la Biosfera
Sierra de Huautla ha contando con el consenso de los pobladores y autoridades de la
región desde las primeras etapas de su desarrollo. Este apoyo dado por los pobladores
de la Reserva ha permitido instrumentar acciones y proyectos exitosos encaminados a la
conservación de los recursos naturales.
El acercamiento y el trabajo participativo de la Universidad Autónoma del Estado de
Morelos con los habitantes de la reserva se ha traducido en el respaldo de las
comunidades para el desarrollo e instrumentación del Programa de Conservación y
Manejo, la activa participación de las autoridades y pobladores en las reuniones de
trabajo para el proceso de zonificación de esta Reserva fue una constante y definitiva en
las decisiones integrales de dicho programa.
61
El programa de conservación y manejo conceptualizado como el documento rector y de
planeación del área natural protegida, establece las acciones mediante las cuales se
pretende alcanzar los objetivos de conservación y manejo de los ecosistemas y su
biodiversidad, apoyados en la gestión, investigación y difusión, integrando, además, los
mecanismos y estrategias necesarias para el adecuado manejo y administración del área,
en congruencia con los lineamientos de sustentabilidad que establecen el Plan Nacional
de Desarrollo 2001-2006, el Programa Nacional del Medio Ambiente y el Programa de
Trabajo de la CONANP.
Para el logro de los objetivos planteados para la Reserva de la Biosfera Sierra de
Huautla es necesario el establecimiento de subprogramas con acciones previsibles a
corto, mediano y largo plazo. Estos subprogramas contienen componentes de
conservación y manejo que integran a su vez objetivos, metas, actividades y acciones,
derivados del diagnóstico de la situación actual de los ecosistemas del área, de su
biodiversidad y del análisis de la problemática y necesidades existentes en la
REBIOSH; algunos retomados de los diferentes procesos de planeación y discusión que
se han dado a lo largo de los últimos años en torno al manejo de esta área.
Los componentes que integran el programa de conservación y manejo establecen las
acciones prioritarias que servirán para dar solución a la problemática existente en el área
así como su temporalidad. Los lineamientos para la realización de dichas actividades se
establecen en las reglas administrativas. Todo ello basado en el conocimiento que se
tiene del área y en el consenso que se ha establecido con los pobladores de la región, sin
dejar de considerar la influencia e impacto que las condiciones político-económicas del
estado de Morelos tienen sobre la Reserva.
1.- Subprograma Protección
2.- Subprograma Manejo
3.- Subprograma Restauración
4.- Subprograma Conocimiento
5.- Subprograma Cultura
6.- Subprograma Gestión
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Monitoreo, acciones para un futuro próximo.
A pesar de que se han hecho algunos inventarios faunísticos y florísticos, es necesario
incrementar el conocimiento actual de la biodiversidad en la REBIOSH, el estado de
conservación que guardan las especies, su demografía, dinámica poblacional,
distribución exacta, entre otros. Asimismo se carece de un sistema que evalúe el efecto
que el establecimiento de la Reserva ha tenido en la conservación de los recursos
naturales, así como el cambio de actitud de los pobladores antes, durante y después de la
declaratoria de Reserva de la Biosfera en materia de protección ambiental. Asimismo, el
conocer el estado que guardan aspectos socioeconómicos de las diferentes comunidades
establecidas dentro del área de la Reserva es fundamental para la planeación estratégica
de políticas de desarrollo comunitario, que además de favorecer el desarrollo económico
aseguren la conservación de los recursos naturales a largo plazo.
Metas y resultados esperados.
• Contar con un inventario de flora y fauna que contenga datos de distribución y
demografía, entre otros.
• Establecer un programa de monitoreo permanente de las acciones
implementadas y de los recursos naturales de la Reserva que sirva para la toma de
decisiones y el establecimiento de estrategias para el adecuado manejo y
operación del área.
• Contar con un monitoreo socioeconómico de las 28 comunidades de la Reserva.
Cultura y Conservación.
El buen estado de conservación de los recursos naturales en la REBIOSH se debe en
gran medida a la cultura conservacionista que una gran parte de los pobladores posee,
principalmente como consecuencia particular de la valoración que hacen de los
servicios que los recursos naturales les prestan, lo cual se ve reflejado en el amplio
conocimiento de la biodiversidad y sus diferentes formas de aprovecharla. Para lograr el
éxito deseado en las acciones incluidas en este programa de conservación y manejo, es
indispensable la participación de los poseedores de los recursos naturales, ya que es
necesario que se apropien de dicho programa. Por lo anterior, lograr consensos y
compromisos entre las autoridades y los administradores de la Reserva con los
63
pobladores es una herramienta que favorece la conservación, lo cual hace que la toma
de decisiones sea conjunta y por lo tanto, garantiza su cumplimiento.
Contar con un programa permanente de educación ambiental ayudará, por una parte, a
sensibilizar a la población inmersa en el área de la Reserva sobre la importancia de la
conservación de los recursos naturales, lo cual repercutirá en la permanencia de los
recursos naturales. Por otra parte, el trabajo de educación ambiental que se realiza con la
población externa a la Reserva, contribuirá a generar una conciencia ambiental en la
población cercana a ella, que repercutirá a largo plazo en la protección del área.
Finalmente, es necesario contar con un programa de difusión para que se conozcan las
acciones y metas que tiene el programa de conservación y manejo, así como la
importancia de la conservación del área. Este programa de difusión será empleado como
una herramienta en la gestión de recursos económicos para el desarrollo de proyectos en
la Reserva.
Dentro del trabajo de la Reserva, la difusión es un factor importante que refuerza el
trabajo realizado en materia de sensibilización en el área. Por lo cual, establecer un
programa de difusión sobre la imagen de la Reserva, así como los logros en materia de
conservación, resulta una actividad prioritaria a realizar, que deberá considerar todos los
niveles de la sociedad, para lograr con ello, una mayor participación ciudadana en
materia de conservación.
La educación ambiental es una herramienta eficaz para lograr la sensibilización de la
sociedad en materia de protección de los recursos naturales, de esta manera se busca que
los programas de educación ambiental refuercen la conciencia en materia de protección
ambiental en los pobladores de la región, y además que genere un cambio de actitud en
la población externa a la REBIOSH. El impacto que este proceso tenga sobre la
población será vital para cumplir con los objetivos y metas plasmados en el programa
de conservación y manejo del área.
64
SECCION II.3
FACTORES Y EVALUACIÓN DE RIESGOS EN
TIERRAS SILVESTRES: VALORACIÓN Y
PREVENCIÓN
Pablo Zamorano1 y Joaquín Díaz-Quijano2
1
Departamento de Ecología de Comunidades, Instituto Nacional de Ecología,
pzamora@ine.gob.mx
2
Reserva de la Biosfera Sian Ka‟an, Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas,
jdquijano@conanp.gob.mx
Actualmente la sociedad y su medio ambiente viven bajo condiciones de riesgo que
afectan los procesos naturales, sociales, económicos, culturales, alimentarios, climáticos
y ecológicos causando que tanto los ecosistemas como la salud pública se desenvuelvan
en un estado constante de crisis difícil de detener.
Algunos conceptos importantes de conocer para entender la importancia del análisis de
riesgo son:
En un panorama general, el término riesgo es una situación que puede conducir a una
consecuencia negativa no deseada que afecta la salvaguardia de organismos (plantas o
animales) y ecosistemas manteniéndose latente la posibilidad de que ocurra algún daño.
Bajo condiciones de riesgo los peligros se maximizan y estos pueden ocasionar efectos
adversos a organismos y al ecosistema con el que interactúan.
El daño es todo cambio radical en la estructura o funcionamiento de un sistema que no
permite la recuperación dinámica de un ciclo temporal del propio sistema.
La vulnerabilidad es una estimación de lo que pasará cuando los efectos de un
accidente actúan sobre el medio, personas, infraestructura. Esta estimación puede
realizarse mediante una serie de datos tabulados, gráficos y por modelos de
vulnerabilidad.
65
Un accidente es un suceso fortuito e incontrolado, capaz de producir daños con diversas
consecuencias.
Un incidente es toda aquella situación anómala, que suele coincidir con situaciones que
quedan controladas.
El análisis de consecuencias es un método de evaluación que permite la cuantificación
de la probabilidad de un accidente y el riesgo asociado, se basan en la descripción
gráfica de las secuencias del accidente que pueden convertirse en situación de
emergencia.
La emergencia, es una situación derivada de actividades humanas o fenómenos
naturales que al afectar severamente a sus elementos, pone en peligro a uno o varios
ecosistemas o la pérdida de vidas.
La mitigación es un conjunto de acciones para atenuar, compensar y/o restablecer las
condiciones ambientales existentes antes de la perturbación y/o deterioro.
Los indicadores ambientales son mediciones físicas, químicas, biológicas o
socioeconómicas que pueden ser usados para evaluar los recursos naturales y la calidad
ambiental a través del tiempo.
Herramientas como la evaluación de impacto ambiental y la evaluación de riesgo
ambiental más que ser un conjunto de predicciones formales, permiten organizar la
información ambiental y explorar las consecuencias de una decisión dada dentro de un
marco de manejo ambiental adaptativo (Ongay-Delhumeau, 2009), estas dos técnicas de
evaluación son las más utilizadas en México y comúnmente se interpretan como los
mismo.
La evaluación de impacto ambiental es una herramienta de decisión que utiliza un
conjunto de técnicas que integradas permiten predecir y evaluar los probables efectos
ambientales de un proyecto determinado.
66
Una evaluación de riesgo es el proceso de estimar la probabilidad de que ocurra un
acontecimiento negativo de distinta índole (seguridad, salud, ecología, financieros) y su
posible magnitud de los efectos adversos durante un periodo específico.
Antes de continuar con el trabajo cuyo objeto es el riesgo ambiental, es trascendente
explicar grosso modo el proceso de impacto ambiental para que al final se perciban las
diferencias.
Para la elaboración de impacto ambiental existe un guión que prácticamente refiere la
descripción del proyecto, aspectos generales del medio natural y socioeconómico, la
vinculación de la obra con los ordenamientos jurídicos, diversos diagnósticos temáticos,
la identificación y evaluación de impactos ambientales de significancia, posibles
escenarios ambientales postproyectos, las medidas de prevención y mitigación de los
impactos, una estrategia de gestión para el proyecto y las conclusiones del estudio.
Esta evaluación de impacto ambiental consta de una etapa descriptica con cinco fases;
una etapa analítica con dos fases; y una etapa estratégica con otras dos fases.
En el siguiente cuadro se resume el proceso (modificado de Ongay-Delhumeau, 2009):
67
Etapa
Descriptiva
Analítica
Estratégica
No
1
2
Fase
Recopilación de información
Regionalización
3
Caracterización física
4
Caracterización biológica
5
Caracterización socioeconómica
6
Diagnóstico
7
Pronóstico
8
Mitigación de impactos y
propuestas de manejo
9
Estrategia de gestión
Proceso
Recopilación de información
Regionalización ecológica
Gabinete y verificaciones de
campo
Gabinete y verificaciones de
campo
Gabinete y verificaciones de
campo
Vinculación del proyecto con
normas y uso de suelo.
Diagnóstico temático. Análisis
de aptitud. Identificación de
índices e indicadores.
Diagramas de flujos. Modelos
conceptual. Identificación y
evaluación de impactos
Simulación. Modelos
cuantitativos y análisis de
tendencia.
Estrategias, políticas y
lineamientos de manejo.
Medidas de mitigación y
remediación
Instrumentos de gestión.
Monitoreo y seguimiento.
Sistema de información
Esta evaluación de impacto ambiental es complementaria con una evaluación de riesgo
ambiental. Durante las últimas dos décadas la evaluación de riesgos se ha convertido en
una herramienta cada vez más importante para la investigación del medio ambiente, la
valoración de la magnitud sobre la salud humana y los impactos ecológicos. Como
muchas metodologías de reciente creación, las empleadas en la evaluación de riesgo son
actualmente objeto de debate y cambio, haciéndolas cada día más objetivos, confiables
y aplicables (Lipton et al., 1993), siendo útiles para la toma de decisiones por partir de
una conceptualización del sistema afectado en donde se definen relaciones causa-efecto
analíticas y proporcionan técnicas de predicción claras y científicamente defendibles
(La Point y Perry, 1989).
La evaluación de riesgo ambiental es un proceso de reflexión y análisis que se define
como la probabilidad de daño resultado de la exposición de un individuo, población,
comunidad o ecosistema a una o más situaciones en peligro accidentales o con algún
componente al azar donde la probabilidad y frecuencia de ocurrencia está asociada a las
características del entorno y las consecuencias que se produzcan en lo natural, lo
humano y lo socioeconómico, para cada suceso iniciador y los posibles escenarios.
68
Dicho de otra manera, es la incertidumbre que rodea la ocurrencia de un evento no
deseado, donde la incertidumbre se expresa con la probabilidad de ocurrencia de dicho
evento donde es determinante las características del entorno físico que ayuda a
determinar el tiempo de residencia y presenta la resiliencia del sistema.
La evaluación de riesgo ambiental está asociada al proceso de caracterización de los
efectos potenciales adversos de la exposición al ambiente, estas evaluaciones involucran
aproximaciones sucesivas a través de una ruta crítica donde se puede decidir si el riesgo
es aceptable o no. La ruta crítica corresponde al desarrollo de esquemas de muestreo
para evaluación y monitoreo, elaboración de planes de seguridad potencial de efectos a
largo plazo. Para evaluar esta tolerancia hay que tener presente criterios políticos,
económicos, sociales, tecnológicos, científicos, culturales y éticos.
El proceso de análisis y evaluación de riesgos lleva asociado un cierto grado de
incertidumbre que puede deberse a diversas fuentes como, por ejemplo, la falta de
conocimiento científico, la variabilidad propia del medio ambiente, la asignación de
valores de probabilidad del suceso, las simplificaciones de la realidad asumidas en los
modelos de estimación de efectos y consecuencias, la calidad de los datos de entrada
introducidos en dichos modelos, etc. Es importante, por lo tanto, identificar las distintas
fuentes de incertidumbre y su contribución a la estimación final del riesgo, con objeto
de que la evaluación de riesgos se pueda aplicar eficazmente como mecanismo de
gestión.
En general, la evaluación de incertidumbres suele realizarse de manera cualitativa,
indicando la influencia de dichas incertidumbres en la estimación final del riesgo en
función del conocimiento de los modelos aplicados, del medio, etc. Sin embargo,
cuando el grado de incertidumbre es crítico se debe realizar un análisis de sensibilidad
de manera que los resultados se puedan expresar dentro de un límite de confianza.
Una evaluación de riesgo es un proceso utilizado para apoyar la selección de una
medida reparadora y/o precautoria en un sitio y está compuesta de tres etapas que, a su
vez cuentan con diversas actividades (Flórez-Muñoz y León-Suematsu, 1992.
Los objetivos de la evaluación de riesgo en la biología son:
69
1. Estudiar el medio natural bajo alguna situación de riesgo2. Establecer cambios en equilibrio ecológico para determinar posibles impactos
por alteraciones ambientales y;
3. Utilizar estos cambios como noción de riesgo para la salud del ecosistema.
METODOLOGÍA DEL ANÁLISIS DE RIESGO (UNE 150008 EX)
Consiste en la valoración de los riesgos identificados a partir de la determinación de dos
aspectos fundamentales: frecuencia o probabilidad de ocurrencia y gravedad de las
consecuencias cuyo objetivo es obtener una información precisa que permita, de forma
sistemática y rigurosa, jerarquizar los riesgos en base a una serie de criterios
económicos sociales y ambiental (COEPA, 2007).
El proceso de evaluación bajo esta metodología consiste básicamente en cinco puntos:
-
Identificación de peligros
-
Análisis de consecuencias
-
Cuantificación del riesgo
-
Toma de decisiones
-
Reducción del riesgo
Durante la primera etapa se consigna información ambiental del sitio con métodos
similares a los de EIA que incluya una lista de posibles afectaciones importante para la
delimitación de la escala y definición del área de trabajo. Se debe de realizar una
caracterización de riesgos en los distintos medios (agua, suelo y aire), si no se encuentra
problema ambiental, termina el estudio; si lo hay, continua con la segunda etapa.
La segunda etapa trata de la caracterización detallada del sitio, el peligro debe
evaluarse para cada uno de los procesos clave del sistema de un modo iterativo que
pueden existir efectos en cascada. Si se encuentran riesgos aceptables termina el trabajo,
sino se continua con la etapa III. Los efectos de riesgo de una especie pueden en sí
mismos representar una fuente de riesgo para otros componentes del ecosistema,
generando posibles efectos en cascada o „„dominó‟‟. Esto es particularmente relevante
70
cuando una especie es determinante en la estructura o funcionamiento de la comunidad
(especies clave) (Lipton et al., 1993).
Para la tercera etapa se construyen modelos para el desarrollo de las funciones de
probabilidad, se evalúan y diseñan las posibles opciones de remediación de riesgo así
como el protocolo de monitoreo.
Para cada riesgo identificado se asigna probabilidad de ocurrencia y frecuencia:
Muy probable
Una vez al mes
5
Altamente probable Una vez ente 1 mes-1 año
4
Probable
Una vez entre 1-10 años
3
Posible
una vez entre 1-50 años
2
Improbable
> una vez cada 50 años
1
Para medir la gravedad del riesgo es importante considerar tres entornos principales
(natural, humano y socioeconómico) y se obtiene a partir de tres parámetros generales
(cantidad, peligrosidad y extensión) y tres particulares para cada entorno (calidad del
medio, población afectada y capital productivo) y se obtiene a partir de las siguientes
ecuaciones:
Gravedad sobre entorno natural = cantidad x peligrosidad + extensión + calidad del
medio
Gravedad sobre entorno humano = cantidad x peligrosidad + extensión + población
afectada
Gravedad sobre el entorno socioeconómico = cantidad x peligrosidad + extensión +
capital productivo
Para estos seis parámetros de interés se jerarquizan asignando un valor cuantitativo que
va desde muy alta hasta muy poca, de muy extenso a puntual, de muy peligroso a no
peligroso, de una calidad del medio elevada (espacio protegido) a una calidad baja
(espacio perturbado), de una alta productividad a una baja productividad y de una
población afectada mayor a 100 hasta una población de cinco o menos.
71
Posteriormente ya se estima la gravedad de las consecuencias de acuerdo al puntaje
obtenido con las ecuaciones enunciadas teniéndose la siguiente escala (esto se hace para
cada entorno).
Valoración
Crítico
Grave
Moderado
Leve
No relevante
Valor asignado
Entre 18 -20 gravedad de 5
Entre 15-17 gravedad de 4
Entre 11-14 gravedad 3
Entre 8-10 gravedad 2
Entre 5-7 gravedad 1
Contando con estas dos variables (frecuencia o probabilidad de ocurrencia y gravedad
de las consecuencias) ya estamos en posibilidad de conocer el nivel de riesgo al que
nuestro ecosistema está expuesto. Dicho cálculo se establece con la siguiente fórmula.
RIESGO = probabilidad de ocurrencia x gravedad de las consecuencias (se calcula
para cada entorno)
Estableciendo la siguiente escala:
Riesgo muy alto
Riesgo alto
Riesgo medio
Riesgo moderado
Riesgo bajo
21 a 25
16 a 20
11 a 15
6 a 10
1a5
Una vez obtenido el riesgo es importante conocer que éste se cuenta con seis elementos
(Flórez-Muñoz y León-Suematsu, 1992):

Origen del riesgo, se refiere a la localización física del riesgo.

Sinergismo del riesgo, se refiere a la mayor sensibilidad frente a un riesgo debido a
un riesgo precedente.

Competencia de los riesgos, se refiere a la prevalencia anormal de un riesgo frente
a otros.

Desplazamiento del riesgo, se refiere a la movilización –frecuente en nuestro
medio- de los riesgos.

Mimetización de los riesgos, se refiere al encubrimiento que sufren determinados
riesgo, riesgos no evidentes de inmediato por encontrarse escondidos dentro de los
riesgos tradicionales.
72

Transferencia de los riesgos, se refiere a la transformación de los riesgos debido a
las secuelas o consecuencias de otros riesgos.
Una vez que se cuente con un plan de acción de manejo de riesgos ambientales hay que
destacar dos tipos de acciones: las preventivas y las correctivas.
Además de esta metodología que es la más comúnmente empleada existen otras que
pueden ampliar el panorama de la evaluación de riesgos cuya finalidad es estimar el
nivel de peligro potencial de una actividad para el medio ambiente en términos de
cuantificar la magnitud del daño y la probabilidad de ocurrencia. Estas otras
metodologías comparten los siguientes objetivos:
-
Identificar y medir los riesgos que representa cierta actividad de origen
antropogénico al medio ambiente.
-
Deducir posibles efectos que pudieran presentarse-
-
Determinar la consecuencia en el espacio y tiempo aplicando criterios de
vulnerabilidad.
-
Analizar las causas de dichas consecuencias-
-
Definir medidas y procedimientos de prevención y protección para evitar la
ocurrencia y/o limitar las consecuencias
Aspectos a tratar en el análisis de riesgos
Identificación de sucesos no deseados que pueden convertirse en peligro ¿qué puede ir
mal? (identificación de los riesgos).
Análisis de las causas por la que estos sucesos tienen lugar
¿cuáles son las
consecuencias? (análisis de consecuencias).
Valoración de las consecuencias y de la frecuencia con que estos sucesos pueden
producirse ¿con qué frecuencia puede suceder?
Para esta última cuestión existen métodos semicualitativos o análisis cuantitativos de
riesgo junto con análisis de consecuencia.
73
Métodos de identificación de riesgos
Cualitativos.- no se recurre a cálculos numéricos y pueden ser métodos comparativos o
generalizados.
Semicualitativos.- introduce valoración numérica respecto a frecuencia o bien recurren a
la clasificación en base a una serie de índices que cuantifican daños (índices de riesgo).
Métodos comparativos
Se basan en la utilización de técnicas y sucesos que han ocurrido en condiciones
similares:

Análisis histórico de sucesos y afectaciones cuya principal virtud es que la hipótesis
se basa en casos reales, ya sea que sucedieron en el área de estudio o en otros sitios
similares. Aquí una herramienta útil es el SIG para lo que se requieren imágenes de
satélite de distintas fechas cuando sucedió el suceso; datos históricos del posible
riesgo; análisis estadístico-probabilístico; determinación de frecuencias de
ocurrencia; categorización de riesgos; mapa de zonificación de riesgos (Basterr et
al., s. a).

Análisis preliminar de riesgos (APR) es utilizado únicamente en la fase de
desarrollo para casos que no existen experiencias anteriores y se basa en la
descripción del riesgo, la posible causa, su respectiva consecuencia y la
dictaminación de medidas preventivas o correctivas.
Métodos generalizados
Se basan en estudio del espacio y los procesos que en él suceden desde el punto de vista
lógico-deductivo trayendo como consecuencia la obtención de determinadas soluciones
para cada tipo de evento.
-
Método What it (¿qué pasaría si?), se aplica por encuestas formuladas y se
involucra a personal experimentado. Las preguntas se formulan y aplican a
procesos y da como resultado un listado de posibles escenarios o sucesos
incidentales, sus consecuencias y las posibles soluciones para la reducción o
eliminación del riesgo. Es una técnica de intercambio de ideas para explorar
74
posibilidades y considerar los resultados de acontecimientos no deseados o
inesperados.
-
Fault tree analysis FTA, Análisis por árbol de fallos (AAF),
técnica
deductiva que se centra en suceso accidental particular y proporciona método
para deducir la causa que lo produjo. Puede proporcionar tanto resultados
cualitativos mediante rutas críticas, como cuantitativos, en términos de
probabilidad. Se utiliza un modelo gráfico que muestra distintas combinaciones
de causas naturales y errores humanos cuya ocurrencia simultánea puede
desembocar un suceso. La técnica consiste en un proceso deductivo basado en
las leyes del Álgebra de Boole, que permite determinar la expresión de los
sucesos complejos estudiados en función de los fallos básicos de los elementos
que intervienen en él. Consiste en descomponer sistemáticamente un suceso
complejo en sucesos intermedios hasta llegar a sucesos básicos. Este proceso se
realiza enlazando dichos tipos de sucesos mediante lo que se denomina puertas
lógicas que representan los operadores del álgebra de sucesos. Cada uno de estos
aspectos se representa gráficamente durante la elaboración del árbol mediante
diferentes símbolos que representan los tipos de sucesos, las puertas lógicas y las
transferencias o desarrollos posteriores del árbol. Con esta simbología, el árbol
de fallos se va desarrollando, partiendo como se ha comentado de un suceso no
deseado o accidental que ocupa la cúspide del árbol. A partir de este suceso, se
van estableciendo de forma sistemática todas las causas inmediatas que
contribuyen a su ocurrencia definiendo así los sucesos intermedios unidos
mediante las puertas lógicas.
-
Event tree analysis ETA, Análisis por árboles de sucesos (AAS), consiste en
evaluar las consecuencias de posibles impactos en un sistema, considerándose
sucesos iniciadores o sistemas intermedios de mitigación con la finalidad de
atenuar las consecuencias. Las conclusiones de los árboles de sucesos son
consecuencias, es decir, conjunto de sucesos cronológicos de fallos o errores que
definen un determinado evento. Partiendo del suceso iniciador, se plantean
sistemáticamente dos bifurcaciones: en la parte superior se refleja el éxito o la
ocurrencia del suceso condicionante y en la parte inferior se representa el fallo o
no ocurrencia del mismo. Posteriormente a este análisis cualitativo, la
75
estimación de la magnitud de cada suceso requiere de un análisis de
consecuencias mediante modelos de cálculo adecuados, capaces de estimar los
efectos del suceso contemplado. El método se puede usar para estimar las
probabilidades de ocurrencia del suceso final, asignando valores de probabilidad
al suceso incidental y valores sucesivos de probabilidad para cada acción
enumerada en el árbol.
-
Failure Modes and Effects Analysis FMEA, Análisis de los modos de fallos y
efectos (AMFE), consiste en la elaboración de tablas o listas con los posibles
sucesos de componentes individuales, el modo, la detección y los efectos, siendo
un suceso una función anormal de alguna variable. El método FMEA establece
finalmente qué variables anormales individuales pueden afectar directamente o
contribuir de una forma destacada al desarrollo de incidentes de cierta
importancia en el ecosistema. Método válido en diseño, instalación y operación
y se usa como fase previa a la elaboración de árboles de fallo ya que permite un
mejor conocimiento del sistema. Es posible incluir una columna de la tabla de
trabajo que se denomina índice de gravedad, que representa mediante una escala
del 1 al 4 un valor que describe la gravedad de los posibles efectos detectados.

Análisis de modo de fallos, efecto y criticidad (ANFEC). Consiste en la
identificación del elemento, designación, modo de afectación, detección, efectos e
índice de gravedad.
Formulación de escenarios:
Una vez identificados los peligros potenciales, se formulan una serie de escenarios de
riesgo, para cada uno de los cuales se estimará posteriormente la probabilidad de que se
materialice y la gravedad de la consecuencia.
76
Principales riesgos que afectan a la conservación de tierras silvestres
Actividades en predios continuos a tierras silvestres:
Mecanismos de transporte (López et al.,)
Categoría de transporte
Medio (suelo)
Ambiental (agua superficial)
Emisión
Agroquímicos aplicados diariamente
Escurrimientos superficiales y pérdida
de suelos
Deposición desde el aire
Advección
Arrastre de suelos
Erosión hídrica y/o eólica
Corriente del río
Dispersión
Invasión por partículas de suelo (polvo superficial). Mezcla en curso del río
En términos estrictos, se entiende por ruta de Escorrentía superficial y subterránea
introducción el avance de un organismo en una
dirección particular sin importar el modo de
dispersión a lo largo del camino (Mack, 2003). Los
mecanismos de entrada son los medios, propósitos,
actividades o productos a través de los cuales una
especie exótica puede ser transportada a un nuevo
entorno, ya sea de manera intencional o accidental
(Koike et al., 2006).
Atenuación
Adsorción
Biodegradación
Fotodescomposición
Transferencia entre medios Migración de partículas al aire
Migración al río
Migración a la biota acuática
Captación biológica por plantas y animales
Sedimentos para el suelo
Absorción de sedimentos
Bioacumulación
Migración del aire a través de la
evaporación
Medio
Mecanismos de transporte
Factores que afectan el transporte
Suelo superficial
Escurrimientos (erosión de suelos)
Filtración (lixiviación)
Presencia de plantas
Tipos de suelo
Agua superficial
Flujo por vía terrestre
Cubierta de vegetación y usos de suelo
Prácticas estructurales y no estructurales de
conservación de suelos
Productos agrícolas
Absorción o adsorción de plaguicidas en Especies de productos agrícolas
alimentos
Humedad del suelo
Biomagnificación
Tipo de suelo
Presencia de plantas
Aire
Viento
Deposición atmosférica
Velocidad, dirección y estabilidad
atmosférica
Lluvia
Especies invasoras
Análisis de riesgo para especies invasoras
Un método integral es la identificación de las principales rutas o vías de entrada,
reconocer los diferentes riesgos asociados con las mismas y establecer sistemas de
monitoreo de acuerdo con cada ruta (Wittenberg y Cock, 2001)
77
En términos estrictos, se entiende por ruta de introducción el avance de un organismo en
una dirección particular sin importar el modo de dispersión a lo largo del camino
(Mack, 2003). Los mecanismos de entrada son los medios, propósitos, actividades o
productos a través de los cuales una especie exótica puede ser transportada a un nuevo
entorno, ya sea de manera intencional o accidental (Koike et al., 2006). Estas rutas de
invasión pueden ser las siguientes:
-
Relacionadas con el transporte.
-
Relacionadas con el comercio.
-
Relacionadas con otras actividades humanas.
-
Relacionadas con fenómenos naturales.
-
Rutas desconocidas.
La estrategia emprendida va a depender de la situación individual de la invasión. Estos
procedimientos se dividen en labores de prevención (para impedir el establecimiento de
la especie), erradicación cuando la presencia de los organismos se detecta de manera
oportuna y hay posibilidades de extirpar a todos los individuos, antes de que éstos se
dispersen y control y manejo (cuando la especie ya está establecida en un ecosistema, y
es prácticamente imposible eliminarla totalmente, se requieren labores que controlen
artificialmente sus poblaciones). Debido a la complejidad de estas situaciones y a los
limitados recursos con los que muchas veces se cuenta, se han desarrollado
herramientas que permitan evaluar la posibilidad de que una especie se convierta en
problemática al ser introducida a un nuevo ecosistema, para así determinar las
prioridades de acción. Estas herramientas son conocidas como análisis de riesgo y su
enfoque son las acciones preventivas que impidan el establecimiento de agentes
invasores o epidemias en el medio (Drake, 2005). El análisis de riesgo va a proporcionar
apoyo técnico para la toma de decisiones en situaciones de incertidumbre (Sutter II,
2007). El proceso de análisis de riesgo está dividido en: la evaluación del riesgo, que
estima la posibilidad de que ocurra un evento y la severidad del mismo; y el manejo del
riesgo, que identifica, evalúa, selecciona e implementa acciones para reducir el riesgo
(Andersen et al., 2004).
78
El análisis de riesgo a la biodiversidad por especies invasoras requiere la participación
de un equipo interdisciplinario ya que involucra temas como ecología, economía y
estadística (Leung et al., 2002).
Existen diferentes metodologías de análisis de riesgo, algunas están dirigidas a grupos
de organismos específicos, otras proveen lineamientos más generales, y algunas otras
están enfocadas a rutas o a procesos de introducción. Esto es importante ya que cada
caso debe analizarse de manera individual y no olvidar que el escenario depende de la
especie, ecosistema, ruta de introducción, frecuencia de introducción, época del año,
daños potenciales, beneficios potenciales, etc. Las herramientas de valoración deben
enfocar, de manera independiente cada uno de los pasos de la invasión, incluyendo
transporte, establecimiento, proliferación e impacto.
Para un adecuado análisis de riesgo, según la CONABIO es importante considerar las
siguientes 6 etapas:
1. ¿Califica la especie para ser evaluada?
2. ¿Cuál es la probabilidad de que la especie se establezca y expanda?
3. ¿Cuáles son las consecuencias negativas si se establece la especie (demostradas
y percibidas)? y ¿cumple con la definición de especie invasora?
4. ¿Cuáles son los beneficios de la introducción (demostrados o percibidos)?
5. Combinación de puntuaciones de las etapas 2 a la 4.
6. Asignación del organismo, utilizando su clasificación, para una lista de
aprobación, desaprobación o estatus indeterminado.
La planeación HACCP (Análisis de Riesgos y Puntos Críticos de Control)
Desarrollados por la compañía Pillsbury ha sido modificada como una herramienta para
el manejo de vías y vectores con el propósito de evitar la propagación no deseada de
especies invasoras. Los planes bien concebidos le permiten a las personas encargadas de
tomar las decisiones el poder analizar los riesgos de propagación de especies que vayan
en contra de los beneficios del manejo. Los riesgos identificados pueden ser mayores
que los beneficios en el caso de algunos vectores, hasta que se lleguen a encontrar
mejores procedimientos de eliminación.
Los 5 Pasos de la planeación HACCP son:
Paso 1. Descripción de la actividad
79
Paso 2. Identificación de riesgos potenciales
Paso 3. Diagrama de flujo del punto 1
Paso 4. Análisis de los riesgos identificados en el paso 2, para cada riesgo significativo
identificado debe de haber uno o más puntos críticos de control.
Paso 5. Finalización del plan HACCP
Conclusión: El estudio de evaluación de impacto ambiental analiza factores y
condiciones ambientales que serán modificadas pero no incorporan o no lo hacen
adecuadamente el análisis de riesgo. Es imperativo entonces, investigar una
metodología que permita una correlación entre las técnicas que utilizan las EIA y las
técnicas empleadas en la evaluación de riesgos ambientales. Esta correlación deberá ser
ofrecida clara y comprensiblemente, a los niveles de decisión.
80
CAPITULO III
PROTECCIÓN Y ADMINISTRACIÓN DE LAS TIERRAS
SILVESTRES EN MÉXICO.
SECCIÓN III.1.
CONTEXTO JURÍDICO Y ADMINISTRATIVO DE
LA CONSERVACIÓN DE ÁREAS NATURALES
PROTEGIDAS FEDERALES EN MÉXICO.
El instrumento de política ambiental con mayor definición jurídica para la conservación
de la biodiversidad son las Áreas Protegidas. Éstas son porciones terrestres o acuáticas
del territorio nacional representativas de los diversos ecosistemas, en donde el ambiente
original no ha sido esencialmente alterado y que producen beneficios ecológicos cada
vez más reconocidos y valorados. Se crean mediante un decreto presidencial y las
actividades que pueden llevarse a cabo en ellas se establecen de acuerdo con la Ley
General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, su Reglamento, el
programa de manejo y los programas de ordenamiento ecológico. Están sujetas a
regímenes especiales de protección, conservación, restauración y desarrollo, según
categorías establecidas en la Ley.
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas administra actualmente 171 áreas
naturales de carácter federal que representan más de 23,878,228 de hectáreas.
El Consejo Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CNANP) funge como órgano de
consulta y apoyo de la Secretaría en la formulación, ejecución, seguimiento y
evaluación de la política para el establecimiento, manejo y vigilancia de las ANP de
competencia federal. Está integrado por representantes de la propia Secretaría, de otras
dependencias y entidades de la Administración Pública Federal, así como de
instituciones académicas y centros de investigación, agrupaciones de productores y
empresarios, organizaciones no gubernamentales y de otros organismos de carácter
social o privado, y de personas físicas con reconocido prestigio en la materia.
81
Como parte del proceso, se elabora una ficha técnica del área natural protegida que se
propone ingresar al SINAP, con base en los términos que se establecen en el Artículo 48
del Reglamento de la LGEEPA en materia de ANP. En el Artículo 37 del Reglamento
de la LGEEPA en materia de ANP, se establece que las áreas que se incorporen al
SINAP, de conformidad con lo establecido en el artículo 76 de la Ley, deberán presentar
especial relevancia en alguna de las siguientes características:
I. Riqueza total de especies
II. Presencia de endemismos
III. Presencia de especies de distribución restringida
IV. Presencia de especies en riesgo
V. Diferencia de especies con respecto a otras áreas protegidas previamente
incorporadas al SINAP
VI. Diversidad de ecosistemas presentes
VII. Presencia de ecosistemas relictuales
VIII. Presencia de ecosistemas de distribución restringida
IX. Presencia de fenómenos naturales importantes o frágiles
X. Integridad funcional de los ecosistemas
XI. Importancia de los servicios ambientales generados
XII. Viabilidad social para su preservación.
La ficha técnica es elaborada conjuntamente con el Director del área protegida, a fin de
someterla a la opinión de una Comisión designada por el Consejo Nacional de ANP
para su revisión y aprobación. Una vez analizada y validada la información, se presenta
ante el pleno del CNANP, quien emite la opinión favorable para la incorporación al
SINAP. Posteriormente se elabora la Cédula del ANP con base en el fundamento legal y
para firma del C. Secretario de la SEMARNAT, del C. Presidente de la CONANP y del
C. Presidente del CNANP. La Dirección Jurídica de la CONANP, se encarga de realizar
el trámite con la Dirección Jurídica de la SEMARNAT para la publicación en el Diario
Oficial de la Federación (DOF), del Aviso del registro del ingreso al SINAP del Área
Natural Protegida.
Marco Reglamentario:
82
A partir de la publicación de la LEY GENERAL DEL EQUILIBRIO ECOLÓGICO Y
LA PROTECCIÓN AL AMBIENTE (LGEEPA) en 1988, se han sucedido una serie de
adiciones, modificaciones y derogaciones de dicha Ley. Durante los años noventa hasta
la fecha, se ha logrado mejorar la gestión relativa a las ANP, apoyando las decisiones
políticas, con el desarrollo de los aspectos normativos e institucionales necesarios. En
esta materia puede hablarse de un crecimiento del marco legal y regulatorio y el
desarrollo de instrumentos administrativos necesarios para su aplicación. Con el objeto
de apoyar jurídicamente las acciones de Gobierno en materia de ANP se ha venido
modificando el marco legislativo y regulatorio para adecuarlo a las condiciones
actuales.
Como resultado de los procesos de planeación estratégica de la Comisión (CONANP),
se definieron dos proyectos integradores especiales de consolidación de: Áreas
Naturales Protegidas y Programas de Desarrollo Regional Sustentable (SEMARNAT,
2001). El proyecto de Consolidación de Áreas Naturales Protegidas, tiene como
objetivo ampliar y fortalecer la operación de las ANP‟s a través de apoyos
administrativos, financieros y en general de infraestructura y operación, necesarios para
la administración de las áreas.
El Proyecto de Consolidación de Programas de Desarrollo Regional Sustentable
(PRODERS) tienen como propósito aplicar recursos económicos en localidades y
municipios en los que se presenta una alta y frágil biodiversidad y al mismo tiempo,
condiciones de pobreza y pobreza extrema de sus poblaciones.
Directrices, criterios y metas para apoyar la selección, establecimiento y la gestión de
áreas protegidas:
Método y Criterios de Evaluación:
El método de selección involucra un acervo de información sobre las posibles áreas o
polígonos a apoyar, tomando en cuenta, evaluando y calificando los siguientes rubros:
83
I.-Valor Biológico: El valor biológico estará representado por la suma de los siguientes
factores:
1.-Ubicación prioritaria: Significa el número de ecorregiones, cuencas y polígonos
consideradas prioritarias en los talleres mencionados que se encuentran involucradas en
el área propuesta. Cada ecorregión o polígono tendrá valor de un décimo de punto.
2.-Ecodiversidad: Califica la capacidad de un área para representar los grandes
agregados de la naturaleza en México: ecosistemas marinos, humedales, desiertos,
trópico seco, trópico húmedo, ecosistemas templados y ecosistemas alpinos. La
presencia de cada uno de ellos en un área tiene el valor de 0.5 puntos.
3.-Endemismo: Se entiende como la cantidad estimada de especies restringidas que
componen la biota del área. Su valor máximo será de 3 puntos, para zonas de alto
endemismo; 2 para zonas de endemismo medio y 1 para zonas de endemismo bajo.
4.-Relictualidad: Se entiende como la capacidad de un área para preservar organismos
de épocas geoclimáticas antiguas; su valor máximo será de un punto, el cuál se repartirá
de acuerdo a la presencia significativa de taxa conocidos relictuales a) de la última
glaciación (razas geográficas) b) del pleistoceno tardío (subespecies) c: del pliopleistoceno (especies) d) del terciario medio (géneros) e) del terciario temprano
(subfamilias). En el caso de vegetación la evaluación se hará con la categoría
taxonómica inmediata superior.
5.-Fenómenos biológicos especiales: Se entiende como la existencia de características
singulares como: aislamiento geográfico/genético, fenómenos climáticos restringidos,
especies refugiadas (Hibernación, estivación, relictos), rutas migratorias y zonas de
choque biológico, que se presenten en el área estudiada; su valor será de un punto,
repartido en fracciones de 0.2 por cada fenómeno identificado.
6.-Superficie: Se pondera el valor del esfuerzo de conservación contra la dimensión del
área susceptible a ser protegida. Se supone que un polígono grande, cientos de miles de
hectáreas, garantizan la subsistencia de ecosistemas completos viables, de grandes
depredadores y de cúspides de las cadenas tróficas, además de garantizar la
84
permanencia de los ciclos de nutrientes y de los servicios ambientales a nivel regional o
extra regional, los polígonos medianos pueden sustentar los mismos fenómenos, pero a
nivel más local, permitiendo apenas la existencia de grandes depredadores y
manteniendo en buen estado ecosistemas restringidos y fauna poco móvil.
Los
polígonos pequeños sólo permiten la subsistencia parcial de los ecosistemas y son útiles
para perpetuar la flora y la fauna a nivel de poblaciones, nunca de cúspides de cadenas
tróficas o grandes depredadores.
El valor mínimo (1 punto) corresponde a polígonos con menos de 1 000 hectáreas que,
por poder representar a los últimos relictos de un ecosistema en extinción o relicto
geológico, se pueden tomar en cuenta como proyectos de micro conservación
susceptibles, incluso, a la compra.
7.-Diversidad: Se entiende como la cantidad registrada de especies que componen la
biota del área (para este ejercicio se tomó en cuenta el trabajo realizado con lepidópteros
diurnos para el taller mencionado); su valor máximo será de diez puntos y corresponde a
las 2000 especies registradas en todo México, el valor representado corresponde a la
fracción reportada de especies en cada región estudiada.
8.-Servicios ambientales: Se entienden como el conjunto de productos que el área
proporciona a las comunidades de su área adyacente o de influencia: captación de agua
para actividades humanas, regulación de torrentes, moderación climática, protección de
infraestructura de desarrollo, obtención de recursos económicos, esparcimiento, etc.
Cada producto será calificado con 1 punto y especificada su magnitud como local (1
punto), estatal (2 puntos), regional (3 puntos), extra regional (4 puntos) o nacional (5
puntos).
II.-Estatus de Presión: Resume el tipo de actividades que inciden en el área, su impacto,
las modalidades de colonización, la dinámica de cambio, el número potencial de
demandantes y el remanente porcentual de la cobertura original. El estatus se considera
como crítico, presionado, vulnerable, relativamente estable o relativamente intacto. Se
tomarán como máxima prioridad de conservación aquellos cuya puntuación los incluya
en las dos primeras categorías y como prioridad segunda los que correspondan a la
tercera.
85
1.-Presiones: Define el tipo de actividad o actividades humanas que están incidiendo en
la modificación del área estudiada (agricultura, ganadería, urbanización, actividades
forestales, etc.) Cada una de estas actividades tendrá el valor de un punto.
2.-Impacto de las presiones: Define el modo en que las actividades humanas están
modificando los ecosistemas del área estudiada (extirpación, degradación, substitución,
perturbación selectiva, aclareo etc.) Cada una de estas modalidades tendrá el valor de un
punto.
3.-Tipo de Colonización: Toma en cuenta la forma en que los habitantes locales se
reparten y utilizan el medio; la calificación más baja es para los que lo hacen en forma
organizada y planificada; la máxima para los que lo hacen en forma caótica y dispersa.
4.-Dinámica de Cambio: Califica la velocidad en la que el ecosistema está siendo
modificado en la ecorregión; la calificación máxima será de 5 puntos y corresponde a
los ecosistemas cuyo cambio se realiza en forma acelerada, la mínima (1 punto)
corresponde a los que no presentan cambios significativos.
5.-Demanda Potencial: Califica el número de pobladores que se incorporarán en el
futuro cercano; si la demanda será muy alta su calificación será de 5 puntos; alta 4;
media 3; baja 2; muy baja 1 y con 0 se considerará a las áreas en donde la situación se
prevee estable en los próximos 10 años.
6.-Porcentaje remanente de la distribución original: Califica el porcentaje de
permanencia del ecosistema en México y en la ecorregión; la calificación máxima será
de 5 puntos y corresponde a la permanencia menor al 10%, la mínima (1 punto)
corresponde a permanencia del 75 al 100%.
III.- Factibilidad Social: Toma en cuenta las posibilidades de éxito del apoyo de un
proyecto de acuerdo con las características sociales que se encuentran en el área
propuesta.
86
1.-Tenencia de la Tierra: Califica la forma en que se presenta el fenómeno de la
posesión de la tierra; su estabilidad, su regularidad, su movilidad, su irregularidad y la
presencia de conflictos.
2.-Densidad de población: Toma en cuenta el número de personas que tienen la
necesidad de incidir sobre los recursos naturales del área a evaluar y el esfuerzo
necesario para lograr el cambio de actitudes erróneas. La máxima calificación recae ante
la población escasa y la mínima ante densidades altas.
3.-Educación promedio: Califica la posibilidad de comunicarse e incidir en las
actitudes de la población, la máxima calificación recae en las áreas con mayor grado de
educación, la mínima en regiones habitadas por analfabetas que no hablan español.
4.-Nivel de vida: Califica la capacidad de usar y conservar los ecosistemas para
alcanzar un nivel de vida decoroso. La más alta calificación recae en las áreas cuyo
nivel de vida está sobrado con relación a la destrucción realizada en el medioambiente;
la mínima para las áreas en las que el nivel de vida es deplorable y la destrucción
exagerada.
5.-Apoyo del gobierno federal: Califica la actitud que el gobierno federal está
asumiendo de acuerdo con el área propuesta.
6.-Apoyo del gobierno estatal: Califica la actitud que el gobierno estatal está
asumiendo de acuerdo con el área propuesta.
7.-Apoyo del gobierno municipal: Califica la actitud que el gobierno municipal está
asumiendo de acuerdo con el área propuesta.
8.-Apoyo de instituciones de investigación: Califica la actitud que las instituciones de
investigación están asumiendo de acuerdo con el área propuesta.
9.-Apoyo de la comunidad local: Califica la actitud que la comunidad local está
asumiendo de acuerdo con la posibilidad de dar protección a los recursos naturales y uso
sustentable del área en que viven.
87
10.-Organización Conservacionista Local: Califica la capacidad de la ONG local para
comunicarse con la comunidad y lograr cambio de actitudes; para atraer la atención
gubernamental; para atraer a la comunidad científica; para gestionar y lograr fondos; y,
por último, para desarrollar proyectos que beneficien la conservación del área y a los
habitantes locales.
Consideramos que la inexistencia de esta instancia es un obstáculo gravísimo que puede
llegar a imposibilitar la conservación del área; el establecimiento y acreditación de una
ONG local es un proceso que calculamos entre 5 y 7 años.
11.-Alternativas evidentes: Califica las actividades que en forma sencilla se pudieran
instrumentar para desviar el impacto sobre los ecosistemas del área: ecoturismo,
aprovechamiento sustentable de recursos locales, recursos dormidos de uso indirecto,
etc. Cada alternativa identificada tendrá valor de un punto.
12.-Atractivos de financiamiento: Califica los elementos que existen en el área y que
pueden funcionar como atractivos de financiamiento, organizando empresas locales, o
en asociación con inversionistas externos, por: turismo de aventura (rapeleo, rafting,
zonas arqueológicas, cavernas, etc.). Servicios ambientales (agua para industrias
cercanas), o restituciones por impactos ambientales de proyectos cercanos (carreteras,
industrias) que se pueden inducir hacia la conservación. Estos atractivos pueden
permitir descargar la presión de las actividades productivas sobre los ecosistemas. Se
califica 1 punto por cada elemento identificado.
13.-Atractivos de participación social: Califica los elementos y circunstancias que
existen en el área y que pueden funcionar como atractivos de participación de la
sociedad civil en apoyo de la conservación: especies carismáticas, programas locales de
voluntariado, programas locales de turismo de aventura o ecoturismo, programas locales
de investigación participativa, etc. Estos atractivos pueden permitir aumentar el nivel de
educación de los habitantes locales y ayudar a descargar la presión de las actividades
productivas sobre los ecosistemas. Se califica un punto por cada elemento identificado.
Estos criterios se utilizan como una guía y se consideran sólo aquellos que aplican para
la zona en particular bajo estudio.
88
En México existen tarifas de acceso a ciertas áreas protegidas, que se enlistan en la Ley
Federal de Derechos, cuyos recursos son administrados por la propia Comisión
Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP).
En ningún caso existen esquemas de cobro compartidos con las comunidades locales u
otros interesados. Se aplican dos derechos:
El artículo 198 de la citada ley, se instrumenta en 19 Áreas Naturales Protegidas (ANP)
de carácter marino; se establece un derecho por uso, goce o aprovechamiento de los
recursos marinos e insulares en ANP de interés de la federación, en actividades
turísticas o deportivas tales como buceo libre y autónomo, observación de flora y fauna
marina, recorridos en embarcaciones motorizadas y no motorizadas, esquí acuático, etc.
Se cobran 20 pesos (1.80 U.S.dlls.) por persona por día y existe la obligación de los
prestadores de servicios de aplicar el cobro. Dado que en la mayor parte de las 19 ANP
enlistadas los turistas ingresan a través de prestadores de servicios turísticos, son en
realidad estos últimos quienes ejecutan el cobro y quienes transfieren a la CONANP los
recursos obtenidos.
El artículo 198 A, también de la Ley Federal de Derechos, se aplica por el uso
extractivo de elementos escénicos o paisajísticos dentro de ANP terrestres, con un
monto de 10 pesos (0.90 USD) por persona por día. Entró en vigor en enero del 2003, e
incluye 21 ANP. Dado que la mayor parte de los turistas entran en forma individual, la
CONANP ha iniciado el cobro designando cobradores y construyendo taquillas. Los
recursos se destinarán a las ANP que los generen. La Ley establece que, para este
artículo, es obligatorio que la CONANP destine un porcentaje significativo a programas
de desarrollo sustentable con las comunidades locales, es decir, diseñe e instrumente
proyectos específicos donde los beneficiarios sean los habitantes del ANP. La
CONANP cuenta con recursos fiscales para dos programas de subsidios para apoyar a
las comunidades en sus proyectos de diversificación productiva: Programas de
Desarrollo Regional Sustentable (PRODERS) y el Programa de Empleo Temporal
(PET). Con estos recursos se apoyan proyectos de ecoturismo, reforestación y otras
actividades para reducir la presión sobre las ANP y al mismo tiempo, ofrecer beneficios
a las comunidades en las áreas protegidas y en los poblados aledaños a las mismas.
89
La CONANP cuenta con recursos fiscales para dos programas de subsidios con el fin de
apoyar a las comunidades en sus proyectos de diversificación productiva: los Programas
de Desarrollo Regional Sustentable (PRODERS) y el Programa de Empleo Temporal
(PET), con estos recursos se apoyan proyectos de ecoturismo, reforestación y otras
actividades que reduzcan la presión sobre las áreas naturales protegidas.
A nivel Gobierno, se tienen políticas ambientales con instrumentos para la prevención
de impactos y amenazas por actividades humanas como la Evaluación de Impacto
Ambiental y el Ordenamiento Ecológico del Territorio.
Con la finalidad de atender dos de los problemas más graves que enfrenta nuestro país,
el deterioro y depredación de los recursos naturales y la pobreza de las comunidades
asociadas a estos recursos naturales, en 1995 se diseñaron los Programas de Desarrollo
Regional Sustentable (PRODERS) para localidades y municipios de alta o muy alta
marginación. Las regiones se identificaron donde ocurriesen dos factores críticos: ser
áreas en las cuales presentaran una alta y frágil biodiversidad, y al mismo tiempo,
concentraran poblaciones en condiciones de pobreza y pobreza extrema. En un principio
los PRODERS pertenecían a la Subsecretaría de Planeación de la ahora SEMARNAT, y
establecieron un conjunto de acciones en 10 áreas naturales protegidas de mayor
población marginada.
Posteriormente, en julio de 2001 y como parte de la reestructuración de la
SEMARNAT, se decidió transferir a la CONANP dichos Programas, con lo cual se
ampliaron las responsabilidades de la Comisión, con el propósito de ofrecer alternativas
de desarrollo comunitario para reducir la pobreza y marginación de comunidades rurales
e indígenas presentes en las ANP y en las Regiones Proders, que son aquellas regiones
relevantes para la conservación que no necesariamente cuentan con un decreto de ANP.
Es importante destacar dos características de la operación de los PRODERS:
1) se trata de un programa que se ejecuta en forma coordinada, puesto que la
recepción y calificación de las solicitudes así como la asignación de los
subsidios a los beneficiarios se hace a través de las Delegaciones Federales de la
SEMARNAT, y
90
2) su costo de operación es sumamente bajo, ya que como se establece en sus
Reglas de Operación, sólo el 4% del monto de inversión es utilizado para operar.
De 1995 a junio de 2002 la aplicación de los recursos PRODERS permitió el
incremento de la superficie nacional en la que la CONANP puede realizar acciones de
inversión para el desarrollo sustentable basado en conservación; el número de
municipios en los que es posible realizar estas inversiones creció a 469 y el número de
Regiones de Conservación Prioritarias susceptibles de utilizar estos recursos se elevó
hasta 81. Asimismo, aumentó la capacidad de los subsidios PRODERS para operar
como articuladores en el uso de recursos provenientes de otros programas de la propia
SEMARNAT.
En las 24 Regiones Prioritarias de los Proders que coinciden con áreas protegidas, se
busca trabajar con las comunidades asentadas en las zonas limítrofes o en las zonas de
influencia, para reducir la presión que estas comunidades ejercen sobre las áreas
protegidas. Actualmente, está establecido que, en las estrategias de la CONANP, sean
incluidas las zonas de influencia de las ANP.
La CONANP establece trabajo conjunto con otras dependencias del gobierno del
Ejecutivo Federal y de otros órdenes de gobierno para la conservación de las ANP.
91
SECCIÓN III.2.
EL TRATAMIENTO DE GESTIÓN PÚBLICA EN
MÉXICO, RESPECTO AL CONCEPTO DE ÁREAS
NATURALES PROTEGIDAS FEDERALES.
Las áreas naturales protegidas van formando pequeños mosaicos en el territorio
nacional, donde se reconcilia la gestión de instituciones públicas y privadas con la
estructura ecológica y regional del territorio, en unidades jurídico- administrativas bien
delimitadas. Esto es resultado de un esfuerzo no sólo local, sino de iniciativas tomadas
en un plano nacional y que demandan claridad de objetivos y de medios, la aplicación
ordenada de recursos políticos, económicos, técnicos y sociales, constancia y un trabajo
progresivo a lo largo del tiempo.
Ello implica un plan para el Sistema de Áreas Naturales Protegidas (SINAP), como
instancia de segundo piso, con respecto a las propias áreas naturales protegidas. El plan
ha de ser internamente consistente, integrado y políticamente viable; contar con el
respaldo público e incluir a todos los sectores de interés. Este plan, que debe basarse en
información biológica y física seria, así como social, económica y agraria, necesita
considerar:

Diversidad de opciones institucionales a nivel nacional y dentro de cada área
protegida para permitir y fomentar actividades de conservación.

Una participación directa de los municipios, organizaciones civiles e individuos
que viven dentro y alrededor de las reservas.

Un claro papel para el sector privado, universidades y organizaciones no
gubernamentales en el manejo de ciertos procesos o de la totalidad de un área
protegida.

Revisiones al marco jurídico.

Categorías de manejo claras asociadas a modalidades correspondientes de
decreto.
92

Criterios
claros
para
seleccionar,
derogar
o
recategorizar
áreas
(representatividad, diversidad, potencial e infraestructura institucional existente,
grado de intervención, endemismos, especies en peligro, integridad ecológica,
productividad, fragilidad, oportunidades de desarrollo, especies de importancia
económica, turismo, apoyo local, compromisos internacionales, posibilidades de
cooperación, urgencias o contingencias, tenencia de la tierra, condiciones
jurídicas, etcétera).

Fuentes de financiamiento.

Capacitación y formación de cuadros.

Convenios con universidades y centros académicos.

Programas de compras de tierras para la conservación.

Esquemas de parques o reservas hermanas en otros países.

Autonomía administrativa y financiera para las áreas naturales protegidas.

Inserción en el desarrollo regional.

Descentralización.

Llevar el registro real de las áreas naturales protegidas y su inscripción en los
registros públicos de la propiedad a nivel federal, estatal y municipal.
El plan del Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas debe no sólo plasmar un
compromiso político y social con la conservación, sino también un compromiso
gubernamental por financiar y proporcionar asignaciones presupuestarias para el
mantenimiento y manejo de las áreas. Sin embargo, la realidad presupuestaria y las
posibilidades futuras plantean desafíos ineludibles, que nos obligan a diversificar el
financiamiento para la conservación, sin que esto signifique que el gobierno abdique de
su responsabilidad en torno alas áreas naturales. Por ello, es necesario pensar en un
enfoque estratégico que incluya opciones y procesos financieros, manejo de carteras de
proyectos e inversiones en negocios locales y transferencias internacionales.
Es preciso también definir objetivos globales, donde cada una de las áreas naturales
funcionaría como componente subsidiario del sistema en su conjunto, con cierta
autonomía financiera y de manejo, pero sin dejar de formar parte del esquema global.
Aquí, deben de superarse prácticas de búsqueda de fondos poco sistemáticas y sólo para
93
áreas y proyectos individuales y avanzar hacia un sistema consolidado, con el objeto de
evitar asimetrías e ineficiencias en el uso de los recursos. Como ya hemos señalado, una
presencia visible de actividades de conservación y desarrollo sustentable en áreas
naturales, que establezca y asegure una relación física con los ecosistemas y sus
recursos es, en nuestro país, casi una precondición de éxito. En este sentido, resultará
crucial establecer convenios con las diferentes escuelas o facultades, para que los
estudiantes puedan llevar a cabo trabajos de investigación o de tesis, o tareas de campo
en las áreas naturales, estableciéndose en ellas una red, aunque sea pequeña de
estaciones biológicas.
La planeación del SINAP requiere abordar de manera ordenada una gran cantidad de
asuntos relacionados con permisos y autorizaciones sobre usos, acciones o actividades
que tienen lugar en las áreas naturales protegidas, como es el caso de concesiones,
resoluciones de impacto ambiental, permisos forestales, etcétera.
En la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA,
1996) se consideran áreas naturales protegidas (ANP) a: 1.- Reservas de la biosfera; 2.Parques Nacionales; 3.- Monumentos Naturales; 4.- Áreas de Protección de los recursos
naturales; 5.- Áreas de Protección de Flora y Fauna; 6.- Santuarios; 7.- Parques y
Reservas Estatales; 8.- Zonas de preservación ecológica de los centros de población. La
propia Ley las define de la siguiente manera:
1. Reserva de la Biosfera. Son Áreas biogeográficas relevantes a escala nacional, que
incluye uno o más ecosistemas no alterados significativamente por la acción del ser
humano o que requieran ser preservados y restaurados, en los cuales habiten especies
representativas de la biodiversidad nacional, incluyendo a las consideradas endémicas,
amenazadas o en peligro de extinción.
En tales Reservas podrá determinarse la existencia de la superficie o superficies mejor
conservadas, o no alteradas, que alojen ecosistemas, o fenómenos naturales de especial
importancia, o especies de flora y fauna que requieran protección especial, y que serán
conceptuadas como zona o zonas núcleo. En ellas podrá autorizarse la realización de
actividades de preservación de los ecosistemas y sus elementos, de investigación
94
científica y educación ecológica, y limitarse o prohibirse aprovechamientos que alteren
los ecosistemas.
En las propias reservas deberá determinarse la superficie o superficies que protejan la
zona núcleo del impacto exterior, que serán conceptuadas como zonas de
amortiguamiento, en donde sólo podrán realizarse actividades productivas emprendidas
por las comunidades que ahí habiten al momento de la expedición de la declaratoria
respectiva o con su participación, que sean estrictamente compatibles con los objetivos,
criterios y programas de aprovechamiento sustentable, en los términos del decreto
respectivo y del programa de manejo que se formule y expida, considerando las
previsiones de los programas de ordenamiento ecológico que resulten aplicables (Art.
48).
2. Parque Nacional. Se constituirán, tratándose de representaciones biogeográficas a
nivel nacional, de uno o más ecosistemas de belleza escénica, valor científico,
educativo, de recreo, histórico, por la existencia de flora y fauna, por su aptitud para el
desarrollo del turismo, o bien por otras razones análogas de interés general.
En los parques nacionales sólo podrá permitirse la realización de actividades
relacionadas con la protección de sus recursos naturales, el incremento de su flora y
fauna y en general, con la preservación de los ecosistemas y de sus elementos, así como
la investigación, recreación, turismo y educación ecológicas (Art. 50).
Para proteger y preservar los ecosistemas marinos y regular el aprovechamiento
sostenible de la flora y fauna acuática, se establecerán parques nacionales en las zonas
marinas mexicanas, que podrán incluir la zona federal marítimo terrestre contigua.
En estas áreas sólo se permitirán actividades relacionadas con la preservación de los
ecosistemas acuáticos y sus elementos, las de investigación, repoblación, recreación y
educación ecológica, así como los aprovechamientos de recursos naturales que
procedan, de conformidad con lo que disponen esta Ley, la Ley de Pesca, la Ley Federal
del Mar, las convenciones internacionales de las que México sea parte y los demás
ordenamientos aplicables.
95
Para el establecimiento, administración y vigilancia de los parques nacionales
establecidos en las zonas marinas mexicanas, así como para la elaboración de su
programa de manejo, se deberán coordinar, atendiendo a sus respectivas competencias,
la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y la Secretaría de Marina (Art.
51).
3. Monumento Natural. Se establecerán en áreas que contengan uno o varios
elementos naturales, consistentes en lugares y objetos naturales, que por su carácter
único o excepcional, interés estético, valor histórico o científico, se resuelva incorporar
a un régimen de protección absoluta. Tales monumentos no tienen la variedad de
ecosistemas ni la superficie necesaria para ser incluidos en otras categorías de manejo.
En los monumentos naturales únicamente podrá permitirse la realización de actividades
relacionadas con su preservación, investigación científica, recreación y educación (Art.
52).
4. Área de Protección de Recursos Naturales. Son áreas destinadas a la preservación
y protección del suelo, las cuencas hidrográficas, las aguas y en general, los recursos
naturales localizados en terrenos forestales de aptitud preferentemente forestal. En estas
áreas sólo podrán realizarse actividades relacionadas con la preservación, protección y
aprovechamiento sustentable de los recursos naturales en ellas comprendidos, así como
la investigación, recreación, turismo y educación ecológica (Art. 53).
5. Área de Protección de Flora y Fauna. Se constituirán de conformidad con las
disposiciones de esta Ley, de las Leyes Federal de Caza, de Pesca y de las demás leyes
aplicables, en los lugares que contienen los hábitat de cuyo equilibrio y preservación
depende la existencia, transformación y desarrollo de especies de flora y fauna
silvestres. En dichas áreas podrá permitirse la realización de actividades relacionadas
con la preservación, repoblación, propagación, aclimatación, refugio, investigación y
aprovechamiento sustentable de las especies mencionadas, así como las relativas a
educación y difusión en la materia.
Asimismo, podrá autorizarse el aprovechamiento de los recursos naturales a las
comunidades que ahí habiten en el momento de la expedición de la declaratoria
respectiva, o que resulte posible según los estudios que se realicen (Art. 54).
96
6. Santuarios. Son aquellas áreas que se establecen en zonas caracterizadas por una
considerable riqueza de flora y fauna, o por la presencia de especies, subespecies o
hábitat de distribución restringida. Dichas áreas abarcarán cañadas, vegas, relictos,
grutas, cavernas, cenotes, caletas u otras unidades topográficas o geográficas que
requieran ser preservadas o protegidas.
En los santuarios sólo se permitirán actividades de investigación, recreación y
educación ambiental, compatibles con la naturaleza y características del área (Art. 55).
7. Le corresponde a los Gobiernos de los Estados y del Distrito Federal, en los términos
que establezca la legislación local en la materia, podrán establecer parque y reservas
estatales en áreas relevantes a nivel de las entidades federativas.
8. Les corresponde a los Municipios establecer las zonas de preservación ecológicas de
los centros de población, conforme a lo previsto en la legislación local.
Son competencia del Gobierno Federal las áreas naturales protegidas comprendidas en
las categorías del 1 al 6 y el inciso de Otras Categorías. La política administrativa de las
ANP está a cargo de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP),
la cual es un órgano desconcentrado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos
Naturales (SEMARNAT).
La administración de las ANP se efectúa de acuerdo a su categoría de manejo, de
conformidad con lo establecido en la Ley, el Reglamento de la LGEEPA en materia de
áreas naturales protegidas, el Decreto de creación, las normas oficiales mexicanas y su
programa de manejo.
Son competencia del Gobierno Federal las áreas naturales protegidas comprendidas en
las categorías del 1 al 6 y el inciso de Otras Categorías. La política administrativa de las
ANP está a cargo de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP),
la cual es un órgano desconcentrado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos
Naturales (SEMARNAT). La administración de las ANP se efectúa de acuerdo a su
categoría de manejo, de conformidad con lo establecido en la Ley, el Reglamento de la
97
LGEEPA en materia de áreas naturales protegidas, el Decreto de creación, las normas
oficiales mexicanas y su programa de manejo.
Consejo Nacional para las Áreas Naturales Protegidas.
Está de sobra reiterar la necesidad de una representatividad altamente plural, así como
de un esfuerzo de descentralización y corresponsabilidad social en la conservación de
las formas más valiosas del capital de México, que se encuentran en las áreas naturales.
Ha quedado clara también la importancia de un enfoque integrado o multidisciplinario,
en donde se desarrollen y apliquen aptitudes técnicas, económicas e institucionales
adecuadas a la gran diversidad de circunstancias biológicas y culturales que se presentan
en las áreas naturales del país.
Además de las opciones económicas e institucionales específicas a cada área que ya se
han consignado, un plan nacional de áreas protegidas requiere también de una solución
institucional propia. Esta solución institucional deberá incluir un Consejo Nacional para
las Áreas Naturales Protegidas, que asumiría un carácter no solamente consultivo o
deliberativo, sino que debiera tener importantes facultades de decisión, al menos, en los
siguientes aspectos:

Aprobar un plan nacional para las áreas naturales protegidas.

Aprobar los planes de manejo de las áreas naturales protegidas.

Integrar el comité técnico de un fideicomiso maestro nacional para las áreas
naturales protegidas.

Establecer criterios de priorización en el establecimiento de áreas naturales
protegidas.

Buscar los mecanismos globales de financiamiento para las áreas naturales
protegidas.

Aprobar las concesiones o esquemas de co-administración en las áreas naturales
protegidas.

98
Llevar a cabo convenios con instituciones académicas.
Este consejo requeriría de algún financiamiento, pequeño en todo caso, para cubrir
algunos apoyos técnicos, viáticos y gastos administrativos, para lo cual pudiera buscarse
algún financiamiento multilateral. En principio, el consejo se integraría por
personalidades de una incuestionable trayectoria en el tema, adscritas a instituciones de
un sólido prestigio y representatividad. Las áreas naturales protegidas forman parte de
sistemas ecológicos, culturales y económicos más amplios. Deben vincularse con los
paisajes que las rodean y de los que forman parte, a través de corredores biológicos,
zonas de transición y zonas de amortiguamiento, entre otras razones, debido a que las
poblaciones preservadas en aislamiento dentro de áreas naturales dispersas pueden
llegar a extinguirse por no contar con la diversidad genética necesaria.
El ordenamiento ecológico territorial (OET) dentro de las áreas naturales protegidas y
en su entorno puede funcionar como una interfase ecológico-productiva, que vincule los
servicios ambientales generados en dichas áreas, con el resto de la economía regional.
Las zonas de amortiguamiento y transición transmiten a las regiones aledañas los
beneficios del uso sustentable de las áreas naturales protegidas. Al situar las áreas
naturales protegidas en este contexto, observamos que cumplen el papel de órganos
regionales vitales, sin los cuales el ciclo de vida y el ciclo productivo (como subproceso
del primero) no podrían realizarse, o bien se verían afectados drásticamente. El
ordenamiento ecológico territorial de hecho extiende las políticas de desarrollo
sustentable a todo el hinterland, como escenario en el cual se insertan de manera
interactiva las áreas naturales protegidas.
El OET permite, de esta forma, trascender el concepto de las áreas naturales protegidas
más allá de enclaves o islas de preservación, para integrarlas en el centro de una nueva
estrategia de desarrollo regional, multiplicando oportunidades y potencialidades de
organización productiva y de interacciones institucionales que le den mayor densidad y
solidez a las relaciones sociales en una matriz territorial definida.
99
SECCIÓN IV.1.
PLANEACIÓN DE LA CONSERVACIÓN DE
TIERRAS SILVESTRES.
Para la selección de nuevas áreas naturales protegidas se toman en cuenta varios
criterios, llevándose a cabo un minucioso diagnóstico.
Se realiza un análisis de áreas naturales protegidas, o susceptibles a proteger, en
México. Este análisis permite identificar el tipo de administración, municipal, estatal o
federal; prever sus características de operación; así como cuáles de ellas pudieran ser
objeto de financiamientos internacionales o formar parte del SINAP.
Se toman en cuenta las prioridades obtenidas en el taller: A Conservation Assessment of
the Terrestrial Ecoregions of Latin America and the Caribbean (Dinerstein, 1995), del
cual surgen 10 ecorregiones de interés internacional.
También se toman en cuenta los criterios utilizados por ONG internacionales que han
focalizado sus acciones en algunas regiones del país como WWF en Oaxaca y Desierto
Chihuahuense y Conservación Internacional en Chiapas y Mar de Cortés. Además, se
utilizan los lineamientos establecidos en el taller "Regiones prioritarias para la
conservación en México" de CONABIO-PRONATURA (1996), buscando que las áreas
a proteger, además de estar inmersas en las ecorregiones del Taller de Dinerstein,
coincidan con los polígonos y cuencas hidrológicas o regiones marinas prioritarias de
México que reconocen la comunidad científica mexicana y el Instituto Nacional de
Ecología. El análisis incluye también las áreas que están sujetas a la zona de influencia
del “Corredor Biológico Mesoamericano”.
Método y Criterios de Evaluación
El método de selección involucra un acervo de información sobre las posibles áreas o
polígonos a apoyar, tomando en cuenta, evaluando y calificando los siguientes rubros:
100
I.-Valor Biológico: El valor biológico estará representado por la suma de los siguientes
factores:
1.-Ubicación prioritaria: Significa el número de ecorregiones, cuencas y polígonos
consideradas prioritarias en los talleres mencionados que se encuentran involucradas en
el área propuesta. Cada ecorregión o polígono tendrá valor de un décimo de punto.
2.-Ecodiversidad: Califica la capacidad de un área para representar los grandes
agregados de la naturaleza en México: ecosistemas marinos, humedales, desiertos,
trópico seco, trópico húmedo, ecosistemas templados y ecosistemas alpinos. La
presencia de cada uno de ellos en un área tiene el valor de 0.5 puntos.
3.-Endemismo: Se entiende como la cantidad estimada de especies restringidas que
componen la biota del área. Su valor máximo será de 3 puntos, para zonas de alto
endemismo; 2 para zonas de endemismo medio y 1 para zonas de endemismo bajo.
4.-Relictualidad: Se entiende como la capacidad de un área para preservar organismos
de épocas geoclimáticas antiguas; su valor máximo será de un punto, el cuál se repartirá
de acuerdo a la presencia significativa de taxa conocidos relictuales a) de la última
glaciación (razas geográficas) b) del pleistoceno tardío (subespecies) c: del pliopleistoceno (especies) d) del terciario medio (géneros) e) del terciario temprano
(subfamilias). En el caso de vegetación la evaluación se hará con la categoría
taxonómica inmediata superior.
5.-Fenómenos biológicos especiales: Se entiende como la existencia de características
singulares como: aislamiento geográfico/genético, fenómenos climáticos restringidos,
especies refugiadas (Hibernación, estivación, relictos), rutas migratorias y zonas de
choque biológico, que se presenten en el área estudiada; su valor será de un punto,
repartido en fracciones de 0.2 por cada fenómeno identificado.
6.-Superficie: Se pondera el valor del esfuerzo de conservación contra la dimensión del
área susceptible a ser protegida. Se supone que un polígono grande, cientos de miles de
hectáreas, garantizan la subsistencia de ecosistemas completos viables, de grandes
depredadores y de cúspides de las cadenas tróficas, además de garantizar la
101
permanencia de los ciclos de nutrientes y de los servicios ambientales a nivel regional o
extra regional, los polígonos medianos pueden sustentar los mismos fenómenos, pero a
nivel más local, permitiendo apenas la existencia de grandes depredadores y
manteniendo en buen estado ecosistemas restringidos y fauna poco móvil.
Los
polígonos pequeños sólo permiten la subsistencia parcial de los ecosistemas y son útiles
para perpetuar la flora y la fauna a nivel de poblaciones, nunca de cúspides de cadenas
tróficas o grandes depredadores.
El valor mínimo (1 punto) corresponde a polígonos con menos de 1 000 hectáreas que,
por poder representar a los últimos relictos de un ecosistema en extinción o relicto
geológico, se pueden tomar en cuenta como proyectos de microconservación
susceptibles, incluso, a la compra.
7.-Diversidad: Se entiende como la cantidad registrada de especies que componen la
biota del área (para este ejercicio se tomó en cuenta el trabajo realizado con lepidópteros
diurnos para el taller mencionado); su valor máximo será de diez puntos y corresponde a
las 2000 especies registradas en todo México, el valor representado corresponde a la
fracción reportada de especies en cada región estudiada.
8.-Servicios ambientales: Se entienden como el conjunto de productos que el área
proporciona a las comunidades de su área adyacente o de influencia: captación de agua
para actividades humanas, regulación de torrentes, moderación climática, protección de
infraestructura de desarrollo, obtención de recursos económicos, esparcimiento, etc.
Cada producto será calificado con 1 punto y especificada su magnitud como local (1
punto), estatal (2 puntos), regional (3 puntos), extra regional (4 puntos) o nacional (5
puntos).
II.-Estatus de Presión: Resumen el tipo de actividades que inciden en el área, su
impacto, las modalidades de colonización, la dinámica de cambio, el número potencial
de demandantes y el remanente porcentual de la cobertura original. El estatus se
considera como crítico, presionado, vulnerable, relativamente estable o relativamente
intacto. Se tomarán como máxima prioridad de conservación aquellos cuya puntuación
los incluya en las dos primeras categorías y como prioridad segunda los que
correspondan a la tercera.
102
1.-Presiones: Define el tipo de actividad o actividades humanas que están incidiendo en
la modificación del área estudiada (agricultura, ganadería, urbanización, actividades
forestales, etc.) Cada una de estas actividades tendrá el valor de un punto.
2.-Impacto de las presiones: Define el modo en que las actividades humanas están
modificando los ecosistemas del área estudiada (extirpación, degradación, substitución,
perturbación selectiva, aclareo etc.) Cada una de estas modalidades tendrá el valor de un
punto.
3.-Tipo de Colonización: Toma en cuenta la forma en que los habitantes locales se
reparten y utilizan el medio; la calificación más baja es para los que lo hacen en forma
organizada y planificada; la máxima para los que lo hacen en forma caótica y dispersa.
4.-Dinámica de Cambio: Califica la velocidad en la que el ecosistema está siendo
modificado en la ecorregión; la calificación máxima será de 5 puntos y corresponde a
los ecosistemas cuyo cambio se realiza en forma acelerada, la mínima (1 punto)
corresponde a los que no presentan cambios significativos.
5.-Demanda Potencial: Califica el número de pobladores que se incorporarán en el
futuro cercano; si la demanda será muy alta su calificación será de 5 puntos; alta 4;
media 3; baja 2; muy baja 1 y con 0 se considerará a las áreas en donde la situación se
prevé estable en los próximos 10 años.
6.-Porcentaje remanente de la distribución original: Califica el porcentaje de
permanencia del ecosistema en México y en la ecorregión; la calificación máxima será
de 5 puntos y corresponde a la permanencia menor al 10%, la mínima (1 punto)
corresponde a permanencia del 75 al 100%.
III.- Factibilidad Social: Toma en cuenta las posibilidades de éxito del apoyo de un
proyecto de acuerdo con las características sociales que se encuentran en el área
propuesta.
103
1.-Tenencia de la Tierra: Califica la forma en que se presenta el fenómeno de la
posesión de la tierra; su estabilidad, su regularidad, su movilidad, su irregularidad y la
presencia de conflictos.
2.-Densidad de población: Toma en cuenta el número de personas que tienen la
necesidad de incidir sobre los recursos naturales del área a evaluar y el esfuerzo
necesario para lograr el cambio de actitudes erróneas. La máxima calificación recae ante
la población escasa y la mínima ante densidades altas.
3.-Educación promedio: Califica la posibilidad de comunicarse e incidir en las
actitudes de la población, la máxima calificación recae en las áreas con mayor grado de
educación, la mínima en regiones habitadas por analfabetas que no hablan español.
4.-Nivel de vida: Califica la capacidad de usar y conservar los ecosistemas para
alcanzar un nivel de vida decoroso. La más alta calificación recae en las áreas cuyo
nivel de vida está sobrado con relación a la destrucción realizada en el medioambiente;
la mínima para las áreas en las que el nivel de vida es deplorable y la destrucción
exagerada.
5.-Apoyo del gobierno federal: Califica la actitud que el gobierno federal está
asumiendo de acuerdo con el área propuesta.
6.-Apoyo del gobierno estatal: Califica la actitud que el gobierno estatal está
asumiendo de acuerdo con el área propuesta.
7.-Apoyo del gobierno municipal: Califica la actitud que el gobierno municipal está
asumiendo de acuerdo con el área propuesta.
8.-Apoyo de instituciones de investigación: Califica la actitud que las instituciones de
investigación están asumiendo de acuerdo con el área propuesta.
9.-Apoyo de la comunidad local: Califica la actitud que la comunidad local está
asumiendo de acuerdo con la posibilidad de dar protección a los recursos naturales y uso
sustentable del área en que viven.
104
10.-Organización Conservacionista Local: Califica la capacidad de la ONG local para
comunicarse con la comunidad y lograr cambio de actitudes; para atraer la atención
gubernamental; para atraer a la comunidad científica; para gestionar y lograr fondos; y,
por último, para desarrollar proyectos que beneficien la conservación del área y a los
habitantes locales. Consideramos que la inexistencia de esta instancia es un obstáculo
gravísimo que puede llegar a imposibilitar la conservación del área; el establecimiento y
acreditación de una ONG local es un proceso que calculamos entre 5 y 7 años.
11.-Alternativas evidentes: Califica las actividades que en forma sencilla se pudieran
instrumentar para desviar el impacto sobre los ecosistemas del área: ecoturismo,
aprovechamiento sustentable de recursos locales, recursos dormidos de uso indirecto,
etc. Cada alternativa identificada tendrá valor de un punto.
12.-Atractivos de financiamiento: Califica los elementos que existen en el área y que
pueden funcionar como atractivos de financiamiento, organizando empresas locales, o
en asociación con inversionistas externos, por: turismo de aventura (rapeleo, rafting,
zonas arqueológicas, cavernas, etc.). Servicios ambientales (agua para industrias
cercanas), o restituciones por impactos ambientales de proyectos cercanos (carreteras,
industrias) que se pueden inducir hacia la conservación. Estos atractivos pueden
permitir descargar la presión de las actividades productivas sobre los ecosistemas. Se
califica 1 punto por cada elemento identificado.
13.-Atractivos de participación social: Califica los elementos y circunstancias que
existen en el área y que pueden funcionar como atractivos de participación de la
sociedad civil en apoyo de la conservación: especies carismáticas, programas locales de
voluntariado, programas locales de turismo de aventura o ecoturismo, programas locales
de investigación participativa, etc. Estos atractivos pueden permitir aumentar el nivel de
educación de los habitantes locales y ayudar a descargar la presión de las actividades
productivas sobre los ecosistemas. Se califica un punto por cada elemento identificado.
Estos criterios se utilizan como una guía y se consideran sólo aquellos que aplican para
la zona en particular bajo estudio.
105
En la elaboración del Programa de Trabajo 2001-2006 de la Comisión Nacional de
Áreas Naturales Protegidas y mediante un proceso de planeación estratégica, se
definieron las principales amenazas y se establecieron 11 procesos y 12 proyectos, a los
cuales se integran las metas e indicadores que permiten realizar la medición.
Uno de estos proyectos se enfoca al diseño y operación del Sistema de Información,
Monitoreo y Evaluación para la Conservación (SIMEC), el cual tiene como propósito
evaluar los cambios y condición ambiental de las Regiones Prioritarias para la
Conservación (RPC). A través del establecimiento de indicadores ambientales y de
sustentabilidad, lo que de manera paralela permitirá contar con un diagnóstico de las
causas y efectos potenciales de los problemas presentes, así como de predecir los
futuros impactos de las actividades humanas en estas regiones geográficas.
Para ello, se han definido una serie de indicadores en los que se incluyen datos
geográficos, índices y estadísticas bajo la metodología de Presión-Estado-Respuesta,
metodología establecida por la OCDE en 1991-1993. La definición de estos indicadores
responde a la necesidad de sintetizar y analizar información técnica derivada de las
acciones de conservación in situ; de tomar medidas y acciones en temas prioritarios; de
identificar problemas con sus correspondientes áreas de acción; de fijar objetivos y
metas de desarrollo, y de medir y comunicar las tendencias, evolución y condición del
medio ambiente, así como los recursos naturales presentes en las RPC.
En suma, el sistema pretende verificar los progresos en el cumplimiento de los objetivos
y metas institucionales, permitiendo el ajuste de las acciones y estrategias definidas para
su cumplimiento, lo que conlleva a la evaluación de la efectividad y del impacto de las
políticas, estrategias y acciones adoptadas.
Con este sistema se obtendrán resultados sobre los impactos que tiene la CONANP en
la conservación de los ecosistemas, sus bienes y servicios, presentes en las RPC,
además de contar con elementos que permitan redefinir las políticas. Aunado a esto, la
CONANP cuenta con recursos fiscales para dos programas de subsidios con el fin de
apoyar a las comunidades en sus proyectos de diversificación productiva: los Programas
de Desarrollo Regional Sustentable (PRODERS) y el Programa de Empleo Temporal
106
(PET), con estos recursos se apoyan proyectos de ecoturismo, reforestación y otras
actividades que reduzcan la presión sobre las áreas naturales protegidas.
A nivel Gobierno, se tienen políticas ambientales con instrumentos para la prevención
de impactos y amenazas por actividades humanas como la Evaluación de Impacto
Ambiental y el Ordenamiento Ecológico del Territorio.
Para el establecimiento de las áreas se elaboran los Diagnósticos Técnicos con la
participación de instancias de investigación y los gobiernos locales, estos estudios
sustentan las Declaratorias, las cuales previamente a la publicación en el Diario Oficial
de la Federación, involucran un proceso de concertación con los diferentes actores
locales, así como una evaluación del impacto económico que propiciaran las
regulaciones establecidas en el decreto.
La gestión de programas y proyectos se ha concretado con la constitución de los
Consejos Asesores, en los cuales están representados los diferentes actores y sectores
locales, con la finalidad de que participen conjuntamente para la toma de decisiones en
beneficio de la conservación de estos sitios y del desarrollo sustentable.
El Programa de Manejo es un instrumento importante de planeación de acciones a
mediano y largo plazo y la concertación de éste, favorece la gestión, toda vez que para
su publicación en el Diario Oficial de la Federación, se requiere instrumentar un proceso
de coordinación y concertación en el que participan todos los sectores involucrados.
En el Programa de Trabajo 2001-2006 se establece la pauta estratégica de efectividad.
Esta pauta se relaciona con la eficiencia, transparencia y efectividad de cada uno de los
procesos, proyectos y acciones emprendidas dentro de la Comisión. Para ello, se diseñó
el Sistema de Información, Monitoreo y Evaluación para la Conservación (SIMEC),
cuyo objetivo general es establecer un sistema que incorpore indicadores biológicos,
geográficos, sociales y económicos que permitan analizar la efectividad en la aplicación
de las políticas ambientales.
Con este sistema se obtendrán resultados sobre los impactos que tiene la CONANP en
la conservación de los ecosistemas, sus bienes y servicios, presentes en las Regiones
107
Prioritarias de Conservación, además de contar con elementos que permitan redefinir las
políticas.
En el Reglamento de la LGEEPA en materia de Áreas Naturales Protegidas Art. 18
(2000), se establece que para el manejo y administración de las áreas naturales
protegidas, se constituyen los Consejos Asesores, que tienen por objeto asesorar y
apoyar a los directores de las áreas a través de medidas específicas para mejorar la
capacidad de gestión, la participación en la elaboración de programas de manejo, así
como promover acciones para la participación social al igual que la instrumentación de
proyectos, coadyuvando en la obtención de fuentes de financiamiento y en la solución
y/o control de cualquier problema o emergencia ecológica, así como proponer el
establecimiento de mecanismos que garanticen el manejo de los recursos financieros y
participar en la elaboración de diagnósticos o de investigaciones vinculadas con las
necesidades de conservación.
El Consejo Asesor estará integrado por un Presidente Honorario, que recaerá en el
Gobernador Constitucional del Estado o Jefe de Gobierno del Distrito Federal, o en su
caso, en la persona que él designe; un Presidente Ejecutivo, que será electo por mayoría
de votos en reunión del Consejo; un Secretario Técnico, que será el Director del área
natural protegida; el Presidente de cada uno de los Municipios en que se ubique el Área
Natural Protegida; y representantes de instituciones académicas, centro de
investigación, organizaciones sociales, asociaciones civiles, sector empresarial, ejidos y
comunidades, propietarios y poseedores y, en general, todas aquellas personas
vinculadas con el uso, aprovechamiento o conservación de los recursos naturales del
área natural protegida.
Por otra parte, la Ley contempla la creación del Consejo Nacional de Áreas Naturales
Protegidas (CNANP) como órgano de consulta y apoyo a la Secretaría de Medio
Ambiente y Recursos Naturales, el cual se establece mediante Acuerdo Secretarial. El
CNANP actualmente está integrado por autoridades ambientales, instituciones
académicas y de investigación, organizaciones no gubernamentales, representantes de la
iniciativa privada y de organizaciones sociales, así como de personas de reconocido
prestigio por sus trabajos de conservación y aprovechamiento relacionados con las
Áreas Naturales Protegidas.
108
Los Directores de las ANP y el personal de las oficinas centrales de la CONANP, tienen
amplia experiencia en su ramo, ya sea en la gestión de áreas protegidas, ecoturismo,
manejo y administración de las áreas naturales protegidas, elaboración de programas de
manejo, legislación, captación financiera, participación social, monitoreo biológico,
indicadores, sistemas de información geográfica y otros, que pudieran ser transmitidos a
otros países. También existen temas en los que hay experiencia en otras áreas de la
Secretaría, como educación ambiental, género, comunidades indígenas, entre otros.
109
CAPITULO IV
PROGRAMAS DE CONSERVACIÓN DE TIERRAS SILVESTRES:
PLANEACIÓN, OPERACIÓN Y SUPERVISIÓN
SECCIÓN IV.2.
OPERACIÓN Y SUPERVISIÓN DE PROGRAMAS DE
CONSERVACIÓN DE TIERRAS SILVESTRES
Líder del curso
Drummond Densham tiene más de 30 años de experiencia en el manejo de áreas
protegidas y en la captura y cuidado de animales salvajes en la provincia de KwaZuluNatal en Sudáfrica. Ha trabajado en distintos niveles, que van desde guardabosques,
oficial de captura, encargado de la reserva de Mkhuze, jefe de conservación hasta
subdirector de la región Zululand. El reconoce la complejidad del manejo de áreas
protegidas y la evidente necesidad de los administradores de estas áreas de tener un
amplio rango de habilidades para poder manejar de manera efectiva sus parques,
también tiene un profundo interés por las tierras y áreas silvestres y esta involucrado en
presentaciones del concepto de tierra salvaje y en cursos prácticos en la zona sur de
África, también apoyo al Centro para el Ambiente, Agricultura y Desarrollo (CEAD
por sus siglas en ingles), en la Universidad de KwaZulu-Natal en el campus
Pieternaritzburg en la co-coordinación del programa de Maestría en Administración de
Áreas Protegidas. Actualmente es el director del grupo Wilderness Action, una
pequeña organización no gubernamental orientada a la conservación de tierras
silvestres, es también guía de campo registrado del área de KwaZulu-Natal y oficial
honorario de Ezemvelo KwaZulu-Natal Wildlife. Cuenta con grandes habilidades en
las áreas de:

Conservación de la biodiversidad

Planeación y manejo de áreas protegidas

Entrenamiento, planeación y manejo de tierras silvestres

Formulación de políticas de conservación
110

Manejo de recursos naturales en comunidades

Desarrollo de curriculum en áreas silvestres
Objetivo del curso
Este curso va a introducir el concepto de tierra Silvestre, definirla como recurso y
discutir la necesidad de legislación, plantación, administración y establecimiento de
principios así como los pasos para llevar a cabo el manejo efectivo de áreas naturales. El
construir apoyos es una parte vital dentro de la protección de las tierras silvestres.
Objetivos específicos del curso
Al completar este curso lo estudiantes comprenderán:

El concepto de tierras silvestres – un lugar físico, un lugar en la mente

Como definir Tierras Silvestres;

Los recursos de las tierras silvestres y su valor y beneficios;

Esquemas legales y políticas para las tierras (la necesidad de protección legal);

Tierras Silvestres como categoría dentro de las áreas protegidas;

Clasificaciones internacionales de áreas de tierra silvestre;

Elementos claves de planeación y manejo de áreas silvestres (administración);

Usos y experiencia en áreas silvestres;

Análisis de riesgos y amenazas;

Construir apoyos a través de la participación publica y;

Retos y oportunidades para la conservación de tierras silvestres.
Principales referencias usada en el manual del curso
1.
Hendee JC, Dawson CP
(Editors). (2002)
Wilderness Management:
Stewardship and Protection of Resources and Values. Fulcrum Publishing,
Golden, Colorado, USA.
2.
Kormos, CF. (Editor). (2008). A Handbook on International Wilderness Law
and Policy Published by The WILD Foundation.
Publishing, Golden, Colorado. Pages 400.
Sitios Web útiles
111
Printed by Fulcrum
International Union for Conservation of Nature (World Conservation Union)
http://www.iucn.org
World Commission on Protected áreas (WCPA)
http://wcpa.iucn.org
Wilderness Task Force
http://www.wildernesstaskforce.org
International Wilderness Leadership Foundation
http://www.wild.org
Wilderness.net
Capitulo 1
ttp://www.wilderness.net
Introducción
Los administradores deben de tener un amplio conocimiento acerca del concepto de
tierras silvestres así como su valor y beneficios si estas son manejadas adecuadamente.
Las tierras Silvestres son áreas de conservación para que la población pueda disfrutar
de la naturaleza y al mismo tiempo para conservar la biodiversidad nativa con un
enfoque de intervención minima. Los administradores de Tierras Silvestres necesitan
tener también un buen entendimiento de esquemas y políticas que dictan el manejo y
uso de áreas naturales.
Capitulo 2 Concepto de Tierra Silvestre, definiciones, valor y beneficios.
El concepto de tierras silvestres es un termino que ha evolucionando. Este ha
desarrollado la necesidad de proteger y mantener las tierras silvestres que aun nos
quedan, de la transformación por la agricultura, la industria y el desarrollo urbano en
Estados Unidos de Norteamérica. Este ha sido adoptado por países desarrollados y en
vías de desarrollo en todo el mundo como una practica de uso de las tierras.
El término puede ser difícil de entender ya que tierras silvestres puede ser utilizado de
distintas maneras ya que la gente puede determinar el concepto a partir de sus
costumbres, cultura, tradiciones y contexto. La dificultad surge del hecho de que las
tierras silvestres son un lugar físico en un panorama con límites descritos, pero es
también un concepto críptico relacionado a lo que las personas sienten cuando se
enfrentan a esas “tierras silvestres”. Un requisito para poder crear una definición
aceptable de tierras silvestres es el ser capaz de desarrollar marcos legales y políticas,
112
que no solo describan lo que es tierras silvestres sino que también indique el valor y los
beneficios de estas para la gente.
El capitulo va a discutir los siguientes aspectos:
Introducción
El termino “Tierras Silvestres”
Concepto de Tierras Silvestres

Que son las Tierras Silvestres – un lugar físico, un lugar en la mente
Recursos de las tierras silvestres – valor y beneficios
Definiendo Tierras Silvestres

La definición Americana de Tierras Silvestres

La definición Internacional de Tierras Silvestres
Marcos de trabajo legal y político para Tierras Silvestres
Las Silvestres como un área de protección categoría Ib

Tipos de Tierras Silvestres
Conclusión
Capitulo 3 administración de Tierras Silvestres
Las tierras silvestres son esos lugares salvajes y libres dentro del paisaje donde los se
permite que ocurran los procesos naturales libres de intervención y de manejo en
donde la gente puede visitar y disfrutar una experiencia silvestre. Parece ser que el
manejo o administración de las tierras silvestres puede entrar en conflicto con la
definición de tierras silvestres, sin embargo, la experiencia ha demostrado que las áreas
silvestres necesitan un enfoque especializado a la administración para proteger su
carácter natural para que las generaciones actuales y futuras puedan disfrutar de esta
experiencia silvestre.
Para proteger de manera efectiva y en algunos casos para restaurar tierra a un estado
silvestre, los administradores deben de tener un amplio entendimiento del concepto y
de su valor y beneficios.
El capitulo explicara lo siguiente:
Introducción ¿Por qué administrar?
Planeación en Tierras Silvestres
113
Zonación en Tierras Silvestres
Manejo de Tierras Silvestres

Principios para el manejo de tierras silvestres
Aplicando los principios de manejo de tierras silvestres
Administración adaptativa
Manejo de componentes biológicos de tierras silvestres
Usos de las tierras silvestres

Usos directos vs. usos indirectos

Manejo de visitantes
Técnicas de monitoreo de tierras silvestres

Monitoreo biológico

Limites de cambios aceptables

protección de recursos en las visitas

Manejo del impacto de los visitantes

El no dejar huella
Protegiendo los recursos de las tierras silvestres – Manejo de riesgos y
amenazas.

Análisis de riesgos y enfoques administrativos
Programa administrativo de tierras silvestres
Conclusión
Capitulo 4 Construyendo apoyo
En el contexto actual, el manejo de las tierras silvestres (y áreas protegidas) no es solo
responsabilidad de autoridades gubernamentales, al tratar de involucrarse cada vez más
individuos del sector privado y organismos públicos. Los administradores de áreas
protegidas necesitan adquirir habilidades para poder manejar esta demanda, que si es
llevada a cabo de manera competente, esto nos puede llevar a tener un mayor apoyo
para las tierras silvestres. Sin embargo este proceso requiere que todas las partes
participen activamente y se creen lazos de responsabilidad como un importante paso.
Cada país necesita desarrollar estrategias para fomentar la participación ciudadana.
Este capitulo discutirá algunas guías de cómo:
114
Identificar grupos interesados
Comprometiéndose con organismos públicos
Desarrollando y manteniendo la confianza
Educación de Tierras Silvestres
Conclusión
Capitulo 5 Los retos futuros a enfrentar en las tierras silvestres
Las tierras silvestres enfrentan un sinnúmero de retos a nivel global y en México. Las
soluciones para dichos retos se necesitan trabajar por la gente y los gobiernos de cada
país. Existen importantes oportunidades que necesitan ser optimizadas para asegurar
que las tierras silvestres se conserven como una importante estrategia de conservación.
Este ultimo capitulo va a discutir las oportunidades y retos mas importantes.
115
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