Dirección General de Educación Básica Especial EL MODELO DIR El modelo DIR, basado en las relaciones y en las diferencias individuales, es un programa organizado para la evaluación e intervención a niños con desórdenes del espectro autista. Se basa en la teoría de que el afecto es la clave para conectar las emociones del niño con su conducta y así expresar de alguna manera sus sentimientos, deseos o intenciones; tiene un enfoque más comprensivo del desarrollo, que puede ser aplicado no solamente con el niño sino también con la familia y en su educación. Según el modelo DIR el nivel de desarrollo del niño va a estar influenciado por las diferencias individuales que presenta, los patrones familiares y ambientales que lo rodean y el tipo de relaciones o interacción que establezca con sus padres o personas más inmediatas. El autor (Greenspan) ha identificado seis niveles que nos permiten tener una visión integral del niño: 1.- ATENCIÓN CONJUNTA Y REGULACIÓN: referida a la capacidad del niño de permanecer atento, calmado y alerta a la interacción frente a múltiples estímulos del medio ambiente. 2.- ESTABLECIMIENTO DE UNA RELACIÓN AFECTIVA: una vez que el niño ha logrado tener una atención conjunta, con sus padres o familiares y ha logrado un cierto grado de regulación frente a los múltiples estímulos del medio ambiente, comienza a establecer una fuerte relación afectiva con ellos. La calidad de esta relación va a estar influenciada por las diferencias individuales y los patrones de los adultos. 3.- COMUNICACIÓN DE IDA Y VUELTA: cuando el niño ha establecido una relación afectiva, empieza a comunicarse intencionalmente con ellos en forma simple, expresando sus primeras emociones o deseos básicos. 4.- COMUNICACIÓN GESTUAL COMPLEJA: al establecerse una comunicación de ida y vuelta, el niño va logrando organizar cadenas cada vez más complejas de interacción, basada en gestos complejos, aún no-verbales, para expresar emociones cada vez más complejas y solucionar problemas o satisfacer deseos. En esta etapa el niño aprende a leer claves gestuales de comunicación y anticipar sus emociones. 5.- IDEAS EMOCIONALES: sobre la etapa anterior emerge el lenguaje verbal, donde el niño comienza a incorporar palabras y símbolos mediante el juego, para expresar deseos y emociones. 6.- PENSAMIENTO EMOCIONAL: una vez que el niño ha desarrollado una amplia gama de ideas expresadas a través del juego y el lenguaje, comienza a construir puentes lógicos (para qué, dónde, cómo, cuándo) entre las ideas. De esta manera les da causalidad y coherencia a las ideas fragmentadas, lo que constituye la base del pensamiento emocional y la capacidad de diferenciar fantasía de realidad. Este enfoque según su autor, crea oportunidades para manejar las etapas iniciales de las interacciones emocionales, y al mismo tiempo ayuda a los diferentes componentes del cerebro a trabajar juntos con la finalidad de construir las bases saludables para relacionarse, comunicarse y pensar. 74