Unidad 1-Ordenamiento jurídico español

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MÓDULO III
“EL MARCO NORMATIVO APLICABLE A LOS CENTROS EDUCATIVOS”
UNIDAD 1
“Ordenamiento jurídico español. Normativa estatal y autonómica. Procedimiento
administrativo común. Normativa autonómica sobre el procedimiento administrativo”
(*) Elaborado por José María Vera Mur.
PROTOCOLO PARA EL TRABAJO DE LA UNIDAD
Competencias que se pretenden desarrollar en esta Unidad: “Conocimiento del marco
normativo y del procedimiento administrativo”
Resultados esperados:
Se espera que usted adquiera conocimientos básicos e imprescindibles sobre el marco
normativo general y el procedimiento administrativo en el contexto de la gestión y dirección
de un centro educativo.
También se espera que llegue a valorar la necesidad de una correcta aplicación del
procedimiento administrativo en las actuaciones de gestión directiva del centro educativo.
Contenidos. Esta primera unidad se despliega en siete segmentos:
1. El ordenamiento jurídico español
2. Las leyes y los reglamentos como disposiciones de carácter normativo
3. La jerarquía normativa y los instrumentos de publicidad y consulta
4. Normativa estatal y autonómica
5. Procedimiento administrativo común
6. Garantías procesales
7. Normativa autonómica sobre procedimiento administrativo
Actividades
Con el objeto de consolidar el aprendizaje de los contenidos básicos se plantearán dos
actividades obligatorias de sistematización del conocimiento adquirido en la Unidad y de
reflexión sobre la propia aplicación práctica
Evaluación
La evaluación de esta primera unidad tendrá presente los tres criterios de sistematización
coherente del conocimiento, reflexión bien argumentada y capacidad de diagnóstico. A
1
través de estos tres criterios el tutor evaluador podrá valorar hasta qué punto el alumno ha
desarrollado las competencias previamente establecidas.
2
UNIDAD 1 - “Ordenamiento jurídico español. Normativa estatal y autonómica.
Procedimiento administrativo común. Normativa autonómica sobre el procedimiento
administrativo”
Segmento 1 – El ordenamiento jurídico español
Conceptualmente, el ordenamiento jurídico en general es el conjunto total de normas
jurídicas vigentes en una comunidad política determinada. Otras definiciones lo consideran
como el sistema de normas e instituciones jurídicas vigentes en un grupo social homogéneo y
autónomo, destacando como caracteres del mismo la unidad, la plenitud y la coherencia.
Es el conjunto normativo vigente en un país determinado, como tal, es conocido también con
el simple nombre de Derecho, con lo que se evidencia que, siendo las normas el componente
mayoritario del mismo, debe incluirse también lo que directamente se relaciona con las reglas
jurídicas: doctrinas, técnicas, principios generales,…
El entramado normativo de un ordenamiento jurídico tiene siempre una determinada
coherencia de forma y contenido, a esta realidad se le da el nombre de sistema jurídico.
Otro concepto muy relacionado, es el de Derecho positivo, considerado como el conjunto de
normas jurídicas en vigor en un Estado o Comunidad concretos en un momento dado, con
independencia de la fuente de que procedan.
También, en el lenguaje común general, se identifica con el término Legislación a ese
conjunto de normas emanadas de los poderes del Estado con competencia para la creación de
las mismas.
Otros conceptos a tener en cuenta para una correcta interpretación, son los de Ley y función
legislativa. La Ley se puede definir como la norma jurídica de carácter general y
obligatoria dictada por aquellos órganos a los que el ordenamiento jurídico les atribuye el
poder de legislar o de hacer leyes. Legislar implica decidir libremente la regulación a
determinar en una materia, dentro del marco de lo dispuesto al respecto por la Constitución.
Después de la Constitución (CE), la Ley es el mandato jurídico originario aprobado por el
Parlamento, no susceptible de otro control que el de la propia constitucionalidad.
La actual Constitución, al configurar el Estado Español como un Estado de las Autonomías,
hace que la potestad legislativa no resida exclusivamente en las Cortes Generales
(Parlamento estatal), sino que se extienda también esta potestad a las Comunidades
Autónomas a través de sus Cámaras o Asambleas Legislativas (Parlamentos autonómicos).
También hay que señalar que, además del poder legislativo, cada vez más interviene en la
formación del ordenamiento jurídico, el poder ejecutivo (Gobierno), que actúa en substitución
del primero dictando disposiciones normativas con fuerza de Ley.
3
Principios del ordenamiento jurídico español
Según la Constitución como Ley fundamental del ordenamiento jurídico, en su artículo 9.3.,
determina los siguientes:
-
Principio de legalidad, por el que todos los poderes públicos se encuentran sujetos a la
ley, ello supone, según Garrido Falla, la sumisión de los actos administrativos concretos a
las disposiciones vigentes de carácter general, y de otro la sumisión de los órganos que
dictan disposiciones generales al ordenamiento jerárquico de las fuentes del Derecho.
-
Principio de jerarquía normativa, por el que las normas de rango inferior no pueden
oponerse a las de rango superior; el ordenamiento jurídico está ordenado de forma
jerárquica y en su cúspide máxima se halla la Constitución.
-
Principio de publicidad de las normas, por el que todas las disposiciones normativas
deben de ser previamente a su aplicación, publicadas en un diario oficial, para dar fe de su
existencia y contenido y poder ser conocidas por todos los ciudadanos.
-
Principio de irretroactividad de las disposiciones sancionadoras no favorables o
restrictivas de derechos individuales, por el que este tipo de disposiciones no tendrán
efecto retroactivo, si no dispusieren las leyes lo contrario de manera motivada.
-
Principio de seguridad jurídica, por el que el legislador en todo momento debe de
perseguir la claridad y no la confusión normativa.
-
Principio de responsabilidad de los poderes públicos, por el que éstos son responsables
por los daños causados en el ejercicio de su actuación y, en consecuencia los ciudadanos
afectados tienen el derecho a ser indemnizados, salvo en los casos de fuerza mayor.
-
Principio de interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos, por el que se
persigue la igualdad de todos ante la Ley.
Fuentes del ordenamiento jurídico español
La ley, la costumbre y los principios generales del Derecho (artículo 1.1. del Código Civil).
En la categoría de Ley y como norma fundamental se encuentra la propia Constitución. La
jurisprudencia a pesar de ser considerada como tal en los países anglosajones, aún no merece
el calificativo de fuente en nuestro ordenamiento, aunque en la práctica ha adquirido una
cierta trascendencia normativa.
Entre las fuentes del ordenamiento jurídico español deben ser consideradas como tales,
también los tratados internacionales de los que España sea parte y de todas las normas de
Derecho comunitario (Unión Europea).
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Para profundizar más
(elaborado por M. Mercè Berengueras Pont)
1. En el documento Sinopsis artículo 9 (Constitución Española), que encontrará en
http://www.congreso.es/consti/constitucion/indice/sinopsis/sinopsis.jsp?art=9&tipo=2,
lectura desde el apartado Principios del ordenamiento jurídico hasta el final.
2. Lectura de los artículos 1 y 2 del vigente Código Civil, que podrá encontrar en
http://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-1889-4763
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Segmento 2 – Las leyes y los reglamentos como disposiciones de carácter normativo
El conjunto de las disposiciones normativas, se agrupa en torno a dos grandes tipos, las Leyes
y los Reglamentos, las primeras elaboradas por el poder legislativo en los Parlamentos, tanto
a nivel estatal como autonómico y las segundas elaboradas por el poder ejecutivo por los
Gobiernos central, en el caso del Estado y autonómico, en el caso de las Comunidades
Autónomas.
Según el Parlamento donde se elaboren, las leyes se clasifican en estatales y autonómicas.
Entre las primeras se encuentran las leyes orgánicas y las leyes ordinarias:
- Leyes orgánicas, son aquéllas que regulen y/o desarrollan aspectos jurídicos fundamentales
como los derechos fundamentales y las libertades públicas, aprueban los Estatutos de
Autonomía, el régimen electoral general y las previsiones establecidas en el artículo 81.1. de
la CE.
Para su aprobación, modificación o derogación se precisa el voto de la mayoría absoluta del
Congreso de los Diputados, en una votación final sobre el conjunto del texto de la Ley.
Los Estatutos de Autonomía tienen la consideración de Ley orgánica, pero constituyen, al
mismo tiempo, la primera norma del ordenamiento jurídico autonómico, después del texto
constitucional.
- Leyes ordinarias, son las que regulen el resto de los temas y cuestiones, necesitando para su
aprobación, modificación o derogación, solamente el voto de la mayoría simple.
Su diferencia con las leyes orgánicas no es jerárquica, sino competencial, es decir en función
de las materias que regulen o desarrollan.
- Leyes de bases, tienen su origen en la técnica de delegación legislativa del Parlamento en el
Gobierno. Su denominación se debe a que su contenido normativo no se divide en artículos
como el resto de las normas jurídicas, sino en bases que establecen los principios y criterios
que posteriormente son desarrollados.
- Normas básicas, fundamentadas en la existencia de ordenamientos estatal y autonómicos y
se inscriben en el ámbito de sus interrelaciones.
Cuando una disposición, cualquiera que sea su clase, tiene la consideración de norma básica,
quiere decir que es de aplicación en todos los ámbitos territoriales del Estado. Normalmente
se hace referencia a esta condición en la exposición de motivos, en los primeros artículos o
bien en las disposiciones finales.
Leyes autonómicas, son las aprobadas por los Parlamentos autonómicos de acuerdo con el
principio de potestad legislativa que tienen en su ámbito territorial, y solamente pueden
regular las materias y los aspectos que estatutariamente son de su competencia.
Su relación con las leyes estatales se rige por el principio de competencia, nunca por el de
jerarquía normativa.
El derecho estatal, será en todo caso, supletorio del derecho autonómico, en ausencia de
regulación expresa de éste último (artículo 149.3. CE).
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La sanción de estas leyes la hace el Presidente de la Comunidad Autónoma en nombre del
Rey, y se han de publicar en el Diario Oficial de la Comunidad Autónoma respectiva, y en el
BOE en versión castellana.
Disposiciones con fuerza de Ley
Tienen este carácter, los Decretos-Leyes y los Decretos Legislativos.
Los Decretos-Leyes son disposiciones legislativas provisionales que, por razones de
necesidad extraordinaria y urgente, dicta el Gobierno, sobre cualquier tema, excepción de los
propios de las leyes orgánicas (artículo 86.1. CE).
En el plazo máximo de treinta días desde su promulgación deben ser sometidos a revisión,
debate y votación de totalidad por el Congreso de los Diputados, mediante procedimiento
especial y sumario. Su convalidación o derogación se publica en el BOE como un simple
acuerdo de la Cámara Baja.
Los Decretos Legislativos son el resultado de una colaboración en la producción normativa
entre los poderes legislativo (Parlamento) y ejecutivo (Gobierno).
Se elaboran sobre la base previa de una delegación parlamentaria en el Gobierno, que ha de
ser expresa y con fijación de plazo para su ejercicio (artículo 82.3. CE), para regular materias
concretas, que en ningún caso podrán ser de las reservadas a las leyes orgánicas.
Los Reglamentos
Son las normas dictadas y aprobadas por los gobiernos (poder ejecutivo), tanto central como
autonómicos, en virtud de su competencia legislativa.
Tienen categoría jerárquica inferior a la Ley y a las disposiciones con fuerza de Ley.
Esta potestad reglamentaria del Gobierno está explicitada en el artículo 97 de la CE y de
manera implícita también se reconoce por los gobiernos de las Comunidades Autónomas, en
los artículos 153.c. y 162.2. CE.
Son verdaderas normas y, por tanto son publicadas en los diarios oficiales respectivos y
conservan una vigencia indefinida hasta que no se modifiquen o deroguen por otras normas de
igual o superior rango.
Decretos
Órdenes
Resoluciones
Los formulan el Gobierno o el Consejo Ejecutivo de una CCAA, y llevan un
número de orden.
Los dictados por la Administración Central se llaman “Reales Decretos”
Los formulan los ministerios o las consejerías de las CCAA.
Son formuladas por los ministerios o las consejerías de las CCAA y,
también por las direcciones generales respectivas.
Los dictados por el Gobierno central se publican en el BOE y los dictados por los gobiernos
autonómicos en sus Diarios Oficiales respectivos.
No tienen carácter normativo y por tanto no son reglamentos, las instrucciones y las órdenes
de servicio.
En realidad, son simples órdenes generales de funcionamiento de la
Administración que imparten sus órganos superiores.
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Promulgación, publicación, vigencia y derogación de las disposiciones
- Promulgación, es la proclamación formal de una disposición, con el mandato a las
autoridades y a los ciudadanos para cumplirla y hacerla cumplir.
- Publicación, es el procedimiento técnico por el que se da a conocer una disposición, de tal
manera que una disposición secreta o no publicada, no obliga a ningún ciudadano.
La forma material de publicación es su inserción en el diario oficial respectivo, en el caso de
las disposiciones estatales en el BOE (Boletín Oficial del Estado) y de las autonómicas en el
Diario Oficial respectivo.
Una disposición, se entiende publicada cuando se ha publicado toda ella en su extensión, es
decir, el día que finaliza su inserción en el diario oficial respectivo.
El texto oficial de una disposición es el que se inserta y aparece publicado en el BOE o Diario
Oficial respectivo. Cuando se detectan errores, se publican posteriormente las oportunas
correcciones en el mismo diario oficial.
- Vigencia, es el momento cuando la disposición comienza a tener efectos. Cuando en el
texto de una disposición no aparece ninguna referencia a su entrada en vigencia, se entiende
que entrará en vigor a los veinte (20) días naturales (“vacatio legis”) de su completa
publicación en el diario oficial respectivo.
Las disposiciones obligan a partir de su publicación y entrada en vigor, de acuerdo con lo
establecido por el artículo 6.1. del Código Civil (“…la ignorancia de las leyes, no exime de su
cumplimiento”).
- Derogación, es la pérdida de la vigencia de una disposición publicada. Solamente se puede
derogar una disposición por otra u otras posteriores de igual o superior categoría jerárquica.
Por la simple derogación de una disposición no recobran vigencia las otras que ésta hubiere
derogado. Las leyes y disposiciones, en general, no tienen ningún efecto retroactivo.
Partes principales de una disposición
Es la primera parte de la disposición que indica la categoría de la norma (Ley,
Título
Real Decreto, Orden, ….)
Incluye una indicación del objeto o de la materia que trata, ya que se puede
considerar como el “nombre de la misma”.
Las disposiciones publicadas por la Comunidad Foral de Navarra, expresan su
condición de "Foral".
Preámbulo Es la parte expositiva de la disposición y actúa como de introducción, no
tiene fuerza vinculante, solamente indica el objetivo y la finalidad.
o
Exposición Normalmente contiene los antecedentes de la norma, la justificación de la
de Motivos competencia y un breve resumen de su contenido.
La STS de 30.10.1973 los considera como “interpretación auténtica”.
Contiene las normas organizativas, planificadoras, prescriptivas de derechos,
Parte
dispositiva obligaciones, prohibiciones y limitaciones, sancionadoras, procedimentales y,
procesales y de garantía.
Se estructura en libros, títulos, capítulos, secciones y artículos. Según la
extensión de la disposición se prescinde de algunas de estas divisiones,
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Parte final
Conclusión
Anexos
solamente los artículos, siempre están presentes.
Los artículos constituyen la unidad básica de todas las disposiciones
normativas. Cuando la redacción del contenido lo aconseja, se puede
aparecer dividido en apartados numerados con cifras arábigas.
• Disposiciones adicionales, que regulen regímenes jurídicos especiales
como matización o adición a la parte dispositiva, las excepciones,
dispensas y las reservas a la aplicación de la norma, así como las
remisiones a otros textos normativos.
• Disposiciones transitorias, que regulen los periodos de transición de la
disposición anterior a la presente; también sirven para declarar la
supervivencia o la ultraactividad de la disposición antigua para regular las
situaciones jurídicas iniciadas antes de la entrada en vigor de la nueva
disposición.
• Disposiciones derogatorias, que determinan las disposiciones anteriores
que se derogan parcialmente o totalmente.
• Disposiciones finales, que determinan en algunos casos, cuando entra en
vigor la disposición, el ámbito de aplicación como norma básica o de
carácter subsidiario,…
Es la parte donde se incluye la firma de la disposición normativa por parte de
la autoridad correspondiente, con expresión del lugar y la fecha de
promulgación.
Incluye gráficos, planos, series o relaciones de personas, lugares,…, respecto
de las que se ha de concretar la aplicación de las disposiciones del texto y
también acuerdos o convenios en los que el texto de la disposición da valor
normativo.
Para profundizar más
(elaborado por M. Mercè Berengueras Pont)
1. Visionar el vídeo Tipos de normas jurídicas que puedes consultar en YouTube en:
https://www.youtube.com/watch?v=9UKmMXlIR4A
(8 minutos 50 segundos), en él
encontrará una amplia y detallada explicación de los diferentes tipos de normas jurídicas
según nuestro ordenamiento vigente.
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Segmento 3 – La jerarquía normativa y los instrumentos de publicidad y consulta
Jerarquía normativa
CONSTITUCIÓN
(Bloque Constitucional)
LEYES Y DISPOSICIONES CON FUERZA DE LEY
LEYES ESTATALES
LEYES AUTONÓMICAS
Orgánicas y Ordinarias
DECRETOS-LEYES
DECRETOS-LEYES
DECRETOS LEGISLATIVOS
DECRETOS LEGISLATIVOS
REGLAMENTOS
DECRETOS
ORDENES
RESOLUCIONES
Instrumentos de publicidad y consulta
Diarios oficiales y boletines:
- BOE (Boletín Oficial del Estado), se publica en Madrid todos los días de la semana,
excepto domingos. Publica el texto de todas las leyes y reglamentos (reales decretos, ordenes
y resoluciones) que sean de aplicación territorial en el Estado, así como las leyes autonómicas
http://www.boe.es
Se estructura en bloques: disposiciones generales (contienen las leyes y reglamentos
agrupados por “Jefatura del Estado” y “ministerios”), autoridades y personal
(nombramientos, situaciones e incidencias, oposiciones y concursos), otras disposiciones
(contienen disposiciones diversas agrupadas por ministerios), Administración Local,
Administración de Justicia, Comunidades Autónomas y anuncios oficiales).
La normativa educativa con rango de norma básica se publica en este diario oficial en el
bloque de “disposiciones generales” y dentro del apartado del “Ministerio de Educación”.
- Diarios y/o Boletines Oficiales de las Comunidades Autónomas
Se puede acceder a su formato electrónico a través del siguiente enlace del BOE:
http://www.boe.es/legislacion/enlaces/boletines_autonomicos.php
Andalucía
Aragón
Asturias
Baleares
Canarias
Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA)
Boletín Oficial de Aragón (BOA)
Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA)
Boletín Oficial de la de las Islas Baleares (BOIB)
Butlletí Oficial de la Comunitat Autònoma de les Illes Balears
Boletín Oficial de Canarias (BOIC)
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Cantabria
Castilla-La Mancha
Castilla y León
Cataluña
Extremadura
Galicia
Madrid
Murcia
Navarra
País Vasco
Rioja
Valencia
Boletín Oficial de Cantabria (BOC)
Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM)
Boletín Oficial de Castilla y León (BOCyL)
Diario Oficial de la Generalidad de Cataluña (DOGC)
Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya
Diario Oficial de Extremadura (DOE)
Diario Oficial de Galicia (DOG)
Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM)
Boletín Oficial de la Región de Murcia (BORM)
Boletín Oficial de Navarra (BON)
Boletín Oficial del País Vasco (BOPV)
Euskal Herriko Agistarizaren Aldizkaria (EHAA)
Boletín Oficial de La Rioja (BOR)
Diario Oficial de la Comunidad Valenciana (DOCV)
Diari Oficial de la Comunitat Valenciana
- BOMEC (Boletín Oficial del Ministerio de Educación), se publica en Madrid y recoge
tanto la normativa como los actos administrativos que afectan el Ministerio de Educación.
http://www.mecd.gob.es/servicios-al-ciudadano-mecd/publicaciones/boletin-oficial.html
- Algunas Consejerías de Educación tienen boletín oficial propio, como es el caso del
Departamento de Enseñanza de Cataluña con el Full de Disposicions.
- DOUE (Diario Oficial de la Unión Europea), se publica en cada una de las lenguas
oficiales de los estados miembros, y recoge las disposiciones normativas y reglamentarias de
ámbito europeo, así como las directivas acordadas sobre diferentes materias y cuestiones.
http://eur-lex.europa.eu/JOIndex.do?ihmlang=es
Para profundizar más
(elaborado por M. Mercè Berengueras Pont)
1. Leer el marco conceptual que establece la Enciclopedia Jurídica sobre la Jerarquía
Normativa en http://es.wikipedia.org/wiki/Bolet%C3%ADn_Oficial_del_Estado
2. Para tener un conocimiento más amplio del BOE, consultar en la dirección
http://es.wikipedia.org/wiki/Bolet%C3%ADn_Oficial_del_Estado
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Segmento 4 – Normativa estatal y autonómica
La organización territorial del Estado, derivada del título VIII de la Constitución, determina
una doble potestad legislativa, la del Estado y la de las Comunidades Autónomas, con ello en
el panorama normativo español, existe también una doble normativa, la estatal y la
autonómica.
La potestad legislativa es la facultad jurídica que habilita para el ejercicio de la función de
elaborar leyes. La Constitución española atribuye a las Cortes Generales la potestad
legislativa del Estado (artículo 66.2 CE) y la existencia de Comunidades Autónomas dotadas
de autonomía política y con Parlamentos propios, hace que se atribuya también potestad
legislativa a sus Parlamentos autonómicos (también llamadas Asambleas Legislativas).
La normativa estatal y la normativa autonómica poseen el mismo rango y fuerza, pero tienen
acotado un campo material distinto determinado por el bloque de la constitucionalidad,
conjunto normativo integrado por la Constitución, los Estatutos de Autonomía y determinadas
leyes distributivas de competencias entre el Estado y las Comunidades Autónomas. Este
criterio de separación entre los ámbitos propios de las potestades normativas del Estado y de
las Comunidades Autónomas no es sino una manifestación del principio de competencia.
De acuerdo con este principio de competencia unas y otras se despliegan en aquellas materias
para las que, de acuerdo con el citado bloque de la constitucionalidad, poseen competencia
legislativa.
De acuerdo con el reparto de poder que corresponde a las Comunidades autónomas y al
Estado, según el art. 149 CE, existen
tres tipos de competencias:
a) Competencias exclusivas: aquéllas en las que un ente (Estado o Comunidad autónoma)
aglutina todas las facultades posibles sobre una misma materia, como ocurre con el Estado en
el art. 149.1 CE con las materias de relaciones internacionales, justicia, nacionalidad,...
También existe competencia exclusiva cuando se ostenta con exclusividad una facultad sobre
una materia, el caso de las normativas de carácter básico, cuya competencia es exclusiva del
Estado.
b) Competencias compartidas: cuando determinadas facultades corresponden a un ente y las
restantes a otro. Aunque en estos casos podría también señalarse que lo compartido es la
materia. El art. 149 CE recoge, en tal sentido, tanto la atribución de la legislación básica al
Estado, correspondiendo el desarrollo normativo y la ejecución a las Comunidades
Autónomas.
c) Competencias concurrentes: cuando los dos entes tienen la posibilidad de concurrir con
idénticas facultades a la regulación de una materia. Sería un supuesto aplicable a la cultura
(art. 149.2 CE), donde existe una concurrencia de objetivos "ordenada a la preservación y
estímulo de los valores culturales propios del cuerpo social desde la instancia pública
correspondiente", y en la que las competencias atribuibles a las Comunidades Autónomas no
resultan incompatibles con la misión del Estado de facilitar la comunicación entre ellas, ni
con la consideración de la labor cultural como un deber y atribución esencial.
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La coexistencia de las normativas estatal y autonómica, genera en algunos casos conflictos
competenciales y de ordenación entre el Estado y las Comunidades Autónomas, por ello el
artículo 149.3. CE arbitra y determina toda una serie de cláusulas para resolver los conflictos:
a) La cláusula residual, que opera a favor del Estado al señalarse que las competencias no
asumidas por las Comunidades Autónomas, vía estatutaria o a través de una ley orgánica de
transferencia o delegación, pertenecerán al Estado, pues la Comunidad Autónoma no ha
ejercido la posibilidad que le ofrece el precepto de asumir lo no expresamente reservado al
Estado.
b) La cláusula de prevalencia, según la cual las normas estatales prevalecen en caso de
conflicto sobre las de las Comunidades Autónomas si bien cuando no se trate de competencias
atribuidas
en
exclusiva
a
éstas
últimas.
c) La cláusula de supletoriedad, que viene a señalar la vigencia del derecho estatal ante un
vacío normativo por parte de las Comunidades Autónomas.
Normativa estatal y autonómica
Estado
Comunidades Autónomas
Normativa legal básica
Normativa legal autonómica
-
Constitución
-
Estatuto de Autonomía
-
Leyes orgánicas
-
Leyes autonómicas
-
Decretos-Ley y Decretos Legislativos de carácter básico
Artículos de leyes orgánicas y ordinarias
con carácter básico
-
Normativa reglamentaria básica
-
Decretos Legislativos autonómicos
Normativa reglamentaria autonómica
Reglamentos (Reales Decretos, Ordenes y Resoluciones) con carácter básico
Para profundizar más
Decretos-Ley autonómicos
Reglamentos (Decretos, Ordenes
Resoluciones) autonómicos
y
(elaborado por M. Mercè Berengueras Pont)
1. Leer documento Sinopsis artículo 148 (Constitución Española), que encontrará en
http://www.congreso.es/consti/constitucion/indice/sinopsis/sinopsis.jsp?art=148&tipo=2
2. Leer documento Sinopsis artículo 149 (Constitución Española), sobre las que encontrará
en
http://www.congreso.es/consti/constitucion/indice/sinopsis/sinopsis.jsp?art=149&tipo=2
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Segmento 5 – Procedimiento administrativo común
El procedimiento administrativo es el conjunto de actos o trámites a través de los cuales se
produce la voluntad administrativa para el cumplimiento de un fin de interés público.
Constituye también una garantía para la persona administrada, ya que comporta que la
actuación administrativa se realice a través de unos actos formales predeterminados
legalmente.
No se ha de confundir con expediente administrativo, que representa su materialización y que
consiste solamente en el conjunto ordenado de documentos y actuaciones que sirven de
antecedentes y fundamentan la resolución administrativa, así como las diligencias dirigidas a
su ejecución.
A nivel general está regulado por la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico
de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común (LRJPA).
Fases del Procedimiento Administrativo
INICIACIÓN
(arts. 68 al 73)
ORDENACIÓN
(arts. 74 al 77)
INSTRUCCIÓN
(arts. 78 al 86)
TERMINACIÓN
(arts. 87 al 92)
INICIACIÓN, pone en marcha el procedimiento administrativo
- De Oficio, se adopta por acuerdo del órgano competente por: propia iniciativa, por orden
superior, por petición razonada de otros órganos y por denuncia
- A solicitud de persona interesada
o Contenido de las solicitudes (LRJPA, art. 70.1.)
o Constancia de la recepción (LRJPA, art. 70.3.)
o Actuaciones cuando se detecta que no reúne los requisitos: subsanar la falta o
acompañar los documentos preceptivos en un plazo de 10 días, que se puede
ampliar a petición de persona interesada, por un máximo de 5 días.
o Medidas provisionales: para asegurar la eficacia de la resolución que se pueda
dictar, si hay elementos de juicio suficientes; no se pueden adoptar cuando
impliquen perjuicios o violación de derechos amparados por las leyes.
o Acumulación (LRJPA, 73): también en los casos de iniciación de oficio, no
pudiéndose interponer ningún recurso contra este acuerdo de acumulación.
ORDENACIÓN, conjunto de actuaciones que tienden a facilitar el desarrollo del
procedimiento
- Impulso, actos que hace avanzar el procedimiento, como el principio de celeridad, que
determina que se acuerden en un acto todos los trámites que, por su naturaleza, admitan
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-
-
una impulsión simultánea; los trámites a cumplimentar siempre se harán en el plazo de 10
días a partir de la notificación.
Dirección, conjunto de actividades que facilitan el adecuado funcionamiento:
o Actos resolutorios, se limitan a decidir las cuestiones de carácter incidental que
puedan plantearse a lo largo del procedimiento, tienen consideración de actos de
trámite
o Actos de comunicación, los que transmiten a otras persona, algo que debe
conocer:
 Comunicaciones entre órganos administrativos, se efectúan directamente,
sin traslados ni reproducciones a través de órganos intermedios (LRJPA,
art. 19)
 Notificaciones, comunicación formal y oficial de una resolución o de un
acto administrativo (LRJPA, arts. 58 al 61)
o Actos de intimación, tienen por objeto la imposición de una conducta y siempre
van unidos al acto de comunicación:
 Citaciones, imponen la comparecencia en un momento determinado
 Emplazamientos, imponen la comparecencia en un plazo determinado y
concreto
 Requerimientos, imponen cualquier conducta diferente a la comparecencia
Constancia, actuación o actividad que tiende a dejar constancia de los actos hechos
o De los actos manifestados en forma verbal, los practicará y firmará el titular del
órgano inferior que reciba oralmente la comunicación (LRJPA, art.55.2.)
o De los actos realizados por escrito, la persona responsable del órgano
administrativo ante el cual se tramita el procedimiento, ordenará la incorporación
al expediente de los escritos y documentos recibidos por orden cronológico de
entrada en el registro
o Certificaciones, conocimiento auténtico de los documentos que integran un
expediente administrativo; la persona interesada tiene el derecho a obtener
certificación o copia auténtica de los documentos que formen parte del expediente
del procedimiento en que hubiesen comparecido
o Desgloses, separación de un documento o de unos documentos que forman parte o
se han incorporado al procedimiento o a su conocimiento fuera del expediente.
INSTRUCCIÓN, proporciona los elementos necesarios para que se pueda dictar la
resolución
- Alegaciones, aportaciones que pueden hacer las personas interesadas, en cualquier
momento del procedimiento y, siempre, antes del trámite de audiencia
- Prueba, acto o actos encaminados a demostrar la exactitud o la inexactitud de los hechos
que han de servir de fundamento a la decisión del procedimiento.
o Carga de la prueba, obligación de la iniciativa probatoria por parte del órgano
(siempre antes del trámite de audiencia, no superior a 30 días ni inferior a 10)
o Objeto, sobre hechos relevantes para la decisión del procedimiento y que puedan
acreditarse por cualquier medio de prueba admitido en Derecho
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-
-
-
o Práctica, la Administración lo comunicará a las personas interesadas con tiempo
de antelación suficiente, es practicará la notificación haciendo constar el lugar,
fecha y hora; las propuestas por las personas interesadas, los gastos que generen se
pagarán por parte de ellas (LRJPA, art. 81.3.)
Informes, pareceres que emiten las Autoridades, funcionarios u organismos distintos de
aquellos a quienes corresponde dictar la resolución, respecto de las pretensiones, los
hechos o los derechos que sean objeto del expediente y sirvan para proporcionar los
elementos de juicio necesarios para la adecuada resolución (Entrena Cuesta, 1979). Son
declaraciones de juicio emitidas por órganos especializados, sobre determinadas materias
y hechos con la finalidad de proporcionar al órgano competente los elementos de juicio
necesarios para garantizar el máximo acierto en la resolución. Excepto disposición
expresa en contrario, por lo general son facultativos y no vinculantes Serán evacuados en
el plazo máximo de 10 días, salvo que una disposición o el cumplimiento del resto de los
plazos del procedimiento permita o exija otro plazo mayor o menor (LRJPA, art. 83.2.).
Esquema: descripción de los hechos + normativa aplicable + consideraciones derivadas
+ propuestas si procede.
Audiencia de la persona interesada, derecho esencial de las personas interesadas en el
procedimiento, por el que se puede examinar el expediente administrativo con la finalidad
de articular ante la Administración, de manera fundamentada la defensa de los derechos e
intereses legítimos, se debe cumplir con todas las personas que tengan en el procedimiento
la consideración de interesadas. Consiste en examinar el expediente en su integridad,
excepto las informaciones y los datos establecidos en la normativa específica y se debe
practicar en un plazo no inferior a 10 días ni superior a 15 días (LRJPA, art. 84.1. y 2.).
Si antes del vencimiento del plazo las personas interesadas manifiestan su decisión de no
presentar alegaciones ni aportar documentos o justificaciones, se considerará por
cumplimentado el trámite (LRJPA, art. 84.3.); el examen o vista del expediente tendrá
lugar en la sede del órgano administrativo que practique la tramitación, pudiendo ser
asistidos en todo momento por un asesor o asesores.
Información pública, comunicación a todos los ciudadanos para que, individual o
colectivamente, puedan participar en la elaboración del acto administrativo de la
resolución del procedimiento. Sólo es preceptivo en aquellos procedimientos que la
normativa específica aplicable lo determina, el trámite se anuncia mediante la
correspondiente publicación en el BOE o en el Diario Oficial correspondiente, en un plazo
nunca inferior a 20 días (LRJPA, art.86.3.).
TERMINACIÓN
- Normal, mediante resolución expresa dictada por el órgano competente, será motivada y
expresará los recursos que se puedan presentar y se tendrá que dictar y notificar en 6
meses; también mediante silencio administrativo (LRJPA, 43.1.)
- Anormal, por desistimiento de la acción (la persona interesada se aparta voluntariamente
del procedimiento), renuncia (la persona interesada deja de manera expresa su derecho),
caducidad (paralización de las actividades durante un plazo superior a 3 meses) y por
convenio (acuerdo, convenio, pacto o contrato entre la Administración y las personas).
16
Para profundizar más
(elaborado por M. Mercè Berengueras Pont)
1. Lectura de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las
Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común (LRJPA),
artículos relacionados con el procedimiento administrativo (68 al 101),
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Admin/l30-1992.t6.html#c1
2. Leer Cómo se practica una notificación en el procedimiento administrativo:
http://www.cuestionesadministrativas.es/como-se-notifica-un-acto-administrativo/
17
Segmento 6 – Garantías procesales
Se entienden como tales, todas aquellas actuaciones conducentes a poder considerar el
procedimiento administrativo, como justo y equitativo, como más destacables figuran la
revisión de oficio y el recurso administrativo.
Revisión de oficio
Recurso administrativo
• Defensa de la legalidad de la acción • Solicitud
de
anulación
o
administrativa
modificación
de
un
acto
administrativo.
• Es potestad de la Administración
Pública.
• Es
potestad
de la
persona
administrada
• En cualquier momento.
• Dentro de los plazos establecidos.
REVISIÓN DE OFICIO
Más que una garantía de las personas administradas, se puede considerar como una defensa de
la legalidad de la acción administrativa.
La potestad de revisión de oficio de los actos administrativos es atribuida con carácter general
a todas las Administraciones Públicas (LRJPA, art,s 102 y 103 según modificaciones de la
Ley 4/1999 de 13 de enero)
REVOCACIÓN Y RECTIFICACIÓN DE ERRORES
- Revocación, es la privación de efectos por razones de oportunidad de un acto
administrativo que se supone todavía válido, las Administraciones Públicas pueden
revocar en cualquier momento sus actos de gravamen o desfavorables.
- Rectificación de errores, es la corrección de un error material del acto administrativo,
también, las Administraciones Públicas, los podrán rectificar, de oficio o a instancia de
personas interesadas en cualquier momento del procedimiento.
RECURSOS ADMINISTRATIVOS
Son los actos por los cuales la persona administrada legitimada solicita de la propia
Administración la anulación o modificación de un acto administrativo que le afecta.
Los recursos administrativos tienen como presupuesto la existencia de un acto administrativo
previo, contra el que se interpone el recurso, con la pretensión de su anulación o reforma. Se
diferencian de las peticiones en el hecho que éstas tienen como finalidad obtener una decisión
nueva o primera de la Administración Pública sobre el asunto de nuestro interés.
Los recursos administrativos tienen por objeto actos administrativos definitivos que ponen fin
a la vía administrativa, o de trámite que impiden la continuidad del procedimiento
administrativo o producen indefensión. Se diferencian de las reclamaciones en que éstas
están dirigidas contra actos de trámite, normalmente en supuestos en los que se dan
resoluciones provisionales.
Las personas titulares de un derecho subjetivo o de un interés
¿Quién puede
legítimo en el asunto a que se refiere el acto recurrido.
interponerlos?
Ante la misma Administración autora del acto recurrido, que
¿Dónde se interponen?
será quien tendrá que resolverlo.
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La modificación o anulación del acto recurrido.
¿Qué pretenden?
Procedimiento de resolución
- Interposición
o Se llevará a cabo por la persona legitimada, que disponga de la capacidad de obrar
necesaria, bien por si misma o por su representante
o Se hará por escrito: nombre y apellidos de la persona recurrente + identificación
personal + acto que se recurre + razón de su impugnación + lugar-fecha-firma del
recurrente
o El error en la cualificación del recurso por parte del recurrente no será obstáculo
para su tramitación
- Tramitación
o Actividad de instrucción mínima, procedimiento de carácter no formal
o Dos trámites: traslado del recurso a terceras personas interesadas y vista y
audiencia del recurrente
o Cuando hayan de tenerse en cuenta nuevos hechos o documentos no recogidos en
el expediente originario, se pondrán de manifiesto a las personas interesadas, para
que en un plazo no inferior a 10 días ni superior a 15, se formulen las alegaciones
y se presenten los documentos y justificantes que se crean oportunos
- Terminación
o Por no admitirse el recurso, al no cumplir algún requisito procedimental
o Por estimación total o parcial de las pretensiones formuladas
o Por desestimación de las pretensiones formuladas
Tipos de recursos administrativos
- Alzada
o Se interpone ante el órgano que dictó el acto que se impugna o ante el superior
competente para resolverlo
o Su objeto son las resoluciones que no agotan la vía administrativa y los actos de
trámite que determinen la imposibilidad de continuar o produzcan indefensión
o El plazo para interponerlo, es de 1 mes
o El plazo para considerarlo desestimado, es de 3 meses
- Reposición
o Se interpone ante el mismo órgano que dictó el acto que se impugna o
directamente ante el orden jurisdiccional contencioso-administrativo
o Su objeto son las resoluciones que no agotan la vía administrativa
o El plazo para interponerlo, 1 mes (en acto expreso) y 3 meses (en caso contrario)
o El plazo para considerarlo desestimado, es de 1 mes
- Revisión
o Se interpone ante el mismo órgano que dictó el acto que se impugna
o Su objeto son los actos firmes en vía administrativa
o El plazo de interposición, es de 4 años (en casos de errores de hecho) y de 3 meses
en el resto de los casos
o El plazo para considerarlo desestimado, es de 3 meses.
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Para profundizar más
(elaborado por M. Mercè Berengueras Pont)
1. Los recursos administrativos. Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de
las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común (LRJPA),
artículos relacionados con el procedimiento administrativo (artículos 107 y siguientes)
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Admin/l30-1992.t7.html#c2
2. Lectura de algunos párrafos del apartado 1.1. del artículo Breve estudio en torno al
procedimiento administrativo sancionador y sus garantías, de Victoria López Torralba,
publicado en la Revista Jurídica de la Comunidad de Madrid núm. 22 de septiembre de
2005:
El
procedimiento
como
garantía
de
los
particulares
La exigencia de procedimiento conlleva la garantía constitucional de la existencia de unos
trámites procedimentales a través de los cuales se ha de formar la voluntad administrativa.
Esta garantía de procedimiento se establece en la propia Constitución Española, al señalar
en su artículo 105 que la Ley regulará “c) el procedimiento a través del cual deben
producirse los actos administrativos garantizando, cuando proceda, la audiencia del
interesado”.
El procedimiento administrativo, al configurarse como límite en el ejercicio de la potestad
administrativa, juega una doble función, como garantía del interés general y como
garantía frente a los administrados; esta doble garantía ya se venía recogiendo en la
vetusta jurisprudencia del Tribunal Supremo, estableciendo ésta que “el procedimiento
administrativo tiene la doble finalidad de servir de garantía de los derechos individuales
y de garantía de orden de la Administración y de justicia y acierto en sus
resoluciones”, así en STS de 14 de abril de 1971.
En esta misma línea, Garrido Falla[1] considera que el que la declaración en que el acto
administrativo consiste se forme a través de un procedimiento es el efecto de una doble
causa: de una parte, el hecho de que la Administración, siendo una persona moral, forma
su voluntad mediante la conjunción de una serie de voluntades de las personas físicas que
la integran; de otra, el hecho de que las cada vez más fuertes exigencias del Estado de
Derecho tienen a una cada vez mayor juridización del actuar administrativo, y es con esta
juridización del procedimiento con la que se persigue un doble objetivo: la garantía de los
derechos e intereses de los particulares y la garantía del interés público, asegurando un
mayor
acierto
y
eficacia
en
la
resolución
administrativa.
Ya es clásica la distinción que García de Enterría hace de las garantías que ostenta el
ciudadano en su posición jurídica frente a las Administraciones Públicas, considerando
que el procedimiento es la primera de ellas, siendo la segunda, los medios de impugnación
en vía administrativa y la tercera el acceso a los Tribunales de Justicia mediante la
fiscalización
de
la
actuación
administrativa.
20
La regulación del procedimiento administrativo común está hoy contenida en la Ley
30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del
Procedimiento Administrativo Común (en adelante LRJAP), modificada por Ley 4/1999,
de 13 de abril, que derogó[2] casi en su totalidad la Ley de Procedimiento Administrativo
de 17 de julio de 1958, en cuyos artículos 133 y siguientes regulaba el procedimiento
sancionador. En este sentido, la Exposición de Motivos de la LRJAP señala, tras citar el
contenido del art. 149.1.18ª de la Constitución Española que “la Ley recoge esta
concepción constitucional de distribución de competencias y regula el procedimiento
administrativo común, de aplicación general a todas las Administraciones Públicas y fija
las garantías mínimas de los ciudadanos respecto de la actividad administrativa. Esta
regulación no agota las competencias estatales o autonómicas de establecer
procedimientos específicos “ratione materiae” que deberán respetar, en todo caso, estas
garantías (...) la regulación de los procedimientos propios de las Comunidades
Autónomas habrán de respetar siempre las reglas de procedimiento que, por ser
competencia exclusiva del Estado, integra el concepto de Procedimiento Administrativo
Común.”
Todo procedimiento administrativo[3], está sujeto a una serie de garantías, las cuales
también concurren en el procedimiento administrativo sancionador, en cuyo ámbito se
hacen más relevantes.
Con carácter general, como principios generales que se derivan de la propia Norma
Fundamental y de los que nacen las garantías del procedimiento, cuyo control último se
residencia en los Tribunales de Justicia, según el tenor del artículo 106 de la Constitución
Española (en adelante CE), podemos citar las siguientes: el principio de legalidad artículos 9.3 CE y 103 CE-; la interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos,
art. 9.3 CE; la objetividad (según el art. 103.1 CE) e imparcialidad (como recoge el art.
103.3 CE) con que la Administración ha de servir a los intereses generales; la igualdad en
la actuación administrativa frente a los administrados -art. 14 CE- y la no indefensión y
presunción de inocencia derivado del art. 24 CE.
21
Segmento 7 – Normativa autonómica sobre procedimiento administrativo
Una mayoría de las diecisiete Comunidades Autónomas, once concretamente, han publicado
normativa con rango legal en relación al procedimiento administrativo, algunas de ellas de
manera global y específica y otras como adaptación de la normativa estatal, todas ellas en sus
ámbitos territoriales específicos regulan los aspectos determinados en las mismas y los de
procedimiento administrativo no regulados de manera expresa o que no aparecen en ellas, se
aplica la normativa publicada y vigente por el Estado, es decir, la Ley 30/1992 de 26 de
noviembre, de régimen jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento
Administrativo común (LRJPA), publicada en el BOE del 27 de noviembre y modificada por
la Ley 4/1999 de 13 de enero.
Las Comunidades Autónomas que no han regulado hasta la fecha, normativa con rango legal
en relación al procedimiento administrativo, de acuerdo con el artículo 149.3. de la
Constitución, aplicarán con carácter subsidiario la normativa del Estado, la LRJPA de 1992.
Las leyes autonómicas publicadas sobre procedimiento administrativo, regulan los aspectos
procedimentales de manera diversa, teniendo casi todas ellas en común, los aspectos
relacionados con los elementos básicos del procedimiento administrativo, del acto
administrativo y la regulación de los órganos colegiados de los servicios e instituciones
dependientes de la Comunidad Autónoma respectiva.
La normativa autonómica sobre procedimiento administrativo con rango de Ley publicada
hasta la fecha es la siguiente:
- Andalucía: Ley 9/2007 de 22 de octubre, de la Administración de la Junta de Andalucía.
(BOJA del 31 de octubre)
- Aragón: Decreto Legislativo 2/2001 de 3 de julio, por el que se aprueba el Texto
Refundido de la Ley de la Administración de la Comunidad Autónoma de Aragón.
(BOA del 20 de junio)
- Asturias: Ley 2/1995 de 13 de marzo, del régimen jurídico de la Administración del
Principado de Asturias.
(BOPA del 15 de marzo)
- Baleares: Ley 3/2003 de 26 de marzo, de régimen jurídico de la Administración de las
Islas Baleares.
(BOIB del 3 de abril)
- Cantabria: Ley 6/2002 de 10 de diciembre, de régimen jurídico del gobierno y de la
Administración de la Comunidad Autónoma de Cantabria.
(BOC del 18 de diciembre)
- Cataluña: Ley 26/2010 de 3 de agosto, de régimen jurídico y de procedimiento
administrativo de las Administraciones Públicas de Cataluña.
(DOGC del 21 de agosto)
- Extremadura: Ley 1/2002 de 28 de febrero, del gobierno y de la Administración de la
Comunidad Autónoma.
(DOE del 26 de marzo)
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-
-
-
Galicia: Ley 16/2010 de 17 de diciembre, de organización y funcionamiento de la
Administración General y del sector público autónomo.
(DOG del 31 de diciembre)
Madrid: Ley 8/1999 de 9 de abril, de adaptación de la normativa autónoma madrileña a
la Ley 30/1992 de 26 de noviembre, modificada por la Ley 4/1999 de 13 de enero,
(BOCM del 13 de abril)
Navarra: Ley Foral 15/2004 de 3 de diciembre, de la Administración de la Comunidad
Foral de Navarra.
(BON del 15 de diciembre)
La Rioja: Ley 4/2005 de 1 de junio, de funcionamiento y régimen jurídico de la
Administración de la Comunidad Autónoma de La Rioja.
(BOLR del 7 de junio)
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