E S PA Ñ A 1997 ECONOMÍA TRABAJO Y SOCIEDAD MEMORIA SOBRE LA SITUACIÓN SOCIOECONÓMICA Y LABORAL CONSEJO ECONÓMICO Y SOCIAL Departamento de Publicaciones NICES: 115-1998 Colección Memorias Número 5 La reproducción de esta Memoria está permitida citando su procedencia. Primera edición, junio de 1998 © Para esta edición: Consejo Económico y Social. España. 1998 Derechos reservados conforme a la Ley: Consejo Económico y Social. Huertas, 73. 28014 Madrid. ESPAÑA. Tel.: 91 429 00 18 - Fax: 91 429 42 57 E-Mail: institucional@ces.es Información Internet: http://www.ces.es ISBN: 84-8188-073-6 Depósito legal: Preimpresión: Grupo Industrial de Artes Gráficas. Ibersaf Industrial, S. L. Huertas, 47 bis - 28014 Madrid Impresión: Fareso, S. A. Paseo de la Dirección, 5 - 28039 Madrid MEMORIA SOBRE LA SITUACIÓN SOCIOECONÓMICA Y LABORAL DE ESPAÑA EN 1997 Aprobada en la sesión ordinaria del Pleno del Consejo Económico y Social celebrada el 27 de mayo de 1998 CONSEJO ECONOMICO Y SOCIAL PRESENTACIÓN Un año más, y ya es el quinto consecutivo, tengo la satisfacción de presentar la Memoria que recoge las apreciaciones del Consejo sobre la situación social, económica y laboral española correspondiente a 1997. Aprobada en la sesión del Pleno del 27 de mayo, se cumple así puntualmente una de las funciones específicamente reconocida en la Ley fundacional de 17 de junio de 1991: elaborar y elevar anualmente al Gobierno, dentro de los cinco primeros meses de cada año, una Memoria en la que se expongan sus consideraciones sobre la situación socioeconómica y laboral de la nación. No puedo por menos que expresar el agrado de esta Institución al comprobar la gran receptividad que este trabajo tiene en múltiples foros, tanto profesionales como educativos, entre otros, y las frecuentes citas que de sus consideraciones aparecen en numerosos textos. Tal circunstancia, sin duda alentadora, es previsiblemente consecuente con la característica quizás más acusada de la Memoria: que es fruto del estudio y análisis conjunto de las organizaciones representadas en el Consejo —agrarias, de consumidores, de economía social, empresariales, marítimo-pesqueras y sindicales—, de sus esfuerzos en encontrar líneas comunes en la interpretación de las particularidades de la situación española. Ello supone, efectivamente, un valor añadido sobre cualquier otra publicación de similar contenido. En la presente edición se mantiene una estructura que se pretende ya consolidada, distinguiendo tres grandes capítulos. El VII MEMORIA 1997 primero se dedica a analizar el panorama económico en sus distintas perspectivas y vertientes. El segundo se ocupa del mercado de trabajo, de las relaciones laborales y de las políticas de empleo. En el tercero entran cuestiones de especial significación social que ponen de manifiesto la situación y la evolución de lo que se considera calidad de vida o bienestar real de los ciudadanos. Común denominador de todos los capítulos es que, además de exponer y valorar los hechos más relevantes del año, permiten hacer un seguimiento pormenorizado de los aspectos o temas más destacados en años anteriores. Igualmente, se apunta en ellos el posible futuro comportamiento, la tendencia de los acontecimientos que presenta el año analizado. Se pretende así un trabajo lo más completo posible que abarque los distintos aspectos expresivos de la realidad española en cada campo objeto de investigación. Sin tratar de recoger en esta presentación todas las cuestiones de específica consideración, sí quisiera destacar algunas de las mismas con una no oculta finalidad: incitar al lector a que acuda y descienda a cada uno de los apartados en que son tratadas particularmente. Antes que nada, cabe señalar que el año 1997 no ha sido un año cualquiera; ha sido el año del examen europeo, que la sociedad española ha conseguido aprobar y que ha supuesto formar parte del grupo de once países que iniciarán el 1 de enero de 1999 la tercera fase de la Unión Económica y Monetaria. Ciertamente, en la perspectiva económica, el año 1997 ofrece un balance positivo: mayor crecimiento, avance en la corrección de los desequilibrios básicos y una progresiva convergencia con el resto de las economías europeas, son, sin duda, las notas generales más sobresalientes. Es objeto de examen, en primer lugar, el entorno internacional, cuyo mayor dinamismo ha repercutido en un crecimiento de la economía española mayor de lo esperado y por encima de la media comunitaria. Se trata posteriormente el comportamiento de la economía por el lado de la oferta, destacando la recuperación de la actividad industrial, y por el de la demanda, con un mayor empuje de la interna que VIII PRESENTACIÓN del sector exterior. Seguidamente se analiza la inflación, la política monetaria, el sector público y el paulatino proceso de integración europea, con una dedicación especial a la denominada Europa Social y del Empleo y a las principales líneas de actuación futura de la Unión Europea recogidas en la Agenda 2000. Como cuestión que ha tenido relevancia en 1997, se tratan en este capítulo primero las “privatizaciones”de determinadas actividades económicas, hasta fechas recientes dominadas por el sector público empresarial, efectuadas desde 1985 hasta la actualidad. Se distinguen así los enfoques del periodo socialista y del correspondiente al Partido Popular de este complejo proceso desinversor que ha permitido al Estado obtener unos cuantiosos ingresos no financieros. El capítulo segundo presenta también una línea de continuidad temática en relación con los contenidos de Memorias precedentes. No obstante, el impulso y la concreción en resultados del diálogo social mantenido por los agentes sociales, marcan un enfoque singular en el tratamiento de las diversas cuestiones analizadas. En una institución como el Consejo, de representación de intereses socio-económicos y laborales y con clara vocación, por tanto, de residenciar en su sede el debate permanente de ese importante ámbito de la realidad del país, es obvio que se preste una especial atención a la actividad desplegada por los propios protagonistas de aquella realidad en la búsqueda de mecanismos de mejora que incidan, de una parte, en la corrección de los desequilibrios de nuestro mercado de trabajo —fundamentalmente la elevada tasa de paro— como en los instrumentos reguladores de la relación laboral, en particular la negociación colectiva. En este sentido, la perspectiva de los Acuerdos Interconfederales firmados en abril de 1997, y en general de los distintos acuerdos o debates sobre materias concretas, como solución extrajudicial de conflictos laborales, formación continua, seguridad y salud laboral constituyen un hilo argumental en el desarrollo del capítulo. IX MEMORIA 1997 Al lector especializado quizás le pueda sorprender que un informe como el presente, que acoge la situación de las relaciones laborales, no entre en condiciones de trabajo tan significativas como son la jornada y el salario (salvo desde el planteamiento de la negociación colectiva). Esta cuestión fue ampliamente debatida en el seno de la Comisión de Trabajo encargada de la elaboración de la Memoria, que llegó a la conclusión de que el análisis que requieren estas condiciones de trabajo hace aconsejable su concreción en un informe específico, que permita un tratamiento más en profundidad y amplitud del que se podría incluir en un informe más sintético y globalizador como el de esta Memoria anual. En el orden de exposición cabe destacar, en primer lugar, una favorable evolución tanto de las cifras de creación de empleo como en lo que respecta a la reducción del paro. En la observación de estos indicadores se ha incorporado una panorámica territorial que permite evaluar el grado de cohesión entre Comunidades Autónomas, así como explicar el funcionamiento del mercado de trabajo. Por otra parte, se ha entendido oportuno realizar un análisis de la estabilidad del empleo en el mercado laboral español en razón al protagonismo que tal concepto ha asumido en la concertación social de 1997 y que ha derivado en una decidida apuesta por mejorar dicha estabilidad. . Como se ha señalado anteriormente, a la luz de los Acuerdos Interconfederales se examinan los datos de evolución de entradas y salidas del mercado de trabajo y del funcionamiento de la negociación colectiva como instrumento de un modelo de relaciones laborales con mayores dosis de autonomía. Las políticas activas de empleo han cobrado una especial relevancia a lo largo del año 1997, tanto en la Unión Europea como en España, referenciándose en este capítulo el proceso de definición y reorientación de estas políticas en los ámbitos señalados. En materia de formación profesional, y su consideración como elemento de especial valor en la concepción de las políticas activas de empleo, se da cuenta del nuevo Programa Nacional de X PRESENTACIÓN Formación Profesional, 1998-2002, y de los indicadores de las distintas ramas de formación profesional en el año de referencia. Asimismo se hace un especial seguimiento de las prestaciones por desempleo, con principal atención a las cifras de gastos y tasa de cobertura. El fuerte aumento de la siniestralidad laboral en 1997, así como la progresiva implantación y desarrollo de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, encuentra su síntesis en un epígrafe diferenciado en el que se pone de manifiesto la necesidad de un cambio en la cultura colectiva sobre estos temas y en la definitiva introducción de los instrumentos previstos por la citada Ley. El capítulo termina con un apartado dedicado a la conflictividad laboral, en el que junto a las cifras correspondientes a las principales variables que integran esta materia, se muestran datos de los sistemas, ya implantados, de solución autónoma de conflictos. No por ser el capítulo de calidad de vida y protección social el tercero en términos ordinales, significa que se le preste menor atención. De hecho es el colofón de los anteriores y ofrece un panorama de cómo afecta la actividad económica y la evolución del mercado de trabajo a la sociedad española, al analizar detenidamente los distintos indicadores de calidad de vida que se han seleccionado como más importantes y actuales. En efecto, la educación, la sanidad, la vivienda, el consumo, el medio ambiente y la protección social son todas distintas vertientes que permiten vislumbrar cómo evoluciona el nivel de bienestar de la sociedad española. Además, en este año se ha incluido un nuevo apartado sobre la incipiente sociedad de la información y los retos que puede plantear en el futuro. Con todo ello, el capítulo tercero representa un esfuerzo por plasmar los efectos que tienen las distintas políticas públicas destinadas a la mejora del bienestar de sus ciudadanos. Merece resaltar también de este capítulo de la Memoria, el acompañamiento de unos cuadros de indicadores al final de cada epígrafe que ofrecen una visión comparada de España con el resto de países miembros de la Unión Europea en los principales aspectos XI MEMORIA 1997 analizados. Con estos datos, se pone de manifiesto que el desarrollo de las distintas referencias de la calidad de vida de los españoles recorre un camino desigual, pero que tiende a una cierta convergencia con el resto de los países de la Unión Europea. Como los capítulos precedentes, el tercero ofrece novedades frente a anteriores ediciones de la Memoria. Así, en materia de educación, se incluye un análisis detallado de los puntos importantes de la adaptación de la educación a la nueva sociedad de la información, de las reformas introducidas en el sistema a lo largo del curso 19961997 y de los resultados de la evaluación educativa. Asimismo, se efectúa un examen de los cambios en el sistema de acceso a la universidad y se trata la interrelación entre la educación y el acceso al empleo. También el sistema sanitario se encuentra en un periodo de reformas importantes. El análisis de las medidas destinadas a la cobertura universal y a la equidad en el acceso, la reflexión acerca de la financiación del sistema y del gasto público en farmacia reflejan una etapa de transición hacia la consolidación del sistema y en aras a su futura supervivencia. Característica actual del sector de la vivienda es su reactivación. En el apartado correspondiente se estudian los distintos indicadores de su problemática, entre los que se encuentran los precios, los tipos de viviendas y sus equipamientos, los tipos de interés y las hipotecas. Es nuevo un apartado relacionado con el suelo y el urbanismo, al haberse visto inmerso en un proceso de revisión global de su marco jurídico. En cuanto a las actuaciones de política de vivienda y de su fiscalidad, se ha añadido una comparación con los países de la Unión Europea. La protección del consumidor ha merecido también un análisis pormenorizado al considerarse sentadas las bases del marco teórico, institucional y normativo y haberse aprobado el nuevo plan estratégico para el periodo 1998-2001. No obstante, aún resta avanzar en determinados aspectos que confluyan para conseguir una protección efectiva. En materia de medio ambiente, aparte de la consideración de los principales aspectos del mismo —su financiación, el grado de XII PRESENTACIÓN cumplimiento de la normativa, la evolución de la política del agua y de las energías renovables—, se ha optado por introducir dos epígrafes nuevos. Uno analiza el cambio climático y su regulación a la luz de la Cumbre de Kyoto de diciembre de 1997, que giró, sobre todo, en torno a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. El otro epígrafe se ocupa de los residuos, tanto industriales como urbanos, sobre los que recaen una creciente preocupación por los problemas ambientales que producen y la necesaria búsqueda de soluciones, no sólo en el ámbito legal sino también en el de la gestión empresarial. Este año también se ha modificado el marco de análisis del apartado relativo al estado de la protección social. Además de ofrecer un repaso de las principales cifras, se ha ampliado para incorporar el análisis cualitativo de distintas perspectivas de la protección social, desde las medidas de intensificación de la lucha contra el fraude, la situación de las pensiones, de los sistemas complementarios de la Seguridad Social, en especial los planes de pensiones, hasta el examen del sistema público de servicios sociales y de la participación de la sociedad civil en la provisión de éstos. Por último, como ya se ha indicado, ha sido objeto de atención la sociedad de la información. Su nacimiento y la evolución de la civilización industrial que hasta ahora ha vertebrado las economías de los países avanzados, está obligando a las Administraciones y a los agentes sociales a plantearse las perspectivas y consecuencias de esta nueva fórmula, fundamentada en el cambio tecnológico permanente y en su asimilación e integración en la sociedad a una velocidad y alcance de límites todavía imprevisibles. Concluyo con un expreso reconocimiento a la Comisión de Trabajo encargada de elaborar y presentar la propuesta de Memoria sobre la situación socioeconómica y laboral de la nación, a su Presidente, D. Francisco Pérez de los Cobos, a los ponentes de cada uno de los Capítulos: D. Francisco Gualda, D. Enrique de la Lama-Noriega y D. Ignacio Faura, y al resto de los Consejeros que la componen, representantes de los tres Grupos del Consejo —D. Jorge Aragón y D. José Manuel Morán, del Grupo Primero; D. Fernando Moreno y D. Roberto XIII MEMORIA 1997 Suárez, del Grupo Segundo; y D. Maximino Carpio, del Grupo Tercero—, cuya dedicación y espíritu de diálogo y consenso, ha permitido finalizar un trabajo que espero y deseo sea útil, no sólo al Gobierno al que preceptivamente se eleva la Memoria, sino a toda la sociedad española a la que este Consejo, como institución pública, sirve. Madrid, junio 1998 FEDERICO DURÁN LÓPEZ Presidente del Consejo Económico y Social XIV ÍNDICE GENERAL CAPÍTULO I. PANORAMA ECONÓMICO .......................................................................... 1 1. INTRODUCCIÓN ......................................................................................................... 2. CONTEXTO INTERNACIONAL FAVORABLE ................................................................... 3 10 2.1. El comercio mundial repunta ........................................................................ 2.2. Mayor dinamismo de las economías más avanzadas .................................... 2.3. La crisis asiática reducirá el crecimiento mundial ........................................ 11 14 19 3. ACELERACIÓN DEL CRECIMIENTO .............................................................................. 30 3.1. La actividad volvió a crecer por encima de la media comunitaria ................ 3.2. Resurge el sector industrial y languidece el agrícola .................................... 3.3. Todas las Comunidades Autónomas se beneficiarion del crecimiento ......... 30 37 59 4. MAYOR DINAMISMO DE LA DEMANDA INTERNA QUE DEL SECTOR EXTERIOR ............... 64 4.1. La demanda interna tomó el relevo ............................................................... 65 4.1.1. Se consumió más de lo previsto ......................................................... 4.1.2. Trayectoria ascendente de la inversión .............................................. 66 70 4.2. El sector exterior otra vez protagonista ......................................................... 73 4.2.1. Las exportaciones crecieron más que las importaciones ................... 4.2.2. Auge del turismo ................................................................................ 4.2.3. Rentas, transferencias y cuenta de capital ......................................... 75 79 80 XV MEMORIA 1997 4.2.4. Récord histórico de la inversión directa en el exterior ....................... 81 5. LA INFLACIÓN Y LA POLÍTICA MONETARIA ................................................................ 84 5.1. 5.2. 5.3. 5.4. Mejora generalizada de los precios ............................................................... El dinero acudió a los fondos de inversión ................................................... Los tipos de interés cumplieron con la convergencia .................................... La peseta, cómoda en el SME ....................................................................... 84 95 98 104 6. SECTOR PÚBLICO: A UN PASO DE LA UNIÓN MONETARIA ............................................ 105 6.1. Liquidación del Presupuesto del Estado para 1997 ...................................... 107 6.1.1. Ingresos .............................................................................................. 6.1.2. Gastos no financieros ......................................................................... 6.1.3. Operaciones financieras ..................................................................... 108 117 122 6.2. Deuda Pública ............................................................................................... 6.3. Presupuesto para 1998: más allá del objetivo del euro ................................. 126 130 6.3.1. Principales líneas económicas de los Presupuestos Generales del Estado para 1998 ................................................................................ 6.3.2. Políticas de gasto en los Presupuestos de 1998 ................................. 131 134 6.4. Las privatizaciones: el estado de la cuestión ................................................. 137 6.4.1. Las privatizaciones en el periodo socialista ....................................... 6.4.2. Nuevo enfoque privatizador del Gobierno del Partido Popular ......... 6.4.3. Las privatizaciones en 1997 ............................................................... 142 147 153 7. UNIÓN EUROPEA ...................................................................................................... 155 7.1. La UEM en la recta final ............................................................................... 7.2. Un nuevo Tratado .......................................................................................... 158 170 7.2.1. Nuevo título de empleo ...................................................................... 7.2.2. Política social en el nuevo Tratado .................................................... 171 174 7.3. La Europa social y del empleo ...................................................................... 179 7.3.1. Nueva política de empleo ................................................................... 7.3.2. Política social en 1997 ....................................................................... 7.3.3. Diálogo social .................................................................................... 180 183 186 7.4. Hacia el siglo XXI: la Agenda 2000 y ampliación ......................................... 189 7.4.1. 7.4.2. 7.4.3. 7.4.4. Ampliación ......................................................................................... Política agrícola ................................................................................. Políticas estructurales y de cohesión y perspectivas financieras ....... Saldo financiero entre las Comunidades Europeas y España ............ 189 196 197 200 CAPÍTULO II. MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO ................................................................................................................... 203 1. INTRODUCCIÓN ......................................................................................................... 205 XVI ÍNDICE GENERAL 2. PANORAMA GENERAL DEL EMPLEO ............................................................................ 212 2.1. Evolución y tendencias de la ocupación, la actividad y el paro .................... 213 2.1.1. La industria, motor del crecimiento del empleo ................................ 2.1.2. Más empleo asalariado, más estable y a tiempo parcial .................... 2.1.3. Características personales de los nuevos ocupados ........................... 216 219 228 2.2. El empleo no llega por igual a todas las regiones ......................................... 233 2.2.1. Diferencias demográficas, económicas y laborales ........................... 2.2.2. ¿Se han acortado las diferencias? ...................................................... 2.2.3. Una explicación pendiente ................................................................. 235 244 247 2.3. Estabilidad en el empleo ............................................................................... 248 2.3.1. Características de la temporalidad ..................................................... 2.3.2. Rotación y segmentación en el empleo .............................................. 250 254 3. NUEVOS ENFOQUES EN LAS RELACIONES LABORALES Y EL DIÁLOGO SOCIAL .............. 256 3.1. El AIEE, un esfuerzo de negociación ........................................................... 259 3.1.1. 3.1.2. 3.1.3. 3.1.4. 3.1.5. 3.1.6. 3.1.7. 3.1.8. 3.1.9. Un nuevo contrato para una nueva filosofía laboral .......................... La reforma de los contratos formativos ............................................. Ajustar la contratación temporal a la causa ....................................... Retoques en la regulación del contrato a tiempo parcial ................... Nueva redacción de los supuestos de despido objetivo en el Estatuto de los Trabajadores ............................................................................ El AIEE y las Empresas de Trabajo Temporal .................................. Tiempo de trabajo y empleo en el AIEE ............................................ La Comisión Mixta de Seguimiento del AIEE: funciones, compromisos cumplidos y tareas pendientes ................................................. Incentivos en materia de Seguridad Social y Fiscales para el fomento de la contratación indefinida .......................................................... 3.2. La influencia del Acuerdo Interconfederal para la Estabilidad del Empleo en la contratación .......................................................................................... 3.2.1. 3.2.2. 3.2.3. 3.2.4. 3.2.5. 260 261 264 267 268 269 270 271 272 275 Contratación temporal causal ............................................................. Contratación a través de Empresas de Trabajo Temporal .................. Contratos formativos .......................................................................... Contratos a tiempo parcial ................................................................. La contratación indefinida usada para establizar plantillas ............... 277 281 283 286 287 3.3. Extinciones del contrato de trabajo ............................................................... 290 3.3.1. Regulaciones de empleo .................................................................... 3.3.2 Despidos conciliados ante los Servicios Administrativos ................. 3.3.3. Despidos tramitados judicialmente .................................................... 291 292 293 4. LAS POLÍTICAS ACTIVAS DE EMPLEO .......................................................................... 295 4.1. Nuevos planteamientos ................................................................................. 4.2. Servicios de empleo más cercanos a las necesidades locales ....................... 295 304 XVII MEMORIA 1997 4.3. La formación profesional .............................................................................. 4.3.1. 4.3.2. 4.3.3. 4.3.4. 308 El nuevo Programa Nacional de Formación Profesional ................... Formación continua: renovación de los Acuerdos ............................. El desempleo y la formación ocupacional ......................................... La formación reglada: hacia una alternativa a la universidad ............ 308 312 319 325 5. PRESTACIONES POR DESEMPLEO ................................................................................ 331 5.1. Continúa la disminución de la cobertura de las prestaciones económicas por desempleo ............................................................................................... 5.2. Características de los beneficiarios ............................................................... 5.3. El gasto en desempleo vuelve a descender ................................................... 333 335 337 PAPEL DE LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA EN UN SISTEMA DE RELACIONES LABORALES EN EVOLUCIÓN ................................................................................................... 339 6.1. Concertación social y negociación colectiva ................................................ 340 6.1.1. Acuerdo Interconfederal sobre Negociación Colectiva ..................... 6.1.2. Acuerdo sobre Cobertura de Vacíos ................................................... 344 356 6.2. La Negociación Colectiva en 1997 fue fluida y poco conflictiva ................. 376 6.2.1. Planteamientos y curso de las negociaciones .................................... 6.2.2. Estructura de la negociación colectiva ............................................... 6.2.3. La negociación colectiva va más allá del incremento salarial ........... 377 381 393 7. PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES ....................................................................... 433 7.1. El desarrollo del nuevo modelo de prevención en las empresas ..................... 7.2. Evolución y consecuencias de la siniestralidad en el trabajo .......................... 433 439 8. CONFLICTIVIDAD LABORAL ....................................................................................... 450 8.1. Huelgas y conflictos colectivos ..................................................................... 8.2. Medios autonómos de solución de conflictos laborales ................................ 450 455 8.2.1. Procedimientos autónomos de solución de conflictos laborales en las Comunidades Autónomas ............................................................. 8.2.2. Primeros resultados de los sistemas autonómicos ............................. 457 461 CAPÍTULO III. CALIDAD DE VIDA Y PROTECCIÓN SOCIAL ............................................. 465 1. INTRODUCCIÓN ......................................................................................................... 467 2. EDUCACIÓN ............................................................................................................. 478 2.1. Educación y la Sociedad de la Información .................................................. 2.2. Reformas educativas ..................................................................................... 2.3. Cambios en la universidad ............................................................................ 479 482 490 2.3.1. ¿Modificar la selectividad? ................................................................ 2.3.2. El alumnado ....................................................................................... 490 493 6. EL XVIII ÍNDICE GENERAL 2.4. Educación y empleo ...................................................................................... 497 3. SANIDAD .................................................................................................................. 504 3.1. 3.2. 3.3. 3.4. 3.5. Proyectos de reforma e iniciativas en curso .................................................. Cobertura universal y equidad en el sistema sanitario .................................. Nuevo modelo de financiación ...................................................................... A vueltas con el gasto farmacéutico ............................................................. La modernización del sistema: organización y gestión ................................. 504 509 512 516 520 4. REVITALIZACIÓN DEL MERCADO DE VIVIENDAS ......................................................... 528 4.1. Mejora el acceso a la vivienda ...................................................................... 4.2. Reforma de la política urbanística ................................................................ 4.3. Actuaciones en política de vivienda .............................................................. 529 534 539 4.3.1. La vivienda recibe el 19 por 100 del gasto fiscal ............................... 4.3.2. Ligeras modificaciones en el Plan de Vivienda ................................. 546 547 5. PROTECCIÓN A LOS CONSUMIDORES Y USUARIOS ....................................................... 552 5.1. Políticas de protección al consumidor: un año de transición ........................ 552 6. MEDIO AMBIENTE .................................................................................................... 559 6.1. Aspectos generales del medio ambiente ....................................................... 6.2. El cambio climático y su regulación ............................................................. 559 565 6.2.1. Los gases de efecto invernadero .......................................................... 6.2.2. La Cumbre de Kyoto ........................................................................... 6.2.3. La posición de la Unión Europea y de España .................................... 566 568 571 6.3. Los residuos .................................................................................................. 573 6.3.1. Producción y gestión de residuos ....................................................... 6.3.2. Ley Básica de Residuos ..................................................................... 574 578 7. EL ESTADO DE LA PROTECCIÓN SOCIAL ..................................................................... 582 7.1. Cifras básicas de la Seguridad Social ........................................................... 583 7.1.1. Posible estabilización sobre el PIB .................................................... 7.1.2. Adaptación de la estructura financiera ............................................... 7.1.3. Unas prestaciones económicas al alza ............................................... 584 588 595 7.2. Intensificación en la lucha contra el fraude ................................................... 600 7.2.1. Control de los recursos y aumento de la recaudación ........................ 7.2.2. Reclamación y pago de las deudas con la Seguridad Social .............. 7.2.3. Acceso y permanencia en las prestaciones ........................................ 602 604 607 7.3. La perspectiva de las pensiones .................................................................... 612 7.3.1. El peso de las pensiones contributivas ............................................... 7.3.2. Las importantes reformas de 1997 ..................................................... 7.3.3. Pensiones no contributivas ................................................................. 613 620 624 7.4. Sistemas complementarios de Seguridad Social ........................................... 626 XIX MEMORIA 1997 7.4.1. Antecedentes: la Constitución y el Pacto de Toledo .......................... 7.4.2. Panorama legislativo. Algunas apreciaciones críticas ....................... 7.4.3. La opción de los planes de pensiones: modalidades, características y desarrollo ........................................................................................ 7.4.4. La exteriorización de los compromisos de pensiones suscita controversia .................................................................................................. 627 629 7.5. El sistema público de servicios sociales ....................................................... 653 7.5.1. Las competencias de las distintas Administraciones Públicas ........... 7.5.2. Estructura del sistema público de servicios sociales ......................... 7.5.3. Hacia la consolidación del sistema público de servicios sociales ..... 656 661 667 7.6. La sociedad civil y la provisión de servicios sociales ................................... 671 7.6.1. Recursos humanos: el voluntariado y la creación de empleo ............ 7.6.2. Fuentes de financiación y áreas de actuación .................................... 672 676 8. LOS RETOS DE LA NUEVA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN .......................................... 681 8.1. Ejemplos del exterior .................................................................................... 8.2. Estrechando la convergencia regulatoria ....................................................... 8.3. Equipamientos y teleaplicaciones ................................................................. 682 684 686 ÍNDICES ......................................................................................................................... 693 1. ÍNDICE DE CUADROS ........................................................................................... 2. ÍNDICE DE GRÁFICOS ........................................................................................... 3. ÍNDICE DE ANEXOS ............................................................................................. 695 701 703 XX 639 646 CAPÍTULO I PANORAMA ECONÓMICO 1. INTRODUCCIÓN El año 1997 se ha caracterizado por una considerable aceleración del crecimiento económico que contrasta con la moderación de la actividad del año anterior, lo que ha permitido consolidar la etapa expansiva del ciclo económico. Este mayor crecimiento ha venido, además, acompañado de una corrección adicional de los desequilibrios básicos de la economía española, al haberse producido una notable reducción de la inflación y del déficit público a lo largo del año en un contexto, por segundo año consecutivo, de mantenimiento de un elevado ritmo de creación de empleo. Todo ello se ha traducido en una progresiva convergencia de la economía española con el resto de economías europeas, y finalmente en el cumplimiento, con cierta holgura, de los criterios exigidos por el Tratado de Maastricht para el paso a la tercera fase de la Unión Económica y Monetaria (UEM), que se iniciará el próximo 1 de enero de 1999, con la participación de once Estados miembros, tal y como acordó el 2 de mayo de 1998 el Consejo Europeo. 1997: Balance positivo para la economía española El presente capítulo analiza, en primer lugar, el entorno internacional donde se enmarca la evolución de la actividad de la economía española. Describe a continuación el comportamiento de la producción en los diferentes sectores y regiones, para luego centrarse en los componentes de la demanda. Estudia después el comportamiento de los precios y de la política monetaria instrumentada por el Banco de España, que ha tenido un efecto favorable sobre 3 MEMORIA 1997 los tipos de interés a corto y largo plazo, en un contexto marcado por la estabilidad cambiaria en el seno del Sistema Monetario Europeo. Posteriormente se detallan los resultados del sector público y se incluye en esta ocasión un repaso del proceso de desinversión llevado a cabo en los últimos trece años en su ámbito empresarial. La última parte del capítulo muestra la consolidación definitiva de la convergencia nominal en la mayoría de los países de la Unión Europea, aborda los avances del proceso de integración europeo, y analiza los contenidos de la Agenda 2000 ante el reto de la ampliación de la Unión. El comercio mundial crece el doble que la producción 4 El contexto internacional en el que se desenvolvió la economía española se caracterizó por la consolidación a lo largo de 1997 de la fase de expansión de la economía mundial, lo que se tradujo en un incremento del PIB mundial en términos reales del 4,1 por 100 según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el mayor crecimiento de la década de los noventa, a pesar de haber sido menor de lo esperado debido a la incidencia de la crisis asiática, sobre todo en la segunda parte del año. El comercio mundial, por su parte, tras la desaceleración del año 1996 volvió a crecer el doble de lo que lo hiciera la producción mundial, un 9,6 por 100 según el FMI en términos reales frente al 6,2 por 100 de 1996, lo que ha puesto una vez más de manifiesto la constante intensificación del proceso de globalización de las economías. Por regiones, cabe destacar el mantenimiento, por sexto año consecutivo, de la favorable evolución de la economía norteamericana, dando lugar a una fase alcista del ciclo económico especialmente larga en un contexto de ausencia de tensiones inflacionistas y de reducción de la tasa de desempleo a niveles históricamente bajos. La Unión Europea por su parte, a pesar de haber mostrado una clara aceleración de la actividad sobre todo en la segunda parte del año, siguió manteniendo elevadas tasas de paro que incluso se incrementaron en Alemania e Italia. Japón, por el contrario, vio cómo se estancaba su actividad, influido tanto por cuestiones internas como por la evolución económica de los países de su entorno. En efecto, uno de los acontecimientos más destacados del año a nivel internacional, al que se dedica un apartado específico en este capítulo, fue la crisis financiera del Sudeste asiático y la consiguiente pérdida de confianza en el modelo asiático de desarrollo, cuyos efectos sobre el crecimiento económico mundial son todavía inciertos. PANORAMA ECONÓMICO La economía española, tal y como se señala en el apartado tres, mostró en 1997 una significativa aceleración de la actividad que se concretó en un incremento del Producto Interior Bruto (PIB) del 3,4 por 100, dos décimas por encima de la previsión del Gobierno y más de un punto superior a la tasa alcanzada el año anterior, con un perfil claramente ascendente a lo largo del año. Esta favorable evolución ha venido facilitada por un entorno europeo de revitalización de la actividad tras el parón de 1996, así como por factores internos entre los que cabe destacar la instrumentación de una política monetaria más expansiva, concretada en la caída de los tipos de interés reales sobre todo en el segundo semestre, conjugada con una política fiscal moderadamente restrictiva. Se acelera el Por el lado de la oferta, el año se caracterizó por el cambio de tendencia en la evolución del sector primario después del fuerte incremento de 1996, así como por un resurgimiento del sector industrial que tras la atonía del año anterior ha mostrado síntomas de mayor vitalidad. La construcción por su parte, tuvo una trayectoria creciente a lo largo del año, produciéndose desde el segundo trimestre un cambio en la tendencia contractiva que venía observándose en el sector desde mediados de 1996. En todo caso, al igual que en 1996, fue el sector servicios el que tuvo una mayor aportación al PIB, cifrada en un 1,7 por 100, aunque muy dispar entre sus dos componentes, los servicios no destinados a la venta y los destinados a la venta. Retroceso crecimiento y se corrigen los desequilibrios agrícola y repunte del sector industrial En el ámbito sectorial, y al igual que sucediera en 1996, uno de los debates que ha centrado la atención ha sido la reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) del aceite de oliva y la absoluta discrepancia puesta de manifiesto entre el Gobierno español, los representantes del sector y la Comisión Europea, en cuanto a la orientación general de la reforma. Por lo que se refiere al sector industrial, 1997 ha supuesto un año de cambios y avances en los procesos de modernización y liberalización de determinados sectores entre los que destaca el energético. En el ámbito territorial, la actividad se ha acelerado respecto al año anterior en todas las Comunidades Autónomas a excepción de Extremadura y las dos Castillas, que se vieron perjudicadas por la desaceleración de la producción agrícola, y de forma especial, por la caída de las producciones de los cultivos de secano. En todo Crecimiento superior al 2,5 por 100 en todas las Comunidades Autónomas 5 MEMORIA 1997 caso, todas las comunidades registraron un incremento del PIB superior al 2,5 por 100, con crecimientos que oscilaron entre el máximo de Andalucía y el mínimo de Asturias. Por su parte, la convergencia regional, medida en términos tanto de PIB per cápita como de renta familiar bruta disponible, mostró un ligero empeoramiento respecto al año anterior, aunque menor en términos de renta que de producción, lo que sigue poniendo de manifiesto el papel redistributivo del Estado a nivel interterritorial. Protagonismo de la demanda interna El análisis de la actividad por el lado de la demanda, que se aborda en el apartado cuatro, pone el énfasis en la intensificación de la recuperación económica como consecuencia del mayor dinamismo de la demanda interna que por fin tomó el relevo de la externa. No obstante, el sector exterior se comportó de forma más expansiva de lo que cabía esperar al registrar las exportaciones de bienes y el turismo unas importantes tasas de crecimiento que compensaron la sustancial aceleración de las importaciones a medida que avanzaba el año. Por lo que se refiere a los componentes de la demanda interna, destaca tanto el comportamiento del consumo privado que con un crecimiento medio del 3,1 por 100, registró una recuperación más intensa de lo esperado, aunque menor a la alcanzada en anteriores fases expansivas del ciclo económico, como el elevado dinamismo de la inversión en bienes de equipo que se cifró en un crecimiento medio del 10,4 por 100, influido sobre todo por el auge de las exportaciones, la recuperación del consumo, la disminución del coste del uso del capital y la fuerte recuperación de los márgenes empresariales. Por su parte, el consumo público, si bien dentro de un tono de moderación, experimentó un ligero aumento, mientras que la inversión en construcción abandonó los registros negativos de 1996. Superávit por cuenta corriente 6 En cuanto al sector exterior, uno de los principales protagonistas de la expansión económica de 1997, destaca, por tercer año consecutivo, el superávit del saldo por cuenta corriente cifrado en un 0,5 por 100 del PIB, como consecuencia de la favorable evolución del turismo y en menor medida, del incremento del superávit de transferencias corrientes, lo que ha permitido más que compensar el deterioro del déficit comercial. En este sentido, todo parece apuntar a que el tradicional desequilibrio externo observado en los periodos PANORAMA ECONÓMICO de mayor crecimiento económico, que solía condicionar el sostenimiento de la fase expansiva del ciclo, se manifiesta cada vez con menor intensidad. Desde el punto de vista de los precios, abordado en el apartado cinco, el año 1997 se caracterizó por una significativa mejora del control sobre la inflación, lográndose la progresiva convergencia del Índice de Precios de Consumo (IPC) con las tasas comunitarias a lo largo del año, hasta cumplir sobradamente el criterio de precios establecido en Maastricht. La caída del IPC hasta una tasa interanual media del 2,0 por 100, medio punto inferior al objetivo fijado por el Banco de España en su programación monetaria a medio plazo, en un contexto de control de las variables monetarias, de estabilidad de los tipos de cambio y de esfuerzos notables a nivel presupuestario, permitió a la autoridad emisora reducir un punto y medio el precio del dinero, con la consiguiente traslación a los tipos de interés a corto y largo plazo. Por su parte, los agregados monetarios mostraron una contracción que no se deduciría de la evolución de la renta real ni de los tipos de interés, tal y como demuestra la caída, cercana a los tres puntos, de la tasa de crecimiento interanual de los Activos Líquidos en manos del Público (ALP) a finales de año. Esta evolución se explica sin embargo, por el incremento de los movimientos hacia activos más líquidos en un contexto de despegue del consumo privado, pero, sobre todo, por la persistencia de los desplazamientos hacia la adquisición de participaciones en fondos de inversión. Este proceso de reestructuración de la riqueza financiera de las familias y empresas se ha traducido en un aumento del patrimonio de los fondos de inversión, que se estimaba a finales de 1997 en 27 billones de pesetas, es decir, 8,3 billones superior al del año anterior. El IPC cae al Por otra parte, la evolución bajista de los tipos de interés favoreció la progresiva reducción de los diferenciales entre los tipos de la deuda pública española y alemana a largo plazo, hasta situarlos en diciembre en niveles históricamente bajos de unas tres décimas, lejos de los 1,2 puntos de finales de 1996. Paralelamente, el proceso de caída de los tipos de interés sirvió de estímulo para la actividad bursátil que vio aumentar sustancialmente su volumen de contratación sustentada en el crecimiento de la demanda, sobre todo de los pequeños accionistas. Reducción de los 2,0 por 100 diferenciales de tipos de interés 7 MEMORIA 1997 El déficit público cae por debajo de lo previsto El apartado seis de este capítulo se abre con la principal noticia del año 1997 para el conjunto del Sector Público, la de la significativa reducción del déficit en términos de Contabilidad Nacional hasta situarse en el 2,6 por 100 del PIB, cuatro décimas por debajo de lo previsto. Tras dos años de intenso ajuste, el saldo negativo de las cuentas públicas de 1997 exhibe uno de los mejores registros del último decenio. Las cuentas del Estado fueron las que originaron este resultado, al cerrar el ejercicio con un saldo negativo algo menor del 2,1 por 100 del PIB, más de cuatro décimas inferior al fijado en la Actualización del Programa de Convergencia, mientras que los déficit correspondientes a la Seguridad Social y a las Administraciones Territoriales se situaron, según lo previsto, en un 0,2 por 100 y un 0,3 por 100 del PIB respectivamente. Los ingresos no financieros del Estado en términos de Contabilidad Nacional ascendieron en 1997 a 17,3 billones de pesetas, un 12,2 por 100 más que el año anterior. Por su parte, el gasto no financiero apenas se desvió de las obligaciones reconocidas sobre los créditos iniciales, lo que indica el esfuerzo de contención, y el buen grado de ejecución. Así, la economía española ha cumplido ampliamente el criterio de convergencia básico referido a las cuentas públicas para el acceso a la Unión Económica y Monetaria. Aunque el otro objetivo que se estableció en este ámbito, deuda pública no superior al 60 por 100 del PIB, ha quedado lejos de su cumplimiento, su favorable evolución (en la Administración Central, 1,3 puntos de PIB inferior a la de 1996) y la intensa modificación en su estructura de vencimientos hacia unos plazos más largos han supuesto que no fuera obstáculo para el ingreso en la moneda única. A continuación se ofrece una síntesis de los Presupuestos Generales del Estado para 1998, pudiendo deducirse de su lectura que los objetivos se centrarán en continuar la línea de austeridad del gasto y la reducción del déficit, manteniendo la presión fiscal. El monto consolidado de ingresos no financieros se prevé que aumente un 3,0 por 100 respecto del que se consignó en el Presupuesto inicial de 1997, mientras que el gasto no financiero crecerá apenas un 1,5 por 100. El margen de recursos disponibles que así se obtenga 8 PANORAMA ECONÓMICO se pretende orientar a relanzar las inversiones y a dotar con mayores cantidades la provisión de algunos servicios esenciales, en particular la sanidad, la educación, la defensa y la seguridad ciudadana. Se recoge por último este año, un estudio de las acciones de liberalización de determinadas actividades económicas hasta ahora dominadas por el sector público empresarial. Para ello se empieza definiendo el ámbito sobre el que se aplica, qué se entiende por privatización y cómo se lleva a cabo. Una vez abordados los distintos aspectos del complejo proceso que supone la privatización de empresas públicas, se relatan las privatizaciones llevadas a cabo desde la integración de España en las Comunidades Europeas hasta la actualidad, distinguiendo básicamente entre dos periodos: el decenio 1985-1995 de los sucesivos Gabinetes del Partido Socialista, y el periodo más reciente que se inició con la llegada del Partido Popular al Gobierno en 1996 y la puesta en práctica de un plan estratégico de privatizaciones de carácter global. En este contexto, tras reestructurar el sector público empresarial entorno a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), el año 1997 se caracterizó por una intensificación del proceso desinversor iniciado en 1996, destacando las ventas de las participaciones del Estado, mediante oferta pública de venta en empresas emblemáticas, lo que permitió al Estado obtener unos ingresos no financieros en términos de caja muy superiores a los del año anterior, cifrados en 716.300 millones de pesetas. Trece años de Como en ediciones anteriores de esta Memoria, el capítulo se cierra con un apartado dedicado a la Unión Europea donde, tras describir el proceso de convergencia de las economías europeas a lo largo de 1997, se destacan los hechos más significativos del proceso de construcción europea en dicho año, como la aprobación de un nuevo Tratado y los pasos dados hacia la ampliación de cara al siglo XXI. El año 1997 ha sido el de la consolidación definitiva de la convergencia nominal de una mayoría de países, gracias al esfuerzo de consolidación presupuestario y de control de precios realizado, apoyado en el buen ritmo de crecimiento económico registrado en el conjunto de la Unión y en cada uno de los Estados miembros. Esta mejoría ha sido tal que, al cierre de esta Memoria se conoció la participación en la tercera fase de la UEM, a partir del 1 de enero de 1999, de Alemania, Austria, Bélgica, España, Finlandia, Francia, Holanda, Irlanda, Italia, Luxemburgo y Portugal. UE: once privatizaciones del sector público Estados integran el euro 9 MEMORIA 1997 Avances en el proceso de construcción europea Una de las novedades ha sido la aprobación del Tratado de Amsterdam que, aunque no ha incluido todas las cuestiones consideradas imprescindibles para afrontar la ampliación y los nuevos retos políticos de la Unión Europea, al haber quedado pendiente la reforma institucional, supone una ampliación de las competencias de la Unión Europea y una mejora del marco institucional. En este sentido, cabe destacar la introducción de un nuevo título dedicado al empleo, con el cual se pretende aumentar la coordinación de las políticas de empleo entre los Estados miembros y la Comunidad. Se faculta así a las instituciones comunitarias para desarrollar políticas activas de empleo, reforzándose paralelamente el papel del Banco Europeo de Inversiones con la idea de que contribuya a fomentar las inversiones en favor del empleo especialmente en el ámbito de las Pymes. Posteriormente, la Cumbre extraordinaria sobre el empleo celebrada en Luxemburgo a finales de año, ratificó la puesta en marcha del título de empleo del nuevo Tratado y centró el debate en el diseño de las medidas de empleo que deberán empezar a coordinar los Estados miembros, siguiendo las cuatro líneas propuestas de empleabilidad, empresariado, adaptabilidad e igualdad de oportunidades. Por otro lado, en el área social, el Tratado incorpora una serie de novedades y modificaciones entre las que cabe resaltar la creación de una cláusula de no discriminación, así como la incorporación del contenido del Acuerdo de Política Social (APS), básicamente debido al cambio de postura del gobierno británico. Por último, se describen las principales líneas de actuación de la Unión Europea hasta el año 2006, recogidas en la Agenda 2000, y que se concretan en la ampliación hacia los países del Este, la reforma de la política Agrícola Común y las transformaciones de las políticas estructurales y de cohesión, así como se detalla el escenario financiero previsto hasta entonces. 2. CONTEXTO INTERNACIONAL FAVORABLE La economía mundial consolidó en 1997 su fase de expansión con un crecimiento en términos reales del 4,1 por 100 según el FMI. Este crecimiento, menor de lo esperado debido a la incidencia, a partir de mediados de año, de la crisis asiática que se comenta más adelante, es, no obstante, el mayor en lo que va transcurrido de década de los noventa. El comercio mundial, por su parte, tras la desaceleración del año 1996, vuelve a crecer el doble de lo que lo ha hecho la producción 10 PANORAMA ECONÓMICO CUADRO I-1 COMERCIO Y PRODUCCIÓN MUNDIAL, 1991-1998 (Tasas de variación interanual en volumen) Conceptos Producción mundial Países avanzados * Países en desarrollo Comercio mundial Importación Países avanzados Países en desarrollo Exportación Países avanzados Países en desarrollo 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1,8 1,2 5,0 4,5 2,6 1,9 6,6 5,5 2,7 1,2 6,5 4,2 3,9 3,1 6,8 10,2 3,6 2,5 6,0 10,3 4,1 2,7 6,6 6,2 1997 1998 (p) 4,1 3,0 5,8 9,6 3,1 2,4 4,1 6,7 4,3 6,7 4,8 15,2 2,2 10,4 11,0 7,5 9,4 13,0 5,6 8,9 9,2 10,2 7,4 5,3 5,6 6,3 4,8 10,4 3,0 7,4 9,4 14,5 9,4 12,0 5,8 7,5 10,3 10,8 6,5 7,8 (p) Previsión. * Desde mayo de 1997, el FMI incluye dentro de los países avanzados a Corea del Sur, Hong Kong, Israel, Singapur y Taiwan, que previamente se clasificaban entre los países en desarrollo. Fuente: FMI, Perspectivas de la Economía Mundial, mayo de 1998. mundial. El crecimiento en 1997 del comercio mundial de mercancías en térmimos reales fue del 9,6 por 100 según el FMI, una décima menos según la Organización Mundial de Comercio (OMC), frente al 6,2 por 100 registrado el año anterior, lo que pone de manifiesto la constante intensificación del proceso de globalización (cuadro I-1). 2.1. EL COMERCIO MUNDIAL REPUNTA Conviene recordar, no obstante, que el mayor ritmo de crecimiento del comercio que de la producción, esconde una doble contabilización de las transacciones, al no medir las estadísticas de comercio el valor añadido de las mercancías, sino el paso de éstas por las distintas fronteras. Aun así, el fuerte crecimiento del comercio en 1997 ha venido propiciado por la mejoría global de los resultados económicos y en especial por la recuperación de Europa y el fuerte crecimiento de la demanda en América del Norte e Iberoamérica. Frente a ello, el estancamiento de las compras al exterior de Asia, lo que ha supuesto que por primera vez en más de una década sus importaciones no hayan crecido más que el comercio mundial, no ha impedido el mencionado auge del comercio mundial. Pero para 1998 sí que se prevé Asia no frenó el comercio mundial 11 MEMORIA 1997 una desaceleración con motivo de la crisis asiática, aunque no excesiva, dado que Asia representa una cuarta parte del comercio mundial y la mayoría de éste se realiza entre países de la misma área. En Europa occidental las exportaciones crecieron por encima de las importaciones pero la tendencia a medida que avanzaba el año, era a que las importaciones cobrasen cada vez más protagonismo. Lo contrario de lo ocurrido en el continente americano donde las compras al exterior mostraron un mayor dinamismo que las ventas. El protagonista destacado del comercio mundial sigue siendo Estados Unidos, seguido de Alemania y Japón, pero si se considera a los Estados miembros de la Unión Europea en conjunto y descontando el comercio intracomunitario, el primer lugar lo ocuparía la Unión Europea. Por otro lado, aunque los mayores países exportadores e importadores siguen siendo los países desarrollados, los países en desarrollo y las economías en transición cada vez participan más en el comercio mundial. Por grupos de productos, los que más crecieron fueron los combustibles, las manufacturas y la automoción y los que menos las materias primas agrícolas. En valor, el comercio de servicios registró un mayor dinamismo que el de mercancías, confirmando la tendencia hacia una mayor presencia del sector servicios en el comercio mundial como consecuencia en parte de los avances liberalizadores alcanzados en el seno de la OMC. Mercados financieros más abiertos Así, en el ámbito del sistema multilateral de comercio cabe señalar que aunque 1997 ha sido un año de transición entre la primera Conferencia Ministerial, órgano supremo de la OMC, celebrada el pasado año en Singapur y la segunda que se celebró en mayo de 1998 en Ginebra, se han seguido alcanzado acuerdos para promover la liberalización del comercio. En concreto, en el sector de los servicios financieros, el año 1997 ha traído consigo importantes compromisos de liberalización en el acceso a los mercados. Igualmente, se asumieron compromisos de liberalización en el acceso a los mercados en el sector de los servicios de telecomunicaciones básicas que se plasmaron en un Protocolo que entró en vigor el 1 de enero de 1998. En cuanto a los dos temas a los que se hacía referencia en la Memoria del CES del año 1996 relativos al procedimiento de arbi- 12 PANORAMA ECONÓMICO traje internacional de la OMC, el órgano de solución de litigios de la OMC dirimió en 1997 en contra de la Unión Europea en el tema del régimen comunitario de importación de plátanos, por lo que la Comisión se ha visto obligada a elaborar una propuesta tendente a reformar dicho régimen, mientras que en el litigio que mantienen la Unión Europea y Estados Unidos respecto a la aplicación extraterritorial de la Ley Helms-Burton que restringe el comercio con las mercancías de origen cubano y plantea la posibilidad de denegar la entrada al territorio de Estados Unidos a extranjeros que comercien con Cuba, la Unión Europea pidió el 25 de abril de 1997 que se suspendieran los trabajos del grupo especial encargado de decidir sobre el conflicto comercial a la espera de que el Congreso de Estados Unidos revise dicha Ley. En el ámbito de los acuerdos regionales, que cada vez adquieren un mayor protagonismo, sigue siendo prioritario asegurar que éstos sean compatibles con las normas comerciales multilaterales. En 1997, se han producido avances en el proceso de integración regional de entre los que destaca la propuesta de la Comisión de la Unión Europea de admitir en breve como miembros de la Unión Europea a Chipre, Eslovenia, Estonia, Hungría, Polonia y la República Checa. Siendo este tema objeto de un mayor y más profundo desarrollo en el epígrafe relativo a la Unión Europea de esta misma Memoria, cabe señalar no obstante en este apartado la importancia que para la Unión Europea tendrá la progresiva adopción del acervo comunitario por parte de estos países y la consiguiente necesidad de adaptación de las políticas comunitarias, en especial de la Política Agrícola Común (PAC), y de los Fondos Estructurales y el Fondo de Cohesión a la nueva futura realidad. De las relaciones que mantiene la Unión Europea con otros interlocutores comerciales, en 1997 se profundizaron las que mantiene con el Mercosur, formado desde 1995 por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay y la posterior asociación de Chile y Bolivia y que constituye el cuarto bloque comercial mundial por volumen, con vistas a alcanzar en 1999 una zona de libre cambio Unión Europea-Mercosur. La Unión Europea también reexaminó en 1997 los términos de sus relaciones con los 71 países que componen el África, Caribe y Pacífico (ACP) ante la próxima expiración a comienzos del año 2000 del cuarto Convenio de Lomé, que dará paso a una nueva cooperación centrada en la lucha contra la pobre- Avances en los compromisos regionales 13 MEMORIA 1997 za, el desarrollo regional y la integración de estos países en la economía mundial. Precisamente, en el marco de la OMC, se celebró en Ginebra en octubre de 1997 una reunión de alto nivel en favor de los países menos avanzados, en la que se acordó intensificar la asistencia técnica en materia de comercio a unos países en serias dificultades tras la crisis de la deuda externa de los años ochenta y la caída del precio de las materias primas a comienzos de los noventa. La gran insuficiencia de recursos financieros de estos países debe paliarse con financiación concesional, pero en 1997 la ayuda oficial pública al desarrollo ha vuelto a caer mientras que la inversión privada internacional se incrementó. Por otro lado, la Unión Europea continuó desarrollando en 1997 los acuerdos de asociación con los países mediterráneos, con el objetivo de establecer gradualmente una zona de libre cambio para el año 2010 que abarcará a la mayoría de los intercambios. En este marco se celebró a finales de noviembre en Casablanca la III Cumbre EconómicoSocial Euromediterránea de los Consejos Económicos y Sociales o instituciones similares de la región, con el fin de profundizar en la cooperación entre las dos riberas del Mediterráneo de acuerdo con los principios adoptados en la Conferencia Euromediterránea de Barcelona de noviembre de 1995, y que tuvieron su seguimiento en la I Cumbre Económico-Social Euromediterránea que se celebró en Madrid en la sede del Consejo Económico y Social de España a mediados de diciembre del mismo año. En definitiva, en 1997 se intensificó considerablemente el desarrollo del comercio mundial, previéndose para 1998 una desaceleración con motivo del impacto de la crisis asiática, aunque no muy pronunciada. Además, tras la crisis asiática, en la ya mencionada segunda Conferencia Ministerial de la OMC de mayo de 1998, tal y como propone la Unión Europea se pretende establecer un compromiso comercial común consistente en negarse a ceder a la tentación de adoptar medidas proteccionistas y comprometerse, por el contrario, a seguir abriendo los mercados. 2.2. MAYOR DINAMISMO DE LAS ECONOMÍAS MÁS AVANZADAS UE y EEUU consolidan el crecimiento mundial 14 Como ya se ha indicado, la economía internacional en 1997 registró un comportamiento globalmente satisfactorio. Su crecimiento se apoyó en una consolidación del crecimiento en las economías europeas y en la intensificación del mismo en la economía PANORAMA ECONÓMICO estadounidense, y ello a pesar del estancamiento de Japón. El desempleo, por su parte, experimentó una mejoría acusada en Estados Unidos, mientras que en la Unión Europa se redujo algo de media pero en algunos de los principales países, en especial Alemania, continuó aumentando. La tendencia hacia la estabilidad de los precios fue un rasgo destacable en todas las áreas económicas (cuadro I-2). La economía estadounidense registró un crecimiento anual del 3,8 por 100, el más elevado desde 1988, siendo ya el sexto año consecutivo en que lo hace por encima del 2,0 por 100 dando lugar a un periodo del ciclo expansivo especialmente largo. Además, acabó el año a una tasa de crecimiento interanual del 3,9 por 100, por debajo incluso de lo esperado debido al fuerte incremento de sus importaciones en el cuarto trimestre. La inflación cayó a la cota más baja de los últimos diez años, superando los temores de repuntes inflacionistas que la fortaleza de la demanda interna hacía albergar. La economía estadounidense goza pues de buena salud, si se exceptúa su enorme déficit por cuenta corriente que incluso tenderá a aumentar por efecto de la crisis asiática. El desempleo, por su parte, alcanzó uno de los niveles más bajos de su historia, el 4,9 por 100, y acabó el año incluso con una tasa del 4,7 por 100. No obstante, para 1998, con una previsión de crecimiento del PIB inferior en un punto al registrado en 1997, el desempleo tenderá a aumentar. En Japón la actividad se fue deteriorando a lo largo del año hasta permanecer prácticamente estancada. Las previsiones de crecimiento del FMI en mayo de 1997 eran de un 2,2 por 100, pero finalmente fue del 0,9 por 100. En 1996, al crecer al 3,9 por 100, la economía japonesa parecía haber logrado superar una etapa de cuatro años de debilidad económica y emprendido la senda de la recuperación gracias a las medidas de estímulo fiscal adoptadas. En 1997 desaparecieron dichas medidas con el objetivo de sanear las cuentas públicas. Se anularon las rebajas de impuestos, se aumentó el impuesto al consumo y se redujeron las inversiones públicas. El resultado fue una caída del consumo y una disminución de la producción. Todavía no superada su crisis bancaria e inmobiliaria que se desató a comienzos de la década de los noventa, la de 1997, que afectó a los países asiáticos de su área de influencia, repercutió finalmente más de lo esperado sobre sus exportaciones a estos paí15 MEMORIA 1997 CUADRO I-2 INDICADORES SOCIOECONÓMICOS INTERNACIONALES, 1991-1998 (Tasas de variación interanual) Indicadores 1991 Crecimiento PIB Mundo 1,8 Países avanzados 1,2 Estados Unidos –0,9 Japón 3,8 Canadá –1,9 Unión Europea 1,6 Alemania 5,0 Francia 0,8 Italia 1,1 Reino Unido –2,0 España 2,3 Países en desarrollo 5,0 África 1,9 Asia 6,6 Iberoamérica 3,8 Europa del Este sin Rusia –10,0 Rusia –5,0 Inflación Países avanzados 4,6 Estados Unidos 4,2 Japón 3,3 Canadá 5,6 Unión Europea 5,1 Alemania 3,5 Francia 3,2 Italia 6,3 Reino Unido 6,8 España 5,9 Países en desarrollo 36,1 África 24,3 Asia 7,8 Iberoamérica 129,1 Europa del Este sin Rusia 95,4 Rusia 92,7 Paro (tasa) Países avanzados 6,6 Estados Unidos 6,8 Japón 2,1 Canadá 10,4 Unión Europea 8,6 Alemania 5,5 Francia 9,4 Italia 10,9 Reino Unido 8,0 España 16,3 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 (p) 2,6 1,9 2,7 1,0 0,9 1,0 2,2 1,2 0,6 –0,5 0,7 6,6 0,4 9,5 3,2 –8,7 –14,5 2,7 1,2 2,3 0,3 2,5 –0,5 –1,2 –1,3 –1,2 2,1 –1,2 6,5 0,8 9,3 3,9 –3,6 –8,7 3,9 3,1 3,5 0,6 3,9 2,9 2,7 2,8 2,2 4,3 2,1 6,8 2,5 9,6 5,1 –3,0 –12,6 3,6 2,5 2,0 1,5 2,2 2,5 1,8 2,1 2,9 2,7 2,8 6,0 3,0 9,0 1,2 1,4 –4,0 4,1 2,7 2,8 3,9 1,2 1,7 1,4 1,5 0,7 2,2 2,3 6,6 5,5 8,3 3,5 1,5 –2,8 4,1 3,0 3,8 0,9 3,8 2,6 2,2 2,4 1,5 3,3 3,4 5,8 3,2 6,7 5,0 2,7 0,4 3,1 2,4 2,9 0,0 3,2 2,8 2,5 2,9 2,3 2,3 3,4 4,1 4,6 4,4 3,4 3,9 1,0 3,5 3,0 1,7 1,5 4,5 5,1 2,4 5,3 4,7 5,9 38,5 32,1 6,8 151,4 283,0 1.353,0 3,0 3,0 1,2 1,8 3,8 4,4 2,1 4,6 3,0 4,6 46,6 31,2 10,3 208,4 357,7 895,9 2,6 2,6 0,7 0,2 3,0 2,7 1,7 4,1 2,4 4,7 51,0 34,6 14,7 210,2 153,3 302,0 2,5 2,8 –0,1 2,2 2,9 1,8 1,8 5,2 2,8 4,7 22,7 33,9 11,9 35,9 75,3 190,1 2,4 2,9 0,1 1,6 2,5 1,5 2,0 3,9 2,9 3,5 13,7 26,2 6,7 22,3 32,4 47,8 2,1 2,3 1,7 1,4 1,9 1,8 1,2 1,7 2,8 2,0 8,5 10,5 3,9 13,1 38,4 14,7 2,1 2,0 0,9 1,5 2,0 1,6 1,4 1,8 2,9 2,1 10,2 7,5 8,0 9,1 17,2 8,1 7,4 7,5 2,2 11,3 9,9 7,7 10,3 10,7 9,7 18,4 7,7 6,9 2,5 11,2 11,2 8,8 11,6 10,2 10,3 22,7 7,6 6,1 2,9 10,4 11,6 9,6 12,3 11,3 9,3 24,2 7,3 5,6 3,1 9,5 11,2 9,4 11,6 12,0 8,2 22,9 7,3 5,4 3,3 9,7 11,4 10,4 12,4 12,1 7,5 22,2 7,1 4,9 3,4 9,2 11,1 11,5 12,5 12,3 5,6 20,8 7,0 5,0 3,6 8,5 10,6 11,4 11,9 12,0 4,9 19,7 (p) Previsión. Nota: Las cifras del Fondo Monetario Internacional (FMI) no siempre coinciden con las oficiales de cada país. * Desde abril de 1997, el FMI incluye dentro de los países avanzados a Corea del Sur, Hong Kong, Israel, Singapur y Taiwan, que previamente se clasificaban entre los países en desarrollo. Fuente: FMI, Perspectivas de la Economía Mundial, mayo de 1998. 16 PANORAMA ECONÓMICO ses que representan el 40 por 100 del total. Todo ello se tradujo en una nueva y brusca desaceleración de la actividad económica que puede desembocar a tenor de los resultados de comienzos del año en un crecimiento cero para 1998. La recuperación económica de la Unión Europea se confirmó en 1997 y la creación de empleo aumentó un 0,4 por 100, pero ello no se tradujo en una significativa reducción del desempleo que se mantuvo estancado en Francia y empeoró en Alemania e Italia. El año estuvo fuertemente marcado por el examen de acceso a la tercera fase de la UEM que fue superado por once Estados miembros, todos salvo Grecia y Suecia, que no cumplieron alguno de los requisitos, y Dinamarca y el Reino Unido que se autoexcluyeron de participar por ahora en el euro. La media de crecimiento en los once Estados miembros que cumplieron las condiciones para la adopción de la moneda única fue del 2,5 por 100, ampliamente superado por dos de ellos, Irlanda sobre todo, con el 8,3 por 100 y Finlandia con el 5,9 por 100. Los significativos progresos realizados en 1997 por los Estados miembros de la Unión Europea, tanto en inflación como en ratio déficit público/PIB y en tipos de interés se analizan en el epígrafe de este mismo capítulo relativo a la Unión Europea. Europa apenas reduce el desempleo Dos de las principales economías europeas, Alemania y Francia, obtuvieron un similar incremento del producto que supuso un repunte respecto al de 1996. En Alemania el PIB creció de media un 2,2 por 100 frente a un incremento del 1,4 por 100 en 1996, pero no fue capaz de reducir su desempleo. Todo lo contrario, en 1997 Alemania alcanzó tal récord de parados que habría que remontarse a la década de los treinta para observar una cifra semejante. La demanda interna se mantuvo débil, mientras que las exportaciones, que habían sostenido la recuperación, fueron perdiendo fuerza en los últimos meses del año. Así, en tanto que las previsiones para 1998 son de ganar alguna décima al crecimiento del año anterior, el cuarto trimestre de 1997 ofreció una tasa de variación interanual del 2,3 por 100. En Francia, con un crecimiento medio del 2,4 por 100 y un 3,2 por 100 en el último trimestre, el año 1998 se presenta con un optimismo relativo al cifrar el Gobierno una previsión de crecimiento del 3,0 por 100, apoyado en una recuperación de la demanda inter17 MEMORIA 1997 na que tomaría el relevo de las exportaciones que fueron el elemento más dinámico del crecimiento en 1997. El desempleo en Francia fue protagonista del año no sólo por alcanzar una cifra de parados del 12,5 por 100, sino también por las revueltas de desempleados que se produjeron y los debates sobre la futura ley de las 35 horas. No obstante, cerró el año con una notable disminución del paro hasta situarse en el 12,2 por 100 de la población activa y con perspectivas de que siga disminuyendo en 1998. El crecimiento en términos macroeconómicos de los países en desarrollo en su conjunto fue considerable a pesar de la moderación del crecimiento en el área asiática. Iberoamérica creció un 5,0 por 100 como consecuencia de la continuación de la recuperación de México y Argentina tras la crisis de 1995. México en especial registró un crecimiento del 7,0 por 100, el mayor de los últimos dieciséis años, pero para 1998 se prevé un crecimiento bastante menor motivado por la caída del precio del petróleo y por los efectos de la crisis de Asia. El país de esta región que más se vio afectado en 1997 por dicha crisis fue Brasil, que aun creciendo finalmente a una tasa del 3,0 por 100 sus perspectivas para el año siguiente son mucho más modestas a tenor de las medidas de ajuste, como el fuerte aumento de los tipos de interés para frenar la especulación sobre su moneda, que se vio obligado a desplegar a finales de 1997. El final del milagro asiático 1997 supuso el final del milagro asiático, al pasar de ser un modelo de crecimiento a ser objeto de críticas generalizadas. Los países en desarrollo de Asia crecieron de media un 6,7 por 100, cuando las previsiones hace un año cifraban el incremento en el 8,3 por 100. Para 1998, la revisión de la cifra ha sido más intensa, al pasar del 7,7 por 100 al 4,4 por 100. Esta revisión a la baja de las proyecciones de crecimiento en el área asiática se debe a la crisis financiera cuyo origen, desarrollo e impacto se analiza más adelante. Los países de Europa del Este en su conjunto registraron en 1997 tasas de variación positivas de su producto, tras la larga y profunda contracción registrada en su proceso de transición hacia una economía de mercado. Rusia en concreto, con un 0,4 por 100, obtuvo el primer crecimiento positivo en ocho años, aunque inferior a lo previsto. Los países más avanzados en la transición volvieron a ser los que lograron mayores crecimientos, aunque en 18 PANORAMA ECONÓMICO Polonia y en la República Checa las graves inundaciones que se produjeron en los meses centrales del año repercutieron negativamente sobre el resultado final. Sin embargo, países menos avanzados en dicha transición, como Bulgaria y Rumanía, volvieron a registrar una contracción en su producto como consecuencia de las medidas de estabilización macroeconómicas adoptadas. En África lo primero que cabe resaltar es el crecimiento global registrado del 3,2 por 100 y que el FMI pronostica alcanzará el 4,6 por 100 en el presente año y el 4,9 por 100 en 1999. Pero inmediatamente después hay que señalar que más de dos tercios de los 48 países que la Naciones Unidas califica de menos adelantados se encuentran en el África subsahariana y que para reducir la profunda pobreza que les afecta, sus tasas de crecimiento deben incrementarse mucho más en el largo plazo. Para ello, no sólo debe persistir la financiación concesional que, como ya se ha indicado anteriormente, tiende a disminuir, sino que estos países deben adoptar políticas macroeconómicas que doten de mayor seguridad al crédito privado. En resumen, y con el telón de fondo para el futuro inmediato de la evolución de la crisis asiática, el entorno económico internacional en el que se movió la economía española en 1997 puede calificarse de favorable, por haberse dado una estabilidad económica y monetaria y un crecimiento superior al del año pasado en los países que más pueden influir sobre ella. 2.3. LA CRISIS ASIÁTICA REDUCIRÁ EL CRECIMIENTO MUNDIAL Por las veces que ya se ha mencionado en esta Memoria, no cabe duda de que el acontecimiento económico más destacado en el ámbito internacional en 1997 fue el inicio de la crisis financiera asiática, cuyos efectos sobre el crecimiento económico mundial y en particular de España son todavía inciertos. Una vez más la ciencia económica no ha sabido anticipar el origen de una crisis, sino que se ha limitado a explicar a posteriori lo que a tenor de las explicaciones era inevitable que ocurriese. Los organismos internacionales, hasta el inicio de la crisis, destacaban las bondades del modelo de desarrollo asiático, alababan los logros de las economías inicialmente afectadas y consideraban que no existían indicios de tensiones y desequilibrios en la economía mundial que presagiasen 19 MEMORIA 1997 su origen. No obstante, en la Memoria del CES correspondiente a 1996, se apuntaba un ligero retroceso en los resultados de estas economías debido al empeoramiento en su sector exterior. Sorpresa ante una crisis anunciada La crisis financiera, o de especulación financiera, que se destapó a mediados de 1997 en Tailandia, ha supuesto una clara sorpresa. Primero, por afectar a economías aparentemente sólidas, con décadas de resultados económicos sobresalientes y consideradas como modelos de crecimiento intenso y equilibrado; segundo, por su intensidad; y tercero, por la rapidez con que se ha extendido una vez iniciada. En Tailandia, el déficit por cuenta corriente surgido en 1995 tras el deterioro de sus exportaciones se financió mediante capital exterior a corto plazo que amplió la deuda externa e infló los precios de los inmuebles y de los activos financieros. Esto se tradujo en junio de 1997 en una crisis cambiaria y en la quiebra de instituciones financieras. La crisis tailandesa se contagió rápidamente a sus países vecinos. La devaluación de la moneda tailandesa supuso la merma de la competitividad de las economías de la región. Los mercados financieros internacionales perdieron la confianza en estos países ante el temor de que se reprodujeran los mismos hechos que en Tailandia. Todo ello dio como resultado la pérdida de la credibilidad de la paridad fija con el dólar que la mayoría de estos países mantenían y la consiguiente venta de sus monedas y la compra de dólares. Los países más afectados por la crisis han sido Corea del Sur, Filipinas, Hong-Kong, Indonesia, Malaisia, Singapur, Tailandia y Taiwan que contribuyen entre todos al 14,5 por 100 del comercio mundial (cuadro I-3). Desde 1980 el producto mundial creció de media anual un 3,4 por 100, mientras que estos países superaron el 7,0 por 100. En el mismo periodo las exportaciones mundiales de bienes crecieron a un ritmo medio anual del 6,0 por 100 y las de estos países por encima del 11,0 por 100. Con esta crisis se han puesto de manifiesto las limitaciones del modelo de crecimiento asiático, intensivo en mano de obra con bajos salarios y que era puesto como ejemplo de crecimiento para todos los países en desarrollo. El resultado va a ser una contracción 20 CUADRO I-3 INDICADORES SOCIOECONÓMICOS DE LOS PAÍSES DEL SUDESTE ASIÁTICO Población (millones de personas) Países Corea del Sur Filipinas Hong–Kong Indonesia Malaisia Singapur Tailandia Taiwan 45 69 6 193 20 3 58 21 PIB por habitante Comercio Crecimiento mundial de del PIB, media (dólares en paridad bienes 90-96 de poder adquisitivo) 11.450 2.850 22.950 3.800 9.020 22.770 7.540 12.319 (% sobre total) (% de variación) 2,6 0,4 3,6 0,8 1,5 2,4 1,2 2,0 7,7 2,8 5,0 8,0 8,8 8,5 8,6 6,3 Crecimiento Crecimiento del PIB, 1998 del PIB, 1997 (p) Inflación media 95-97 Balanza por cuenta corriente, media 95-97 (% de variación) (% de variación) (% variación IPC) (% del PIB) 6,0 5,1 5,3 5,0 7,8 7,2 –0,4 6,7 –0,8 2,5 3,0 –5,0 2,5 3,5 –3,1 5,0 4,6 7,2 7,1 8,5 3,5 1,7 5,9 2,9 –3,0 –4,8 –2,2 –3,1 –6,6 15,9 –6,0 2,8 (p) Previsión. Fuente: Banco Mundial, Atlas del Banco Mundial 1997; Organización Mundial del Comercio, Informe Anual 1997; y Fondo Monetario Internacional, Perspectivas de la Economía Mundial, diciembre de 1997 y mayo de 1998. 21 MEMORIA 1997 de su actividad que repercutirá, sin duda, en el crecimiento económico internacional. Al señalar las causas de la crisis, lo primero que cabe destacar es que se desató sin concurrir una elevada inflación, ni un consumo desmedido, ni una apreciación del tipo de cambio real, ni un descontrol de las cuentas públicas; si acaso, se había producido un acelerado deterioro de la balanza por cuenta corriente, y no en todos los países. Exceso de confianza 22 Común a todas las economías de la zona era un crecimiento muy fuerte durante un largo periodo de tiempo, así como la existencia de sistemas bancarios inadecuados para este crecimiento de la economía. No obstante, la competitividad de estos países, cuyas monedas en muchos casos estaban como ya se ha indicado vinculadas al dólar, se venía deteriorando en los últimos años al registrar inflaciones superiores a la estadounidense. La debilidad del dólar en 1994 y 1995 contrarrestó su peor inflación, lo que favoreció su competitividad, pero la apreciación del dólar desde 1996 supuso un efecto adverso sobre el crecimiento, cuando además bajaron los precios de algunos de sus productos de exportación por la saturación en el mercado mundial de productos electrónicos. Igualmente, la creciente competitividad de la economía china estaba afectando claramente a estas pequeñas economías asiáticas. En los últimos años, la moneda china se depreció mientras que las monedas ligadas al dólar se apreciaron junto con él, lo que hizo que las exportaciones chinas de productos tradicionalmente exportados por las economías afectadas por la crisis, productos manufacturados como el textil y el calzado, sustituyesen a las de estas economías. Por otro lado, el tipo de cambio fijo que mantenían muchos de estos países con el dólar estimuló a su endeudamiento en el extranjero, con tipos de interés menores, y a que invirtiesen en sus propios países para financiar las actividades de las empresas, lo que generó una burbuja especulativa en los mercados inmobiliarios y bursátiles. El débil crecimiento de las economías occidentales y de Japón desde comienzos de la década de los noventa hizo que la rentabilidad del capital disminuyese, por lo que el ahorro de esos países se dirigió a los países asiáticos en rápido desarrollo con mayores rendimientos de las inversiones, buscando rentabilidades que no se encontraban en las economías occidentales. Todo esto se tradujo en un volumen excesivo de préstamos externos, destinados a financiar PANORAMA ECONÓMICO proyectos de alto riesgo sin cobertura cambiaria y contraídos a corto plazo por el sector privado. La retirada repentina y generalizada de los flujos de capitales extranjeros originó una espiral de reducciones de precios de activos financieros y reales que llevó a la devaluación de las monedas del área y a la quiebra de instituciones financieras poco solventes. Además, se utilizaron las reservas en divisas de los bancos centrales, por otro lado escasas, para pagar las deudas en moneda extranjera de las empresas, lo que incrementó la desconfianza de los inversores extranjeros. Desconfianza acrecentada por un sistema financiero ineficiente, frágil, sin adecuada regulación o supervisión de las autoridades y con falta de transparencia en los vínculos entre el gobierno, las empresas y las instituciones financieras. En definitiva, los mercados internacionales retiraron su confianza, dando al traste con el modelo de crecimiento del Sudeste asiático. En un primer momento se pensó que la crisis sólo afectaría a los países asiáticos, que sufrirían un parón en su crecimiento y el consiguiente incremento del desempleo y empobrecimiento generalizado, hasta que recompusiesen su ahorro interno para hacer frente a los pagos externos. No obstante, el resto de la economía internacional se ha visto afectada, en mayor o menor medida, dependiendo de la intensidad de las relaciones mantenidas con los países asiáticos. De esta forma, parece lógico prever que el mayor impacto lo recibirán Japón, Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda, que son los países que mantienen más relaciones con los del Sudeste asiático. Una crisis, con ramificaciones mundiales Como ya se ha indicado, los países del Sudeste asiático sufrirán un descenso de los flujos de capital privado dirigido hacia ellos. Así mismo, experimentarán una disminución de la inversión, del consumo y de las importaciones, por lo que a corto plazo se producirá un parón o incluso una contracción de la economía que traerá consigo más desempleo. No obstante, la depreciación del tipo de cambio supondrá una mejora de la competitividad vía precios y por lo tanto una mayor posibilidad de exportar. Esto, unido al menor crecimiento, o inclu23 MEMORIA 1997 so caída, de la demanda interna favorecerá la recuperación de la balanza por cuenta corriente. La crisis está teniendo igualmente unos efectos sociales en estos países que merece la pena reseñar. En primer lugar, los derivados del aumento del paro, agudizado por la quiebra de empresas nacionales hasta ahora muy apoyadas por los gobiernos. Pero en segundo lugar, la crisis está generando otros conflictos sociales, especialmente agudos en Indonesia, derivados de un cambio de actitud hacia lo exterior. Surgen conflictos entre comunidades o etnias dentro de un mismo país, y con los extranjeros en general, países y organismos internacionales, y la comunidad internacional en particular, por su intervención en la crisis. La globalización de la economía puede ser percibida como la causante de la crisis y provocar una introspección hacia posicionamientos económicos y comerciales menos abiertos. No obstante, los países industriales europeos y norteamericanos disfrutan de un periodo de crecimiento económico equilibrado que puede favorecer la recuperación de estos países vía balanza por cuenta corriente. Actualmente, la demanda interna de los países industrializados tiende a incrementarse, mientras que las exportaciones cada vez contribuyen menos al crecimiento, lo cual actúa en favor del ajuste de las economías emergentes afectadas por la crisis. La crisis repercutirá sobre otros países en desarrollo y sobre los países más avanzados con una intensidad que dependerá del peso de los vínculos comerciales y financieros. Es importante destacar no sólo los vínculos ya existentes, sino la tendencia creciente a incrementarse, dado que las relaciones con estos países son las que más han crecido en los últimos años. Como consecuencia de la recesión en el área asiática y el aumento de su competitividad por la depreciación de sus monedas, el resultado para los países desarrollados será una reducción de sus exportaciones que la OCDE cifra en el 0,5 por 100 y un aumento del 0,3 por 100 de las importaciones, es decir, un empeoramiento de su saldo comercial. El incremento del comercio intra-industrial puesto de manifiesto en los últimos años, característica del proceso de integración global del comercio, también se verá frenado. Así, los países desarrollados sufrirán pérdidas por sus participaciones en sociedades asiáticas en quiebra y por las inversiones que 24 PANORAMA ECONÓMICO CUADRO I-4 POTENCIAL IMPACTO DE LA CRISIS SOBRE EL CRECIMIENTO (Tasas de variación interanual del PIB) Revisión de las perspectivas del FMI para 1997 Áreas Mundo Estados Unidos Japón Unión Europea mayo 97 oct. 97 4,4 3,0 2,2 2,4 4,2 3,7 1,1 2,5 para 1998 dic. 97 mayo 98 mayo 98 oct. 98 4,1 3,8 1,0 2,6 4,1 3,8 0,9 2,6 4,4 2,2 2,9 2,9 4,3 2,6 2,1 2,8 dic. 98 mayo 98 3,5 2,4 1,1 2,7 3,1 2,9 0,0 2,8 Fuente: FMI, Perspectivas de la Economía Mundial, mayo, octubre y diciembre de 1997 y mayo de 1998. tienen en estos países e, indirectamente, una disminución de la demanda de importación de los países afectados y mayor penetración de los productos originarios de estos países, con lo que se verá reducida su capacidad de exportación. El riesgo mayor radica en los efectos sobre Japón, en un momento en el que atraviesa por dificultades y necesita impulsar su economía (cuadro I-4). Su sector financiero todavía no se ha recuperado de la burbuja especulativa de finales de los ochenta que afectó a muchas de sus instituciones financieras. En 1997 la economía japonesa no se ha recuperado, incluso se ha debilitado en la segunda mitad del año como consecuencia de los mayores impuestos al consumo, que lo han retraído, y el incremento de los stocks de las empresas con la consiguiente disminución de las inversiones empresariales. Esto ha dado lugar a un ajuste en los precios de los activos que se puede traducir, como se verá más adelante, en un proceso deflacionista. Aquí la posibilidad de suavizar la política monetaria es escasa dado los bajísimos tipos de interés vigentes, pero las autoridades han reaccionado anunciando una bajada de impuestos y nuevas inversiones estatales para intentar superar la crisis que, no obstante, en 1998 se prevé más profunda en este país de lo que cabía esperar. Aumenta el riesgo en Japón Los efectos sobre China también serán considerables, sobre todo si decide devaluar también su moneda para hacer frente a la 25 MEMORIA 1997 pérdida de competitividad de sus exportaciones. Por lo demás, el sistema financiero chino no es mucho más eficiente y ortodoxo que el de los países afectados por la crisis. Tampoco hay que olvidar el posible contagio a otras zonas como la Iberoamericana, teniendo en cuenta la gran dependencia de estos países del ahorro externo. Algunos países de Iberoamérica están perdiendo la confianza de los inversores extranjeros, lo que hace aumentar su prima de riesgo a las inversiones, como se está poniendo en evidencia con la fuerte caída en sus Bolsas. No obstante, el balance final puede ser incluso positivo si acaban captando parte de la inversión y del comercio que se dirigía al área asiática. En cuanto a la repercusión sobre Estados Unidos y Europa, todo apunta a que la economía norteamericana se verá más afectada dado los mayores lazos comerciales que mantiene con el área asiática. No obstante, Estados Unidos, que ha alcanzado en 1997 la mayor tasa de crecimiento de su prolongado periodo de expansión, puede resultar favorecido por el relativo enfriamiento de su economía como consecuencia del impacto de la crisis. En Europa, la repercusión será más suave por las menores relaciones con estos países e incluso se verán favorecidos en sus exportaciones por la apreciación del dólar. Pero Europa, con un grave problema de desempleo, necesita crecer más. Tanto en la economía norteamericana como en la europea, las posibles tensiones sobre los tipos de interés tenderán a desaparecer por la menor inflación y el menor crecimiento. Además, se puede producir una desviación de las inversiones de capitales que antes iban dirigidas al área en crisis y ahora pueden afluir hacia activos de menor riesgo de Europa y Estados Unidos. Previsiones a la baja 26 Los organismos internacionales han revisado a la baja sus estimaciones y previsiones del crecimiento para 1997 y 1998. El FMI, en el mes de diciembre de 1997, modificó las cifras que había ofrecido en su informe semestral del mes de octubre, rebajando la estimación de crecimiento de la economía mundial en 0,1 puntos porcentuales para 1997 y la previsión para 1998 en 0,8 puntos, para dejarla en el 3,5 por 100. En el informe semestral de mayo de 1998 ha vuelto a rebajar la previsión otras cuatro décimas, hasta el 3,1 por 100. Los crecimientos en 1998 de los países directamente afectados irán desde el –5,0 por 100 de Indonesia al 5,0 por 100 de PANORAMA ECONÓMICO Taiwan, cuando desde finales de los años ochenta hasta hace dos años lo hacían a tasas del entorno del 9,0 por 100. En cuanto a los efectos directos sobre España, éstos serán en principio reducidos dado el escaso peso de las relaciones con los países en crisis, inferior a la media de los países desarrollados. Las exportaciones españolas a los ocho países mencionados supusieron en 1997 el 3,2 por 100 del total y las importaciones procedentes de ellos el 3,8 por 100, mientras que las inversiones a y de estos países, aunque al alza, tienen todavía un peso globalmente insignificante. España poco afectada por el Sudeste asiático No obstante, aun no siendo el impacto globalmente elevado, algunas industrias españolas se pueden ver negativamente afectadas, como es el caso de las del textil y del calzado, ante la ganancia de competitividad de las exportaciones de estos países en estos productos manufacturados. Igualmente, otras industrias o sectores, en especial el del automóvil, se pueden ver afectados por la mayor competencia en este caso de Corea del Sur. Es importante considerar también, como se ve en esta misma Memoria en el epígrafe relativo al sector exterior de la economía española, el hecho de la creciente pujanza del comercio dirigido a esta área y a todos los países en desarrollo en general en detrimento del mantenido con la Unión Europea. Cabe destacar también los efectos indirectos sobre la economía española derivados del impacto de la crisis sobre el resto de los Estados miembros de la Unión Europea que mantienen un mayor volumen de intercambios con los países asiáticos, así como el resto de la economía mundial en general. Finalmente, las inversiones directas en España de estos países, con una clara tendencia al crecimiento en los últimos años, sobre todo las de Corea del Sur en sectores de bienes de equipo, también se pueden ver frenadas. La presentación de las soluciones, o la posible evolución de la crisis asiática, debe comenzar por señalar que ésta ha destapado las limitaciones del sistema financiero global. La crisis asiática ha vuelto a poner de manifiesto cómo la crisis financiera iniciada en un sólo país se transmite al resto de la economía mundial, poniendo en evidencia la fragilidad de la globalización financiera. La liberalización de los movimientos de capitales permite a éstos desplazarse de un país a otro en un periodo de tiempo extremadamente corto, mucho más rápido desde luego que los Grietas en el sistema financiero global 27 MEMORIA 1997 bienes y servicios, lo que supone una importante restricción al ejercicio de la política económica de los gobiernos. Los países en desarrollo necesitan inversión extranjera para crecer, pero los préstamos a corto plazo pueden generar inestabilidad. La búsqueda del elevado beneficio especulativo a corto plazo puede ir en detrimento de la financiación de las inversiones generadoras de riqueza y de empleo. Por ello, algunas voces solicitan medidas capaces de frenar una especulación internacional que puede dar al traste con economías cuyas bases sean en principio equilibradas, es decir, controlar los flujos financieros. O, por lo menos, implementar un sistema de supervisión financiera internacional, de prevención precoz, que haga más transparente el sector financiero y que palíe los efectos perversos del por ahora desconocido comportamiento de la globalización financiera. Otras opiniones, no obstante, son contrarias a todo tipo de control sobre los movimientos de capital por considerar que su libre movilidad internacional constituye un elemento disciplinante de las políticas económicas. Por ahora, las propuestas de soluciones van más en la línea de no poner trabas a las inversiones especulativas y de dotar con más medios al FMI para que pueda socorrer y restablecer la confianza en los países atacados, sin revisar el modelo financiero en su globalidad. El FMI postula que un sistema financiero y de comercio internacional abierto, ayuda a remediar las consecuencias negativas de la inestabilidad económica, y considera que los controles a los movimientos transfronterizos del capital no reducen el riesgo de crisis, sino que pueden incentivarlo al incrementar la desconfianza. Por ello, el FMI propugna liquidar las entidades insolventes o en quiebra y proporcionar apoyo a las viables que se encuentran en dificultades, sin garantizar el pago de las deudas a los acreedores; reforzar los mecanismos de control e incrementar las medidas prudenciales sobre el sistema bancario; elevar fuerte y temporalmente los tipos de interés para evitar la salida de capitales; y romper la dependencia tan grande del ahorro extranjero para sus inversiones, con la finalidad última de recuperar la confianza. Lo importante, y lo más probable, es que con ello vuelva la confianza de los inversores nacionales y extranjeros hacia estos países que se habían caracterizado hasta ahora por un fuerte crecimiento. 28 PANORAMA ECONÓMICO Esta es la opinión del FMI, que dice además que al prolongarse la crisis, la desaceleración económica será mayor que si al iniciarse se hubiesen tomado las medidas de endurecimiento de la política monetaria. La desaceleración no es el efecto de la política económica recomendada ni de los programas de reforma para salir de la crisis, sino que es la consecuencia del colapso de la confianza exterior ante la respuesta inadecuada y tardía a la situación. El retraso en tomar las medidas de endurecimiento de las condiciones monetarias agravó el problema. La falta de medidas agravó el problema No obstante, las recetas del FMI no son de aceptación universal. Sus detractores alegan, en primer lugar, que suponen un déficit democrático al legitimar a una institución para que dicte las políticas económicas de países, como los del Sudeste asiático, que suman una población de más de cuatrocientos millones de habitantes. Institución que, además, en su informe semestral sobre perspectivas de la economía mundial del mes de octubre de 1997, elogiaba el comportamiento de la economía de estos países. En segundo lugar, opinan que la contracción macroeconómica que propugna el FMI no va precisamente a restaurar la tranquilidad en los mercados. En tercer lugar, que las operaciones de ayuda que ofrece el FMI pueden traducirse tan sólo en que algunas instituciones financieras en dificultades rehuyan las pérdidas por créditos impagados. Y, en cuarto lugar, porque una considerable elevación de los tipos de interés dirigida a encarecer las presiones especulativas puede dar lugar a una menor inversión productiva que frene el crecimiento. De una u otra forma, lo que sí parece indudable es que se va a producir una contracción del crecimiento de las economías de los países del Sudeste asiático y que la forma de superar cuanto antes la crisis es conseguir recuperar la confianza perdida en sus mercados financieros. Aun con información parcial, la evolución de los acontecimientos puede ir desde la consideración de los hechos como un tropiezo, incluso saludable, en el proceso de crecimiento de la economía mundial, hasta que desemboque en una grave deflación. La contención de la demanda de consumo en los países directamente afectados, la sobreproducción también existente en estos países, la caída de los precios de las exportaciones por las Miedo a la deflación 29 MEMORIA 1997 depreciaciones de las divisas de la zona junto con la caída también de los precios de las materias primas, y la estabilidad de los precios en los países occidentales puede desembocar en una deflación generalizada que distorsionaría la asignación óptima de los recursos. Los efectos derivados de la mayor competitividad vía precios de los productos asiáticos que presionarán sobre los precios mundiales, serían beneficiosos en una situación de alta inflación y elevados tipos de interés. Sin embargo, no es el caso de Estados Unidos y sobre todo de Europa, donde la capacidad de maniobrar con bajadas del tipo de interés si el crecimiento se desacelera o hay riesgo de deflación es escasa. Las economías occidentales deben pues mantener o incrementar su demanda para evitar los riesgos de deflación, sin que ello suponga un abandono de las políticas dirigidas conscientemente a la reducción de la tasa de inflación. 3. ACELERACIÓN DEL CRECIMIENTO El año 1997 se ha caracterizado por una considerable aceleración del crecimiento económico que contrasta con la moderación de la actividad del año anterior, lo que ha permitido consolidar la etapa expansiva del ciclo económico. Este mayor crecimiento ha venido además acompañado de una adicional corrección de los desequilibrios básicos de la economía española, al haberse producido una notable reducción de la inflación y del déficit público a lo largo del año en un contexto, por segundo año consecutivo, de mantenimiento de un elevado ritmo de creación de empleo. La favorable evolución de la economía española durante 1997 ha venido facilitada por un entorno europeo de revitalización de la actividad tras el parón de 1996, así como por factores internos entre los que cabe destacar la instrumentación de una política monetaria más expansiva, concretada en la caída de los tipos de interés reales sobre todo en el segundo semestre de 1997, conjugada con una política fiscal moderadamente restrictiva. 3.1. LA ACTIVIDAD VOLVIÓ A CRECER POR ENCIMA DE LA MEDIA COMUNITARIA La economía española mostró en 1997 una significativa aceleración de la actividad que se concretó en un incremento del PIB del 3,4 por 100, dos décimas por encima de la previsión del Gobierno 30 PANORAMA ECONÓMICO CUADRO I-5 CUADRO MACROECONÓMICO, 1994-1997 (Tasas de variación interanual) Conceptos 1994 PIB y agregados Producto Interior Bruto 2,2 Consumo privado nacional 0,9 Consumo público –0,3 Formación bruta de capital fijo 1,8 — Bienes de equipo 2,0 — Construcción 1,6 Demanda interna 1,2 Exportación de bienes y servicios 16,7 Importación de bienes y servicios 11,4 Pro memoria: PIB a p. constantes (miles de millones de ptas.) 40.592,3 PIB a p. corrientes (miles de millones de ptas.) 64.789,2 Precios y costes Deflactor del PIB 4,0 Precios de consumo (diciembre) 4,3 Costes laborales unitarios nominales totales 0,8 1995 1996 1997(e) 2,7 1,5 1,3 8,2 11,0 6,8 3,1 8,2 8,8 2,3 1,9 0,1 0,9 5,9 –2,0 1,4 9,9 6,2 3,4 3,1 0,7 4,7 10,4 1,2 2,7 12,9 10,1 41.699,6 69.760,8 42.646,2 73.571,8 44.097,2 77.786,2 4,9 4,3 2,1 3,2 3,2 2,8 2,3 2,0 2,5 Mercado de trabajo Variación del empleo Tasa de desempleo –0,9 24,2 2,7 23,3 2,9 22,6 3,0 20,8 Sector exterior Saldo comercial en % del PIB (1) Saldo por cuenta corriente en % del PIB (2) –3,0 –0,9 –3,3 0,1 –2,8 0,1 –2,5 0,5 6,3 5,3 6,5 5,8 4,4 3,8 2,6 2,1 Necesidad de financiación AAPP, % PIB Administraciones públicas totales Administraciones públicas centrales (e): Estimaciones. (1): En términos de Balanza de Pagos. (2): La metodología de la Balanza de Pagos cambió en 1995. Según la antigua, las cifras correspondientes a 1995, 1996 y 1997 serían respectivamente: 1,2; 1,2 y 1,6 por 100. Fuentes: INE, Banco de España y Ministerio de Economía y Hacienda. y más de un punto superior a la tasa alcanzada el año anterior, con un perfil claramente ascendente a lo largo del año. En términos absolutos, el PIB de 1997, a precios constantes, se situó en torno a 44 billones de pesetas mientras que, calculado a precios corrientes, superó los 77 billones de pesetas (cuadro I-5). Aunque la tónica del conjunto de la Unión Europea ha sido alcista, especialmente en los 31 MEMORIA 1997 GRÁFICO I-1 CICLO ECONÓMICO EN ESPAÑA Y EN LA UNIÓN EUROPEA, 1975-1997 (Tasas de variación interanual) 4 3 2 1 0 -1 1997-I 1996-I 1995-I 1994-I 1993-I -2 6 5 4 3 2 1 0 -1 UE 1997 1995 1993 1991 1989 1987 1985 1983 1981 1979 1977 1975 -2 España Fuente: INE, Contabilidad Nacional Trimestral de España y Eurostat. dos últimos trimestres del año, la economía española ha superado a la mayoría de las europeas con un crecimiento medio del PIB ocho décimas superior a la media comunitaria (gráfico I-1). La demanda interna tomó el relevo 32 A diferencia de lo que sucediera en 1996, lo más significativo del comportamiento de la actividad ha sido la importancia creciente de la demanda interna en detrimento de la demanda externa. La tendencia iniciada a mediados de 1995 de desaceleración de la demanda interna se invirtió a finales de 1996, dando paso a un mayor protagonismo de este agregado a lo largo de 1997, situación que en anteriores ciclos de la economía española se caracterizó como etapa de maduración del ciclo. Esta evolución ha incrementado la demanda interna a lo largo del año desde el 1,4 por 100 de 1996 al 2,7 por 100, con una aportación al PIB del 2,7 por 100, algo más de un punto superior a la del año anterior, como consecuencia del tirón tanto del consumo privado como de la formación bruta de capital fijo. Por su parte, el sector exterior, a pesar de que PANORAMA ECONÓMICO CUADRO I-6 AGREGADOS MACROECONÓMICOS EN 1997 Consumo Privado Nacional + 3,1% Consumo Público + 0,7% Formación Bruta de Capital fijo + 4,7% Exportaciones de bienes y servicios + 12,9% Importaciones de bienes y servicios + 10,1% PIB 3,4% Notas: Con ( ) se indica crecimiento o decrecimiento. Con (+ –) se indica incremento o disminución de la tasa de variación respecto a la del año anterior. Fuente: Elaboración propia a partir de INE, Contabilidad Nacional Trimestral de España. las exportaciones de bienes y servicios mantuvieron tasas cercanas al 12,0 por 100 a lo largo del año, tuvo una evolución descendente como consecuencia del empuje observado en las importaciones sobre todo en el segundo semestre del año. Aunque la aportación de la demanda externa al PIB, de 0,7 puntos porcentuales, fue similar a la alcanzada en 1996, su perfil ha sido de claro retroceso a lo largo del año hasta registrar tasas negativas en el último trimestre. El tirón de la demanda interna se explica tanto por el buen comportamiento del consumo privado que, tras la mejora observada a finales de 1996, mostró una progresiva aceleración hasta alcanzar una tasa de variación interanual del 3,1 por 100 frente al 1,9 por 100 del año anterior, como de los distintos componentes de la inversión (cuadro I-6). La favorable evolución del consumo estuvo facilitada por la progresiva caída de los tipos de interés de los dos últimos años, la sustancial moderación de los precios a lo largo de 1997, el incremento del ritmo de creación de empleo y la mejora de las perspectivas del mercado laboral tras el acuerdo interconfederal firmado entre sindicatos y patronal1. Todos estos elementos contribuyeron a afianzar la confianza de los consumidores tras un periodo, como el observado en los 1 Acuerdo interconfederal para la estabilidad en el empleo y la negociación colectiva, abril 1997. 33 MEMORIA 1997 últimos ejercicios, caracterizado por la acumulación de ahorro por parte de las familias y de las empresas y por la atonía del consumo privado. Por su parte, la formación bruta de capital fijo creció a tasas del 4,7 por 100, muy por encima del modesto 0,9 por 100 del año anterior, debido sobre todo al empuje de la inversión en bienes de equipo, que prácticamente duplicó su interanual desde el 5,9 por 100 de 1996 al 10,4 por 100. La inversión en construcción también mostró una considerable mejora, especialmente en el segundo semestre, creciendo su tasa interanual media a un ritmo del 1,2 por 100 frente a la tasa negativa del 2,0 por 100 de 1996. 368.000 nuevos empleos La vitalidad de la actividad permitió un elevado ritmo de creación de empleo, aunque en el conjunto del año se creó prácticamente el mismo número de empleos que en el año anterior, a pesar de que el PIB creció este año más de un punto porcentual más que en 1996. Según la Encuesta de Población Activa (EPA), 1997 cerró con una media anual de 368.000 nuevos empleos, es decir, 14.000 más que el año anterior, lo que situó la tasa interanual de creación de empleo en el 3,0 por 100, una décima por encima de la de 1996. A diferencia de lo que sucediera el año anterior, el ritmo de creación de empleo ha vuelto a situarse por debajo del de actividad (gráfico I-2), incrementando la productividad aparente del factor trabajo tras la caída sufrida el año anterior. Detrás de la evolución del mercado laboral, medido por la EPA, subyace la idea de que los datos de 1996 podrían estar sobrevalorados, cuestión que se desarrolla con más detalle en el Capítulo II. Sin embargo, dicha distorsión, debida en gran medida a la revisión de las bases censales iniciada en 1995, se habría moderado a lo largo de 1997, con lo que la valoración sobre la evolución del empleo en el conjunto del año sería más positiva. Además esta valoración queda reforzada por la aceleración del ritmo de creación de empleo indefinido, sobre todo en el segundo semestre, motivada por la modificación de los tipos de contrato tras la reforma del mercado laboral de abril. Por otro lado, en términos de Contabilidad Nacional, 1997 arrojó en media anual 340.000 nuevos empleos, con una tasa interanual del 2,6 por 100, algo más de un punto superior a la del 34 PANORAMA ECONÓMICO GRÁFICO I-2 CICLO DE LA ACTIVIDAD Y DEL EMPLEO, 1980-1997 (Tasas de variación interanual) 6 5 4 3 2 1 0 -1 -2 -3 -4 Ocupados totales 1997 1996 1995 1994 1993 1992 1991 1990 1989 1988 1987 1986 1985 1984 1983 1982 1981 1980 -5 PIB ptas. constantes Fuentes: INE, Contabilidad Nacional Trimestral de España y Encuesta de Población Activa. año anterior. Si bien la discrepancia entre ambas fuentes de medición del empleo, Contabilidad Nacional y EPA, es habitual como consecuencia de utilizar métodos de contabilización diferentes, el hecho de que la divergencia haya sido sustancialmente menor este año que el anterior, año en que los datos de la EPA duplicaron los recogidos por la Contabilidad Nacional, también se explica por la salida este año del impacto de la revisión de las bases censales anteriormente comentada sobre los datos de la EPA. De cara a 1998, las perspectivas para la economía española son halagüeñas, tal y como señalan las previsiones de los organismos internacionales —OCDE, FMI, Comisión Europea— que vaticinan una expansión adicional de la actividad respecto a la registrada en 1997, con el mantenimiento de un buen ritmo de creación de empleo, aunque menor que en dicho año, en un contexto de Previsión de mayor crecimiento en 1998 35 MEMORIA 1997 CUADRO I-7 PREVISIONES ECONÓMICAS PARA ESPAÑA Y LA UE PARA 1998 (Tasas de variación interanual) Ministerio de Economía Comisión Europea Conceptos PIB Consumo privado Consumo público Formación Bruta de capital fijo — Bienes de equipo — Construcción Demanda interna Exportación de bienes y servicios Importación de bienes y servicios Deflactor del Consumo privado Costes laborales unitarios Variación del empleo Tasa de desempleo Saldo comercial en % del PIB Saldo por cuenta corriente en % del PIB Necesidad de financiación AAPP, % PIB — Administraciones públicas totales — Administraciones públicas centrales OCDE España España UE España UE 3,7 3,3 1,2 8,2 12,4 5,3 4,2 10,8 11,9 3,6 3,2 2,0 6,6 10,1 5,1 3,9 9,7 10,5 2,8 2,5 1,2 4,7 6,4 3,3 2,8 7,4 7,0 3,6 3,3 2,4 5,9 7,0 4,5 3,7 9,0 9,3 2,8 2,5 1,1 4,3 5,5 2,9 2,7 7,3 7,1 — — 2,2 1,9 1,9 1,0 2,4 2,5 2,1 1,1 2,9 19,2 2,4 19,7 0,8 10,2 2,3 20,0 0,9 10,9 — — — 0,7 — 1,3 — 0,6 — 1,6 –2,2 –1,8 –2,2 — –1,9 — –2,4 — –2,3 — Fuentes: OCDE, Economic Outlook, diciembre de 1997. Comisión Europea, Previsiones de primavera, 1998; Ministerio de Economía; Revisión de los datos que acompañan a la Presentación del Proyecto de Presupuestos Generales del Estado, 1998, abril 1998. ausencia de tensiones inflacionistas y de reducción del déficit público (cuadro I-7). Estas perspectivas se basan en una política fiscal moderadamente restrictiva combinada con una política monetaria que todavía se espera sea ligeramente expansiva en España hasta que el próximo 1 de enero de 1999, pierda definitivamente su autonomía, al quedar constituida la Unión Monetaria previa fijación de las paridades frente al euro de las divisas que participen en la tercera fase de la UEM, y que, según el informe 36 PANORAMA ECONÓMICO de la Comisión2 y la decisión del Consejo celebrado en mayo de 1998, son las de todos los Estados miembros de la Unión Europea, a excepción de las de Dinamarca, Grecia, Reino Unido y Suecia. 3.2. RESURGE EL SECTOR INDUSTRIAL Y LANGUIDECE EL AGRÍCOLA Por el lado de la oferta, el año se ha caracterizado por el cambio de tendencia en la evolución del sector primario —que engloba las actividades agrícolas, pesqueras y ganaderas— después del fuerte incremento del año anterior, así como por un resurgimiento del sector industrial que, tras la atonía de 1996, ha mostrado síntomas de mayor vitalidad (gráfico I-3). GRÁFICO I-3 COMPONENTES SECTORIALES DEL PIB, 1993-1997 (Tasas de variación interanual) 30 25 20 Agricultura 15 10 Industria 5 Servicios 0 -5 Construcción -10 -15 IV II III IV 1997-I III II 1996-I III IV II 1995-I III IV II 1994-I IV II III 1993-I -20 Fuente: INE, Contabilidad Nacional Trimestral de España. 2 Comisión Europea, EURO 1999, Informe sobre la convergencia y correspondiente recomendación con vistas a la transición a la tercera fase de la unión económica y monetaria, 25 de marzo de 1998. Bruselas. 37 MEMORIA 1997 Retrocede la producción agrícola La producción del sector primario mostró una sustancial desaceleración que contrasta con el crecimiento de 1996, cuya cosecha, gracias a las favorables condiciones climatológicas, se calificó de histórica. Pero la bonanza de 1996 dio paso a una moderación del crecimiento desde principios de año, que derivó en contracción de la actividad a partir del segundo semestre. Al final, el año cerró con una caída de la tasa interanual media del 1,3 por 100, lejos del crecimiento del 22,4 por 100 de 1996. Por ello el sector agrario ha pasado de la aportación positiva al PIB del 0,8 por 100 en 1996 a una negativa cercana al 0,1 por 100 (cuadro I-8 y gráfico I-4). En términos de valor, la producción final agraria se mantuvo en torno a los 4,4 billones de pesetas con un escaso crecimiento respecto al año anterior, cifrado en el 0,9 por 100. En términos de volumen, la producción final agraria se incrementó en un 7,0 por 100 CUADRO I-8 ACTIVIDAD ECONÓMICA POR SECTORES, 1995-1997 (Tasas de variación interanual de los componentes del PIB en pesetas constantes) Años Trimestres Agricultura y Industria Construcción Servicios Pesca 1995 I Trim. II Trim. III Trim. IV Trim. Media –17,1 –17,2 –13,4 –4,3 –13,2 7,7 6,6 3,9 1,1 4,8 6,2 7,7 7,7 5,3 6,7 2,8 2,8 2,7 2,6 2,7 1996 I Trim. II Trim. III Trim. IV Trim. Media 16,3 26,5 27,4 19,7 22,4 –0,4 –0,3 1,0 2,8 0,8 0,9 –2,0 –3,8 –3,9 –2,2 2,2 2,3 2,4 2,5 2,3 1997 I Trim. II Trim. III Trim. IV Trim. Media 6,3 –1,5 –4,7 –4,4 –1,3 4,5 5,3 5,3 5,2 5,1 –2,0 0,2 2,3 3,8 1,0 3,0 3,2 3,2 3,1 3,1 Fuente: INE, Contabilidad Nacional Trimestral de España. 38 PANORAMA ECONÓMICO GRÁFICO I-4 EVOLUCIÓN DEL PIB Y DEL PIB NO AGRARIO, 1991-1997 (Tasas de variación interanual) 5 4 3 2 1 0 -1 1991-I II III IV 1992-I II III IV 1993-I II III IV 1994-I II III IV 1995-I II III IV 1996-I II III IV 1997-I II III IV -2 PIB PIB no agrario Fuente: INE, Contabilidad Nacional Trimestral de España. respecto a 1996, con una evolución diferenciada entre sus distintos componentes. Mientras la producción ganadera creció a un ritmo del 2,0 por 100, en términos de volumen, la producción de la subrama agrícola lo hacía al 10,4 por 100 sustentada en la favorable evolución del olivar, que con tasas interanuales del 165,0 por 100 consiguió más que compensar la mala cosecha de los cereales de invierno que, como consecuencia de las escasas lluvias y de las elevadas temperaturas de los primeros meses del año, experimentó una caída del 15,0 por 100. Por lo que se refiere a la producción de carne, en términos de volumen, se mantuvo prácticamente en las tasas del año anterior, mostrando, sin embargo, una evolución dispar de las producciones de vacuno y de porcino. Mientras la primera, tras la caída de 1996 como consecuencia del mal de las “vacas locas”, mejoró este año hasta tasas del 5,7 por 100, la segunda moderó su ritmo de creci39 MEMORIA 1997 miento hasta interanuales inferiores al 1,0 por 100 por la aparición de la peste porcina clásica en determinadas regiones y el obligado sacrificio de animales que ello supuso durante el año. Por otro lado, el decrecimiento real de la actividad agrícola se ha producido en un contexto de reducción de los precios en origen de los productos agrarios, que se intensificó a principios de año a pesar del cambio de tendencia observado en la producción. La bajada de los precios percibidos por los agricultores se inició en 1996 como consecuencia del aumento de la oferta ante las buenas cosechas del año, descenso que alcanzó tasas interanuales mínimas del –20,0 por 100 en el primer trimestre de 1997 para moderarse posteriormente, aunque ello no ha evitado que en el conjunto del año dichos precios hayan registrado una variación interanual del –5,0 por 100 frente al crecimiento del 0,9 por 100 del año anterior. Los agricultores perdieron renta Por su parte, la renta agraria experimentó en 1997 una caída en términos monetarios del 0,3 por 100, que contrasta con el fuerte incremento del año anterior. Esta evolución se explica tanto por la reducción de las cosechas como por la de los precios, lo que ha supuesto un cierto drenaje de los resultados productivos de la actividad agraria de 1997 por la vía de los precios hacia otras actividades económicas, que no ha sido compensado por las subvenciones agrarias a la explotación provenientes de la PAC. Esta última rúbrica cuyo objetivo es el de compensar mediante ayudas directas a los agricultores por la posible pérdida de su renta agraria derivada de los procesos de extensificación y reducción de precios, moderó su crecimiento en 1997 al reducir su interanual del 18,0 por 100 del año anterior al 6,4 por 100. Ello ha supuesto una caída del peso de las ayudas directas dentro del total de la renta agraria, del 30,0 por 100 en los dos últimos años al 25,0 por 100 en 1997. Asimismo, en términos reales3, la renta agraria per cápita mostró también cierta desaceleración al caer un 2,2 por 100, evolución descendente que se ha dado también en la mayoría de los países de la Unión Europea, tanto en términos absolutos como relativos. 3 El MAPA calcula la renta real agraria por persona ocupada y la deflacta por el IPC. Eurostat, por su parte, utiliza el indicador “renta agraria real por UTA”, deflactándola por el deflactor del PIB. 40 PANORAMA ECONÓMICO Al igual que sucediera en 1996, uno de los debates fundamentales que ha centrado la atención del sector agrícola este año ha sido el de la reforma de la OCM del aceite de oliva. Como ya señaló el CES el año anterior4, la principal reivindicación española ha sido el mantenimiento de la ayuda a la producción real en lugar de su sustitución por la ayuda al árbol, tal y como han planteado los sucesivos documentos comunitarios. El año ha discurrido con el debate en torno al documento de análisis y opciones presentado por los servicios de la Comisión5, con la absoluta discrepancia entre el Gobierno español, los representantes del sector y la Comisión, en cuanto a la orientación general de la reforma. También ha habido diferencias sobre los datos estadísticos manejados en el citado documento en lo referido tanto a la producción española de aceite como al número de olivos. A vueltas con la reforma del olivar Por su parte, la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo respaldó a finales de año, las peticiones españolas para reformar la OCM del aceite de oliva, al aprobar el “Informe Jové” en el que se proponía un plan alternativo de reforma al de ayuda al árbol. El citado informe rechazaba el sistema de ayuda al árbol basándose en la idea de que puede inducir el desarrollo de plantaciones especulativas sin tener en cuenta los objetivos de calidad y estabilidad de los mercados, a la vez que puede suponer un grave peligro para el medio ambiente dado el riesgo de despoblación rural. Las propuestas alternativas al documento comunitario se centraron en: a) la instauración de una ayuda única a la producción en lugar de una ayuda al árbol con el fin de garantizar un nivel de renta equitativa para todos los productores en función de la producción real de aceite; b) el mantenimiento del mecanismo y del precio de intervención; c) la supresión de la ayuda al consumo, concedida en la actualidad a las empresas de envasado, y la creación de un sistema integrado de control desde la producción al consumo; d) la creación de catastros oleícolas, lo que permitiría 4 Ver Consejo Económico y Social, Memoria sobre la situación socioeconómica y laboral, 1996, págs. 35 y siguientes e Informe del CES 5/1996, de 23 de octubre, sobre la Organización Común de Mercado del aceite de oliva. 5 COM (97) 57 final, Nota al Consejo de Ministros y al Parlamento Europeo sobre el sector de la aceituna y el aceite de oliva (incluidos los aspectos económicos, culturales, regionales, sociales y ambientales), la actual organización común de mercado, la necesidad de reforma y las alternativas existentes. Estudio de las opciones posibles. 41 MEMORIA 1997 verificar la producción declarada y el potencial productivo de las explotaciones agrícolas; e) la prohibición de comercializar mezclas de aceite de oliva con otros aceites a fin de preservar la calidad; f) el aumento de la cantidad máxima garantizada ajustándola en función del consumo comunitario total y del promedio de exportaciones anuales; g) el establecimiento de las cantidades nacionales de referencia en base a una estimación objetiva de la evolución de la producción; y h) la creación de un régimen complementario de ayudas a las pequeñas explotaciones para reforzar el empleo y mantener la población rural. En todo caso, si bien la reforma de la OCM del aceite de oliva ha sido objeto de gran interés tanto por parte del sector como del Gobierno, no está todavía concluida, por lo que se prevé que en 1998 se mantenga el debate en torno a la misma hasta que se alcance una decisión al respecto6. La agricultura ante la ampliación de la UE Por otro lado, en el ámbito comunitario, el año 1997 se ha caracterizado por el debate surgido en torno al documento Agenda 20007 elaborado por la Comisión Europea a mitad de año y respaldado por el Consejo Europeo de Luxemburgo en diciembre8. En él, se describen las perspectivas de desarrollo de la Unión Europea y de sus políticas de cara al siglo XXI con el telón de fondo de la ampliación hacia los países de Europa Central y del Este. El documento comunitario recoge propuestas para reformar aspectos básicos de funcionamiento de la Unión Europea tanto a nivel político y presupuestario como sectorial, entre los que se incluyen aspectos que afectan al futuro desarrollo de la PAC. En el capítulo específico sobre la PAC, se propone potenciar la competitividad de la agricultura europea y de los sectores agroalimentarios en el contexto de la esperada demanda creciente de alimentos a escala mundial y de la liberalización de los mercados agrícolas en el marco de la Organización Mundial de Comercio. Para ello, se considera necesario profundizar en el proceso de reforma de la PAC iniciado en 1992, lo que supone extender a todos los subsectores agrícolas el El 18 de marzo de 1998 el Colegio de Comisarios aprobó la propuesta definitiva de la OCM del aceite de oliva, para trasladarla a continuación al Consejo de Ministros de la UE donde se está discutiendo su contenido. 7 Comunicación de la Comisión Europea Agenda 2000: Por una Unión más fuerte y más amplia, 16 de julio de 1997. 8 Ver apartado 7.4. del Capítulo I de la Memoria del CES de 1997: Hacia el siglo XXI: Agenda 2000 y ampliación. 6 42 PANORAMA ECONÓMICO sistema de ayudas directas a los agricultores en detrimento del de sostenimiento de precios, con el desarrollo paralelo de una política rural coherente con dicho sistema. Entre las medidas contempladas se pretenden reducir los precios garantizados, para lo cual la Comisión estima recortar el precio de intervención de los cultivos arables en un 20 por 100, el de la carne de vacuno en un 30 por 100 y el de los productos lácteos en un 10 por 100. Si bien se trata de un documento aceptado por los principales Estados miembros, que contiene acertadas propuestas como por ejemplo la relativa a que las reformas de las OCM deban permitir un mejor equilibrio entre sectores de producción, productores y regiones de la Unión Europea, no ha sido ajeno a las críticas. Desde distintas instituciones y en concreto desde las asociaciones agrarias, se señala como principal crítica la relacionada con las cuestiones financieras, ya que parece comúnmente aceptado que la ampliación de la Unión Europea no debería abordarse con la congelación de los recursos propios al 1,27 por 100 del PIB, ni con la prevista reducción del peso de la PAC sobre el presupuesto total de gastos —del 44,2 por 100 estimado para 1999 al 43,6 por 100 en el año 2006—, máxime si se tiene en cuenta que los países candidatos a la adhesión9 son fundamentalmente agrícolas, y la adaptación de sus respectivas agriculturas a los cánones comunitarios requerirá destinar importantes recursos en detrimento de los actualmente captados por los Estados miembros. El documento comunitario pone demasiado énfasis en el ajuste de los gastos en la perspectiva de la ampliación, no abordando el reto presupuestario que para la Unión Europea debería suponer la financiación de la política de cohesión económica y social asociada a todo proceso de reforma y, de manera especial, al de reforma de la PAC. Otra de las críticas se centra en el trato desigual dado a las distintas producciones agrícolas ya que las medidas sectoriales concretas del documento se orientan sobre todo a las producciones continentales (cereales, oleaginosas, leche y carne), otorgando una importancia menor a las producciones mediterráneas (frutas y hortalizas, aceite de oliva, vino y tabaco), a pesar de que las OCM de las primeras se Los cultivos mediterráneos salen perdiendo La Comisión ha iniciado en marzo de 1998, las negociaciones con los once países candidatos a la adhesión, aunque los que tienen más posibilidades de entrar en la primera ampliación son como se decidió en la Cumbre Europea de Luxemburgo: Chipre, Eslovenia, Estonia, Hungría, Polonia, y la República Checa. 9 43 MEMORIA 1997 han venido reformando desde 1992, mientras que en el caso de las segundas las reformas de las OCM, a excepción de la realizada en 1996 en el sector de frutas y hortalizas, están todavía pendientes. Asimismo, este diferente trato entre producciones se observa en la cuantía de los fondos destinados a uno y otro tipo de cultivo. Por su parte, la producción pesquera volvió a incrementar su tasa de cobertura hasta situarse en el 48,6 por 100, dos puntos por encima de la observada el año anterior, lo que supone mantener, por segundo año consecutivo, dicha tasa por encima de los niveles del 40,0 por 100. Esta mejora ha sido posible gracias al impulso de las exportaciones que, en términos monetarios, crecieron respecto a 199610 en torno al 22,0 por 100, por encima del 17,0 por 100 registrado por las importaciones, a pesar de que estas últimas aceleraron sustancialmente su ritmo de crecimiento impulsadas por la reanimación del consumo privado. No obstante, el déficit de la balanza comercial pesquera empeoró ligeramente hasta situarse en 234.683 millones de pesetas. Sin embargo, en términos de volumen, el déficit comercial se redujo en 15.500 toneladas, debido a que las importaciones casi duplicaron a las exportaciones. La acuicultura en España Cabe señalar aquí el peso creciente que va teniendo la acuicultura en España, consecuencia del progresivo aumento del consumo y de la demanda de determinadas especies a nivel europeo, lo que se ha traducido en una mayor producción. Hay que recordar que la acuicultura española tiene una fuerte caracterización geográfica, destacando en la región del Cantábrico y del Atlántico Noroeste el cultivo del mejillón, la ostra, la almeja y el rodaballo, mientras en el área Mediterránea domina la dorada, la lubina, el mejillón, la almeja, la ostra así como el atún, si bien su introducción es reciente. A medio plazo, las alternativas de producción que se contemplan incluyen el pulpo y el besugo en la primera región y el dentón, la seriola y el pargo en la segunda. En los próximos años se espera se mantenga dicha tendencia, que se concretaría, según previsiones de los sectores, en un aumento de la producción cercano al 17 por 100, lo que supondría pasar de las 232.000 toneladas de 1996 a 270.514 toneladas en 1999. Por otro lado, la acuicultura continen10 Datos CUCI, en Información Estadística sobre el Comercio Exterior, diciembre 1997, del Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales del Ministerio de Economía y Hacienda. 44 PANORAMA ECONÓMICO tal, sobre todo la trucha, alcanzó en 1997 las 31.500 toneladas lo que representó un incremento del 14 por 100 respecto a 1996. El año 1997 ha sido, por otro lado, un año de transición para la Política Común de Pesca, marcado por los debates, en el seno de la Comisión Europea, sobre la reforma de los Fondos Estructurales entre los que se encuentra el Instrumento Financiero de Orientación de la Pesca (IFOP), así como sobre el futuro de dicha política. Ambas cuestiones son fundamentales para el futuro del sector pesquero español que apuesta de forma decidida por una verdadera política comunitaria capaz de eliminar las discriminaciones existentes en la actualidad, para que las distintas flotas puedan acceder a los recursos pesqueros en igualdad de condiciones. Urge además concluir el proceso de renovación de la flota pesquera, lo que requiere mantener los Fondos Estructurales de la pesca más allá de 1999, año en que acaba el actual IFOP. La pesca española no quiere discriminaciones En materia de control del ejercicio de la actividad pesquera, el CES elaboró un Dictamen sobre el Proyecto de Ley por el que se establece el Régimen de control para la protección de los recursos pesqueros11, en el que se recomendó una mayor concreción en la aplicación del principio de responsabilidad solidaria, así como en el tratamiento dado a las medidas provisionales previstas y en la fijación de plazos para la notificación escrita de las mismas. Asimismo, el CES señaló que las sanciones accesorias deberían responder a criterios de racionalidad, lo cual supone que, aunque tengan que desincentivar la actividad infractora, no deberían ser de naturaleza expropiatoria. Por otro lado, el año se ha caracterizado también por los problemas surgidos en los acuerdos de pesca, fundamentalmente, con Argentina12 y Marruecos13 y la ausencia de firmas de los nuevos Acuerdos que estaDictamen del CES 3/1997, de 17 de septiembre sobre el Proyecto de Ley por el que se establece el Régimen de Control para la protección de los recursos pesqueros. 12 Argentina aprobó una serie de normas que supusieron un trato discriminatorio para la flota española perteneciente a sociedades mixtas, cuestionando el principio de primacía del Derecho Internacional sobre el Nacional. 13 Marruecos incumplió el acuerdo pesquero con la Unión Europea al ampliar de forma unilateral la parada biológica de dos a cuatro meses, ampliación que fue aceptada tanto por el Gobierno como por la Unión Europea. Sin embargo, no fue respetada por la flota marroquí lo que perjudicó al stock del pulpo, con el consiguiente quebranto económico para los armadores y tripulantes españoles. 11 45 MEMORIA 1997 ban previstos con Namibia, Rusia y Sudáfrica; así como por los conflictos con determinados países en cuanto a la delimitación de sus zonas económicas exclusivas. Todo ello motivó la realización desde el CES de un Informe sobre las Sociedades Mixtas14, peculiar forma jurídica constituida por uno o varios armadores de la Unión Europea y uno o varios socios de un país tercero destinada a explotar los recursos pesqueros situados en las aguas bajo soberanía de este último, informe en el que se recogen los problemas pendientes de resolver, tales como la defensa de los puestos de trabajo y las medidas de fomento de los mismos, lo que requeriría un mayor apoyo y firmeza por parte de las autoridades nacionales y comunitarias. Autocontrol de la flota atunera Por lo que se refiere a la conservación de los recursos pesqueros, cabe destacar la veda voluntaria acordada por las flotas atuneras española y francesa durante tres meses, para recuperar los túnidos en el océano Atlántico, lo que permitió recuperar los stocks. A pesar de dichos esfuerzos, persiste el problema con las flotas de países terceros que incumplen sistemáticamente estas normas de conservación. Asimismo, el año 1997 supuso un avance en lo referente a la protección pesquera en el mar Mediterráneo con la aprobación, a mediados de año, de un Real Decreto sobre la materia15 por el cual se pretende acabar con la pesca incontrolada de buques de países no pertenecientes a la cuenca mediterránea y mantener la flota artesanal dirigida a la pesca de calidad. El mar Mediterráneo está sufriendo en los últimos años una excesiva explotación de sus recursos pesqueros, por lo que resultaba necesario desarrollar una política orientada a evitar el agotamiento de las poblaciones de peces, conservación de los recursos que no parecía posible con las medidas previstas en la Ley 15/197816 hasta ahora aplicable. En efecto, la citada ley establecía en su disposición final primera, que la extensión de la zona exclusiva española a 200 millas se aplicaría solamente a las costas españolas, peninsulares e insulares del océano Atlántico, aunque se facultaba al Gobierno para extender dicho límite a otras costas españolas. Sin embargo, hasta el momento el Informe del CES 1/1998, de 21 de enero, sobre las Sociedades Mixtas en el sector pesquero, la problemática del empleo. 15 Real Decreto 1315/1997, de 1 de agosto, por el que se establece una zona de protección pesquera en el mar Mediterráneo. 16 Ley 15/1978, de 20 de febrero, sobre zona económica exclusiva. 14 46 PANORAMA ECONÓMICO Gobierno no había utilizado dicha facultad, no resultando aplicable esa normativa al mar Mediterráneo, de forma que España sólo ostentaba competencias en este mar en un área de 12 millas17. El Real Decreto aprobado en 1997, delimita una zona de protección pesquera en el Mediterráneo distante 49 millas del punto que se considera referencia, área sobre la cual el Reino de España tendrá derechos soberanos a efectos de la conservación de los recursos pesqueros, así como en la gestión y control de la actividad pesquera, teniendo en consideración las medidas que haya establecido, o pueda establecer, al respecto la Unión Europea. A pesar de los avances señalados en la normativa española, el mar Mediterráneo, tal y como señala el Comité Económico y Social de la Unión Europea18, sigue sin tener un sistema de regulación que permita evitar el deterioro de los recursos, la crisis de las flotas, la pérdida de empleos y la distorsión del mercado, por lo que sigue recomendando la necesidad de una armonización real y global de la pesca en el área. En opinión del Comité, la armonización será posible cuando se eliminen, de forma gradual, las excepciones contempladas en el Reglamento (CE) núm.1626/9419 que no tengan un fundamento científico, y se apliquen las mismas medidas técnicas a todas las flotas. Ello contribuirá a mejorar las medidas de control tanto sobre la flota de países ribereños como de terceros, combatiendo de forma más efectiva la sobreexplotación a que está sometida la mayoría de las especies del Mediterráneo. Paliar la Por lo que se refiere al sector industrial, que incluye energía, manufacturas y construcción, superado el parón que supuso el año 1996, ha vuelto a mostrar una aceleración de su ritmo de crecimiento similar al de 1995. El incremento de la actividad se produjo desde el primer trimestre, acentuándose el ritmo de crecimiento de la producción, sobre todo en el segundo semestre del año, de forma La industria sobreexplotación del Mediterráneo superó el parón de 1996 De conformidad con la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, ratificada por España el 15 de enero de 1997, España sólo ostenta competencias en el Mediterráneo, sobre las 12 millas náuticas del mar territorial y competencias especializadas en las otras 12 millas correspondientes a la zona contigua. 18 Dictamen del Comité Económico y Social de la Unión Europea, de 12 de febrero de 1998, sobre la gestión de la pesca en el Mediterráneo. 19 Reglamento (CE) núm. 1626/94 del Consejo, de 27 de junio, por el que se establecen determinadas medidas técnicas de conservación de los recursos pesqueros en el Mediterráneo. 17 47 MEMORIA 1997 generalizada en todas las ramas productivas. En el conjunto de 1997, el valor añadido bruto del sector creció un 4,3 por 100, muy por encima del 0,1 del año anterior. La industria, exceptuando la construcción, intensificó durante el primer semestre el ritmo de crecimiento iniciado en la segunda parte de 1996, mostrando posteriormente cierto agotamiento aunque se mantuvo en tasas de crecimiento cercanas al 5,0 por 100 en los dos últimos trimestres del año. En el conjunto de 1997, el valor añadido bruto del sector industrial sin construcción creció un 5,1 por 100, tasa que contrasta con el tímido 0,8 por 100 del año anterior, lo que supuso una aportación al PIB del 1,4 por 100 (gráfico I-5). Por tanto, la recuperación de la actividad industrial fue muy intensa en 1997 tras el parón sufrido el año anterior, impulsada por el creciente dinamismo de la demanda interna y el mantenimiento del vigor exportador. El Índice de Producción Industrial (IPI), principal indicador de la actividad del sector industrial, invirtió en 1997 la tendencia bajista observada el año anterior. Con un perfil trimestral de progresivo aumento hasta alcanzar tasas máximas en el tercer trimestre, a partir del cual se observa una moderada desaceleración, el incremento medio del índice general fue del 6,8 por 100 en el conjunto del año, GRÁFICO I-5 RESULTADOS SECTORIALES EN 1997 (Aportación porcentual al crecimiento del PIB) Porcentaje No destinados 1,8 a la venta 1,6 1,4 Destinados 1,2 a la venta 1,0 0,8 0,6 0,4 0,2 0,0 -0,2 Agricultura Servicios y Pesca Industria Construcción Fuente: Elaboración propia a partir de datos del INE, Contabilidad Nacional Trimestral de España. 48 PANORAMA ECONÓMICO lo que constrasta con la caída del 0,7 por 100 de 1996. Corrigiendo el índice general de los efectos del calendario laboral20, el crecimiento del IPI fue similar, ya que su variación interanual media fue del 7,0 por 100; aunque partiendo de una tasa negativa del 1,3 por 100 en 1996, su aceleración a lo largo del año ha sido mayor. Por destino económico de los bienes21, todos los componentes del IPI tuvieron buenos registros aunque, por tercer año consecutivo, destacó el dinamismo de los bienes de equipo que alcanzaron una tasa interanual media del 10,3 por 100, muy superior al 3,1 de 1996. Por su parte, los bienes de consumo crecieron un 6,7 por 100, mientras, los bienes intermedios, tras iniciar el año con tasas negativas, se recuperaron con fuerza en la segunda parte del año hasta ofrecer un incremento anual medio del 5,9 por 100. Dinamismo de los bienes de equipo La evolución mostrada por los componentes de la producción industrial por destino económico de los bienes, explica las características del crecimiento del PIB por el lado de la demanda observado en 1997, basado en el creciente dinamismo de la demanda interna, a su vez sustentado en el tirón del consumo privado y de la inversión en bienes de equipo, y en el mantenimiento de la demanda de exportaciones. Por ramas de actividad, las mayores subidas se concentraron, al igual que en 1996, en el sector de construcción naval, con un incremento medio del 52,2 por 100, seguido de los sectores de construcción de material de transporte y de construcción de maquinaria y material eléctrico con un 36,7 por 100 y un 13,2 por 100 respectivamente. Por el contrario, las actividades que ofrecieron un peor registro fueron las de construcción de máquinas de oficina y ordenadores con una caída de su interanual media del 7,3 por 100, seguida de la industria del cuero y del sector de fabricación de instrumentos de precisión ambas con caídas del 4,0 y 3,0 por 100. El IPI filtrado se obtiene tras realizar la corrección del IPI general de los efectos del calendario laboral con el fin de eliminar la influencia del número de días laborables y de las festividades en las diferentes Comunidades Autónomas, lo que facilita las comparaciones entre los mismos meses de años diferentes. 21 Por destino económico de los bienes, el IPI se subdivide en tres categorías de bienes: Bienes de Consumo con una ponderación en el índice general del 38,1 por 100; Bienes de Equipo con una ponderación del 14,7 por 100; y Bienes Intermedios con un peso del 47,2 por 100. 20 49 MEMORIA 1997 Cambios en el sector energético Dentro del sector industrial, 1997 ha supuesto un año de cambios y avances en los procesos de modernización y liberalización de determinados sectores entre los que destaca el energético. Así, se han producido importantes modificaciones normativas en el sector eléctrico con la promulgación de una nueva Ley del Sector Eléctrico22 y la derogación de la LOSEN23, a la vez que la reconversión de la minería del carbón ha recibido un nuevo impulso con la elaboración del plan de ajuste para el periodo 1998-200524. Por último, cabe señalar las modificaciones normativas previstas para los sectores del petróleo y del gas, plasmadas en el Proyecto de Ley del Sector Hidrocarburos. Con la promulgación, a finales de año, de una nueva regulación sobre el sistema eléctrico, se ha avanzado adicionalmente en el proceso liberalizador del sector tras el acuerdo alcanzado en 1996 con la firma del Protocolo eléctrico entre la Administración y las principales empresas25. Como señala la exposición de motivos de la Ley 54/1997, la nueva regulación supone un importante cambio, ya que la explotación unificada del sistema eléctrico deja de ser un servicio público de titularidad estatal desarrollado por el Estado mediante una sociedad de mayoría pública, al asumir sus funciones dos sociedades mercantiles privadas, responsables de la gestión económica y técnica del sistema. Por lo que se refiere a la generación de energía eléctrica, la Ley 54/1997 reconoce el derecho a la libre instalación, mientras para el transporte y la distribución la liberalización se realiza mediante la generalización del acceso de terceros a las redes, de manera que la propiedad de las mismas no garantiza la exclusividad de su uso. En cuanto a la retribución económica de la actividad, la de la generación se realiza mediante la organización de un mercado mayorista abandonándose el sistema anterior que retribuía en función de unos costes de inversión fijados administrativamente, mientras que la distribución y el transLey 54/1997, de 27 de noviembre, del Sector Eléctrico. Ley 14/1994, de 30 de diciembre, sobre la Ordenación del Sistema Eléctrico Nacional. 24 Plan 1998-2005, de la Minería del Carbón y Desarrollo Alternativo de las Comarcas Mineras, resultado del acuerdo entre la Administración y los sindicatos. 25 Protocolo para el establecimiento de una nueva regulación del Sistema Eléctrico Nacional, firmado el 11 de diciembre de 1996. Dicho Protocolo carecía de eficacia normativa aunque supuso la concreción de un diseño complejo y global de transición de un sistema intervenido a un sistema más liberalizado del sector eléctrico (ver Memoria del CES 1996, págs. 41 y siguientes). 22 23 50 PANORAMA ECONÓMICO porte seguirán retribuyéndose de forma administrativa. En la presente Ley se posibilita la comercialización de energía eléctrica, basada en los principios de libertad de contratación y de elección de suministrador, estableciéndose un periodo transitorio, de forma que la libertad de elección para los consumidores sea una realidad en el 2007. Si bien parecía necesario reformar la LOSEN puesto que, a pesar de haber sido promulgada en el año 1994, apenas había sido aplicada, parece de momento prematuro valorar el alcance real de la nueva regulación. No obstante, en opinión de la OCDE26, la reforma que plantea la Ley 54/1997 es incluso más ambiciosa que la contemplada en la normativa comunitaria27 y aunque afirma que se traducirá en ganancias de eficiencia, considera que la producción y la distribución seguirán muy ligadas, por lo que la liberalización del mercado podría no ser completa. Por otro lado, valorando positivamente la creación de un órgano de control como la Comisión Nacional del Sistema Eléctrico (CNSE), la OCDE considera que al no poder fijar las tarifas, ni definir las prácticas óptimas, sus funciones son más limitadas que las de organismos similares en otros países. Por lo que se refiere a la minería del carbón, 1997 ha sido un año de negociación orientado a elaborar un nuevo plan de ajuste del sector, una vez agotada la vigencia temporal del plan 1995-1997. La elaboración de dicho plan se enmarca además en el contexto de liberalización del mercado de la energía en el ámbito europeo, así como en la necesidad de mejorar la posición competitiva del sector adecuándolo a las orientaciones dominantes en el mercado europeo del carbón. Las principales características del Plan 1998-2005 de la Minería del Carbón son: el establecimiento del principio de libertad de contratación entre las empresas mineras y eléctricas; y la sustitución del sistema de cupos de venta asignados a cada empresa minera por el sistema de garantía al consumo de carbón nacional para las empresas productoras de energía eléctrica. El Plan pretende reducir la producción en un 28,0 por 100 hasta situarla al final del periodo en 13 millones de toneladas, con una progresiva reduc- Nuevo plan para la minería del carbón OCDE, Études Économiques de l’OCDE. Espagne, 1998. Directiva 96/922, del Consejo y del Parlamento Europeo, de 19 de diciembre, relativa a las reglas comunes para el mercado interior de la electricidad. 26 27 51 MEMORIA 1997 ción de las ayudas al funcionamiento previstas en la Decisión 3632/93/CECA, cifrada entre un 4,0 y un 6,0 por 100. Se prevé asimismo una reducción neta de la plantilla de entre 17.500 y 25.000 empleos. El coste del Plan se ha estimado en un billón de pesetas que irá a cargo de los Presupuestos Generales del Estado, repartido casi por mitades entre coberturas sociales y un programa de ayuda a las comarcas mineras 28 con el cual se pretende minimizar el impacto de los ajustes mediante la reindustrialización de las regiones afectadas y la recolocación de la mano de obra. Una ley para liberalizar el sector de hidrocarburos Por su parte, el Proyecto de Ley del Sector Hidrocarburos, sobre el que se pronunció el CES a principios de 199829, refunde la actual legislación sobre la materia30 en el actual contexto de progresiva liberalización del sector, cuyo punto de referencia más cercano se encuentra, en la construcción del mercado interior europeo de la energía31. El citado Proyecto de Ley pretende así ampliar la actividad energética a la libre iniciativa empresarial, salvaguardando el interés general, conjugándolo con una mayor preocupación por la protección del medio ambiente. Se trata por tanto de renovar, integrar y homogeneizar la regulación actual de los subsectores del petróleo y del gas natural, subsectores que gozan de un grado de liberalización bien distinto, estando el primero bastante desarrollado, mientras por el contrario, el segundo mantiene de hecho una situación monopolística tanto en aprovisionamiento como en distribución y comercialización. Se incluyen así modificaciones normativas en el conjunto de actividades de dichos subsectores que van desde la exploración, investigación y explotación de yacimientos, hasta la comercialización de combustibles gaseosos por canalización. Por lo que se refiere a la exploración, investigación y explotación de hidrocarburos, se introducen una serie de novedades entre Plan de Desarrollo Alternativo de las Comarcas Mineras, 1998-2005. Dictamen del CES 1/1998, de 12 de febrero de 1998, sobre el Proyecto de Ley del Sector Hidrocarburos. 30 Fundamentalmente la Ley 21/1974, de 27 de junio, sobre investigación y explotación de hidrocarburos; la Ley 10/1987, de 15 de junio, de normas básicas para un desarrollo coordinado de actuaciones en materia de combustibles gaseosos y la Ley 34/1992, de 22 de diciembre, de Ordenación del Sector Petrolero. 31 Sus antecedentes más recientes son: el acuerdo alcanzado el 8 de diciembre de 1997 en el Consejo de Ministros de Energía de la Unión Europea sobre el Proyecto de Directiva sobre el Gas; la Directiva 96/92, de 19 de diciembre de 1996, de normas comunes para el mercado interior de la electricidad y la Directiva 94/22, de 30 de mayo, sobre prospección, exploración y producción de hidrocarburos. 28 29 52 PANORAMA ECONÓMICO las que destacan: la adecuación de su normativa al ordenamiento constitucional, la supresión de la reserva en favor del Estado, la regulación de los almacenamientos subterráneos, la obligación para el concesionario de desmantelar las instalaciones cuando revierta la concesión y la creación de la figura del operador como responsable del buen uso del dominio público que constituyen estos recursos. En lo referente al sector del gas, las principales novedades del citado Proyecto de Ley se centran en la supresión de la consideración de servicio público, manteniendo, sin embargo, la consideración de actividades de interés general, así como la supresión de la obligatoriedad de distribución a domicilio de los gases licuados del petróleo (butano, propano...) envasados. Asimismo, se crea la Comisión Nacional de Energía, único órgano encargado de regular y vigilar el funcionamiento del mercado de la energía. Si bien el Proyecto de Ley contribuye a liberalizar los sectores de petróleo y gas, hay que tener en cuenta que las actividades de transporte, almacenamiento, manipulación y abastecimiento de dichos productos tienden hacia la creación de monopolios naturales. Por este motivo, el CES alerta sobre el riesgo de pasar de una situación de monopolio a otra de oligopolio en la que un reducido grupo de operadores, que actúe de forma concertada, mantenga el control efectivo del mercado, sin que ello redunde en una sustancial mejora para los consumidores. En este sentido, y con el fin de preservar el interés general, el CES entiende que los poderes públicos deberán prestar especial atención al desarrollo de dichas actividades, estableciendo para ello los mecanismos de control e inspección adecuados. Asimismo, en opinión del CES, es necesario garantizar la información, la transparencia y el control social de dichos mercados, para lo cual considera que los agentes sociales más representativos del sector, cuya presencia no se contempla en la Comisión Nacional de Energía, deberían estar representados en los consejos consultivos de hidrocarburos. El CES alerta sobre el riesgo de los oligopolios Por otro lado, el Proyecto establece cierta discrecionalidad para permitir el desarrollo de las distintas actividades, basada en el cumplimiento de condiciones técnicas de seguridad, así como en la acreditación, por parte de la empresa que vaya a realizarlas, de su capacidad legal, técnica y económico-financiera. El CES entiende que puesto que la capacitación económico-financiera no es fácilmen53 MEMORIA 1997 te objetivable, deberían fijarse unos mínimos que aseguren una cierta proporcionalidad entre la actividad a desarrollar y la capacidad económico-financiera requerida, con el fin de evitar la imposición de condiciones que asfixien la actividad empresarial o supongan de facto barreras de entrada a dichos mercados. Se reanima el sector de la construcción La construcción, por su parte, registró una trayectoria creciente a lo largo del año que se tradujo, desde el segundo trimestre, en un cambio en la tendencia contractiva que venía observándose desde mediados de 1996. A pesar de haber iniciado el año con tasas negativas, el vigor mostrado por la actividad del sector, sobre todo en el último trimestre, permitió que el crecimiento medio de 1997 fuera del 1,0 por 100 frente a la caída del 2,2 por 100 del año anterior, con una aportación, sin embargo, aún muy moderada, cercana a una décima, al crecimiento del PIB (gráfico I-5). La evolución del sector se caracterizó por la mejora de todos sus componentes, entre los que destaca el dinamismo de las obras de rehabilitación y las de construcción no residencial. Por su parte, la obra pública, tras iniciar el año con caídas del 30,0 por 100, mejoró progresivamente aunque no consiguió alcanzar tasas positivas, por lo que ha sido el componente de la construcción que sin duda más ha contribuido a frenar el resultado global del sector. En un contexto de recorte del gasto público, la moderada mejora de este tipo de obra se ha debido en gran medida al impulso de la licitación oficial a lo largo de 1996 tras el parón observado el año anterior. Según datos del Ministerio de Fomento, en 1997 el volumen total de licitación oficial aumentó ligeramente respecto al año anterior, de 1,77 billones de pesetas a 1,81 billones, lo que impulsará previsiblemente cierto incremento de la obra pública a lo largo de 1998. Atendiendo a la encuesta ECIC32, el valor total de los trabajos realizados por las empresas creció casi un 2,0 por 100 en el conjunto del año, lo que contrasta con la caída del 1,8 por 100 de 1996, impulsado por la edificación residencial, y en menor medida por la no residencial, con tasas de crecimiento del 5,4 por 100 y del 4,0 por 100 respectivamente. Por el contrario, el valor de las obras de ingeniería civil siguió cayendo aunque a una tasa más moderada que la del año anterior, –2,2 por 100 frente al –8,2 por 100 de 1996, 32 Encuesta Coyuntural de la Industria de la Construcción (ECIC) elaborada con carácter trimestral por el Ministerio de Fomento. 54 PANORAMA ECONÓMICO resultado del continuo recorte de las inversiones públicas desde 1995. Por último, por lo que se refiere al sector servicios, la actividad mostró una considerable aceleración en el primer trimestre, con una posterior estabilidad, lo que conllevó un crecimiento medio del 3,1 por 100, ocho décimas superior al de 1996. Al igual que en 1996, el sector servicios es el que ha tenido una mayor aportación al PIB por el lado de la oferta, cifrada en un 1,7 por 100 frente al 1,2 por 100 anterior, con una contribución, sin embargo, muy dispar entre sus dos componentes, los servicios no destinados a la venta y los destinados a la venta (gráfico I-5). Mientras los primeros mantuvieron la tendencia desaceleradora observada en 1996 con una reducción de su tasa interanual media del 1,0 al 0,6 por 100 y una aportación al PIB del 0,1 por 100, los segundos, cuyo peso sobre el total supera el 75,0 por 100, incrementaron su interanual media del 2,8 por 100 al 3,9 por 100, con una aportación al PIB del 1,6 por 100. No obstante, la favorable evolución de los servicios destinados al mercado experimentó cierta corrección a finales de año como consecuencia del agotamiento del impulso tanto de la hostelería y de las actividades de restauración como del comercio. Por lo que se refiere a los servicios no destinados a la venta, hay que recordar que su evolución está estrechamente ligada a la remuneración de asalariados de las administraciones públicas33, remuneración que para el caso de las administraciones centrales mostró un intenso proceso deflacionario desde 1996 como consecuencia de la política de contención del gasto público, tendencia que sin embargo se invirtió moderadamente a finales de año. Los servicios Dentro del sector servicios, el de telecomunicaciones es el que ha recibido un mayor impulso liberalizador, caracterizado a nivel internacional por el acuerdo alcanzado en la Organización Mundial de Comercio34, y en el ámbito europeo, por los avances realizados ante la apertura global prevista para dichos mercados a partir de Año agitado aportaron la mitad del PIB en las telecomunicaciones El valor añadido bruto de los servicios no destinados a la venta se obtiene de la estimación del valor añadido bruto de la Administración Central del Estado y de los Organismos Autónomos Administrativos así como de las transferencias corrientes recibidas por las Comunidades Autónomas y por las Corporaciones Locales. 34 OMC, Acuerdo sobre las telecomunicaciones básicas, de 15 de febrero de 1997. 33 55 MEMORIA 1997 1998, exceptuando España35, Portugal e Irlanda36. Ello ha conllevado la desaparición de los monopolios europeos estatales (con las privatizaciones, entre otras, de France Telecom, Telecom Italia y Telefónica37), así como un conjunto de alianzas, fusiones y adquisiones de empresas, a las que no ha sido ajeno el mercado español, ante la necesidad de competir con un tamaño adecuado en una economía cada vez más globalizada. En este contexto, el año 1997 ha supuesto un avance en la regulación española del sector con la promulgación de la Ley 12/1997, de Liberalización de las Telecomunicaciones, por la que se creó la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT) a la vez que se modificaron determinados artículos de las leyes de Ordenación de las Telecomunicaciones y de las Telecomunicaciones por Cable38. Según lo establecido en la citada normativa, la CMT tiene por objeto salvaguardar, en beneficio de los ciudadanos, las condiciones de competencia efectiva en el mercado de las telecomunicaciones, de los servicios audiovisuales, telemáticos e interactivos, así como velar por la correcta formación de los precios y ejercer como árbitro en los conflictos que surjan en el sector. La telefonía móvil bajo sospecha de colusión Si bien las reformas normativas suponen un paso significativo hacia una mayor liberalización del sector, para que la competencia sea realmente efectiva y se traduzca en una reducción de los precios para el consumidor con el consiguiente efecto favorable en el IPC general, parece necesario, en opinión de la OCDE39, preservar la independencia del organismo regulador y que su capacidad de actuación sea rápida, así como apoyar a los siguientes operadores que accedan al mercado para que puedan realizar una competencia Inicialmente se estableció un periodo transitorio de cinco años desde la plena liberalización de las telecomunicaciones prevista a nivel europeo para el 1 de enero de 1998. Sin embargo, el Gobierno español acordó con la Comisión Europea adelantar dicho plazo hasta el 1 de diciembre de 1998. 36 La plena liberalización de las telecomunicaciones en Portugal e Irlanda se prevé para el 1 de diciembre de 1999. 37 En 1997 se ha vendido el 21 por 100 de las participaciones que la Sociedad Estatal de Participaciones Patrimoniales mantenía en Telefónica, mediante colocación de acciones en Bolsa (ver apartado 6.4 de esta Memoria). 38 Ley 31/1987, de 18 de diciembre, de Ordenación de las Telecomunicaciones y Ley 42/1995, de 22 de diciembre, de las Telecomunicaciones por Cable. 39 OCDE, Études Économiques de l’OCDE. Espagne, 1998. 35 56 PANORAMA ECONÓMICO efectiva a la empresa ya instalada. En todo caso, el riesgo de colusión es real como lo demuestra la subida de precios realizada de forma coordinada para la telefonía móvil por Telefónica y Airtel por tres veces consecutivas a lo largo de 1997, lo que impulsó al Servicio de Defensa de la Competencia del Ministerio de Economía a abrir sendos expedientes para estudiar el asunto. Por último, a principios de 1998, se ha aprobado la Ley General de Telecomunicaciones40, que establece el marco legal del sector, destacando como novedad la calificación de los servicios de telecomunicación como de interés general en régimen de competencia frente a la de servicios esenciales de titularidad estatal reservados al servicio público, así como otras cuestiones relacionadas con la interconexión de redes, las autorizaciones generales, las licencias, la portabilidad del número, etc., en línea con la normativa europea y con las directrices de la Organización Mundial del Comercio. Asimismo, está previsto que a lo largo de dicho año un tercer operador de ámbito nacional pueda ofrecer servicios de telefonía básica (actualmente sólo operan Telefónica y Retevisión) junto a los operadores de cable que empezaron a ofrecer sus servicios en sus respectivas demarcaciones el pasado 1 de enero, a la vez que se otorgará una tercera licencia para la telefonía móvil. No podría terminarse el análisis sectorial sin comentar de forma breve, pues se desarrolla más detalladamente en el Capítulo II, la evolución del empleo por sectores. El de servicios es el que ha mostrado un mayor dinamismo, aunque más moderado que el año anterior, al haber sido responsable de la creación del 62,0 por 100 del total de empleos frente al 92,0 por 100 de 1996. Esta evolución permitió la creación de 230.000 empleos en media anual con una tasa de crecimiento interanual del 3,0 por 100, un punto y medio inferior a la del año anterior. A diferencia de lo que sucediera en 1996, la mejora de la actividad en los sectores industrial y de la contrucción se reflejó en una mayor vitalidad de sus respectivos mercados laborales. Así, mientras el primero creó 80.000 empleos en media del año frente a los 14.000 de 1996, el segundo, 67.000 empleos, es decir, en torno a 27.000 más que el año anterior. Este comportamiento ha incrementado sus respectivas tasas interanuales desde el 0,6 por 100 al 3,2 por 40 Los servicios crearon 6 de cada 10 empleos Ley 11/1998, de 24 de abril, General de Telecomunicaciones. 57 MEMORIA 1997 100 en el primer caso y del 3,6 al 5,7 por 100 en el segundo. No obstante, el sector primario fue el único que siguió destruyendo empleo aunque a un ritmo mucho menor que el de 1996, a pesar de la desaceleración de la actividad mostrada por dicho sector desde principios de año. Tras destruir de media cerca de 40.000 empleos entre 1994 y 1996, el sector primario redujo 9.000 empleos de media en 1997 (4.700 en el sector agrícola y 4.300 en el pesquero), con la consiguiente mejora de la interanual desde el –3,0 por 100 al –0,8 por 100. Por último, una vez descrita la evolución de la actividad y del empleo por sectores, y teniendo en cuenta las cautelas que entraña cualquier interpretación de la evolución de la productividad, cabe realizar como en años anteriores, un somero análisis de la productividad aparente del factor trabajo, resultado de relacionar el empleo y la actividad económica en cada uno de los sectores productivos. En 1997, las productividades sectoriales fueron positivas en los sectores de la industria y de los servicios, con una aceleración respecto al año anterior, aunque todavía mantuvieron tasas moderadas del 1,9 por 100 y 0,1 por 100 respectivamente. Por el contrario, el sector primario, una vez superado el año atípico para la actividad que supuso 1996, volvió a productividades negativas, aunque sin duda menores a las del periodo 1994-1995. Por su parte, el sector de la construcción mantuvo por tercer año consecutivo una caída de su productividad del 4,7 por 100, menor sin embargo que la del 5,8 por 100 del año anterior (cuadro I9). Hay que señalar sin embargo, que el contraste de la trayectoria de CUADRO I-9 ACTIVIDAD, EMPLEO Y PRODUCTIVIDAD POR SECTORES, 1995-1997 (Tasas de variación interanual, medias de los periodos considerados) Sectores 1995 1996 1997 PIB real Empleo Produc. PIB real Empleo Produc. PIB real Empleo Produc. (1) (1) (1) Agricultura –13,0 Industria 4,8 Construcción 6,7 Servicios 2,7 Total 2,8 –3,9 0,5 7,2 3,8 –9,1 4,3 –0,5 –1,1 22,4 0,8 –2,2 2,3 –2,7 0,6 3,6 4,5 25,1 0,2 –5,8 –2,2 –1,3 5,1 1,0 3,1 –0,8 3,2 5,7 3,0 –0,5 1,9 –4,7 0,1 2,7 0,1 2,3 2,9 –0,6 3,4 3,0 0,4 (1) PIB real por persona ocupada. Fuente: INE, Contabilidad Nacional Trimestral de España y Encuesta de Población Activa. 58 PANORAMA ECONÓMICO los datos de actividad del sector según la Contabilidad Nacional Trimestral (CNTR) y los datos de empleo es de tal magnitud, que hace prácticamente incompatibles ambas tendencias. Por ello es necesario recordar dos circunstancias: que las revisiones de los datos sobre la construcción en esta fuente estadística suelen ser habitualmente elevadas, y que los resultados del sector vienen siendo muy discutidos por su divergencia, sobre todo entre mediados de 1996 y el segundo trimestre de 1997, con los de la Encuesta de Coyuntura de la Industria de la Construcción (ECIC), siendo la tendencia de esta última fuente41 más acorde con la del empleo. Este hecho unido a las distorsiones que sobre la productividad ejerce el peso del trabajo a tiempo parcial, hace necesario aumentar las cuatelas que entraña todo análisis de productividad de forma especial en este sector. 3.3. TODAS LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS SE BENEFICIARON DEL CRECIMIENTO Según las estimaciones que anualmente realiza la Fundación de las Cajas de Ahorros Confederadas, el crecimiento del PIB de la economía española fue del 3,9 por 100, cinco décimas superior a los datos de Contabilidad Nacional del INE42, con una desigual evolución por Comunidades Autónomas, aunque en todas ellas se observaron, por tercer año consecutivo, tasas de variación positivas. La mayoría mostró una considerable aceleración del crecimiento respecto al año anterior, a excepción de Extremadura, Castilla-La Mancha y Castilla y León. Este menor dinamismo de Extremadura y las dos Castillas perjudicadas por el año agrícola Esta situación ha llevado a los analistas del sector a señalar que la CNTR no mide aceduadamente la situación a corto plazo del sector por las limitaciones que presenta el método de estimación adoptado. La CNTR estima la inversión en construcción a partir de tres indicadores adelantados: número de viviendas iniciadas, superficie a construir en edificación no residencial y licitación oficial en obra civil, proyectando su valor en el periodo desde un supuesto poco realista, el de que el ritmo de ejecución es fijo, independientemente de los cambios de la situación económica general. 42 La Fundación FUNCAS (antes más conocida como FIES), al igual que el año pasado, considera que el PIB de la economía española creció sustancialmente por encima de lo que reflejan los datos de la Contabilidad Nacional del INE. La diferencia entre ambas estimaciones suele ser habitual pues la Fundación utiliza los datos al coste de los factores y evalúa el crecimiento sectorial en función de los precios del año anterior, mientras el INE lo hace a precios de mercado y a precios constantes de 1986. Este año sin embargo, las principales discrepancias entre ambas cifras se basan en las diferentes estimaciones sobre el comportamiento del sector agrícola y del de la construcción. 41 59 60 GRÁFICO I-6 CRECIMIENTO DEL PIB POR COMUNIDADES AUTÓNOMAS EN 1997 (Tasas de variación interanual respecto a 1996) PIB PIB sin Sectores Agrarios 4,8 Andalucía 4,7 Baleares 4,5 Extremadura 4,2 País Vasco 4,1 4 4,9 4,3 Navarra 4,2 Murcia 4,2 Canarias Canarias Cataluña Cataluña 4 Andalucía 3,9 MEDIA ESPAÑA 3,8 4,2 3,9 Murcia 3,9 MEDIA ESPAÑA 3,8 Navarra Aragón 3,8 3,8 Aragón C. Valenciana 3,7 3,7 C. Valenciana Cast. la Mancha 3,7 3,7 Madrid Madrid 3,7 La Rioja 3,7 Cast. la Mancha 3,6 La Rioja 3,5 Cantabria 3,4 Galicia 3,4 5 Baleares País Vasco 4 Galicia 3,5 Extremadura 3,5 Castilla y León 3,5 2,8 Ceuta Ceuta 2,8 2,8 Melilla Melilla 2,8 2,7 Castilla y León 2,7 Asturias 3 2 1 0 Fuente: FIES, El crecimiento económico de las Automías españolas, año 1997. Asturias 2,7 Cantabria 1,2 0 1 2 3 4 5 PANORAMA ECONÓMICO la actividad en estas tres autonomías, cuya estructura productiva es fundamentalmente agrícola, se explica básicamente por la caída de las producciones de los cultivos de secano (cereales de invierno fundamentalmente), tras el excelente año agrícola registrado en 1996, como consecuencia de las peores condiciones climatológicas para dichos cultivos. En todo caso, todas las Comunidades tuvieron un aumento del PIB superior al 2,5 por 100, con crecimientos máximos en Andalucía, Baleares, Extremadura, País Vasco y Canarias, con tasas superiores al 4,0 por 100 y mínimos en Asturias, Castilla y León, Melilla, Ceuta y Galicia (gráfico I-6). Como viniera sucediendo en los últimos años, la expansión de la actividad sigue prevaleciendo en las Comunidades insulares y las del litoral mediterráneo, lo que contrasta con los peores registros de la cornisa cantábrica, exceptuando este año el empuje mostrado por el País Vasco. En efecto, aunque en términos generales la evolución de la actividad fue favorable en todas las comunidades, los mejores registros se alcanzaron en aquellas donde el sector industrial y el turismo tienen un mayor peso, salvo en Asturias, donde persistió el declive industrial observado en los últimos años asociado a los problemas de los Sectores Siderúrgico y del Carbón. En cuanto a las comunidades agrícolas, su evolución fue dispar en función de cuáles sean sus cultivos fundamentales, oscilando el crecimiento del PIB entre el 2,7 de Castilla y León y el 4,8 por 100 de Andalucía, apoyado este último caso, por lo que al sector primario se refiere, en el empuje de la producción del sector olivarero, así como en la mejora del turismo y, en menor medida, en el empuje industrial. El Mediterráneo y las islas volvieron a despuntar Considerando el PIB de los sectores no agrarios, se observan de forma más clara las tendencias comentadas, al modificarse la posición relativa sobre todo de las Comunidades con gran peso del sector agrícola, Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha y Castilla y León, al igual que se modifica la de aquellas cuya producción se basa principalmente en la industria y el turismo, como por ejemplo, Baleares y el País Vasco (gráfico I-6). Por lo que se refiere a la convergencia entre Comunidades Autónomas, el año 1997 no sólo no fue un año de consolidación de la tendencia de mejora observada en 1996, sino que, por el contrario, se produjo un ligero empeoramiento tanto en términos Ligero empeoramiento de la convergencia regional 61 MEMORIA 1997 CUADRO I-10 PIB Y RENTA FAMILIAR BRUTA DISPONIBLE POR HABITANTE Y POR COMUNIDADES AUTÓNOMAS, 1996 Y 1997 (Índice media española=100) PIB RFBD (poder de compra) (Índice media española=100) (Índice media española=100) Comunidades Autónomas Andalucía Aragón Asturias Baleares Canarias Cantabria Castilla-La Mancha Castilla y León Cataluña C.Valenciana Extremadura Galicia Madrid Murcia Navarra País Vasco Rioja, La Ceuta Melilla 1996 1997 1996 1997 72,02 108,61 87,76 151,18 102,14 92,85 81,17 91,05 124,25 99,75 72,00 82,61 127,48 81,36 118,77 110,97 119,74 79,55 73,82 71,78 109,09 87,28 152,30 101,77 92,97 80,28 90,64 124,91 99,36 72,29 82,57 127,69 80,89 119,07 111,88 119,36 78,68 72,64 82,98 114,65 96,59 132,71 94,74 101,35 95,34 103,26 111,53 100,20 86,62 93,70 108,09 85,22 112,02 108,05 124,48 94,22 84,51 83,34 114,90 95,92 133,17 94,04 101,45 94,47 102,82 111,85 99,86 87,21 93,71 108,31 84,50 111,28 108,64 123,41 93,25 83,19 Fuente: FUNCAS, El crecimiento económico de las Autonomías españolas, 1997 (abril 1998). de PIB per cápita como de renta familiar bruta disponible43. En términos de PIB per cápita, la diferencia entre la comunidad más pobre y la más rica (Extremadura y Baleares respectivamente) era en 1996 de 79,2 puntos mientras que en 1997 aumentó hasta 80,5 puntos (Andalucía y Baleares) (cuadro I-10). Comparando la 43 La renta familiar bruta disponible se obtiene añadiendo a la renta bruta, las transferencias públicas, en especial las derivadas de la Seguridad Social, y restándole las cuotas de la Seguridad Social, los impuestos directos familiares y, en menor medida, la parte de renta regional privada que no va a las familias y que está constituida por los beneficios no distribuidos de las sociedades. 62 PANORAMA ECONÓMICO renta familiar bruta disponible en términos de poder de compra, es decir, considerando el nivel de los precios relativos, dicho índice tuvo un comportamiento desigual en las cuatro Comunidades más pobres, mejorando en Andalucía y Extremadura, y empeorando en Melilla y Murcia. En todo caso, la divergencia entre la Comunidad más rica y la más pobre creció ligeramente, al pasar de los 49,7 puntos que separaban Baleares de Andalucía en 1996, a los 50 puntos que separan Baleares de Melilla en 1997. El caso de Melilla es significativo, pues viene registrando desde 1994 un deterioro de su posición relativa en términos de renta familiar bruta disponible, hasta quedar situada, este año, como la región más pobre. En todo caso, la comparación de los índices de producción y de renta familiar sigue mostrando que la divergencia entre Comunidades Autónomas es menor en términos de renta, lo que sigue poniendo de manifiesto el papel redistributivo del Estado a nivel interterritorial, mediante impuestos y transferencias. Por último, abordar brevemente, puesto que es objeto de un análisis más detallado en el Capítulo II, los rasgos fundamentales de la evolución del empleo por Comunidades Autónomas a fin de comentar algunos aspectos de la evolución de la productividad aparente del factor trabajo por Autonomías. A pesar de la favorable evolución de la actividad, tres Comunidades, País Vasco, Galicia y Asturias, destruyeron empleo en 1997, con caídas respectivas de sus tasas de variación medias del 2,2, 1,0 y 0,9 por 100. Por el contrario, nueve Comunidades crearon empleo a un ritmo superior al registrado a nivel nacional, destacando el crecimiento medio del 11,9 por 100 observado en Murcia, seguido del 7,1 por 100 de Canarias y del 6,6 por 100 de Cantabria. Como consecuencia, la evolución de la productividad aparente del factor trabajo fue también dispar, produciéndose un incremento de la misma en todas las Comunidades excepto en Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Murcia y Navarra, con aumentos que oscilan entre el 6,4 por 100 del País Vasco y el 0,6 por 100 de Aragón (cuadro I-11). País Vasco, Galicia y Asturias destruyeron empleo 63 MEMORIA 1997 CUADRO I-11 ACTIVIDAD, EMPLEO Y PRODUCTIVIDAD POR COMUNIDADES AUTÓNOMAS EN 1997 (Tasas medias de variación interanual) Comunidades Autónomas Actividad Empleo Productividad (1) Andalucía Aragón Asturias Baleares Canarias Cantabria Castilla y León Castilla-La Mancha Cataluña C. Valenciana Extremadura Galicia Madrid Murcia Navarra País Vasco Rioja, La 4,8 3,8 2,7 4,7 4,1 3,4 2,7 3,6 4,0 3,7 4,5 3,4 3,7 3,9 3,8 4,2 3,5 3,1 3,2 –1,0 4,0 7,1 6,6 0,4 4,2 3,3 2,1 2,5 –0,9 2,2 11,9 5,9 –2,2 1,9 1,7 0,6 3,7 0,7 –3,0 –3,2 2,3 –0,6 0,7 1,6 2,0 4,3 1,5 –8,0 –2,1 6,4 1,6 Total 3,9 3,0 0,9 (1) PIB real por persona ocupada. Fuente: FUNCAS, El crecimiento económico de las Autonomías españolas, 1997 (abril 1998). 4. MAYOR DINAMISMO DE LA DEMANDA INTERNA QUE DEL SECTOR EXTERIOR La intensificación de la recuperación económica en 1997 se debió al mayor dinamismo de la demanda interna que por fin tomó el relevo de la externa a la hora de impulsar el crecimiento económico. No obstante, el sector exterior se comportó de forma más expansiva de lo que cabía esperar al registrar las exportaciones de bienes y el turismo unas importantes tasas de crecimiento que compensaron la sustancial aceleración de las importaciones a medida que avanzaba el año. 64 PANORAMA ECONÓMICO 4.1. LA DEMANDA INTERNA TOMÓ EL RELEVO La demanda interna a lo largo del año tuvo una evolución ascendente hasta crecer de media un 2,7 por 100 frente al 1,4 por 100 del año anterior. De sus componentes, tanto el consumo privado como la inversión en bienes de equipo mantuvieron una trayectoria creciente (gráfico I-7), mientras que el consumo público experimentó una ligera aceleración dentro de un tono de gran moderación, y la inversión en construcción dejó de deteriorarse para alcanzar valores positivos. Mayor dinamismo de la demanda interna El resultado fue el mencionado aumento de la demanda interna, mayor de lo esperado sobre todo por el comportamiento del consumo privado, que ha supuesto una aportación al crecimiento del PIB de 2,7 puntos porcentuales, 1,3 puntos más que en 1996, lo cual es ya más acorde con lo habitual cuando la recuperación se consolida. GRÁFICO I-7 CONSUMO, INVERSIÓN Y PIB, 1988-1997 (Tasas de variación interanual) 20 15 10 5 Consumo privado Inversión* PIB 0 -5 -10 -15 -20 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 * Formación bruta de capital fijo en bienes de equipo. Fuente: INE, Contabilidad Nacional Trimestral de España. 65 MEMORIA 1997 4.1.1. Se consumió más de lo previsto La recuperación del consumo privado fue más intensa de lo previsto, superior a la registrada por las grandes economías comunitarias con la excepción del Reino Unido. Según los datos de la Contabilidad Nacional creció de media un 3,1 por 100, 1,2 puntos más que el año anterior, acabando el cuarto trimestre a un ritmo del 3,3 por 100. El consumo privado, desde que en 1993 registrase una importante contracción, comenzó a recuperarse lentamente, pero no ha sido hasta 1997 cuando ha tomado verdadera fuerza. Su despegue se ha debido a la continuación de la mejora de los factores que determinan el comportamiento del consumo y además, por la reducción de la tasa de ahorro familiar como consecuencia del avance de la confianza del consumidor que en los últimos años no se recuperaba y le hacía mantener una actitud cautelosa. ¿Ciclo menos intenso pero más largo? El crecimiento medio mencionado, siendo ya considerable, se encuentra lejos de los registrados en anteriores fases expansivas del ciclo. No obstante, como se comenta más adelante, ello no se puede considerar como un factor negativo, sino que por el contrario, ha contribuido a evitar las tensiones inflacionistas que se daban en el pasado y a recomponer la tasa de ahorro familiar, dando lugar a un ciclo menos intenso pero aparentemente más largo. Los diversos indicadores del consumo mostraron un comportamiento desigual, al no reflejar todos la misma pujanza. La Encuesta Continua de Presupuestos Familiares, que ofrece información sobre el gasto en los hogares, está experimentando un cambio metodológico que ha retrasado su aparición, por lo cual sólo se dispone de los datos referidos hasta el segundo trimestre de 1997. Según dichos datos, la reactivación del consumo privado queda patente en el aumento del gasto medio por hogar en pesetas constantes en el segundo trimestre del año, en un 4,2 por 100 respecto al registrado en el mismo periodo de 1996. De los componentes del gasto, se observa un mucho mayor dinamismo en el grupo de bienes no alimenticios, aunque el gasto en alimentación dentro del hogar experimentó también un aumento cuando en los últimos años registraba tasas de variación negativas. 66 PANORAMA ECONÓMICO Otra encuesta, la de Coyuntura de Comercio al por Menor, reflejó un incremento medio del índice de ventas general del 3,1 por 100 y del 7,1 por 100 en el mes de diciembre, el más elevado desde que en 1995 comenzó a elaborarse la encuesta. El índice de ventas en grandes superficies no especializadas, de esta misma encuesta, mostró un incremento medio en 1997 e interanual en diciembre aún mayor, siendo las previsiones, a tenor de los resultados de la encuesta de opiniones del comercio minorista, favorables al mantenimiento de esta tendencia de crecimiento del consumo según la intención de pedidos en los próximos seis meses. El indicador de disponibilidades internas de bienes de consumo, que se calcula en función de una ponderación del IPI y del comercio exterior en términos reales, experimentó una importante mejoría en 1997 al crecer un 6,1 por 100 de media frente al –2,6 por 100 de 1996, pero los dos últimos meses del año mostraron un cierto deterioro en el indicador. Se comportaron mucho mejor las manufacturas no alimenticias y dentro de ellas especialmente los bienes de consumo duradero. La confianza de los consumidores se manifiesta mediante la evolución del índice de confianza del consumidor que el pasado año registró un avance de 9 puntos de diciembre a diciembre para acabar con un saldo de respuestas prácticamente nulo, de –1. No obstante, la mejoría fue manifiesta hasta mediados de año, pero a partir del mes de agosto en que el índice alcanzó un máximo del 2, el indicador se ha mantenido fluctuando en torno al mismo porcentaje de respuestas positivas y negativas sobre la percepción de su situación por parte del consumidor. Los tres componentes de este indicador, opiniones sobre la situación económica general, del hogar y la convenencia actual de realizar compras importantes, registraron importantes avances, en especial el último de ellos que aun con mayoría de respuestas negativas mejoró 20 puntos respecto al año anterior, aunque también sufrió altibajos en el segundo semestre. Mayor confianza del consumidor La evolución creciente de este tipo de compras se observa también a través del comportamiento de las compras de automóviles, el crédito interno al sector privado y las ventas a plazos. Las ventas de automóviles, medidas por la matriculación de turismos, crecieron un 12,6 por 100 frente al 11,2 por 100 de 1996. Los créditos concedidos por el sistema bancario a las familias para la adquisición de bienes de consumo 67 MEMORIA 1997 duradero crecieron de forma considerable en 1997, al igual que el valor financiado en las ventas a plazos. El índice de producción industrial de bienes de consumo aumentó de media en 1997 un 6,6 por 100, frente a la caída del 1,5 por 100 de 1996, destacando el avance del componente de bienes domésticos duraderos que creció un 12,3 por 100 en consonancia con lo anteriormente comentado. Finalmente, otros indicadores, como el consumo de gasolina o las importaciones de bienes de consumo, reflejaron comportamientos divergentes. Mientras que el primero mostró una disminución del 2,5 por 100, el segundo creció un 19,6 por 100, por encima del incremento del total de las importaciones. El consumo no alcanza las tasas del pasado Bien es cierto que el incremento del consumo privado en 1997 no ha alcanzado, como ya se ha comentado, ni parece vaya a alcanzar, las elevadas tasas registradas en el pasado reciente. Las nuevas actitudes ante el ahorro no son ajenas a ello. Ya se han comentado en anteriores Memorias del CES las causas que propiciaron la atonía del consumo y que tenían su principal exponente en la falta de confianza de los consumidores, en especial en su futuro laboral ante la elevada y persistente tasa de paro alcanzada durante la recesión de 1993 que dio lugar a una mayor inseguridad en el puesto de trabajo. El elevado ritmo de aumento del empleo en 1997 ha permitido una recuperación del consumo en cifras absolutas, pero también está contribuyendo al incremento del gasto medio por el avance gradual de la confianza del consumidor. Otro aspecto que ha contribuido a la aceleración del consumo ha sido el efecto riqueza propiciado por la fuerte caída de los tipos de interés desde 1995. La revalorización de los activos financieros en renta variable, como muestra el hecho de que las bolsas españolas hayan registrado una revalorización superior al 40 por 100 en 1997, y la liberación de renta disponible que ha supuesto la revisión a la baja de los créditos hipotecarios para la adquisición de vivienda a tipos variables, se ha traducido en un aumento del consumo privado. No obstante, a este aumento del consumo privado, contrariamente a lo que ocurría en anteriores fases expansivas del ciclo, ha contribuido en escasa medida la disminución de la tasa de ahorro familiar, al subsistir factores estructurales que motivan una actitud cautelar de los consumidores. Como resultado, no cabe esperar un 68 PANORAMA ECONÓMICO CUADRO I-12 ¿CÓMO HAN ACTUADO LOS AGENTES ECONÓMICOS EN 1997? Familias: — Recuperaron gradualmente la confianza. — Redujeron ligeramente el ahorro. — Incrementaron la compra de bienes duraderos. Administraciones públicas: — Limitaron el aumento del empleo público. — Congelaron el sueldo de los funcionarios. — Incrementaron las compras de bienes y servicios intermedios. Empresas: — Ampliaron sus niveles de rentabilidad. — Incrementaron la inversión. — Intensificaron sus exportaciones. Fuente: Elaboración propia. sustancial incremento del consumo privado en 1998 que pueda poner en peligro la actual estabilidad de los precios y la consiguiente competitividad de la economía. A ello apunta la pérdida de vigor del consumo privado manifestada en el último trimestre del año 1997. El consumo público, por su parte, contrariamente a lo previsto según el actual marco o política de reducción del déficit, experimentó en 1997 una ligera aceleración. Registró una tasa de variación interanual del 0,7 por 100, destacando su inesperado avance en el cuarto trimestre del 1,8 por 100, cuando lo previsto en los Presupuestos Generales del Estado para 1997 era una contracción del 0,3 por 100. De hecho, estas cifras todavía provisionales, fueron fruto de una revisión al alza de las estimadas hasta el tercer tri- Inesperado avance del consumo público 69 MEMORIA 1997 mestre del año. Antes de la sustancial revisión, las tasas de variación del consumo público eran claramente negativas. La aceleración registrada se debió fundamentalmente a unas mayores compras de bienes y servicios intermedios de las Administraciones Públicas, ya que el gasto de personal mantuvo su tono de austeridad con la congelación del sueldo de los funcionarios y el limitado aumento del empleo público (cuadro I-12). 4.1.2. Trayectoria ascendente de la inversión La evolución de la inversión, medida por la formación bruta de capital fijo, mostró una aceleración en 1997, superando la debilidad manifestada el año anterior. Su tasa de variación media se situó en el 4,7 por 100, como consecuencia de la intensificación del crecimiento del componente de bienes de equipo y del cambio de tendencia del de construcción que había entrado en recesión a comienzos de 1996, y acabó el año mostrando un perfil ascendente, con un crecimiento del 6,9 por 100 que se prevé se incremente durante 1998. Elevado grado de utilización de la capacidad productiva La inversión en bienes de equipo mostró un elevado dinamismo en 1997 al crecer a una tasa del 10,4 por 100. Las decisiones de inversión se vieron motivadas por la recuperación del consumo privado, el auge de las exportaciones, la disminución del coste de uso del capital y la fuerte recuperación de los márgenes empresariales, dando lugar a un elevado aumento del grado de utilización de la capacidad productiva y a la consiguiente necesidad de ampliación con nuevo equipamiento. Todos los indicadores de la inversión en bienes de equipo reflejaron un perfil acelerado. El índice de producción industrial de bienes de equipo registró un crecimiento medio del 10,1 por 100, muy por encima del 3,1 por 100 de 1996. El subgrupo de material de transporte fue el que más intensificó su crecimiento a lo largo del año, en consonancia con el fuerte incremento registrado en el número de matriculaciones de camiones y otros vehículos de carga. Otros indicadores como las disponibilidades de bienes de capital, mantuvieron una trayectoria fuertemente ascendente a lo largo del año hasta registrar un crecimiento interanual en el mes de 70 PANORAMA ECONÓMICO diciembre del 27,2 por 100, y un crecimiento medio en todo el año del 10,3 por 100. Las importaciones de bienes de equipo, por su parte, y como se comenta en el apartado relativo al comercio exterior de esta misma Memoria, crecieron un 16,0 por 100, siendo las que contribuyeron en mayor medida al crecimiento de las importaciones totales. Aunque también se desarrolla con más detalle en su apartado correspondiente, el empleo en la industria experimentó un importante crecimiento en 1997 al crearse en media del año 80.000 empleos. Las opiniones empresariales recogidas por la Encuesta de Coyuntura Industrial reflejan un importante avance de la confianza. Por destino económico de los bienes, el nivel de confianza para los de inversión alcanzó valores positivos, el saldo entre estados de opinión de signo contrario, a partir de junio de 1997, lo que no había ocurrido en lo que va transcurrido de década. Uno de los tres componentes de este indicador global del clima industrial de los bienes de inversión, el de la cartera de pedidos, tuvo un máximo en noviembre de 19 puntos, cuando en el año 1993 se conocieron cifras negativas superiores a los 60 puntos, lo que da idea de la mejora de las expectativas registrada en 1997. A ello no ha sido ajeno el mencionado aumento en la rentabilidad de las empresas. Según los resultados en el cuarto trimestre de la muestra de empresas no financieras de la Central de Balances Trimestral del Banco de España, 1997 fue un año de intensa recuperación de los márgenes empresariales. La reducción en un 14,8 por 100 de los gastos financieros y la de los costes unitarios del trabajo que ha dado lugar a un moderado incremento de los gastos de personal del 2,6 por 100, explican el importante crecimiento de recursos generados del 19,1 por 100, muy superior al 10,4 por 100 de 1996. Igualmente, las sucesivas reducciones de los tipos de interés que propiciaron en gran medida la caída de los gastos financieros por quinto año consecutivo y la mejora de la actividad productiva, se tradujeron en una ampliación del resultado neto y la consolidación de los niveles de rentabilidad de las empresas que experimentan una mejoría ininterrumpida desde 1994. Como consecuencia de todo ello, el apalancamiento financiero, que mide la diferencia entre la rentabilidad esperada de las inversiones y el tipo e interés de los recursos tomados a préstamo, Fuerte recuperación de los márgenes empresariales 71 MEMORIA 1997 fue fuertemente positivo, del 4,4 por 100, lo que confirma la positiva situación en la que se encuentran las empresas para llevar a cabo sus proyectos. Como conclusión, la tendencia de aceleración registrada en 1997 en la inversión en capital fijo de bienes de equipo, cabe esperar que continúe en 1998, a tenor de la favorable evolución de los factores que la determinan. Por lo que respecta a la inversión en construcción, según el agregado del PIB formación bruta de capital fijo en construcción, su evolución en 1997 vino marcada por el abandono a partir del segundo trimestre de las tasas negativas registradas desde un año antes. Su tasa media de crecimiento fue del 1,2 por 100 y acabó el año creciendo en el cuarto trimestre a una tasa interanual del 3,5 por 100. Positivo cambio de tendencia de la inversión en No obstante, esta modesta recuperación de la inversión en construcción es significativa por suponer una flexión al alza que la mayoría de indicadores parece confirmar. construcción El consumo aparente de cemento experimentó un aumento del 10,3 por 100 frente a la caída del 5,0 por 100 del año anterior. Por sectores, el empleo en la construcción fue el que más creció en porcentaje, un 5,7 por 100. Pero la Encuesta de Coyuntura Industrial relativa al sector de la construcción registró un empeoramiento de 7 puntos en el indicador de confianza global, e incluso este deterioro fue mayor en el componente de la cartera de pedidos total. Como indicador adelantado, la licitación de obra pública total aumentó un 2,4 por 100, lo que supone que, aunque levemente, se siga recuperando de la importante caída del año 1994, aunque todavía esté marcada por las restricciones presupuestarias. En concreto, la de edificación creció con gran firmeza, un 47,2 por 100. No obstante, la licitación pública de obra de ingeniería civil ofrece unas perspectivas menos favorables. La licitación de obras de este tipo sufrió una caída del 10,1 por 100, lo que no permite augurar una recuperación de la inversión para 1998. 72 PANORAMA ECONÓMICO 4.2. EL SECTOR EXTERIOR OTRA VEZ PROTAGONISTA El sector exterior ha sido uno de los protagonistas principales de la expansión económica de 1997. Por tercer año consecutivo el saldo por cuenta corriente ha registrado un superávit, en esta ocasión del 0,5 por 100 del PIB44, como consecuencia de la muy favorable evolución del turismo y, en menor medida, del incremento del superávit de transferencias corrientes, lo que ha compensado con creces el ligero aumento del déficit comercial. Todo apunta a que el tradicional desequilibrio externo, tanto comercial como por cuenta corriente, que se daba en los periodos de mayor crecimiento económico y que condicionaba el sostenimiento de la fase expansiva del ciclo económico, se manifiesta cada vez con menor intensidad. En fases expansivas anteriores, la gran debilidad de la balanza comercial de mercancías provocaba cuantiosos déficit El sector exterior sigue impulsando el crecimiento CUADRO I-13 APORTACIÓN DE LA DEMANDA INTERNA Y DEL SECTOR EXTERIOR AL CRECIMIENTO DEL PIB, 1987-1997 (Tasa de variación interanual del PIB y aportación de la demanda interna y del sector exterior a su crecimiento en puntos porcentuales) Años Demanda interna Sector exterior Producto Interior Bruto 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 8,1 7,2 8,2 5,1 3,0 1,0 –4,4 1,3 3,3 1,4 2,7 –2,5 –2,0 –3,4 –1,3 –0,8 –0,4 3,2 0,9 –0,6 0,9 0,7 5,6 5,2 4,7 3,7 2,3 0,7 –1,2 2,2 2,7 2,3 3,4 Fuente: INE, Contabilidad Nacional Trimestral de España. 44 Según la metodología aplicada hasta 1994, que incluía en el saldo por cuenta corriente el actual saldo por cuenta corriente y de capital, el superávit ha sido del 1,4 por 100 del PIB. 73 MEMORIA 1997 por cuenta corriente que debían financiarse con entradas de capitales externos que no siempre eran inversiones directas. En esta ocasión, con una intensificación del crecimiento del PIB, el sector exterior de bienes y servicios ha vuelto a registrar una aportación positiva, de 0,7 puntos porcentuales, al aumento del PIB, lo que contrasta con lo que ocurría hasta hace pocos años (cuadro I-13). En 1989, con un crecimiento del PIB del 4,7 por 100, el sector exterior le restó 3,4 puntos y en 1986, con un incremento del producto similar al registado en 1997, se produjo una aportación negativa de 1 punto porcentual. Así, se puede decir que el sector exterior, y más concretamente la balanza de bienes y servicios, ya no es un obstáculo al crecimiento sino que, tal y como se apuntaba en la Memoria del CES correspondiente al año 1996, constituye actualmente un motor del crecimiento que no parece vaya a transformarse en un freno importante si se produce una mayor aceleración del crecimiento de la economía. Efectivamente, en 1997, la contribución del sector exterior al crecimiento fue decreciendo a lo largo del año. A medida que se iba recuperando la actividad y la demanda interna, las compras al exterior experimentaban una aceleración, aunque en menor medida que en otras ocasiones, por lo que se puede decir que actualmente la elasticidad de las importaciones respecto al crecimiento es menor. Las exportaciones, por su parte, mostraron un elevado dinamismo a lo largo de todo el año. El resultado, en términos de balanza de pagos, fue un saldo comercial negativo de 1.960,6 miles de millones de pesetas, algo superior al de 1996, pero, una vez más, hay que recordar que con un crecimiento económico sensiblemente mayor. El grado de apertura de la economía española, medido por el porcentaje de la suma de las exportaciones e importaciones de bienes y servicios (incluido el turismo) sobre el PIB, alcanza a precios corrientes el 54,8 por 100, cifra similar a la registrada en el resto de los países desarrollados. La aceleración más espectacular del proceso de apertura se registra desde la entrada en la Unión Europea en 1986, que supuso una intensa pérdida de protección frente al exterior, tanto en términos de desarme arancelario como de alineamiento con el Arancel Exterior Común en los intercambios con el resto del mundo y desaparición de la mayoría de las restricciones cuantitativas y, sobre todo, desde 1993 con la creación del Mercado Único Europeo y la desaparición de las fronteras físicas intracomunitarias. Esta pérdida de los tradicionales instrumentos de defensa comercial, en un momento además de sobre74 PANORAMA ECONÓMICO valoración de la moneda española y de fuerte crecimiento de la demanda interna, se tradujo en una importante pérdida de competitividad que dio lugar a cuantiosos déficit. Desde entonces, la competitividad ha mejorado por las devaluaciones de los años 1992, 1993 y 1995 y por la progresiva disminución del diferencial de inflación con el resto de las economías desarrolladas, a lo que hay que añadir la cada vez mayor propensión a exportar de las empresas españolas, que ya no ven la colocación de sus productos en mercados foráneos como una actividad residual a desarrollar sobre todo cuando la demanda interna da señales de atonía, sino que constituye un fin en sí misma. 4.2.1. Las exportaciones crecieron más que las importaciones El déficit comercial en términos de Aduanas45 fue en 1997 un 7,8 por 100 superior al registrado el año anterior. El comercio exterior, en general, mostró un fuerte crecimiento de las exportaciones, debido a la mejora de la situación económica internacional y a la depreciación de la peseta respecto al dólar, y un paulatino incremento de las compras al exterior a medida que la economía se aceleraba con el mayor crecimiento del consumo privado y de la inversión. Como consecuencia, las exportaciones crecieron más que las importaciones, en términos nominales un 18,1 por 100 frente a un 16,4 por 100, cuando las previsiones iniciales indicaban respectivamente crecimientos del 13,0 por 100, tasa equivalente a la registrada en 1996, y 11,0 por 100 (cuadro I-14). En términos reaCUADRO I-14 BALANZA COMERCIAL 1992-1997 (En miles de millones de pesetas) Conceptos 1993 93/92% Exportaciones 7.754,60 16,5 Importaciones 10.131,00 –0,7 Saldo –2.376,40 –33 Tasa de cobertura (%) 76,5 — 1994 94-93% 1995 95/94% 9.746,60 12.306,30 –2.559,60 79,2 25,7 21,5 7,7 — 11.423,10 14.318,30 –2.895,20 79,8 17,2 16,3 13,1 — 1996 96/95% 12.931,00 13,2 15.435,70 7,8 –2.504,70 –13,5 83,8 — 1997 97/96% 15.267,60 17.966,50 –2.698,80 85,0 18,1 16,4 7,8 — Fuente: Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales. 45 La Balanza de Pagos que ofrece el Banco de España mide las exportaciones y las importaciones en términos FOB “franco a bordo”, mientras que Aduanas mide las exportaciones FOB y las importaciones CIF “coste, seguro, y flete”. Al incluir Aduanas en el valor de las importaciones el coste del seguro y flete éstas son más elevadas, con lo que el déficit comercial es mayor. 75 MEMORIA 1997 les, eliminando del crecimiento nominal la parte correspondiente a los precios, las exportaciones crecieron un 14,9 por 100 y las importaciones un 11,4 por 100, al registrar los precios de estas últimas un crecimiento mayor que los de las exportaciones. La tasa de cobertura de las importaciones por las exportaciones fue del 85,0 por 100, superior en 1,2 puntos porcentuales a la de 1996, lo que supone la mejor tasa de cobertura comercial en la historia reciente de la economía española. Cabe resaltar además, que la tasa de cobertura comercial con la Unión Europea muestra una sensible recuperación hasta alcanzar el 91,0 por 100, cifra que coincide ya con la del año de ingreso en la Unión Europea, lejos todavía del 111,8 por 100 de 1985, pero muy superior a la de los años del periodo transitorio de adhesión en los que la tasa de cobertura con la Unión Europea llegó a descender hasta el 69,6 por 100 (cuadro I-15). Persistente fortaleza de las exportaciones El crecimiento real de las exportaciones ha vuelto a ser superior al del comercio mundial, con lo que se incrementa la participación de la economía española en el contexto mundial y se obtiene una ganancia de cuota de mercado. Ganancia que se ha producido CUADRO I-15 COMERCIO DE MERCANCÍAS DE ESPAÑA CON LA UE, 1985-1997 (En millones de pesetas) Importaciones Exportaciones Años Valor % sobre total Valor % sobre total UE Total 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1.985.524,5 2.606.513,8 3.481.994,5 4.239.797,0 5.074.274,7 5.602.213,4 6.091.630,5 6.485.726,0 6.307.975,0 7.915.372,0 9.362.529,2 10.226.873,6 11.736.019,0 39,1 52,7 57,7 60,2 60,4 62,8 63,0 63,6 62,3 64,1 65,4 66,3 65,3 2.219.489,4 2.375.409,9 2.768.426,4 3.171.913,6 3.533.506,6 4.028.600,9 4.548.740,0 4.845.862,9 5.348.112,3 6.917.202,6 8.264.560,3 9.238.147,8 10.681.252,0 54,1 62,4 66,0 67,7 68,8 71,4 73,1 73,4 69,0 70,6 72,3 71,4 70,0 111,8 91,1 79,5 74,8 69,6 71,9 74,7 74,7 84,8 87,4 88,3 90,3 91,0 80,8 76,9 69,6 66,6 61,2 63,3 64,4 64,7 76,5 79,3 79,8 83,8 85,0 Fuente: Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales. 76 Tasa de cobertura PANORAMA ECONÓMICO además cuando el principal destino geográfico de las ventas, la Unión Europea, no se ha distinguido por unos espectaculares resultados, lo que ha obligado nuevamente a las empresas españolas a incrementar su presencia en mercados distintos de los tradicionales. Así, en 1997 han crecido las ventas a los países no comunitarios a una tasa del 24,2 por 100 frente al 15,6 por 100 que lo hicieron las dirigidas a la Unión Europea. No obstante, las exportaciones a la Unión Europea suponen todavía el 70,0 por 100 de la exportación total. Dentro de la Unión Europea, las ventas a Francia y a Alemania siguen constituyendo la mayoría, casi la mitad, pero cada vez tienen menor peso en detrimento de las dirigidas a otros Estados miembros. En 1997, destacaron los incrementos de las ventas a Finlandia, un 56,6 por 100, a Italia, un 31,9 por 100, y en menor medida, aunque claramente por encima de la media, a Dinamarca, Suecia, Holanda y Portugal. De las exportaciones a mercados extracomunitarios destaca el auge del área de Europa del Este, con una tasa de variación del 44,5 por 100, así como Iberoamérica con un incremento del 25,7 por 100, en especial México con un 88,4 por 100, y Estados Unidos con un 24,6 por 100. Mayor Como ya se ha adelantado, el mayor dinamismo de las exportaciones en 1997 se ha debido al incremento de la actividad económica en los principales mercados de destino, en concreto a la recuperación económica de los países iberoamericanos y a la intensificación del crecimiento en Estados Unidos, y a la ganancia de competitividadprecio de las exportaciones españolas. Según el Índice de Tendencia de la Competitividad, que recoge el efecto conjunto de la variación de los precios relativos y del tipo de cambio efectivo nominal frente a los demás países de la OCDE y la Unión Europea, la ganancia de competitividad vía precio frente a los países de la OCDE fue del 3,3 por 100, y frente a los Estados miembros de la Unión Europea del 2,2 por 100. Estos resultados se explican por la depreciación nominal de la peseta en un 3,5 por 100 frente a la cotización media de las divisas de los países de la OCDE y del 2,4 por 100 frente a los de la Unión Europea, que compensó el incremento del nivel de precios relativos que en ambos casos fue del 0,2 por 100. La depreciación de la peseta frente al dólar en un 14,9 por 100 supuso en 1997, una importante ganancia de competitividad vía precio, la mayor desde 1993, que ha permitido una favorable evolución de las ventas a las áreas cuya mayor parte del comercio está denominado en dólares. Se ganó incremento de las ventas fuera de la Unión Europea competitividad en precio 77 MEMORIA 1997 En cuanto a la evolución sectorial de las exportaciones, las del sector de bienes de equipo, que son las que constituyen la mayoría de ellas al representar el 21,5 por 100 del total, destacaron por su dinamismo, ya que crecieron a una tasa nominal del 20,3 por 100. Todos los subsectores que lo componen registraron un buen comportamiento, destacando los crecimientos experimentados por el material de transporte y la maquinaria industrial y los equipos de oficina y telecomunicaciones. Pero las manufacturas de consumo, que representan una proporción menor de las exportaciones totales, el 15,4 por 100, fueron las que más crecieron, a una tasa del 29,2 por 100. Mención especial requieren también las exportaciones de alimentos que, al igual que el año anterior, crecieron de manera considerable, en esta ocasión un 20,6 por 100. Las importaciones crecieron con el año La evolución de las importaciones en 1997 fue un fiel reflejo de la que registró la economía en su conjunto. Su aceleración, a medida que se intensificaba el crecimiento económico en cada trimestre, dio lugar a que a finales de año creciesen más que las exportaciones pero en el conjunto del año, como ya se ha indicado, su dinamismo fue inferior al de éstas. Por sectores, las importaciones de bienes de equipo que son las que tienen un mayor peso sobre el total, crecieron un 16,0 por 100, y de ellas, las de maquinaria industrial y las de material de transporte fueron las más pujantes, lo que demuestra el elevado grado de actividad industrial desarrollado por la economía española en 1997. También destacaron las compras de semimanufacturas, un 21,8 por 100 del total, que aumentaron un 17,9 por 100, y las de manufacturas de consumo que, aunque con una menor participación sobre el total, se incrementaron en un 19,6 por 100. Del origen geográfico de las importaciones destaca en primer lugar el peso de las procedentes de la Unión Europea, un 65,3 por 100 del total, debido al rápido aumento registrado en los primeros años de adhesión, pero en 1997 el incremento de las compras a países no comunitarios fue sensiblemente mayor, un 19,6 por 100 frente a un 14,8 por 100. Un tercio de las compras totales se realizan a Francia y Alemania, pero los mayores incrementos en 1997 fueron los que se registraron con Argelia e Irlanda, un 53,3 y un 52,9 por 100 respectivamente. 78 PANORAMA ECONÓMICO 4.2.2. Auge del turismo Un año más, el buen comportamiento del sector turístico ha sido el principal artífice del superávit por cuenta corriente. Los ingresos por turismo y viajes registraron un incremento del 12,8 por 100 en términos nominales, mientras que los pagos aumentaron un 5,9 por 100. El saldo entre ingresos y pagos por turismo, de 3.276,9 miles de millones de pesetas, mejoró un 14,3 por 100 respecto al año anterior y representó el 4,2 por 100 del PIB, lo que supone una importante e inesperada aceleración respecto a la tendencia ya muy favorable de los últimos años (gráfico I-8). Esta positiva evolución del turismo en 1997 se explica por la continuación en el esfuerzo de mejorar la calidad de los servicios y alcanzar un elevado grado de diferenciación y diversidad del producto turístico español, así como por el efecto renta derivado de la mejora económica registrada en los países europeos que tienen a El turismo otra vez GRÁFICO I-8 AUGE DEL TURISMO, 1983-1997 (En miles de millones de pesetas) 4.000 3.500 3.000 2.500 Ingresos Gastos 2.000 1.500 1.000 500 1997 1996 1995 1994 1993 1992 1991 1990 1989 1988 1987 1986 1985 1984 1983 0 Fuente: Banco de España, Boletín Estadístico. 79 MEMORIA 1997 España por principal destino de sus viajes. En especial, el Reino Unido, que supone más de la cuarta parte del origen del turismo español, experimentó en 1997 una fuerte expansión del consumo privado a la vez que se aprovechó de la apreciación en un 21,2 por 100 de la libra frente a la peseta. Igualmente, la apreciación del dólar ha impulsado unos mayores ingresos provenientes de los países que conforman el área de la divisa estadounidense. Como resultado, el sector turístico español ha subido un puesto en la clasificación de países por volumen de ingresos, desplazando del tercer lugar a Francia y acercándose al segundo puesto ocupado por Italia. Aunque la crisis económica en los países asiáticos redujo el movimiento turístico mundial, España no se vio afectada y fue el destino que experimentó el mayor incremento en el número de visitantes, lo que le permitió conservar el tercer puesto alcanzado en 1996. 4.2.3. Rentas, transferencias y cuenta de capital El déficit por rentas se incrementó en un 27,5 por 100 debido a la reducción del saldo positivo mantenido por el sistema crediticio residente. Otras operaciones de rentas, como los pagos de los intereses de la deuda pública en poder de no residentes o los dividendos derivados de la participación extranjera en el capital de las empresas residentes, experimentaron un comportamiento similar al del año 1996. El superávit por transferencias corrientes fue un 34,1 por 100 superior al registrado el año anterior. En 1997, los ingresos de las Administraciones Públicas experimentaron un importante incremento debido a los mayores fondos procedentes del Fondo Social Europeo, así como los del sector privado por fondos procedentes del FEOGA Garantía. Finalmente, la cuenta de capital, constituida fundamentalmente por las transferencias de capital procedente de los Fondos Estructurales de la Unión Europea, registró un superávit de 864,4 miles de millones de pesetas, un 6,3 por 100 superior al del año anterior. De esta forma, la balanza por cuenta corriente y de capital, coincidente con la anterior balanza por cuenta corriente, alcanzó un 80 PANORAMA ECONÓMICO superávit de 1.224,1 miles de millones de pesetas, equivalente al 1,6 por 100 del PIB. 4.2.4. Récord histórico de la inversión directa en el exterior La cuenta financiera, excluida la variación de reservas, registró unas entradas netas por importe de 1.458 miles de millones de pesetas frente a unas entradas de 2.492 miles de millones de pesetas en 1996. Este resultado se debió al considerable incremento de los depósitos del exterior en España, a la adquisición en firme de Deuda Pública española por no residentes y a la disminución de los depósitos del sistema crediticio en el exterior. Pero lo más destacable ha sido el también notable incremento de los activos frente al exterior como consecuencia, sobre todo, del fuerte incremento de las inversiones españolas en el exterior, tanto directas como en cartera (cuadro I-16). Según los datos de la Dirección General de Política Comercial e Inversiones Exteriores encargada de autorizar los proyectos de inversión directa, que bajo determinados supuestos deben someterse a verificación o autorización, durante 1997 la inversión directa española en el exterior alcanzó un récord histórico al incrementarse en un CUADRO I-16 BALANZA FINANCIERA, 1996-1997 (En miles de millones de pesetas) 1996 Conceptos Cuenta financiera Inversiones de España en el exterior Inversiones del exterior en España Préstamos y depósitos de España en el exterior Préstamos y depósitos del exterior en España Reservas Errores y omisiones 1997(1) Variación Variación Saldo Variación Variación Saldo de pasivos de activos de pasivos de activos 3.377,9 — 1.125,0 — 2.252,9 — — 4.408,3 –1.030,3 1.064,0 –1.064,0 — 1.125,0 –178,2 178,2 — 2.252,9 3.071,7 –3.071,7 450,8 –450,8 5.478,7 — 2.554,7 — 2.924,0 — — 6.560,6 –1.081,9 3.836,9 –3.836,9 — 2.554,7 184,0 –184,0 — 2.924,0 1.722,4 –1.722,4 817,3 -817,3 (1) Datos provisionales para el último mes. Para el resto, los datos incorporan revisiones de las cifras provisionales publicadas en los meses anteriores. Fuente: Banco de España. 81 MEMORIA 1997 GRÁFICO I-9 PROYECTOS DE INVERSIÓN DIRECTA EXTRANJERA EN ESPAÑA Y ESPAÑOLA EN EL EXTERIOR, 1988-1997 (En miles de millones de pesetas) 3.000 2.500 2.000 Invers. extranjera Invers. española 1.500 1.000 500 1997 1996 1995 1994 1993 1992 1991 1990 1989 1988 0 Fuente: Ministerio de Economía y Hacienda. 59,0 por 100 respecto a la registrada en 1996, mientras que la inversión extranjera en España aumentó un 22,9 por 100 (gráfico I-9). Récord histórico de las inversiones en el exterior El aumento de las inversiones españolas en el exterior parece responder a la voluntad de las empresas de consolidar la posición adquirida anteriormente vía exportaciones, lo que demostraría el carácter no coyuntural de la creciente internacionalización de la economía española. Por otro lado, significaría que la recuperación del ahorro privado y la reducción del desahorro público en los últimos años está permitiendo la compra de activos en el exterior. Los principales sectores de destino de las inversiones españolas fueron las empresas de gestión de sociedades de cartera, holdings, con el 46 por 100 del total, y el sector financiero con el 38 por 100. Por sectores de destino final de las sociedades holdings destacaron el energético, el industrial y el de las telecomunicaciones. El cre- 82 PANORAMA ECONÓMICO ciente protagonismo de estos sectores se debió a la penetración de las empresas españolas en un mercado como el iberoamericano, que se encuentra inmerso en un proceso de liberalización en sus sectores de energía, infraestructuras y telecomunicaciones. Precisamente, en lo que respecta al destino geográfico de las inversiones españolas, Iberoamérica refuerza el primer lugar alcanzado en 1996, representando ya más de la mitad del importe total. Por el lado contrario, destaca la pérdida de importancia como destino de las inversiones, de la Unión Europea, ya que las inversiones dirigidas a la misma supusieron el 24,0 por 100 del total frente al 32,8 por 100 de 1996. En 1997, por segundo año consecutivo volvió a disminuir el importante peso que hasta hace pocos años tenían las inversiones con destino Paraísos Fiscales, señal, como se ha mencionado anteriormente, de la voluntad de las empresas de consolidar sus mercados internacionales. Iberoamérica capta la mitad de la inversión en el exterior Del aumento de la inversión extranjera directa en España hay que destacar que casi la mitad ha tenido por destino operaciones que tienen por objetivo el reajuste de la estructura accionarial de los grupos inversores extranjeros, lo cual no implica una aportación real de fondos a sociedades españolas. No obstante, descontando lo anterior, la inversión extranjera creció en 1997 a una tasa del 8,0 por 100. El principal sector de destino fue el de la industria manufacturera, que recibió el 46,2 por 100 del total, seguido del inmobiliario con un 26,7 por 100, el comercio con un 11,6 por 100 y el de intermediación financiera con un 8,8 por 100. Dentro de la industria destacaron las inversiones con destino a la fabricación de vehículos de motor, con un 12,8 por 100 del total de las inversiones, y la industria química y la producción de alimentos y bebidas, ambas con un 9,0 por 100. El origen geográfico de la inversión es homogéneo con lo ocurrido en los últimos años. La Unión Europea representa el 62,1 por 100 y Estados Unidos el 7,7 por 100. De los Estados miembros de la Unión Europea, destacaron las inversiones procedentes de Holanda, Alemania y Francia. Pero si se considera el país último del que proceden las inversiones, se observa que Holanda canaliza inversiones procedentes de otros países. Así, el primer puesto 83 MEMORIA 1997 pasaría a ocuparlo Estados Unidos con el 19,0 por 100 del total, seguido de Francia, 18,0 por 100, Alemania, 17,0 por 100, y Reino Unido, 13,0 por 100, mientras que Holanda reduce drásticamente su peso al pasar del 16,0 por 100 al 3,0 por 100. Por Comunidades Autónomas, se redujo ligeramente la diferencia favorable a Madrid con Cataluña. La inversión en Madrid representó el 43,0 por 100 del total y la que tuvo por destino Cataluña el 26,4 por 100. Pero más destacables fueron los incrementos registrados en las Comunidades Autónomas de Andalucía, el País Vasco y Navarra, cuya participación en el total del 7,9, el 5,2 y el 5,0 por 100 respectivamente, se dobló respecto al año anterior. 5. LA INFLACIÓN Y LA POLÍTICA MONETARIA El año 1997 se caracterizó por una significativa mejora del control sobre la inflación, lográndose la progresiva convergencia del Índice de Precios de Consumo con las tasas comunitarias a lo largo del año, hasta cumplir con cierta holgura el criterio de precios establecido en Maastricht. En un contexto de control de las variables monetarias, de estabilidad de los tipos de cambio y de esfuerzos notables a nivel presupuestario, la caída de los precios permitió al Banco de España reducir un punto y medio el precio del dinero, con la consiguiente traslación a los tipos de interés a corto y largo plazo. Esta evolución permitió situar los diferenciales entre los tipos de la deuda pública a largo plazo española y alemana a niveles históricamente bajos, a la vez que sirvió de estímulo para la actividad bursátil que vio aumentar sustancialmente su volumen de contratación sustentada en el crecimiento de la demanda, sobre todo de los pequeños accionistas. 5.1. MEJORA GENERALIZADA DE LOS PRECIOS El IPC pulveriza las previsiones 84 El Índice de Precios de Consumo (IPC) terminó el año 1997 con un crecimiento medio anual del 2,0 por 100, algo más de un punto y medio por debajo del de 1996. Esta sustancial mejora de los precios permitió situar la tasa interanual también en el 2,0 por 100 en diciembre, dos décimas por debajo de la última previsión del Gobierno para dicha fecha, tras la revisión a la baja desde el 2,6 por 100 inicial, y medio punto inferior al objetivo fijado por el Banco de España en su programación monetaria a medio plazo, PANORAMA ECONÓMICO que pretendía estabilizar la tasa de crecimiento interanual del IPC en torno al 2,0 por 100 en 1998, lo que requería cerrar el año 1997 cerca del 2,5 por 100. Este buen resultado supone no sólo haber alcanzado tasas de inflación mínimas en la historia de la economía española reciente, puesto que habría que remontarse al año 1961 para alcanzar un nivel similar, sino que además tiene un valor adicional al haberse conseguido en un contexto de expansión de la actividad económica. Esta trayectoria descendente de los precios se debió a la reducción de todos los componentes del índice durante todo el año, siendo especialmente marcada la desaceleración de los precios de los alimentos, tanto de los elaborados como de los no elaborados, en el primer semestre del año. Se observa un comportamiento claramente diferenciado del IPC general entre los dos semestres del año, estando el primero marcado por una fuerte caída de los precios de los alimentos y de los productos energéticos, a lo que contribuyó el abaratamiento del precio del petróleo en los mercados internacionales, consecuencia a su vez de la corrección esperada tras el repunte que tuvo lugar en el mismo periodo del año anterior en dichos componentes del índice. Asimismo, en la desaceleración de los precios observada a principios de año, influyeron también las medidas aplicadas desde la Administración en el sector de transporte por carretera y el recorte de los márgenes aplicados a los precios de los productos farmacéuticos. Esta situación permitió al IPC alcanzar un nivel mínimo del 1,5 por 100 en el mes de mayo, para repuntar de manera progresiva en los meses siguientes, impulsado, por un lado, por el repunte de los precios de importación debido fundamentalmente a la apreciación del dólar, y por otro, por el incremento de los precios de los servicios en los meses de verano. Este previsible cambio de tendencia del índice general, si bien no ha comprometido el objetivo final de inflación que ha quedado sobradamente bajo control, ha puesto de manifiesto la persistencia de una inflación dual dentro de la economía española al mantener tasas de crecimiento bien distintas de los precios de los servicios por un lado, y del resto de componentes del índice, por otro. Dos semestres muy diferenciados La evolución de la inflación española fue similar a la registrada en la Unión Europea, con una mayor desaceleración de los precios 85 MEMORIA 1997 en el primer semestre para invertir moderadamente dicha tendencia en la segunda parte del año. Tomando como base para realizar comparaciones, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA)46, publicado por Eurostat desde el mes de marzo de 1997 en sustitución del Índice de Precios de Consumo Transitorio (IPCT)47, la inflación media de la Unión Europea fue en 1997 del 1,7 por 100, sólo dos décimas inferior a la española. A diferencia de lo que sucediera los dos últimos años, en 1997 registraron tasas de inflación anual media superiores a la comunitaria no sólo los países “tradicionalmente inflacionistas”, sino países que han decidido no participar en la UEM como Reino Unido, Dinamarca y Suecia y algún país habitualmente considerado dentro del “núcleo duro” como Holanda. Así, superaron la media comunitaria Grecia con un 5,5 por 100, Holanda con un 2,0 por 100, España, Italia, Portugal, Reino Unido y Suecia con un 1,9 por 100, y finalmente, Dinamarca con un 1,8 por 100 (cuadro I-17). Los precios convergieron con los comunitarios Esta evolución de los precios ha supuesto una mejora de la convergencia de la economía española con todos los países de la Unión Europea, con la consiguiente reducción del diferencial de inflación entre España y la Unión Europea, desde el punto alcanzado en 199648 a las dos décimas de 1997. Frente a los tres países con una menor inflación (en diciembre Austria, Bélgica e Irlanda pero en media del año Austria, Finlandia y Francia), cuyo IPCA medio del año se situó en el 1,2 por 100, el diferencial frente a España cayó a lo largo del año desde algo más del punto y medio de enero a las siete décimas de diciembre. En todo caso, España ha cumplido sobradamente este 46 El Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) es el índice utilizado por la Comisión Europea y por el Instituto Monetario Europeo (IME) para establecer qué países cumplen el criterio de convergencia en precios para participar en la UEM. Dicho índice se calcula con una misma metodología para todos los Estados miembros, excluyendo los componentes de más difícil comparación entre países e incluyendo los precios de bienes y servicios recientemente significativos en el gasto de las familias. En el caso español, por ejemplo, han quedado excluidos los servicios médicos, los medicamentos subvencionados y la enseñanza reglada. 47 Eurostat empezó a publicar junto a los Índices de Precios de Consumo nacionales el Índice de Precios de Consumo Transitorio (IPCT) a principios de 1996 para que la Comisión Europea y el IME pudieran realizar una mejor aproximación a la valoración del cumplimiento del criterio de convergencia en precios de los distintos Estados miembros hasta que se dispusiese del Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA). 48 Medida por el IPCT, la inflación anual media de España fue del 3,5 por 100 en 1996 y la de la Unión Europea del 2,5 por 100. 86 CUADRO I-17 ÍNDICE DE PRECIOS DE CONSUMO ARMONIZADOS EN LA UE, 1997 (Tasa de variación interanual) Países Ene. Feb. Mar. Abr. May. Jun. Jul. Ago. Sep. Oct. Nov. Dic. Media Alemania Austria Bélgica Dinamarca España Finlandia Francia Grecia Holanda Irlanda Italia Luxemburgo Portugal Reino Unido Suecia 1,7 1,6 2,2 2,6 2,8 0,9 1,8 6,5 1,8 1,9 2,6 1,3 2,8 2,1 1,3 1,6 1,5 2,0 2,0 2,5 0,6 1,7 6,5 1,6 1,9 2,3 1,5 2,4 2,0 1,1 1,3 1,2 1,3 1,5 2,2 0,8 1,1 5,9 1,3 1,7 2,2 1,3 2,3 1,8 1,0 1,2 1,3 0,9 1,5 1,6 0,9 1,0 5,7 1,2 1,7 1,9 1,1 1,6 1,6 1,2 1,4 1,5 1,5 1,9 1,3 0,9 0,9 6,3 1,7 1,4 1,7 1,1 1,9 1,6 1,2 1,5 1,0 1,6 2,2 1,4 1,1 1,0 5,6 1,7 1,4 1,6 1,2 1,6 1,7 1,7 1,8 0,9 1,9 2,1 1,5 1,1 1,1 5,2 2,1 1,4 1,7 1,3 1,4 2,0 1,8 1,7 1,3 1,7 2,4 1,7 1,6 1,6 5,6 2,5 0,6 1,6 1,4 1,6 2,0 2,2 1,6 1,1 1,6 2,2 1,9 1,6 1,5 4,9 2,6 0,6 1,6 1,7 1,5 1,8 2,7 1,4 1,1 1,2 1,6 1,8 1,6 1,1 4,6 2,4 0,8 1,9 1,7 1,6 1,9 2,7 1,4 1,1 1,3 1,7 1,9 1,7 1,4 5,0 2,6 1,1 1,8 1,5 1,9 2,0 2,7 1,4 1,0 0,9 1,7 1,9 1,6 1,2 4,5 2,2 1,0 1,8 1,5 2,1 1,8 2,7 1,5 1,2 1,5 1,8 1,9 1,2 1,3 5,5 2,0 1,3 1,9 1,4 1,9 1,9 1,9 UE 2,2 2,0 1,7 1,5 1,5 1,6 1,7 1,8 1,8 1,7 1,8 1,6 1,7 1,0 1,0 Media 3 mejores Criterio Maastricht 1,2 1,1 1,0 0,9 1,0 (Fn-L-S) (Fn-L-S) (Fn-Au-S) (B-Fn-Fr) (Fn-Fr-L) 2,7 2,6 2,5 2,4 2,5 (Fn-Fr-Au) (Fn-Fr-Au) 2,5 2,5 Nota: Au: Austria; B: Bélgica; Fn: Finlandia; Fr: Francia; Ir: Irlanda; L: Luxemburgo; S: Suecia. Fuente: INE. 1,1 1,1 1,0 1,2 1,0 1,2 (Au-Ir-L) (Au-Ir-Fr) (Au-Ir-Fr) (Au-B-Ir) (Au-B-Ir) (Au-Fn-Fr) 2,6 2,6 2,5 2,7 2,5 2,7 87 MEMORIA 1997 año el criterio de convergencia en precios requerido para participar en la UEM49, cuyo umbral se situó en el 2,7 por 100. Analizando la evolución del IPC por sectores, en 1997 se produjo un aumento de la brecha que separa los precios de los servicios de los precios de los bienes industriales. Mientras los primeros cayeron sólo ligeramente en tasa interanual media respecto al año anterior, del 3,7 por 100 al 3,4 por 100, los segundos pasaron de una tasa interanual media del 3,3 por 100 en 1996 al 1,8 por 100 en 1997. Así, el diferencial entre los precios de los servicios y los precios de los bienes industriales se situó en 1,6 puntos en diciembre de 1997, tras haber alcanzado un diferencial inferior al medio punto a finales del año anterior (gráfico I-10). GRÁFICO I-10 IPC POR SECTORES, 1996 Y 1997 (Tasas de variación interanual) 5,0 4,0 3,0 2,0 1,0 Alimentos B. Indus. Dic. Oct. Nov. Ago. Sept. Jul. Jun. Abr. May. Feb. Mar. Ene.-97 Dic. Oct. Nov. Sept. Jul. Ago. Jun. Abr. May. Feb. Mar. -1,0 Ene.-96 0,0 Serv. sin alqu. Fuente: INE, Boletín Mensual de Estadística. 49 Se recuerda que el criterio de convergencia en precios se estableció en el Tratado de Maastricht y consiste en no superar por más de 1,5 puntos la media resultante de la inflación media anual de los tres Estados miembros con un mejor registro. 88 PANORAMA ECONÓMICO La evolución de los precios de los servicios supuso la inversión, en el mes de mayo de 1997, de la tendencia bajista iniciada a finales de 1996, observándose un tirón adicional en los meses de verano, lo que situó la interanual en un nivel máximo del 4,1 por 100 en agosto, para después mejorar en los últimos meses del año hasta el 3,5 por 100 de diciembre. Sin embargo, la aceleración de los precios de los servicios en los meses centrales del año no se extendió por igual a todos sus componentes, sino que se centró en el aumento de los precios del transporte no terrestre, y en especial del transporte aéreo como consecuencia del encarecimiento de las tarifas de avión debido a la fuerte apreciación del dólar desde julio. Asimismo, se incrementaron en dichos meses los precios de los servicios turísticos debido tanto a la campaña turística interna en un contexto de despegue del consumo privado, como de los viajes al extranjero por efecto de la apreciación de la divisa norteamericana. Por último, también influyeron negativamente en la evolución de los precios de los servicios el incremento de las cuotas médicas tras la introducción de un nuevo impuesto del 4,0 por 100 sobre las primas de seguros y el progresivo encarecimiento de los servicios ligados con la vivienda en propiedad. Los servicios, más inflacionistas que el resto Por su parte, los precios de consumo de los bienes industriales no energéticos mostraron una progresiva desaceleración hasta el mes de septiembre, llegando incluso a alcanzar tasas interanuales negativas entre los meses de mayo y agosto, apoyados en la moderación de los precios al por mayor de estos bienes, tanto nacionales como de importación. No obstante, a finales de año se produjo un moderado repunte de la tasa interanual de dichos precios que se situó en diciembre en el 1,5 por 100, en todo caso, en torno a un punto y medio por debajo de la interanual del mismo mes del año anterior. Por clases de gasto, todos los componentes del IPC, considerando la tasa interanual media, registraron una significativa desaceleración, siendo los alimentos elaborados, el menaje y los alimentos no elaborados los que alcanzaron mayores caídas cifradas en 4,1, 2,5 y 2 puntos respectivamente. Considerando la tasa interanual a diciembre, todos los componentes, a excepción, al igual que sucediera en 1996, de los alimentos no elaborados, han registrado una caída adicional de la misma entre finales de 1996 y finales de 1997. Así, los alimentos elaborados, el transporte y el menaje fueron los 89 MEMORIA 1997 CUADRO I-18 COMPONENTES DEL IPC EN 1997 Ponderación (%) Incremento (%) (1) 29,4 1,5 – No elaborados 11,9 3,2 + Elaborados 17,5 0,4 – 70,6 2,2 – Vestido y calzado 11,5 1,9 – Vivienda 10,3 3,2 – Menaje 6,7 1,4 – Medicina 3,1 3,0 – Transporte 16,5 1,2 – 7,3 1,7 – 15,3 3,3 – Componentes Alimentación No alimentación Cultura Otros Respecto al Índice Respecto al año General, 2,0% ( ) anterior (+ –) Notas: Con signo ( ) se indica mayor o menor incremento respecto del índice general. Con signo (+ –) se indica aumento o disminución en 1997 respecto a la variación del índice de cada componente experimentada en 1996. (1) Tasas de variación interanual a diciembre. Fuente: INE, Boletín Mensual de Estadística. componentes que registraron un mayor descenso de sus tasas interanuales entre diciembre de 1997 y el mismo mes del año anterior, hasta situarse en dicho mes en el 0,4 por 100, 1,2 por 100 y 1,4 por 100 respectivamente (cuadro I-18). Por lo que se refiere a los precios de los alimentos, su evolución fue claramente no inflacionista con una caída de su interanual desde el 2,9 de finales de 1996 hasta el 1,5 por 100 en diciembre de 1997, favorecida por el buen año agrícola y el consiguiente aumento de la oferta de productos alimenticios. En dicha evolución influyó asimismo, la vuelta a la normalidad de los precios del sector cárnico tras la alteración de los precios de la carne de vaca y de 90 PANORAMA ECONÓMICO CUADRO I-19 PRINCIPALES RÚBRICAS DEL IPC EN 1997 (Tasas de variación anual media) Las que más subieron 1. Tabaco (16,8%) 2. Leche (9,3%) 3. Enseñanza General Básica (6,8%) 4. Vivienda en alquiler (6,2%) 5. Pescado fresco y congelado (5,8%) Las que más bajaron 1. Aceite y grasas (–26,8%) 2. Correos y comunicaciones (–6,8%) 3. Frutas frescas (–3,0%) 4. Preparados de hortalizas (–2,2%) 5. Patatas y sus preparados (–2,0%) Fuente: INE, Boletín Mensual de Estadística. sus sustitutos surgida el año anterior por el problema de “las vacas locas”, así como la corrección a la baja experimentada por algunos precios agrícolas entre los que destaca el del aceite de oliva. En efecto, entre las principales rúbricas del IPC (cuadro I-19), los aceites y grasas fueron las que mostraron las mayores caídas de sus precios, mientras, por el contrario, entre las que experimentaron un mayor crecimiento destaca el tabaco, debido a la traslación a precios finales, que todavía se produjo en los tres primeros meses de 1997, de la subida impositiva llevada a cabo por el Gobierno sobre dicho bien en julio de 1996. La inflación subyacente por su parte, definida como el IPC menos los precios de los alimentos sin elaborar y los precios de los productos energéticos, tras mantenerse desde mediados de 1996 por debajo del IPC general, tuvo una evolución distinta en 1997 (gráfico I-11). Si bien en los primeros meses del año la inflación subyacente se mantuvo por debajo de la inflación general, dicha tendencia se invirtió a medida que avanzaba el año. No obstante, el núcleo de la inflación, obtenido por la eliminación de los componentes más volátiles del índice, también demostró estar bajo control al situarse en diciembre en el 2,0 por 100, en el mismo nivel que el IPC general y un punto por debajo de la tasa interanual de diciembre del año anterior. La inflación de las Comunidades Autónomas siguió la tendencia bajista del índice general nacional, con una evolución semestral similar, lo que se tradujo en una considerable desaceleración de los precios en los primeros meses del año y un moderado repunte a Un IPC sin grandes divergencias regionales 91 MEMORIA 1997 GRÁFICO I-11 EVOLUCIÓN DEL IPC Y DE LA INFLACIÓN SUBYACENTE, 1993-1997 (Tasas de variación interanual) 7 6 5 4 3 2 IPC general Jul Oct Abr Oct 1997 - Ene Jul Abr 1996 - Ene Jul Oct Abr Oct 1995 - Ene Jul Abr 1994 - Ene Jul Oct Abr 0 1993 - Ene 1 Inflación subyacente Fuente: INE, Boletín Mensual de Estadística. finales. Así, la tasa de inflación media anual siguió cayendo en todas las Comunidades, con recortes en la mayoría de ellas que oscilaron entre uno y dos puntos, a excepción de Extremadura que registró la caída máxima, cifrada en 2,3 puntos, y Canarias que redujo tan sólo su inflación media en tres décimas. Entre las menos inflacionistas se encontraron Andalucía con una interanual media del 1,5 por 100, Castilla-La Mancha, Extremadura y la Comunidad de Madrid con un 1,8 por 100, y Galicia con un 1,9 por 100. Las mayores tasas interanuales de inflación media fueron las de Navarra con un 2,9 por 100, La Rioja con un 2,5 por 100, y Baleares, Canarias y el País Vasco con un 2,3 por 100 (cuadro I-20). Esta evolución de los precios ha permitido además reducir la dispersión entre las comunidades más inflacionistas y las menos por debajo del 92 PANORAMA ECONÓMICO CUADRO I-20 IPC POR COMUNIDADES AUTÓNOMAS EN 1997 (Tasa de variación interanual media) Las más inflacionistas 1. Navarra (2,9%) 2. La Rioja (2,5%) 3. Baleares, Canarias, País Vasco (2,3%) Las menos inflacionistas 1. Andalucía (1,5%) 2. Cast.-La Mancha, Extremadura, Madrid (1,8%) 3. Galicia (1,9%) Fuente: INE, Boletín Mensual de Estadística. punto y medio, tras mantenerse cercana a los dos puntos durante los dos últimos años. En el caso de otros índices de precios, cabe destacar la evolución de los precios de importación, que tras experimentar las máximas tasas de crecimiento del año en los meses de verano, como consecuencia de la apreciación del dólar y de la consiguiente depreciación del tipo de cambio efectivo de la peseta, mostraron posteriormente una moderada desaceleración impulsados por la caída de los precios del petróleo a finales de año, aunque ello no ha evitado que en media del año su tasa de variación fuese del 4,5 por 100, dos puntos superior a la alcanzada el año anterior. Aumentan los precios de importación Por su parte, el Índice de Precios Industriales (IPRI) mantuvo en 1997 la tendencia bajista iniciada en 1995, lo que se tradujo en una caída de la tasa interanual media hasta el 1,0 por 100, siete décimas por debajo de la del año anterior. Este recorte de los precios industriales es tanto más llamativo cuanto que se ha producido en un contexto de aceleración del crecimiento de la producción industrial, hasta tasas cercanas al 7,0 por 100, y de incremento de la utilización de la capacidad productiva, hasta situarse en torno al nivel del 80 por 100 en el conjunto del año frente al 77,1 de finales de 1996. Si bien la evolución del IPRI ha sido muy favorable durante todo el año, en torno al verano se produjo un moderado cambio de tendencia debido al incremento experimentado desde entonces por los precios de los bienes intermedios. Desde mediados de año los componentes por destino económico de dicho índice tuvieron un 93 MEMORIA 1997 comportamiento bien diferenciado. Mientras los precios de los bienes de consumo y de los bienes de equipo mantuvieron una tendencia decreciente que se tradujo en una caída de la interanual media desde el 3,9 por 100 de 1996 hasta el 0,9 por 100 en el primer caso, y desde el 2,4 por 100 hasta el 1,3 por 100 en el segundo, los precios de los bienes intermedios pasaron de una tasa negativa del 0,5 por 100 a una positiva del 1,1 por 100 de media en 1997 (gráfico I12). Tras mantener en los primeros meses del año tasas de crecimiento prácticamente nulas, los precios de los bienes intermedios, invirtieron su tendencia en el segundo semestre hasta un máximo del 2,9 por 100 en agosto, como consecuencia tanto del progresivo aumento de los precios de las materias primas no energéticas como de la incidencia negativa de la apreciación del dólar sobre los energéticos. Sin embargo, este repunte fue moderándose a finales de año hasta traducirse en una considerable reducción en diciembre del componente energético, influido sobre todo por el desplome del preGRÁFICO I-12 COMPONENTES DEL ÍNDICE DE PRECIOS INDUSTRIALES, 1994-1997 (Tasas de variación interanual) 12 10 8 6 4 2 0 Bienes Consumo Fuente: INE, Boletín Mensual de Estadística. 94 Nov. Jul. Sept. Mar. Bienes Intermedios May. Nov. Ene.-97 Jul. Sept. Mar. Bienes Equipo May. Nov. Ene.-96 Jul. Sept. Mar. May. Nov. Ene.-95 Jul. Sept. Mar. May. -4 Ene.-94 -2 PANORAMA ECONÓMICO cio del crudo en los mercados internacionales. Así, en 1997 se ha afianzado la ausencia de tensiones inflacionistas por el lado de los costes detectada ya el año anterior, lo que además permite anticipar una moderación del índice de precios general en los primeros meses de 1998. Por último el deflactor del PIB, indicador que incluye tanto los precios de la producción como del consumo, creció un 2,3 por 100 en 1997, mostrando una clara desaceleración frente al 3,2 del año anterior. A diferencia de lo que sucediera en 1996, año en que mostró un perfil claramente descendente en los distintos trimestres del año para situarse por debajo del IPC medio, en 1997 el deflactor del PIB tuvo un comportamiento bastante estable y se situó en el conjunto del año tres décimas por encima del IPC medio. El deflactor del PIB, 3 décimas superior al IPC 5.2. EL DINERO ACUDIÓ A LOS FONDOS DE INVERSIÓN Por lo que se refiere a la evolución de los agregados monetarios, el año 1997 se caracterizó por una contracción de la oferta monetaria, mostrando los Activos Líquidos en manos del Público (ALP) una evolución bajista a lo largo del año y unas tasas de crecimiento que no se deducirían del comportamiento de sus factores determinantes, como son la renta real y los tipos de interés. En un contexto de crecimiento de la actividad y de reducción continuada de los tipos de interés, los ALP registraron un crecimiento interanual a finales de año del 3,6 por 100, lo que supuso una caída de casi tres puntos respecto a las tasas de crecimiento de finales de 1996. Los ALP crecieron en media anual un 5,1 por 100, muy por debajo, por segundo año consecutivo, del objetivo del 7,0 por 100 fijado por el Banco de España en la programación monetaria para 1997. La oferta monetaria moderó su crecimiento Esta evolución se explica fundamentalmente por el incremento de los movimientos hacia activos más líquidos en un contexto económico de despegue del consumo privado, pero sobre todo, por la persistencia de los desplazamientos hacia la adquisición de participaciones en fondos de inversión observados el año pasado. En este sentido, el Banco de España ya señaló en 1996 el deterioro del nivel informativo suministrado por los ALP como agregado monetario de referencia, al verse sustancialmente distorsionado por el progresivo crecimiento de los desplazamientos de activos 95 MEMORIA 1997 hacia los fondos de inversión, sobre todo en dicho año. Por ello, si bien no se incluyó en la programación monetaria de 1997, el Banco de España propuso la construcción y seguimiento de un indicador complementario a los ALP que incorporara los fondos de inversión: los ALPF50, con la idea de que pudiese ser considerado como un indicador más fiable de la evolución de los agregados monetarios en el futuro. Considerando dicho agregado más amplio, publicado desde enero de 1997 y seguido por la autoridad monetaria, la evolución de la liquidez ha mostrado un perfil de desaceleración más moderado puesto que, en tasa interanual, habría caído del 9,8 por 100 de finales de 1996 al 8,3 por 100 en diciembre de 1997. Si bien los ALPF han crecido durante todo el año a tasas superiores a las de los ALP, han mostrado en los últimos meses del año cierta moderación debida, por un lado, a la desaceleración de los ALP, y por otro, a la importancia creciente de los desplazamientos desde depósitos hacia participaciones en fondos de renta variable dada la favorable evolución bursátil, y en menor medida, hacia fondos en divisas, estando las participaciones de ambos tipos de fondos excluidas de la definición de ALPF debido a la volatilidad de sus rentabilidades. 27 billones en fondos de inversión A lo largo de 1997 se ha acentuado el proceso de reestructuración de la riqueza financiera de las empresas y familias incentivado por la disminución de los tipos de interés. Ello ha supuesto la búsqueda de activos financieros de mayor rentabilidad financiera y fiscal, lo que se ha traducido en la reducción de las tenencias de activos de renta fija en favor de las participaciones en fondos de inversión. Esta canalización de la demanda de activos tanto de renta variable como de renta fija, por parte de los fondos de inversión, ha aumentado de forma considerable el patrimonio de los mismos en detrimento de los depósitos a plazo. Así, el patrimonio de los fondos de inversión a finales de 1997 se estimaba en 27 billones de pesetas, es decir 8,3 billones de pesetas superior al del año anterior, lo que muestra una aceleración respecto al incremento de 6,5 billones de pesetas registrado en 1996. Esta evolución contrasta con la caída de los depósitos a plazo cifrada en 2,7 billones de pesetas La variable ALPF se define como: Activos Líquidos en manos del Público (ALP) - Activos Líquidos emitidos por las Administraciones Públicas + Activos Líquidos emitidos por los fondos de inversión de renta fija puros y mixtos Activos Líquidos en poder de dichos fondos. 50 96 PANORAMA ECONÓMICO GRÁFICO I-13 PATRIMONIO DE LOS FONDOS DE INVERSIÓN (1) Y EVOLUCIÓN DE LOS DEPÓSITOS A PLAZO (2), 1992-1997 (En miles de millones de pesetas) 30.000 Miles de millones de pesetas 25.000 20.000 15.000 10.000 Fim + Fiamm 4T 3T 2T 4T 1T 1997 3T 2T 1T 1996 4T 3T 2T 4T 1T 1995 3T 2T 4T 1T 1994 3T 2T 4T 1T 1993 3T 2T 0 1T 1992 5.000 Dep. a plazo Nota: (1) Patrimonio de los fondos de inversión. FIM y FIAMM (datos trimestrales). (2) Datos a fin de mes. Fuente: Banco de España, Boletín Estadístico. este año, frente a la de medio billón registrada en 1996, con lo que el volumen total de dichos depósitos se situó a finales de año en 21,5 billones de pesetas (gráfico I-13). Por otro lado, la evolución de los ALP y de los ALPF en 1997 contrasta sustancialmente con la seguida por indicadores más estrechos como son la M1 y la M251, que mostraron una clara aceleración a lo largo del año, como consecuencia de los avances de los depósitos a la vista y de ahorro, hasta alcanzar a finales de año tasas cer51 La M1 es la variable monetaria más restringida e incluye el efectivo en manos del público y los depósitos a la vista. La M2 incluye las partidas de la M1 más los depósitos de ahorro. 97 MEMORIA 1997 canas al 12,0 y al 11,0 por 100 respectivamente, lejos del crecimiento del 7,5 por 100 alcanzado por ambos indicadores en diciembre del año anterior. Esta evolución se explicaría, por un lado, por el dinamismo del consumo y por la evolución de la formación bruta de capital a lo largo del año, lo que se ha traducido en un incremento de la demanda de saldos líquidos por motivo transacción, y por otro, por la disminución de los diferenciales entre la rentabilidad de los depósitos a la vista y de ahorro y los depósitos a plazo, lo que ha reducido el coste de oportunidad de mantener saldos en los activos menos rentables. Aumentó el crédito a empresas y familias En cuanto a las contrapartidas de los ALP, el crédito interno a empresas y familias concedido por el sistema crediticio y por los mercados monetarios experimentó una aceleración progresiva a lo largo del año, en consonancia con el dinamismo de la demanda interna y de la trayectoria descendente de los tipos de interés. Así, alcanzó un crecimiento interanual medio del 11,2 por 100, tres puntos y medio superior a la media de 1996, rebasando, a diferencia de lo que sucediera el año anterior, el objetivo del 9,0 por 100 fijado por el Banco de España en la programación monetaria para 1997. Por el contrario, la captación de recursos por parte de las Administraciones Públicas del sistema crediticio y de los mercados monetarios mantuvo la senda descendente iniciada a finales de 1995, acentuándose respecto al año anterior como consecuencia de la decidida opción por contener el gasto público. Así, tras iniciar el año con tasas cercanas al 4,0 por 100, el crédito interno a las Administraciones Públicas cayó hasta el 0,2 por 100 en diciembre. Esta evolución permitió situar la interanual media de dicha variable en el 2,3 por 100, casi cinco puntos inferior a la de 1996 y lejos del objetivo del 5,0 por 100 fijado por la autoridad monetaria en su programación para 1997. 5.3. LOS TIPOS DE INTERÉS CUMPLIERON CON LA CONVERGENCIA La favorable evolución de la inflación y las perspectivas de cumplimiento de los objetivos fijados en precios para el conjunto del año, junto con la estabilidad de la peseta en los mercados cambiarios y la mejora de las expectativas sobre el proceso de convergencia de cara a la UEM, permitieron al Banco de España continuar el proceso de descenso de los tipos de interés oficiales reiniciado en 1996 98 PANORAMA ECONÓMICO tras el parón observado el año anterior. Los logros conseguidos en el proceso de convergencia nominal de la economía española frente a sus socios europeos permitieron a la autoridad monetaria española recortar los Certificados de Depósito del Banco de España (CBE)52 en un punto y medio en 1997, la mitad de la caída del año anterior, en un contexto de estabilidad de los tipos de interés de referencia de la mayoría de los países europeos, e incluso de moderado repunte a finales de año, liderados por el movimiento alcista del tipo de referencia de la autoridad monetaria alemana en octubre53. Así, el tipo oficial del dinero bajó hasta el 4,75 por 100 en diciembre tras seis recortes de un cuarto de punto cada uno, cuatro de ellos en el primer semestre del año. El comportamiento de la autoridad monetaria se caracterizó, desde el verano, por una mayor prudencia, influido tanto por los condicionantes internacionales, como por la progresiva aceleración del crecimiento de la economía española. Por lo que se refiere al contexto internacional, a mediados de año se produjo un cambio en las expectativas sobre la evolución de los tipos de interés en Estados Unidos, que se esperaba fueran aumentando progresivamente ante el peligro de recalentamiento de la economía norteamericana, así como en Europa, liderados por el cambio de tendencia de los tipos de referencia alemanes. Asimismo, se produjeron episodios concretos de inestabilidad en los mercados cambiarios derivados de la apreciación del dólar y de la volatilidad de las bolsas internacionales desencadenada por la crisis de las divisas del Sudeste asiático. Sin embargo, la creciente percepción de que la convergencia nominal de la economía española con el resto de economías europeas requería seguir aproximando los tipos de interés españoles, básicamente a los tipos alemanes, ante la proximidad del inicio de la UEM y de la política monetaria única en Europa, propició los dos últimos recortes de los CBE del Banco de España. El dinero, un punto y medio más barato Los Certificados de Depósito del Banco de España (CBE) indican el tipo de interés de referencia sobre el que actúa el Banco de España para modificar la orientación de la política monetaria. 53 El Bundesbank fue reduciendo de forma progresiva sus tipos de interés de referencia desde septiembre de 1992, no habiendo modificado los tipos de referencia lombardo y de descuento desde abril de 1996. Sin embargo, en octubre de 1997 incrementó el tipo de los repos que se mantenía en el 3,0 desde agosto de 1996, hasta el 3,3 por 100, marcando un cambio de tendencia en la dirección futura de los tipos de interés alemanes. Este movimiento preventivo de la autoridad monetaria alemana fue además, seguido por los bancos centrales de Francia, Austria, Bélgica, Holanda y Dinamarca. 52 99 MEMORIA 1997 La suavización de las condiciones monetarias ha supuesto la reducción de los tipos de interés en todos los plazos, con el consiguiente desplazamiento a la baja de la curva de rentabilidades y el aplanamiento de la misma como consecuencia de haberse producido, en media anual, caídas de mayor intensidad en el plazo largo de la curva. En todo caso, dichos recortes se tradujeron en el acercamiento progresivo de los tipos de interés españoles con los vigentes en el resto de países de la Unión Europea. Por lo que se refiere a los tipos de interés a corto plazo medidos por el tipo de interés del mercado interbancario a tres meses, pasaron de un interés medio del 7,5 por 100 en 1996 a un 5,4 por 100 este año, situándose en diciembre en el 4,8 por 100, punto y medio por debajo del nivel de finales del año anterior. Esta evolución ha supuesto la reducción del diferencial de dicho tipo con el equivalente alemán hasta situarlo en diciembre ligeramente por encima de un punto, frente a los 3,2 puntos de finales de 1996 (gráfico I-14). GRÁFICO I-14 TIPOS DE INTERÉS: DIFERENCIALES CON ALEMANIA, 1994-1997 Imagen PostScript Gr‡fico I-14.eps Fuentes: Banco de España, Boletín Estadístico. 100 PANORAMA ECONÓMICO CUADRO I-21 TIPOS DE INTERÉS REALES DE ESPAÑA, ALEMANIA Y FRANCIA, 1991-1997 Tipo a corto plazo (1) Tipo a largo plazo (2) Años Alemania Francia España Alemania Francia España 1991 5,5 6,3 7,3 4,9 5,8 6,6 1992 4,4 7,7 7,4 2,9 6,2 6,7 1993 2,7 6,2 7,1 2,0 4,7 5,,5 1994 2,6 4,0 3,3 4,2 5,5 4,6 1995 2,5 4,6 4,7 5,0 5,7 6,2 1996 1,7 1,8 4,0 4,7 4,3 5,2 1997 1,6 2,1 3,4 3,9 4,4 4,4 (1) Medias anuales de los tipos del interbancario a 3 meses, deflactados por el IPC medio anual. (2) Medias anuales de los tipos de interés de la deuda a 10 años, deflactados por el IPC medio anual. Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Banco de España y del Ministerio de Economía. Por su parte, los tipos de interés reales a tres meses54 que son los tipos más relevantes en la decisión de gasto de los agentes económicos, también tuvieron una favorable evolución al pasar a niveles medios del 3,4 por 100 en 1997, frente al 4,0 por 100 del año anterior. Ello supuso asimismo, una reducción de los diferenciales de dichos tipos frente a sus homólogos, tanto alemanes como franceses, diferenciales que pasaron del 2,3 por 100 al 1,6 por 100 en el primer caso y del 2,2 por 100 al 1,3 por 100 en el segundo, mostrando la progresiva convergencia de la economía española con las europeas (cuadro I-21). Los tipos de interés reales se acercan a los alemanes y franceses En cuanto a los tipos de interés a largo plazo, su evolución se caracterizó por un progresivo recorte como consecuencia, por un lado, del asentamiento en los mercados de la mejora de las perspectivas inflacionistas y de consolidación fiscal a medio plazo y, 54 Tipo de interés del mercado interbancario (MIBOR) a 3 meses deflactado por la tasa interanual del IPC. 101 MEMORIA 1997 por otro, por la mayor confianza en el proceso hacia la UEM y en la participación de la economía española en el grupo integrante del euro. En este sentido, la decisión del ECOFIN informal de septiembre de aclarar a comienzos de mayo de 1998 qué países formarán parte de la UEM y de fijar las paridades de conversión al euro de las divisas participantes, impulsó a la baja sobre todo las rentabilidades de la deuda de los países del área mediterránea, consolidando los diferenciales frente a la deuda alemana en los niveles más bajos de los últimos años. Este elemento predominó sin duda sobre otros, de tipo más coyuntural, surgidos despues del verano, como el cambio de sesgo de la política monetaria del banco central alemán o la turbulencia bursátil originada en los mercados asiáticos, que no afectaron especialmente a las rentabilidades de la deuda europea en general, ni a la española en particular. Así, los tipos de interés de las Obligaciones del Estado a diez años se situaron en diciembre en torno al 5,6 por 100, casi un punto y medio por debajo del cierre de 1996. Ello se tradujo en una sustancial reducción del diferencial entre los activos españoles y sus homólogos alemanes, siendo algo más acusada en la primera parte del año que en la segunda. El diferencial entre los bonos españoles y el “bund” alemán pasó de situarse en 1,2 puntos a finales de 1996 a mantenerse de forma estable por debajo del medio punto tras el verano, y cerrar el año a niveles históricamente bajos de unas tres décimas (gráfico I-14). Asimismo, los tipos de interés reales a largo plazo55 mantuvieron la tendencia bajista iniciada el año anterior, con una caída cercana al punto en el conjunto del año hasta situarse en media en el 4,4 por 100, lo que supone la equiparación con los tipos reales franceses y el mantenimiento tan sólo medio punto por encima de sus homólogos alemanes (cuadro I-21). Bolsa: un año volátil pero rentable Por otro lado, el continuo descenso de los tipos de interés a largo plazo en un contexto de caída de los precios, de aceleración de la actividad económica y de incremento de los beneficios empresariales, favoreció el incremento de las rentabilidades en los merca55 Tipos de interés de la deuda pública a diez años, deflactados por la tasa interanual de inflación. 102 PANORAMA ECONÓMICO dos de renta variable de toda Europa. La bolsa española no fue ajena a dicha evolución y al igual que el resto de bolsas europeas, inició el año con una trayectoria claramente alcista que dio paso posteriormente a una gran volatilidad, sobre todo en el segundo semestre, al verse contagiada por los movimientos en otras bolsas internacionales y por los cambios de las expectativas sobre la evolución futura de los tipos de interés en Estados Unidos y Alemania. Así, las cotizaciones de la bolsa española experimentaron un considerable descenso en julio, que se acentuó en octubre a raíz de la crisis monetaria y bursátil que afectó a los países del Sudeste asiático. En todo caso, 1997 se caracterizó por una notable expansión de la contratación bursátil en las plazas españolas con un sustancial incremento de la participación de los pequeños accionistas como consecuencia de la menor emisión de renta fija, del aumento acumulado del ahorro financiero y de los procesos de privatización llevados a cabo durante el año. Todo ello se concretó en una favorable acogida, sobre todo del inversor residente, de las acciones de las empresas que empezaron a cotizar en Bolsa en 1997, así como de las acciones provenientes de la venta de las participaciones del Estado de determinadas empresas públicas, entre las que destacaron las colocaciones de acciones de Telefónica, Repsol, Endesa y Aceralia56. El pequeño ahorrador invirtió en Bolsa Así, el índice general de la Bolsa de Madrid se situó en diciembre en torno al 630, casi 200 puntos por encima del cierre de 1996 tras mantenerse todo el año por encima del 450, nivel no alcanzado en ninguna sesión del año anterior. Por su parte, el Ibex-35, índice compuesto por los 35 valores más significativos, mostró también una clara tendencia alcista a lo largo del año, al superar la cota del 5.000, valor tampoco alcanzado en ninguna de las sesiones del año anterior. La rentabilidad de ambos índices se situó en 1997 casi un 39 por 100 por encima de la del año anterior, aumentando los niveles de contratación de acciones desde 10 billones de pesetas en 1996 a 19,5 billones de pesetas en 1997, tras haberse ya incrementado en un 50 por 100 el año anterior respecto a 1995. 56 Ver apartado 6.3. “Un año de privatizaciones: el estado de la cuestión”, que se desarrollará en este mismo Capítulo I de la Memoria. 103 MEMORIA 1997 5.4. LA PESETA, CÓMODA EN EL SME Por segundo año consecutivo y a diferencia de la evolución de los mercados cambiarios europeos desde 1992, el Sistema Monetario Europeo (SME) se caracterizó por la estabilidad, en ausencia de tensiones cambiarias significativas sobre las divisas del mecanismo de cambios europeo. A lo largo del año fue aceptándose la idea de que las paridades efectivas de incorporación a la UEM de las divisas europeas que integren el euro, se ajustarán previsiblementre a los tipos de cambio de mercado. La evolución de la peseta a lo largo de 1997 frente al resto de divisas europeas se explica así, en gran parte, por los condicionantes derivados de la decisión de qué monedas formarán parte del euro en 1998 y de cuáles serán los tipos de conversión que se establezcan. En este contexto, la peseta cotizó durante todo el año en la parte alta de su banda de fluctuación frente al marco, es decir, por debajo de su paridad central frente a la divisa germana que se sitúa en 85,07 pta./DM, acercándose tan sólo a dicho nivel en los primeros meses del año. En el conjunto de 1997 la peseta se mantuvo en una cotización media de 84,4 pta./DM, lo que supuso una ligera depreciación frente al marco alemán respecto a 1996, cifrada en un 0,3 por 100. Frente al franco francés y la lira italiana la depreciación de la divisa española ha sido algo mayor, 1,3 por 100 y 4,4 por 100 respectivamente en media anual. Fuerte depreciación frente al dólar Pero sin duda lo más significativo del año 1997 fue la apreciación de las divisas anglosajonas, lideradas por el tirón alcista del dólar como consecuencia de la confianza en la economía americana. En el caso español, esta evolución supuso una depreciación media anual de la peseta del 15,6 por 100 frente al dólar, y del 21,2 por 100 frente a la libra esterlina. En términos de tipo de cambio efectivo nominal (TCEN), es decir, ponderado por el peso de las relaciones comerciales con sus principales socios de la Unión Europea, la peseta se depreció casi un 4,0 por 100 en media del año, en contraste con la moderada apreciación del año anterior. La divisa española siguió la misma evolución depreciadora en términos de tipo de cambio efectivo real (TCER), es decir, deflactando el tipo de cambio efectivo nominal por el Índice de Precios de Consumo, contribuyendo a mejorar la competitividad vía precios de la economía española (cuadro I-22). 104 PANORAMA ECONÓMICO CUADRO I-22 APRECIACIÓN (+) / DEPRECIACIÓN (–) DE LA PESETA, 1992-1997 (Tasas de variación interanual) Periodos Media 1995 Media 1996 Media 1997 Dic. 96-Dic. 97 Sep. 92-Dic. 97 Pta./DM Pta./FF Pta./Lira Pta./Libra Pta./$ TCEN TCER –5,4 3,3 –0,3 –3,5 0,9 –1,3 7,8 –7,2 –4,4 4,0 –0,5 –21,2 6,9 –1,6 –15,6 –1,4 0,3 –3,7 0,3 1,3 –3,5 –0,4 –25,6 –1,4 –27,7 2,6 0,2 –14,9 –38,4 –14,9 –54,2 –2,4 –18,5 –2,1 –13,7 Fuente: Banco de España, Boletín Estadístico. 6. SECTOR PÚBLICO: A UN PASO DE LA UNIÓN MONETARIA Las amplias repercusiones de la acción pública en la economía, uno de cuyos principales instrumentos es el Presupuesto, hacen necesaria una información detallada de las cuentas públicas para poder apreciar su grado de influencia real. Sin embargo, esa información dista mucho de ser completa y coordinada, sobre todo por la enorme diferencia temporal en la aparición de datos oficiales acerca de la ejecución de lo presupuestado en los distintos ámbitos públicos con capacidad de gasto. Esta circunstancia, por lo demás crónica en tantas Haciendas con cierto grado de descentralización, indica los cauces por donde ha de discurrir la descripción y el comentario del año en lo que al Sector Público se refiere: habrá que circunscribirlos a la Administración Central para las grandes cifras —excepto el volumen de endeudamiento— y al Estado para un mínimo detalle, pese a que el avanzado proceso de transferencia de las políticas de gasto y de las fuentes de financiación indica que han reducido de manera sustancial su importancia cuantitativa en el conjunto. A este panorama se añade una variable más, que modifica la anterior estructura presupuestaria: el traspaso al ámbito autonómico —a las Comunidades Autónomas que acepten el nuevo sistema de financiación— de un 15,0 por 100 del IRPF, ampliable hasta un 30,0 por 100 en cuatro años. Dicho traspaso incluye competencias en la definición de la tarifa y de algunas deducciones. Esta deci105 MEMORIA 1997 sión, con fuerte repercusión en la autonomía financiera de las Comunidades, se traduce también en un importante cambio metodológico en las cuentas del Estado, ya en 1998, que afecta a la comparabilidad de las cifras previstas para este ejercicio con las correspondientes a los anteriores. Debe, por tanto, entenderse este capítulo no como un repaso al panorama de las cuentas públicas, sino sólo a una parte de ellas, aunque en ocasiones se expongan también algunos resultados de otros dos grandes elementos del Sector Público, las Comunidades Autónomas y las Corporaciones Locales. Como complemento, este año se incluirá una síntesis de las acciones de liberalización de determinadas actividades económicas hasta ahora dominadas por el sector público empresarial, pieza que cierra el conjunto público en sentido amplio. Se cumplió ampliamente el objetivo de déficit En todo caso, la principal noticia del año 1997 sí se refiere al conjunto del Sector Público, y puede calificarse de excelente: el déficit de las Administraciones Públicas en términos de contabilidad nacional se situó en 1997 en un 2,6 por 100 del PIB, cuatro décimas menos del previsto. Tras dos años de intenso ajuste, el saldo negativo de las cuentas públicas de 1997 exhibe uno de los mejores registros del último decenio, aprovechando plenamente el momento alcista del ciclo económico (gráfico I-15). Las cuentas del Estado fueron las que originaron este resultado, al cerrar el ejercicio con un saldo negativo algo menor del 2,1 por 100 del PIB, más de cuatro décimas inferior al fijado en el Programa de Convergencia, mientras que los déficit correspondientes a la Seguridad Social y a las Administraciones Territoriales se situaron, según lo previsto, en un 0,2 por 100 y un 0,3 por 100 del PIB respectivamente. España ha cumplido ampliamente el criterio de convergencia básico referido a las cuentas públicas para el acceso a la UEM. Y aunque el otro objetivo que se estableció en este ámbito, deuda pública no superior al 60 por 100 del PIB, ha quedado lejos del inicial, su favorable evolución y la intensa modificación en su estructura de vencimientos hacia unos plazos más largos, han supuesto que no fuera obstáculo para el ingreso en la moneda única. 106 PANORAMA ECONÓMICO GRÁFICO I-15 CICLO ECONÓMICO Y DÉFICIT PÚBLICO, 1986-1997 (Tasas de variación interanual del PIB a precios de mercado, pesetas constantes de 1986; saldo anual de las cuentas públicas como porcentaje del PIB a precios de mercado, pesetas corrientes) 6 4 2 0 -2 -4 -6 -8 1986 1987 1988 1989 1990 1991 Crecimiento económico 1992 1993 1994 1995 1996 1997 Déficit público (% PIB) Fuentes: IGAE y Banco de España, Boletín Estadístico. 6.1. LIQUIDACIÓN DEL PRESUPUESTO DEL ESTADO PARA 1997 La evolución en términos de caja de la ejecución del Presupuesto no financiero del Estado para 1997, muestra una reducción del 44,4 por 100 del déficit respecto al del año anterior. En estos términos, el ejercicio de 1997 se cerró con un saldo no financiero negativo de 2,05 billones de pesetas, cuando el cierre de 1996 arrojó –3,68 billones de saldo (cuadro I-23). Aun incluyendo el efecto sobre el gasto de 1996 de la regularización presupuestaria que se acometió en ese ejercicio57, llama la El mejor resultado del decenio 57 A través del ya citado Real Decreto-Ley 12/1996. Si se descuenta tal efecto, el déficit no financiero del Estado en términos de caja correspondiente a 1996 sería de 3,08 billones de pesetas, de forma que su reducción entre ese año y 1997 resultaría de un 33,5 por 100. 107 MEMORIA 1997 CUADRO I-23 DÉFICIT NO FINANCIERO DEL ESTADO EN 1997 (Datos de caja, miles de millones de pesetas) 1996 1997 Evolución 96/97 (%) Liquidación (1) Liquidación (2) Presupuesto Ingresos 14.630 — 16.091 16.637 +546 Pagos 18.313 17.710 18.101 18.686 +585 Saldo no financiero –3.683 –3.080 –2.011 –2.049 +38 Conceptos Liquidación Diferencia (1) (2) 13,7 — 2,0 5,5 –44,4 –33,5 (1) Incluyendo los pagos derivados de la regularización presupuestaria. (2) Sin incluir tales pagos. Fuente: IGAE, Evolución de la Ejecución del Presupuesto del Estado, diciembre 1997. atención la magnitud de esta disminución, la mayor de los últimos diez años. La escasa desviación al alza de la liquidación sobre el presupuesto, apenas un 1,9 por 100, indica un aceptable grado de cumplimiento de lo previsto para 1997, si bien la desviación del gasto ha sido mayor (un 3,2 por 100), compensada por un volumen de ingresos también mayor que el presupuestado. 6.1.1. Ingresos El importe total de los ingresos no financieros del Estado en términos de caja se situó en 1997 en 16,64 billones de pesetas, casi un 14 por 100 más que en el año anterior. Este crecimiento es además superior al previsto, como se aprecia en la diferencia positiva, de más de medio billón de pesetas, entre la liquidación y el importe presupuestado. Por otra parte, los ingresos no financieros del Estado en términos de derechos reconocidos, que es el criterio utilizado por la Contabilidad nacional para determinar la necesidad de financiación de las Administraciones Públicas, ascendieron en 1997 a 17,34 billones de pesetas, un 12,2 por 100 más que el año anterior. La diferencia entre esa cifra en 1997 y la correspondiente a la recaudación dan lugar a un volumen de derechos pendientes de cobro al final del ejercicio de algo más de un billón de pesetas, un 5 por 100 menos que en 1996 (cuadro I-24). 108 PANORAMA ECONÓMICO CUADRO I-24 EJECUCIÓN DEL PRESUPUESTO DE INGRESOS DEL ESTADO POR OPERACIONES NO FINANCIERAS, 1996-1997 (Miles de millones de pesetas y tasas de variación anual) Fases presupuestarias 1. Presupuesto inicial 2. Derechos reconocidos y liquidados 3. Recaudación total 3.1 Del presupuesto corriente 3.2 De presupuestos anteriores 3.3 Pendientes de aplicar a presupuesto 4. Grado realización [(3/1)*100] 1996 1997(p) 15.184,2 15.451,1 14.629,6 14.368,4 246,8 14,4 96,3 16.090,9 17.335,0 16.636,7 16.306,7 371,8 –41,8 103,4 Variación 96/97(%) 6,0 12,2 13,7 13,5 50,6 — — (p) Provisional. Fuente: IGAE, Evolución de la Ejecución del Presupuesto del Estado, diciembre 1997. Los ingresos impositivos, la partida más importante del conjunto, también crecieron por encima de lo previsto (cuadro I-25), sobre todo los derivados del Impuesto de Sociedades. Esta figura registró un aumento del 52,6 por 100 en su recaudación, sin duda por las plusvalías derivadas de las privatizaciones (177.200 millones de pesetas) y por el aumento de los pagos a cuenta, pero tam- CUADRO I-25 INGRESOS NO FINANCIEROS DEL ESTADO, 1996-1997 (Datos de caja, miles de millones de pesetas y tasas de variación anual) 1996 1997 Evolución 96/97 (%) Diferencia Conceptos Impuestos directos IRPF Sociedades IVA Especiales Otros Ingresos patrimoniales Resto Total Ingresos Recaudación Presupuesto Recaudación R-P Presupuesto Recaudación 6.750 5.249 1.373 3.618 2.054 269 931 1.136 7.528 5.916 1.475 3.878 2.164 359 1.060 1.238 7.885 5.540 2.095 4.004 2.065 431 1.284 1.218 +342 –376 +620 +126 –99 –72 +224 –20 9,8 12,7 7,5 7,2 5,4 33,8 13,9 9,0 12,5 5,5 52,6 10,7 0,5 60,2 37,9 7,2 14.630 16.091 16.637 +546 10,0 13,7 Fuente: IGAE, Evolución de la Ejecución del Presupuesto del Estado, diciembre 1997. 109 MEMORIA 1997 bién por los mejores resultados que arrojaron las empresas, en consonancia con la buena marcha de la actividad económica general y con el intenso saneamiento de sus estructuras económico-financieras acometido en los años inmediatamente anteriores. Más ingresos por retenciones de trabajo El IRPF, por su parte, registró un aumento muy inferior, debido al importante descenso de las retenciones por rendimientos del capital mobiliario (cifrado en un 15,5 por 100), sólo parcialmente compensado por el mayor pulso de las retenciones por rendimientos del trabajo, y al nuevo aumento de las devoluciones (gráfico I-16). Además, para hacer homogénea la comparación entre 1996 y 1997, sobre el aumento del 13,6 por 100 en las retenciones del trabajo habría que descontar el ingreso de las cuatro liquidaciones de 1997 correspondientes a la Seguridad Social y de la última de GRÁFICO I-16 RECAUDACIÓN EN EL IRPF, 1996-1997 (Miles de millones de pesetas) 6.000 5.000 1996 4.000 1997 3.000 2.000 1.000 0 Total Cuota diferencial neta y otros ingresos/pagos Pagos fraccionados Empresarios y profesionales Retenciones rendimientos capital mobiliario Retenciones rendimientos trabajo, Actividades profesionales y Premios -1.000 Fuente: IGAE, Evolución de la Ejecución del Presupuesto del Estado, diciembre 1997. 110 PANORAMA ECONÓMICO 1996, ya que en ese ejercicio sólo se consignaron dos; de esta forma, el aumento se situaría en un 7,7 por 100. Igual que en 1996, la explicación inmediata del descenso de las retenciones por rendimientos del capital mobiliario residiría en la bajada en los tipos de interés y en el trasvase del ahorro a fondos de inversión. Los excelentes resultados bursátiles, en plusvalías y en volúmenes negociados, inducen a considerar que la fuerza de este trasvase no responde sólo a motivos fiscales, sino también a una expectativa de rendimiento claramente mayor. Pero los resultados del IRPF siguen estando por debajo de lo esperable. Este hecho, que ya se indicó en la edición de la Memoria correspondiente a 1996, puede ilustrarse en esta ocasión con la diferencia negativa entre el volumen recaudado y el previsto (371.000 millones de pesetas). Aunque haya que esperar a la liquidación definitiva, parece difícil confiar en que el aumento de la recaudación finalmente se ajuste más al 12,7 por 100 que se presupuestó para 1997. Sigue la atonía Es oportuno insistir en lo que se propuso como factor explicativo de esta relativa atonía, esto es, en la influencia de las características de los nuevos empleos sobre los volúmenes de retenciones y devoluciones, que a la postre se traduce en una merma de la mayor capacidad de recaudación del impuesto por el empleo creado. La publicación de un nuevo Libro Blanco para la reforma del IRPF58 abrió la discusión general acerca del funcionamiento del impuesto —no sólo de su potencial recaudatorio— y de las razones que avalaban la necesidad de su reforma. Posteriormente, el Gobierno remitió al CES un Anteproyecto de Ley donde se plasmaban, como se indicaba en su Exposición de Motivos, las líneas generales del Libro Blanco, aun cuando, según también expresaba el Anteproyecto, la redacción correspondía esclusivamente al Gobierno, y en algunos casos se había separado conscientemente de los planteamientos de la Comisión que elaboró el citado informe. 58 Elaborado, a instancia del Ministerio de Economía y Hacienda, por una Comisión de expertos dirigida por Manuel Lagares Calvo. Se presentó en febrero de 1998. 111 MEMORIA 1997 El Dictamen del CES59, cuyo contenido fue polémico y suscitó la formulación de un voto particular por parte de las organizaciones sindicales, que se oponían al sentido general de la reforma propuesta, concluyó que ésta suponía un “avance en relación con la situación presente en términos de modernización, de reducción de la presión fiscal, de simplificación, de impulso al ahorro, de aceleración del crecimiento económico, por la creación de empleo y, en particular, de mejoras progresivas en la redistribución de la renta”. En 1999 habrá un nuevo IRPF Las principales líneas de la reforma60, cuya entrada en vigor está prevista para 1999, se concretan en cuatro grandes áreas de actuación: reducción del número de tramos en la tarifa del impuesto; sustitución de las anteriores deducciones en la cuota por circunstancias personales y familiares por una única deducción en la base, denominada mínimo vital, en función de esas circunstancias; reducción de los tipos marginales; y recuperación de un concepto más sintético de renta en el cómputo de la base imponible. Con esta simplificación, la reforma pretende extender la base de aplicación del impuesto y, con ello, aumentar su grado de cumplimiento y su equidad, así como reducir la concentración actual de la carga tributaria sobre ciertos tipos de renta. Mejorarían también por esta vía la equidad vertical y horizontal del impuesto. Al mismo tiempo, la simplificación de la base y la reducción del número de contribuyentes, al agrupar las deducciones personales y familiares en el mínimo vital, permitirían reducir los costes de gestión del IRPF para la Hacienda Pública y lo que supone hoy para los contribuyentes hacer frente a sus obligaciones para con ella. No obstante, para garantizar una plena absorción del impacto negativo sobre la recaudación, el Libro Blanco insistía en que la reforma debía extenderse no sólo al aspecto normativo del impuesto sino también a su gestión, sobre la que proponía un amplio conjunto de medidas tendentes a mejorar los niveles de Dictamen del CES 3/1998, de 20 de abril, sobre el Anteproyecto de Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. 60 El Consejo de Ministros, en su sesión del 24 de abril de 1998, aprobó la remisión al Congreso de los Diputados del Proyecto de Ley del IRPF. 59 112 PANORAMA ECONÓMICO cumplimiento del IRPF. Lógicamente, todas esas medidas complementarias no se recogen en el texto del Anteproyecto, pero es de esperar que el Gobierno plantee por los medios que proceda su puesta en práctica. En la imposición indirecta es preciso subrayar la importante recuperación en 1997 del crecimiento de la recaudación por IVA, que también se situó por encima de lo previsto (cuadro I-26), sin duda por la fuerte reactivación del consumo privado a lo largo del año. Esta recuperación, algo menor en operaciones interiores (8,8 por 100) que en importaciones (15,7 por 100), podría indicar asimismo que las medidas y planes adoptados en los últimos años para mejorar la recaudación del impuesto comienzan a dar sus frutos, y que la consolidación de la buena marcha de la economía ayuda a emerger actividades antes ocultas a efectos fiscales. No obstante, sigue presente la necesidad de insistir de modo continuo, a través de los distintos medios al alcance de las Administraciones Públicas, en la punición, disuasión y persuasión del fraude y la evasión fiscal, tanto en esta figura como, según se acaba de exponer a propósito de la reforma en el IRPF, en el conjunto del sistema tributario. El IVA recaudó más de lo previsto El escaso crecimiento de la recaudación por impuestos especiales en 1997, un 0,5 por 100 respecto al año anterior, es en buena medida sólo aparente. La comparación habría de atender a varias circunstancias, como el traspaso al País Vasco de los rendimientos correspondientes a los impuestos especiales de fabricación61. Dicho traspaso supone una menor recaudación, estimada en 104.500 millones de pesetas, en esta partida, compensada por el aumento de las transferencias que el Estado percibe en concepto de Cupo. No parece haber, sin embargo, una explicación de este tipo para la menor recaudación que la prevista en el nuevo impuesto sobre las primas de seguros. Este gravamen se introdujo en la ley de acompañamiento a los Presupuestos Generales del Estado para 1997, y en su Dictamen sobre el Anteproyecto de dicha Ley, el El impuesto sobre seguros, por debajo de lo esperado 61 Como consecuencia de la modificación del Concierto Económico entre la Administración General del Estado y la Comunidad Autónoma del País Vasco, por la Ley 38/1997, de 4 de agosto. 113 114 CUADRO I-26 RECAUDACIÓN DEL ESTADO POR IMPUESTOS INDIRECTOS, 1996-1997 (Miles de millones de pesetas) 1996 Conceptos Recaudación 1997 Presupuesto Recaudación (p) Diferencia R-P Variación 96/97 (%) Impuesto sobre el Valor Añadido Importaciones Operaciones interiores Impuestos Especiales Alcohol y bebidas derivadas Cerveza Labores del tabaco Hidrocarburos Productos intermedios Medios de transporte Tráfico Exterior Impuesto sobre Primas de Seguros Otros Impuestos indirectos 3.617,9 903,5 2.714,4 2.053,9 97,2 30,8 447,2 1.361,7 4,4 112,6 99,3 — 41,4 3.878,4 954,0 2.924,4 2.163,8 114,2 34,0 501,0 1.393,5 5,1 116,0 109,3 70,0 43,1 3.998,8 1.045,7 2.953,1 2.064,5 92,8 27,0 501,5 1.314,1 3,9 125,2 112,1 63,1 11,9 120,4 91,7 28,7 –99,3 –21,4 –7,0 0,5 –79,4 –1,2 9,2 2,8 –6,9 –31,2 10,5 15,7 8,8 0,5 –4,5 –12,3 12,1 –3,5 –11,4 11,2 12,9 — –71,3 Total 5.812,5 6.264,6 6.250,4 –14,2 7,5 (p): Provisional. Fuente: IGAE, Evolución de la Ejecución del Presupuesto del Estado, diciembre 1997. PANORAMA ECONÓMICO CES62 expresó su opinión negativa acerca de un impuesto de esta naturaleza, recordando —entre otros— su claro carácter inflacionista y la negativas repercusiones que podría tener sobre la actividad aseguradora. Es de esperar que los 7.000 millones de pesetas de diferencia entre la cuantía finalmente recaudada y la presupuestada no haya tenido su origen precisamente en la reducción por esa causa de la actividad aseguradora. La evolución de los ingresos patrimoniales en 1997, que crecieron un 37,8 por 100 respecto al año anterior, estuvo muy por encima de la que se había previsto. En estos ingresos se contemplan: los beneficios del Banco de España en el ejercicio, que ascendieron a 634.000 millones de pesetas frente a los 578.500 del correspondiente a 1996; los intereses generados por la cuenta corriente del Tesoro Público en el Banco de España y por las cuentas corrientes en bancos e instituciones financieras, que se elevaron a 41.100 millones de pesetas; y los intereses obtenidos por la concesión de préstamos y anticipos, que allegaron 37.200 millones de pesetas de ingresos a esta partida. El resto, más de un 40 por 100 del total de ingresos patrimoniales, procedió de la enajenación de acciones del Estado. Las privatizaciones también comportaron, como ya se ha explicado, un extraordinario aumento en la recaudación impositiva. Si se descuentan los ingresos derivados de ellas, en el total de ingresos no financieros, el crecimiento de éstos habría sido un 10,3 por 100, cuatro puntos superior al que se presupuestó. Aunque el proceso de privatizaciones será tratado en el apartado 6.4 de este capítulo, parece conveniente recordar aquí que, desde el punto de vista presupuestario y sin cuestionar la necesidad y la oportunidad de ese proceso, el diseño de los próximos ejercicios requiere tener muy presente el carácter irrepetible de esta situación. Unos ingresos irrepetibles De hecho, la aplicación de estos ingresos se ha destinado al saneamiento de la deuda y a la financiación, en forma de préstamos y avales, de las empresas que permanecen en el ámbito público y requieren de esta financiación para acometer su reequilibrio y 62 Dictamen del CES 5/1997, de 1 de octubre, sobre el Anteproyecto de Ley de Medidas Fiscales, Administrativas y del Orden Social. 115 116 CUADRO I-27 GASTOS NO FINANCIEROS DEL ESTADO, 1996-1997 (Miles de millones de pesetas) 1996 Conceptos Personal Bienes y servicios Intereses Transferencias corrientes Inversiones reales Transferencias de capital Total gastos 1997 Liquidación (1) Liquidación (2) Presupuesto 2.978 399 3.525 9.654 938 820 2.933 372 3.525 9.301 830 750 18.313 17.710 Variación 96/97 (%) Liquidación Diferencia L-P Presupuesto (1) Liquidación (1) 2.983 305 3.460 9.717 825 813 2.992 390 3.596 10.018 847 846 9 85 136 301 22 33 0,2 –23,6 –1,9 0,6 –12,1 –0,8 0,5 –2,2 2,0 3,8 –9,7 3,1 18.101 18.686 585 –1,2 2,0 (1) Incluyendo los pagos derivados de la regularización presupuestaria. (2) Sin incluir tales pagos. Fuente: IGAE, Evolución de la Ejecución del Presupuesto del Estado, diciembre 1997. PANORAMA ECONÓMICO garantizar su viabilidad —pasos previos imprescindibles para su posterior venta—. Pero tampoco tienen carácter habitual los 177.200 millones de pesetas recaudados por el Impuesto de Sociedades que provienen de las privatizaciones. Parece, además, que ya para el ejercicio de 1998 las normas comunitarias obligarán a destinar la recaudación de sociedades por este concepto al mismo fin que los ingresos directos derivados de él. 6.1.2. Gastos no financieros El gasto no financiero del Estado en 1997 presentó un grado de ajuste de las obligaciones reconocidas sobre los créditos iniciales muy aceptable, 102 por 100, que indica el esfuerzo de contención, y un grado igualmente bueno de ejecución, al suponer esas obligaciones un 98 por 100 de los créditos totales (cuadro I-27). Hay algunas desviaciones notables con respecto a lo presupuestado, en especial —por su cuantía— las transferencias corrientes y los pagos por intereses. Pero precisamente estos últimos son el origen de una de las modificaciones más importantes de los créditos iniciales, por valor de 150.000 millones de pesetas, cuyo propósito fue la amortización anticipada de deuda a tipos superiores al 12 por 100 y su canje por deuda a tipos cercanos al 6 por 100, es decir, el saneamiento de la deuda del Estado. Los gastos de personal y las compras de bienes y servicios presentan en 1997, una evolución desigual respecto a 1996, ya que mientras en el capítulo de personal los pagos se ajustaron bastante a lo presupuestado, en el de compras corrientes descendieron mucho menos de lo que se había previsto. Ajuste en los gastos de personal Los gastos de personal crecieron un 0,5 por 100, como resultado del descenso en un 11,7 por 100 de las cotizaciones, que contrarrestó los crecimientos de las retribuciones del personal activo, un 1,6 por 100, y de las pensiones de clases pasivas, un 2,5 por 100. No obstante, este cálculo incluye el efecto de la regularización presupuestaria acometida en 1996, que supuso un aumento de 45.000 millones de pesetas en las cotizaciones de ese ejercicio, circunstancia que explica su aparente bajada en el de 1997. Descontando este efecto, el capítulo de personal habría crecido un 2 por 100, en torno a 0,3 puntos más de lo previsto. 117 MEMORIA 1997 Circunstancias extraordinarias elevaron las compras corrientes Las compras corrientes, aun cuando exhiban un descenso del 2,2 por 100 respecto a 1996, comportaron pagos por 390.000 millones de pesetas en 1997, resultando un gasto por este concepto superior en 85.000 millones de pesetas al consignado en el Presupuesto. Buena parte de esta desviación, que supone un 27,9 por 100 sobre los créditos iniciales y representa un 15 por 100 de la habida en el total del gasto no financiero, puede explicarse por la necesidad de financiar gastos extraordinarios, como la participación de las Fuerzas Armadas en operaciones de la ONU en Bosnia (20.000 millones de pesetas). Pero en todo caso parece indicado recordar la necesidad de reforzar la aplicación y el desarrollo de las medidas adoptadas de austeridad y disciplina presupuestaria en este capítulo, tradicionalmente muy resistente al ajuste. Las transferencias corrientes, por su parte, ascendieron a algo más de 10 billones de pesetas, lo que supone un incremento del 3,8 por 100 (gráfico I-17). La principal destinataria de estos fondos es la Seguridad Social, que percibió 3,27 billones de pesetas para GRÁFICO I-17 TRANSFERENCIAS CORRIENTES DEL ESTADO, 1996-1997 (Obligaciones reconocidas, miles de millones de pesetas) 4.000 3.500 S: Seguridad Social CCAA: Comunidades Autónomas CCLL: Corporaciones Locales EXT: Exterior FAM: Familias e Instituciones sin fines de lucro OAA: Organismos Autónomos Administrativos EPU: Empresas públicas y otros entes públicos OACIyF: Organismos Autónomos Comerciales, Industriales y Financieros EPR: Empresas privadas 1996 1997 3.000 2.500 2.000 1.500 1.000 500 0 SS CCAA CCLL EXT FAM OAA EPU OACIyF EPR Fuente: IGAE, Evolución de la Liquidación del Presupuesto del Estado, diciembre 1997. 118 PANORAMA ECONÓMICO sufragar las operaciones corrientes del INSALUD. Este importe, un 15 por mayor que el de 1996, incluye 40.000 millones de pesetas satisfechos en concepto de entrega a cuenta de la financiación sanitaria para 199863, los cuales se irán regularizando a lo largo de este ejercicio. Dentro de la Administración territorial, la otra gran destinataria de estas transferencias, las Comunidades Autónomas percibieron 2,56 billones de pesetas en 1997, un 11,8 por 100 más que en 1996. La mayor parte de este importe (casi un 98 por 100) correspondió a las transferencias por participación en los ingresos del Estado y como entregas a cuenta por la recaudación en el tramo autonómico del IRPF. Esa cuantía supone un incremento del 18,2 por 100, pero en términos homogéneos el crecimiento sería menor, ya que habría que descontar los 150.800 millones de pesetas que se transfirieron para financiar los traspasos de competencias en universidades y que en 1996 figuraban en otro programa, así como el abono de 81.600 millones más que en ese año por liquidación definitiva de ejercicios anteriores y el pago de 43.300 millones por obligaciones pendientes, ambos sin correspondencia en 1996. Las Corporaciones Locales, a su vez, percibieron un total de 1,26 billones de pesetas por transferencias, también en su mayor parte por participación en los ingresos del Estado. Más transferencias a las administraciones territoriales El capítulo inversor siguió acusando en 1997, casi más que ningún otro, la austeridad presupuestaria del Estado. De acuerdo con los datos de la Dirección General de Cooperación Autonómica, el total de este capítulo ascendió a un 3,7 por 100 del PIB, prácticamente igual al de 1996, pero este mantenimiento tuvo su origen en el aumento del gasto en los presupuestos de las administraciones territoriales, que compensó casi por completo la reducción en la partida por cuenta del Estado (gráfico I-18). Atendiendo a lo realmente gastado, la evolución de la actividad inversora del Estado no ha sido tan negativa en 1997: la dotación inicial se redujo un 22,8 por 100 respecto a la de 1996 y los créditos finales acusaron un descenso aún mayor, pero las obligaciones reconocidas fueron sólo un 10,7 por 100 inferiores. Para que la 63 Según lo dispuesto en el Real Decreto Ley 23/1997. 119 MEMORIA 1997 GRÁFICO I-18 EVOLUCIÓN DEL PRESUPUESTO DE INVERSIÓN POR ADMINISTRACIONES, 1994-1997 (Créditos iniciales, miles de millones de pesetas) 3.000 2.500 2.000 1.500 1.000 500 0 1994 1995 Ayuntamientos Diputaciones 1996 CCAA 1997 Estado Total Fuente: Dirección General de Cooperación Autonómica e IGAE. comparación entre los dos ejercicios fuese homogénea habría que tener en cuenta además en estas cifras, el efecto de los pagos derivados de la regularización presupuestaria, que ascendieron a 108.100 millones de pesetas en el ejercicio de 1996 y sólo a 65.200 en el de 1997. Si se descuentan tales pagos en ambos ejercicios, el importe correspondiente al último sería un 5,9 por 100 menor que el del primero. El Estado cumplió el presupuesto de inversiones 120 El cumplimiento de lo previsto ha sido también muy alto, con un grado de realización no sólo superior al del ejercicio —por tantos motivos calificable de atípico— de 1996, sino también mayor que los de 1994 y 1995 (cuadro I-28). Ahora bien, para que estos resultados despejen las dudas que pudieran albergarse acerca de la sostenibilidad de un programa de inversiones en el cual la participación privada es básica, habría que conocer el monto total de inversión efectuada y lo que éste supone respecto de lo programado. PANORAMA ECONÓMICO CUADRO I-28 PRESUPUESTO Y EJECUCIÓN DE INVERSIONES DEL ESTADO, 1996-1997 (Miles de millones de pesetas) Conceptos 1994 1995 1996 1997 Variación 96/97(%) 1. Créditos iniciales n.d. n.d. 1.068,2 824,6 –22,8 2. Modificaciones n.d. n.d. 220,1 143,8 –34,7 n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. 182,9 12,2 20,7 4,3 87,3 1,6 24,5 30,4 –52,3 –86,9 18,4 607,0 1.081,0 1.111,1 1.288,3 968,4 –24,8 2.1 Créditos extraordinarios y suplementarios 2.2 Ampliaciones de créditos 2.3 Incorporación remanente ejs. anteriores 2.4 Otras modificaciones 3. Créditos finales [1+2] Desviación [(3/1)x100] 4. Obligaciones reconocidas n.d. 962,1 n.d. 971,3 120,6 981,0 117,4 875,9 — –10,7 Realización [(4/3)x100] 5. Pagos realizados 89,0 895,7 87,4 977,4 76,1 938,2 90,4 846,7 — –9,8 Fuente: IGAE, Evolución de la Ejecución del Presupuesto del Estado, diciembre 1996 y diciembre 1997. Atendiendo únicamente a la parte a cargo del Estado, se puede apreciar que éste ha cumplido lo que se propuso, pero no la suficiencia de la actividad inversora para la cobertura de necesidades que, como la ampliación y mejora de las dotaciones en infraestructuras, son básicas para la economía y la sociedad españolas. En cuanto a los pagos por transferencias de capital concedidas por el Estado, éstos se han elevado a 845.500 millones de pesetas, un 3,1 por 100 más que en 1996. Las transferencias a las Comunidades Autónomas, 213.100 millones de pesetas, aumentaron un 27,3 por 100. Más de la mitad de este importe, que fue el de mayor importancia cuantitativa dentro de las transferencias de capital en 1997 (gráfico I-19), corresponde a las satisfechas a través del Fondo de Compensación Interterritorial. Por su parte, los recursos transferidos a las empresas públicas descendieron casi un 13 por 100, mientras que los que se destinaron a las empresas privadas por este concepto crecieron un 18,4 por 100. Entre estos últimos destacan los gestionados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que satisfizo 71.500 millones de pesetas para la ordenación y mejora de la producción agraria 121 MEMORIA 1997 GRÁFICO I-19 TRANSFERENCIAS DE CAPITAL DEL ESTADO, 1996-1997 (Obligaciones reconocidas, miles de millones de pesetas) 250 CCAA: Comunidades Autónomas EPU: Empresas públicas y otros entes públicos EPR: Empresas privadas FAM: Familias e Instituciones sin fines de lucro OAA: Organismos Autónomos Administrativos OACIyF: Organismos Autónomos Comerciales, Industriales y Financieros CCLL: Corporaciones Locales SS: Seguridad Social EXT: Exterior 1996 200 1997 150 100 50 0 CCAA EPU EPR FAM OAA OACIyF CCLL SS EXT Fuente: IGAE, Evolución de la Liquidación del Presupuesto del Estado, diciembre 1997. y pesquera, y los pagos efectuados por primas a la construcción naval, cuyo importe fue de 29.700 millones. Más ayudas a la compra de vivienda Finalmente, las transferencias a familias e instituciones sin fines de lucro ascendieron a 128.300 millones de pesetas, un 3 por 100 más que en 1996, destinándose más de la mitad de este importe a la subvención de intereses en los préstamos para la adquisición de viviendas de protección oficial. 6.1.3. Operaciones financieras En los distintos presupuestos de las Administraciones Públicas, el capítulo de variación de activos financieros recoge, en la vertiente del gasto, la financiación a través de diversos instrumentos (como préstamos, avales, o aportaciones patrimoniales) del gasto de algunos organismos de otras Administraciones, de agentes económicos privados, o de programas específicos, en particular los de ejecución de infraestructuras. Todos ellos comportan, aun siendo parte del gasto, el nacimiento de un derecho de cobro 122 PANORAMA ECONÓMICO futuro, que se computa a su vez, junto con los derivados de otros activos financieros ya contemplados, como derechos reconocidos en un capítulo de igual denominación en la vertiente de los ingresos. De ahí que estas operaciones se consignen de modo separado, y no integren ni el gasto ni los ingresos no financieros, cuya diferencia determina el saldo (déficit o superávit) que habitualmente se maneja para evaluar la situación de las cuentas públicas. Sin embargo, su crecimiento en los últimos años y el carácter inversor de algunas de estas operaciones en la vertiente del gasto aconsejan estudiar sus principales resultados. En cuanto a la variación de Activos financieros en el Presupuesto de Gastos del Estado, los créditos iniciales para 1997 en esta partida ascendieron a 964.500 millones de pesetas, un 16,9 por 100 más que en 1996, aunque este importe se redujo finalmente en casi 7.000 millones, resultando un incremento algo menor. En términos de obligaciones reconocidas, el importe aplicado fue de 895.700 millones de pesetas, de forma que el grado de realización fue alto (cuadro I-29), casi 10 puntos más que el de 1996. La mayor partida de las que integran este capítulo es la concesión de préstamos del Estado, que se dotó con 748.500 millones de pesetas en 1997. Dos tercios de esa dotación (casi medio billón de pesetas) se destinaron a la Seguridad Social. La fuerte reducción con respecto a 1996 (un 65 por 100) del importe del préstamo dedicado a mantener el equilibrio financiero de ésta, se compensó sobradamente con la dotación de uno nuevo para atender a los desfases de tesorería que pudieran producirse entre las cuotas sociales devengadas y pagadas, de forma que la dotación total de 1997 destinada a la Seguridad Social se incrementó en un 13,8 por 100. Obviamente, los importes de las obligaciones reconocidas y los pagos realizados en estos dos préstamos suponen el 100 por 100 de la dotación presupuestaria. Préstamo de También se dotaron en el ejercicio de 1997 cuatro nuevos programas, por un importe total de 167.800 millones de pesetas. El primero de ellos, por valor de 25.000 millones, consistía en la ejecución por el Ministerio de Industria y Energía de políticas de rein- La medio billón a la Seguridad Social reindustrialización no agotó su presupuesto 123 124 CUADRO I-29 ACTIVOS FINANCIEROS EN EL PRESUPUESTO DE GASTOS DEL ESTADO, 1997 (Miles de millones de pesetas) Créditos iniciales Créditos finales Obligaciones reconocidas Del ejercicio 1997 Pagos realizados De ejercicios anteriores Total Préstamos concedidos ICO Cº. Compensación Seguros Proyectos aeronáuticos y navales Seguridad Social — Equilibrio presupuestario — Desfases de tesorería Autopistas Políticas de reindustrialización Promoción vivienda Otros préstamos Depósitos y fianzas Adquisición de acciones Aportaciones patrimoniales 747,0 80,0 82,4 45,4 505,6 155,6 350,0 5,1 25,0 1,6 1,9 0,7 74,0 142,8 748,5 80,0 82,4 45,4 505,6 155,6 350,0 5,1 25,0 1,9 3,1 0,3 117,8 91,0 696,8 40,9 82,4 45,4 505,6 155,6 350,0 5,1 14,8 0,2 2,4 — 107,9 91,0 652,0 38,9 82,4 15,8 505,6 155,6 350,0 4,2 2,7 — 2,4 — 107,9 60,0 48,6 4,3 34,3 9,3 — — — 0,4 — 0,3 — — 6,1 — 700,6 43,2 116,7 25,1 505,6 155,6 350,0 4,6 2,7 0,3 2,4 — 114,0 60,0 Total 964,5 957,6 895,7 819,9 54,7 874,6 Conceptos Fuente: IGAE, Evolución de la Liquidación del Presupuesto del Estado, diciembre 1997. PANORAMA ECONÓMICO dustrialización, habiéndose cerrado el ejercicio con un total de obligaciones reconocidas sensiblemente inferior y con un volumen de pagos muy bajo, apenas un 11 por 100. Los otros tres, cuyos créditos finales fueron bastante más reducidos que los iniciales (91.000 y 142.800 millones de pesetas respectivamente), tenían como objeto la dotación de recursos en concepto de aportación patrimonial a determinadas actividades: programa de financiación de infraestructuras hidráulicas y medioambientales (42.800 millones de crédito inicial, gestionado por el Ministerio de Medio Ambiente); concesión de aportaciones patrimoniales para la financiación de infraestructuras de carreteras y al Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (40.000 y 60.000 millones de pesetas de crédito inicial para cada uno de ellos y ambos gestionados por el Ministerio de Fomento). Las dotaciones finales se han aplicado completamente, y los pagos ascienden al 65,9 por 100 de lo comprometido. Las dotaciones finales para adquisición de acciones, por su parte, se elevaron a 117.800 millones de pesetas, un 7,2 por 100 menos que en 1996, pese a que inicialmente se previó una reducción de más del 40 por 100. En contraste con el ejercicio anterior, en el que las obligaciones reconocidas apenas alcanzaron el 42 por 100 de los créditos finales, el grado de ejecución en 1997 fue muy alto, un 91,6 por 100. Según la IGAE, las adquisiciones más elevadas en 1997 corresponden a la participación en la Sociedad Estatal de Aguas de la Cuenca del Ebro (42.800 millones de pesetas), en la Sociedad de Infraestructura y Equipamiento Penitenciario (15.000 millones), en la Sociedad Estatal de Gestión de Infraestructuras Portuarias (14.000 millones) y en la Sociedad Estatal de Gestión de Activos (12.700 millones). 117.000 millones para compra de acciones Por lo que se refiere a la variación de Activos financieros en el Presupuesto de Ingresos del Estado, las previsiones iniciales cifraron en 118.600 millones de pesetas los ingresos a obtener por esta vía, lo cual suponía un 84,2 por 100 más que en 1996, procediendo casi la totalidad de reembolsos de préstamos. Aunque los derechos reconocidos han sido muy superiores a esas previsiones y se ha recaudado prácticamente todo su importe (cuadro I-30), este comportamiento sólo se observa en la partida de reintegro de préstamos. 125 MEMORIA 1997 CUADRO I-30 ACTIVOS FINANCIEROS EN EL PRESUPUESTO DE INGRESOS DEL ESTADO, 1996-1997 (Miles de millones de pesetas) 1996 1997 Derechos Derechos Previsiones reconocidos Recaudación Previsiones reconocidos Recaudación Conceptos Enajenación de deuda Reintegro de préstamos Enajenación de acciones — 64,4 — — 200,0 3,5 — 199,7 3,5 — 111,1 7,5 — 248,6 — — 248,4 — Total 64,4 203,5 203,2 118,6 248,6 248,4 Fuente: IGAE, Evolución de la Liquidación del Presupuesto del Estado, diciembre 1997. Buena parte de tales reintegros corresponden al reembolso efectuado por el Consorcio de Compensación de Seguros (130.300 millones) y al reintegro por parte del ICO de 22.000 millones de pesetas, casi todo proveniente de préstamos FAD. Las unidades económicas privadas reembolsaron en el ejercicio 24.800 millones de pesetas, un 60,6 por 100 menos que en 1996. 6.2. DEUDA PÚBLICA El resultado neto de todas esas operaciones sobre activos financieros en ingresos y en gastos proporcionó 203.000 millones de pesetas de recursos, que sirvieron para cubrir parte del déficit de caja generado por las operaciones reales, de forma que, finalmente la necesidad de endeudamiento ascendió a 1,85 billones de pesetas, un 64,2 por 100 menor que la generada en el ejercicio de 1996 (cuadro I-31). Habría que descontar de este importe los movimientos de la cuenta corriente del Estado en el Banco de España (efectivos y depósitos), cuyo objeto es proporcionar al Estado un respaldo financiero propio al que poder recurrir de forma inmediata en caso necesario, y que han tenido una evolución muy distinta en 1996 y en 1997. En el primero de esos dos años, el Estado incrementó estos depósitos en 967.600 millones de pesetas, y en el segundo los redujo en 892.700 millones, arrojando un saldo disponible a 31 de diciembre de 1,64 billones. La necesidad de endeudamiento en 126 PANORAMA ECONÓMICO CUADRO I-31 NECESIDAD DE ENDEUDAMIENTO DEL ESTADO, 1996-1997 (Miles de millones de pesetas) Conceptos 1. Déficit de caja 2. Variación neta de activos financieros 2.1. Acciones y participaciones 2.2. Créditos Al Crédito oficial A la Seguridad Social Otros créditos 2.3. Efectivos y depósitos 2.4. Otros activos netos 3. Capacidad (+) o Necesidad (–) de Endeudamiento (1-2) 1997 Var. 96/97 (%) –3.683,3 –2.048,8 –44,4 1.470,4 47,2 405,5 43,6 444,3 –82,4 967,6 50,1 –203,0 114,0 452,2 21,2 505,6 –74,6 –892,7 123,5 — 141,5 11,5 –51,4 13,8 –9,5 — 146,5 –5.153,7 –1.845,8 –64,2 1996 Fuente: IGAE, Evolución de la Ejecución del Presupuesto del Estado, diciembre 1997. 1997 se situaría entonces en 2,74 billones de pesetas y la de 1996 habría sido de 4,19 billones, de forma que la variación entre ambos ejercicios arrojaría más de un tercio de descenso. La necesidad de endeudamiento del Estado generada en 1997 supone 2,4 puntos porcentuales a acumular, a través del cálculo de la cuenta de Variación neta de pasivos financieros, al monto total de deuda viva del Estado al cierre del ejercicio. A ello se añaden los mayores saldos de deuda en los restantes centros de gasto que componen el conjunto de Administraciones Públicas, que es el relevante para el criterio de convergencia en este ámbito establecido en el Tratado de la Unión Europea. De acuerdo con los últimos datos disponibles, el saldo de deuda pública a efectos del Tratado de la Unión Europea sería en 1997 equivalente a un 68,8 por 100 del PIB, cuatro décimas menos que en 1996 (cuadro I-32). Menos deuda La menor deuda de la Administración Central (Estado, Seguridad Social y Organismos Autónomos Administrativos), nada menos que 1,3 puntos de PIB inferior a la de 1996, es el origen del descenso en el importe total. Es preciso subrayar además el saneamiento que se ha producido en la estructura de la deuda del Estado, que garantiza una carga financiera futura menor y más equilibrada Estado: menos pública total deuda, plazos más largos y tipos más bajos 127 MEMORIA 1997 CUADRO I-32 DEUDA DE LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS, 1994-1997 (Porcentajes sobre el PIB corriente a precios de mercado) Ámbitos Administración Central (Estado+S. Social+OAA) Administraciones Territoriales: Total Comunidades Autónomas Corporaciones Locales Total Administraciones Públicas 1994 1995 1996 1997 53,3 55,7 59,6 58,3 9,7 5,4 4,3 10,0 5,7 4,3 10,5 6,3 4,2 10,5 6,5 4,0 63,0 65,7 70,1 68,8 Fuentes: Banco de España, Boletín Económico, y Comisión Europea. en sus plazos. Con los casi 3,60 billones de pesetas de recursos financieros netos, allegados por emisiones de deuda pública exterior e interior, por préstamos negociados en divisas y por depósitos, no sólo se ha cubierto en su totalidad la necesidad de endeudamiento generada a lo largo del ejercicio de 1997, sino que también se ha intervenido en la composición de la deuda total, para reducir algunos instrumentos, fundamentalmente los títulos a corto plazo (cuadro I-33). Además, a lo largo del ejercicio de 1997 el Tesoro Público fue alargando la vida media de la deuda mediante emisiones de títulos a más largo plazo. El volumen de Letras del Tesoro en circulación se redujo en 1,25 billones de pesetas, en contraste con el aumento CUADRO I-33 VARIACIÓN NETA DE PASIVOS FINANCIEROS DEL ESTADO, 1996-1997 (Miles de millones de pesetas y tasas de variación anual) Conceptos Letras del Tesoro Deuda a medio y largo plazo Créditos del Banco de España Otros créditos en pesetas Créditos en moneda extranjera Otros pasivos netos Variación Neta de Pasivos Financieros 1996 1997 1.834,1 2.995,0 –39,3 –149,9 193,9 319,9 –1.254,0 3.219,1 –39,3 –457,2 348,1 29,1 — 7,5 — 205,0 79,5 –90,9 5.153,7 1.845,8 –64,2 Fuente: IGAE, Evolución de la Ejecución del Presupuesto del Estado, diciembre 1997. 128 Variación 96/97 (%) PANORAMA ECONÓMICO CUADRO I-34 DEUDA* DE LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS, 1995-1997 (Miles de millones de pesetas. Cifras provisionales) Comunidad Autónoma 1995 1996 1997 Andalucía Aragón Asturias Baleares Canarias Cantabria Castilla y León Castilla–La Mancha Cataluña C. Valenciana Extremadura Galicia Madrid Murcia Navarra País Vasco Rioja, La 690 109 66 46 114 35 132 75 965 417 73 331 421 89 131 293 22 845 122 67 44 167 25 141 83 1.176 502 82 372 459 91 129 327 20 989 131 76 40 132 31 152 84 1.300 526 96 403 485 91 128 355 20 var. 95/96 (%) var. 96/97 (%) 22,5 11,9 1,5 –4,3 46,5 –28,6 6,8 10,7 21,9 20,4 12,3 12,4 9,0 2,2 –1,5 11,6 –9,1 17,0 7,3 13,2 –8,2 –21,0 23,8 7,9 0,7 10,5 4,8 17,5 8,3 5,6 0,5 –0,6 8,6 –2,2 * No incluye los organismos autónomos de carácter comercial y empresas de su ámbito. Fuente: Consultores de las Administraciones Públicas (AFI). registrado en 1996, 1,84 billones. Por el contrario, las emisiones de Bonos y Obligaciones del Estado en 1997 ascendieron a 7,61 billones de pesetas, y las amortizaciones a 4,39 billones, de forma que el resultado neto al cierre del ejercicio, 3,22 billones de pesetas, fue superior en un 7,5 por 100 al de 1996. En contraste con esa favorable evolución de la Administración Central, es apreciable la resistencia a la baja de la correspondiente a las Comunidades Autónomas. O, mejor dicho, los sucesivos incrementos de la deuda en algunas de éstas (cuadro I-34). El aumento del endeudamiento en 1997 ha sido especialmente intenso en Extremadura y Andalucía (en torno al 17,0 por 100 en ambas), seguidas de Asturias (13,2 por 100) y Cataluña (10,5 por 100). Resulta preocupante sobre todo el comportamiento de esta última y el de Andalucía, ya que el volumen de endeudamiento de ambas tiene un alto peso sobre el total de las Comunidades Autónomas. Los notables aumentos registrados en la deuda de estas dos comu- Preocupante aumento de la deuda en algunas Comunidades Autónomas 129 MEMORIA 1997 nidades en 1997 vienen a sumarse, además, a lo elevado de los que se produjeron en el ejercicio de 1996 (un 22,5 por 100 en Andalucía y un 21,9 por 100 en Cataluña). Las corporaciones locales, por último, habrían reducido su volumen de endeudamiento, según datos provisionales64, en dos décimas de PIB. 6.3. PRESUPUESTO PARA 1998: MÁS ALLÁ DEL OBJETIVO DEL EURO De forma previa al comentario de las grandes cifras de los Presupuestos Generales del Estado para 1998, hay que indicar algunos cambios en su confección y presentación. Estos cambios motivaron algunas críticas, al entender que limitaban la estricta comparabilidad de los Presupuestos para 1998 con los del año anterior, que a su vez habían requerido de un proceso de homogeneización para su cotejo con los que finalmente rigieron en 199665. Entre ellos, cabe destacar: • La salida del Presupuesto de determinados organismos, al convertirse en entidades públicas con carácter autónomo. • El cambio de ubicación de las subvenciones a la explotación concedidas a las empresas públicas con pérdidas monetarias, que pasan a allegar esos recursos bien con cargo a los ingresos obtenidos por las privatizaciones, bien del Estado a través de préstamos, bien de fuentes ajenas con aval del Estado (produciéndose en estos dos últimos supuestos un aumento de los activos financieros en el Presupuesto). • La contratación con empresas privadas de la realización de proyectos de infraestructuras que serán abonados a plazos a Al cierre de esta edición no se dispone aún de datos oficiales de deuda de las Corporaciones Locales para todo el año 1997, sino sólo hasta el tercer trimestre. 65 Los PGE para 1996 fueron una prórroga de los correspondientes a 1995, con varias ampliaciones de crédito, pero sobre ellos hubo también de aplicarse una regularización por compromisos de pago originados en otros ejercicios sin consignación presupuestaria. Esta regularización, que se llevó a cabo a través del Real Decreto-Ley 12/1996, de 26 de julio, supuso un aumento en los pagos del ejercicio, aunque no su reflejo en el déficit, pues procedía imputarlo a ejercicios anteriores. Por otra parte, se acometió una importante reorganización de los departamentos ministeriales, que redujo asimismo la comparabilidad inmediata de las cifras en su perspectiva orgánica, pero también, en ocasiones, en la funcional, al comportar la reorganización administrativa cambios en las políticas (Ver al respecto este mismo Capítulo 6 en la Memoria CES 1996). 64 130 PANORAMA ECONÓMICO partir del momento de finalizar la obra, sistema (denominado alemán) de abono que difiere el gasto al momento final de la ejecución. • Y, sobre todo, el cambio metodológico impuesto en la Unión Europea, por el que con carácter general primará el criterio de devengo frente al de caja para contabilizar ingresos y gastos. Este cambio, recomendable para una mayor disciplina en la vertiente del gasto, entorpece las comparaciones homogéneas con ejercicios anteriores y puede influir en la correcta financiación de un organismo si, como ocurre en toda relación derechos generados-derechos realizables, finalmente no se prevén los eventuales fallidos e incobrables en las estimaciones sobre los ingresos actuales y futuros. 6.3.1. Principales líneas económicas de los Presupuestos Generales del Estado para 1998 En todo caso, de la lectura de la Ley 65/1997, de 30 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para 1998, puede deducirse que los objetivos para este primer año de funcionamiento en el área monetaria común se centran en continuar la línea de austeridad del gasto y la reducción del déficit, manteniendo la presión fiscal. El margen de recursos disponible se orienta a relanzar las inversiones y a dotar con mayores cantidades la provisión de algunos servicios esenciales, en particular la sanidad, la educación, la defensa y la seguridad ciudadana. Sigue la austeridad, pero hay más margen El monto consolidado de ingresos no financieros se prevé que aumente un 3 por 100 respecto del que se consignó en el Presupuesto inicial de 1997, lo que supondría allegar 28,3 billones de pesetas (cuadro I-35). Por su parte, el gasto no financiero se elevaría a 29,9 billones, apenas un 1,5 por 100 más que en el ejercicio anterior. No obstante, como se ha indicado al principio de este apartado, hay cambios en la confección del Presupuesto que afectan a su comparación con los anteriores. Así por ejemplo, el cambio en el sistema de financiación autonómica hace que los ingresos del IRPF atribuidos a las Comunidades Autónomas no figuren este año como transferencias del Estado, en el capítulo de gastos, y minoren la recaudación del IRPF estatal, en el de Objetivo: un 18 por 100 menos de déficit 131 MEMORIA 1997 CUADRO I-35 PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO PARA 1998: CLASIFICACIÓN ECONÓMICA DE INGRESOS Y GASTOS NO FINANCIEROS (Miles de millones de pesetas) Total PGE Estado OAA Impuestos directos Impuestos indirectos Tasas Transferencias corrientes Ingresos patrimoniales 7.329,3 6.900,7 389,1 215,7 975,2 1.912,2 — 98,7 112,7 4,0 — — 10,0 909,0 294,9 — — 15,9 0,1 2,4 — — 253,3 0,1 29,7 17.675,5 6.900,7 767,0 1.237,6 1.306,2 15.810,0 2.127,6 1.213,9 18,4 8.717,1 27.887,0 22,7 293,1 14,4 0,1 0,1 43,2 3,5 0,2 4,9 — 45,6 336,6 16.125,8 2.142,1 1.257,2 22,1 8.722,0 28.269,2 109,0 6.750,4 38,5 — 0,3 15,1 11,6 — 13,3 125,4 172,7 6.891,0 22.985,2 2.180,7 1.272,6 33,7 8.860,7 35.332,9 531,2 531,4 164,4 128,2 4.309,6 5.664,8 Total ingresos 23.516,4 2.712,1 1.437,0 161,9 13.170,3 40.997,7 Gastos Estado OAA OAC Personal Bienes y servicios Gastos financieros Transferencias corrientes 3.068,2 315,6 3.190,2 5.113,2 119,8 198,5 0,3 2.220,6 118,1 23,7 5,7 910,8 103,5 25,7 — 0,7 913,6 518,4 14,3 11.068,5 4.323,2 1.081,9 3.210,5 19.313,8 Total operaciones corrientes 11.687,1 2.539,2 1.058,3 129,9 12.514,8 27.929,3 870,8 825,5 93,2 54,1 49,8 57,2 31,9 — 85,5 4,5 1.131,2 841,3 13.283,4 2.686,5 1.165,3 161,8 12.604,7 29.901,7 1.042,9 4.333,9 0,5 — 0,4 18,4 0,1 — 35,0 0,1 1.078,9 4.352,4 18.660,3 2.686,9 1.184,0 161,9 12.639,8 35.332,9 4.856,1 25,2 253,0 — 530,5 5.664,8 23.516,4 2.712,1 1.437,0 161,9 13.170,3 40.997,7 Total operaciones corrientes Enajenación inversiones reales Transferencias de capital Total operaciones no financieras V. Activos financieros V. Pasivos financieros Total consolidable Transferencias internas Inversiones Transferencias de capital Total operaciones no financieras V. Activos financieros V. Pasivos financieros Total consolidables Transferencias internas Total gastos OAC Entes Públicos S. Social Ingresos Entes Públicos S. Social Fuente: Ley 65/1997, de 30 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para 1998. 132 Total PGE PANORAMA ECONÓMICO ingresos. De cualquier forma, la evolución más favorable prevista para estos últimos determinaría una fuerte reducción del déficit no financiero (del orden del 18,0 por 100), que se situaría en 1,6 billones de pesetas. Además, el Estado incrementa sus ingresos no financieros un 3,5 por 100 a pesar de no incluir el importe de recaudación por el IRPF que irá directamente a las Comunidades Autónomas. No obstante, la estimación del incremento por la recaudación en el IRPF, 5,0 por 100, puede parecer excesiva a tenor de su evolución en los últimos ejercicios. En el resto de la previsión de ingresos impositivos destaca un crecimiento moderado del Impuesto de Sociedades y un incremento notable en la recaudación por impuestos indirectos, sobre todo en los impuestos especiales y, aunque en menor medida, en el IVA, en consonancia con la previsión sobre el ritmo de crecimiento de la actividad económica general. Los demás ingresos no financieros crecerán más lentamente, salvo el aumento de las transferencias corrientes recibidas por el Estado, como consecuencia de la mayor aportación del Cupo del País Vasco. Por su parte, en la evolución del gasto no financiero presupuestado para el Estado cabe destacar el mayor crecimiento de las transferencias, tanto corrientes como, sobre todo, de capital. El presupuesto de inversiones reales también presenta un crecimiento muy moderado, y los gastos corrientes apenas se incrementan. Los pagos por intereses, por último, se reducen sensiblemente. Aumentarán las transferencias del Estado Entre los demás centros de gasto que integran el Presupuesto consolidado destaca la Seguridad Social, cuyo proyecto inicial se vio considerablemente aumentado en el trámite parlamentario al incorporarse en éste el acuerdo con las Comunidades Autónomas sobre financiación de la sanidad. El gasto total finalmente aprobado para 1998, 13,14 billones de pesetas, supone un crecimiento respecto al ejercicio anterior superior al 8,5 por 100. También aumentan considerablemente los ingresos de la Seguridad Social, para los que está previsto en 1998 un crecimiento cercano al 9 por 100, que los situaría en un importe de 13,03 billones de pesetas, reduciendo, en consecuencia, el déficit del organismo a 103.600 millones de pesetas, un 11,5 por 100 por debajo del que arrojaba el presupuesto para 1997. Se reducirá el déficit de la Seguridad Social 133 MEMORIA 1997 El crecimiento previsto es mayor para las transferencias del Estado que para los ingresos propios, aunque sobre este mayor incremento es determinante el volumen vinculado a la financiación sanitaria. Ello ha acotado, pero no silenciado completamente, algunas de las más duras críticas que se efectuaron al Proyecto de Presupuestos para 1998. Si bien determinado por las normas comunitarias, el paso al criterio de devengo (y, por tanto, la consignación como ingresos de todos los derechos de cobro que se generen) no debería olvidar el importe de los fallidos e incobrables que pesa sobre esas cantidades. Una menor aportación del Estado a sus ingresos avalada por un volumen de los propios menor que el efectivamente realizable, podría llevar, a medio plazo, a un nuevo repunte del déficit de la Seguridad Social y comprometer la viabilidad financiera del gasto social que sustenta. Del resto de los agentes que consolidan sus presupuestos con los del Estado y la Seguridad Social, cuyo total previsto de gasto no financiero asciende a 4,29 billones de pesetas, destaca el mayor incremento consignado para los Organismos Autónomos Administrativos, que supera el 13 por 100. Cabe recordar, sin embargo, que en este crecimiento se está recogiendo la mayor necesidad de gasto derivada de la creación de nuevos órganos. Además, también es mayor el aumento estimado de sus ingresos (precisamente en el mismo porcentaje que el previsto para sus gastos), de forma que finalmente se espera reducir su déficit en más del 50 por 100 con respecto al de 1997. 6.3.2. Políticas de gasto en los Presupuestos de 1998 La evolución por programas del gasto presupuestado refleja, salvando la falta de homogeneidad en las cifras antes mencionada, un esfuerzo relativamente mayor en sanidad (6,8 por 100), educación (5,8 por 100) e infraestructuras y transportes (5,7 por 100). Sobre todos ellos destaca el importantísimo aumento del presupuesto para investigación científica, técnica y aplicada, nada menos que del 33,2 por 100. Por otro lado, la notable disminución del servicio de la deuda (9,2 por 100), ofrece un margen adicional para aplicar los ingresos totales al resto de los programas. Las pensiones son la mayor partida de gasto 134 Casi tres cuartas partes del gasto consolidado se aplicarán a cinco funciones: pensiones, financiación de las Administraciones Territoriales, asistencia sanitaria, servicio de la deuda y prestaciones por desempleo e incapacidad temporal (cuadro I-36). CUADRO I-36 PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO PARA 1998 POR FUNCIONES (Miles de millones de pesetas corrientes) Funciones Alta dirección del Estado Administración General Relaciones Exteriores Justicia Protección y seguridad nuclear Defensa Seguridad y protección civil Seguridad y protección social Promoción social Sanidad Educación Vivienda y urbanismo Bienestar comunitario Cultura Otros servicios comunitarios Infraestructuras y transportes 1998 Mmptas. 43,6 56,8 137,4 211,8 5,2 842,0 591,5 12.128,6 477,5 3.905,3 1.027,8 114,5 52,2 102,2 10,1 1.143,1 variación 97/98 (%) 4,8 74,8 10,5 –7,3 13,0 2,9 2,7 3,9 27,4 6,8 5,8 0,7 46,2 2,7 –7,3 5,7 Funciones Comunicaciones Infraestructuras agrarias Investigación Información básica y estadística Regulación económica Regulación financiera Agricultura Industria Energía Minería Turismo Comercio Transferencias AATT Relaciones financieras con UE Deuda Pública Total consolidado 1998 43,9 38,0 313,7 33,9 290,4 266,4 1.087,1 106,3 6,3 151,7 15,2 147,3 3.508,3 952,2 7.522,7 variación 97/98 (%) –74,3 5,3 33,2 8,7 5,3 6,8 1,6 –10,7 0,0 2.067,1 0,7 18,9 –10,0 1,6 –9,2 35.332,9 0,1 Fuentes: Ley 65/1997, de 30 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para 1998; Ley 12/1996, de 30 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para 1997 (Anexos de cuadros resumen). 135 MEMORIA 1997 El importe más elevado corresponde a las pensiones, que supondrán el desembolso de 8,36 billones de pesetas, más de una cuarta parte del total. El crecimiento previsto en esta función, un 5,3 por 100, se explica tanto por el aumento estimado del número de pensionistas (casi un 2 por 100) como por la actualización garantizada de su importe (2,1 por 100) y por la entrada de nuevos pasivos con pensiones más altas que, junto con la salida de otros con pensiones menores, determina una cuantía media mayor. El agregado de la función de Seguridad y Protección Social resulta de 12,13 billones de pesetas, casi un 4 por 100 superior al del presupuesto de 1997. La razón de este crecimiento más moderado del total reside, básicamente, en el descenso previsto en prestaciones por desempleo (por la mejora del empleo). Del volumen de gasto destinado a sanidad, que se cifra para 1998 en 3,91 billones de pesetas, destaca la mayor aportación del Estado para financiar los presupuestos del INSALUD y el importe para proveer los gastos de las Comunidades Autónomas con competencias en la materia que, como es sabido, obtienen financiación por esta partida condicionada al gasto ejecutado. Por el contrario, la previsión de financiación de las Administraciones Territoriales para 1998, 3,51 billones de pesetas, es casi un 10 por 100 menos que la del ejercicio de 1997. Se reduce la carga de la deuda Los recursos destinados al servicio de la deuda pública, 7,52 billones de pesetas, suponen un descenso, como ya se ha indicado, superior al 9 por 100 sobre los que se consignaron en el presupuesto inicial para 1997. Ello se debe básicamente a la menor carga de intereses, tanto por el descenso de los tipos como por el saneamiento acometido en 1997 sobre la estructura de la deuda que se explicó en el apartado anterior. Entre el resto de las políticas de gasto pueden subrayarse también, por su importancia relativa, las infraestructuras y transportes, la agricultura y la educación, todas ellas por encima del billón de pesetas. No obstante, mientras la primera y la última ven incrementado su presupuesto en casi un 6 por 100 respecto al de 1997, la segunda crece por debajo del 2 por 100. Por último, como políticas más expansivas han de citarse las dotaciones a investigación, bienestar comunitario y promoción social. Esta última incluye las bonificaciones en la cotización empre- 136 PANORAMA ECONÓMICO sarial a la Seguridad Social derivadas de las medidas de apoyo a la contratación, pero también se han aumentado considerablemente los programas de formación profesional ocupacional. El altísimo incremento de los recursos destinados a la minería que se observa en la comparación entre los ejercicios de 1997 y 1998 se explica por causas contables asociadas al cambio del régimen de subvención al carbón. Igualmente, parte del aumento en los gastos en investigación tiene su origen en varias dotaciones específicas a programas estratégicos de defensa. 6.4. LAS PRIVATIZACIONES: EL ESTADO DE LA CUESTIÓN A nivel internacional la globalización de los mercados, el avance tecnológico, la armonización de las regulaciones nacionales y la necesidad de contención del gasto público han contribuido a cuestionar en los últimos años, las funciones del Estado en la economía, desde una perspectiva diferente. En ocasiones se ha planteado incluso un intenso debate en torno a la modernización del sector público y la necesidad de mejorar la eficiencia en las administraciones públicas. Como consecuencia de todo ello, se ha ido otorgando un peso creciente a las políticas de privatización de empresas públicas apoyada en esta visión modernizadora del sector público. Frente a esta idea dominante, los detractores de las privatizaciones, no negando la necesidad de adaptarse a los cambios derivados de la globalización de la economía mediante una mayor racionalización de la actividad en determinados sectores y empresas, consideran que el papel del Estado sigue estando vigente tanto en sectores considerados estratégicos como en aquellos donde existen fallos de mercado, y defienden por ello la mejora de la gestión pública empresarial en lugar de la desaparición de la misma. Por otro lado, dudan de la eficacia que sobre el control de las cuentas públicas tiene la venta de empresas públicas ya que, de existir, sería sólo a corto plazo, puesto que a medio y largo plazo el Estado estaría renunciando así a los ingresos que la gestión de la actividad empresarial pudiera generar. En el ámbito europeo, el progreso tecnológico también ha ido cuestionando la existencia de determinados monopolios naturales, sobre todo en los sectores de la energía y de telecomunicaciones, lo que ha favorecido la progresiva entrada de nuevos operadores en La mayor competencia impulsa las privatizaciones 137 MEMORIA 1997 dichos sectores con su consiguiente reestructuración. La necesidad de introducir competencia en los mercados tradicionalmente regulados, en el actual contexto de avance hacia la UEM, unida al objetivo de suprimir de forma progresiva el apoyo del Estado a las empresas públicas, ha contribuido a impulsar las políticas privatizadoras en numerosos Estados miembros. España no ha sido ajena a dicha tendencia, habiéndose impulsado en los últimos años nuevos marcos reguladores que permitieran el acceso de terceros a redes de suministro que hasta entonces habían funcionado en régimen de monopolio, a la vez que se aceleraban los procesos privatizadores de empresas públicas con el fin de reducir el peso del Estado en la economía. Para abordar las privatizaciones de empresas públicas hay que empezar definiendo, por un lado, cuál es el ámbito sobre el que se aplica, y por otro, qué se entiende por privatización y cómo se lleva a cabo. Una vez abordados distintos aspectos del complejo proceso que supone la privatización de empresas públicas, cabría abordar las privatizaciones llevadas a cabo desde la integración de España en la Comunidad Europea hasta la actualidad, lo que supone distinguir básicamente entre dos periodos; la década marcada por el Gobierno del Partido Socialista entre 1985 y 1995, y el periodo más reciente que se inicia con el cambio de Gobierno de 1996. La posibilidad de desarrollar la iniciativa pública en el ámbito empresarial aparece en el artículo 128.2 de la Constitución española de 1978, pudiendo realizarse tanto a nivel estatal como de las administraciones territoriales, en el ámbito de sus competencias. La empresa pública estatal se ha desarrollado en España en torno al Instituto Nacional de Industria (INI), habiendo sufrido importantes transformaciones y reordenaciones, desde su creación en 1941. Por su parte, las administraciones territoriales, y especialmente las Comunidades Autónomas, han ido creando en los últimos años entidades de carácter territorial, configurando así un sector público empresarial cuyo tamaño varía sustancialmente de unas a otras (cuadro I-37). Por lo que al ámbito de aplicación se refiere, hay que señalar la dificultad de clasificar las empresas públicas dada su heterogeneidad, ya que la presencia pública abarca una amplia gama de secto138 PANORAMA ECONÓMICO CUADRO I-37 CENSO DE ENTES DEL SECTOR PÚBLICO EMPRESARIAL AUTONÓMICO Y LOCAL, 1996 Comunidades Autónomas Comunidades Autónomas Corporaciones Locales OAC Entes Públicos Empresas Públicas OAC Sociedades Mercantiles Andalucía Aragón Asturias Baleares Canarias Cantabria Castilla y León Castilla-La Mancha Cataluña Ceuta C. Valenciana Extremadura Galicia Madrid Melilla Murcia Navarra País Vasco Rioja, La — 1 — — 1 — — — 9 — 3 — 2 4 — 1 — — — 7 1 4 9 2 1 2 — 19 — 8 1 3 4 — 5 — 2 — 27 6 11 7 22 6 15 — 19 — 9 15 13 19 — 7 29 76 3 4 1 — — 2 — — 1 22 1 2 2 — 1 — 3 — 1 — 193 17 10 8 36 4 15 9 179 3 49 17 9 36 4 12 6 67 — 231 26 25 24 63 11 32 10 248 4 71 35 27 64 4 28 35 146 3 Total 21 68 284 40 674 1.087 Total Fuente: Dirección General de Coordinación con las Haciendas Territoriales. Censo de Entes, 1996. res productivos con proyección y carácter estratégico distinto. Asimismo, esa dificultad de clasificación se atribuye a la existencia de diferentes criterios que pueden utilizarse, tales como jurídicos, económicos, contables, etc. Atendiendo a criterios establecidos por la Contabilidad Nacional las empresas públicas se clasifican en servicios comerciales del Estado; organismos autónomos comerciales, industriales, financieros y análogos; entes públicos y sociedades con forma mercantil. En cuanto al término “privatización” hay que decir que no existe una única definición del mismo, utilizándose distintos matices en función de los intereses y objetivos que persiga aquél que lo utiliza. 139 MEMORIA 1997 Definir privatización supone abordar la distinción entre lo público y lo privado, cuestión por otra parte, difícil de establecer al tratarse de conceptos dicotómicos y que conllevan una fuerte carga valorativa sobre el modelo económico y social que subyace. De hecho, una ayuda para reducir el déficit La privatización no garantiza una mayor eficiencia En todo caso, los procesos de privatización llevados a cabo por los distintos gobiernos han tendido a justificarse por razones de índole financiera o de caja (en base a un mayor control del déficit público), económicas (basadas fundamentalmente en la búsqueda de una mayor eficiencia y en la adaptación a la innovación), o políticas (derivadas de la revisión del papel del Estado), siendo en la práctica difícil de deslindar unas de otras. La justificación financiera de las privatizaciones, y una de las más utilizadas, se centra en la necesidad de captar recursos que permitan sanear las cuentas públicas tras el deterioro causado por el incremento de las transferencias corrientes y de capital a las empresas públicas. Si bien los recursos captados no se pueden utilizar directamente para reducir déficit público, en la práctica lo reducen, puesto que las ganancias obtenidas por la venta de activos públicos generan ingresos adicionales en algunas figuras tributarias, como el impuesto de sociedades. Asimismo, los recursos obtenidos pueden ser utilizados como subvenciones de explotación para empresas con escasa viabilidad económica, para facilitar el ajuste de otras empresas del grupo, para reducir la deuda acumulada y hacer frente a determinados pasivos, así como para financiar inversiones. La privatización por razones económicas se concibe como un medio para mejorar la eficiencia organizativa y de asignación de recursos, así como para facilitar la adaptación de las empresas y sectores al nuevo entorno económico. Sin embargo, la privatización no garantiza por sí sola una mayor eficiencia, por lo que en numerosas ocasiones es deseable que vaya acompañada de una progresiva apertura de los mercados regulados a la competencia. Por otro lado, la búsqueda de una mayor eficiencia económica tampoco debería deslindarse del mantenimiento de un adecuado equilibrio social. Las privatizaciones suelen abordarse de diferentes formas que van desde la gestión privada de la empresa pública y el fomento de la prestación privada de bienes y servicios públicos, hasta la venta de activos de las empresas públicas, que sería el proceso privatiza- 140 PANORAMA ECONÓMICO dor propiamente dicho. En este último caso suele hacerse la distinción entre la transferencia de la propiedad o control desde el sector público al privado de una serie de activos de escaso uso o de empresas de moderada relevancia económica y social, y la privatización de las grandes empresas públicas, lo que suele conllevar una estrategia global de venta de empresas. Todo proceso privatizador tiene que atender a las características de las empresas que se pretenden privatizar, es decir a su viabilidad económica presente o futura, como a las de su mercado (competitivo o regulado), así como a las condiciones de eficiencia de los mercados de capitales y de las agencias reguladoras, y a las capacidades empresariales y directivas del país en que dichas empresas operan. Considerando todos esos elementos, la venta de empresas públicas puede realizarse mediante distintos procesos, entre los que destacan: • La oferta pública de venta (OPV): supone la salida de las acciones de empresas públicas a los mercados financieros previo ajuste de la oferta a las condiciones del mercado y a las características de la empresa. Se pueden ofrecer así paquetes de acciones específicos para inversores institucionales y para minoristas, pudiendo diferenciarse, con condiciones especiales, las colocaciones destinadas a empleados y clientes de la empresa del resto de los inversores. • Venta directa de acciones: las acciones se adjudican al margen de los mercados financieros, a uno o varios compradores previamente seleccionados, tras valorarse el potencial empresarial de los mismos. La venta se realiza mediante subasta, lo que supone elegir la mejor oferta económica, o mediante concurso recogiéndose la propuesta más ventajosa. Este tipo de venta puede dirigirse, mediante consurso, abierto o restringido, a un grupo estable de accionistas que se encargarán de aportar capacidades empresariales (tecnológicas, comerciales y/o financieras) y de controlar a los directivos. • Reutilización de los activos de las empresas económicamente inviables (fundamentalmente industrias de defensa y astille141 MEMORIA 1997 ros) previo estudio de las posibilidades de reasignación de los activos de dichas empresas. 6.4.1. Las privatizaciones en el periodo socialista En venta las empresas del INI y de Rumasa En un contexto de política industrial caracterizada por la reconversión de determinados sectores (siderurgia, construcción naval, minería del carbón...) y de progresiva adaptación a la política industrial europea tras la adhesión de España a la Comunidad Europea, en el periodo 1985-1995 se produjo un proceso desinversor de determinadas empresas públicas basado en la necesidad de racionalizar y redimensionar el sector público empresarial. Dentro de este proceso cabe diferenciar, sin embargo, dos tipos de privatizaciones: las que se han caracterizado como de “encubiertas” o “silenciosas”66, centradas en empresas pertenecientes a los holdings públicos INI e INH, y en menor medida, a la Dirección General del Patrimonio del Estado (DGPE); y las reprivatizaciones motivadas tanto por la crisis del sistema bancario de finales de los años setenta, como por la expropiación de Rumasa a principios de los ochenta. Asimismo, cabría diferenciar dentro de este periodo dos fases, en función de los motivos principales que animaron las privatizaciones y la forma en que se realizaron. La primera, de 1985 a 1991, estuvo caracterizada por la venta de empresas, fundamentalmente industriales, a un comprador único, que en numerosos casos era una multinacional extranjera (cuadro I-38), con el objetivo principal de mejorar la competitividad de las empresas y favorecer su internacionalización. La segunda fase, de 1992 a 1995, estuvo más centrada en el objetivo de obtención de ingresos, y se caracterizó por un mayor recurso a las colocaciones bursátiles de empresas públicas situadas en sectores regulados. Por lo que se refiere a la privatización de empresas pertenecientes a los holdings públicos, destaca la realizada en el INI (cuadro I-38 y cuadro I-39), desde donde se impulsó una política de desinversión que distinguía entre, por un lado, filiales y subfiliales de empresas públicas que carecían de interés estratégico o no tenían ninguna función específica en el grupo, por lo que carecía de senti66 1997. 142 Álvaro Cuervo: La privatización de la empresa pública. Ed. Encuentro, PANORAMA ECONÓMICO CUADRO I-38 EMPRESAS PÚBLICAS DEL INI PRIVATIZADAS ENTRE 1985-1995 (1) Años 1985 1986 1987 1988 Empresa Sector Textil Tarazona Textil Ingenasa Inmun./genética % Vendido 69,6 67,6 (51,0 en 1985; 14,2 en 1986; 2,4 en 1989) Igfisa Alimentación 100,0 Cesquisa Química 45,4 Secoinsa Electrónica 69,1 SKF Española Rodamientos 98,8 Marsans Turismo 100,0 Entursa Turismo 100,0 Frigsa Alimentación 100,0 Gypisa Alimentación 100,0 La Luz Alimentación 100,0 Insisa Bienes de Equipo 60,0 Remetal Aluminio 66,6 (66,1 en 1986 y 0,5 en 1990) Issa Aluminio 100,0 Aluflet Aluminio 40,0 Motores MBD Construcción Naval 60,0 (38,4 en 1986 y 21,6 en 1989) Pamesa Papel 100,0 Fovisa Siderurgia 100,0 Indugasa Automoción 50,0 Seat Automoción 100,0 (75 en 1986 y 25 en 1990) Telesincro Electrónica 100,0 (40,0 en 1986; 33,9 en 1988; 26,1 en 1994) Gesa Gas/Electricidad 39,0 Dessa C. Naval 50,0 Evatsa Aluminio 100,0 Litofan Aluminio 100,0 Alumalsa Aluminio 44,0 Purolator Automoción 97,4 Victorio Luzuriaga Automoción 33,3 Diasa Alimentación 50,0 Miel Española Alimentación 51,0 Miraflores Alimentación Endesa Electricidad 29,2 (20,4 en 1988 y 8,7 en 1994) Comprador Cima Eursa (Entrecanales) ERT Pleamar Cepsa Fujitsu España (Fujitsu*, CTNE) Aktiebogalet SKF* Trapsatur CIGA/Hot. de lujo españoles Saprogal* Frig. Santana/ Los Norteños Prevert Acctas. Privados de Insisa Socios Fundadores de Remetal Aluperfil Acctas. Privados de Aluflet Klockner Humboldt Deutz AG* Torras Hostench Gekanor (GKN*. Acenor) GKN* Wolkswagen AG* Bull* (OPV) Forestal del Atlántico Cebal Baumgartner Ibérica* Montupet* Knecht Filterwerke* Eisenwerk Bruhl* Saudisa (Promodes*)/BBV Sugemesa (Agroalimen.) Queserías Miraflores (OPV) 143 MEMORIA 1997 CUADRO I-38 (Continuación) EMPRESAS PÚBLICAS DEL INI PRIVATIZADAS ENTRE 1985-1995 (1) Empresa Ence Sector (y Empresa matriz) Papel Astican MTM Construcción naval Bienes de equipo Ateinsa Bienes de equipo Enfersa Fertilizantes 1990 Oesa Pesa Ancoal Adaro Indonesia Alimentación Electrónica Aluminio Ingeniería 1991 Enasa Automoción Años 1989 1992 1993 1994 1995 % Vendido 53,8 (39,3 en 1988 y 14,5 en 1995) 90,72 100,0 (85,0 en 1989 y 15,0 en 1992) 100,0 (85 en 1989 y 15 en 1992) 100,0 (80,0 en 1989 y 20,0 en 1991) 100,0 97,4 75,2 50,0 100,0 (60,0 en 1991 y 40,0 en 1993) Gr. Empr. Alvarez Artesanía Industrial 100,0 (90,0 en 1991 y 10,0 en 1992) TSD Electrónica 100,0 Icuatro Equipamiento Hospit. 90,0 Automoción 2000 Automoción 100,0 Fábrica S. Carlos Bienes Equipo 100,0 Palco Aluminio C. Trasatlántica Tpte. Marítimo Artespaña ASDL Sodiga Artesanía Ind. Aeronáutica Sociedad Desarrollo Industrial Aluminio Siderurgia Refinalsa Sidenor 100,0 (50,0 en 1993 y 50,0 en 1994) 100,0 100,0 87,7 51,2 50,0 50,0 Comprador (OPV) Italmar GEC Alsthom* GEC Alsthom* Ercros Ferruzzi* Amper Omnium Industriae* lndonesia Coal*/Asimcco Bara Utama /*Tirtamas Majutamas* Iveco/ Fiat* Pickman (Estudesa) Telepublicaciones Grupo Alegre Inversores Reo Grupo Navacel/ Total Technical Trade/Luis Tellería Usabiaga Alcan Deutschland Naviera de Odiel/ Marít. Valenc. Medino. S.L. Quadrant Group* Xunta de Galicia Remetal Digeco-Roda (Digeco/Olarra/Rodacial) Notas: (*) Indica los compradores extranjeros. (1) Las empresas se han clasificado según su dependencia institucional y fecha de su (primera) privatización. No se han incluido ventas de participaciones que no hayan supuesto la pérdida del control para el Estado (salvo OPV), ni ventas de activos. El porcentaje vendido supone el total de la participación pública previa, salvo que se indique lo contrario. No se han incluido las empresas procedentes del grupo Rumasa ni las empresas vinculadas a bancos de los que se hizo cargo el Fondo de Garantía de Depósitos en el marco de la crisis bancaria del periodo 1977-1985. Fuente: Álvaro Cuervo, La privatización de la empresa pública (Ed. Encuentro, 1997). 144 PANORAMA ECONÓMICO CUADRO I-39 EMPRESAS PÚBLICAS DEL INH Y DE LA DGPE PRIVATIZADAS ENTRE 1985-1995 Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH) Años 1989 1994 Empresa Sector Repsol Petróleo/Gas Enagas Caivsa Gas Gas % Vendido Comprador 79,0 (26,4 en 1989 4,2 en 1989 2,9 en 1990 2,1 en 1992 9,8 en 1992 14,1 en 1993 19,5 en 1995) 91,0 100,0 (OPV) BBV Pemex* Pemex* (Canje de Bonos) OPV-Institucional (OPV) Gas Natural (45,26% de Repsol) Gas Natural Dirección General del Patrimonio del Estado (DGPE) 1985 1990 1991 1993 1994 1995 Gossypium Intelhorce Hytasa Imepiel Dirsa Seb. de la Fuente Salinas Torrevieja Coifer Fridarago Coisa Argentaria Royal Brands, S. A. Incluye: — Carcesa — Consiber — Artiach — Marbú R. Brands Portugal RJR Alimentación Telefónica Lesa Textil Textil Textil Calzado Distribución Distribución Sal Alimentación Alimentación Alimentación Banca Alimentación Alimentación Alimentación Telecomunicaciones Alimentación 100,0 100,0 100,0 100,0 75,6 100,0 38,5 50,0 100,0 100,0 49,9 98,9 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 50,0 10,7 100,0 Textil Guadiana Orefici* Textil Guadiana DFG Grupo Cusi Diasa (Promodes*/BBV) Cofidisa (BBV) U. Salinera de España (Solvay*) Alimentos naturales (BBV) Rústicas Rústicas RJR Alimentación S.L . RJR Alimentación S.L. RJR Nabisco* Leyma/Iparlat Otras instituciones 1986 1991 Acesa Jobac Autopistas Distribución 1993 Ineco Ingeniería (Renfe) 57,6 OPV 100,0 (70,0 en 1991; 30,0 en 1995) Erosmer y Consum. (Eroski) 66,0 (55,0 en 1993; 11,0 en 1994) Notas: Ídem Cuadro I-38. Fuente: Álvaro Cuervo, La privatización de la empresa pública (Ed. Encuentro, 1997). 145 MEMORIA 1997 do su mantenimiento; y por otro, empresas participadas directamente por el grupo con importancia estratégica o significativa en la política industrial o en la estructura empresarial española. En cuanto al primer tipo de empresas, el INI encargó su privatización a Infoleasing, quien tras estudiar cada una de las empresas, decidía el procedimiento a seguir para su venta, ofertando finalmente un precio base de negociación a los posibles compradores. La desinversión realizada en el segundo grupo de empresas se justificó en la necesidad de adaptarse mejor a los cambios tecnológicos y a la competencia creciente de los mercados europeos de cara al mercado único, lo que se tradujo, en determinados casos, en la integración de dichas empresas en multinacionales (fue el caso, entre otras, de Seat, Secoinsa, Enfersa, Enasa, etc.). Por otro lado, tras la crisis bancaria de finales de los setenta que afectó a la mitad de los bancos que operaban por entonces en España, las instituciones bancarias que sobrevivieron fueron saneadas y posteriormente privatizadas bien por el Fondo de Garantía de Depósitos en Establecimientos Bancarios, con la ayuda directa del Banco de España, bien con la colaboración directa de la banca privada. Ante las posibles alternativas privatizadoras con que contaba el Fondo de Garantía, se optó mayoritariamente por el concurso restringido dirigido a los equipos directivos de los bancos que podían estar interesados en el reflotamiento de los bancos con problemas, realizándose posteriormente la adjudicación en base a las ofertas presentadas. Por último, en el periodo 1985-1995 se procedió a vender las empresas expropiadas en 1983 al holding Rumasa67, estableciéndose que la enajenación se realizaría por concurso público68, salvo que el Gobierno autorizase la venta directa de acciones dando cuenta de ello al Parlamento. Con objeto de asesorar al Gobierno y facilitar la operación, se creó una Comisión para la reprivatización de las acciones y participaciones del grupo Rumasa, cuyas funciones básicas consistieron en estudiar las características de cada empresa, promover la presentación de ofertas para su venta y valorar las propuestas recibidas en cada caso. 67 La expropiación de las 370 sociedades que conformaban el holding Rumasa se realizó por Real Decreto 2/1983, de 23 de febrero. 68 Ley 7/1983, de 29 de junio de expropiación de Rumasa. 146 PANORAMA ECONÓMICO 6.4.2. Nuevo enfoque privatizador del Gobierno del Partido Popular En un contexto de consolidación económica con las miras puestas en la pertenencia a la UEM, el Gobierno del Partido Popular, al llegar al poder tras las elecciones de 1996, consideró necesario impulsar las privatizaciones de empresas públicas españolas elaborando para ello un plan estratégico de privatizaciones 69. A diferencia de lo que sucediera en Francia, donde se aprobó en 1993 una ley marco70 que recogía el proceso de privatizaciones, o en el Reino Unido donde se establecieron leyes concretas para cada una de las empresas públicas, el Gobierno español optó por sentar las bases para reformar y modernizar la empresa pública mediante el desarrollo de un programa de privatizaciones con carácter de globalidad. Dicho plan tiene como objetivos la reforma y modernización del sector público, el fortalecimiento de la economía de mercado, la liberalización y el aumento de la eficiencia y la competitividad de la economía, así como la creación de empleo. Para alcanzar dichos objetivos se articulan un conjunto de acciones en torno a tres ejes básicos: en primer lugar, el saneamiento de las empresas públicas deficitarias con el fin de obtener su progresiva desvinculación de los Presupuestos Generales del Estado, la consolidación de proyectos empresariales viables y de futuro, y por último, la puesta en práctica del proceso de privatización propiamente dicho. Un plan estratégico global El programa del Gobierno tiene como antecedentes más cercanos en el tiempo la Ley 5/199571, relativa al régimen jurídico de enajenación de participaciones públicas en determinadas empresas, así como el Real Decreto 5/1995, de 16 de junio, por el que desaparecieron el INI y el INH y se crearon la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y la Agencia Industrial del Consejo de Ministros, Programa de modernización del sector público empresarial del Estado, del 28 de junio de 1996. 70 Ley francesa núm. 93-923, de 19 de julio de 1993. 71 Ley 5/1995, de 23 de marzo sobre Régimen Jurídico de Enajenación de Participaciones Públicas en determinadas empresas. Dicha Ley afecta a las privatizaciones de empresas públicas en las que el Estado tiene una participación superior al 25 por 100 del capital, a los casos en que el Estado reduzca su participación del 50 por 100 o dicha participación quede por debajo del 15 por 100, así como a los casos en que se negocien participaciones del 10 por 100 o superiores. (Ver Memoria CES 1995.) 69 147 MEMORIA 1997 Estado (AIE), agrupando la primera las empresas rentables provenientes de los dos holdings industriales públicos y la segunda las empresas con pérdidas, y por tanto, dependientes de los Presupuestos Generales del Estado (cuadro I-40). Así, el programa de modernización del sector público empresarial diseñado por el Gobierno plantea una adicional reorganización de la empresa pública estatal tras la realizada en 1995. Con el fin de simplificar el esquema de participaciones públicas y centralizar la gestión del proceso de privatizaciones, se suprime el holding TENEO72, integrado desde 1995 en la SEPI. Por otro lado, se crea la Sociedad Estatal de Participaciones Patrimoniales (SEPPA) que tiene como objeto social la tenencia, administración, adquisición y enajenación total o parcial de las acciones o participaciones de las sociedades dependientes de la Dirección General de Patrimonio del Estado (DGPE). SEPI, SEPPA y AIE agentes gestores del proceso El programa del Gobierno estableció que los agentes gestores del proceso privatizador serían la SEPI, la SEPPA, y la AIE, facultando a dichas sociedades para formular, tras realizar los estudios oportunos, las propuestas concretas de privatización mediante el procedimiento que consideren más adecuado. Se entiende por privatización “la transferencia total o parcial de la propiedad de las empresas, participaciones en el capital de sociedades, acciones, activos o unidades de negocio, y en todo caso, cuando la misma suponga para el sector público estatal la pérdida de influencia decisiva en la empresa de que se trate”. Los agentes gestores determinarán asimismo la conveniencia o no de: • conceder incentivos a determinados grupos sociales o categoría de inversores y de establecer, en su caso, descuentos sobre el precio de referencia y otro tipo de ventajas; La sociedad anónima TENEO fue constituida el 14 de julio de 1992, según lo establecido en el artículo 107 de la Ley de Presupuestos Generales del Estado, agrupando a las empresas del INI financieramente autónomas de los Presupuestos y con capacidad para ser gestionadas con criterios empresariales. La disolución sin liquidación de la sociedad mercantil TENEO S.A, fue acordada por su Junta General en julio de 1996 y se realizó el 16 de septiembre de 1996, asumiendo su único accionista, SEPI, la totalidad de sus activos y pasivos. 72 148 CUADRO I-40 ORDENACIÓN DE LA EMPRESA PÚBLICA ESPAÑOLA Ministerio de Industria y Energía Ministerio de Economía y Hacienda Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH, creado en 1981) Gestiona participaciones públicas en sector hidrocarburos, incorporando entre sus activos las empresas de combustibles líquidos del INI 1995 TENEO Agrupa las empresas rentables del INI: • Aviaco • Casa • Babcok Wilcox • Ence • Enusa • El Cano • Endesa • Ensa • Iberia • Inespal • REE, etc. Empresas provenientes del • INH: • Repsol, S.A. • Enagas • Gas Natural, S.A. • Sagane, S.A. etc. Desaparece TENEO (2) Agencia Industrial del Estado (AIE) (1) Gestiona empresas provenientes del INI y del INH inmersas en sectores en reestructuración o en reconversión que reciben subvenciones públicas: • • • • • • • Aesa Astano Barreras Bazán Santa Bárbara Prod. Tubulares AHV Ensidesa • • • • • • Hunosa Figaredo Presur Potasas de Subiza CSI Altos Hornos del Mediterráneo etc. 1996 Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) (1) Asume las participaciones de empresas desvinculadas de los Presupuestos Generales del Estado Comunidades Autónomas y Corporaciones Locales Dirección General del Patrimonio del Estado (DGPE) 1995 1995 TENEO 1997 (3) 1992 Instituto Nacional de Industria (INI, creado en 1941) Otros Ministerios Sociedad Estatal de Participaciones Patrimoniales (SEPPA) (2) Asume las empresas públicas dependientes de la Sociedad Estatal de Patrimonio ISA, actuando como ente gestor en los procesos de privatización: • • • • • Argentaria Tabacalera Transmediterránea ENA Paradores de Turismo etc. Desde 1996 fundamentalmente Ministerio de Fomento y Presidencia del Gobierno Empresas: • Renfe • Aena • Retevisión • Correos y Telégrafos • Focoex • FNMT • Hispasat • RTVE (TVE y RNE) • Loterías del Estado etc. Entes y Empresas del sector público empresarial autonómico y local: En 1996, representaban un total de 1.087 empresas 149 Notas: (1) Reforma de junio de 1995 por la que desaparecen el INI y el INH (Real Decreto-Ley 5/1995 de 16 de junio) y se crean la SEPI y la AIE. (2) Reforma de 28 de junio de 1996 por la que desaparece TENEO y sus empresas se mantienen en SEPI y se crea la SEPPA (Resolución del Consejo de Ministros de 28 de junio de 1996). (3) Reforma de 5 de septiembre de 1997 por la que desaparece la AIE, integrándose en SEPI (Real Decreto-Ley 15/1997, de 5 de septiembre). Fuente: Elaboración propia. MEMORIA 1997 • reservar determinados porcentajes para empleados o colectivos especialmente vinculados con la empresa; • realizar un tratamiento diferenciado para inversores institucionales en determinados casos; • vender la empresa, en parte o en su totalidad, a determinados accionistas que se comprometan con su permanencia y garanticen la gestión de la misma. Bajo la tutela del Consejo Consultivo de Privatizaciones Cuatro modelos para cuatro tipos de empresas Por último, y con el fin de asegurar la publicidad, transparencia y concurrencia de dichas operaciones, se creó un Consejo Consultivo de Privatizaciones73 cuya función principal sería dictaminar sobre el cumplimiento de dichos principios en todas las propuestas de privatización que realicen los gestores. Con este nuevo enfoque se inició en 1996 la colocación en el sector privado de determinadas participaciones del Estado en empresas públicas, proceso que se acentuó a lo largo de 1997. Como forma general de funcionamiento, las empresas se clasificaron en cuatro grandes grupos: 1. Las empresas que por estar consolidadas en sus respectivos mercados y ser rentables, están en condiciones de ser privatizadas de forma inmediata mediante la venta de las participaciones estatales (sería el caso fundamentalmente de Repsol, Telefónica, Argentaria, Tabacalera y Transmediterránea). 2. Las empresas que siendo rentables operan en sectores donde todavía se deben realizar procesos de liberalización, con lo cual la privatización no se realizará hasta que se desregule el sector (es el caso del Grupo Endesa y de Red Eléctrica Española). 3. Las empresas que requieren previamente la definición o reformulación de un proyecto empresarial que asegure su viaEl Consejo Consultivo de Privatizaciones está compuesto por su Presidente y un máximo de ocho Vocales nombrados todos ellos, entre personas de reconocido prestigio, por acuerdo conjunto de los Ministros de Economía y Hacienda y de Industria y Energía. 73 150 PANORAMA ECONÓMICO bilidad (es el caso, entre otras, de Iberia, Casa o Babcok Wilcox). 4. Las que no son privatizables ya que razones estratégicas o de carácter social aconsejan su mantenimiento. Estas empresas requieren sin embargo, un proceso de modernización o de reestructuración que mejore sus resultados (es el caso de Astilleros, Santa Bárbara o Hunosa). Siguiendo este esquema, el Gobierno acometió en 1996 la privatización de un conjunto de empresas, iniciándose los distintos procesos con la elección, de forma directa o por convocatoria (limitada o universal) del asesor financiero de la operación, cuyas funciones van desde la valoración de la empresa, el diseño de la estrategia de privatización, la búsqueda de posibles compradores etc., dependiendo de si se realiza mediante oferta pública de venta (OPV), venta directa u otro procedimiento. Las privatizaciones realizadas en 1996 fueron básicamente de empresas integradas en la SEPI, tal y como se recoge en el cuadro I-41, entre las que destacan la venta del 3,8 por 100 de la participación del Estado en la empresa Gas Natural y del 11 por 100 en Repsol, ambas mediante OPV. La desinversión supuso para el Estado unos ingresos no financieros de 202.000 millones de pesetas en el conjunto del año, representando los ingresos patrimoniales el 94 por 100 del total y el resto los ingresos derivados del impuesto de sociedades. CUADRO I-41 PRIVATIZACIONES O DESINVERSIONES REALIZADAS EN 1996 Agentes Gestores Sector Empresa % vendido Comprador Gas Gas Petróleo Desarrollo Industrial Ingeniería Gas Natural Sagane Repsol Sodican Auxini 3,81 91,00 11,00 51,00 40,00 OPV (Institucional) Enagas OPV Gobierno Autónomo de Canarias OCP DGPE Banca Argentaria 25,00 OPV AIE Fertilizantes Sefanitro 52,65 Fertiberia SEPI Fuente: SEPI, Informe Anual 1996 y Álvaro Cuervo: La privatización de la empresa pública (Ed. Encuentro, 1997). 151 152 CUADRO I-42 PRIVATIZACIONES REALIZADAS EN 1997 Agente Gestor Sector Minería Aluminio Empresa % Vendido Comprador 100,0 100,0 100,0 100,0 10,0 9,0 100,0 Navan Resources, S.A. Directivos Alcoa MBO (Directivos) OPV Venta directa a Gas Natural Grupo marítimo Ibérico (Soponata, Remolcanosa, Murueta) OPV Concurso (OPV) Grupo Hambros Agencia de desarrollo de Castilla y León Petróleo Gas Transporte marítimo Almagrera Iongraf (Inespal) Inespal Ferroperfil Repsol Enagas Elcano Electricidad Construcción Defensa Servicios financieros Endesa Auxini Surgiclinic Sodical 25,0 60,0 50,0 51,0 Sociedad Estatal de Participaciones Patrimoniales (SEPPA) Telecomunicaciones Telefónica 21,0 OPV Tisa 23,8 Telefónica Distribución Aldeasa 30,0 Tabacalera. OPV Agencia Industrial del Estado (AIE) Siderurgia CSI (Aceralia) 42,0 35,0 11,2 1,0 100,0 OPV Arbed Aristrain Gestamp Tubos Reunidos Ministerio de Fomento Telecomunicaciones Sociedad Estatal de Participaciones (SEPI) Productos Tubulares Retevisión 70,0 Fuentes: SEPI, El Grupo SEPI en 1997 y Álvaro Cuervo, La privatización de la empresa pública (Ed. Encuentro, 1997). Endesa-Stet PANORAMA ECONÓMICO 6.4.3. Las privatizaciones en 1997 El año 1997 se ha caracterizado por la acentuación del proceso liberalizador y privatizador iniciado el año anterior, así como por la consolidación de la reordenación del sector público empresarial tras la disolución de la AIE74 y la transferencia de todas sus acciones a la SEPI (cuadro I-42). La transmisión de todos los derechos y obligaciones de la AIE a la SEPI forma parte del plan de actuaciones del Gobierno, consistente en desvincular las empresas públicas industriales definitivamente de los Presupuestos Generales del Estado, mediante el establecimiento y desarrollo de los mecanismos necesarios para su reestructuración financiera con vistas a asegurar su viabilidad. En este sentido, se pretende que dichas empresas obtengan resultados positivos, un endeudamiento nulo y una clara solvencia patrimonial en el año 2000. Así, a partir de 1998 ninguna de las sociedades participadas por SEPI podrá recibir subvenciones, avales o subrogaciones de deuda de los Presupuestos Generales del Estado, de las Comunidades Autónomas ni de las Corporaciones Locales, a excepción del carbón, tal y como acordaron el MINER y los sindicatos del sector. Se acentúa el proceso privatizador En el año 1997 se ha realizado la desinversión de las participaciones del Estado en diecisiete empresas, tal y como se recoge en el cuadro I-42. Dicho proceso se ha centrado en empresas públicas gestionadas por la SEPI, aunque también se han vendido participaciones de empresas gestionadas por SEPPA (entre las que destaca la OPV de Telefónica), de la AIE (donde cabe resaltar la colocación en Bolsa de Aceralia) y la venta de Retevisión, dependiente del Ministerio de Fomento. Las privatizaciones realizadas a lo largo del año han supuesto para la SEPI la obtención de unos ingresos por privatizaciones cercanos al billón de pesetas, generando una plusvalía cifrada en 621.000 millones de pesetas, casi cinco veces superior a la obtenida el año anterior75, lo que a su vez le ha permitido amortizar parte de la deuda histórica proveniente del INI por un importe de 221.000 millones de pesetas. 74 Real Decreto-Ley 15/1997, de 5 de septiembre por el que se disuelve la Agencia Industrial del Estado. 75 SEPI, El grupo SEPI en 1997. 153 MEMORIA 1997 CUADRO I-43 RELACIÓN DE EMPRESAS PÚBLICAS CON PARTICIPACIÓN MAYORITARIA DE SEPI Sector de actividad Empresa % Participación %Participación (diciembre 1996) (diciembre 1997) Energía Empresa Nacional de Electricidad, S.A (Endesa) Red Eléctrica Española (REE) Enusa Transporte Iberia Aéreo Aviaco Aeroespacial Construcciones Aeronáuticas, S.A (Casa) Electrónica e Indra informática Aluminio Inespal Aluminio Español Celulosa Ence Minería Almagrera Suriak Potasas de Llobregat Bienes de Babcok Wilcox España (BWE) equipo Ensa Ingeniería Initec INI Medio ambiente Auxini Iniexport TGI Transporte Elcano marítimo Seguros Musini Servicios Infoinvest Financieros Infoleasing Sodian Sodiar Sodicaman Sodiex Sodical INI - Finance BV 66,9 65,9 60,0 100,0 99,9 99,3 66,1 41,9 30,0 60,0 100,0 67,0 99,3 63,3 99,7 93,7 51,6 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 60,0 100,0 100,0 100,0 — — 51,6 — — 58,2 100,0 100,0 100,0 — — — 100,0 — 100,0 100,0 60,3 51,0 51,0 61,2 51,0 100,0 55,7 100,0 100,0 60,3 51,0 51,0 61,2 — Empresas provenientes de la AIE Siderurgia Defensa Cons. Naval Minería Bienes de equipo Fuente: SEPI. 154 Productos Tubulares (CSI) Aceralia Bazán Santa Bárbara DCN Figaredo Hulleras del Norte, S.A. (Hunosa) Presur 100,0 10,8 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 Imenosa 100,0 PANORAMA ECONÓMICO Por su parte, el Estado captó unos ingresos no financieros, en términos de caja, de 716.300 millones de pesetas, que se desglosan en 177.200 millones en concepto de impuestos de sociedades y 539.100 millones por ingresos patrimoniales. 716.300 millones en 1997 El año se ha caracterizado por una fuerte colocación en Bolsa mediante OPV de las participaciones de grandes empresas públicas como Repsol (concluyendo así el proceso de privatización con la venta del 10 por 100 que quedaba en manos del Estado), Endesa, Telefónica, Aldeasa y Aceralia (surgida de la reconversión acometida durante la última década en la empresa Corporación Siderúrgica Integral). Asimismo, se han producido ventas directas de participaciones como por ejemplo las realizadas en Enagas (con la venta a Gas Natural) o en Aceralia (con la venta de las participaciones a las empresas Arbed, Aristrain o Gestamp) (cuadro I-42). A principios de 1998, se ha continuado con la venta de las participaciones estatales en determinadas empresas públicas, entre las que destaca la colocación en Bolsa mediante OPV nacional e internacional del 29,2 del capital de la SEPPA en la corporación bancaria Argentaria. Asimismo, a lo largo del año se pretenden realizar desinversiones en Tabacalera, integrada también en la SEPPA. Por lo que se refiere a la SEPI, a principios de 1998 se han alcanzado acuerdos para la venta de Sodicaman a Diputaciones y Cajas de Ahorros de la Comunidad de Castilla-La Mancha y se pretende seguir avanzando en la privatización de determinadas empresas donde la SEPI mantiene una participación mayoritaria, como por ejemplo en Babcok Wilcox (BWE), Endesa, Iberia, Indra, Initec, Musini, Potasas de Llobegrat, Santa Bárbara (cuadro I-43). 7. UNIÓN EUROPEA A lo largo de 1997 el proceso de integración en la Unión Europea (UE) ha continuado progresando a buen ritmo destacando algunos hechos muy significativos. Este año ha sido el de la consolidación definitiva de la convergencia nominal de una mayoría de países, gracias al esfuerzo de consolidación presupuestario y de control de precios realizado por una mayoría de países, que se ha apoyado en el buen ritmo de crecimiento económico registrado en el conjunto de la Unión y en cada uno de los Estados miembros. 155 MEMORIA 1997 Esta mejoría ha sido tal que se cuenta con la participación en el euro de todos los países candidatos salvo Grecia y aquellos que se han autoexcluido. En marzo de 1998, la Comisión Europea ratificó esta mejoría proponiendo formalmente la puesta en funcionamiento de la Unión Monetaria con Alemania, Austria, Bélgica, España, Finlandia, Francia, Holanda, Irlanda, Italia, Luxemburgo y Portugal76. Pocos días antes de cerrar esta Memoria, el Consejo Europeo reunido en Bruselas el día 2 de mayo de 1998, decidió que esos once Estados miembros de la Unión Europea participaran a partir del 1 de enero de 1999 en la tercera fase del proceso de Unión Económica y Monetaria (UEM). Convergencia para todos El año 1997 pasará a la historia como aquél en el que una inmensa mayoría de Estados miembros de la Unión Europea cumplieron los criterios de convergencia establecidos en el Tratado de Maastricht para poder formar parte de la UEM. En este sentido, el comportamiento de la economía española ha sido notable, consiguiendo que los dos criterios que todavía no cumplía en 1996 —inflación y déficit público—, encajaran en el marco previsto. Los criterios de tipo de interés y de estabilidad de tipo de cambio ya se cumplían en 1996, si bien la reducción de los tipos de interés a lo largo de 1997 ha sido tal que prácticamente han desaparecido los diferenciales respecto a los de las monedas centrales europeas y en particular el marco alemán. El Tratado permite una lectura flexible del criterio de deuda pública acumulada, y a pesar de que España y una mayoría de países supera el límite del 60,0 por 100 del Producto Interior Bruto (PIB) previsto, en nuestro país se ha conseguido por primera vez en muchos años reducir su cuantía, rebajándola desde el 69,6 por 100 de 1996 hasta un 68,8 por 100, 1,3 puntos porcentuales sobre el PIB menos. Otros países como Irlanda (6,4 puntos menos), Portugal (3 puntos menos), Holanda (5 puntos menos), e incluso Bélgica (4,7 puntos menos) han conseguido también reducir su deuda. Alemania y Francia, al contrario, como se ve en el cuadro I-44, vieron cómo el volumen de su deuda se elevaba ligeramente. Este comportamiento de la deuda se ha debido al importante esfuerzo de consolidación fiscal realizado por todos los Estados 76 Euro 1999. Informe sobre la convergencia y correspondiente recomendación con vistas a la transición a la tercera fase de la Unión Económica y Monetaria (UEM). Comisión Europea, 25 de marzo de 1998, Bruselas. 156 CUADRO I-44 LA CONVERGENCIA EN 1997 Inflación IPCA Déficit (% del PIB) Tipos de Participación interés a en el MC (1) largo plazo Deuda Pública (% del PIB Estados miembros Tipos de cambio Situación presupuestaria de las AAPP Variación frente al año anterior Enero 1998 1997 1997 1997 1996 1995 Valor de referencia 2,7 3,0 60,0 Alemania Austria Bélgica Dinamarca España Finlandia Francia Grecia Holanda Irlanda Italia Luxemburgo Portugal Reino Unido Suecia 1,4 1,1 1,4 1,9 1,8 1,3 1,2 5,2 1,8 1,2 1,8 1,4 1,8 1,8 1,9 2,7 2,5 2,1 –0,7 2,6 0,9 3,0 4,0 1,4 –0,9 2,7 –1,7 2,5 1,9 0,8 61,3 66,1 122,2 65,1 68,8 55,8 58,0 108,7 72,1 66,3 121,6 6,7 62,0 53,4 76,6 0,8 –3,4 –4,7 –5,5 –1,3 –1,8 2,4 –2,9 –5,0 –6,4 –2,4 0,1 –3,0 –1,3 –0,1 2,4 0,3 –4,3 –2,7 4,6 –0,4 2,9 1,5 –1,9 –9,6 –0,2 0,7 –0,9 0,8 –0,9 7,8 3,8 –2,2 –4,9 2,9 –1,5 2,2 0,7 1,2 –6,8 –0,7 0,2 2,1 3,5 –1,4 EUR 1,6 2,4 72,1 –0,9 2,0 3,0 Marzo 1998 Enero 1998 7,8 sí sí sí sí sí sí sí sí sí sí sí sí sí no no 5,6 5,6 5,7 6,2 6,3 5,9 5,5 9,8 5,5 6,2 6,7 5,6 6,2 7,0 6,5 6,1 (1) Mecanismo de cambios. 157 Fuente: Comisión Europea, Euro 1999. Informe sobre la convergencia y correspondiente recomendación con vistas a la transición a la tercera fase de la Unión Económica y Monetaria (UEM), 25 de marzo de 1998. MEMORIA 1997 miembros de la Unión Europea, en un contexto marcado por la austeridad presupuestaria y el crecimiento económico, que sin duda ha contribuido a equilibrar las cuentas públicas. El déficit público español se redujo desde el 4,4 por 100 hasta el 2,6 del PIB, lo que representa una contención de un 40,1 por 100 del mismo en un sólo año. Destacan también en este sentido el Reino Unido con una reducción de 2,5 puntos sobre el PIB (un 43,1 por 100 menos), Italia con 4 puntos menos (un 60 por 100 menos) y Austria, Portugal, Suecia y Bélgica con reducciones similares a la española. En cuanto al control de precios, tomando como referencia los datos de diciembre, España redujo su tasa de inflación en 1997 desde un 3,5 por 100 en 1996 hasta un 1,9 por 100. Este buen comportamiento ha permitido reducir este índice medido en crecimiento interanual de la tasa media anual en 1,6 puntos, un 47,2 por 100 menos que el año anterior. Esta tendencia no es exclusiva de España, otros países como Italia han reducido también su inflación en 2 puntos (un 51,0 por 100), el Reino Unido lo ha hecho en un 1,1 puntos (un 36,6 por 100), Francia en 0,8 puntos (un 38,1 por 100), y Grecia en 3,2 puntos (un 39,0 por 100). En Suecia y Holanda, por el contrario, aumentaron los precios. Un nuevo Tratado La otra gran novedad de 1997 ha sido la aprobación del Tratado de Amsterdam. Aunque el nuevo Tratado no incluye todas las novedades que se consideran imprescindibles para afrontar la ampliación y los nuevos retos políticos de la Unión Europea, los cambios introducidos mejoran el marco institucional en algunos ámbitos de transcendencia y se amplían las competencias de la Unión Europea. No obstante, todavía quedan pendientes de realizar en un futuro próximo objetivos importantes como la reforma institucional y la del procedimiento de toma de decisiones, en principio imprescindibles para que la Unión Europea pueda afrontar con garantías su próxima ampliación hacia el este de Europa a lo largo de la próxima década. 7.1. LA UEM EN LA RECTA FINAL Convergencia, estabilidad y crecimiento 158 Los objetivos prioritarios en materia económica que la Comisión Europea tenía previstos en su agenda para 1997, se cumplieron de manera prácticamente íntegra. Éstos eran, en grandes líneas, cerrar los preparativos del euro atendiendo a los últimos detalles como el PANORAMA ECONÓMICO diseño de monedas y billetes, fortalecer la disciplina financiera tanto a escala comunitaria como en los Estados miembros, impedir la competencia fiscal entre los Estados miembros, reforzar la lucha contra el fraude fiscal, y aprobar un programa de medidas a escala europea contra el desempleo. La Comisión Europea presentó en abril su informe de previsiones coyunturales económicas para 1997, el informe de primavera, en el que ya se preveía que España cumpliera los criterios de convergencia a finales de 1997, en la línea marcada por el Plan de Convergencia 1997-2000 recientemente presentado, así como una mayoría de países beneficiados por la confirmación de la recuperación económica, aunque no Italia por culpa de su déficit público. La Comisión presentó entonces también las grandes orientaciones de política económica de los Estados miembros, así como los dictámenes y proyectos de recomendaciones concernientes a los déficit excesivos observados en los Estados de la Unión en 1996. Sólo cinco países cumplieron el objetivo de déficit en 1996. Más adelante, en el mes de mayo, el Consejo de Ministros de Economía y Finanzas (ECOFIN) acogió favorablemente los planes de convergencia de España y Portugal y suavizó las demandas a Italia. Tan sólo Dinamarca, Finlandia, Holanda, Irlanda y Luxemburgo no registraban en 1996 situaciones de déficit excesivo. En el informe de otoño presentado en octubre, la Comisión Europea estimó que la mejora de la situación económica era general en toda Europa y que aunque una mayoría de países cumplía ya los criterios de convergencia —todos salvo Grecia a pesar de su notable mejora—, existían todavía dudas razonables acerca de la sostenibilidad del déficit para una mayoría de países, a pesar de que la lista de los que ratificaban este requisito era ya muy amplia. La Comisión consideró oportuno entonces declarar que Francia podría no cumplir el criterio de déficit en 1997. En cualquier caso este informe no tenía, según la Comisión, vinculación alguna con la decisión sobre los países que formarán parte del euro prevista para mayo de 1998. La Comisión Europea estimó también entonces que cuestiones particulares, como el debate sobre la revaluación del oro en Alemania, no debían afectar en ningún caso al calendario de puesta en funcio159 MEMORIA 1997 namiento del euro, porque no tiene nada que ver con la credibilidad del proceso al ser la política de precios y la convergencia duradera cuestiones independientes de la misma. Desde los primeros meses de 1997, las instituciones europeas han continuado ultimando los detalles necesarios para poder poner en marcha el euro en enero de 1999. Duro pacto de estabilidad 160 Con el fin de comenzar a entrar en materia, durante el semestre de Presidencia de Holanda, el primer semestre del año, el ECOFIN acordó en su reunión informal de Noordwijk endurecer y ultimar el Pacto de Estabilidad y Crecimiento a propuesta de Alemania y de los países del área marco. Las sanciones a los países ultradeficitarios serán definitivamente acumulables año tras año hasta un límite. El pacto propuesto prevé efectuar un depósito sin interés de hasta el 0,5 por 100 del PIB —un 0,2 por 100 fijo más una décima adicional por cada punto de exceso de déficit sobre el límite del 3 por 100— para los países que rebasen el límite de déficit público, que a los dos años se transformaría en multa en el caso de no haber sido capaz de corregir este desequilibrio. Según el nuevo acuerdo, la parte variable del depósito —las décimas por cada punto de déficit— podría acumularse durante los años que perdure el déficit, elevando el volumen de la sanción. Los países del área marco defendieron entonces que toda la sanción, la parte fija más la variable, fuera acumulable sin límite durante años consecutivos de déficit, mientras que el resto deseaba que las sanciones tuvieran una vigencia indefinida y sin llegar a acumularse. El ECOFIN también comenzó entonces a trabajar en la definición del calendario de imposición de sanciones cuando existan déficit excesivos. Además, el ECOFIN progresó en el diseño de los reglamentos relativos al fortalecimiento de la vigilancia y de la coordinación de las situaciones presupuestarias, y el relativo al procedimiento a seguir en el supuesto de déficit excesivos, ambos con vistas a ser aprobados por el Consejo en el mes de junio. El ECOFIN demandó también al Parlamento Europeo que se pronunciara por vía de urgencia sobre el pacto de estabilidad. En esta misma reunión, el ECOFIN ultimó el calendario de 1998, según el cual se adoptarían las decisiones relativas a la participación en la moneda única una vez que se dispusiese de la información macroeconómica relevante relativa a 1997. También avanzó en el diseño del Sistema Monetario Europeo (SME) bis con vista a adoptar una resolución en el Consejo PANORAMA ECONÓMICO Europeo de Amsterdam, y en los reglamentos todavía pendientes relativos al estatuto jurídico del euro. El Parlamento Europeo (PE) ha intervenido con intensidad creciente en el proceso de Unión Económica y Monetaria, insistiendo desde la primavera de 1997 en la necesidad de crear un gobierno económico de Europa con el fin de contrarrestar la concentración de poder monetario en el Banco Central Europeo (BCE) y para concertar democráticamente las políticas económicas, sociales, financieras, de rentas, y estructurales necesarias para poner en funcionamiento la UEM. También ha defendido la creación de un instrumento financiero de apoyo a los Estados con problemas de balanza de pagos, incluso después de la entrada en vigor de la UEM. El Parlamento ha instado a la Comisión a reconsiderar la situación de los instrumentos financieros existentes en virtud de los artículos del Tratado 109 H y 103 A apartado 2. Todas las instituciones se involucran Poco antes del Consejo Europeo de Amsterdam de junio de 1997, el PE aprobó definitivamente dos reglamentos concernientes al Pacto de Estabilidad y Crecimiento y solicitó que los intereses sobre los depósitos y multas a cargo de los Estados miembros que arrojen déficit excesivos se asignen al presupuesto comunitario. El PE desea también que en la evaluación de la situación presupuestaria de los Estados miembros, antes de decidir posibles sanciones, se tenga en consideración el volumen destinado a inversiones públicas. El Instituto Monetario Europeo (IME) presentó en abril de 1997 su tercer informe anual acerca del estado de preparación de la fase final de la UEM en 1999 que, según estimó el Instituto en este informe, avanza según lo previsto por el Tratado. El IME considera que la creación de empleo evoluciona a un ritmo demasiado lento en la Unión y lo achaca a la lentitud de los ajustes estructurales que realizan los Estados miembros. En cuanto al proceso de convergencia, el déficit público sigue centrando sus críticas. Cerca ya del final del semestre de presidencia holandesa, el Consejo debatió la configuración y diseño de las monedas en euros y abrió el capítulo de cuestiones fiscales a partir de los informes presentados por el comisario Mario Monti. Entonces comenzó también el debate sobre el presupuesto comunitario para 1998. 161 MEMORIA 1997 El euro frente al dólar En este contexto, la proximidad de la fecha de la puesta en marcha del euro ha hecho aflorar cuestiones y preocupaciones nuevas. Por ejemplo, en un informe de la Comisión Europea presentado en abril se prevé que el euro desafíe al dólar en su hegemonía como moneda dominante en los mercados internacionales. El euro copará el 30,0 por 100 del total de exportaciones mundiales y un tercio de las carteras de inversión. La Comisión tiene previsto adoptar una comunicación relativa a los aspectos externos del euro, así como pronunciarse acerca de la representación de los países del euro, en el FMI, sobre la composición de los Derechos Especiales de Giro (DEG), y sobre otras cuestiones vinculadas con las relaciones con el FMI. La presidencia holandesa en materia económica se cerró con el ECOFIN del 9 de junio. El ECOFIN acogió favorablemente el nuevo plan de Convergencia de Irlanda y se aceptaron las propuestas de la Comisión en materia de monedas —metales y diseños— que se remitieron al Consejo Europeo. También se adoptó la recomendación sobre orientaciones de las políticas económicas, se presentó el programa de gestión financiera y de lucha contra el fraude SEM 2000, y dos documentos de la Comisión relativos a la protección de los intereses financieros de la Comunidad Europea. Sin embargo, en esta reunión Francia condicionó su apoyo al Pacto de Estabilidad y Crecimiento, como había prometido en la campaña electoral el recién elegido primer ministro Lionel Jospin, a la puesta en marcha de una política europea contra el desempleo instrumentable mediante una mayor coordinación de las políticas económicas nacionales. Esta demanda contemplaba que el Pacto de Estabilidad fuera acompañado por políticas activas de empleo, si bien Francia no cuestionó entonces ni las cifras de las sanciones previstas por el mismo ni el calendario propuesto. Mayor coordinación de políticas económicas en la UEM 162 En definitiva el ECOFIN invitaba entonces al Consejo a estudiar cómo se podría mejorar la coordinación de las políticas económicas en la fase final de la UEM. Con este objetivo, el ECOFIN preparó dos resoluciones sobre empleo y crecimiento que desarrollan los artículos 102 y 103 del nuevo Tratado —sobre coordinación de políticas— que debía aprobar el Consejo en Amsterdam. También se instó al Consejo, Comisión e IME a estudiar las posibles aplicaciones del artículo 109 del Tratado, relativo a las orientaciones PANORAMA ECONÓMICO generales para la política de cambio frente a una o varias monedas no comunitarias sin afectar al Banco Central Europeo (BCE), y las relativas al artículo 109 apartado 4 concerniente a la posición internacional de la Comunidad, cuando se evoquen aspectos relacionados con la UEM y con la representación en organizaciones internacionales. En cualquier caso, y con la vista puesta en el cumplimiento de los criterios de convergencia, el ECOFIN advirtió a Francia del riesgo que supone incurrir en un déficit mayor del esperado, alegando que no se debe esperar participar en la UEM sólo por razones políticas. A pesar de este aviso, Alemania y Francia aseguraron en esta reunión su compromiso con 1999 y con el euro, que se vería complementado por nuevas medidas de corte social y escala europea. Finalmente el ECOFIN acordó también desarrollar parte de sus propuestas en política de empleo y crecimiento a partir del documento presentado dos semanas antes por el Gobierno laborista británico. El Consejo Europeo de Amsterdam del 16 de junio de 1997, consideró que se había ya prácticamente finalizado el marco jurídico, económico y operativo del euro. El Consejo admitió que el nuevo Tratado ampare la posibilidad de que desde las instituciones comunitarias se desarrollen políticas activas de empleo como contrapartida al Pacto de Estabilidad, aprobado finalmente en Amsterdam. Por esta razón, la resolución del Consejo Europeo sobre el Pacto de Estabilidad y Crecimiento se vio acompañada de la Resolución sobre el Crecimiento y Empleo. El Consejo decidió celebrar en el mes de octubre una Cumbre extraordinaria dedicada exclusivamente a la cuestión del empleo. Hasta ese mes, los Estados miembros se propusieron realizar un esfuerzo para cerrar el apartado de empleo del nuevo Tratado, concretando por tanto, el modo de coordinar las políticas económicas y el diseño del gobierno económico de Europa o Consejo de Estabilidad propugnado por Francia, con el fin de formular la política económica del euro y llenar el vacío político de la UEM. El Consejo eligió también el diseño de la cara europea de las monedas de euros. El Consejo Europeo de Amsterdam obligó a acelerar el ritmo de trabajo y de toma de decisiones con la vista puesta en la convocatoria del Consejo Extraordinario de Empleo del mes de noviembre y por tanto, por la necesidad de ultimar numerosos acuerdos. Francia y Alemania ratificaron en el ECOFIN de julio con el que arrancó el 163 MEMORIA 1997 semestre de Presidencia de Luxemburgo su firme deseo de cumplir todos los plazos previstos para la UEM. En este encuentro del ECOFIN se aprobó el Plan de Convergencia de Italia, si bien se apuntó que este país debía adoptar medidas extraordinarias de reforma del sistema de pensiones y de la Seguridad Social. También, se encomendó al Comité Monetario de la Unión Europea estudiar el presupuesto italiano para 1998. En esta reunión se decidió también que en otoño se celebraría una conferencia acerca de los aspectos prácticos de la introducción del euro. Asimismo, se adoptó la agenda para el semestre de Presidencia luxemburguesa, en la que la coordinación de las políticas económicas, y su financiación, ocupan un lugar preponderante. La preparación de la 3.ª fase de la UEM, la culminación de la legislación acerca del BCE y la coordinación del lanzamiento del euro constituían el resto de prioridades de Luxemburgo para el semestre. La Comisión percibió favorablemente el impulso político surgido del Consejo de Amsterdam y se dispuso a ultimar las disposiciones necesarias para adoptar el euro según el calendario previsto. Las resoluciones del Consejo de Amsterdam, que equilibran los aspectos monetarios y económicos de la UEM, concedieron un nuevo impulso político a la realización y consolidación de la moneda única. Durante el segundo semestre de 1997 varios hechos significativos, como la resolución de la Cumbre de Amsterdam en materia de crecimiento y empleo, la ampliación de las grandes orientaciones anuales de política económica y la aplicación anticipada del capítulo de empleo del Tratado revisado, confirmaron esta tendencia reforzada con una mayor preocupación por cuestiones sociales. Durante este tiempo han quedado definidos también los principales aspectos de la transición de las monedas nacionales al euro —fase transitoria de 1999 al 2002, y fase final a partir de esta fecha—, por lo que prácticamente a partir de este momento ya sólo quedaba pendiente que todos los Estados miembros definieran sus planes nacionales de paso al euro —todavía sólo lo habían hecho seis—, que se eligiera la fecha más conveniente para la introducción de billetes y monedas, que se determinara definitivamente durante qué periodo existirá doble circulación de monedas y billetes, y que se alcanzara un acuerdo sobre la doble indiciación de precios. Continúa la armonización fiscal 164 La Presidencia luxemburguesa dejó patente desde un primer momento su deseo de profundizar en la armonización fiscal. PANORAMA ECONÓMICO Algunos Estados miembros propusieron que todos alcanzaran un compromiso para evitar la fuga de capitales por medio de rebajas tributarias competitivas. El Grupo de Política Fiscal, coordinado de la Comisión, presentó entonces, como Comunicación, el proyecto de Código de Conducta que pretende eliminar la competencia desleal en materia fiscal entre Estados miembros. Monti estimó entonces que el Consejo Europeo de Amsterdam había abierto la vía a progresos en materia de aproximación de regímenes fiscales y sobre la fiscalidad del ahorro. La nueva estrategia fiscal presentada por el comisario Mario Monti al ECOFIN consta de cuatro capítulos: un código de conducta para limitar la competencia fiscal, medidas encaminadas a eliminar las distorsiones existentes en la imposición sobre las rentas de capital, disposiciones destinadas a acabar con las retenciones en la fuente en los pagos transfronterizos de intereses y de cánones entre empresas, y propuestas para eliminar las distorsiones en materia de fiscalidad indirecta. La Comisión Europea adoptó definitivamente esta Comunicación77 en dos fases, en los meses de octubre y noviembre, y la presentó al ECOFIN en diciembre. Las medidas fiscales contemplan también los objetivos de creación de empleo que se trataron en la Cumbre Extraordinaria de Empleo de Luxemburgo, como se ve más adelante. En la reunión del ECOFIN de septiembre en Mondorf, Luxemburgo, se acordó que los criterios para determinar las paridades centrales de la monedas europeas frente al euro se establecerán en la primavera de 1998, el mismo día que se decida qué Estados acceden a la tercera fase de la UEM, y de modo bilateral porque no todas las que conforman el ecu formarán parte del euro, y un ecu valdrá un euro, por lo que habrá que esperar hasta enero de 1999 para conocer el valor exacto de un euro en términos de cada moneda. Hasta entonces no se adelantará más información para evitar distorsiones en los mercados. 77 Paquete de medidas para hacer frente a la competencia fiscal perniciosa en la Unión Europea. COM (97) 495 final. Bruselas 05.11.1997. Hacia la coordinación fiscal en la Unión Europea. Paquete de medidas para hacer frente a la competencia fiscal perniciosa en la Unión Europea. COM(97) 495 final. Bruselas, 01-10-1997. 78 Los artículos 109 N, 109 O, 109 P, 109 Q, 109 R, 109 S del Título VI A pre- 165 MEMORIA 1997 La política cambiaria del euro será competencia ordinaria del BCE, aunque el Consejo y los ministros podrán intervenir de modo no sistemático emitiendo orientaciones al respecto con carácter excepcional si existen crisis que así lo justifiquen. Aunque no se ha cerrado todavía el diseño de cómo se coordinarán las políticas económicas en la tercera fase entre todos los Estados miembros y entre los que participen en la moneda única, esta cuestión parece despertar menos polémica que antes. También, se decidió mantener hasta el año 2006 el límite actual de recursos de la Unión en un 1,27 por 100 del Producto Nacional Bruto (PNB) comunitario. También se propuso que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) participe con tres nuevos instrumentos en la política de empleo comunitaria. Alemania, declaró públicamente por primera vez que no desea que los países que accedan a la moneda única sigan optando a fondos del Fondo de Cohesión. Otoño de importantes avances institucionales En el mes de septiembre el IME publicó un informe acerca de los instrumentos y procedimientos de política monetaria con los que se dotará el BCE, y otro relativo a los avances en la preparación técnica del sistema de pagos Target. El objeto del primer informe es familiarizar a los bancos e instituciones financieras con las prácticas y procedimientos monetarios que se aplicarán a partir de 1999. En octubre, la Comisión Europea adoptó la Comunicación sobre los aspectos prácticos de la introducción del euro. La Comunicación formula propuestas en relación a los planes nacionales de acceso al euro, cambios informáticos, emisiones de deuda, cara nacional de las monedas, programas de comunicación de la introducción del euro, régimen fiscal de las inversiones y gastos necesarios para el cambio, puesta en circulación de los billetes y monedas de euros, doble indiciación de precios y otros temas. El Parlamento Europeo ha continuado intensificando su participación en los preparativos de puesta en circulación del euro para intentar llenar el vacío de credibilidad democrática que algunos contemplan en el proceso. Por esta razón el Parlamento Europeo celebró una sesión extraordinaria el 2 de mayo de 1998 —después del Consejo extraordinario de los días 2 y 3 de mayo— para pronunciarse, tal y como estipula el Tratado, acerca del primer grupo de países que participarán en el euro. 166 PANORAMA ECONÓMICO El ECOFIN de nuevo, en octubre en Luxemburgo, previamente al Consejo extraordinario de empleo de Luxemburgo, estudió con más profundidad la Comunicación presentada por la Comisión referente a la coordinación de política fiscal, la Comunicación referente a los aspectos prácticos de la introducción del euro, adoptaron el Plan de Convergencia del Reino Unido —en el que este país subraya la importancia de la movilidad y flexibilidad laboral para poder tener éxito en la Unión Monetaria—, y estudiaron el futuro financiero de la Comunidad y la liberalización de los movimientos de capitales bajo la tutela del FMI, entre otros temas. El ECOFIN decidió crear un grupo ad hoc que elaborará la propuesta fiscal definitiva a partir de la Comunicación de la Comisión elaborada por el comisario de fiscalidad y que debería ser aprobada por el Consejo Europeo de diciembre de Luxemburgo. El ECOFIN cree necesario profundizar todavía más de lo propuesto en materia fiscal, cuestiones como el ámbito de aplicación del código de conducta, en particular en relación a los paraísos fiscales relacionados con algunos Estados miembros. También se planteó comenzar a estudiar las diferencias que existen en las diferentes formas tributarias de los Estados miembros. El Consejo encargó al Comité Monetario la preparación de un informe acerca de la manera de articular y consolidar los procedimientos de coordinación ya previstos, lo que se ha llamado gobierno económico de Europa. Oficiosamente se estimó que probablemente todos los Estados miembros salvo Grecia cumplirían los criterios de convergencia, si bien era probable que Dinamarca, Finlandia, Suecia y el Reino Unido no formasen parte del euro, por lo que serían once los Estados fundadores de la moneda única. El Consejo contempla con optimismo la reactivación económica y cree que se consolidará con el nacimiento del euro, aunque para generar empleo exige más reformas estructurales. El Reino Unido acepta formar parte del euro pero todavía se niega a confirmar cuándo. El ECOFIN se reunió por segunda vez en octubre con el fin de preparar propuestas para la inminente Cumbre Extraordinaria de Empleo. El ECOFIN adoptó la propuesta de la Comisión relativa a las líneas directrices de política de empleo de los Estados miembros en 1998, así como una propuesta de ampliación de los créditos del BEI de 150 millones de ecus para acciones financieras específicas en materia de empleo, y en especial para las pequeñas y medianas empresas (Pymes), mediante operaciones de capital riesgo y fondos de garantía. 167 MEMORIA 1997 El ECOFIN y el Consejo de Asuntos Sociales se reunieron conjuntamente varios días, antes del Consejo Extraordinario de Empleo de los días 21 y 22 en Luxemburgo para ultimar propuestas. Se estudió, sin alcanzar acuerdos, las maneras de mejorar el proceso de coordinación reforzada de las políticas económicas una vez que comience la UEM, la posible creación de un Consejo informal de países miembros de la UEM —el foro Euro X—, la aplicación de las disposiciones del artículo 109 en materia de política de cambio, y las modalidades de diálogo entre el Consejo y el BCE. Francia aseguró que este Consejo de coordinación se creará de manera formal o informal, les guste o no a los países que no accedan al euro, porque la coordinación será necesaria. Asimismo, se discutieron diferentes fórmulas operativas para este consejo informal, como incluir a los países pre-in, esto es, los que no estén en la UEM pero que cumplan los criterios de convergencia, y la posibilidad de que algunas veces los países out comparezcan como observadores. El ECOFIN presentó una comunicación destinada a consolidar la confianza de los consumidores en los servicios financieros. El 1 de enero del 2002 circularán los billetes y monedas de euros. El Consejo repasó los progresos del programa de gestión financiera y de lucha contra el fraude SEM 2000 y tomó nota de las últimas notificaciones del Parlamento Europeo. En la Cumbre Extraordinaria de Luxemburgo sobre Empleo del mes de noviembre, los quince acordaron comenzar a aplicar de manera inmediata las disposiciones en materia de empleo del Tratado de Amsterdam. Se consignaron fondos e instrumentos del BEI a la creación de empleo y a la promoción de Pymes y de investigación y desarrollo (I + D). Se aprobaron las directrices de empleo para 1998 y se establecieron unos objetivos en materia de formación y de ofertas de empleo para los parados de larga duración y para los jóvenes, que deberán ser cumplidos en un plazo de 5 años. Atendiendo la demanda de España, los países con tasas de desempleo por encima de la media europea disfrutarán de un margen más amplio para aplicar estas medidas. Código de conducta fiscal 168 En el Consejo Europeo de Luxemburgo de los días 12 y 13 de diciembre se aprobó el Código de Conducta Fiscal que pretende acabar con la competencia en materia fiscal que provoca la deslocalización de inversiones en el seno de la Unión Europea. Éste incluye finalmente, referencias a los regímenes fiscales especiales PANORAMA ECONÓMICO de algunas Comunidades Autónomas españolas, y señala que en un plazo de dos años se deberán eliminar los regímenes fiscales perniciosos. También se acordó que los países que no formen parte del euro participen limitadamente en el Euro-X, el Consejo del euro, un órgano informal de coordinación de las políticas económicas de los países del área euro. El Consejo estimó que todos los preparativos para la puesta en funcionamiento del euro deberían estar cerrados antes de mayo de 1998. El Consejo no pudo cerrar la polémica sobre quién será el Gobernador del Banco Central Europeo. En el mes de diciembre, también, España presentó su informe sobre el Plan Nacional para la Transición al Euro, que recoge el esquema de actuaciones programadas para facilitar la transición al euro de todos los agentes sociales. Este Plan, en lo que se refiere a las empresas, establece la denominada opción euro completa, que contempla las vías para la redenominación en euros del capital social, el Registro Mercantil, el ingreso y pago de impuestos, las declaraciones tributarias y los libros y registros contables. Eurostat publicó también en el mes de diciembre una decisión relativa a la contabilización y determinación del déficit público de los Estados miembros, y que determina cómo contabilizar los gastos e ingresos resultantes de la revaloración o venta de reservas exteriores, y de las intervenciones de los bancos centrales en el mercado de divisas. Los primeros meses de actividad de las instituciones europeas en 1998 han estado centrados en la preparación del Consejo que en el mes de mayo ha decidido quiénes participarán en la Unión Monetaria y qué paridades cambiarias serán las definitivas. Los acontecimientos negativos que se han registrado durante este periodo de tiempo, como la crisis financiera de los principales países asiáticos o cierta resistencia a la desaparición del marco alemán en algunos sectores sociales de este país, no han perturbado un proceso que para cerrarse ya sólo necesitaba conocer definitivamente las cifras macroeconómicas relativas a 1997, al tiempo que se ultimaban los preparativos y se reforzaba aún más la convergencia, como han demostrado las continuas reducciones de los márgenes diferenciales de los tipos de interés de las principales monedas europeas. 169 MEMORIA 1997 Como ya se ha indicado, poco antes de cerrar esta Memoria, la Comisión Europea presentó su Informe sobre la convergencia y correspondiente recomendación con vistas a la transición a la tercera fase de la Unión Económica y Monetaria, proponiendo formalmente la puesta en funcionamiento de la Unión Monetaria con la participación de Alemania, Austria, Bélgica, España, Finlandia, Francia, Holanda, Irlanda, Italia, Luxemburgo y Portugal. El 2 de mayo de 1998, el Consejo Europeo ratificó en Bruselas esta propuesta y determinó que los tipos de cambio irrevocables de los once países que formarán el euro serán los tipos de cambio centrales del mecanismo de cambios del Sistema Monetario Europeo. El Consejo declaró que Grecia y Suecia no cumplían las condiciones necesarias. El Consejo no especificó si el Reino Unido y Dinamarca ratificaron estos requisitos, porque de acuerdo con las provisiones del Tratado, el Reino Unido notificó al Consejo que no tiene intención de pasar a la tercera fase de la UEM el 1 de enero de 1999, y Dinamarca notificó que no tiene intención de participar en la tercera fase de la UEM. 7.2. UN NUEVO TRATADO El nuevo Tratado, el de Amsterdam, aprobado en el Consejo Europeo celebrado en el mes de junio de 1997 en esta ciudad, no ha colmado todas las expectativas que despertó cuando la Conferencia Intergubernamental comenzó a trabajar en marzo de 1996. En este sentido, el Tratado no ha incluido los cambios esperados y necesarios en cuestiones como la reforma institucional y en el procedimiento de toma de decisiones, imprescindibles para que la Unión Europea pueda afrontar con garantías su próxima ampliación hacia el este de Europa a lo largo de la próxima década. Aun así, el avance menor del esperado en materias esenciales de integración no lo es tanto si se analiza con detenimiento el nuevo texto, y en especial si se considera la proximidad y la trascendencia de la puesta en funcionamiento de la moneda única. En líneas generales, el Tratado no ha conseguido, además de en la reforma institucional y en la toma de decisiones, el refuerzo que se pretendía en la política exterior de la Unión, especialmente en la comercial. La política exterior sigue siendo, desde una perspectiva más amplia, la asignatura pendiente de la Unión con países com170 PANORAMA ECONÓMICO prometidos a intentar avanzar a este respecto como Francia, y otros todavía, como el Reino Unido, dispuestos a ceder toda su confianza a otras alternativas como la de la OTAN (Organización Tratado del Atlántico Norte). Sí se han producido, no obstante, avances en materias que pueden servir para aproximar más la Unión a los ciudadanos, como las medidas de libre circulación de personas, control de fronteras, asilo e inmigración en lo que se conoce como Área de Libertad, Seguridad y Justicia. A partir de ahora los nuevos Estados miembros deberán comprometerse a respetar los principios básicos de democracia, derechos humanos y los principios de la Ley. Su falta de respeto puede incluso llevar a la Unión a bloquear el derecho de voto de un Estado miembro. Del nuevo Tratado también se deriva una futura mayor colaboración en materias como la lucha contra el crimen, terrorismo, tráfico de personas, tráfico de drogas, corrupción y fraude, áreas en las que además podrá participar el Tribunal de Justicia Europeo. La extensión de la jurisdicción del Tribunal de Justicia se complementa con la ampliación de las materias y competencias en las que el Parlamento Europeo podrá participar con la posibilidad de bloquear propuestas por medio de la codecisión. Estos cambios cohesionan y dan solidez a las instituciones comunitarias. Otras novedades en su contenido, como las consagradas a la transparencia, igualdad entre los sexos o empleo también apuntan en esta dirección. Finalmente, el Tratado altera la numeración de todos sus artículos y títulos con el objeto de simplificar su manejo, si bien la utilización directa de la nueva numeración dificulta la comparación y análisis de los cambios introducidos. Por esta razón en este capítulo se hace referencia tanto a la nueva como a la antigua numeración. 7.2.1. Nuevo título de empleo La principal novedad individual del Tratado de Amsterdam consiste en la creación de un nuevo título específicamente dedicado al empleo. Este nuevo capítulo responde al antiguo deseo de la Comisión de coordinar las estrategias de empleo de los Estados miembros, al tiempo que diseña un esquema de acción en el campo de la política económica de la Unión Europea mucho más coheren171 MEMORIA 1997 te. A pesar de que sus principales críticos sólo ven en este nuevo capítulo una serie de declaraciones de buena voluntad relativas a la necesidad de alcanzar elevados niveles de empleo, esta nueva política tal y como ha sido creada refleja el equilibrio entre los Estados que desean una mayor competencia de la Comunidad en este campo, como compensación del Pacto de Estabilidad y del resto de exigencias resultado de la UEM, y aquellos que temían que la Comunidad consiguiera poderes reales capaces de determinar las políticas de empleo de los Estados miembros El nuevo Título VIII según la nueva numeración del Tratado de Amsterdam consolidado, dispone la coordinación de políticas de empleo entre los Estados miembros y la Comunidad, potenciando la mano de obra cualificada y adaptando los mercados a la evolución de la economía, artículo 109 N78. Esta política se coordinará a su vez con las orientaciones generales de política económica de los Estados miembros, artículo 10379 apartado 2, y coordinando las políticas de empleo en el Consejo teniendo en cuenta las prácticas nacionales relativas a las responsabilidades de los interlocutores sociales, artículo 109 O. La Comunidad fomentará la cooperación entre Estados miembros y apoyará las medidas aplicadas, respetando siempre las competencias de los Estados. La formulación de las políticas deberá tener en cuenta el objetivo de alcanzar un alto nivel de empleo, artículo 109 P. El Consejo Europeo considerará la situación examinando el informe que presenten conjuntamente cada año la Comisión y el Consejo. Tras consultar al Parlamento, Comité Económico y Social (CES) y Comité de las Regiones (CR), y a propuesta de la Comisión, el Consejo Europeo elaborará anualmente unas orientaciones generales, que se aprobarán por mayoría cualificada, para que los Estados las tengan en cuenta a la hora de elaborar sus políticas de empleo. El Consejo efectuará un estudio anual de la aplicación de las medidas por parte de los Estados miembros a la vista de las orientaciones formuladas al respecto. El Consejo por mayoría cualificada podrá formular recomendaciones a los Estados miemsentan en el Tratado de Amsterdam consolidado, la nueva numeración de artículos 125, 126, 127, 128, 129 y 130 respectivamente, en el Título VIII. 79 Artículo 99 en el Tratado de Amsterdam consolidado. 80 Artículo 251 en el Tratado de Amsterdam consolidado. 172 PANORAMA ECONÓMICO bros. Tomando como base ese estudio, anualmente, la Comisión y el Consejo prepararán un informe sobre la situación del empleo y sobre la aplicación de las orientaciones para el empleo, artículo 109 Q. El Consejo, con arreglo a lo contemplado en el artículo 189 B80, procedimiento de codecisión, y tras consultar al CES de la Unión Europea y al CR, podrá adoptar medidas incentivadoras para fomentar la cooperación entre los Estados miembros y apoyar su acción mediante iniciativas destinadas a intercambios de información, análisis, prácticas concretas, asesoramiento, promoción de planteamientos innovadores, y evaluación de experiencias recurriendo a proyectos piloto. El apartado incluye dos Declaraciones que aparecen en el Acta Final en las que se especifica la modalidad de financiación prevista, sus motivos, duración e importe, para aportar fondos para estas medidas incentivadoras y que determina que todos los gastos en los que se incurra en virtud de este artículo se incluirán en la rúbrica 3 de las previsiones financieras. El Consejo, artículo 109 S, tras consultar al Parlamento Europeo creará un Comité de Empleo de carácter consultivo para fomentar la coordinación entre los Estados miembros en materia de política de empleo y de mercado laboral. El Comité supervisará la situación de empleo y políticas aplicadas de los Estados miembros y de la Comunidad, formulará dictámenes a petición del Consejo, Comisión o por iniciativa propia, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 151 81, funcionamiento de la Secretaría General del Consejo. Este Comité consultará a los interlocutores sociales para llevar a cabo su actividad. En definitiva, la política de empleo, a pesar de su aparente indefinición en las cuestiones más trascendentes como el tipo de políticas que se adoptarán desde las instancias comunitarias, supone un importante avance al menos por la capacidad de coordinar las políticas en esta materia entre Consejo, Comisión y Estados miembros. Esto debe permitir al menos diagnosticar mejor los problemas para poder concentrar las medidas de política que se adopten sobre cuestiones más concretas y próximas al origen del desequilibrio a tratar. 81 82 Artículo 207 en el Tratado de Amsterdam consolidado. Artículo 141 del Tratado de Amsterdam consolidado. 173 MEMORIA 1997 7.2.2. Política social en el nuevo Tratado En el área social, además de en lo relativo al empleo que ya se ha analizado, el Tratado de Amsterdam incorpora una serie de modificaciones y de novedades centradas en dos líneas primordiales: • la creación de una nueva cláusula de no discriminación; • la incorporación del contenido del Acuerdo de Política Social (APS) en el Tratado. Esto constituye un cambio considerable en la política social comunitaria por razones tan obvias como la participación del Reino Unido en la misma. Los derechos sociales reciben un tratamiento más incisivo en el nuevo Tratado, como reconoce el nuevo párrafo que confirma el compromiso de los firmantes de respetar los derechos sociales fundamentales definidos en la Carta Social Europea de Turín 1961 y en la Carta de Derechos Fundamentales de los Trabajadores de 1989. El respeto de los derechos sociales fundamentales constituye ahora por tanto, uno de los principios básicos sobre los que se apoya la Unión. El Protocolo Social al Tratado El principal cambio en el Tratado consiste en la inclusión íntegra del Acuerdo sobre Política Social (APS), al derogar el Protocolo núm. 14 sobre política social anexo al Tratado, así como el APS anexo a dicho Protocolo, básicamente debido al cambio de postura del Gobierno británico. Los artículos del desaparecido APS contienen, no obstante, algunos cambios significativos. El artículo 11982 del nuevo Tratado conmina a los Estados miembros a asegurar el principio de igualdad de salario entre hombres y mujeres para trabajos de igual valor. Como consecuencia de la sentencia Kalenke83 el artículo reemplaza en su punto 4 la palabra “mujer” por la expresión “sexo menos representado”, para asegurar la igualdad plena en la práctica entre hombres y mujeres en la vida laboral. En cualquier caso, la cuestión de la discriminación positiva dista mucho de haber quedado resuelta con este cambio como demuestra la parálisis del proceso de modificación de la Directiva de 1976 sobre tratamiento equitativo, actualmente en el Consejo, y los nue83 84 174 SSTJC del 17 de octubre de 1995 (E. Kalenke-Freie Hansestad). Artículo 13 del Tratado de Amsterdam consolidado. PANORAMA ECONÓMICO vos casos que han llegado al Tribunal de Justicia Europeo sobre esta materia. La nueva cláusula de no discriminación, artículo 6 A84, concede al Consejo, actuando por unanimidad y a propuesta de la Comisión y tras consultar al Parlamento Europeo, la posibilidad de adoptar medidas para acabar con cualquier tipo de discriminación. Esta cláusula, a pesar de la exigencia de unanimidad, va mucho más lejos que la tradicional del Tratado de la Comunidad Europea (TCE) que se limitaba a permitir la acción si el trato desigual se debía a razones de nacionalidad. La disposición como Declaración en el Acta Final relativa a la consideración de las personas con minusvalías también constituye un avance en este sentido. La igualdad entre hombres y mujeres recibe un impulso al incluir este objetivo entre los objetivos explícitos de la Comunidad del artículo 2 del TCE y el artículo 3 también del TCE. Como se observa, la derogación del Protocolo Social constituye realmente un traslado de contenido al propio Tratado. Así, los nuevos artículos 117, 118, 118 A, 118 B, 118 C, 119, 119 A y 120, suman a su redacción anterior el contenido de los desaparecidos artículos 1 a 6 del Acuerdo sobre Política Social anexo al Protocolo Social. Estos artículos del antiguo Título VII A presentan en el Tratado de Amsterdam consolidado una nueva numeración diferente, la de los artículos 136, 137, 138, 139, 140, 141, 142 y 143 respectivamente, del Título X. El artículo 117, que contemplaba el objetivo de la Comunidad de fomentar el empleo y mejorar las condiciones de vida y trabajo de los trabajadores de la Comunidad y la armonización de los sistemas sociales, se modifica al yuxtaponer el primer artículo del APS anexo al Protocolo Social. Así, ahora se va más lejos y se persigue mejorar las condiciones de vida y trabajo al tiempo que se armonizan. El concepto de armonización se mencionaba en el antiguo artículo 117 en relación a los sistemas sociales, mientras que el resto del antiguo artículo 1 del Protocolo Social con los demás objetivos en esta materia queda intacto. 85 Artículo 95 del Tratado de Amsterdam consolidado. 175 MEMORIA 1997 El artículo 118 reproduce literalmente el artículo 2 del APS que especifica en qué áreas, cuándo y cómo, por unanimidad o mayoría, la Comunidad podrá aprobar medidas en materia social. Como en el caso de la nueva política de empleo, se incluye una Declaración en el Acta Final del nuevo Tratado que determina que todos los gastos en los que se incurra en virtud de este artículo se deberán incluir en la rúbrica 3 de las previsiones financieras. El artículo 118 A reproduce el artículo 3 del APS sobre consulta a los interlocutores sociales por parte de la Comisión. También se incluye una Declaración en el Acta Final del nuevo Tratado que aclara que al establecer disposiciones mínimas en materia de salud y seguridad de los trabajadores, la Comunidad no pretende hacer discriminaciones de manera injustificada por las circunstancias en contra de los trabajadores de las Pymes. El artículo 118 B también reproduce íntegramente el artículo 4 del APS en el que se reconocen las relaciones convencionales entre interlocutores sociales en el ámbito comunitario y la aplicación de los acuerdos celebrados por el Consejo. En el Acta Final del nuevo Tratado se incluye una Declaración sobre el apartado 2 de este artículo que determina que la primera medida para la aplicación a nivel comunitario de los acuerdos entre interlocutores sociales consistirá en desarrollar, mediante negociación colectiva sujeta a la normativa de cada Estado miembro, el contenido de los acuerdos y que, en consecuencia, los Estados miembros no estarán obligados a aplicar los acuerdos directamente o a fijar normas para incorporarlos al derecho nacional, ni a modificar la legislación nacional vigente para facilitar su aplicación. El artículo 118 C, mantiene el contenido del antiguo artículo 118, con algunas diferencias en la terminología, añadiendo al objetivo de fomentar una estrecha colaboración entre los Estados miembros el fomento de la coordinación de sus acciones tal y como definía el artículo 5 del APS ahora integrado en éste. Como en el caso anterior, el nuevo artículo 119 abarca el contenido del antiguo artículo 6 del APS y del antiguo 119 en materia de igualdad de retribución por razón de sexo. El punto 3 contempla la posibilidad de que el Consejo adopte medidas para garantizar este principio que antes, en la política a 11 y en el TCE, se dejaba como 176 PANORAMA ECONÓMICO competencia de los Estados miembros. El punto 4 permite que los Estados miembros, para asegurar la plena igualdad en la práctica entre hombres y mujeres, adopten medidas de discriminación positiva. Para evitar problemas jurídicos, como se explicaba antes, el artículo reemplaza la palabra “mujer” por la expresión “sexo menos representado”. Se incluye una Declaración en el Acta Final del nuevo Tratado sobre el deber de los Estados miembros de, al adoptar medidas según este artículo, aspirar a mejorar la situación de las mujeres en la vida laboral. Los artículos 119 A y 129 son idénticos a los 120 del TCE y 7 del APS sobre las vacaciones y sobre los objetivos contemplados en el artículo 117, respectivamente. Asimismo, se han producido cambios en otros ámbitos que también forman parte de lo que se considera Política Social: Otras novedades sociales El Tratado incluye un nuevo artículo 6 A del TCE que contempla la posibilidad de que el Consejo adopte medidas para luchar contra todo tipo de discriminación. Este artículo presenta una nueva redacción más avanzada de la cláusula de no discriminación. El artículo 2 del Tratado de la Comunidad Europea, objetivos de la Comunidad, se completa con una declaración en el mismo sentido reforzando la igualdad entre hombre y mujer, también en el artículo 3 del TCE, así como el objetivo de desarrollar políticas de cohesión, solidaridad y destinadas a elevar la calidad y el nivel de vida. También se incluye en la Declaración Final la necesidad de tomar en cuenta a los minusválidos al elaborar medidas según el artículo 100 A85, relativo a la aproximación de legislaciones en cuestiones diversas. El artículo 12986 que determinaba el alcance de las actuaciones de la Comunidad en materia de salud pública, ha sufrido importantes cambios. La Comunidad ahora ya no sólo recomienda o coordina a los Estados miembros, sino que puede pasar a la acción directa para complementar sus políticas en áreas como la lucha contra las enfermedades más extendidas, la investigación y la información y educación sanitaria. El Consejo podrá adoptar medidas vinculantes 86 87 Artículo 152 del Tratado de Amsterdam consolidado. Artículo 42 del Tratado de Amsterdam consolidado. 177 MEMORIA 1997 en cuestiones como la calidad de los órganos y sustancias de origen humano, medidas fitosanitarias que tengan como objetivo proteger la salud pública y medidas de fomento destinadas a proteger la salud humana, respetando siempre las responsabilidades de los Estados miembros para organizar y suministrar servicios sanitarios y asistencia y sin intención de modificar las disposiciones nacionales en materia de donaciones o de uso de órganos y sangre. Otras novedades El Tratado delimita las áreas en las que se aplicará el procedimiento de codecisión en el que participa el Parlamento Europeo. En primer lugar, el Tratado se refiere a sus nuevas disposiciones: empleo y medidas incentivadoras, artículo 109 R; política social, de igualdad de trato y oportunidades, artículo 119; salud pública, artículo 129. A continuación, delimita las disposiciones que ya existían: normas de seguridad social para trabajadores migrantes comunitarios, artículo 5187; aplicación de decisiones relacionadas con el Fondo Social Europeo, artículo 12588; formación profesional, artículo 12789. El Tratado también determina las políticas en las que el Consejo podrá adoptar decisiones por mayoría cualificada. Las nuevas disposiciones del Tratado en el área social susceptibles de este procedimiento son: directrices sobre empleo, artículo 109 Q del nuevo título de empleo; medidas incentivadoras, artículo 109 R del nuevo título de empleo; exclusión social, artículo 118 apartado 2; y salud pública, artículo 129 apartado 4. Comité Económico y Social El Comité Económico y Social de las Comunidades Europeas (CES) será consultado sobre las directrices de política de empleo, artículo 109 Q del nuevo título de empleo; medidas incentivadoras, artículo 109 R del nuevo título de empleo; asuntos sociales e igualdad de trato, artículo 118 apartados 2 y 3 y artículo 119 apartado 3; y salud pública, artículo 129 apartado 4. A partir de ahora el Parlamento Europeo podrá consultar al CES de la Unión Europea. El Comité de las Regiones (CR) será consultado en las mismas materias que el CES salvo en cuestiones de igualdad de trato, artículo 119 apartado 3 y en cuestiones de medio ambiente, Fondo Social, formación profesional y transportes. 88 89 90 178 Artículo 148 del Tratado de Amsterdam consolidado. Artículo 150 del Tratado de Amsterdam consolidado. Libro Verde. Cooperación para una nueva organización del trabajo. COM PANORAMA ECONÓMICO 7.3. LA EUROPA SOCIAL Y DEL EMPLEO En el Consejo Europeo de Amsterdam del 16 de junio de 1997 se decidió finalmente que el Tratado albergase la posibilidad de que desde las instituciones comunitarias se desarrollasen políticas activas de empleo. Para reforzar este nuevo título se acordó crear nuevas vías de política por las que las instituciones comunitarias podrán desarrollar programas o medidas de creación de empleo. Como apoyo de esta nueva política, se acordó también reforzar el papel del BEI para permitir que pueda invertir a favor del empleo especialmente en el ámbito de las Pymes. De este modo se abría la posibilidad de que esta institución financiera pública invierta en proyectos diversos en ámbitos nuevos e innovadores como los de lo social, tecnología, educación, sanidad, urbanismo o medio ambiente, y permitiendo que con sus reservas pueda tomar participaciones en proyectos de capital riesgo. El BEI también podrá participar en la financiación a largo plazo de las grandes redes transeuropeas de infraestructuras. El origen de los fondos destinados a estas partidas serán además de los suyos propios, los de la reserva de la CECA (Co-munidad Europea del Carbón y del Acero) que podrá ser utilizada a partir del año 2002, además de lo que se pueda obtener del resto de políticas comunitarias. Durante el primer semestre de 1997, de presidencia holandesa, se puso en funcionamiento el Comité de Empleo y de Mercado de Trabajo tal y como se había decidido en el Consejo Europeo de Dublín de diciembre de 1996. La misión principal de este Comité es seguir con atención la evolución del empleo de los hombres y mujeres en la Comunidad, observar las políticas de empleo y de mercado de trabajo en los Estados miembros y facilitar la información y el intercambio de experiencias entre los Estados miembros y la Comisión en estas materias. El Comité tiene una función consultiva ante el Consejo. El Consejo de Trabajo y Asuntos Sociales del 17 de abril estudió y adoptó el Programa de Trabajo presentado por el recién creado Comité. Durante el segundo semestre el Comité de Empleo y de Mercado de Trabajo adaptó su programa a los acuerdos del Consejo de Amsterdam, en particular en lo relativo a la adopción de un nuevo Tratado con un título dedicado exclusivamente al empleo y a la celebración de la Cumbre Extraordinaria de Empleo durante ese semestre. 179 MEMORIA 1997 7.3.1. Nueva política de empleo La Unión Europea decidió en el Consejo Europeo de Essen de 1994 situar la creación de empleo como objetivo prioritario de la Unión. Con este fin, los Estados miembros han desarrollado desde entonces una política de empleo coordinada por las instituciones comunitarias en torno a las cinco recomendaciones de política de empleo establecidas allí. Siguiendo este mandato, en septiembre de 1997 el Gobierno español aprobó el segundo Programa Plurianual de Empleo. No obstante, a pesar de los inminentes avances y éxitos alcanzados por lo que se ha venido a conocer como Estrategia de Essen, y con motivo de la inminente puesta en funcionamiento de la Unión Monetaria, la Unión Europea ha ido tomando conciencia de la importancia de desarrollar una verdadera estrategia coordinada por el empleo a escala europea, para lo cual la reforma del Tratado ofrecía una oportunidad ideal. Durante el primer semestre de 1997 la presidencia holandesa preparó el informe provisional que se sometería al Consejo Europeo en Amsterdam en junio, con vistas al desarrollo de las nuevas políticas de empleo de la Unión. La presidencia propuso crear un código de conducta relativo a los cierres de empresas y desimplantaciones, a raíz del malestar por el caso Vilvorde, que fue acogida favorablemente por el Consejo. También se admitió la propuesta de estudiar la creación de un mecanismo de conciliación y mediación al que podrán recurrir los interlocutores sociales para arbitrar conflictos industriales transnacionales. Para ambas cuestiones se tomó en cuenta lo tratado en el Consejo de Asuntos Sociales informal de Rotterdam de 14 y 15 de marzo, en el que se contó con la participación de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) y de la Unión de Confederaciones de la Industria y de Empleadores de Europa (UNICE), en el que se discutió las propuestas sobre la estrategia europea en materia de empleo y la coordinación de las políticas de empleo. La Comisión presentó entonces su Libro Verde90 sobre la organización del trabajo, Cooperación para una nueva organización del tra(97) 128 final. Bruselas, 16-04-1997. 91 Modernización y mejora de la protección social en la Unión Europea. COM 180 PANORAMA ECONÓMICO bajo, que analiza las vías disponibles para crear empleo y mejorar la calidad de la vida profesional. El libro analiza varias cuestiones: por qué y cómo cambia la organización del trabajo, los retos políticos y el proceso de consulta y las posibilidades de asociación entre empleadores, sindicatos y poderes públicos en el desarrollo de un nuevo marco contractual de organización del trabajo. La Comisión considera que la nueva organización del trabajo deberá ser capaz de equilibrar la necesidad de flexibilidad para las empresas y la necesidad de seguridad para los trabajadores. En el mes de junio el Gobierno británico presentó una propuesta de política de empleo basada esencialmente en una mayor flexibilidad de los mercados de trabajo. En el Consejo de Asuntos Sociales de los días 7 y 8 de julio, una vez terminada la presidencia holandesa, se comenzó a estudiar cómo poner en marcha el nuevo título de empleo insertado en el Tratado en Amsterdam, y también cómo involucrar al máximo a las Pymes y al BEI como se había decidido en el Consejo de Amsterdam. Las cuatro vías: empleabilidad, empresariado, adaptabilidad e igualdad de oportunidades, aparecieron por primera vez en un documento oficial comunitario como futuras directrices de las medidas que se acordarían en la Cumbre Extraordinaria de Empleo del mes de noviembre. En el mes de octubre, antes de que se celebrara el Consejo Extraordinario de Empleo de Luxemburgo, y con motivo de la presentación del borrador definitivo de la Comunicación sobre el Código de Conducta en materia fiscal, el comisario responsable de cuestiones fiscales declaró que en ese contexto era importante resaltar la relación entre fiscalidad y empleo con el fin de fomentar la competitividad de las empresas europeas y de crear empleo. En su opinión, se deberían considerar fórmulas fiscales innovadoras capaces de desviar presión fiscal hacia nuevas figuras, probablemente indirectas. Además, recordó que la resolución del Consejo Europeo de Amsterdam invita también a revisar la fiscalidad sobre el empleo. Sería deseable, concluyó el comisario, rebajar la presión fiscal sobre algunas formas de empleo, en especial las menos cualificadas. En la Cumbre Extraordinaria de Luxemburgo sobre Empleo de los día 21 y 22 de noviembre de 1997, se ratificó la puesta en marcha anticipada del nuevo título de empleo del Tratado de Amsterdam. La parte más importante del debate se centró en el diseño de las medidas de Cumbre Extraordinaria de Luxemburgo sobre Empleo 181 MEMORIA 1997 empleo que según las cuatro líneas propuestas debían comenzar a coordinar los Estados de la Unión Europea. Con este objeto se decidió establecer algún tipo de objetivo cuantitativo relacionado con esta nueva coordinación, de manera similar o paralela a los objetivos de convergencia nominal que se marcaron para poder acceder a la moneda única. El acuerdo alcanzado marca unos objetivos en materia de formación y de ofertas de empleo que se ofrecerán a los parados de larga duración y para los jóvenes, que deberán ser cumplidos en un plazo de 5 años. No obstante, para los países como España que sufren tasas de desempleo particularmente elevadas, como defendió el Gobierno español, este plazo podrá ser mayor. El Consejo estudió las previsiones de creación de empleo y líneas directrices de la Comisión para los próximos 5 años, en torno a 12 millones de empleos según ésta, para lo cual aprobó destinar fondos y acciones dirigidas por el BEI a la creación de empleo, al desarrollo de las Pymes, a las nuevas tecnologías, los nuevos sectores y las redes transeuropeas. La filosofía de este acuerdo es que todas las políticas europeas deberán servir al objetivo del empleo, tanto las del mercado interior, competencia y competitividad, e incluso estructurales, como las antes mencionadas. En este marco se aprobó una estrategia coordinada para las políticas nacionales de empleo, apoyada en las directrices de empleo de la Unión Europea para 1998 y que se desarrollarán en las cuatro líneas antes mencionadas siguiendo la propuesta de la Comisión: mejora de la capacidad de inserción profesional, desarrollo del espíritu de empresa, fomento de la capacidad de adaptación de los trabajadores y de las empresas y refuerzo de la política de igualdad de oportunidades (ver Capítulo II.5.1). Estas directrices deberán contemplarse en los Planes de Acción Nacional de empleo que presentarán los Estados miembros y que serán examinados en su definición y aplicación anualmente por el Consejo. El Gobierno español presentó su Plan de Acción para el Empleo a los interlocutores sociales españoles en el mes de marzo de 1998. El empleo seguirá siendo una de las prioridades durante la presidencia británica del primer semestre de 1998, habiendo mostrado ya su interés este país por desarrollar especialmente las directrices de empleabilidad de los trabajadores y el fomento de las Pymes innovadoras y creadoras de empleo. El Consejo Europeo de Cardiff de junio de 1998 examinará los Planes de Acción Nacional de cada Estado miembro. La opinión de la CES y UNICE 182 Los agentes sociales europeos han valorado positivamente los acuerdos de Luxemburgo y, aunque en opinión de la CES algunas de las con- PANORAMA ECONÓMICO clusiones se pueden catalogar como modestas, suponen medidas concretas y avances específicos que refuerzan la Europa social. La CES no deseaba que se cambiaran las directrices de construcción europea, sino que junto a los elementos económicos y monetarios se incorporaran elementos sociales como ha ocurrido. La CES cree que ahora el empleo forma parte de las políticas europeas y ello debe permitir que los ciudadanos y trabajadores europeos puedan considerar el proceso de construcción europea como algo propio. UNICE, por otro lado, también ha recibido favorablemente los resultados del Consejo Extraordinario de Luxemburgo sobre Empleo, en particular en lo que se refiere a las directrices que insisten en la necesidad de reforzar la competitividad, adaptabilidad y eficacia de empresas y particularmente de las Pymes europeas. En la declaración conjunta que hicieron la CES, UNICE y CEEP (Confederación de Empresas Públicas Europeas) antes de este Consejo, se insistía en la necesidad de crear una política de empleo más efectiva en la que el crecimiento económico tuviera contrapartidas claras en materia de creación de puestos de trabajo. 7.3.2. Política social en 1997 Como el resto de políticas comunitarias, la política social se ha visto muy influida durante 1997 por las negociaciones del nuevo Tratado, que en esta materia incorpora importantes novedades, así como por la puesta en funcionamiento de la nueva política europea de empleo. Durante el primer semestre de 1997, de presidencia de Holanda, no se cerraron demasiados acuerdos aunque se consiguió avanzar considerablemente en varias cuestiones de importancia. Así, en el Consejo de Asuntos Sociales y de Trabajo del 27 de junio se logró, tras muchos meses de negociación, alcanzar un acuerdo sobre el proyecto de directiva respecto a la carga de la prueba en los casos de discriminación basada en el sexo, en el que por primera vez participó el Reino Unido. La posición común quedó sólo pendiente de cuestiones lingüísticas. En esta reunión del Consejo de Asuntos Sociales se asumieron las principales conclusiones de la Comunicación de la Comisión Europea sobre modernización y mejora de la protección social en la Unión Europea, del 12 de marzo de 199791, y se estudió el memorándum francés para un (97) 102 final. Bruselas, 12-03-1997. 92 SSTJC del 17 de octubre de 1995 (E. Kalenke-Freie Hansestad). 183 MEMORIA 1997 modelo social europeo redactado a partir de las conclusiones del Consejo Europeo de Turín del 29 de marzo de 1996, en el que se solicitaba convertir el empleo en la prioridad de Europa, una de las fuentes a partir de las que la Comisión ha elaborado sus propuestas de política de empleo que fueron presentadas durante el segundo semestre de 1997. Con el objeto de cerrar definitivamente el diseño de la Directiva sobre carga de la prueba en las discriminaciones basadas en el sexo, durante 1997, se desarrolló también la segunda fase de consulta a los interlocutores sociales en torno a una política global a nivel comunitario para luchar contra el acoso sexual en el lugar de trabajo. El debate en el Parlamento Europeo ha reforzado cuestiones como la importancia de que la extensión de la carga de la prueba abarque a todos los ámbitos de la relación laboral donde las mujeres deben enfrentarse a problemas de discriminación, precisando la definición de discriminación indirecta. También se han tenido en cuenta las implicaciones de la sentencia Kalenke92, en la que se admite la necesidad de no oponerse desde una perspectiva general a la aplicación de acciones positivas en favor de las mujeres. Igualdad entre ambos sexos Esta línea de lucha contra la discriminación se vio reforzada tras el fallo de la sentencia Marschall93, del 11 de noviembre de 1997, que confirmaba la legalidad de ciertas medidas de discriminación positiva a favor del empleo de las mujeres, siempre y cuando se salvaguarde la posibilidad de que se produzca una decisión distinta y sin que existan cuotas rígidas. Esta sentencia afianzaba la posición de la Comisión adoptada tras el fallo Kalenke de 1995, como se ha explicado antes, que además se verá consolidada cuando entre en vigor el Tratado de Amsterdam y en particular su artículo 119 apartado 494, y cuando se resuelva la propuesta de la Comisión sobre la nueva redacción del artículo 2 apartado 4 de la Directiva 76/207 sobre acceso al empleo, formación y promoción profesionales, y condiciones de trabajo. El Consejo de Asuntos Sociales y de Trabajo con el que se cerró la presidencia luxemburguesa en el mes de diciembre de 1997, SSTJC del 11 de noviembre de 1997 (H. Marschall-Land NordheinWestfalen). 94 Ver epígrafe 7.2.2. 95 Directiva 97/80/CE del Consejo de 15 de diciembre de 1997 relativa a la 93 184 PANORAMA ECONÓMICO aprobó la directiva sobre la carga de la prueba referida a la discriminación basada en el sexo95 y la relativa al acuerdo marco sobre trabajo a tiempo parcial96 concluido el 6 de junio de 1997 por los interlocutores sociales europeos. La directiva relativa al acuerdo marco sobre trabajo a tiempo parcial no incluye el principio de no discriminación tal y como deseaba y solicitó la Comisión, por lo que la Comisión ha demandado que se incluya, así como un mecanismo de sanciones para los que no lo cumplan. En esta reunión del Consejo también se aprobaron dos directivas por las que se ampliaba al Reino Unido la directiva de comités de empresa europeos97 y la relativa al acuerdo marco sobre el permiso parental celebrado por UNICE, CEEP y la CES98. El Reino Unido dispone de dos años de plazo para trasponerlas. El Gobierno británico, todavía formalmente excluido de la política social, mostró su interés en poder participar en esta política comunitaria desde ese momento, o cuando menos poder ser escuchado y tenido en cuenta antes de que el Tratado de Amsterdam sea ratificado y entre en vigor. El resto de la sesión se centró en el estudio de la vías de desarrollo de las medidas de las líneas directrices para las políticas de empleo adoptadas en el Consejo Extraordinario de Empleo del mes anterior, noviembre de 1997. Directiva sobre el permiso parental En cuanto a los sistemas de pensiones, el Parlamento Europeo reconoció el 3 de octubre de 1997 la necesidad de reformar los sistemas nacionales de seguridad social salvaguardando el modelo europeo de sociedad, para lo que solicitó a la Comisión la realizacarga de la prueba en los casos de discriminación por razón de sexo. DOCE, 20-1-98. 96 Directiva 97/81/CE del Consejo de 15 de diciembre de 1997 relativa al Acuerdo marco sobre el trabajo a tiempo parcial concluido por la UNICE, el CEEP y la CES. DOCE, 20-1-98. 97 Directiva 97/74/CE del Consejo de 15 de diciembre de 1997 por la que se modifica y amplía al Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte la Directiva 94/45/CE sobre la constitución de un comité de empresa europeo o de un procedimiento de información y consulta a los trabajadores en las empresas y grupos de empresas de dimensión comunitaria. 98 Directiva 97/75/CE del Consejo de 15 de diciembre de 1997 por la que se modifica y amplía al Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte la Directiva 96/34/CE relativa al Acuerdo marco sobre el permiso parental celebrado por la UNICE, el CEEP y la CES. 99 COM (97) 392 final. Bruselas, 23-07-1997. 185 MEMORIA 1997 ción de un informe acerca de las repercusiones de la evolución demográfica en Europa. La Comisión propuso el 8 de octubre la adopción de una directiva con el fin de salvaguardar los derechos a pensión complementaria para los trabajadores asalariados y no asalariados que se desplacen en la Unión Europea. En relación a la Comunicación de la Comisión Europea sobre modernización y mejora de la protección social en la Unión Europea, el PE solicitó a la Comisión que adoptara iniciativas para contribuir a esa modernización sin olvidar los imperativos de solidaridad. Futuro de la protección social En la comunicación sobre la modernización y mejora de la protección social en Europa, la Comisión ha recogido las respuestas y reacciones a sus propuestas y reflexiones realizadas sobre esta cuestión durante los últimos años, concluyendo que la modernización y mejora de los sistemas europeos de protección social constituye un auténtico desafío. Esta reforma se debe producir en un marco condicionado por la naturaleza cambiante del trabajo, el envejecimiento de la población europea, la evolución de la participación de hombres y mujeres en la vida profesional y la necesidad de coordinar los regímenes nacionales de Seguridad Social. La Comisión subraya la estrecha relación que existe entre política social y resultados económicos, por lo que propone considerar a esta política como un factor productivo más. Las líneas de reflexión que propone la Comisión son: • orientar la protección social hacia la creación de empleo; • adaptar la protección social al envejecimiento demográfico de las sociedades europeas; • adaptar la protección social a la evolución de la participación de hombres y mujeres en la vida profesional; • mejorar la protección social de las personas que se desplazan dentro de la Unión. 7.3.3. Diálogo social A pesar de los avances conseguidos en diferentes cuestiones, el cierre de la planta de Renault en Vilvorde, Bélgica, fue el detonante 186 PANORAMA ECONÓMICO de una crisis de identidad del diálogo social a escala europea durante 1997. La sensación general era que Renault había incumplido las directivas europeas en materia de despido colectivo y de comités de empresa europeos, lo cual afectaba a la confianza del espíritu de construcción europea. No obstante, la Comisión Europea estimó que debían ser los Tribunales nacionales de los países afectados por la decisión, o el Tribunal de Justicia Europeo en su defecto, quienes se pronunciaran sobre la cuestión por no ser el asunto competencia de la Comisión. La Confederación Europea de Sindicatos y otras asociaciones internacionales sindicales opinaron de manera similar. Siguiendo el mandato del Consejo informal de Asuntos Sociales de Rotterdam de marzo de 1997, la Comisión Europea y los agentes sociales europeos han debatido durante todo el año un proyecto de código de conducta en materia de información y consulta de los trabajadores en los casos de reestructuraciones económicas. Otro frente de diálogo social que atraviesa una fase complicada es el protagonizado por el Grupo Davignon, creado con el fin de encontrar soluciones que permitan desbloquear definitivamente el Estatuto de la Sociedad Europea. El Consejo de Asuntos Sociales del mes de junio adoptó las conclusiones presentadas sobre esta cuestión por la presidencia holandesa, que servirán de punto de partida para próximas discusiones, aunque el diálogo ha estado bloqueado durante el resto de 1997 por falta de acuerdo en cuanto a la implicación de los trabajadores, pasando a constituir una de las prioridades de la presidencia británica del primer semestre de 1998. Estatuto de la Sociedad Europea A pesar de estos problemas, las instituciones comunitarias continúan esforzándose para intentar que el diálogo social no sólo mejore y abarque un ámbito competencial mayor, sino que alcance también a más organizaciones sociales. En este sentido, la Comisión prepara una nueva comunicación acerca del diálogo social a escala europea que puede ampliar esta práctica a otras organizaciones además de la CES, UNICE y CEEP. En el mes de abril se hizo público el proyecto definitivo de acuerdo entre UNICE, la CES y CEEP acerca del trabajo a tiempo parcial. Una vez que las organizaciones evaluaron el acuerdo, se firmó el día 6 de junio de 1997, y se solicitó a la Comisión que lo sometiera al Consejo para que lo adoptara con arreglo al artículo 4 Acuerdo sobre trabajo a tiempo parcial 187 MEMORIA 1997 apartado 2 del Protocolo Social de Maastricht. La Comisión adoptó su proyecto de directiva99 relativa al acuerdo marco sobre el trabajo a tiempo parcial concluido por la UNICE, CEEP y la CES el 23 de julio. Este es el segundo acuerdo alcanzado por esta vía después del de permiso de lactancia. El objeto del acuerdo es prevenir cualquier forma de discriminación contra el trabajador a tiempo parcial, mejorar la calidad de esta modalidad de empleo, facilitar el desarrollo del trabajo a tiempo parcial sobre una base voluntaria y contribuir así a una ordenación flexible del tiempo de trabajo. A partir del éxito de esta directiva negociada, el Parlamento Europeo propuso en el mes de diciembre que se legislara una directiva que contemple todas las formas de relaciones laborales atípicas. En el mes de junio de 1997 comenzó la primera etapa de consulta de los interlocutores sociales europeos en torno a la información y consulta de los trabajadores en el marco nacional, con el fin de estudiar la creación de un contexto que recoja a este nivel la legislación comunitaria existente, y que prevea la información y consulta en circunstancias específicas como los traspasos de empresas y los despidos colectivos. La primera fase sólo pretendía determinar si los agentes sociales consideran oportuno que la Unión Europea actúe en este ámbito. En noviembre comenzó la segunda fase, en la que durante seis semanas los agentes sociales debían pronunciarse respecto al documento presentado por la Comisión o decidir negociar un acuerdo entre ellos según los términos del acuerdo en materia de política social, que es la vía preferida por la Comisión. Si los agentes sociales eligieran esta segunda alternativa, la Comisión les concedería un plazo de nueve meses para negociar. Los objetivos de la iniciativa son subsanar las lagunas identificadas en la legislación de los Estados miembros y reconocer a nivel de la Unión Europea el derecho fundamental de los trabajadores a la información y a la consulta en lo que se refiere a todas las decisiones que puedan afectarles, ultimar los dispositivos para adelantarse a las eventuales consecuencias sociales de cambios en la vida, organización y funcionamiento de una sociedad, y reforzar el vínculo entre la información y la consulta en lo referente a cuestiones de estrategia y economía, por un lado, y la consulta acerca de la forma de abordar las consecuencias sociales de esas cuestiones por el otro. Las negociaciones se rompieron al principio de 1998. 100 188 COM (97) 2000 final. Bruselas, 15-07-1997. PANORAMA ECONÓMICO El Consejo de Asuntos Sociales y de Trabajo con el que se cerró la presidencia luxemburguesa del segundo semestre de 1997, acordó que los interlocutores sociales europeos evalúen y sigan la aplicación de las líneas directrices para el empleo desde el Comité de Diálogo Social que reúne a los representantes de los interlocutores sociales europeos tradicionales —UNICE, CEEP y la CES—, junto con los presidentes del Comité de Política Económica, y del Comité de Empleo y de Mercado de Trabajo. 7.4. HACIA EL SIGLO XXI: LA AGENDA 2000 Y AMPLIACIÓN La Comisión Europea adoptó el 15 de julio la Agenda 2000100, también conocida como paquete Santer, en la que se marcan las principales líneas de actuación de la Unión Europea para los primeros seis años del siglo XXI en las siguientes áreas: la nueva ampliación, la financiación de las nuevas actividades comunitarias, la reforma de las políticas estructurales, la reforma de la Política Agraria Común (PAC), y la ampliación (cuadro I-45 a cuadro I-48). La Agenda 2000 comienza con una presentación en la que la Comisión expone las razones que justifican la reforma de esta serie de políticas, subrayando factores demográficos, sociales, la aparición de nuevas tecnologías en un buen número de áreas, las reestructuraciones económicas en curso y la globalización. También se destacan los objetivos que deben cumplir las políticas comunitarias, no siempre cubiertos, como crear las condiciones para un crecimiento estable y generar el mayor número posible de empleos, así como los cometidos de la política exterior. 7.4.1 Ampliación La Comisión propone en la Agenda 2000 al Consejo, comenzar a negociar simultáneamente con seis países candidatos: Eslovenia, Estonia, Hungría, República Checa, Polonia y Chipre, los conocidos como 5+1, su adhesión a la Unión Europea, evitando establecer ningún tipo de orden como se había previsto en un primer momento para eliminar discriminaciones subjetivas o posibles sensaciones de agravio. Ello se debe a que, a pesar de la mayor proximidad de relaciones con Hungría, Polonia y la República Checa, los otros 101 Ver apartado 1.3.2. 189 190 CUADRO I-45 CUADRO GENERAL DEL NUEVO MARCO FINANCIERO 2000-2006 PARA LA UNIÓN EUROPEA (Miles de millones de ecus a precios constantes de 1997) Créditos para compromisos 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 Agricultura (línea directriz) 43,3 44,1 45,0 46,1 47,0 48,0 49,0 50,0 Acciones Estructurales 36,1 1,8 35,2 36,0 38,8 39,8 40,7 41,7 de las que adaptaciones anteriores 42,8 Políticas internas 6,1 6,1 6,4 7,3 7,5 7,7 7,9 8,1 Acciones exteriores 6,6 6,6 6,8 7,0 7,1 7,3 7,5 7,6 Administración 4,5 4,5 4,6 5,1 5,2 5,3 5,4 5,5 Reservas 1,2 1,0 1,0 0,8 0,5 0,5 0,5 0,5 Total créditos para compromisos 97,8 97,5 99,8 105,1 107,1 109,5 112,0 114,5 Total créditos para pagos 92,5 94,1 96,6 101,1 103,9 106,5 108,9 111,4 Créditos para pagos (en porcentaje del PIB) 1,25 1,24 1,24 1,22 1,22 1,22 1,22 1,22 Margen 0,02 0,03 0,03 0,05 0,05 0,05 0,05 0,05 Límite máximo de recursos propios 1,27 1,27 1,27 1,27 1,27 1,27 1,27 1,27 Fuente: Comisión Europea, COM(97) 2000 final del 15-07-1997, Agenda 2000. CUADRO I-46 RÚBRICA 2: GASTOS EN CONCEPTO DE ACCIONES ESTRUCTURALES, 1999-2006 (Miles de millones de ecus a precios constantes de 1997) Conceptos 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 Fondos Estructurales UE-15 31,4 31,3 32,1 31,3 30,3 29,2 28,2 27,3 Fondo de Cohesión 2,9 2,9 2,9 2,9 2,9 2,9 2,9 2,9 Nuevos Estados miembros (*) — 0,0 0,0 3,6 5,6 7,6 9,6 11,6 Ayuda previa a la adhesión — 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 34,3 35,2 36,0 38,8 39,8 40,7 41,7 42,8 Total (*) Incluida la participación en el Fondo de Cohesión. Fuente: Comisión Europea, COM(97) 2000 final del 15-07-1997, Agenda 2000. 191 192 CUADRO I-47 RÚBRICA 1: GASTOS AGRÍCOLAS, 1999-2006 (Miles de millones de ecus a precios corrientes) Conceptos 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 Línea directriz (precios corrientes) (*) 45,0 46,7 48,5 50,6 52,6 54,7 56,9 59,2 — 44,0 45,9 49,7 52,1 53,2 53,9 54,5 41,7 41,6 43,4 45,4 47,3 47,9 47,9 47,9 — 1,9 2,0 2,0 2,0 2,0 2,1 2,1 PAC (medidas de mercado) — 0,0 0,0 1,1 1,2 1,2 1,3 1,4 Medidas específicas de acompañamiento rural — 0,0 0,0 0,6 1,0 1,5 2,0 2,5 Ayuda previa a la adhesión (**) — 0,5 0,5 0,6 0,6 0,6 0,6 0,6 Margen — 2,7 2,6 0,9 0,5 1,5 3,0 4,7 Gastos agrícolas (precios corrientes) Comunidad de los Quince PAC reformada Nuevas medidas de acompañamiento rural y medidas horizontales en el ámbito de la pesca Nuevos Estados miembros (*) Hipótesis de un deflactor del 2% por año de 1999 a 2006. (**) Es decir, 500 millones a precios constantes de 1997. Fuente: Comisión Europea, COM(97) 2000 final del 15-07-1997, Agenda 2000. CUADRO I-48 AYUDA PREVIA A LA ADHESIÓN Y GASTOS RELACIONADOS CON LA ADHESIÓN DE NUEVOS ESTADOS MIEMBROS, 1999-2006 (Miles de milones de ecus a precios constantes de 1997) Conceptos 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 Total de la ayuda previa a la adhesión 1,3 3,0 3,0 3,0 3,0 3,0 3,0 3,0 rúbrica 1 — 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 rúbrica 2 — 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 rúbrica 4 (*) 1,3 1,5 1,5 1,5 1,5 1,5 1,5 1,5 Otros países candidatos (**) 0,5 1,2 1,2 3,0 3,0 3,0 3,0 3,0 Nuevos Estados miembros (**) 0,8 1,8 1,8 — — — — — Importes para los nuevos Estados miembros — — — 5,8 8,2 10,8 13,3 15,7 rúbrica 1 (***) — — — 1,5 1,9 2,4 2,9 3,3 rúbrica 2 — — — 3,6 5,6 7,6 9,6 11,6 rúbrica 3 — — — 0,7 0,7 0,8 0,8 0,8 (*) El importe de 1999 es indicativo. (**) El desglose de 1999 a 2001 es puramente indicativo. (***) Datos transformados a precios 1997 para la comparación. Sólo son pertinentes las estimaciones a precios corrientes. Fuente: Comisión Europea, COM(97) 2000 final del 15-07-1997, Agenda 2000. 193 MEMORIA 1997 candidatos también cumplían las condiciones económicas exigidas, en el caso de Eslovenia y Estonia, o llevaban tiempo negociando su adhesión como Chipre. Primero los 5 países pre-in La Comisión propuso comenzar a preparar las negociaciones con Bulgaria, Eslovaquia, Letonia, Lituania y Rumanía, los 5 países pre-in y renunció a pronunciarse en cuanto a Turquía debido a la inestabilidad de la situación vigente en este país. Esta decisión colocó en una difícil tesitura las relaciones con Turquía, por lo que desde entonces se vienen realizando diferentes propuestas que persiguen evitar el aislamiento político de Turquía y su inclusión en algún tipo de foro de diálogo junto al resto de Estados miembros de la Unión Europea y los candidatos a la adhesión. Esta difícil situación cristalizó definitivamente cuando el Consejo hizo suya la propuesta de la Comisión Europea en el encuentro informal de Ministros de Asuntos Exteriores de Mondorf de los días 25 y 26 de octubre de 1997. El Consejo Europeo de diciembre confirmó los objetivos contemplados por la Agenda 2000 en todas sus líneas, así como la necesidad de asegurar el marco financiero antes de hacer frente a la ampliación. La Comisión ha redactado un dictamen por cada país candidato, en el que evalúa detalladamente la situación vigente en cada uno de ellos y especifica los esfuerzos que deben realizar individualmente para resolver las principales deficiencias que los separan de los niveles exigidos en el seno de la Unión Europea, en especial en cuestiones diversas (normas medioambientales, seguridad nuclear, lucha contra el crimen organizado). El Consejo Europeo de Luxemburgo de diciembre de 1997 aceptó formalmente la propuesta de la Comisión y decidió comenzar las negociaciones según lo antes expuesto en relación a los diez países de Europa Central y Oriental (PECOS) y Chipre, y en el orden predeterminado, primero los 5+1 y luego los pre-in, en lo que se conoce como estrategia de preadhesión reforzada porque permitirá acceder a Fondos Estructurales vía PHARE de manera efectiva antes de formalizar el ingreso. Como parte de la estrategia de preadhesión reforzada de los seis países con los que se van a abrir negociaciones, se asignarán 45 mil millones de ecus a partir del año 2000 de los 275 mil previstos con el fin de dotar posibles acciones estructurales en áreas como el transporte y las infraestruc- 194 PANORAMA ECONÓMICO turas ambientales de los países candidatos, para adecuarlos al nivel de normas comunitarias y para permitir también que se familiaricen con el funcionamiento de los Fondos Estructurales. Estos programas y recursos sustituirán a los recursos de la iniciativa PHARE a partir de la fecha de adhesión. El Consejo mandató entonces a la Comisión a comenzar las negociaciones formales a finales de abril de 1998 con los 5+1, Chipre, Eslovenia, Estonia, Hungría, República Checa y Polonia. También convocó una Conferencia en el mes marzo de 1998 en la que participarían todos los países candidatos a la adhesión a la Unión, los diez PECOS y Chipre además de Turquía, lo cual debía constituir también una fórmula adecuada para incluir a Turquía en el proceso de ampliación. El Consejo adoptó una estrategia europea especial para este país que incluye varias medidas específicas. Sin embargo, al no ser invitado al proceso de adhesión, Turquía decidió el día 15 de diciembre no aceptar la invitación y de hecho no participó en esta Conferencia rompiendo también el diálogo político con la Unión Europea. Las negociaciones con el resto de candidatos, los 5 pre-in, comenzarán en cuanto se produzcan suficientes progresos que lo justifiquen. El día 30 de marzo de 1998 se inauguró en Londres la Conferencia que abría las negociaciones formales de adhesión a Chipre y a los diez candidatos de Europa del Este. La sensación dominante era de optimismo. Problemas con Turquía Todos ellos, los once candidatos, van a firmar acuerdos jurídicos individuales de asociación de adhesión con la Unión Europea, y se va revisar con todos ellos bilateral y multilateralmente el acervo comunitario existente, el screening. Para los 5+1 ya han comenzado las negociaciones con la unidad especial, task force ampliación, que ha puesto en marcha la Comisión. Las negociaciones concretas de adhesión se van a centrar en 31 capítulos de los que la política social y de empleo, Pymes, políticas sectoriales diversas, educación y formación y fiscalidad, constituyen algunos de los ámbitos más importantes. Como era de esperar, la cuestión institucional, que no ha quedado resuelta en el Tratado de Amsterdam, ha condicionado la decisión de apertura de negociaciones de adhesión. El Tratado sólo contempla una modificación, en las primeras adhesiones y hasta 195 MEMORIA 1997 que el número de Estados miembros no supere un número de 20, la Comisión Europea contará con un nacional de cada Estado miembro, lo que implica que los países grandes tendrán que renunciar a su segundo comisario en cuanto se produzca la ampliación. Por esta razón la Comisión reclama en la Agenda 2000 la apertura de una nueva Conferencia Intergubernamental institucional a partir del año 2000. 7.4.2. Política agrícola El proyecto de reforma de la Política Agraria Comunitaria (PAC) pretende, según la Comisión101, reducir los precios en beneficio del consumidor convergiendo con los vigentes a escala mundial, eliminar normas demasiado estrictas de intervención del mercado con el fin de reducir considerablemente los excedentes para eliminar a su vez determinadas rentas abusivas, y conseguir que cese la producción que no se destina al mercado sino a la propia intervención. Las organizaciones agrarias europeas han reaccionado en contra del proyecto de reforma de la PAC previsto en la Agenda 2000 y han mostrado su preocupación porque estiman que pone en peligro la supervivencia de la agricultura europea por atender exclusivamente a cuestiones presupuestarias. Las organizaciones reclaman mayor atención a las cuestiones medioambientales y sociales para preservar el modelo agrario europeo y corregir un proyecto de reforma demasiado centrado en el mercado mundial. La gran cuestión que se plantea tras la reforma es cómo modular los pagos compensatorios en el nuevo marco normativo. Estas organizaciones estiman que la Comisión no ha consultado ni concertado previamente con ellas el alcance de la reforma propuesta, consideran que la reducción masiva de los precios institucionales no garantiza el futuro de los agricultores europeos y creen que puede acabar ampliando los márgenes de los distribuidores sin repercutir sobre los consumidores. La reducción de los precios puede ser muy adversa para la renta agraria porque el mantenimiento de una renta aceptable para los agricultores no se va a poder alcanzar mediante la reducción del número de agricultores, ni alte- 196 PANORAMA ECONÓMICO rando los equilibrios regionales, ni intensificando la producción en detrimento del medio ambiente. Por todas estas razones, concluyen que la agricultura europea ya no podrá cumplir sus objetivos de seguridad de suministro alimentario, ni de empleo, ni de protección del medio ambiente, ni de ordenación del territorio. Las organizaciones agrarias europeas se muestran a favor de la adhesión de los países del este de Europa a la Unión Europea, pero estiman que su coste no puede cargarse exclusivamente sobre los agricultores. En materia de comercio exterior, y en relación a la aplicación de los acuerdos de Marraquech de la OMC, el principio de preferencia comunitaria se debe precisar y definir más adecuadamente, determinando de modo más nítido cuestiones relacionadas con la apertura comercial de este sector frente a terceros, como las medioambientales, las distorsiones monetarias, y las implicaciones sociales. Los precios no pueden constituir el único referente porque las normas fitosanitarias y medioambientales presentan también mucha importancia. En definitiva, las organizaciones agrarias creen que la nueva PAC debe quedar cerrada y pactada antes de comenzar a negociar con terceros países una mayor apertura comercial en el sector. 7.4.3. Políticas estructurales y de cohesión y perspectivas financieras La reforma de los fondos estructurales propuesta por la Comisión en la Agenda 2000 contempla una profunda simplificación, que se alcanzaría mediante la reducción a tres de los objetivos actuales, y por el mantenimiento de sólo tres fondos: FEDER, Fondo Social y Fondo de Cohesión. Para el periodo de programación que comienza en el año 2000 y que durará hasta el 2006, la Comisión sugiere centrar los recursos disponibles en las regiones en proceso de mutación y en los recursos humanos, sin incrementar el volumen de gastos pero sin reducirlo, manteniendo el esfuerzo en el 0,46 por 100 del PNB comunitario previsto para 1999. Para aumentar la eficacia del gasto se concentrarán recursos. La Comisión propone mantener el gasto de política estructural de los Fondos Estructurales y del de Cohesión en torno a 33 por 100 del presupuesto comunitario para este periodo. Las transferencias no podrán sobrepasar el 4 por 100 del Producto Interior Bruto (PIB) de cada Estado miembro. Como novedad el 10 por 100 del total de los 197 MEMORIA 1997 Fondos Estructurales se consignará en reserva asignándose después de un balance de etapa en el año 2003. Entonces se desembolsaría ese 10 por 100 restante sobre los programas más eficaces incentivando a los mejores. En cuanto a la reducción de los siete objetivos actuales a tres, la Comisión propone: • regiones atrasadas en cuanto a desarrollo. El apoyo a estas regiones seguiría siendo el objetivo 1 con una aplicación de la regla del umbral del 75 por 100 del PIB per cápita de la Unión Europea. La ayuda de las regiones que sobrepasaran este límite se eliminaría gradualmente durante el periodo transitorio. Se destinarían a este objetivo dos terceras partes del total de recursos, como se hace ahora, lo que equivale a 275 mil millones de ecus para el periodo en cuestión frente a los 200 mil del anterior (1993-1999); • reconversión económica y social. El nuevo objetivo 2 agruparía algunas de las acciones industriales actualmente en curso, zonas en declive y con problemas de desempleo, que sufren mutaciones industriales, áreas rurales frágiles, barrios urbanos desfavorecidos y zonas dependientes de la pesca. Como en el caso anterior, las ayudas de las regiones que ya no se calificaran se eliminarían gradualmente durante el periodo transitorio; • nueva estrategia de recursos humanos. El nuevo objetivo 3 abarcaría el conjunto del territorio de la Unión Europea excepto el comprendido por los dos anteriores, y tendría como fin promover políticas de empleo, luchar contra el desempleo, prevenir los cambios sociales y económicos, apoyar el desarrollo de los sistemas de formación y aprendizaje a lo largo de toda la vida, y combatir la marginación. La Comisión Europea renunció definitivamente, al final de 1997, a que los países que accedan a la moneda única dejen de percibir financiación por parte del Fondo de Cohesión, como reclamaban algunos Estados miembros, porque el esfuerzo de cohesión económica y social entre los Estados miembros debe seguir representando una prioridad política, por lo que debe mantenerse la solidaridad 198 PANORAMA ECONÓMICO financiera actual. Así pues, los países con un Producto Nacional Bruto (PNB) inferior al 90 por 100 de la media comunitaria, seguirán beneficiándose de este Fondo para acciones y proyectos relacionados con el medio ambiente y las infraestructuras de transporte, aunque va ser necesario replantearse la situación de Irlanda que podría haber sobrepasado ya este umbral. La cuantía financiera del Fondo se mantendrá como hasta ahora. La Comisión tiene previsto aprobar su propuesta definitiva de reforma de los Fondos Estructurales durante el primer semestre de 1998, con el fin de que el Consejo decida antes del final de este año. En cuanto a las perspectivas financieras, la Comisión ha propuesto mantener hasta el año 2006 el techo para recursos propios equivalente al 1,27 por 100 del PNB comunitario, aunque algunos países que son contribuyentes netos estiman que su aportación debería descender, mientras que otros consideran cuando menos difícil, hablar de techos antes de conocer con exactitud cómo se realizará la ampliación y siempre y cuando se respete el porcentaje del 0,46 por 100 para gastos estructurales. Durante 1998 la Comisión deberá presentar propuestas relativas a la adecuación al nuevo marco financiero del sistema de recursos propios de la Unión Europea, que parece ya decidido que no sobrepasarán el 1,27 por 100 del PIB de la Unión. Si las aportaciones de cada Estado miembro se ajustan también al límite del 1,27 por 100 del PIB de cada uno de ellos, es probable que se tengan que compartir recursos de los Fondos Estructurales con los recién llegados, especialmente de los de cohesión, de los que se beneficia particularmente España, con los Estados que ingresen en la Unión Europea en la próxima ampliación. Esta situación puede endurecer las condiciones reales de acceso al euro de los países menos ricos como España y Portugal. Esta limitación de los recursos propios al 1,27 por 100 constituye el mayor foco de críticas a las propuestas de la Agenda 2000 por cuanto podría constituir un verdadero giro en la construcción europea y podría también encorsetar a la Unión Europea en un marco demasiado rígido, especialmente no sólo ante la perspectiva de la ampliación, sino de las nuevas políticas y retos que se van a plantear una vez que comience la Unión Monetaria. En este sentido, se han realizado propuestas con el fin de reformar el sistema de recursos propios de modo que se elimine la polémica que enfrenta los 199 MEMORIA 1997 Estados contribuyentes netos con los que reciben fondos netos, por ejemplo basando más la aportación en la prosperidad relativa de los ciudadanos. Los contribuyentes netos creen que con el margen de 10 centésimas que nunca se ha cubierto por debajo del 1,27 por 100 del PIB, además de con el ahorro que se va a derivar de la reforma de la PAC y la revisión del Fondo de Cohesión, se generarán suficientes ahorros para financiar la ampliación y las nuevas políticas. La propuesta financiera completa contenida en la Agenda 2000 se desarrolla con detalle en los cuados I-45 a I-48. 7.4.4. Saldo financiero entre las Comunidades Europeas y España España como Estado miembro de la Unión Europea contribuye a la financiación de las Comunidades Europeas aportando recursos propios comunitarios (derechos de aduana, exacciones agrícolas y cotizaciones sobre el azúcar e isoglucosa), el recurso del IVA y el recurso del PNB. Las Comunidades Europeas realizan a su vez una serie de gastos que en su mayor parte repercuten en los Presupuestos Generales del Estado español y en el Presupuesto General de las Comunidades Europeas, si bien algunos escapan a esta doble asignación como los fondos consignados al Fondo Europeo de Desarrollo (FED), que no se reflejan en el Presupuesto de las Comunidades, o los Fondos Estructurales para acciones cofinanciadas con las Comunidades Autónomas, Corporaciones Locales o empresas que son transferidos directamente a través de la Dirección General del Tesoro y Política Financiera sin que aparezcan en los Presupuestos Generales del Estado. Existe otro instrumento financiero comunitario, con autonomía propia, que se atribuye a la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA), y cuyos fondos se transfieren íntegra y directamente a las empresas. En cuanto al flujo y saldo financiero entre España y las Comunidades Europeas en 1997 (cuadro I-49), ejercicio inscrito en el marco financiero previsto para el periodo 1995-1999, los flujos netos han registrado un saldo positivo a favor de España de 831.724,9 millones de pesetas, algo inferior al de 914.069,0 millones de 1996. La aportación española aumentó un 21,8 por 100, mientras que los ingresos crecieron también, si bien en menor 200 CUADRO I-49 FLUJOS FINANCIEROS ENTRE ESPAÑA Y LA UE, 1986-1997 (Miles de millones de pesetas) Concepto 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 I. Aportación española a las Comunidades Europeas 110,9 137,4 223,0 287,4 374,6 545,9 647,8 Recursos propios tradicionales 27,3 68,8 84,7 83,2 81,9 100,9 101,6 Recurso IVA neto: 83,6 68,5 138,3 152,7 280,3 359,6 Recurso PNB neto: 0,0 0,0 0,0 43,8 1,6 Otros 0,0 0,1 0,0 7,7 1994 1995 1996 1997 740,6 803,4 615,9 739,3 900,4 89,0 93,9 118,5 99,8 104,8 444,1 485,3 432,3 358,1 411,7 456,8 72,4 87,6 150,7 259,6 123,7 218,8 327,0 10,8 13,0 14,4 15,6 17,5 15,7 8,9 11,7 102,5 176,3 385,0 474,8 501,0 942,1 979,3 37,9 87,3 259,1 248,4 271,6 423,9 457,5 595,3 694,1 733,8 647,6 754,6 0,0 2,8 9,6 36,4 26,6 82,1 84,6 111,7 51,8 143,4 156,8 122,0 FEDER FSE 40,5 48,2 69,6 115,7 138,2 283,2 313,4 280,0 259,6 447,7 419,5 423,8 23,9 37,5 38,7 64,3 53,1 134,3 107,0 105,5 77,3 244,9 211,4 120,3 Fondo de Cohesión 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 32,4 60,6 170,3 210,5 120,3 Otros 0,2 0,2 8,1 10,1 11,5 18,6 16,8 11,5 11,8 15,9 7,5 9,3 -8,4 38,9 162,0 187,4 126,4 396,2 331,5 395,9 351,8 1.140,0 914,1 831,7 II. Ingresos procedentes de las Comunidades Europeas FEOGA-Garantía FEOGA-O y Otros recursos del sector III. Saldo financiero (II-I) 1993 1.136,5 1.155,2 1.756,0 1.653,3 1.732,1 Fuente: Ministerio de Economía y Hacienda, Dirección General de Presupuestos, Subdirección General del Presupuesto Comunitario. 201 MEMORIA 1997 medida, un 4,7 por 100 por encima de los de 1996. En cualquier caso, antes de alcanzar conclusiones sobre la tendencia general de estos flujos se debe tener en cuenta la existencia de importantes distorsiones provocadas por la concentración en los meses de diciembre de los pagos o reintegros del recurso IVA de ejercicios anteriores y de las liquidaciones definitivas de los saldos del recurso PNB, así como la existencia de tramos cuatrimensuales de contribución FED. Por el lado de los pagos, los recursos propios tradicionales han crecido un 5,0 por 100 gracias al incremento de los derechos de aduana y a pesar de la caída de las exacciones agrícolas como consecuencia de los acuerdos de la Organización Mundial del Comercio (OMC). La aportación por IVA neto aumenta un 11 por 100, y la del recurso PNB lo hizo un 49,5 por 100. La contribución al FED creció un 31 por 100 respecto a la de 1996. En relación a los ingresos, los procedentes del FEOGAGarantía crecieron un 16,5 por 100, un 1,0 por 100 el FEDER y un 43 por 100 el FSE, mientras que el FEOGA-Orientación y otros recursos disminuyeron un 22,2 por 100. También en estas partidas, debido a que los fondos estructurales se desembolsan por proyectos a medida que se ejecutan los pagos, éstos se concentran en momentos de tiempo determinados, dificultando el análisis de la tendencia. Por esta razón los ingresos con origen en los Fondos de Cohesión disminuyeron un 42,9 por 100 en 1997 porque en el ejercicio anterior de 1996, en el que aumentaron un 24 por 100, los proyectos a financiar se presentaron en el primer trimestre de ese año, por lo que los anticipos se cobraron también en 1996; además, por otro tipo de razones de programación, en 1997 se ha retrasado la presentación de nuevos proyectos. 202 CAPÍTULO II MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO 1. INTRODUCCIÓN Como es habitual, el Capítulo II de esta Memoria se dedica a analizar los distintos aspectos del panorama socio-económico más directamente vinculados con el empleo y las relaciones laborales. Su primer cometido es ofrecer un panorama general del empleo, donde se recogerán las grandes cifras de la ocupación, la actividad y el paro, así como el desarrollo de sus principales dimensiones: personal, sectorial, profesional y territorial. De acuerdo con la Encuesta de Población Activa (EPA), en 1997 trabajaron, en media, 368.500 personas más que el año anterior, lo que supone un crecimiento de la ocupación del 3 por 100. Es en los asalariados donde se puede apreciar dicho incremento: en media anual, 425.000 más que en 1996 (de los que 300.000 lo hicieron con contrato indefinido, y 120.000 con contrato temporal). No obstante, el sector público perdió casi 16.000 indefinidos y aumentó el número de temporales en más de 31.000. Por su parte, durante 1997 se ha duplicado con creces la utilización de las empresas de trabajo temporal como forma de reclutamiento de trabajadores temporales, lo que ha supuesto que alrededor del 14 por 100 de la contratación temporal se haya realizado a través de este tipo de empresas. La tasa de paro es aún casi del 21 por 100, lo que supone una diferencia de 10,5 puntos porcentuales con la tasa de paro armoni205 MEMORIA 1997 zada en el conjunto de la Unión Europea (UE). El paro afectó en 1997 a 183.600 personas menos, expresando una tendencia que se mantuvo además a lo largo de los distintos trimestres del año. Conviene reparar en que más de la mitad de los desempleados son mujeres. Y la tasa de desempleo juvenil de los menores de 30 años es superior al 33 por 100. Junto a esa descripción, también se ha intentado dejar constancia de los factores que pueden contribuir a explicar y ponderar tales cifras. El menor ritmo de incorporación de personas a la población activa en 1997 (que creció un 1,2 por 100, cuando en 1996 había aumentado un 2 por 100), y la relativa igualdad del aumento del empleo respecto del año 1996, a pesar de haberse registrado un mayor crecimiento económico son, sin duda, elementos a considerar en tal explicación. Cabe destacar, como novedad en este capítulo, la incorporación de un panorama territorial más detallado, que ofrece una imagen de la diversidad con la que el empleo y el paro inciden en las Comunidades Autónomas (CCAA). Ello no sólo resulta imprescindible para poder evaluar el grado de cohesión social entre las Comunidades, sino que también sirve como punto de referencia para la comprensión de los distintos factores que explican el funcionamiento del mercado de trabajo. Las diferencias territoriales son notables en aspectos tales como las tasas de actividad, el volumen de empleo, las tasas de desempleo, o incluso en la cifra de contratación temporal. En concreto, las tasas de actividad más alta y más baja se corresponden con Cataluña y Asturias, con una diferencia de 10 puntos porcentuales. La tasa de empleo varía desde casi un 48 por 100 en Baleares a un 33 por 100 en Extremadura, y las tasas de paro van desde el 31 por 100 de Andalucía al 11 por 100 de Navarra. Ahora bien, el propósito de todas estas cifras no se limita a una mera descripción estadística de estas diferencias. Se intenta, al menos, esbozar los factores que pudieran explicarlos y, en suma, evaluar si realmente van acortándose o, por el contrario, se mantienen. En definitiva, puede constatarse que las diferencias entre las Comunidades Autónomas son más que relevantes, hasta el punto de preguntarse si no habría que tratar el “mercado de trabajo” 206 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO español como una suma de segmentos territoriales mejor que como un todo. Finalmente, el panorama general del año se cierra con una referencia al análisis de la estabilidad del empleo en el mercado laboral español. Poca duda hay de que el gran concepto que ha protagonizado la propia concertación social a lo largo del año 1997, y que ha venido a constituir un nuevo eje de la política asumida en la materia, ha sido el de introducir mayores dosis de estabilidad en el empleo. Ha parecido oportuno, por ello, ofrecer una aproximación a dicho concepto y a los de segmentación y rotación en el empleo, así como aportar algunos de los principales indicadores de que se dispone para evaluar el grado de estabilidad que presentan las relaciones laborales. Por la misma razón se estudian también varias características de la temporalidad y con su grado de vinculación factores tales como la edad, la cualificación profesional, el sexo, o la contratación a tiempo parcial. Ello supone, en definitiva, fijar unas bases para elaborar un diagnóstico del mercado laboral español. Tres años después de la aprobación de la amplia reforma de la legislación laboral de 1994, aprobada por Ley sin el consenso de los interlocutores sociales, el año 1997 ha ofrecido, por la vía del diálogo social, alternativas a las principales disfunciones del mercado de trabajo en los dos terrenos en los que el sistema de relaciones laborales es determinante para su funcionamiento: la contratación —entradas y salidas del mercado de trabajo— y la negociación de las condiciones de trabajo. Todos los sectores afectados han coincidido en la importancia de los Acuerdos para la Estabilidad del Empleo, la Negociación Colectiva y la Cobertura de Vacíos, firmados en la sede del Consejo el 28 de abril de 1997. El Acuerdo Interconfederal para la Estabilidad del Empleo (AIEE) reorienta el fomento del empleo hacia la contratación más estable, intentando corregir la excesiva temporalidad en la contratación y sus consecuencias más negativas sobre el conjunto del sistema de relaciones laborales. En cuanto a sus primeros resultados, ya se aprecia el mayor crecimiento de los asalariados con contrato indefinido en 1997, en especial durante los dos últimos trimestres del año. No obstante, su efecto sobre la tasa de temporalidad ha 207 MEMORIA 1997 sido reducido, aspecto que también se tratará de acotar, ya que probablemente el tiempo transcurrido es demasiado breve para ensayar valoraciones definitivas. Junto con el Acuerdo Interconfederal para la Solución Extrajudicial de Conflictos de 1996, el Acuerdo sobre Negociación Colectiva puede ser el instrumento de configuración de un nuevo sistema que contribuya eficazmente a racionalizar su actual estructura, evitando la atomización e impulsando la articulación entre los distintos ámbitos negociales. El Acuerdo Interconfederal de Cobertura de Vacíos pretende culminar el proceso de derogación y sustitución de Ordenanzas Laborales y Reglamentaciones de Trabajo, que dota de amparo negocial a los 800.000 trabajadores, englobados en 23 sectores o subsectores de actividad, que habían perdido el importante marco regulador que ofrecían las normas laborales derogadas. Las políticas activas de empleo, por su parte, han cobrado especial relevancia a lo largo del año 1997, tanto en la Unión Europea como en España. La aprobación del Tratado de Amsterdam, que incluye un nuevo Título sobre empleo, la celebración del Consejo extraordinario sobre el empleo en Luxemburgo, y sus conclusiones, han revitalizado unas políticas destinadas a fortalecer el funcionamiento del mercado de trabajo y a conseguir una reducción de las tasas de desempleo. Como resultado del Consejo de Luxemburgo, se aprobaron unas directrices comunes para el empleo, que son los ejes generales de las medidas a tomar para reducir el desempleo en los Planes Plurianuales de Empleo de los distintos Estados miembros de la Unión Europea. Tales planes proponen, como primera medida, la mejora de la capacidad de inserción profesional para combatir el desempleo juvenil y de larga duración, a través de planes preventivos, acuerdo entre los interlocutores sociales y la sustitución de medidas pasivas por medidas activas de empleo. En España, las políticas activas de empleo se encuentran en pleno proceso de definición y reorientación, siendo unánime la necesidad de hacer esfuerzos mayores para situarse en los niveles 208 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO del resto de los países de la Unión. El Programa Plurianual de Empleo del Reino de España de 1997 se aprobó en septiembre para contribuir a la creación y mantenimiento del empleo, pero no llegó a hacerse operativo debido a los cambios en la estrategia para el empleo de la Unión Europea, que se modificaron en noviembre como resultado del Consejo de Luxemburgo. El nuevo Programa deberá ajustarse a las directrices comunes definidas en ese Consejo, y presentarse en la Cumbre de Cardiff en junio de 1998. También en el análisis de estas políticas en España se ha tenido especial cuidado de evidenciar su perspectiva territorial, dando así atención a un aspecto que forma parte del debate actual pero que, sin embargo, no suele ser objeto de suficiente consideración. En materia de formación profesional el año ha sido muy activo. Se ha aprobado el nuevo Programa Nacional de Formación Profesional, 1998-2002, cuyos objetivos básicos son crear empleo estable, facilitar el acceso al primer empleo, formar a los trabajadores y mejorar la calidad laboral dentro del concepto de unidad de mercado en el contexto del Estado de las Autonomías. En cuanto a las distintas ramas de la formación profesional, su desarrollo ha sido desigual. La formación continua, destinada a los trabajadores ocupados, ha proseguido su expansión. La renovación de los acuerdos relacionados con la formación, desde 1997 hasta finales del año 2000, supone la continuidad del consenso entre los interlocutores sociales y de la percepción de la importancia de la formación para la competitividad y la promoción profesional. La formación ocupacional, destinada a desempleados, se ha ocupado especialmente de los más jóvenes; la proporción de formados mayores de 30 años ha sido reducida, cuando es precisamente en este grupo donde se debería fortalecer al tener los niveles educativos más bajos. Finalmente, la formación reglada, destinada a los alumnos del sistema educativo, no ha tenido buenos resultados en el mercado de trabajo, lo que puede ser una de las razones del reducido número de jóvenes que siguen estos estudios. Pero esta situación se encuentra en una etapa de innovaciones destinadas a mejorarla y aproximarla al mundo productivo. También este capítulo hace un especial seguimiento de las cifras de las prestaciones por desempleo. En 1997 vuelve a descender el número de personas que percibieron prestaciones económicas por desempleo en 209 MEMORIA 1997 los dos niveles de protección, contributivo y asistencial, confirmándose una tendencia que se viene registrando desde 1993. En consecuencia, también desciende el gasto y la tasa de cobertura se sitúa en el 49,5 por 100, es decir, que de los aproximadamente dos millones de parados, menos de la mitad percibieron prestaciones. Desde 1993 la tasa de cobertura del desempleo ha bajado casi 18 puntos. En cuanto al seguimiento de la negociación colectiva durante 1997, se comprueba, como ya ocurrió en el año anterior, el importante grado de fluidez con que se ha desarrollado, que ha tenido su reflejo inmediato en la caída de las cifras de conflictividad por tal motivo. Los incrementos salariales pactados en la negociación han significado una ganancia de poder adquisitivo, al situarse su promedio un punto por encima de la tasa interanual de inflación del año. Por su parte, la jornada laboral pactada no ha tenido una alteración significativa, manteniéndose, en su cómputo anual, en cifras muy similares a las de 1996. La revisión de los contenidos de la negociación colectiva, en lo que hace referencia a diversas condiciones de trabajo y empleo, es asimismo objeto de comentario, aunque en aquellos aspectos que responden al contenido material de los Acuerdos Interconfederales de 1997, los datos que se proporcionan son todavía limitados dada su escasa vigencia temporal. La seguridad y salud en el trabajo también tiene su necesario reflejo en las páginas que siguen. El fuerte aumento de la siniestralidad durante 1997 obliga a tomar con reservas la favorable impresión de conjunto que podría derivarse de la observación del panorama general del empleo y la contratación en el año. El total de accidentes de trabajo con baja se ha incrementado casi un 10 por 100, manteniéndose, como en años anteriores, la tendencia al incremento de los accidentes leves y a la disminución de los graves. No obstante, lo más preocupante es que, rompiendo la positiva trayectoria descendente registrada desde 1989, los accidentes mortales en jornada de trabajo crecen de forma importante en 1997, volviendo a superar con creces los mil fallecimientos, lo que implica un incremento del 9 por 100. Este empeoramiento no obedece solamente al 210 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO crecimiento de la actividad económica vivido en 1997, aunque la consiguiente intensificación del ritmo de funcionamiento de las empresas sea un factor de por sí generador de mayores riesgos en el trabajo. Las únicas perspectivas de solución en este campo siguen apuntando a la todavía insuficiente difusión e implantación efectiva de la cultura promovida por la Ley de Prevención de Riesgos Laborales de 1995 —lo que requiere mejorar la formación preventiva y la participación de trabajadores y empresarios—, así como a la necesidad de que arranquen definitivamente los instrumentos previstos por aquélla, comenzando por los servicios de prevención en las empresas. En efecto, la puesta en marcha de la Ley ha seguido pendiente de otras disposiciones a las que se vinculó la entrada en vigor de aspectos sustanciales de la misma, con lo que el nuevo modelo de prevención de riesgos laborales que se quiso instaurar en las empresas apenas ha podido comenzar a instaurarse en la práctica, pese al complejo marco normativo de que se ha ido dotando. El capítulo concluye con un apartado relativo a la conflictividad laboral, en donde se analizan, principalmente, los datos relativos a huelgas y conflictos colectivos, dada la mayor importancia que revisten en el desarrollo de las relaciones laborales. En términos globales, las cifras correspondientes a las principales variables no presentan oscilaciones muy acusadas en relación con años anteriores. En general, se observa una tendencia a la disminución de los conflictos colectivos, que afecta sobre todo a las huelgas, aunque se mantiene prácticamente idéntica la cifra de jornadas no trabajadas. La disminución afecta también, aunque en menor medida, a los conflictos planteados ante instancias administrativas de conciliación y mediación. La fluida, en general, negociación de los convenios colectivos dio lugar en 1997 a un menor número de huelgas, lo que parece guardar cierta sintonía con el clima de diálogo y entendimiento mantenido por las organizaciones representativas de empresarios y trabajadores a lo largo del año. Estos resultados deben contemplarse en paralelo al inicio, en unos casos, y la expansión, en otros, de los sistemas de solución 211 MEMORIA 1997 autónoma de conflictos operativos en el ámbito de las diferentes Comunidades Autónomas. La progresiva generalización de sistemas autonómicos de solución de conflictos a lo largo de 1997 es, precisamente, otro de los datos más relevantes y significativos de este año, y ello por los más que posibles efectos beneficiosos que el recurso sistemático a estas vías tendrá a medio plazo en el desarrollo de las relaciones laborales en su conjunto. 2. PANORAMA GENERAL DEL EMPLEO 1997 es el tercer año consecutivo en el que ha crecido el empleo en España, y el primero en el que puede hablarse de una reducción del paro no sólo en número de desempleados, sino también atendiendo a la proporción de éstos en la población activa, esto es, a la tasa de paro, que disminuyó casi un punto. El aumento del empleo ha sido prácticamente igual al de 1996, lo que ha llevado a cuestionar, comparando ambos crecimientos con las cifras de incremento del PIB en estos dos años, la bondad de ese resultado. No obstante, hay que recordar que sobre el volumen de ocupados en estos ejercicios gravita el proceso de renovación de las secciones muestrales de la EPA: como es sabido, este proceso se desarrolló entre el primer trimestre de 1995 y el segundo de 1996. El efecto de este proceso en cada periodo, difícilmente cuantificable de forma exacta, ha venido repercutiendo en las comparaciones interanuales sobre distintos trimestres de la EPA hasta el tercero de 1997, siendo éste el primero en el que el término de comparación interanual (o sea, el tercer trimestre de 1996) era ya completamente homogéneo, al haber concluido la renovación de las secciones muestrales en el segundo trimestre de 1996. Por tanto, en las comparaciones de los promedios anuales1 de 1997 con los del año anterior, también hay una distorsión estadística. Esta circunstancia, que en 1996 se aducía para atemperar —reduciendo el incremento— la cantidad de empleo creado en ese año, no puede pasarse por alto en el siguiente para concluir que los resultados del binomio crecimiento económico-empleo de 1997 son peores que los de 1996. 1 Podría adoptarse el cuarto trimestre como referencia, pero además de que parece menos correcto hablar del empleo al final del año que en el conjunto del año, esto no resuelve el problema de comparar la evolución de 1997 con la de los años anteriores. 212 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO Además de esas grandes cifras y sus dimensiones personal, sectorial, territorial y profesional, el panorama general del empleo en 1997 ha de prestar atención también a los primeros resultados que haya podido tener el Acuerdo para la Estabilidad en el Empleo (AIEE). Aunque éstos se estudiarán con más detalle en el apartado II-3, puede avanzarse aquí el mayor crecimiento de los asalariados con contrato indefinido en 1997, en especial durante los dos últimos trimestres del año. Su efecto sobre la tasa de temporalidad ha sido, no obstante, reducido, aspecto que se tratará de acotar en estas páginas. De igual modo, ha parecido oportuno introducir un epígrafe específico para abordar la estabilidad en el empleo, objeto central del AIEE. 2.1. EVOLUCIÓN Y TENDENCIAS DE LA OCUPACIÓN, LA ACTIVIDAD Y EL PARO De acuerdo con la Encuesta de Población Activa (EPA), en 1997 trabajaron, en media, 368.500 personas más que el año anterior, lo que supone un crecimiento de la ocupación del 3 por 100. Sumado a los obtenidos en 1995 y en 1996, este nuevo incremento enjuga con creces las pérdidas de empleo que sufrió la economía española durante la última crisis, entre 1992 y 1994 (cuadro II-1). CUADRO II-1 EVOLUCIÓN DEL EMPLEO EN ESPAÑA, 1992-1997 (Número medio y variación anual de ocupados, miles de personas) Periodo Ocupados Variación anual 1992 12.366,3 –243,2 1993 11.837,6 –528,7 1994 11.730,1 –107,4 Variación 1992-1994 –979,3 1995 12.041,9 311,8 1996 12.396,0 354,1 1997 12.764,6 368,5 Variación 1995-1997 1.034,4 Fuente: INE, Encuesta de Población Activa. 213 MEMORIA 1997 GRÁFICO II-1 EVOLUCIÓN DEL EMPLEO EN ESPAÑA, 1995-1997 (Miles de personas, escala derecha, y porcentajes de variación interanual, escala izquierda; trimestres) 4 13.000 12.800 12.600 3 12.400 12.200 2 12.000 11.800 miles 11.600 1 % var. interanual 11.400 4.° t-97 3.er t-97 2.° t-97 1.er t-97 4.° t-96 3.er t-96 2.° t-96 1.er t-96 4.° t-95 3.er t-95 2.° t-95 1.er t-95 11.200 0 11.000 Fuente: INE, Encuesta de Población Activa. Los resultados del empleo en el tercer trimestre del año, que presentaban un interés especial al ser los primeros en los que no cabría atribuir parte del incremento interanual a ningún efecto estadístico, mostraron un descenso apreciable en la tasa de crecimiento, pero en el cuarto trimestre ésta ha vuelto a remontar (gráfico II-1). Así, aunque sea aún difícil precisar la tendencia para los próximos periodos, hay una buena perspectiva para la creación de empleo siempre que, entre otros factores, se mantenga la fortaleza del crecimiento económico. El paro español, a más de 10 puntos del europeo El paro, por su parte, afectó en 1997 a 183.600 personas menos, lo que supone una considerable reducción (más de un 5 por 100) del número de desempleados, tendencia que se mantuvo además a lo largo de los distintos trimestres del año (gráfico II-2). El menor ritmo de incorporación de personas a la población activa en 1997 (que creció un 1,2 por 100, cuando en 1996 había aumentado un 2 por 100) explica el mejor resultado en términos de 214 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO GRÁFICO II-2 EVOLUCIÓN DEL PARO EN ESPAÑA, 1994-1997 (Miles de personas, escala derecha, y porcentajes de variación interanual, escala izquierda; trimestres) 1 4.000 0 3.900 miles 3.800 % var. interanual –1 3.700 –2 3.600 –3 3.500 –4 3.400 3.300 –5 3.200 –6 4.° t-97 3.er t-97 2.° t-97 1.er t-97 4.° t-96 3.er t-96 2.° t-96 1.er t-96 4.° t-95 3.er t-95 2.° t-95 1.er t-95 –7 3.100 3.000 Fuente: INE, Encuesta de Población Activa. descenso del paro. Hay que subrayar, no obstante, que la tasa de paro es aún casi del 21 por 100. De acuerdo con Eurostat, la diferencia entre la tasa de paro armonizada, en diciembre de 1997, entre España y el conjunto de la Unión Europea era de 10,5 puntos porcentuales; asimismo, las distancias respecto a Finlandia y Francia, los siguientes dos países de la Unión con mayor desempleo, todavía eran superiores a 8 puntos. También hay que recordar que se requerirían al menos cinco años consecutivos de esta combinación (aumentos anuales de la población activa en torno al 1 por 100 y crecimientos anuales del empleo del orden del 3 por 100) para llevar la tasa de paro al 15 por 100, y diez años para situarla en un 10 por 100. Si los crecimientos anuales del empleo fuesen inferiores a 200.000 personas, la tasa de paro en cinco y en diez años seguiría muy cerca del 20 por 100. La duración e intensidad de la actual fase expansiva del ciclo económico es por tanto condición necesaria, aunque no suficiente, para aliviar de forma sustancial el problema del paro en España. Diez años para alcanzar la media comunitaria 215 MEMORIA 1997 2.1.1. La industria, motor del crecimiento del empleo La mayor parte del nuevo empleo creado en 1997 correspondió lógicamente al sector servicios, al ser, con gran diferencia, el de mayor peso en la estructura sectorial de la ocupación. No obstante, el incremento medio anual, 230.000 personas, del volumen de empleo en este sector fue bastante más bajo que en 1996, en contraste además con el definitivo despegue del empleo industrial (gráfico II-3) y el fuerte crecimiento de la ocupación en el sector de la construcción (3,2 y 5,7 por 100 en media anual, respectivamente, lo que supone 80.000 y casi 70.000 ocupados más en cada uno de ellos). El sector primario, por su parte, se instaló en un más lento declive, con pérdidas de empleo mucho más acusadas en el sector pesquero que en el agrario. GRÁFICO II-3 EVOLUCIÓN DEL EMPLEO EN ESPAÑA POR SECTORES, 1994-1997 (Porcentajes de variación interanual, trimestres) Fuente: INE, Encuesta de Población Activa. 1.er t-97 3.er t-97 1.er t-97 3.er t-97 1.er t-96 3.er t-96 –15 1.er t-96 –15 3.er t-95 –10 1.er t-95 –10 Servicios 3.er t-94 –5 3.er t-97 –5 1.er t-97 0 3.er t-96 0 1.er t-96 5 3.er t-95 5 1.er t-95 10 3.er t-94 10 3.er t-96 15 Construcción 1.er t-94 3.er t-95 –15 1.er t-95 –15 3.er t-94 –10 Industria 1.er t-94 –10 3.er t-97 –5 1.er t-97 –5 3.er t-96 0 1.er t-96 0 3.er t-95 5 1.er t-95 5 3.er t-94 10 1.er t-94 10 15 216 15 Agricultura y pesca 1.er t-94 15 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO En la industria, las tres ramas de metalmecánica (construcción de maquinaria y equipo mecánico, material y equipos eléctricos, electrónicos y ópticos, y fabricación de material de transporte), que sólo representaban una quinta parte del empleo del sector en 1996, explicaron más del 50 por 100 del incremento total de la ocupación entre ese año y 1997 (cuadro II-2). Otras actividades con gran peso en el volumen de empleo de la industria, por el contrario, tuvieron unos crecimientos mucho más moderados, e incluso en otras —como ocurrió en alimentación, bebidas y tabaco— su volumen de ocupación fue menor que el del año anterior. Crecimiento Uno de cada cuatro nuevos empleos en servicios se originó en la rama “Actividades inmobiliarias y de alquiler y servicios empresariales”, lo que supone una proporción mucho mayor que la que tienen estas actividades en el total de ocupados del sector, de forma que puede hablarse de un extraordinario dinamismo en su comportamiento. En contraste con ellas, las actividades de servicios personales crecieron mucho menos que la media, y el servicio doméstico retrocedió más de un 5 por 100. La industria tiró industrial concentrado de los servicios empresariales Cabe relacionar ese fuerte dinamismo, al menos por lo que respecta a los servicios empresariales, con el “tirón” de su demanda, que habría provocado la mayor actividad industrial. La rama de transportes y comunicaciones, muy relacionada también con la marcha de la industria, tuvo un comportamiento mucho más flojo, pero en el origen de esta relativa atonía se encuentran los malos resultados del transporte marítimo, y algunas actividades anejas al transporte (como las de agencias de viajes), que han contrarrestado el crecimiento del empleo en el transporte terrestre y aéreo. El contrapunto de esa buena evolución del empleo en la industria y los servicios estriba en el preocupante comportamiento de la construcción. A pesar de su alto resultado en media anual, no puede desatenderse la trayectoria descendente que siguió a lo largo del año, a cuyo cierre el crecimiento del empleo fue mucho menor, del orden del 1 por 100. Si se compara el resultado del cuarto trimestre de 1997 con los correspondientes a los mismos periodos de los tres años anteriores, cabría albergar la sospecha de un cambio de trayectoria en el sector que, dado su Preocupante comportamiento de la construcción 217 MEMORIA 1997 CUADRO II-2 OCUPACIÓN POR SECTORES Y RAMAS DE ACTIVIDAD, 1996-1997 (Número y variación, miles de personas y porcentajes, medias anuales) Sectores y ramas 1996 (Miles) 1997 (Miles) Sector Primario Agricultura, ganadería, caza, selvicultura Pesca 1.076,4 1.015,8 60,6 1.067,4 1.011,1 56,3 –9,1 –4,7 –4,3 –0,8 –0,5 –7,1 Sector Industrial Extracción de productos energéticos Extracción de otros productos minerales no energéticos Alimentación, bebidas y tabaco Textil y confección Cuero y calzado Madera y corcho Papel, edición, Artes gráficas y reproducción soportes grabados Coquerías, refino de petróleo, tratamiento combustibles nucleares Industria química Industrias de transformados del caucho y materias plásticas Industrias de otros productos minerales no metálicos Metalurgia y fabricación de productos metálicos Industrias de la construcción de maquinaria y equipo mecánico Industrias de material y equipo eléctrico, electrónico y óptico Fabricación material de transporte Industrias manufactureras diversas Producción y distribución energía eléctrica, gas y agua 2.500,3 40,0 2.580,3 35,8 80,0 –4,2 3,2 –10,4 34,0 378,0 247,1 91,8 78,9 30,8 371,5 255,7 92,5 85,2 –3,2 –6,5 8,6 0,7 6,3 –9,3 –1,7 3,5 0,7 8,0 170,5 179,1 8,5 5,0 12,2 131,4 11,6 133,7 –0,6 2,3 –4,9 1,7 81,4 89,4 8,0 9,8 146,9 297,7 141,2 313,0 –5,7 15,3 –3,9 5,1 162,4 174,3 11,9 7,3 126,8 227,7 183,6 141,9 244,8 197,9 15,1 17,1 14,3 11,9 7,5 7,8 90,3 82,1 –8,2 –9,1 Sector Construcción 1.175,5 1.242,7 67,2 5,7 Sector Servicios Comercio; reparación vehículos y artículos personales y de uso doméstico Hostelería Transporte, almacenamiento y comunicaciones Intermediación financiera Actividades inmobiliarias y de alquiler; servicios empresariales Administración Pública, Defensa y Seguridad Social obligatoria Educación Actividades sanitarias y veterinarias; servicios sociales Otras actividades sociales y de servicios a la comunidad; servicios personales Hogares que emplean personal doméstico Organismos extraterritoriales 7.643,8 7.874,2 230,4 3,0 2.066,5 750,2 737,4 336,3 2.123,8 780,4 753,8 335,5 57,3 30,2 16,4 –0,8 2,8 4,0 2,2 –0,2 737,2 792,4 55,2 7,5 805,6 716,0 822,2 746,4 16,6 30,4 2,1 4,2 678,4 714,4 36,0 5,3 461,4 353,6 1,3 467,9 335,7 1,9 6,5 –18,0 0,6 1,4 –5,1 48,1 Fuente: INE, Encuesta de Población Activa. 218 Var. 96/97 (Miles) (%) MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO carácter de indicador adelantado del ciclo, anunciaría un menor crecimiento del empleo total en los próximos periodos2. 2.1.2. Más empleo asalariado, más estable y a tiempo parcial El aumento del empleo en 1997 se debió exclusivamente al crecimiento del volumen de asalariados, cuya media anual fue superior a la del año anterior en 425.000 personas, como consecuencia tanto del mayor número de las que trabajaron con contrato indefinido (en torno a 300.000 más que en 1996), como del aumento entre quienes se ocuparon con un contrato temporal (casi 120.000 más que el año anterior). En el trabajo por cuenta propia se produjeron descensos muy importantes, excepto en la categoría de empleadores, cuyo número, como ya ocurrió en 1996, creció de forma notable (cuadro II-3). 425.000 asalariados más CUADRO II-3 OCUPADOS POR SITUACIÓN PROFESIONAL, 1996-1997 (Miles de personas y porcentajes de variación sobre el año anterior, medias anuales) Variación 95/96 Variación 96/97 Situación profesional 1996 (Miles) (%) 1997 (Miles) Ocupados por cuenta propia Empleadores Autónomos Miembros de cooperativas Ayudas familiares 3.083,9 632,4 1.908,8 103,7 439,0 16,2 49,2 –4,5 –6,9 –21,6 0,5 8,4 –0,2 –6,2 –4,7 3.028,4 666,1 1.881,8 93,1 387,4 –55,5 33,7 –27,1 –10,5 –51,6 –1,8 5,3 –1,4 –10,2 –11,8 (%) Asalariados Contrato indefinido Contrato temporal No clasificables 9.284,1 6.141,6 3.136,5 6,1 341,4 321,4 19,4 0,6 3,8 5,5 0,6 10,2 9.709,1 6.442,0 3.254,4 12,7 424,9 300,4 117,9 6,7 4,6 4,9 3,8 109,9 Otros 28,0 –3,5 –11,0 27,1 –0,9 –3,2 Total 12.396,0 354,1 2,9 12.764,6 368,5 3,0 Fuente: INE, Encuesta de Población Activa. El contraste de esa trayectoria con los datos de producción en el sector según la Contabilidad Nacional Trimestral es de tal magnitud que hace ambas tendencias prácticamente incompatibles. Pero cabe recordar que las revisiones posteriores de los datos sobre la construcción en esta fuente son habitualmente muy elevadas. Además, sus resultados para 1997 han sido muy discutidos por su divergencia con los de la Encuesta de Coyuntura de la Industria de la Construcción; la tendencia en esta última, más acorde con la que se ha señalado para el empleo, muestra una desaceleración significativa en los dos últimos trimestres del año. 2 219 MEMORIA 1997 En el origen de esta aparente sustitución entre trabajo asalariado y por cuenta propia se encuentran varios factores, que se vienen observando en los últimos años pero que quizá convenga repasar brevemente. Se estaría produciendo, por una parte, un mayor trasvase de empleo desde la categoría de autónomos a la de empleadores, como consecuencia de la mejor situación económica general que, sin duda, contribuye a que las iniciativas empresariales que se emprenden de manera individual tengan, en mayor proporción, éxito, consolidándose como negocio y ampliando su actividad, de forma que es más frecuente la contratación de algún asalariado. Retroceso de las ayudas familiares Por otra parte, el continuo descenso de las ayudas familiares podría responder también a esta mejora de la economía, pero sobre todo a dos factores de cambio estructural en el empleo español: la progresiva pérdida de peso de las actividades agrarias (donde se concentraba la mayor parte de las ayudas familiares) y el fuerte aumento, en paralelo al que experimenta su número, de la cualificación de la mano de obra femenina, que habría ampliado sus oportunidades de trabajo mucho más allá de su tradicional carácter de complemento a una actividad por cuenta propia en el seno de la unidad familiar: en 1977, las casi 700.000 mujeres que trabajaban como ayudas familiares representaban una quinta parte del total de empleo femenino; en 1997 esa cifra se ha reducido a menos de 240.000, y no supone sino el 5 por 100 del volumen total de ocupadas. Aunque el aumento del empleo asalariado de carácter indefinido en 1997 ha sido superior al del empleo temporal, la diferencia con respecto a 1996 es muy notable. Entonces casi podía afirmarse que sólo había crecido —y mucho— el indefinido, mientras que ahora las tasas de crecimiento de ambos difieren en apenas un punto porcentual. Además este acortamiento de distancias se ha producido no sólo por un mayor empuje del empleo temporal, sino también por un ritmo menos fuerte en el aumento del empleo indefinido. Al final del año se redujo la temporalidad 220 Como consecuencia de ello, la tasa de temporalidad media para 1997 es sólo dos décimas inferior a la de 1996 (33,6 y 33,8 por 100 respectivamente). El panorama cambia bastante si se atiende a la evolución de esa tasa a lo largo de 1997, ya que en un sólo trimestre, entre el tercero y el cuarto del año, la proporción de temporales MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO en el total de asalariados se redujo en 0,6 puntos porcentuales. De igual forma, si se compara la que se alcanzó en el cuarto trimestre de 1997 con las correspondientes a los mismos periodos de los últimos años (gráfico II-4), parece claro que se mantiene una buena trayectoria descendente en la temporalidad que, por otra parte, también en este año se ha originado por un crecimiento más fuerte del empleo indefinido y no —como ocurrió en 1992 y en 1993— porque descendiera menos que el empleo temporal. El paradójico comportamiento del empleo público (cuadro II-4) es otro factor muy importante en esa tendencia menos acusada de la reducción de la temporalidad en 1997. Entre este año y 1996 el Sector público perdió casi 16.000 asalariados con contrato indefinido (lo que supone un descenso cercano al 1 por 100) y aumentó su número de temporales en más de 31.000 (lo que se tradujo en un incremento cercano al 9 por 100). Este aumento, mucho mayor que el que registró el sector privado (un 2,4 por 100), parece poco Aumentan los temporales en el sector público GRÁFICO II-4 EVOLUCIÓN DE LA TEMPORALIDAD, 1991-1997 (Porcentaje de temporales sobre el total de asalariados, cuartos trimestres) 35,00 34,75 34,50 34,25 34,00 33,75 33,50 33,25 33,00 32,75 4.° t-97 4.° t-96 4.° t-95 4.° t-94 4.° t-93 4.° t-92 4.° t-91 32,50 Fuente: INE, Encuesta de Población Activa. 221 MEMORIA 1997 CUADRO II-4 ASALARIADOS POR TIPO DE CONTRATO Y SECTOR INSTITUCIONAL, 1995-1997 (Miles de personas y variaciones interanuales en miles y en porcentajes, cuartos trimestres) Sector Institucional 1995 Sector Privado Total asalariados indefinidos temporales Tasa de temporalidad 6.894,5 4.102,4 2.787,1 40,4 Sector Público Total asalariados indefinidos temporales Tasa de temporalidad 2.133,8 1.803,9 328,3 15,4 Variación 94/95 Variación 95/96 (Miles) (%) 1996 (Miles) (%) 237,6 122,7 115,1 Variación 96/97 1997 (Miles) (%) 3,6 3,1 4,3 7.210,3 315,8 4.378,1 275,1 2.826,3 39,2 39,2 4,6 6,7 1,4 7.625,8 4.718,6 2.894,9 38,0 415,5 340,5 68,6 5,8 7,8 2,4 85,3 4,2 89,0 5,2 –4,7 –1,4 2.244,4 110,6 1.891,8 87,9 352,0 23,7 15,7 5,2 4,9 7,2 2.261,2 1.876,2 383,4 17,0 16,8 0,7 –15,6 –0,8 31,4 8,9 Fuente: INE, Encuesta de Población Activa. consistente con el objetivo de promover la estabilidad en el empleo. En todo caso, es indudable que el retroceso de la temporalidad fue menos intenso en 19973 ya que, atendiendo a esta división institucional, la tasa de temporalidad en el sector privado descendió 1,2 puntos entre 1995 y 1996 y 0,8 puntos entre 1997 y ese último año. Siete meses son pocos para valorar el descenso de la temporalidad Podría pensarse entonces que el AIEE no ha tenido, al menos por ahora, un efecto sustancial sobre la estabilidad laboral, pero hay que establecer dos cautelas básicas a la hora de valorar ese acuerdo. En primer lugar, parece más que prematuro fiar su valoración a un plazo tan corto ya que, en definitiva, sólo pudo operar desde mediados de año. En segundo lugar, los criterios de valoración deberían centrarse en el crecimiento del empleo indefinido 3 Podría hacerse otra salvedad, el efecto estadístico en la comparación entre los cuartos trimestres de 1995 y 1996, que ya no rige al comparar los cuartos trimestres de 1996 y 1997. Pero habría que suponer que ese efecto fue mayor sobre el empleo indefinido que sobre el temporal. Si afloró más empleo indefinido, la menor intensidad de ese retroceso en 1997 sería más pequeña que la que arroja la lectura inmediata de las tasas de variación. 222 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO antes que en la reducción de la tasa de temporalidad, pero no sólo en estudios —como el que nos ocupa— de carácter general sobre el empleo, sino también en los más específicos sobre el acuerdo. Esta segunda cautela es evidente, puesto que atender en primer lugar a la tasa de temporalidad podría llevar —por reducción al absurdo— a preferir situaciones del empleo como la de 1993 sólo porque la proporción de temporales se redujo mucho, si bien se debió a que a costa de que la pérdida en éstos fuese mayor en cien mil efectivos que la pérdida en los indefinidos. La distribución del número de asalariados temporales según la duración de sus contratos (cuadro II-5) también puede ilustrar esa necesidad de asentar los criterios para valorar el AIEE. En los cuatro últimos años el crecimiento se ha centrado en duraciones relativamente cortas, mientras que se redujeron las más largas, y la estructura de las duraciones ha acentuado su sesgo hacia las más cortas. Aunque esto no sea sino una aproximación (pues no puede inferirse el tiempo que se ha ocupado y el que se va a ocupar el puesto de trabajo), parece difícil suponer que esta trayectoria se va a modificar y que además se van a sustituir asalariados con contratos CUADRO II-5 ASALARIADOS CON CONTRATO TEMPORAL POR DURACIÓN DEL CONTRATO, 1994-1997 (Miles de personas y porcentajes sobre el total de duraciones, cuartos trimestres) 1994 Duración del contrato Miles Total 3.005,1 De 1 día De 2 días a menos de 1 mes De 1 a 3 meses De 4 a 6 meses De 7 a 11 meses De 1 año a menos de 2 De 2 años a menos de 3 De 3 años o más 16,9 106,3 463,2 982,0 109,8 975,2 86,8 264,9 1995 % % s/total Miles s/total Miles 3.115,3 3.178,3 0,6 3,5 15,4 32,7 3,7 32,5 2,9 8,8 8,2 112,8 507,7 1.086,9 138,2 875,8 127,8 257,9 0,3 3,6 16,3 34,9 4,4 28,1 4,1 8,3 1996 12,9 110,4 575,1 1.132,1 151,9 807,2 147,2 241,4 1997 % s/total % Miles s/total 3.278,3 0,4 3,5 18,1 35,6 4,8 25,4 4,6 7,6 12,4 0,4 158,5 4,8 648,5 19,8 1.152,6 35,2 187,0 5,7 725,3 22,1 143,2 4,4 250,8 7,7 Fuente: INE, Encuesta de Población Activa. 223 MEMORIA 1997 de plazos cortos por otros con contratos indefinidos, entre otras cosas porque a una porción importante de ellos puede que sólo se los necesite para ese breve plazo. Es también poco realista, por tanto, pensar que se va a reducir sustancialmente, en el corto plazo, el empleo temporal a través de medidas e incentivos como los que recoge el AIEE y su traducción legal posterior. Si el acuerdo supone ante todo un cambio de modelo, se requerirá tiempo para apreciar todo su potencial, para lograr la nueva “cultura” laboral que pretende implantar. No hay que olvidar, además, que el número de nuevos contratos indefinidos en 1997 dobla al de los que se registraron en 1996. Así, al atender a las entradas de indefinidos al volumen total de empleo (que es lo que aproxima este dato), puede afirmarse una buena tendencia para el trabajo estable en los próximos periodos. Por otra parte, la pérdida de empleo público de carácter indefinido podría justificarse, al menos en cierta medida, por la reducción del número de ocupados en el sector público empresarial como consecuencia, entre otras, del proceso de privatizaciones. De hecho, en los últimos años éste ha reducido su volumen de empleo mientras lo han aumentado las distintas Administraciones, particularmente la Seguridad Social y las Comunidades Autónomas (gráfico II-5). En la misma medida en que cupiese tal explicación, parte del mayor ritmo de aumento del empleo indefinido en el sector privado se debería sólo al trasvase de titularidades, circunstancia que también debería contemplarse, ahora y en el futuro, al valorar el efecto del AIEE sobre la estabilidad en el empleo. Recobra fuerza el tiempo parcial No puede quedar sin mención, en este breve repaso a las características de los empleos, la evolución de los que se ocupan a tiempo parcial. El trabajo a tiempo parcial cada vez cobra más fuerza en el panorama del mercado de trabajo español, no sólo por su peso creciente en el total, sino también por ser uno de los aspectos centrales en el debate social actual sobre reparto del trabajo y creación de empleo. En 1996 se señalaba que el ritmo de aumento de los ocupados con jornada parcial había disminuido de forma considerable, de forma que quizá podría hablarse del final del auge de este tipo de empleo o, lo que es lo mismo, su extraordinario crecimiento anterior podría atribuirse casi en exclusiva a una forma de ajuste defensivo frente a la crisis. 224 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO GRÁFICO II-5 EMPLEO PÚBLICO POR TIPO DE ADMINISTRACIÓN, 1994-1997 (Miles de personas, cuartos trimestres) 700 600 500 400 300 200 100 0 1994 1995 AC SS 1996 CCAA CCLL 1997 EPU AC: Administración Central SS: Seguridad Social. CCAA: Comunidades Autónomas. EPU: Empresas Públicas. Fuente: INE, Encuesta de Población Activa. Sin embargo, a la luz de los resultados de 1997 parece ya claro que habrá que desechar esta exclusividad en la explicación. El empleo a tiempo parcial ha seguido creciendo más deprisa que el de jornada completa, tanto entre los varones como entre las mujeres (gráfico II-6). En la media del año, el número de ocupados a tiempo parcial fue superior en 64.000 personas al de 1996, lo que supone un crecimiento del 6,7 por 100, tres veces más fuerte que el aumento en los ocupados a jornada completa. De esta forma, la tasa de parcialidad volvió a aumentar, situándose ya en un 8 por 100. Como la diferencia entre varones y mujeres que trabajan a tiempo parcial es muy acusada en favor de las segundas, es evidente que casi todos los nuevos efectivos a tiempo parcial fueron femeninos. Pero es que también en términos relativos el crecimiento del El aumento del tiempo parcial fue mayor entre las mujeres 225 MEMORIA 1997 GRÁFICO II-6 EVOLUCIÓN DE LOS OCUPADOS POR TIPO DE JORNADA Y SEXO, 1995-1997 (Porcentajes de variación interanual, trimestres) 25 j. completa VARONES j. parcial 20 15 10 4.° t-97 3.er t-97 2.° t-97 1.er t-97 4.° t-96 3.er t-96 2.° t-96 1.er t-96 4.° t-95 3.er t-95 2.° t-95 0 1.er t-95 5 25 j. completa MUJERES j. parcial 20 15 10 4.° t-97 3.er t-97 2.° t-97 1.er t-97 4.° t-96 3.er t-96 2.° t-96 1.er t-96 4.° t-95 3.er t-95 2.° t-95 0 1.er t-95 5 Fuente: INE, Encuesta de Población Activa. trabajo a tiempo parcial fue mayor para las mujeres (7,1 por 100, frente a un 5,6 por 100 para los varones), de modo que continuó su proceso de feminización. 226 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO Si se atiende a la evolución en 1997 del tiempo parcial sólo entre los asalariados, el panorama general es similar, aunque mucho más acentuado, corroborando así la escasa validez de una única explicación “defensiva”, para el auge de este tipo de jornada durante el periodo 1992-1994, marcado por una fuerte crisis económica. Hay además una diferencia muy significativa en la evolución del tiempo parcial entre los asalariados frente a la que se ha señalado entre el total de ocupados, aunque su repercusión cuantitativa sea reducida: el número de varones asalariados a tiempo parcial creció más, en términos relativos, que el de mujeres (cuadro II-6). Esta circunstancia refuerza aún más la hipótesis de que el dinamismo del trabajo a tiempo parcial no fue sólo una reacción de ajuste, explicación que en buena medida sustentaba su carácter de primordial (cuando no de exclusiva) en el fuerte aumento de los varones ocupados a jornada parcial durante el tiempo que duró esa crisis. Podría indicarse, por tanto, que el aumento del empleo a tiempo parcial en el último quinquenio se originó también, en un grado tanto o más importante, en la concurrencia de otros factores, como la necesidad de acomodar el tiempo de trabajo a sistemas de CUADRO II-6 OCUPADOS Y ASALARIADOS POR TIPO DE JORNADA Y SEXO, 1996-1997 (Miles de personas y porcentajes, medias anuales) 1996 Conceptos Total ocupados Varones Mujeres Ocupados a tiempo parcial Varones Mujeres Total asalariados Varones Mujeres Asalariados a tiempo parcial Varones Mujeres (Miles) 12.396,0 8.068,8 4.327,2 957,6 241,3 716,2 9.284,1 5.939,9 3.344,2 685,8 148,8 537,1 1997 Tasa de parcialidad (Miles) 7,7 3,0 16,6 12.764,6 8.266,9 4.497,7 1.021,6 254,8 766,8 7,4 2,5 16,1 9.709,1 6.154,8 3.554,2 767,2 168,7 598,5 Variación 96/97 Tasa de parcialidad (Miles) (%) 8,0 3,1 17,0 368,6 198,1 170,5 64,0 13,5 50,6 3,0 2,5 3,9 6,7 5,6 7,1 7,9 2,7 16,8 425,0 214,9 210,0 81,4 19,9 61,4 4,6 3,6 6,3 11,9 13,4 11,4 Fuente: INE, Encuesta de Población Activa. 227 MEMORIA 1997 producción y organización de la mano de obra que buscan más eficiencia. 2.1.3. Características personales de los nuevos ocupados Los distintos rasgos evolutivos que se han ido apuntando afectan, obviamente, a las personas, que son el elemento central de este panorama. Pero como no lo hacen de manera uniforme a todas ellas, por múltiples factores de índole social y económica, es imprescindible un mínimo acercamiento a los principales aspectos diferenciales del panorama general ya trazado si se atiende a las dos divisiones que parecen ser más relevantes en el ámbito personal: el sexo y la edad. Crece más el empleo femenino El primero de esos aspectos destacados, continuo en los últimos años, es el mayor dinamismo del empleo femenino que, sin embargo, no termina de traducirse en una mejor evolución, y mucho menos en una mejor posición respecto de los varones, del paro femenino (gráfico II-7). Por lo que hace al empleo, esta diferencia entre ambos sexos ha sido ligeramente menos acusada en 1997 que en el año anterior. De los 368.600 ocupados más que se recogieron en la media del año, casi la mitad fueron mujeres, proporción que sigue siendo, como en 1996, mucho mayor que la que éstas suponían en el total de personas con empleo (algo más de un tercio). En el paro, sin embargo, se ha acentuado aún más la distancia, al haberse producido descensos mucho más rápidos del número de parados entre los varones que entre las mujeres: éstas empezaron el año con tasas de reducción del paro cercanas al 3 por 100, pero lo cerraron con un porcentaje inferior al 2 por 100; ellos, por el contrario, registraron en el primer y segundo trimestre porcentajes de disminución del volumen de desempleados del orden del 7 por 100 y, lejos de moderar la caída en la segunda parte del año, obtuvieron en el último trimestre una tasa de descenso casi del 10 por 100. El 54 por 100 de los parados son mujeres 228 Como consecuencia de estas diferentes trayectorias, el paro femenino, que desde 1994 había alcanzado unos valores absolutos tales que significaban la mitad del total, ha dado un nuevo salto en 1997, aumentando su peso porcentual en más de dos puntos MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO GRÁFICO II-7 EVOLUCIÓN DEL EMPLEO Y EL PARO EN ESPAÑA POR SEXOS, 1996-1997 (Porcentajes de variación interanual, trimestres) 6 OCUPADOS 5 4 3 2 1 0 –1 –2 varones –3 mujeres 3.er t-97 1.er t-97 3.er t-96 1.er t-96 3.er t-95 1.er t-95 3.er t-94 1.er t-94 –4 20 varones 15 PARADOS mujeres 10 5 0 –5 –10 3.er t-97 1.er t-97 3.er t-96 1.er t-96 3.er t-95 1.er t-95 3.er t-94 1.er t-94 –15 Fuente: INE, Encuesta de Población Activa. respecto al de 1996. Mujeres son ya el 54 por 100 de los desempleados. 229 MEMORIA 1997 Y este mayor peso seguirá probablemente acentuándose año a año porque, como se viene explicando también año a año en esta Memoria, el dinamismo del empleo femenino es muy fuerte, pero menor que el que requeriría el intenso cambio estructural en la actividad de las mujeres; mientras, el empleo entre los varones crece menos deprisa, pero como a cambio la población activa masculina retrocede, el número de parados varones desciende más. Podría recordarse ese cambio estructural: en apenas 15 años, entre 1984 y 1997, las mujeres han modificado de forma radical su presencia en el mercado de trabajo. La retirada femenina a partir de los 30 años se ha reducido de tal forma que las tasas de actividad en 1997 son, a partir de esa edad y hasta casi los 50 años, prácticamente el doble de altas que las de 1984. Al mismo tiempo, mujeres que antes no trabajaban se han incorporado al mercado de trabajo, como ilustra el gráfico siguiente (gráfico II-8), donde, al proyectar las tasas de actividad que tenía en 1984 cada grupo de edad femenino a las que tiene diez años después el grupo diez años mayor (que es como seguir a las mismas mujeres), puede verse que las líneas de proyección son claramente ascendentes hasta el grupo actual entre 45 y 49 años. GRÁFICO II-8 TASAS DE ACTIVIDAD DE LAS MUJERES POR GRUPOS DE EDAD, 1984-1997 (Porcentaje de activas sobre el total de mujeres en cada grupo de edad, medias anuales) 100 90 1997 1994 1984 80 70 60 50 40 30 20 Fuente: INE, Encuesta de Población Activa. 230 70 + 65-69 60-64 55-59 50-54 45-49 40-44 35-39 30-34 25-29 20-24 0 16-19 10 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO La distribución por edades y sexos del crecimiento del empleo en 1997 muestra, además, un comportamiento algo menos favorable para las mujeres, a diferencia del que venía siendo habitual en los últimos años. Entonces eran las mujeres en edades centrales quienes más contribuían a explicar el aumento de la ocupación; ahora esa contribución, aunque sigue siendo alta, es menor. En 1997, dos grupos de jóvenes (entre 20 y 29 años) y uno de mayores (entre 50 y 54 años) son los responsables de casi dos terceras partes del incremento total del empleo. Y dentro de ellos, especialmente en los jóvenes, el crecimiento de los varones no sólo es mucho mayor en términos absolutos, sino también más elevado en porcentaje que el de las mujeres (gráfico II-9). El mayor aumento del empleo se dio entre los jóvenes Los descensos del paro en 1997 alcanzaron prácticamente a todos los grupos de edad entre los varones, con la notable excep- GRÁFICO II-9 EVOLUCIÓN DEL EMPLEO POR SEXOS Y GRUPOS DE EDAD, 1996-1997 (Variaciones en miles de personas, escala izquierda, y porcentajes, escala derecha; medias anuales) 60 15 50 10 40 5 30 0 20 10 –5 0 –10 –10 –15 –20 16-19 20-24 25-29 30-34 varones 35-39 mujeres 40-44 45-49 50-54 varones (%) 55-59 60-64 65-69 mujeres (%) Fuente: INE, Encuesta de Población Activa. 231 MEMORIA 1997 ción del grupo entre 35 y 39 años, donde se registró un ligero aumento del número de parados. Entre las mujeres, por el contrario, volvió a crecer en todos los grupos de edad a partir de los cuarenta años. Las mayores reducciones del desempleo se dieron en los jóvenes y fueron más intensas para los varones, salvo en los menores de 20 años, donde los descensos fueron iguales para ambos sexos (gráfico II-10). Esta distribución del mejor comportamiento del paro en 1997 permite contemplar con una perspectiva algo más optimista la situación de los jóvenes, pues con unas tasas de actividad muy similares (incluso algo más altas las de las mujeres), las tasas de paro han sido francamente menores que en el año anterior: la proporción de parados en el total de activos se redujo en 1997 casi cuatro puntos respecto a la de 1996 para el grupo de entre 20 y 24 años y más de tres puntos para el de 25 a 29 años. GRÁFICO II-10 EVOLUCIÓN DEL PARO POR SEXOS Y GRUPOS DE EDAD, 1996-1997 (Variaciones en miles de personas, escala izquierda, y porcentajes, escala derecha; medias anuales) 10 10 5 0 5 –5 –10 0 –15 –20 –5 –25 –30 –10 –35 –40 –45 –15 16-19 20-24 25-29 30-34 varones Fuente: INE, Encuesta de Población Activa. 232 35-39 mujeres 40-44 45-49 varones (%) 50-54 55-59 mujeres (%) 60-64 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO Ello no significa que el desempleo juvenil pueda dejar de ser una preocupación de primer orden pues, como se explicó en la anterior edición de esta Memoria, su volumen y la gravedad de sus posibles consecuencias lo impiden de todo grado. Aunque en 1997 su número se haya reducido en casi 140.000 personas, los jóvenes desempleados menores de 30 años siguen concentrando la mitad del volumen total del paro, cuando el número de activos jóvenes no es ni un tercio del total de activos, y la tasa de desempleo juvenil sigue siendo más del doble que la de los mayores de 30 años (la media para 1997 fue, respectivamente, de un 33,4 y un 15,2 por 100). El paro juvenil sigue siendo más del doble 2.2. EL EMPLEO NO LLEGA POR IGUAL A TODAS LAS REGIONES Aunque el crecimiento del empleo alcanzó a casi todas las Comunidades Autónomas, algunas presentaron aumentos, en términos relativos, mucho mayores. La primera, a gran distancia, fue Murcia, donde se registró un porcentaje elevadísimo de incremento en la ocupación, casi un 12 por 100, pero habría que recordar que en esta Comunidad el empleo apenas había crecido el año anterior, de forma que la recuperación actual puede no haber sido suficiente como para hablar de una situación sustancialmente mejor respecto a otras regiones. Algo similar, aunque más patente, ocurrió en Cantabria, cuyo empleo creció en 1997 más de un 6,5 por 100, pero había descendido los dos años anteriores casi un 4 por 100. En otras cuatro Comunidades (Canarias, Navarra, Castilla-La Mancha y Baleares) también se dieron incrementos superiores al 4 por 100, frente a una media para España del 3 por 100, pero a diferencia de las otras dos citadas, continuando sus buenas trayectorias de crecimiento del empleo que ya se observaron en 1995 —salvo para Castilla-La Mancha— y en 1996. Llama la atención, en el otro extremo, el mal resultado del País Vasco, así como la recaída de la ocupación en Asturias y en Galicia, donde la recuperación no parece haber llegado, pues en los tres últimos años su número de ocupados no sólo no ha crecido, sino que ha seguido bajando (gráfico II-11). El empleo bajó en tres Comunidades Autónomas La reducción del paro en 1997 se observa en todas las Comunidades Autónomas, sin excepciones. Claro que, como se recordará, casi en ningún caso esos descensos pueden atribuirse en exclusiva al buen 233 MEMORIA 1997 GRÁFICO II-11 EVOLUCIÓN DEL EMPLEO EN LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS, 1996-1997 (Porcentajes de variación sobre el año anterior, medias anuales) 9 1996 7 1997 5 3 1 –1 La Rioja País Vasco Navarra Murcia Madrid Galicia Extremadura Comunidad Valenciana Cataluña Castilla y León Castilla-La Mancha Cantabria Canarias Baleares Asturias Aragón –5 Andalucía –3 Fuente: INE, Encuesta de Población Activa. comportamiento del empleo, porque el paro también depende de la evolución de la población activa. Pero hay algunos resultados muy llamativos, sobre todo el del País Vasco, donde a pesar de que se obtuvo, como se acaba de señalar, un menor número de ocupados, también se registró uno menor de parados. El paro bajó en las Comunidades Autónomas más que en 1996 Los descensos del paro en 1997 han sido, en casi todas las Comunidades, mayores que los que se observaron en 1996, sobre todo si se atiende a aquellas tres —Cantabria, Murcia y Madrid— donde todavía en ese año el número de desempleados había seguido creciendo (gráfico II-12). Ahora bien, los niveles generales de empleo y sobre todo las tasas de paro de las distintas Comunidades Autónomas presentan a lo largo de los años una dispersión altísima. En 1997, en Baleares trabajó la mitad de toda su población mayor de 16 años, mientras que en Extremadura, Andalucía y Asturias trabajaron menos de la tercera parte de las personas mayores de esa edad. La tasa de paro 234 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO GRÁFICO II-12 EVOLUCIÓN DEL PARO EN LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS, 1996-1997 (Porcentajes de variación sobre el año anterior, medias anuales) 10 1996 5 1997 0 –5 –10 –15 La Rioja País Vasco Navarra Murcia Madrid Galicia Extremadura Comunidad Valenciana Cataluña Castilla y León Castilla-La Mancha Cantabria Canarias Baleares Asturias Aragón Andalucía –20 Fuente: INE, Encuesta de Población Activa. fue más distinta aún que la de empleo: en un extremo, Andalucía y Extremadura soportaron un volumen de desempleo tal que casi una de cada tres personas en el mercado de trabajo estaba buscando empleo, mientras que en Navarra, en el otro extremo, sólo estaba parada una de cada diez. Merece la pena dedicar un poco más de atención a los factores que subyacen a esas distancias, que hacen muy difícil, cuando se recuerda su magnitud y su persistencia, hablar del mercado de trabajo español como un todo. 2.2.1 Diferencias demográficas, económicas y laborales No sólo esas diferencias que se acaban de señalar para el empleo y el paro, sino en general las de carácter económico, demográfico y social entre las Comunidades Autónomas españolas siguen siendo muy importantes. 235 MEMORIA 1997 En algunos aspectos tan básicos como la renta, parece claro que en los últimos años han tendido a acortarse4. Aunque las regiones más dinámicas han sido las del eje Mediterráneo-Valle del Ebro (Valencia, Cataluña, Navarra, Aragón y La Rioja), así como Madrid y los dos archipiélagos, el nivel de vida, al menos si se aproxima por la renta familiar bruta disponible, ha tendido a una mayor equiparación. En 1996, este indicador no estaba en ninguna Comunidad por debajo del 80 por 100 de la media española y, salvo Baleares y La Rioja, claramente distanciadas, las desviaciones al alza no eran mayores de 10 puntos porcentuales. CUADRO II-7 ESTRUCTURA SECTORIAL DE LOS ACTIVOS EN LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS*, 1980-1997 (Activos del sector en porcentaje del total activos, cuartos trimestres) Agricultura Industria Construcc. Servicios Comunidades Autónomas 1980 1997 1980 1997 1980 1997 1980 1997 Andalucía 24,0 15,0 15,3 10,5 12,2 43,4 52,3 Aragón 20,6 9,1 28,0 24,7 8,4 7,5 40,2 54,0 Asturias 24,2 8,7 27,2 16,6 8,4 11,4 35,1 52,3 Baleares 11,5 2,1 18,1 11,2 11,6 11,0 56,8 73,0 Canarias 16,5 7,0 10,9 7,1 12,6 10,4 55,0 67,1 Cantabria 24,6 8,1 26,4 18,3 7,7 9,5 37,0 53,0 Castilla y León 30,3 11,6 19,3 16,0 9,9 9,7 36,1 52,6 Castilla-La Mancha 30,4 11,8 20,7 17,3 11,7 14,8 33,5 49,1 6,0 3,2 38,1 26,9 9,7 8,5 41,9 53,6 Cataluña C. Valenciana 13,2 5,1 33,9 23,4 8,2 8,7 40,8 54,6 Extremadura 33,9 17,5 10,6 9,0 11,7 13,3 40,4 49,9 Galicia 40,4 17,5 16,4 15,7 10,0 10,6 30,5 47,2 Madrid 1,5 1,2 25,7 16,3 11,1 8,2 55,9 65,4 Murcia 22,7 12,4 22,1 17,3 10,0 8,9 40,7 53,2 Navarra 13,2 8,4 34,2 28,8 9,2 8,2 37,3 50,9 País Vasco 6,6 2,0 41,0 25,6 7,6 7,5 38,5 54,6 Rioja, La 21,3 8,9 36,2 30,0 8,1 9,3 32,0 46,6 * Excepto Ceuta y Melilla. Fuente: INE, Encuesta de Población Activa. 4 236 9,7 Ver Memoria 1996, cap. I-3-3 (págs. 53 y siguientes). MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO También en la estructura productiva se observa un notable acercamiento en los últimos dos decenios. Hasta los primeros años ochenta esa estructura presentaba, en términos de empleo, un alto peso relativo del sector primario en numerosas Comunidades. En las regiones del Mediterráneo el desarrollo económico, con más peso de la industria y los servicios, era mucho mayor, así como en el Centro y en la Cornisa cantábrica, aunque en la actividad industrial de esta última predominaba de forma acusada un número muy reducido de actividades (minería e industria pesada) sobre las que recayó con fuerza el proceso de reconversión industrial de los años ochenta. Una estructura productiva más homogénea Desde entonces se observa en todas partes un proceso de diversificación, con un claro retroceso del sector primario, sobre todo en favor de los servicios (cuadro II-7). Y aunque es perceptible el mayor peso del sector primario en algunas Comunidades, en muy pocas de ellas podría atribuirse a un menor grado de desarrollo económico, sino a la presencia de un modelo de especialización productiva en el que la importancia de la industria agroalimentaria condiciona un mayor volumen de actividad agraria. Pero en muchos otros ámbitos no hay ni homogeneidad ni claros signos de convergencia. Entre ellos podría destacarse en primer lugar el demográfico. Como resultado de los fuertes flujos migratorios interregionales que se produjeron en los años cincuenta y sesenta, la población se concentra en Madrid y en las franjas costeras, en especial la mediterránea. Las cuatro mayores en términos de población son Andalucía, Cataluña, Madrid y la Comunidad Valenciana, y reúnen más de la mitad (el 56 por 100) de toda la población española en 1997 (cuadro II-8). Se observan, además, diferencias notables en la composición por edades. La demografía genera diferencias Los resultados de los mercados de trabajo regionales son particularmente diferentes (cuadro II-9): en 1997, la distancia entre la tasa de actividad más alta y la más baja, que correspondían a Cataluña y Asturias respectivamente, era de diez puntos porcentuales; las tasas de empleo (o porcentajes de ocupados sobre el total de mayores de 16 años) variaban desde el 47,7 por 100 de Baleares hasta el 32,9 por 100 de Extremadura, siendo la general para España del 39,5 por 100; y las tasas de paro presentaban un rango 237 MEMORIA 1997 CUADRO II-8 INDICADORES DEMOGRÁFICOS EN LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS, 1997 (Miles de personas y porcentajes, cuarto trimestre) P> _ 16 años %> _ 65 %16-19 (Miles) % España años años 5.673,5 17,4 17,7 8,6 Aragón 995,5 3,1 23,5 6,7 Asturias 918,3 2,8 22,4 6,0 Comunidades Autónomas Andalucía Baleares 594,5 1,8 19,3 7,4 Canarias 1.265,5 3,9 15,1 9,3 Cantabria 442,5 1,4 21,3 8,2 Castilla y León 2.109,3 6,5 24,1 6,9 Castilla-La Mancha 1.379,8 4,2 23,6 7,8 Cataluña 5.081,4 15,7 21,8 7,2 C. Valenciana 3.234,4 10,0 21,0 7,8 Extremadura 865,4 2,7 22,6 8,0 Galicia 2.305,6 7,1 23,9 7,4 Madrid 4.167,7 12,9 16,8 7,5 Murcia 866,7 2,7 16,5 9,3 Navarra 442,0 1,4 20,9 6,6 País Vasco 1.758,2 5,4 19,3 6,7 Rioja, La 218,3 0,7 25,3 6,0 Ceuta y Melilla 101,7 0,3 13,9 8,8 Fuente: INE, Encuesta de Población Activa. de variación altísimo, casi veinte puntos porcentuales entre la de Andalucía (30,8 por 100) y la de Navarra (10,9 por 100). La mayor o menor actividad podría en parte explicarse por las diferencias regionales en la composición por edades de la población. Aunque la actividad no es por completo ajena a la propia situación del empleo, cabría pensar que una proporción significativamente más alta de población muy mayor o muy joven resultaría en una tasa de actividad menor, al ser más frecuentes los inactivos en esos extremos, sin que ello reflejara una peor situación del mercado laboral. 238 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO CUADRO II-9 INDICADORES DE EMPLEO EN LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS, 1997 (Porcentajes, cuarto trimestre) Comunidades Autónomas Actividad Actividad Empleo Paro (1) mujeres (2) (3) Andalucía 48,6 36,4 33,2 30,8 Aragón 48,1 35,6 42,0 14,8 Asturias 43,9 31,4 34,1 22,0 Baleares 53,8 42,1 47,7 13,4 Canarias 51,7 40,3 41,8 19,3 Cantabria 44,9 34,5 36,4 22,1 Castilla y León 46,1 33,1 37,3 19,9 Castilla-La Mancha 45,6 31,9 37,1 19,9 Cataluña 53,3 41,6 44,0 18,6 C. Valenciana 51,5 39,4 41,0 21,4 Extremadura 45,6 33,2 32,9 30,3 Galicia 48,5 37,4 39,2 19,7 Madrid 52,0 38,8 42,0 19,1 Murcia 49,3 40,3 41,2 20,9 Navarra 49,8 38,8 45,7 10,9 País Vasco 49,1 39,6 40,7 19,5 Rioja, La 47,8 32,1 41,3 12,7 Ceuta y Melilla 51,6 38,9 38,3 28,3 (1): Activos sobre total > _ 16 años. (2): Ocupados sobre total > _ 16 años. (3): Parados sobre total activos. Fuente: INE, Encuesta de Población Activa. De esta forma la actividad, e incluso la tasa de empleo y la de paro, podría ser algo distinta en cada región por esos motivos demográficos. Pero las diferencias observadas son muy acusadas, sin que tales factores puedan explicar sino una pequeña parte de ellas (como ilustran las bajas correlaciones encontradas, que se recogen en el cuadro anexo 1). Sólo la proporción de mayores de 65 años parece guardar cierta relación inversa con la tasa de actividad. 239 MEMORIA 1997 ANEXO 1 RELACIÓN DE LAS TASAS DE ACTIVIDAD, EMPLEO, PARO Y TEMPORALIDAD CON LA COMPOSICIÓN DEMOGRÁFICA Y SECTORIAL DE LA ACTIVIDAD EN LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS, 1997 (Coeficientes de correlación* mayores de 60 por 100. Datos para el cuarto trimestre del año) Relación con: Actividad Empleo % Pob. 16-19 años % Pob. 65 y más Actividad femenina NO (–69,04) (95,47) NO NO (72,88) NO NO NO (–63,29) NO NO NO NO (–61,07) NO NO % Sector Primario % Industria % Construcción % Servicios Paro % Empleo público Temporalidad (70,37) NO NO NO NO NO NO NO * El coeficiente de correlación mide la variación conjunta de dos series de datos, de forma que las variaciones en cada una se explican por las variaciones en la otra, en la misma proporción que arroje el valor numérico del coeficiente. El valor de este coeficiente puede estar, por construcción, entre –1 y +1, donde el signo indica si la relación es inversa o directa. Si es igual a +/–1, la correlación (inversa o directa) será completa y, por tanto, el 100 por 100 de las variaciones de cada serie se explicarán por las habidas en la otra; si es cero, no habrá correlación alguna. Se especifican sólo las posibles relaciones buscadas. Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de la Encuesta de Población Activa. La actividad femenina sí está relacionada con la actividad para ambos sexos. Esta relación no es tan obvia como parece, ni sería tan fácil determinar su sentido causa-efecto, si es que lo tiene: distintos grados de incorporación de las mujeres al mercado de trabajo podrían explicar diferentes tasas de actividad en las Comunidades Autónomas, puesto que esa incorporación depende tanto de factores económicos como de otros de tipo social y cultural que difícilmente podrían considerarse uniformes en todo el territorio. En todo caso, es preciso acudir a variables económicas para encontrar razones más fuertes en el origen de las diferencias que arrojan las tasas de paro y empleo entre las Comunidades Autónomas. Si la dinámica de los sectores productivos no es la misma y cada región presenta cierta especialización relativa en algún sector, lo lógico es que parte de los distintos resultados del mercado de trabajo en las Comunidades Autónomas tenga su explicación en los también distintos resultados que se observan en el empleo para cada sector de actividad. 240 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO En la composición sectorial de la actividad se ha encontrado una ligera correlación negativa entre el peso de la industria y el desempleo, de forma que cuanto mayor es el primero, menor es el segundo. Si se excluyen Baleares y Canarias, cuyo mercado de trabajo parece depender en muchísimo mayor grado de los servicios, esa correlación ya es alta (83 por 100), aunque sin llegar a ser francamente buena. Menos paro en las zonas industriales Asimismo, el peso del sector agrario parece tener cierta relación positiva con la tasa de paro y negativa con la de empleo. Ese peso es alto en Andalucía y Extremadura, pero también en Navarra y La CUADRO II-10 ASALARIADOS, EMPLEO PÚBLICO Y TEMPORALIDAD EN LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS, 1997 (Porcentajes, cuarto trimestre) Asalariados Empleo Temporales (1) Público (2) (3) Comunidades Autónomas Andalucía 77,1 27,1 43,5 Aragón 72,8 21,9 29,2 Asturias 70,2 30,0 24,2 Baleares 77,8 22,0 27,8 Canarias 81,9 25,3 41,3 Cantabria 72,7 24,9 28,9 Castilla y León 67,6 29,7 29,2 Castilla-La Mancha 68,4 27,6 38,7 Cataluña 78,9 15,2 30,5 C. Valenciana 78,8 18,1 40,6 Extremadura 70,9 35,1 32,9 Galicia 64,3 22,6 34,0 Madrid 85,6 25,9 21,3 Murcia 77,9 22,0 42,2 Navarra 72,0 20,6 27,4 País Vasco 78,0 18,6 31,6 Rioja, La 70,1 22,1 31,0 Ceuta y Melilla 79,4 50,6 28,0 (1): Asalariados sobre total ocupados. (2): Asalariados Sector Público sobre total asalariados. (3): Temporales sobre total asalariados. Fuente: INE, Encuesta de Población Activa. 241 MEMORIA 1997 Rioja, que son quienes exhiben los mejores resultados en términos de empleo y paro, y en otras regiones con un comportamiento bastante bueno, como Aragón, Galicia y Murcia. Ahora bien, en las primeras se combina con una proporción relativamente baja de empleo industrial, mientras que en las demás ocurre lo contrario. Como se explicó antes, al valorar el mayor peso del sector primario hay que atender también al desarrollo de la industria alimentaria, que tiene un fuerte arraigo en muchas de estas Comunidades. Valor añadido de la industria alimentaria Otros indicadores del mercado de trabajo, como el peso de los asalariados en el total de ocupados y, dentro de aquéllos, la proporción de temporales, también arrojan diferencias considerables (cuadro II-10). Las tasas de temporalidad, en particular, presentan un comportamiento muy distinto en cada Comunidad. Madrid ostenta la tasa de temporalidad más baja, casi tres puntos por debajo de Asturias, la única que podría considerarse su más inmediata seguidora, pues la distancia con la tercera (Navarra) es ya de seis puntos. Las ramas de actividad dentro de cada sector presentan tasas de temporalidad muy desiguales. Las más bajas, con diferencia, corresponden a Intermediación financiera, Energía y Administración Pública, Defensa y Seguridad Social Obligatoria. Las más altas, también a mucha distancia, son las de Construcción, Agricultura y Hostelería, 49 por 100 (cuadro II-11). Por tanto, una vez descontado el efecto de las distintas composiciones por edad y sexo de las poblaciones asalariadas CUADRO II-11 TASAS DE TEMPORALIDAD POR SECTORES Y RAMAS DE ACTIVIDAD, 1997 (Porcentaje de temporales sobre el total de asalariados en cada sector y rama; cuarto trimestre) Sector/Rama Tasa Sector Primario Agricultura y ganadería Pesca Sector/Rama 56,2 Sector Servicios 58,9 Comercio 29,8 Hostelería Transportes y Comunicac. Sector Industrial 30,7 Intermediación Financiera Industrias extractivas 20,5 Servicios a empresas Industrias manufactureras 31,7 A. pública, defensa y SS Energía 13,2 Educación Sector Construcción 62,1 Fuente: INE, Encuesta de Población Activa. 242 Tasa 31,8 38,1 48,8 25,8 12,2 39,7 13,5 17,9 Sector/Rama Sanidad, serv. sociales Otros s. soc. serv. personales Serv. doméstico Tasa 27,9 37,1 23,7 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO en cada Comunidad, tras una temporalidad más alta debería haber una mayor especialización en algunas actividades de servicios, como la hostelería, y más importancia del empleo agrícola y de la construcción. Por otra parte, de una proporción más alta de empleo público cabría esperar una menor proporción de empleo temporal. Pues bien, al descender a la especialización territorial del empleo asalariado por ramas (cuadro II-12) puede observarse cómo las Comunidades Autónomas que concentran más empleo en las cinco ramas con más temporalidad tienen, lógicamente, una tasa mayor. La temporalidad no siempre está ligada a los sectores CUADRO II-12 ESPECIALIZACIÓN PRODUCTIVA DE LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS Y TASAS DE TEMPORALIDAD,1997 (Tasas de temporalidad en las Comunidades Autónomas y porcentaje de asalariados en las 5 ramas con menos/más temporalidad sobre el total de asalariados en cada Comunidad. Datos del cuarto trimestre) Comunidades Autónomas Temporalidad %5 menos %5 más Andalucía 43,5 26,0 44,6 Aragón 29,2 21,8 31,9 Asturias 24,2 19,6 38,4 Baleares 27,8 19,5 52,5 Canarias 41,3 23,7 52,2 Cantabria 28,9 22,6 32,1 Castilla y León 29,2 26,3 33,4 Castilla-La Mancha 38,7 24,4 40,4 Cataluña 30,5 19,4 32,9 C. Valenciana 40,6 19,9 40,1 Extremadura 32,9 31,0 44,2 Galicia 34,0 22,6 36,9 Madrid 21,3 26,3 35,4 Murcia 42,2 20,0 45,8 Navarra 27,4 20,8 26,3 País Vasco 31,6 22,2 29,3 Rioja, La 31,0 21,0 27,6 Ceuta y Melilla 28,0 45,1 31,9 Fuente: INE, Encuesta de Población Activa (explotación directa de los ficheros anonimizados de la encuesta). 243 MEMORIA 1997 Pero esta relación no es ni mucho menos tan estrecha como cabría suponer, ni funciona como debería, al conjugar las ramas con más temporales y las ramas con menos: Canarias tiene una tasa de temporalidad mucho mayor que la de Baleares, a pesar de que ambas agrupan un volumen de empleo asalariado muy similar (en torno al 52 por 100) en las cinco ramas con mayor proporción de empleo temporal, y a pesar de que en las cinco ramas con menor proporción de este tipo de empleo el porcentaje de especialización de Canarias es más alto que el de Baleares (23,7 y 19,5 respectivamente). Al comparar Castilla y León con Madrid ocurre algo parecido, ya que ambas presentan una especialización similar en las ramas con menos temporales, pero en Madrid, donde la temporalidad es mucho menor, el peso de las ramas con más temporales es más alto que en Castilla y León; y la proporción de empleo público tampoco consigue explicar el porqué de la menor tasa de temporalidad de Madrid. 2.2.2 ¿Se han acortado las diferencias? En síntesis, los principales indicadores del mercado de trabajo exhiben una gran variación regional, y ésta no puede explicarse de forma cabal sin acudir a múltiples factores. Si, como es lógico, los factores económicos tienen una importancia decisiva, los procesos de convergencia en niveles de renta y en composición de las actividades productivas en los últimos veinte años deben haber reducido esa variación. Por otra parte, la posibilidad de la población de desplazarse en busca de territorios con mejores oportunidades de empleo debería haber actuado en el mismo sentido. Habrá que preguntarse si efectivamente así ha sido. Y en caso contrario, habrá que preguntarse por qué no. Una de las formas más simples de acercarse a esa pregunta es observar el comportamiento de las tasas de paro regionales. Por su construcción (proporción de los parados sobre el conjunto de los activos), este indicador acusará menos que la tasa de actividad o la de empleo los efectos de las posibles diferencias demográficas regionales que antes se abordaron. Un “ranking” bastante estable 244 Pues bien, al observar la evolución en un amplio periodo temporal de esas tasas de paro puede comprobarse cómo se mantienen, por una parte, las posiciones de las distintas Comunidades, y cómo las diferencias, por otra parte, no parece claro que se hayan acortado. Para medir MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO esas diferencias se han construido dos indicadores de dispersión: la desviación absoluta y el denominado minimax. El primero representa el promedio de las distancias, por más o por menos, entre la tasa de paro de cada Comunidad Autónoma y la tasa de paro española en cada año. Por tanto, cuanto mayor sea, mayor será la dispersión absoluta entre las tasas de paro regionales. El segundo mide la proporción, en veces, entre la menor y la mayor distancia en términos de la media nacional, lo que proporciona una aproximación a su dispersión relativa. La evolución de ambos indicadores es divergente, como cabría esperar dadas las fuertes variaciones en la tasa de paro española a lo largo del periodo considerado. Sin embargo, pueden observarse pautas comunes en su evolución: descartando el año 1983, que parece haber tenido un comportamiento atípico, la dispersión absoluta (gráfico II-13) tendió a aumentar hasta 1991, más suavemente GRÁFICO II-13 DISTANCIA ABSOLUTA EN LAS TASAS DE PARO ENTRE LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS, 1976-1997 (Media de las desviaciones en valor absoluto sobre el promedio español, cuartos trimestres) 5,0 4,5 4,0 3,5 3,0 2,5 2,0 1996 1994 1992 1990 1988 1986 1984 1982 1980 1978 1976 1,5 Fuente: Elaborado a partir de los datos de la Encuesta de Población Activa (Series revisadas hasta 1987 y Resultados detallados para 1988-1997). 245 MEMORIA 1997 GRÁFICO II-14 DISTANCIA RELATIVA EN LAS TASAS DE PARO ENTRE LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS, 1976-1997 (Indicador MM sobre el promedio español; cuartos trimestres) 14 13 12 11 10 9 8 7 6 5 4 3 1996 1994 1992 1990 1988 1986 1984 1982 1980 1978 1976 2 Fuente: Elaborado a partir de los datos de la Encuesta de Población Activa (Series revisadas hasta 1987 y Resultados detallados para 1988-1997). durante el periodo expansivo de la segunda mitad de los años ochenta; posteriormente, la etapa recesiva de los primeros años noventa parece haber traído consigo una reducción de ese indicador; la recuperación de estos últimos años, finalmente, volvió a elevarlo. La dispersión relativa (gráfico II-14), por su parte, decreció notablemente hasta 1981; se mantuvo más o menos estable hasta 1986, año en el que inició un nuevo ascenso hasta los años de la crisis, donde cayó rápidamente; entre 1994 y 1997, por último, ha tendido a crecer otra vez. Las diferencias crecen en las etapas expansivas 246 Cabe, por tanto, afirmar que durante las recesiones la dispersión tiende a disminuir y que durante los periodos expansivos tiende a aumentar. Esto es, que las tasas de paro en las Comunidades MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO Autónomas tienden a ser más parecidas en las etapas de crisis, pero que durante las expansiones tienden a distanciarse, como si la mejora del empleo no alcanzara por igual a todos los territorios. 2.2.3 Una explicación pendiente Ya se ha señalado que, como los factores económicos tienen una importancia decisiva a la hora de explicar las diferencias en los mercados de trabajo regionales, la convergencia en niveles de renta y en composición de las actividades productivas en los últimos veinte años deberían haber reducido esas diferencias. Por otra parte, como también se ha indicado antes, la posibilidad de la población de desplazarse en busca de territorios con mejores oportunidades de empleo debería haber actuado en el mismo sentido. No obstante, este segundo factor no parece haber operado, ya que —como avalan unos flujos migratorios interregionales relativamente bajos— la movilidad de las personas entre los distintos territorios ha sido escasa. Escasa movilidad en busca de empleo A su vez, el origen de este comportamiento se ha atribuido a varios factores económicos, como las diferencias regionales en los salarios y las que se encuentran en los precios de la vivienda, y a otros de tipo sociológico, como la resistencia al traslado que provoca la necesidad de romper o atenuar varios de los vínculos que componían la “red social” en el lugar de origen, así como la de establecer otros nuevos en el lugar de destino. Habría además que sugerir algunos otros factores de índole económica, como son la temporalidad o el carácter familiar de las decisiones de traslado. La temporalidad frenaría la movilidad de los parados en búsqueda de empleo, ya que sería poco racional incurrir en los costes de todo tipo que supone un traslado si no es a cambio de encontrar un empleo con una razonable perspectiva de estabilidad. A su vez, en las decisiones de traslado muchas veces sería preciso combinar la situación y las perspectivas para los distintos activos de la unidad familiar. Y —sobre todo— habría que recordar cuáles serían las posibilidades reales de encontrar empleo en otra región. Merece la pena subrayar la importancia de este último factor, pues en ocasiones 247 MEMORIA 1997 parece olvidarse cómo evaluarían las personas esas posibilidades: por una parte, no hay ninguna Comunidad Autónoma con una tasa de paro realmente baja, sólo algunas presentan una buena posición relativa, lo que no parece base suficiente como para decidir un traslado a la búsqueda de empleo en ellas; por otra parte, el paro afecta más a las personas con menos cualificación, y una tasa de paro baja en una Comunidad Autónoma no necesariamente implica que la correspondiente a las actividades con menor cualificación sea igualmente baja. Finalmente, hay que recordar las enormes diferencias de tamaño en los mercados de trabajo regionales: el volumen del paro en Andalucía, por ejemplo, es más de cuatro veces el total de mayores de 16 años en Navarra. De haberse producido mayor movilidad, las tasas de paro serían más parecidas, pero obviamente más altas en muchas regiones. Sea por la causa que sea, la movilidad no ha tenido apenas influencia en el mercado de trabajo español, esto es, no ha contribuido a atemperar la segmentación regional que presenta. No obstante, sigue pendiente el primer interrogante que se planteó: por qué no se han acortado las diferencias en el empleo si la producción, la renta y las estructuras productivas han tendido a acercarse. Una simple aproximación a esta cuestión excedería con mucho el propósito de esta Memoria pues, entre otras cosas, habría que revisar el contenido de los distintos instrumentos de planificación del desarrollo regional, el efecto de los mecanismos de compensación de rentas (como el subsidio agrario) o el propio diseño de las políticas de empleo y la articulación de las promovidas desde cada una de las instancias con competencias para ello. Sirvan pues estas líneas simplemente para subrayar la necesidad de plantear su estudio. 2.3. ESTABILIDAD EN EL EMPLEO Aunque el objeto de este panorama general es la descripción de los principales resultados del empleo y el paro en el año, así como su caracterización en algunas variables básicas, ha parecido oportuno, en el primer año del Acuerdo Interconfederal para la Estabilidad en el Empleo (AIEE), repasar el concepto de estabilidad en el empleo y aportar algunos indicadores significativos sobre el mismo. 248 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO En efecto, la mayor o menor estabilidad en el empleo5 se asocia generalmente al menor o mayor grado de temporalidad, esto es, a la proporción de personas que, en un periodo dado, tienen una relación laboral por cuenta ajena cuyo fin queda determinado por condiciones objetivas, tales como la expiración de cierto plazo, la terminación de una tarea, la reincorporación de un empleado al que se había reemplazado temporalmente, etc. Pero una apreciación correcta de la estabilidad habrá de atender, además, a la concurrencia de otros dos factores, denominados segmentación y rotación, en el volumen de temporalidad: la segmentación6 supondría la presencia de barreras que impiden o dificultan el tránsito desde el empleo temporal al indefinido o más estable, de forma que la temporalidad afectaría a los mismos individuos de manera prolongada; la rotación, consecuencia en parte del primer factor, sería la frecuencia con que esos individuos combinan periodos de paro o inactividad con otros de empleo temporal. Segmentación y rotación, facetas negativas de la temporalidad Para este estudio ha de acudirse a la EPA, que ofrece las características demográficas y laborales de los asalariados temporales y aproxima, mediante la referencia a la antigüedad en el empleo actual, la importancia de la rotación en el empleo. Además, desde hace relativamente poco tiempo, se efectúan dos explotaciones complementarias, que se recogen en la Estadística de Flujos de la Población Activa7. Ambas permiten ilustrar, aunque sólo para el tiempo de permanencia en la muestra de los encuestados, el grado de rotación entre empleo y paro y, en alguna medida, la presencia o no de segmentación. 5 Como en el apartado II-3 se estudiará el Acuerdo Interconfederal para la Estabilidad en el Empleo, donde se señalan las ventajas de su fomento, no es preciso recordarlas aquí ni, en el otro extremo, señalar los diversos problemas que genera un exceso de temporalidad y rotación. Por otra parte, en la Memoria del CES correspondiente a 1993 se señalaron los efectos globales, positivos y negativos, de un grado elevado de temporalidad (pág. 69). 6 La ya citada Memoria de 1993 también se detuvo con detalle en la explicación de estos dos fenómenos (pág. 76 y siguientes). 7 Las posibilidades y limitaciones del análisis longitudinal, tanto de procedencia como de evolución, que se efectúa en la Estadística de Flujos, así como algunos de los problemas derivados de la información retrospectiva que también incorpora son, en general, de índole técnica (pérdida de muestra, inconsistencia, aplicación de factores de elevación...) y exceden con mucho el propósito de este apartado. El lector interesado puede acudir a las consideraciones metodológicas que se encuentran en cualquier edición de dicha publicación. 249 MEMORIA 1997 También es interesante la información sobre contratos registrados que proporciona el Instituto Nacional de Empleo (INEM). Allí se encuentra, además, una clasificación más precisa sobre las modalidades de contratación vigentes, ya que la EPA establece una distinta, tanto por la necesidad de mantener su cuestionario sin variaciones como por el grado de complejidad del panorama contractual, que podría provocar una notable inseguridad en la validez de las respuestas. Ahora bien, el registro del INEM no dice cuántas personas tienen un contrato temporal o indefinido (u otras formas), sino cuántos nuevos contratos de cada modalidad se han celebrado a lo largo de un periodo. Por otra parte, como el volumen de los contratos temporales depende de las duraciones pactadas pero el de los indefinidos no, ni siquiera es muy correcto comparar uno y otro. El segundo se acerca mucho más al número de personas que obtienen una relación laboral estable, mientras que el primero tiende a reflejar las veces que se ha contratado bajo una u otra modalidad temporal, pero nada dice acerca de las personas que han suscrito tales contratos. Así, este estudio se centrará en los resultados de la EPA, como complemento de la valoración de los efectos del AIEE que se realizará en el apartado II-3 siguiente, precisamente a partir de la información sobre contratos registrados. Además, se limitará a recordar las características más importantes de los asalariados temporales y a introducir algunos datos sobre rotación y segmentación, pues ya se han tratado el volumen y evolución de la temporalidad en el año 1997. 2.3.1. Características de la temporalidad Como es sabido, la temporalidad afecta con más frecuencia a las mujeres y a los jóvenes. Sin embargo, no es tan conocida la distribución conjunta por sexo y edad de los asalariados temporales (gráfico II-15), de la que se infiere un peso abrumador en los grupos de edad muy jóvenes, pero por igual para varones y mujeres, e incluso algo mayor entre los primeros. A mayor cualificación, menor temporalidad 250 La proporción de temporales entre los asalariados del sector privado mayores de 25 años, desciende en líneas generales cuando aumenta su nivel de estudios terminados, pero es mayor para los que tienen estudios secundarios o profesionales de grado medio MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO GRÁFICO II-15 TASAS DE TEMPORALIDAD EN EL SECTOR PRIVADO POR SEXO Y EDAD, 1997 (Porcentaje de temporales sobre total asalariados del sector privado en cada grupo de edad y sexo, cuarto trimestre) 100 90 Varones 80 Mujeres 70 60 50 40 30 20 65 y más 60-64 55-59 50-54 45-49 40-44 35-39 30-34 25-29 20-24 0 16-19 10 Fuente: INE, Encuesta de Población Activa (explotación directa de los ficheros anonimizados de la encuesta). que para los que han completado estudios primarios, así como en los titulados universitarios de segundo y tercer ciclo respecto de los de primer ciclo. Al atender a esta clasificación según el sexo resulta, además, que la afirmación anterior es válida para los varones, mientras que las mujeres mantienen tasas de temporalidad menos distintas en todos los niveles de estudios; es interesante destacar, asimismo, que las tasas femeninas en categorías inferiores son más bajas que las masculinas (doce puntos porcentuales menos en los analfabetos, siete en los que no tienen estudios primarios y dos en los que completaron estudios primarios) y, a la 251 MEMORIA 1997 CUADRO II-13 TASAS DE TEMPORALIDAD EN EL SECTOR PRIVADO POR SEXO Y ESTUDIOS TERMINADOS, 1997 (Porcentaje de temporales sobre total asalariados del sector privado en cada nivel de estudios y sexo, cuarto trimestre) Total Mayores de 25 años Nivel estudios terminados Varones Mujeres Ambos sexos Varones Mujeres Ambos sexos Analfabetos Sin estudios E. primarios E. secundarios Técnicos prof. medios Técnicos prof. superiores Universitarios 1.er ciclo Universitarios 2.º y 3.er ciclo 53,1 44,6 33,6 40,5 44,3 34,4 22,7 23,3 39,1 36,5 31,4 43,8 44,5 46,8 37,2 41,8 46,2 42,0 33,0 41,7 44,4 38,7 29,5 30,6 51,9 43,3 30,1 30,4 31,5 24,5 18,9 22,0 39,3 36,1 28,0 32,6 33,5 32,4 30,3 37,4 45,6 41,0 29,5 31,1 32,3 26,9 23,9 27,8 Total 36,7 40,4 38,0 29,6 31,9 30,4 Fuente: INE, Encuesta de Población Activa (explotación directa de los ficheros anonimizados de la encuesta). CUADRO II-14 TASAS DE TEMPORALIDAD EN EL SECTOR PRIVADO POR SEXO Y OCUPACIÓN, 1997 (Porcentaje de temporales sobre total asalariados del sector privado en cada grupo de ocupación, cuarto trimestre) Varones Mujeres Ambos sexos Técnicos y profesionales, científicos e intelectuales Técnicos y profesionales de apoyo Empleados de tipo administrativo Trabajadores en servicios de restauración, personales, protección y comercio 20,1 19,5 19,0 34,7 30,5 35,7 26,2 23,3 28,2 37,9 46,6 42,8 Trabajadores cualificados agricultura y pesca Artesanos y tr. cualificados ind. manufacturera, construcción y minería, excepto operadores de maquinaria 36,4 63,3 38,8 42,1 46,4 42,4 Operadores de instalaciones y maquinaria; montadores Trabajadores no cualificados60,8 33,6 41,8 44,4 51,8 35,4 Total 36,7 40,4 38,0 Grupo de ocupación (CNO 94) Fuente: INE, Encuesta de Población Activa (explotación directa de los ficheros anonimizados de la encuesta). 252 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO inversa, crecientemente más altas en la categorías intermedias y superiores (cuadro II-13). Las diferencias en las tasas de temporalidad por ocupaciones (cuadro II-14) son también muy acusadas y, sobre todo, muy distintas en uno u otro sexo. En 1997, las asalariadas temporales en el sector privado que se ocupaban como administrativas eran un 36 por 100 del total; los varones, sin embargo, representaban un 19 por 100. La mayor diferencia, nada menos que 27 puntos porcentuales, se daba en los trabajadores con cualificación en el sector primario, reflejo quizá de una presencia femenina más estacional en el sector. No obstante, entre los trabajadores no cualificados la temporalidad de los varones era muy superior a la de las mujeres, con una distancia de casi 20 puntos porcentuales. La temporalidad es más alta en el tiempo parcial Puede, por último, indicarse que la frecuencia de los temporales es mucho mayor entre los que trabajan a tiempo parcial. En 1997, la tasa de temporalidad en el sector privado era del 32,6 por 100 para quienes tenían una jornada completa y del 54,8 por 100 para los que tenían una parcial (cuadro II-15). Las mujeres que trabajan a tiempo parcial gozan, al parecer, de mayor estabilidad en el empleo que los varones. La condición de temporal es mayoritaria para estos últimos, a tenor de la proporción que arrojan en 1997, nada menos que un 74 por 100. El trabajo a tiempo parcial masculino, aunque sea una fórmula marginal, reúne varias condiciones (otra más sería su concentración en ocupaciones sin cualificación) para ser calificado como precario. CUADRO II-15 TASAS DE TEMPORALIDAD EN EL SECTOR PRIVADO POR TIPO DE JORNADA Y SEXO, 1997 (Porcentaje de temporales sobre el total de asalariados del sector privado en cada tipo de jornada y sexo) Jornada Varones Mujeres Ambos sexos Completa 35,6 37,8 36,2 Parcial 74,3 49,9 54,8 Total 36,6 40,4 37,9 Fuente: INE, Encuesta de Población Activa (explotación directa de los ficheros anonimizados de la encuesta). 253 MEMORIA 1997 2.3.2. Rotación y segmentación en el empleo Todo lo anterior esboza el perfil de los contratados temporales en España pero, como ya se ha indicado, el problema de la temporalidad reside antes en la presencia de rotación y segmentación que en su volumen. Pueden avanzarse algunos indicadores para el primero de esos factores en el año 1997, cuya extensión parece haber disminuido en los cinco últimos años mientras ha aumentado su intensidad. Del segundo, por el contrario, no hay datos recientes, si bien su carácter estructural permite suponer que no será hoy muy distinto. Aunque los resultados no presentan gran firmeza, puede sostenerse no sólo la idea de que las facetas nocivas de la temporalidad tienen un alcance amplio, sino también la de que es ciertamente excesivo suponer que se extienden a un tercio de los asalariados. La rotación afecta a menos personas… … pero es más intensa 254 Una medida de la rotación en el empleo la proporciona el número de personas que lleva menos de tres meses trabajando en su empleo actual, complementado con el de quienes han perdido su empleo hace menos de tres meses y con el número de parados cuyo último empleo tuvo menos de tres meses de duración. Evidentemente, no se puede suponer que unos sustituyen a otros, por lo que estas magnitudes no son medidas estrictas de rotación sino sólo un acercamiento a ella, pero es interesante observar que mientras para el total de ocupados el porcentaje de los “nuevos” es de un 12 por 100, y para el de asalariados un 15 por 100, en los asalariados temporales esa proporción se eleva a un 41 por 100; al mismo tiempo, los parados con experiencia laboral anterior que llevan menos de tres meses en esa situación son 406.700 y, de ellos, un 84 por 100 quedó desempleado por haber terminado su contrato; el número de aquellos cuyo último empleo duró menos de tres meses asciende, por último, a algo más de medio millón de personas, esto es, la quinta parte de todos los parados con experiencia (cuadro II-16). La rotación es algo mayor que la que se observaba en 1992, aunque si se descuenta el efecto de la muy distinta situación del empleo en ese año y en 1997 (pues la fase actual es de fuerte crecimiento), es posible afirmar que ha descendido. En 1997, la duración más frecuente (un 37 por 100) de los contratos temporales entre los asalariados de la EPA era de cuatro a seis meses, igual que cinco años atrás. El resto de las duraciones MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO CUADRO II-16 MEDIDAS APROXIMADAS DE LA ROTACIÓN EN EL EMPLEO, 1997 (Miles de personas y porcentajes, segundo trimestre) Miles % sobre total de cada grupo 1.519,9 12,0 Asalariados 1.432,0 14,9 Asalariados temporales 1.341,4 41,4 406,7 15,8 Por haber finalizado su contrato 343,3 13,3 Su último empleo duró menos de 3 meses 545,3 21,1 Indicadores de rotación Personas que llevan menos de 3 meses en el empleo actual: Ocupados Parados hace menos de 3 meses: Total parados con experiencia Fuente: INE, Encuesta de Población Activa. presentaba unos porcentajes sobre el total muy similares pero, en conjunto, las duraciones inferiores a seis meses eran un 59 por 100 del total, cuando en 1992 representaban casi dos tercios. Puede así apuntarse que la duración media de los contratos ha aumentado para los asalariados temporales. Este resultado es contrario al que se obtiene de la información sobre contratos registrados del INEM, lo que refuerza la idea de que la rotación afecta hoy a menos personas, pero a éstas les afecta más que antes. De la Estadística de Flujos de la Población Activa un resultado interesante para 1992 era que la mayoría de las personas que iniciaban un empleo en cada trimestre procedían de la situación (en el trimestre anterior) de ocupado no temporal, es decir, de asalariados indefinidos y de ocupados por cuenta propia. Habrá que esperar resultados más recientes, pero no es aventurado suponer que también esta rotación ha disminuido, dado que en el periodo 19901992 se produjo una intensa sustitución de empleo indefinido por temporal que no se observa en la actualidad. Por otra parte, los resultados de esa estadística también apuntaban a la presencia de segmentación, pero ni mucho menos tan acusada como suele afirmarse: cada nuevo temporal presentaba mayor probabilidad de permanecer en esa situación que quienes le prece255 MEMORIA 1997 dieron, propensión que disminuía con la edad (la máxima se daba en el grupo hasta 19 años) al tiempo que aumentaba la de transición al paro y a la inactividad; el paso a un contrato indefinido era bajo en cada trimestre, pero más del doble para quienes llevaban tres o más años con contrato temporal; mientras el paso al paro no era muy distinto que el anterior (7 y 10 por 100 respectivamente entre el primer y el segundo trimestre de 1992), y sólo era más alto para quienes llevaban menos de seis meses como temporales. En definitiva, no toda la temporalidad se traduce en rotación y segmentación, que son las facetas negativas del fenómeno, y éstas pueden haber reducido su alcance, a cambio no obstante, de incrementar su intensidad entre los que las padecen. 3. NUEVOS ENFOQUES EN LAS RELACIONES LABORALES Y EL DIÁLOGO SOCIAL Más allá de la valoración que sobre su concreto contenido y alcance se realice, es posible afirmar que, con la aprobación el 28 de abril de 1997 en la sede del Consejo de los textos de la llamada reforma laboral de 1997, se consolida el giro que en el modelo de concertación social se había iniciado meses atrás y con el que se inaugura una nueva etapa de diálogo social que transciende al conjunto del sistema de relaciones laborales surgido del Estatuto de los Trabajadores de 1980. La firma por los interlocutores sociales (CEOE, CEPYME, CCOO y UGT), de los Acuerdos para la Estabilidad del Empleo, la Negociación Colectiva y para la Cobertura de Vacíos tiene la importancia que desde todos los sectores afectados se le ha atribuido, por cuanto tres años después de la aprobación de la amplia reforma de la legislación laboral de 1994, aprobada por Ley sin el consenso de los interlocutores sociales, éstos deciden dar una respuesta a problemas no resueltos por aquella reforma y ofrecer alternativas negociadas a las principales disfunciones del mercado de trabajo en los dos terrenos en los que el sistema de relaciones laborales es determinante para su funcionamiento: en el de la contratación —entradas y salidas del mercado de trabajo— y en el de la negociación de las condiciones de trabajo. El primero de los Acuerdos, el Acuerdo Interconfederal para la Estabilidad del Empleo (AIEE), trata de afrontar uno de los principa256 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO les problemas del empleo en España: la elevada tasa de temporalidad y la excesiva rotación. Los dos restantes Acuerdos Interconfederales, el Acuerdo sobre Negociación Colectiva y el Acuerdo sobre Cobertura de Vacíos, son un paso significativo en el proceso de construcción de un sistema de relaciones laborales en el que las condiciones de trabajo serán el resultado de reglas de carácter autónomo negociadas de forma articulada y coordinada, reforzando así la función representativa que en el gobierno de las relaciones laborales corresponde a los interlocutores sociales. Para convertir en norma jurídica el contenido del AIEE se promulga el Real Decreto 8/1997 de 16 de mayo (BOE 17 de mayo), de medidas urgentes para la mejora del mercado de trabajo y el fomento de la ocupación indefinida, que posteriormente se tramita como Ley, y cuyo contenido ha modificado varios preceptos de la Ley de Estatuto de los Trabajadores —Texto Refundido aprobado por Real Decreto Legislativo 1/1995 de 14 de marzo— que, aunque no han sido muchos, revisten mayor calado del que podría deducirse del limitado número de disposiciones afectadas. Así las modificaciones han afectado8 a los contratos formativos, especialmente al de aprendizaje en la denominación debida a la reforma de 1994, y en menor medida, al de prácticas, a los contratos a tiempo parcial de carácter marginal y limitadamente a la contratación temporal causal, siendo su principal novedad en materia de contratación la creación del contrato de fomento del empleo indefinido. Además de estas reformas en materia de contratación se ha dado nueva redacción al precepto que creó en 1994 la figura del despido objetivo bajo control judicial, de tan desafortunada redacción en la Ley 11/1994, de 19 de mayo, de reforma del Estatuto de los Trabajadores, cuya aplicación judicial fue controvertida desde el mismo momento en que entró en vigor. Pocas reformas pero de alcance 8 Con el fin de “conectar la dicción literal de la norma con los compromisos, fines y resultados de lo previsto en el Acuerdo de estabilidad en el empleo”, tal como refleja la Exposición de Motivos del mismo, el Gobierno dictó el Real Decreto-Ley 8/1997, de 16 de mayo, de Medidas Urgentes para la Mejora del Mercado de Trabajo y el Fomento de la Contratación, que posteriormente fue tramitado como Proyecto de Ley, dando lugar a la aprobación de la Ley 63/1997, de 26 de diciembre, de igual enunciado. Como complemento de las reformas aprobadas en materia de contratación se aprueba el Real Decreto-Ley 9/1997, de 16 de mayo, por el que se regulan incentivos en materia de Seguridad Social y de carácter fiscal para el fomento de la contratación indefinida y la estabilidad en el empleo. Su posterior tramitación como Proyecto de Ley dio lugar a la Ley 64/1997, de 26 de diciembre. 257 MEMORIA 1997 Un cambio en la filosofía de la contratación El Acuerdo Interconfederal para la Estabilidad del Empleo orienta el fomento del empleo hacia la contratación más estable, intentando propiciar un cambio de tendencia de la política en materia de contratación que había estado más volcada hacia la temporalidad, en particular a partir de los cambios legislativos de 1984, que junto a diversos factores, como los cambios organizativos y productivos habidos, la crisis del empleo, cierta permisividad en la aplicación de las modalidades causales, y por supuesto razones estructurales del empleo características de algunos sectores, habían elevado en exceso las tasas de temporalidad en los últimos años. Con el AIEE se introduce un cambio de filosofía que ha de afectar a la cultura de temporalidad que la dinámica generada por los factores señalados había logrado implantar en el sistema de contratación y que se proyectaba de forma negativa sobre el conjunto del sistema de relaciones laborales. No es menor la importancia de los otros dos acuerdos firmados junto al AIEE: el de Negociación Colectiva y el de Cobertura de Vacíos. Con el Acuerdo Interconfederal para la Solución Extra-judicial de Conflictos de 1996 (ASEC), el Acuerdo Interconfederal sobre Negociación Colectiva (AINC) puede ser el instrumento de configuración de un nuevo sistema de negociación colectiva que, superando la situación existente y dentro del respeto al principio de autonomía de las partes sociales representativas en cada ámbito de negociación, contribuya eficazmente a racionalizar la estructura de la negociación colectiva, evitando la atomización actual e impulsando la articulación entre los distintos ámbitos negociales, de manera que determinadas materias queden reservadas al convenio colectivo nacional sectorial, otras pudieran ser desarrolladas en ámbitos inferiores (territorial y de empresa) y, finalmente, otras puedan ser objeto de negociación en estos últimos. El contenido del AINC, que se analizará en el apartado II-6, puede agruparse en tres tipos de obligaciones que las partes firmantes asumen: el compromiso de abordar determinadas materias de forma preferente en los ámbitos nacionales o de rama de actividad, a cuyo efecto se configura un modelo deseable de convenio de dicho ámbito; obligaciones referidas al desarrollo de derechos sindicales y de información y consulta, que habrán de articularse a través de la negociación colectiva sectorial; y, por último, un conjunto de reglas o criterios generales para el procedimiento de negociación, a modo de código de buenas prácticas negociadoras. 258 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO El tercero de los acuerdos, el Acuerdo Interconfederal de Cobertura de Vacíos (AICV), suscrito al amparo del artículo 83.3 del Estatuto de los Trabajadores como Acuerdo sobre materias concretas, de valor normativo, pretende culminar el proceso de derogación y sustitución de Ordenanzas Laborales y Reglamentaciones de Trabajo. En el plazo de vigencia de cinco años, a contar desde el 1 de enero de 1998, los sectores y subsectores citados en el mismo, en los que la derogación de la Ordenanza o Reglamentación ha ocasionado un vacío de regulación de condiciones de trabajo no cubierto por vía negociada, dispondrán de un núcleo básico de condiciones que les serán de aplicación en los términos regulados en el Acuerdo. Como condiciones básicas a las que se dota de un contenido preciso se regulan las referidas a estructura profesional, promoción profesional, estructura salarial y régimen disciplinario. La firma de los tres acuerdos, dependiendo de cómo se apliquen sus contenidos normativos y el grado de cumplimiento de los obligacionales, puede significar el alumbramiento de un nuevo modelo en el que la negociación colectiva constituya el centro de gravedad. Una negociación colectiva que, si se cumplen las previsiones del AINC, se articulará desde el nivel estatal y sectorial, sin que eso signifique renunciar a la negociación en ámbitos inferiores, incluidos los autonómicos y los de empresa, por los que la reforma de 1994 optó de forma decidida, y que se respetan, pese a que los interlocutores sociales muestren sus preferencias por los de rama como mejor forma de articular y ordenar la negociación. La negociación colectiva cobra protagonismo Por el momento y sin perjuicio de que el camino por recorrer en el diálogo social es todavía largo, los acuerdos de abril de 1997 tienen en sí mismos un gran significado y alcance por el hecho de que constituyen una clara respuesta de los agentes sociales en términos de autogobierno de las relaciones laborales al nuevo marco normativo e institucional surgido de la reforma de 1994, al cual se incorporan, si bien rectificando aspectos importantes y asumiendo nuevas responsabilidades en la gestión de las relaciones laborales generadas por la paulatina aplicación de la misma. 3.1. EL AIEE, UN ESFUERZO DE NEGOCIACIÓN Contribuir a la competitividad de las empresas, a la mejora del empleo y a la reducción de la temporalidad y rotación en el mismo 259 MEMORIA 1997 son los objetivos globales del Acuerdo Interconfederal para la Estabilidad del Empleo (AIEE). Con tales objetivos, como preámbulo de la declaración conjunta que suscriben, CEOE, CEPYME, CCOO y UGT apuestan decididamente por “potenciar la contratación indefinida, favorecer la inserción laboral y la formación teórico-práctica de los jóvenes, especificar y delimitar los supuestos de utilización de la contratación temporal, especialmente los contratos de obra o servicio y eventual por circunstancias de la producción, mejorar conjuntamente con el Gobierno el actual marco de la protección social del trabajo a tiempo parcial, entre otros”. El cambio de orientación en pro de la contratación indefinida auspiciado por el AIEE se concreta en las propuestas que realiza para modificar la regulación de los contratos formativos y de los contratos temporales causales, así como el cambio de modelo de contratación para fomento del empleo de los colectivos con dificultades, para lo que se configura un modelo de contrato de fomento de la contratación indefinida. Este nuevo contrato pretende que la inserción laboral de dichos colectivos se realice a través de fórmulas estables. También promueve la transformación de contratos temporales en contratos indefinidos. Incentivar la estabilidad Como consecuencia de ello, se ha modificado el artículo 17.3 del Estatuto de los Trabajadores a fin de suprimir la disposición que había venido dando cobertura desde 1984 al fomento de la contratación temporal como medida de fomento de empleo para determinados colectivos, sustituyéndola por un nuevo texto en el que se establece que las medidas incentivadoras del empleo en favor de grupos específicos —políticas activas de empleo que el precepto avala— “se orientarán prioritariamente a fomentar el empleo estable de los trabajadores desempleados y la conversión de contratos temporales en contratos por tiempo indefinido”. 3.1.1. Un nuevo contrato para una nueva filosofía laboral La filosofía a favor de la creación de empleos más estables que preside el AIEE se traduce en la propuesta acogida por vía legislativa de la creación del contrato de fomento de empleo indefinido. Son destinatarios de esta nueva figura desempleados pertenecientes a grupos con especiales dificultades de inserción y empleados temporales. En el primer caso, han de concurrir alguna 260 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO de las siguientes circunstancias: jóvenes desde dieciocho hasta veintinueve años de edad, parados de larga duración que lleven al menos un año inscritos como demandantes de empleo, mayores de cuarenta y cinco años de edad o minusválidos. En el segundo caso, los trabajadores empleados han de estarlo en la misma empresa con un contrato de duración determinada o temporal, incluidos los contratos formativos. También se puede concertar con quienes hayan suscrito un contrato temporal durante el plazo de un año desde la entrada en vigor de la norma. Transcurrido dicho plazo, la conversión en contratación indefinida se articulará por la negociación colectiva. La regulación de la nueva modalidad de contrato indefinido de fomento de empleo se establece con carácter experimental durante cuatro años, dentro de los cuales deberán ser evaluados sus efectos por el Gobierno y las organizaciones sindicales y empresariales más representativas, a fin de proponer, en su caso, su eventual continuidad más allá del período de tiempo citado. Las limitaciones del ámbito subjetivo de aplicación y las condiciones económicas de su extinción por despido objetivo constituyen las particularidades de este contrato, siendo ésta su principal singularidad respecto al contrato indefinido ordinario, de cuyo régimen jurídico general no difiere salvo en la previsión de que, cuando el contrato se extinga por causas objetivas y la extinción sea declarada improcedente, la cuantía de la indemnización a percibir por el trabajador será de treinta y tres días de salario por año de servicio, con el máximo de veinticuatro mensualidades, en lugar de los cuarenta y cinco días por año establecidos en caso de despido objetivo declarado improcedente cuando se trata de un contrato indefinido ordinario. Periodo Para evitar usos desviados de la figura se han establecido determinadas exclusiones que pretenden evitar la posible sustitución de trabajadores despedidos en los doce meses anteriores por despido colectivo autorizado por la autoridad laboral o despidos objetivos declarados improcedentes, todo ello con posterioridad a la norma. La diferencia experimental de cuatro años reside en la indemnización 3.1.2. La reforma de los contratos formativos El segundo bloque de propuestas del AIEE en materia de contratación ha afectado parcialmente a la regulación de los contratos formativos, y a los contratos temporales causales. 261 MEMORIA 1997 Poca variación del contrato en prácticas El de “aprendizaje” vuelve a llamarse de “formación” Mientras el contrato en prácticas apenas ha sido modificado, el contrato de aprendizaje diseñado por la reforma de 1994 ha sufrido una alteración significativa. La modificación en relación con el primero consiste en asignar de forma expresa al convenio colectivo de ámbito sectorial o, en su defecto, a los convenios sectoriales de ámbito inferior la posibilidad de determinar los puestos de trabajo, grupos, niveles o categorías profesionales objeto del contrato en prácticas, lo que es congruente con los objetivos de atribuir preferentemente al convenio estatal de rama los aspectos relativos a la contratación, dada la importancia que tiene en el funcionamiento del mercado de trabajo la deseable homogeneización de las condiciones de acceso al empleo. Mayores transformaciones sufre el contrato de aprendizaje que, además de cambiar de denominación para volver a llamarse contrato para la formación, varía su anterior régimen jurídico en aspectos substanciales. Con la finalidad de objetivar las exigencias del puesto se precisa ahora que el mismo “requiera un determinado nivel de cualificación”, además de mantener la previsión de que el trabajo efectivo que preste el trabajador ha de estar relacionado con las tareas propias del nivel ocupacional, oficio o puesto de trabajo objeto del contrato9. Para reforzar el carácter formativo del contrato, que ahora prevalece sobre la finalidad de inserción del anterior, se modifica el ámbito subjetivo, de manera que sólo podrá celebrarse con trabajadores mayores de dieciséis años y menores de veintiuno, salvo que se trate de trabajadores minusválidos, en cuyo caso no se establece límite de edad. También se excepcionan los límites de edad establecidos con carácter general cuando se trate de contrataciones realizadas en el marco de los programas públicos de empleo-formación de Escuelas Taller y Casas de Oficio, elevando el máximo de edad hasta veinticuatro años. Por Real Decreto 488/1998, de 27 de marzo, se desarrolla el artículo 11 del Estatuto de los Trabajadores en materia de contratos formativos. A efectos de lo dispuesto en el citado precepto respecto al nivel de cualificación, el art. 5 de esta disposición reglamentaria precisa que “se entenderá por nivel de cualificación cuya adquisición puede ser objeto del contrato para la formación un nivel suscpetible de acreditación formal o, en su defecto, el nivel de cualificación de base de cada ocupación en el sistema de clasificación de la empresa”. 9 262 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO Se mantiene la anterior prohibición de que el trabajador ha de carecer de titulación que le habilite para concertar un contrato en prácticas y así mismo las limitaciones a su utilización en función del tamaño de la plantilla10, con la novedad de que se establece la primacía del Convenio sectorial estatal o sectoriales de ámbito inferior para establecer, en función del tamaño de la plantilla, el número máximo de contratos a realizar, así como los puestos de trabajo objeto de este contrato. Además, el convenio colectivo de empresa también puede establecer las mismas limitaciones cuando en la empresa exista un plan formativo. Un contrato abierto a la negociación colectiva Otras modificaciones afectan a la duración, los tiempos de formación teórica, la retribución y los efectos de los incumplimientos empresariales. Ahora se limita la duración máxima del contrato de formación a dos años, frente a los tres de la reforma de 1994, si bien con posibilidad de que los convenios sectoriales puedan modificar el máximo, con el tope de tres años, atendiendo a las características del oficio o puesto de trabajo a desempeñar y a los requerimientos formativos del mismo. Los aspectos referidos a la formación experimentan cambios relevantes. Se hace depender el tiempo dedicado a formación teórica de las características del oficio o puesto a desempeñar y del número de horas establecido para el módulo formativo adecuado a dicho puesto u oficio. En todo caso, al igual que en la anterior regulación, la formación teórica no puede tener una duración inferior al 15 por 100 de la jornada máxima prevista en el convenio aplicable o, en su defecto, de la jornada máxima legal. Respetando los anteriores límites, los convenios colectivos —en este caso también los de empresa— pueden establecer el tiempo dedicado a la formación teórica y su distribución, pudiendo fijar en su caso el régimen de alternancia o concentración del mismo respecto del tiempo de trabajo efectivo. En la anterior regulación, la previsión respecto a la retribución remitía a la fijada en convenio, estableciéndose en su defecto que 10 El Real Decreto 488/1998, de 27 de marzo, ha precisado el ámbito subjetivo, al establecer que “se podrá celebrar con trabajadores (...) que no tengan la titulación requerida para formalizar un contrato en prácticas en el oficio o puesto de trabajo correspondiente”. El artículo 7 de este Real Decreto establece la escala del número máximo de trabajadores para la formación por centro de trabajo que puede ser contratado, que se aplicará si los convenios habilitados para ello no lo determinasen. 263 MEMORIA 1997 no podría ser inferior al 70, 80 o 90 por 100 del salario mínimo durante, respectivamente, el primero, el segundo o el tercer año de vigencia del contrato, sin que en ningún caso la retribución de los menores de dieciocho años pudiera ser inferior al 85 por 100 del salario mínimo. La nueva regulación legal que surge del AIEE establece que la retribución sea la fijada en convenio colectivo, sin que, en su defecto, pueda ser inferior al SMI en proporción al tiempo de trabajo efectivo. Nunca por debajo del salario mínimo Con la nueva regulación se pone fin a la problemática derivada de los incumplimientos en materia de formación a los que la ley anterior anudaba como consecuencia el abono de la totalidad de la retribución, mientras que ahora se prevén expresamente los comunes a los supuestos de contratación en fraude de ley. La nueva redacción de la norma establece que el contrato para la formación se presumirá de carácter común u ordinario cuando el empresario incumpla en su totalidad sus obligaciones en materia de formación teórica. Por último, constituye una importante mejora en materia de protección social el reconocimiento a los trabajadores en formación de la prestación económica por incapacidad temporal derivada de riesgos comunes no comprendida, para ellos en la acción protectora dispensada a los anteriores aprendices11. 3.1.3. Ajustar la contratación temporal a la causa Respecto a la contratación temporal causal, especialmente los contratos por obra o servicio determinado y eventuales por circuns11 Sólo ha quedado excluida de la acción protectora actual de los contratos formativos la protección por desempleo. Por Orden de 26 de enero de 1998 (BOE 28 de enero de 1998), se establecieron las normas sobre cotización de los trabajadores contratados para la formación y de los contratados a tiempo parcial con duración inferior a doce horas a la semana o cuarenta y ocho al mes, hasta que se procediera por el Gobierno a adoptar las disposiciones necesarias para la ampliación de la acción protectora de la Seguridad Social en los términos que resultan de las propuestas del AIEE. El Real Decreto 488/1998, de 27 de marzo, procede a desarrollar la nueva regulación relativa al alcance de la acción protectora de la Seguridad Social en los contratos para la formación, haciendo efectiva la ampliación de la cobertura incorporada por la Ley 63/1997 y contemplando determinadas particularidades en el ámbito de las prestaciones económicas por incapacidad temporal cuando la misma deriva de una contingencia común. 264 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO tancias de la producción, contratos que en 1996 supusieron más del 60 por 100 del total de los contratos registrados en el INEM, las partes firmantes del AIEE convinieron en la necesidad de “especificar y delimitar los supuestos de su utilización, posibilitando así una mayor estabilidad y una menor rotación en el conjunto del sistema de contratación”. Como consecuencia de ello realizaron propuestas precisas de nueva regulación de la contratación temporal que han sido íntegramente incorporadas al Estatuto de los Trabajadores (art.15 ET). La nueva redacción dada en el citado precepto al que constituye objeto del contrato de obra precisa mejor los límites de la modalidad, al señalar como tal objeto “la realización de una obra o servicio determinado, con autonomía y substantividad propia dentro de la empresa y cuya ejecución, aunque limitada en el tiempo es, en principio, de duración incierta”. Aunque la anterior redacción atribuía a los convenios en general competencia para identificar trabajos y tareas que pudieran cubrirse con este tipo de contrato, la nueva redacción especifica que podrán realizar tal identificación “los convenios sectoriales estatales y de ámbito inferior, incluidos los de empresa”, con lo que se manifiesta el interés en que la acotación de tareas y trabajos se realice en el ámbito que resulte más adecuado, pudiendo ser negociada en cualquiera de ellos a fin de restablecer la causalidad de los contratos de obra o servicio determinado, difuminada especialmente en los últimos tres años coincidiendo con la derogación, en 1994, del contrato temporal de fomento del empleo. Más estabilidad y menos rotación Son significativas las modificaciones que se introducen en el contrato eventual relacionadas con las facultades de ordenación del mismo atribuidas a la negociación colectiva por la reforma de 1994, que ahora se corrigen acogiendo las propuestas del AIEE. Se mantiene la definición del objeto, la duración máxima y el periodo de referencia dentro del cual podrá concertarse el contrato, pero atribuyendo funciones ordenadoras a la negociación colectiva en estos tres aspectos. Además, mientras que en la anterior regulación se confería al convenio colectivo sectorial, sin más especificación, la posibilidad de modificar la duración máxima o el periodo dentro del cual se podría concertar el contrato eventual atendiendo al carácter estacional de la actividad en que las circunstancias que justificaban el contrato podían producirse, ahora se precisa que tal competencia la tendrá el convenio colectivo de ámbito sectorial estatal o, en su defecto, el convenio colectivo sectorial de 265 MEMORIA 1997 ámbito inferior, lo que significa que prima el sectorial y sólo podrá entrar a regular la duración el de ámbito inferior cuando el sectorial estatal no haya hecho uso de tal posibilidad. Se mantiene, eso sí, la prohibición de que los convenios de empresa puedan modificar la duración máxima de los contratos eventuales. Límites temporales al contrato eventual en los convenios Derogado el contrato de “nueva actividad” 266 Para el caso de que el convenio colectivo habilitado opte por regular la duración máxima de la contratación eventual —de no ser así la duración máxima será de seis meses dentro de un periodo de doce— lo que la Ley permite, siguiendo la propuesta del AIEE, es que el periodo de referencia se fije hasta un máximo de dieciocho meses, dentro del cual la duración máxima de la contratación eventual no podrá superar las tres cuartas partes del citado periodo, es decir trece meses y medio. También, por tanto cabe que, en atención al carácter estacional de la actividad en que las circunstancias que justifican el contrato eventual se pueden producir, el convenio sectorial estatal y, en su defecto, el sectorial inferior puedan fijar en el periodo de referencia duraciones inferiores. Se ha previsto además la posibilidad de que por convenio, y en este caso también por convenio de empresa, se puedan determinar las actividades en las que puedan contratarse trabajadores eventuales, así como fijar criterios generales relativos a la adecuada relación entre el volumen de esta modalidad contractual y la plantilla total de la empresa. En coherencia con las reformas de la contratación temporal causal, las partes del AIEE acordaron proponer la desaparición del contrato de lanzamiento de nueva actividad. En el texto del Acuerdo no se apuntan las razones aunque cabe suponer que su derogación responda a la idea de restablecer las tradicionales figuras de la contratación temporal. En este caso, la causa de la temporalidad del contrato se relacionaba con la asunción del riesgo empresarial que comporta el inicio de una nueva actividad empresarial, pero tal riesgo, generalmente mayor al comienzo de toda actividad, no se excluye en absoluto a lo largo de la misma al ser inherente a toda iniciativa empresarial, lo que llevaría a considerar a esta modalidad de contrato temporal más próxima al desaparecido contrato de fomento de empleo temporal, con el que compartía igual régimen en cuanto a duración mínima, máxima y prórrogas, que a las tradicionales modalidades de la temporalidad causal. La nueva redacción del artículo 15 ET suprime en consecuencia, el contrato temporal de lanzamiento de actividad. MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO 3.1.4. Retoques en la regulación del contrato a tiempo parcial Las propuestas que el AIEE realiza con relación a los contratos a tiempo parcial se centran en tres aspectos: la recuperación del contrato fijo-discontinuo, que perdió identidad como tal por la regulación del contrato a tiempo parcial en la reforma de 1994; la equiparación en protección social de los trabajos a tiempo parcial de duración marginal (de servicios inferiores a 12 horas semanales o 48 al mes); y la potenciación del contrato de relevo en el marco de la negociación colectiva. La recuperación del contrato fijo discontinuo se lleva a cabo incorporando la denominación al enunciado de la Ley de Estatuto de los Trabajadores (art. 12 ET). La virtualidad de la reforma en relación con los aspectos más problemáticos, en especial los que derivan de su confusión práctica con el contrato eventual y el contrato a tiempo parcial, requerirá ulteriores desarrollos reglamentarios, que por el momento no se han producido. Recuperado el “fijo discontinuo” La equiparación en protección social de los contratos a tiempo parcial de duración inferior a 12 horas a la semana o 48 horas al mes conlleva la supresión en el texto del Estatuto de los Trabajadores de la referencia a este tipo de contratación de duración marginal, y obliga a adoptar las disposiciones precisas en materia de cotización, previa consulta a las organizaciones empresariales y sindicales más representativas, para hacer efectiva la cobertura de la totalidad de las contingencias de Seguridad Social de esos contratos. También en relación con la protección social de los trabajadores contratados a tiempo parcial se plantea en el AIEE la necesidad de que por el Gobierno, previos los análisis correspondientes, se pongan en marcha las previsiones establecidas en la Ley General de Seguridad Social, respecto a periodos de carencia y cómputo de cotizaciones que permitan perfeccionar las prestaciones de protección social, así como someter al Gobierno el estudio de la regulación actual de las prestaciones por incapacidad temporal en los contratos a tiempo parcial12. Por Real Decreto 489/1998, de 27 de marzo, se desarrollan las previsiones establecidas en la Ley 63/1997, respecto a la Seguridad Social de los contratos de trabajo a tiempo parcial y a otros aspectos del régimen jurídico aplicable a los mismos, siguiendo la orientación propuesta por los agentes sociales por medio del AIEE. 12 267 MEMORIA 1997 3.1.5. Nueva redacción de los supuestos de despido objetivo en el Estatuto de los Trabajadores Mayor precisión del despido objetivo El AIEE trata de dar solución al problema planteado por la poco satisfactoria redacción que en la reforma de 1994 se dio a la nueva tipología de despidos objetivos por razones económicas, técnicas, organizativas o productivas que, por primera vez, se sometió al procedimiento de control judicial. La figura extintiva creada por la norma resultó polémica desde un principio, dados los problemas aplicativos a que dio lugar en la jurisdicción social el enjuiciamiento de cuestiones que tienen que ver con decisiones de gestión económica y estrategia empresarial, vinculadas al mismo tiempo con la salvaguarda de los derechos individuales y colectivos de los trabajadores, en un sistema laboral en el que las decisiones de extinción del contrato de trabajo son causales, esto es, exigen una justificación justa. A las dificultades aplicativas coadyuvó una redacción de la norma poco precisa que, por tanto, propiciaba interpretaciones dispares. En Memorias precedentes se han puesto de manifiesto los problemas suscitados por el tratamiento legal del despido objetivo en el artículo 52.c), en relación con el artículo 51.1 del Estatuto de los Trabajadores. El AIEE hace frente a este problema, para lo cual propone al Gobierno una nueva redacción de la norma con la que los firmantes estiman se puede dar solución a la dispar y no siempre predecible interpretación del precepto, que se ha venido sucediendo desde que la reforma de 1994 diseñara esta nueva tipología de despido. Como consecuencia de ello se ha dado nueva redacción al apartado c) del artículo 52 de la Ley del Estatuto de los Trabajadores, de manera tal que, manteniendo el anterior texto en lo referido a la acreditación de las causas económicas, las cuales justificarán la decisión extintiva del contrato “a fin de contribuir a la superación de situaciones económicas negativas”; se ha modificado respecto a las demás causas de tal forma que la decisión extintiva se justificará por “causas técnicas, organizativas o de producción, para superar las dificultades que impidan el buen funcionamiento de la empresa, ya sea por su posición competitiva en el mercado o por exigencias de la demanda, a través de una mejor organización de los recursos”. Junto a la nueva redacción de las causas del despido objetivo, el AIEE incorpora una propuesta significativa en materia de control 268 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO de este mismo tipo de despido objetivo en virtud de la cual se posibilita a la negociación colectiva la articulación de procedimientos de información y seguimiento de los despidos objetivos en los correspondientes ámbitos. La propuesta ha sido trasladada a la Ley mediante la adición de una nueva disposición al Estatuto de los Trabajadores (art. 85.2 ET). 3.1.6. El AIEE y las Empresas de Trabajo Temporal Es manifiesto en el AIEE el interés por perfeccionar el marco actual de regulación de la actividad de las Empresas de Trabajo Temporal (ETT), en particular en algunos aspectos relativos a determinadas condiciones de trabajo, como la contratación, el ejercicio de derechos colectivos y de información y la salud laboral. A tal fin, el AIEE contempla “el establecimiento, con carácter de urgencia, de un Grupo Tripartito, con la participación de la Administración y de los agentes sociales, para analizar el funcionamiento del sector, definir la información estadística necesaria y mejorar todos aquellos aspectos que permitan un mejor funcionamiento de las Empresas de Trabajo Temporal”. Como propuestas concretas en relación con las ETT se realizan las siguientes: Un sector en revisión • Promover el diseño estadístico de los contratos de trabajo en el entorno de las ETT. • Impulsar la elaboración del Reglamento sobre actividades y trabajos peligrosos para la seguridad o la salud. • Promover la elaboración de un plan de actuación de la Inspección de Trabajo respecto a las ETT. • Promover la elaboración de un Real Decreto que fije un modelo de contrato de trabajo temporal para las ETT, que clarifique la situación respecto a su relación con la causa alegada en el contrato de puesta a disposición. • Promover las modificaciones legales necesarias para garantizar el desarrollo del derecho de información de los representantes de los trabajadores de las empresas usuarias, sobre cada 269 MEMORIA 1997 contrato de puesta a disposición que las mismas celebren y el motivo de su utilización. • Estudiar las actividades que por sus especiales características requerirían un tratamiento específico de las ETT. • Atribuir la representación de los trabajadores en misión, mientras ésta dure, a los representantes de los trabajadores de las empresas usuarias a efectos de formular cualquier reclamación en relación con las condiciones de ejecución de la actividad laboral, en todo aquello que atañe a la prestación de sus servicios en éstas. Esta última propuesta ha sido ya materializada mediante la correspondiente modificación de la Ley de Empresas de Trabajo Temporal13. 3.1.7. Tiempo de trabajo y empleo en el AIEE Al AIEE no le resulta ajeno el debate sobre el tiempo de trabajo y su relación con el empleo, sobre el que esboza líneas de trabajo futuras. En este sentido, los firmantes reconocen la ne-cesidad y oportunidad de que durante el primer año de vigencia del Acuerdo se estudie todo lo relacionado con la gestión del tiempo de trabajo, la duración y redistribución de la jornada, orientada a contribuir a la mejor evolución del empleo y del funcionamiento de las empresas. De manera más concreta, se propone solicitar al Gobierno la apertura de un proceso de consultas con el fin de establecer el procedimiento de aplicación de la previsión legal contenida en el Estatuto de los Trabajadores (art. 35.2 ET) que faculta al Gobierno para “suprimir o reducir el número máximo de horas extraordinarias por tiempo determinado, con carácter general o para ciertas ramas de actividad o ámbitos territoriales, para incrementar las oportunidades de colocación de los trabajadores en paro forzoso”. Además de lo anterior, se realiza un llamamiento a que en la negociación colectiva se aborden estas cuestiones. 13 La Ley 63/1997, de 26 de diciembre, y antes el Real Decreto Ley 8/1997, de 16 de mayo, han dado nueva redacción al artículo 17 de la Ley 14/1994, de 1 de junio, por la que se regulan las empresas de trabajo temporal. 270 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO 3.1.8. La Comisión Mixta de Seguimiento del AIEE: funciones, compromisos cumplidos y tareas pendientes. Con el fin de interpretar y aplicar lo pactado y, en definitiva, velar por el cumplimiento de las obligaciones que ambas partes asumen en el Acuerdo, se constituye una Comisión mixta integrada por seis miembros de cada parte. La Comisión se dota de un reglamento de funcionamiento, y se compromete a elaborar un calendario de actuaciones y celebrar al menos cuatro sesiones anuales. El grueso de las propuestas del Acuerdo implican modificaciones legislativas que ya han sido convertidas en normas legales, pero existen otras propuestas en el AIEE que no se agotan con la elaboración de la norma correspondiente, sino que necesitan el complemento de otras medidas, bien sean desarrollos reglamentarios de la ley previstos en el Acuerdo, estudios previos sobre aspectos relacionados con las materias que se tratan en el Acuerdo que en el futuro se deberán abordar, o evaluaciones sobre el impacto de las medidas ya adoptadas. La Comisión de seguimiento del AIEE asume, por tanto, funciones que van más allá de la interpretación, aplicación y vigilancia del cumplimiento de las obligaciones asumidas por cada parte, entre las cuales destacan las relacionadas con las propuestas que podrán ser dirigidas a la Administración Pública a fin de mejorar la eficacia del sistema de contratación, además de otras no menos importantes, debiéndose resaltar los siguientes cometidos asumidos por los firmantes: Propuestas permanentes a la Administración • Instar la actuación de las organizaciones representativas ante el Consejo General de Formación Profesional a fin de cumplir las previsiones del Acuerdo referidas a la formación de los trabajadores con contrato formativo. • Proponer al Gobierno las medidas previstas para mejorar la protección social de los trabajadores con contratos formativos, en especial la cobertura de la prestación económica por incapacidad temporal. • Efectuar los análisis precisos que permitan el seguimiento de la evolución de los contratos eventuales y temporales en general, a cuyo efecto podrán recabar los datos e informes pertinentes de las correspondientes instituciones, pudiendo proponer al Gobierno medidas correctoras. 271 MEMORIA 1997 • Dirigirse al Gobierno a efectos de que se estudie el actual marco de protección social de los trabajadores contratados a tiempo parcial. • Dirigirse al Gobierno para estudiar medidas tendentes al fomento de la contratación indefinida y del contrato de relevo. • Evaluar los resultados de la aplicación del contrato para el fomento de la contratación indefinida y, en función de ello, proponer lo que se estime conveniente respecto de su continuidad. A estas tareas se suman las que se derivan de lo acordado en relación a las empresas de trabajo temporal y el tiempo de trabajo que antes se han descrito. Transcurridos los siete primeros meses de aplicación de la nueva legislación en materia de contratación y tal como se preveía en el Acuerdo, la Comisión de Seguimiento elaboró un primer informe, que será tratado en el epígrafe siguiente. El balance que se realizó en relación con otras materias se expone así mismo en el epígrafe 3.3. 3.1.9. Incentivos en materia de Seguridad Social y Fiscales para el fomento de la contratación indefinida Respondiendo a las orientaciones del AIEE, los incentivos a la contratación han sido objeto de una nueva regulación en la que, aunque se mantienen transitoriamente algunos dirigidos a colectivos específicos, se ha perseguido concentrar los recursos financieros en el fomento del empleo indefinido. Los incentivos se concretan en bonificaciones en las cuotas empresariales a la Seguridad Social y exenciones fiscales14. Con el fin de no afectar a los ingresos de la Seguridad Social, los incentivos en materia de cotización se financian con cargo a las correspondientes partidas presupuestarias del Instituto Nacional de Empleo (cuadro II-17). 14 Los incentivos vienen regulados en el Real Decreto Ley 9/1997, de 16 de mayo (BOE 17 de mayo) y posteriormente en la Ley 64/1997, de 26 de diciembre (BOE 30 de diciembre). 272 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO CUADRO II-17 INCENTIVOS A LA CONTRATACIÓN A PARTIR DEL 17 DE MAYO DE 1997 FOMENTO A LA CONTRATACIÓN INDEFINIDA1 CONTRATACIÓN INDEFINIDA INICIAL Colectivos Incentivos • Jóvenes desempleados Bonificación del 40 por 100 No se computarán como menores de 30 años en la cuota empresarial a la asalariados durante los 2 años • Desempleados inscritos en la Seguridad Social por siguientes a su contratación, a oficina de empleo por un contingencias comunes efectos de determinar el periodo de, al menos, doce durante los dos primeros años rendimiento neto de las meses. del contrato. actividades a las que resulta aplicable y por las que no se • Desempleados mayores de Bonificación del 60 por 100 de haya renunciado a la 45 años. la cuota empresarial a la modalidad de signos, índices o Seguridad Social por continmódulos del método de gencias comunes durante los estimación objetiva del dos primeros años del contrato Impuesto sobre la Renta de las y de un 50 por 100 durante el Personas Físicas. resto de la vigencia del mismo. Bonificación del 60 por 100 de • Mujeres desempleadas de larga duración en profesiones la cuota empresarial a la Seguridad Social por continu oficios en los que el gencias comunes durante los colectivo femenino se halle dos primeros años de contrato. subrepresentado. CONTRATACIÓN INDEFINIDA POR TRANSFORMACIÓN DE CONTRATOS TEMPORALES Colectivos • Trabajadores con contratos de duración determinada o temporal, cualquiera que sea la modalidad objeto de transformación, celebrados con anterioridad al 17 de mayo de 1997. • Contratos de aprendizaje, prácticas, para la formación, de relevo y de sustitución por anticipación de la edad de jubilación, cualquiera que sea la fecha de celebración. Incentivos Bonificación del 50 por 100 de la cuota empresarial a la Seguridad Social por contingencias comunes hasta un periodo máximo de 24 meses siguientes a la transformación en indefinidos. Los trabajadores cuyo contrato se haya transformado en indefinido durantes los 24 meses siguientes a 17-5-97, durante los 24 meses siguientes a dicha transformación no se computarán como personas asalariadas a efectos de determinar el rendimiento neto de las actividades a las que resulte aplicable y por las que no se haya renunciado a la modalidad de signos, índices, módulos del método de estimación objetiva del IRPF. (1) Ver Real Decreto-Ley 9/1997, de 16 de mayo por el que se regulan incentivos en materia de Seguridad Social y de carácter fiscal para el fomento de la contratación indefinida y la estabilidad en el empleo. Asimismo, la Ley 64/97, de 26 de diciembre, de igual enunciado. 273 MEMORIA 1997 CUADRO II-17 (Continuación) INCENTIVOS A LA CONTRATACIÓN A PARTIR DEL 17 DE MAYO DE 1997 FOMENTO A LA CONTRATACIÓN TEMPORAL Colectivos Incentivos • Desempleados de larga duraBonificación en la cuota empresarial por contingencias comunes ción Contratados para sustituir a del 95 por 100 durante el primer año, 60 por 100 durante el trabajadores en excedencia segundo año y 50 por 100 durante el tercer año. por cuidado de hijos (2). FOMENTO A LA CONTRATACIÓN DE TRABAJADORES MINUSVÁLIDOS (3) Modalidad de contratación Incentivos • Contrato indefinido y a jornada - Subvención de 500.000 ptas. por cada contrato celebrado. completa. - Bonificación de las cuotas empresariales de la Seguridad Social, incluidas las de accidentes de trabajo y enfermedad profesional y las cuotas de recaudación conjunta durante toda la duración del contrato en las siguiente cuantías: • 70 por 100 por cada trabajador contratado menor de cuarenta y cinco años. • 90 por 100 por cada trabajador contratado mayor de cuarenta y cinco años. - Subvenciones para la adaptación de puestos de trabajo o dotación de medios de protección personal hasta 150.000 ptas. - Subvenciones para la formación profesional de los trabajadores minusválidos. • Indefinido como consecuencia Bonificación de 50 por 100 de la cuota empresarial a la de la readmisión en la empresa Seguridad Social por contingencias comunes durante un periodo del trabajador declarado en de dos años. situación de incapacidad permanente total o absoluta. • Contratación temporal a jorna- Reducción del 75 por 100 de las cuotas empresariales a la da completa (mínimo de 12 Seguridad Social por contingencias comunes. meses, máximo de 3 años). • Contratación indefinida por la Subvención de 500.000 ptas. transformación de un contrato Bonificación de 70 o 90 por 100 de las cuotas empresariales de duración determinada. a la Seguridad Social, incluidas las de accidentes de trabajo y enfermedad profesional y las cuotas de recaudación conjunta (desempleo y formación profesional), si el trabajador es menor o mayor de 45 años, respectivamente, durante toda la vigencia del contrato. • Contratos en prácticas a jornada Reducción del 50 por 100 de la cuota empresarial de la completa cualquiera que sea Seguridad Social por contingencias comunes por toda la forma de celebración. la duración del contrato. Contratos en aprendizaje y para Reducción del 50 por ciento de la cuota empresarial de la la formación. Seguridad Social prevista para estos contratos. (2) Ver Disposición Adicional 14.ª del Real Decreto Legislativo 1/1995, de 24 de marzo, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores. (3) Ver Disposición Adicional Segunda de la Ley 64/1997, de 16 de mayo, que establece el derecho transitorio aplicable a los incentivos a la contratación de trabajadores minusválidos. Fuente: Elaboración propia a partir de la normativa citada. 274 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO 3.2. LA INFLUENCIA DEL ACUERDO INTERCONFEDERAL PARA LA ESTABILIDAD DEL EMPLEO EN LA CONTRATACIÓN Con las limitaciones que derivan del todavía corto periodo transcurrido desde que en mayo de 1997 se introdujeron las reformas de la contratación promulgadas para dar efectividad al AIEE, los datos sobre contratos celebrados desde mayo a diciembre permiten realizar una valoración positiva de los resultados en términos generales. El primer balance realizado por la Comisión de Seguimiento15 así lo pone de manifiesto, en particular, en relación con la evolución de la contratación indefinida que califica de satisfactoria, mientras mantiene ciertas cautelas sobre la evolución de la contratación temporal, porque al mismo tiempo que “se ha triplicado la cifra de contratos indefinidos, lo que implica un cambio de tendencia importante, (...) también ha aumentado la contratación temporal (...), sin que pueda apreciarse una reducción significativa de la tasa de temporalidad”. Para explicar este hecho se apunta en el Informe a la negociación colectiva de 1997, prácticamente finalizada cuando entraron en vigor las medidas de contratación, y también se señala “la posible incidencia de las prácticas que en materia de contratación se han desarrollado en los últimos años”. A estas razones podría añadirse un factor de estacionalidad en el tercer trimestre del año, que entra de lleno en el período analizado por el Informe de Seguimiento en el que se analizan datos entre mayo y octubre. Analizado todo el año 1997, se comprueba, en efecto, el importante aumento de la contratación indefinida, especialmente a partir del mes de mayo (gráfico II-16). Conforme a los datos acumulados de mayo a octubre, los contratos indefinidos representaron en media un 9,5 por 100 del total de la contratación, cuando en igual período del año anterior significaban un 4,4 por 100, tal como se recoge en el Informe. Al finalizar el año, el porcentaje de contratos indefinidos sobre el total de contratos desciende un poco para situarse en el 7 por 100, a pesar de que en noviembre y diciembre siguió creciendo la contratación indefinida, pues se suscribieron aproximadamente cuatrocientos mil contratos indefinidos más que en los mismos meses del año 1996. Esta pérdida de peso al concluir el año se explica, por 9,5 por 100 de contratos indefinidos El primer Informe elaborado por la Comisión de Seguimiento del AIEE lleva fecha de 13 de enero de 1998 y abarca el periodo comprendido entre mayo y octubre de 1997. 15 275 MEMORIA 1997 GRÁFICO II-16 EVOLUCIÓN DE LA CONTRATACIÓN INDEFINIDA (Porcentaje de contratos indefinidos sobre el total de contratos) 10 9 8 Porcentajes 7 6 5 4 3 2 1996 1 1997 0 Ene. Feb. Mar. Abr. May. Jun. Jul. Ago. Sep. Oct. Nov. Meses Fuentes: INEM, Estadística de Contratos Registrados. CUADRO II-18 CONTRATOS INDEFINIDOS POR MODALIDAD*, 1996-1997 (Número de contratos y variación anual en número y en porcentaje) Variación 96/97 Modalidad 1996 1997 (Número) (%) Indefinido ordinario Indefinido RDL 8/1997 Tiempo parcial Mujeres subrepresentadas Mujeres reincorporadas Jóvenes menores 25 años Jóvenes 25-29 años Mayores de 45 años Minusválidos Otros contratos 204.235 — 109.991 155 322 831 723 6.872 4.815 0 162.423 126.308 123.178 53 99 259 292 3.055 5.725 38 –41.812 — 13.187 –102 –223 –572 –431 –3.817 910 38 –20,5 — 12,0 –65,8 –69,3 –68,8 –59,6 –55,5 18,9 — Total contratos nuevos 327.944 421.430 93.486 28,5 26.428 286.051 259.623 982,4 354.372 707.481 353.109 99,6 Conversiones Total contratos indefinidos * Susceptible de duración indefinida. Fuente: INEM, Estadística de Contratos Registrados. 276 Dic. MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO ello, no por el hecho de que al final de año se hubiera frenado la contratación indefinida, sino porque aunque siguió creciendo también en dichos meses creció fuertemente la contratación temporal y en este caso probablemente por razones de carácter estacional. El dato significativo es que al terminar 1997 el porcentaje de contratos indefinidos sobre los temporales se había incrementado tres puntos respecto a 1996, gracias a que el número de los primeros era casi el doble que en ese año (cuadro II-18). 3.2.1. Contratación temporal causal Junto a la contratación indefinida también ha crecido en 1997 la contratación temporal que, respecto a 1996, aumenta un 13,5 por 100, sin que la tasa de temporalidad registre apenas reducción, como se señaló en el apartado II-2. CUADRO II-19 CONTRATOS REGISTRADOS POR MODALIDAD, 1994-1997 (Número de contratos) Modalidad 1994 1995 1996 1997 Indefinido ordinario Indefinido RDL 8/1997 Indefinido por conversión de temporales Obra/servicio Eventual Interinidad Lanzamiento nueva actividad1 Temporal fomento empleo Tiempo parcial Prácticas Aprendizaje2 Formación RDL 8/1997 Modalidades específicas3 Otros4 148.900 — 32.339 2.320.883 1.421.466 307.374 181.980 266.500 935.428 50.962 208.975 — 21.179 140.993 212.826 — 27.063 2.356.046 2.243.449 403.832 372.467 56.816 1.241.508 69.975 179.072 — 23.484 143.556 204.235 — 26.428 2.523.626 2.784.008 465.595 403.341 44.314 1.626.233 70.054 184.577 — 25.082 270.054 162.423 126.308 286.051 2.766.097 3.466.336 533.321 183.466 19.528 1.983.029 81.056 73.593 82.558 19.516 307.500 Total 6.040.602 7.330.094 8.627.547 10.093.565 (1) El contrato de lanzamiento de nueva actividad a partir del 17 de mayo de 1997 ha sido derogado por el Real Decreto Ley 8/1997, de 16 de mayo. (2) El contrato de aprendizaje ha sido sustituido desde el 17 de mayo de 1997 por el contrato de formación. (3) Para mujeres subrepresentadas y reincorporadas, jóvenes, mayores de 45 años, minusválidos, relevo y sustitución por jubilación a los 64 años, excepto en 1997 en que no se incluyen los de relevo. (4) Otras modalidades y contratos con errores de forma que no permiten su clasificación en ninguna de las expresadas. Fuente: INEM, Estadística de Contratos Registrados. 277 MEMORIA 1997 En 1997 se celebraron 723.078 contratos temporales causales más que en 1996 (cuadro II-19). En esta cifra no se incluyen los contratos temporales causales —obra o servicio, lanzamiento de actividad, eventuales e interinos— celebrados a tiempo parcial. Desde mayo a diciembre, derogado el contrato de lanzamiento de nueva actividad, considerando las tres modalidades que se mantienen vigentes, sin contar los contratos a tiempo parcial, se observa un notable aumento en todas respecto a igual periodo de 1996. Aumentan los contratos de obra o servicio en un 6,5 por 100, pero crece sobre todo la contratación eventual, con un 18 por 100 más de contratos celebrados, correspondiendo las dos terceras partes del crecimiento de la contratación eventual a los contratos de duración más corta, menos de un mes (cuadro II-20). Fuerte aumento del contrato eventual La contratación eventual desde 1996 es la de más peso en el conjunto del sistema de contratación. Hasta 1996 no era así, porque durante la vigencia del contrato temporal no causal de fomento del empleo —con duraciones entre 6 meses y tres años— fue esta modalidad la que acaparó el mayor peso hasta que su derogación, en la reforma laboral de 1994, situó a los contratos de obra o servicio en los años que siguieron a dicha reforma —claramente en 1994 y 1995— a la cabeza de las modalidades contractuales superando al resto, incluidos los contratos eventuales. La situación cambia en 1996, pues en dicho año, y por primera vez, la contratación eventual supera al resto, aunque las distancias con los contratos de obra o servicio no fueran todavía grandes y entre ambas modalidades se repartiera el peso de la contratación. En 1997 se amplía la distancia a favor de los contratos eventuales, de tal forma que los mismos han pasado a representar en el conjunto del año el 34,3 por 100 de los contratos frente al 32,2 por 100 de 1996. El contrato de obra o servicio como causa o por efecto, entre otros factores, de lo sucedido con el contrato eventual, ha perdido peso en el conjunto del sistema al representar en 1997 el 27,4 por 100 frente al 29,2 de 1996 o el 32 por 100 de 1995. Los contratos de interinidad también aumentan en 1997 un 12,7 por 100 respecto a 1996. 278 CUADRO II-20 CONTRATOS REGISTRADOS POR DURACIÓN Y MODALIDAD, 1996-1997 (Número de contratos anual en cada caso) 1996 <=1 Modalidades Indefinido ordinario Obra o servicio Eventual circ. prod. Interinidad Lanz. nueva actividad Indefinido RDL 8/1997 Temporal Temporal minusválidos Tiempo parcial Relevo Sust. jubilac. 64 años Prácticas Aprendizaje Formación RDL 8/1997 Mujeres subrepresentadas Mujeres reincorporadas Jóvenes menores 25 años Jóvenes 25-29 años Mayores de 45 años Minusválidos Minusválidos en CEE Otros contratos Total contratos nuevos Conv. en indefinidos Total contratos >1/ <=3 >3/<=6 Duración en meses >6/<=12 >12/<=18 >18/<=24 >24/<=30 >30 Indetermi- Indefinida nada 2.241.026 76 270.306 Total 204.235 2.523.626 157.665 2.784.008 1.775.195 465.595 136.009 403.341 204.235 53.935 608.599 43.704 40.782 370.650 12.108 338.271 44.314 1.626.233 213 2.779 70.054 184.577 440.397 30 292.416 23 311.278 29 29 51.579 163.098 27.680 28.159 2.841 59.309 1.523 1.049 338 2.393 584 174 85 925 104 26 13 141 327 80 191 2.302 42.422 1.073 184 12 623 67.547 49 2.088 17.306 18.888 2.437 8 123 746 1.162 482 11 13 423 454 165 20 1 1.072 43 2 100 846 155 322 831 723 6.872 4.815 8.372 1.710 933 1.510 1.358 31 270.054 40.339 7.531 14.357 12.481 564 8.601.119 2.551.345 1.007.170 1.303.662 280.128 11.447 26.428 8.627.547 2.551.345 1.007.170 1.303.662 280.128 11.447 279 Fuente: INEM, Estadística de Contratos Registrados. 400.448 109.991 522 155 322 831 723 6.872 4.815 7 342 3.684 2 47 631 13 626 6.125 2.808 193.767 3.108.993 3.684 631 6.125 3.108.993 327.944 26.428 354.372 280 CUADRO II-20 (Continuación) CONTRATOS REGISTRADOS POR DURACIÓN Y MODALIDAD, 1996-1997 (Número de contratos anual en cada caso) 1997 <=1 Modalidades >1/ <=3 >3/<=6 Duración en meses >6/<=12 >12/<=18 >18/<=24 >24/<=30 >30 Indetermi- Indefinida nada 2.462.654 149 309.212 Total Indefinido ordinario 162.423 Obra o servicio 2.766.097 160.046 57.114 51.518 31.661 1.729 Eventual cic. prod. 3.466.336 2.220.149 733.119 471.081 39.682 1.971 Interinidad 533.321 160.403 47.278 13.065 2.791 424 Lanz. nueva actividad 183.466 154.417 26.516 933 Indefinido RDL 8/1997 126.308 Temporal 17.863 17.181 353 Temporal minusválidos 1.665 1.611 35 Tiempo parcial 1.983.029 612.578 368.198 311.482 63.261 2.090 Sust. jubilac. 64 años 2.783 59.831 2.081 116 Prácticas 81.056 63.532 19.742 945 Aprendizaje 73.593 45 75.597 8.701 511 Formación RDL 8/1997 82.558 6.090 269 Mujeres subrepresentadas 53 Mujeres reincorporadas 99 Jóvenes menores 25 años 259 Jóvenes 25-29 años 292 Mayores de 45 años 3.055 Minusválidos 5.725 Minusválidos en CEE 10.033 2.648 1.089 1.025 1.675 129 Otros contratos 307.500 45.610 8.299 20.648 11.992 574 Total contratos nuevos 9.807.514 3.201.434 1.215.142 1.222.196 232.984 10.079 Conv. en indefinidos 286.051 Total contratos 10.093.565 3.201.434 1.215.142 1.222.196 232.984 10.079 Fuente: INEM, Estadística de Contratos Registrados. 162.423 722 124 86 411 286 9 22 61 367 52 40 1.128 80 6 399 11 538 248 573 5 244 13 686 4 126.308 120 38 5 501.037 571 123.178 518 24 53 99 259 292 3.055 5.725 6 466 3.670 75 621 34 692 3.082 3.427 219.106 3.496.156 3.670 621 3.082 3.496.156 38 421.430 286.051 707.481 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO 3.2.2. Contratación a través de Empresas de Trabajo Temporal Una vez consolidada la actividad de las Empresas de Trabajo Temporal, el balance de la contratación temporal no puede obviar los resultados de este tipo de intermediación en el mercado de trabajo. Durante 1997 se ha duplicado con creces la utilización de las ETT como forma de reclutamiento de trabajadores temporales por el resto de las empresas. En concreto, se han celebrado 1.299.895 contratos de puesta a disposición entre empresas usuarias y ETT, mientras que los trabajadores cedidos se acercan al millón y son 425 las empresas autorizadas (cuadro II-21). ETT: un millón trescientos mil contratos Aun cuando por el momento no es posible adelantar datos sobre las contrataciones laborales a que han dado lugar en 1997 dichos contratos de puesta a disposición entre ETT y empresas usuarias16, sí es posible estimar ya que, si en 1996 los contratos registrados por ETT supusieron en torno al 10 por 100 del total de contratos temporales causales, en 1997 al menos el 14 por 100 de las contrataciones temporales registradas por el INEM en 1997 se han gestionado a través de ETT. CUADRO II-21 CONTRATOS DE PUESTA A DISPOSICIÓN, ETT DE ÁMBITO SUPERIOR A LA COMUNIDAD AUTÓNOMA1, 1994-1997 (Número anual de contratos en cada caso) Supuestos de utilización 19942 Obra o servicio determinado Eventual por circunstancias de producción Sustitución de trabajadores Proceso de selección o promoción Total 12.654 16.778 2.462 696 32.590 85.244 145.935 21.874 2.807 255.860 159.365 343.471 49.409 4.981 557.226 425.599 761590 100621 12085 1.299.895 Trabajadores 32.587 206.432 438.688 945.823 1 2 1995 1996 1997 ETT que actúan en más de una provincia de dos o más Comunidades Autónomas, requiriendo para ello la autorización de la Dirección General de Trabajo de la Secretaría General de Empleo. Desde julio. Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Secretaría General de Empleo, 1998. A 4 de mayo de 1998 continúa en proceso la explotación específica de la base de datos de contratos registrados en el INEM, mediante el cruce de dicha base con las cuentas de cotización a la Seguridad Social de las ETT que figuran en las “Relaciones de contratos de puesta a disposición”. 16 281 282 CUADRO II-22 CONTRATOS REGISTRADOS EN EL INEM POR EMPRESAS DE TRABAJO TEMPORAL, SEGÚN SEXO, POR MODALIDAD DE CONTRATO (Número de contratos anual y porcentajes sobre el total en cada caso) Número Ambos sexos Modalidad del contrato Hombres Mujeres 1994 (1) 1995 1996 1994 (1) 1995 1996 1994 (1) 1995 1996 Total 55.797 361.816 748.923 34.335 225.629 458.212 21.462 136.187 290.711 Indefinidos ordinarios Obra o servicio Eventuales por circ. de la producción Interinidad Tiempo parcial Lanzamiento de nueva actividad Otros contratos (2) No consta 44 26.646 10.982 2.048 15.563 190 93 231 183 140.738 94.503 18.165 103.262 1.455 375 3.135 322 243.521 223.919 41.741 235.436 2.148 358 1.478 22 16.885 7.849 1.055 8.251 75 34 164 73 94.171 62.391 9.959 56.032 483 107 2.413 133 173.814 137.093 21.692 123.653 837 131 859 22 9.761 3.133 993 7.312 115 59 67 110 46.567 32.112 8.206 47.230 972 268 722 189 69.707 86.826 20.049 111.783 1.311 227 619 Distribución porcentual Ambos sexos Hombres Modalidad del contrato Total Indefinidos ordinarios Obra o servicio Eventuales por cc. de la producción Interinidad Tiempo parcial Lanzamiento de nueva actividad Otros contratos (2) No consta 1994 (1) 100 0,1 47,8 19,7 3,7 27,9 0,3 0,2 0,4 1995 1996 1994 (1) 100 100 100 0,1 38,9 26,1 5 28,5 0,4 0,1 0,9 0 32,5 29,9 5,6 31,4 0,3 0 0,2 0,1 49,2 22,9 3,1 24 0,2 0,1 0,5 (1) Desde Julio. (2) Otras modalidades susceptibles de contratación por las ETT. Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Anuario de Estadísticas Laborales, 1997. 1995 100 0 41,7 27,7 4,4 24,8 0,2 0 1,1 Mujeres 1996 100 0 37,9 29,9 4,7 27,7 0,2 0 0,2 1994 (1) 1995 100 100 0,1 45,5 14,6 4,6 34,1 0,5 0,3 0,3 0,1 34,2 23,6 6 34,7 0,7 0,2 0,5 1996 100 0,1 24 29,9 6,9 38,5 0,5 0,1 0,2 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO Con respecto a las características de las contrataciones realizadas a través de ETT, dado que la Estadística aparece casi con un año de retraso, sólo cabe retrotraerse a lo acaecido en 1996, año en el que, por lo que respecta a las modalidades de contratación utilizadas, se elevó la proporción de eventuales por circunstancias de la producción hasta representar un tercio del total, al igual que los contratos a tiempo parcial. Paralelamente, descendieron en términos relativos los contratos de obra o servicio que pasaron a suponer el 32,5 por 100, casi siete puntos menos que en el año anterior, siguiendo la tendencia general de la contratación temporal causal que se apreció ya en 1996 y se ha visto reforzada en 1997 como ya se ha apuntado (cuadro II-22). En cuanto a la duración aproximada de los contratos registrados por ETT en 1996, prácticamente la mitad tuvieron una duración de un mes o inferior a un mes, mientras que se sigue desconociendo la duración efectiva de prácticamente la otra mitad, clasificados como “de duración indeterminada” (cuadro II-23). Por lo que concierne al nivel de estudios terminados de los trabajadores contratados, aunque los titulados de grado medio y superior hayan experimentado un notable incremento, que hace que supongan ya en torno al 7 por 100 del total de trabajadores contratados por esta vía (con una notoria mayor presencia de mujeres en ambos grupos), más del 70 por 100 de estos trabajadores tiene un nivel de estudios terminados igual o inferior a BUP (cuadro II-24). Para un mes o menos 3.2.3. Contratos formativos La nueva modalidad de contrato de formación creada por el AIEE ha sido menos utilizada de lo que lo fue el contrato de aprendizaje al que sustituye. Las razones de este menor uso se encuentran en la nueva configuración legal del contrato de formación, que reduce el universo de posibles destinatarios al rebajar la edad en que puede ser suscrito desde los 25 a los 21 años, porque en el tramo de edad —1621— en que puede suscribirse es menor la tasa de actividad. Además, los incentivos a la contratación indefinida, previsiblemente hacen que se contraten bajo las nuevas formas de contrato indefinido a trabajadores jóvenes que antes se contrataban como aprendices. Si se comparan los contratos de aprendizaje celebrados hasta mayo y los nuevos contratos formativos celebrados de mayo a diciembre, se comprueba que se han realizado un 15 por 100 menos de contratos de formación para la inserción laboral que en 1996 en los mismos periodos. Sólo un tercio de mujeres contratadas 283 284 CUADRO II-23 CONTRATOS REGISTRADOS EN EL INEM POR EMPRESAS DE TRABAJO TEMPORAL SEGÚN SEXO, POR DURACIÓN DEL CONTRATO, 1994-1996 (Número de contratos anual y porcentajes sobre el total en cada caso) Ambos sexos Duración del contrato 1994 (1) % Total De 1 mes o menos De 1 a 3 meses De 3 a 6 meses De 6 meses a 1 año Más de 1 año Indeterminada Indefinida 55.797 100 3.084 5,5 1.126 2,0 631 1,1 100 0,2 12 0,0 50.709 90,9 135 1995 % 361.816 100 21.788 5,5 8.817 2,1 6.398 1,0 791 0,1 51 0,0 323.472 91,1 499 0,2 Hombres 1996 % 1994(1) % 748.923 100 354.306 47,3 34.075 4,5 14.277 1,9 1.314 0,2 201 0,0 344.076 45,9 674 0,1 34.335 100 1.873 5,5 713 2,1 347 1,0 44 0,1 6 0,0 31.272 91,1 80 0,2 1995 % 225.629 100 13.433 6,0 5.447 2,4 3.586 1,6 373 0,2 32 0,0 202.464 90,0 294 0,1 (1) Desde julio. Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Anuario de Estadísticas Laborales, 1996. Mujeres 1996 % 1994(1) % 458.212 100 207.381 45,3 19.957 4,4 8.335 1,8 693 0,2 109 0,0 221.431 48,3 306 0,1 21.462 100 1.211 5,6 413 1,9 284 1,3 56 0,3 6 0,0 19.437 91,0 55 0,3 1995 % 136.187 100 8.355 6,1 3.370 2,5 2.812 2,1 418 0,3 19 0,0 121.008 88,9 205 0,2 1996 % 290.711 100 146.925 50,5 14.117 4,9 5.943 2,0 621 0,2 92 0,0 122.645 42,2 368 0,1 CUADRO II-24 CONTRATOS REGISTRADOS EN EL INEM POR ETT, SEGÚN SEXO, POR NIVEL DE ESTUDIOS TERMINADOS, 1994-1996 (Número de contratos anual y porcentajes sobre el total en cada caso) Estudios terminados Total Sin estudios E. primarios sin certificado Certificado escolaridad EGB BUP Formación Profesional Titulación Grado medio Titulación Grado superior Ambos sexos 1994(1) % 55.797 100 2.579 4,6 1.129 2,0 13.356 25.080 3.943 1995 % 361.816 100 5.271 1,5 1.671 Hombres 1996 % 1994(1) % 748.923 100 356 0,0 34.335 100 1.626 4,7 830 2,4 1995 % 225.629 100 3.204 1,4 1.110 1996 % 1994(1) % 458.212 100 181 0,0 0,6 299 1,4 % 136.187 100 2.067 1,5 561 0,4 1996 % 290.711 100 175 0,1 4.653 0,6 24,0 45,0 7,1 67.035 19,0 203.049 56,0 25.080 6,9 149.677 20,0 293.080 39,0 132.892 18,0 8.923 26,0 15.932 46,0 1.931 5,6 44.888 19,9 126.304 56,0 13.373 5,9 102.431 22,4 192.090 41,9 70.651 15,4 4.433 20,7 9.148 42,6 2.012 9,4 22.147 16,3 76.745 56,4 11.707 8,6 47.246 16,3 100.990 34,7 62.241 21,4 8.131 15,0 49.877 14,0 113.591 15,0 4.404 13,0 32.475 14,4 69.437 15,2 3.727 17,4 17.402 12,8 44.154 15,2 815 1,5 5.376 1,5 26.837 3,6 391 1,1 2.394 1,1 9.903 2,2 424 2,0 2.982 2,2 16.934 5,8 764 1,4 4.457 1,2 27.837 3,7 298 0,9 1.881 0,8 10.731 2,3 466 2,2 2.576 1,9 17.106 5,9 Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Anuario de Estadísticas Laborales, 1996. 2.788 21.462 100 953 4,4 1995 0,5 (1) Desde julio. 0,5 Mujeres 1.865 0,6 285 MEMORIA 1997 Pero esta primera apreciación no debe llevar a minusvalorar las cifras de nuevos contratos de formación suscritos desde que entra en vigor el AIEE porque, considerando las distintas poblaciones susceptibles de ser contratadas en una y otra modalidad, menor en el nuevo contrato, el peso de cada una de las modalidades entre mayo y diciembre de cada año ha sido prácticamente el mismo: en torno al 2 por 100 en ambos casos. Por tanto, la valoración global de cómo ha funcionado la nueva figura sería más positiva de lo que a simple vista podría parecer. En cuanto a la distribución por sexo, del total de 82.558 contratos de formación registrados hasta diciembre, sólo un tercio fueron suscritos por mujeres. La otra modalidad de contrato formativo, el contrato en prácticas, ha crecido ligeramente en 1997 y en este caso la proporción de varones y mujeres es similar: 48 por 100 de mujeres y 52 por 100 de varones. 3.2.4. Contratos a tiempo parcial En tres años se duplica el tiempo parcial La contratación a tiempo parcial17 ha vuelto a experimentar un fuerte crecimiento, que se suma al que se viene registrando desde la reforma de 1994. Si en 1994 se llegaron a celebrar el doble de contratos a tiempo parcial que en 1991, en 1997 los contratos a tiempo parcial son más del doble de los que se contabilizan para el año 199418. En relación a 1996, los contratos a tiempo parcial crecieron un 18 por 100 en 1997, si bien su peso en el conjunto de la contratación descendió ligeramente (en torno a un punto). El 89 por 100 de los casi dos millones de contratos a tiempo parcial suscritos se realizaron en el sector servicios y el 58 por 17 Los datos que se utilizan, procedentes del Registro de contratos del INEM, incluyen todos los celebrados a tiempo parcial bajo la normativa que regula este tipo de contratación, sea por tiempo indefinido, por duración determinada o tengan la condición de fijos discontinuos, con independencia de que la frecuencia de prestación de servicios sea de un determinado número de horas al día, a la semana, al mes o al año. También se incluyen los contratos de relevo. Las partes firmantes del AIEE han pedido al Gobierno que desagrege los datos y mejore la estadística de los contratos a tiempo parcial, al considerar que el contrato a tiempo parcial no es una modalidad de contratación que se sume a las demás, sino que es una modalidad de ejecución (referida a la duración de la jornada de trabajo) que puede adoptar cualquier tipo de contrato. 18 Memorias del Consejo Económico y Social 1994, 1995 y 1996. 286 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO 100 fueron suscritos por mujeres, la misma proporción que en el año anterior, siendo las ocupaciones principalmente contratadas entre la población femenina empleos no cualificados del sector servicios, servicio doméstico, limpieza y similar (24 por 100), seguidas de las de tipo administrativo (19 por 100), hostelería y servicios personales (17 por 100) y comercio (16 por 100). En el caso de los varones, se diversifican más las ocupaciones, aunque también se localizan en mayor medida en trabajos poco cualificados, en especial en tareas de peonaje de todo tipo, además de en hostelería y en tercer lugar en empleos administrativos. Del total de contrataciones a tiempo parcial realizadas en 1997, sólo el 6 por 100 lo fueron con carácter indefinido y en cuanto a la duración de los no indefinidos, las dos terceras partes tuvieron duración inferior a los seis meses. 3.2.5. La contratación indefinida, usada para estabilizar plantillas Entre mayo y diciembre de 1997 se suscribieron 574.782 contratos indefinidos, cifra que triplica a los celebrados en igual periodo de 1996. Del total de contratos indefinidos celebrados, 412.359 corresponden a nuevos contratos indefinidos —fomento de contratación indefinida y conversión de contratos temporales—. Considerando el total de trabajadores contratados temporalmente y parados en el momento de la entrada en vigor de los nuevos contratos indefinidos, se habría beneficiado por los resultados del AIEE, el 7,2 por 100 de los trabajadores, es decir, siete de cada cien. Las nuevas contrataciones han beneficiado en mayor medida a quienes estaban contratados temporalmente, porque han sido más los contratos celebrados procedentes de conversiones de contratos temporales que los suscritos con trabajadores procedentes del paro. Así, nueve de cada cien trabajadores contratados temporalmente se han beneficiado de los nuevos contratos indefinidos (cuadro II-25). Una primera consecuencia, puesta de manifiesto en el Informe de la Comisión de Seguimiento, es que el AIEE está sirviendo fundamentalmente para estabilizar las plantillas. También se ha de resaltar como aspecto positivo, como hace el Informe, que una tercera parte de contratos correspondan al indefinido de fomento del empleo dirigido a parados. Más usado para conversión de temporales 287 288 CUADRO II-25 INCIDENCIA DEL ACUERDO PARA LA ESTABILIDAD DEL EMPLEO POR COLECTIVOS* (Miles de personas, miles de contratos y porcentajes sobre el total de cada distribución y colectivo) Colectivos susceptibles de acogerse directamente (en el momento de firma del acuerdo) Distribuciones Por sexos Varones Mujeres Total Por sectores Agricultura Industria Construcción Servicios Parados + 3 años Primer empleo Total Por edades De 16 a 19 años De 20 a 24 años De 25 a 29 años De 30 a 45 años Más de 45 años Total Por tipo de contrato Obra o servicio Interinidad Lanzamiento de nueva actividad Temporales de fomento empleo Formac., Prácticas y Aprendiz. Eventuales y resto de contratos Total Acogidos entre el 17 de mayo y el 31 de diciembre de 1997 (Como indefinidos de fomento del empleo) Reparto dentro % sobre el colecProcedentes del paro Conversiones Total de cada colectivo tivo susceptible de (Miles) (Miles) (Miles) (%) acogerse Temporales (Miles) Parados (Miles) Total (Miles) 1.933,1 1.256,8 3.189,9 1.229,6 1.307,2 2.536,8 3.162,7 2.564,0 5.726,7 83,9 42,4 126,3 192,2 93,9 286,1 276,0 136,3 412,4 66,9 33,1 100,0 8,7 5,3 7,2 286,9 632,0 556,3 1.714,7 435,8 866,7 777,2 2.461,0 479,2 706,9 5.726,8 2,2 26,3 10,8 87,0 3,2 70,3 20,3 192,3 5,3 96,6 31,1 279,3 1,3 23,4 7,5 67,7 1,2 11,1 4,0 11,4 3.189,9 148,9 234,7 220,9 746,3 479,2 706,9 2.536,9 126,3 286,1 412,4 100,0 7,2 210,8 807,1 677,9 1.033,9 460,2 3.189,9 315,3 759,0 655,6 218,6 588,4 2.536,9 526,1 1.566,1 1.333,5 1.252,5 1.048,6 5.726,8 5,7 36,3 41,6 6,9 35,8 126,3 7,2 67,6 88,0 94,5 28,8 286,1 12,9 103,9 129,6 101,4 64,6 412,4 3,1 25,2 31,4 24,6 15,7 100,0 2,4 6,6 9,7 8,1 6,2 7,2 52,5 3,1 69,3 13,0 41,3 106,8 286,1 52,5 3,1 69,3 13,0 41,3 106,8 286,1 18,4 1,1 24,2 4,5 14,4 37,3 100,0 8,4 2,7 11,6 6,5 35,0 7,0 9,0 624,0 116,8 600,0 200,0 117,9 1.531,2 3.189,9 624,0 116,8 600,0 200,0 117,9 1.531,2 3.189,9 En la columna de parados se han considerado sólo los de larga duración. Incluye el Tiempo Parcial. * El mismo cuadro con datos hasta el 17 de noviembre de 1997 aparece en el Informe de Seguimiento del Acuerdo de 13 de enero de 1998. Fuente: Elaborado a partir de datos del INEM y el INE. MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO En la distribución por sexo de los nuevos contratos se observa que han beneficiado más a los varones, porque atendiendo a los trabajadores susceptibles de acogerse a la nueva contratación indefinida, siete de cada cien contratos se han celebrado con varones y tres de cada cien con mujeres. Si se considera el colectivo potencial distribuido por sexos, el resultado varía un poco y lo que se observa es que se han beneficiado un 8,7 por 100 de varones y un 5,8 por 100 de mujeres. Por edades, el 31 por 100 de los contratos indefinidos se han realizado con jóvenes de entre 25 y 29 años. Les siguen, con un 25 por 100 en cada grupo, las franjas de edad entre 20 y 24 y de 30 a 45 años. Dentro de esta última, es muy reducido el número de contratados procedentes del paro (6,9 por 100) aunque ello se compensa con los contratos indefinidos ordinarios que en este mismo tramo de edades tiene más peso. Los parados mayores de 45 años se benefician en mayor medida de los contratos de fomento de empleo indefinido (15,7 por 100). Este grupo es el único en el que los parados contratados como indefinidos superan en número a los contratos indefinidos procedentes de conversiones de contratos temporales, lo que es consecuencia de los mayores incentivos que en este supuesto tiene el contrato. Los más jóvenes —entre 16 y 19 años—, excluidos parcialmente del acceso a los nuevos contratos desde el desempleo, si son menores de 18 años y no son parados de larga duración, son los menos afectados por la contratación indefinida (3,1 por 100 de los contratos). Más beneficiados Por nivel de estudios terminados predomina en los nuevos contratos indefinidos del fomento de empleo el nivel de EGB, seguido del certificado de escolaridad en el caso de los varones y del BUP en el caso de las mujeres. En general, es mayor el nivel de formación de las mujeres que acceden a los contratos indefinidos que el de los hombres, de tal manera que mientras el 81 por 100 de las mujeres contratadas posee titulación de EGB y superiores, porcentaje que se eleva al 84 por 100 en los contratos procedentes de conversiones, en el caso de los varones estos porcentajes son del 67 y el 72 por 100, según se trate de contratación inicial o de conversión de contratos temporales en indefinidos, pero en ambos casos para los varones con claro predomio de la EGB y el certificado de escolaridad. Para empleos los mayores de 45 años poco cualificados El sector servicios acoge la mayor parte de los nuevos contratos indefinidos (67,7 por 100), seguido por el sector industrial (23,4 por 100). En ambos es similar el porcentaje de contratos sobre el 289 MEMORIA 1997 colectivo potencialmente beneficiario. La construcción ocupa el tercer lugar en número de contratos (4 por 100), lo que se explica por las características del sector tratándose de contratos indefinidos. En agricultura, la contratación indefinida ha afectado al 1,2 por 100 de los posibles destinatarios. Conversión en empresas pequeñas Las conversiones de contratos temporales han afectado principalmente a la contratación eventual, pues más de un tercio (37,3 por 100) de los contratos indefinidos concertados lo han sido con trabajadores que tenían un contrato eventual; les siguen en número de conversiones los contratos de lanzamiento de actividad que la reforma deroga y, en tercer lugar, los de obra o servicio (18,4 por 100). Las modalidades de prácticas y formación, aunque ocupan el cuarto lugar por número de conversiones (14,4 por 100), son las más beneficiadas si se considera el colectivo susceptible de acogerse al nuevo contrato, y en este caso lo que se comprueba es que la tercera parte del mismo en el periodo analizado —mayo a diciembre de 1997— ha alcanzado la estabilidad de su contrato. La mayor parte de los contratos, por último, se han realizado en empresas pequeñas, de menos de 25 trabajadores, tanto en los supuestos de contratación indefinida inicial como en las conversiones desde la contratación temporal. En resumen, coincidiendo con lo que se señala en el primer Informe de la Comisión de Seguimiento, se puede afirmar que “el perfil más habitual de las personas que han sido contratadas por el momento bajo la nueva forma contractual es varón, de entre 25 y 45 años, contratado temporal en una pequeña empresa del sector servicios y con una titulación académica baja”. 3.3. EXTINCIONES DEL CONTRATO DE TRABAJO En anteriores ediciones de la Memoria se han analizado los despidos como salidas del mercado de trabajo conjuntamente con las entradas a través de las distintas modalidades de contratación. En la presente edición, el Acuerdo Interconfederal para la Estabilidad en el Empleo resulta de obligada referencia en el análisis de la evolución de la contratación, de ahí que se haya abordado la contratación al tratar el primer balance de seguimiento del Acuerdo. Debido a ello se dedica este epígrafe a los despidos para tratar las extincio- 290 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO nes del contrato por despidos realizados en las tres vías institucionales, conciliación administrativa, expedientes administrativos de regulación de empleo y jurisdicción laboral. 3.3.1. Regulaciones de empleo A efectos estadísticos, bajo el concepto de regulación de empleo se recogen los datos de los expedientes presentados ante la Administración estatal o autonómica a instancias de la empresa o de los representantes de los trabajadores para adoptar modificaciones colectivas de los contratos de trabajo —suspensiones temporales y/o reducciones de jornada—, así como extinciones de los mismos por despido colectivo que afecten a toda o a parte de la plantilla según los parámetros establecidos legalmente19, considerando también las extinciones debidas a jubilaciones anticipadas, cuando concurren causas económicas, técnicas, organizativas, de producción o de fuerza mayor, o por extinción de la personalidad jurídica del contratante. En 1997 siguió descendiendo (un 10 por 100) el número de expedientes de regulación de empleo autorizados por las Administraciones laborales que, en total, fueron menos de un tercio de los que se autorizaron en 1994 y casi la quinta parte que en 1993. Descienden tanto los de extinción como los de suspensión y reducción de jornada. Los relativos a suspensiones de contrato superan a los de extinción, lo que no ocurría desde 1991. Disminuye sin embargo, el porcentaje de los pactados entre empresa y representantes de los trabajadores respecto a años anteriores. En cuanto al número de trabajadores afectados durante 1997 por expedientes de regulación, autorizados o no, fue algo superior al de 1996, siendo más elevado el número de trabajadores afectados por suspensiones del contrato autorizadas que por extinciones del mismo mediante despidos colectivos. En total, 157.043 trabajado- El número de despidos por expedientes, el más bajo de los últimos 10 años Según la Ley 11/1994, de 19 de mayo, que reformó el Estatuto de los Trabajadores, se considera despido colectivo cuando afecte a la totalidad de una plantilla de más de cinco trabajadores como consecuencia de la cesación total de la actividad empresarial o, en un período de noventa días, al menos a 10 asalariados en empresas con menos de 100 trabajadores, al 10 por 100 de la plantilla en empresas que ocupen entre 100 y 300 trabajadores o a 30 asalariados en empresas con plantillas superiores. 19 291 MEMORIA 1997 res estuvieron involucrados en 1997 en expedientes de regulación de empleo, de los que 31.536 extinguieron sus contratos por esta vía y los restantes correspondieron a suspensiones temporales de la actividad o a reducciones de jornada. El número de despidos mediante expediente de regulación (despidos colectivos), fue el más bajo de los últimos diez años. La media de horas por trabajador afectado por reducción de jornada o de días de suspensión descendió en ambos casos respecto a 1996 y años anteriores. No existe información estadística acerca de las indemnizaciones abonadas en los expedientes de extinción de contratos tramitados ante la Administración laboral. Sí la hay, en cambio, acerca de las cantidades globales que el Fondo de Garantía Salarial abona en concepto de indemnizaciones, en empresas de menos de veinticinco trabajadores, a los trabajadores afectados por expedientes de regulación de empleo con extinción de contratos (despidos colectivos y despidos objetivos). En 1997, dicha suma global ascendió a 7.338,8 millones de pesetas, con 8.769 empresas afectadas y 22.497 trabajadores beneficiarios. Más elevada es la cifra que anualmente abona el Fondo de Garantía Salarial por salarios e indemnizaciones20, como consecuencia de desequilibrios patrimoniales de las empresas a causa de insolvencia declarada y reconocida judicialmente, suspensión de pagos, quiebra, fuerza mayor o concurso de acreedores. En 1997, por todas estas causas el Fondo abonó 79.822,5 millones de pesetas a un total de 155.495 trabajadores beneficiarios de 43.153 empresas. 3.3.2. Despidos conciliados ante los Servicios Administrativos Las conciliaciones individuales celebradas ante los Servicios Administrativos de conciliación por causa de despido descendieron levemente en 1997, confirmando el lento declive que se viene produciendo desde 1994. Como ya se ha advertido en anteriores ocasiones, la introducción de la nueva tipología de despidos por causas objetivas, que permite acceder directamente a la prestación por 20 La Ley 60/1997, de 19 de diciembre, de modificación del Estatuto de los Trabajadores en materia de cobertura del Fondo de Garantía Salarial ha solventado el problema de la falta de cobertura existente para los supuestos de extinción del contrato por despido objetivo del artículo 52.c) ET a causa de insolvencia, suspensión de pagos, quiebra y concurso de acreedores. 292 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO desempleo si se reúnen los requisitos legales para ello, significa que la aceptación de la indemnización legal o pactada en casos de despido por tales causas obvia la tramitación de la conciliación administrativa por lo que, en principio, no puede interpretarse el descenso de despidos conciliados como expresivo de un descenso general de la cifra de despidos. En este sentido, la información sobre el número de altas de beneficiarios de prestaciones contributivas por desempleo, según la causa de acceso a la prestación, permite aproximar datos sobre la cifra de despidos objetivos resueltos sin intervención administrativa ni judicial, esto es, aceptados por los trabajadores afectados. Según dicha información, en 1997 accedieron a la prestación contributiva por causa de despido objetivo, no tramitado en el servicio de mediación ni impugnado en el juzgado, 25.314 trabajadores. En 1997, 137.294 conciliaciones por despido (sin que se pueda precisar tipo de despido, disciplinario u objetivo), finalizaron con avenencia ante los Servicios de Mediación, Arbitraje y Conciliación, del total de 204.079 solicitudes presentadas. La media de cantidades abonadas por conciliación fue de 2.440.000 pesetas, pero debe tenerse en cuenta que esta cifra no es representativa de la indemnización media, por cuanto las conciliaciones se clasifican en la estadística como individuales, porque se accede al trámite individualmente, pero la avenencia puede afectar a un colectivo, y porque, además, en las cantidades acordadas en despidos conciliados se suelen incluir otras que no son indemnizaciones sino salarios pendientes. 204.079 solicitudes ante el SMAC 3.3.3. Despidos tramitados judicialmente El número de asuntos por despidos tramitados ante la jurisdicción social descendió levemente en 1997. Del total de los 46.051 despidos tramitados entre enero y noviembre, últimos datos de que se dispone, el 40 por 100 concluyeron con sentencia favorable en todo o en parte al trabajador, mientras el 22 por 100 fueron conciliados y el resto obtuvieron sentencia desfavorable, se desistieron o concluyeron por otras causas (archivo del asunto, etc.). Respecto a la cuantía de las indemnizaciones abonadas por despido en los juzgados durante 1997, la media por asunto, no por despido, aspecto sobre el que no hay datos, ascendió a 1.498.351 293 MEMORIA 1997 pesetas en los concluidos por sentencia y 1.041.171 pesetas en los conciliados, cuantías similares a las de 1996. Sin estadísticas sobre despidos en los tribunales La estadística de despidos tramitados judicialmente no ofrece datos sobre los tipos de despido y sólo aporta información sobre el sentido de la sentencia, favorable o desfavorable total o parcialmente, así como las demás formas de terminar el proceso, conciliación, desistimiento, etc. Se ha intentado aproximarse a las cifras de despidos que según la causa, disciplinaria o despido objetivo, fueron tramitados judicialmente durante el año a través de los datos sobre altas en las prestaciones contributivas por desempleo. Pero tales fuentes no permiten precisar sino la solución final del despido impugnado que, al haber seguido un proceso judicial, puede haber pasado por vicisitudes varias sin que los tramitados por una causa coincidan con la de acceso a la prestación, y menos sin que correspondan a tramos temporales que puedan ser comparados. Así, debe repararse en que en este caso, a diferencia de lo que sucede con los datos extraídos de esta misma fuente de información respecto a despidos objetivos no impugnados, en los que el tiempo que media entre el despido y el alta en las prestaciones de desempleo es reducido, en el caso de las altas en la prestación provenientes de despidos impugnados en el juzgado, el tiempo consumido en el correspondiente proceso judicial, más largo por lo general, hace difícil la comparación temporal en tramos cortos al no poder imputar el número de altas en las prestaciones al número de despidos producidos en el mismo periodo. Lo que sí se puede conocer por esta fuente es que a lo largo de 1997 causaron alta en las prestaciones contributivas a consecuencia de despidos objetivos no impugnados ante los juzgados de lo social, 25.314 trabajadores, cifra que comparada con el total de despidos tramitados judicialmente resulta significativa, pues aun sin conocer cuántos del total seguidos en vía judicial son despidos objetivos, implica que con frecuencia no se sigue por los afectados ningún trámite judicial aceptando las decisiones extintivas del contrato basadas en causas objetivas. Sin información estadística desagregada de las distintas tipologías de despido, la cifra de trabajadores afectados, sus perfiles socioprofesionales, o las características de las empresas, el único análisis posible para medir el impacto de la legislación en materia 294 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO de despido es el que desde la óptica jurídica puede realizarse sobre la evolución de la interpretación jurisprudencial. Este tipo de análisis, pese a su indudable interés, presenta sin embargo, limitaciones como en anteriores ocasiones se ha señalado. Pero, incluso para una evaluación ceñida a los aspectos aplicativos judiciales de más reciente reforma, es todavía pronto al haber transcurrido poco tiempo desde la modificación del enunciado de causas organizativas, técnicas y productivas de los despidos objetivos realizada a consecuencia del AIEE21. 4. LAS POLÍTICAS ACTIVAS DE EMPLEO 4.1. NUEVOS PLANTEAMIENTOS El año 1997 ha sido especialmente importante para los esfuerzos relacionados con la creación y el mantenimiento del empleo. Los problemas de desempleo a los que se enfrentan los países miembros de la Unión Europea (UE) les han obligado a replantearse la necesidad de tomar medidas para fortalecer el funcionamiento del mercado de trabajo y conseguir una reducción de las tasas de desempleo que se mantienen desde hace varios años. Si bien la economía de la mayor parte de los países ha experimentado crecimientos moderados, el empleo no ha seguido la misma trayectoria. Para intentar paliar esta situación, a lo largo de los últimos años los países miembros de la Unión Europea han tomado medidas diversas, tanto desde iniciativas conjuntas como individuales. Las actividades de la Unión Europea relacionadas con el empleo comenzaron con el Libro blanco sobre crecimiento, competitividad y empleo en 1993, que delimitó varios aspectos que se deberían tratar para mejorar su situación. A raíz de ello, en diciembre de 1994, en la Cumbre de Essen se definieron problemas que deberían ser áreas prioritarias en la política de empleo a impulsar en el futuro. La denominada estrategia de Essen establecida por el Consejo Europeo, se desarrolló en el Consejo Europeo de Madrid en 1995, en la Cumbre de Florencia en 1996 y la de Amsterdam de 1997. De ellas han surgido distintas iniciativas que se plasman en estudios como el Informe 21 Por el Real Decreto-Ley 8/1997, de 16 mayo y, posteriormente, por la Ley 63/1997. 295 MEMORIA 1997 sobre Empleo y crecimiento en Europa: el camino de acceso, o el Pacto de confianza de acción a favor del empleo en Europa. Voluntad política para atacar el desempleo Sin embargo, fue durante 1997 cuando el problema del desempleo vio verdadera voluntad política por parte de la Unión Europea y de los Estados miembros. En la Cumbre de Amsterdam de junio se reafirmó la importancia del fomento del empleo y la lucha contra el desempleo. Pero más importante fue la aprobación del Tratado de Amsterdam en junio de 1997, que incorporó al Tratado de la Unión Europea un nuevo Título sobre empleo22, concediendo a las estrategias para combatir el desempleo la importancia merecida como asunto de interés común y coordinado. Según este Título, la lucha contra el desempleo y la mejora de la situación del empleo deben formar parte de un planteamiento global integrado que incluya políticas macroeconómicas sólidas, el buen funcionamiento del mercado único y la consideración del empleo en todas las políticas comunitarias. En él se cita la necesidad de desarrollar una estrategia coordinada para el empleo, compatible con las orientaciones generales de política económica y donde se potencie la mano de obra cualificada y adaptable al cambio tecnológico23. Según el Tratado, el Consejo Europeo, conjuntamente con la Comisión, y con previa consulta al Parlamento, al Comité Económico y Social, al Comité de las Regiones y a un nuevo Comité de Empleo24 que se crea mediante el Tratado, queda encargado de elaborar un informe conjunto anual sobre la situación del empleo en la Comunidad, así como conclusiones que conformen unas orientaciones anuales de políticas de empleo. Titulo VI bis: Empleo (Artículos 109 N al 109S), Tratado de Amsterdam por el que se modifican el Tratado de la Unión Europea, los Tratados constitutivos de las Comunidades Europeas y determinados actos conexos, Comisiones Europeas, 1997. El articulado del Título VI sobre empleo presenta en el Tratado de Amsterdam consolidado la nueva numeración de artículos 125, 126, 127, 128, 129 y 130 respectivamente, en el Título VIII. 23 Ver en esta Memoria el Capítulo I.7.2.1. Nuevo título sobre empleo. 24 Este Comité de empleo, de carácter consultivo, contará con dos miembros por Estado y dos por la Comisión, para fomentar la coordinación entre los Estados miembros en materia de políticas de empleo y del mercado laboral, cuyas tareas serán supervisar la situación del empleo y las políticas de empleo, elaborar dictámenes, a petición del Consejo, de la Comisión o por iniciativa propia, y contribuir a la preparación de las medidas del Consejo. Este Comité deberá consultar a los interlocutores sociales. 22 296 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO Fruto de este proceso es el Informe conjunto sobre la situación del empleo en la Comunidad25, donde se realiza un análisis general de las políticas de empleo de los países de la Unión, que se centra en los problemas estructurales y las estrategias tomadas. El Informe propone reformas que se deberían llevar a cabo para intensificar la creación de empleo y mejorar el funcionamiento del mercado del trabajo en distintos ámbitos, desde la activación de políticas del mercado de trabajo y la reforma de los sistemas fiscales hasta la política salarial. Asimismo, repasa las actuaciones realizadas para combatir los problemas estructurales del mercado de trabajo definidas en la cumbre de Madrid (prevención del paro de larga duración, reducción del desempleo juvenil y la aplicación de la igualdad de oportunidades en el mercado de trabajo). No se resta importancia a la educación y la formación como mecanismos vitales para el desarrollo de las competencias necesarias en la adaptación al cambio tecnológico. Un último apartado que también refleja las tendencias recientes seguidas en España es la potenciación del papel de la dimensión regional y local en las políticas de fomento de creación de empleo, así como reformas de los servicios públicos de empleo para que sean más sensibles a las necesidades de los mercados locales de trabajo y con ello más eficaces. Crear empleo y Con este escenario como telón de fondo, en noviembre de 1997 se celebró el Consejo Europeo extraordinario sobre el empleo en Luxemburgo. En él, aparte de resaltar la necesidad de paliar los problemas europeos de desempleo y recordar las distintas políticas comunitarias que se pueden potenciar al servicio del empleo, se fijaron unas directrices comunes a seguir —que se analizan a continuación— y se dotó de fondos destinados a diversos frentes relacionados con el empleo. Se aprobó un Programa de Acción Especial de Amsterdam (PASA) del Banco Europeo de Inversiones, destinado a movilizar nuevas tecnologías y sectores y redes transeuropeas en pequeñas y medianas empresas (hasta 10.000 millones de ecus) hasta el año 2000, que ya cuenta con experiencias piloto. Asimismo, se creó una nueva línea presupuestaria destinada a ayudar a Pymes a crear empleos duraderos (“Iniciativa Europea para el Empleo”) dotada con 450 millones de ecus para los próximos tres años. El Consejo 25 mejorar el funcionamiento del mercado de trabajo Europeo extraordinario sobre el empleo Informe conjunto del Consejo y la Comisión sobre el empleo 1997. 297 MEMORIA 1997 Las directrices para el empleo, basadas en un análisis común de la situación, propuestas por la Comisión y aprobadas anualmente por el Consejo Europeo, serán las que propondrán los ejes generales de las medidas a tomar para reducir el desempleo. Los objetivos concretos se deberán tener en cuenta en los planes de empleo nacionales, con una perspectiva plurianual, y serán supervisados periódicamente según un procedimiento común de evaluación de resultados, aunque siempre respetando el principio de subsidiariedad. Cada país remitirá su Plan de Acción para el Empleo y su desarrollo, con objetivos fijados por los propios países en función de su propio desarrollo y podrá variar su aplicación según su naturaleza, efectos para los Estados miembros y sus destinatarios. Dadas las grandes divergencias entre los países miembros, las conclusiones de la Presidencia optaron por dejar mayor libertad de acción, pactando que los objetivos nacionales se cuantificarán siempre y cuando sea posible y que las diferentes situaciones se reflejarían en soluciones y ponderaciones que pueden variar según cada país. Directrices comunes para el empleo Formar al menos un 20 por 100 de los desempleados Como resultado del Consejo Europeo extraordinario sobre el empleo, se decidió dar vigencia inmediata a las disposiciones del nuevo título sobre el empleo del Tratado de Amsterdam26, lo que supone que a partir de 1998 se pone en marcha una estrategia coordinada de las políticas nacionales de empleo en torno a cuatro ejes principales o directrices: 1. Como primera medida, se propone mejorar la capacidad de inserción profesional. Con ello se trata de combatir el desempleo juvenil y de larga duración mediante la utilización de planes preventivos, el acuerdo entre los interlocutores sociales de medidas para facilitar la inserción y la formación permanente, así como la sustitución de políticas pasivas de empleo por políticas activas. Y para que los jóvenes tengan una mejor transición al mundo laboral, se propone dotar, a través de los sistemas educativos, de mayor capacidad de adaptación a las transformaciones tecnológicas y económicas. Dentro de este apartado se sugiere que los jóvenes en paro reciban alguna acción formativa o de apoyo antes de enconArtículo 109Q del Tratado, artículo 128 en el Tratado de Amsterdam consolidado. 26 298 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO trarse seis meses en esa situación, y para los mayores de 25 años en paro se amplía a un año el plazo en el cual deberán ser beneficiarios de alguna actividad. Como criterio para la proporción de desempleados que perciban acciones de estas características, se establece entre el 20 por 100 y la media de los tres países con mejores resultados. 2. Desarrollar el espíritu de empresa. Las condiciones deben ser favorables para la creación de empresas en lo referente a las cargas administrativas y fiscales, especialmente para las pequeñas y medianas empresas. También se deben aprovechar las oportunidades de creación de puestos de trabajo que pueden aportar las nuevas tecnologías y las innovaciones, los mercados de trabajo locales, así como el empleo por cuenta propia. Específicamente, se propone la reducción progresiva de la carga fiscal sobre el trabajo y sus costes no salariales, el IVA así como la conveniencia del establecimiento de una tasa sobre la energía o las emisiones contaminantes. 3. Fomentar la capacidad de adaptación a las mutaciones económicas de los trabajadores y de las empresas. Se pretende la modernización de la organización del trabajo negociada entre los interlocutores sociales con fórmulas diversas, como la reducción del tiempo de trabajo u otras fórmulas que aumenten la productividad y competitividad, pero que a su vez tengan un marco jurídico adecuado y ofrezcan seguridad en el empleo. La capacidad de adaptación también se puede fomentar con la mejora de los niveles de cualificación dentro de las empresas, incentivando fiscalmente el desarrollo de programas formativos en las empresas y facilitando la inversión en recursos humanos. 4. Reforzar la política de igualdad de oportunidades. La discriminación entre hombres y mujeres se puede combatir aumentando la tasa de ocupación femenina tanto en general como en áreas donde se encuentren infrarrepresentadas. También es extremadamente importante conciliar la vida laboral con la familiar a través la mejora de las posibilidades de acceso a servicios de guardería y de asistencia. Finalmente, el acceso al empleo de las personas con discapacidad se apunta como una prioridad para los Estados miembros. Combatir la discriminación laboral entre sexos 299 MEMORIA 1997 La Cumbre extraordinaria ha tenido resultados positivos. Fruto de la reflexión y muestra de la voluntad política de mejorar la situación, supone un mínimo común denominador entre los 15 países de la Unión que puede fortalecerse año a año según su evolución y resultados. Asimismo, supone la elevación de la consideración del empleo al mismo rango casi que la convergencia económica. Además, establece un marco general a seguir anualmente, lo que unifica todos los esfuerzos o declaraciones anteriormente elaboradas a lo largo de los últimos años, y obliga a los Estados miembros a elaborar planes anuales de empleo y a asegurar su cumplimiento. Epaña, en la cola en políticas activas España ha seguido la ruta trazada por la Unión Europea en materia de creación de empleo y de actividad económica. A lo largo de estos años se han tomado medidas desde distintos frentes, que se ajustan a las directrices para el empleo de 1998 y se enmarcan dentro de los distintos Programas Plurianuales para el Empleo del Reino de España. El gasto destinado a políticas activas de empleo supuso en 1996 el 23,5 por 100 del gasto total, habiendo experimentado un ligero aumento frente al año anterior, aunque inferior al gasto realizado en 1990 (cuadro II-26). No obstante, frente al resto de países de la Unión Europea, CUADRO II-26 GASTO EN POLÍTICAS ACTIVAS DE EMPLEO, 1990 Y 1995 (Porcentajes sobre el PIB corriente y sobre el total del gasto en políticas de empleo) % del PIB País Alemania Austria Bélgica Dinamarca Finlandia Francia Grecia Holanda Irlanda Italia Portugal Reino Unido Suecia España (1) % del total gasto PE. 1990 1995 1990 1995 1,0 0,3 1,2 1,3 1,0 0,8 0,5 1,0 1,5 0,7 0,7 0,6 1,7 0,8 1,3 0,4 1,4 2,3 1,6 1,2 0,4 1,1 – – 0,7 0,5 3,0 0,7 29,0 24,0 32,0 22,0 47,0 30,0 48,0 32,0 34,0 45,0 63,0 39,0 66,0 24,0 38,0 21,0 32,0 34,0 28,0 38,0 42,0 26,0 – – 39,0 28,0 54,0 23,5 (1) Los datos de España son para 1990 y 1996. Fuente: OECD, Implementing the OECD jobs strategy, member countries’ experience, 1997. 300 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO España solamente se situó por encima de Austria en esta proporción, lo que apunta hacia la necesidad de fortalecer el gasto en este apartado por parte del Gobierno, y es de esperar que el futuro Plan de Empleo incluya los esfuerzos presupuestarios correspondientes. De momento, para el año 1997, el Programa Plurianual de Empleo del Reino de España27, reconoce que los poderes públicos no pueden crear empleo desde la Administración, pero señala que pueden contribuir a ello con un marco claro y flexible que potencie y facilite la actuación de las empresas y agentes sociales. Por ello, las prioridades de creación de empleo son el acercamiento de los colectivos prioritarios —jóvenes, parados de larga duración, mayores de 45 años, mujeres y minusválidos— al empleo, apoyando la creación de actividad, a través del autoempleo, tanto individual como colectivo, el trabajo a tiempo parcial, así como mejorar la empleabilidad de la población activa. Este marco debe tener un ámbito regional y local, dando al territorio importancia vital a través de un marco descentralizado acercando así las políticas de empleo al territorio, con coordinación y diseño común nacional. Este Programa, sin embargo, no ha llegado a hacerse operativo, al quedar pendiente la aprobación de un nuevo Plan de Empleo que se deberá presentar en la Cumbre de Cardiff de junio de 1998. No obstante, al haber seguido las orientaciones fijadas en Amsterdam, ha sido uno de los puntos de partida para el nuevo Plan de Empleo y por ello conviene mencionarlo. En él se agrupan las diversas medidas tomadas de mejora del funcionamiento del mercado de trabajo bajo los cinco ámbitos de Essen: la mejora de las posibilidades de empleo mediante el fomento de las inversiones en formación, aumentar la intensidad de creación de empleo, reducir los costes laborales no salariales, mejorar la eficacia de los mercados de trabajo y reforzar las medidas en favor de los grupos particularmente afectados por el desempleo. Su utilidad se basa en que unifica bajo un solo documento todas las actividades realizadas en materia de política de empleo y ofrece una visión de las perspectivas de futuro. Aunque la estructura del Programa separa los distintos objetivos y medidas tomadas en función de los cinco ámbitos de Essen, a continuación se agrupan en tres categorías o grandes bloques de actuaciones. Por una parte, las actuaciones de formación pueden colaborar a mejorar la cualificación y empleabilidad de la población activa y 27 Una de cada dos pesetas, para formación Aprobado en Consejo de Ministros el 12 de septiembre de 1997. 301 MEMORIA 1997 CUADRO II-27 ORIENTACIÓN DEL GASTO EN POLÍTICAS ACTIVAS DE EMPLEO, 1995 (Porcentaje del gasto en políticas activas) Gasto SPE (1) Formación (2) Subsidios (3) Creación de Otros (5) empleo (4) País Alemania Austria Bélgica Dinamarca Finlandia Francia Grecia Holanda Irlanda Italia Portugal Reino Unido Suecia España 1990 1995 1990 1995 1990 1995 1990 1995 21 35 15 7 11 16 0 9 9 12 15 29 12 17 17 35 17 5 10 14 42 16 37 32 18 21 25 43 48 20 32 4 19 34 31 22 29 32 21 43 28 38 19 15 7 6 6 3 4 4 14 3 1 0 3 0 1 18 5 5 9 2 7 4 19 1 10 10 49 16 40 1 2 2 16 0 4 0 7 16 23 8 42 20 34 11 0 8 15 40 9 13 30 25 26 49 0 0 9 17 1 2 18 7 1990 1995 26 16 13 52 21 36 36 66 42 84 58 37 49 26 26 19 12 30 21 33 19 59 53 34 38 15 (1) Gastos de servicios y administración del Servicio Público de Empleo. (2) Formación en el mercado de trabajo. (3) Subsidios al empleo ordinario en el mercado de trabajo. (4) Creación directa de empleo. (5) Medidas para jóvenes, apoyo a la creación de empresas y discapacitados. Fuente: OECD, Implementing the OECD jobs strategy, member countries’ experience, 1997. facilitar la adaptación a las nuevas tecnologías. Las actuaciones formativas son las que ocupan la mayor parte del presupuesto español dedicado a políticas activas, situándose en 1995 en el 49 por 100 del total (cuadro II-27). Ello demuestra la importancia concedida a este apartado, que ha sido el que más beneficiado se ha visto a lo largo de los últimos años, con la reforma completa del sistema educativo desde 199028, así como del sistema de formación profesional desde 1993, con la firma del I Programa Nacional de Formación Profesional y del recientemente aprobado II Programa Nacional de Formación Profesional29, de los que se da cuenta en el apartado 4.3.1. No obsVer en esta Memoria el Capítulo III.2. Educación. Aprobado por el Consejo General de Formación profesional el 18 de febrero de 1998. 28 29 302 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO tante, el análisis de la OCDE de las distintas actividades formativas realizadas30, muestra que el acceso indiscriminado a la formación ocupacional por todos los desempleados no da los resultados esperados y resulta muy costoso, por lo que es apropiado acompañar las acciones formativas con actuaciones individualizadas de acompañamiento a la inserción en el mercado de trabajo. Las acciones realizadas en materia de apoyo a la búsqueda de empleo pueden mejorar asimismo la empleabilidad de los desempleados. De hecho, aunque no sea perceptible en la información sobre gasto de políticas de mercado de trabajo, ha crecido el énfasis en el apoyo a la búsqueda de empleo y asesoramiento dirigido a la población activa. Ello es debido a que, según los resultados de una evaluación de las políticas activas de empleo de los países de la OCDE, el apoyo a la búsqueda de empleo ha dado buenos resultados en la reducción del desempleo, aumentando la empleabilidad de los parados a través del diseño de itinerarios personales y profesionales definidos. En España, los servicios integrados para el empleo (SIPES), creados en el marco de apertura de intermediación en el mercado de trabajo, ya cuentan con dos años de experiencia. Para 1997, las previsiones de actuación suponían más de un millón de acciones entre información y asesoramiento, desarrollo personal, búsqueda activa de empleo y el desarrollo de un plan personal de empleo y formación (cuadro II-28). Enseñar a buscar empleo CUADRO II-28 ACCIONES DE INFORMACIÓN, ORIENTACIÓN, BÚSQUEDA DE EMPLEO Y AUTOEMPLEO, 1997 (Número anual de acciones) Acciones INEM Ent. Asociadas Total Información profesional para el Empleo Plan Personal de Empleo y Formación Desarrollo de los Aspectos Personales Búsqueda Activa de Empleo Información y Asesoramiento para Autoempleo 140.389 23.859 8.578 106.771 15.946 369.162 133.950 72.240 282.986 81.492 509.551 157.809 80.818 389.757 97.438 Total 295.543 939.830 1.235.373 Fuente: Programa Plurianual de Empleo, 1997. 30 OECD, Implementing the OECD jobs strategy, member countries’ experience, 1997. 303 MEMORIA 1997 Asimismo, las medidas de promoción de empleo han variado mucho a lo largo de los años. Se han dirigido distintas actuaciones a colectivos desempleados en situación de especial dificultad. Comenzaron con un elenco de programas de fomento del empleo dirigidas a trabajadores con dificultades de inserción en el mercado de trabajo, especialmente jóvenes demandantes de primer empleo, trabajadores perceptores de prestación, mujeres con responsabilidades familiares, trabajadores mayores de 45 años y personas con discapacidad, pero estas medidas, como se ha dado cuenta en versiones anteriores de esta Memoria, no han dado resultados muy positivos. La inclusión de la mayoría de estos colectivos como beneficiarios de las medidas definidas en el Acuerdo para la estabilidad en el empleo, que han incorporado como beneficiarios de actuaciones a parados de larga duración, perceptores de prestaciones por desempleo, jóvenes, mujeres, mayores de 45 años y discapacitados y sobre los que se da cuenta en los apartados 3.1. y 3.2. de este capítulo, ha derogado las medidas dispersas de las que se beneficiaban anteriormente. Sobreviven pues, dentro del apartado de fomento del empleo, tres grupos objeto de apoyo a la creación de empleo31: cooperativas y Sociedades Laborales, autónomos, y personas con discapacidad empleadas en centros especiales de empleo. Para el primero de estos grupos se han previsto subvenciones, asistencia técnica, así como ayudas para la formación y promoción de cooperativas y Sociedades Laborales a las distintas Comunidades Autónomas así como en cooperativas de trabajo asociado. Para el empleo autónomo se han establecido dotaciones para rentas de subsistencia así como subvenciones financieras. Por último, para la integración laboral del minusválido se prevén ayudas para el mantenimiento de puestos de trabajo, así como para creación de nuevos puestos de trabajo en centros especiales de empleo. 4.2. SERVICIOS DE EMPLEO MÁS CERCANOS A LAS NECESIDADES LOCALES Un concepto que está cobrando fuerza como actividad de mayor eficacia frente a los problemas del desempleo, es el papel de la Orden ministerial, de 3 de junio de 1997, por la que se distribuyen territorialmente para el ejercicio económico de 1997, las subvenciones correspondientes a programas de apoyo a la creación de empleo y ayudas previas a la jubilación ordinaria en el sistema de la Seguridad Social. 31 304 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO dimensión local en las políticas actuales dirigidas al fomento del empleo. El Informe conjunto del Consejo y la Comisión lo sugiere junto con la necesidad de reformar los servicios de empleo para que sean más sensibles a las necesidades de los mercados locales de trabajo. Propone que la descentralización puede impulsar la mejora de la eficacia de los servicios públicos para encontrar empleos a parados de más difícil colocación. Éstas son además prioridades del Fondo Social Europeo, que favorecen la descentralización a nivel local y regional. Aunque de difícil medición, parece que ejemplos aportados por otros países como Francia o incluso dentro de España, de iniciativas regionales y locales de empleo, muestran una mayor efectividad en cuanto a resultados de inserción y de mayor acercamiento entre la oferta y la demanda de trabajo. Como medida de aproximación al territorio, en el Programa Plurianual de Empleo para 1997 se define un embrión del nuevo modelo de Servicio Público de Empleo (SPE) que actuará en colaboración con las Comunidades Autónomas. Supondría un modelo único y estatal de carácter gratuito, descentralizado y gestionado por las Comunidades Autónomas, posibilitando así la unidad del mercado de trabajo español junto con la aproximación al territorio. Se diseñaría un sistema de información y registro partiendo de una base de datos unitaria que permita la intercomunicación entre los distintos participantes, presupuesto único, con planificación y programación anual territorial y cofinanciación del Fondo Social Europeo. Las iniciativas Al diseño de este nuevo sistema público de empleo hay que añadir las diversas medidas en materia de políticas activas de empleo que se hallan repartidas por el territorio. Las Comunidades Autónomas realizan un elenco de actividades en materia de política de empleo que varían según cada una y oscilan desde el apoyo a la reforma de las estructuras comerciales en el Gobierno de las Islas Baleares, incentivos a la contratación, bonificaciones de un porcentaje sobre la cuota empresarial a la Seguridad Social en La Rioja, hasta programas de apoyo al fomento industrial en Extremadura. En la actualidad se está trabajando para sistematizar la información disponible acerca de las mismas. Por ello, el propio Programa Plurianual sugiere la necesidad de hacer compatibles las ayudas de los diversos programas y Administraciones, posibilitando la integración y vertebración de las mismas. Medidas locales se muestran más eficaces específicas por Comunidades Autónomas 305 MEMORIA 1997 En el Programa se propone la necesidad de colaboración armónica y organizada entre ambas Administraciones en la gestión de las políticas de empleo, definiendo la situación actual como “atomizada”. Pero asimismo, dentro de este marco se encuentran las acciones locales que se deberán coordinar con las políticas territoriales de las Comunidades Autónomas, logrando finalmente una actuación integrada entre la Administración Central, la Autonómica y la Local. Para ello, se propone que Ayuntamientos, Diputaciones y sus Asociaciones colaboren en la planificación y ejecución de acciones sobre el empleo en el ámbito local y que así el ámbito local se convierta en la plataforma básica de actuación por el empleo. Asimismo, dentro del Programa Plurianual se prevé la elaboración de Pactos Territoriales de Empleo. Éstos se dedicarán a la formación de recursos humanos, la autoocupación y desarrollo empresarial, motivación y acompañamiento a la inserción, centros de servicios a microempresas, apoyo a la función emprendedora y potenciación de los “viveros de empresas”. Traspasos a las Comunidades Autónomas Este proceso comenzó con los traspasos de la gestión de la formación profesional ocupacional a distintas Comunidades Autónomas (Cataluña en 1991, Valencia en 1992, Galicia y Andalucía en 1993, Canarias en 1994 y Navarra en 1997) y parece que hay voluntad de concluir el traspaso de la ejecución de la totalidad de las políticas activas de empleo a las Comunidades Autónomas. En el año 1997 se ha comenzado el traspaso de las políticas activas, con la aprobación del traspaso de la gestión del INEM en el ámbito del trabajo, el empleo y la formación a Cataluña32 y a Galicia33. Específicamente, en materia de intermediación en el mercado de trabajo se traspasa a las Comunidades Autónomas: 1. Funciones de ejecución en intermediación laboral e inscripción y registro de los demandantes de empleo, junto con la obligación de los trabajadores de comunicar la terminación del contrato de trabajo, así como la obligación de los empre32 Real Decreto 1050, de 27 de junio de 1997, sobre traspaso a la Comunidad Autónoma de Cataluña de la gestión realizada por el Instituto Nacional de Empleo, en el ámbito de trabajo, el empleo y la formación. 33 Real Decreto 1375/1997, de 29 de agosto, sobre traspaso a la Comunidad Autónoma de Galicia de la gestión realizada por el Instituto Nacional de Empleo, en el ámbito de trabajo, el empleo y la formación. 306 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO sarios de registrar o comunicar los contratos laborales, así como la terminación del contrato de trabajo. 2. La autorización de las agencias de colocación cuyo ámbito no supere el territorial de la Comunidad Autónoma correspondiente. Si no quedase limitada se debería recabar informe preceptivo de dicha Comunidad. 3. Funciones del INEM relativas a las actividades de la Red EURES (European Employment Services). En cuanto a funciones de gestión y control de políticas de empleo se ha traspasado: 1. La gestión y control de las subvenciones y ayudas públicas de la política de empleo del INEM. 2. La organización de convenios con entidades asociadas de los servicios integrados de empleo. 3. La gestión y control de los programas nacionales de Escuelas-Taller y Casas de Oficios, que incluye la programación, organización y gestión de las acciones, así como la homologación de las escuelas y la expedición de los certificados de profesionalidad. 4. Las funciones atribuidas al INEM relativas a los Fondos de Promoción de Empleo. Se ha traspasado asimismo, la titularidad de los Centros Nacionales de Formación Profesional Ocupacional que se encuentren en las distintas Comunidades Autónomas. También se atribuye a éstas potestad sancionadora en cuanto al cumplimiento de las obligaciones de empresarios y trabajadores en materia de empleo y desempleo. Finalmente, se incluye un apartado de funciones compartidas entre la Administración Central y la de la Comunidad Autónoma correspondiente, en donde se propone el intercambio de información y la cooperación necesaria para un mejor conocimiento del mercado de trabajo, el registro y tratamiento de la información derivada de las actuaciones de intermediación para garantizar el acceso del Sistema 307 MEMORIA 1997 Público de Empleo, con un método de comunicaciones que garantice un Sistema de Información nacional con gestión global por parte del INEM. Y se sienta el principio de que se debe compartir información estadística y coordinarla e integrarla en el ámbito estatal. 4.3. LA FORMACIÓN PROFESIONAL 4.3.1. El nuevo Programa Nacional de Formación Profesional La importancia de la cualificación y recualificación de los recursos humanos en la mejora de la competitividad y del empleo, así como para la adaptación a los cambios tecnológicos y técnicos se pone de manifiesto con la aprobación del II Programa Nacional de Formación Profesional, 1998-2002, que se aprueba el 13 de marzo de 199834 con el consenso de los agentes sociales35, las Comunidades Autónomas y el Gobierno. Se retrasa la aprobación del II PNFP Novedades del Programa Este se aprueba —por fin— tras un largo proceso de consenso y elaboración del mismo. Si bien el II Programa se debería haber aprobado a lo largo de 1997 para que fuera consecutivo con el Primer Programa que terminó a finales de 1996, se ha producido un retraso considerable, de más de un año, debido, especialmente al retraso en la aprobación de la nueva configuración del Consejo General de Formación Profesional 36 para dar cabida a las Comunidades Autónomas, al corresponder la gestión de la educación y la formación profesional a muchas de ellas. Este Consejo ha sido el organismo encargado de su elaboración, por lo cual, sumados el plazo dedicado a su constitución y el proceso necesario de consulta y preparación del documento, se ha producido el indicado retraso. El II Programa aporta novedades que pueden contribuir a mejorar el diseño y aproximación al sistema productivo de todas las enseñanzas de formación profesional y así lograr una mayor efecti34 Se aprueba la versión de 11 de febrero de 1998, que es el texto que elevó el Consejo General de Formación Profesional al Gobierno. El resumen que se realiza a continuación se refiere a esta versión, al no haberse publicado ni conocerse el texto definitivamente aprobado el 13 de marzo. El CES echa en falta su publicación en el Boletín Oficial del Estado. 35 Sin el apoyo de CIG y ELA. 36 Ley 19/1997, de 9 de junio, por la que se modifica la Ley 1/1986, de creación del Consejo General de Formación Profesional. 308 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO vidad en cuanto a la inserción o reinserción laboral o recualificación de la mano de obra. Éste se asienta en cuatro pilares: • La consideración de la formación profesional como inversión en capital humano. • La integración de la formación profesional con las políticas activas de empleo en clave comunitaria. • La participación de la Administración General del Estado, de los agentes sociales y de las Comunidades Autónomas en el Consejo General de Formación Profesional. • La creación del Sistema Nacional de Cualificaciones. Estos pilares apoyan la construcción de un sistema integrado de formación profesional unitario que ofrezca unas competencias profesionales aproximadas al sistema productivo y que se puedan cursar en los distintos subsistemas de la formación profesional, la FP reglada, la ocupacional y la continua. Coordinar y homologar los tres tipos de FP Con ello, un joven se formará en una ocupación y obtendrá un título que será homologable y ofrecerá competencias similares a las que adquiriría una persona desempleada en el sistema de formación profesional ocupacional, o un trabajador ocupado en la formación continua. Todo ello incluirá una mayor aproximación al sistema productivo a través del importante papel concedido a los agentes sociales, de las prácticas en empresas y de un profesorado más próximo al mundo de la empresa y a sus necesidades. El II Programa está estructurado en cuatro apartados. El primero apunta seis objetivos básicos de ámbito general cuya consecución sería necesaria e instrumental para lograr esta integración. En el resto de los apartados, el II Plan establece las actuaciones a realizar en los distintos subsistemas de la formación, la reglada, ocupacional y continua, que incluyen medidas de aplicación específica en función de los objetivos. Finaliza con una serie de anexos, entre los que se encuentra el calendario de aplicación y una Memoria explicativa de cifras y datos económicos referidos a los presupuestos destinados a formación para 1997 y 1998 y se realizan algunas esti309 MEMORIA 1997 maciones para 199937. Dicha memoria explicativa de cifras y aproximaciones presupuestarias debe consolidarse en el plazo de seis meses desde la aprobación en Consejo de Ministros del Programa. Hacia un sistema nacional de cualificaciones profesionales La colaboración entre la empresa y la escuela El objetivo más importante es la creación del Sistema Nacional de Cualificaciones Profesionales (SNCP) (objetivo 1), que constituiría el brazo principal de la integración, al ser un sistema que definiera global y coordinadamente las cualificaciones profesionales, con un referente común de competencias diseñado a partir de la realidad del sistema productivo. Se diseñaría al mismo tiempo un catálogo integrado modular de formación asociado al sistema de cualificaciones y una red de centros formativos que ofrecieran este catálogo en paquetes modulares para todos los posibles receptores. Las personas formadas recibirían una acreditación de su cualificación que se identificaría claramente por empresarios y trabajadores. Para definir este SNCP y proponer el sistema de acreditación, se deberá crear, en un plazo de seis meses desde la aprobación del II PNFP, un Instituto Nacional de Cualificaciones Profesionales como instrumento básico al servicio del Consejo General de Formación Profesional. La colaboración empresa-escuela debe contribuir a profesionalizar la inserción (objetivo 2) por lo que se debería potenciar a través del establecimiento de vínculos estables y sistemáticos con las empresas, para poder adaptar las ofertas formativas a sus necesidades. Específicamente, el II PNFP propone suscribir acuerdos y convenios entre las Administraciones correspondientes y organizaciones empresariales, sindicales, corporaciones y otras entidades para la gestión de la formación práctica en los centros de trabajo establecida en las enseñanzas de FPR y de FPO, así como otras modalidades de prácticas, potenciar el contrato para la formación y prever su acreditación por el Certificado de profesionalidad. La información y orientación profesional (objetivo 3) supone informar a todos los posibles colectivos interesados sobre la situación del mercado de trabajo, así como acerca de los mecanismos de adquisición de las competencias requeridas. Su consecución se propone a través del apoyo del sistema en la red de centros del servicio público de empleo y de la información aportada por todas las 37 Según el propio Consejo General de Formación Profesional, estas cifras están en proceso de revisión. 310 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO autoridades competentes en seis meses a partir de la aprobación del II Programa, indicando previsiones, acciones y recursos para facilitar el intercambio y la puesta en red de los recursos existentes. Con objeto de mejorar la calidad, la evaluación y el seguimiento de la formación profesional (objetivo 4), el Programa establece la necesidad de configurar una red integrada de los ahora existentes centros de innovación y desarrollo de todos los subsistemas de FP, fomentar los planes de formación de formadores, mejorar la infraestructura y equipamientos a la investigación y el desarrollo y potenciar la calidad de la enseñanza a distancia. La integración de la formación profesional en el marco de la Unión Europea (objetivo 5) implica que para facilitar la libre circulación de trabajadores se debe llegar a la transparencia de las cualificaciones. También, a través de los fondos estructurales se debe potenciar la movilidad de estudiantes y profesorado de formación profesional y potenciar la formación en idiomas. El último objetivo general gira en torno a las directrices aprobadas en la Cumbre de Luxemburgo de atender a determinados colectivos con especiales dificultades en la inserción (objetivo 6), entre los que se encuentran los jóvenes desempleados menores de 25 años, a los que se les ofrecerá algún tipo de actuación antes de haber estado seis meses en paro, que igualmente se ofrecerá a desempleados adultos antes de haber estado en desempleo doce meses y a desempleados de larga duración. Aunque el Plan se aprobó en marzo, y en el mismo se indicaba que se acompañan como Anexos datos y proyecciones anuales correspondientes a 1997-1999 así como las dotaciones presupuestarias destinadas a 1998, estos Anexos no son conocidos y debe esperarse que el texto definitivo aprobado por el Gobierno los incorpore. De momento, el II PNFP incluye poca información referente a las dotaciones requeridas para la aplicación de todos sus objetivos establecidos. Por otra parte, el calendario es apretado. Solamente en los primeros seis meses del año, se propone la creación y puesta en marcha de muchas de las instituciones y programas o proyectos que se diseñan, incluso llegándose a solapar algunas que parecen incom311 MEMORIA 1997 patibles. En cambio, en otros objetivos que no incluyen plazo, se proponen metas amplias y ambiciosas sin determinar los temas más específicos de su puesta en marcha, lo que implica una cierta ambigüedad en los planteamientos. Se incluye un escueto capítulo sobre medios previstos para atender los objetivos del programa, su vigencia y procedimientos de seguimiento que quizá se detalle con mayor precisión en la versión definitiva. La virtud del Plan es que al aglutinar las tres ramas de la formación profesional, aunque no tenga responsabilidad sobre ellas, puede actuar como mecanismo de coordinación, especialmente en la creación de un sistema integrado de formación profesional. 4.3.2. Formación continua: renovación de los Acuerdos La necesidad de adaptación a las nuevas tecnologías hace necesaria la formación La finalidad básica de formar a los trabajadores españoles es vital tanto para ellos como para las empresas: para estas últimas, por la necesidad de adaptación a las nuevas tecnologías, a la creciente internacionalización, a los retos permanentes del sistema productivo y a la mejora de su competitividad; para los trabajadores, con objeto de mejorar su capital humano con los beneficios personales y profesionales que ello puede aportar a largo plazo, adaptarse a la evolución de los requisitos de los puestos de trabajo, contribuir a su movilidad profesional, garantizar su empleabilidad y evitar el riesgo de exclusión. La creciente competencia internacional, el desarrollo de las tecnologías de la información y la rapidez con que están produciéndose estos fenómenos están provocando cambios estructurales en el empleo. Cada vez en mayor grado el empleo está tendiendo a concentrarse en actividades tecnológicamente avanzadas y, por ello, las estructuras ocupacionales de las actividades productivas están en constante evolución. Las actividades son cada vez más intensivas en servicios de manipulación de información y los puestos de trabajo son por el contrario menos intensivos en tareas manuales y más en manejo de información o de tecnologías de la misma38. Dentro de este nuevo modelo productivo, se requiere un perfil de trabajadores cualificados, polivalentes y con capa38 Cecilia Castaño Collado, “Transformaciones productivas y empleo. Importancia de la formación permanente,” en Revista del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Economía y sociología, núm. 1, 1997. 312 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO cidad de adaptación al desdibujarse las tareas tradicionales y ampliar el abanico de tareas a realizar dentro de un puesto de trabajo. Para una persona, ya no sirve educarse solamente mediante la educación general reglada, desde los 3 hasta los 18 años o hasta finalizar la carrera universitaria, sino que a lo largo de la vida productiva dicha educación se tiene que complementar con la actualización de contenidos profesionales, pues éstos cambian a una velocidad más rápida que la vida activa de un trabajador. Por ello, la formación permanente se ha convertido es una necesidad básica para el desarrollo de este nuevo modelo productivo. Esta necesidad es un punto de encuentro entre todos los ámbitos relacionados con el mundo laboral y, gracias a este consenso, en los últimos años se ha producido una mejora significativa tanto del nivel educativo de la población ocupada39 como de su formación continua. En 1997, más de la mitad de la población de 16 y más años cuenta con un nivel educativo superior al primario, mientras que hace tan sólo cinco años era menos del 42 por 100. El perfil educativo de la población ocupada es incluso mejor, ya que más del 65 por 100 tiene al menos estudios secundarios. También ha ido creciendo el número de trabajadores que realiza cursos, tanto reglados como procesos de formación continua en las empresas, con un promedio trimestral de ocupados realizando estudios de casi medio millón en 199740. También lo ha hecho la financiación destinada a actividades formativas financiadas mediante los Acuerdos de Formación Continua, que comenzó en 1993 con casi 11.000 millones de pesetas y ha ido creciendo para situarse en 69.500 millones en 1996, con previsiones de 90.000 millones de pesetas en 1997. La mejora del nivel educativo, un punto de encuentro La renovación de los Acuerdos relacionados con la formación continua41, de los que se dio cuenta en la Memoria de 1996, desde 1997 hasta finales del año 2000, supone la continuidad de este consenso y de la percepción de la importancia de la formación para la competitividad. Las modificaciones se han centrado en la inclusión de nuevos colectivos de trabajadores a percibir acciones formativas, como los fijos discontinuos en su periodo de inactividad, trabajadoVer Capítulo III.2.4. INE, Encuesta de Población Activa. 41 II Acuerdo Nacional de Formación Continua firmado por CEOE, CEPYME; UGT, CCOO y CIG y el Acuerdo Tripartito sobre Formación Continua firmado por el Ministerio de Trabajo, CEOE, CEPYME; UGT, CCOO y CIG ambos de 19 de diciembre de 1996. 39 40 313 MEMORIA 1997 res autónomos y trabajadores del REASS, la creación de una Comisión Tripartita de Formación Continua para la Administración y Seguimiento del Acuerdo y la reestructuración organizativa de los mecanismos de aplicación de los Acuerdos. Según una encuesta de formación continua en las empresas realizada en la Unión Europea42, más de la mitad de las empresas de más de 10 trabajadores de los países de la Unión Europea realizaron actividades formativas, aunque las diferencias por países fueron considerables, hallándose España en la franja inferior. Si más del 80 por 100 de las empresas danesas, alemanas e inglesas realizaban algún tipo de formación, menos del 30 por 100 lo hacían en España, Grecia, Italia y Portugal. En España, la firma y puesta en marcha de los Acuerdos de Formación Continua desde 1993 han modificado radicalmente esta situación, con un aumento importante de actividades formativas de los trabajadores ocupados. Más formación en determinados sectores Los idiomas, asignatura pendiente en En España, en 1993, las empresas que formaban en mayor proporción fueron las dedicadas a actividades informáticas, de investigación y desarrollo, intermediación financiera, maquinaria electrónica y de precisión seguidas por las de venta de vehículos de motor, mientras que en la media de la Unión Europea primó la intermediación financiera, producción de electricidad, gas y agua, venta y reparación de vehículos y servicios a las empresas junto con las de actividades inmobiliarias. En 1996, la proporción de trabajadores formados en España se asimiló en mayor grado al perfil formativo de la Unión Europea, haciéndolo mayoritariamente en los sectores de producción y distribución de energía, educación, intermediación financiera y transporte, almacenamiento y comunicaciones, creciendo considerablemente la formación de trabajadores en el sector del comercio, reparación de vehículos y artículos personales. El tipo de curso realizado se asimilaba en España al resto de los países de la Unión, concentrándose en técnicas de producción de bienes y servicios e informática, ventas, técnicas de mercado y distribu- España 42 “Enquete sur la formation professionnelle continue dans les entreprises (CVTS)”, Chiffres clés sur la formation professionnelle dans l’Union européene, Communautés européennes, 1997. Los resultados de España de esta encuesta realizada en 1993 se incluyeron ya en la Memoria de 1995. No obstante, la comparación europea se ha publicado recientemente, por lo que, a pesar de que sea de 1993, merece la pena señalar los resultados comparados. 314 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO ción. Pero se encontró una diferencia que muestra una de las asignaturas pendientes del sistema productivo español. Se encontraba una elevada proporción de cursos destinados al aprendizaje de idiomas. Esto fue en 1993. En 1996 se mantuvo esa estructura e incluso creció la proporción de participantes en el área de producción. Según una evaluación realizada de las actividades de formación financiadas mediante los Acuerdos, se presenta un lento pero progresivo cambio en los objetivos de los planes formativos. Si en 1994 la mayoría de los Planes de Empresa fueron destinados a la modernización e innovación tecnológica, a cambios en la organización del trabajo, a la satisfacción en el trabajo y a la mejora del clima laboral, y los Planes agrupados lo fueron a formación de trabajadores de reciente incorporación y prevención de dificultades que podrían amenazar la continuidad de las empresas, en 1995 se añadieron dos objetivos más, la promoción y desarrollo profesional y la mejora en la gestión y en las decisiones empresariales. Pero el análisis conjunto de todos los años muestra unos objetivos que van en aumento y entre los que cabe destacar: la mejora del servicio al cliente, la reconversión de las empresas hacia otro tipo de actividades, la seguridad e higiene en el trabajo, el incremento de la participación, la consecución de los objetivos de la empresa, el incremento de la exportación y la mejora medioambiental, el desarrollo de la capacidad de innovación y la mejora de la imagen de la empresa43. Todo ello refleja los cambios en los procesos productivos que se mencionaban anteriormente, los procesos de adaptación que están realizando las empresas españolas y la creciente variedad de tareas a realizar dentro de una misma empresa. Formar para nuevos procesos productivos Las actividades formativas financiadas a través de FORCEM se aprueban en las Comisiones Paritarias, compuestas por representantes de organizaciones empresariales y sindicales y creadas como órganos de seguimiento y control de los Acuerdos. Existen ya 54 Sectoriales (a mayo de 1998), que están cubriendo la mayoría de los sectores de actividad económica. La financiación distribuida según las distintas Comisiones Paritarias Sectoriales apunta en 1996, como en años anteriores, que la del sector metal ha sido la que mayor financiación ha recibido y la que mayor número de participantes ha tenido. A ella le ha seguido la CP del sector comercio, 43 FORCEM, Memoria de actividades 1996, 1997. 315 MEMORIA 1997 como en el año anterior. Las actividades formativas de la CP de hostelería han ido creciendo paulatinamente, hasta situarse en tercer lugar en 1996. La CP del sector construcción, la de alimentación y bebidas, la de químicas y las citadas anteriormente han sido las que mayor financiación han obtenido año tras año. En cambio, la de banca ha experimentado una reducción. La creación de 16 Comisiones Paritarias Territoriales (a mayo de 1998) permite dar cuenta de la extensión del Acuerdo por la geografía española. En cambio, éstas no han obtenido tanta financiación como las Comisiones Sectoriales, ya que tienen sólo competencia para presentar Planes Agrupados que no tengan Comisión Paritaria Sectorial constituida, dentro además del ámbito de su Comunidad Autónoma. La Comunidad de Madrid es la que más recibe La distribución regional de las actividades formativas muestra que en la Comunidad de Madrid se han realizado el 30 por 100 de los planes y se ha concedido el 55,8 por 100 de la financiación; en Cataluña el 25 por 100 de los planes y 14,9 por 100 de la financiación; en el País Vasco el 8,5 por 100 y 4,6 por 100 respectivamente, y en Andalucía el 7,6 y el 7,2 por 100. Donde mayor repercusión se ha dado en cuanto a su población asalariada ha sido en Madrid, Andalucía, Aragón y Asturias, afectando a más del 19 por 100 de la misma. Es importante resaltar que el número de mujeres que se han ido formando a lo largo de los años ha ido creciendo, especialmente en relación a su participación en el mercado de trabajo. Así, si en 1993 se formó el 5 por 100 de las mujeres ocupadas, en 1996 la cifra llegó al 19 por 100, proporción ligeramente superior a la de los hombres, que supuso un 18 por 100. El personal cualificado recibe más formación continua 316 También merece especial atención la evolución de la participación de los trabajadores según su categoría profesional, ya que si bien en 1994 eran los mandos más cualificados (dirección y mandos intermedios y técnicos) los que se formaban más, la proporción de trabajadores cualificados y no cualificados ha ido ascendiendo a lo largo de las distintas convocatorias, suponiendo en 1996 casi dos de cada tres formados. No obstante, la comparación de los formados con la distribución total de los trabajadores asalariados señala que son efectivamente los puestos más altos los que proporcional- MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO mente se forman más y que la proporción asimismo ha crecido considerablemente (cuadro II-29). CUADRO II-29 ASALARIADOS FORMADOS SEGÚN CATEGORÍA PROFESIONAL, 1994 Y 1996 (Número de asalariados en cada categoría, medias anuales, número anual de alumnos formados y porcentaje sobre el total de asalariados) 1994 1996 Categoría EPA (1) ANFC % EPA ANFC % Dirección 150.200 42.429 Mandos intermedios (2) 356.300 103.778 Técnicos 470.500 116.994 Trabaj. cualificados (3) 4.277.300 286.902 Trabaj. no cualificados 1.306.300 88.241 Sin datos 163.467 — 28,0 29,0 25,0 7,0 7,0 — 165.577 366.539 573.331 4.457.068 1.408.986 5.504 69.361 155.314 205.367 632.995 188.530 — 41,9 42,4 35,8 14,2 13,4 — Total 12,0 6.971.500 1.257.071 18,0 6.560.600 801.811 (1) Incluye a trabajadores asalariados del sector privado. (2) En la EPA figuran como técnicos profesionales, científicos e intelectuales. (3) Son empleados administrativos, trabajadores de servicios, trabajadores cualificados de pesca y agricultura, artesanos y trabajadores cualificados de industria. Fuente: INE: Encuesta de Población Activa. En el año 1997, ha crecido ligeramente el número de planes presentados frente al año anterior, y además se ha aprobado una mayor proporción que en ese año, con un 76 por 100 frente a un 47 por 100 respectivamente. Esto supone un claro aumento en cuanto a aprobación de planes frente al año anterior, cuando de 4.187 planes se aprobaron 1.841 de ellos (cuadro II-30). La mayor parte de los aprobados han sido planes de empresa, seguidos de los agrupados. En cambio, han sido pocos los colectivos acogidos a las nuevas modalidades, ya que al REASS se han presentado 56, habiéndose aprobado el 82 por 100 de sus planes. También ha ocurrido lo mismo con los Planes Intersectoriales de las Comunidades Autónomas, que de 90 se han aprobado el 83 por 100. En los planes Intersectoriales Estatales, de 11 presentados solamente se han aprobado cuatro. La financiación total aprobada ha supuesto 63.500 millones de pesetas, casi la mitad destinadas a planes agrupados, otra cuarta parte a los planes de empresa y el resto a los intersecto- Más planes de empresa 317 MEMORIA 1997 CUADRO II-30 FORCEM, CONVOCATORIA 1997 (Número de planes presentados y aprobados, y financiación concedida en millones de pesetas) Planes Financiación Planes presentados Planes aprobados (Millones de Ptas.) Empresa Agrupados A. Autónomos A. REASS Inters. CCAA Int. Estatales 2.210 2.269 120 56 90 11 1.731 1.678 62 46 75 4 14.390,5 34.634,1 460,2 1.486,2 6.746,5 5.842,8 Total 4.756 3.596 63.560,2 Fuente: Datos facilitados por FORCEM. riales de las Comunidades Autónomas. Aún no es posible calibrar el número de trabajadores que han participado en actuaciones formativas en 1997 al no haberse cerrado la finalización de los planes. Según la EPA alrededor del 4,1 por 100 de la población ocupada estaba realizando estudios en 1997. Quizá los objetivos del nuevo II Programa Nacional de Formación Profesional referidos a la formación continua puedan contribuir a mejorar el panorama. Éstos son los siguientes: • Desarrollar la formación continua para una mayor profesionalización e integración con el resto de los subsistemas. • Establecer la certificación de acciones de formación continua, en relación al Sistema Nacional de Cualificaciones, mediante su integración en el sistema de Certificados Profesionales. • Fomentar la formación de ocupados como instrumento de mayor competitividad de las empresas y tejido empresarial, estabilidad en el empleo y como factor de integración y cohesión social. • Perfeccionar los procedimientos de seguimiento y evaluación de la formación continua. 318 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO Queda pendiente la integración de la certificación de las actuaciones formativas dentro del nuevo Sistema Nacional de Cualificaciones, que sin embargo, parece extremadamente difícil por la diversidad de actuaciones formativas que se dan en las empresas y por la necesaria constante de evolución de las mismas. Por ello, el establecimiento de titulaciones demasiado específicas podría suponer una excesiva rigidez para los procesos formativos. 4.3.3. El desempleo y la formación ocupacional Mejorar la capacidad de inserción laboral es uno de los objetivos primordiales de las políticas de empleo, como se ha visto en las directrices establecidas en Luxemburgo. En España, el perfil del desempleo es claro: casi la mitad del total son jóvenes de 16 a 29 años, y más de la mitad son mujeres. Además, el nivel educativo de las personas desempleadas se concentra especialmente en las enseñanzas primarias (24 por 100) y en las secundarias (56 por 100) tanto generales como profesionales, y conjuntamente componen el 80 por 100 del total de parados. Ello concuerda con el tipo de empleo que se está creando en los últimos años, que, junto con el de ventas y servicios, es empleo de mayor cualificación. A lo largo de estos años, el número de empleados en ocupaciones de alta cualificación ha aumentado incluso en las etapas de bajo crecimiento económico, con una concentración de pérdida de empleo en las ocupaciones de menor cualificación. Este proceso se ha dado tanto en el periodo 1992-1994 como en el periodo 1994-1996, donde ha sido patente el crecimiento de empleo en el grupo de directivos, profesionales y técnicos. En España, este cambio en grupos ocupacionales ha sido especialmente importante y además también se ha producido un fenómeno paralelo: el aumento del empleo ha sido mayor para las mujeres que para los hombres, especialmente en las categorías de técnicos y profesionales44. Necesidad de Así, una de las principales necesidades de este colectivo es la actualización de su formación por encima del nivel básico de educación con objeto de lograr unos mejores niveles de empleabilidad. Actualización del 44 formación para empleos de mayor cualificación nivel educativo European Commission, Employment in Europe, 1997, septiembre 1997. 319 MEMORIA 1997 Paro de larga duración en todos los niveles formativos Pero existe otro fenómeno importante en el desempleo, que es la existencia de cotas elevadas de paro de larga duración (de más de un año de duración), que afecta a la mayoría (54 por 100) y ocurre con todos los niveles educativos. Ello concuerda asimismo, con el tiempo dedicado a la búsqueda de empleo, ya que es un proceso largo, especialmente el paro de primer empleo, que afecta de manera uniforme a los distintos niveles de estudios, de tal modo que equilibra su diferente nivel de participación laboral. Y es que se encuentra una gran igualdad, entre los diferentes niveles de estudios, de la mediana de tiempo que llevan buscando su primer empleo. Esta situación se da incluso en los universitarios, ya que también concuerdan estas conclusiones con las ofrecidas por un seguimiento de los graduados universitarios de la UAM, donde se afirma que la incorporación al mercado de trabajo es comparativamente más lenta al comienzo del proceso de búsqueda y transcurren normalmente unos once meses de media hasta conseguir el primer empleo (ver capítulo III.2.4. Educación y empleo). GRÁFICO II-17 PARADOS QUE SIGUEN ALGÚN CURSO POR GRUPOS DE EDAD, 1997 (Porcentajes sobre el total de parados en cada grupo de edad, segundo trimestre) 25 20 15 10 5 0 16 a 19 25 a 29 Fuente: INE: Encuesta de Población Activa. 320 35 a 39 45 a 49 55 a 59 65 y más MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO La distribución del desempleo por nivel educativo y grupo de edad muestra que son las personas mayores las que cuentan con niveles educativos más bajos, especialmente personas analfabetas y sin estudios así como personas con estudios primarios, mientras que los jóvenes cuentan con un nivel más elevado de educación; y los procesos formativos seguidos por las personas desempleadas muestran claramente una mayor propensión a formarse cuanto mayor nivel educativo se tenga (gráfico II-17). Así, si la media de parados que siguió algún tipo de formación en 1997 fue del 13,4 por 100, casi uno de cada cuatro jóvenes de 16 a 19 años seguía algún curso, especialmente de educación secundaria general y profesional. Los de 20 a 24 años se formaban en casi igual proporción, pero centrándose en mayor grado en estudios universitarios y otros. Los de 25 a 29, en cambio, realizaban mayoritariamente otro tipo de curso, quizá de especialización, idiomas, etc., y la proporción de formados a partir de los 30 años descendía considerablemente, para pasar a suponer tan sólo el 1 por 100 a partir de los 50 años. Este dato es importante, pues es precisamente el grupo de mayor edad donde se concentran los menores niveles educativos y los que sufren dificultades de adaptación a las nuevas realidades tecnológicas. Se forman los Parece así que se enfrentan dos problemas principales: a la lentitud en la capacidad de crear empleo suficiente, se une la de encontrar empleo de los jóvenes y la necesidad de formar a las personas de mayor edad. Pero, no es sólo necesaria la formación ocupacional de las personas desempleadas, sino que las políticas de empleo destinadas a la reducción del desempleo se vean acompañadas de medidas estructurales y preventivas, como la mejora de los niveles educativos de la población activa, la inclusión de una formación profesional de base en todos los niveles educativos, la educación de adultos, la formación permanente y las medidas de acompañamiento al proceso de búsqueda de empleo y la inserción. Es igualmente importante contribuir a acortar los procesos de búsqueda de empleo. Porque, según ha concluido la OCDE en su estudio de las políticas activas de empleo y de la evaluación de los programas formativos, los que se dirigen a todas las personas desempleadas y no se dirigen a necesidades específicas del mercado de trabajo arrojan unos resultados insignificantes para la inversión económica realizada, que no contribuyen a mejorar las oportunidades de encontrar empleo45. Por La formación más jóvenes debe ir acompañada de otras actuaciones 45 OECD, Implementing the OECD jobs strategy: member countries’ experience, 1997. 321 MEMORIA 1997 ello, para poder actuar con efectividad, evitando procesos indiscriminados de formación, es necesaria la detección temprana de necesidades específicas de los colectivos receptores y la realización de actuaciones de acompañamiento en función de los resultados del seguimiento. Para mejorar la efectividad de las políticas de empleo destinadas a parados, las recomendaciones de la OCDE a España son el apoyo a los parados de larga duración y grupos de alto riesgo y un cambio en los servicios públicos de empleo, quitando restricciones a los servicios privados de colocación y con una mayor colaboración entre los públicos y los servicios privados de empleo. Crece el gasto destinado a la formación, pero aún es insuficiente El gasto destinado a la formación ha crecido en los últimos años (cuadro II-27) dentro de la partida total de gasto en políticas activas de empleo, si bien la proporción del gasto en políticas activas no ha superado el 1 por 100 del PIB y es muy inferior a la que se encuentra en los países de la Unión Europea (cuadro II-26). Dado que las tasas de desempleo españolas son las más elevadas de la Unión Europea, parece apropiado aumentar esa partida, aunque las previsiones oficiales no parecen ir por este camino. El presupuesto destinado a formación profesional no creció entre 1995 y 1996, y lo hizo de 1996 a 1997 debido al aumento del presupuesto destinado al Acuerdo Nacional de Formación Continua. En cambio, el presupuesto destinado al INEM y a las Comunidades Autónomas con competencias en la materia no ha crecido, si bien parece que para el año 1998 está previsto un aumento en el gasto destinado al Plan de Formación e Inserción Profesional (Plan FIP) destinado a parados46. Según un estudio de la efectividad de las políticas activas de empleo frente a la reducción del desempleo47, la única variable significativa de la salida del desempleo hacia la ocupación fue la formación. Las previsiones del INEM son ofrecer formación a 227.000 parados anualmente hasta 1999 con objeto de formar y reciclar a los trabajadores desempleados. En cuanto a los efectos de los En el Programa Plurianual de Empleo para el Reino de España, 1997. Serrano, Malo, Davia y Hernanz, Políticas activas de mercado de trabajo y desempleo: un enfoque agregado, Ponencia presentado al III Simposio sobre Igualdad y Distribución de la Renta y la Riqueza, Fundación Argentaria, 15 al 19 de diciembre de 1997. 46 47 322 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO cursos ofrecidos hasta la fecha, y que se analizan anualmente en esta Memoria, los alumnos formados a lo largo del año 1995 y seguidos durante el año 1996 lograron encontrar empleo en un 64 por 100 de los casos, cifra inferior a la que se dio en la inserción de 1995. Una vez más, aunque se formaron menos hombres que mujeres, éstos tuvieron mayor éxito en la colocación, con una tasa de 70 frente al 58,4 por 100 respectivamente. En cuanto a la edad se refiere, se formaron un mayor número de jóvenes, especialmente de 20 a 29 años, que además tuvieron mejores resultados que los menores de 20 (63 por 100) y especialmente que los mayores de 44 años (44 por 100). Curiosamente, presentaron mejores resultados los formados en enseñanzas secundarias de primer ciclo, tanto generales como profesionales. Los mejores valores resultaron los de las personas con enseñanzas de formación profesional seguidos de los de EGB o Bachillerato, a los que le siguieron igualmente las personas con educación primaria y los titulados de grado medio. Finalmente, la colocación por familias profesionales (cuadro II31) demuestra que si bien la mayor parte del alumnado se formó en la rama de administración y oficinas y servicios a las empresas, las mayores tasas de inserción se produjeron en familias profesionales que anualmente presentan mejores valores, como la minería y transformación, industria pesada y construcciones metálicas, aunque en toda ellas el número de alumnos es mucho más reducido que en las del sector servicios. Por último, cabe resaltar los objetivos del II Programa Nacional de Formación Profesional referidos a la formación ocupacional: • Potenciar las políticas de formación y empleo: desarrollar su interrelación mutua mediante la orientación y cualificación de desempleados. • Promover mecanismos de mutua integración y acreditación entre la FPO y los otros dos subsistemas, adecuando los contenidos. • Dirigir la FPO a los colectivos que lo precisen en función de la igualdad de oportunidades en el mercado laboral. 323 324 CUADRO II-31 ALUMNOS DEL INEM PARADOS FORMADOS Y COLOCADOS POR FAMILIA PROFESIONAL, 1995-1996 (Número de alumnos anual y porcentaje de los colocados en el año siguiente) Sector/ Familia profesional Sector servicios Administración y oficinas Comercio Docencia e investigación Información y manifestaciones artísticas Sanidad Servicios a la comunidad y personales Servicios a las empresas Transportes y comunicaciones Turismo y hostelería Industria Artesanía Automoción Fabricación de equipos mecánicos Industrias agroalimentarias Industrias gráficas Industria pesada construc. metálicas Industrias químicas Industrias textiles, piel y cuero Industrias de madera y corcho Minería y primeras transformaciones Montajes e instalaciones Mantenimiento y reparación Prod., transfor. y distrib. de energía y agua Construcción Edificación y Obras Públicas Agrario Agraria Pesca y acuicultura Total Formados en 1994 59.468 17.865 4.129 1.650 668 2.540 5.107 19.414 2.358 5.737 21.247 530 2.557 1.854 1.416 855 2.154 665 1.574 1.596 116 4.319 3.345 266 6.205 6.205 3.516 3.503 13 90.436 1995 Colocados en 1995 42.474 12.652 3.388 1.256 445 1.793 3.710 12.577 2.068 4.585 16.790 288 2.118 1.597 1.070 583 1.883 432 1.070 1.233 100 3.475 2.724 217 5.094 5.094 2.663 2.651 12 67.021 Tasa de inserción * 71,4 70,8 82,1 76,1 66,6 70,6 72,6 64,8 87,7 79,9 79,0 54,3 82,8 86,1 75,6 68,2 87,4 65,0 68,0 77,3 86,2 80,5 81,4 81,6 82,1 82,1 75,7 75,7 92,3 74,1 * Porcentaje de los colocados en el año sobre los formados en el año anterior. Fuente: Datos facilitados por la Subdirección General de Informática y Estadística del INEM. Formados en 1995 65.147 21.857 5.303 1.842 696 3.500 4.412 19.559 3.506 4.472 18.699 339 2.707 1.337 1.210 502 2.190 690 1.363 1.096 190 4.119 2.886 70 5.748 5.748 3.039 3.039 1996 Colocados en 1996 40.127 12.657 3.647 1.187 425 2.074 2.661 11.757 2.642 3.077 13.184 145 1.953 1.011 848 299 1.762 485 697 674 177 3.024 2.062 47 4.148 4.148 1.852 1.852 Tasa de inserción * 62,0 57,9 68,8 64,4 61,1 59,3 60,3 60,1 75,4 68,8 71,0 42,8 72,1 75,6 70,1 59,6 80,5 70,3 51,1 61,5 93,2 73,4 71,4 67,1 72,0 72,2 61,0 60,5 92.672 59.332 64,0 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO • Desarrollar anualmente las directrices para 1998 del Consejo de Luxemburgo para mejorar la capacidad de inserción profesional, combatir el desempleo juvenil y prevenir el desempleo de larga duración. • Potenciar las acciones formativas que favorezcan la innovación tecnológica, la calidad, el empleo autónomo, la economía social y los nuevos yacimientos de empleo. 4.3.4. La formación reglada: hacia una alternativa a la universidad La formación profesional reglada, para los alumnos del sistema educativo, se está potenciando como la rama destinada a garantizar la inserción de los jóvenes. Su objetivo es desarrollar las aptitudes para el empleo mediante la adquisición de competencias específicas y generales. Por ello, en el nuevo modelo educativo diseñado por la LOGSE, se ofrece formación de base a todos los estudiantes, pero además, incluye una formación profesional específica de grado medio y superior que se aproxima a las necesidades de la realidad productiva. El hecho de que las personas desempleadas realicen cursos de formación ocupacional para obtener una preparación profesional inicial, como se ha indicado en el anterior epígrafe, señala que, para evitar llegar a la situación de paro y contribuir a reducirlo, es básica la preparación profesional inicial de los jóvenes en el sistema educativo. Hasta hace poco tiempo la formación profesional había sido minoritaria, con poco más de uno de cada cuatro jóvenes de 14 a 18 años frente a casi tres de cada cuatro en las enseñanzas generales. Incluso en este último curso 1996-1997 ha disminuido en 72.000 el número de alumnos de FP, descenso especialmente acusado en la FP I y FP II, aunque ha crecido el número de alumnos en los módulos profesionales II y III. Son varios los factores que han confluido en esta reducción: por una parte, el descenso general de jóvenes en este grupo de edad, fenómeno que está provocando un descenso en el número total de alumnos; por otra, la ampliación de la edad de educación obligatoria de los 14 a los 16 años, con un segundo ciclo de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) en proceso de implantación anticipada en algunos centros educativos; finalmente, la introducción de 1 de cada 4 jóvenes en formación reglada 325 MEMORIA 1997 GRÁFICO II-18 TASA DE PARTICIPACIÓN DE LA POBLACIÓN DE 15 A 19 AÑOS, 1993-1994 (Porcentaje de participantes en formación profesional reglada) 60 15 a 19 años 50 40 30 20 10 0 UE B DK D EL F IRL LU NL AU P FI S UK E Fuente: EUROSTAT, Chiffres clés sur la formation professionelle dans l’Union Européenne. nuevos estudios de formación profesional48 cuya entrada en vigor está variando. Esta baja participación se da también en la comparación con los Estados de la Unión Europea, especialmente Bélgica, Alemania, Austria, Suecia y los países del norte de Europa (gráfico II-18). La formación no mejora la tasa de ocupación Los resultados de la formación en el mercado de trabajo también pueden estar apuntando algunas razones acerca del reducido número de jóvenes que siguen estos estudios. En una comparación de las tasas de paro por estudios secundarios terminados, los únicos países donde el desempleo era más elevado para alumnos de formación profesional que para alumnos de educación secundaria general eran Grecia y Portugal; en España era prácticamente igual, mientras que en el resto la tasa de paro era considerablemente inferior para los primeros que para los segundos (gráfico II-19). Así, en España, en el curso analizado, la formación profesional no mejoraba las posibilidades de empleo. No obstante, esta comparación 48 326 Ver Memoria 1996 para una explicación pormenorizada. MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO GRÁFICO II-19 PARO JUVENIL SEGÚN TIPO DE ENSEÑANZA, 1995 (Tasa de paro de jóvenes de 20 a 29 años con educación general y educación profesional) 40 E. Secundaria General E. Secundaria Profesional 35 30 25 20 15 10 5 0 UE B DK D EL F IT NL P FI UK España 1997 Fuente: EUROSTAT, Chiffres clés sur la formation professionelle dans l’Union Européenne, 1997. requiere algunos matices, al encontrarse una tasa de paro más alta para la FP 1 que la FP 2. Aún así, al comparar las tasas de paro de la enseñanza secundaria general con la profesional, la ESO (25,1 por 100) y la FP 1 (25,3 por 100) y el Bachillerato (20,7 por 100) y la FP 2 (20,9 por 100), se muestra que las oportunidades no mejoran estudiando formación profesional. Esta situación era similar al analizar la vulnerabilidad frente al desempleo de los jóvenes, ya que en la mayoría de los países analizados para los que había datos, la formación profesional parecía ofrecer una mayor seguridad en el empleo que la educación general (gráfico II-20), con diferencias pronunciadas en la mayoría de los países salvo en España, donde la distancia era únicamente de un punto porcentual. Estos datos muestran que, sin haber entrado en vigor los nuevos ciclos formativos, la formación no estaba cumpliendo su papel en la inserción profesional. También los resultados de una evaluación del sistema educativo apuntan a una proporción alta de alumnos 327 MEMORIA 1997 GRÁFICO II-20 VULNERABILIDAD FRENTE AL PARO DE JÓVENES SEGÚN TIPO DE ENSEÑANZA, 1995 (Porcentaje de jóvenes de 20 a 29 años que trabajaban el año anterior y han perdido el empleo) 12 E. Secundaria General E. Secundaria Profesional 10 8 6 4 2 0 UE B DK D EL F IT NL P FI UK España Fuente: EUROSTAT, Chiffres clés sur la formation professionelle dans l’Union Européenne, 1997. que no promocionan al siguiente grado, con más de uno de cada cuatro en la FP 1 y la FP 2 general, y más de uno de cada tres en la FP 2 especializada49. La reforma de la formación contribuirá a mejorarla Pero esta situación está cambiando. La formación se encuentra en una etapa de reformas y modificaciones que afectan tanto a su concepción como a su estructura. Las nuevas enseñanzas de formación profesional50 están diseñadas para mejorarla y aproximarla al mundo productivo. Además, la formación profesional reglada también se ha incluido en el II Programa Nacional de Formación Profesional y en el futuro Plan de Empleo para el Reino de España, que se dedican en parte a enfocar estos problemas. En 1997 se ha finalizado la aprobación de un catálogo de 135 titulaciones (con 27 ciclos formativos en 1997) y ya se han implantado 98 en el territoMEC, Resultados de la evaluación de alumnos en EGB, FP y BUP-COU, curso 1995-1996. 50 De las que se dio cuenta extensivamente en la Memoria de 1996. 49 328 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO rio MEC. El resto de titulaciones se irá introduciendo a medida que avance la reforma de la LOGSE. Uno de los cauces más apropiados para mejorar la formación reglada es un mayor acercamiento entre el sector productivo y la escuela, a través del intercambio de recursos humanos, con la incorporación de especialistas de las empresas en la impartición de módulos profesionales y en la práctica del personal docente en las empresas y mediante la promoción de vínculos estables entre los mismos para adaptar las ofertas formativas. La FP se acerca Para los alumnos, es vital la realización de formación práctica en la empresa. La comparación con los programas formativos de la Unión Europea pone de relieve la baja proporción de cursos que dividen su tiempo entre formación teórica y formación práctica en España. En la mayoría de los países de la Unión Europea, la formación incluye módulos en el puesto de trabajo o programas combinados de formación teórica y en un centro de trabajo. España, junto con Grecia, Finlandia y Portugal, son los países donde la proporción es más reducida. Importancia de al sector productivo formación práctica en la empresa Las Administraciones Públicas no han sido ajenas a estos problemas, como ya apunta el Consejo General de Formación Profesional, al matizar como uno de los objetivos del II Programa Nacional de Formación Profesional la mejora de la formación profesional. Así, la mayoría de los objetivos específicos destinados a la formación profesional se centran en la profesionalización, la innovación y la aproximación al mundo productivo. Sus objetivos se verán completados por las propuestas de las administraciones correspondientes. El primer objetivo apunta la necesidad de desarrollar una formación de calidad que favorezca la profesionalización. Para ello es necesario promover mecanismos de mutua integración del subsistema con el resto de los subsistemas, junto con la elaboración de una metodología apropiada para la revisión y actualización del Catálogo de Títulos Profesionales. También se apunta la necesidad de mejorar la implantación de la Formación Profesional Reglada, como también opina el Consejo Escolar de Estado51. Los diferentes La FP no es ajena a los retrasos en la LOGSE 51 MEC, Consejo Escolar de Estado, Informe sobre el estado y situación del sistema educativo, curso 1995-1996, 1997. 329 MEMORIA 1997 ritmos de aplicación de la LOGSE, que además se han visto modificados por retrasos en el calendario, han dado lugar a ciertos desajustes que permiten coexistir tres sistemas distintos de formación profesional en los centros: la formación profesional (FP 1 y FP2 en el régimen de enseñanzas generales y especializadas); los módulos experimentales, puestos en marcha antes de la reforma de la LOGSE; y los Ciclos Formativos de la LOGSE de reciente creación. Todo ello repercute en el alumnado y profesorado de las distintas Comunidades Autónomas. Además, cada Comunidad tiene un ritmo distinto de aplicación, y algunos aún no se han puesto en marcha, dando lugar a un proceso que no terminará de consolidarse hasta el curso 2003 según el nuevo calendario de aplicación52, que acaba de retrasar en un año la implantación de la formación profesional. Problemas de diverso tipo, entre ellos los organizativos o económicos, no deberían dificultar la implantación de la nueva formación profesional que debe situar a España en los niveles europeos en lo que a estas enseñanzas se refiere. También se propone la ampliación de modalidades de formación, mediante métodos a distancia, en horario nocturno y sistemas que permitirían el acceso a un mayor número de personas que, por problemas de ubicación, horario u otras causas, no puedan en la actualidad estudiar. Los objetivos segundo y tercero se destinan a la innovación y la cualificación de los recursos humanos a través de la autonomía de los centros docentes y de la motivación e incentivación del profesorado. Por supuesto, estas reformas requieren verse complementadas con los recursos materiales, equipamientos y medios didácticos e instalaciones que incluyan nuevas tecnologías, incluso utilizando, mediante acuerdos, equipamientos de las empresas. Una alternativa real a la universidad Por último, en consonancia con las directrices establecidas en Luxemburgo de tomar medidas destinadas a colectivos desfavorecidos, los programas de garantía social de la LOGSE se deberían Disposición adicional vigésima séptima. Modificación de la Ley de Ordenación General del Sistema Educativo, Ley 66/1997, de 30 de diciembre, de medidas fiscales, administrativas y del orden social y Real Decreto 173/1998, de 16 de febrero, por el que se modifica y completa el Real Decreto 986/1991, de 14 de junio, por el que se aprueba el calendario de aplicación de la nueva ordenación del sistema educativo (ver Capítulo III.2.2. de esta Memoria Reformas educativas). 52 330 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO potenciar, aumentando su oferta y relacionándolos con las políticas de formación y empleo. Estas mejoras están aportando a la formación profesional reglada una necesitada renovación que logrará a largo plazo, que los estudiantes que finalicen la educación secundaria obligatoria la consideren como una alternativa a la universidad. 5. PRESTACIONES POR DESEMPLEO Desde la Unión Europea (UE) se vuelve a insistir en la necesidad de sustituir medidas pasivas por medidas activas en la lucha contra el desempleo. Así aparece en las directrices del Consejo de Luxemburgo de noviembre de 1997, en lo que fue uno de los más significativos logros de la Cumbre con importantes consecuencias presupuestarias. Entre las orientaciones para el empleo en 1998 que forman parte del primer pilar —mejorar la capacidad de inserción profesional—, se incluye la relativa a “revisar y adaptar los sistemas de prestaciones y de formación, cuando resulte necesario, de modo que fomenten activamente la capacidad de inserción profesional e inciten realmente a los desempleados a buscar y aceptar un puesto de trabajo o una formación”. La concreción de medidas activas a adoptar en relación a la inserción profesional de los parados es una auténtica novedad que supone una elevación del grado de compromiso asumido por los Estados a incorporar a sus Planes de Empleo53. A las medidas de orientación y formación para la reinserción y para prevenir el paro de larga duración se dedican en el Plan elaborado por el Gobierno importantes partidas presupuestarias, estando previsto que el peso relativo de las políticas activas se incremente en los próximos tres años. En 1997, según dicho Plan, el gasto en políticas activas fue de 484.900 millones de pesetas, frente a 1,5 billones destinados a las pasivas. En 1997, ha descendido de nuevo el número de personas que perciben prestaciones económicas por desempleo en los dos niveles de protección, contributivo y asistencial, confirmándose la tendencia que se iniciara en 1993, con lo que también el gasto en prestaciones desciende y la cobertura se sitúa en el 49,5 por 100. Es decir, 53 El Plan de Empleo del Reino de España ha sido presentado el día 15 de abril de 1998. 331 MEMORIA 1997 GRÁFICO II-21 TASA DE COBERTURA POR DESEMPLEO, 1987-1997 (Porcentajes, medias anuales) 100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0 1987 1988 1989 1990 1991 1992 Tasa Bruta Estadística (1) 1993 1994 1995 1996 1997 Tasa Neta Estadística (2) (1) Porcentaje de beneficiarios de prestaciones económicas excluidos los de desempleo parcial y los de subsidio de trabajadores eventuales agrarios sobre total paro registrado en el INEM. (2) Porcentaje de beneficiarios de prestaciones económicas excluidos los de desempleo parcial y los de subsidio de trabajadores eventuales agrarios y los fijos agrarios, sobre paro registrado en el INEM en industria, construcción y servicios. Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Boletín de Estadísticas Laborales. que de los 2.094.000 parados registrados54 algo menos de la mitad percibió algún tipo de prestación económica. Desde 1993 la tasa de cobertura ha descendido en un 17,7 por 100 (gráfico II-21). Se utiliza el concepto de tasa bruta, esto es, la que se obtiene dividiendo el número de perceptores, excluido el desempleo parcial y los eventuales agrarios subsidiados, por el paro registrado total. La tasa neta suprime del numerador los perceptores del régimen agrario y del denominador, los parados registrados agrarios, así como los demandantes de primer empleo. Ambas tasas elaboradas a partir de los datos de paro registrado, presentan deficiencias para medir la intensidad de la cobertura dispensada a los desempleados pues no todos los perceptores de prestaciones económicas por desempleo están incluidos en las cifras de paro registrado y, por otra parte, el paro registrado es un indicador deficiente del volumen real de desempleo, al estar influido por las decisiones de inscripción de los individuos en el INEM. Ello significa que no permiten conocer con precisión si las prestaciones las perciben las personas que están paradas, esto es que “quieren y pueden trabajar”, según la expresión legal. Por ejemplo, a través de los datos de la EPA, se 54 332 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO Centrado el debate de los interlocutores sociales en el fomento de la contratación indefinida y en las reformas laborales que impulsen la creación de empleo, con los resultados relativamente favorables que el conjunto de medidas adoptadas está teniendo por el momento, en el transcurso del año 1997 no se ha planteado una eventual revisión del sistema de protección por desempleo por la vía del diálogo social. Concluido el año, desde el lado sindical han comenzado a surgir peticiones en este sentido, especialmente con motivo de la presentación del Plan de Empleo del Reino de España por parte del Gobierno55. La cobertura cae 17 puntos en 4 años 5.1. CONTINÚA LA DISMINUCIÓN DE LA COBERTURA DE LAS PRESTACIONES ECONÓMICAS POR DESEMPLEO. El total de beneficiarios de prestaciones económicas por desempleo de los niveles contributivo, asistencial y eventuales agrarios descendió en 1997 en aproximadamente cien mil personas respecto al año anterior, descenso que fue más acusado entre los perceptores de prestaciones contributivas (gráfico II-22). En relación con el número de parados registrado, algo menos de la mitad percibió algún tipo de prestación. En total, percibieron prestaciones 1.240.000 personas, de las que 530.000 fueron prestaciones contributivas y una cifra similar, 517.000, correspondieron al nivel asistencial. El número de trabajadores eventuales agrarios subsidiados de Andalucía y Extremadura, conforme al nuevo sistema de protección, aplicable a partir de 1 de enero de 1997, con origen en el Acuerdo para el Empleo y la Protección Social Agrarios, fue similar al del año 1996, y un poco más bajo que el de años anteriores. Uno de cada dos parados recibe prestación observa que un porcentaje de perceptores de prestaciones no son parados, en el sentido de que no están buscando empleo o no están disponibles para trabajar, con lo que se podría concluir que el nivel real de cobertura de los parados sería menor que el mostrado por las tasas de cobertura neta, bruta y estadística que se manejan, calculadas a partir de los datos de paro registrado en el INEM. 55 El Plan de Empleo del Reino de España no contempla medidas de revisión del sistema de protección por desempleo. Las propuestas de las organizaciones empresariales tampoco aluden a ello, pero sí lo hacen las que han presentado las organizaciones sindicales, que abogan porque “en paralelo a los esfuerzos por incrementar las políticas activas se abra un proceso de negociación entre el Gobierno y las organizaciones sindicales que permita, a lo largo de este año, abordar las modificaciones necesarias para mejorar la actual tasa de cobertura y ampliar la protección familiar de las personas desempleadas”. Aportación empresarial a la elaboración del Plan de Empleo del Reino de España. CEOE y CEPYME, Madrid, 24 de marzo de 1998; Propuestas para el desarrollo del Plan de Empleo, según las directrices de la Cumbre de Luxemburgo, UGT y CCOO, Madrid, 25 de febrero de 1998. 333 MEMORIA 1997 GRÁFICO II-22 BENEFICIARIOS DE PRESTACIONES CONTRIBUTIVAS, SUBSIDIOS Y REASS, 1984-1997 (Número de beneficiarios*, medias anuales) 900.000 800.000 700.000 600.000 500.000 400.000 300.000 200.000 Contributiva Subsidio 1997 1996 1995 1994 1993 1992 1991 1990 1989 1988 1987 1986 1985 0 1984 100.000 Subsidio REASS * Beneficiarios “estadísticos”, inclusive los de desempleo parcial en el nivel contributivo. Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Boletín de Estadísticas Laborales. Entre los beneficiarios de prestaciones contributivas, se acogieron al sistema de capitalización o pago único algo más de siete mil trabajadores, de los que casi el 60 por 100 destinaron su cuantía a la realización de actividades como socios de una cooperativa de trabajo asociado y el resto a una sociedad laboral. La evolución de beneficiarios de los tres niveles mantiene la línea descendente iniciada a partir de 1993, lo que lleva a una tasa neta de cobertura media en el año del 49,5 por 100, como antes se señaló, y a una tasa bruta de algo más del 62 por 100. 334 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO Existen importantes diferencias de protección por Comunidades Autónomas. Mientras algunas están próximas a la tasa media de cobertura, como es el caso de Andalucía, Murcia, Castilla-La Mancha, Canarias, Comunidad Valenciana, Madrid, Navarra; otras están por debajo como Extremadura, Castilla y León, Cantabria, Galicia, La Rioja, Aragón, País Vasco, Asturias, Ceuta y Melilla. Ambas ciudades (con el 37 por 100 Ceuta y el 26 por 100 Melilla), junto con el País Vasco (41 por 100) y Asturias (38 por 100), tienen las tasas de cobertura más bajas. Cataluña, con el 67 por 100, alcanza la tasa más elevada, sólo superada por Baleares, donde la fuerte presencia de trabajadores fijos discontinuos hace subir la tasa de cobertura por encima del 100 por 100 (103 por 100). Los parados catalanes son los más protegidos 5.2. CARACTERÍSTICAS DE LOS BENEFICIARIOS En el conjunto de perceptores de los niveles contributivo y asistencial, excluyendo el subsidio agrario, son varones el 60 por 100, y la misma proporción se mantiene en los dos niveles. La prestación contributiva sigue siendo percibida de forma mayoritaria por trabajadores en las edades centrales, entre 25 y 54 años, manteniéndose la proporción general del 40 por 100 de mujeres. En los niveles asistenciales el peso de los varones de más de 55 años, el 20 por 100, hace descender el de perceptores de edades centrales hasta el 67 por 100, pero es mayor la proporción (45 por 100) de mujeres que en dichas edades centrales percibe el subsidio que las que perciben prestaciones contributivas. Entre los jóvenes menores de 25 años se ha seguido reduciendo de forma significativa el número de beneficiarios de prestaciones económicas. En el nivel contributivo se han reducido a la mitad desde 1994 y ha sido aún más acusado en el asistencial, pues en 1997 cobraron el subsidio por desempleo la cuarta parte de los que lo hicieron en 1994. Este fuerte descenso de los beneficiarios más jóvenes puede imputarse de forma combinada a las reformas legales del sistema de protección realizadas en 1992 y 1993, que redujeron la cobertura, y a las reformas de la contratación, que excluyeron de la protección al contrato de aprendizaje, así como al incremento entre los jóvenes de los contratos de duraciones más cortas, que en muchos casos no generan derecho a la protección por desempleo en ninguno de los dos niveles por insuficiencia de cotizaciones previas. Disminuyen los menores de 25 años con derecho a prestación 335 MEMORIA 1997 Por terminación del contrato temporal 2.871 pesetas diarias de media El principal motivo de acceso a la prestación contributiva sigue siendo la terminación de un contrato de duración determinada: el 57 por 100 de los beneficiarios. El resto son despidos, correspondiendo a los conciliados aproximadamente el 23 por 100 de las causas de acceso a la protección. Entre los perceptores de prestaciones asistenciales, la principal causa de acceso es el agotamiento de las prestaciones de nivel contributivo (el 39 por 100), seguido de los mayores de 52 años (29 por 100) que, una vez que acceden al derecho por cualquier otra causa, lo mantienen cuando reúnan todos los requisitos para tener derecho a la jubilación, salvo la edad. Respecto a 1996, desciende un poco la proporción de quienes cobran el subsidio después de haber agotado la prestación contributiva, proporción que en 1996 fue del 43 por 100. La tercera causa en importancia de acceso a la prestación asistencial fue en 1997, al igual que en años anteriores, el carecer de cotizaciones suficientes para tener derecho a prestación contributiva. La cuantía media líquida de la prestación contributiva en 1997, fue de 2.871 pesetas diarias, ligeramente superior a la media del año anterior. Esta cuantía, en el caso de las mujeres, es inferior en un 22 por 100 a la media. El importe líquido capitalizado como media por trabajador acogido a la modalidad de pago único ascendió a algo más de 1.700.000 pesetas. El periodo medio de derecho consumido fue de 15 meses aproximadamente, con diferencias significativas según la edad de los beneficiarios. Entre los menores de 25 años, el periodo medio se reduce a la mitad y se alarga a partir los 45 años: 17 meses en el caso de los varones de más de 45 años y 20 meses en los mayores de 55 años, como consecuencia de contar éstos con mayores periodos de cotización y por tanto de derecho reconocido, con importante presencia de parados de larga duración. Apenas existen diferencias entre varones y mujeres en la media de meses de prestación económica consumidos (medio mes a favor de los varones). Las pequeñas diferencias a favor de los varones, que en todos los tramos de edad consumen más tiempo de prestación que las mujeres, lo que guarda relación con los distintos modelos de vida laboral y de cotización, más cortos por lo general en el caso femenino, se invierten sin embargo, en las edades comprendidas entre los 30-40 años, en los que la media de meses de prestaciones económicas consumidos por las mujeres supera en un mes a la de los varones de ese mismo tramo de edad. 336 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO 5.3. EL GASTO EN DESEMPLEO VUELVE A DESCENDER El gasto total en protección al desempleo volvió a descender en 1997 (cuadro II-32), en consonancia con el menor volumen de desempleo que soportó la sociedad española y con la ligera reducción de la tasa de cobertura que antes se señaló. Este descenso correspondió en su totalidad a los registrados en los pagos por prestaciones contributivas y asistenciales, mientras que los destinados a los subsidios agrarios se elevaron algo, como reflejo de la ampliación de la protección del desempleo en el régimen agrario a partir de 1 de enero de 199756. Es apreciable la continuación en 1997 de la tendencia a un menor esfuerzo agregado, en términos de PIB, de la protección por desempleo (gráfico II-23). Ahora bien, mientras que en 1995 y en 1996 ese descenso era claramente más acusado que los que se recogían en la tasa de paro general y en la correspondiente a los parados con experiencia anterior (cuya traducción no es otra que una menor cobertura), en 1997 estas trayectorias se muestran bastante acompasadas, corroborando la pequeña entidad de la bajada en las tasas de cobertura que elabora el INEM a partir de sus registros de parados y beneficiarios de prestaciones por desempleo. Menor esfuerzo en términos de PIB CUADRO II-32 GASTO* MEDIO TOTAL POR BENEFICIARIO, 1994-1997 (Pesetas corrientes) Conceptos 1994 1995 1996 1997 A. Total gasto (prestaciones y cuotas) en millones de pesetas corrientes 2.029.600 1.680.312 1.574.227 1.474.595 B. Total beneficiarios (contributiva, asistencial y subsidio REASS) 1.759.383 1.458.481 1.342.100 1.240.800 Gasto medio total por beneficiario en pesetas (=(A/B) x 1.000.000) 1.153.586 1.152.097 1.172.958 1.188.422 * Ejecución presupuestaria del Programa 321A “Prestaciones a los desempleados”. Capítulo 4 “Transferencias corrientes”. Fuente: Subdirección General de Prestaciones del INEM. 56 A consecuencia del Acuerdo para el Empleo y la Protección Social Agrarios suscrito en noviembre de 1996 entre las federaciones del campo de CCOO y UGT y el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. 337 MEMORIA 1997 GRÁFICO II-23 GASTO* EN PRESTACIONES POR DESEMPLEO EN PORCENTAJE DEL PIB Y TASAS DE PARO, 1991-1997 (Porcentajes de gasto sobre el PIB a precios de mercado en pesetas corrientes, escala derecha; porcentajes de parados totales y con experiencia sobre la población activa, escala izquierda) 40 4 35 3,5 30 3 25 2,5 20 2 15 1,5 10 1991 1 1992 Tasa paro 1993 1994 1995 Tasa paro sin demandantes 1er empleo 1996 1997 gasto/PIB * Ejecución presupuestaria del Programa 312A “Prestaciones a los desempleados”. Capítulo 4 “Transferencias corrientes”. Fuentes: Gasto: Avance Subd. Gral. Prestaciones INEM; PIB: INE, Contabilidad Nacional Trimestral; Tasas de paro: INE, Encuesta de Población Activa. El gasto medio por beneficiario aumentó en algo más de 15.000 pesetas en 1997, lo que supone un incremento de apenas un 1,3 por 100 sobre el año anterior. Además, al detallar el importe correspondiente a las prestaciones en cada nivel de protección (cuadro II-33) es perceptible el mayor aumento en el contributivo que en los niveles subsidiados. En el primero, el incremento de la cuantía media de prestaciones por beneficiario fue del 3,2 por 100; en el segundo, 338 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO CUADRO II-33 GASTO* MEDIO EN PRESTACIONES POR BENEFICIARIO, NIVELES CONTRIBUTIVO Y ASISTENCIAL Y SUBSIDIO REASS, 1994-1997 (Pesetas corrientes) Conceptos A. Gasto en prestaciones contributivas en millones de pesetas corrientes B. Beneficiarios prestación contributiva Gasto medio por beneficiario en pesetas (=(A/B) x 1.000.000) C. Gasto en prestaciones asistenciales en millones de pesetas corrientes D. Beneficiarios prestación asistencial Gasto medio por beneficiario en pesetas (=(C/D) x 1.000.000) E. Gasto en subsidio REASS en millones de pesetas corrientes F. Beneficiarios subsidio REASS Gasto medio por beneficiario en pesetas (=(E/F) x 1.000.000) 1994 1995 1996 1997 968.800 739.094 807.837 626.624 767.925 592.400 767.925 592.400 1.310.794 1.289.189 1.296.295 1.296.295 472.400 793.074 373.888 615.758 339.129 557.400 339.129 557.400 595.657 607.200 608.412 608.412 105.500 227.215 121.720 216.199 126.130 192.300 126.130 192.300 464.318 563.000 655.902 655.902 * Ejecución presupuestaria del Programa 312A “Prestaciones a los desempleados”. Capítulo 4 “Transferencias corrientes”. Fuente: Gasto: Subdirección General de Prestaciones del INEM; Beneficiarios: MTAS, Boletín de Estadísticas Laborales. del 1,4 por 100 y en el subsidio agrario del 2 por 100. Al margen de que esto puede significar tanto un aumento del periodo medio consumido como uno en la cuantía media generada (que, a su vez, depende de los salarios por los que cotizó y de las circunstancias familiares del perceptor), esto implica una mayor intensidad de la protección en el nivel contributivo. 6. EL PAPEL DE LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA EN UN SISTEMA DE RELACIONES LABORALES EN EVOLUCIÓN Los efectos producidos por la internacionalización y globalización de los mercados y economías, el avance tecnológico, la reorganización de los sistemas productivos y el incremento de la competitividad, han impulsado una constatable evolución del sistema de relaciones laborales que incide directamente en el papel del 339 MEMORIA 1997 convenio colectivo, como expresión de la autonomía colectiva, en la regulación del propio sistema de relaciones laborales. Junto a ello la existencia de un nuevo escenario económico-monetario en el seno de la Unión Europea y la persistente tasa de desempleo española, conforman la realidad de un mercado de trabajo en el que la negociación colectiva debe desarrollar una función que trasciende la que hasta fechas recientes asumía, convirtiéndose en un instrumento válido en la colaboración y adaptación a los cambios y nuevas condiciones, así como en elemento central de organización del trabajo. En este epígrafe se tratará, en primer lugar, del diálogo social a nivel confederal, sustancialmente en lo que atañe al Acuerdo sobre Negociación Colectiva como propuesta de ordenación y vertebración de la negociación colectiva española, y al Acuerdo sobre Cobertura de vacíos, que persigue la universalización de la negociación colectiva, en aquellos sectores o subsectores de actividad en los que, una vez perdida la vigencia de las Ordenanzas laborales de aplicación, carecen de amparo negocial. En segundo lugar y como viene siendo habitual en anteriores ediciones de esta Memoria, se ofrece información concreta sobre la negociación colectiva de 1997, que integra tanto aspectos cuantitativos como aquellos otros que hacen referencia a innovaciones o modernización del contenido de los acuerdos colectivos. 6.1. CONCERTACIÓN SOCIAL Y NEGOCIACIÓN COLECTIVA Como se ha señalado en el apartado 3 del presente capítulo, los Acuerdos Interconfederales suscritos en abril de 1997 por las Organizaciones empresariales CEOE y CEPYME y las Organizaciones sindicales UGT y CCOO representan un modelo de concertación social, con rasgos diferenciados respecto de las fórmulas de concertación características de los primeros años de la transición que tuvieron continuidad hasta la mitad de la década de los ochenta. Las especiales circunstancias socio-económicas y políticas por las que atravesaba el país en los primeros años del nuevo régimen democrático determinaron un modelo de concertación, a veces bipartito, a veces tripartito, en el que si bien los acuerdos sobre cre340 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO cimientos salariales desempeñaron un papel destacado, también contribuyeron a la modernización de nuestro sistema de relaciones laborales y a la consolidación de las organizaciones sindicales y asociaciones empresariales mayoritarias como interlocutores cualificados en la conformación y gestión del sistema de relaciones laborales. Los Acuerdos Interconfederales de abril de 1997 confirman un esquema de negociación, sustancialmente bipartita y confederal, que implica una regulación autónoma de las relaciones laborales, y en la que el Gobierno ejerce como receptor de dichos Acuerdos para su traslación normativa, en aquellos supuestos, el Acuerdo Interconfederal para la Estabilidad del Empleo en concreto, en que es reclamado por las partes signatarias a estos efectos. Regulación más autónoma de las relaciones laborales En este enfoque de concertación o diálogo social, cabría considerar como precursores o antecedentes de los Acuerdos de 1997, los Acuerdos Bipartitos de Formación Continua de 1992 y 1996, el Acuerdo sobre Solución Extrajudicial de Conflictos Colectivos (ASEC) suscrito el 25 de enero de 1996, e incluso el Acuerdo Interconfederal en materia de Ordenanzas y Reglamentaciones de Trabajo (AIOR) firmado a los pocos meses de la entrada en vigor de la Ley 11/1994. Todos ellos comparten como características básicas su naturaleza bipartita, aunque posteriormente los dos primeros fueron suscritos por el Gobierno, la afección a materias concretas y el ser acuerdos confederales al estar firmados por las cúpulas de las asociaciones empresariales y organizaciones sindicales más representativas a nivel estatal, con la adhesión, en el de formación continua, del sindicato CIG, como organización asimismo más representativa de carácter autonómico en Galicia. En el conjunto de los tres Acuerdos Interconfederales sobre los que se está tratando, corresponde al de Negociación Colectiva (AINC) la tarea de marcar las pautas de un deseable modelo de relaciones laborales en el que el convenio colectivo sea real y eficazmente el instrumento central de la determinación de las condiciones de trabajo y empleo. En este sentido, reviste especial importancia el hecho de que, por primera vez, las organizaciones empresariales y sindicales más representativas en el ámbito estatal, protagonistas destacados, por tanto, de la negociación colectiva, alcancen un consenso sobre su diseño en los próximos años. Conviene señalar, por 341 MEMORIA 1997 otra parte, que los otros dos Acuerdos Interconfederales incorporan también previsiones que complementan los planteamientos de negociación colectiva que el AINC propugna. En la reforma laboral de 1994 la potenciación de la negociación colectiva constituía, en palabras del legislador, uno de los ejes conductores de la misma. A estos efectos se alteró la tradicional relación Ley-convenio, modificándose los ámbitos de actuación de cada uno de estos instrumentos normativos, cediendo espacios la regulación estatal en favor del acuerdo colectivo, alcanzando éste un protagonismo relevante en la regulación de las condiciones de trabajo. Interesa, no obstante, recordar dos circunstancias que condicionaron de alguna manera aquella reforma. En primer lugar, fue una reforma unilateralmente impuesta sin consenso con los agentes sociales y particularmente de las Organizaciones sindicales. Además, no atendió los graves problemas de estructura y articulación que aquejan al tejido negocial español. Son precisamente estos dos aspectos los que trata de corregir el AINC y los que dotan al Acuerdo de una especial significación. Con la reforma laboral de 1994 la negociación colectiva pasa a ser el instrumento regulador de una serie de materias que hasta entonces eran de exclusiva regulación legal: cuestiones relacionadas con la contratación, regulación de la jornada de trabajo, estructura salarial, sistema de clasificación profesional o aspectos que inciden en la flexibilización de la relación laboral. Por otra parte, la reforma de 1994 abre el abanico a diversas manifestaciones colectivas, distintas del convenio colectivo estatutario, a las que se conceden espacios de actuación en la determinación de condiciones de trabajo, como son los acuerdos de empresa. Se plantean también espacios de actuación a la autonomía individual, a través del contrato de trabajo, capacitado para regular una serie de materias de la relación de trabajo. Modernizar y racionalizar la negociación 342 En este nuevo panorama que ofrece la Reforma de 1994, en torno a la institución negocial, es donde debe ubicarse el Acuerdo Interconfederal sobre Negociación Colectiva, en el sentido de proceder a la racionalización de la estructura de la institución y a la modernización de sus contenidos, objetivos básicos que se desprenden del texto del mencionado Acuerdo. MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO Para ello, las partes firmantes del Acuerdo han partido de un diagnóstico poco alentador sobre el funcionamiento de la negociación colectiva española. El elenco de deficiencias y problemas que, desde diversos ámbitos, se imputan a la negociación colectiva en España, cabría esquematizarlo en los siguientes aspectos: – Las deficiencias se manifiestan en primer lugar en un alto grado de atomización y fragmentación, lo que supone la existencia de cerca de 5.000 unidades de negociación, en una amplia variedad de niveles: desde los de ámbito estatal, pasando por los interprovinciales y provinciales de sector, hasta los de grupo de empresas, empresa, centro de trabajo o franja. Esta numerosa expresión de la manifestación colectiva carece de criterios de ordenación en la regulación de materias en los distintos niveles, así como de reglas de articulación entre los mismos, lo que provoca la negociación sucesiva de esas materias en cada uno de ellos, produciéndose lo que se ha venido a denominar “negociación en cascada”. Todo ello, fomenta una innecesaria y excesiva regulación de contenidos en la generalidad de los convenios colectivos, así como una mayor conflictividad en el proceso de negociación. Diagnóstico poco alentador de la actual negociación – Los efectos derivados de la extensa vigencia temporal de las Ordenanzas y Reglamentaciones de Trabajo y la dificultad para su sustitución, han proyectado unidades de negociación poco acordes con la estructura de la actividad productiva actual. – La cobertura que otorga la negociación colectiva española no responde a lo que cabría esperar de un sistema en el que predomina el convenio colectivo dotado de eficacia normativa y general erga omnes: aproximadamente millón y medio de trabajadores asalariados no se encontraban cubiertos por convenio colectivo. – Uniformidad y pobreza de contenidos, salvo limitadas excepciones, son rasgos significativos de la negociación colectiva en España. El mimetismo legislativo, el condicionante de la vigencia de Ordenanzas y Reglamentaciones de Trabajo, 343 MEMORIA 1997 implica que el convenio colectivo se constriña en su regulación, casi exclusivamente, a la determinación salarial y de jornada máxima de trabajo en su ámbito de afección. El arrastre convenio tras convenio de los contenidos normativos de los mismos, ha sido práctica habitual, impidiendo una regulación dinámica y actualizada de las relaciones laborales acompasadas a la situación real, en cada momento, del sector o empresa afectados. Una regulación poco dinámica y actualizada – Por último, la negociación colectiva española no ha desarrollado suficientemente instrumentos y procedimientos eficaces de solución autónoma de conflictos, en el marco precisamente que es más propicio, sustrayéndolos al control judicial tan extendido. En este sentido, la puesta en marcha del ASEC y la consolidación de procedimientos extrajudiciales en diversas Comunidades Autónomas, pueden dar respuesta e incorporar a la autonomía colectiva la resolución de tales conflictos —fundamentalmente colectivos— en orden a facilitar a la propia negociación la atención a dicha temática. Es precisamente en este escenario de deficiencias, que inciden en la institución negocial, donde se enmarca el AINC y donde la voluntad de las cúpulas de las Organizaciones sindicales y empresariales presentan de forma consensuada y compartida su oferta de mejora de la eficiencia de la propia institución. 6.1.1. Acuerdo Interconfederal sobre Negociación Colectiva La preocupación de los agentes sociales sobre la estructura y articulación de la negociación colectiva no es nueva: por el contrario, ha sido un tema recurrente en los contactos al más alto nivel de representaciones de empresarios y sindicatos. Cuando en 1979 UGT y CEOE firmaron el Acuerdo Básico Interconfederal, ya señalaban la necesidad de reducir el número de unidades de contratación, ampliando el ámbito de las existentes, a fin de reducir tensiones sociales innecesarias. Además, se apuntaba la conveniencia de que los convenios de rama o sector agotaran los temas objeto de negociación, dejando a otros ámbitos inferiores y singularmente al ámbito de la empresa, la fijación de las condicio- 344 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO nes técnicas u objetivos con los que se presta el trabajo, así como la aplicación y la adaptación del convenio de rama o sector. El Acuerdo Marco Interconfederal de enero de 1980, el Acuerdo Interconfederal de 1983 o el Acuerdo Interconfederal para la Negociación Colectiva 1985-1986, incluido en el Acuerdo Económico y Social, contenían cláusulas en las que, constatando la atomización de la negociación colectiva española, manifestaban la necesidad de superar dicha situación, mediante la promoción de unidades sectoriales y el establecimiento de criterios de reparto de materias entre los distintos niveles de negociación. Entrando a considerar la naturaleza jurídica del AINC, debe entenderse que es un Acuerdo Interprofesional de los previstos en el artículo 83.2 del Estatuto de los Trabajadores, concertado entre las Organizaciones sindicales y asociaciones empresariales más representativas de carácter estatal, para establecer la estructura de la negociación colectiva en tal ámbito. A pesar de ello las partes, formalmente, no se han amparado en el precitado texto legal, aunque existe un reconocimiento explícito de tal extremo en el Acta de aprobación y firma del Acuerdo. De hecho el Acuerdo fue publicado en el BOE57 mediante Resolución de la Dirección General del Trabajo, en la que se señala expresamente su cobertura bajo el referenciado artículo 83.2 del E.T. Las confederaciones signatarias atribuyen al Acuerdo un carácter obligacional que vincula precisamente a esas mismas confederaciones y que tiene la voluntad de desarrollar en ámbitos sectoriales el compromiso adquirido por aquellos de reformar la estructura de la negociación colectiva. Persigue, por consiguiente, orientar y dirigir la actividad negocial de las federaciones y asociaciones de sector o de rama de actividad, en ellas integrados, respetando, en todo caso, el principio de autonomía de las partes sociales en cada ámbito de negociación. El AINC propone un modelo de negociación colectiva, al definir la estructura y los contenidos básicos que los agentes sociales quieren dar a los acuerdos colectivos en España. Con este fin y atendiendo a la estructura de las Organizaciones sindicales y empresariales, el Acuerdo Interconfederal se plantea como generador de otros con57 Un acuerdo generador de convenios o un convenio para convenir Boletín Oficial del Estado de 6 de junio de 1997. 345 MEMORIA 1997 venios y prácticas negociales, por lo que en este sentido podría calificarse como un convenio para convenir. La efectividad y puesta en práctica del AINC exige el traslado a la realidad de la negociación colectiva de aquellos compromisos suscritos en un primer nivel por las Confederaciones. Esta circunstancia, la de ser un Acuerdo suscrito exclusivamente por las Organizaciones más representativas de empresarios y trabajadores a nivel estatal, con ausencia de las Organizaciones más representativas de las Comunidades Autónomas, puede generar dificultades en la articulación y desarrollo del Acuerdo cuando su puesta en práctica tenga que llevarse a cabo en aquellos territorios donde gocen de efectiva implantación determinados sindicatos de ámbito autonómico, como la CIG en Galicia y ELA-STV en el País Vasco. Objetivos básicos del Acuerdo de En cuanto a los objetivos básicos del Acuerdo sobre Negociación Colectiva, se deben señalar los siguientes: Negociación Colectiva – Vertebrar la estructura de la negociación colectiva con soporte en el convenio colectivo estatal. – Revisar y reformar los ámbitos de negociación. – Articular los contenidos de las diversas unidades de negociación. – Modernización y mejora de las materias y contenidos convencionales. – Desarrollo de los derechos de participación. – Establecimiento de reglas sobre el proceso de negociación de los convenios colectivos. De los objetivos expuestos, no cabe duda que la estructura y articulación de la negociación colectiva constituyen el fin fundamental del Acuerdo, como así se dice en su Capítulo IV: “distribuir las materias entre los distintos ámbitos negociadores por razones de especialidad de las mismas y para procurar aprovechar al máximo la capacidad y competencia para obligar a los distintos interlocutores sociales”. 346 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO Ámbito material del Acuerdo La apuesta clara por el convenio colectivo nacional/sectorial, como instrumento vertebrador de la estructura de la negociación colectiva, es el elemento de mayor significación del Acuerdo. Los efectos derivados de la reforma laboral de 1994, en lo relativo a la apertura de marcos autonómicos de relaciones laborales propiciados por el artículo 84 del Estatuto de los Trabajadores y la promoción de los acuerdos de empresa que aquella reforma implica, se ven ahora, de alguna manera, corregidos en las propuestas del Acuerdo, que aboga por una articulación de la negociación, en base al convenio colectivo nacional/sectorial como eje del nuevo diseño en el establecimiento de las materias a tratar en cada ámbito negocial, primando aquella unidad de negociación, sin menoscabo de los niveles inferiores que tendrán espacios de actuación, tanto en el desarrollo de lo regulado en ámbito superior como en la regulación particular de determinadas materias, incluso con carácter exclusivo. Vertebrar la negociación desde el convenio nacional de rama A juicio de las Confederaciones firmantes del Acuerdo, “un hipotético convenio colectivo de sector debería agotar las materias reservadas a dicho ámbito por el artículo 84 del Estatuto de los Trabajadores, así como otras, siempre que de común acuerdo ambas partes estimen necesario reservar al ámbito nacional o de rama de actividad, la regulación laboral de cuestiones remitidas a la negociación en ámbitos inferiores”. En concreto, las materias en las que sería conveniente su tratamiento por el convenio colectivo nacional de rama de actividad, serían las siguientes: Materias bajo el ámbito de la negociación nacional – Ámbito funcional: mediante la delimitación precisa de los afectados. En este sentido se efectúa una doble advertencia. De una parte no reproducir los ámbitos funcionales de las viejas ordenanzas laborales y, de otra, atender o crear unidades nuevas que den respuesta a las actividades productivas actuales. – Contratación laboral del sector: se recomienda la regulación de todas aquellas materias relacionadas con la contratación laboral en las que existe un reenvío legal a la negociación colectiva, y, en especial a las remisiones que el AIEE hace al convenio 347 MEMORIA 1997 colectivo, fundamentalmente sectorial. Asumiendo, por tanto, el convenio colectivo un destacado protagonismo en la ordenación de los contratos de trabajo, y singularmente en los aspectos relacionados con garantizar la causalidad en la contratación temporal y la incorporación de fórmulas de fomento de la contratación indefinida. – Estructura profesional: se pretende la sustitución de las categorías profesionales, por grupos profesionales delimitados según los criterios que se fijan en el propio Acuerdo. A su vez se introduce el concepto de área funcional, que integraría el de grupo profesional en la adscripción de cada trabajador, perfilando su cualificación profesional y ordenando las reglas de aplicación de la movilidad funcional. El convenio colectivo sectorial será el instrumento adecuado para establecer el procedimiento a seguir a nivel empresarial en la adaptación de las viejas categorías laborales a los nuevos grupos profesionales, lo que en principio debe suponer la fijación por el convenio sectorial de los grupos profesionales, las áreas funcionales, en su caso, y las aptitudes correspondientes. Estructura salarial sí, subida salarial no – Estructura salarial: los convenios colectivos nacionales de rama de actividad deberían limitarse a establecer una estructura homogénea de articulación del salario, con una correcta definición de los distintos conceptos que lo integran, pudiendo corresponder a los niveles inferiores de negociación la cuantificación de cada concepto. – Jornada: en materia de tiempo de trabajo el AINC reserva al convenio colectivo nacional de rama de actividad la fijación de la jornada máxima efectiva de trabajo, en el cómputo que acuerden las partes, y los criterios de su distribución, así como la posible reducción de las horas extraordinarias y su compensación por tiempo de descanso. Compromiso de negociar la gestión del tiempo de trabajo 348 En este punto interesa recordar el compromiso, asumido en el AIEE por los firmantes, de estudiar durante el primer año de vigencia, todo lo relacionado con la gestión del tiempo de trabajo: la duración y redistribución de la jornada, el reforzamiento de la negociación colectiva de ámbito estatal en la reordenación de la jornada MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO máxima y su distribución, y en los compromisos para reducir la realización de horas extraordinarias y su posible sustitución por compromisos de empleo. – Movilidad, cambio de condiciones de trabajo y otros: considera el AINC que la regulación legal de los poderes empresariales de movilidad y modificación de condiciones de trabajo es de derecho necesario. No obstante, expone que los convenios colectivos, independientemente en este caso de su ámbito territorial o funcional, pueden incorporar precisiones e instrumentos de información y consulta, así como procedimientos para resolver las discrepancias, teniendo en cuenta las previsiones del ASEC en materia de conciliación y arbitraje. – Derechos sindicales y régimen de información y consulta en las relaciones laborales: a juicio de las partes, el convenio colectivo es el instrumento idóneo para canalizar el desarrollo de unas relaciones laborales más participativas y la comunicación un elemento válido en la eficacia de los procesos de diálogo y participación. En esta línea, el convenio colectivo sectorial podría abordar el desarrollo del contenido, facultades y competencias que prevé el Estatuto de los Trabajadores y la Ley Orgánica de Libertad Sindical sobre la materia, y especialmente, en lo relativo a la contratación y sus modalidades, a la información del proceso de negociación y facultades de las comisiones paritarias, a las reestructuraciones y fusiones, absorciones o modificación del estatuto jurídico de las empresas, a la organización del trabajo y al cambio en las condiciones de la prestación laboral. Paralelamente a lo establecido en el AIEE respecto al artículo 85 del Estatuto de los Trabajadores, posibilita a la negociación colectiva sectorial para articular procedimientos de información y seguimiento de los despidos objetivos. – Criterios generales del procedimiento negociador: con el objeto de favorecer una negociación fluida de los convenios colectivos, las confederaciones han asumido una serie de compromisos en el AINC, que tienen que ver con el conteni349 MEMORIA 1997 do del deber de negociar de buena fe. Estos compromisos contemplan el conjunto del proceso negociador, desde su inicio, con la apertura del mismo una vez producida la denuncia del convenio; su desarrollo fluido, evitando dilaciones, obstrucciones o impedimentos y sometiendo, en caso de producirse esas situaciones, a soluciones de mediación y arbitraje del ASEC y al cumplimiento de los compromisos adquiridos en la negociación mediante el establecimiento de los correspondientes procedimientos y reglas. Este impulso a la obligación de negociar, preserva, no obstante, lo establecido en el artículo 89 segundo párrafo del Estatuto de los Trabajadores, que contempla la no atención a la iniciativa negociadora cuando se trate de revisar un convenio no vencido y ello a pesar de que las confederaciones, en el marco de un Acuerdo como el que nos ocupa, podrían haber excepcionado aquella regla para potenciar la negociación sectorial nacional, cuestión que no han considerado en razón al respeto de la autonomía de las partes en cada nivel convencional. Régimen disciplinario, seguridad y riesgos laborales – Régimen disciplinario, seguridad, salud y prevención de riesgos laborales: la fijación de las faltas y sanciones, en el oportuno capítulo de régimen disciplinario, deben figurar en el contenido del convenio colectivo sectorial nacional que homogeneice para todo el colectivo afectado esta materia. Regulación que previsiblemente, y dado su carácter, tendrá una vigencia temporal amplia. Se entiende conveniente que los convenios colectivos desarrollen las disposiciones existentes sobre seguridad e higiene, adaptándolos a lo previsto en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. En el ámbito de negociación sectorial, podrán constituirse Comisiones de Seguridad y Salud de carácter paritario para realizar el seguimiento de lo convenido en la materia y evaluar la aplicación de la normativa vigente en cada sector. – Articulación negociadora y concurrencia de convenios: como se ha comentado anteriormente, el fortalecimiento de la estructura de la negociación colectiva es un objetivo básico en el Acuerdo Interconfederal. 350 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO En este sentido y asumiendo la existencia de distintas realidades negociales en cada sector, será posible encontrar un sector en el que la única norma reguladora convencional sea el convenio colectivo de sector, junto a otros sectores en los que concurra ese convenio con otros convenios, pactos o acuerdos de ámbito territorial —fundamentalmente provincial o autonómico— y también con convenios, pactos o acuerdos de empresa. En estos casos, se hace necesario el establecimiento de reglas que permitan una regulación sistemática y articulada del correspondiente sector. Las Confederaciones firmantes del Acuerdo atribuyen al convenio sectorial estatal la definición de la estructura y la distribución de materias a negociar en cada ámbito, de forma que unas serán de directa aplicación reservadas al ámbito sectorial estatal, otras requerirán un desarrollo posterior en ámbito territorial y de empresa, y en otras se remitirá su negociación íntegra a otros ámbitos diferentes al sectorial estatal. En concreto, la propuesta de distribución material que lleva a cabo el Acuerdo, esquematizadamente, sería como sigue: Distribución de materias a negociar – Se faculta exclusivamente al convenio colectivo estatal sectorial el tratamiento de materias como: fijación de la estructura salarial del sector; jornada máxima efectiva de trabajo y los criterios generales de su distribución en el sector; desarrollo de las disposiciones existentes en materia de seguridad e higiene, adaptándolas a lo previsto en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales; adaptación y reordenación de derechos sindicales y régimen de información y consulta en las relaciones laborales. – Al convenio colectivo de sector, independientemente del ámbito geográfico que tenga: sustitución de las categorías profesionales por grupos profesionales y aspectos relacionados con la formación profesional (adhesión al Acuerdo Nacional de Formación Continua, entre otros). – A los convenios nacionales, sin que su ámbito funcional coincida necesariamente con el sector: fomento de la contratación indefinida; procurar el adecuado uso de las distin351 MEMORIA 1997 tas modalidades de contratación y potenciar la utilización de los contratos formativos y la reducción de horas extraordinarias y su compensación por tiempo de descanso. – Se entiende adecuada la negociación a nivel de empresa para tratar las siguientes materias: adaptación de las previsiones de lo estipulado en el convenio de sector en lo relativo a la sustitución de las categorías profesionales por grupos profesionales; adopción de medidas concretas y procedimientos a seguir en cuestiones relacionadas con la seguridad, salud y prevención de riesgos laborales. – Por último, diversos contenidos carecen de una atribución diferenciada a un ámbito de negociación concreto, por lo que podrán ser regulados por cualquier unidad de negociación: establecimiento de cuantías salariales conforme a los criterios ordenadores del convenio de sector nacional; compromisos o estipulaciones que se establecen sobre la distribución irregular o no de la jornada, vacaciones, jornadas especiales, etc.; criterios de compensación de horas extraordinarias, su cuantía y distribución; precisiones sobre movilidad y cambio de condiciones de trabajo; establecimiento del régimen disciplinario y procedimientos a seguir; adopción de medidas concretas en cuestiones relacionadas con la seguridad, salud y prevención de riesgos laborales, etc. En lo que hace referencia a la concurrencia de convenios colectivos, el AINC no propone reforma legislativa alguna, aunque en su disposición adicional contempla la posibilidad de acudir a la modificación legislativa si su propuesta de racionalización de la estructura de la negociación colectiva en los términos establecidos en el propio Acuerdo, no prospera. Abierta la puerta a una modificación legislativa en materia de concurrencia de convenios 352 Asimismo, en relación con la concurrencia entre convenios, la modificación de determinados artículos del Estatuto de los Trabajadores, a iniciativa del AIEE, sobre preferencias competenciales del convenio colectivo sectorial estatal en determinadas materias de contratación laboral, corrigen, de alguna manera, lo estipulado en el artículo 84 del Estatuto de los Trabajadores, al posibilitar que el convenio colectivo sectorial MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO estatal condicione la aplicación de los convenios inferiores en esas materias58, dejando de ser de aplicación durante la vigencia del convenio estatal, en razón a esa preferencia que el legislador declara en estos supuestos de concurrencia. – Administración del convenio, formación profesional y mediación y arbitraje: las facultades de las comisiones paritarias o mixtas de los convenios, que, como es sabido, forman parte del contenido mínimo y obligatorio del mismo, se concretan con un marcado carácter imperativo por el Acuerdo en cuestiones relacionadas con la interpretación del convenio, su aplicación y la solución de discrepancias que puedan producirse entre trabajadores y empresarios afectados por aquel. A estas cuestiones se añaden las de intervención de la comisión paritaria en procedimientos previstos en el ASEC en el sentido de constituir una instancia previa a la propia de los órganos de dicho Acuerdo, por lo que el convenio deberá articular claramente la participación de la precitada comisión paritaria a estos efectos. Relacionado con lo anterior y en congruencia con el compromiso asumido por las partes signatarias del ASEC (coincidentes con las del Acuerdo Interconfederal sobre negociación colectiva) y organizaciones adheridas, se recomienda en el AINC que en los convenios de rama de actividad, revisados o de nueva creación, se incluya una cláusula expresa de adhesión al ASEC. Igualmente, la renovación del Acuerdo Nacional de Formación Continua hace conveniente que el Acuerdo sectorial o de rama de actividad manifieste la adhesión al mismo, con la correspondiente constitución de los órganos paritarios adecuados y diseño de acciones de promoción y desarrollo de la formación para el colectivo afectado, de acuerdo con los procedimientos y previsiones del II ANFC. 58 Estas materias son: 1) establecer el número máximo de contratos de formación, atendiendo al tamaño de la plantilla y los puestos que pueden ser objeto de este contrato; 2) fijar la duración de los contratos de formación, dentro de los límites legales, en función de las características del oficio o puesto de trabajo y de sus exigencias formativas; 3) puestos de trabajo, grupo, nivel y categoría profesional objeto del contrato en prácticas; 4) modificación de la duración máxima de los contratos eventuales por circunstancias de producción o el periodo dentro del que pueden celebrarse, atendiendo al carácter estacional de dichas circunstancias, aunque con las limitaciones marcadas legalmente. 353 MEMORIA 1997 Ámbito temporal y calendario operativo En principio el AINC fija su vigencia en cuatro años, posibilitando a las partes a instar su renovación, mediante escrito fundado, seis meses antes de su caducidad. Las partes deberán realizar evaluaciones semestrales y anuales sobre su grado de aplicación. Garantizar el desarrollo del Acuerdo y la eficacia en su aplicación exige a las partes signatarias el cumplimiento de un calendario operativo, que sustancialmente está recogido en el texto del propio Acuerdo en los siguientes términos: Evaluar la estructura de una negociación colectiva actual En el plazo de 6 meses, tras la firma del presente Acuerdo, las Organizaciones que lo han suscrito deben dirigirse a sus Federaciones o Asociaciones sectoriales en solicitud de un informe de situación sobre la estructura de la negociación colectiva existente en su sector, que abordará cuestiones como: convenios vigentes y sus ámbitos; partes legitimadas para negociar en estos ámbitos y constatación de posibles déficit de interlocución; contenidos de los convenios y especificación de las materias tratadas en cada uno de ellos; propuestas en cada ámbito funcional sobre la aplicación concreta de criterios de vertebración y articulación, así como las competencias y la distribución de materias que deben corresponder a las distintas unidades de negociación. Es decir, en esta primera etapa de aplicación del Acuerdo se traslada a las Organizaciones y Asociaciones sectoriales, la labor de reconocimiento de la realidad negocial en cada rama de actividad, y la plasmación de propuestas, respetando su plena autonomía en el diseño de la estructura y articulación de los convenios colectivos en cada sector. Comisión Mixta para el cumplimiento del Acuerdo El 22 de julio de 1997 se constituyó la Comisión Mixta, prevista en el Acuerdo, encargada especialmente del cumplimiento de las obligaciones insertas en el calendario operativo, fijándose como actuaciones prioritarias las siguientes: – Elaboración del Reglamento de funcionamiento de la Comisión. – Elaborar un modelo de carta con el fin de dirigirse a las organizaciones sectoriales del ámbito estatal, sindicales y empre- 354 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO sariales, para solicitar que inicien de forma inmediata los trabajos de elaboración del informe, anteriormente comentado, sobre la estructura de la negociación colectiva en cada uno de los sectores. – Recabar el informe, en caso de no recibirlo. Ofrecer buenos oficios, mediar o arbitrar entre las partes, según los casos y a requerimiento de las mismas. – Recabar la colaboración institucional necesaria, y muy especialmente de la Comisión Consultiva Nacional de Convenios Colectivos, a los efectos de elaborar los informes sobre la estructura actual de la negociación colectiva, entre otros. – Elaborar una Memoria anual con el balance de lo realizado. Aunque todavía es pronto para constatar resultados perceptibles, algunos apuntes sí se pueden ofrecer de los escasos meses de vigencia del AINC: Un primer dato hace referencia a las dificultades que está encontrando la recogida de información por parte de las confederaciones sindicales y empresariales, debido al retraso en su remisión por sus respectivas federaciones sectoriales. Un segundo aspecto, éste positivo, es la aparición de siete nuevos convenios sectoriales de ámbito estatal en 1997: Pizarra, Industria Salinera, Agrios, Peluquerías de Señoras y Caballeros, Residencias Privadas de Tercera Edad y Transporte de Mercancías por Carretera. Nacen siete nuevos convenios sectoriales En tercer lugar, la firma de un Acuerdo sobre estructura de la negociación colectiva en la Industria del Metal, que ajustándose a las previsiones del AINC, es el primero que procede a la racionalización de dicha estructura conforme a los criterios de articulación y vertebración que desde el Acuerdo se invocan. Por último, la gestación de iniciativas adoptadas a nivel de Comunidad Autónoma, que han dado lugar a convenios intersectoriales, en los que de su contenido se desprende la pretensión de desarrollo del AINC. En este sentido, la Comisión Mixta de desa355 MEMORIA 1997 rrollo del Acuerdo ya ha mostrado su preocupación, recordando que es del ámbito sectorial de negociación de donde debe partir la concreción de las políticas de racionalización, vertebración y articulación de la negociación colectiva. El AINC recoge finalmente, en una disposición adicional, la posibilidad de solicitar modificaciones legislativas que, a tenor de las experiencias y resultados que puedan producirse, entiendan las Organizaciones signatarias que deban adoptarse para la efectiva consecución del modelo de negociación colectiva que el Acuerdo propugna. Por consiguiente, cabe considerar el AINC como un importante punto de partida que establece las bases para el futuro modelo de las relaciones laborales en España. Modelo que las Organizaciones empresariales y sindicales más representativas comparten, estableciendo una estrategia conjunta para llevarlo a efecto por sí mismas o, en su caso, mediante el apoyo y colaboración de la regulación legal. 6.1.2 Acuerdo sobre Cobertura de Vacíos Cerrar el proceso de sustitución de las ordenanzas laborales La sustitución negociada de Ordenanzas Laborales y Reglamentaciones de Trabajo, ha dado lugar a un dilatado y laborioso proceso, que se inicia en 1980 con la entrada en vigor del Estatuto de los trabajadores, se impulsa decididamente con la modificación estatutaria derivada de la reforma laboral de 1994 y encuentra su punto de cierre con el Acuerdo suscrito el 28 de abril de 1997 entre CEOE y CEPYME por parte empresarial y CCOO y UGT por parte sindical. Ésta es precisamente la finalidad del Acuerdo Interconfederal sobre cobertura de vacíos (AICV) como así lo señalan las propias partes signatarias: “las confederaciones empresariales y sindicales asumen la responsabilidad del presente Acuerdo conscientes de la necesidad de atender los vacíos generados por el proceso de sustitución de Ordenanzas Laborales”. Sin entrar a detallar el desarrollo de este proceso, que por otra parte ha sido motivo de amplio comentario en anteriores Memorias del CES59, sí interesa al menos apuntar los momentos más relevantes del mismo. 59 356 Ver Memorias CES años 1993 a 1996. MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO La reforma laboral de 1994 se planteó definitivamente la pérdida de vigencia de las más de 125 Reglamentaciones y Ordenanzas Laborales existentes en ese momento. A estos efectos, la Disposición Transitoria 6.ª del Texto Refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores60, señaló como fecha límite el 31 de diciembre de 1995. El 7 de octubre de 1994 las Organizaciones sindicales y empresariales más representativas a nivel nacional suscribieron el Acuerdo Interconfederal en materia de Ordenanzas y Reglamentaciones de Trabajo (AIOR), con el objeto de instrumentar y facilitar la sustitución pacífica y ordenada de Ordenanzas y Reglamentaciones de Trabajo por convenios colectivos. Merece especial atención la clasificación que el AIOR realizó sobre la situación en que se encontraban las Ordenanzas todavía vigentes, distinguiendo cinco grupos: – Ordenanzas y Reglamentaciones de sectores de actividad que se correspondían con negociación colectiva de ámbito nacional. – Ordenanzas y Reglamentaciones de sectores de actividad en los que existía negociación colectiva generalizada, bien de ámbito provincial, bien de ámbito de empresa. – Ordenanzas y Reglamentaciones de sectores en los que existía negociación colectiva, de ámbito provincial o de empresa, pero sin que aquélla se encuentre generalizada y sin existir justificación para ello. – Ordenanzas y Reglamentaciones de sectores en los que existían problemas de interlocución y de legitimación para negociar o donde no se posee la legitimación necesaria para otorgar validez a lo negociado. 60 Dicha disposición establece que las Ordenanzas y Reglamentaciones continuarán siendo de aplicación como derecho dispositivo hasta el 31 de diciembre de 1994, en tanto no se sustituyan por convenio colectivo, y salvo que se establezca otra cosa por un acuerdo específico al respecto entre las Organizaciones sindicales y patronales más representativas. Asimismo la citada Disposición Transitoria, autoriza al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social a derogar total o parcialmente de forma anticipada las Ordenanzas y Reglamentaciones o prorrogar su vigencia hasta el 31 de diciembre de 1995 en aquellos sectores que presenten problemas de cobertura. 357 MEMORIA 1997 – Ordenanzas y Reglamentaciones de Empresa o Instituciones. La Comisión de Seguimiento del AIOR elaboró un informe en diciembre de 1994 sobre la situación en que se encontraba en esa fecha el proceso de sustitución de Ordenanzas y Reglamentaciones de Trabajo por negociación colectiva, remitiéndolo a la Comisión Consultiva Nacional de Convenios Colectivos. Este informe sirvió de base para que el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social dictara una Orden Ministerial61 por la que se prorrogaban hasta el 31 de diciembre de 1995, íntegramente, 61 Ordenanzas y Reglamentaciones, parcialmente 9 de ellas, perdiendo su vigencia otras 56. A partir de este momento, el proceso de negociación de sustitución de Ordenanzas se centra exclusivamente en los ámbitos de afección de aquellos sectores de actividad en cuyas Ordenanzas de aplicación fueron declaradas en situación de vigencia prorrogada hasta el 31 de diciembre de 1995. En los debates en los que se inserta el proceso que se comenta, junto al papel protagonista desempeñado por las asociaciones y representaciones sindicales y empresariales en aras a la consecución, en sus ámbitos de influencia, de acuerdos colectivos de sustitución de las Ordenanzas Laborales, debe unirse la labor desplegada en el seno de la Comisión Consultiva Nacional de Convenios Colectivos dirigida a la búsqueda de soluciones negociadas de cobertura de los vacíos de regulación, derivados de la derogación de aquellas normas reglamentarias. En este sentido, debe reseñarse por su especial significación, la definición de las materias que debían ser necesariamente negociadas entre representaciones sindicales y empresariales a fin de evitar los indicados vacíos de cobertura. Estas materias se refieren a estructura profesional, promoción de los trabajadores, estructura salarial y régimen disciplinario. Ante la inminente pérdida de vigencia de las Ordenanzas Laborales a 31 de diciembre de 1995, y constatándose la existencia de un importante número de situaciones aún por cerrar, al no haber sido posible alcanzar un acuerdo de sustitución de la Ordenanza o un acuerdo sobre su prórroga, que excediera de aquella fecha, las organizaciones empresariales y sindicales más representativas se plantearon 61 358 Orden Ministerial de 28 de diciembre de 1994. MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO la posibilidad de utilizar los instrumentos que el Estatuto de los Trabajadores prevé para atender los vacíos de regulación que inevitablemente se producirían una vez derogadas las Ordenanzas Laborales: de una parte, la extensión por la Autoridad Laboral competente de un convenio colectivo; de otra, el dictado por el Gobierno de una Ordenanza de necesidad; por último, el arbitraje acordado en el seno de la Comisión Consultiva Nacional de Convenios Colectivos. Las organizaciones sindicales y empresariales más representativas, no plantearon, en aquellos momentos, la utilización del Acuerdo Interconfederal, que hubiera aportado una solución con carácter general a los problemas de vacíos de regulación en los sectores afectados y que responde más genuinamente al ejercicio de la autonomía colectiva que preconiza la reforma laboral de 1994. En el análisis del proceso se observa la existencia de un importante grupo de sectores en los que la sustitución de la Ordenanza Laboral era difícil de llevar a cabo por la inexistencia de estructuras de representación empresarial o por la insuficiente legitimación de éstas para negociar. En estos sectores, en principio, debería acudirse a los procedimientos de extensión de convenio o, subsidiariamente, a la Ordenanza de necesidad, fórmulas que no han tenido virtualidad práctica por la rigidez del régimen jurídico de la figura de la extensión del convenio, de una parte, y por el cariz intervencionista que supone la Ordenanza de necesidad, de otra. Ausencia de negociadores En el diálogo social entre las cúpulas empresariales y sindicales que concluyó con los acuerdos de abril de 1997, las partes signatarias han entendido oportuno cerrar definitivamente el proceso de sustitución negociada de las Ordenanzas Laborales, suscribiendo, ahora sí, un Acuerdo Interprofesional que atienda los vacíos generados por dicho proceso para los sectores con especiales dificultades en ejercer la negociación colectiva. Por tanto, el AICV debe entenderse como expresión de la voluntad de las confederaciones empresariales y sindicales de resolver el dilatado proceso de sustitución de las Ordenanzas Laborales, adoptando al efecto un instrumento especialmente idóneo para ello: un Acuerdo Interprofesional que cumple un doble cometido, poner fin al repetido proceso y, a su vez, cubrir los vacíos de regulación en sectores con déficit de interlocución. 359 MEMORIA 1997 Al objeto de ofrecer una panorámica general del proceso de sustitución de Ordenanzas y Reglamentaciones de Trabajo, en el Anexo 2 se recoge, en base a información trasladada por la Comisión Consultiva Nacional de Convenios Colectivos, la situación a marzo de 1998. Naturaleza jurídica del Acuerdo Como el propio texto del Acuerdo indica, se trata de un Acuerdo Interprofesional sobre materias concretas suscrito a tenor de lo previsto en el artículo 83.3 del Estatuto de los Trabajadores, dotado, por tanto, de eficacia normativa y general. Como tal producto convencional, ha sido inscrito y publicado en el BOE62. El Acuerdo establece la regulación sustantiva de las condiciones de trabajo, en las que se ha considerado que se produce un déficit de cobertura ante la ausencia de normativa convencional y que coinciden con las que previamente se acordaron en el seno de la Comisión Consultiva Nacional de Convenios Colectivos, es decir: estructura profesional, promoción de los trabajadores, estructura salarial y régimen disciplinario. Independientemente de lo expuesto, de un detenido examen del texto del Acuerdo se desprende la incorporación de disposiciones que trascienden esa primera vocación reguladora de determinadas condiciones de trabajo y que afectan o desempeñan una función de ordenación y coordinación de la negociación colectiva en otros ámbitos. Estipulaciones sobre determinación de sistemas de clasificación profesional, promoción profesional o estructura salarial, en las que expresamente se señala la sujeción de la negociación colectiva a los criterios fijados sobre esta materia en el Acuerdo, o las propias reglas de concurrencia entre el Acuerdo y otras regulaciones convencionales, dando preferencia aplicativa, en caso de divergencia, a estas últimas. Impulsar la negociación En este sentido, el AICV debe calificarse como un acuerdo mixto que, además de reglamentar concretas relaciones individuales de trabajo, impulsa la negociación colectiva en ámbitos inferio62 Resolución de la Dirección General de Trabajo, de 17 de mayo de 1997 (BOE, 9 de junio de 1997). 360 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO res y sobre determinadas materias en una marcada dirección, interrelacionándose, en este aspecto, con ciertas previsiones contenidas en el AINC. Ámbito de aplicación del Acuerdo En primer lugar interesa señalar que el AICV ha supuesto dotar de cobertura negocial a 800.000 trabajadores englobados en los 23 sectores o subsectores de actividad que conforman su ámbito funcional. El AICV será de obligada aplicación si no existiese texto legal o convencional que contemple el tratamiento de alguna de las materias que en el mismo se desarrollan. Asimismo, el Acuerdo establece que lo convenido en éste no pueda afectar a lo dispuesto en los acuerdos o convenios colectivos vigentes. De la interpretación de ambos preceptos se deducen claramente los términos de su aplicación. En primer lugar, el Acuerdo se aplicará en su integridad a aquellos sectores o ramas de actividad en los que no existe negociación colectiva estatutaria o donde aun existiendo, no se regulan las materias objeto de tratamiento en el Acuerdo. Y se aplicará parcialmente en aquellos supuestos en que, existiendo negociación colectiva, ésta no atienda en su regulación a la totalidad de las materias que integran el Acuerdo. De obligada aplicación A su vez, y en virtud de las reglas de concurrencia previstas en el Acuerdo, la entrada en vigor de un convenio colectivo que regule la totalidad o algunas de las materias contempladas en aquél, supondrá la inaplicación total o parcial del mismo. Evidentemente, esta regla de concurrencia es congruente con la propia finalidad del Acuerdo, es decir, evitar los déficit de regulación producidos por la desaparición de las Ordenanzas Laborales, por lo que si existe acuerdo colectivo que cubra dichos déficit su contenido desplaza a la regulación del AICV. En todo caso, interesa señalar que el producto convencional previsto para la regulación de estas materias en los sectores afectados, debe ser un convenio colectivo estatutario, lo que descartaría que el efecto de sustitución lo provocaran los acuerdos de empresa, a pesar de que esta figura convencional, conforme al Estatuto de los Trabajadores, en su redacción posterior a la reforma de 1994, está avalada en la regulación de determinadas materias coincidentes con las del Acuerdo, en concreto la ordena361 MEMORIA 1997 ción del sistema de clasificación profesional, recibo de salarios y ascensos en las que el Estatuto se remite en defecto de convenio colectivo al acuerdo de empresa. La falta de competencia del acuerdo de empresa para sustituir al AICV deriva de la naturaleza supletoria de aquél respecto a la existencia de un convenio colectivo estatutario, condición que, como ya se ha expuesto, reúne el Acuerdo Interconfederal. Por otra parte, las referencias contenidas en el AICV a los acuerdos de empresa —establecimiento de los sistemas de clasificación profesional, régimen del complemento salarial de antigüedad, fijación del salario base de grupo y de los complementos salariales— se establecen como desarrollo de las previsiones del propio Acuerdo y de forma subsidiaria a la existencia de convenio colectivo. Más dudas se plantean en lo que respecta a la determinación del nivel de negociación idóneo para producir la inaplicación del AICV. En principio cabría interpretar de la propia literalidad del Acuerdo (art. 1.2) que cualquier convenio colectivo estatutario, con independencia de su ámbito de afección, estaría facultado para disponer de la totalidad o de alguno de los contenidos del Acuerdo. Sin embargo, de la redacción de otros apartados del Acuerdo podría deducirse una cierta preferencia en algunos supuestos por el convenio colectivo sectorial nacional, en paralelo, por otra parte, con los criterios mantenidos en el AINC por las Confederaciones signatarias en relación con determinadas materias y más globalmente por la estipulación contenida en la Disposición Adicional del AICV, que obliga a respetar los contenidos y reglas de actuación pactados en el Acuerdo sobre negociación colectiva a los procesos de negociación previos y posteriores a la entrada en vigor del AICV. En relación con el ámbito territorial del Acuerdo y conforme a la representación que ostentan las confederaciones que lo han pactado, se extiende y es de aplicación en todo el territorio del Estado. Su ámbito funcional queda limitado a los sectores o ramas de actividad que se relacionan en su anexo 163, en consonancia con la finalidad que motiva el Acuerdo. 63 AICV. 362 En el Anexo 1 se relacionan los sectores y subsectores afectados por el MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO La vigencia temporal del Acuerdo, contempla singularidades que responden a la finalidad misma de éste y que afectan a las siguientes cuestiones: • La entrada en vigor se difiere al 1 de enero de 1998, con el objeto de que las partes legitimadas para negociar un convenio colectivo estatutario establezcan acuerdos sobre las materias reguladas en el Interconfederal en los sectores donde no exista negociación sobre las mismas. Por consiguiente, alcanzado acuerdo en ese periodo, el AICV no tendrá virtualidad jurídica en el ámbito correspondiente. • La duración prevista es de cinco años, si bien antes de que transcurra este plazo podrá decaer su aplicación total o parcialmente si mediante convenio colectivo se alcanza acuerdo sobre la totalidad o parte de las materias a que se refiere el AICV. Esta previsión se enmarca en la propia finalidad del Acuerdo, explicitada en su texto, de fomentar la negociación en los ámbitos inferiores en los que existan partes legitimadas y a potenciar la constitución de éstas en los sectores donde no existan en el ámbito sectorial estatal. Cinco años de duración • Una vez transcurridos los cinco años, el Acuerdo perderá su vigencia, al no establecer previsiones sobre prórroga de sus contenidos. De persistir situaciones de vacíos de regulación al término de vigencia del Acuerdo, las partes signatarias remiten su solución al procedimiento de extensión de convenios colectivos. Condiciones de trabajo reguladas en el AICV Los negociadores del AICV han delimitado su contenido normativo en la regulación de aquellas materias en las que la Comisión Consultiva Nacional de Convenios Colectivos entendió que, de no estar tratadas por la negociación colectiva, producirían vacíos de regulación una vez finalizada la vigencia de las Ordenanzas Laborales. Estas materias, como ya se ha señalado, se refieren a sistemas de clasificación profesional; promoción de los trabajadores, tanto profesional como económica; estructura salarial y régimen disciplinario. Conviene recordar que la modificación estatutaria derivada de la reforma laboral de 1994, procedió a derogar la normativa que hasta 363 MEMORIA 1997 ese momento venía regulando estas cuatro materias —Ordenanzas Laborales y determinados Reglamentos de ejecución—, facultando a la negociación colectiva para establecer las condiciones básicas sobre las mismas. Circunstancia, la de existencia de convenio colectivo, que de no producirse abocaría a la desregulación de dichas materias y consiguientemente a la generación de factores de desprotección para los trabajadores afectados. • Estructura profesional La derogación de las Ordenanzas Laborales y los vacíos de regulación que tal circunstancia provoca se constatan claramente en el tratamiento del sistema de clasificación profesional. Si bien la negociación colectiva, ya desde la aprobación del Estatuto de los Trabajadores en 1980, estaba habilitada para regular los diferentes aspectos relacionados con la clasificación profesional, el balance de actuación de los convenios colectivos en esta materia acredita una importante escasez de contenidos que excedan de las previsiones que, en esta temática, planteaban las normas reglamentarias ya derogadas. Pocos avances en clasificación profesional Por consiguiente, el diseño de la estructura profesional en la negociación colectiva se mantiene, en gran parte, anclado en los rígidos esquemas de clasificación profesional de las ordenanzas laborales, basados, como es sabido, en un elevado número de categorías profesionales con una estricta definición de las mismas, que impide y dificulta una correcta adecuación de la prestación laboral a las necesidades actuales de un sistema de trabajo en evolución, que poco tiene que ver con el imperante en los momentos de aprobación de las citadas Ordenanzas. La situación se agrava en aquellos sectores o ramas de actividad carentes de negociación colectiva, por cuanto una vez derogada la Ordenanza que cubría la regulación de esta materia, únicamente cabría, acudiendo a formulaciones basadas en el uso o costumbre o apelando a la condición más beneficiosa, mantener aquella regulación ordenancista, extremo que, por otra parte, desvirtúa la naturaleza de la regulación de la clasificación profesional, eminentemente colectiva, como el propio Estatuto de los Trabajadores indica, en razón a las consecuencias que de ella derivan y que afectan tanto a 364 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO la determinación de las funciones a realizar como a la fijación salarial o promoción profesional. Las estipulaciones del AICV sobre la clasificación profesional comienzan con una casi literal reproducción de lo establecido en el artículo 22 del Estatuto de los Trabajadores, señalando que “mediante la negociación colectiva, o en su defecto acuerdo entre la empresa y los representantes de los trabajadores, se establerá el sistema de clasificación profesional de conformidad con lo previsto en este Acuerdo”. Estipulación que previsiblemente no pretende obligar a los convenios colectivos suscritos con posterioridad a la entrada en vigor del Acuerdo a establecer un sistema de clasificación profesional, siguiendo pormenorizadamente el guión utilizado por el mismo, lo que sería contradictorio con lo establecido en el artículo 1.2 del propio Acuerdo, que posibilita a las partes legitimadas para negociar un convenio colectivo a disponer de la totalidad o de alguno de sus contenidos, entendiendo que, por el contrario, la estipulación remarca la naturaleza colectiva de la regulación de esta materia, impidiendo su individualización, resultando, por consiguiente, de obligada aplicación las estipulaciones del Acuerdo en aquellos sectores o ramas de actividad con vacíos de regulación en esta materia, y recomendando por otra parte que, respetando la autonomía de las partes, en la regulación convencional se tengan en cuenta los criterios de dicho Acuerdo. El Estatuto de los Trabajadores, después de remitir a la negociación colectiva o en su defecto al acuerdo de empresa la determinación del sistema de clasificación profesional, señala que se establecerá por medio de categorías o grupos profesionales. Por su parte, el AICV opta claramente por el grupo profesional como eje articulador del sistema, coincidiendo en este punto con las previsiones contenidas en el AINC. La señalada clasificación en grupos profesionales se realiza teniendo en cuenta un doble elemento: de una parte, a tenor de la interpretación y aplicación de factores de valoración; en segundo término, por las tareas y funciones básicas más representativas que desarrolla el trabajador. Es decir, el Acuerdo, en primer lugar, establece un determinado nivel profesional conforme a unos factores de encuadramiento que deberán valorarse en el momento de adscri- Sobre tareas y funciones básicas 365 MEMORIA 1997 bir al trabajador a un grupo profesional, completándose el perfil del grupo mediante la descripción de funciones que quedan integradas en el mismo. Este diseño del sistema de clasificación profesional, habitual en algunos convenios colectivos, es congruente con el amplio y diverso ámbito funcional del Acuerdo, que dificultaría la concepción del grupo profesional partiendo de una descripción de funciones. Como factores de encuadramiento, el Acuerdo considera los siguientes: conocimientos, experiencia, iniciativa, autonomía, mando y complejidad. Teniendo presentes los referenciados factores de encuadramiento, el Acuerdo distingue ocho grupos profesionales, a los que corresponde un determinado nivel de formación y de titulación profesional, cuando proceda. El grupo profesional podrá dividirse en áreas funcionales, admitiéndose la presencia de las viejas categorías profesionales, que podrán ubicarse en el interior del grupo profesional o de las áreas funcionales. El contenido de las funciones que integran cada grupo profesional se recoge en el Anexo 2 del Acuerdo, que señala asimismo, la inclusión de todas aquellas actividades que, por analogía, resultan equiparables a alguna o algunas de las que se mencionan. Del análisis de tales funciones se desprende el carácter heterogéneo de las asignadas a cada grupo profesional, lo que podría ocasionar problemas de aplicación a los límites de la movilidad funcional. Tablas de equivalencia 366 Definidos los elementos centrales del sistema de clasificación profesional propuesto por el Acuerdo, su aplicación o traslación a cada sector hace necesario que se proceda a las adaptaciones precisas a tenor de las características de dichos sectores, fundamentalmente en lo que afecta a la transición de las antiguas categorías profesionales a los nuevos grupos. En este sentido, la Disposición Transitoria Única del Acuerdo establece que, con el fin de propiciar una mejor adaptación, la Comisión Paritaria de este Acuerdo, a petición de los sindicatos u organizaciones empresariales interesadas, podrá elaborar y aprobar tablas de equivalencia entre las cate- MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO gorías profesionales de cada Ordenanza Laboral ya extinguida y los grupos profesionales que se describen en el Acuerdo. Este proceso de adaptación de los contenidos del Acuerdo a cada sector o subsector incluido en su ámbito de aplicación, plantea diversas cuestiones: • En primer lugar, la previsión de que el impulso del proceso de adaptación se otorgue a los sindicatos u organizaciones empresariales interesadas tendrá nula o escasa operatividad en aquellos sectores o subsectores carentes o con déficit de estructura organizativa —como lo son gran parte de los incluidos en el Acuerdo—. En estos supuestos, no sería posible la negociación sectorial a este fin de adaptación, y la petición a la Comisión Paritaria del Acuerdo en orden a la elaboración de tablas de equivalencia, encontraría, asimismo, dificultades de articulación. • Por otra parte, es previsible una importante demora en la aplicación de la nueva estructura profesional en los sectores o subsectores en los que previamente la Comisión Paritaria del Acuerdo deba elaborar y aprobar tablas de equivalencia entre categorías profesionales y nuevos grupos profesionales. Además, en algunos supuestos sería necesario, también, el ajuste del sistema de clasificación profesional establecido sectorialmente a nivel de empresa. En cuanto a la movilidad funcional, el Acuerdo diferencia los distintos supuestos legales de la figura en razón al carácter sustancial o no de aquélla. Las estipulaciones del AICV sobre la movilidad funcional no sustancial se corresponden con lo regulado al respecto por el Estatuto de los Trabajadores. Es decir, se faculta al empresario para realizar cambios de funciones, por ser éstas asimilables a las pactadas tanto en contenido como en requerimientos de nivel profesional, sin necesidad de alegar causa que los justifique. No obstante, se precisa que esta movilidad se produzca dentro del grupo profesional, con el límite de la idoneidad y aptitud necesaria para el desempeño de las tareas que se encomienden al trabajador en cada puesto de trabajo, previa realización, si ello fuera necesario, de procesos simples de formación y adaptación. Mayor movilidad dentro del grupo profesional 367 MEMORIA 1997 Asimismo, se exige el respeto a la dignidad del trabajador, a su formación y promoción profesional y al derecho a la retribución correspondiente a las funciones que efectivamente realice. Respecto a la movilidad funcional sustancial, que engloba tanto la temporal como los cambios de funciones que alteran la prestación pactada con el trabajador al inicio de la relación laboral, el AICV se remite escuetamente a lo preceptuado en el artículo 39 del Estatuto de los Trabajadores, por lo que en estos casos deberán entrar en juego las limitaciones que tal precepto establece, tales como: existencia de razones técnicas y organizativas que la justifiquen, limitación temporal, comunicación a los representantes de los trabajadores, posibles promociones, acuerdo de las partes o sometimiento a trámite de modificación sustancial de condiciones de trabajo, según se trate de llevar a cabo una u otra movilidad funcional de carácter sustancial. Como dato de interés, el AICV incorpora, en el tratamiento de esta materia, la facultad de la negociación colectiva para establecer procedimientos con el fin de resolver las discrepancias, teniendo en cuenta a este respecto lo previsto en el ASEC en materia de conciliación y arbitraje. • Promoción de los trabajadores Las reglas del AICV sobre promoción de los trabajadores hacen referencia a dos cuestiones: promoción profesional y promoción económica —pluses de antigüedad. Las reglas de promoción profesional previstas en el Acuerdo se limitan a la concreción del sistema de ascensos. Interesa recordar que el Estatuto de los Trabajadores, al regular esta cuestión (art. 24), traslada al convenio colectivo, o en su defecto al acuerdo colectivo entre empresa y representación de los trabajadores, la fijación del sistema de ascensos, que deberá realizarse dentro del sistema de clasificación profesional, teniendo en cuenta la formación, méritos, antigüedad del trabajador, así como las facultades organizativas del empresario. El AICV, como convenio colectivo que es, ha optado en primer lugar por trasladar al empresario la facultad de amortizar o proveer 368 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO las plazas vacantes en la empresa, si bien en caso de optar por la amortización de la plaza se deberán atender aspectos relacionados con el nivel de actividad, desarrollo tecnológico u otras circunstancias que aconsejen tal medida. En el supuesto de que el empresario opte por la provisión de la plaza vacante, el sistema de cobertura podrá ser bien la libre designación, bien la promoción interna, horizontal o vertical. Por el sistema de libre designación se cubrirán los puestos de trabajo que hayan de ser ocupados por personal cuyo ejercicio profesional comporte funciones de mando o especial confianza, en cualquier nivel de la estructura organizativa de la empresa. En el procedimiento de promoción interna se exige su ajuste a criterios objetivos de mérito y capacidad, estableciéndose pruebas selectivas a tal fin, así como el previo informe-consulta de la representación legal de los trabajadores. Criterios objetivos de mérito y capacidad En cuanto a la promoción económica, el AICV se limita, de una parte, a reconocer y mantener el plus de antigüedad como complemento de carácter personal para aquellos trabajadores que lo vinieran percibiendo, y de otra, faculta, en lo sucesivo, al convenio colectivo, pacto entre los representantes de los trabajadores y la empresa, o, en su defecto, en el ámbito individual del contrato de trabajo, para el tratamiento de esta materia. • Estructura salarial La modificación estatutaria producida por la reforma de 1994, a pesar de no alterar un número importante de preceptos reguladores del régimen legal del salario, sí tuvo una incidencia cualitativa relevante. La derogación de las disposiciones reglamentarias que regulaban la materia salarial comporta un cambio significativo en la composición y dinámica interna de las retribuciones. A ello debe añadirse la derogación de las Ordenanzas Laborales, que asimismo recogían un amplio tratamiento de esta temática. El retroceso de la norma estatal en beneficio de la norma pactada caracteriza la propuesta modificativa de la reforma de 1994. La negociación colectiva o, en su defecto, el contrato de trabajo serán 369 MEMORIA 1997 los encargados de determinar la estructura salarial, con la única limitación legal —en ambos casos— de que deberá comprender el salario base, definido como retribución por unidad de tiempo o de obra. Los complementos salariales podrán formar parte del salario si se pactan en acuerdo colectivo o contrato individual. Principio de causalidad en los complementos salariales En el supuesto de que se pactasen complementos, se deberá respetar el principio de causalidad, señalándose tres tipos diferentes de estas partidas salariales: los fijados en función de las circunstancias personales del trabajador, del trabajo realizado, o de la situación y resultados de la empresa. Los criterios para su cálculo deben ser objeto de pacto, abandonando la tradicional referencia al salario base. Igualmente se pactará el carácter consolidable o no de los mismos, no permitiéndose pacto de consolidación para los ligados al puesto de trabajo o a la situación y resultados de la empresa. Con todo ello, la reforma de 1994 pretendió establecer un marco de mayor flexibilidad en la estructura salarial, potenciando a la negociación colectiva en la ordenación salarial. En esta línea, el AINC recuerda que los convenios colectivos han venido estableciendo, hasta ahora, una estructura salarial polarizada en torno a pocos conceptos, así como que es posible utilizar distintos modelos salariales, siendo, en todo caso, deseable que la estructura salarial de éstos sea clara y comprensible, con una correcta definición de los distintos conceptos, recomendando, por otra parte, que sea el convenio nacional de rama de actividad, el que establezca los conceptos o criterios que definen la estructura salarial vigente en cada sector, sin que ello implique el establecimiento de cuantía alguna. La primera consideración a realizar sobre las previsiones del Acuerdo en materia salarial es su adecuación, como no podía ser de otra forma, a las prescripciones del Estatuto de los Trabajadores. Así, la estructura salarial se articula sobre el salario base de grupo —en congruencia con la propuesta de estructura profesional del propio Acuerdo—, o salario de contratación, y, en su caso, con los complementos salariales. En caso de existir acuerdo colectivo, será el salario base de grupo el que determinará la estructura del salario, y en su ausencia entrará la autonomía individual en su fijación. Este salario 370 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO base podrá integrar muchos de los complementos actualmente existentes que tengan derecho a percibir los trabajadores afectados por el Acuerdo, lo que supone, en principio, una presunción a favor de aquel concepto retributivo, de todas aquellas partidas salariales que no respondan a las exigencias de causalidad que se establecen para los distintos complementos salariales. El salario base no podrá, en ningún caso, ser inferior al mínimo interprofesional en cómputo anual. A pesar de que el Estatuto de los Trabajadores prevé que la fijación del salario base tenga como referencia la unidad de tiempo o la unidad de obra, el AICV opta claramente por la primera, al señalar que remunera tanto la jornada como los periodos de descanso en los términos en los que éstos se encuentren establecidos mediante convenio colectivo o norma legal. En cuanto a los complementos salariales, el Acuerdo se propone una labor racionalizadora de los mismos a la vista de la gran variedad y pluralidad existente. Para ello, el Acuerdo marca unas pautas a seguir por la negociación colectiva en orden a la adaptación de la actual estructura salarial a los criterios del Acuerdo. Encomendando, por consiguiente, a las partes implicadas en cada proceso negociador a la realización de la correspondiente adaptación, no contemplándose, en este caso, la participación de la Comisión Paritaria del Acuerdo, a estos efectos, como se prevé en el proceso de adaptación de los sistemas de clasificación profesional. Los criterios a seguir por la negociación colectiva, con el fin de alcanzar la adaptación que desde el Acuerdo se propugna, se concretan en los siguientes puntos: a) Racionalizar la variedad y pluralidad de complementos salariales existentes; b) La consideración del salario base de grupo como elemento central de la estructura salarial, manteniendo los complementos salariales derivados de una causa concreta que justifique su conservación como tales; c) La necesidad de que la retribución variable se refiera exclusivamente a la compensación de carácter personal, por calidad y cantidad de trabajo y de puesto de trabajo. El elenco de complementos salariales que prevé el AICV coincide con el recogido estatutariamente, es decir, los que traen su 371 MEMORIA 1997 causa de las condiciones personales del trabajador, los establecidos en función del trabajo realizado y los derivados de la situación y resultados de la empresa. No todos los complementos serán consolidados Las reglas sobre consolidación o no de dichos complementos salariales se fijan en el Acuerdo en los siguientes términos: en principio se faculta al acuerdo colectivo para señalar el carácter consolidable o no de los complementos; los complementos personales y los de cantidad y calidad de trabajo serán consolidables salvo pacto en contrario; los complementos debidos a circunstancias de la producción y los relativos a las condiciones en las que se preste el trabajo —de puesto de trabajo— no son consolidables, salvo pacto en contrario; y los que dependen de la situación o resultados de la empresa se abonarán cuando concurran las circunstancias previstas especificadas en pacto colectivo o en su defecto individualmente. El AICV contempla, también, la garantía ad personam de las condiciones más beneficiosas que se hubieran pactado individual o colectivamente o se hubieran concedido unilateralmente por el empresario, sin perjuicio de la posibilidad de absorción y compensación en los términos previstos en el artículo 26.5 del Estatuto de los Trabajadores. Por último, el Acuerdo no aporta novedades sustanciales, con respecto a la normativa estatal, en lo que hace referencia a la forma del pago del salario. Únicamente cabe apuntar como novedoso —aunque ya existe cierta práctica negocial en este sentido— el derecho del trabajador a solicitar que la firma del recibo de salario se realice en presencia de testigos: órganos de representación de los trabajadores o, en su defecto, ante la presencia de un compañero de trabajo. • Régimen disciplinario El Estatuto de los Trabajadores, al regular las faltas y sanciones de los trabajadores, se limita a introducir unas breves indicaciones o principios generales, remitiendo el desarrollo del poder disciplinario a las previsiones que se establezcan en las disposiciones legales o convenio colectivo de aplicación. Esta escasa regulación estatutaria necesita, por tanto, ser completada mediante los instru- 372 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO mentos indicados para su efectiva operatividad, en razón al principio de tipicidad exigible en todo régimen sancionador. La negociación colectiva, hasta el momento, ha sido poco receptiva a incorporar entre sus contenidos aquellos que afectan a esta materia, fundamentalmente por la cobertura que otorgaban las Ordenanzas Laborales y Reglamentaciones de trabajo que, sin excepción, contemplaban lo relativo a la misma. En todo caso, ha venido siendo práctica habitual la traslación casi literal del contenido de la norma reglamentaria al clausulado de los convenios que tenían previsiones al respecto. Regulado básicamente en las Ordenanzas Por todo ello, la definitiva derogación de las Ordenanzas Laborales para los sectores cubiertos por el Acuerdo supone un claro vacío normativo para los mismos, que imposibilitaría el ejercicio del poder disciplinario, en aquellos supuestos en los que no existiera tipificación legal de la falta laboral —es decir, los previstos en el artículo 54 del Estatuto de los Trabajadores que dan lugar al despido disciplinario—. Situación que comportaría la paradoja de poder sancionar conductas de máxima gravedad con el despido disciplinario y no aquellas otras debidas a incumplimientos contractuales menores. Interesa recordar que el AINC al referenciar esta materia, residencia su regulación en el convenio colectivo sectorial de ámbito nacional. La regulación que contiene el AICV sobre el régimen disciplinario no tiene un carácter exhaustivo, en razón a la propia naturaleza subsidiaria del Acuerdo que, en su caso, deberá ser desarrollado, adecuado o completado por la autonomía colectiva, en cada ámbito sectorial de negociación. Esta regulación no acabada responde, asimismo, a la heterogeneidad del ámbito funcional del Acuerdo que impide contemplar las peculiaridades sectoriales que dicho acuerdo abarca. Sin carácter exhaustivo El régimen disciplinario que se recoge en el AICV se encuentra en tres preceptos que respectivamente atienden a sus principios de ordenación, graduación de faltas y sanciones. En cuanto a los principios de ordenación, contiene en primer lugar una indicación sobre la finalidad y justificación del propio 373 MEMORIA 1997 régimen disciplinario, señalándose en este sentido que “las normas de régimen disciplinario persiguen el mantenimiento de la disciplina laboral, aspecto fundamental para la normal convivencia, ordenación técnica y organización de la empresa, así como para la garantía y defensa de los derechos e intereses legítimos de los trabajadores y empresarios”. Seguidamente, se referencian los incumplimientos contractuales que darán lugar a las correspondientes sanciones, se establece la clasificación de las faltas en leves, graves y muy graves y, por último, se señalan los requerimientos formales de comunicación por escrito motivado al trabajador de la falta, cualquiera que sea su graduación, y notificación a los representantes legales de los trabajadores de la imposición de sanciones por faltas muy graves. En la regulación de las faltas laborales el Acuerdo procede a una mayor concreción de la que era habitual en las Ordenanzas Laborales, alejándose de la utilización de cláusulas generales o analógicas, reforzando con ello el principio de tipicidad. Por otra parte, se actualiza la tipología de las infracciones, incorporándose algunas que no figuraban en las viejas Ordenanzas, caso de la “inobservancia de los servicios de mantenimiento en caso de huelga” —conforme al artículo 16 del Real Decreto-Ley 17/1977— calificada como falta muy grave, o el “acoso sexual”, considerado asimismo como falta muy grave. Por lo que respecta a las sanciones, se regulan sus máximos con la siguiente concreción: a) La falta leve podrá sancionarse con amonestación verbal o escrita y suspensión de empleo y sueldo de hasta dos días; b) La falta grave, con suspensión de empleo y sueldo de tres a catorce días; y c) Las faltas muy graves con suspensión de empleo y sueldo de catorce días a un mes, traslado a centro de trabajo de localidad distinta durante un periodo de hasta un año y despido disciplinario. Más suaves que en las Ordenanzas Con carácter general se aprecia una cierta suavización de las sanciones con respecto a las que establecían las Ordenanzas Laborales. Por último, el Acuerdo se refiere en esta materia a los plazos de cancelación de las anotaciones desfavorables que como consecuencia de las sanciones impuestas pudieran hacerse constar en los expedientes personales. 374 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO Administración y desarrollo del Acuerdo El Acuerdo prevé la constitución de una Comisión Paritaria de aplicación e interpretación que fue efectivamente constituida el 22 de julio de 1997, y está formada por ocho representantes de las Organizaciones sindicales y otros ocho de empresariales. Esta Comisión deberá reunirse al menos una vez al trimestre y tendrá que elaborar anualmente un Informe sobre sus actividades. Las decisiones en el seno de la misma se adoptarán por mayoría. En cuanto a las funciones atribuidas a la Comisión, se concretan en una doble vertiente: en primer lugar, atender al seguimiento de los progresos de negociación sectorial en la sustitución de las materias contenidas en el Acuerdo y en un plano más concreto, la aprobación de tablas de equivalencia entre las categorías profesionales de cada Ordenanza laboral derogada y la de los grupos profesionales definidos en el Acuerdo, todo ello previo requerimiento de las Organizaciones sectoriales. Gobernado por una comisión paritaria Un último punto que conviene tratar es el de la posibilidad de persistencia de vacíos de regulación en determinados sectores, una vez transcurridos los cinco años de vigencia del Acuerdo. Al respecto, las Organizaciones firmantes se han comprometido a cubrir los referenciados vacíos mediante el procedimiento de extensión de convenios colectivos. En este sentido, y al objeto de dotar al procedimiento de extensión de eficaz operatividad, en noviembre de 1997, las partes signatarias del AICV alcanzaron un acuerdo sobre la modificación legal del citado procedimiento, que fue remitido al Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales a los efectos correspondientes. En síntesis, el borrador de propuesta de modificación de la extensión de convenios colectivos presentado por las organizaciones empresariales y sindicales atiende, de una parte, a la adaptación de competencias de la autoridad laboral a la realidad de las competencias trasferidas a las Comunidades Autónomas y, de otra, propugna una agilización y simplificación de los procedimientos, tanto en lo que respecta a la reducción de plazos como al propio impulso procedimental. 375 MEMORIA 1997 6.2. LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA EN 1997 FUE FLUIDA Y POCO CONFLICTIVA Un año más, el Consejo Económico y Social quiere dar a conocer los datos de negociación colectiva en España, reseñando en este epígrafe lo acontecido al respecto durante 1997. Marcada por los resultados económicos La negociación colectiva, como elemento central en un sistema de relaciones laborales desarrollado, no es ajena al comportamiento de las diversas variables socio-económicas que inciden y referencian su evolución en un periodo determinado. En este sentido, y esquemáticamente, el contexto que enmarca la negociación colectiva de 1997 se ha caracterizado por una apreciable aceleración del crecimiento económico, una importante estabilidad en los precios, que se ha traducido en una significativa reducción de los tipos de interés, y un aumento del empleo con una disminución de la tasa de paro de casi un punto. A todo ello habría que añadir el desarrollo de las negociaciones interconfederales, que han dado lugar a Acuerdos con clara influencia en la institución y que por consiguiente, deben considerarse en el análisis de la misma. El incremento salarial pierde peso en la negociación Dos apuntes más interesa realizar. De una parte, la creciente importancia de la dinámica de las relaciones laborales como política destinada a desempeñar un papel significativo en la regulación de la competencia, una vez que, incorporada España a la Unión Económica y Monetaria (UEM), el juego de otras políticas hasta el momento utilizadas se hace más restrictivo. De otra, el cambio en la propia dinámica de la negociación de los convenios que, debido a la drástica reducción de las tasas de inflación y tipos de interés, se centra cada vez menos en la discusión del incremento de la tarifa salarial y más en cuestiones relacionadas con los elementos que la determinan, concibiéndose, por otra parte, como un instrumento de regulación de las relaciones laborales que potencie la competitividad de las empresas y la creación de empleo. Metodológicamente, conviene reseñar que, con carácter general, en la realización de este informe sobre la negociación colectiva del año 1997, se han tomado como base los convenios colectivos con efectos económicos en dicho año, registrados hasta el 31 de diciembre, razón por la cual la información adolece de un cierto grado de 376 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO provisionalidad, porque es habitual que el registro de la totalidad de los convenios de cada año se prolongue durante varios meses una vez finalizado el mismo. 6.2.1. Planteamientos y curso de las negociaciones A comienzos de año, las confederaciones de UGT y CCOO presentaron el documento unitario sobre criterios de negociación colectiva, fijando como objetivos centrales los siguientes: CCOO-UGT: objetivos sindicales unitarios – Reducir la temporalidad y la alta rotación en el empleo, mejorar su calidad y evitar su destrucción. – Conseguir un reequilibrio en la desigual participación de los trabajadores en la renta nacional por medio del empleo o de los salarios. – Fortalecer y articular la negociación colectiva. – Mejorar la capacidad de intervención de los convenios para continuar limitando los efectos desreguladores de la reforma laboral. – Contribuir a la reducción de las más graves desigualdades laborales y a la desaparición de las discriminaciones. Estos objetivos generales responden, en su mayor parte, a los planteamientos que en esos momentos UGT y CCOO defendían en la negociación interconfederal con CEOE-CEPYME, señalando al respecto que dicha negociación y las expectativas que generaba no deberían suponer un bloqueo en el curso normal de la negociación. En términos más concretos, los sindicatos más representativos a nivel nacional establecían las siguientes orientaciones para los convenios colectivos a negociar este año: – En materia de contratación: preservar el principio de causalidad en la contratación temporal; establecer cláusulas de creación de empleo, fundamentalmente mediante la conversión de contratos temporales en indefinidos; reforzar la actividad y competencias de las Comisiones Paritarias en el control de los 377 MEMORIA 1997 procesos de contratación y subcontratación; garantizar la igualdad de trato y condiciones laborales en el trabajo a tiempo parcial; controlar la subcontratación de actividades de ETT. – En materia de jornada: reducción de la jornada laboral avanzando hacia las 35 horas; suprimir o reducir la realización de horas extraordinarias; establecer controles sindicales en la distribución e implantación irregular de la jornada; acordar la posibilidad de optar a una jornada reducida. – Por lo que respecta a la política salarial: alcanzar incrementos salariales por encima del IPC previsto, de forma que suponga una clara recuperación del poder adquisitivo y, en todo caso, garantizar un incremento no inferior al IPC previsto por el Gobierno para finales de año —2,6 por 100—; inclusión de cláusulas de revisión salarial con carácter retroactivo; regulación en los convenios sectoriales de un salario mínimo; introducción en los convenios de ámbito superior a la empresa de criterios sobre las cláusulas de inaplicación o descuelgue salarial; consolidar estructuras salariales claras que eviten la individualización y eliminen discriminaciones; impulsar la creación de fondos de pensiones y externalizar los existentes. – En cuanto a la clasificación profesional: modernizar desde el ámbito sectorial estatal las actuales estructuras de clasificación profesional, adaptándolas a las nuevas realidades, estableciendo controles sindicales y constituyendo Comisiones Paritarias en los distintos ámbitos para la adecuación, seguimiento e implantación de los procesos de reclasificación. – En relación con la formación profesional: desarrollar de forma negociada los planes agrupados en el marco de los convenios colectivos estatales; potenciar las funciones de las Comisiones Paritarias sectoriales; posibilitar el acceso a la formación continua de los trabajadores con contrato a tiempo parcial. – Sobre salud laboral: interesa el cumplimiento y desarrollo de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y Reglamentos que la desarrollan, haciendo especial hincapié en la constitución de Comités de Seguridad y Salud de ámbito sectorial y 378 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO de Servicios de Prevención en las empresas de más de 250 trabajadores o con especial riesgo. – Por último, se recomienda incluir en el articulado de los convenios, cláusulas de adhesión al ASEC en aquellos sectores que no lo hayan realizado anteriormente. CEOE y CEPYME, partiendo de la consideración de que los convenios colectivos deben configurarse como un instrumento de mejora de la competitividad de las empresas, propugnan la modificación de sus contenidos en consonancia con los objetivos y demandas de mayor flexibilidad, así como la actuación prudente en materia de costes laborales, dada su clara influencia en el objetivo de estabilizar la inflación en línea con los criterios de convergencia. CEOE Y CEPYME: mejorar la competitividad Sobre las materias que, habitualmente, forman parte del articulado de los convenios, CEOE y CEPYME recogen los siguientes criterios de actuación: – Vigencia de los convenios: se deberá considerar la procedencia de vigencias superiores al año, teniendo en cuenta el marco económico estable y la incorporación a los convenios de contenidos nuevos en la línea de modernizar las relaciones laborales. Se insiste en la conveniencia de limitar los efectos de la denominada “ultra-actividad”, bien de forma general o para algunas cláusulas en particular. – Contratación: se recomienda no limitar la utilización de modalidades contractuales previstas legalmente, ya que puede dificultar la adopción de medidas flexibilizadoras. – Jornada de trabajo: se desaconseja reducir la jornada por el incremento de costes laborales que supone; en aras a obtener una mayor flexibilidad y racionalización de la prestación laboral, se hace necesaria la fijación de la jornada de trabajo en cómputo anual, así como su posible distribución irregular a lo largo del año. Jornada en cómputo anual – Clasificación profesional y estructura salarial: se considera procedente sustituir las viejas categorías profesionales por grupos profesionales. Por lo que respecta a la estructura sala379 MEMORIA 1997 rial, sería conveniente afrontar un cambio, que comporte la reducción o supresión de complementos personales ajenos a las vicisitudes que afectan a la carrera profesional del trabajador, debiéndose implantar, en cambio, complementos productivos que retribuyan la adscripción a un puesto de trabajo vinculado a la situación concreta que afecte a la empresa. En materia salarial se aboga, asimismo, por incrementar el salario variable en detrimento del fijo. – Política salarial: como viene siendo habitual, CEOE y CEPYME recomendaron, en la fijación de las condiciones económicas de los convenios, tener como referencia básica los costes laborales totales de las empresas. En este sentido, el crecimiento de los costes laborales unitarios, especialmente en empresas que compitan en el exterior, deberá tener como referencia básica el previsto, en promedio, para los países de la Unión Europea, es decir, el 1,4 por 100. Igualmente en relación con los incrementos salariales nominales a pactar en convenios, deberá tenerse presente el citado incremento de costes laborales unitarios en la Unión Europea, los deslizamientos salariales y el resto de costes sociales, de forma tal que la cifra resultante permita a las empresas mantener el grado de competitividad actual. – Por otra parte, se desaconseja la inclusión de cláusula de revisión salarial y, en sentido contrario, la incorporación de cláusulas de inaplicación del régimen salarial (descuelgue), así como el procedimiento para llevarlo a cabo en función de las circunstancias específicas de cada sector. – Finalmente, la circular para la negociación colectiva de CEOE y CEPYME señala diversas orientaciones y aclaraciones en torno a materias como formación profesional continua, prevención de riesgos laborales, compromisos por pensiones, mediación y arbitraje y absentismo laboral e incapacidad temporal. El curso general de la negociación colectiva en 1997 se ha desarrollado con notable fluidez, a pesar de algunas incertidumbres a comienzos de año en espera de los resultados de la negociación a nivel interconfederal. La fluidez y agilidad en el ritmo negociador han propiciado además una cifra de conflictividad —en relación 380 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO con jornadas no trabajadas por huelgas derivadas de la negociación colectiva— claramente menor que la del año anterior. Como ya se apuntó en los comentarios al AINC y al AICV, en el año 1997 se han abierto siete nuevos ámbitos de negociación sectorial estatal, alcanzándose además acuerdos sobre materias concretas, a tenor de lo establecido en el artículo 83 del Estatuto de los Trabajadores, en el subsector de Mantenimiento de Cabinas, y gestado el Acuerdo sobre estructura de la negociación colectiva de la Industria del Metal, cuyo pacto definitivo se produjo el 24 de marzo 1998. Es importante además señalar que, a finales de febrero de 1998, cerca de tres millones y medio de trabajadores tenían ya cerrados sus acuerdos colectivos para dicho año, con una subida salarial media de un 2,48 por 100. 6.2.2. Estructura de la negociación colectiva La información utilizada procede fundamentalmente de la Subdirección General de Estadísticas Sociales y Laborales del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, recurriéndose en casos concretos a otras fuentes. En este sentido, se toman como base los convenios colectivos con inicio de efectos económicos durante 1997 y que han sido registrados hasta el 31 de diciembre de dicho año. Se recoge información de la negociación colectiva estatutaria, es decir, de eficacia general, comprendiendo tanto convenios colectivos nuevos como revisiones salariales, incluidas las automáticas —derivadas de convenios plurianuales que establecen el incremento salarial para 1997—, cuando concurran los requisitos de legitimación y tramitación exigidos para el convenio colectivo originario. Asimismo, se recogen las adhesiones a otros convenios, arbitrajes voluntarios, extensiones de convenio y otros acuerdos registrados con eficacia general en convenio. Los pactos de eficacia limitada o convenios extraestatutarios se incluyen cuando existe constancia de sus datos. No se incorpora información sobre los acuerdos de empresa emanados de la reforma laboral, al no existir tratamiento estadístico de los mismos. Es preciso señalar, además, que la información correspondiente a 1996 es también provisional, ya que no está cerrado el registro de convenios que iniciaban sus efectos económicos en ese año. 381 MEMORIA 1997 Conviene recordar que puede existir solapamiento de cifras en el conjunto de empresas y trabajadores afectados, de una parte por el entramado de convenios colectivos negociados en diferentes ámbitos territoriales, e incluso funcionales, y de otra por la posibilidad de que una misma empresa pueda estar afectada por más de un convenio, al poder firmarse éste para una determinada categoría o grupo profesional o para cada centro de trabajo. • Número de convenios Aumentan las empresas y trabajadores con convenio El número de convenios con inicio de efectos económicos en 1997 y registrados hasta el 31 de diciembre de dicho año asciende a 3.763, que afectan a 847.502 empresas y 7.226.762 trabajadores (cuadro II-34) apreciándose un significativo incremento en estas dos últimas variables en relación con 1996, poniéndose de manifiesto el dato ya apuntado del acelerado ritmo de negociación en el último año. CUADRO II-34 CONVENIOS COLECTIVOS, 1993-1997 (Número de convenios, empresas y trabajadores) Convenios registrados a 31 de diciembre de cada año con inicio de sus efectos económicos en el mismo año Convenios Años Número 1993 1994 1995 1996 1997 3.722 3.192 3.599 3.550 3.763 Empresas Variación (%) –7,1 –14,2 12,8 –1,4 5,7 Miles 845,8 617,6 709,0 760,8 847,5 Variación (%) 0,1 –27,0 14,8 7,3 10,2 Trabajadores Miles 5.915,1 5.184,3 6.098,9 6.120,7 7.226,8 Variación (%) –5,2 –12,4 17,6 1,4 15,3 Total convenios según año de inicio de efectos económicos Convenios Años 1993 1994 1995 1996* 1997** Empresas Número Variación (%) 4.749 4.581 4.827 4.919 4.177 –5,2 –3,5 5,1 1,9 — Miles 1.048,2 950,7 975,1 1.008,4 899,2 Trabajadores Variación (%) Miles Variación (%) –0,7 –9,3 2,6 3,3 — 7.737,1 7.502,1 7.605,1 7.997,2 7.514,8 –2,3 –3,0 1,4 4,9 — * Datos provisionales, por estar todavía abierto el registro de convenios. ** Convenios registrados hasta el 31 de marzo de 1998. Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Estadística de Convenios Colectivos. 382 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO CUADRO II-35 NÚMERO DE CONVENIOS, DE EMPRESAS Y TRABAJADORES 1983-1997 Año 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996* 1997** Convenios Empresas Trabajadores 3.655 3.796 3.824 3.790 4.112 4.096 4.302 4.595 4.848 5.010 4.749 4.581 4.827 4.919 4.177 869.700 836.900 847.100 891.800 996.800 958.331 982.651 1.037.906 1.006.167 1.055.084 1.048.193 950.700 975.100 1.088.400 899.200 6.226.300 6.181.900 6.131.100 6.275.100 6.867.700 6.864.738 6.993.751 7.623.867 7.821.850 7.921.935 7.737.138 7.502.100 7.605.100 7.997.200 7.514.800 * Datos provisionales. ** Convenios registrados hasta el 31 de marzo de 1998. Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Estadística de Convenios Colectivos. En consecuencia, a finales del año 1997, aproximadamente el 90 por 100 de los trabajadores amparados por convenio colectivo tenían ya cerrada su negociación para dicho año. Además, y dado que el registro de convenios por parte del Ministerio de Trabajo adolece de cierto retraso, podría deducirse la existencia de un mayor número de convenios concluidos en ese periodo temporal que no figuran todavía en ese registro. En una amplia perspectiva temporal (cuadro II-35) de evolución de los convenios colectivos, se observa una tendencia creciente en su número que alcanza el máximo en 1992, en el que se registran más de 5.000 convenios, descendiendo a partir de ese año para alcanzar otra vez en 1996 una cifra similar. En ese año, además, se registró un máximo en el número de trabajadores cubiertos, casi ocho millones. Teniendo en cuenta que, conforme a los datos de la EPA, el empleo asalariado alcanzó en el cuarto trimestre de 1996 los 9.954.000 efecti383 MEMORIA 1997 vos, se podría deducir que la cobertura de la negociación colectiva se mueve en un porcentaje significativamente elevado, toda vez que de la citada cifra, habría que excluir a los empleados públicos no laborales, vinculados por una relación administrativa o estatutaria, cuyas condiciones de trabajo se desarrollan al margen de los convenios colectivos. Su número se estima en más de un millón de personas. • Ámbito funcional 72 por 100 de empresa Del total de convenios registrados a 31 de diciembre de 1997, el 72 por 100 son de empresa. El resto son convenios negociados en ámbito superior al empresarial, predominando los de sector provincial, que representan el 85 por 100. En número de trabajadores cubiertos, los convenios de empresa acogen a menos del 11 por 100, consolidándose una doble tendencia: crecimiento del número de convenios de empresa, pero a su vez una mayor concentración de trabajadores en ámbitos de negociación distintos del empresarial (cuadro II-36). Por otra parte, son asimismo los convenios sectoriales provinciales los que agrupan a un mayor número de trabajadores, un 51 por 100 (cuadro II-37). En cuanto al número de empresas afectadas, un 75 por 100 lo están por convenios de sector provinciales. CUADRO II-36 ESTRUCTURA DE LOS CONVENIOS COLECTIVOS SEGÚN ÁMBITO FUNCIONAL, 1984-1997 (Porcentajes sobre el total de convenios registrados y de trabajadores afectados) Convenios registrados Ámbito funcional 1984 1987 1992 1993 1994 1995 Convenios de empresa Convenios de otro ámbito 66,9 33,1 68,5 31,5 72,4 27,6 71,0 29,0 70,6 29,4 71,7 28,3 1996* 1997** 72,8 27,2 71,9 28,9 Trabajadores afectados Convenios de empresa Convenios de otro ámbito 1984 1987 1992 1993 1994 1995 1996 1997 17,2 82,8 16,1 83,9 15,0 85,0 13,5 86,5 13,6 86,4 13,7 86,3 12,9 87,1 10,6 89,4 * Datos provisionales por estar todavía abierto el registro de convenios. ** Convenios registrados hasta el 31 de marzo de 1998. Fuente: Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Estadística de Convenios Colectivos. 384 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO CUADRO II-37 CONVENIOS, EMPRESAS Y TRABAJADORES AFECTADOS, POR ÁMBITO FUNCIONAL, 1997* Ámbito funcional Convenios Empresas Trabajadores Convenios de empresa Provincial Autonómicos Interautonómicos 2.688 2.318 86 284 2.688 2.318 86 284 745.952 373.303 60.713 311.936 Convenios de otro ámbito Grupo de empresas Provincial Autonómicos Interautonómicos Sector local-comarcal Sector provincial Sector interprovincial Autonómicos Interautonómicos Sector Nacional 1.075 45 30 4 11 20 910 35 32 3 65 844.814 146 85 11 50 1.364 637.649 47.280 46.994 286 158.375 6.480.810 23.675 7.037 1.881 14.757 9.179 3.717.542 402.068 398.483 3.585 2.328.346 Total 3.763 847.502 7.226.762 * Convenios registrados hasta el 31 de diciembre de 1997. Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Estadística de Convenios Colectivos. El ligero pero constante incremento de convenios de empresa puede responder a diversas causas, aunque sería lógico pensar que el intento de introducir regulaciones específicas y más ajustadas a la realidad empresarial, desarrollando contenidos de determinadas unidades de negociación de ámbito superior, tiene algo que ver en esta situación. En cuanto a los convenios sectoriales de ámbito nacional, representan en 1997 un 1,7 por 100, vinculando, no obstante, a más del 32 por 100 de los trabajadores y casi al 19 por 100 de las empresas; se observa una constante ampliación de la cobertura de estos convenios nacionales (cuadro II-38) en detrimento, aunque en escaso porcentaje, de los provinciales. Los sectoriales agrupan al 32 por 100 de los trabajadores Los convenios colectivos interprovinciales de Comunidad Autónoma siguen teniendo una escasa presencia en la negociación colectiva española, advirtiéndose, no obstante, un importante crecimiento en su número. 385 MEMORIA 1997 CUADRO II-38 CONVENIOS DE SECTOR DE ÁMBITO PROVINCIAL Y NACIONAL, 1992-1997 (Porcentajes sobre el total de convenios y sobre el total de trabajadores) Convenios Trabajadores Años Ámbito provincial Ámbito nacional Ámbito provincial Ámbito nacional 1992 1993 1994 1995 1996* 1997** 24,1 25,2 25,3 24,0 23,3 24,2 1,4 1,3 1,5 1,6 1,5 1,7 54,8 55,1 54,7 55,3 51,6 51,4 25,1 21,6 24,3 27,1 28,8 32,2 * Datos provisionales. ** Convenios registrados al 31 de diciembre de 1997. Fuente: Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Estadística de Convenios Colectivos. En todo caso, debe señalarse que la situación descrita sobre ámbitos funcionales de la negociación colectiva en España, no es uniforme desde una perspectiva sectorial, existiendo desde sectores o subsectores de actividad mayoritariamente regulados por un convenio nacional, a sectores con una importante fragmentación negocial, donde coexisten convenios provinciales o de Comunidad Autónoma con un gran número de convenios de empresa. En este aspecto, el AINC puede jugar un importante papel en la racionalización de la estructura negocial de determinados sectores. La plantilla media de trabajadores amparados por convenios de empresa, fue, en 1997, de 277, y de 6.028 en convenios de otro ámbito. La plantilla media de las empresas sujetas a convenios de ámbito distinto al empresarial, no alcanzó los ocho trabajadores, en consonancia con el tamaño de gran parte de las unidades productivas españolas. • Ámbito temporal Prácticamente la mitad —el 48,4 por 100— de la negociación colectiva desarrollada en 1997, corresponde a revisiones de convenios firmados en el año, o años anteriores, y el resto a convenios 386 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO CUADRO II-39 CONVENIOS COLECTIVOS SEGÚN ÁMBITO TEMPORAL, 1997* (Número de convenios y de trabajadores, y porcentajes sobre el total en cada ámbito funcional) Convenios Ámbito funcional y temporal Trabajadores Número Porcentaje Número Porcentaje Total convenios Firmados por un año Firmados con vigencia superior al año Revisados 3.763 963 977 1.823 100,0 25,6 26,0 48,4 7.226.762 1.318.154 2.327.490 3.581.118 100,0 18,2 32,2 49,6 Convenio de empresa Firmados por un año Firmados con vigencia superior al año Revisados 2.688 649 677 1.362 100,0 24,1 25,2 50,7 745.952 116.470 214.643 414.839 100,0 15,6 28,8 55,6 Convenios de otro ámbito Firmados por un año Firmados con vigencia superior al año Revisados 1.075 314 300 461 100,0 29,2 27,9 42,9 6.480.810 1.201.684 2.112.847 3.166.279 100,0 18,5 32,6 48,9 * Convenios registrados hasta el 31 de diciembre de 1997. Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Estadística de Convenios Colectivos. firmados en este año, manteniéndose la misma proporción en trabajadores afectados (cuadro II-39). Por otra parte, se confirma que cada vez son más los convenios que se firman con una vigencia plurianual. Así, más de la mitad —el 50,4 por 100— de los firmados en 1997 tienen una vigencia superior al año. Como ya se ha argumentado en ediciones anteriores de esta Memoria, las razones que explican este hecho pueden responder a diversas circunstancias: la vigencia plurianual puede contribuir tanto a los procesos de renovación productiva u organizativa de las empresas como a la consolidación y análisis de nuevos contenidos incorporados a los convenios, asumiendo las últimas modificaciones normativas. Al mismo tiempo, el descenso de las tasas de inflación y su efecto como indicador en la negociación para la fijación de los incrementos salariales permite una vigencia plurianual al eliminarse posibles incertidumbres en la relación entre precios y salarios. Cada vez más plurianuales La proporción de convenios de ámbito distinto a la empresa firmados con vigencia plurianual es mayor que en los de empresa 28 y 25 por 100 respectivamente; de igual forma, los porcentajes de 387 MEMORIA 1997 trabajadores afectados son mayores en convenios de otro ámbito, el 32 por 100, que en los de empresa, el 29 por 100. Como viene siendo habitual, el porcentaje de convenios anuales firmados en 1997 y de trabajadores afectados por los mismos fue mayor en los convenios de otro ámbito, 29 por 100 y algo más del 18 por 100 respectivamente, que en los de empresa, con un 24 por 100 de convenios y casi un 16 por 100 de trabajadores. Finalmente, la proporción de convenios revisados es mayor en convenios de empresa, un 51 por 100, que en convenios de otro ámbito, un 43 por 100, al igual que en trabajadores afectados, un 56 por 100 en convenios de empresa frente a un 49 por 100 en convenios de ámbito distinto. • Ámbito territorial Este apartado se propone una aproximación a la diferente incidencia que tiene la negociación colectiva en las distintas Comunidades Autónomas, tanto en volumen como por su dispersión o concentración. Se debe advertir que, al desconocer la incidencia de los convenios colectivos de ámbito superior al de Comunidad Autónoma en cada una de ellas, el análisis queda condicionado. Como se observa en el cuadro II-40, a 31 de diciembre de 1997, la Comunidad Autónoma con mayor número de convenios es Andalucía, seguida de Cataluña, Castilla y León, País Vasco y Madrid, destacando al respecto y en relación a años anteriores el ascenso de Castilla y León y el que no figure en los primeros lugares la Comunidad Valenciana. Por volumen de trabajadores afectados, Andalucía ocupa igualmente el primer lugar, seguida de Cataluña, Madrid, Comunidad Valenciana y País Vasco. Interesa resaltar la importante incidencia de la negociación colectiva que supera el ámbito de una Comunidad Autónoma, ya que supone el 10 por 100 del total de convenios y el 37 por 100 de los trabajadores afectados. 388 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO CUADRO II-40 NÚMERO DE CONVENIOS Y TRABAJADORES POR COMUNIDADES AUTÓNOMAS, 1997* (Número, porcentajes sobre el total nacional en cada caso y número de trabajadores por convenio) Comunidades Autónomas Andalucía Aragón Asturias Baleares Canarias Cantabria Castilla-La Mancha Castilla y León Cataluña Ceuta y Melilla Comunidad Valenciana Extremadura Galicia Madrid Murcia Navarra País Vasco Rioja, La Interautonómicos Total Convenios Trabajadores % Convenios % Trabajadores Trab./convenio 494 145 92 74 154 98 162 330 410 30 292 65 253 300 86 74 305 33 363 932.030 140.424 106.526 140.158 188.096 55.261 160.692 203.755 841.628 11.143 401.381 108.610 196.511 585.839 142.098 82.141 209.955 24.455 2.658.624 13,1 3,9 2,5 2,0 4,1 2,6 4,3 8,8 10,9 0,8 7,8 1,7 6,7 8,0 2,3 2,0 8,1 0,9 9,7 13,0 2,0 1,5 2,0 2,6 0,8 2,2 2,8 11,7 0,2 5,6 1,5 2,7 8,2 2,0 1,1 2,9 0,3 37,0 1.887 968 1.158 1.894 1.221 564 992 617 2.053 371 1.375 1.671 777 1.953 1.652 1.110 688 741 7.324 3.760 7.189.327 100 100 1.912 * Convenios registrados hasta el 31 de diciembre de 1997. Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Estadística de Convenios Colectivos. Considerando el número medio de trabajadores por convenio, es Cataluña, con más de 2.000 trabajadores por convenio, la que ocupa el primer lugar, seguida de Madrid, Baleares y Andalucía. A estos efectos, la actividad económica predominante en cada zona geográfica, la actividad sindical desarrollada en ella, la mayor o menor articulación de la negociación en convenios de superior ámbito, y la dimensión de la estructura empresarial son factores con especial incidencia. • Convenios por sectores económicos Las características de la negociación colectiva por sectores de producción (cuadro II-41) se han mantenido sin cambios importantes en los últimos años y responden a la distribución general de los 389 MEMORIA 1997 CUADRO II-41 CONVENIOS COLECTIVOS POR SECTORES, 1997* (Número de convenios, empresas y sectores, y porcentajes sobre el total en cada caso) Convenios Sectores Agrario Industria Construcción Servicios Empresas Trabajadores Número Porcentaje Número Porcentaje Número Porcentaje 64 1.525 56 2.118 1,7 40,6 1,5 56,2 141.343 221.830 49.307 435.022 16,7 26,2 5,8 51,3 656.995 2.563.927 627.205 3.378.635 9,1 35,5 8,7 46,7 * Convenios registrados hasta el 31 de diciembre de 1997. Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Estadística de Convenios Colectivos. asalariados. Los servicios y la industria aportan la gran mayoría de los convenios, 97 por 100, mientras que el sector agrario y la construcción apenas suponen el 3 por 100 del total. En cuanto a trabajadores afectados, el sector servicios es el que concentra a un mayor número, en consonancia con su peso relativo en el volumen total de asalariados. Destacan sin embargo el sector industrial con una proporción por encima del 35 por 100, superior a la que este sector tiene por número de ocupados en la economía española. En ello influye una importante implantación sindical con respecto a otros sectores y su tradición negociadora. Por número de empresas, el sector servicios representa más del 50 por 100 de las afectadas por convenio; como dato significativo, cabe apuntar además, el notable número de empresas del sector agrario. El análisis de los datos muestra, por otra parte, la mayor dimensión de los convenios de construcción y agricultura, tanto si se atiende al número de trabajadores promedio por convenio como al de empresas afectadas, destacando en el primer aspecto la construcción y en el segundo, con gran diferencia, la agricultura. Por el contrario, los convenios en la industria y los servicios tienen una afección mucho más reducida, debido fundamentalmente a que la mayor parte de los convenios de empresa se negocia en estos sectores. 390 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO CUADRO II-42 COMPOSICIÓN DE LAS MESAS NEGOCIADORAS, POR CONVENIOS, TRABAJADORES Y REPRESENTANTES, 1997* (Número y porcentajes sobre el total en cada caso) Total convenios Trabajadores Representantes Afiliación representantes Convenios Número En % Número CCOO UGT Otros sindicatos Grupo de trabajadores 2.406 2.433 1.096 850 6.821.768 7.027.902 2.290.864 206.399 94,4 97,3 31,7 2,9 8.308 7.939 3.199 2.488 En % 37,9 36,2 14,6 11,3 * Convenios registrados hasta el 31 de diciembre de 1997. Fuentes: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Estadística de Convenios Colectivos y Boletín de Estadísticas Laborales. • Representación de los trabajadores en la negociación colectiva En la evaluación del grado de representación de los sindicatos en las mesas negociadoras de los convenios que se ofrece (cuadros II-42 y II-43), se desglosa sólo para los sindicatos más representativos a nivel estatal, es decir, CCOO y UGT. En la rúbrica “otros sindicatos” se incluye fundamentalmente a los representativos en el ámbito de Comunidad Autónoma (ELA-STV, CIG y LAB), otros de ámbito estatal (USO, CGT) y sindicatos específicos de sector o de empresa, así como los de cuadros profesionales. Dentro del encabezamiento “grupos profesionales” están los que han participado en la negociación sin representar a ningún sindicato. Procede señalar que en los datos existen solapamientos al intervenir, por lo general, varias centrales sindicales u otros representantes en la negociación de cada uno de los convenios. Por consiguiente, el número de representantes en la negociación por cada grupo, se tiene que interpretar en relación con el total de representantes en cada ámbito funcional considerado. La característica básica de la representación sindical en la negociación colectiva de 1997 es, como en años anteriores, la presencia mayoritaria de los sindicatos más representativos a nivel estatal, UGT y CCOO, en las mesas de negociación, 65 y 64 por 100 res- Presencia mayoritaria de UGT y CCOO 391 392 CUADRO II-43 COMPOSICIÓN DE LAS MESAS NEGOCIADORAS, SEGÚN ÁMBITO FUNCIONAL, 1997* (Número de convenios, trabajadores y representantes, y porcentajes sobre el total en cada caso) Empresa Afiliación representantes CCOO UGT Otros sindicatos Grupo de trabajadores Trabajadores Otro ámbito Representantes Trabajadores Representantes Convenios Número % Número % Convenios Número % Número 1.474 1.475 783 819 633.823 637.163 453.377 120.201 85,0 85,4 60,8 16,1 5.038 4.682 2.403 2.382 34,7 32,3 16,6 16,4 932 958 313 31 6.187.945 6.390.739 1.837.487 86.198 95,5 98,6 28,4 1,3 3.270 3.257 796 106 * Convenios registrados hasta el 31 de diciembre de 1997. Fuentes: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Estadística de Convenios Colectivos y Boletín de Estadísticas Laborales. % 44,0 43,8 10,7 1,4 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO pectivamente, participación articulada bien mediante representantes directos o por la participación de sus afiliados en las comisiones negociadoras a través de las representaciones unitarias; los porcentajes de trabajadores afectados por estos convenios son, por otra parte, notablemente más elevados, el 97 por 100 en el caso de UGT y 94 por 100 en el de CCOO. Es significativa, asimismo, la presencia en relación con el porcentaje de trabajadores afectados, de “otros sindicatos”, tanto en convenios de empresa, el 61 por 100, como en convenios de ámbito superior, el 28 por 100. Por último, los representantes del “grupo de trabajadores” forman parte de las mesas negociadoras en un 23 por 100 de los convenios pactados en el año, que afectan, no obstante, a menos de un 3 por 100 del total de trabajadores cubiertos. 6.2.3. La negociación colectiva va más allá del incremento salarial El análisis de los contenidos de la negociación colectiva que se efectúa en este apartado se lleva a cabo sobre la base de las materias que tradicionalmente forman parte del clausulado de los convenios, así como de aquellas otras que, de forma progresiva, se van incorporando a los mismos y que responden a un intento de mejora del propio convenio como instrumento normativo que debe dar respuesta eficaz a los requerimientos actuales del marco de relaciones laborales de las empresas y sectores. Salarios En este apartado se procederá, de una parte, a comentar los porcentajes de incremento de la tarifa salarial de 1997, y de otro, a revisar aspectos más cualitativos en torno a las cuestiones relacionadas con la remuneración. Incremento salarial El incremento salarial medio pactado en convenios colectivos con efectos económicos a partir del 1 de enero de 1997, registrados hasta el 31 de diciembre de dicho año, incluyendo tanto los firma393 MEMORIA 1997 CUADRO II-44 AUMENTOS SALARIALES PACTADOS EN CONVENIOS, 1985-1997 (Porcentajes medios con incorporación de cláusulas de salvaguarda) Años 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996* 1997** Aumento salarial (1) (con cláusula de salvaguarda) IPC real (media anual) (2) IPC previsto (diciembre) Ganancia poder adquisitivo (1-2) 7,9 8,2 6,5 6,4 7,8 8,3 8,0 7,3 5,5 3,6 3,9 3,8 3,0 8,8 8,8 5,2 4,8 6,8 6,7 5,9 5,9 4,6 4,7 4,7 3,6 2,0 7,0 8,0 5,0 3,0 3,0 5,7 5,0 5,0 4,5 3,5 3,5 3,5 2,2 –0,9 –0,6 1,3 1,6 1,0 1,6 2,1 1,4 0,9 –1,1 –0,8 0,3 1,0 * Datos provisionales. ** Convenios registrados hasta el 28 de febrero de 1998. Fuentes: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Estadística de Convenios Colectivos y Boletín de Estadísticas Laborales. dos en el año como los que se pactaron en años anteriores con vigencia superior al año y que son de aplicación en 1997, fue de un 2,98 por 100. Con la incorporación de las cláusulas de salvaguardia por desviación de IPC, computadas hasta el 28 de febrero de 1998, el incremento salarial medio alcanzó el 2,97 por 100. El incremento salarial registrado a 31 de diciembre de 1997 es el menor de los habidos a lo largo del año, que comenzó con 3,04 por 100 y obtuvo su máximo, un 3,18 por 100, en abril. La ganancia de poder adquisitivo de los salarios se cifra, por tanto, en un punto (cuadro II-44) en relación con la tasa interanual de inflación del año, consolidando la tendencia apuntada en el año anterior. El incremento salarial es superior, asimismo, a la previsión de inflación inicial para el año 1997 —2,6 por 100— que referenció el inicio del proceso negociador y, por supuesto, de la revisada con posterioridad del 2,1 por 100. 394 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO En este sentido, las previsiones oficiales de inflación a comienzos de año, que referenciaron gran parte de la negociación de incrementos salariales, han provocado el despegue de los datos de aumento salarial resultantes a finales de año en relación con la tasa interanual de inflación. A pesar de lo expuesto, ha continuado la tendencia de descenso de los incrementos salariales, apreciada a partir de 1995, reduciéndose en 0,8 puntos con respecto a 1996. Por otra parte, la ganancia de poder adquisitivo de los salarios se ha producido en un contexto en el que los datos de inflación presentaron una indudable mejoría, al igual que los crecimientos de la productividad, los resultados empresariales y el aumento del empleo. Continúan siendo mayoría los convenios colectivos que referencian el incremento salarial sobre la inflación prevista por el Gobierno para el correspondiente ejercicio económico. La presencia de procedimientos de indexación salarial, es decir, el cálculo del incremento salarial sobre inflación pasada, tiene alguna relevancia en los convenios de ámbito provincial. Por otra parte, la negociación se lleva a cabo sobre el modelo de tablas salariales, con alguna incidencia, en torno al 15 por 100, del modelo de negociación sobre masa salarial bruta en el caso de los convenios sectoriales nacionales. Mayoritaria referencia a la inflación prevista Con independencia de lo expuesto y como ya se apuntó en la Memoria de 1996, se aprecia una mayor complejidad en la negociación de la tarifa salarial, incorporándose, junto a las habituales referencias a la inflación, otras consideraciones que tienen que ver, entre otros, con la productividad, los resultados económicos de las empresas, los compromisos de empleo o mejora del mismo, o la mayor participación de las representaciones de los trabajadores en la adopción de determinadas medidas organizativas o técnicas. El crecimiento salarial medio pactado en convenios firmados a lo largo de 1997 fue de un 2,93 por 100 y de un 3,04 por 100 en los convenios revisados. El porcentaje de aumento salarial pactado en los firmados en el año es menor en los convenios con vigencia únicamente para el mismo, un 2,82 por 100, que en los de vigencia plurianual, un 2,99 por 100. 395 MEMORIA 1997 CUADRO II-45 CONVENIOS, EMPRESAS Y TRABAJADORES AFECTADOS Y AUMENTO SALARIAL PACTADO, POR ÁMBITO FUNCIONAL Y TRAMOS DE AUMENTO SALARIAL, 1997* (Número y porcentaje medio del aumento pactado) Tramos salariales Convenios Empresas Trabajadores Aumento salarial (%) Total Inferior al 2% Del 2% al 2,59% Igual al 2,6% Del 2,61% al 3% Del 3,01% al 4% Del 4,01% al 5% Superior al 5% 3.763 387 345 784 720 1194 217 116 847.502 13.777 79.737 192.167 225.070 237.217 91.508 8.026 7.226.762 227.926 592.598 1.777.715 2.099.466 2.088.548 404.622 35.887 3,0 0,6 2,4 2,6 2,9 3,5 4,6 6,5 Convenios de empresa Inferior al 2% Del 2% al 2,59% Igual al 2,6% Del 2,61% al 3% Del 3,01% al 4% Del 4,01% al 5% Superior al 5% 2.688 366 241 572 453 794 169 93 2.688 366 241 572 453 794 169 93 745.952 124.111 58.451 292.222 93.826 150.332 18.821 8.189 3,5 2,5 0,3 2,3 2,6 3,0 3,5 4,5 Convenios de otro ámbito Inferior al 2% Del 2% al 2,59% Igual al 2,6% Del 2,61% al 3% Del 3,01% al 4% Del 4,01% al 5% Superior al 5% 1.075 21 104 212 267 400 48 23 844.814 13.411 79.496 191.595 224.617 236.423 91.339 7.933 6.480.810 103.815 534.147 1.485.493 2.005.640 1.938.216 385.801 27.698 3,0 0,9 2,4 2,6 2,9 3,5 4,6 6,4 * Convenios registrados hasta el 31 de diciembre de 1997. Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Estadística de Convenios Colectivos. Un 3 por 100 de trabajadores perdieron poder adquisitivo 396 En cuanto a la distribución según tramos (cuadro II-45), el 50 por 100 de los convenios se concentran en el tramo de incrementos salariales entre el 2,6 y el 4 por 100, afectando al 58 por 100 de trabajadores. Únicamente un 3 por 100 de trabajadores vieron reducido su poder adquisitivo al aumentar sus emolumentos menos que la inflación. En el extremo opuesto, un 6 por 100 de trabajadores aumentaron sus percepciones salariales en un porcentaje que duplica la citada inflación. Todo ello acredita una cierta dispersión a la hora de pactar los incrementos salariales, que se está consolidando MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO en los últimos años, corrigiendo la imputación de uniformidad atribuida a la negociación colectiva en esta materia. Por otra parte, el colectivo de asalariados que integran las Administraciones Públicas sufrieron en el año 1997 una nueva congelación de sus retribuciones, justificando el Gobierno esta medida en base a las necesidades de contención del gasto público, en cumplimiento de los criterios de convergencia para acceder a la Unión Monetaria. En un 42 por 100 de convenios se incorporan cláusulas de salvaguarda o de garantía salarial, afectando a un 56 por 100 de trabajadores, porcentaje que en los dos años anteriores se situaba sobre el 62 por 100. Este proceso de disminución puede estar motivado por el entorno de baja inflación que resta intensidad en su negociación. La cláusula de garantía salarial se incluye en un 39 por 100 de los convenios de empresa, que representan el 45 por 100 de los trabajadores amparados por este tipo de convenio. Por su parte, tienen cláusula de garantía salarial el 50 por 100 de los convenios de ámbito superior al empresarial, representando el 57 por 100 de trabajadores afectados. En la gran mayoría de los convenios, la cláusula opera garantizando la actualización de la diferencia entre la previsión de inflación tenida en cuenta al pactar el convenio y la inflación real habida en el año, situándose el límite de actuación de estas cláusulas, globalmente consideradas, en el 2,75 por 100 en 1997, casi un punto por debajo de las pactadas en 1996. Como se ha indicado en anteriores ediciones de esta Memoria, no existe información estadística que recoja los efectos que las cláusulas de inaplicación del régimen salarial —descuelgue—, obligatorias en convenios sectoriales, han podido tener sobre el incremento real de los salarios en la negociación colectiva del año. El incremento salarial pactado en convenios supraempresariales, el 3,04 por 100, coincide prácticamente con el incremento medio (gráfico II-24), siendo superior en los convenios revisados, el 3,13 por 100, que en los firmados en el año, 2,95 por 100. 397 MEMORIA 1997 GRÁFICO II-24 AUMENTO SALARIAL PACTADO EN CONVENIOS SEGÚN ÁMBITO FUNCIONAL, 1997* (Porcentaje medio de aumento pactado en cada ámbito) 3,5 3 3,0 2,9 3,0 3,1 2,7 2,4 2,5 2 1,5 1 0,5 0 Total De empresa Firmados año 1997 De otro ámbito Revisiones * Convenios registrados hasta el 31 de diciembre de 1997. Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Estadística de Convenios Colectivos. En el citado ámbito supraempresarial, el mayor porcentaje de incremento salarial lo registran los convenios interprovinciales de ámbito autonómico, con un 3,7 por 100 (cuadro II-46). En los convenios de sector provincial, que acogen al mayor número de trabajadores cubiertos por la negociación colectiva del año, el incremento salarial pactado alcanzó el 3,03 por 100, mientras que el conjunto de los convenios de sector nacional tuvo un incremento medio del 2,94 por 100, apreciándose, en este aspecto, una gran aproximación, a diferencia de años anteriores, en los que los incrementos pactados en convenios nacionales presentaban crecimientos salariales claramente inferiores a los obtenidos en convenios provinciales. Como es habitual, los convenios de empresa manifestaron una mayor moderación salarial (2,52 por 100), tanto en convenios firmados en el año como en revisiones de convenios plurianuales (2,67 y 2,40 por 100 respectivamente). Dentro de ellos, 398 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO CUADRO II-46 AUMENTO SALARIAL PACTADO, POR ÁMBITO FUNCIONAL, 1997* (Número de convenios y porcentaje medio de aumento pactado) Ámbito funcional Convenios Aumento salarial (%) Total 3.763 3,0 Convenios de empresa Provincial Autonómicos Interautonómicos 2.688 2.318 86 284 2,5 2,7 0,7 2,6 Convenios de otro ámbito Grupo de empresas Provincial Autonómicos Interautonómicos Sector local-comarcal Sector provincial Sector interprovincial Autonómicos Interautonómicos Sector Nacional 1.075 45 30 4 11 20 910 35 32 3 65 3,0 2,3 2,7 3,4 2,0 3,2 3,0 3,7 3,7 3,3 2,9 * Convenios registrados hasta el 31 de diciembre de 1997. Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Estadística de Convenios Colectivos. los de ámbito provincial, mayoría en este grupo de convenios, son los que pactaron incrementos más altos, un 2,71 por 100. Por sectores de actividad, únicamente el agrario supera claramente la media, con un incremento del 3,33 por 100, situándose el resto de sectores en porcentajes muy aproximados a dicha media (cuadro II-47). El sector agrario superó la media del incremento salarial Sectorialmente, la mayor diferencia entre incrementos pactados, según se atienda a convenios de empresa o de ámbito superior, se observa en el sector servicios, en el que los convenios de empresa, además de evidenciar la tasa de mayor moderación entre los convenios de ese ámbito, registraron un incremento apreciablemente menor, 2,26 por 100, que los supraempresariales, 3,09 por 100. Por secciones de actividad (cuadro II-48), y con independencia de la relativa a “Administración pública, defensa y Seguridad Social organismos extraterritoriales”, que en razón a las medidas de contención del gasto público únicamente registró un incremento del 0,73 por 399 400 CUADRO II-47 CONVENIOS, EMPRESAS Y TRABAJADORES AFECTADOS Y AUMENTO SALARIAL PACTADO, SEGUN ÁMBITO FUNCIONAL, POR SECTORES, 1997* (Número de convenios, empresas y trabajadores, y porcentaje medio pactado) Total convenios Sectores Total Agrario No agrario Industria Construcción Servicios Convenios Empresas 3.763 64 3.699 1.525 56 2.118 847.502 141.343 706.159 221.830 49.307 435.022 Convenios de empresa Aumento Trabajadores salarial (%) 7.226.762 656.995 6.569.767 2.563.927 627.205 3.378.635 3,0 3,3 3,0 2,9 2,8 3,0 Convenios 2.688 26 2.662 1.114 10 1.538 Convenios de otro ámbito Aumento Aumento Trabajadores salarial (%) Convenios Trabajadores salarial (%) 745.952 1.383 744.569 339.313 2.065 403.191 2,5 3,2 2,5 2,8 2,6 2,3 * Convenios registrados hasta el 31 de diciembre de 1997. Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Estadística de Convenios Colectivos y Boletín de Estadísticas Laborales. 1.075 38 1.037 411 46 580 6.480.810 655.612 5.825.198 2.224.614 625.140 2.975.444 3,0 3,3 3,0 3,0 2,8 3,1 CUADRO II-48 CONVENIOS, EMPRESAS Y TRABAJADORES AFECTADOS Y AUMENTO SALARIAL PACTADO, SEGÚN ÁMBITO FUNCIONAL, POR SECCIÓN DE ACTIVIDAD, 1997* (Número de convenios, empresas y trabajadores, y porcentaje medio de aumento en cada ámbito y sección) Total Convenios Secciones de actividad Total Agricultura, ganadería, caza, silvicultura Pesca Industrias extractivas Industria manufacturera Producción y distribución de energía eléctrica, gas y agua Construcción Comercio. Reparación de vehículos de motor y de artículos personales Hostelería Transportes, almacenamiento y comunicaciones Intermediación financiera Actividades inmobiliarias y de alquiler. Servicios empresariales Administración Pública, Defensa y Seguridad Social. Organismos extraterritoriales Educación Actividades sanitarias y veterinarias. Servicios sociales Otras actividades sociales y de servicio prestados a la comunidad. Servicios personales Hogares que emplean personal doméstico Convenios de Empresa Convenios de otro ámbito Aumento Aumento Trabaja- salarial Trabaja- salarial TrabajaConvenios Empresas dores % Convenios dores % Convenios dores Aumento salarial % 3.763 54 10 57 1.366 847.502 141.107 236 672 220.531 7.226.762 651.108 5.887 33.811 2.499.332 2,98 3,33 3,66 2,30 2,94 2.688 21 5 45 982 745.952 1.068 315 20.464 291.933 2,52 3,22 3,14 1,99 2,91 1.075 33 5 12 384 6.480.810 650.040 5.572 13.347 2.207.399 3,04 3,33 3,69 2,78 2,95 102 56 627 49.307 30.784 627.205 2,52 2,78 87 10 26.916 2.065 2,45 2,61 15 46 3.868 625.140 3,01 2,78 506 133 184.575 138.116 995.811 519.005 2,87 3,40 271 93 73.036 15.809 2,72 2,91 235 40 922.775 503.196 2,88 3,42 340 37 24.448 1.010 217.822 299.579 2,82 3,09 234 27 106.947 20.931 2,63 3,05 106 10 110.875 278.648 2,99 3,10 240 27.530 671.970 3,57 164 18.989 2,63 76 652.981 3,60 258 47 260 24.205 98.585 258.946 0,73 2,27 257 29 98.385 3.195 0,73 1,53 1 18 200 255.751 0,00 2,28 101 6.304 167.044 2,66 75 20.808 2,65 26 146.236 2,66 451 5 20.571 8.003 138.477 11.396 2,96 3,02 385 3 44.795 296 3,10 2,60 66 2 93.682 11.100 2,89 3,03 * Convenios registrados hasta el 31 de diciembre de 1997. 401 Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Estadística de Convenios Colectivos. MEMORIA 1997 100, las que pactaron mayores aumentos salariales fueron “Pesca”, “Actividades inmobiliarias y de alquiler, servicios empresariales” y “Hostelería”. Las actividades de “Educación” e “Industrias extractivas” fueron las que experimentaron menores crecimientos salariales. La influencia de los convenios colectivos nacionales sectoriales ha sido relevante en la moderación salarial de determinadas ramas de actividad —cajas de ahorro, industrias cárnicas, industrias lácteas, marroquinería, perfumería y afines, pastas alimenticias, textil, artes gráficas—, donde los incrementos pactados no superaron el 2,60 por 100, produciéndose el efecto contrario en casos como seguros y mutuas, corcho o madera, en los que se pactaron aumentos salariales por encima del 3,50 por 100. Navarra y País Vasco por encima de la media Por Comunidades Autónomas (cuadro II-49), once registraron aumentos salariales pactados superiores a la media nacional, destacando CUADRO II-49 AUMENTO SALARIAL PACTADO POR COMUNIDADES AUTÓNOMAS, 1997* (Porcentaje de aumento medio pactado) Comunidad Andalucía Aragón Asturias Baleares Canarias Cantabria Castilla-La Mancha Castilla y León Cataluña Comunidad Valenciana Extremadura Galicia Madrid Murcia Navarra País Vasco Rioja, La Ceuta y Melilla Interautonómicos Aumento salarial Diferencia con media nacional (puntos porcentuales) 3,14 3,03 2,60 2,93 2,82 3,22 3,06 2,70 3,25 2,76 3,22 3,12 2,87 3,04 3,43 3,43 3,03 3,43 2,90 0,16 0,05 –0,38 –0,05 –0,16 0,24 0,08 –0,28 0,27 –0,22 0,24 0,14 –0,11 0,06 0,45 0,45 0,05 0,45 –0,08 * Convenios registrados hasta el 31 de diciembre de 1997. Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Estadística de Convenios Colectivos. 402 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO los incrementos producidos en Navarra y País Vasco, con un 3,43 por 100. En seis Comunidades el aumento salarial ha sido inferior a la media y especialmente en Asturias, 2,60 por 100, y Castilla y León, 2,70 por 100. Por otra parte, ninguna Comunidad Autónoma ha perdido poder de compra en relación a la tasa de inflación media del año (2 por 100). Otras cuestiones relacionadas con el salario en la negociación colectiva En lo que se refiere a la estructura salarial, su regulación en la negociación colectiva es muy heterogénea. La intensidad en la regulación de la materia difiere mucho de unos convenios a otros. En este sentido, aunque prácticamente la totalidad de los convenios contienen referencias a cuestiones retributivas, son escasos los que establecen una verdadera estructura salarial. El ajuste a las modificaciones que sobre esta materia impulsó la reforma de 1994 se está produciendo muy lentamente. Es decir, una proporción todavía muy alta de convenios colectivos sigue utilizando la estructura salarial anterior a la modificación de la normativa laboral señalada, no asumiendo las competencias reguladoras que el Estatuto de los Trabajadores les otorga, lo que se traduce en una ordenación de las distintas partidas salariales contraria a las que el texto legal prevé. Lenta variación en la estructura salarial Conviene tener en cuenta que los planteamientos retributivos fijados en la negociación colectiva han estado referenciados por las estructuras de clasificación profesional, por lo que es de prever que la evolución de aquéllos y éstas tengan un desarrollo en paralelo. En cuanto al salario base, es prácticamente inapreciable el porcentaje de convenios que lo establecen en base a la unidad de obra, predominando, por consiguiente, la unidad de tiempo en sus distintas variables —salario hora, día, mes y año. Sigue siendo habitual que sobre el salario base se calculen los diversos complementos salariales, personales, de puesto de trabajo y por calidad o cantidad de trabajo. El complemento de antigüedad es el que está presentando un mayor grado de evolución. Al respecto existe cierto consenso, entre los sujetos negociadores, del carácter restrictivo de este comple- Mayor grado de evolución en la antigüedad 403 MEMORIA 1997 mento, susceptible de reorientación en base a diferentes criterios. Así, las propuestas sindicales abogan por la consolidación de la antigüedad ya generada como complemento específico, y el establecimiento de fórmulas compensatorias: compensación económica colectiva, fondos de pensiones o cláusulas de creación y estabilidad en el empleo. Por su parte, las organizaciones empresariales han propuesto fórmulas que van desde su supresión hasta su renegociación, sustituyéndolo por otro de naturaleza distinta vinculado a otras contraprestaciones, o manteniéndolo como complemento personal. De hecho, el 80 por 100 de los convenios nacionales, así como el 90 por 100 de los provinciales y de empresa, siguen manteniendo el complemento de antigüedad. En los supuestos en los que se ha alterado la regulación de este complemento, se ha acudido bien a su congelación manteniéndose como complementos ad personam, bien a su integración en otros complementos salariales, o incluso a su supresión, siendo ejemplo al respecto el Convenio General del sector de la Construcción. Respecto de los complementos de puesto de trabajo, la regla general hace depender su devengo de la efectiva prestación de trabajo en el puesto asignado y en las condiciones que causalizan dicho complemento. Su presencia es relevante en la negociación colectiva, recogiéndose fundamentalmente en la empresarial —más del 50 por 100— y con menos intensidad en los convenios colectivos nacionales —30 por 100— y provinciales de sector —17 por 100. Tímido trasvase de retribución fija a variable 404 Los complementos de calidad y cantidad de trabajo relacionados con la productividad, el resultado o la mayor duración del trabajo, están experimentando en los últimos años un cierto crecimiento, provocando un tímido trasvase de las retribuciones salariales fijas a variables. Sin embargo, en un gran número de casos su regulación convencional no responde a criterios organizativos o de mejora de la productividad suficientemente claros, limitándose a simples declaraciones de intenciones o arrastrando regulaciones de las viejas ordenanzas laborales. Estos complementos tienen su mayor plasmación en los convenios de empresa —50 por 100— reduciéndose al 30 por 100 en los convenios sectoriales nacionales y con menos incidencia en los provinciales —13 por 100. MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO En orden a la regulación convencional de la inaplicación del régimen salarial (descuelgue), cabe realizar las siguientes consideraciones: • Pese al carácter de contenido mínimo en los convenios de ámbito superior al de empresa, esta cláusula se encuentra recogida únicamente en el 65 por 100 de los convenios de dicho ámbito, si bien se observa una tendencia expansiva en su asunción. • Son mayoritarios los convenios que limitan la materia afectada por el descuelgue únicamente al incremento salarial pactado. • Los requisitos documentales para el descuelgue hacen referencia a: balances; cuentas de resultados; declaración de impuesto de sociedades; auditorías y planes de viabilidad. • Las causas justificativas del descuelgue se concentran en las condiciones económicas de las empresas basadas en pérdidas anteriores. • La intervención de la Comisión Paritaria del Convenio en la determinación del descuelgue tiene diversa intensidad según convenios. A estos efectos, en un alto porcentaje de convenios se establece el carácter imperativo de la intervención de la Comisión Paritaria en la acreditación del déficit o pérdidas de la empresa, fijando la propia Comisión el aumento o congelación de salarios y el periodo de aplicabilidad de dicha medida. En un menor número de supuestos, el procedimiento de intervención de la Comisión Paritaria es voluntario, solventando las discrepancias entre empresa y representación de los trabajadores de no existir acuerdo. Jornada La jornada media pactada en los convenios de 1997, registrados hasta el 28 de febrero de 1998, asciende a 1.769 horas al año, lo que supone un incremento de 1 hora y 18 minutos respecto de la acordada en 1996. Sobre la base de 30 días naturales de vacaciones 405 MEMORIA 1997 CUADRO II-50 JORNADAS PACTADAS EN CONVENIOS COLECTIVOS 1987-1997 (Número medio de horas anuales pactadas) Años Jornada anual Diferencia con año anterior 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997* 1.782,1 1.778,8 1.772,2 1.769,7 1.768,0 1.766,6 1.763,5 1.763,5 1.765,9 1.767,7 1.769,0 — –3,3 –6,6 –2,5 –1,7 –1,4 –3,1 0,0 2,4 1,8 1,3 * Convenios registrados hasta el 28 de febrero de 1998. Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Estadística de Convenios Colectivos. al año y 6 días laborables a la semana, la jornada pactada equivale a 38 horas con 44 minutos semanales64. Analizando los datos de evolución de la jornada en los últimos años (cuadro II-50) se observa una tendencia decreciente en el número de horas pactadas, que se quiebra en 1993, invirtiéndose la tendencia a partir de entonces con crecimientos perceptibles en los tres últimos años. La explicación de este hecho podría encontrarse en el mayor peso de la negociación sectorial en relación al volumen de trabajadores afectados, que tradicionalmente pactan jornadas significativamente más elevadas que las de los convenios de empresa, ya que, en muchos casos, la negociación sectorial desempeña un papel de “mínimos” en la fijación del tiempo de trabajo. Conforme a la Encuesta de Coyuntura Laboral (ECL) del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, la jornada media efec64 El procedimiento utilizado para los convenios, que se adoptó en el Acuerdo Interprofesional de 1983 y desde entonces se utiliza normalmente, consiste en obtener la jornada anual multiplicando los días normalmente trabajados (previendo 14 festivos, de los que uno cae en periodo de vacaciones) por el cociente de dividir la jornada semanal entre seis días laborales a la semana. En este caso, la operación es: J.S. = (1.769 x 6) / 274 = 38,73. 406 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO tiva por trabajador a tiempo completo en cómputo anual65 fue de 1.768 horas con 30 minutos, es decir, casi siete horas más que la registrada por la citada Encuesta en 1996 y muy cerca de la pactada en la negociación colectiva de 1997. No obstante, debe señalarse que dada la metodología 66 utilizada por la ECL para el cálculo de la jornada efectiva del trabajo, no cabe establecer términos de homologación o contraste rígidos con la jornada pactada en convenios colectivos. Sin embargo, es interesante apuntar la tendencia creciente de los datos en los últimos años en una y otra fuente. La jornada media efectiva por trabajador a tiempo parcial se elevó en 1997, conforme a la ECL, a 940 horas con 12 minutos en cómputo anual, apreciándose aquí también un repunte en horas trabajadas por este colectivo respecto a las ofrecidas en 1996 —927 horas con 54 minutos—. Por otra parte, la jornada media efectiva por trabajador a tiempo parcial supone, en 1997, un 53 por 100 de la jornada media efectiva a tiempo completo. El nuevo tratamiento y regulación que la reforma laboral de 1994 llevó a cabo respecto a la contratación a tiempo parcial, reforzada por las modificaciones legales derivadas de los Acuerdos Interconfederales de 1997, han tenido un efecto evidente, manifestado tanto en el crecimiento de este tipo de contratos como en la constante elevación de la jornada media realizada por los trabajadores sujetos a esta modalidad contractual. Por lo que respecta a las horas extraordinarias, ha continuado la tendencia al alza iniciada en 1994 (cuadro II-51). Independientemente de los efectos de mejora que el ciclo económico provoca sobre el crecimiento del volumen de las horas extraordinarias realizadas, otras causas han podido afectar a dicho incremento. 65 Los datos de la Encuesta de Coyuntura Laboral corresponden al tercer trimestre de 1996 y a los tres primeros de 1997, al no haberse publicado a la fecha de elaboración de este Informe los datos del cuarto trimestre de 1997. 66 La Encuesta de Coyuntura Laboral excluye de su ámbito al sector agrario y Administración Pública, Defensa y Seguridad Social obligatoria, Organismos Extraterritoriales y Organizaciones religiosas, del sector servicios. Por otra parte, para el cálculo de la jornada media efectiva, tiene en cuenta las horas anuales pactadas (por convenios colectivos o acuerdo empresario-trabajador) o jornada que teóricamente esté prevista realizar y horas extraordinarias realizadas, restándose las horas no trabajadas por diversos motivos. 407 MEMORIA 1997 CUADRO II-51 HORAS EXTRAORDINARIAS REALIZADAS, 1991-1997 (Miles de horas y horas por trabajador, totales anuales) Total horas (miles) Horas por trabajador que las ha realizado 1991 75.858,8 104,2 12,1 1992 64.399,4 98,4 10,5 1993 49.966,9 95,1 8,8 1994 53.606,1 95,9 9,7 1995 57.770,2 100,6 10,3 1996 64.550,2 107,7 11,5 1997* 70.668,7 123,7 10,3 Años Horas por trabajador a tiempo completo * 4.º trimestre de 1996 y 1.º, 2.º y 3.º de 1997. Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Encuesta de Coyuntura Laboral. En este sentido, las partes signatarias del AINC plantean en el propio acuerdo la apertura por parte del Gobierno de un proceso de consultas con el fin de establecer el procedimiento de aplicación de su régimen legal, con el objetivo de incrementar las oportunidades de colocación de los desempleados. En un ejercicio teórico, el conjunto de horas extraordinarias realizadas en 1997 supondría 39.950 empleos a tiempo completo. En otro orden de cosas, el contraste de los datos sobre volumen total de horas extraordinarias realizadas en 1997 con las horas extraordinarias trabajadas por trabajador a tiempo completo, permite deducir un incremento de la presencia de trabajadores a tiempo parcial en la realización de esas horas extraordinarias. La remuneración de la hora extraordinaria, según datos de la Encuesta de Salarios en la Industria y los Servicios del INE, ha descendido —como ya ocurrió el pasado año— casi siete puntos con respecto a 1996, pasando de 1.752 pesetas/hora de retribución media en el conjunto de sectores en ese año, a 1.632 pesetas en 1997. Además, considerando la tasa de incremento retributivo de la hora extraordinaria respecto a la ganancia media por hora ordinaria, también se aprecia un descenso, situándose esta relación en un 408 CUADRO II-52 GANANCIA MEDIA POR HORA TRABAJADA. PAGOS ORDINARIOS EN JORNADA NORMAL Y EXTRAORDINARIA POR SECTORES DE ACTIVIDAD, 1997 (Pesetas por hora y porcentajes de aumento en la hora extra sobre la normal, tercer trimestre) Total Sectores de actividad Todos los sectores Industria Construcción Servicios Hora normal 1.339 1.437 1.156 1.311 Empleados Aumento Hora Hora extra extra/normal Hora normal 1.632 1.963 1.391 1.310 Fuente: INE, Encuesta de Salarios de la Industria y Servicios. 21,9 36,6 20,3 –0,1 1.637 1.932 1.655 1.526 Obreros Hora extra Aumento Hora extra/normal 1.570 2.489 2.167 1.311 –4,1 28,8 30,9 –14,1 Hora normal Hora extra 1.082 1.210 1.009 943 1.667 1.866 1.342 1.307 Aumento Hora extra/normal 54,1 54,2 33,0 38,6 409 MEMORIA 1997 21,9 por 100, cuando en 1996 presentaba un 35,7 por 100 de diferencia (cuadro II-52). Atendiendo a la ganancia media por hora trabajada por sectores de actividad, es el sector industrial el que ofrece un mayor porcentaje de incremento de la remuneración de la hora extraordinaria en relación con la hora trabajada en jornada normal. Por el contrario, en el sector servicios, la retribución de la hora extraordinaria no presenta variación con respecto a la de la hora trabajada en jornada normal. Una segunda conclusión a extraer sería la importante diferencia en el incremento retributivo de la hora extraordinaria según grupo profesional del trabajador, alcanzando porcentajes elevados en el de obreros —54,1 por 100— frente a la asimismo sorprendente menor retribución, respecto a la hora normal, en el grupo empleados —un 4,1 por 100 inferior—, debido sustancialmente al efecto del sector servicios, pero resultando, en todo caso, difícil de explicar a no ser que las horas extraordinarias se realicen con mayor frecuencia por trabajadores de niveles salariales inferiores. Retomando las jornadas pactadas en la negociación colectiva de 1997, los convenios revisados, junto a los firmados en el año con vigencia plurianual, fueron los que pactaron jornadas más altas, 1.771 horas al año, mientras que los firmados en el año con vigencia exclusivamente para el mismo tiempo fijaron su jornada anual en 1.757 horas. En este punto interesa destacar que los convenios plurianuales, fundamentalmente los supraempresariales, registraron un crecimiento salarial superior a los firmados con vigencia anual, por lo que el pacto de vigencia superior al año, en la negociación colectiva de 1997, ha supuesto tanto el mayor crecimiento de los salarios, como del tiempo de trabajo pactado. Como viene siendo habitual, para 1997 los convenios de sector (gráfico II-25) han establecido una jornada superior, 1.774 horas y 12 minutos, a la pactada en los convenios de empresa, 1.723 horas con 33 minutos, cifras muy parecidas a las registradas en 1996 con un mínimo crecimiento horario en el último año, en convenios de ámbito supraempresarial, apenas 12 minutos en cómputo anual. En 410 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO GRÁFICO II-25 JORNADA ANUAL PACTADA EN CONVENIOS SEGÚN ÁMBITO FUNCIONAL, 1985-1997* (Número medio de horas anuales pactadas) 1.800 1.780 1.760 1.740 1.720 1.700 Total Empresa 1997 1996 1995 1994 1993 1992 1991 1990 1989 1988 1987 1986 1985 1.680 Otro ámbito * Para 1996, convenios registrados hasta el 31 de diciembre de 1997. Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Estadística de Convenios Colectivos. todo caso, se debe reiterar que se trata de datos provisionales que pueden presentar variación cuando se complete el registro de convenios para 1997. En convenios de empresa la jornada pactada presenta diferencias importantes según sea el tamaño medido de la misma en número de trabajadores. Así, cuanto mayor es la plantilla de la empresa, menor es la jornada laboral pactada: 1.714,53 horas en empresas de más de 500 trabajadores; 1.726,99 en empresas entre 251 y 500 trabajadores; 1.743,96 en las de 101 a 250 trabajadores, 1.764,30 en las de 26 a 50 trabajadores y 1.767,21 en las de más de 6 y menos de 25 trabajadores. La única salvedad la ofrecen las 411 MEMORIA 1997 empresas de más reducida dimensión —menos de 6 trabajadores— donde la jornada laboral pactada se cifró en 1.726,69 horas. En convenios de empresa, un 91 por 100 de trabajadores no han tenido reducción de su jornada en 1997, cifrándose este porcentaje en el 84 por 100 en convenios de ámbito superior a la empresa. Servicios la jornada más corta Por sectores de actividad (cuadro II-53), y sin cambios en este sentido con respecto a años anteriores, el sector agrario registra el mayor número de horas/año: 1.796; en la industria, la jornada se eleva a 1.783 horas/año; en la construcción a 1.765 y el sector servicios computa 1.753, apreciándose al respecto una disminución horaria con respecto a 1996 en la construcción —4 horas— y los servicios —2 horas. En cuanto a la regulación por la negociación colectiva de aspectos más cualitativos del tiempo de trabajo, sintéticamente cabría recoger las siguientes cuestiones: El módulo temporal más utilizado para determinar la duración máxima de la jornada es el anual, que se establece de forma mayoritaria en los convenios colectivos nacionales, un 90 por 100, menos intensamente en los de empresa, 70 por 100, reduciéndose su práctica al 58 por 100 en los de ámbito provincial. Es muy frecuente encontrar, junto al módulo anual, la referencia semanal, aspecto que puede restar operatividad al establecimiento de criterios flexibilizadores de gestión de la jornada, basados en su distribución irregular a lo largo del año. Los acuerdos sobre distribución irregular de la jornada están encontrando eco en la negociación colectiva, fundamentalmente a nivel de empresa, presentando diversas variantes: lo más habitual se concreta en estipulaciones que permiten la superación de los topes de 40 horas semanales y 9 diarias, justificándolo en razón a la necesidad de atender periodos puntas de producción, puesta a punto de instalaciones, urgencias, criterios de estacionalidad, etc. En otros supuestos y con base fundamentalmente en las reseñadas razones, lo que se establece en una bolsa horaria de disponibilidad que, si bien se realizan, en principio, fuera de la jornada ordinaria, se compensan con descansos, de tal forma que la duración anual del tiempo de trabajo no varía. En ambos casos se suelen contem- 412 CUADRO II-53 TRABAJADORES AFECTADOS, SEGÚN TRAMOS DE JORNADA PACTADA Y JORNADA MEDIA, POR SECTORES. TOTAL CONVENIOS, 1997* (Número de trabajadores y promedio de horas anuales pactadas) Trabajadores según tramos de jornada pactada Sectores Total Agrario No agrario Industria Construcción Servicios Total trabajadores 7.226.762 656.995 6.569.767 2.563.927 627.205 3.378.635 Menos de 1.712 de 1.712 a 1.758 de 1.759 a 1.803 horas/año horas/año horas/año 601.270 425 600.845 74.604 203 526.038 600.405 18.750 581.655 186.870 9.094 385.691 3.846.481 364.646 3.481.835 1.715.617 617.694 1.148.524 de 1.804 a 1.825 horas/año 1.826 horas/año Jornada media por trabajador (horas/año) 1.202.647 94.151 1.108.496 471.406 — 637.090 975.959 179.023 796.936 115.430 214 681.292 1.769,0 1.796,3 1.766,2 1.783,3 1.765,2 1.753,5 * Convenios registrados hasta el 31 de diciembre de 1997. Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Estadística de Convenios Colectivos y Boletín de Estadísticas Laborales. 413 MEMORIA 1997 plar ciertas cautelas que hacen referencia a la exigencia de preaviso al trabajador afectado, a la exclusión de determinados colectivos de trabajadores, generalmente los sujetos a turnos o trabajos nocturnos y a la forma del disfrute de descanso compensatorio. 20 por 100 con distribución irregular de En una estimación aproximada, cabría considerar que algo más de un 20 por 100 de convenios colectivos recogen acuerdos concretos sobre distribución irregular de la jornada. jornada Llama la atención la escasa regulación convencional de cuestiones relacionadas con posibilidades de reducción de la jornada laboral a voluntad del trabajador, así como de estipulación sobre jornadas a tiempo parcial. Declaraciones genéricas sobre reducciones de horas extras En lo que concierne a las horas extraordinarias, lo primero que habría que consignar es el compromiso incorporado en un buen número de convenios de reducir las horas extraordinarias. Sin embargo, este compromiso, en un buen número de casos, se limita a declaraciones genéricas sin articular o prever mecanismos concretos al respecto. Así, es habitual encontrar manifestaciones sobre la necesidad de reducir o suprimir las horas extraordinarias habituales. Como regla general, la realización de horas extraordinarias es voluntaria excepto las motivadas por fuerza mayor y salvo que su realización se haya pactado en convenio colectivo o contrato individual. En cuanto a la modalidad de pago, sigue predominando el establecimiento de la compensación económica, aunque están creciendo las cláusulas que contemplan la posibilidad de la doble compensación, económica o mediante descanso, crecimiento que se comprueba de manera particular en los convenios nacionales. Con datos de la Estadística de Convenios del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, son 1.445 convenios, un 38 por 100 de los registrados en 1997, los que incluyen cláusulas sobre horas extraordinarias, afectando a un 39 por 100 del total de trabajadores. De estos convenios, 359 establecen la eliminación de las horas extraordinarias, afectando a 861.556 trabajadores. Otros 231 convenios estipulan la reducción de horas extraordinarias respecto al año anterior o respecto al tope máximo legal. 414 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO Otros contenidos de la negociación colectiva67 Las competencias que actualmente asume la negociación colectiva en la regulación de la relación laboral, en un contexto marcado por la flexibilidad y por la conveniencia de ajustar la normativa a la realidad sectorial y empresarial, hacen del análisis de contenidos del acuerdo colectivo un instrumento valioso de conocimiento del propio sistema de relaciones laborales. En este sentido se trata de abordar, aunque sólo sea de forma esquemática, el grado de evolución y avance de la negociación colectiva en la asunción de las materias sobre las que ostenta competencia, así como de la renovación y modernización de sus cláusulas normativas. Contratación La utilización por los convenios colectivos de la dispositivación a su favor efectuada por el Estatuto de los Trabajadores está alcanzando progresivamente una cierta relevancia, si bien con diferente intensidad según modalidades contractuales. Con carácter general se observa que los convenios colectivos desarrollan aquellos contratos que con mayor habitualidad inciden en la actividad propia del ámbito de afección del correspondiente convenio, remitiéndose en los restantes a la regulación estatal. Por otra parte, el traslado a la negociación colectiva de las modificaciones legales impulsadas por los Acuerdos Interconfederales, y particularmente por el de Estabilidad en el empleo, son de difícil apreciación dada su escasa vigencia temporal, si bien se puede adelantar alguna manifestación en este sentido, como seguidamente se indicará en el tratamiento de cada uno de los contratos. Sobre modelos de contratación Para la elaboración de este apartado se ha tomado como base una muestra de 125 convenios colectivos publicados en el BOE en el periodo enero-diciembre de 1997, así como informes sobre negociación colectiva del citado año procedentes del Consell de Treball de la Generalitat de Cataluña; Consejo Andaluz de Relaciones Laborales; Consello Galego de Relacions Laborais, Consejo Económico y Social de la Comunidad de Madrid y Consejo de Relaciones Laborales del País Vasco. 67 415 MEMORIA 1997 Contrato en prácticas Los planteamientos de la negociación colectiva en torno a esta figura, se establecen en una proporción inferior al 15 por 100 sobre el total de convenios, limitándose, en su mayor parte, a refrendar los preceptos estatutarios. Las regulaciones específicas aparecen fundamentalmente en la negociación empresarial y hacen referencia al período de prueba y retribución de los trabajadores. En este último aspecto, la tónica general es la de elevar la retribución del primer año del contrato al 80-85 por 100 del salario fijado en convenio para su categoría profesional y al 90, y en algunos casos 100 por 100, para el segundo año de contratación. En algún supuesto de convenio sectorial, se excluye esta modalidad para las tareas penosas, peligrosas e insalubres. El resto de nuevas posibilidades de regulación que ofrece el Estatuto de los trabajadores en versión 1997 —determinación de niveles, grupos o categorías objeto del contrato— no han encontrado eco, por el momento, en la negociación colectiva. Contrato para la formación Se hace necesario señalar, en primer lugar, que las regulaciones analizadas hacen referencia de forma mayoritaria al contrato de aprendizaje, hoy sustituido por el contrato para la formación. Como se comentó en el apartado 3.1.2. de este Capítulo, el contrato de aprendizaje, en razón a las propuestas del AIEE trasladados a la norma estatal, ha sufrido una significativa transformación, ya que además de cambiar su denominación, varía su anterior régimen jurídico en aspectos sustanciales. Amplia regulación del contrato de aprendizaje El contrato de aprendizaje es una de las modalidades de contratación donde los convenios colectivos han desarrollado una mayor regulación específica. Así, prácticamente la mitad de los convenios sectoriales prestan atención a estos contratos, alcanzando el 15 por 100 en los convenios de empresa, apreciándose, por otra parte, diferencias según sector de actividades, de acuerdo con la mayor o menor tradición de los mismos en la utilización de la referida modalidad contractual. En cuanto al requisito de edad para suscribir este tipo de acuerdo —16 a 25 años, en la anterior regulación estatutaria del contrato de aprendizaje y entre 16 y 21 en el contrato para formación actual—, 416 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO la tendencia más generalizada ha sido la de reducir la edad máxima, a límites que oscilan normalmente entre los 21 o 22 años, aunque también es posible encontrar edades inferiores —18 o 20 años—. En este sentido, por tanto, la negociación colectiva se ha adelantado a las innovaciones producidas por la reforma legal de 1997. Con respecto a la limitación de carencia de titulación profesional, las cláusulas convencionales recogen en términos amplios dicha cautela sin matizaciones específicas. Las previsiones sobre duración del contrato, se fijan, en general, conforme a los límites estatutarios, concretándose las estipulaciones, cuando se hace uso de la disponibilidad por el convenio colectivo sectorial, en reducir la duración máxima —normalmente a dos años, coincidiendo con su actual duración— o bien ampliando el mínimo inicial, en ambos casos como forma de proteger al aprendiz. Abundan las determinaciones de mejora del régimen salarial, anticipándose también en este caso la regulación convencional a la modificación legal aprobada en 1997. Respecto a la formación teórica a dispensar, por lo general los convenios colectivos coinciden con la normativa legal, señalando que el tiempo a dedicar a la misma sea como mínimo un 15 por 100 de la jornada máxima prevista en convenio. Además de lo señalado, la negociación colectiva ha incorporado una serie de cláusulas limitativas de la utilización de la figura, excluyéndola en determinados puestos de trabajo, estableciendo una relación tasada de oficios en los que sí cabe o restringiendo en un porcentaje determinado de la plantilla —habitualmente un 5 por 100— al personal susceptible de contratación. Contrato a tiempo parcial La regulación convencional del contrato a tiempo parcial ha continuado siendo escasa en la negociación de 1997, afectando sustancialmente al establecimiento de mínimos por debajo de los cuales se prohíbe su utilización, así como a aspectos relacionados con la forma de cómputo de la jornada. En menor proporción, se contemplan cláusulas que limitan el porcentaje de plantilla contratada 417 MEMORIA 1997 bajo esta modalidad, prohibiendo, en otros casos, la realización de horas extraordinarias por estos trabajadores. Contrato eventual Las modificaciones introducidas en el contrato eventual, acogiendo las propuestas del AIEE, no han encontrado reflejo significativo en los convenios colectivos suscritos desde la firma del citado acuerdo. Únicamente un 40 por 100 de convenios sectoriales de ámbito estatal contienen regulaciones específicas sobre esta modalidad contractual. Interesa recordar que, conforme al Estatuto de los trabajadores reformado en 1997, se da prioridad a los convenios sectoriales estatales para delimitar la duración máxima de estos contratos y el periodo de referencia dentro del cual pueden concertarse. En uso de esta facultad, los convenios que establecen regulaciones al efecto, contemplan ampliaciones a la referencia legal, tanto en duración como en periodo de cómputo, acercándose mayoritariamente a los topes máximos que admite el Estatuto, es decir, fijando el periodo máximo en 18 meses y la duración en 12-13 meses. Las cláusulas sobre determinación de actividades en las que pueden contratarse trabajadores eventuales y las de fijación de criterios de adecuación entre volumen de esta modalidad contractual y plantilla total de la empresa, para las que está habilitado cualquier convenio colectivo con independencia de su ámbito funcional o territorial, son más escasas que las relativas a la duración del contrato, presentando rasgos más significativos las que operan como control de la utilización del contrato, bien mediante la fijación de porcentajes sobre plantilla, bien estableciendo la previa autorización de la representación sindical, bien prohibiendo la repetición del contrato para un mismo puesto de trabajo. Contrato de obra o servicio determinado La regulación de este contrato en la negociación colectiva alcanza menor intensidad que la referida al contrato eventual, concentrándose fundamentalmente en los convenios de la construcción y en sectores relacionados con actividades de suministros a ésta. 418 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO Haciendo uso de la habilitación legal, los convenios que proceden a la identificación de los trabajos o tareas con sustantividad propia dentro de la actividad normal de la empresa, que pueden ser cubiertos con contratos de esta naturaleza, continúan con una cierta ambigüedad, que afecta a la propia definición del objeto del contrato y a la duración del mismo, circunstancias que en determinados supuestos desvirtúan la finalidad del contrato. En otros casos el perfil de esta modalidad contractual previsto en el convenio invade el campo de actuación de otros contratos, como el eventual o incluso el de interinidad. Igual ocurre con el contrato eventual, ya que las precisiones aportadas por la modificación de la normativa de 1997 no se han plasmado de forma suficiente en la negociación colectiva. En este sentido, es de esperar que las intenciones del AIEE de corrección de los excesos advertidos en la regulación convencional de este contrato, y también del eventual68, se plasmen en la negociación colectiva de 1998. Fomento de la contratación indefinida Conforme a los datos ofrecidos por la Estadística de Convenios Colectivos del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, un 7 por 100 de los convenios con inicio de efectos económicos en 1997, registrados hasta el 31 de diciembre de ese año, contiene cláusulas de conversión de empleo temporal en fijo, con incidencia especialmente en la negociación colectiva empresarial en que estas cláusulas afectan a acuerdos colectivos que acumulan un 18 por 100 de trabajadores sujetos a este tipo de convenios frente al 9 por 100 en el caso de convenios supraempresariales. Un 7 por 100 con cláusulas de conversión Por otra parte, también se observan cláusulas de conversión de temporales en fijos, a través de la modalidad de fijo-discontinuo, cuando alcancen prestación de servicios que exceda de una determinada duración, o en caso de vacante en la plantilla de fijos de la empresa. Con independencia de lo expuesto, debe apuntarse la existencia de acuerdos específicos de mejora de calidad en el empleo, suscri68 Memoria CES 1996, capítulo II, apartado 7.1.3. 419 MEMORIA 1997 tos a la luz del AIEE. Compromisos efectuados a nivel empresarial y con alguna Administración Autonómica o Local, que plantean la transformación en indefinidos de determinados contratos temporales vigentes a la plasmación normativa del Acuerdo para la Estabilidad en el empleo (17 de mayo de 1997), así como compromisos a partir de esa fecha de respetar el principio de causalidad en la contratación temporal y establecer como regla general que los nuevos contratos lo sean por tiempo indefinido. Por último, cabe señalar, que la negociación colectiva en general no ha regulado el nuevo contrato para el fomento de la contratación indefinida ni, por consiguiente, ha establecido previsiones de conversión de contratos temporales en estos contratos de fomento de la contratación indefinida. Empresas de trabajo temporal A pesar de que la negociación colectiva es ciertamente escasa en contenidos que hagan referencia a las actividades de empresas de trabajo temporal (ETT) en el seno de una empresa usuaria, es posible encontrar alguna manifestación en este sentido, siempre de carácter restrictivo, y respondiendo a formulaciones diversas: compromisos de no recurrir a contratación a través de ETT cuando sea posible utilizar otras formas de contratación, necesidad de acuerdo con la representación de los trabajadores de la empresa usuaria, establecimiento de determinados porcentajes de contratación o topes en relación con la plantilla; equiparación de derechos laborales entre trabajadores cedidos y propios de la empresa usuaria, entre otras. Como novedad importante puede indicarse la que recoge el Convenio de la Industria Química, que contempla el conocimiento por parte de la representación de los trabajadores de la empresa usuaria, de los contratos de puesta a disposición entre la empresa química y la ETT, así como de los contratos laborales entre ésta y sus trabajadores. Estructura y clasificación profesional Nuevos criterios en la estructura profesional 420 En los dos últimos años se constata una mayor voluntad, de las partes negociadoras de los convenios, de introducir nuevos criterios en la estructura profesional de sus pactos colectivos. Voluntad que MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO se refleja tanto en planteamientos concretos en el texto de los convenios, o acuerdos sectoriales específicos, como en declaraciones sobre la necesidad de una reforma y sustitución efectiva de los contenidos de las ya derogadas Ordenanzas Laborales en esta materia. Esta tendencia al alza en la renovación de las estructuras profesionales tiene mayor intensidad en la negociación colectiva sectorial estatal. En este sentido, aproximadamente el 60 por 100 de los convenios nacionales basan su estructura profesional en grupos profesionales, normalmente clasificados por niveles, porcentaje que desciende al 15 por 100 en convenios sectoriales de ámbito inferior al estatal y en el nivel empresarial. La conformación de la estructura profesional en torno al grupo se simultanea, en un significativo número de casos, con la clasificación por categorías profesionales, si bien con una disminución numérica de las mismas y una actualización de sus contenidos, al objeto de facilitar la realización de un mayor abanico de tareas y funciones respecto de las anteriores definiciones de categorías profesionales. Con carácter mayoritario en los convenios que presentan innovaciones en esta materia, el grupo profesional se define atendiendo a distintos factores de valoración, como el nivel de conocimiento, la experiencia, iniciativa, responsabilidad, titulación, o la complejidad de las tareas a realizar, incorporando con posterioridad la descripción de funciones que describen el contenido básico de la prestación y que abarca distintas áreas funcionales. Este modelo permite una más intensa flexibilidad de la clasificación profesional, en cuanto las posibilidades de polivalencia son más amplias. En menor medida, algunos convenios parten de la identificación de las distintas áreas funcionales, definiendo por separado los grupos profesionales conforme a los factores de valoración anteriormente señalados. Este modelo delimita más restrictivamente la clasificación profesional, que comporta una regulación más precisa de la flexibilidad en el encuadramiento profesional. Movilidad funcional Desde la reforma de 1994, las cláusulas en los convenios sobre movilidad funcional han experimentado un importante avance, no 421 MEMORIA 1997 sólo por la reformulación legal de la materia, sino posiblemente también por la necesidad de atender los cambios tecnológicos y organizativos de las empresas. Movilidad funcional en un 15 por 100 de convenios En el conjunto de la negociación colectiva de 1997, estas cláusulas están recogidas en el 15 por 100 de los convenios, que acumulan al 20 por 100 de los trabajadores cubiertos, con mayor incidencia en la negociación colectiva empresarial —afectan a un 28 por 100 de trabajadores— que en la sectorial —10 por 100. La obvia relación entre movilidad funcional y sistemas de clasificación profesional exige un grado de armonización de ambas cuestiones que no siempre se produce en su traslación a la negociación colectiva. En lo que respecta a la movilidad funcional horizontal o intragrupo, manifestación clara del ius variandi empresarial, la regulación convencional mayoritaria se lleva a cabo de forma no del todo clara y uniforme, por cuanto que en algunos convenios se prevé el ejercicio de la movilidad funcional en el seno del grupo o, en su defecto, en relación a categorías que puedan considerarse equivalentes, sin necesidad de concurrencia de causa específica, mientras que en otros, con un mayor o menor grado de rigidez, sí se establece nexo causal, con indicación especial de la adecuada aptitud profesional del trabajador afectado. En algún supuesto las previsiones de movilidad funcional se relacionan con los trabajos de superior o inferior categoría, evidenciando, en este sentido, una inadecuada asimilación de la última reforma legislativa sobre la materia. Los convenios colectivos adaptados a la actual redacción del artículo 39 del Estatuto de los Trabajadores contemplan la movilidad funcional causal y temporal, de carácter vertical, y por tanto, para la realización de funciones no correspondientes al grupo profesional o categorías equivalentes, si bien el tenor de dichos convenios no supone alteración significativa del precepto estatutario. Así, es habitual encontrar referencias genéricas a la concurrencia de causas justificativas, temporalidad e información a los representantes de los trabajadores, idoneidad profesional o capacidad del trabajador. 422 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO Prevención de riesgos laborales. Salud Laboral El tratamiento en la negociación colectiva de temas relacionados con la prevención de riesgos laborales, salud laboral, condiciones sobre seguridad e higiene y medidas y ambientes de trabajo, no ha experimentado en 1997 el avance que cabía esperar a la vista de la entrada en vigor de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y de sus Reglamentos de aplicación. En parte, ello es debido al carácter de derecho necesario de la citada Ley y de sus disposiciones de desarrollo, lo que produce, dada la amplia y minuciosa regulación legal, que los convenios colectivos, cuando hacen referencia a esta materia en la mayor parte de supuestos, remitan directa o indirectamente a aquellos contenidos legales. La Ley de Salud Laboral influye poco en la negociación A pesar de ello buena parte de los convenios colectivos del año todavía referencian su regulación conforme a la ya derogada Ordenanza General de Seguridad e Higiene en el trabajo o, como en el caso de la construcción, a la Ordenanza Laboral sectorial. No obstante lo expuesto, se pueden señalar diversos aspectos que apuntan una línea de progreso en esta temática. Así, en lo que concierne al reconocimiento de un mínimo de horas para formación, se están suscribiendo acuerdos generales entre los que cabría citar los siguientes: – Acuerdos tripartitos para la formación en el País Vasco y Navarra, que prevén la formación de los delegados de prevención de ambas Comunidades Autónomas en el periodo 1997-1998. – Acuerdo en Cataluña entre las organizaciones sindicales y PIMEC, en el que se establece la formación para los delegados de las pequeñas y medianas empresas asociadas a dicha organización y un protocolo de evaluación de riesgos. – Acuerdo en Castilla-La Mancha sobre evaluación del nivel de riesgos en pequeñas empresas. – En el sector público, el Acuerdo con el Instituto Nacional de la Salud, en el que se recogen, entre otras cuestiones, las referidas a la existencia de un Comité de Salud Laboral, programas de prevención de riesgos y cursillos en materia de salud laboral. 423 MEMORIA 1997 El convenio de construcción, el más sensible Por otra parte, comienzan a aparecer, aunque en escaso número, acuerdos generales, fundamentalmente de carácter sectorial, en los que se asumen compromisos de adaptación a la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. Tal es el caso del convenio de la construcción, que prevé la constitución de una comisión paritaria sectorial de seguridad y salud en el trabajo y la ampliación de servicios de la Fundación Laboral de la Construcción en materia de prevención a empresas y trabajadores. Así mismo, la Mesa General de la Función Pública también ha alcanzado un acuerdo para adaptar la Ley de Prevención de Riesgos Laborales a la realidad específica de las Administraciones Públicas. Por último, a tenor de los datos de la Estadística de Convenios Colectivos del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales (cuadro II54), se han incluido cláusulas de Salud Laboral en 2.860 convenios que afectan a 3.974.354 trabajadores, es decir, un 55 por 100 del total de trabajadores sujetos a convenio colectivo. Formación profesional Un 35 por 100 de los convenios colectivos de 1997 incluyen cláusulas sobre formación profesional, afectando al 57 por 100 de los trabajadores cubiertos por negociación colectiva, con una presencia más elevada de estas cláusulas en los convenios de empresa —afectan al 67 por 100 de trabajadores— que en los de ámbito superior —55 por 100 de trabajadores. Por tipo de cláusulas destacan las relativas a planes de formación, que benefician a un 30 por 100 de trabajadores, y en menor medida, las que contemplan los permisos retribuidos para la formación y las ayudas de estudios al trabajador, que afectan respectivamente a un 12 y un 6 por 100 de asalariados. Asimismo, y en lo que respecta a la formación continua, la gran mayoría de los convenios sectoriales estatales han procedido a renovar y adoptar sus propios acuerdos sectoriales de formación al Segundo Acuerdo Nacional de Formación Continua suscrito en diciembre de 1996 por UGT, CCOO y GIG, por parte sindical, y CEOE y CEPYME por la empresarial. Precisamente la existencia de acuerdos sectoriales nacionales sobre formación continua produce que el tratamiento de esta mate- 424 CUADRO II-54 CLÁUSULAS SOBRE SALUD LABORAL EN LOS CONVENIOS COLECTIVOS, 1997 (Número de convenios y trabajadores, y porcentaje sobre el total de trabajadores cubiertos en cada caso) Totales Cláusulas Salud Laboral Existencia de comité de SH Programa Prevención Riesgos Cursillos en materia SL Reconocimiento médico anual a cargo de la empresa Reconocimiento ginecológico Convenios Trabajadores Convenios Empresa % Convenios Trabajadores Convenios Sector % Convenios Trabajadores % 2.860 1.929 1.108 1.032 3.974.354 2.717.966 1.254.690 1.070.385 55,0 37,6 17,4 14,8 2.277 1.677 991 938 702.945 668.051 443.436 459.855 94,2 89,6 59,5 61,7 583 252 117 94 3.271.409 2.049.915 811.254 610.530 50,5 31,6 12,5 9,4 2.437 453 3.034.970 585.378 42,0 8,1 1.941 382 542.277 221.220 72,7 29,7 496 71 22.492.693 364.158 38,5 5,6 Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Estadística de Convenios Colectivos. 425 426 CUADRO II-55 CONVENIOS Y TRABAJADORES AFECTADOS POR CLÁUSULAS ESPECIALES SEGÚN ÁMBITO FUNCIONAL POR TIPO DE CLÁUSULA, 1997* (Número de convenios y de trabajadores, y porcentaje de amparados por cada cláusula sobre el total de trabajadores) Total Empresa Trabajadores Cláusulas Total Empleo Creación neta empleo Mantenimiento del empleo Creación empleo por jubilación anticipada Conversión temporal fijo Otras sobre contratación Movilidad geográfica Movilidad funcional Definición y funciones grupos profesionales Otras relativas al empleo Horas extraordinarias Eliminación de horas extraordinarias Reducción respecto año anterior Reducción respecto al tope máximo legal Otras Jubilación Complementos de prestaciones sociales Formación profesional Salud Laboral Actividad sindical Otros temas objeto de negociación Indemnización por no renovación Participación trabajadores en la organización del trabajo Existencia salario mínimo convenio Incentivos ligados a productividad Cláusula de salvaguarda Otro ámbito Trabajadores Convenios Número Porcentaje Convenios Número 3.763 1.573 82 271 311 273 440 364 565 264 1.445 1.445 359 111 110 915 1.701 2.738 1.314 2.860 2.300 2.444 246 7.226.762 4.252.736 339.774 676.935 1.335.582 717.815 1.834.528 1.631.269 1.454.232 891.672 2.809.868 2.809.868 861.556 253.742 271.856 1.631.610 3.486.432 4.466.545 4.084.961 3.974.354 5.483.282 4.878.149 1.441.095 100,0 58,9 4,7 9,4 18,5 9,9 25,4 22,6 20,1 12,3 38,9 38,9 11,9 3,5 3,8 22,6 48,2 61,8 56,5 55,0 75,9 67,5 19,9 2.688 1.134 66 222 171 223 263 254 440 207 1.077 1.077 247 97 78 691 1.171 2.040 989 2.277 1.719 1.873 88 745.952 533.824 30.677 128.717 84.335 135.455 195.738 188.105 211.168 173.545 372.003 372.003 68.917 34.847 29.729 247.336 482.319 646.708 499.494 702.945 638.342 653.909 15.291 100,0 71,6 4,1 17,3 11,3 18,2 26,2 25,2 28,3 23,3 49,9 49,9 9,2 4,7 4,0 33,2 64,7 86,7 67,0 94,2 85,6 87,7 2,1 520 787 1.028 1.581 1.372.033 2.331.935 2.295.768 4.054.316 19,0 32,3 31,8 56,1 433 574 879 1.046 200.797 194.027 398.242 339.271 26,9 26,0 53,4 45,5 Trabajadores Porcentaje Convenios * Convenios registrados hasta el 31 de diciembre de 1997. Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Estadística de Convenios Colectivos y Boletín de Estadísticas Laborales. Número Porcentaje 1.075 439 16 49 140 50 177 110 125 57 368 368 112 14 32 224 530 698 325 583 581 571 158 6.480.810 3.718.912 309.097 548.218 1.251.247 582.360 1.638.790 1.443.164 1.243.064 718.127 2.437.865 2.437.865 792.639 218.895 242.127 1.384.274 3.004.113 3.819.837 3.585.467 3.271.409 4.844.940 4.224.240 1.425.804 100,0 57,4 4,8 8,5 19,3 9,0 25,3 22,3 19,2 11,1 37,6 37,6 12,2 3,4 21,4 46,4 46,4 58,9 55,3 50,5 74,5 65,2 22,0 87 213 149 535 1.171.236 2.137.908 1.897.526 3.715.045 18,1 33,0 29,3 57,3 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO ria en los convenios colectivos de ámbito territorial menor, tanto sectoriales como empresariales, sea significativamente inferior. Otras cláusulas La recogida de datos por parte de la Administración Laboral, a partir de la cumplimentación de hojas estadísticas que acompañan al texto del convenio colectivo en el trámite de registro, ofrece información sobre las cláusulas que forman parte del contenido de la negociación colectiva y que, brevemente, se exponen a continuación (cuadro II-55). Las cláusulas sobre empleo, tendentes a su creación y mantenimiento, están recogidas en un 18 por 100 de convenios, afectando a un 33 por 100 de trabajadores. Creación y mantenimiento de empleo Las competencias y facultades de los representantes de los trabajadores han sido reguladas a través de cláusulas sindicales en el 61 por 100 de los convenios, vinculando al 76 por 100 de los trabajadores, cifras muy parejas a las ofrecidas en 1996. En un 73 por 100 de la negociación colectiva del año se prevén mejoras en lo referente a complementos de prestaciones sociales (complementos de jubilación, invalidez, viudedad, orfandad, etc.). 427 MEMORIA 1997 ANEXO II-1 SECTORES AFECTADOS POR EL AICV • Agentes de Cambio y Bolsa, Corredores de Comercio y Colegios Profesionales de los mismos. • Embarcaciones de Tráfico Interior de Puertos (Empleados de Prácticos). • Empleados de Fincas Urbanas. • Espectáculos Públicos y Deportes (Deportes). • Establecimientos Sanitarios de Hospitalización. • Frutos Secos. • Industrias de Producción, Transporte y Distribución de Gas (excepto Gas Natural). • Oficinas y despachos, excepto: Gestorías Administrativas; Empresas de ingeniería y Oficinas de Estudios Técnicos; Empresas Consultoras de Planificación; Agencias de Viaje y Entidades de Financiación y Arrendamiento Financiero: Leasing y Factoring. • Industria de Pesca de Cerco y otras Artes. • Pesca en Buques Arrastreros al Fresco. • Pesca Marítima en Buques Congeladores (excepto Congeladores de Marisco). • Piel (Marroquinería, Recolección Piel, Peletería, Guantes, Ante, Napa y Doble Faz). • Industria Pimentonera. • Pompas Fúnebres. • Prensa (excepto no diaria). • Profesionales de la Música. • Prótesis Dental. • Empresas de Radiocomunicación. • Radiodifusión. • Profesionales de Teatro, Circo, Variedades y Folclore (Variedades y Folclore) y (Teatro, excepto Madrid y Barcelona). • Industrias de Tintorería y Limpieza. • Transporte por Carretera (Garajes). • Teléfonos (Empresas de Contratas y Locutorios Telefónicos). 428 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO ANEXO II-2 PROCESO DE SUSTITUCIÓN DE ORDENANZAS Y REGLAMENTACIONES DE TRABAJO (Situación a 31 de marzo de 1998 de las 70 Ordenanzas y Reglamentaciones prorrogadas total o parcialmente por Orden de 28 de diciembre de 1994, BOE del 29) Grupo 1.º: Grupo Ordenanzas Laborales y Reglamentos de Trabajo cuyo proceso de sustitución se ha de entender cerrado: A)Por considerar la Comisión de Seguimiento del AIOR y la CCNCC que no plantean problemas de vacíos de regulación: Industria de la Cinematografía (Distribución y Producción). Compañía de Coches Cama y Grandes Expresos Europeos. Empresas de Contratas Ferroviarias. Empresa Nacional BAZÁN. Espectáculos Taurinos-Corridas de Toros y Novillos. Ferrocarriles de uso público no integrados en RENFE. Fotográficas. Fundación Generalísimo Franco. Metropolitano de Madrid. Pesca Marítima de Arrastre. Pesca Marítima. Piel (Curtido y Calzado). Practicantes y Matronas de Asistencia Médico-Farmacéutica. Industrias de la Resina. Profesionales de Teatro, Circo, Variedades y Folclore (Circo). B) Por haber alcanzado las partes acuerdo sustitutorio: Manipulado y Envasado de Agrios (Acuerdo pendiente de publicación). Industrias de la Alimentación.-Confitería, Pastelería, Bollería, Repostería, Heladería y Platos Cocinados (BOE 11-3-1996). Industrias de la Alimentación.-Pastas Alimenticias (BOE 10-5-1996). Industria Azucarera (CONVENIO BOE 24-4-1997). Baños y Aguas Mineromedicinales.-Balnearios (incluidos en el Acuerdo Estatal de Hostelería). Banca Privada (BOE 27-2-1996). Bebidas Refrescantes (BOE 16-9-1996). Agencias Distribuidoras de Butano (BOE 10-4-1996). Comercio (BOE 9-4-1996). Construccion.-Derivados del Cemento (Convenio Nal. BOE 27-6-1996). Construcción.-Sector Pizarra (Convenio BOE 10-4-1997). Construcción.-Vidrio y Cerámica (BOE 4-3-1996). Cooperativas de Crédito (BOE 10-6-1996). Industrias de Corcho (BOE 27-5-1996). 429 MEMORIA 1997 Embarcaciones de Tráfico Interior de Puertos-Amarradores (Convenio Nal. BOE 2-8-1996). Estaciones de Servicio (Acuerdo de 11-12-1995). Hostelería (Acuerdo Estatal BOE 2-8-1996). Limpieza Pública, Riegos y Recogida de Basuras (BOE 7-3-1996). Industrias de la Madera (BOE 20-6-1996). Industria Metalgráfica (BOE 22-10-1996). Oficinas y Despachos.-Agencias de Viaje (Convenio Nal. BOE 1-3-1996). Oficinas y Despachos.-Empresas Consultoras de Planificación (Convenio Nal. BOE 1-9-1995). Oficinas y Despachos.-Entidades de Financiación y Arrendamiento Financiero (LEASING Y FACTORING) (Convenio Nal. 27-2-1996). Oficinas y Despachos.-Gestorías Administrativas (BOE 20-6-1996). Oficinas y Despachos.-Empresas de Ingeniería y Oficinas de Estudios Técnicos y Delineantes (Convenio Nal. BOE 20-7-1995). Peluquerías de Señoras y Caballeros, Inst. Belleza y Gimnasios (BOE 30-5-1997). Pesca Marítima en Buques Congeladores de Marisco (Convenio Nal. BOE 27-2-1996). Prensa no diaria (Convenio Nal. BOE 6-11-1996). Industria Salinera (Convenio Nal. BOE 2-5-1997). Seguros y Capitalización (Entidades Aseguradoras y Mutuas) (preacuerdo de 30 de octubre de 1996) (Convenio General del Sector de Seguros, Reaseguros y Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social). Profesionales Teatro, Circo, Variedades y Folclore (Teatro) Madrid. Industria Textil (BOE 16-5-1996). Transporte por Carretera.-Aparcamientos (BOE 11-3-1998). Transporte por Carretera.-(Autopistas). Transporte por Carretera.-Mercancías (BOE 29-1-1998). Transporte por Carretera.-Taxis (Convenio Nal. BOE 20-6-1996). C)Por haber sido sometidas a arbitraje las discrepancias, con laudos dictados: Aceites y sus Derivados (Laudo 12-7-1996. BOE 28-8-1996) (Impugnado. Se declara incompetente la Sala de lo C.A. del Tribunal Superior de Justicia de Madrid). Industrias de la Alimentación (Laudo 29-3-1996. BOE 4-6-1996) Impugnado. Baños y Aguas Mineromedicinales-Envasadores de Agua Mineral (Laudo 3-4-1996. BOE 24-5-1996) Impugnado. Industria Cervecera (Laudo 27-3-1996. BOE 27-5-1996) Impugnado. Minas de Carbón (Laudo 11-3-1996. BOE 24-4-1996) (Laudo aclaratorio 11-3-1996. BOE 24-4-1996) Impugnado, con sentencia modificatoria. Industria de la Panadería (Laudo 6-2-1998). Trabajos Aéreos (Laudo 12-3-1996. BOE 23-4-1996). Transporte por Carretera.-Alquiler de Coches (Laudo 1-7-1996. BOE 24-8-1996). Industrias Vinícolas (Laudo 29-3-1996. BOE 28-5-1996) (Impugnado. Caducado el recurso por no haber formalizado la Demanda. T. S. J. ANDALUCÍA). 430 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO D)Por cobertura de vacíos derivada del Acuerdo Interconfederal (Anexo I) BOE (9-6-1997): Agentes de Cambio y Bolsa, Corredores de Comercio y Colegios profesionales de los mismos. Embarcaciones de Tráfico Interior de Puertos.-Empleados de Prácticos. Empleados de Fincas Urbanas. Espectáculos Públicos y Deportes.-Deportes. Espectáculos Públicos y Deportes.-Espectáculos Públicos (Excepto Exhibición Cinematográfica). Establecimientos Sanitarios de Hospitalización. Frutos Secos. Industrias de Producción, Transporte y Distribución de Gas (Excepto Gas natural). Oficinas y Despachos, excepto Gestorías Administrativas; Empresas de Ingeniería y Oficinas de Estudios Técnicos; Empresas Consultoras de Planificación; Agencias de Viaje y Entidades de Financiación y Arrendamiento Financiero: Leasing y Factoring. Industria de pesca marítima de Cerco y otras Artes Pesca Marítima de arrastre.-Pesca en Buques Arrastreros al Fresco. Pesca Marítima en Buques Congeladores (excepto Congeladores de Marisco). Piel (Marroquinería, Recolección Piel, Peletería, Guantes, Ante, Napa y Doble Faz). Industria Pimentonera. Pompas Fúnebres. Prensa (excepto no diaria). Profesionales de la Música. Prótesis Dental. Empresas de Radiocomunicación. Radiodifusión. Profesionales de Teatro, Circo, Variedades y Folclore (Variedades y Folclore) y (Teatro excepto Madrid y Barcelona). Industrias de Tintorería y Limpieza (Negocian convenio). Transporte por Carretera (Garajes). Teléfonos (Empresas de Contratas y Locutorios Telefónicos). Grupo 2.º: Ordenanzas y Reglamentaciones cuya sustitución se encuentra en proceso abierto: A)Por continuar negociaciones, o no haberse agotado sus posibilidades: Trabajo en el Campo (terminada la negociación con acuerdo, están pendientes de fijar fecha para firma del texto definitivo del convenio). Espectáculos y Deportes.-Exhibición cinematográfica (Siguen negociaciones; convocada la mesa para los días 1 y 2 de abril). Construcción (Sector Azulejos). 431 MEMORIA 1997 Pesca Marítima en Buques Bacaladeros (Requeridos para que hagan la tramitación preceptiva, según el Estatuto de los Trabajadores, para constituir formalmente una Comisión Negociadora legitimada. ELA-STV aporta escrito de comunicación de iniciativa para negociar convenio en Guipúzcoa). Plátanos y demás Frutas de Canarias (Se negocia Ordenanza Agrícola para Canarias, que comprende este sector). Empresas de Publicidad (Negociados los cuatro puntos de vacíos. Falta el contenido económico, paralizado). Profesionales Teatro, Circo, Variedades y Folclore (Teatro de Barcelona). Transporte por Carretera (Viajeros).-Siguen las negociaciones. Suspendida reunión del 16-3-1998, están pendientes de nueva convocatoria. B) En proceso de Arbitraje: – Pendientes de dictar Laudo: Industrias de Captación y Distribución de Agua. Limpieza de Edificios y Locales. C) Con acuerdos de Prórroga: Construcción.-Sector Cementero (hasta 31 de marzo de 1998, en nuevo acuerdo). Embarcaciones Tráfico Interior de Puertos.-Remolcadores (Prórroga hasta 31 de diciembre de 1996, comprende sólo los 4 puntos de cobertura. Firmado con UGT, pendiente de información sobre alcance del pacto). Marina Mercante. Preacuerdo, pendiente de firma (Suspendido en tanto el arbitraje acordado). Metropolitano de Barcelona (hasta 31 de diciembre de 1996) (Próxima firma de Texto Refundido). Seguros y Capitalización (Agentes y Corredores de Seguros) (Terminada la negociación, firmarán el texto definitivo en sala de juntas de la CCNCC el día 16 de abril). 432 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO 7. PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES El lento curso de implantación del nuevo modelo de prevención de riesgos laborales ha coincidido en 1997 con un fuerte aumento de la siniestralidad que, sobre todo en relación a la mortalidad en el trabajo, hace del pasado el peor de los últimos cinco años en este aspecto. Este empeoramiento no obedece solamente al crecimiento de la actividad económica vivido en 1997, aunque la consiguiente intensificación del ritmo de funcionamiento de las empresas sea un factor de mayores riesgos en el trabajo. Tampoco la notablemente mayor presión inspectora y sancionadora aplicada durante 1997 parece guardar relación alguna con los resultados en materia de siniestralidad en el trabajo. Las únicas perspectivas de solución en este campo siguen apuntando a la todavía insuficiente difusión e implantación efectiva de la cultura de la prevención promovida por la LPRL de 1995 —lo que requiere mejorar la formación preventiva y la participación de trabajadores y empresarios—, así como a la necesidad de que arranquen definitivamente los instrumentos previstos por aquélla, comenzando por los servicios de prevención en las empresas. 7.1. EL DESARROLLO DEL NUEVO MODELO DE PREVENCIÓN EN LAS EMPRESAS Para el desarrollo efectivo del nuevo sistema de prevención de riesgos laborales, que se quiso implantar a partir de la aprobación de la LPRL en 1995, era preciso un importante esfuerzo de desarrollo normativo que, transcurrido el año 1997, se encuentra prácticamente concluido. Sin embargo, tal desarrollo tampoco ha implicado la puesta en marcha inmediata del modelo, que ha seguido pendiente de otras disposiciones a las que se vinculó su entrada en vigor. Se trata de un mecanismo de aprobación de normas, comenzando por la propia Ley de Prevención de Riesgos Laborales, cuya aplicación efectiva se ha supeditado, en buena parte, al desarrollo posterior de otras normas concatenadas sucesivamente, lo que en algunos aspectos relativiza la vigencia de una ley aprobada hace más de tres años. En efecto, gracias al importante impulso que en cuanto a producción normativa ha supuesto la puesta en funcionamiento de la Comisión Nacional de Seguridad y Salud, durante 1997 se ha apro- Impulso normativo 433 MEMORIA 1997 bado por fin el Reglamento de los Servicios de Prevención y su orden de desarrollo, así como las disposiciones por las que se incorpora al Derecho nacional el contenido de las Directivas comunitarias ligadas a la Directiva Marco que estaban pendientes de transposición69 (Anexo II-3). Además, se ha producido un avance esperado con la aprobación en el mes de julio del Reglamento sobre seguridad en la construcción. Por consiguiente, la producción normativa está prácticamente completada, quedando, no obstante, pendientes de desarrollo reglamentario el artículo 8 de la Ley 14/1994, de 1 de junio, así como la transposición de las Directivas sobre seguridad en industrias extractivas y en actividades de sondeos. Asimismo quedaría por concretar la constitución de la Fundación prevista en la Disposición Adicional Quinta de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. Los servicios de prevención se retrasan Como ya se ha adelantado, pese a representar una pieza clave para la aplicación de la nueva organización de la prevención de riesgos laborales, no se han despejado del todo los obstáculos para la entrada en vigor del Reglamento de los Servicios de Prevención70, de cuyos principales contenidos se dio cuenta en la pasada edición de la Memoria, ni lo que es más importante, para su puesta en práctica efectiva. Por citar algunas cuestiones no despejadas en el propio Reglamento, no se concretaban en el mismo las condiciones mínimas que han de reunir las entidades especializadas para ser acreditadas como Servicios de Prevención, para desarrollar actividades de auditoría de los mismos, ni para certificar los niveles y funciones de cualificación exigidos. De hecho, al finalizar 1997 sólo figuraban 30 entidades acreditadas en todo el Estado para actuar como servicios de prevención externos, de las que sólo 6 Las seis Directivas que debían haber sido traspuestas a más tardar el 31 de diciembre de 1992 y cuya no adopción dio lugar al fallo condenatorio de la Sentencia del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas (Sala sexta) de 26 de septiembre de 1996, dictada en el asunto C-79/95 (Comisión de las Comunidades Europeas contra el Reino de España) eran la Directiva Marco 89/391/CEE, la Directiva 89/654, sobre seguridad y salud en los lugares de trabajo; la Directiva 89/655/CEE, sobre equipos de trabajo; la Directiva 89/656/CEE, sobre equipos de protección individual; la Directiva 90/269/CEE, sobre manipulación manual de cargas que entrañe riesgos deslumbrantes; la Directiva 90/270/CEE, sobre pantallas de visualización y la Directiva 90/354/CEE, sobre exposición a agentes carcinogénicos. 70 Real Decreto 39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención. 69 434 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO contaban con la autorización definitiva, mientras que no había ninguna entidad acreditada como auditora externa. Mientras que durante 1997 no se había iniciado todavía la obligatoriedad de los servicios de prevención propios, la propia norma prevé el excepcional retraso de la entrada en vigor de sus preceptos relativos a la formación exigible a los especialistas en prevención con que deberán contar los servicios de prevención, supeditándose su operatividad real al posterior desarrollo y certificación de las actividades formativas en materia de prevención de riesgos laborales: en concreto, la Disposición Final Segunda posponía hasta el 31 de enero de 1998, la entrada en vigor de los preceptos relativos a los requisitos académicos para desempeñar funciones de nivel básico, intermedio y superior. En atención a su experiencia en la colaboración en la gestión de contingencias profesionales y a su futura actuación como servicios de prevención, se aprobó antes la normativa específica provisional de funcionamiento de las Mutuas de trabajo y enfermedades profesionales71, que la general de desarrollo del Reglamento aplicable a otras entidades que quieran constituirse como servicios de prevención ajenos. Los requisitos mínimos que han de cumplir estos últimos, incluida una fórmula transitoria de acreditación de la formación a través de entidades autorizadas por la Autoridad Laboral, se desarrollaron en la mitad del año72. Lo tardío de la aprobación de las condiciones de acreditación de entidades y de formación de especialistas, su complejidad en algunos casos y la falta de criterios comunes entre las distintas Administraciones competentes, hacen presagiar más retrasos en el arranque de este instrumento básico de la organización de la prevención en las empresas. De hecho, la escasez de profesionales en el mercado de trabajo con la acreditación requerida en el Faltan expecialistas en prevención de riesgos 71 Orden de 22 de abril de 1997 por la que se regula el Régimen de funcionamiento de las Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social en el desarrollo de actividades de prevención de riesgos laborales. 72 Orden de 27 de junio de 1997 por la que se desarrolla el Real Decreto 39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención, en relación con las condiciones de acreditación de las entidades especializadas como servicios de prevención ajenos a las empresas, de autorización de las personas o entidades epecializadas que pretendan desarrollar la actividad de auditoría del sistema de prevención de las empresas y de autorización de las entidades públicas o privadas para desarrollar y certificar actividades formativas en materia de prevención de riesgos laborales. 435 MEMORIA 1997 momento de cumplirse los plazos fijados, junto con la brevedad del tiempo transcurrido desde que se dieron las condiciones para el desarrollo y certificación de actividades formativas, han dado lugar a que, ya entrado el año 1998, se hayan ampliado los plazos transitorios establecidos en el Reglamento de Servicios de Prevención, y se haya facilitado la acreditación de profesionales con probada experiencia y conocimientos equivalentes a los exigidos73. Construcción: mayor control de contratas, subcontratas y autónomos Reforzar la cooperación entre administraciones En uno de los sectores históricamente más afectado por la siniestralidad laboral se ha producido otro avance por la vía normativa con la aprobación durante 1997 del Reglamento sobre Seguridad en la Construcción74. Uno de los factores que tradicionalmente ha complicado el problema de los accidentes de trabajo en la construcción, ha sido la presencia habitual de contratas, subcontratas y de trabajadores autónomos. La presencia de sujetos y colectivos de trabajadores no vinculados directamente a la empresa ha ido ligada en este sector a la dificultad del control de las condiciones de trabajo relacionadas con la salud y seguridad. El Reglamento toma en consideración este problema, ocupándose de las obligaciones del promotor, proyectista, subcontratista y trabajadores autónomos, introduciendo además las figuras del coordinador en materia de seguridad y salud durante la elaboración del proyecto de obra y del coordinador en materia de seguridad y salud durante la ejecución de la obra. El avance que puede suponer en el ámbito de la construcción la transposición de la normativa comunitaria mediante este Reglamento tiene que hacerse extensivo todavía a otros sectores, como industrias extractivas y sondeos, que cuentan con Directivas comunitarias específicas que están pendientes de transposición. A salvo de lo comentado, estando prácticamente completo el marco normativo básico estatal, en materia de prevención de riesgos laborales se detecta una clara necesidad de cooperación entre las distintas Administraciones competentes en varios aspectos. Las grandes diferencias territoriales en cuanto a resultados de siniestralidad (gráficos II-26 y II-27) plantean la necesidad de estudios al respecto y de intercambio de experiencias, para lo que existen sufi73 Real Decreto 780/1998, de 30 de abril, por el que se modifica el Real Decreto 39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención. 74 Real Decreto 1627/1997, de 24 de octubre, por el que se establecen disposiciones mínimas de seguridad y salud en las obras de construcción. 436 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO GRÁFICOS II-26 Y II-27 EVOLUCIÓN DE LA INCIDENCIA DE ACCIDENTES DE TRABAJO CON BAJA, SEGÚN GRAVEDAD, 1992-1997 (Número total de accidentes y accidentes leves por cada 1.000 trabajadores. Graves y mortales por cada 10.000) 12 70 68 10 66 64 8 62 60 6 58 4 56 54 2 52 50 Total Leves 1997 1996 1995 1994 1993 1992 1997 1996 1995 1994 1993 1992 0 Mortales Graves Fuente: MTSS, varios años (1997, datos provisionales). cientes instrumentos en el momento actual, tanto desde la Comisión Nacional de Salud y Seguridad en el Trabajo como desde las comisiones de análoga naturaleza que se creen en el ámbito autonómico. Por otro lado, es necesario reforzar la cooperación entre las Comunidades Autónomas que tienen atribuida la competencia de ejecución de la legislación de prevención laboral, que son todas excepto Asturias, Ceuta y Melilla. La labor de la inspección se desarrolla a nivel autonómico y éste es también el ámbito en que se determinan los criterios de la actuación inspectora. Además del lanzamiento de campañas divulgativas dirigidas a toda la población75, parece que, una vez dado a conocer el modelo 75 Recuérdese la campaña “Ahora es el momento” del MTAS difundida por los medios de comunicación durante todo el año, que concurre con los proyectos del Instituto Nacional de la Seguridad e Higiene en el Trabajo (EVALUA, DINOR, Aplicaciones informáticas y atención específica a Pymes), junto con la intensa divulgación que llevan a cabo los sindicatos y organizaciones empresariales. 437 MEMORIA 1997 ya durante 1996, año el que la inspección procedió por ese motivo con cierta prudencia, en 1997 se ha hecho patente la necesidad de reforzar el control y la disuasión a través de la actividad sancionadora de la Inspección de Trabajo. Sin embargo, difícilmente podrá actuar la Inspección sobre determinados aspectos de la LPRL, como la exigencia de servicios de prevención, cuando no se dan todas las condiciones normativas y objetivas para su aplicación. Los convenios deben promover la cultura preventiva Incentivos a los esfuerzos en prevención de riesgos Como era de esperar, los Acuerdos entre los agentes sociales, que han protagonizado el escenario de las relaciones laborales durante 1997, abrieron una reflexión sobre el ámbito adecuado del desarrollo del nuevo modelo de prevención de riesgos laborales en la Negociación Colectiva. Así, en el Acuerdo Interconfederal sobre Negociación Colectiva de abril de 1997 se incluía la seguridad, la salud y la prevención de riesgos laborales como un supuesto de contenido negociador que exige dos ámbitos en su tratamiento: el convenio colectivo (de ámbito superior) puede desarrollar las disposiciones existentes en materia de Seguridad e Higiene adaptándolas a lo previsto en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, mientras que las medidas concretas a adoptar y los procedimientos a seguir deberían ser pactados en convenios de ámbito inferior, preferentemente en el de la empresa. La LPRL contiene un régimen sancionador bastante exhaustivo que incluye la prohibición de concurrir a contratos y concursos convocados por Administraciones y organismos públicos a las empresas que hayan incurrido en delitos (arts. 316 y 317 del Código Penal) o en infracciones administrativas muy graves (arts. 48 a 54 LPRL). Ya se ha aludido a la necesidad de cumplimiento efectivo de la Ley tanto en sus aspectos preventivos como sancionadores. Añadido a ello, durante 1997 se ha planteado la posibilidad de incentivar a las empresas que demuestren mayor esfuerzo en prevención de riesgos laborales, para lo que la Ley de Presupuestos Generales del Estado para 199876 prevé el establecimiento por el Gobierno, en el plazo de un año, de una nueva tarifa para el seguro de accidentes de trabajo, en la que se contemplen factores y resultados en atención a los cuales puedan reducirse o aumentarse las cuotas que, con carácter de básicas, se establezcan por aplicación de la nueva tarifa. 76 Disposición Adicional decimoséptima de la Ley 65/1997, de 30 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para 1998. 438 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO Con todo lo expuesto, cabe concluir que en estos momentos el marco teórico normativo de la prevención de riesgos en España está bastante completo. Su lenta aplicación sólo cabe relacionarla con su todavía escasa traslación al plano organizativo empresarial, carencia que, a tenor de lo previsto en el Acuerdo Interconfederal sobre Negociación Colectiva, se pretende corregir a través de ésta. La necesidad de cooperación entre las Comunidades Autónomas para determinar criterios de coordinación es manifiesta, tanto en políticas de fomento y difusión del nuevo modelo como en el reforzamiento de lo ya iniciado, en este terreno, en el ámbito de la actividad inspectora y, sobre todo, en el desarrollo coordinado del Reglamento de los Servicios de Prevención, cuya complejidad puede estar dificultando su arranque. Es hora de que funcione el nuevo modelo 7.2. EVOLUCIÓN Y CONSECUENCIAS DE LA SINIESTRALIDAD EN EL TRABAJO El intenso ritmo de desarrollo legislativo al que se asiste desde la aprobación de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales en 1995, y la evolución de la siniestralidad laboral en España siguen discurriendo por distintos cauces. Los resultados de 1997 vuelven a confirmar la distancia existente entre el progreso en la producción normativa y el estancamiento en su aplicación: el total de accidentes de trabajo con baja se ha incrementado casi un 10 por 100 (cuadro II-56). En general, los accidentes en jornada de trabajo con baja han mantenido, como en años anteriores, la tendencia al incremento de los accidentes leves junto a una disminución de los graves. Lo más preocupante es que, rompiendo la positiva trayectoria descendente registrada desde 1989, los accidentes mortales en jornada de trabajo han vuelto a crecer en 1997 de forma importante, volviendo a superar con creces los mil fallecimientos: un incremento del 9 por 100, al que ha contribuido el carácter masivo de algún siniestro como el de un astillero valenciano. La siniestralidad, al margen de los avances legales En todo caso, el hecho de que el 98 por 100 del total de accidentes en jornada de trabajo con baja se clasifiquen como leves, no debe inducir a restar importancia al constante aumento de este tipo de accidentes. No se trata de incidentes irrelevantes, teniendo en cuenta que la duración media de la baja por este tipo de accidentes era en 1996 de 24,3 días y supusieron 14.806 miles de jornadas no trabajadas. Si bien en los accidentes graves la duración media de la 439 440 CUADRO II-56 ACCIDENTES DE TRABAJO Y ENFERMEDADES PROFESIONALES CON BAJA, 1995-1997 (Número de accidentes y porcentajes de variación respecto del año anterior) Accidentes de trabajo y enfermedades profesionales con baja Accidentes con baja En jornada de trabajo leves graves mortales In itinere leves graves mortales Enfermedades profesionales con baja leves graves mortales Número Variación interanual 1995 1996 1997 1994 1995 1996 1997 626.268 589.661 578.110 10.543 1.008 36.607 34.174 2.092 341 655.575 616.237 604.570 10.685 982 39.338 36.815 2.201 322 720.303 676.644 665.181 10.393 1.070 43.659 41.139 2.136 384 –0,1 0,0 0,1 –5,3 –8,1 –0,7 0,4 –13,4 –20,7 9,5 9,7 9,9 1,7 –1,8 7,0 7,2 5,5 3,3 4,7 4,5 4,6 1,3 –2,6 7,5 7,7 5,2 –5,6 9,9 9,8 10,0 –2,7 9,0 11,0 11,7 –3,0 19,3 5.838 5.666 169 3 7.069 6.885 183 1 8.440 8.275 164 1 –0,9 5,0 –59,1 50,0 21,5 22,7 –8,6 0,0 21,1 21,5 8,3 –66,7 19,4 20,2 –10,4 0,0 Fuente: MTAS, Estadística de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, 1997 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO baja se situaba en 72,7 días, el total de jornadas no trabajadas que suponían se reducía a 785.000 en aquel mismo año. A la hora valorar estas cifras cabe recordar que la siniestralidad en el trabajo provocó en 1996 más de cuatro millones de jornadas no trabajadas más que el año de mayor conflictividad laboral, 1988, cuando se perdieron 11.641 millones de jornadas no trabajadas por huelgas y 10 veces más que en 1996. Aunque la comparación no sea exacta en términos de costes, téngase en cuenta que en la evaluación de un fenómeno como el de la conflictividad laboral se tienen habitualmente en cuenta las jornadas de trabajo perdidas a efectos de la medición de la competitividad de las empresas en el mercado internacional. Sin embargo, las pérdidas materiales por siniestralidad laboral han merecido una escasa atención desde todos los ámbitos, ya sea por pudor o por una cierta concepción casi fatalista de los mismos, que los equiparaba a riesgos consustanciales al trabajo, lo que ha podido influir en el escaso arraigo de la cultura preventiva en España. La siniestralidad cuesta más que la conflictividad El coste económico total de los accidentes de trabajo en España se ha calculado para 1995 en 2,2 billones de pesetas (más del 3 por 100 del PIB de aquel año), contando tanto el coste indirecto de las horas de trabajo perdidas, como el coste directo en concepto de cuotas, pensiones de invalidez, supervivencia, gasto sanitario y recargos en las prestaciones (incremento del 30 al 50 por 100 de la prestación a cargo del empresario, compatible con las otras responsabilidades y no asegurable). Al comenzar 1997 había un total de 182.909 pensiones en vigor causadas por accidentes de trabajo y 44.779 por enfermedades profesionales. En el año 1997 el aumento de la siniestralidad ha coincidido, además, con un fuerte incremento de la actividad inspectora en materia de prevención de riesgos laborales. De hecho, las actas de infracción, cuyo número iba en descenso desde 1994, crecieron el 44,5 por 100 en 1997 (en total 15.521). Se paralizaron 1.095 trabajos, frente a los 691 de 1996, los 690 de 1995 y los 796 de 1994, y el importe de las sanciones propuestas alcanzó la cifra de 7.190 millones de pesetas, lo que supuso un incremento superior al 75 por 100 con respecto al año anterior. Entre las principales causas directas productoras de las sanciones se cuentan las irregularidades detectadas en escaleras, plataformas y aberturas, seguidas de Reforzar la inspección no es suficiente 441 MEMORIA 1997 medios de protección personal y máquinas, motores y aparatos. Sin embargo, la propia Inspección destaca la relación entre los niveles de siniestralidad, el bajo nivel de formación sobre el contenido del puesto de trabajo y el escaso grado de mentalización sobre la prevención de riesgos en el trabajo, lo que enlazaría con el hecho de que, de las 93.077 denuncias presentadas en 1997 ante las Inspecciones provinciales, sólo el 6,6 por 100 corresponden a la materia de prevención de riesgos laborales77. Con las cautelas que impone la limitada comparabilidad entre este tipo de estadísticas, según los últimos datos de Eurostat, correspondientes a 1994, la incidencia de accidentes en jornada de trabajo con baja superior a tres días en España, únicamente era superada por Luxemburgo y Portugal, y sólo por este último atendiendo a los accidentes mortales. La siniestralidad aumenta por encima de la ocupación Por otro lado, volviendo al llamativo empeoramiento de la situación en 1997, este incremento de los accidentes no puede ser explicado en su totalidad por el aumento del empleo, puesto que si en 1995 y 1996 se pudo apreciar una ralentización del ritmo de crecimiento interanual de la incidencia, en 1997 parece haberse producido un acusado repunte de la misma, a excepción de los accidentes graves, en los que se observaría un ligero descenso. La experiencia de años anteriores (1995 en relación a 1994 y 1996 con respecto a 1995), en los que el empleo tuvo también un comportamiento favorable, aunque menos, demuestra que tanto el índice de incidencia como el de frecuencia, que permiten separar en buena parte el efecto del aumento de efectivos, también aumentaron aunque de forma cada vez menos pronunciada. En efecto, entre 1994 y 1996 la incidencia total aumentó de 56,1 accidentes por cada mil trabajadores en el primer año a 60,6 en el segundo, para elevarse ligeramente hasta 61,9 en 1996. Los cálculos, si bien todavía provisionales, de incidencia en el año 1997 apuntan sin embargo, a que el aumento de la incidencia total de accidentes en jornada de trabajo, así como la de accidentes leves se ha hecho más pronunciada. Por su parte, la incidencia de accidentes graves por cada 10.000 trabajaDirección General de Inspección de Trabajo y Seguridad Social, Actividad y resultados de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social en materia de prevención de riesgos laborales. Año 1997. Informe para la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo. 77 442 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO dores habría continuado descendiendo ligeramente mientras que, por el contrario, el notable incremento de accidentes mortales habría quebrado la tendencia descendente de la incidencia de este tipo de siniestros por cada 100.000 trabajadores (gráficos II-26 y II-27). Se sigue manteniendo en 1997 la distribución por sectores de los accidentes en jornada de trabajo con baja. Prácticamente el 40 por 100 de los accidentes en jornada de trabajo con baja tuvo lugar en el sector servicios, el 33,4 por 100 en industria, el 20,2 en construcción y el 6,5 por 100 en el sector agrario. Teniendo en cuenta el total de accidentes sin atender a la gravedad, en 1997 el sector agrario, construcción y servicios han registrado el mayor aumento de la siniestralidad, con incrementos del total de accidentes en cada sector del 11,3 por 100, 11 y 12,7 por 100 respectivamente con respecto al año anterior, valores que coinciden aproximadamente con el incremento experimentado en estos tres sectores por los accidentes leves. Por lo que hace a los accidentes graves, el sector agrario ha sido el único que ha experimentado un aumento, en torno al 6 por 100, rompiendo la tendencia descendente de anteriores años, en tanto que en el conjunto de los sectores no agrarios los accidentes graves han disminuido, en media, en un 4 por 100, destacando una importante disminución, en torno al 9 por 100, en el sector industrial. Más accidentes 1997 ha sido el peor de los últimos cinco años en cuanto a los accidentes mortales en jornada de trabajo. Su significativo aumento —han sido 1.070 las muertes, un 9 por 100 más que el año anterior— ha quebrado así la tendencia descendente de los fallecimientos por accidentes en jornada de trabajo que se apreciaba desde 1993. A excepción del industrial, todos los sectores han registrado más víctimas mortales que el año anterior, pero hay que llamar la atención sobre el aumento del 18 por 100 en el sector servicios, y de casi un 8 por 100 en la construcción (gráfico II-28). Aumenta la Andalucía, Cataluña, Madrid y la Comunidad Valenciana engloban prácticamente el 60 por 100 del total de accidentes, lo que responde a la concentración en ellas de buena parte de la población ocupada. Sin embargo, atendiendo a los índices de incidencia por cada 1.000 asalariados, en 1996 fueron Asturias, Murcia, la Comunidad Valenciana y Baleares las Comunidades que reflejaron mayores valores, seguidas de Navarra, el País Vasco y Cataluña. Asturias, Murcia, graves en la agricultura y menos en la industria mortalidad en servicios Valencia y Baleares arrojan la mayor incidencia 443 MEMORIA 1997 GRÁFICO II-28 EVOLUCIÓN DE LOS ACCIDENTES EN JORNADA DE TRABAJO CON BAJA, POR GRAVEDAD Y SECTORES (Porcentajes de variación anual) 20 15 10 5 0 –5 –10 –15 –20 LEVES –25 –30 1993-92 94-93 95-94 96-95 97-96 96-95 97-96 96-95 97-96 20 15 10 5 0 –5 –10 –15 –20 GRAVES –25 –30 1993-92 94-93 95-94 20 10 0 –1 –20 –30 –40 MORTALES 1993-92 94-93 Agrario 95-94 Industria Construcción Fuente: MTAS, Estadística de accidentes de trabajo, varios años. 444 Servicios MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO GRÁFICO II-29 INCIDENCIA TOTAL Y DE ACCIDENTES MORTALES DE TRABAJO SEGÚN COMUNIDAD AUTÓNOMA, 1996 (Accidentes en jornada de trabajo con baja por cada 1.000 trabajadores y accidentes mortales por cada 100.000) Incidencia Total 100 90 Incidencia Mortales 25 Media = 68,4 80 Media = 12 20 70 60 15 50 40 10 30 20 5 0 Andalucía Aragón Asturias Baleares Canarias Cantabria Castilla-La Mancha Castilla y León Cataluña C. Valenciana Extremadura Galicia Madrid Murcia Navarra País Vasco Rioja (La) 0 Andalucía Aragón Asturias Baleares Canarias Cantabria Castilla-La Mancha Castilla y León Cataluña C. Valenciana Extremadura Galicia Madrid Murcia Navarra País Vasco Rioja (La) 10 Fuente: MTAS, Estadística de accidentes de trabajo, 1996. Extremadura, Madrid y Galicia eran las que presentaban menores índices de incidencia. En accidentes mortales, sin embargo, Asturias, Cantabria, Galicia, Aragón y Castilla y León mostraban la mayor incidencia (gráfico II-29). Entre otros factores, en la situación territorial influye de manera importante la mayor concentración en determinadas Comunidades de actividades de mayor siniestralidad, donde se deben concentrar también más esfuerzos en prevención: Asturias destaca por la presencia de actividades de “Extracción y aglomeración de carbón”, Galicia por la “Pesca y acuicultura” y Murcia y Valencia cuentan con importante volumen de ocupados en “Industria de alimentos, bebidas y tabaco”, rama cuyo índice de incidencia casi dobla la media. Desde la Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo de 1993 no se ha vuelto a realizar un muestreo estadístico sobre la influencia de determinados factores, la temporalidad, trabajo a tiempo parcial, nocturno, en fines de semana, etc., en la prevención de los ¿Cómo influyen las condiciones de trabajo? 445 MEMORIA 1997 riesgos en el trabajo y en las tendencias de la siniestralidad. Sin embargo, ya en aquel año se ponían de manifiesto algunos datos inquietantes como la asociación entre modificación tecnológica y aumento de la siniestralidad, con el tipo de contratación en la industria y con los ritmos elevados de trabajo en los servicios78. La contratación de calidad, necesaria pero no suficiente Trabajo y salud: conocer para prevenir En 1996, la Estadística de accidentes de trabajo seguía confirmando que el índice de incidencia de accidentes de trabajo es aproximadamente el doble en los trabajadores con contrato temporal que en los trabajadores con contrato indefinido. Además, de año en año se incrementan los accidentes que se producen entre trabajadores con menos de un año de antigüedad en la empresa, que sufren prácticamente la mitad del total de accidentes (47 por 100). Por edades, el grupo de mayor incidencia es el de trabajadores de 16 a 19 años (101 accidentes por cada 1.000 asalariados). Una cuarta parte de los accidentes se producía en empresas de 6 a 25 trabajadores. El Programa Plurianual de Empleo del Reino de España considera que la tendencia y los incentivos al aumento de la contratación indefinida incidirán positivamente en una disminución de los accidentes laborales. Aunque no se ha podido apreciar todavía, es evidente que, en materia de Salud Laboral, la mejora de las condiciones en la contratación es un factor que puede surtir sus efectos. Pero debe acompañarse, en todo caso, de la plena consolidación y cumplimiento del modelo preventivo implantado por la LPRL. En cuanto a las enfermedades profesionales, un año más no cabe sino señalar los escasos avances en el conocimiento real de los efectos de las condiciones del trabajo en la salud de los trabajadores. Como los accidentes de trabajo suelen concitar gran parte de la atención en materia de salud laboral, es necesario fomentar los estudios sobre la morbilidad en el trabajo, en colaboración con las instituciones sanitarias, que contribuyan a conocer la realidad y a mejorar la salud y el medio ambiente del lugar de trabajo, más allá de la actual conceptualización de las enfermedades profesionales, excesivamente ligada a sus efectos indemnizatorios y de reconocimiento de prestaciones. No en vano, el Reglamento de los Servicios de Prevención aprobado en 1997, parece avanzar en esta dirección 78 Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (MTAS), Encuesta Nacional de condiciones de trabajo 1993. En la Memoria del CES correspondiente a 1995 se realizaba un comentario sobre sus principales resultados (págs. 323 y siguientes). 446 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO al prever la colaboración de estas entidades con el Sistema Nacional de Salud en varias áreas, en concreto las relativas con el diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de enfermedades relacionadas con el trabajo, planificación sanitaria de salud pública en las Áreas de Salud, así como en la provisión de un Sistema de Información Sanitaria en Salud Laboral por las autoridades sanitarias, en colaboración con las Comunidades Autónomas. ANEXO II-3 SITUACIÓN DE LA TRANSPOSICIÓN DE NORMATIVA COMUNITARIA SOBRE SEGURIDAD Y SALUD EN EL TRABAJO A PARTIR DE LA LPRL Y LA DIRECTIVA MARCO Título de la Directiva Instrumento y estado de la transposición Directiva Marco 89/391/CEE, sobre Aplicación de medidas para promover la mejora de la seguridad y de la salud de los trabajadores en el trabajo. Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales Real Decreto 39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención. Directiva 91/383/CE, sobre Trabajadores Atípicos. Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales. Directiva 92/85/CEE, sobre Trabajadoras embarazadas. Aplicación de medidas para promover la mejora de la seguridad y de la salud en el trabajo de la trabajadora embarazada, que haya dado a luz, o en periodo de lactancia. Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales. Directiva 94/33/CE, sobre Protección de Jóvenes en el Trabajo. Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales. Directiva 93/104/CE, relativa a determinados Aspectos de la ordenación del tiempo de trabajo. Estatuto de los Trabajadores modificado por Ley 11/1994. Directiva 89/654/CEE, de Disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo. Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen las Disposiciones mínimas de Seguridad y Salud en los lugares de trabajo. 447 MEMORIA 1997 Título de la Directiva Instrumento y estado de la transposición Directiva 77/576/CEE, de Aproximación de las legislaciones relativas a la señalización de seguridad en el centro de trabajo, modificada por Dva. 79/640/CEE y Dva. 92/58/CEE, sobre Disposiciones mínimas en materia de señalización de seguridad y de salud en el trabajo. Real Decreto 485/1997, de 14 de abril, sobre Disposiciones en materia de señalización de seguridad y salud en el trabajo. Directiva 92/57/CEE, sobre Disposiciones mínimas de seguridad y salud en el trabajo de obras de construcción. Real Decreto 1627/1997, de 24 de octubre, por el que se establecen Disposiciones mínimas de seguridad y salud en las obras de construcción. Directiva 92/104/CEE, sobre Disposiciones mínimas de seguridad y de salud de los trabajadores de las industrias extractivas a cielo abierto o subterráneo. Pendiente. A transponer antes del 3-121994. Directiva 92/91/CEE, sobre Disposiciones mínimas de seguridad y de salud de los trabajadores de industrias extractivas por sondeo. Pendiente. A transponer antes del 3-121994. Directiva 92/29/CEE, sobre Disposiciones mínimas de seguridad y de salud para promover una mejor asistencia médica a bordo de los buques. Pendiente. A transponer antes del 31-121994. Directiva 93/103/CE, sobre Disposiciones mínimas de seguridad en el trabajo a bordo de los buques de pesca. Real Decreto 1216/1997, de 18 de julio, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en el trabajo a bordo de los buques de pesca Directiva 89/655/CEE, sobre Disposiciones mínimas de seguridad y de salud para la utilización por los trabajadores en el trabajo de equipos de trabajo. Real Decreto 1215/1997, de 18 de julio, por el que se establecen las disposiciones mínimas para la utilización por los trabajadores de los equipos de trabajo. Directiva 90/270/CEE, sobre Disposiciones mínimas de seguridad y de salud relativas al trabajo con equipos que incluyen pantallas de visualización. Real Decreto 488/1997, de 14 de abril, sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud relativas al trabajo con equipos que incluyen pantallas de visualización. Directiva 90/394/CEE, sobre Protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes cancerígenos. Real Decreto 665/1997, de 12 de mayo, sobre la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes cancerígenos durante el trabajo. 448 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO Título de la Directiva Instrumento y estado de la transposición Directiva 80/836/EURATOM, sobre Normas básicas relativas a la protección sanitaria de la población y trabajadores contra los peligros que resultan de las radiaciones ionizantes, modificada por Dva. 84/467/EURATOM. Dva. 90/641/EURATOM, sobre Protección operacional de los trabajadores exteriores con riesgo de exposición a radiaciones ionizantes por intervención en zona controlada. Real Decreto 413/1997, de 21 de mayo, sobre protección operacional de los trabajadores externos con riesgo de exposición a radiaciones ionizantes por intervención en zona controlada. Directiva 90/679/CEE, sobre Protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes biológicos, modificada por Dva. 93/88/CEE (DOCE L268 29-10-1993). Real Decreto 664/1997, de 12 de mayo, sobre la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes biológicos durante el trabajo. Directiva 90/269/CEE, sobre Disposiciones mínimas de seguridad y de salud relativas a la manipulación manual de cargas que entrañe riesgos, en particular dorsolumbares, para los trabajadores. Real Decreto 487/1997, de 14 de abril, sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud relativas a la manipulación manual de cargas que entrañe riesgos, en particular dorsolumbares, para los trabajadores. Directiva 94/9/CE, del Parlamento Europeo y del Consejo, sobre Disposiciones mínimas de seguridad y de salud en trabajos en atmósferas explosivas. Real Decreto 400/1996, de 1 de marzo, por el que se dicta las disposiciones de aplicación de la Dva. del Parlto. Europeo y del Consejo 94/9/CE, relativa a los aparatos y sistemas de protección en atmósferas potencialmente explosivas. Directiva 89/656/CEE, sobre Disposiciones mínimas de seguridad y de salud para la utilización por los trabajadores de equipos de protección individual. Real Decreto 773/1997, de 30 de mayo, sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud relativas a la utilización por los trabajadores de equipos de protección individual. Fuente: Elaboración propia a partir de la normativa citada. 449 MEMORIA 1997 8. CONFLICTIVIDAD LABORAL Siguió disminuyendo el número de conflictos colectivos En términos globales, el año 1997 presenta un panorama de disminución de los conflictos colectivos laborales que continúa la tendencia de años anteriores. Ya se trate de conflictos que desembocan en huelgas, o de conflictos planteados ante, y resueltos por, instancias administrativas o judiciales, la conflictividad experimenta un suave descenso con respecto a 1996. El aspecto más interesante lo ofrece la generalización de los órganos y procedimientos de solución autónoma extrajudicial de conflictos laborales en el marco de las Comunidades Autónomas, en unos casos con la puesta en marcha efectiva de estos mecanismos, en otros con la firma de los correspondientes acuerdos y la previsión de una pronta entrada en funcionamiento de los órganos y procedimientos que prevén. Lo anterior, unido al reciente comienzo de actividades del Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA), órgano encargado de la gestión de los procedimientos contemplados en el ASEC, conforma un panorama incipiente, pero extraordinariamente prometedor, de gestión autónoma de la conflictividad derivada de las relaciones laborales, solución autónoma que, es de esperar, se irá afianzando progresivamente y terminará por desplazar de su posición hegemónica a los cauces heterónomos de solución de conflictos. Esta transición implicará sin duda, de imponerse definitivamente en la cultura laboral española, una transformación en las actitudes de los actores de las relaciones laborales que incidirá positivamente en los demás aspectos de aquéllas, propiciando un sistema de relaciones industriales más moderno y autónomo. 8.1. HUELGAS Y CONFLICTOS COLECTIVOS Disminuyó el número de huelgas 450 Con carácter general, el número de huelgas disminuyó en 1997, continuando así con la tendencia a la baja que se observaba en 1996. En todo el año, en efecto, se contabilizaron 670 huelgas, un 17 por 100 menos que en 1996. A lo largo del año se produjo una línea descendente en el número de conflictos, con una importante bajada en el segundo semestre y un repunte en los dos últimos meses. MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO El número de trabajadores participantes registró también un fuerte descenso, más de medio millón, sobre el de 1996. Sin embargo, la proporción de trabajadores participantes respecto de la plantilla total convocada en los distintos centros de trabajo fue ligeramente superior: 37 por 100, frente a un 35 por 100 en 1996. El fuerte descenso en el número de participantes se reflejó en todos los sectores, a excepción de la construcción, la cual experimentó un aumento de 73.500 participantes, confirmando la tendencia al alza que se viene produciendo en dicho sector desde 1995. Por el contrario, destaca la fuerte disminución registrada en el sector servicios, con 531.600 participantes menos respecto de 1996, situándose la cifra de nuevo en niveles próximos a 1994-1995. En cuanto al número de jornadas no trabajadas, dato clave para valorar la magnitud de los conflictos huelguísticos, en 1997 se registró una cifra sólo ligeramente inferior, un 1,5 por 100, a la habida en 1996 (cuadro II-57). La circunstancia de haber disminuido de manera Una cifra similar de jornadas no trabajadas CUADRO II-57 PRINCIPALES INDICADORES DE LAS HUELGAS, 1987-1997 (Número de huelgas, de participantes y de jornadas no trabajadas) Participantes Años (1) 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 Número de huelgas 1.497 1.193 (1.192) 1.047 1.231 1.552 1.296 (1.295) 1.131 .890 .(889) .866 .807 .670 Total (miles) 1.881,2 6.692,2 (1.894,5) 1.382,1 864,0 1.944,5 5.169,6 (1.678,6) 997,2 5.427,7 (452,8) 569,9 1.078,0 577,0 Jornadas no trabajadas Por huelga Total (miles) Por huelga Por participante 1.257 5.610 (1.589) 1.320 .702 1.253 3.989 (1.296) .882 6.099 .(509) .658 1.336 .871 5.025,0 11.641,1 (6.853,4) 3.685,4 2.442,8 4.421,3 6.246,5 (4.055,8) 2.012,7 6.254,7 (1.279,8) 1.442,9 1.552,9 1.529,2 3.356,7 9.757,8 (5.749,5) 3.520,0 1.984,4 2.848,8 4.819,8 (3.131,9) 1.779,6 7.027,8 (1.439,6) 1.666,2 1.924,0 2.282,4 2,7 1,7 (3,6) 2,7 2,8 2,3 1,2 (2,4) 2,0 1,2 (2,8) 2,5 1,4 2,6 (1) Hasta 1990 sin datos del País Vasco. Entre paréntesis, cifras sin considerar las huelgas generales de ámbito estatal. Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Boletín de Estadísticas Laborales, abril 1998. 451 MEMORIA 1997 importante el número de huelgas y de trabajadores participantes, unida al mucho menor descenso en el número de jornadas no trabajadas, parece indicar una mayor duración media de los conflictos en 1997. Por sectores, los resultados en términos de jornadas no trabajadas divergen de los relativos a trabajadores participantes. Así, mientras que en la construcción se mantuvo una cifra prácticamente idéntica (358.000), en el sector servicios, a pesar del descenso en el número de participantes a que se ha hecho referencia, se produjo un sensible aumento de las jornadas no trabajadas (un 12 por 100), lo que puede estar indicando, nuevamente, una mayor duración de los conflictos. Este aumento de las jornadas no trabajadas por huelgas en el sector servicios continúa una evolución creciente que se observa desde 1995. Por último, cabe destacar también el descenso en el sector industrial, que consolida la tendencia a la baja observable en los últimos años. Si se desciende al análisis por ramas de actividad, puede apreciarse que durante 1997 se produjeron importantes reducciones en el número de jornadas no trabajadas en ciertas ramas: textil, extracción de carbón y Administración Pública. Por el contrario, se registraron aumentos significativos en otras, como metalurgia, fabricación de automóviles y transporte terrestre. Se mantuvo prácticamente en los mismos términos, sin embargo, en la construcción. Menos huelgas derivadas de la negociación colectiva Disminuyeron ligeramente las conciliaciones colectivas 452 En cuanto a los motivos que han desencadenado la conflictividad huelguística en 1997, perdió peso la conflictividad derivada de la negociación del convenio colectivo. Así, las huelgas desencadenadas por los procesos negociadores movilizaron a casi 80.000 trabajadores menos, y, en conjunto, representaron 124.200 jornadas no trabajadas menos que en 1996. Con todo, la mayor bajada se produjo en las huelgas agrupadas bajo la rúbrica de “no estrictamente laborales”, como consecuencia de la huelga de los empleados públicos de 1996, con 551.700 trabajadores y 381.000 jornadas no trabajadas menos. Por el contrario, fueron protagonistas otro tipo de causas, ajenas a la negociación de los convenios, implicando a 130.400 trabajadores participantes y 481.400 jornadas no trabajadas más que el año anterior. Los datos sobre conciliaciones colectivas tramitadas ante órganos administrativos muestran un mínimo descenso, 0,2 por 100, en el año transcurrido, hecho significativo por cuanto rompe la tendencia al alza que se venía registrando en los dos últimos años (cuadro II-58). MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO CUADRO II-58 CONCILIACIONES COLECTIVAS TERMINADAS, TRABAJADORES Y EMPRESAS AFECTADOS, POR TIPO DE SOLUCIÓN, 1995-1997 (Número de conciliaciones, trabajadores y empresas) Conceptos 1995 1996 1997 Total Conciliaciones Trabajadores afectados Empresas afectadas 1.704 2.345.700 23.089 1.804 1.985.093 54.554 1.799 2.402.722 27.515 Con avenencia Conciliaciones Trabajadores afectados Empresas afectadas 128 154.962 1.248 152 30.029 760 171 107.050 3.045 Sin avenencia Conciliaciones Trabajadores afectados Empresas afectadas 1.133 1.720.625 20.128 1.229 1.370.498 49.445 1.162 1.958.100 20.763 Intentadas sin efecto Conciliaciones Trabajadores afectados Empresas afectadas 298 362.808 1.485 292 439.326 3.998 298 142.104 2.388 Otras (1) Conciliaciones Trabajadores afectados Empresas afectadas 145 107.405 248 131 125.238 351 168 195.468 1.319 (1) Se han agrupado “las tenidas por no presentadas”, “desistidas” y “otros tipos”. Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Estadística de Mediación, Arbitraje y Conciliación. Por el contrario, el número de trabajadores afectados por aquéllas aumentó ostensiblemente, viéndose implicados 437.629 trabajadores más, esto es, un 22 por 100 de incremento con respecto a 1996. Por otro lado, el descenso en casi la mitad del número de empresas afectadas sugiere que las demandas de conciliaciones colectivas se localizaron en 1997 en empresas de mayores dimensiones. Del total de conciliaciones colectivas habidas en 1997, 232 fueron de ámbito interautonómico, siendo tramitadas, por tanto, por la Dirección General de Trabajo del MTAS. Estas conciliaciones, que representan sólo el 12,8 por 100 del total de las celebradas a lo largo de 1997, afectaron, sin embargo, a 1.648.130 trabajadores, lo cual 453 MEMORIA 1997 representa el 68,5 por 100 del total de afectados por este tipo de conflictos para todo el año. En media, durante 1997 hubo un 33 por 100 más de trabajadores afectados por conciliación celebrada ante la Dirección General de Trabajo del MTAS. Escasa eficacia de las conciliaciones ante órganos administrativos En cuanto al tipo de resoluciones, la tendencia es, en 1997, la misma de años anteriores, esto es, un predominio abrumador, 64,5 por 100 del total, de las conciliaciones intentadas “sin avenencia frente a las intentadas “con avenencia”, un 9,5 por 100. Por ello, a pesar del descenso, casi cuatro puntos, que experimentaron las primeras y del aumento de las segundas, se deben seguir manteniendo las valoraciones hechas en la Memoria de 1996, en el sentido de que la conciliación intentada ante órganos administrativos constituye una vía ciertamente poco eficaz de resolución de los conflictos, predominando su función de trámite preprocesal obligatorio (cuadro II-58). Por sectores, la mayor parte de conciliaciones colectivas se localizaron en el de servicios, seguido, a gran distancia, de la industria, al igual que en años anteriores. Sin embargo, en 1997 se produjo un enorme incremento de este tipo de conflictividad en el primero de los sectores citados, pasando de representar un 59 por 100 del total en 1996, a un 81 por 100 en 1997. Por su parte, la industria cayó desde un 38 por 100 en 1996 a un 17,6 por 100. Los resultados por Comunidades Autónomas no difieren mucho de los de 1996. Así, en 1997 siguió siendo Cataluña la Comunidad con un número mayor de conciliaciones celebradas, 285, seguida de Madrid, con 221, y Andalucía, con 216. Más espectacular resulta la evolución en el número de trabajadores afectados por el conflicto, variable que experimentó un importante incremento en las Comunidades Autónomas que venían encabezando estas cifras con anterioridad. Así, Andalucía, que el año anterior había visto reducirse el número de trabajadores afectados en un tercio, triplicó en 1997 las cifras de 1996, hasta alcanzar los 170.481 trabajadores. Un aumento también muy pronunciado experimentó la Comunidad Valenciana, con 146.687 trabajadores, aumentando también, aunque en menor medida, en Madrid y Cataluña. Por último, también creció este tipo de conflictividad en Murcia y el País Vasco, comunidades que triplicaron y duplicaron, respectivamente, sus cifras de 1996. 454 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO En cuanto a las mediaciones, en 1997 continuó la senda de descenso en la utilización de este instrumento de composición del conflicto, con 126 terminadas frente a las 136 de 1996. También el número de trabajadores fue considerablemente inferior respecto de ese año, afectando a 71.593, frente a los 123.669 de 1996. Disminuyó sensiblemente la eficacia de las mediaciones en relación con el año anterior, alcanzándose acuerdo en un 52 por 100 de ellas, frente al 62 por 100 de 1996. Menor número Por último, en vía judicial se resolvieron 249.421 asuntos, alrededor de 10.000 menos que en 1996. Del total de asuntos resueltos, 1.680 fueron conflictos colectivos, experimentando un fuerte aumento con respecto a 1996 (374 litigios más), tal como ocurriera ese año con respecto a 1995. Menos litigios de mediaciones y menor eficacia de las mismas resueltos en vía judicial Del volumen total de litigios resueltos el año pasado, 83.628 finalizaron con sentencia favorable al trabajador (33,5 por 100), lo que supone, en términos porcentuales, casi un 1 por 100 menos que en 1996. Al mismo tiempo, recayó sentencia desfavorable en 63.515 casos (25,4 por 100), cifra prácticamente idéntica a la de 1996. Por otra parte, se resolvieron mediante conciliación o finalizaron por desistimiento un 8,7 y un 16 por 100, respectivamente, de casos. 8.2. MEDIOS AUTONÓMOS DE SOLUCIÓN DE CONFLICTOS LABORALES En la anterior edición de esta Memoria se daba cuenta de la firma, en enero de 1996, del Acuerdo sobre Solución Extrajudicial de Conflictos Laborales (ASEC), y de su Reglamento de aplicación. Igualmente, a mediados de ese año, se firmaba el Acuerdo Tripartito en materia de solución extrajudicial de conflictos laborales, que, como se sabe, daba entrada a la participación de la Administración en la puesta en marcha efectiva de los órganos y procedimientos previstos en el ASEC, a través de la aportación de los necesarios recursos financieros. Dichos acuerdos preveían la creación de un Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA), de composición paritaria, encargado de la gestión de los procedimientos de composición de conflictos diseñados en el ASEC. Por último, se preveía la constitución del Servicio Interconfederal bajo la forma jurídica de una Fundación, con ámbito estatal y bajo el protectorado del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. 455 MEMORIA 1997 Comienzo efectivo de los procedimientos previstos en el ASEC 56 sectores adheridos, y casi 5.000.000 de trabajadores vinculados Desde la firma del Acuerdo Tripartito hasta el comienzo efectivo de las actividades del SIMA, ha transcurrido algo más de un año y medio, durante el cual se ha procedido a dotar al Servicio de una sede y de los medios humanos y materiales imprescindibles para desarrollar su labor. Finalmente, en febrero de 1998 han comenzado de manera efectiva las actividades del SIMA, tras la firma el 21 de enero de 1998 del Acuerdo de determinación de la aplicación de los procedimientos de mediación y arbitraje establecidos en el ASEC79 y su efectiva entrada en vigor el día 20 de febrero. En el momento inicial de su andadura, el ASEC cuenta, según datos del propio SIMA, con la adhesión de 56 sectores y subsectores, entre los cuales se cuentan los principales: Construcción, Metal, Hostelería, Textil, Transportes, Químicas, Madera, Grandes Almacenes y Artes Gráficas. Junto con ellos hay que mencionar, por el volumen de trabajadores afectados, al más reciente sector de Empresas de Trabajo Temporal. Estos grandes sectores y subsectores se estima que suman más de tres millones y medio de trabajadores. En total, el número de trabajadores afectados por el ASEC se situaba en torno a 4.830.000 en el momento de comienzo de las actividades del SIMA. En cuanto a sectores afectados, pues, hay pocas ausencias significativas, entre las cuales destaca sobre todo la de Banca. Por el contrario, es todavía muy poco significativa la lista de empresas expresamente adheridas80. Los convenios colectivos y los acuerdos sobre materias concretas, principales vías de adhesión al ASEC para los sectores y subsectores, presentan diferencias en cuanto a los órganos y procedimientos en torno a los cuales articulan la solución autónoma de la conflictividad laboral. Así, aunque lo usual es la adhesión, sin más, al ASEC, sin contemplar especialidad alguna, bastantes convenios y acuerdos prevén instancias y/o procedimientos específicos de mediación y arbitraje, en algunos casos muy detallados. No obstante, lo anterior no representa problema alguno desde el momento en que el propio ASEC contiene una regla de articulación entre él y los órganos y procedimientos eventualmente regulados por la autonomía colectiva, regla por la que se respetan los cometidos de tales órganos específicos de mediación y arbitraje, quedando éstos integrados en el SIMA (art. 5.2). 79 80 456 BOE, 9 febrero 1998. Puede verse, el Anexo II-8-1, la relación de sectores y empresas adheridas. MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO 8.2.1. Procedimientos autónomos de solución de conflictos laborales en las Comunidades Autónomas La firma del ASEC fue seguida de las de otros acuerdos de creación de sistemas de solución extrajudicial y extraadministrativa de conflictos laborales en el ámbito de algunas Comunidades Autónomas, sistemas que, en buena medida, se configuran siguiendo las soluciones del Acuerdo de ámbito estatal. De esta manera, comunidades como Aragón, Baleares, Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Navarra, Andalucía y Murcia, vieron la firma de acuerdos de esta naturaleza a lo largo de 1996, o la sustitución del antiguo acuerdo por uno nuevo, como en el caso de Valencia (marzo de 1997). La más tardía de estas incorporaciones se ha dado en Extremadura, con la firma del Acuerdo en marzo de 1998. Así, sumadas las anteriores Comunidades Autónomas a las que habían sido pioneras en este terreno, País Vasco, Cataluña y Galicia, en un primer bloque, y, posteriormente, Madrid, Canarias y La Rioja, son ya dieciséis las comunidades que cuentan con órganos y procedimientos de este tipo, con la sola excepción del Principado de Asturias. Generalización Por otro lado, la andadura de los sistemas de solución extrajudicial de conflictos de Comunidad Autónoma más recientemente creados es, en la mayoría de los casos, muy corta aún. Incluso hay cinco Comunidades Autónomas en las cuales el sistema todavía no ha entrado en funcionamiento: Aragón, Castilla y León, Andalucía, Murcia y Extremadura. En los restantes casos, el inicio efectivo de las actividades tuvo lugar a lo largo de 1997 (Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, La Rioja y Valencia), con dos excepciones en las que el comienzo de actividades tuvo lugar a finales de 1996 (Madrid y Navarra). Corta de los procedimientos autónomos de solución de conflictos en las Comunidades Autónomas experiencia aún de los sistemas de ámbito de Comunidad Autónoma Aunque no es éste el lugar para analizar con detalle los contenidos de esos acuerdos, sí parece oportuno, dada la generalización de los mismos en el ámbito de las Comunidades Autónomas, hacer referencia a algunos contenidos de carácter general, tales como la creación o no de órganos específicos, el ámbito territorial de aplicación de dichos acuerdos, el tipo de conflictos que asumen, y los procedimientos que regulan. En relación con la primera cuestión, todos ellos contemplan la creación de un órgano específico, tribunal laboral, servicio regional 457 MEMORIA 1997 de conciliación, mediación y arbitraje, etc., de composición paritaria, encargado de la gestión de los procedimientos. El Acuerdo Gallego (AGA) y el Acuerdo Vasco (PRECO-II), por su parte, se dirigían a los respectivos Consejos de Relaciones Laborales de esas comunidades, solicitando de éstos la instauración de los correspondientes servicios. La cuestión del ámbito territorial de los diferentes acuerdos es un asunto de cierta complejidad, derivada de la coexistencia de un sistema de ámbito estatal con sistemas de ámbito autonómico. Tal coexistencia puede suscitar problemas de delimitación de los respectivos ámbitos de aplicación en determinados tipos de conflictos. En concreto, en los conflictos jurídicos derivados de la interpretación o aplicación de los convenios colectivos de ámbito supracomunitario, ya sean convenios supraempresariales o convenios de empresa con centros de trabajo en distintas Comunidades Autónomas, por un lado, y, por otro lado, los conflictos jurídicos de interpretación o aplicación de decisiones o prácticas de empresa cuando los efectos de dicha decisión o práctica trascienden asimismo, el territorio de una Comunidad Autónoma. Esta cuestión se planteó ya en el seno del Consejo Económico y Social con ocasión de la elaboración del Informe sobre procedimientos autónomos de solución de conflictos laborales81, en el cual se optó por definir algunos criterios de delimitación competencial en relación con los principales tipos de conflictos. El Informe del CES venía a entender que basar la competencia de los órganos y procedimientos de ámbito autonómico en el criterio del ámbito del conflicto planteado no representaba siempre la solución más deseable, y no desde luego en los supuestos antes citados, por el riesgo que podría entrañar de ruptura de la unidad de los convenios colectivos o de la unidad de la gestión empresarial. El balance que cabe hacer de los sistemas autonómicos de solución extrajudicial de conflictos en relación con esta cuestión es que, en términos generales, han sido escasamente sensibles a la misma desde el momento en que, o bien se desentienden de la cuestión, omitiendo una delimitación suficiente de su ámbito territorial (País 81 458 Informe del CES 2/1994. MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO Vasco, Baleares, La Rioja, Andalucía), o bien priman el criterio del ámbito del conflicto, declarando su aplicabilidad a los que se susciten en su territorio con independencia del ámbito del convenio, o de la decisión o práctica de empresa objeto de la controversia (Cataluña, Galicia, Aragón, Madrid, Canarias, Castilla-La Mancha, Extremadura). Más aún, algunos de entre ellos sientan una regla de sumisión expresa de las partes del conflicto al sistema autonómico de que se trate, declarando su aplicabilidad en virtud de dicha sumisión voluntaria, aun cuando los efectos de dicho conflicto superen las fronteras de la Comunidad Autónoma en cuestión (Cantabria, Castilla y León). Resulta excepcional, a este respecto, el Acuerdo de solución extrajudicial de conflictos laborales en Murcia, el cual delimita su ámbito de aplicación en función del ámbito de la norma objeto del conflicto, en el caso de los conflictos supraempresariales. Así, los procedimientos en él previstos serán de aplicación a los conflictos de “sector o subsector de actividad regulado por convenio colectivo de ámbito comarcal, local o regional”. Sin embargo, para los conflictos de ámbito empresarial emplea el criterio del ámbito del conflicto. Un caso parecido es el del Acuerdo de solución de conflictos laborales de la Comunidad Valenciana, que, en su versión de 1993, llevaba a cabo una impecable delimitación de su ámbito territorial de aplicación en atención al ámbito del convenio o de la decisión o práctica empresarial controvertidos, mientras que el nuevo Acuerdo, de marzo de 1997, resulta más ambiguo, al mantener ese mismo criterio para los conflictos derivados de la interpretación o aplicación de convenios supraempresariales, e introducir el del ámbito del conflicto para los derivados de convenios, o decisiones o prácticas, de empresa. En cuanto al abanico de conflictos a los que extienden su competencia, los sistemas autonómicos siguen dos modelos. Así, por un lado, el modelo configurado, podría decirse, por el AGA, dirigido a la resolución de conflictos colectivos exclusivamente, dejando al margen los conflictos individuales, si bien algunos de los sistemas que acogen esta opción contienen compromisos de las partes firmantes del correspondiente acuerdo de estudiar la futura extensión del sistema a la resolución de conflictos individuales, variante 459 MEMORIA 1997 esta última prefigurada por el sistema vasco. Por otro lado, el modelo que prefiguró en su día el Tribunal Laboral de Cataluña, abierto tanto a conflictos colectivos como individuales, si bien dejando fuera importantes excepciones en relación con estos últimos. Al primer tipo, sólo conflictos colectivos, pertenecen, además de las ya citadas, Madrid, Valencia, Cantabria, Andalucía, Castilla y León y Castilla-La Mancha. Al segundo tipo, conflictos colectivos e individuales, se adscriben Aragón, Baleares, Canarias, La Rioja y Navarra. Por otro lado, todos los sistemas se extienden tanto a conflictos jurídicos (de interpretación o aplicación de normas estatales, convenios colectivos y decisiones o prácticas de empresa) como a conflictos de intereses o de regulación. En relación a los procedimientos regulados para tramitar la solución de los conflictos, hay pocas diferencias entre los distintos sistemas. A grandes rasgos, cabría distinguir, por una parte, los acuerdos anteriores a la firma del ASEC, los cuales suelen regular un procedimiento de conciliación-mediación, sin separar ambas figuras, y un procedimiento de arbitraje. Por otra parte, están los sistemas creados con posterioridad a la firma de aquél, y que se diseñan sobre la planta del mismo. Estos sistemas contemplan un procedimiento de mediación y un procedimiento arbitral, configurando normalmente a la mediación como obligatoria cuando la solicita una de las partes del conflicto, y, en todo caso, como requisito preprocesal obligatorio y como instancia preceptiva previa a la huelga. Una última característica que cabría reseñar es que los sistemas autonómicos dejan a salvo las funciones de las comisiones paritarias reguladas en los convenios en relación con la conflictividad derivada de la interpretación y aplicación de los mismos, estableciendo la intervención previa y preceptiva de aquéllas a la utilización por las partes de los órganos y procedimientos de los acuerdos autonómicos. Por otro lado, los acuerdos diseñados sobre la planta del ASEC, además de lo anterior, contemplan la integración de los órganos y procedimientos específicos de solución autónoma de conflictos que puedan eventualmente recogerse en los convenios colectivos dentro de los órganos paritarios de conciliación, mediación y arbitraje previstos en los propios acuerdos autonómicos. 460 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO 8.2.2. Primeros resultados de los sistemas autonómicos Procede, a continuación, exponer las cifras sobre conflictividad resuelta en 1997, pareciendo oportuno circunscribir la exposición a aquellos sistemas autonómicos que han actuado durante todo el año. Las tres Comunidades Autónomas que fueron pioneras en la creación de sistemas de solución autónoma de conflictos laborales están en plena fase de expansión de dichos sistemas, registrándose en todos ellos un importante crecimiento en 1997 en el número de conflictos gestionados. Sistemas de ámbito de Comunidad Autónoma gestionaron más conflictos Así, el Tribunal Laboral de Cataluña (TLC) tramitó a lo largo del año 361 procedimientos, esto es, 63 más que el año anterior, aunque el número de empresas y trabajadores afectados fue bastante inferior. Del total de procedimientos, 335 corresponden a conciliaciones y 26 a arbitrajes. El grado de eficacia de las conciliaciones, al igual que en años anteriores, continuó siendo bastante alto (un 56,8 por 100 finalizaron con avenencia), lo que contrasta con los pobres resultados de la conciliación seguida ante órganos administrativos. En total, el TLC resolvió 315 conciliaciones colectivas, acumulando 775 empresas y 49.272 trabajadores afectados. Algo más de la mitad de dichas conciliaciones terminaron con avenencia, afectando a 267 empresas y 24.622 trabajadores. Por otro lado, del total de conciliaciones colectivas, 54 correspondieron a huelgas, alcanzándose avenencia y la correspondiente finalización del conflicto en veinte casos. En segundo lugar, los conflictos suscitados en el marco del Acuerdo Vasco, PRECO-II, fueron 88, casi los mismos que en 1996 (85), si bien el número de trabajadores afectados fue de 63.349, frente a los 47.658 del año anterior. De los tres procedimientos contemplados en dicho acuerdo, el mayor número correspondió, como en anteriores años, a las mediaciones (un 66 por 100 del total), de las cuales finalizaron con acuerdo el 53,4 por 100, con 11.381 trabajadores afectados. En el marco del AGA, por su parte, se tramitaron 16 expedientes, el doble que el año anterior, afectando a 9.246 empresas (3.176 461 MEMORIA 1997 más que en 1996), y a 22.980 trabajadores, algo más del doble que en 1996. El Instituto Laboral de la Comunidad de Madrid intentó 21 procedimientos, de 22 que le fueron solicitados. De ellos, 19 correspondieron a mediaciones y 2 a arbitrajes. Ambos tipos de procedimientos afectaron a 13.172 empresas y 61.200 trabajadores. También en esta comunidad se aprecia un alto grado de eficacia de los procedimientos, habiéndose alcanzado avenencia en 9 de las 19 mediaciones intentadas. Por último, el Tribunal de solución de conflictos laborales de Navarra registró 524 expedientes de conciliación, con un 50 por 100 de avenencias, y 136 convenios arbitrales. No obstante, del total de conflictos gestionados por este órgano solamente 27 casos correspondieron a conflictos colectivos. 462 MERCADO DE TRABAJO, RELACIONES LABORALES Y POLÍTICAS DE EMPLEO ANEXO II-4 SECTORES Y EMPRESAS ADHERIDOS AL ASEC (*) A)Sectores • Agrios: manipulado y envasado para el comercio y exportación de agrios (30.000). • Ambulancias: transporte de enfermos y accidentados en ambulancia (1.546). • Arroz: industrias elaboradoras (1.875). • Artes Gráficas (119.700). • Autoescuelas (25.000). • Bingo (empresas organizadoras del juego del bingo) (16.600). • Calzado (artesano y ortopédico, a medida, y talleres de reparación y conservación de calzado usado (1.684). • Calzado: industrias del calzado (42.000). • Cemento: derivados del cemento (35.000). • Combustibles sólidos (carbón) (comercio). • Comercio (600.000). • Comercio al por mayor de productos químicos, droguería y perfumería (15.000). • Comercio de droguerías, herboristerías, ortopedias y perfumerías (detalle) (15.000). • Conservas vegetales (32.302). • Construcción y Obras Públicas (850.000). • Corcho (2.700). • Curtidos, correas y curtición de pieles para peletería (7.688). • Elaboración de pizzas y productos cocinados para su venta a domicilio (Hostelería) (5.200). • Empresas de Trabajo Temporal (250.000). • Enseñanza: centros de asistencia y educación infantil (48.328). • Enseñanza: centros de educación universitaria e investigación (2.251). • Enseñanza: enseñanza reglada sin ningún nivel concertado o subvencionado (36.812). • Enseñanza: peluquería y estética, de enseñanzas musicales, y artes aplicadas y oficios artísticos (4.500). • Entidades de financiación, arrendamiento financiero (Leasing) y de factoring (3.000). • Entrega domiciliaria (3.000). • Estaciones de servicio (27.512). • Farmacia: comercio y distribución de especialidades y productos farmacéuticos al mayor (9.036). • Flores y plantas (comercio) (10.000). • Fotografía: industria fotográfica (7.000). • Frío industrial (7.278). • Grandes almacenes (comercio) (200.000). • Granjas avícolas y otros animales (7.560). • Hostelería (400.000). • Limpiezas públicas (22.000). • Madera (256.000). • Marroquinería, cueros repujados y similares (1.300). • Metal (Industria siderometalúrgica) (600.000). • Metalgráfica y fabricación de envases metálicos (5.088). * Entre paréntesis, número de trabajadores. Fuente: SIMA. Marzo, 1998. 463 MEMORIA 1997 • Minusválidos: centros de asistencia, atención, diagnóstico y rehabilitación de minusválidos (2.500). • Oficinas y despachos: empresas consultoras de planificación, organización de empresas y contabilidad (30.000). • Papel y Artes Gráficas (comercio) (22.800). • Papel: pastas, papel y cartón (17.500). • Peluquerías, institutos de belleza, gimnasios y similares (30.000). • Perfumería y afines (17.700). • Piensos (alimentos compuestos para animales) (12.000). • Químicas (170.713). • Residencias de la Tercera Edad (70.000). • Salinera (Industria) (500). • Sastrería, modistería, camisería y demás actividades afines a la medida (50.000). • Seguros, reaseguros y mutuas de accidentes de trabajo (59.123). • Tejas, ladrillo y piezas especiales de arcilla cocida (13.000). • Teléfonos: mantenimiento de cabinas, soportes y teléfonos de uso público (814). • Textil y confección (267.250). • Transporte de mercancías por carretera (300.000). • Transporte, servicios anexos y puertos (autotaxi) (4.500). • Vidrio y cerámica y extractivas, incluido el comercio al por mayor (52.115). B) Empresas • Compañía Logística de Hidrocarburos, CLH, S. A. (379). • Diario El País, S. A. (805). • Mercadona, S. A. (12.000). • Repsol Butano, S. A. (1271). • Repsol Comercial de productos petrolíferos (729). • Repsol Derivados, S. A. (36). • Repsol Petróleo, S. A. (3283). • Repsol Química, S. A. (1.157). • Simago (3.600). • Sociedad Anónima El Águila (1.138). • Tabacalera, S. A. (7.348). • Vidrieras Españolas, S. A. (VICASA) (1.226). 464 CAPÍTULO III CALIDAD DE VIDA Y PROTECCIÓN SOCIAL 1. INTRODUCCIÓN Otro año más, la Memoria del Consejo se ocupa en este capítulo de los aspectos más significativos de la calidad de vida y la protección social. Además de los temas generales objeto de análisis —educación, sanidad, vivienda, consumo, medio ambiente y protección social— se ha incorporado un apartado dedicado a los retos de la nueva sociedad de la información. En la misma línea de incluir información útil para calibrar la situación española en estas materias, se han añadido al final de los apartados unos cuadros con los indicadores más representativos en comparación con los de otros países del entorno. A lo largo del año 1997, el sistema educativo español ha experimentado cambios que pueden tener claras repercusiones en el futuro. La Unión Europea continúa planteando la necesidad de adaptar el sistema educativo a la nueva sociedad de la información para que sea el motor del cambio. Sobre todo, su función debe ser el fortalecer las economías de la Unión Europea mediante un capital humano europeo mejor formado, crear un espacio social y cultural europeo y la consecución de una cierta convergencia de resultados educativos en línea con la convergencia económica. En España, se ha continuado la implantación de las reformas introducidas por la LOGSE, con la puesta en marcha del primer curso de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). Asimismo, los resultados de la evaluación de las nuevas enseñanzas primarias, Reformas y debates en materia educativa 467 MEMORIA 1997 la ampliación del supuesto de elección de centros educativos, la reducción de los precios máximos de descuento de los libros de texto, el debate acerca de la reforma de las enseñanzas de humanidades y del cambio del sistema de acceso a la universidad (la selectividad), han sido actividades que han caracterizado el año. Junto con ellas, se ha dado una elevada participación social en la petición de ampliación de recursos presupuestarios. Los resultados de la enseñanza en España son alentadores, pero aún queda un largo camino por recorrer. Según la evaluación educativa de las nuevas enseñanzas, los conocimientos de los alumnos de 14 años son aceptables, pero no demasiado satisfactorios, y los de los alumnos de 16 años mejoran ligeramente. El profesorado hace una valoración global y positiva sobre la intención de la reforma propiciada por la LOGSE, si bien se encuentra ante dificultades prácticas en su puesta en marcha, como el elevado número de alumnos asignado al profesor. En comparaciones internacionales, el nivel educativo de la población está aún por debajo de la media, pero este nivel se concentra en las edades más avanzadas y la brecha generacional se va cerrando poco a poco. En titulaciones superiores, la OCDE señala que en España la proporción de graduados en carreras científicas es insuficiente para la competitividad económica y el empleo en los campos de alta tecnología. También se da una baja proporción de alumnos extranjeros en España y viceversa frente a otros países. El papel de la selectividad La reforma de la selectividad ha sido una de las propuestas realizadas en el Senado. Esta prueba se considera necesaria para permitir la homologación de los conocimientos adquiridos en la enseñanza secundaria, evaluar la madurez del alumno y ubicar a los alumnos en función de sus habilidades y vocación. No obstante, como paso previo es necesario reforzar la orientación ofrecida a los alumnos de educación secundaria sobre los distintos tipos de estudios y opciones disponibles al finalizar este nivel, para que parte del alumnado deje de considerar la universidad como la única alternativa válida. Los resultados que el desarrollo del proceso educativo está teniendo en el mercado de trabajo, también apuntan a la mayor posibilidad de empleo a medida que asciende el nivel educativo, pero perviven unas características similares a otros años: la coloca- 468 CALIDAD DE VIDA Y PROTECCIÓN SOCIAL ción en niveles inferiores al nivel de estudios (el subempleo), el largo periodo de tiempo que tardan los jóvenes en encontrar empleo y la situación desigual de las mujeres. Además, atendiendo a la ocupación de los niveles destinados a la inserción laboral, se podría señalar que la formación profesional no acaba de ofrecer mayores posibilidades de inserción, mientras que la universidad sí lo hace. Durante 1997 el avance de la reforma sanitaria ha intentado discurrir en el marco de la acción política de los grupos parlamentarios, donde se quiso alcanzar un consenso, finalmente frustrado, sobre las bases de una reforma integral del sistema. Pese a la falta de consenso, la iniciativa se plasmó en un Informe de la Subcomisión para avanzar en la consolidación del Sistema Nacional de Salud (SNS), con el estudio de las medidas necesarias para garantizar un marco financiero estable y modernizar el sistema sanitario, manteniendo los principios de universalidad y equidad en el acceso. Sin esperar a los resultados de dicha iniciativa, en este año, el sistema sanitario ha continuado reformas coincidentes en buena parte con las líneas maestras del Informe y consecuentes con anteriores cambios parciales comentados en Memorias precedentes, como la apertura a las nuevas formas de gestión hospitalaria y el mercado de genéricos, sin olvidar la profundización en el desarrollo del modelo de SNS configurado a partir de 1986. Pasado el año 1997, todavía no se ha desarrollado plenamente el modelo auspiciado con la creación del SNS a través de la Ley General de Sanidad en 1986: dentro del conjunto del SNS, siete Comunidades Autónomas gestionan sus propios servicios de salud (el 61 por 100 del gasto sanitario público), mientras que las diez restantes constituyen todavía el ámbito gestionado por el INSALUD no transferido. Este último, por su parte, ha acometido en 1997 un Plan Estratégico para el próximo cuatrienio que, partiendo del análisis de los problemas que caracterizan al sistema, redefine su estructura organizativa. Entretanto, una de las primeras dificultades para evaluar la situación actual y que afecta sobre todo a los Servicios de Salud de las Comunidades Autónomas con competencias ya transferidas, es la falta de información homogénea, periódica y actualizada sobre indicadores sanitarios y de gestión que permita ofrecer una visión sobre el conjunto del SNS. Reparando en este aspecto, el Acuerdo de la Subcomisión parlamentaria prevé la creación de sistemas de información integrados a partir de criterios homogéneos para la recogida de datos. En espera del nuevo modelo sanitario 469 MEMORIA 1997 El marco financiero del sistema sanitario se ha intentado apuntalar con la renovación del modelo de financiación de los servicios de Sanidad para el periodo 1998-2001, mientras que la Ley de consolidación y racionalización del sistema público de Seguridad Social establece el horizonte del año 2000 para que las prestaciones sanitarias se financien exclusivamente con cargo a los Presupuestos Generales del Estado. Por otro lado, el crecimiento de una de las partidas con la que se suele relacionar buena parte del gasto público sanitario, la del medicamento, se ha intentado atajar desde varios frentes continuando la línea iniciada el pasado año y comentada en la anterior Memoria. En este sentido, 1997 ha sido testigo de numerosas controversias sobre las posibles soluciones a este problema. El Acuerdo del Consejo de Política Fiscal y Financiera de 27 de noviembre de 1997, sobre financiación de los servicios de sanidad en el periodo 1998-2001, señaló dos medidas de ahorro por esta vía en el Sistema Nacional de Salud: el desarrollo de una política activa de genéricos y la restricción de financiación pública para los medicamentos de escaso valor terapéutico. Mientras la última de estas dos propuestas se ha materializado ya entrado el año 1998, habiendo tenido el CES ocasión de pronunciarse sobre ella en su Dictamen 4/1998, se sigue echando en falta una política más activa en favor de los medicamentos genéricos. Mejora la accesibilidad a la vivienda El mercado de viviendas ha experimentado una reactivación a lo largo del año 1997 en la mayoría de sus indicadores, lo que parece reflejar la mejora de la situación económica general del país. El precio de la vivienda ha experimentado un ligero aumento, entre un 1,6 por 100 y un 3,4 por 100, según la fuente utilizada así como el tipo de vivienda analizado, que se ha visto compensado con una reducción de los tipos de interés hipotecarios. La accesibilidad a la vivienda —indicador que representa la proporción de la cuota mensual a pagar por un comprador para un préstamo medio con un salario medio, con desgravaciones fiscales incluidas— ha descendido de 32,2 por 100 a 27,4 por 100 en 1997. Así, junto con la mejora del empleo y el aumento de la renta disponible se ha producido una revitalización del sector, dando lugar a un mayor ritmo en la promoción y la compra de viviendas. Además, también mejora la calidad de las nuevas viviendas, que cuentan con más dotaciones urbanísticas en su entorno y con buenos equipamientos. En cambio, el alquiler de viviendas continúa estancado, a pesar de todas las medidas tomadas a lo largo de los últimos años para 470 CALIDAD DE VIDA Y PROTECCIÓN SOCIAL revitalizar este mercado. La LAU de 1995, la creación de Fondos de Inversión Inmobiliaria y la desgravación fiscal por alquiler de vivienda no han conseguido aumentar la proporción de hogares que residen en régimen de alquiler, que incluso ha descendido al 13,8 por 100 frente al 15 por 100 de 1993. La política de vivienda también está conociendo un periodo de cambios. El marco jurídico del suelo se ha visto inmerso en un proceso de revisión a lo largo de 1997, fruto en parte de la situación creada por la Sentencia 61/1997, de 20 de marzo, del Tribunal Constitucional, que declaró inconstitucional la mayor parte del Texto Refundido de la Ley sobre Régimen del Suelo y Ordenación Urbana, así como de los esfuerzos por liberalizar el sector del suelo. La aprobación de un nuevo régimen jurídico del suelo en abril de 1998 ha dado respuesta a esta situación. El tratamiento fiscal a la vivienda apunta, asimismo, futuras modificaciones de indudable alcance. En los países de la Unión Europea se encuentra un régimen fiscal variado y de difícil comparación, siendo el subsidio mediante la deducción de pagos por intereses uno de los mecanismos más comunes, aunque existen otros, como el apoyo al ahorro, ayudas a la compra o personales. En España, en el año 1997, casi el 20 por 100 del gasto fiscal se destinó a la vivienda, con casi 200.000 millones a intereses hipotecarios y deducciones de la cuota del IRPF. Dentro del Plan de Vivienda 1996-1999, se han realizado 125.000 actuaciones destinadas a viviendas y 20.000 a suelo. Este Plan se ha modificado para facilitar el primer acceso, así como para potenciar el alquiler de viviendas de régimen especial, y a finales de año se ha planteado la necesidad de reformar el marco de apoyo al acceso a la vivienda, ya sea con un nuevo marco de viviendas de protección oficial o con la reforma del marco de la imposición indirecta. A la altura de 1997 las políticas de protección al consumidor en España se encuentran en una situación de tránsito determinante para su futuro, con la perspectiva del recién aprobado Plan de Protección al Consumidor para el periodo 1998-2001. En una primera aproximación, cabe considerar como fructífera la evolución de estas políticas, sobre todo por lo que se refiere a la elaboración Las políticas de protección al consumidor en transición 471 MEMORIA 1997 del marco teórico, institucional y normativo de la protección al consumidor, cuyas bases se pueden considerar ya sentadas. No obstante, queda mucho camino por andar, según la percepción de los consumidores: en la última Encuesta del CIS sobre defensa del consumidor, el 67 por 100 de los entrevistados creía que los consumidores españoles no están protegidos frente a los posibles fraudes y abusos existentes en el mercado, si bien el 54 por 100 admitía que el grado de protección era mayor que diez años atrás. Sin embargo, en todas las áreas en las que deberán centrar su actuación los poderes públicos (control del mercado, normativa, fomento del asociacionismo, acceso a la justicia, información, formación y educación, cooperación institucional e integración en otras políticas) siguen existiendo carencias preocupantes desde el punto de vista de la protección del consumidor que es obligado señalar en esta Memoria. A finales del año 1997 y principios de 1998, ha tenido especial resonancia pública el caso del fraude en los contadores de gasolina a través de su manipulación por parte de una empresa distribuidora de carburantes en todo el territorio nacional. Estos hechos han representado todo un compendio de los efectos de la falta de coordinación o colaboración a todos los niveles, en definitiva, de los fallos del control del mercado en materia de consumo que conviene subsanar cuanto antes. A pesar de la quizá mayor difusión que ha caracterizado a estos sucesos con respecto a otros fraudes seguramente tan cotidianos como éste, este tipo de acontecimientos debería propiciar una revisión de los medios técnicos y humanos que realizan la labor de control del mercado, así como una reflexión sobre las vías de colaboración de las asociaciones con las administraciones públicas. Por último, cabe recordar el importante papel que compete a las Administraciones Públicas en el ámbito de la información, la formación y la educación de un consumidor responsable y exigente, a fin de que éste pueda ejercer con pleno conocimiento de causa su derecho a elegir. Este derecho se manifiesta en un entorno cada vez más permeable a los retos a que se enfrenta la sociedad de consumo de fin de siglo y a los que deben dar respuesta a corto plazo las políticas de protección al consumidor: nuevas tecnologías, liberalización de servicios públicos y asunción de la necesidad de caminar hacia un consumo sostenible. 472 CALIDAD DE VIDA Y PROTECCIÓN SOCIAL En materia de medio ambiente, el acontecimiento internacional más destacable en 1997 ha sido la celebración en diciembre de la Cumbre del Clima en Kyoto (Japón). Los trabajos preparatorios para la Cumbre han centrado buena parte de las actividades realizadas tanto en la Unión Europea como en España. El Protocolo aprobado establece unos compromisos de reducción en las emisiones de gases de efecto invernadero del 5,2 por 100 en el periodo 20082012, en relación con su nivel de reducción del 8 por 100 en dicho periodo. España, para hacer frente a los compromisos adquiridos por la Unión Europea, ha constituido el Consejo Nacional del Clima. Se constituye el Consejo Nacional del Clima En el ámbito estatal se han destacado algunos aspectos de actualidad durante 1997. Entre ellos se señala la aprobación, en octubre, del Real Decreto 1994/1997 que regula la deducción por inversiones destinadas a la protección del medio ambiente. Asimismo, para el cumplimiento de la normativa medio ambiental comunitaria, en 1997 se han incorporado al derecho interno español cuatro Directivas, cuyo plazo de trasposición había vencido (Residuos Peligrosos, Liberación y utilización conjunta de Organismos Genéticamente Modificados, Envases y Residuos de Envases e Incineración de Residuos Peligrosos). Están pendientes de trasposición total o parcial otras cuatro cuyos plazos también han vencido (de Pilas y Acumuladores, en 1992; Residuos, Nitratos y Aves Silvestres, en 1993). Se ha continuado asimismo con la necesidad de avanzar en la elaboración y aprobación del Plan Hidrológico Nacional. También se hace una referencia a la necesidad de incentivar las energías renovables (en particular, como consecuencia de los acuerdos suscritos en la Cumbre de Kyoto), así como la conveniencia de impulsar las acciones dirigidas al mantenimiento de la biodiversidad y protección de espacios naturales. Necesidad de incentivar las energías renovables Finalmente, la intensa actividad legislativa en materia de residuos ha aconsejado dedicar un epígrafe a este tema. La aprobación de la Ley 11/97, de 24 de abril, sobre Envases y Residuos de Envases, así como la de dos Reales Decretos correspondientes a Residuos Tóxicos y Peligrosos (RTP) y a incineración de RTP y residuos municipales, han sentado en España las primeras bases de 473 MEMORIA 1997 una política de residuos, que se ha venido a completar con la recientemente aprobada Ley Básica de Residuos (Ley 10/1998, de 21 de abril). En lo que respeta a este ámbito, se puede destacar que las Administraciones Públicas españolas tienen que realizar un esfuerzo adicional en la modernización de los vertederos de residuos y que las dos leyes mencionadas (la de Envases y Residuos de Envases y la Básica de Residuos) constituyen los dos pilares sobre los que pivotarán en los próximos años la producción y gestión de los residuos urbanos e industriales, sin perjuicio de que se puedan aprobar normas específicas para algunos de ellos. La indudable evolución del Estado del Bienestar, que en todos los países se está desarrollando y para cuya conservación parece compartirse el criterio de que requiere una política social avanzada hasta los límites de lo que sea económicamente posible, justifica la continuidad en el análisis de la protección social en España. Como se sabe, los gastos de ésta en relación con el PIB se sitúan cinco puntos por debajo de la media de la Unión Europea. Avance en la racionalización de la Seguridad Social Una cuestión sobresaliente es, sin duda, el avance en la consolidación y racionalización de la Seguridad Social, en particular la adaptación de la estructura de sus recursos a los criterios de separación y clarificación de las fuentes de financiación. Hasta la fecha, las prestaciones contributivas están cubiertas con las cotizaciones sociales, por lo que el sistema genera excedentes para la constitución de reservas. Por su lado, las aportaciones del Estado financian parcialmente las prestaciones no contributivas pero con porcentajes crecientes año a año, estando presupuestado alcanzar en 1998 el 79 por 100. Objeto especial de estudio son las pensiones contributivas, cuyos gastos superan los 7 billones de pesetas y equivalen al 89 por 100 de las prestaciones contributivas y al 58 por 100 del total de gastos de la Seguridad Social, con la característica añadida de presentar una firme tendencia creciente desde principios de la década de los noventa. Además, su alcance se pone de manifiesto al existir actualmente 2 cotizantes por pensión cuando en 1980 esta relación era de 2,5. 474 CALIDAD DE VIDA Y PROTECCIÓN SOCIAL En la problemática de la pervivencia del sistema de pensiones, el año 1997 ha traído importantes modificaciones. Destacan las medidas relativas a la pensión más significativa —la jubilación—, entre ellas la ampliación a 15 años del periodo de determinación de la base reguladora y la nueva proporcionalidad de los años de cotización acreditados. También las pensiones de incapacidad permanente, de viudedad y de orfandad presentan novedades. Y otra cuestión de alcance es la garantía definitiva del mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones mediante la revalorización al comienzo de cada año en función del IPC previsto, con la actualización que corresponda en caso de desviación respecto al IPC real; no obstante, no se aplicó en 1997 la absorción a los pensionistas de una ganancia de tres décimas por una interpretación flexible de la gradualidad de la Ley. Modificaciones en las pensiones Novedad específica de este capítulo respecto a años anteriores es el apartado dedicado a las actuaciones de la Administración en la lucha contra el fraude en la Seguridad Social. Es evidente la intensificación de las medidas para conseguir el control de los recursos y el aumento de la recaudación, habiendo tratado de perfeccionarse los mecanismos de recaudación y pago de las deudas tanto desde el sector privado como del público. También, en la línea de las recomendaciones del Pacto de Toledo, la política se ha centrado en evitar el fraude en el acceso y permanencia en las prestaciones, básicamente en las de incapacidad temporal e incapacidad permanente. Se han ido estableciendo así unas actuaciones añadidas, importantes algunas, pero que no parecen responder a un plan de conjunto. Parece llegado el momento de recapitular sobre el rendimiento y la utilidad de las medidas hasta ahora adoptadas para mejorar la gestión y evitar las causas del fraude. Otra novedad en la Memoria de este año es el apartado destinado a la situación y perspectiva de los sistemas complementarios de pensiones. Una de las recomendaciones del Pacto de Toledo es la de abordar la ordenación de la previsión social complementaria, potenciándola como elemento de consolidación de la protección social configurada en la Constitución. Se trata de fortalecer las modalidades de previsión, tanto individuales como colectivas, pero siempre complementarias y no sustitutivas ni debilitadoras de las pensiones públicas. Especial atención se presta a la opción de planes de pensiones como el instrumento más utilizado para la exte- Los sistemas complementarios de pensiones 475 MEMORIA 1997 riorización de los compromisos adquiridos por las empresas. La dispersión y complejidad en la ordenación legal de los sistemas complementarios, y la falta del desarrollo reglamentario, provoca una situación de insuficiencia que limita profundamente tanto la posibilidad de exteriorizar los compromisos por pensiones como la aparición de nuevos sistemas. Se concluye pues con la necesidad de continuar con el perfeccionamiento de los sistemas complementarios de la Seguridad Social. El apartado dedicado a la protección social acaba con la consideración de los servicios sociales con una doble perspectiva: la que estructura el sistema público y la que corresponde a la participación de la sociedad civil en la prestación de tales servicios. Consolidación del sistema público de Servicios Sociales La sociedad civil se conciencia 476 Respecto a la primera se ha entrado en las competencias de las distintas Administraciones Públicas, tratando seguidamente de la configuración del conjunto de prestaciones y servicios dirigidos a toda la población en dos niveles de atención; un nivel de atención primaria, cuya gestión depende en la mayoría de los casos de la Administración Local, y un segundo nivel de atención constituido por los servicios sociales especializados cuyo ámbito de actuación se sitúa en los planos comarcal, regional, o incluso nacional. Especial hincapié se hace en la consolidación del sistema público de servicios sociales, significando la importancia de avanzar en la coordinación necesaria y en la cooperación voluntaria de todas las políticas sociales entre el Estado, las Comunidades Autónomas y las Corporaciones Locales. Asimismo, se ha experimentado en los últimos años, la creciente concienciación de la sociedad civil de atender situaciones de necesidad, que ha implicado el crecimiento y diversificación de las entidades privadas no lucrativas que prestan servicios sociales. Asociaciones, Fundaciones, Cooperativas, Mutualidades y Sociedades Laborales, son las figuras jurídicas que adoptan estas entidades, aunque la novedad legislativa para el año 1997 se encuentra en la aprobación de la Ley del Voluntariado. La creciente responsabilidad social ha llevado a que los ciudadanos desempeñen un papel cada vez más importante en el diseño y ejecución de las políticas públicas sociales, especialmente la erradicación de las situaciones de marginación de ciertos colectivos. Pero además del trabajo voluntario, estas entidades son generadoras de empleo y también, CALIDAD DE VIDA Y PROTECCIÓN SOCIAL en el caso de cooperativas y sociedades laborales, juegan un importante papel en la integración sociolaboral de colectivos desfavorecidos. Finalmente, como novedad de este año se incluye un apartado dedicado a la sociedad de la información. Su nacimiento y la paulatina sustitución de la civilización industrial que ha vertebrado las economías de los países avanzados, está obligando a las Administraciones y a los agentes sociales a analizar las perspectivas y consecuencias de esta nueva fórmula, que se fundamenta en el cambio tecnológico permanente y en su asimilación e integración en los procesos económicos. Por ello, se debe hacer una breve mención a cómo se está concretando la sociedad de la información en España, con el análisis de las políticas que están haciendo las distintas Administraciones y tejidos empresariales. Los retos de la nueva sociedad de la información Por otro lado, la creciente importancia de las teleaplicaciones obliga a hacer una referencia a lo que significan como elementos transformadores de los distintos procesos empresariales, sociales o administrativos en las que cabe insertarlas. Cuáles son las tendencias que marcan el acercamiento a la Sociedad de la Información, cómo se está produciendo la evolución regulatoria española y las distintas trasposiciones de la normativa comunitaria y cuáles son las teleaplicaciones y proyectos más notables emprendidos, son cuestiones a analizar. Por una parte, en España el panorama regulatorio viene definido por el desarrollo de una política de licencias, que ha consistido en poner en marcha un segundo operador (Retevisión) al que se han incorporado activos que no estaban pensados inicialmente para dar servicios de telecomunicaciones y que son susceptibles de utilización en este ámbito, como es el caso, fundamentalmente, aunque no exclusivamente, de las redes de las compañías eléctricas y de RENFE, y en su momento también de Correos y Telégrafos. Además, la política de liberalización seguida en España es la política de tarifas que es, probablemente, la parte más polémica de cualquier política de liberalización de telecomunicaciones. También, el proceso de apertura regulatoria hay que verlo en un proceso de creciente equipamiento de infraestructuras y desarrollo de servicios que ha permitido que España haya pasado de contar con menos de 477 MEMORIA 1997 15 millones de líneas telefónicas (14,6) a finales de 1994, hasta alcanzar más de 16 millones de líneas al inicio de 1998. Por último, no se puede ignorar la importancia naciente de las teleaplicaciones en temas como la educación, interconectividad de los centros universitarios y de I+D, telecomunicaciones para Pymes, redes para la asistencia sanitaria, y un largo etcétera de sectores que se podrían citar aquí. Al carecerse de iniciativas globales, la sociedad española precisaría abordar el tema de la aparición de la Sociedad de la Información con un informe multidisciplinar, que bien pudiera ser objeto de un Informe de Iniciativa Propia del Consejo. Esta introducción resalta el interés del Consejo por abordar los distintos aspectos expresivos de la calidad de vida de la población, no con la intención de abarcarlos todos, sino más modestamente, según se indicó al principio, con el objetivo de conservar un “común denominador” para todos los años, de forma que permita una continuidad en el análisis, y la inclusión de nuevas perspectivas y temas que complementen el estudio y que por sus propias características no requieran su consideración anual. 2. EDUCACIÓN La educación, en constante proceso de reforma para adaptarse a las cambiantes realidades sociales y económicas, ha continuado la misma senda en 1997. A lo largo del año, tanto en su marco europeo como en España, se han producido modificaciones ideológicas y prácticas que están contribuyendo a cambiar la estructura del sistema en su adaptación a la nueva sociedad de la información. La continuación de las reformas introducidas por la LOGSE, con la puesta en marcha del primer curso de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y los resultados de la evaluación de las nuevas enseñanzas primarias, la ampliación del supuesto de elección de centros educativos, la reducción de los precios máximos de descuento de los libros de texto, el debate acerca de la reforma de las enseñanzas de humanidades y del cambio del sistema de acceso a la universidad (la selectividad), han sido actividades que han caracterizado el año. Junto con ellas, se ha dado una elevada participa478 CALIDAD DE VIDA Y PROTECCIÓN SOCIAL ción social en cuanto al debate referente al futuro de la educación, especialmente en la petición de ampliación de recursos presupuestarios. Los resultados que está teniendo en el mercado de trabajo apuntan a la mejor posibilidad de empleo a medida que asciende el nivel educativo, pero perviven unas características similares a otros años: la colocación en niveles inferiores al nivel de estudios (el subempleo), el largo periodo de tiempo que tardan los jóvenes en encontrar empleo y la situación desigual de las mujeres. 2.1. EDUCACIÓN Y LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN La educación se presenta como el gran marco de acción para enfrentarse a la sociedad del futuro, a la sociedad de la información. Su función está en estos últimos años, sufriendo una transformación para convertirse en una de las principales bases para el desarrollo de las personas dentro de la sociedad. En ella, los conocimientos y el acceso a la información son ejes básicos de participación, y por ello, desde todas las instancias se está intentando potenciar la continua reforma y mejora de los sistemas educativos. Además, para evitar la creciente exclusión social que se puede derivar de la capacidad de acceso a la información y de participación en la sociedad del conocimiento, la educación debe actuar como mecanismo integrador e igualador de oportunidades para todos los ciudadanos. En el marco de la Unión Europea, desde 1995, con la aprobación del Libro Blanco sobre la educación y la formación, se han realizado diversas actividades de las cuales se ha dado cuenta en anteriores ediciones de esta Memoria. La Unión Europea está potenciando la educación por tres razones principales: una, para fortalecer las economías de la Unión Europea, su competitividad y mejorar la situación del empleo mediante un capital humano europeo mejor formado; otra, para la creación de un espacio social y cultural europeo; la última, para la consecución de una cierta convergencia de resultados educativos en línea con la convergencia económica y los recientes esfuerzos en materia de empleo. El año 1997 se sitúa en medio del Plan de acción para una iniciativa europea de educación, 1996-1998. Además, en este año se han publicado los resultados del Grupo de Estudio sobre Educación Hacia la educación del siglo XXI 479 MEMORIA 1997 y Formación establecido por la Comisión en 19951. Según el mismo, es necesario enfrentarse a los retos que trae la entrada del siglo XXI, y para ello se proponen los siguientes cambios en los respectivos sistemas: 1. Utilizar y explotar las oportunidades que brinda la sociedad de la información. Se han identificado potenciales cambios que tendrán claros efectos sobre los procesos educativos y los participantes: la transición de un conocimiento objetivo a uno construido, la transición de una sociedad industrial a una sociedad de conocimiento, el cambio de la misión educativa de instrucción a la provisión de métodos para la enseñanza personalizada, el crecimiento del papel de la tecnología en el proceso de comunicación y adquisición de conocimientos, y el cambio de instituciones formales de educación hacia estructuras aún por determinar. Orientar la educación hacia la ocupación 2. Orientar los sistemas educativos y formativos hacia las ocupaciones demandadas, el análisis de la velocidad de cambios en las ocupaciones, fomentar las competencias transversales e interculturales y potenciar la calidad y la innovación. Para este desarrollo sería necesario mejorar las relaciones entre la educación general y la profesional, para que esta última sea la continuación de las competencias básicas adquiridas en la educación general, así como la participación del sector empresarial en la formación profesional, el estímulo de la cultura formativa en la empresa y la coordinación entre el sector empresarial y el sector educativo, ofreciendo asimismo, oportunidades de experiencia profesional a estudiantes. La movilidad se facilitará con sistemas de acreditación donde se incluya la definición de competencias y perfiles ocupacionales. 3. Mantener la cohesión social en Europa. El sistema educativo debe ser un mecanismo para igualar oportunidades y trabajar en aras a la prevención de la pobreza y la exclusión social. Se debe garantizar que todos los jóvenes europeos finalicen la enseñanza obligatoria con unos conocimientos y cualificaciones básicas. Cuando los resultados sean insuficientes, debería 1 Comisión Europea: Accomplishing Europe through education and training. Study group on education and training. 1997. 480 CALIDAD DE VIDA Y PROTECCIÓN SOCIAL flexibilizarse el sistema para realizar enseñanzas especializadas o incorporar medidas específicas para alumnos con necesidades especiales. Asimismo, la educación preescolar se debe generalizar y se debe ofrecer apoyo a los jóvenes para ayudarles en su proyecto profesional. 4. La construcción de la ciudadanía europea a través de la educación y la formación. Los valores comunes a los que habría que acogerse son los derechos humanos, las libertades fundamentales, la democracia, la paz, el respeto, la solidaridad, la igualdad de oportunidades, el mantenimiento del ecosistema y la responsabilidad personal. Para facilitar la enseñanza de estos valores, se deberían mejorar los conocimientos de idiomas y de culturas europeas, modernizar los currículos de historia y geografía, especialmente enfocados al proceso de desarme, apoyar gobiernos democráticos en los centros educativos, invertir en la formación del personal educativo y facilitar su movilidad por Europa. La ciudadanía europea Finalmente, para facilitar la adaptación de los sistemas educativos a las nuevas necesidades del mundo del conocimiento, el Informe apunta varias pautas generales que se podrían seguir. Entre ellas se identifica la importancia de orientar los sistemas educativos y formativos hacia los usuarios, la mejora de su productividad y eficacia y de la percepción de la función de los profesores y gestores educativos, la introducción de procesos de evaluación y una mayor apertura a la cooperación con otras organizaciones. También a finales de año se aprobó una Comunicación que presentaba las orientaciones de las futuras actuaciones comunitarias en el ámbito de la educación, la formación y la juventud para el periodo 2000-20062. Gira en torno a las políticas destinadas a la sociedad del conocimiento, incluyendo la potenciación de las políticas de innovación, investigación, educación y formación como ejes fundamentales de las políticas de la Unión y otras medidas dirigidas a la construcción de la Europa del conocimiento. 2 Comunicación de la Comisión al Consejo, al Parlamento Europeo, al Comité Económico y Social y al Comité de las Regiones: Por una Europa del Conocimiento. COM (97) 563 final de 12 de noviembre de 1997. 481 MEMORIA 1997 2.2. REFORMAS EDUCATIVAS Con todo ello se llega al profundo proceso de reforma que está atravesando el sistema educativo español y que no ha estado exento de debate. En este año, los partícipes del sistema se han movilizado para expresar sus opiniones acerca de las reformas propuestas por el Ministerio de Educación y Cultura. El debate y las dificultades de una planificación coordinada de lo que debiera ser la política educativa, dio lugar en septiembre a la firma de una Declaración conjunta en favor de la educación3 que contó con el apoyo de una gran parte de organizaciones, públicas y privadas, de asociaciones de padres, alumnos, profesores, centros educativos, sindicatos y organizaciones representativas del sector educativo. Esta declaración, que reclamaba la educación como asunto de máxima prioridad política, y consideraba imperativo no someterla a los vaivenes de la coyuntura política y económica, se convirtió sobre todo en un apoyo a las líneas básicas de la reforma educativa introducida por la LOGSE, para asegurar la continuidad en su aplicación y el apoyo financiero necesario para ello. Reto: el 6 por 100 del PIB a educación Con respecto a la estructura del sistema educativo, apuntaba la necesidad de incluir la participación de las Comunidades Autónomas y las organizaciones sociales y sindicales en la definición de la red de centros, favoreciendo