Informes de Maya Archaeology EldescubrimientodePlande Ayutla, México Luis AlbertoMartosLópez H ace treinta años, mayas lacandones de Lacanha’ informaron al arqueólogo Peter Schmidt de la existencia de una gran ciudad en ruinas en la selva cercana a la cooperativa agrícola de Plan de Ayutla, de reciente creación, a unos 35 km. al noroeste de Bonampak (Figura 2). Schmidt convenció a los lacandones de que lo guiaran al sitio. Tras una larga caminata por veredas serpeantes y lodosas, llegó finalmente al lugar que anda buscando. Ya en el sitio, pudo constatar la existencia de dos grandes acrópolis, que se alzaban sobre colinas naturales que habían sido terraceadas y desarrolladas por los antiguos mayas. Schmidt (1976) escribió un breve informe, en el que describe las características del sitio que más le llamaron la atención: su gran extensión y la calidad y monumentalidad de su arquitectura. Schmidt sugirió a los miembros de la comunidad de Plan de Ayutla que llamaran al sitio Toyol Na, que en tzeltal significa “Casa en las Alturas,” y persuadió a miembros de la comunidad a informar oficialmente de la existencia del sitio al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Ese primer reporte, aunque breve, continúa siendo un documento valioso. Además de ser la primera descripción oficial de Plan de Ayutla, el informe de Schmidt incluía fotografía que documentaban detalles estructurales que, en aquel entonces, se hallaban en mejor estado de conservación que en la actualidad. A pesar del entusiasmo que se expresa en el informe preparado por Schmidt, el documento permaneció archivado durante 28 años. Plan de Ayutla fue olvidado y abandonado a la depredación de los saqueadores. No fue sino hasta febrero de 1994 que el arqueólogo Alejandro Tovalín, director del Proyecto Bonampak, llevó a cabo otra visita oficial a Plan de Ayutla, a raíz de la cual preparó un informe en el que manifestaba la urgente necesidad de intervenir los edificios, pues muchos se hallaban próximos al colapso (Ferrer Aguilar, 2002; Tovalín Ahumada y Maya Archaeology 2 Figura 1. Estructuras 1 y 2 de la Acrópolis Norte de Plan de Ayutla (fotografía de Charles Golden). Ortiz Villarreal, 2003). Este informe, como el de Schmidt, fue ignorado, para nuestra desgracia colectiva. En octubre de 2001, miembros de la comunidad de Plan de Ayutla solicitaron al Centro INAH de Chiapas que se enviara a un arqueólogo para evaluar los trabajos hechos en el sitio. Miembros de la comunidad habían cortado vegetación y retirado escombros de la Acrópolis Norte, con el fin de atraer turistas. Una vez más se envió a Tovalín, esta vez acompañado por el arqueólogo Arnoldo González, director del Proyecto Palenque. Ambos produjeron un nuevo informe, con base en su visita, dando una descripción detallada de las Acrópolis Norte y Poniente, además de sugerir la puesta en práctica de un programa de consolidación de emergencia (Tovalín Ahumada y Ortiz Villarreal, 2003). En octubre de 2002, Laura Pescador, entonces director del centro INAH de Chiapas, me invitó a iniciar un proyecto en Plan de Ayutla, por lo que llevé a cabo una breve visita al sitio en noviembre de ese mismo año. Un año más tarde, en noviembre de 2003, dio inicio la primera temporada de campo de reconocimiento y consolidación. Posteriores temporadas de campo marcaron el inicio del mapeo topográfico y de diversas excavaciones, al tiempo que continuaron los trabajos de reconocimiento, recorrido y de consolidación de edificios (Martos López, 2005). Como resultado de estas labores, actualmente tenemos una visión más amplia de lo que existe en este gran asentamiento, que alguna vez tuvo una población considerable. El entorno Plan de Ayutla se ubica a 3.5 km. de la moderna comunidad tzeltal del mismo nombre, en la municipalidad de Ocosingo, en el corazón de lo que alguna vez fue la selva lacandona. A la región se le conoce como Sierra de Jalapa y se ubica muy cerca de la Reserva de la Biosfera de Montes Azules. Geográfica y 2012 3 Traducción de “The Discovery of Plan de Ayutla, Mexico,” publicado en Maya Archaeology 1, editado por Charles Golden, Stephen Houston y Joel Skidmore, págs. 60-75; Precolumbia Mesoweb Press, San Francisco. Esta traducción: www.mesoweb.com/es/articulos/Martos2012.pdf. Santa Elena Pomona Palenque Chinikiha Chancala Alvaro Obregon San Ped ro La Florida Piedras Negras La Mar El Cayo Pajaral La Pasadita Anaite II Tecolote El Chicozapote Tonina Anaite I Yaxchilan Retalteco Plan de Ayutla Us um ac in t a Nuevo Jalisco Lacanha Dos Caobas Bonampak El Chorro Itzan Ja Figura 3. Vista hacia el sureste, a través de la Plaza Muku’l en la Acrópolis Oriente, con la Estructura 51 en su base (foto de Jorge Pérez de Lara). te ta Altar de Sacrificios Laguna Miramar El Palma Lacantun 0 10 20 30km M aya Ayrchaeology 4 sites. Figure 2. Map ofmostrando the Usumacinta area, showing Plan de Ayutla and nearby Figura 2. Mapa del área del Usumacinta, la ubicación de Plan de Ayutla otros sitios cercanos. culturalmente, el sitio se encuentra en el corazón de la región del Alto Usumacinta, zona de gran diversidad ambiental que, durante el período Clásico (250-900), fue el escenario en el que se desarrollaron centros dinásticos muy influyentes. La región también fue testigo de guerras endémicas y de alianzas de conveniencia política, por medio de las cuales las diversas dinastías buscaron alcanzar una hegemonía política y económica sobre sus vecinos (Demarest, 1992; Martin y Grube, 1995, 2000). Plan de Ayutla está localizada estratégicamente para facilitar el control de la región. Se encuentra en el centro de la zona de influencia de centros políticos primarios, como Yaxchilán y Piedras Negras, y muy cerca de sitios más pequeños, como Bonampak, Lacanha’, La Mar y Nuevo Jalisco. Como resultado de ello, Plan de Ayutla debió haber jugado un papel muy activo en la historia regional y en las pugnas por alcanzar la hegemonía y el control 5 Luis Alberto Martos López político de rutas comerciales que ligaban al valle de Ocosingo y la región periférica a Palenque (Aliphat Fernández ,1994, 1996; Anaya Hernández, 1999, 2001; Anaya Hernández et al., 2003). El sitio Plan de Ayutla cubre un poco más de 25 hectáreas y está compuesto por 74 estructuras, distribuidas sobre tres colinas naturales que fueron convertidas en acrópolis (la Norte, la Oriente y la Poniente), y tres plazas principales (la Poniente, la Central y la Oriente) subdivididas en siete plazas menores (Ajk’ol, Yolil, Alan, Beja, Tut, Muku’l, y Tonná). Las plazas están bordeadas por numerosos montículos, algunos de ellos muy grandes, aunque sin arquitectura expuesta. Sin embargo, las acrópolis presentan edificios bien conservados. Y aunque éstos manifiestan una gran afinidad con los estilos arquitectónicos de la región, también tienen elementos que imparten una fuerte personalidad propia al sitio. NORTH ACROPOLIS 36a 55 Las plazas 35 36 EL MIRADOR 36b 5 PLAZA AJK’OL B-1 6 12 1 15 10 B 7 19 2 B-2 11 8 13 14 16 9 3 18 E-2 17 4 D-1 D-2 37 20 D 52 PLAZA YOLIL 21 38 b 26 30 33 34 C-2 C-3 51 39 b d 24 C-1 a c 23 PLAZA TONNA’ D-3 C PLAZA MUKU’L a 22 25 29 F-1 E-3 54 53 32 E-1 E f 27 31 28 PLAZA ALAN e 42 WEST ACROPOLIS 59 56 58 57 EAST ACROPOLIS 40 41 43 49 44 PLAZA BEJA’ PLAZA TUT 48 50 47 46 45 0 20 40 60 m 0 4 8 12m 0 STR.6 8 16 16m STR.5 STR. 25 STR.12 STR.10 STR.15 STR.1 STR.29 STR.7 STR. 26 C B STR.2 STR.32 STR. 30 STR.4 STR.11 A STR.13 STR.8 STR.16 STR.9 STR. 27 STR. 33 STR. 31 STR.3 STR.17 STR. 28 STR.34 STR.4 Figura 4. Mapa del sitio: (parte inferior, izquierda y derecha) detalles de la Acrópolis Poniente y de la Acrópolis Norte (cortesía del Proyecto Plan de Ayutla). Maya Archaeology 6 La Plaza Ajk’ol (que quiere decir “Plaza Superior,” en tzeltal, idioma de la comunidad local) se halla entre la Acrópolis Norte y la Poniente y constituye el extremo noroccidental del centro ceremonial. Consiste en una plaza hundida, cerrada por todos sus lados por seis estructuras, que mide 135 m de largo y 80 m de ancho en su extremo norte y 47 m en su extremo sur. La Plaza Yolil (“Plaza Central”) parece ser una extensión de la Plaza Ajk’ol. La separación entre ellas está marcada por un pequeño edificio rectangular y dos escalones que corren a lo largo de un eje noreste-suroeste. La Plaza Yolil, delimitada por la Acrópolis Norte y la Poniente, mide 75 m de largo, 50 m de ancho en su extremo norte y 90 m en su extremo sur. Alrededor de la plaza se encuentran siete estructuras, cinco de las cuales se desplantan por encima del nivel de la plaza sobre la primera terraza de la Acrópolis Poniente. La más notable es la Estructura 18, una extensa plataforma de 48 m de largo que pudo haber funcionado como vía procesional o muro de la ciudad. Recientes excavaciones en la Plaza Ajk’ol y en la Plaza Yolil han revelado la presencia de grandes capas de arcilla. Parece ser que, en un período anterior, el terreno estuvo inundado o bien estuvo cruzado por barrancas, cuyo simbolismo pudo haber influido en la ubicación del sitio de Plan de Ayutla: tres montañas en mitad del agua, lo que evocaba un paisaje mítico relacionado con el momento de la creación (Freidel et al., 1993:65-67, 139, 144-146; Taube 1998:433-444) La Estructura 39, una cancha para el juego de pelota, limita la Plaza Yolil al sureste, como lo hace la Plaza Alan al noroeste (Figura 15). La cancha para el juego de pelota consiste en seis estructuras que definen un patio cerrado de enormes proporciones, de 65 m de largo y una anchura de 14 m en el centro y 20 m en los extremos, orientado en un ángulo de 48 grados. El complejo entero, incluyendo las construcciones y el corredor para el juego, cubre un área de 85 x 40 metros, haciendo de esta la mayor cancha para el juego de pelota de la región del Alto Usumacinta. Excavaciones exploratorias revelaron la presencia de anchos muros inclinados que, al igual que el corredor para el juego, están cubiertos de piedras planas, siguiendo un patrón muy similar al de la cancha de pelota de Toniná (Figura 16). En vez de los tradicionales marcadores de cancha para el juego de pelota, el centro del corredor de juego muestra un altar columnar sin tallar, similar a los hallados en templos de Bonampak, Lacanhá y la misma Plan de Ayutla (Figuras 7, 18-19). Este “marcador” es, en realidad, una columna grande, de 1.1 m de largo por 52 cm de diámetro, anclada en una cista circular, hecha de lajas de piedra de tal manera que sobresalen sólo 45 cm de su longitud total por encima del nivel del piso del corredor de juego. En el fondo de la cista se halló una ofrenda que consistía en una orejera circular 7 Luis Alberto Martos López de jade, una cuenta tubular del mismo material, y un diente fosilizado de tiburón (probablemente de Carcharodon megalodon) (Figura 17). El corredor para jugar de la cancha ocupa el centro del sitio, enclavado en mitad de las tres acrópolis y las plazas. Es posible que el altar columnar/marcador para el juego de pelota hubiera fungido como punto central y eje de la disposición de todo el sitio y quizás se le considerara como un axis mundi (Eliade, 1959; Wheatley, 1971). De hecho, el tamaño y la forma de la cancha, así como la presencia del altar columnar, subrayan la importancia que este complejo debió tener para los señores de la antigua ciudad. La Plaza Alan (“Plaza Baja”) se halla en el borde suroriental del sitio. Comprende siete estructuras, y la cancha para el juego de pelota la delimita en su parte norponiente. Puede decirse que la Plaza Alan constituye una extensión de la Plaza Muku’l, dado que se abre en esa dirección. La Plaza Alan mide 90 m de largo, 80 m de ancho en el lado que colinda con la cancha para el juego de pelota y 60 m en su otro extremo. Ubicada al sureste de la Plaza Alan, la Plaza Tut (“Plaza Pequeña”) cubre un área de 50 x 20 metros. Similar a un patio cerrado, esta plaza está definida por tres estructuras bajas y bien pudo haber fungido como área de preparación para subir a la Acrópolis Oriente. En el borde de la plaza que colinda con la Acrópolis Oriente, se halló un entierro asociado con materiales del período Clásico terminal. La Plaza Beja (“Plaza del Arroyo”) toma su nombre de la barranca que la atraviesa. Cubre un área de 80 por 40 m y está definida por cuatro edificios que se extienden al suroeste de la Plaza Tut, uno de los cuales parece haber sido una estructura residencial. La Plaza Muku’l (“Gran Plaza”) es la más grande de Plan de Ayutla, colocada de manera prominente entre la Acrópolis Norte y la Acrópolis Oriente (Figura 3). Mide 90 por 80 m y está definida por cuatro estructuras, con la cancha para el juego de pelota delimitando su lado surponiente. La plaza tiene una extensión nororiental de 130 m por 120 m, que forma la Plaza Tonna’ (“Plaza de las Casas de Piedra”), en la que hay cuatro complejos residenciales. La plaza está delimitada al norte por una colina natural, en cuya cima hay una plataforma coronada por una estructura llamada “El Mirador” por su vista irrestricta de las plazas a sus pies. Acrópolis Norte La Acrópolis Norte se eleva por encima de colinas naturales que fueron niveladas y terraceadas. El complejo mide 180 m de diámetro y alcanza una altura de 45 m. La terraza superior cubre una superficie de 4,000 m2, sobre la cual se ubica un complejo residencial tipo palacio, que consta al menos de 19 estructuras, con numerosas habitaciones, espacios cerrados, pasajes, escaleras y patios (Figuras 5-6). El énfasis se hace en el lado norte, en donde una sucesión de habitaciones dispuestas en cuatro niveles de terrazas recuerda la Acrópolis de Piedras Negras. Las Estructuras 1, 2 y 3 son los edificios más prominentes de la Acrópolis Norte y forman un complejo triádico que se levanta por encima de su borde sur (Figura 1). Se trata de edificios rectangulares grandes, con galerías abovedadas dobles. En tanto que la galería anterior es muy angosta y posiblemente haya fungido meramente como corredor, la galería posterior se divide en una galería central y dos laterales (Figura 7). Considerando las fachadas con tres entradas, cornisas volantes, frisos en planos inclinados y decoraciones con mascarones de estuco, el estilo recuerda a Palenque, sitio con el que Plan de Ayutla acusa varias afinidades. Trabajos recientes dieron como resultado la recuperación de grandes cantidades de fragmentos de estuco decorativo de los frisos, incluyendo la representación de un dios jaguar. Se hallaron dos cuartos adicionales entre las Estructuras 2 y 3, ambos cubiertos de escombro, patrón que enfatiza lo que parece ser la creciente complejidad de la acrópolis a lo largo del tiempo. La Estructura 13 es uno de los edificios más notables de la Acrópolis Norte. Ubicada en el borde oriental del complejo y de una planta más o menos cuadrangular, mide nueve metros de Figura 5. Escenas de la Acrópolis Norte de Plan de Ayutla (fotografías de Jorge Pérez de Lara). Maya Archaeology 8 Figura 6. El complejo palaciego de la Acrópolis Norte consiste en una gran multitud de cámaras interconectadas, dispuestas en cuatro distintos niveles (fotografías de Jorge Pérez de Lara). largo por nueve metros de ancho y tiene 11.5 metros de altura. Los espacios interiores del edificio están definidos, en gran medida, por dos galerías paralelas, ligadas por una estrecha puerta en el extremo oriental. Lo que distingue estas cámaras de otras en Plan de Ayutla y, de hecho, lo que las hace notables entre todos los ejemplos de arquitectura maya, son sus bóvedas, con una inusitada altura de ocho metros (Figura 8). Dentro de la cámara anterior, Peter Schmidt halló un altar columnar que debió haber estado en el centro del espacio, pero que posteriormente fue movido por miembros de la comunidad. Otro aspecto notable de estas cámaras es que sus muros estuvieron pintados de negro, pigmento inusual para el interior de espacios entre los mayas del período Clásico. El enorme friso inclinado de la fachada externa de la 9 Luis Alberto Martos López Estructura 13 está decorado con molduras escalonadas de delantal, que dan al edificio su apariencia singular (Figuras 9–10). En el curso del trabajo de campo, se descubrió que el edificio tenía dos cámaras abovedadas adicionales sobre las cámaras inferiores. La primera de éstas, hacia el frente de la estructura, tiene 2.83 m de largo, .75 m de ancho y 2.1 m de alto. El espacio tras este mide 3.5 m de largo, .9 m de ancho y 2.7 m de alto. La única forma para acceder a estas cámaras superiores es por medio de una escalera interior, que discurre a lo largo del muro medianero de las dos grandes bóvedas en las cámaras inferiores. La presencia de estas galerías imparte una nueva calidad al edificio, creando algo parecido a una torre, aunque no puede descartarse la posibilidad de que las bóvedas superiores constituyeran una solución arquitectónica al reto de edificar una Figure 9. Structure 13 of the North Acropolis (photo by Patricia Carrillo). Figura 7. La estrecha galería anterior de la Estructura 2 de la Acrópolis Norte, con restos de un altar columnar roto hacia la mitad de la fotografía (fotografía de Jorge Pérez de Lara). Figura 8. Bóveda de ocho metros de alto en la Estructura 13 de la Acrópolis Norte (fotografía de Jorge Pérez de Lara). Maya Archaeology 10 Figura 9. La Estructura 13 de la Acrópolis Norte (foto de Patricia Carrillo). 11 Luis Alberto Martos López construcción más alta, pero menos masiva, con el fin de evitar que se colapsara. El trabajo de campo llevado a cabo en 2009 reveló que la cámara posterior de la parte superior de la estructura tiene un complicado sistema de orificios y canales, lo que quizás permitía llevar a cabo observaciones astronómicas. Resulta muy posible que el edificio funcionara como observatorio del pasaje cenital del sol en el solsticio de verano, fecha importante que marca el inicio del calendario agrícola y la llegada de la estación de lluvias. El día del solsticio, un observador que estuviera dentro de la cámara posterior del nivel inferior habría podido ver tres rectángulos iluminados en la parte superior de la bóveda. El descubrimiento, en el interior de esta misma cámara, de tres grafittis (un señor sentado en un trono, un señor con una barra ceremonial y una imagen del edificio mismo) parecerían indicar la importancia de la estructura como residencia del gobernante. Datos adicionales sugieren que la Estructura 13 se construyó en el período Clásico temprano. En excavaciones practicadas en el patio oriental de la Acrópolis Norte, se halló un pavimento asociado con una gran concentración de cerámica de pasta fina, sobre todo Naranja Altar, Trapiche Inciso, Tumba Negro sobre Naranja, Cedro Aflautado, Poite Inciso Figura 11. La Estructura 25 de la Acrópolis Poniente (arriba), con el santuario interno o fase constructiva anterior (a la derecha). Fotos de Jorge Pérez de Lara. y Gris Tres Naciones, así como con tres figurillas de estilo Jonuta. Las excavaciones practicadas en las plazas también arrojaron una abundante colección de estos materiales, indicando que el sitio estuvo ocupado durante el período Clásico terminal. Acrópolis Oriente La Acrópolis Oriente se ubica en el sector suroriental de Plan de Ayutla y está construida sobre una colina natural, que mide aproximadamente 130 m de largo por 100 m de ancho y alcanza unos 32 m de altura. Aparentemente, el primer tercio de la pendiente carece de muros de retén, con la salvedad del borde sur, en donde pudo haberse construido una escalinata. Al pie de esta probable escalinata se halló recientemente un entierro asociado con piezas de cerámica de pasta fina, por lo que puede fecharse en el período Clásico terminal. Del segundo tercio de la colina hacia arriba pueden verse varios nivelamientos y múltiples muros de retén; en la pendiente poniente, éstos llegan a ser hasta de 1.8 m de alto. La plataforma superior cubre un área de 1000 m2, sobre la cual hay cuatro montículos distribuidos en torno a una plaza. La más importante de estas construcciones es la Estructura 58, un gran edificio que debió haber tenido interiores abovedados. Asociado con la plataforma superior había un altar que marcaba la presencia de una tumba, que ha sido saqueada. Acrópolis Poniente La Acrópolis Poniente es la más alta de Plan de Ayutla, habiéndose edificado sobre una colina de 65 m de altura. A diferencia de las otras acrópolis, no se alza sobre un promontorio aislado, sino que forma parte de una cresta alargada que se extiende hacia el suroeste. La pendiente natural está cubierta por nueve terrazas escalonadas, reforzadas por muros de retén. La terraza superior tiene un área de unos 3,000 m2, y sobre ella se construyeron trece estructuras en torno a dos patios principales. Las nueve terrazas y trece estructuras parecen aludir a la numerología maya y su número no parece ser fortuito. En tanto que la Acrópolis Norte parece haber sido predominantemente un complejo residencial para la dinastía reinante, la Acrópolis Poniente pudo haber tenido funciones más de corte ceremonial, si bien éstas debieron haberse llevado a cabo en torno a la élite. Los edificios se destacan por su proximidad, distribuyéndose apretadamente en torno a pequeños patios. De los edificios de este complejo, la Estructura 25 merece una especial atención. Se trata de un edificio de doble galería, con tres entradas hechas sobre una plataforma cruciforme, que alberga un enorme santuario que recuerda a los templos del Grupo de las Cruces, en Palenque (Houston, 1996; Schele, 1977; Schele y Freidel, 1990:238-239). Aparentemente, el edificio tuvo dos fases de construcción: en la primera, el santuario parece haber sido una estructura independiente; posteriormente, tuvo lugar una Maya Archaeology 12 Figura 12. La Estructura 31 de la Acrópolis Poniente (foto de Jorge Pérez de Lara.). reconstrucción, convirtiéndose en el santuario de una estructura mayor, orientada hacia el Este. En el flanco oriental de la Acrópolis, se halla la Estructura 26, que es una plataforma escalonada de grandes proporciones, con una escalinata ahora destruida en su lado norte. Del templo que la coronaba no quedan más que los cimientos. La Estructura 27 se construyó en planta rectangular, con dos galerías abovedadas largas; sus tres entradas son similares en forma a las de la Estructura 25 de Yaxchilán. La Estructura 32 es un edificio atípico, con una plataforma escalonada de cinco terrazas, con esquinas redondeadas. Es evidente que tuvo una escalinata orientada hacia el oeste y un templo pequeño, cuyos restos pueden observarse entre el 13 Luis Alberto Martos López escombro de la base del edificio. Pero la construcción más notable de la Acrópolis Poniente es la Estructura 31 (Figura 12). Aunque no es ni la más grande ni la más espectacular, parece haber sido la más importante, dada su ubicación en el punto más alto y de mayor privilegio de la acrópolis, así como por los mascarones que decoran su plataforma y por el hecho de que muestra las únicas inscripciones halladas en un edificio en Plan de Ayutla. Se trata de una estructura rectangular con una sola entrada y una sola galería, notable por su bóveda ojival. La plataforma sobre la que se alza presenta tres terrazas escalonadas; las dos primeras son rectangulares, presentan esquinas redondeadas y evidentemente corresponden a una fase de construcción más temprana; la Figura 13. Restos de decoración de estuco en el lado sur de la Estructura 31 de la Acrópolis Oriente, en los que puede apreciarse la cabeza de un señor a la izquierda y un ala a la derecha (foto de Jorge Pérez de Lara). Figura 14. Inscripción en la fachada poniente de la Estructura 31 de la Acrópolis Oriente: (dibujo a la izquierda) lo que queda de la inscripción (conforme a dibujos de Stephen Houston, Simon Martin y Marc Zender); (fotografía arriba) glifos que corresponden al pasaje de los dibujos, según se indica (foto de Jorge Pérez de Lara). Maya Archaeology 14 tercera terraza presenta esquinas cuadradas. Sobre estas terrazas se asienta la base del templo mismo; el friso de esta base alguna vez estuvo adornado con mascarones de estuco policromo en sus cuatro lados. Los de la fachada norte, a cada lado de la entrada, están muy dañados y apenas retienen algunos elementos en forma de follaje o de alas. El estuco modelado del poniente también ha desaparecido casi por completo. En la fachada oriental, sin embargo, se conserva la cabeza de una figura muy estilizada, marcada quizás con los elementos diagnósticos del signo calendárico Kaban y por otros que parecen ser alas, plumas u hojas. El relieve mejor conservado se halla al sur, y su motivo central es la cabeza de un señor que lleva un tocado con una máscara celestial (Figura 13). Este personaje lleva también orejeras compuestas por un disco, una voluta y un pendiente en forma de hueso. Esta figura está flanqueada por alas, lo que quizás lo identificaba como un “señor celestial.” En los bordes del friso, extendiéndose a ambos lados del personaje, hay dos bustos de señores que llevan complejos tocados con nudos laterales. De estos individuos se extienden volutas que podrían ser corrientes de aire que reforzarían el ámbito celestial de la composición. La fachada de la Estructura 31 es similar en apariencia a los edificios de la Gran Acrópolis de Bonampak, con una moldura basal y un friso decorado con pilastras de lajas de piedra dispuestas en diferentes planos, lo que produce un juego de luces y sombras (Angulo, 1988). Sobre el friso y a ambos lados de la entrada hay orificios que bien pudieron haber servido de puntos de anclaje a esculturas hechas de estuco, que ahora ya no existen. Las inscripciones fragmentarias se ubican en las fachadas laterales de la estructuras, incisas en estuco aplanado y pintadas en rojo y azul. Aunque se conserva muy poco, es posible que estos textos hayan sido de naturaleza dedicatoria y calendárica que, como un tablero, ocupaban la sección central de las fachadas. En la fachada oriental, sólo quedan cuatro fragmentos de glifos, imposibles de identificar más allá de la base de un cartucho calendárico. Es en la fachada poniente en donde se ha conservado la mayor parte de la inscripción (Figura 14). La parte baja de la misma es un texto sumamente inusual, que ha sido estudiado por varios epigrafistas, mismos que no han podido alcanzar un consenso sobre la naturaleza del mismo. Sin embargo, Peter Mathews y Péter Biró se inclinan a pensar que la inscripción podría ser temprana, de alrededor del año 375 (Biró, comunicación personal 2004). Esto encaja con la opinión de Simon Martin (comunicación personal 2004) quien, en el curso de una visita al sitio, sugirió que la inscripción representaba una forma muy temprana de caligrafía, que quizás databa del período Clásico temprano. Frente a la plataforma de la Estructura 31 también hay un pequeño adoratorio, elemento raro en la región del Alto Usumacinta. 15 Luis Alberto Martos López Plan de Ayutla y el Alto Usumacinta En años recientes, se ha debatido mucho sobre la identidad del sitio de Plan de Ayutla. Sin embargo, hasta en tanto no se hallen más inscripciones en el sitio, no será posible resolver este problema. Actualmente, hay dos posturas en relación con su identidad. Dmitri Beliaev y Alexandr Safronov (2004, y como se cita en Biró, 2004) han sugerido la posibilidad de que Plan de Ayutla sea Ak’e, un importante reino cuya capital no ha sido hallada, según estos autores. Sostienen que la identificación de Ak’e con Bonampak no se ha comprobado de manera satisfactoria y el tamaño comparativamente menor de este último sitio sugiere que se trata de un sitio fundado en una fecha relativamente tardía. Beliaev y Safronov sugieren que surgió una dinastía en Ak’e, que fundó posteriormente una nueva ciudad en Bonampak, conservando el mismo glifo emblema, de manera similar a como los señores de Dos Pilas conservaron el mismo glifo emblema de Tikal (Houston, 1993). El área de influencia de Ak’e bien podría coincidir con la región de Plan de Ayutla. El estudio del sitio podría arrojar información sobre la integración política de la región en y alrededor de Bonampak y Lacanhá. La segunda postura, originalmente postulada por Péter Biró (comunicación personal 2004; ver también Biró, 2004), sugiere que Plan de Ayutla fue Sak Tz’i’, importante centro que aún no se ha identificado, y que estuvo involucrado en una serie de guerras en contra de Piedras Negras, Yaxchilán, Bonampak, Lacanhá y Toniná. Plan de Ayutla se ubica en el centro del posible territorio de este reino, según lo han determinado Anaya Hernández, Guenter y Zender (2003). En lo personal, me inclino por esta posibilidad. La Estela 26 de Piedras Negras, fechada en el año 628, registra la captura de un personaje de Sak Tz’i’ y, ultimadamente, los dos reinos fueron integrados políticamente: se asienta que fue un gobernante de Sak Tz’i’ y no el rey de Piedras Negras el que dio posesión a un sajal en El Cayo, satélite del segundo reino, en el año 763 (Martin y Grube, 2000:143, 146, 151). Alrededor del año 726, Sak Tz’i’ ejerció un dominio exitoso sobre la región de Bonampak y Lacanhá pero, según se narra en el Dintel 2 de Bonampak, fue derrotada por las fuerzas combinadas de Yaxchilán y Bonampak en el año 787. Sak Tz’i’ también cayó ante Toniná alrededor de esta fecha (Martin y Grube, 2000:188-189). Sin embargo, Sak Tz’i’ habría de recuperarse de estos reveses. Durante el colapso maya, en tanto que la mayoría de las ciudades del Alto Usumacinta iban cayendo una por una, Sak Tz’i se mantuvo activa por un cierto tiempo. De hecho, la última fecha proveniente de esta región alude al sitio: una estela, que actualmente se halla en una colección privada y que data del año 864 retrata a un sajal proveniente de un centro menor, que participa en una conmemoración ritual del primer aniversario de la muerte de su padre. El texto menciona explícitamente que este sajal era vasallo del señor de Sak Tz’i’ (Martin y Grube, 2000:146; Miller y Martin, 2004:191). En ausencia de evidencia incontrovertible, sigue habiendo importantes indicaciones que sugieren que Plan de Ayutla fue el asiento dinástico de Sak Tz’i’. En primer lugar, hay que considerar el tamaño y la complejidad del sitio. La Acrópolis Norte incluye un complejo palaciego con numerosas cámaras y espacios para una dinastía importante, así como un claro énfasis en una arquitectura compleja y cargada de simbolismo, distribuida en tríadas. En segundo lugar, si bien no hay monumentos inscritos en el sitio, sí hay abundante evidencia de saqueo. No hay una sola piedra que parezca un dintel o una estela que no haya sido revisada por saqueadores buscando inscripciones en su parte inferior. Esto lleva a la conclusión de que los saqueadores sabían de la presencia de monumentos en el sitio y estaban en busca de esculturas valiosas. Finalmente, la gran cancha para el juego de pelota de Plan de Ayutla, con sus enormes dimensiones y su céntrica ubicación en el sitio, es una obra que sólo podría haber correspondido a los requerimientos de una importante dinastía. De hecho, en los tableros de Nuevo Jalisco, que actualmente se guardan en Bonampak y que se dice fueron saqueados de Sak Tz’i’, hay una referencia a K’ab Chan Te’, gobernante de Sak Tz’i’, quien se autodenomina “Señor de Dos K’atunes, Jugador de Pelota” (Biró, 2004). Esto lo lleva a uno a pensar que el juego de pelota era de vital importancia para los señores de este legendario sitio, lo que resulta, asimismo, compatible con las grandes dimensiones de la cancha para el juego de pelota de Plan de Ayutla. Pero dista mucho de haberse hallado una respuesta a esta pregunta. Únicamente mediante investigaciones más sistemáticas en Plan de Ayutla podremos obtener los detalles necesarios para confirmar la exacta identidad del sitio. Figura 17. Ofrenda hallada en la cista del altar columnar. Figura 16. Excavaciones en la cancha para el juego de pelota, mostrando las lajas de piedra que cubrían el corredor de juego y las bancas laterales. Figura 15. La cancha para el juego de pelota durante su excavación en 2008 (fotografía de Jorge Pérez de Lara). Maya Archaeology 16 Figura 18. El altar columnar en el centro del corredor para el juego. 17 Luis Alberto Martos López Figura 19. El altar columnar expuesto.