Photos by Rocky Widner/Getty Images S ería fácil para Stephen Curry dejar que sus lesiones en la cancha afectaran todos los aspectos de su vida, todas las facetas de su felicidad. El escogido No 7 en la selección de la NBA del 2009 no salió de la manera que él esperaba en la temporada del 2011-12, cuando se perdió 40 de 66 partidos debido a una lesión de tobillo. Era sin duda la temporada más frustrante de su carrera en el baloncesto. La temporada anterior tuvo un promedio de 18,6 puntos por partido y ayudó al equipo de EE.UU. a conseguir el Campeonato Mundial de Baloncesto FIBA. Ayesha Curry se pregunta cómo lo hace – como Stephen llega a casa todos los días, con el peso del equipo de baloncesto Golden State Warrior sobre sus hombros, la frustración de una lesión de tobillo, cirugía tras cirugía, rehabilitación tras rehabilitación y no lleva nada de eso a la casa. Su esposa – a quien conoció a la edad de 15 años en su grupo de jóvenes en la iglesia – dice que es porque él es constante. “Stephen”, ella le dirá a él. “Nunca te he oído quejarte de nada”. Ella dice que es algo que ella le dice con bastante frecuencia. Él tiene perspectiva. Nunca está demasiado alto; nunca está muy por debajo. “Tuvo un año y medio bastante duro cuando tenía sus lesiones de tobillo,” dice Ayesha. “Pero nunca ha habido un día que ha tenido el ceño fruncido en su rostro.... Hasta el punto en que estoy sorprendida y en shock. ¿Cómo no traes todo ese estrés a la casa contigo? Él llega a casa con una sonrisa en su rostro y feliz. Lo aprecio. “Nada realmente lo deprime demasiado. Creo que parte de eso es porque sabe lo bendecido que está, y todas las cosas maravillosas en su vida superan a las cosas que podrían ser mejores”. El hecho de que Stephen Curry ayudó a su propio hijo a nacer en el hospital tiene que decir algo acerca 7 de él: él va a estar ahí. Él va a estar ahí pase lo que pase. Aunque los problemas en la cancha han definido parte de su carrera en el baloncesto, la alegría fuera de la cancha ha definido su vida personal. Pero cuando Dios es el que está escribiendo tu historia, Stephen y Ayesha te dirán que Él a menudo te lleva a lugares que no puedes comprender, lugares que te obligan a crecer y a confiar en Él Es en su familia que usted ve la profundidad de la personalidad de Stephen – su deseo de ser un líder y de llevar a su familia en la dirección correcta, la pasión por su fe. “Él (Dios) me ha dado una gran responsabilidad”, dice Stephen. “Me ha animado a ser realmente el jefe espiritual de la casa. Ha llamado a que todos los hombres lo sean. Es fácil ser egoísta al respecto cuando estás solo, pero cuando eres responsable por otras personas – emocional, espiritual, físicamente – es diferente. Para mí, ser el que todo el mundo busca como guía espiritual cuando se trata de dirigir a nuestra familia en la dirección correcta, es una gran Stephen estaba calmado y seguro sabiendo que incluso a través de sus lesiones, Dios estaba en control creyendo que todas las cosas cooperan para el bien de los que aman al Señor. responsabilidad, pero no puedo agradecer lo suficiente a Dios por ello”. Ayesha dice que ella y Stephen tienen la aplicación de la Biblia en sus teléfonos y leen o rezan juntos cada mañana. “Él está haciendo un trabajo increíble,” dice ella. “No puedo comenzar a decirte todo – cómo me despierto y veo lo increíble y fuerte que es”. Stephen abraza el liderazgo tanto dentro como fuera de la cancha. Él siente un llamado a no sólo liderar a su familia. “Mi prioridad es ser un hombre e hijo de Dios. La familia definitivamente me ayuda en ese sentido, porque si mi fe los lleva y son felices, yo sé que estoy haciendo lo correcto”. “Es muy humillante saber que soy capaz de estar en la etapa (del baloncesto) donde estoy, y creo que Dios me ha puesto en esta situación para cambiar la perspectiva sobre lo que es ser un hombre de Dios y un jugador de la NBA. Quiero usar los dones que Dios me dio en la cancha de baloncesto para elevar su nombre. Eso está en la vanguardia de la razón por la que juego”. HAGA CLIC AQUÍ, pour regarder la vidéo.