Junta de Personal Docente e Investigador D.ª Montserrat Gomendio Kindelan Excma. Sra. Secretaria de Estado de Educación, Formación Profesional y Universidades Ministerio de Educación, Cultura y Deporte Calle Alcalá, n.º 34 28014 Madrid Estimada señora: Por la presente -y a tenor del acuerdo alcanzado por la Junta de Personal Docente e Investigador (Sector Funcionario) de la Universidad de Málaga en el pleno celebrado el pasado ocho de noviembre de 2013-, le traslado la consulta en relación con la evolución de la normativa reguladora del reconocimiento de la actividad investigadora. Agradeciendo la atención prestada y las actuaciones que pueda adoptar en relación a este escrito, aprovecho la ocasión para trasladarle saludos cordiales del conjunto de miembros del órgano de representación que tengo el honor de presidir, así como mi reconocimiento a título personal. Málaga, catorce de enero de 2013. Juan Antonio Mora Mérida Presidente JPDI Universidad de Málaga Junta de Personal Docente e Investigador La Junta de Personal Docente e Investigador de la Universidad de Málaga, órgano de representación de los profesores numerarios que integran los Cuerpos Docentes Universitarios se dirige a Vd. para manifestar nuestro malestar colectivo en relación con la evolución de la normativa reguladora del reconocimiento de la actividad investigadora. Dicha normativa arranca con la publicación del RD 1086/1989 de 28 de agosto y se sustanció por la O.M de 2 de diciembre de 1994 (B.O.E. del 3 de diciembre) delegando la evaluación de la actividad investigadora en la COMISION NACIONAL EVALUADORA DE LA ACTIVIDAD INVESTIGADORA (CNEAI). Aunque queremos reconocer y agradecer el esfuerzo que se ha realizado desde la Secretaría General de Política Científica y Tecnológica y la Dirección General de Investigación por la iniciativa tomada al respecto consideramos que la actuación de dicha COMISION en cuanto a la forma de aplicación de la normativa ha generado multitud de recursos por sus resoluciones, lo cual ha sido registrado por las diferentes Salas de lo Contencioso en todo el territorio nacional. No podemos, por ello, estar en mayor desacuerdo con la interpretación que realiza la CNEAI de las instrucciones, puesto que es gravemente discriminatoria para la gran mayoría de los profesores que solicitan ser evaluados. Queremos destacar que hemos encontrado lagunas en el desarrollo temporal de la normativa que -lejos de ser subsanadas por la casuística personal que ha aportado el profesorado- siguen existiendo y en algunos casos han generado graves diferencias entre las diferentes Áreas de Conocimiento, vulnerando el principio de igualdad que debe primar en su actuación para los diferentes Campos Científicos establecidos para agrupar la totalidad de las áreas. Por tanto, entendemos, y así solicitamos que el Ministerio considere oportuno, dictar resoluciones de carácter vinculante de los siguientes aspectos: Unificación de criterios básicos para los diferentes Campos científicos 1 Junta de Personal Docente e Investigador ¿Cuántas categorías de revistas contempla la CNEAI y qué se entiende por revistas de impacto alto o medio? Creemos que la interpretación aplicable por el Ministerio de Educación y Ciencia para evaluar la calidad de la productividad científica debe ser única. La Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) utiliza tres categorías (terciles Q1, Q2 y Q3) de revistas en los diferentes campos científicos y estamos seguros de que se agilizaría el proceso evaluador identificando dichas categorías con revistas de impacto alto las ubicadas en el primer tercil, Q1, impacto medio Q2 las del segundo tercil e impacto bajo Q3 las restantes. Dado que no existe impedimento legal, no se debería objetar a nuestra petición de unificación de criterios básicos entre la ANECA y la CNEAI lo cuál redundaría en un perfeccionamiento del procedimiento aportando independencia, claridad y posibilidad de autoevaluación a los solicitantes. La fase de evaluación específica sigue generando un sinfín de recursos por su falta de transparencia y arbitrariedad en la asignación de la puntuación numérica asignada a cada uno de las aportaciones consignadas por los solicitantes. Entendemos que el Ministerio tiene en su mano la vía legal para subsanar estas situaciones y así se lo solicitamos para que se haga público el algoritmo de cálculo que cada Comisión aplica en su campo (que debe de ser común a todos los campos científicos por respeto al principio de equidad) para la obtención de la puntuación numérica otorgada a cada una de los artículos publicados por el solicitante o en su defecto sea sustituido como condición necesaria y suficiente por el criterio utilizado por la ANECA y recogido en el párrafo anterior. Los criterios específicos establecidos en cada uno de los campos de evaluación no deben de modificarse en las sucesivas convocatorias lo cual ha ocurrido entre el año 2010 y 2011 en el que han sido mas restrictivos véase a modo ilustrativo y no exhaustivo el Campo nº 1. Matemáticas y Física. En el área de Física, convocatoria 2010 se exigieron tres publicaciones en 2 Junta de Personal Docente e Investigador revistas de alto impacto mientras que en la del 2011 se exige que las cinco aportaciones estén publicadas en revistas de alto impacto. De forma palmaria se exige a las publicaciones ya realizadas un requisito no previsto en la fecha de su publicación. La opción del campo de evaluación manifestada por el solicitante al que debe adscribirse una determinada solicitud ha de ser vinculante para la CNEAI ya que es el investigador quien tiene más elementos de juicio para adscribir su tarea investigadora a un campo científico concreto. Por esta causa y dado que el campo de evaluación al que debe adscribirse una determinada solicitud no está unívocamente determinado, si un tramo ha sido evaluado negativamente no se debe impedir la reevaluación del mismo en un campo científico diferente antes de que transcurran tres años. El apartado C (común a todos los campos) de la Resolución de 23 de Noviembre de 2011 establece para obtener una evaluación positiva deben presentarse cinco aportaciones en el CV abreviado como norma general y en el punto 4 de los criterios específicos se establece estas aportaciones deberán cumplir alguno de los criterios descritos en los puntos anteriores. Los Comités Asesores de las Comisiones Evaluadoras no solo son vigilantes de que se cumpla esta normativa sino que se apoyan en que estos criterios son de “carácter orientador” aunque cumplen los mínimos establecidos y añaden la posición ordinal concreta de una revista en la clasificación JCR como criterio más objetivo de indicio de calidad la “relevancia científica del medio de difusión en que se haya publicado cada aportación”. Evidentemente una relación de orden que cambia en el transcurso del periodo de evaluación no debería contemplarse como criterio de puntuación. El R.D 1086/1989 sobre retribuciones del profesorado universitario afirma que.” la igualdad retributiva por Cuerpos constituye un límite para la consecución de uno de los objetivos básicos de todo sistema retributivo consistente en ser un mecanismo para reconocer los especiales méritos en la actividad desarrollada e incentivar el ejercicio de la misma.” y en su art 4 establece el complemento de productividad en base de la actividad investigadora de los profesores de los diferentes Cuerpos universitarios. Era por tanto desde su génesis un 3 Junta de Personal Docente e Investigador reconocimiento de la investigación realizada que repercute únicamente en el aspecto económico. Sin embargo dicho complemento en la actualidad ha traspasado el objetivo de creación y actualmente está siendo involucrado en la carrera profesional: Acreditación para cuerpos docentes de categoría superior. Asignación de carga docente diferenciada según el Real Decreto-ley 14/2012, de 20 de abril, este criterio provoca o da pábulo a “la alergia a la tiza”, a la deserción de la docencia. Se caracteriza a la docencia como la hermana pobre. De esta manera se incrementa la presión sobre la misma, ya que los méritos, la carrera, los sexenios e, incluso, la disminución de la propia docencia se produce en otros ámbitos, en la investigación, por ejemplo. Es positivo incentivar la investigación pero no lo es desprestigiar la docencia, ítem más cuando en los Comités asesores forman parte profesores de CSIC que desconocen de las dificultades de la docencia universitaria cotidiana y cuya opinión valiosa a la hora de juzgar la investigación realizada es vana en el ámbito docente. Por todo ello estimamos que el desarrollo de un proceso cuya transparencia permita una autoevaluación a los solicitantes redundaría en una optimización de recursos materiales y humanos por parte de los solicitantes y de la Administración. Le agradecemos de nuevo su atención en este asunto y que por todo lo anteriormente expuesto nosotros no podemos ni debemos abandonar y para el cual estamos particularmente comprometidos reiterando de forma vinculante un pronunciamiento sobre los aspectos mencionados. Lo que se comunica en Málaga, a doce de marzo de 2013. 4