Poder Judicial de la Nación CÁMARA NACIONAL DE CASACIÓN EN LO CRIMINAL Y CORRECCIONAL - SALA 1 CCC 70891/2014/TO1/CNC1 Reg. n° 259/2015 ///n la ciudad de Buenos Aires, a los 17 días del mes de julio del año dos mil quince, se reúne la Sala I de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, integrada por la jueza María Laura Garrigós de Rébori y los jueces Gustavo A. Bruzzone y Luis García, asistidos por la secretaria actuante Paola Dropulich, a fin de resolver el recurso de casación interpuesto en la causa número 70.891/2014 caratulada “Insaurralde, Carlos Alberto”, de la que RESULTA: I) El Tribunal Oral en lo Criminal n° 14 rechazó, por mayoría, la solicitud del defensor oficial Claudio Martín Armando, quien ante las conclusiones de los galenos del Cuerpo Médico Forense en el marco de la pericia que se les enmendó a modo de instrucción suplementaria, postuló el sobreseimiento de su defendido Carlos Alberto Insaurralde de acuerdo a lo prescrito por el artículo 34, inciso 1° del Código Penal, y artículos 336, inciso 5° y 361 del Código Procesal Penal de la Nación (conf. fs. 117/118 y fs. 121/123vta.). Si bien el Ministerio Público Fiscal oportunamente impulsó la acción penal, solicitó la elevación a juicio de la causa y ofreció prueba de cara al debate, adhirió al planteo de la defesa (fs. 120/vta.). II) La representación letrada del imputado, alzó sus críticas contra el pronunciamiento en cuestión a través del recurso de casación glosado a fs. 125/132. Sostuvo la defensa que el resolutorio es arbitrario por falta de una debida motivación, y explicó que a su modo de ver la evaluación que realizó el representante de la vindicta pública es correcta pues se ajustó a la normativa procesal vigente. Agregó, que la parte acusadora desistió fundadamente de la acción penal cuando adhirió al pedido de sobreseimiento de la defensa, y que esta circunstancia impide proseguir con la labor jurisdiccional, por ausencia de actividad requirente. Por último, desarrolló los motivos por los cuales a su juicio el material probatorio reunido demostró que Insaurralde no pudo comprender a la criminalidad del acto y dirigir sus acciones, de acuerdo a lo establecido por el artículo 34, inciso 1°, del código sustantivo. III) El 15 de julio se celebró la audiencia prevista por el artículo 454, en función del artículo 465 bis, del ordenamiento procesal, Fecha de firma: 17/07/2015 Firmado por: LUIS M. GARCIA Firmado por: GUSTAVO A. BRUZZONE Firmado por: MARÍA LAURA GARRIGÓS DE RÉBORI Firmado(ante mi) por: PAOLA DROPULICH, SECRETARIA DE CÁMARA oportunidad en la que el defensor de Martín reprodujo en líneas generales los agravios plasmados en el recurso de casación. Conforme la facultad prevista en el art. 455, segundo párrafo, del mismo ordenamiento, el tribunal pasó a deliberar, luego de lo cual se arribó al siguiente acuerdo. El juez García dijo: 1. Una vez remitido este caso a juicio contra Carlos Alberto Insaurralde, y producida la medida de instrucción suplementaria pedida por la defensa del imputado, ésta, con invocación del art. 361 C.P.P.N., había promovido el sobreseimiento de su asistido. El Tribunal Oral, por mayoría, denegó el pedido no obstante el dictamen favorable al sobreseimiento presentado por el representante del Ministerio Público. Declaró que el fiscal interviniente había omitido “toda consideración acerca de los restantes elementos probatorios reunidos en estas actuaciones, con lo cual, sometido a un control acerca de su motivación, la misma resulta cuando menos deficitaria” [SIC]. Entendió que era prematuro pronunciarse en el presente estadio, “prescindiendo de evaluar la situación que se habría verificado respecto de Insaurralde en el marco de mayor análisis que permite el debate, es decir, valorando la totalidad de las pruebas obrantes en autos que hubieran coadyuvado a una solución suficientemente fundada para postular o no el temperamento absolutorio”, y declaró que la excepción planteada por la defensa presupone “que los aspectos que autorizan la conclusión anticipada de la causa resulten claros y categóricos y no dependan, por lo tanto, del resultado de un futuro debate que es precisamente lo que [a juicio de la mayoría] sucede en el concreto examinado”. A continuación tomó nota de la declaración del presunto damnificado, y de las constancias del acta de detención, señalando que “en principio parecerían relativizar las conclusiones del informe médico forense […] en tanto omitió referirse a ellos y en principio, resultarían incompatibles con un estado de ebriedad completa, lo cual debe ser dilucidado en el juicio”. Pretende la defensa que el dictamen de la fiscalía constituye un desistimiento de la acción, y que se presenta un caso de falta de acusación, y argumenta que ello obsta al ejercicio de la jurisdicción por el Tribunal Oral, alegando en su apoyo la jurisprudencia de la Corte Suprema Fecha de firma: 17/07/2015 Firmado por: LUIS M. GARCIA Firmado por: GUSTAVO A. BRUZZONE Firmado por: MARÍA LAURA GARRIGÓS DE RÉBORI Firmado(ante mi) por: PAOLA DROPULICH, SECRETARIA DE CÁMARA Poder Judicial de la Nación CÁMARA NACIONAL DE CASACIÓN EN LO CRIMINAL Y CORRECCIONAL - SALA 1 CCC 70891/2014/TO1/CNC1 en los casos de Fallos: 325:2019 (“Tarifeño, Francisco”); Fallos: 317:2043 (“García, José Armando”), y 318:234 (“Cattonar, Julio Pablo”), y también el de Fallos: 327:5863 (“Quiroga, Edgardo Oscar”). 2. El ejercicio de las acciones públicas en el marco del art. 5 C.P.P.N. se confía al Ministerio Público Fiscal. Se trata de un poder de persecución y de una facultad requirente que, aunque librados a ciertos poderes de apreciación, no es discrecional. De modo que los representantes del Ministerio Público sólo pueden promover la suspensión, interrupción o cese del ejercicio de las acciones penales ya promovidas en los casos expresamente previstos por la ley. Una vez que se ha ejercido la acción penal pública por medio de un requerimiento de remisión a juicio que ha superado la etapa crítica (arts. 347, 349 y 351 C.P.P.N.), la ley establece como regla que todo pronunciamiento sustancial sobre el mérito de la acusación debe hacerse en un debate público (arg. arts. 363 y concordantes C.P.P.N.), por excepción, la ley autoriza un pronunciamiento sobre aspectos sustanciales de la acusación sin realizar el juicio público en dos casos: a) cuando se promueve la vía abreviada del art. 431 bis C.P.P.N., lo que no ha sucedido en la especie; y b) de manera anticipada al debate en los supuestos del art. 361 del código. 3. El hecho de que el representante del Ministerio Público, al contestar la vista del pedido de la defensa, hubiese concordado con el pedido de sobreseimiento, fundado en el art. 34, inc. 1, C.P.P.N., no altera el carácter excepcional del pronunciamiento anticipado que prescinde del debate. La tesis de la defensa que pretende que, al denegar el sobreseimiento, el a quo habría impuesto a la fiscalía continuar en el ejercicio de la acción en infracción al art. 120 C.N., no sólo no consulta el régimen legal en el que no se concede a la fiscalía la facultad de “desistir” de la acción, sino sólo la de promover su suspensión, interrupción o cese “en los casos expresamente previstos por la ley” (art. 5 C.P.P.N.), sino que tampoco se hace cargo de que una vez remitido el caso a juicio por requerimiento del Ministerio Público (art. 347 C.P.P.N.) el sistema legal sólo autoriza de modo estrictamente excepcional, el dictado de una sentencia anticipada, cuando por nuevas pruebas resulta “evidente” la concurrencia de los supuestos de hecho de una causa de exclusión de la Fecha de firma: 17/07/2015 Firmado por: LUIS M. GARCIA Firmado por: GUSTAVO A. BRUZZONE Firmado por: MARÍA LAURA GARRIGÓS DE RÉBORI Firmado(ante mi) por: PAOLA DROPULICH, SECRETARIA DE CÁMARA responsabilidad por inimputabilidad o una extintiva de la acción penal, “y para comprobarla no sea necesario el debate” (art. 361 C.P.P.N.). Observo que efectivamente ha habido una acusación formalizada en el requerimiento de remisión a juicio de fs. 63/64, y que no hay regla legal que permita a la Fiscalía “desistir” de la acusación. Observo también que el a quo ha señalado el déficit de fundamentación del dictamen del Fiscal, por no haber considerado todos los elementos disponibles, sino sólo las conclusiones de un peritaje médicoforense que según estimó tampoco había tenido en cuenta todos los elementos de convicción disponibles, y que entendió que en las circunstancias del caso no aparecía autorizada la conclusión anticipada del proceso. Sin abrir juicio sobre la admisión o rechazo de una causa de exclusión de la imputabilidad el Tribunal Oral difirió su determinación para el juicio. En rigor, el a quo no ha hecho un juicio sobre la sustancia de la acusación, sino que se ha ceñido a declarar que, en las condiciones de este caso, ni la defensa, ni la fiscalía, podían promover una conclusión anticipada del proceso, materia que requería del examen de cuestiones de hecho en el marco del debate. A este respecto no encuentro relevante que el a quo no hubiese declarado la nulidad del dictamen, porque de lo que se trata es de que, antes del juicio, ningún representante del Ministerio Público podría imponer a un juez o tribunal que haga declaraciones sustantivas sobre la acusación, con carácter de cosa juzgada, por ejemplo, que declare que el imputado obró en un estado de inimputabilidad de los previstos en el art. 34, inc. 1, C.P., no obstante que el Tribunal entienda que no puede alcanzar certeza sobre el punto antes del debate. En el recurso de casación propone la defensa que aun en caso de duda debía el a quo sobreseer, por imperio del favor rei (fs. 131 vta.). Ignora que el principio opera cuando se ha agotado toda posibilidad de examen del caso, y no obstante ello el tribunal no puede formarse una convicción de certeza sobre alguna de las condiciones necesarias para la aplicación de una pena. En cambio tal principio no opera cuando lo que se promueve es una forma de decisión anticipada que implica que no se realice el juicio, y que por ende que no se agote el examen del caso. Más aún, si los jueces estuviesen obligados a declarar antes del juicio que el imputado obró en estado de inimputabilidad, no obstante no estar convencidos de ello, porque la fiscalía sostiene esa tesis, entonces, la defensa hipertrofiada del art. 120 C.N. conduciría a la Fecha de firma: 17/07/2015 Firmado por: LUIS M. GARCIA Firmado por: GUSTAVO A. BRUZZONE Firmado por: MARÍA LAURA GARRIGÓS DE RÉBORI Firmado(ante mi) por: PAOLA DROPULICH, SECRETARIA DE CÁMARA Poder Judicial de la Nación CÁMARA NACIONAL DE CASACIÓN EN LO CRIMINAL Y CORRECCIONAL - SALA 1 CCC 70891/2014/TO1/CNC1 negación de la independencia del tribunal, que debería declarar con carácter de cosa juzgada, la existencia de hechos sobre los que no se encuentra convencido. Porque el art. 361 C.P.P.N. requiere de una sentencia judicial de sobreseimiento fundada en hechos, y no se contenta con una nuda homologación de un desistimiento o abandono del ejercicio de la acción. Si la ley requiere el dictado de una sentencia con declaraciones sustantivas, entonces debe preservarse la independencia de los jueces para hacer esas declaraciones. Por cierto, nada impide que las cuestiones sustantivas que propone la defensa puedan ser eventualmente abordadas y decididas al cabo de la audiencia de debate, en la que incluso podrá examinarse si, de acuerdo a las conclusiones que presente la fiscalía, es de aplicación de la doctrina de la Corte Suprema sentada en los casos de Fallos: 325:2019 (“Tarifeño, Francisco”); Fallos: 317:2043 (“García, José Armando”), y 318:234 (“Cattonar, Julio Pablo”). Esa doctrina no es aplicable de modo anticipado, como se pretende, porque ha sido concebida para la etapa del debate, en la que los tribunales habían condenado al imputado no obstante el pedido de absolución del acusador público, lo que no guarda analogía con la situación del presente caso. En efecto, en la especie la realización del juicio ha sido promovida por el Ministerio Público (fs. 63/64), y el a quo ha considerado que el dictamen de la fiscalía que acordaba con el pedido de sobreseimiento de la defensa no satisface las exigencias de motivación, por lo que ha diferido el tratamiento de la cuestión sobre la imputabilidad a la audiencia de juicio (vide especialmente fs. 122 vta./123). A mayor abundamiento, tampoco encuentro analogía alguna con el precedente de Fallos: 327:5863, que la defensa también cita, porque se refiere a un supuesto en el que, una vez que se consideró completa la instrucción, el Ministerio Público había instado el sobreseimiento por no estar en condiciones de promover la realización de un juicio, presentando un requerimiento. Por estas razones concluyo que el recurso de casación debe ser rechazado. La jueza Garrigós de Rébori y el juez Bruzzone dijeron: En la resolución en recurso la mayoría del tribunal no hizo lugar al pedido de sobreseimiento impulsado por la defensa, a partir de lo expresado por los Sres. Médicos Forenses. En su decisión expresaron: “… Fecha de firma: 17/07/2015 Firmado por: LUIS M. GARCIA Firmado por: GUSTAVO A. BRUZZONE Firmado por: MARÍA LAURA GARRIGÓS DE RÉBORI Firmado(ante mi) por: PAOLA DROPULICH, SECRETARIA DE CÁMARA En definitiva, más allá del dictamen del médico forense que se expide en el marco de los saberes propios de su disciplina, en razón que es atribución de los jueces expedirse sobre los aspectos normativos contemplados en el art. 34 inc. 1°del Cód. Penal, concluimos, con base en los argumentos precedentes, por no hacer lugar al pedido de sobreseimiento respecto de Carlos Alberto Insaurralde, debiendo continuar los autos según su estado…”. Sin duda asisten razón a los jueces que conformaron la mayoría en cuanto afirman que el encuadre de una conducta en las categorizaciones del art. 34, inc. 1 del Código Penal, sólo puede ser un juicio normativo, claro que sobre la base de los aspectos médicos que los expertos releven. Lo que no fue tenido en cuenta por los colegas del tribunal oral que hicieron la mayoría, es que el juicio que hiciera sobre este punto el magistrado del Ministerio Público Fiscal, es también un juicio normativo y que las consecuencias de esas conclusiones no han recibido, por parte del tribunal, la repercusión que se les adjudica en un sistema en el que el titular de la acción es el Ministerio Público Fiscal (art. 5 C.P.P.N.). La opinión fiscal no fue adecuadamente valorada, ya que si se pretendía no atenderla se debió sostener su falta de validez procesal, por vía de cuestionar la razonabilidad y logicidad de dictamen, lo que no ocurrió. La traumática relación entre jueces y fiscales, en el contexto del código mixto que nos rige desde 1992, fue problemática desde su puesta en funcionamiento, básicamente, por nuestra formación cultural heredada del modelo inquisitivo. Frente al nuevo modelo los operadores del sistema podrían haber puesto el acento sobre uno de los extremos que conforman el modelo mixto, ubicándose en su costado acusatorio, pero lo hicieron en el inquisitivo, que representa la concentración de funciones en cabeza del órgano jurisdiccional. Probablemente, también, debido a que el cambio no alcanzó al modelo de organización, muy tempranamente la composición de la Cámara Nacional de Casación Penal (hoy Cámara Federal de Casación Penal), sentó un precedente que marcó negativamente el cambio cultural que representa la separación de funciones, al permitir el impulso jurisdiccional que la adopción del principio del ne procedat iudex ex officio impedía (art. 5, C.P.P.N.). Esto ocurrió en el caso “Blanca Ávila”1, que por 1 Causa n° 7, Sala II C.N.C.P (hoy C.F.C.P.), rta. 2/7/1993. Fecha de firma: 17/07/2015 Firmado por: LUIS M. GARCIA Firmado por: GUSTAVO A. BRUZZONE Firmado por: MARÍA LAURA GARRIGÓS DE RÉBORI Firmado(ante mi) por: PAOLA DROPULICH, SECRETARIA DE CÁMARA Poder Judicial de la Nación CÁMARA NACIONAL DE CASACIÓN EN LO CRIMINAL Y CORRECCIONAL - SALA 1 CCC 70891/2014/TO1/CNC1 analogía in malam partem, aplicaba la previsión de control jurisdiccional establecida, para el final de la etapa preparatoria del juicio, en el art. 348, C.P.P.N., para las discrepancias que se planteaban en el momento del requerimiento de instrucción (art. 180, C.P.P.N.), que no fija un sistema de control. Fue recién en 2004, en el fallo “Quiroga”2, donde la Corte corrigió ese desvío del rumbo constitucional, al descalificar el tipo de control previsto en la regla mencionada al afectar, de manera genérica, el principio de imparcialidad que debe regir la actuación del Poder Judicial, frente al modelo de persecución de los delitos que surge de la Constitución Nacional, que no es otro que el acusatorio. En ese derrotero, lo resuelto por la Corte en “Tarifeño”3 ya señalaba un camino que, si bien fue contradictorio en “Marcilese”4, fue recuperado plenamente en “Mostaccio”5, a los que se suman, por su claridad, “Llerena”6 y “Dieser”7, que son mojones de un camino que avanza en la misma dirección que estamos relevando: la de separar la función de investigar y acusar de la de conocer y juzgar, preservando y resaltando, a su vez, la garantía del juez imparcial. El colega García, en el voto precedente, se hace cargo de estas cuestiones pero les otorga un alcance diferente y, nuestra discrepancia central, se funda en el hecho de que el tribunal oral no declaró la nulidad del dictamen, porque para contradecir la opinión de la fiscalía, esa es la única vía posible para apartarse del dictamen desestimatorio. La única posibilidad que tenían los miembros del tribunal era, control negativo de legalidad mediante, anular el dictamen porque no era derivación razonada de los hechos de la causa o del derecho de aplicación al caso, por aplicación de lo dispuesto en el art. 123, a contrario de sensu, del C.P.P.N., pero no meramente discrepar con los que se proponía. Discrepar con la opinión fiscal, podemos discrepar nosotros también, como también lo deja consignado el voto en minoría del colega Bistué de Soler; pero no se trata de tener otra opinión, se trata de establecer si su fundamentación es nula, por ilegal, o no. Uno de los precedentes que 2 Fallos 327:5863, rta. 23/12/2004. Fallos 325:2019, rta. 28/12/1989. 4 Fallos 325:2005, rta. 15/08/2002. 5 Fallos 327:120, rta. 17/2/2004. 6 Fallos 328:1491, rta. 17/5/2005. 7 Fallos 329:3034, rta- 8/8/2006. 3 Fecha de firma: 17/07/2015 Firmado por: LUIS M. GARCIA Firmado por: GUSTAVO A. BRUZZONE Firmado por: MARÍA LAURA GARRIGÓS DE RÉBORI Firmado(ante mi) por: PAOLA DROPULICH, SECRETARIA DE CÁMARA con mayor claridad expuso esta cuestión fue “Errecalde”8 de la Sala IV de la C.N.C.P. (hoy C.F.C.P.), donde lo que se discutía era la entidad de los pedidos absolutorios del Ministerio Publico Fiscal en el momento de los alegatos al finalizar el debate (art. 393, C.P.P.N.). Entre otras consideraciones, frente a la nulidad dispuesta por el tribunal oral del alegato fiscal absolutorio, el juez Hornos dijo: “En cuanto a este punto aparece como límite prudente que los tribunales aplicaran la doctrina de la arbitrariedad desarrollada por la Corte Suprema, a la actividad de las partes. Sin embargo, este control que el tribunal de mérito está autorizado a efectuar no debe convertirse en una herramienta para evitar los efectos de la postura absolutoria del fiscal. Si el pedido absolutorio del señor fiscal cumple con los requisitos de legalidad y de razonabilidad, y surge como derivación lógica y razonada del derecho vigente y de la prueba producida, resulta vinculante para el tribunal quien queda obligado a dictar absolución; sin perjuicio de dejar sentada su eventual discrepancia”, y agregó: “(…) Las consideraciones vertidas por el tribunal no hacen sino evidenciar una mera discrepancia con las conclusiones que, derivadas de una detallado análisis de la prueba producida en autos, llevaron al señor fiscal a pedir la absolución de los acusados, sin señalar ningún vicio estructural en el alegato que, por otra parte, no luce como arbitrario a la luz de los principios de fundamentación que deben respetar los dictámenes del Ministerio Público. El tribunal no puede anular un alegato que cumple con los requisitos exigidos por la ley, es decir: analiza las constancias de la causa y la prueba colectada en el debate sin desmedro a la garantía del debido proceso y defensa en juicio, considerando todos los aspectos del hecho en cuestión”. En aquella oportunidad adhirieron a su criterio las juezas Capolupo de Durañora y Vedia, y Berraz de Vidal. Esta última, breve pero de manera contundente señaló: “Que cualquiera fuere el momento procesal oportuno en que correspondiere actuar el control de razonabilidad, aducido por el a quo, del alegato final del fiscal en el juicio –antes o después de terminado el debate-, lo cierto es que son indudables los fundamentos vertidos por el Dr. Hornos en cuanto a la ilegitima forma en que el tribunal de mérito lo ha ejercido, por lo que adhiero a la solución que en su voto propugna”. Lo que subyace en el caso en estudio es la misma cuestión jurídica y cultural: concentración o separación de funciones para preservar la imparcialidad del juzgador quien, de esa forma, se convierte en ajeno al caso y decide sólo cuando se lo requiere la acusación, lo que puede 8 Cn° 1943, rta. 19/9/2000. Fecha de firma: 17/07/2015 Firmado por: LUIS M. GARCIA Firmado por: GUSTAVO A. BRUZZONE Firmado por: MARÍA LAURA GARRIGÓS DE RÉBORI Firmado(ante mi) por: PAOLA DROPULICH, SECRETARIA DE CÁMARA Poder Judicial de la Nación CÁMARA NACIONAL DE CASACIÓN EN LO CRIMINAL Y CORRECCIONAL - SALA 1 CCC 70891/2014/TO1/CNC1 producirse en cualquier momento del proceso donde se encuentre previsto expresamente, como ocurre, precisamente, en el supuesto del artículo 361 del C.P.P.N., como fue planteado en este caso. Siendo ello así, el pedido de sobreseimiento que hiciera el acusador importa, claramente, una renuncia al ejercicio de la acción por parte de quien la detenta, de modo tal que la jurisdicción carece de habilitación para ser ejercida y, por lo tanto, si no se va a cuestionar la validez procesal del dictamen, el tribunal está obligado a obrar en el sentido solicitado. Aunque se puede sostener que la misma norma que regla este procedimiento dispuesto por el tribunal a quo, prevé la posibilidad de resolver la cuestión, si fuera el caso, en otra oportunidad procesal para contar con más elementos que lleven a una decisión (art. 361 C.P.P.N.), la situación que afrontamos supera las circunstancias que contempla esta norma. Es que el pedido fiscal de sobreseimiento, que debe entenderse como renuncia al ejercicio de la acción es lógicamente previo a cualquier actividad necesaria para convencer al tribunal. Desde ese punto de vista, la falta de actividad acusatoria elimina cualquier posible supuesto de actividad jurisdiccional, al no encontrarse estimulada la acción por el órgano constitucional y legalmente competente para hacerlo. Por ello, se debe anular la decisión en estudio, casar la sentencia de fs. 121/123vta., y sobreseer a Carlos Alberto Insaurralde. En virtud del acuerdo que antecede, la Sala I de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, por mayoría RESUELVE: ANULAR y CASAR la decisión de fs. 121/123vta., y en consecuencia sobreseer a Carlos Alberto Insaurralde, de las demás condiciones personales obrantes en autos, en orden al hecho por el cual el Ministerio Público Fiscal solicitó la elevación a juicio a fs. 63/64vta., haciendo expresa mención que la formación del presente sumario no afecta el buen nombre y honor del que hubiere gozado (artículo 34, inciso 1° del Código Penal y artículos 334, 336 inciso 5° y 361 del Código Procesal Penal de la Nación). Regístrese, notifíquese, oportunamente comuníquese (Acordada 15/13 C.S.J.N.; LEX 100) y remítase al tribunal de radicación de la causa, sirviendo la presente de atenta nota. El Dr. Mario Magariños por Fecha de firma: 17/07/2015 Firmado por: LUIS M. GARCIA Firmado por: GUSTAVO A. BRUZZONE Firmado por: MARÍA LAURA GARRIGÓS DE RÉBORI Firmado(ante mi) por: PAOLA DROPULICH, SECRETARIA DE CÁMARA encontrarse en uso de licencia. La Dra. María Laura Garrigós de Rébori lo hace en su lugar en función de la regla práctica 18.11 del Reglamento de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional. María Laura Garrigós de Rébori Gustavo A. Bruzzone Luis García (en disidencia) Ante mí: Paola Dropulich Secretaria de Cámara Fecha de firma: 17/07/2015 Firmado por: LUIS M. GARCIA Firmado por: GUSTAVO A. BRUZZONE Firmado por: MARÍA LAURA GARRIGÓS DE RÉBORI Firmado(ante mi) por: PAOLA DROPULICH, SECRETARIA DE CÁMARA