Entrevista Félix de Azúa Filósofo y Escritor Entrevista Ignacio Cirac Físico teórico “Donde no “Mientras hay salvación funcionan no los es en lo colectivo” puedes mirar” Catalunya es Con cinco sentidos La actualidad en clave de Ciencia, Cultura, Economía, Sociedad y Gastronomía Febrero 2014 número 1 Entrevista Gabriel Tortella “Si el Euro es el Purgatorio, la salida de él es el Infierno” Opinión Xavier Marcé Cuando la batalla es cultural Febrero 2014 SUPLEMENTOS V 02 Editorial/Reportaje Los hitos de nuestro futuro A los catalanes nos encanta emprender. Tras las cifras que sitúan a día de hoy nuestra posición en el mundo también asoman talentos que son capaces, además, de comprender, de cultivar el análisis y la reflexión, de generar nuevas corrientes, de elevar el conocimiento a la altura de la innovación, de satisfacer las más altas cotas de investigación o de crear redes de colaboración con la única identidad de la inteligencia como seña. Ciertamente, bajo criterios de competitividad, necesitamos de personas así y este suplemento que hoy nace es un tributo periodístico a esa lucidez. V Suplementos plantea un recorrido por los hitos -que no mitos-, de esas personas, cosas o hechos fundamentales que dentro de un ámbito o contexto nos ayudan a comprender las claves de nuestro presente para poder encarar el futuro desde un prisma lo más realista posible colocando, pieza a pieza, un pequeño o gran puzle que nos dará una visión general de quiénes somos y qué podemos conseguir. ¿Hacia adonde vas, Cataluña? La actualidad política, a nuestro pesar, está revuelta en estos momentos y tal vez por ello sea necesario, hoy más que ayer, orientarse hacia el modelo de aquellos quienes mejor nos representan, los que permiten que el mundo avance y siga desarrollándose bajo fórmulas de progreso científico y humanístico. De nada sirve lamentarse cuando el entorno es adverso, siempre es mejor mirar hacia quienes plantean la buena marcha, aquellos que sitúan el esfuerzo como condición necesaria para avanzar en nuestras vidas y en nuestra sociedad y van abriendo camino sin plantearse liderazgos. Ellos encabezan el pelotón, simplemente, porque son los más capaces. Siempre han existido agoreros y, probablemente, seguirán existiendo con la misma constancia estadística, aunque con alejados porcentajes, de quienes rompen la fatalidad para convertir un escenario apocalíptico en una reluciente esperanza. V suplementos Dirección: Eva Serra Gerencia: Xavier Massó Publicidad: Sònia Serra, Sara Saula Diseño: C.Javierre Pelut /www.infographics.cat V Suplementos es propiedad de Catalunya Vanguardista email: info@catalunyavanguardista.com http://www.catalunyavanguardista.com Tel: +34 932 310 257 El ICFO ha conseguido la primera posición en el potencial de impacto de publicaciones dentro del área de Física Luz para la ciencia desde Cataluña El Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO) ha sido uno de los pocos institutos pequeños en estar entre los primeros 200 centros de investigación a nivel mundial por sus publicaciones a la revista Nature y su familia de revistas (Nature Publishing Index 2012). Todavía más recientemente, el ICFO ocupa, entre institutos de investigación a nivel mundial, la primera posición en el potencial de impacto de publicaciones dentro del área de Física según el ranking “Mapping Scientific Excellence” elaborado recientemente por la Sociedad Max Planck. Este Instituto promueve activamente el espíritu emprendedor por parte de su personal, muy especialmente los investigadores jóvenes. Así pues, durante los últimos años, ha ayudado a crear cinco empresas de base tecnológica que tienen su sede en Cataluña (Radiantis, Cosingo-Imagino Optic Spain, Signadyne, ProCare Light y HemoPhotonics) y actualmente está incubando dos nuevos proyectos de empresa que está previsto que se constituyan en un futuro cercano. Durante los últimos once años, el ICFO ha crecido en medida, alcance y reputación a buen ritmo. La investigación científica en el Instituto llena una amplia gama de áreas dentro de la fotónica, agrupándose, en general, en tres programas principales: Luz para la Salud, Luz para la Energía y Luz para la Información. La investigación realizada, tanto básica como aplicada o de orientación industrial, es de frontera, con colaboraciones y cooperaciones que a menudo incluyen los tres programas por medio de iniciativas innovadoras. Investigaciones con el grafeno El ICFO co-lidera el paquete de trabajo de Optoelectrónica dentro del programa Flagship insignia europeo de grafeno (para más información http://graphene.icfo.eu/ graphene-flagship/). Este programa paneuropeo propone movil izar un total de 1.000 millones de euros para Edificio del ICFO situado en el Parc Mediterrani de la Tecnología (Castelldefels) / Créditos: ICFO / Ramon Josa los próximos 10 años en todo el continente y agrupa un consorcio académico e industrial para facilitar adelantos en innovación tecnológica y estimular el crecimiento económico y la mejora de la sociedad en su conjunto. En particular, el objetivo de una parte del proyecto es establecer un nuevo campo de aplicaciones de la fotónica y optoelectrónica basada en el grafeno, motivado por la convergencia y la co-integración de componentes electrónicos y fotónicos basados en este material, como por ejemplo foto-detectores, componentes nano-fotónicos, meta-materiales y tecnologías fotovoltaicas. Actualmente, centenares de científicos e industrias de toda Europa están contribuyendo a este campo, incluyendo nueve grupos de investigación en ICFO. El proyecto Flagship de grafeno, en el que también participan otras instituciones españolas como el Instituto Catalán de Nanotecnología (ICN), el CSIC y varías Universidades, es una gran oportunidad para las industrias de los sectores relacionados. Mecenazgo científico El ICFO ha recibido el soporte aportado por la Fundación Privada Cellex. Esta organización, fundada por el Dr. Pere Mir, empezó apoyando la investigación del ICFO dentro del área de la biofotónica en 2007, proporcionando un gran impulso al programa Luz para la Salud. En el año 2010, la Fundación realizó una donación histórica al ICFO que ha permitido la financiación de un nuevo edificio para acoger el programa llamado Cellex Nest, con el objetivo de ofrecer oportunidades únicas a jóvenes investigadores líderes en sus respectivas áreas de estudio. Esta donación ha permitido atraer y contratar jóvenes talentos internacionales, los llamados Cellex Nest Fellows, que provenían de reconocidas instituciones mundiales de investigación. Dos de estos investigadores ya han conseguido destacados adelantos en el campo de la fotónica del grafeno, descubrimiento reconocido por The Economist el 2012 con un artículo de casi una página entera. Febrero 2014 SUPLEMENTOS V 03 Ciencia Entrevista a Ignacio Cirac, físico teórico. Director en el Instituto Max Planck de Óptica Cuántica en Garching, Alemania. “Mientras funcionan no los puedes mirar” “En las teorías cuánticas existen varios fenómenos que son extraordinarios”. Por Eva Serra e.serra@catalunyavanguardista.com Su trabajo se centra en un sistema de computación que permitirá diseñar algoritmos mucho más rápidos en el futuro. Un ordenador cuántico es aquel que rebasa los límites de la computación clásica. Se basa en el uso de qubits en lugar de bits y utiliza las leyes de la mecánica cuántica para resolver problemas. ¿Cuántas disciplinas interactúan en el de­ sarrollo de un ordenador cuántico? Es un campo multidisciplinar donde in­ tervienen las matemáticas, la física, la química y la informática. Trabajamos, por ejemplo, con algoritmos relacionados con la simulación para saber cómo hay que pro­ gramar a los simuladores para que contes­ ten a los problemas que nos interesan. En el campo de la física intervienen la fí­sica teórica, la física atómica, la fí­sica molecular o la física cuántica. Los químicos son necesarios para trabajar los materiales, los informáticos desarrollan programación o protocolos de seguridad contra posibles ataques. ¿Se precisa conocimiento humanístico para ser un buen científico? Creo que todo el mundo debe tener una base lo más completa posible. Un científico, además tiene que dar conferencias, escribir artículos, hablar con gente, comunicar, por lo que precisa de una cierta cultura. Se ne- cesitan unas buenas bases en humanidades, también escolares, y una vez adquiridas ya puedes dedicarte a tu especialidad. ¿Qué relación existe, por ejemplo, entre la mitología griega y la física cuántica? Los efectos Sísifo y Zenón, entre otros tipos de ejemplos de la mitología griega, ocurren de manera natural en la física. Algunos físicos se dieron cuenta de la similitud y eso ha llegado a influir incluso en su trabajo. El efecto Sísifo se utiliza, por ejemplo, en el enfriamiento de átomos. “De momen­to existen prototipos que cada día mejoran” Usted trabaja fuera de la computación clásica ¿Con qué se encuentra? En las teorías cuánticas existen varios fenómenos que son extraordinarios, basados en los principios de superposición y a consecuencia de ellos, los de entrelazamiento. Estos últimos son los responsables, por ejemplo, de utilizar la criptografía. Ignacio Cirac Ignacio Cirac es uno de los mayores expertos mundiales en computación cuántica. Licenciado en Física Fundamental por la Universidad Complutense de Madrid, donde obtuvo su doctorado por el departamento de Óptica. Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Premio Wolf de Física, antesala del Premio Nobel, Cirac ha recibido también otros prestigiosos reconocimientos a lo largo de su carrera científica. Ha participado en proyectos de investigación en las universidades de Harvard, Hamburgo, Santa Barbara, Oxford,Hannover, Bristol, París, el Centro Saclay de Estudios Nucleares, la Escuela Normal Superior de París, y el Instituto de Tecnología de Massachusetts. Ignacio Cirac es uno de los científicos más destacados de nuestro país y uno de los nombres propuestos al Nobel de Física. Créditos: ICFO ¿Cómo se comporta un ordenador cuántico? Se dan particularidades muy sorprendentes: mientras funcionan no los puedes mirar, no pueden interaccionar con nada. Se trata de aislarlos y ese es el desafío actual. ¿En qué fase está? Hay un conjunto de laboratorios en todo el mundo tras estos ordenadores; de momento existen prototipos que cada día mejoran pero todavía son demasiado pequeños. Para conseguir lo que queremos hace falta desarrollar tecnologías más avanzadas. ¿Qué son los simuladores cuánticos? Son aquéllos dedicados a tareas concretas. Por ejemplo, nuestros ordenadores cotidianos están preparados para hacer varias cosas: reproducir un texto, una imagen, un vídeo, datos, voz. Un simulador cuántico puede ser sólo para efectuar multiplicaciones; es decir, que sólo sirve para unas tareas específicas pero que efectúa muy bien. La ventaja que presentan es que los requisitos para construirlos son mucho más sencillos y de hecho ya se están produciendo simuladores cuánticos de mayor tamaño. ¿Cómo se ha recibido entre los físicos el Premio Nobel de este año por el Bosón de Higgs? Era muy esperable. Tras su confirmación estaba claro que tenía que haber un Premio Nobel asociado al Bosón. Se trata de un hecho muy excepcional que ocurre cada muchos años y creo que no ha extrañado a nadie. Febrero 2014 SUPLEMENTOS V 04 Economía Entrevista a Gabriel Tortella, Catedrático emérito de Historia de la Economía en la Universidad de Alcalá de Henares “Si el Euro es el Purgatorio, la salida de él es el Infierno” “La salida del Euro sería para España una gran catástrofe que traería inflación, paro y un fuerte aumento de la presión fiscal” Por Xavier Massó x.masso@catalunyavanguardista.com Afirmaba usted en un artículo reciente, que Alemania está demostrando una mio­ pía económica y financiera sólo compara­ ble a la de Estados Unidos hace noventa años. ¿En qué fundamentaría usted esta “miopía” alemana? La inmensa mayoría de los políticos son “miopes”; carecen de visión a largo plazo y si la tienen, la supeditan a los objetivos a corto plazo, que son los que ayudan a ganar las próximas elecciones. Hemos visto un caso palmario y escandaloso en las recién publicadas Memorias de Pedro Solbes, que admite ahora que ya en 2007 se dio cuenta de lo grave de la crisis que se avecinaba pero que, dijo en la radio, “tuvimos mala suerte en coincidir con elecciones [las de marzo de Gabriel Tortella Está especializado en Historia Económica de la Edad Contemporánea. Es doctor en Economía por la Universidad de Wisconsin y Doctor en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid. En la actualidad es Catedrático emérito de Historia de la Economía en la Universidad de Alcalá de Henares y colaborador habitual en medios de comunicación. Desde 2003, es miembro de la Academia Europea de Ciencias y Artes. Escritor de varios ensayos económicos, fue promotor de la Revista de Historia Económica. Ex-Presidente del “Academic Advisory Council” de la Asociación Europea de Historia Bancaria, también fue Presidente de la International Economic History Association y de la Asociación de Historia Económica. Su trayectoria profesional se desarrolló durante años en Estados Unidos. 2008]”, en vista de lo cual mintió descaradamente en su debate con Pizarro. Su horizonte entonces eran las elecciones, para las que quedaban pocas semanas; lo demás no importaba. Antes de las elecciones, que es cuando yo escribí el artículo, la Sra. Merkel sólo pensaba en prometer mucho y hacer poco, que es como se gana en las urnas en condiciones normales. En su próxima legislatura todo dependerá del pacto que haga con sus socios socialdemócratas. En general, los go- “La salida (de la crisis) será lenta y problemática” biernos de coalición (y más los que, como éste, no responden a una situación de emergencia o extraordinaria) no acostumbran a tomar grandes decisiones. Sin embargo, pudiera ser que, ya que el futuro gobierno va a tener una amplia mayoría parlamentaria, ambos partidos pactaran llevar a cabo una política de altos vuelos con el fin de dar un espaldarazo a la Unión Europea y combatir el paro. Para ello podrían muy bien hacer la política expansiva que yo reclamaba en el artículo, y que muchos medios y sectores de opinión (incluso el gobierno de Estados Unidos y el Fondo Monetario Internacional) les piden ahora. Sería muy bueno que el próximo gobierno Merkel prestara atención a estas sugerencias. Pregunta tópica, pero inevitable ¿Estamos saliendo de la crisis? ¿Y España también? La respuesta es un sí muy cauteloso. En rea- Gabriel Tortella considera que en la crisis española no se ha ido a la raíz de los problemas. lidad, de las crisis siempre se sale; al igual que son inevitables, también es cierto que no son eternas. La economía se mueve cíclicamente, y es natural que sea así. Pero hay diferencias. En España vamos a la cola en la recuperación, en gran parte porque este gobierno ha hecho el mínimo de reformas que a su juicio eran necesarias. Una reforma laboral incompleta, una reforma administrativa inexistente, una reforma educativa que aún está en ciernes y se queda muy corta (es decir, que no resuelve los grandes problemas), y un reparto de las cargas fiscales que ha recaído totalmente sobre los contribuyentes, que han tenido muy poca culpa de la crisis, y que ha protegido a los políticos, que tenían prácticamente toda la culpa. No se ha ido a la raíz de los problemas y se ha empobrecido al sector privado, lo cual ha redundado en mayor depresión y en un crecimiento obsceno del desempleo. Por eso España no sale de la crisis por sí sola, sino que es el sector exterior el que la ayuda a salir del agujero. Con todo, la salida será lenta y problemática. Europa tiene moneda única y un banco central, pero el Banco Central Europeo no presta a los gobiernos, sino a los bancos ¿Qué consideración le merece este hecho? Es natural que, formalmente, El BCE sólo se entienda con los bancos privados y no 05 Febrero 2014 SUPLEMENTOS V Economía preste a los gobiernos, ya que eso le exigiría hacer juicios sobre la solvencia de los diferentes Estados, juicios que, por bien fundamentados que estuvieran, serían una fuente de tensiones políticas. Sobre los bancos privados el BCE puede emitir todos los juicios que quiera, porque la misión de todo banco es discriminar entre sus clientes por razones de solvencia y ello no entraña juicios políticos. Por otra parte, al prestar a los bancos privados, el BCE está, indirectamente, prestando a los Estados en la medida en que la banca privada adquiere deuda pública. Pero aquí el juicio sobre la solvencia de los Estados es competencia de la banca privada, y no del banco público europeo, y así debe ser. sobre todo, un ministro de Hacienda comunitario que supervise los déficits de los Estados y ponga coto a los endeudamientos excesivos. Alemania hasta ahora se ha resistido a la primera idea y la segunda apenas ha hecho camino. En este aspecto, la “miopía” de Alemania puede traer consecuencias funestas. al trabajador y estipular altas indemnizaciones, lo cual aumenta la dificultad para ajustar plantilla. Si a ello añadimos los graves defectos de nuestro sistema educativo, que lanza al mercado gran número de graduados sin los conocimientos que el mercado requiere, empezamos a comprender la magnitud del problema. Todas estas rigideces En cierta ocasión, Gaziel les espetó a los políticos catalanistas, acaso aquejados de victimismo y de su mala suerte histórica, que una cosa era un jugador con mala suerte y otra un mal jugador. Los políticos catalanistas serían malos jugadores ¿Qué opinión le merece esta afirmación? Yo creo que Gaziel tenía algo de razón. Siendo Cataluña la región más desarrollada de España, debía haber dado más políticos de talla nacional. Yo, así, a bote pronto, sólo puedo pensar en Prim y en Cambò. Pero el caso es que no hay más, porque Figueras y Pi tienen poco relieve, aunque éste fuera un intelectual muy respetable. Otras regiones “Los empleos fijos son demasiado fijos y los eventuales demasiado eventuales” En relación con el encabezamiento de la anterior pregunta, si hay un Banco Cen­ tral Europeo y una moneda única en la zona euro, pero sin un poder político, sin un Estado, no se convierte esto de algún modo en una situación donde impera la ley del más fuerte, es decir, Alemania? Que Alemania imponga, hasta cierto punto, la ley del más fuerte es inevitable. Si la Unión (o “Bruselas”) adquiriera más poderes a expensas de los de los Estados miembros, Alemania seguiría teniendo mucho peso en las decisiones que tomara esa Unión reforzada. Ahora bien, la crisis ha puesto de relieve que una moneda común sin una política bancaria y fiscal común encierra un gran peligro; si los bancos y los Estados se endeudan excesivamente, como no pueden recurrir a la devaluación de la moneda (que es la forma tramposa, pero muy usada, para devolver menos dinero que el que se había recibido), tienen que recurrir a la “devaluación interior”, es decir, la bajada de precios y salarios que hace a los países endeudados competitivos, de manera que puedan lograr superávits exteriores y así pagar sus deudas. La devaluación interior es dolorosa, porque trae consigo rebajas de salarios, quiebras y desempleo. Como decía la gran Joan Robinson, la mano invisible de Adam Smith siempre funciona, pero a menudo lo hace por estrangulación. Estos problemas deben resolverse antes de que se produzcan, evitando desequilibrios y endeudamientos excesivos. El BCE es crucial en esta tarea, pero se necesita, además, un supervisor bancario con más poderes y, y se reclamaba una protección que siempre parecía poca. Estuvo también la pérdida de Cuba, que era un mercado cautivo para la producción española, especialmente la textil y la harinera. La pérdida de Cuba, más Filipinas y Puerto Rico, fue consecuencia de una derrota militar humillante, que afectó a la confianza que se tenía en España. Es interesante, sin embargo, que la economía española empezara a funcionar mejor tras el desastre: se repatriaron capitales, se crearon bancos potentes, el plan de estabilización de Villaverde tuvo un gran éxito, creció la inversión, la peseta se estabilizó y la economía se diversificó. Y aparecieron industrias potentes fuera de Cataluña. ¿Debe España mantenerse en el Euro? ¿Tiene futuro esta moneda única euro­ pea? Si: el Euro es, si se quiere, un mal menor, sobre todo para las economías periféricas. La salida del Euro sería para España una gran catástrofe que traería inflación, paro y un fuerte aumento de la presión fiscal. Si el Euro es el Purgatorio, la salida de él sería el Infierno. En España parece ser que hay un paro en­ démico del 10% que, en cierto modo ya ni se cuenta. En Alemania, o en la misma Italia, cuando llegaron al 4 o al 5% se ate­ rraron. ¿A qué se debe este paro endémi­ co? ¿Es real? La rigidez y el grado de fraude del mercado laboral español es proverbial. Aunque el salario mínimo sea bajo, si se aplica como el lecho de Procusto, igualmente a sectores productivos e improductivos (con alta o baja productividad), ello tiene que dar lugar forzosamente a paro y fraude. Es bien sabido, por otra parte, que los empleos fijos son demasiado fijos y los eventuales demasiado eventuales. Una cosa es consecuencia de la otra. Si una empresa tiene un determinado número de empleos fijos, procurará contratar eventuales para que le sirvan de colchón en momentos de dificultades. Tenemos también la proclividad de los jueces de lo social a dar la razón contribuyen al nivel astronómico de paro que padecemos, aunque yo no tengo duda de que el grado de fraude (economía sumergida) es tan alto que el nivel real de paro es menor de lo que reflejan las estadísticas. La situación política española está inter­ namente marcada en estos momentos por el llamado «reto soberanista» o indepen­ dentista catalán. ¿Hay alguna razón eco­ nómica que en su opinión, propiciara el surgimiento del nacionalismo catalán ha­ cia finales del siglo XIX? Hay varios factores económicos, desde luego. De un lado, la gran disparidad de renta y riqueza entre Cataluña y el resto de España, que contribuyó a que una parte de la población catalana adquiriera un complejo de superioridad y la sensación de que “España” era una rémora para la economía catalana. Algo parecido a lo que ocurrió en Italia hace unas décadas con la Lega Nord, que aglutinaba a muchos norteños que pensaban lo mismo: que el resto de Italia era un lastre para ellos. Esta disparidad de renta en España alcanzó el grado máximo a finales del XIX y principios del XX. Luego ha habido una cierta convergencia. Por otra parte, hubo unos factores más coyunturales: la plaga de filoxera, que dañó a las vides en toda la vertiente mediterránea y en Cataluña dio lugar al problema de los rabassaires. Naturalmente, se culpaba al Estado de desinterés “El político catalán de más talla hoy en día es el ministro del Interior francés” mucho menos desarrolladas han producido muchos más políticos de relieve nacional. Para mí Figuerola es una figura de gran talla, aunque no llegara a ser presidente del gobierno. Yo creo, efectivamente, que esa tendencia de Cataluña de encerrarse en sí misma constituye una gran pérdida, para ella y para España en su conjunto. Yo casi diría que el político catalán de más talla hoy en día es el ministro del Interior francés. Jordi Pujol dijo en cierta ocasión que Ca­ taluña era la locomotora de España, pero no podía ser el maquinista. ¿Qué piensa de esta afirmación? Ese es precisamente el problema. Da la impresión de que, para Pujol, Cataluña puede hacer fuerza, pero no asumir responsabilidades de gobierno. Como usted comprenderá estoy en total desacuerdo con esa afirmación. España necesita catalanes que vengan a Madrid al asalto (pacífico pero enérgico) del poder Febrero 2014 SUPLEMENTOS V 06 Cultura Opinión Por Xavier Marcé Economista y gestor cultural Cuando la batalla es cultural Cuando Habermas afirma que la democracia está en juego, establece una interesante distinción entre crisis económica y crisis política, circunstancia que niega repetidamente la partidocracia tradicional. En el epicentro del pensamiento de este filósofo de la segunda generación de la escuela de Frankfurt subyace una formulación muy ilustrativa: el capitalismo postindustrial ha conseguido trasladar los conflictos de estabilidad de la economía a la sociología, lo cual justifica la libertad de acción de los grandes medios financieros y debilita los principios básicos de la democracia social y del Estado del Bienestar. El argumento repetidamente aducido es la falta de sostenibilidad de nuestro sistema de prestaciones sociales, hecho que se afirma al margen de la capacidad real de las grandes corporaciones para generar beneficios astronómicos. Ambos elementos deberían estar indisociablemente unidos, y, sin embargo, se analizan por separado sin que ello suponga escándalo político alguno. En este contexto debería extrañarnos poco que la cultura, entendida en este caso como un ámbito de actuación colectiva e individual que compete al Estado, esté sometida a un rápido proceso de liberalización y a una sutil pero continua campaña de desprestigio que legitima el abandono público de responsabilidades que creíamos sólidamente asentadas tras 30 años de democracia. La cultura es un negocio, luego sálvese quien pueda en el marco de una economía de mercado. Esta podría ser perfectamente la conclusión sobre los acontecimientos que la afectan en los últimos dos o tres años. Es cierto que la diversidad sobre la cual se asientan las políticas culturales españolas dificulta una unidad de actuación ideológica. Muchos municipios siguen manteniendo un trato deferente hacia la cultura con presupuestos combativos y algunas Comunidades la han convertido en materia privilegiada por razones turísticas o identitarias, pero la tendencia global, e incluyo con ello a la derecha y a la izquierda, está sujeta a una progresiva desafección. Víctima o no de la progresiva consolidación de los mercados globales, la transición digital y la mercadotecnia mediática, lo cierto es que el espacio tradicional de la Por eso es posible afirmar que las cargas de profundidad contra la cultura no son casuales. Jorge Luis Marzo señala que uno de los problemas que tienen que superar los creadores actuales es el exceso de institucionalización. La creación contemporánea fue el centro de gravedad de la cohesión social durante los años del tardofranquismo y la primera transición, papel que progresivamente se fue transfiriendo a los centros culturales públicos, en los cuales la planificación y los objetivos sociopolíticos redujeron a los artistas a un statu-quo subordinado donde la libertad y la reflexión crítica fueron ocupando un segundo plano. En los años 70 y los primeros 80 la cultura sustituyó a la política como espacio de encuentro y consenso social dado la extrema fragilidad de ésta, inmersa en un proceso constituyente. Que la cultura se sometiera poco a poco a los designios de la política es quizá uno de los principales problemas de nuestra endeble democracia. El filósofo y sociólogo Juergen Habermas es el miembro más destacado de la segunda generación de la Escuela de Frankfurt cultura está cada vez más ocupado por el entretenimiento y el show business. Que la crisis es ideológica, no debería sorprendernos. Josep Fontana en su libro “Por el bien del imperio” analiza con rigor el recorrido hacia la hegemonía del pensamiento neoconservador, tras 40 años de tozuda paciencia en los laboratorios teóricos norteamericanos. Hizo falta la caída del Muro de Berlín y el desmemoriamiento de la izquierda europea ante el valor decreciente del mito del socialismo real para que tales articulados triunfaran y llegara una etapa de éxito para las tesis de Leo Strauss, el padre del pensamiento neo-con. Es la austeridad que nos atenaza ante el miedo febril a perder lo que tanto costó ganar; un miedo que hace serviles a las clases medias hegemónicas en Europa y reduce su capacidad de crítica hasta mínimos insospechables apenas hace unos decenios. ¿Cómo puede estar tan callada la cultura ante evidencias tan claras? Quizá porque está tan adocenada como las clases medias europeas, quizá porque el impacto del mercado global y las oportunidades de en- riquecimiento personal generan desafección colectiva y reducen la responsabilidad social, quizá, en última instancia, porque la cultura tal como la hemos concebido y mimado a través de las políticas públicas europeas ha acabado como un simple escaparate de prestigio con escaso contenido crítico y sujeta a las reglas de juego de los grandes poderes mediáticos. Con toda seguridad algo de ello habrá, pero aún así, no sería respuesta suficiente ante una pregunta tan exigente. La cultura, en tanto que lugar común de la reflexión y el pensamiento libre, debería ser capaz de encontrar con naturalidad un acomodo estable en una sociedad convulsa y en permanente estado de transformación. Sus espacios naturales, libres incluso de la agresión o la tentación permanente del mercado y la economía, deberían formalizarse en la Universidad, en las salas alternativas de todo tipo de expresión artística y obviamente consolidarse como un altavoz plausible de los movimientos sociales off-institucionales. Sin embargo, eso no es visible, o cuanto menos no lo es con la contundencia que sería menester. ¿Es recuperable esta pulsión crítica de la cultura ante una política a la defensiva que lucha permanentemente contra enemigos visibles e invisibles? Es una pregunta que no tiene una respuesta fácil a tenor del creciente peso de los escenarios mainstream que condenan la creación alternativa y rebelde a un estatus periférico. La vida cultural española ha funcionado a remolque de las iniciativas institucionales que durante buena parte de la transición estuvieron comandadas por gestores comprometidos con el sector. Algunos de estos gestores se resisten, dentro de la Administración, al impacto acomodaticio del discurso anticulturalista; otros por cansancio o por convencimiento son cómplices del mismo. En cualquier caso la respuesta sólo puede venir de un replanteamiento cultural. El cine, la música, el teatro, las artes visuales tienen la palabra, pero la auténtica respuesta no vendrá únicamente de la calidad y la responsabilidad de los contenidos sino de su capacidad para generar nuevos canales de distribución y exhibición que aseguren su independencia ante los inevitables monopolios mediáticos. 07 Febrero 2014 SUPLEMENTOS V Cultura Entrevista a Félix de Azúa, escritor. Doctor en Filosofía y profesor de Estética. “Donde no hay salvación es en lo colectivo” “El modelo cultural hegemónico es el tecnocrático, sistema en cierto modo idéntico al de la democracia total” Por Eva Serra e.serra@catalunyavanguardista.com En uno de sus artículos políticos publicados en El Periódico, incluido en el posterior libro Contra Jeremías (Mondadori, 2013) escribió: “La derecha nunca ha tenido necesidad de justificar sus infamias, no trabaja sobre ideas sino sobre prácticas, pero se suponía que la izquierda era lo opuesto. En la nueva centuria no hay diferencia. ¿Qué criterio le merece la libertad de pen­ samiento y qué lugar diría que ocupa hoy en nuestra cultura? No creo que la libertad de pensamiento sea un asunto opinable. O se da o no se da en cada uno de nosotros. Pero no es una cuestión política o colectiva, sino individual. La ejerce quien quiere y nada se lo puede impedir. ¿Considera que la cultura ilustrada se ha acabado? Si estamos hablando de la del siglo XVIII, sin duda se acabó hace ya muchos años. Si es la de la vida cultural euroamericana del siglo XX, también. ¿Qué papel diría que a día de hoy ejerce la ciencia frente a la filosofía? La ciencia es todopoderosa y ha sustituido a la religión en la función de explicar el mundo. La filosofía es una tarea particular a la que se dedican algunos individuos, pero carece de influencia social. Si tuviera que buscar un adjetivo para de­ finir el modelo cultural hegemónico ¿cuál sería y por qué? El modelo cultural hegemónico es el tecnocrático, sistema en cierto modo idéntico al de la democracia total. En una sociedad que se rige por criterios cuantitativos no puede haber otro modelo. ¿Cree que esta crisis puede comportar cambios culturales y sociales? ¿Hacia qué dirección? Ya los ha comportado. El mundo es hoy muy distinto al de hace diez años. Y seguirá cambiando hacia una sociedad cada vez más controlada y seguramente más violenta. ¿Qué modelo cultural considera más acer­ tado o más evolucionado? Ninguno. Los modelos culturales son exudaciones del sistema social. Cada reordenación social crea su propio sistema cultural. Tan perfecto era el del siglo IX como el nuestro. El filósofo y escritor, Félix de Azúa ¿Qué escritores o pensadores contemporáneos considera que están aportando más al mundo de la cultura o a la sociedad? No podría decirlo. Yo leo o he leído a Judt, a Hitchens, a Sloterdijk, y unos pocos más entre los contemporáneos. Cuanto más “libre” parece el aparato, más contribuye al sometimiento ¿Cree que la irrupción de blogs y periodismo ciudadano contribuyen positivamente en la opinión pública? No, en absoluto. Es de nuevo una ampliación del sistema técnico de control. Cuanto más “libre” parece el aparato, más contribuye al sometimiento. Se ha visto hace poco con la gigantesca red de espionaje norteamericano, que no es sino la de todos los países. Aunque allí son más eficaces. ¿Snowden o Julian Assange? Son escapes de información que silban por pequeñas grietas del sistema, pero no sirven para nada. Como ya se ha visto, todos los mandatarios han agachado la cabeza. Para eso están. ¿Cree que el futuro tiene remedio? El remedio del futuro es el presente. Aunque estemos metidos en una máquina infernal, si sabemos jugar dentro de nuestro círculo zoológico, en lo que alcanza físicamente un humano, podemos vivir la fiesta de los buenos días y esquivar los días infaustos. Hasta que nos pillen. Donde no hay salvación es en lo colectivo. Félix de Azúa Félix de Azúa ha publicado numerosos libros de poesía -fue uno de los autores escogidos en la antología Nueve novísimos poetas españoles-, novela -Premio Herralde- y ensayo -cuyo título más reciente es Autobiografía de papel (Mondadori, 2013). Doctor en Filosofía y profesor de Estética, es también colaborador habitual en medios de comunicación como El Pais o Jot Dwon. Es Premio César González-Ruano de periodismo Christopher Hitchens Crop Peter Sloterdijk Tony Judth Febrero 2014 SUPLEMENTOS V 08 Sociedad Opinión Por XavierMassó ¿Opinión “Menú” o “A la carta”? ¿Cómo podemos saber si estamos bien informados y nuestras opiniones son más o menos solventes? La información que recibimos, en cuanto a datos empíricos se refiere, tal vez nunca sea puramente objetiva, pero puede y debe tender a serlo. Procesamos la información que recibimos y, pasándola por el tamiz de nuestro criterio, nos formamos una opinión sobre este o aquel tema concreto. De nuestro criterio previo dependerá la opinión que nos formemos. Es por ello que, aun disponiendo de información idéntica sobre un mismo tema, dos personas pueden sostener opiniones diametralmente opuestas. Desde esta perspectiva y atendiendo a los “polémicos” tiempos que estamos viviendo, hay dos cuestiones que, a mi juicio, deben ser tenidas en cuenta en una sección que, como ésta, se titula de “opinión”. La primera sería si en una sección de opinión deberíamos encontrarnos con un opinador de la información que aporta o con un informador de sus opiniones. En el primer caso, la opinión que se exprese requiere de una exposición de hechos, de un aporte de información a partir de la cual se emiten una serie de juicios y de argumentos que conforman nuestra opinión sobre la materia opinada. En el segundo, en cambio, la opinión se antepone a los hechos en la medida que estos se dan o por consabidos o por obviados y se presentan, de hacerlo, bajo la forma de opinión y subordinados a ella. Creo que en el primer caso nos encontramos ante lo que propiamente debería ser una sección de opinión, es decir, con una información opinada. En el segundo, en cambio, lo que tenemos es una opinión presuntamente informada y lo que se nos transfiere no es primordialmente dicha información, sino una opinión, documentada o no. Y la credibilidad que le otorguemos, nos guste o no, dependerá entonces de otros factores como la autoridad, la credibilidad que nos merece el opinador, la afinidad o simpatía que sintamos hacia él... Desgraciadamente, el modelo que hoy en día, en plena era de la información y en la autoproclamada «sociedad del conocimiento», domina campando a sus anchas por doquier, es el segundo. Y digo desgraciadamente no porque este formato tenga que ser necesariamente negativo, por supuesto que no siempre lo es y en ocasiones hasta puede que sea inevitable e incluso deseable, sino porque el uso ramplón, capcioso y con finalidades inconfesables que actualmente se acostumbra a hacer de él sua del opinador. El resultado, la (de)formación de opinión entre el gran público, que la recibe y asume acríticamente, atendiendo sólo a factores como la afinidad, La opinión «menú» tiene un doble problema. Por un lado, puede ser tendenciosa por parte del emisor; por el otro, puede resultarle más cómoda al receptor en tantas de las llamadas «tribunas de opinión», tiene como consecuencia la pura y simple transmisión de opinión, con los supuestos hechos que la sostienen ya previamente digeridos y conformados por un criterio, el del opinador, a partir del cual surge la opinión. Como consecuencia de esto, y de ello es una prueba el espectáculo mediático de sicofantes metidos a opinadores, tertulianos y otras charadas por el estilo, el gran público recibe la opiniones ya previamente enlatadas y elaboradas de acuerdo con un criterio, sin que la información en sí sea poco más una simple citación pro domo ideológica, de talante o cualquier otra, con aquel opinador cuyas opiniones se asume acríticamente como propias. El lado obscuro de la formación de opinión. Se me ocurren a bote pronto dos ejemplos de este formato de opinador informado, es decir, del informador de su opinión. Uno bueno y otro malo. Supongamos que tengo interés en saber si hay, o puede haber, vida inteligente más allá de la Tierra y busco la «opinión» -en una acepción muy forzada del término- de un astrofísico. Lógicamente, si mis conocimientos de astrofísica son escasos, el modelo que tendrá que adoptar mi interlocutor será el del opinador infor- mado, sin que pueda, porque no los entendería, hacerme ni tan siquiera una somera descripción informativa de los hechos en que se sustenta su opinión, sino a la inversa, exponerme aquella información que se ajuste a su criterio. Nada que objetar. Pero una cosa es el ámbito de la ciencia estricta, donde, además, el sentido del término “opinión” tiene unas connotaciones muy distintas a las de su uso habitual, y otra la consideración que me merezca, es decir, la opinión que yo pueda tener en el sentido de si me agrada o no, la respuesta que me dé. Y si resulta que, por cualesquiera razones, lo que busco es a alguien que me dé la respuesta que yo quiero recibir, pongamos por ejemplo que sí, que haya vida en otros planetas, y me voy a un astrofísico -en el supuesto de que exista alguno de tal opinión- que ya sé de entrada que me dirá que sí, y que si no lo hallo me voy a un astrólogo o a un parapsicólogo, entonces, precisamente entonces, es cuando estaría ante un espejo al otro lado del cual se encuentra el informador de su opinión. Si este mismo formato lo trasladamos a otros más «opinables», a la vez que cotidianos, como la política, la economía o el nacionalismo, estaríamos ante un modelo de opinión «menú», donde se nos da todo hecho y sólo ficticiamente estamos eligiendo. Lo contrario sería, en cambio, la «opinión a la carta»: se nos informa de lo que hay y nosotros, de acuerdo con nuestro criterio, elegimos. Porque una cosa es informar manifestando las propias opiniones para que el lector, de acuerdo con su propia capacidad de discernimiento, se forme la suya, y otra muy distinta es opinar, sin más, bajo la presunción de estar bien informado. Vivimos en un tiempo que las nuevas tecnologías han facilitado como nunca antes el acceso a la información. Ahora bien ¿significa ello que hoy en día estamos más informados que antes? Y más aún ¿sabemos metabolizar las ingentes cantidades de información de acuerdo con un criterio previo que nos permita procesarla adecuadamente y formarnos una opinión solvente? La opinión «menú» tiene un doble problema. Por un lado, puede ser tendenciosa por parte del emisor; por el otro, puede resultarle más cómoda al receptor. Aquí, al menos en la medida de lo posible, intentaremos evitar ambas cosas.