Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario AMPARO. CORRALITO. CADUCIDAD. VENCIMIENTO DEL PLAZO DEL ART. 2 INC. E) DE LA LEY 16.986. INTERPRETACIÓN. RECHAZO La vigencia del plazo de caducidad previsto en la ley de amparo debe interpretarse en sintonía con el espíritu que motivó al constituyente de 1994 y, en tal sentido, la mayor amplitud que la reforma constitucional le ha dado al amparo en el nuevo artículo 43, al señalar que únicamente obsta a su admisión la existencia de otro medio judicial mas idóneo, conduce a inferir que en caso de duda sobre el inicio del plazo debe estarse a lo que resulte mas favorable a la protección del derecho. El instituto del amparo tiene por objeto una efectiva protección de derechos mas que una ordenación o resguardo de competencias.Precedentes Sala I CFALP. Principio pro actione. En el caso particular del “corralito financiero”, ha existido una profusión de normas sobre el tema que, en algunos casos, mas que propender a la fijación de pautas claras sobre la disponibilidad de las sumas depositadas en instituciones bancarias y financieras por los particulares ha generado un inédito y prolongado estado de incertidumbre (conf. Fallos: 325:28).-Nos encontramos en presencia de actos lesivos de efectos consecutivos, del tipo de tracto sucesivo, cuyo daño se consuma periódicamente.PODER JUDICIAL DE LA NACIÓN //Plata, 19 de marzo de 2010.- R.S. I T.138 f* 107/109 AUTOS Y VISTOS: Este expediente N° 16.069/09 (Rgtro.de Cámara) caratulado “G. N. I. y otros c/PEN y otros s/amparo” procedente del Juzgado Federal de primera instancia N° 4 de La Plata Y CONSIDERANDO QUE: I.- Llegan las presentes actuaciones a conocimiento de este Tribunal de Alzada en virtud del recurso de apelación interpuesto por el BankBoston NA …, contra la resolución del señor juez de primera instancia ., que hizo lugar a la medida cautelar.- II. En primer lugar, cabe referirse al agravio vinculado a la caducidad del presente amparo, en virtud del artículo 2°, inciso e) de la Ley de Amparo N° 16.986.Si bien la reforma de la Constitución Nacional en 1994 otorgó jerarquía constitucional a la acción de amparo mediante el artículo 43, ello no importó una derogación in totum de la Ley de Amparo, sino de aquellas disposiciones que contradigan clara y concretamente el texto de la norma constitucional.En tal sentido, la limitación temporal prevista en dicha ley mantendría su vigencia pese a la reforma constitucional de 1994, como también lo entendió el pleno de la Cámara Nacional en lo Civil y Comercial Federal, el 3 de Junio de 1999, en los autos “CAPIZZANO c/IOS” (JA 2000-II, 57).El voto mayoritario en dicho plenario, parte de la nota de expeditividad y de rapidez del amparo, y concluye que, precisamente por tal fisonomía procesal, fijar un plazo para que el interesado lo promueva, so pena de caducidad de la acción, es perfectamente lógico (conf. Néstor Sagües, Derecho Procesal Constitucional. Acción de Amparo. Tomo 3. Ed.Astrea, pág. 272).III. Sin embargo, la vigencia del plazo de caducidad previsto en la ley de amparo debe interpretarse en sintonía con el espíritu que motivó al constituyente de 1994 y, en tal sentido, la mayor amplitud que la reforma constitucional le ha dado al amparo en el nuevo artículo 43, al señalar que únicamente obsta a su admisión la existencia de otro medio judicial mas idóneo, conduce a inferir que en caso de duda sobre el inicio del plazo debe estarse a lo que resulte mas favorable a la protección del derecho.El instituto del amparo tiene por objeto una efectiva protección de derechos mas que una ordenación o resguardo de competencias (Fallos: 299:358, 417 y 305:307; 320:2711, 1339; 321:2823).Repetidamente, en casos similares y que también se vinculaban con el “corralito financiero”, esta Sala Primera sostuvo que debe garantizarse mínimamente el acceso a la jurisdicción de los ciudadanos frente a actos prima facie arbitrarios que puedan afectar gravemente sus derechos constitucionales, otorgándoseles un proceso judicial suficiente que satisfaga sus intereses y su derecho de defensa (conf. Expte. N° 8609/04, caratulado “CAMPAGNA Alberto c/PEN y otro s/acción de amparo” fallado el 8 de Mayo de 2007, entre otros).Las pautas hermenéuticas prevalecientes conducen a sostener la posibilidad de acceder a la instancia en función del principio pro actione (Fallos: 312:83, 1017 y 1306; 315:657); el que adquiere especial relevancia a la luz del artículo 75, inciso 22, párrafo 2° de la Constitución Nacional y las disposiciones de la Declaración Americana de los Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario Derechos y Deberes del Hombre (art. XVIII), de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (art. 8) , del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (art. 2 , aps. 3 y 14) y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (art. 8, aps. 1, 25 y 29) que establecen la necesidad de posibilitar la prerrogativa política de obtener un rápido acceso a un Tribunal de Justicia imparcial (conf. esta Sala in re “RODRIGUEZ Laura Mercedes y otra c/Universidad Nacional de Lomas de Zamora s/ordinario” (expte. N° 5990/03) y “Distribuidora Berisso SRL c/AFIP – DGI s/acción meramente declarativa de inconstitucionalidad” (1)(expte N° 5852/03) fallados el 20 de Diciembre de 2005 y el 8 de Marzo de 2006, respectivamente, entre muchos otros).IV. En el caso particular del “corralito financiero”, ha existido una profusión de normas sobre el tema que, en algunos casos, mas que propender a la fijación de pautas claras sobre la disponibilidad de las sumas depositadas en instituciones bancarias y financieras por los particulares ha generado un inédito y prolongado estado de incertidumbre (conf. Fallos: 325:28).Frente a lo expuesto, nos encontramos en presencia de actos lesivos de efectos consecutivos, del tipo de tracto sucesivo, cuyo daño se consuma periódicamente.En situaciones confusas, frente a “actos concatenados sin solución de continuidad”, cuyos efectos subsisten al momento de sentenciar, es aconsejable decidir el tema a favor del amparista (conf. C. Córdoba, sala A, fallo del 21 de Agosto de 2002, LL 2002-F476).Este mismo criterio siguió la Corte Suprema de Justicia de la Nación en casos similares, en Fallos 307:2174, reiterándolo recientemente en Fallos 329:4918. En tal sentido, sostuvo, con remisión al Dictámen Fiscal: “El escollo que se deduce en la prescripción del art. 2, inc. E, de la Ley 16.986 que establece que el plazo de quince días hábiles, no es insalvable en la medida en que con la acción incoada se enjuicia una arbitrariedad o ilegalidad continuada, sin solución de continuidad originada tiempo antes de recurrir a la justicia pero mantenida al momento de accionar y también en el tiempo siguiente”. Con estos mismos argumentos se han expedido los tribunales del país en torno a la improcedencia del vencimiento del plazo aludido en el supuesto de los juicios promovidos como consecuencia del “corralito financiero” (conf. Cámara Nacional en lo Comercial, Sala D, “DOGO Teresa c/Estado Nacional” fallo del 25/11/2004 (DJ 2005-2, 1043); Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal, sala I, “ARA MONTI, Carlos c/Poder Ejecutivo Nacional” , fallo del 20/10/2003 (La Ley 21/01/2004, 2); Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba “LEMA Armando y otra” fallo del 21/08/2002 (LL 2002-E, 610); Cámara Federal de Apelaciones de La Plata, Sala III, “BALESTRASSE Marta A. y otros c/PEN” (2) fallo del 11/04/2002 (Sup. Esp. Dep. Banc. y Restric. 2002 (junio), 70).En conclusión corresponde rechazar el agravio referido a la caducidad de la presente acción de amparo.V. En el sub lite resulta aplicable la doctrina sentada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación in re “Massa" (Fallos: 329:5913). Ello así en tanto las instancias ordinarias tienen el deber de conformar sus decisiones a las sentencias de la Corte dictadas en casos similares (Fallos: 307:1094; 312:2007; 316:221; 318:2060; 319:699; 321:2294), lo que se sustenta tanto en su carácter de intérprete de la Constitución Nacional y de las leyes dictadas en su consecuencia, como en razones de celeridad y economía procesal que hacen conveniente evitar todo dispendio de actividad jurisdiccional (Fallos: 25:364; 212:51 y 160; 256:280; 303:1769; 311:1644 y 2004; 318:2103; 320:1660; 321:3201 y sus citas). VI. En tales condiciones, la entidad bancaria deberá entregar la suma liberada en dólares estadounidenses convertida en pesos a la relación de $ 1,40 por cada dólar estadounidense, ajustado por el CER hasta el momento de su pago, más la aplicación sobre el monto así obtenido de intereses a la tasa del 4% anual no capitalizable, y con el límite pecuniario que resulta de lo decidido por el señor juez de primera instancia, en tanto su decisión no ha sido apelada por la actora. VII En el caso que la accionante hubiese efectuado retiros parciales o totales en pesos respecto de los fondos depositados originariamente en dólares, por haber desafectado sus depósitos del régimen de reprogramación, debe estarse a lo resuelto por la Corte Suprema en “Rodríguez” (Fallos: 331:901). En tal sentido, a la suma que se ordena entregar en el considerando anterior deberá descontarse las que, eventualmente, con relación a dicho depósito el actor hubiere percibido por la desafectación de sus depósitos reprogramados. A tales fines, las cantidades entregadas en pesos deberán ser computadas en dólares estadounidenses al valor de cotización del día en que fueron efectivamente recibidas y extraídas por el accionante, al tipo de cambio vendedor del Banco de la Nación Argentina. Cabe destacar que aún en los casos en que el ahorrista no se encuentre frente a una necesidad o urgencia extrema motivada por una enfermedad o su avanzada edad (conf. art. 1° de la Ley N° 25.557, art. 1° de la Ley N° 25.587 y Comunicaciones BCRA “A” 3446, “A” 3467 y “A” 3828), corresponde adoptar igual solución cuando el monto de las sumas Poder Judicial de la Nación Año del Bicentenario pesificadas permita presumir el carácter alimentario y asistencial que tenía dicha desafectación, destinado a cubrir necesidades mínimas que hagan a una vida digna: alimentación, vivienda, vestimenta, impuestos, servicios, etcétera, todo lo cual subsume el caso también en el régimen de excepción previsto (conf. CSJN H. 46. XLII y otros, “Hadrowa, Carlos A. y otra c/ Estado Nacional y otro s/ amparo” , fallo del 21 de abril de 2009). VIII. Sin embargo, en el supuesto que la obligación emergente de los contratos de depósito se hubiera extinguido a raíz de su canje por bonos del Estado o por haberse aplicado su importe a fines específicos previstos normativamente, tales como la cancelación de deudas con el sistema financiero, adquisición de inmuebles o automóviles, no corresponde acceder a la entrega cautelar de dichos fondos (conf. CSJN V.859.XLI. - "Valls, Damián Enrique y otro c/ PEN s/ amparo" , fallo del 20-03-07). IX. Por último, lo resuelto en el sub lite no puede aplicarse a los supuestos de montos ya percibidos por el titular del depósito con motivo de la medida cautelar dispuesta, toda vez que tales montos, en principio y como regla general, deben considerarse como definitivamente consolidados al amparo de los procesos correspondientes, sin que por lo demás puedan traer aparejado ningún tipo de consecuencias perjudiciales para los sujetos obrantes de buena fe que los percibieron (conf. CSJN in re “Kujarchuk" Fallos: 330:3680). Por todo lo expuesto, el Tribunal RESUELVE: Hacer lugar al recurso interpuesto y, consecuentemente, MODIFICAR la resolución apelada, con lo cual deberá la entidad bancaria entregar la sumas liberadas en dólares estadounidenses convertidas en pesos a la relación de $ 1,40 por cada dólar estadounidense, ajustado por el CER hasta el momento de su pago, más la aplicación sobre el monto así obtenido de intereses a la tasa del 4% anual no capitalizable, debiendo descontarse las sumas que con relación a dicho depósito el actor hubiere percibido en el caso de haber desafectado sus depósitos reprogramados, con el límite pecuniario que resulta de lo decidido por el señor juez de primera instancia, en tanto su decisión no ha sido apelada por la actora, y con exclusión de los supuestos en que la obligación emergente de los contratos de depósito se hubiera extinguido a raíz de su canje por bonos del Estado o por haberse aplicado su importe a fines específicos previstos normativamente, tales como la cancelación de deudas con el sistema financiero, adquisición de inmuebles o automóviles; todo ello con el alcance expuesto en el considerando VI que antecede. Se omite el pronunciamiento sobre costas hasta el momento de sentenciar. Regístrese, notifíquese, devuélvase. Firmado Jueces : Carlos Román Compaired .César Álvarez. NOTA: (1): publicado en el rubro FALLOS DESTACADOS del sitio www.pjn.gov.ar/Fueros Federales/Justicia Federal La Plata/Fallos destacados/carpeta temática PROCESAL CIVIL (FD.154); (2) idem carpeta temática CORRALITO (FD.15).