ES COPIA. AUTO INTERLOCUTORIO NUMERO CINCUETA Y OCHO Río Cuarto, veintisiete de Agosto del dos mil siete.- Y VISTA: La presente causa “INCIDENTE DE NULIDAD Y OPOSICIÓN EN AUTOS:“ZARATE GASTON EZEQUIEL Y OTRO p.ss.aa. de homicido y abuso sexual” Expte. Letra “O” 21/07 a fin de resolver el incidente de nulidad del informe pericial F-235 y oposición al ofrecimiento de prueba deducida por los letrados Marcelo Brito y Soledad Nieto, defensores del imputado Facundo Macarrón. Y CONSIDERANDO: I) Que a fs. 2291/2305, la defensa del imputado Facundo Macarrón, insta la declaración de nulidad del informe pericial elaborado por el CEPROCOR (F-235 de fecha 25/05/2007) por el cual se determina ADN (haplotipo Y) a partir de las muestras recuperadas y relacionadas al hecho que se investiga y en consecuencia, se declare la nulidad de todos los actos procesales anterioeres y posteriores que de él dependan. En prieta síntesis el incidentista sostiene su argumentación en un exceso en los límites de su actuación, por parte del perito oficial Dra. Nidia Modesti y en la carencia de fundamento científico de las conclusiones periciales expuestas en el informe F-235.- En este sentido (ver punto V del escrito impugnativo), refieren que la pericia química originariamente ordenada (decreto de fecha treinta de noviembre de dos mil seis...y oficio respectivo...) limitaba el objeto de la pesquisa a la detección de ADN procedente del semen presuntamente existente en las evidencias remitidas (exudados) y la eventual determinación de su patrón genético, a los efectos de su posterior cotejo con el perfil genético de la muestra de sangre extraída al por entonces imputado Magnasco. Luego, tras el anuncio de los resultados preliminares de los primeros estudios ordenados, mediante decreto de fecha doce del mismo mes y año, el señor Fiscal amplió el objeto de la pericia a las restantes evidencias remitidas –sábanas, bata y cinto de toalla- pero, supeditándola a una circunstancia condicionante: la previa determinación de presencia de semen... (decreto de fs.88 y oficio de fs.96). Pues bien, practicados los análisis previos tendientes a determinar la presencia de semen en las aludidas evidencias, los mismos arrojaron resultado negativo, conforme lo acreditan las constancias del informe químico 15680 de fecha veintiuno de Diciembre de dos mil seis.” “...Por tanto, según la condición impuesta por el señor Fiscal de Instrucción, no habiéndose determinado la presencia de semen en las sábanas, bata, cinto de toalla y tubos, la perito genética doctora Modesti, no estaba facultada a practicar pericia de ADN en esas evidencias. Siendo ello así, es harto evidente que la perito oficial se excedió en el ejercicio de su poder-deber, ya que dictaminó sobre puntos que no eran objeto de pericia. Por otra parte, y ya en lo que concierne estrictamente a la “...determinación del haplotipo del cromosoma Y de todos los individuos de sexo masculino que pudieran haber contribuido a las evidencias...” (ordenado mediante decreto de fecha trece de marzo del año en curso- fs.698) corresponde señalar que la medida dispuesta por el Sr. Fiscal de Instrucción se orientaba al exclusivo propósito de descartar la hipótesis de contaminación de las muestras producto de una transferencia accidental de ADN (por su manipulación, estornudo, etc..) desde el hallazgo del cadáver de la señora Nora Dalmasso hasta la recepción de las evidencias en aquella institución. En cambio, si se pretendía utilizar posteriormente el resultado aquél como elemento de convicción para fundar una imputación, lo que imperiosa y legalmente debió hacerse...era notificar al Asesor Letrado en salvaguarda de los derechos defensivos de un eventual imputado aún no individualizado (art. 118, última parte del ordenamiento ritual)...”. Luego de otras valoraciones sobre el mismo punto, concluyen: “...por las razones de hecho y de derecho expuestas, instamos la nulidad absoluta del informe pericial F-235, de fecha veintidós de mayo de dos mil siete y de todos los actos procesales que de él dependan, según lo expresado supra. Respecto al planteo vinculado a la carencia de fundamento científico de las conclusiones expuestas en el Informe N° F-235, en el punto VI expresan que: “... carece de toda rigurosidad centífica la aseveración de una correspondencia exacta (...”es igual...”) entre el haplotipo presuntamente detectado en las evidencias analizadas y el perfil de ADN masculino correspondiente a la línea biológica paterna de Félix Macarrón, como así también la etiología asignada al mismo (...procedente del bajo número de copias presente en las muestras analizadas), en desmedro de la hipótesis científicamente más acertada o factible de su procedencia (originada en una contaminación de las mismas) que la doctora MODESTI infundadamente descarta. Entre otras valoraciones, y siempre en relación al dictamen F-235, consideran: 1) que ese dictamen pericial carece de una descripción pormenorizada de todas las operaciones científicas que se practicaron, como así también de las pruebas que abonen la realización de dichas operaciones; 2)que, como consecuencia de la falta de aquella relación detallada y de la carencia de las pruebas pertinentes, las conclusiones a las que arriba la perito oficial lucen huérfanas de una explicación razonada de los motivos científicos por los cuales concluye como lo hace (arg. Art. 242 inc.3 del CPP) que, además del vicio señalado precedentemente, que por si solo es suficiente para nulificar dicho dictamen, la contaminación de las muestras, también por si sola, torna carente de fundamentación científica el referido Informe, por lo que corresponde declarar la nulidad del mismo (art. 242 inc. 3 cit.), haciendo otras consideraciones a las que me remito en honor a la brevedad. II) En respuesta a dicho planteo, con fecha 13/08/2007 el Sr. Fiscal resuelve rechazar la nulidad deducida por la defensa técnica del imputado Facundo Macarrón en contra del informe pericial F-235 elaborado por la perito genetista designada en autos (arts. 184 y 185 inc. 3º “a contarios sensu” del C.P.P. Funda su postura, en que ningún vicio se advierte que acarree ineficacia al documento que se impugna. En ese orden de ideas, como el mismo nulidicente expone haciendo un análisis retrospectivo de la labor ordenada por este Ministerio Público y llevada adelante por los peritos, se dispuso a fs. 3 (aclaración: todas las fojas que se indican en el presente dictamen, salvo aclaración, se corresponden al “para agregar” que se compila por separado del principal) una pericia química sobre las sábanas secuestradas y muestras recabadas en el lugar del hecho, a los fines de determinar si en las telas y en los exudados vaginal y anal se hallaban restos de semen…, designando para la labor al bioquímico Dr. Daniel Zabala. Como la investigación se encontraba en ciernes y no habían sido aún individualizados imputados en la causa, atento a las previsiones del art. 118 del C.P.P. se notificó al Sr. Asesor Letrado, dándosele la posibilidad que proponga perito de control, medida que fuera notificada por diligencia con fecha veintisiete de noviembre de dos mil seis.- Posteriormente por decreto de Fs. 15 se ordenó la imputación de Rafael Magnasco a tenor de lo prescripto en el art. 306 “última parte” del Rito, disponiéndose expresamente “…la extracción de muestras de sangre…” “…para el oportuno estudio de acidodesoxirribonucleico (ADN)…”, circunstancia harto indicativa que ya desde entonces, lo que la fiscalía procuraba era obtener un perfil genético distinto al de la víctima, que posibilitara su comparación con el del posible autor del hecho. Si bien esto fue así, en la inteligencia que el informe del perito bioquímico Dr. Daniel Zabala daba cuanta de la presencia de semen en el exudado vaginal, anal y en algodón que se levantó -muestra vulvar- (fs. 16), se extrajo sangre al imputado Magnasco (fs. 18) para determinar a través de pericia química con examen de ADN “si el patrón genético de la misma se corresponde con el existente en las muestras de exudado vaginal y anal oportunamente extraídas del cuerpo de la víctima, Nora Dalmasso… ” (fs. 19). A poco que se indague en los decretos mencionados, y a riesgo de parecer redundantes, fácil resulta advertir que la incógnita que la investigación procuraba revelar era la posible presencia de un ADN diverso al de la occisa, y no si en las muestras había o no semen, pericia que correspondía a técnicos bioquímicos o químicos, y no a aquellos expertos en biología molecular a los que les competía la comprobación de la existencia de ADN, para el caso, peritos de CEPROCOR (Acordada Nº 2, serie “B” de fecha 27/08/96) . Tal es así que el libelo del oficio remitido a la Dirección de Servicios Judiciales (ver fs. 20) señala” se sirva designar al profesional del CEPROCOR que corresponda, quien deberá realizar: A) pericia química con examen de ADN, a los fines de determinar si la sangre extraída del cuerpo de Rafael Magnasco, contiene el mismo patrón genético que el existente en las muestras de exudado vaginal y anal extraído del cuerpo de la víctima…”. En igual sentido se le indicaba a la perito oficial (ver fs. 29) “que proceda a realizar pericia química con examen de ácido Desoxirribonucleico (ADN). Ahora bien, por qué en el mismo oficio se consignó “que determine si el patrón genético de la muestra de sangre extraída del cuerpo de Marcelo Rafael Magnasco, se corresponde con el del semen existente en las muestras de exudado vaginal y anal oportunamente extraídas del cuerpo de la víctima Nora Dalmasso”, simplemente por lo especificado por el perito bioquímico sobre el hallazgo de semen en los hisopos peritados. Pero ello, de ningún modo acotaba o restringía la búsqueda u obtención de ADN. Por otro lado, se designó al perito de parte Carlos María Alfredo Vullo como contraloreador de los actos periciales, salvaguardándose de este modo todos los derechos procesales y constitucionales del acusado. De tan meridiana claridad y fácil interpretación aparecía el cometido pericial, que el propio Centro Científico el 11 de diciembre de 2006 remitió a esta Fiscalía resultados “preliminares” (fs. 81/2), en los que se indicaba que se habían aplicado en las evidencias metodologías que se utilizan de rutina, recuperándose sólo un perfil de ADN femenino que es igual al perfil de Nora Dalmasso. Se destacó en la oportunidad, que se continuaba trabajando con dichas evidencias aplicando diferentes “variables metodológicas” lo que palmariamente advierte que el objetivo estaba encaminado desde el inicio a la posible obtención de ADN, sin limitarse exclusivamente a lo que se indicó como semen. Para dar mayor certeza al trabajo no sólo se solicitó que se practicara por intermedio de la Policía Judicial un análisis de antígeno prostático, marcador específico de líquido seminal, sino la remisión de los tubos en los que fue realizada la pericia bioquímica en Río Cuarto, y evidencia sin peritar para estudio de ADN. Este análisis era precisamente el que siempre le fue encomendado al laboratorio, por lo que carece de sustento el vicio procesal intentado. Tal es así, que por decreto de fs. 88 se dispuso la remisión de tubos, sábanas, cabellos, salida de baño o bata y cinto al laboratorio, para que con colaboración del perito de Policía Judicial Néstor Gutierrez se determine la presencia de semen en las telas y tubos, y en caso positivo se practique pericia de ADN, y de establecerse que los cabellos eran masculinos patrón genético de los mismos mediante pericia de ADN. Siguiendo los lineamientos expuestos, la falta de determinación de semen de ninguna manera podría resultar obstáculo o impedimento para la prosecución de las labores periciales que tanto en telas o en cabellos estaban encaminadas a la obtención de un patrón genético distinto al de Nora Dalmasso. Aparece como de excesivo rigor formal el pretender circunscribir el objeto de la pericia al hallazgo de semen, cuando desde el vamos se muestra acabadamente transparente que la meta encomendada por la fiscalía al perito genetista, propia de su ciencia, era la de procurar la obtención de perfiles genéticos. Es así, que el estudio de ADN abarcaba todas las evidencias, inclusive los cabellos, agregándose cualquier otro dato de int erés (fs. 96). La nueva medida, aunque existía un imputado en la causa, fue notificada al Asesor Letrado para que ejerciera todos los derechos que le acuerdan las normas procesales (ver fs. 88 vta.).- He de destacar -para dejar completamente claro que esta Fiscalía tenía conocimiento de todos los pasos de la labor pericial, y que por ende no ha existido exceso por parte de la experta genetista que reste eficacia probatoria a la pericia- que a fs. 126 en nota dirigida al Ministerio Público Fiscal, se informaba que el “día 14 de diciembre de 2006 en horas de la mañana, se recibieron en agencia Córdoba Ciencia S.E. evidencias de la causa de referencia, y a las quince horas se le entregaron al Bioquímico Néstor Gutierrez, Jefe del Laboratorio de Química Legal de Policía Judicial, con el objeto que dicho laboratorio realice las pericias bioquímicas de rutina como investigar la presencia de manchas y aislarlas, investigar la presencia de semen, saliva, sangre, etc. en una fracción de cada una de las manchas, para luego remitir las fracciones remantes sin peritar de cada una de ellas al laboratorio de Biología Molecular para la realización de pericia de ADN” (ver fs. 126/128), misiva que demuestra que el estudio no sólo se iba a proyectar sobre semen sino saliva, sangre etc…- El acta que documenta la entrega (fs. 127) se encuentra rubricada por el perito de parte Carlos Vullo, único propuesto hasta ese momento y quien, obviamente, estaba en conocimiento de lo actuado, por lo cual no advertimos que se haya conculcado ningún derecho que haga al correcto ejercicio de la defensa o del debido proceso como lo pretende el instante.- Por otro lado, la posterior decisión de remitir evidencias al F.B.I. tampoco acarrea nulidad que afecte la consecución de los trabajos encomendados al CEPROCOR (fs. 241).El informe F-198 (ver fs. 255/63) deja bien en claro los alcances de la pericia que se estaba realizando, indicando que su “objeto” se encaminaba a la “determinación de los perfiles de ADN a partir de los materiales biológicos remitidos, y el posterior cotejo de los mismos” dejándose perfectamente establecido en el documento la metodología implementada y las conclusiones arribadas acordes a la técnica utilizada. Si bien ello es así, nada habilita a entender, como pretende el letrado defensor, que se trate de una pericia agotada, cuyo objetivo, mucho más vasto, era la obtención del ADN contenido en la evidencia. Este documento sólo complementa acabadamente lo adelantado a fs. 81/2 y 93/4, de donde fluye lo provisorio de los estudios. Provisionalidad que se refuerza con la nota obrante a fs. 376, fechada el 18 de enero de 2007, en la que la perito señala “que en oportunidad de la entrega del informe de la pericia genética, realizada el 29 de diciembre de 2006, le informé al Dr. Marcelo Hidalgo, que se continuaba trabajando con una fracción de las evidencias correspondientes a “exudado vaginal”, exudado anal”, “algodón vulva peritazo” e “hisopo vulva” procurando la detección de ADN mitocondrial. Asimismo, también se está trabajando sobre diferentes alternativas técnicas orientadas a optimizar la detección de ADN que pudiera estar presente en muy baja concentración”. Se hizo saber en esa oportunidad que “además se procesó una fracción de la evidencia recibida con fecha 26 de dici embre, correspondiente a “muestras identificadas como Nº 1, 2, 3, 4 y 5 de la sábana de abajo, y del cinto de toalla. En la actualidad se están determinando los perfiles de ADN a partir de las mismas, y los resultados que se obtengan serán remitidos a la brevedad posible”. El acta labrada en la Agencia Córdoba Ciencia citada por la defensa, corre agregada a fs. 238 y hace referencia a la entrega de partes fraccionadas de evidencias para ser enviados al F.B.I., consignándose que son muestras ya recibidas y analizadas por nuestros laboratorios, cuyos informes finales ya fueron entregados a los fiscales intervinientes en la causa. Indudablemente hace referencia al documento identificado como F-198, sobre el que expusimos sobre su carácter preliminar. Lo que sí debe reputarse como final y definitiva es la conclusión a que se arribara utilizando la metodología de rutina, y no la que ya se habían empezado a aplicar dando sustento científico al informe F -235, que hoy se pretende tachar de nulo. En ese orden de ideas, se muestra cabalmente transparente la continuidad pericial con el pedido formulado por la genetista el 7 de febrero de 2007, para procesar el material remanente de las evidencias remitidas y rotuladas por Policía Judicial “identificadas como número 4 y 5 de la sábana de abajo y del cinto toalla”. En la oportunidad se indicó que se estaban obteniendo resultados en los sistemas de cromosoma Y. Que sería necesario reprocesar dichas evidencias, no quedando material remanente de las mismas para futuros estudios. No obstante lo apuntado, subsistía la posibilidad de contraprueba porque fracciones de la evidencia habían sido remitidas al F.B.I., fue proveída por la fiscalía el ocho de febrero (fs. 410), y el veintiséis del mismo mes se libró un oficio dirigido a la Dr. Nidia Modesti para que informe el “estado de avance de los estudios que se están realizando en ese centro en relación a las muestras oportunamente remitidas en la causa de marras”. El veintiocho se evacuó el requerimiento haciéndose saber a este Ministerio Público que si bien los estudios no habían concluido, se estaban obteniendo resultados esencialmente reproducibles en los sistemas de cromosoma Y (marcadores genéticos distintivos de individuos de sexo masculino). Se destacó específicamente que dichos resultados serían generados por ADN en bajo número de copias, descrito en la bibliografía internacional como LCN (Low Copy Number). En la oportunidad siguiendo recomendaciones estrictamente científicas y a fin de descartar una posible transferencia accidental, se entendió necesario determinar el haplotipo Y de todo individuo de sexo masculino que pudiera haber contribuido a las evidencias. Es decir que hubiera estado en contacto con las mismas. Otro indicador ineludible que no permite disociar el acto pericial lo podemos extraer del decreto de fs. 634, en cuanto dispone que una vez que sean retiradas las muestras devueltas por el FBI, debían ser entregadas al CEPROCOR para que la perito “continúe” con las tareas que le fueran ordenadas. La ampliación de dicho decreto, por el que se designaba a un comisionado para retirar las muestras, acto al que se dio posibilidad de asistencia a las partes, fue notificado a los defensores y querellantes (fs. 667, 688, 689) sin que expresaran reparos a la medida, en el entendimiento evidente que la pericia lejos de agotarse se estaba profundizando. En ese orden de cosas, la extracción de sangre dispuesta por la Fiscalía el trece de marzo de 2007 a todos aquellos que posiblemente hubieran estado en contacto con la evidencia, con claras miras a continuar con la investigación científica (fs. 698), tampoco mereció negativa de partes, resolución que, para más, a diferencia de lo que sostiene el nulidicente, fue notificada al Asesor Letrado a fs. 698 vta. . No obstant e, las partes ya habían sido autorizadas a examinar las actuaciones, contando con copias del expediente, por lo que no se puede aducir desconocimiento de lo actuado (698 vta., 700, 705). El decreto que fijaba lugar, día y hora de extracción, tampoco fue impugnado, pese a estar correctamente notificado a las partes (fs. 751, 752, 759, 760,761, 773, 788, 789). En orden a los fundamentos expuestos, y en lo que a este punto respecta, ha de descartarse la nulidad impetrada, toda vez que desde el inicio mismo del trabajo pericial, encaminado a obtener, como insistentemente se dijo, un perfil de ADN, que como haplotipo Y fue recuperado de diversas evidencias y fuera documentado en el informe que hoy se pretende atacar, se salvaguardaron todas las garantía procesales que tornan legitimo el quehacer de esta fiscalía y de la perito oficial. En referencia al segundo de los embates procesales, tachando al informe F-235 como carente de Fundamentacion, corresponde referirse, en primer lugar, a lo que debe contener un documento pericial para que sea considerado completo como elemento probatorio. En ese sentido, el dictamen pericial “expresará los resultados y las conclusiones a que arriben los peritos conforme a los principios de su ciencia, arte o técnica, sobre las cuestiones plantadas a su consideración” (CPP Cafferata y Tarditti tomo 1 pag. 579). Ahora bien, para alcanzar una adecuada fundamentación el documento deber contener determinados requisitos que partiendo de la descripción del motivo de la pericia encomendada, transitando por la descripción de los objetos sujetos a análisis, detalle de la fecha y operaciones que se practicaron y de su resultado y las conclusiones que los expertos formulen debidamente explicadas, conduzcan a un juicio asertivo o conclusivo lógico. Así las cosas, en lo que al informe cuestionado respecta, restándole documento no aparece ningún vicio que atente contra su validez, eficacia pericial probatoria. demuestra Un repaso del acabadamente contenido que se del han contemplado todos los pasos que exige la normativa legal en el art. 242 del C.P.P..- Podemos afirmar sin temor a equivocarnos que el Informe F-235, sin apartarse de la exigencia de la norma, detalla claramente el objeto de la pericia, consistente en la “determinación de los perfiles de ADN a partir de los materiales remitidos”, los que aparecen correctamente descriptos en la pieza procesal. Transcribe a continuación y a modo de “INTRODUCCIÓN” particularidades del genoma humano, a partir del cual se puede construir el perfil de ADN (Ácido Desoxirribonucleico), el cual es único y distintivo de cada individuo. Describe pormenorizadamente los treinta y nueve sistemas implementados en el laboratorio, luego de indicar como se obtiene lo que se denomina “alelo” e ilustrar que el perfil obtenido en todos los sistemas de STRs analizados, constituyen lo que se llama el perfil de ADN o Perfil genético. Se explaya la pericia sobre los genotipos XX – femenino- y XY –masculino y su relación con los sistemas mencionados, explicando que el perfil de ADN que se obtiene en los sistemas del cromosoma Y (24 al 39 sólo en individuos de sexo masculino) se denomina haplotipo de cromosoma Y. Que toda persona de sexo masculino presenta el mismo haplotipo de cromosoma Y que los hombres de su misma línea biológica paterna (padres, hijos, hermanos, tíos paternos, abuelos paternos etc.). Se sostiene que la identificación de personas a partir de vestigios biológicos se hallan validados por estudios poblacionales. Que para ello se utilizan las frecuencias alélicas de los estudios poblacionales de STRs realizados por Agencia Córdoba Ciencia y la frecuencia de la población caucásica de Estados Unidos publicadas por Promega. Que las frecuencias del haplotipo de cromosoma Y utilizadas son de la base de datos internacionales, los que se especifican adecuadamente. A la más que ilustrativa introducción, se agrega bajo el título “metodología utilizada” una descripción de las operaciones que se practicaron, las que en honor a la brevedad, y para no entrar en lo exclusivamente técnico, resumiré en tres puntos que no agotan la explicación agregada en el informe, 1-purificación de ADN a partir de manchas de fluido biológico. 2-purificación de ADN a partir de hisopados vaginales, anales y manchas de fluidos biológicos con procesamiento diferencial y 3- purificación de ADN a partir de muestras de sangre. Se explicó que del material analizado se tomaron varios trozos de distintos lugares, tratando de cubrir la evidencia en su totalidad, transcribiéndose pormenorizadamente como fue procesada cada muestra y las variables metodológicas utilizadas y como se denominaron las muestras a partir de cada metodología impetrada, verbigracia: “muestra identificada como Nº 5 de la sábana de abajo” utilizando la metodología 1 se obtuvo la muestra denominada sábana 5 A, aplicando la metodología 2 sábana 5 B. En un tercer procesamiento con la metodología 1 se procesaron todos los trozos remanentes del material, los cuales se denominaron sábana 5 C. De este modo la perito fue detallando cada muestra indicando metodología aplicada y denominación. Para una mejor comprensión de la ya difícil tarea de analizar rigurosamente el documento por quien no es técnico en la materia, la perito incorpora cuadros consignando los resultados tanto de los SISTEMAS AUTOSOMICOS como de CROMOSOMA Y, con la respectiva nota al pié que contribuye a su comprensión. Se aclaró además que con el objeto de optimizar la detección de ADN que pudiera estar presente en muy baja concentración, se ensayaron distintas alternativas técnicas en todas las evidencias recibidas, tanto en la etapa de purificación, como en las de amplificación y detección del ADN. Que además se utilizaron dos tipos de reactivo para la detección del cromosoma Y: “el kit Powerplex Y-system de Promega que analiza 11 marcadores genéticos, y el Kit de Applied Biosystems que detecta 16 marcadores genéticos. Para la interpretación de los resultados se fijaron criterios basados en las recomendaciones de la Sociedad Internacional de Genética Forense. Al momento de arribar a las conclusiones, que a criterio de este Ministerio Público aparecen como una derivación razonada de todos los antecedentes periciales, la experta deja palmariamente acreditado en qué evidencia se determinaron los perfiles de ADN y en cuales se estudiaron Cromosoma Y y sistemas autosómicos. Si suficiente fundamento por parte de la perito mereció el análisis de los sistemas autosómicos que determinó un único perfil genético correspondiente a Nora Dalmasso, lo concluido respecto a los estudios realizados en los sistemas de cromosoma Y, lejos de cualquier atisbo de duda sobre una posible oscuridad, confusión o falta de precisión correspondencia sobre total el con cometido lo pericial, antecedente, guarda una concluyendo fundadamente, salvando cualquier nulidad, que: “I) En la muestra 1, correspondiente a la evidencia denominada sábana 5 A, se recupera un haplotipo de 13 marcadores genéticos, indicativo de la presencia de un perfil de ADN masculisno. En las muestras 2 y 3, correspondientes a las fracciones epitelial y potencialmente espermática (ver metodología) de la evidencia denominada sábana 5 B, se recuperó un haplotipo de cromosoma Y de 5 marcadores genéticos. denominada En la muestra sábana 5 C, 4, se correspondiente recupera un a la evidencia haplotipo de 15 marcadores genéticos. Cabe destacar que sólo no fue posible asignar ningún alelo en el sistema DYS19. La sábana 5 A, la sábana 5 B y la sábana 5 C, corresponden a tres procesamientos de la “muestra 5 de la sábana de abajo” (ver material analizado). El haplotipo recuperado en cada una de dichas evidencias es diferente al de RM1, y es igual al haplotipo de Félix Macarrón.- II) En la muestra 5, correspondiente a la evidencia denominada sábana 1, se recupera un haplotipo de 10 marcadores genéticos, indicativos de la presencia de un perfil de ADN masculino. Dicho haplotipo de cromosoma Y es diferente al de RM1, y es igual al haplotipo de Félix Macarrón.- En la muestra 6, correspondiente a la evidencia denominada cinto A, se recupera un haplotipo de 7 marcadores genéticos, indicativo de la presencia de un perfil de ADN masculino. En las muestras 7 y 8, correspondientes a las fracciones epitelial y potencialmente espermática (ver metodología) de la evidencia denominada cinto B, no se recuperó ningún haplotipo de cromosoma Y. En la muestra 9, correspondiente a la evidencia denominada cinto C, se recupera un haplotipo de 13 marcadores genéticos. El cinto A, el cinto B y el cinto C, corresponden a tres procesamientos de la “muestra del cinto de toalla” (ver material analizado). El haplotipo recuperado en el cinto A y el cinto C es diferente al de RM1, y es igual al haplotipo de Felix Macarrón.En la muestra 10, correspondiente a la evidencia denominada algodón vulva peritado B se recupera un haplotipo de 10 marcadores genéticos, indicativo de la presencia de un perfil de ADN masculino. Dicho haplotipo de cromosoma Y es diferente al de RM1, y es igual al de Felix Macarrón.- V) En la muestra 11, correspondiente a la evidencia denominada sábana 4 A, se recupera un haplotipo de 6 marcadores genéticos, indicativo de la presencia de un perfil de ADN masculino. En las muestras 12 y 13, correspondientes a las fracciones epiteliales y potencialmente espermática (ver metodología) de la evidencia denominada sábana 4 B, no se recuperó ningún haplotipo de cromosoma Y. En la muestra 14, correspondiente a la evidencia denominada sábana 4 C, se recupera un haplotipo de 2 marcadores genéticos, insuficientes para el cotejo. La sábana 4 A, sábana 4 B y sábana 4 C, corresponden a tres procesamientos de la “muestra 4 de la sábana de abajo” (ver material analizado). El haplotipo recuperado en la sábana 4 A es diferente al de RM1, y es igual al de Felix Macarrón. En la muestra 15, correspondiente a la evidencia denominada exudado vagina l B, se recupera un haplotipo de 6 marcadores genéticos, indicativo de la presencia de un perfil de ADN masculino. Dicho haplotipo de cromosoma Y es diferente al de RM1, y es igual al de Felix Macarrón. La frecuencia del haplotipo de cromosoma Y recuperado en las evidencias mencionadas en los puntos anteriores, fue determinada a partir de la base de datos de CEPROCOR – ACC con 223 individuos de la población de Córdoba, y de la base de datos internacional YHRD (Chromosome Haplotype Reference Database), con 23.073 individuos de poblaciones de América Latina, América del Norte, Europa, Asia, África, etc. El haplotipo recuperado en dichas evidencias, no fue detectado ninguna vez en los 223 haplotipos de la población de Córdoba, ni tampoco en los 3.207 haplotipos de Latinoamérica ni en los 9.353 haplotipos de Europa. Es importante destacar que un individuo masculino posee el mismo haplotipo de cromosoma Y que todos los individuos masculinos de su línea biológica paterna: padre, hijo, nieto, hermano, abuelo paterno, tíos paternos, primos paternos, etc.. Por otra parte cabe destacar que en todas las evidencias mencionadas, no fue posible asignar ningún alelo en el sistema DYS19. El mismo resultado se observó en el haplotipo de cromosoma Y recuperado a partir de la sangre de Félix Macarrón, donde tampoco fue posible asignar ningún alelo en el sistema DYS19. Resultado que se interpreta como la presencia de un alelo nulo en dicho marcador. Si bien en la bibliografía se describe la presencia de alelos nulos en sistemas del cromosoma Y, no está descripta la frecuencia de los mismos para el sistema DYS19. No obstante, en la base de datos YHRD se han detectado sólo 4 haplotipos (diferentes al determinado en la presente pericia), portadores de un alelo nulo en el sistema DY S19, en un total de 51.253 haplotipos de 447 poblaciones a nivel mundial actualización “21” del 13/04/07). Por lo expuesto la presencia de un alelo nulo en el sistema DYS19 en las evidencias mencionadas y en el perfil genético de Félix Macarrón, refuerza que el haplotipo recuperado corresponda a la línea biológica paterna de Félix Macarrón. En la muestra 16, correspondiente a la evidencia denominada exudado anal B, no se recuperó ningún haplotipo de cromosoma Y, distintivo de individuos de sexo masculino. En la muestra 17, correspondiente a la evidencia denominada sábana 3, no se recuperó ningún haplotipo de cromosoma Y, distintivo de individuos de sexo masculino. En la muestra 18, correspondiente a la evidencia denominada hisopo vulva B, se recuperan alelos en 10 marcadores genéticos, y en los sistemas DYS439 y DYS392, se recuperan dos alelos (ver nota aclaratoria sobre contaminaciones). A partir de lo indicado en dicha nota, no es posible definir si se trata de 1 ó 2 haplotipos. No obstante, muchos de los alelos recuperados en el hisopo vulva B, son diferentes a los de RM1 y a los de Félix Macarrón. En la interpretación de los resultados obtenidos en la presente pericia, es necesario tener en cuenta que la detección de un perfil genético femenino en los sistemas autosómicos y un perfil masculino sólo en los sistemas de cromosomas Y, se interpreta como la superposición de ADN femenino en forma mayoritario y de ADN masculino en forma minoritario. En los sistemas autosómicos ocurre una competencia entre el ADN femenino y el ADN masculino, en tanto que en los sistemas del cromosoma Y no existe dicha competencia. Esto explicaría la recuperación del perfil masculino sólo en los sistemas del cromosoma Y.”. Merece especial tratamiento en la presente la nota sobre contaminaciones que obra en el informe, pues de su lectura surge incuestionable que la facultativa sólo hace referencia al punto X) de las conclusiones en el que expresamente se consigna (ver nota aclaratoria sobre contaminación) y no de lo informado en los restantes tópicos, por lo que no puede interpretarse extensivo a todo el documento como lo propicia el nulidiciente. Se agrega en el documento, por último, la bibliografía utilizada. La prieta síntesis que me permití transcribir de un informe mucho más abarcativo, aparece con suficiente rigor lógico y científico, lo que posibilita descartar el vicio de falta de fundamentación invocado, toda vez que el documento ha sido motivado conforme a derecho (art. 242 del Rito), razón por lo cual debe incorporarse al proceso con todos sus alcances. Hecha esta ineludible aclaración, he de referirme en particular al tema que inquieta a la defensa en orden a una posible contaminación en el laboratorio de biología molecular (CEPROCOR). En ese orden de ideas, al referirse la perito a los parámetros de calidad que rigurosamente se respetan en las instalaciones del organismo del estado, lugar, por cierto, al que este Representante del Ministerio Público tuvo acceso junto a las partes que hoy pretenden invalidar lo actuado, descarta toda posible contaminación de evidencias en esta y en cualquier otra causa, debido a todas las precauciones que se toman al respecto. Resumiendo el basto informe sobre seguridad en el tratamiento de la evidencia remitido por Nidia Modesti, podemos sintetizar que tal como se recomienda para los laboratorios de biología molecular de diagnóstico, el CEPROCOR cuenta con- “Laboratorio con cabina de seguridad biológica para la purificación de muestras biológicas de referencia (sangre, hisopado bucal, etc. de víctimas y sospechosos ), - Laboratorio con cabina de seguridad biológica para la purificación de ADN a partir de evidencias - Sala de Pre-PCR con 3 cabinas: una utilizada sólo para reactivos de PCR, otra sólo para colocar el ADN de las muestras indubitadas y la última sólo para trabajar con el ADN de las evidencias.- Sala de PCR, con 3 termocicladores - 3 salas de Post-PCR, una para el análisis manual y otras dos para el análisis automatizado de los productos de PCR. Que cada sala dispone de guardapolvos para que los operadores se los coloquen al entrar y se lo retiren antes de salir. Respecto a la metodología de trabajo, se hizo saber que las evidencias se procesan días diferentes que las sangres, y cada laboratorio y cabina de seguridad poseen su propias pipetas automáticas y material de plástico estéril y descartable, de manera tal que nunca se intercambian dichos materiales. Que tanto la amplificación del ADN de las evidencias, como su detección, se realiza en forma totalmente independiente a la amplificación y detección del ADN de las muestras de referencia indubitadas de sospechosos y/o víctimas. Se colige de lo expuesto, que nunca las evidencias o el ADN de las mismas están en contacto con las muestras de referencia o su ADN purificado, lo que descarta rotundamente la posibilidad de contaminación de evidencias en el laboratorio. Por otro lado, incontrastable resulta que tanto la purificación del ADN como la detección de un haplotipo de cromosoma Y en varias evidencias, fue recuperado antes de obtenerse la sangre de Félix Macarrón. Surge palmario de las constancias del sumario (ver fs. 376), que ya por ese entonces se había comenzado a procesar una fracción de la evidencia recibida el 26 de diciembre, correspondientes a muestras identificadas como Nº 1, 2, 3, 4 y 5 de la sábana de abajo y del cinto de toalla, en las que se estaban determinando los perfiles de ADN. A ello hay que añadir lo hecho conocer a la fiscalía el 7 de febrero de 2007, referente a que se estaban obteniendo resultados en los sistemas de Cromosoma Y (marcadores genéticos distintivos de individuos de sexo masculino). El día 26 de febrero se solicitaron informes sobre el estado de avance de los estudios que se estaban realizando en ese centro, en relación a las muestras oport unamente remitidas, recibiendo respuesta el 1 de marzo de 2007, especificando, una vez descartada la posibilidad de contaminación en ese laboratorio, que se estaban obteniendo resultados esencialmente reproducibles en los sistemas de cromosoma Y, marcadores genéticos distintivos de individuos de sexo masculino. Desde ese entonces ya se informaba sobre la nueva metodología de trabajo implementada, al especificar que dichos resultados serían generados por ADN en bajo número de copias descrito en la bibliografía internacional como Low Copy Number, técnica diferente, por otra parte, a la utilizada para arribar a las conclusiones que da cuenta el primer informe denominado F-198. De acuerdo a recomendaciones de la “Internacional Society of Forensic Genetic”, a criterio de la perito, se tornaba imprescindible descartar cualquier transferencia accidental desde el hallazgo del cadáver hasta la recepción de la evidencia en la Institución, razón por lo cual a fs. 698 la Fiscalía ordenó practicar una inspección corporal, consistente en extracción de muestras de sangre, las que una vez obtenidas fueron remitidas al CEPROCOR y recibidas en fecha 29 de marzo de 2007 (fs. 1402/3 del principal). Así las cosas, la fuerza de lo documentado torna imposible que el haplotipo Y, como lo propone el instante, haya sido obtenido con posterioridad a la extracción de sangre de Félix Macarrón. Para más, la perito oficial revela que ya a fines de enero y principio de febrero se había logrado determinar un haplotipo de cromosoma Y en varias evidencias, y alrededor del 6 de febrero tuvo una reunión con el Dr. Vullo, perito de parte del por ese entonces imputado Rafael Magnasco, a quien le fueron exhibidos los resultados obtenidos, corroborando que el haplotipo recuperado en varias evidencias era diferente al mencionado. Los electroferogramas obtenidos a partir de algodón vulva peritado, muestras identificadas como Nº 5 de la sábana de abajo, y de cinto de toalla, aventan cualquier sospecha sobre la cronología de los hechos. Más aún, cuando en la parte superior de los mismos consta el código de la evidencia (descrito en hojas de procesamiento) y la fecha en que fue realizada la corrida electroforética. Es de destacar que dicha fecha queda documentada en el equipo resultando imposible modificarla. A guisa de colofón, y en lo referente a la nota sobre contaminación agregada al documento, adujo la perito que por la detección de más de un haplotipo de cromosoma Y en una sola evidencia (hisopo vulva), lo cual era además un resultado incongruente con el haplotipo recuperado en el algodón vulva, se consideró necesario descartar que el perfil recuperado en el hisopo vulva no se tratara de una contaminación. Que fue a consecuencia de ello que se solicitó material biológico de todas las personas que pudieran haber tenido acceso a la evidencias, toda vez que se correspondía con lo indicado en los casos de ADN en bajo número de copia, para descartar contaminación o transferencia de ADN accidental. Lo dicho, deja expresamente establecido que la duda de la experta sobre transferencia accidental radicaba sobre esa evidencia, y no sobre el haplotipo Y, que luego se correspondería con el obtenido de la sangre de Félix Macarrón, el que ya había sido recuperado de las restantes evidencias (ver informe de fecha 9 de agosto del corriente año). En orden a lo expuesto y lo normado por los arts. 184, 185 inc. 3º “a contrario sensu” del C.P.P., debe rechazarse el planteo de nulidad deducido por improcedente. III) A fs. 2388 obra escrito de oposición de la defensa manteniendo la postura nulificante, fundamentos que en honor a la brevedad doy por reproducidos, a lo que el Sr. Fiscal con fecha 17/08/07 mantiene su criterio rechazando la declaración de nulidad solicitada, remitiéndose a los fundamentos expuestos oportunamente y disponiendo elevar las actuaciones por ante este Juzgado de Control a sus efectos. IV) A fs. 2320, los incidentistas proponen al instructor de la causa, medidas probatorias consistentes la solicitud de copia autenticada de todos los electroferogramas obtenidos del estudio de la totalidad de las evidencias analizadas y en particular, los correspondientes a la determinación del haplotipo Y del personal masculino de la institución; copia fehaciente de los controles (positivos y negativos) de cada corrida electroforética, del electroferograma correspondiente al control negativo de la extracción de ADN e informe respecto a la fecha del último mantenimiento o service preventivo y correctivo –se se hubiese realizado- del analizador genético ABI PRISM utilizado en el estudio de las muestras en relación a la fecha en que fueron procesados los materiales genéticos obtenidos de las evidencias analizadas, considerando que tal documental además de ser pertinente y útil, es imprescindible y absolutamente necesaria a los efectos conocer si el aplotipo del cromosoma Y presuntamente recuperado de algunas de las muestras reprocesadas, fue determinado con anterioridad a la extracción de sangre del Sr. Félix Macarrón, y acreditar debidamente los extremos que sustentan nuestra pretensión nulificatoria. Medidas éstas, que con fecha 08/08/07 el Sr. Fiscal de Instrucción resuelve provéase oportunamente si resultare de interés para resolver la nulidad impetrada. V) A) Contra dicho resolutorio, la defensa presenta escrito de oposición (fs. 2382), fundando el mismo en idénticas razones a las expuestas al solicitar las medidas, haciendo otras consideraciones a las que me remito en honor a la brevedad y doy por reproducidas. B) Que con fecha 15/08/07, el Sr. Fiscal, mantiene el proveído atacado, argumentando que la utilidad y pertinencia de la documental solicitada estaba daba a fin de establecer la fecha en que había sido obtenido el haplotipo Y, circunstancia que advierte ha sido develada con la recepción del informe de la Perito Genetista obrante a fs. 2331/2361, que motivó la resolución de fecha 13/08/07 al rechazarse el incidente de nulidad planteada, disponiendo en consecuencia, su remisión a este Tribunal a sus efecto (art. 338 del C.P.P).- VI) A) El reparo defensivo que atribuye condición impuesta para practicar pericias de ADN a la determinación de semen, debe ceder ante el mandato judicial que fijó estudios comparativos de perfiles genéticos como punto de dictamen (30/11/2006). Por ello, no existe exceso en el procesamiento de las evidencias denominadas hisopos de exudado vaginal, anal y algodón vulva sin peritar e hisopo vulva y muestras identificadas con número 1,2,3,4 y 5 de la sábana de abajo y del cinto toalla, por no trasuntar diversidad con la materia ordenada y cuya dirimencia es interrogante decisivo de la investigación al efectuar conclusiones útiles para concretar tareas de cotejo. Evidentemente, la actividad cuestionada se revela con pertenencia a una integridad operacional que, ensayando técnicas alternativas distintas, se presentó razonable por conducencia para lograr despejar gradualmente el tipo de perfil que en calidad de incógnita persistía. En consecuencia, descartada la ausencia de alteración en el alcance de las cuestiones a elucidar, la verificación en autos del efectivo control de parte en las operaciones (aceptación de cargo y participación del perito contraloreador Dr. Vullo hasta la instancia de conocimiento del haplotipo de cromosoma Y consenso), tornan ineficaz la pretensión nulificadora intentada. B) Resulta improcedente declarar la nulidad de la pericia por omisión de conminar a quienes debían extraerse muestras sanguíneas a proponer abogado defensor, ya que los sujetos no estaban señalados como partícipes de un delito y la falta de individualización tornó operativo el mandato previsto en el art. 118 del C.P.P, asegurándose la asistencia técnica por letrado oficial de quien pueda resultar involucrado al sólo efecto de la práctica de los actos definitivos e irreproductibles. Tampoco se ha violado la disposición del art. 236 CPP por no haber mediado previa notificación a los dadores si en esa ocasión no habían revestido la calidad de pasivos legitimados. Ello, porque no resulta razonable exigir, previo a la realización de una prueba pericial, de terceras personas cuya inspección deviene necesaria para obtener evidencia que pueden proporcionar, facultades para proponer peritos o puntos de análisis sobre la tarea técnica..- C) En tanto que bajo la imputación de carencia de fundamentos científicos, la defensa niega existencia de exacta correspondencia entre el haplotipo presuntamente detectado y el perfil de ADN masculino correspondiente a la línea biológica paterna de Félix Macarrón, los cuestionamientos que efectúa se refieren a disidencias críticas con el objeto instalar una hipótesis alternativa, cual es la de la contaminación. Cuando aduce que esos marcadores fueron mayoritariamente incompletos, lo que sumado al similar informe de otro haplotipo parcial en muestra N° 18 de hisopado en vulva, indica que las muestras fueron contaminadas y agrega que escapa al sentido común obtener un marcador genético desde la muestra diluida cuando sobre una concentrada el resultado fue negativo, alude a falta de basamentos científicos que incluyen análisis axiológicos enderezados a restar eficacia al dictámen. Descree, con el mismo fin, de la aseveración de Modesti en cuanto a que el riesgo de contaminación sólo existió en las etapas de recolección, manipulación ó traslado puesto que, en ese caso el haplotipo ya debió ser encontrado en el informe F-198 y no acepta la exclusión categórica de interferencia en el laboratorio al resultar contradictorio con las pruebas efectuadas para descartarlas por iniciativa de la propia perito oficial. Cabe estimar, a través de las disquisiciones resaltadas, que el incidente planteado se erigió en elemento hábil para consagrar una opinión divergente enarbolada por la defensa, aspecto que se manifiesta al confrontar sus argumentaciones con las explicaciones que aportó la perito para justificar las conclusiones embestidas. Así, rescatando las tácticas que desarrolló la profesional en orden a los reparos expuestos, corresponde destacar que, ante los resultados negativos de ADN masculino obtenidos en el informe F-198 y a los fines de optimizar su detección, se reprocesaron las evidencias ensayando distintas alternativas técnicas, con modificaciones metodológicas que determinaron los resultados observados en el informados F-235. Dice que el obstáculo configurado por la presencia de células en muy baja concentración, pudo tener su origen en las tareas previas de análisis que sobre las evidencias efectuó el perito Zabala, afectando la calidad y cantidad de ADN en las muestras. Aclara que por determinarse sólo en la muestra N° 18 “hisopo Vulva” una mezcla de haplotipos no compatibles con el de consenso, en ella se introdujo el concepto de contaminación por transferencia accidental, induciendo su producción antes del arribo de las muestras a la institución, por ser la única disidencia y atendiendo que los antecedentes refieren un trabajo inicial del bioquímico como algodón de vulva que luego se convirtió en hisopo. Confirma ausencia de transferencia accidental en el laboratorio ante el resultado negativo del cotejo con los haplotipos de cromosomas Y del banco de datos. La comparación de las disidencias esbozadas confirma declaraciones de ciencia divergentes, obtenidas a partir de operaciones valorativas encontradas que, argüidas por la defensa constituyen disconformidad con las conclusiones de la perito oficial. Por ello, desconceptualizado el agravio defensivo de fundamentación procedimental, corresponde la remisión al trabajo realizado en el CEPROCOR con la finalidad de constatar el cumplimiento de las exigencias contenidas en el art. 242 del C.P.P. 1- Se ha constatado la enunciación por la perito de las reglas técnicas pertinentes. Utilizando los protocolos clásicos de la bibliografía internacional, se aplicó el proceso de “fraccionamiento diferencial y no diferencial”, para los marcadores genéticos de los sitemas autosónicos el kit ampfister identifiler de applied biosystem, obteniéndose un perfil de ADN igual al de Nora Dalmaso, y para los marcadores genéticos del cromosoma Y, el kit power plex Y system de Promega, no logrando ningún haplotipo de cromosoma Y(F-198). A fin de optimizar la detección de ADN que pudiera estar presente en muy baja concentración, se reprocesaron las evidencias analizando otros trozos de distintas partes de las mismas, se ensayaron distintas alternativas reduciendo las etapas de purificación, evitando las resuspensiones con Buffer PBS, y se procesaron por primera vez muestras identificadas como N° 1,2,3,4 y 5 –sábana de abajo y de cinto de toalla- dejando material remanente sin analizar para futuros estudios. Las muestras que habían sido manipuladas por el bioquímico Zabala, se resuspendieron en 20 ul, es decir, la mitad del volumen utilizado en el informe F198-, y utilizando la técnica de “franccionamiento no diferencial” e implementando el kit amp fister Y-filer de applied biosystem – con mayor sensibilidad y poder de resolución permitió consiguir 16 marcadores, 5 más que el kit usado previamente-, lográndose obtener un haplotipo de cromosoa Y de consenso. Se remarca la recepción en el laboratorio de biología molecular de 26 muestras de sangre de referencia entre el 25 y 30 de abril, entre las que estaba la de Félix Macarrón, o sea un par de meses después del período comprendido entre el 02/01 y el 09/02/07 en que se procesaron las muestras que determinaron el hallazgo del haplotipo Y. 2- Aplicación de las técnicas explicitadas a los hechos o evidencias del proceso. El material analizado estuvo integrado por las muestras recuperadas en hisopos del exudado vaginal, anal y algodón vulva sin peritar e hisopo vulva, y en las numeradas 1,2,3,4 y 5 de la sábana de abajo y cinto de toalla. 3) Como enunciado de las deducciones concretadas, la perito determinó que el haplotipo recuperado desde las evidencias es igual al de Félix Macarrón. El relevamiento de la pericia permite asegurar el cumplimiento de las formalidades instrumentadas para garantizar el control de las partes, especialmente por existir una relación detallada de las operaciones y su resultado, sin omitir experimentos practicados, pasos seguidos y sustancias y materiales utilizados. Por ello, de frente a las constancias de la causa, la nulidad articulada debe rechazarse ante la ausencia de vulneración de las formas esenciales, descartada a partir de la legalidad procesal que ostenta la diligencia probatoria. Así como el correcto sentido que debe otorgarse a los diversos tipos de razones que habilitan impugnación impide que el recurso prospere en invalidéz, nada obsta para que el razonamiento desarrollado se relacione con la ponderación probatoria conducente respecto de la resolución final. En esa inteligencia, resta manifestar la impertinencia para efectuar valoración jurisdiccional alguna en esta instancia sobre el fondo de la pericia llevada a cabo, pues no corresponde exclusión que prive al sentenciante del mérito para producir convicción que decida sobre la bondad con que han sido evacuados, desde distinto ángulos, los puntos sometidos a los expertos. D) Acuerdan las partes que la remisión solicitada por la defensa de los electroferogramas correspondientes a la obtención del haplotipo Y del personal masculino del laboratorio se vincula con la verificación temporal de su recuperación. En ese rumbo, la incógnita controvertida fue acabadamente señalada en el pedido de nulidad, configurando formalmente la incontaminación un punto de decisión impugnado. Su oportuna fundamentación elaborada sobre los antecedentes de las operaciones, demuestra el acceso a los datos técnicos de identificación cromosómica y tuvo como consecuencia dejar limitada la competencia funcional del tribunal al análisis de la posibilidad de contaminación. Por lo tanto, al decidirse sobre la improcedencia de la invalidéz planteada, el acto dio respuesta en la medida que el interés de la parte lo propuso en su introducción, demostrando que la pretensión probatoria impulsada se presenta inadmisible pues su implementación extralimitaría los márgenes de la competencia revisora, aspecto que también debe descartarse porque como la oposición se rige básicamente por los principios que informan el recurso de apelación, la producción de prueba en esta instancia examinadora no resulta procedente. Pero, aunque no incida sobre el incidente de nulidad articulado, surge plausible que se acoja la iniciativa del letrado pues, a su estrategia perfilada con el cuestionamiento a las fechas manuscritas por la perita Modesti y la insinuación sobre el mantenimiento y estado de los equipos, resulta pertinente para garantizar el principio de libertad probatoria sobre el objeto del proceso. Por ello y normas legales citadas, RESUELVO: I) Rechazar la nulidad articulada en contra del Informe Pericial F-235 elaborado por la perito oficial designada en autos (art. 184 y 185 inc. 3° “a contrario sensu” del C.P.P) II) No hacer lugar a la oposición interpuesta por la defensa en relación a las medidas probatorias cuya introducción se requirió en forma previa a la resolución del incidente. PROTOCOLICESE, NOTIFIQUESE Y OPORTUNAMENTE REMITASE A LA FISCALIA DE ORIGEN. FDO. DR. DANIEL MUÑOZ (JUEZ) ANTE MI: DR. LUIS M.WERLEN ZBRUN (SECRETARIO)