15. LA VIDA MORAL

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¡Venga tu Reino!
Síntesis de licencia, 2013.
H. Roberto Núñez, L.C.
15. LA VIDA MORAL
INRODUCCIÓN
I. COLOCACIÓN ENTRE LOS TEMAS DE SÍNTESIS
Dentro de la reflexión filosófica, el tema ético se coloca tras una metafísica y una antropología que
lo fundamentan y lo determinan. La ética constituye la parte práctica de la filosofía, en el sentido que busca
orientar la conducta humana.
II. PROBLEMÁTICA PARTICULAR DEL TEMA
Nuestro tema investiga en qué consiste una vida moralmente buena. Busca responder ¿cómo
llega el hombre a ser bueno, o sea virtuoso? Por esta razón, la virtud es el centro del tema.
La diferencia con el tema anterior -el bien moral- radica en que aquel buscaba sobretodo responder
el por qué una acción es buena, mientras que éste va dirigido al cómo alguien llega a ser bueno.
III. JUSTIFICACIÓN DE ESQUEMA
Dividimos el tema en una parte histórica y una parte sistemática. La primera enfoca los autores y
tradiciones más relevantes por su forma de concebir la virtud. La segunda se centra en la explicación de
conceptos.
CUADRO HISTÓRICO
INTRODUCCIÓN
En la historia ha habido muchas concepciones de la virtud. Algunas de ellas son tan diferentes que
se contradicen. Aquí se hace un repaso cronológico de dichas respuestas, y se intenta dejar claro 1) las
obras principales, 2) la definición del sistema, 3) definición de la virtud según el sistema, 4) la clasificación
correspondiente de las virtudes, 5) una breve explicación.
I. PLATÓN
A. Obras: Filebo; y República
B. Definición del sistema: Teoría que piensa lo natural como participación de un mundo sobrenatural,
ontológicamente superior.
C. Definición de la virtud: son funciones del alma
D. Clasificación:
1. No tiene una clasificación clara
2. Es el primero que habla de las 4 virtudes directoras de las demás, las que luego llamaremos
cardinales.
E. Explicación:
1. Parte de un dualismo antropológico
2. Si las virtudes son funciones del alma, entonces van contra el cuerpo…
3. Por eso funda el bien en la mediación de inteligencia y placer.
II. ARISTÓTELES
A. Obras: Ética Nicomáquea; Política; Moral a Eudemo, Gran ética.
F. Definición del sistema: Teoría moral que basa la bondad del acto humano en la realización virtuosa
() del acto más propio de nuestra naturaleza (). Esto causa la felicidad que es el fin del
agente.
B. Definición de la virtud: Por virtud se entiende  y , es decir: el acto propio de una cosa
(), realizado con excelencia ().
C. Clasificación: Ética Nicomáquea I, 13; II, 5.
definición de
la virtud
en general excelencia añadida a algo como perfección; buena disposición para el
cumplimiento o realización perfecta de una inclinación natural
tipos
generales
definición
forma de
adquirirse
VIRTUDES ÉTICAS
perfección de la voluntad; hábito
electivo que consiste en un término
perfección del entendimiento o razón en relación al
medio (entre el exceso y el defecto)
conocimiento de la verdad; hábito que faculta para la
relativo a nosotros, determinado por la
realización del apetito natural del hombre hacia el saber
razón y por aquella por la cual
decidiría el hombre prudente
la repetición, la costumbre
tipos
valor
vicio por
defecto
temeridad
vicio por
exceso
VIRTUDES DIANOÉTICAS O INTELECTUALES
templanza
el aprendizaje, la instrucción
liberalidad ciencia inteligencia sabiduría arte
prudencia
intemperancia
prodigalidad
son dos formas de
o libertinaje
son tres formas de perfección de la
perfección de la
razón teórica
razón práctica
cobardía insensibilidad avaricia
Virtud moral más importante: JUSTICIA dar a cada uno lo debido
tipos de
justicia
GENERAL O LEGAL
JUSTICIA DISTRIBUTIVA
JUSTICIACONMUTATIVA
definición
conformidad a las leyes
de la ciudad
reparto de bienes, derechos y
obligaciones a cada uno según su
mérito o demérito; en cierto sentido
excluye la igualdad
reciprocidad: cada uno debe
recibir lo que ha dado o el
equivalente; lo igual por lo
igual
D. Explicación:
1. La definición de virtud que se ha ofrecido debe estar acompañada de la noción de “hábito”.
2. La felicidad va unida a la virtud, como consecuencia.
3. La filosofía no se identifica con cualquier virtud, sino con la más excelsa.
4. Es necesario añadir el concepto de educación ()
III. ESTOICOS
A. Obras: Las cartas (Séneca)
B. Definición del sistema: Filosofía que exalta la naturaleza racional del hombre y desprecia las pasiones
sensibles, buscando alcanzar la “apatía”, identificada con la felicidad.
C. Definición de la virtud: es el vivir sólo de acuerdo con la razón, es la “apatía”.
D. Clasificación:
1. Catalogan las virtudes en torno a las “cardinales”, despreciando las otras.
E. Explicación:
1. La virtud, la apatía, y la felicidad se identifican. (única diferencia respecto a Kant)
2. Caen en un desinterés por el fin: “age quod agis”.
3. Aciertan al darle primacía a la razón pero se equivocan al no tomar en cuenta los sentimientos,
pues la voluntad también es facultad del hombre.
4. Aciertan al decir que las virtudes se “conectan”…
5. Es una concepción determinística de la naturaleza.
6. Virtus se ipsa contenta es, es propter se expetenda.
IV. AGOSTINO
A. Obras: De civitate Dei; Confesiones.
B. Definición del sistema: No es un sistema de pensamiento filosófico sino teológico.
C. Definición de la virtud: Es una cualidad de la mente humana, con la que se vive rectamente, que
nadie usa mal, y que Dios produce en nosotros, sin nosotros.
D. Clasificación: sigue la clasificación platónica, con aportaciones cristianas.
E. Explicación:
1. Su definición de “virtud” sólo es aplicable a un tipo de virtudes; las teologales.
V. SANTO TOMÁS
A. Obras: Summa Theologiae; Comentario a la Ética…; a la Política.
B. Posible definición del sistema: Filosofía de inspiración aristotélica, y cristina que considera la
primacía de un principio ontológico subsistente del que dependen las creaturas y que rige a través de
su misma naturaleza.
C. Definición de la virtud: Disposición estable (de la voluntad) para hacer el bien. // Habitus operativo
bueno.
D. Clasificación: (se reserva su explicación para la parte sistemática)
E. Explicación: (se reserva su explicación para la parte sistemática)
VI. HUME (Edimburgo, 7 de mayo de 1711 – ibídem, 25 de agosto de 1776)
A. Obras: Tratado sobre la naturaleza humana; Ensayos sobre la moral y la política; Investigación sobre
los principios de la moral
B. Definición del sistema: Filosofía empírica que afirma el criterio de moralidad en las emociones y no
en lo racional.
C. Definición de la virtud: Las virtudes son aquellas pasiones que producen en nosotros el “sentimiento
de humanidad”, es decir; el interés por la felicidad de otros.
D. Clasificación:
1. Naturales
2. Artificiales: justicia.
E. Explicación:
1. Parte de un desprecio de la razón; nuestras pasiones mueven la voluntad…
2. Su aproximación es netamente empírica.
3. Entiende la felicidad de forma radicalmente sensible.
VII. KANT (Königsberg, Prusia, 22 de abril de 1724 – Königsberg, 12 de febrero de 1804)
A. Obras: Fundación metafísica de las costumbres; KRP; Metafísica de las costumbres.
B. Posible definición del sistema: A nivel moral es la teoría que adopta el deber como criterio de
moralidad. Este deber es expresado por el imperativo categórico que surge de la ley moral y de la
reverencia.
C. Definición de la virtud: es la obediencia del imperativo categórico.
D. Clasificación: (¿Clasificable según sus categorías?)
E. Explicación:
1. Parte de una ausencia de metafísica.
2. Buscando un fundamento llega al deber.
3. Tiene tres formulaciones del “imperativo categórico”. (Cf. El bien moral)
4. Se diferencia de los estoicos en que ve la virtud como causa de la felicidad.
CUADRO SISTEMÁTICO
INTRODUCCIÓN
Hasta el momento hemos abordado diversas opiniones. Ahora ahondaremos en la nuestra, que se
identifica con la del Aquinate, quien sigue a Aristóteles en general.
INTRODUCCIÓN B (Nicolás)
Después de haber visto en qué consiste el bien moral, en este tema se profundiza acerca de cómo
el hombre lo pone en acto en su vida, o sea cómo vive una vida moral.
A. Por lo mismo resaltan dos cuestiones fundamentales: La virtud y la ley.
1. La virtud en general sería la disposición de la persona a obrar el bien moral, aunque como veremos
son necesarias varias matizaciones.
2. La ley en general es aquello que ordena algo de algún modo, la ley moral regula los actos humanos
en cuanto humanos respecto del fin último; aquí toca con el bien moral en cuanto en su naturaleza
humana encuentran en sí la regla próxima de la moralidad en cuanto se orienta al fin último,
respecto de la cual un acto recibe su calificación moral, sea bueno, conforme; o malo si no es
conforme.
B. Podríamos decir que hablamos de dos partes que entran en juego en la vida moral humana:
1. La parte objetiva en la legalidad, ley eterna (de la que participa la ley natural y sus manifestaciones
positivas) y que “dirige” la creación y por ello todo el mundo natural hacia su fin último, como su
bien supremo.
2. Y la parte subjetiva, la conformación del hombre a esa ley. Una conformación de sus actos
humanos, que en cuanto humanos implican su inteligencia y voluntad, que son conscientes y
libres. Aquí es donde hayan marco las virtudes y la conciencia del ser humano.
a. Las virtudes en cuanto que, como hábitos operativos buenos, disponen al ser humano a obrar
conforme la bondad objetiva, lo disponen al bien.
b. La conciencia en cuanto hace presente en el hombre la ley moral, haciendo a su vez posible
obrar según ella, obrar el bien, alcanzar su realización en el fin último.
i.
La relación entre virtudes-conciencia-ley es concomitante, total en cuanto una se
haya en función de la otra. La ley que siendo la “parte objetiva” requiere de la
conciencia, según la naturaleza racional humana, para ser captada como bien y las
virtudes en cuanto educan la conciencia a captar el bien y a la vez desear obrar según
él y tener las fuerzas para obrarlo. Y viceversa…
I. VIRTUS-HABITUS1
C. Cuando hablamos de Santo Tomás definimos la virtud como disposición estable a hacer el bien, que
es igual a decir Habitus operativo bueno.
D. Las virtudes no son parte de nuestra naturaleza, pues no nacemos con ellas, debemos formarlas.
Tampoco son capacidades, pues las capacidades –como los sentidos- no necesitan de entrenamiento.
Por esto parece que las virtudes son habitus (EN II.1).
1
Cf. La nueva dispensa del P. Dominic, donde hace un estudio bastante profundo y claro de lo que son los
habitus. Mi desarrollo es un buen resumen.
E. Santo Tomás define el habitus como “principio intrínseco del obrar humano” (I-II, q.49., pr.).
1. Por esto, parece ser una cualidad (I-II, q.49., 1.).
a. El término habitus viene de habere, y en la filosofía se ha usado para indicar:
i.
Tener una cosa. Aquí, habitus se refiere a la categoría del tener.
ii.
El modo en que una cosa se comporta. Aquí, se trata de una cualidad, o sea de una
determinación de una sustancia bajo algún aspecto, que pertenece a la cosa
inmediatamente.
b. Las cualidades determinan una sustancia en su esencia o en sus accidentes, pero propiamente
sólo a nivel de los accidentes, en cuatro modos:
1. in ordine alla natura del soggetto
2. nella sua azione
3. nella passione
4. nella quantità
F.
G.
H.
I.
habitus
dispositio
potentia
impotentia
passio
patibilis qualitas
forma
figura
(difficile inmovilis)
(facile movilis)
(fortis)
(potentia debilis)
(qualitas sensibilis permanens)
(transiens)
(in naturalibus)
(in artificialibus)
c. Por lo tanto, el habitus es una determinada especie de cualidad: una disposición de una cosa
por la que está dispuesta, bien o mal, respecto a otra cosa.
i.
Pero se diferencia de la mera disposición, porque ésta es transitoria, mientras que el
habitus es estable.
d. Además, una virtud tiene que ser buena. Sólo el primer tipo de cualidades, es decir el habitus,
es bueno por sí, porque determina la cosa en orden a su naturaleza.
e. Todo habitus tiene que estar dirigido a algún acto. Por el hecho de estar ordenado a la
naturaleza de una cosa, el habitus está ordenado a las operaciones de esa cosa. (MF,V, 1022b10)
Solo algunos seres tienen necesidad de los habitus. El habitus es una característica propia del hombre.
No quiere decir que sea el único ser que posea habitus, pero sí el único en sentido pleno. La belleza, la
salud, o la enfermedad de los animales no racionales, no son habitus en sentido pleno, porque son
factores mutables (I-II, q.50, 1-3).
1. En los cuerpos no existen los habitus porque las operaciones de un cuerpo provienen de sus
cualidades naturales, que están determinadas a una única operación y no tienen necesidad de H.
2. En los organismos, las actividades provienen de su forma vital (alma), y el cuerpo ya está dispuesto
a responder de forma habitual. Por su débil condición corpórea, no son habitus plenamente.
3. El hombre solo puede perfeccionarse mediante los habitus en algunas dimensiones de su
naturaleza: las racionales. La razón es la única dimensión del hombre en la que se pueden formar
habitus.
De un lado, los habitus no son naturales, porque no se nace con los habitus operativos ya formados.
Por otro lado, deben ser, en cierta forma, naturales.
La formación de los habitus:
1. Se logra mediante la realización del tipo de acto al que el habitus está ordenado.
2. No basta la realización del acto, sino el ejercicio prolongado, o disminuiría el habitus.
Es necesario distinguir entre :
1. Hábito: disposición estable, innata o adquirida de ser o comportarse en un cierto modo. El hábito
afecta más profundamente la espiritualidad del hombre; modifica la psicología, el intelecto, y la
vida moral. El mismo hábito puede dividirse en:
a. Operativo: si tiene una potencia operativa por sujeto. Un hábito operativo puede ser:
i.
Bueno: Si 1) perfecciona al hombre en algún aspecto; 2) si lo dispone a obrar bien.
ii.
Malo: (Viceversa).
b. Entitativo: si tiene la forma o materia esencial por sujeto.
-Por esto puede decirse que los habitus sí son necesarios para la realización plena de la vida, pues sólo
a través de ellos se logra nuestra perfección.
2. Habitud: tendencia inconsciente a hacer algo en un cierto modo. La habitud atenúa la conciencia
por automatismo.
II. LAS VIRTUDES: CLASIFICACIÓN, NECESIDAD, Y FORMACIÓN
A. Clasificación
1. La primera catalogación de las virtudes es en 2:
a. Virtudes infusas: nos son otorgadas sin nuestra colaboración. Se subdividen en:
i.
Morales: Prudencia, justicia, fortaleza, templanza.
ii.
Teologales: Fe, esperanza, y caridad.
b. Virtudes naturales: son aquellas que se adquieren por nuestro esfuerzo. Se subdividen en:
i.
Intelectuales (Dianoéticas): Hábitos operativos buenos que perfeccionan el intelecto.
Se subdividen en:
a) Las que perfeccionan la razón teórica:
 Ciencia (episteme): conocimiento sistemático y hábil de un campo del saber.
 Inteligencia (nous): conocimiento de los primeros principios.
 Sabiduría (sophia): capacidad de reflexionar los primeros principios.
b) Las que perfeccionan la razón práctica:
 Arte (techné): la destreza en una práctica (recta ratio factibilium).
 Prudencia (phronesis): capacidad de determinar y hacer lo virtuoso en
situaciones concretas (recta ratio agibilium).
ii.
Morales (éticas): Hábitos operativos buenos que perfeccionan las potencias apetitivas
que participan de la razón. Éstas son:
a) Discernimiento; se puede relacionar con la sabiduría o prudencia.
b) Rectitud; se puede relacionar con la justicia.
c) Moderación; se puede relacionar con la templanza.
d) Valor; se puede relacionar con la fortaleza.
B. La necesidad
1. Según las definiciones:
a. Son necesarias para perfeccionar el intelecto.
b. Son necesarias para perfeccionar las potencias apetitivas.
2. Desde la perspectiva de la felicidad, que es la realización excelente de la obra más propia.
a. Las virtudes son necesarias para lograr el ejercicio correcto de la faculta intelectiva, sobre todo
las virtudes intelectuales.
3. En cuanto a las facultades
a. Nuestra razón tiende a la verdad; virtudes intelectuales.
b. Nuestra voluntad tiende al bien; virtudes morales.
C. La formación
1. Educación
a. Se parte del concepto de hábito que requiere ejercicio.
b. Las virtudes morales, en cuanto vinculadas a las potencias apetitivas, se forman con:
i.
La repetición; cantidad.
ii.
La costumbre; misma manera.
c. Las virtudes intelectuales, en cuanto vinculadas al intelecto, se forman con:
i.
El aprendizaje: acercamiento al conocimiento.
ii.
La instrucción: el enseñar.
d. Es importante resaltar que hay diversas partes en la educación.
2. Cultura
a. Obra en nosotros desde el inicio.
b. Actúa en nosotros a través de muchas formas: educación, patria, tradición, folklore.
II. LOS VICIOS
1. Los hábitos operativos se distinguen en virtudes o vicios según su relación a la naturaleza. Por lo
tanto cada hábito operativo es bueno o malo, dependiendo de si dispone a un acto en
conformidad (bueno) o en disconformidad (malo) con la naturaleza del hombre.
2. Los hábitos operativos tienen tres principios de especificación.
a. El principio activo, es decir; el mismo hábito como principio distinto y específico de actos.
b. Su conformidad o disconformidad con la naturaleza, que determina si es bueno o malo.
c. Su objeto específico. Pero las primeras especificaciones dependen de esta última.
3. Los vicios provocan la disminución de un hábito bueno, y por lo tanto retrasan nuestra perfección.
II. LA RELACIÓN ENTRE VIRTUDES MORALES E INTELECTUALES; LA PRUDENCIA
Ya se habló de las virtudes intelectuales (dianoéticas) y morales (éticas)2. La diferencia fundamental
es que las dianoéticas son perfecciones del intelecto, mientras que las éticas perfeccionan las tendencias
que pueden ser orientadas por la razón.
A. Distinción entre virtudes intelectuales y morales. Las virtudes morales se distinguen de las
intelectuales por dos aspectos fundamentales.
1. Por su sujeto. Las virtudes morales perfeccionan tanto las tendencias, como el intelecto, en cuanto
ligado a la dirección de las inclinaciones y del obrar, es decir; la razón práctica. Las virtudes
intelectuales, en cambio, perfeccionan el intelecto en sí mismo (y nada más).
2. Por la capacidad operativa. Se trata de una diferencia cualitativa más fundamental. En cuanto
virtudes, las dos confieren la capacidad de realizar obras buenas. No obstante, las virtudes morales
van más allá, confiriendo la inclinación de cumplir obras buenas. Es decir; no sólo perfeccionan la
facultad, sino también la voluntad de la persona, haciéndola buena como persona y no sólo bajo
una capacidad parcial. (Ejemplo: Un pianista capaz puede tocar mal sin dejar de ser bueno. Un
hombre justo que comete un acto de injusticia deja de ser justo)
B. La prudencia.
1. Para que el hombre obre bien, es preciso que no sólo la razón esté bien dispuesta por el hábito de
la virtud intelectual, sino que esté bien dispuesta asimismo la facultad apetitiva mediante el hábito
de la virtud moral” (Sum. Theol., I-II, q, 58, a. 2.)
a. Es necesario por ello que para que el juicio práctico esté conforme con la ley moral, la
inclinación de su facultad apetitiva también lo esté.
i.
De donde resulta el valor de la prudencia (virtud intelectual), de cara a formular
buenos juicios prácticos es una virtud moral. Ella presupone la rectitud del apetito
que tiene por objeto actos moralmente buenos.
2
Cf. EN. I, 13, 1103a 4-13.
a) Las demás virtudes intelectuales no pueden por ello ser consideradas virtudes
morales, ni siquiera las artes, pues su valor es independiente de la moralidad del
que las usa.
2. No es posible la posesión perfecta de cada una de ellas sin las otras. Es una relación concomitante.
a. Toda virtud moral supone la prudencia (Pues establece el último juicio práctico acerca del acto
particular de la facultad apetitiva).
i.
La prudencia a su vez supone que la facultad apetitiva esté bien inclinada por las
virtudes morales.
ii.
Si una falta no se puede decir que hay una buena disposición en el orden moral.
3. Santo Tomás hace uso de dos definiciones al hablar de las virtudes morales:
a. San Agustín (tomada por Pedro Lombardo): La virtud es una cualidad buena de la mente
humana, con la que se vive rectamente, que ninguno usa mal, y que Dios produce en nosotros
sin nosotros.
b. Aristóteles: un hábito concerniente la decisión, consistente en un término medio en relación
a nosotros, determinado por la razón, y como el hombre prudente lo determinaría.
i.
Si nos fijamos en que toda virtud moral consiste en un “término medio”, podemos
captar mejor la valía de la prudencia, pues no se puede llegar a ese término medio
sino mediante la deliberación (s) que es el núcleo de la prudencia (en cuanto
aplicación de los principios universales a casos particulares)…
II. LAS VIRTUDES CARDINALES
Las virtudes morales más importantes y en torno a las cuales giran todas las que poseen alguna
significación ética… como los quicios o goznes de la moralidad de nuestra conducta.
A. La clasificación de las virtudes cardinales depende de los modos en que se distinguen (I-II, q.61, a.2):
1. Por sus sujetos: la facultad operativa en la cual cada virtud está radicada. Hay una virtud para el
intelecto, otra para la voluntad, otra para las tendencias concupiscibles, otra para las tendencias
irascibles.
2. Por sus principios formales. El principio formal de toda virtud es el bien de la razón, pero cada
facultad operativa tiene un ámbito de operación diverso. Por eso el bien de la razón se realiza de
forma diversa, según cada virtud cardinal.
a. En cuanto consiste en la consideración de la razón: la prudencia.
b. En cuanto el orden de la razón se impone a un ámbito del obrar: justicia, templanza, fortaleza.
B. Partes o dimensiones de las virtudes cardinales. Las virtudes cardinales tienen tres tipos de virtudes
secundarias, llamadas en general: “Partes” (o dimensiones):
1. Parte subjetiva: Aquellas en las que la virtud cardinal se puede dividir como un género en sus
especies… O sea, son las especies de virtudes que entran dentro del género x (según cada virtud
cardinal).
2. Parte integral: las que complementan a la virtud cardinal
3. Parte potencial: Las que siendo diversas en su realización externa de algún modo concuerdan con
determinada virtud cardinal.
C. Prudencia.
1. Naturaleza: Aristóteles la define como la capacidad de razonar correctamente en la realización de
actos humanos o morales (“recta ratio agibilium”).
a. Contra la concepción instrumentalista (Kant, Consecuencialismo), la prudencia se refiere sólo
y siempre al fin último del hombre, al bien moral. No es sólo “sagacidad”; elección de medios
adecuados.
b. Contra la concepción socrática, la prudencia presupone las virtudes morales, y no se queda
sólo a nivel del intelecto.
c. Contra la concepción voluntarista, la prudencia es una perfección de la razón práctica. No
consiste en meros juicios (por eso no es equiparable a la conciencia, que además puede
equivocarse y la prudencia no), sino en la elección de un acto virtuoso.
2. Aun siendo virtud intelectual y materialmente virtud moral en cuanto está dirigida al actuar, por lo
que se distingue de la conciencia pero comparte su ámbito material.
3. Su papel es la elección de los actos concretos que realizan el fin, mientras que las virtudes morales
tienen el papel de dirigir la voluntad y las pasiones a los fines virtuosos. La prudencia es
responsable de la elección, mientras que las virtudes morales son responsables de la intención.
4. Objeto: el bien moral en tanto que imperado por la razón.
5. Facultad: La razón.
6. Partes Subjetivas (especies): Son tres: La prudencia “personal” (Aquella por la que todo hombre se
rige por sí mismo); la “económica” (gobierno de la sociedad doméstica) y la “política” (gobierno de
la sociedad civil).
7. Los vicios de la prudencia son relativos a su 8 partes integrales (memoria, razón, intelecto,
docilidad, solercia, previsión, circunspección, cautela), y son: la desconsideración, la temeridad, la
negligencia e inconstancia.
D. Justicia3. hábito dar a cada uno lo que le pertenece.
1. Objeto: “lo debido”.
a. Al contrario de las virtudes morales, la justicia posee un objeto especial. No solo implica el
comportamiento del agente consigo mismo, sino también con otras personas. Esto implica:
i.
Alteridad: lo justo se ve en los actos que implican a otro.
ii.
Igualdad: El “otro” en cuestión es una persona. No hay relaciones iguales, sino con
otra persona. Puede dirigirse a superiores (Dio) o inferiores (hijos) por ser personas.
iii.
Actos voluntarios: los actos involuntarios no hacen parte de la justicia.
iv.
Materia debida4: El acto se refiere a una materia que le es debida al otro. Y lo que es
debido a otro se determina en relación del bien de la persona, que a su vez se
determina en relación a su fin último. Por eso hay una justicia natural anterior a la
legal.
2. Distinción entre justicia general/legal y justicia particular
a. Aristóteles es quien hace la distinción:
i.
Justicia general: cuando se habla de justicia, como virtud en general, no como una
virtud más junto a la templanza y a la fortaleza.
3
Al hablar de justicia es indispensable conocer el nombre de John Rawls (1921-2002), quien habló mucho de
ella. Sus obras son: A theory of justice; Liberalismo político; Justicia como equidad. Pero su concepción (moderna) es
vista sólo como la característica más importante del orden político. Pero se olvida que ante todo es una realidad
moral.
4
Aquí se hace referencia al derecho. Santo Tomás lo ve sólo como «un acto o estado justo». Es a partir de
Suárez, que se ve el derecho como «facultad moral de poseer, exigir, o utilizar algo». Pero es Ockham quien define el
derecho moderno: «el derecho de usar una cosa y el poder licito de usar una cosa extrínseca, del cual una persona no
debe ser privada contra su voluntad sin culpa y sin un grave motivo, y si fues privado, podría emprender acciones
legales contra quien arrebata».
ii.
Justicia particular: si la justicia se entiende como una virtud más junto a la templanza
y a la fortaleza.
b. Esto no implica una clasificación, sino evidencia que la justicia no se reduce a una virtud más,
sino que compenetra y controla todas las virtudes
c. Esta diferencia es más clara si se considera el otro nombre que Aristóteles da a la “justicia
general”, es decir; justicia legal. Donde se entiende la justicia como aquello que está de
acuerdo con las leyes de una comunidad. Si uno examina las leyes de cualquier comunidad, se
da cuenta que éstas prescriben actos de fortaleza y templanza.
d. La justicia general o legal se define como la virtud por la que le hombre se preocupa por el
bien común. Se llama legal porque así como la ley ordena los actos al bien común, ésta virtud
los hace solícitos al mismo bien común.
3. Las partes subjetivas de la justicia: distinción entre justicia conmutativa y distributiva
a. J. Distributiva (De la sociedad con cada uno de sus miembros, la igualdad que mantiene es
geométrica, o sea de proporciones, no exigir a todos igual sino a cada uno según los méritos y
circunstancias). Hace referencia a la distribución de bienes.
b. J. Conmutativa (La que rige las relaciones entre los hombres como personas privadas,
mantiene una igualdad numérica, aritmética). Estas relaciones pueden ser:
i.
Voluntarias: emprendidas voluntariamente por las dos partes: ventas, promesas,
usuras.
ii.
Involuntarias: hay una parte implicada contra su voluntad.
a) Escondidas: adulterio, robo, falso testimonio.
b) Violentas: homicidio, asalto, mutilación.
4. El término medio de la justicia
a. La justicia es un término medio en cuanto consiste en la igualdad. Este término medio
consiste en igualdad entre partes iguales (personas). Pero es un término medio según una
proporción que puede variar si se trata de justicia distributiva… o conmutativa…
b. El término medio, a diferencia de las otras virtudes morales, no se define en relación a las
pasiones, sino respecto a la proporción establecida
c. Los vicios de la justicia sólo se dan en el campo de los acuerdos voluntarios o involuntarios.
E. Fortaleza. Medio entre el temor y la audacia.
1. Objeto: un bien arduo, en pro de la moralidad.
a. De manera inmediata el buen uso de los actos morales
2. Facultad: Apetito irascible
3. No tiene partes subjetivas o especies, pues se refiere a los peligros de muerte. Pero se enumeran
como partes de ella: La confianza (se opone al temor, pero sin incurrir en la temeridad); la
magnanimidad (Inclina a grandes empresas, no por el honor, sino por la grandeza de ellas) y la
magnificencia (Lleva a ejecutar las grandes obras sin retroceder ante los obstáculos); la paciencia
(domina la tristeza ante el mal presente); la perseverancia (conforta el ánimo ante el decaimiento
producido por la duración o prolongación de la obra).
F. Templanza Término medio entre los placeres carnales.
1. Objeto: Dominar un bien sensible contrario a la moralidad.
a. De manera inmediata el buen uso de los actos morales
2. Facultad: Apetito concupiscible
3. Partes subjetivas o especies: La abstinencia (modera los placeres físicos), la sobriedad (modera los
placeres de la comida) y la castidad (modera los placeres sexuales)… studiositas, modera los
placeres cognocitivos vs. Curiosidad.
G. Valoración de la tesis de la “Interconexión de las virtudes”5
1. La interconexión de las virtudes morales se puede establecer desde dos perspectivas (I-II,q.65,a.1)
a. Las condiciones generales de la acción virtuosa: una acción virtuosa siempre implica una
medida de discreción (prudencia), rectitud, moderación, y firmeza de espíritu. Así que son
“inescindibles” las virtudes cardinales.
b. Su respectiva materia: Por un lado, las virtudes dependen de la prudencia para determinar su
medio virtuoso; por otro lado, la prudencia llega a una decisión moralmente buena porque las
virtudes morales la orientan a razonar fines virtuosos.
2. El papel de la prudencia:
a. Las virtudes morales son un “habito de decisión”. La decisión se refiere al modo de realizar el
fin virtuoso concretamente. Sólo la razón puede determinar el modo concreto de realizar este
fin, y eso es tarea de la prudencia.
b. La prudencia es la virtud intelectual de la razón práctica, y no de la especulativa. La prudencia
necesita una adhesión afectiva a sus principios. Por eso no se da sin las virtudes morales.
c. Parecería que las virtudes morales, y la prudencia se causan mutuamente, y esto provocaría
una petitio principii. Es verdad que se causan mutuamente, pero bajo diverso aspecto. El
intelecto actúa como causa formal y final. Las virtudes morales como causa eficiente y
material.
d. A la luz de esta interdependencia, un acto moralmente malo, desde el punto de vista material
implica la trasgresión de una virtud moral, pero desde el punto de vista formal implica un
menoscabo de la prudencia.
e. No se forman verdaderas virtudes formando sólo una…
f. Desde el punto de vista antropológico, la prudencia es el principio de unidad y el vínculo de la
conexión entre las virtudes morales.
H. Cuadro sintético
Prudencia
Justicia
Fortaleza
Templanza
frónesis
dikaiusine
andreia
sofrosine
razón práctica
voluntad
apetito irascible
apetito concupiscible
razón
facultades operativas que participan de la
razón
II. NATURALEZA, OBJETO, PAPEL, Y DIMENSIONES DE LAS PRINCIPALES VIRTUDES MORALES
(Los conceptos de este apartado ya los incluí al hablar de las virtudes cardinales)
II. PAPEL DE LA EDUCACIÓN Y LA CULTURA EN LA FORMACIÓN Y CONCEPCIÓN DE LAS VIRTUDES
A. Hemos visto que la virtud es un hábito que se forma, como también el papel de la virtud de cara a la
vida humana. Por ello la educación y la cultura tienen una referencia importante y necesaria de cara a
la virtud y por ello de cara a la vida del hombre
1. La educación, en este caso, forja la virtud, pero de ello se deducen varias cosas
a. La necesidad de una educación que tienda a formar virtudes, pues de ello depende el éxito de
la vida humana.
b. Así mismo la educación cobraría un matiz relevante, pues la educación como tal busca enseñar
para un desarrollo integral de la persona. Ahora bien el desarrollo más integral y amplio de la
persona es llegar a su fin, a su realización. Las virtudes, hemos dicho, disponen a la persona
5
Cf. Dispensa del P. Dominic, p. 231-232.
para alcanzar su fin objetivo; así pues una educación que no profundice la virtud del hombre
mismo, que no sea una educación de las virtudes, va contra la misma razón de educación.
c. De esto podemos deducir que el núcleo de la educación sería la formación de hombres
virtuosos.
2. La cultura como disposición, habitus, tanto en su dimensión personal como social, disponen por
ello al hombre o a la sociedad de una forma especial.
a. La cultura es fruto del trabajo del hombre, es adquirida y tiene por fin configurar al hombre,
perfeccionarlo, ser un medio para su realización… como todo habito.
i.
Ahora bien, hemos visto que la realización del hombre requiere de la virtud, de la
disposición a obrar el bien moral, de identificar sus actos subjetivos con el orden
moral objetivo.
ii.
De aquí que la cultura debe implicar la virtud, incluso para su misma realización, que
como hemos dicho, en cuanto hábito dispone al hombre a alcanzar la perfección.
iii.
Por el lado de la cultura objetiva, el producto del hombre, debe ser promotora de
virtud.
a) Precisamente, de nuevo en cuanto hábito que dispone al actuar humano, alcanza
su valor en la medida que dispone a un actuar virtuoso o no, moral o no, que
conduce al hombre a su verdadera perfección o no, al bien objetivo, fin último o
no.
b. De esto podemos decir que virtud y cultura tienen entre sí una relación no como fundamento
uno del otro, sino una relación concomitante, en cuanto uno es necesario para el otro y en
cuanto los dos tienden al mismo fin
III. CONCEPTOS DE LEY, PRECEPTOS DE LA RAZON PRÁCTICA, Y CONOCIMIENTO DE LA LEY M. NATURAL
A. Concepto de ley
1. La ley es una ordenación de la razón, dirigida al bien común, promulgada por quien tiene autoridad
(está a cargo de la comunidad).
2. La ley se puede considerar como regla en cuanto ella impulsa a la acción o la impide.
3. El concepto de ley eterna surge de la analogía de la ley natural, a la que recurrimos para entender
lo sobre humano. Se trata del contenido ideal de la sabiduría divina, en cuanto dirige todos los
actos y movimientos de las creaturas.
4. Hay dos formas de participar de la ley eterna:
a. El de las creaturas racionales.
b. El de las creaturas irracionales.
5. La ley moral natural se define como: participatio lex eterna in rationalis creaturae. A esto se le
llama “teonomía participada”.
6. Es necesario hacer referencia a Dios:
a. Porque nuestra razón es limitada, es decir causada por otro intelecto.
b. Ese intelecto debe ser ilimitado, y por tanto, fundante.
c. Así como la razón intelectiva participa, así también la razón práctica.
7. Toda ley existe primero en el legislador, también la ley natural. En el gobernante es “gobernante y
mesurante” (a quo), y en los súbditos como “regulada y mesurada” (ad quem).
B. Primeros principios6
1. La ley moral natural dicta en nosotros a través de los primeros principios de la razón práctica.
6
Un primer principio se puede definir como: un hábito ntural, en el sentido que formándose naturalente y
necesariamente, es un aspecto pertetuo, inamobile, e incanselable de la mente.
a. Son “los preceptos primeros” que son comunes y universales. Se distinguen de los “segundos”
porque estos son concretos y particulares.
b. Se caracterizan por ser:
i.
Conocidos naturalmente, porque:
a) Aprendidos; captados de forma no discursiva. Pero no son innatos, sino siempre
aprendidos por la simple aprehensión.
b) Conocidos de forma natural (naturaliter).
ii.
Preceptos primarios: siendo principios de la razón práctica, son necesariamente
preceptos.
iii.
Infalibles: porque el intelecto está sólo aprehendiendo.
iv.
Conocidos igualmente por todos: por ser conocidos naturaliter.
v.
Indemostrables: siendo “primeros” no hay proposiciones anteriores.
c. Forma de conocerlos:
i.
Se conocen a través de las inclinaciones naturales porque son bienes y los bienes son
siempre objetos de tendencias. Dado que son los primeros, tiene que tratarse de
tendencias naturales.
a) Hay tres niveles de tendencias: física, sensitiva, y espiritual.
b) Es necesario distinguir entre tendencia genérica y tendencia específica para
entender que hay diferencia entre la raíz de una tendencia y su regla. La tendencia
genérica es la que pertenece a todo ser vivo. La tendencia específica es la
tendencia genérica, más las características propias de la especie.
c) El objeto de la tendencia genérica es el “fin propio”. El objeto de la ordenación
racional de la tendencia, es el “fin debido”. Por esto se puede decir que los
primeros principios-preceptos de la razón práctica, son bienes y fines debidos, ya
que son ordenados por la razón.
d) Los “bienes humanos” (bienes para la persona) son el objeto de las inclinaciones
naturales, y se insertan en un contexto mayor al que se ordenan, que es el “bonum
rationis” (bien de la persona).
ii.
Son conocidos por todos, ya que son evidentes por si (sindéresis7). En cambio en los
principios secundarios no se garantiza la universalidad de su conocimiento (los
preceptos secundarios son el proceso discursivo por el cual los individuos alcanzan
conclusiones operativas concretas).
d. El primer principio es: «Bonum facendum et prosequendum, et malum vitandum».
i.
No es primero la enunciación
a) Porque “principio” quiere decir “origen de la actividad de la razón práctica”. La
expresión como enunciación sólo viene después de darnos cuenta de este
dinamismo.
b) Además, la enunciación no puede ser primero, porque para enunciarlo se debe
usar primero.
ii.
No puede derivar de la razón teórica porque ésta, para formularlo, tiene que
reflexionar sobre su experiencia práctica. Además sería una decisión movida por la
razón práctica.
7
La sindéresis es una perfección habitual del intelecto en su obrar. Es la parte práctica del “intellectus
principiorum”. Una virtud intelectual y moral.
iii.
Para entender mejor la naturaleza del primer principio haya que saber el sentido de
sus términos.
a) El hacer el bien y evitar el mal son mociones y nociones implícitas en los mismos
bienes y males.
b) El primer principio indica este dinamismo fundamental de la razón práctica.
c) No se trata de un juicio teórico, sino práctico-preceptivo.
d) El primer principio es principio por ser el inicio de la actividad de la razón práctica.
Siendo principio de la razón práctica, es un ordenamiento, un mandato, y por ello
un precepto.
IV. LA CONCIENCIA MORAL
A. La naturaleza de la conciencia
1. Hay una distinción ente conciencia habitual y conciencia actual8.
a. La conciencia actual son nuestros juicios interiores sobre los propios actos.
i.
En cuanto son juicios que valoran la moral de los actos, constituyen la C. Moral.
ii.
En cuanto juicios, y no facultades ni hábitos, son actos.
b. La C. habitual en sentido estrecho es la sindéresis, es decir; la retención operativa habitual de
los primeros principios de la razón práctica y los primero preceptos de la LMN. Por ser
facultad, es fuente de conciencia, y es llamada también conciencia.
c. La C. habitual en sentido amplio corresponde a todo el proceso cognoscitivo y tendencial, que
se desarrolla en torno a la razón práctica, y asimila la sindéresis, la conciencia moral, las
virtudes morales, etc.
2. Definición de conciencia
a. Es un juicio práctico de la razón en cuento es un acto del intelecto, cuya (porque) materia es la
praxis, y (porque) su fin es orientar la acción. Es una aplicación de los conocimientos morales
al acto particular.
b. La conciencia es norma próxima de la moralidad.
i.
El fundamento de la obligatoriedad de la conciencia radica en que el juicio de la
conciencia se forma sobre la base de los primeros principios de la razón práctica, es
decir; la LMN.
ii.
La conciencia se puede reducir a la razón en cuanto norma próxima, por ser ésta un
dictamen de la razón.
c. La conciencia es objetiva en cuanto está dirigida a indicarme la verdadera cualidad de mis
acciones. Pero subjetiva en cuanto es una valoración que yo hago sobre mis acciones.
B. Extensión del juicio de la conciencia
1. Si nos fijamos en la relación temporal entre el acto y el juicio, puede ser: antecedente,
concomitante, y subsiguiente.
2. Hay tres modos en los que el juicio de conciencia viene aplicado al acto, por lo que se puede decir
que una conciencia 1) testifica, 2) incita, 3) perdona (acusa, o remuerde).
C. Desordenes de conciencia
1. Conciencia invenciblemente errónea: acto desordenado, pero conciencia que se cree buena. Hay
que distinguir entre:
8
actual.
Es importante esta distinción para entender que al hablar de conciencia, nosotros entendemos la conciencia
a. Conciencia verdadera (si está de acuerdo con la norma objetiva moral) y errónea (si difiere…).
b. Conciencia recta (si juzga con fundamento y prudencia, independientemente de si es
verdadera o errónea9) y torcida (una deformación), que puede ser:
i.
Relajada: Es la que, por superficialidad y sin razones serias, niega o disminuye la falta
donde la hay.
ii.
Estrecha: Es la conciencia que, sin motivos serios, ve falta donde no la hay.
iii.
Escrupulosa: Es una exageración de la conciencia estrecha que, sin motivo, llega a ver
falta en casi todo lo que hace.
iv.
Perpleja: es la que ve falta tanto en el hacer una acción como en el no hacerla.
2. Formas de ignorancia culpables:
a. Directa / Finita: Si haya sospecha de erro pero se abstiene de averiguar.
b. Indirecta / Por negligencia: Al no informarse como debiese.
c. Por acciones / En causa: Si se elige un acto que causa la futura ignorancia.
3. Conciencia dudosa y cierta:
a. Cierta: Si la persona está convencida de la verdad de su juicio de conciencia.
b. Dudosa: Cuando se obra sin la seguridad del acto.
c. Perpleja: Cuando piensa que las dos opciones son malas.
APÉNDICE
A. Tratado de las virtudes (I-II, q. 55-67)
1. q. 55: esencia
2. q. 56: sujeto
3. q. 57-62: división
4. q. 63: causa eficiente
5. q. 64-67: propiedades
B. El hombre virtuoso tiene que tener:
1. Equilibrio de las pasiones
2. Integridad de la vida virtuosa
3. Jerarquización de las virtudes
4. Perduración de las virtudes por su sujeto y materia
9
La conciencia recta sólo se puede dar en una conciencia invenciblemente errónea, es decir; en la que no
hay conocimiento. No se puede dar en una conciencia venciblemente errónea, pues ahí faltó ponderación, y por lo
tanto habría culpa.
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