Secuencia (1986), 5, mayo-agosto, 187-192 ISSN: 0186-0348, ISSN electrónico: 2395-8464 DOI: http://dx.doi.org/10.18234/secuencia.v0i05.148 Mayo/Agosto 1986 187 La pequeiie guerra El libro de Beatriz Rojas es parte del trabajo presentado originalmente en 1978 come tesis doctoral en la Universidad de Montpellier. Francia. con el titulo Chronique et sociologie de la Revolution mexicaine. Le groupe Carrera Tofres-Cedillo, 1910- 920. La obra en cuesti6n consta de 1 55 paginas y esta dividida en ocho partes. de las cuales solamente dos se ocuparan a lo largo de 46 paqinas de tratar el tema anunciado. Las restantes 109. practicamente introductorias. contienen adernas del relato de una serie de hechos, la bibliografia. los mapas y el Indi­ ce alt abetico. Principia la autora ubicando en un escenario falso al movimiento cedillis­ ta: "El Altiplano: La sierra madre. si bien es una escalera. es asimismo una barrera y el grupo military humano en cuesti6n. el de Carrera Torres y Cedillo pertenecia al mundo del Altiplano. "5 Esta afirmaci6n es jnexacta. No era ese el mundo de los Carrera Torres y de los .Cedillo. El mundo de Cedillo se encontraba en el municipio de Ciudad del Maiz, region boscosa. con los encinales mas grandes de Mexico y "arbo­ les que no dejan ver el bosque"6, la cual ni por su altura ­1200 m aproxi­ madamente sobre el nivel del mar­ ni por su vegetaci6n pertenece al Alti­ plano. Y no obstante lo afirmado, la autora se contradice paginas mas ade­ lante cuando sefiala que San Luis "tenla necesidad de los productos agrlco­ las de los fertiles valles ... de Ciudad del Mafz".? No son los "fertiles valles" el paisaje caracteristico del Altiplano. por tan­ to. Ciudad del Mafz no forma parte del mismo. En errores de este tipo se adi­ vina al investigador ausente. el que viaja sentado detras de un escritorio y se atiene solamente a la voz del informador acadernico dandola por buena. Tan­ to. que no se toma la molestia de verificar en las fuentes locales la verdad de las afirmaciones consulares. por ejemplo. que difieren con frecuencia de la realidad. Carrera Torres. originario de Atarjeas. del municipio de Bustamante. Ta­ maulipas. ­no de Tula como afirma la autora­ .8 se une al movimiento cedi­ l.lista y aunque su centro de operaciones se situa en Tula. region a las orillas del Altiplano, en las faldas de la sierra, no por eso "el grupo military humane en cuesti6n" va ·a recibir el sello del lugar de origen de uno que llega a incor­ porarse al grupo. maxima que la lucha se va a desarrollar en otro paisaje. Sin escenario desde la introducci6n. los personajes estelares no recobra­ ran en ningun momenta su espacio fisico; seguiran desubicados y fuera de su entorno a lo largo de este 'ensavo. Sigue adelante la introducci6n con "Serias historicas" y "Las haciendas". A estas ultimas las ubica. generalizando. en un espacio reducido. limitado y falso tarnbien. por afiadidura: "Anteriormente a su establecirmento (el de las haciendas) no habla nada o casi nada: la estepa subdesertica solo daba para la recoleccion de candelilla. de guayule. la explotaci6n de las nopaleras. la cria de ganado caprino y unas pobres cosechas de rnafz"." Si, en el principio era el verbo. Solo que desde los siglos xvi y xvu. con las mercedes de tierras. el caos se organiz6 ... En los quince renglones que dedica a las haciendas potosinas. no hubo espacio para las del mundo de los 5 tbid., p. 12. Cabrera lpina. Octaviano. Monografia de San Luis Potosi. San Luis Potosi. s.e .. s.f .. p. 191. 7 Rojas. Beatriz. op. cit: p. 62. 8 Alcocer Andal6n. Alberto. "El general y profesor Alberto Carrera Torres", en Bib/ioteca de Historia Potosine. 2a. ed .. San Luis Potosi, s.e.. 1975. p. 3 .. (Serie Cuadernos). 11 Rojas. Beatriz. op. cit; p. 14. 6 188 Reselfas Cedillo. como las cafieras. azucareras e ixtleras del valle del Maiz. ni para las de ganado mayor o menor. mucho menos para la Angostura. la mas extensa del estado de San Luis Potosi. ubicada precisamente en ese valle. El escena­ rio de La pequena guerra tampoco existe para la autora en esta etapa de su obra. Todavia dentro de la introducci6n. en el parrafo titulado "La Sierra Gor­ da", la autora sostiene queen "La Sierra Gorda. ultimo refugio de los chichi­ mecas rebeldes dificilmente paclhcados en el siglo xv111 en 1846 se ievan­ taron nuevamente't.l? La rebeli6n a la que probablemente se refiere la auto­ ra, porque es la de mayor significaci6n. es la de Eleuterio Quiroz, y tuvo lugar de 1847 a 1849;11 lnmediatamente anterior se registra la de Cristobal Me­ jia. de 1837 a 1840. Enseguida, en "La' vispera de la revoluci6n" se informa que "En 1879 y 1882. hubo revueltas agrarias al este de San Luis Potosi. por Tamazuncha­ le".12 Y se atribuye a Vicente Cediilo. autor de una revuelta en 1905. paren­ tesco con los hermanos Cedillo. No hubo taf relaci6n familiar. y cuando se habla de revueltas agrarias indigenas en el estado de San Luis Potosi con tal imprecision (por esas fechas fue de resonancia la sublevacion de indigenas en Tantovucal y se destaca tan solo, como si se tratara de la mas relevante, el incidente ­que no fue otra cosa­ a cargo de Vicente Cedillo "al este de Ciudad del Maiz". es injustificable que nose mencionen siquiera.las que de veras irnportaron. El incidente en cuesti6n tuvo lugar en la hacienda de Minas Viejas. propis­ dad del embajador de los Estados Unidos y ubicada en el extinto partido 'de Ciudad del Maiz. Fue facilmente sofocado sin ningun derramamiento de san­ gre y no tuvo ninguna trascendencia. "Al parecer. continua la aurora. Vicente Cedillo. pequeiio propietario, tuvo contactos con el iLM. fundado en 1900­ 1901 en San Luis Potosi."13 Al respecto. James D. Cockroft afirma: "El 12 de agosto de 1905, el iider de la revuelta de Minas Viejas, Vicente Cedillo. miembro de/ PLM, public6 la 'Proclama Agraria de orden social' la cual claramente reflejaba la influencia de las ideas del PLM- en su petici6n de distribuci6n de tierras y otras medidas de reforma agraria. La revuelta de Minas Viejas fracas6. pero en agosto de · 1910 los campesinos de la Huasteca Potosina se vieron envueltos en una re­ beli6n armada contra los opresores jefes politicos y terratenientes del distri­ to ... "14 que tampoco menciona la autora. Y sigue adelante la introducci6n con "Las vias de comunicaci6n y la eco­ nornla". donde afirma: "Los hermanos Cedillo ... controlaban la region desde Rayon hasta mas alla de Rio Verde. o sea la vfa San Luis­Tampico. Carrera Torres controlaba otra via. la que subia rumba a Tampico, aunque para el era mas dificil pues SU cuartel. localizado en Tula. le quedaba mas retirado ... "15 y cuando se refiere a los ferrocarriles. incurre una vez mas en error: la "lu­ cida ceremonia (de inauguraci6n) en que estuvo presente el general Dfaz" 16 10 ibid. Galaviz Capdeville. Ma. Elena. "Eleuterio Quiroz y la rebefi6n de 1847 en Xichu", en Bi· blioteca de Historia Potosina. San Luis Potosi. s.e.• 1979. p. 5 (Serie Cuadernos). 0. L. A. "Ori gen v progreso de la Revoluci6n de la Sierra Gorda", en Arcbtvos de Historia Potosina, San Luis Potosi. Academia de Historia Potosina: julio­septiembre ­de 1977, p. 8. Amerlink. Marie­Jose, From hacienda to ejido. Nueva York, State University of New York, 1980 p. 112. (tests doctoral) 12 Rojas. Beatriz. op. cit., p. 1 5. 13 Ibid. 14 Cockroft. James D .. Precursores intelectuales de la Reyoluci6n Mexicana, 3a. ed., Mexico. Siglo XXI Editores. 1976. p. 52­53. 15 Rojas. Beatriz, op. ctt.. p. 16.,. 16 Ibid.. p. 17. •11 Mayo/Agosto 1986 189 a que se refiere Rojas tuvo lugar en 1888. y no en 1889, como asegura. lnmediatamente despues repite un subtltulo anterior, El Altiplano, para afirmar que "las haciendas del noroeste de esta zona eran la sustentaci6n econornica de la region porque producfan cereales y caria si tenfan agua en. abundancia o cereales en menor escala si carecian del preciado lfquido. asl' como la explotaci6n de los productos naturales de las tierras secas, lechu­ guilla. mezcaL queso de tuna"."? Cabrfa hacer notar que al noroeste de San Luis Potosi jemes se han producido caria ni cereales. Lashaciendas de esa region al noroeste ­ahora sf, del altiplano­. fueron mineras por excelencia y se practicaba, edemas. el cultivo de malz. frijol y chile de temporal. Santa Teresa. La Parada; Pozo del Carmen. Laguna seca. Poblazon. Potrero. Solis, etc., [arnas tuvieron "aqua en abundancia" y ni el rnezcal ni el queso de tuna son productos naturales de la region, que si produce naturalrnente el ma­ _guey mezcalero y el nopal. Del primero se extrae el mezcal; del fruto del se­ _gundo. el jugo con el que se elabora el queso de tuna. Serla impropio decir que el ixtle es producto igualmente natural; lo que es natural, es la lechugui­ lla. como acertadamente seliala Beatriz Rojas. El ganado tarnbien se criaba en las haciendas y era primordialmente ca­ prino y lanar. Nunca se distinguieron esas propiedades del altiplano por ser productoras de cereales, mucho menos de latex·. La produccion de goma de mezquite y de goma de copal era irrelevante, pero en el partido de Ciudad del Maiz. no en el altiplano.18 La cadena de errores e inexactitudes continuara a lo largo de los siguien­ tes capftulos que, bajo diferentes tltulos. son una prolongaci6n de los ante­ cedentes y [arnas iran mas alla de lo superficial. En el que abarca el periodo maderista afirma la aurora: "Los hermanos Cedillo ... probablemente se le­ vantaron en el otorio de 1912 ... "19 "Probeblemente" ... Al respecto abunda la informaci6n que setia prolijo 'transcribir. Baste para contrarrestar la vaguedad de la tesis. lo que anota el licenciado Montejano y Aguinaga en Elyal/e de/ Maiz: "Habiendo padecido en came propia el ambiente de opresi6n. los Cedillo chicos dieron rienda ·suelta a su resentimiento ... A Saturnine lo­nombraron juez auxiliar en Palo­ mos en 1 912 mas no por eso se aplac6 ... Y contra el gobierno se levant6 en el mismo alio. "20 En esa misma pa rte de su obra la autora da cuenta de ciertos hechos ocu­ rridos en la primera etapa de la revolucion y seriala en el parrato titulado "Los Hermanos Cedillo": "El 13 de enero segun un autor y el 13 de marzo seg(m el consul americano. los hermanos Cedillo atacaron el tren de Tarnpi­ .co en la estaci6n Tablas. S.L.P .. el botin fue enorme. $ 800 000.00''.21 Para documentar la imprecision que constituye el teit motiv de este traba­ [o. pudo haber agregado la escritora que algunos de los autores coinciden en la cantidad, otros no. Ankerson, por ejemplo. citando el informe del consul norteamericano del 13 de febrero de 1913 dirigido al secretario de Estado. afirma que fueron $700,000.00; pero la precision en la cantidad resulta irre­ levante en este caso si nos percatamos de un error mas. la fecha.22 Tanto Arbide como Montejo y Aguinaga y Juan Barragan consignan dos asaltos al tren de pasajeros que venia de Tampico y relatan los hechos de 17 Ibid. Lerner. Victoria, op. cit., p. 388. 19 Rojas. Beatriz. op. cit; p .. 28­29. 20 Montejano v Aguinaga. Rafael. El Valle de/ Maiz. Ciudad del Maiz. lmprenta Evoluci6n. 1967. p. 346. . 21 · Rojas. Beatriz. op. en: p. 29. 22 Ankerson. Dudley. op. cit; nota num. 55. p. 234. 18 190 Resefias manera semejante: "poco antes del cuartelazo de Huerta en enero de 1913 los Cedillo asaltaron y robaron en Tai'las el tren de. pasajeros que venia de Tampico. se apoderaron de $800 000.00 pertenecientes al gobierno y con parte de esta cantidad Saturnino se fue a Texas a comprar armas. Al regreso fue aprehendido y enviado a la penitenciarfa el 30 de enero. Magdaleno y Cleofas siguieron la revuelta y el 11 de febrero asaltaron el tren en la misma estacion". Poco mas adelante la autora agrega una tercera fecha a las dos "probables" anteriores ­13 de enero. 13 de marzo y ahora 13 de febrero­ sobre el mismo hecho. y atribuye una vez mas al c6nsul"norteamericano el dato: "Durante los diez dias traqicos que van del 9 al 19 de febrero. hasta la muerte del presidente Madero. los exmaderistas rebeldes continuaron en­ trentandose al ejercito federal y destruyendo las vfas de comunicaci6n: el dfa 13, fecha en que los Cedillo atacaron el tren ... "23 Y aqui, con esta nueva discrepancia err6 tarnbien incluso en la cita. por­ que Ankerson. senalando la misma fuente (DSR 81200/6365) afirma que el consul ya rendia su informe el dla 13 sobre lo ocurrido los dias 10 y 11, cita que corrobora lo afirmado por los autores antes mencionados y desvirtua las tres fechas proporcionadas por Beatriz Rojas. Para el 13 de marzo. el infer­ me del consul ya habrfa sido mas que externporaneo." Una fecha mas. que la autora no tuvo tiempo de documentar. es consig­ ­nada: "Del 13 al 19 la situacion se deterioro: el padre de los Cedillo se sumo a su hijo Saturnino en la prision".25 A este respecto Montejano y Aguinaga seriala: "El padre de Cedillo fue aprehendido el 25 de febrero en la noche. cuando merodeaba por la casa del Gobernador. sita en la calle de Zaragoza".26 A lo largo del siguiente capltulo continua la cronies de hechos hist6ricos bien conocidos y tratados ya hasta la saciedad por numerosos autores nacio­ nales y extranjeros. que no anuncian todavia el nexo con La pequefia gtierra, y aparece un nuevo error: "El 29 de marzo Matehuala cay6 en manos de los revolucionarios ... "27 Y es relevante este error porque es importante traer a colaci6n en este momento que el combate de Matehuala fue el primero de la revolucion en el centro del pals y dio ocasi6n a que se conociera corno los partidarios de Carranza entendian la manera de restablecer el orden consti­ tucional. Primo Feliciano Velazquez. testigo de los hechos. anota: "Empez6 el ata­ que a las 5 p.m. {del 2 7 de abril de 1913). A las 9 de la matiana (del dia 28) rindi6 el Tte. Sanchez a sus soldados".28 Ouiza el detener la lectura en esta serie +abundante+ de imprecisiones parezca ocioso al lector. interesado mas en causas y efectos queen minucias de calendario. pero les esto posible en una cr6nica. en un recuento de he­ chos donde lo trivial es relevante y [amas se traspasa el limite de lo factico? Dejemos pues a un lado las 109 paginas de introducci6n para buscar en el capitulo siguiente los posibles elementos que dan sentido a la obra y analizan causas. sfectos. estructura. diferencias y similitudes en la pequeria guerra. o guerrilla. Se anuncia el tema "Sobre la pequelia guerra". es decir acerca de. con re­ laci6n a la pequelia guerra. lPor que la pequeria guerra? Rojas; Beatriz, op. cit., p. 29. Ankerson, Dudley, op. cit .• nota nurn. 56. p. 234. 25 Rojas. Beatriz. op. cit., p. 29. 26 Montejano y Aguinaga. Rafael. op. cit.. p. 348. 27 Rojas, Beatriz. op. cit .• p. 35. 28 Velazquez.Primo Feliciano. "La Division del Nordeste, capitulo de un libro inedito". enArcbivos de Historia Potosina, San Luis Potosi. Academia de Historia Potosina. enero­marzo de 1976, p. 182. y Ade/ante, S. L. P .. 1 de mayo de 1913. 23 24 Mayo/Agosto 191 1986 La autora deja entrever escuetamente en una nota a pie de pagina que la inspiraci6n le lleg6 cuando supo de "el tltulo de un curso dado por Clause· witz citado por Raymond Aron",29 ya esto se limita toda la inforrnacion so· bre las razones que la impulsaron a elegir el tema sabre "La pequeria gue· rra". o guerrilla. Beatriz Rojas no expone ningun planteamiento, no enuncia, no formula. no rnenciona siquiera para abrir el tema anunciado el menor de los conceptos relacionados con el; en cambio. hace una serie de disquisicio­ nes sabre la composici6n etnica d.el grupo de Cedillo y sabre el surgimiento de los grupos militares de este y de Carrera Torres; habla de los jefes rsvolu­ cionarios mencionando nombres como los "Gutierrez, los Santos en la Huas­ teca. los Pelaez en la costa. adernas de los Carrera y los Cedillo",30 con lo cual seda la ambigUedad de trasladar a estos ultimas una vez mas. desde su escenario en· la zona media, hasta otro falso alla en el mar, puesto que ubica a los primeros en la Huasteca y los segundos en la costa. Continua narrando la historia de las familias Carrera Torres y Cedillo. y di­ versas generalidades sabre las necesidades econ6micas y materiales de los soldados; de la desmoralizaci6n de Alberto Carrera Torres. que lo condujo a la rendici6n. y de novedades coma que "Se necesitaba abastecer de arma­ mento, montura, vestimenta y alimento a los soldados" y que "Las operacio­ nes servlan tarnbien para apoderarse de alimentos"; que las haciendas siem­ pre atrajeron la visita de los rebeldes y que "sobre tan pobres bases rnateria­ les los revolucionarios no hacian sino una pequeiia y pobre guerra".31 Con todo esto. es evidente que la autora no aporta nada nuevo. preten­ diendo hacer una obra general sabre la "pequefia guerra", se limita a tratar superficialmente varies temas comunes a la situaci6n que privaba en el pals, no solo en el estado de San Luis Potosi que, adernas. ya han sido agotados y estudiados desde muy diversos puntos de vista y desde hace varios afros. Justifica. a continuaci6n. la importancia de la cronologfa y seflala tres eta­ pas de la acci6n militar revolucionaria, con lo cual tampoco arroja ninguna luz sobre el tema y, despues de una larga serie de datos. vuelve el lector a encontrar lo que parece ser. finalmente y de acuerdo con el tltulo de la obra. la materia del presente estudio, pero lo hara con el mismo desencanto que resulta de abrir un libro con las paginas en blanco. Bajo el rubro de "Tipoloqla". donde suponlamos se situarian los diferen­ tes tipos de combates, las diferencias entre las revueltas. guerrillas. levanta­ mientos. etcetera, se nos aclara que "la unica diferencia entre los Cedillo y las Carrera no es de tipo militar. sino de actitudes".32 "Ambos se van con la gran guerra ­agrega la autora­ para regresar despues de las grandes bata­ llas perdidas a la 'pequetia guerra.' " Un giro de ciento ochenta grados nos coloca frente a un tema nuevo: "Los rebeldes y el problema aqrario". quiza la parte mas interesante, pero sin nexo fundamental con el tema. En este ultimo capitulo de su trabajo afirma: "Alberto Carrera Torres. debido a circunstancias adversas, hubo de posponer la reforma agraria que daba sentido a su lucha: Cedillo. accediendo a los de· seos de Calles. permaneci6 al frente de sus fuerzas en apoyo al nuevo go­ bierno y organiz6. al igual que Carrera Torres. sus colonias mllitares." De ellas se habla en las paginas siguientes, asi como de los conflictos que se suscitaban entre estos y hacendados y colonos. Se tiene la impresi6n de que esta parte intenta ir demasiado lejos en su deseo de individualizar la re­ voluci6n campesina o la reforma agraria. que no fueron. por supuesto. priva· a 29 30 31 32 Rojas. ·eeatri;. op. cit., p. 87. ibia; p. 92. tbid., p. 102. ibid., p. 105. Resenas 192 tivas de San Luis Potosi. Todos los fen6menos regionales, en Cedillo y Carre­ ra Torres, tienen el mismo nexo cornun que. por ejemplo, en Villa y Zapata. Eran campesinos ligados de una u otra forma al campesinado. Una reforma agraria era su bandera y su meta final. Por ultimo la autora advierte al lector: "Estas pocas paginas deben ser mas bien tomadas como un ensayo para mostrar cuales fueron las conse­ cuelicias que trascienden a menudo la voluntad de los hombres. de la ecua­ ci6n guerrilla/hombre de tierras. coyuntura politica globa_l':.33 El resto es una serie de datos acerca del papel de Cedillo en la politica na­ cional. lY la pequelia guerra? Pues nada, ya lo explic6 la autora en la nota a pie de pagina que mencionamos lineas arras, Fue una mera ocurrencia, o en los . archivos consultados no encontr6 suficientes dates. porque los aportados no revelan un estudio ni elemental. ni de otro tipo, de la guerrilla cedillista. como era lo esperado. Se advierte la ausencia de una tesis central y en ning(m momento se en­ contr6 siquiera un resumen equilibrado del tema anunciado. En fin. la autora lo confiesa: "Estas pocas paginas deben mas bien ser tomadas como un en­ savo". l Habra expresado lo mismo al jurado doctoral de la Universidad de Montpellier? Agrarian warlord La obra de Dudley Ankerson. Agrarian Warlord. Saturnina Cedillo and the Mexican Revolution in San Luis Potosi, es un excelente trabajo publicado por la Universidad de Illinois en poco mas de 300 paginas. Con el cuidado propio del investigador profesional. Ankersen present6 el estudio que ahora comentamos. como tesis doctoral en la Universidad de Cambridge, lnglaterra. y para su publicaci6n como obra de divulgaci6n se dividi6 en nueve capltulos, incluida la conclusion. apendices, glosario. notas. bibliografla e indices. En este trabajo de investigaci6n, sin embargo. se advierte la lejanla. el punto de vista del estudioso que rastrea una realidad a distancia y nutre la mayor parte de su informaci6n en correspondencia consular que frecuente­ mente contiene en sl misma un enfoque prejuiciado de los hechos. La histo­ ria local ­sentimos nosotros­ debe ser hecha por quien ha vivido en el lu­ gar quien ha estado inmerso en un entorno social determinado. De no ser asi. el resultado sera. en el rnejor de los casos. un estudio impecable pero ca­ rente de ese algo que no puede dar el que investiga desde lejos. La obra en cuesti6n es, masque nada. y asi lo afirma el autor. una biogra­ fia polltica. Nosotros aseguramos que la trasciende porque es cierto que tra­ ta de la historia de un hombre y el papel que le toc6 desempeliar en el desa­ rrollo de los acontecimientos de su epoca; un relato de c6mo Saturnina Ce­ dillo. el humilde hiio de un ranchero. pudo elevarse. pese al fragor revolucio­ nario. hasta la gubernatura de San Luis Potosl y llegar a ser secretario de Es'­ tado en el despacho de Agricultura. Es un relate que explica c6mo se de· rrumb6 el poder de este hombre al grado de morir como un fugitivo en la sie­ rra. cerca de su pueblo. Pero mas que todo eso. el estudio de Ankerson. al centrarse en el fen6meno del caciquismo. logra una explicaci6n profunda en torno al caso de San Luis Potosi considerando las circunstancias internas asi 33 tbid., p. 125.