"Apoptosis Y Pulsión De Muerte: Una Lectura De La Hipótesis Freudiana De 1920 A Partir De La Biología Actual" (*) Publicado En : " Cuando La Neurosis No Es De Transferencia " De Haydeé Heinrich. Ed. Homo Sapiens.(1996). Irma Peusner 1. La pulsión de muerte: un concepto necesario en la teoría freudiana Hacia 1920 Freud reune una serie de observaciones clínicas que no pueden ser explicadas con su teoría.(1) Las neurosis de destino, los sueños de las neurosis traumáticas, el juego infantil y los fenómenos de la transferencia tienen en común : 1° ) la compulsión a la repetición y 2° ) la abolición del principio del placer. Estos hechos lo llevan a pensar que debe existir algo "más allá del principio del placer" que conduce a la destrucción, a la muerte. Por lo tanto, Freud va a postular a la "pulsión de muerte" como una hipótesis lógicamente necesaria para dar cuenta de la clínica. Debe haber algo que pulsa hacia la muerte, no como un fenómeno accidental sino como un hecho de estructura. "Si nos es lícito admitir como experiencia sin excepciones que todo lo vivo muere, regresa a lo inorgánico por razones internas, no podemos decir otra cosa que esto: la meta de toda vida es la muerte" y, más adelante, "hemos edificado conclusiones sobre la premisa de que todo ser vivo tiene que morir por causas internas".(1) ¿Qué son estas "causas internas" de las que habla Freud en 1920? Como lo hace habitualmente en el desarrollo de su teoría, Freud recurre a otras disciplinas para acuñar este nuevo concepto "ya para la descripción misma es inevitable aplicar al material ciertas ideas abstractas que se recogieron de alguna otra parte, no de la sola experiencia nueva".(2) En este caso, toma de la física el 2° principio de la termodinámica y, de la biología, la teoría de Weismann acerca del plasma germinal inmortal (de la especie) y el plasma somático mortal (del individuo) para dar sustento científico a la hipótesis de la pulsión de muerte. Mi propuesta es la lectura de esta hipótesis freudiana de 1920 a partir de la biología de 1995. Esta lectura après-coup desde la ciencia, del concepto de pulsión de muerte, nos puede - Página 1 de 9 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados proporcionar elementos para avanzar en los interrogantes clínicos que plantea el trabajo con pacientes psicosomáticos: ¿De qué se trata esta inscripción directa en el cuerpo que se da a ver como lesión? ¿Cómo se relaciona con el significante? ¿Cuáles son las leyes que rigen estas inscripciones mortíferas? Al final del capítulo VI de "Más allá del principio del placer", Freud dice: "La biología es verdaderamente un reino de posibilidades ilimitadas: tenemos que esperar de ella los esclarecimientos más sorprendentes y no podemos columbrar las respuestas que decenios más adelante dará a los interrogantes que le planteamos". 2. Tipos de muerte celular Cuando se consultan los textos clásicos de biología se encuentra que la descripción de la muerte celular corresponde a la "necrosis". Este tipo de muerte celular siempre se desencadena como efecto de una "injuria". Es el resultado de una circunstancia accidental. La necrosis de la célula comienza con una alteración en la permeabilidad de la membrana que hace que las células se hinchen y se lisen(3) y liberen el contenido citoplasmático al espacio extracelular. Una reacción inflamatoria marca la zona necrosada, lo que permite su fácil identificación. Esta muerte siempre es accidental y condicionada por factores exógenos. Sólo se produce en condiciones patológicas. Por el contrario, desde hace años se viene postulando que debe existir una "muerte fisiológica" que explique fenómenos de muerte implicados en el crecimiento, desarrollo y diferenciación de los organismos multicelulares.(4) Recientemente la revista científica Science publicó una serie de artículos que sintetizan los resultados obtenidos durante los últimos 23 años acerca de esta "muerte no necrótica" a la que se denominó apoptosis. (5)(6) La apoptosis es una muerte celular programada que se produce por "causas internas". Es un mecanismo intrínseco al programa de la célula. Es decir que las células poseen genes que codifican su propia muerte. Es interesante que este fenómeno haya pasado inadvertido para los científicos. En realidad comenzó a ser minuciosamente estudiado cuando se demostró el funcionamiento de este programa de suicidio celular en los linfocitos T de los pacientes infectados por el virus de la inmunodeficiencia humana (HIV). Pero los científicos se encontraron ante un verdadero hallazgo, ya que no sólo se trata de la patología y del HIV, sino que los genes que codifican para la muerte están ampliamente distribuídos en las células somáticas de los organismos multicelulares. Recordemos la cita freudiana : "Hemos edificado conclusiones sobre la premisa de que todo ser vivo tiene que morir por causas internas" y retomemos la pregunta sobre estas "causas internas".(1) En su especulación teórica Freud dice: "En esa época, a la sustancia viva le - Página 2 de 9 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados resultaba todavía fácil morir, probablemente tenía que recorrer sólo un breve camino vital cuya orientación estaba marcada por la estructura química de la joven vida ".(1) Lo que estos trabajos científicos demuestran es que, efectivamente, la orientación del camino vital de la célula está marcada en su estructura química con un mensaje que codifica en el ADN su propia muerte. 3. APOPTOSIS. Características generales La apoptosis constituye una autodigestión controlada de la célula cuyos restos son rápidamente fagocitados por los macrófagos circulantes de tal manera que no se produce inflamación.(7) La velocidad y la falta de restos explican parcialmente porqué este mecanismo pasó inadvertido a la observación. Hasta hace no mucho tiempo se medía solamente la velocidad de proliferación celular. Ahora se sabe que la regulación de la muerte celular es tan compleja y controlada como la proliferación.(6) Hay una gran cantidad de genes que participa comandando o regulando este mecanismo. Actualmente, numerosos trabajos se publican semanalmente ampliando el conocimiento de la apoptosis. Se describió que, en mamíferos, hay un gen que la activa (ICE) y otro que la inhibe (BCL2). (5) La apoptosis está implicada en numerosas funciones vitales como el crecimiento, la diferenciación, la selección tímica, el turn-over tisular. Su alteración, por exceso o por defecto, induce patologías.(6) Voy a ejemplificar cómo funciona la apoptosis en la selección tímica. En condiciones fisiológicas el 95 % de los linfocitos inmaduros que entran al timo para capacitarse mueren por apoptosis; sólo el 5 % sale viable a la circulación. Este proceso altamente costoso garantiza la eliminación de células auto-reactivas, es decir, de células que podrían atacar los propios componentes del individuo. La falla de este mecanismo apoptótico en la selección tímica teóricamente podría provocar enfermedades autoinmunes. Por lo tanto, puede concluirse que, a diferencia de la necrosis, la apoptosis es un mecanismo estructural y necesario. Es una muerte que, de no producirse en el momento apropiado, puede llevar a la muerte del individuo. La apoptosis permaneció velada por la necrosis y, de esta manera, se sostuvo la ilusión de que sólo se muere por un accidente necrótico. En 1920 Freud escribió respecto de la pulsión de muerte: "Son pulsiones parciales destinadas a asegurar el camino hacia la muerte peculiar del organismo y a alejar otras posibilidades de regreso a lo inorgánico" (¿necrosis?) "que no sean las inmanentes " (¿apoptosis?). - Página 3 de 9 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados La apoptosis puede ser regulada por múltiples factores que la aceleren o la detengan. Algunos de estos estímulos son fisiológicos, tales como hormonas, neurotransmisores o factores de crecimiento. Otros son patológicos: virus o agentes farmacológicos.(6) Es decir que la muerte celular programada es una respuesta biológica susceptible de modificación por una gran cantidad de estímulos diferentes. Hay células que tienen activado su programa de muerte de manera tal que sólo siguen viviendo si reciben señales del entorno en forma constante y a intervalos regulares.(6) Es interesante señalar que, cuando se remueven los factores de crecimiento del medio extracelular, las células se precipitan a la muerte. Veamos qué decía Freud en 1920(1) : "Durante largo tiempo quizá, la sustancia viva fue recreada siempre de nuevo y murió con facilidad cada vez, hasta que decisivos influjos externos" (¿señales del entorno?) "se alteraron de tal modo que forzaron a la sustancia aún sobreviviente a desviarse más y más, respecto de su camino vital originario, y a dar unos rodeos más y más complicados, antes de alcanzar la meta de la muerte". ¿Podrá pensarse el trayecto pulsional como un "rodeo" de este programa cuya meta es la muerte? Cito a Heráclito: "El nombre del arco es 'bíos', es decir: vida, pero su acción es la muerte ". 4. La muerte celular programada y la patología La alteración de la apoptosis por defecto o por exceso participa en la producción de graves lesiones. Habíamos visto que, para evitar una muerte "accidental" del individuo, hace falta que funcione la muerte programada en la célula. Se han descripto numerosos desórdenes asociados a un exceso de la apoptosis. En primer lugar está la muerte de los linfocitos T en pacientes infectados con el virus de la inmunodeficiencia humana adquirida (HIV). Esta depleción o disminución de los linfocitos T deja al paciente expuesto a una amplia gama de agentes infecciosos.(8) Un incremento selectivo en la apoptosis de ciertos tipos celulares parece explicar, al menos parcialmente, ciertas enfermedades que afectan al sistema nervioso, como las enfermedades de Alzheimer y de Parkinson.(9) También se describió la participación de un incremento del suicidio celular en la producción de ciertas anomalías hematológicas como la anemia aplástica.(6) Por el contrario, si las células no mueren en el momento y en el lugar "apropiados", es decir, cuando falta la apoptosis, nos encontramos con la supervivencia de células que deberían morir. Este es el caso del conjunto de las enfermedades a las que llamamos "cáncer", que se - Página 4 de 9 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados caracterizan por la supervivencia y la proliferación de células que lesionan al organismo.(10) Como mencionamos anteriormente, la apoptosis es esencial para remover linfocitos potencialmente auto-reactivos durante el desarrollo. También se regula por apoptosis la eliminación del excedente de linfocitos activados cuando finaliza una respuesta inmune. Si bien una falla en la apoptosis podría potencialmente producir enfermedades autoinmunes, hasta el momento, solamente ha sido demostrada una alteración en el receptor para la muerte celular. Cuando este receptor, que se llama FAS, interacciona con un ligando específico, se desencadena el primer eslabón de la secuencia de eventos que llevan a la muerte celular. En algunos pacientes que padecen lupus eritematoso sistémico (LES) se ha encontrado una elevada concentración sérica de un ligando del FAS que inhibiría competitivamente al que funciona en condiciones fisiológicas.(6) Debo volver a señalar que estos resultados son preliminares y que la participación de la inhibición de la apoptosis en el desencadenamiento de enfermedades autoinmunes recién está empezando a investigarse. 5. La paradoja de la inmortalidad y el mito de la laminilla(11) Volvamos a la cita freudiana de los trabajos de Weismann. Este biólogo alemán postuló que la muerte aparece entre los organismos multicelulares. Por el contrario, los organismos unicelulares, cuya reproducción es asexual, son potencialmente inmortales. El mito que inventa Lacan asocia esta idea de la "ameba inmortal" (laminilla) para encarnar la inmortalidad perdida. Recordemos también el mito del Génesis: "y habiendo expulsado al hombre, puso delante del Jardín del Edén querubines y la llama de la espada vibrante, para guardar el camino del 'árbol de la vida'". En este sentido es interesante mencionar que, según el diccionario, la palabra griega apoptosis, además de significar la caída, también tiene el sentido de rechazar o expulsar (por los dioses).(12) Es decir que aquello perdido para siempre en la expulsión (¿apoptosis?) del Paraíso es el acceso al "árbol de la vida", a la inmortalidad. Es a esta irreversible pérdida de la inmortalidad a la que se refiere la carencia real que sustenta la verdad de la estructura. La biología lo revela en su código genético a través del ordenamiento de la secuencia de bases del ADN que cifra a las proteínas efectoras de la muerte. La trasgresión de esta legalidad posee efectos mortíferos. Veamos qué ocurre cuando se activa el gen BCL2, llamado el gen de la inmortalidad. Este gen tiene como efecto inhibir la apoptosis que debería - Página 5 de 9 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados ser inducida en respuesta a una gran variedad de estímulos.(6) Entre estos estímulos cabe destacar el de la proliferación descontrolada de células neoplásicas.(13) Cuando los mecanismos inmunológicos funcionan de manera apropiada, estas células se suicidan por apoptosis. Paradójicamente, cuando se activa el gen de la inmortalidad, induce tumores mortíferos para el individuo en el mismo punto en el que conduce a la célula a la inmortalidad. Recordemos el comentario de Lacan en el Seminario 11 al referirse a la laminilla : "Inmortal porque sobrevive a todas las divisiones, porque subsiste a todas las intervenciones escisíparas, y su carrera no se detiene. Esto es bastante inquientante" y luego "Con la salvedad de su nombre que vamos a cambiar por este otro más decente de laminilla (por lo demás la palabra omelette no es más que una metástasis de la palabra francesa lamelle: laminilla)." 6. La apoptosis como respuesta biológica susceptible de ser interferida(14) El modelo simplificado para pensar una respuesta biológica es el arco reflejo. En él podemos delimitar tres componentes: 1°) una aferencia o estímulo proveniente del exterior; 2°) un cierto procesamiento a través de un centro y 3°) una eferencia o respuesta (motora, salival, inmunológica, etc.). Iván Pavlov demostró que las respuestas biológicas pueden ser condicionadas.(15) Es decir que son susceptibles de ser interferidas, de manera tal que el estímulo intrínseco para la realización de la función sea reemplazado por un estímulo neutro. El experimento clásico de la salivación demostró que el perro no sólo saliva en respuesta a la comida (estímulo intrínseco) sino, también, (luego de una experiencia de condicionamiento), en respuesta a estímulos neutros (sonidos, luz). Salivar y producir jugos gástricos, en respuesta a "un sonido" que no puede ser interrogado, termina lesionando los tejidos digestivos. Lacan tomará esta experiencia como paradigma de la respuesta psicosomática: "Del experimento pavloviano no se señala suficientemente que sólo es posible por cuanto es desmontable el ejercicio de una función biológica... Es desmontable porque más de un órgano interfiere en ella".(16) La respuesta biológica, secreción salival, puede ser estimulada por la vista, el olfato, el gusto pero también por el recuerdo. Por lo tanto, hay más de una vía que puede interferir con la función. Es esta propiedad de ser desmontable la que va a posiblitar su articulación con el discurso del Otro que, a modo de interferencia, estimula o inhibe la función. Lacan lo dice de la siguiente manera: "Una vez que han hecho segregar a su perro ante un trozo de carne, lo que interesará a partir de ese momento es cortar la cosa con respecto a la segregación salivar y mostrar que ésta es articulable con algo que funciona como significante ya que realizado por el experimentador. En otras palabras, el Otro está ahí". - Página 6 de 9 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados Es importante señalar que no se trata solamente de perros y salivaciones. El funcionamiento del paradigma pavloviano ha sido comprobado también en seres humanos y para funciones altamente complejas, como la respuesta inmunológica.(17) Recordemos entonces que, según Lacan, la función biológica es desmontable y articulable con algo que funciona como significante. Si efectivamente funciona según la legalidad del significante, la respuesta del sujeto es una formación del inconsciente. Por el contrario, si el discurso del Otro es escuchado como signo, en el lugar de una legalidad inconsciente aparecerá una respuesta refleja y automática, al modo de la legalidad biológica pero interfiriendo la homeostasis orgánica. Por lo tanto, allí donde el significante del Otro es escuchado como signo u holofrase, se abre una vía de interferencia con la función biológica. El Sujeto, en el lugar de un formación del inconsciente, responde automática como un organismo (en carne viva), inhibiendo o activando la función por fuera de su funcionamiento fisiológico. De esta manera se puede entender que, cuando la palabra del Otro no puede ser interrogada, impacta directamente el cuerpo, sin que ninguna formación del inconsciente haga barrera a este goce mortífero. Anteriormente (parte 3) mostramos que la muerte celular programada es una respuesta biológica regulada por múltiples y complejos controles, por lo tanto susceptible de múltiples INTERFERENCIAS, las cuales pueden producir una "muerte celular" fuera de lugar, en exceso o en defecto respecto a la necesariedad de su funcionamiento en condiciones fisiológicas. En este sentido, la apoptosis es una función biológica desmontable y articulable a una gran variedad de estímulos que pueden acelerar o inhibir su funcionamiento, induciendo las patologías anteriormente mencionadas. En este punto me detengo con una cita freudiana: "Pero debemos ser pacientes y esperar que la investigación cuente con otros medios y tenga otras ocasiones".(1 NOTAS (*) Agradezco a Gabriel Carballo la invitación a presentar estas reflexiones en el Servicio de Inmunología del Hospital Durand. 1.) Freud, Sigmund (1920) : "Más allá del principio del placer", Tomo XVIII, Editorial Amorrortu. (Buenos Aires, 1976). - Página 7 de 9 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados 2.) Freud, Sigmund (1915): "Pulsiones y destinos de pulsión". Tomo XIV, Editorial Amorrortu. (Buenos Aires, 1976). 3.) Lisis: destrucción o disolución de la célula por digestión enzimática. 4.) A esta muerte fisiológica se la llama necrobiosis. 5.) Steller, H. (1995): "Mechanisms and genes of cellular suicide". Science 267, 1445.(Washington, D.C.) 6.) Thompson, C.B.(1995): "Apoptosis in the pathogenesis and treatment of disease". Science 267, 1456. (Washington, D.C.) 7.) Kerr, J.F.R.; Wyllie, A. M. and Currie, A.R. (1972): "Apoptosis: A basic biological phenomenon with wide-ranging implications in tissue kinetics". Br.J. Cancer 26, 239. (Manchester) El término apoptosis fue sugerido por James Cormack del Departamento de Griego de la Universidad de Aberdeen. La definió como la caída de los pétalos de las flores o de las hojas de los árboles. 8.) La interacción de los antígenos con los linfocitos T da como resultado el montaje de la respuesta inmune que permite eliminar el agente agresor del organismo. 9.) En esta última se trataría de la apoptosis de células dopaminérgicas. La neurotrasmisión dopaminérgica de los ganglios basales modula los movimientos. Su depleción se considera responsable del temblor y la rigidez que caracterizan al Parkinson. 10.) La participación de la inhibición de la apoptosis en el mecanismo de producción de cáncer fue descripta en linfomas foliculares, en ciertos carcinomas y en tumores inducidos por hormonas (cáncer de mama, ovario y próstata) (6). 11.) Ver la parte 5 del capítulo III "La carencia real" en el libro: "Cuando la neurosis no es de transferencia" de Haydée Heinrich. Ed. Homo Sapiens (1996). 12.) Diccionario Griego-Español (1988), Ed. Sopena.(Barcelona) 13.) La expresión del gen BCL 2 ha sido considerada como índice de mal pronóstico en los casos de cáncer de próstata, colon y los neuroblastomas (6). - Página 8 de 9 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados 14.) Ver la parte 1 del capítulo IV "La inducción significante holofrásica" en el libro : "Cuando la neurosis no es de transferencia" de Haydée Heinrich. Ed. Homo Sapiens (1996). 15.) Pavlov, I. P. (1928): "Lectures on conditioned reflexes", Liveright, New York. 16.) Lacan, Jacques (1964): "Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis", editorial Barral (1977). (España) 17.) Ader, R. and Cohen, N. (1991): "The influence of conditioning on immune responses" en: "Psychoneuroinmmunology ", Academic Press. (U.S.A.). - Página 9 de 9 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados