Colegio de Ingenieros De Minas de Castilla y León PREGUNTAS A LOS INTERESADOS La Comisión invita a todas las partes interesadas para dar comentarios sobre las siguientes cuestiones: En un plano general: Q1. ¿Cómo evalúan las partes interesadas el impacto de la expiración del Reglamento del Carbón en la industria del carbón? ¿Serían suficientes las normas sobre ayudas generales de Estado o hay necesidades específicas del sector, relacionadas con los objetivos de interés común para la Comunidad, que requieran unas normas específicas para el sector más allá de 2010? En qué medida la hulla es un sector diferente del ortolignito, sector para el que no hay normas específicas? 1. El impacto de la expiración del Reglamento del Carbón en la industria del Carbón sería muy negativo para las empresas productoras de carbón, pero también para sus empleados y las zonas geográficas en que desarrollan su actividad. 2. Las normas sobre ayudas estatales son insuficientes por existir necesidades relacionadas con los objetivos de interés común para la Comunidad, que exigirían unas normas específicas del sector más allá de 2010. En concreto, muchos de los motivos que dieron lugar al Reglamento que ahora expira, no sólo siguen presentes en la actualidad, sino que en muchos casos tienen ahora una mayor relevancia. A modo de ejemplo: - Dependencia energética: la Comunidad depende cada vez más del abastecimiento externo en lo que se refiere a fuentes de energía primarias por lo que debe seguir siendo prioritario el desarrollo de fuentes autóctonas de energía primaria y, especialmente, de fuentes de energía que intervienen en la producción de electricidad. - Seguridad de suministro: la situación política mundial hace necesaria la evaluación de los riesgos geopolíticos y de seguridad en materia energética y de abastecimiento. El carbón es una de las pocas fuentes de energía fósil autóctona en Europa por lo que resulta necesario seguir garantizando el acceso a reservas y, por tanto, la posibilidad de disponer de carbón comunitario que permita, junto con las fuentes de energía renovable, el mantenimiento de una cuota de fuentes autóctonas de energía primaria. Esta situación se ha visto agravada por la fuerte fluctuación a que se han visto sometidos los precios de las fuentes de energía fósil en los últimos años. - Además, la existencia de producción de carbón autóctono contribuirá al mantenimiento de una posición privilegiada de la tecnología europea en materia de extracción y combustión limpia del carbón, permitiendo la transferencia de esta tecnología a las grandes regiones productoras de carbón fuera de la Unión Europea. - Necesidad de una regulación de las ayudas al carbón homogénea en el ámbito de la Unión Europea, contemplando la distinta situación en que se encuentran los Estados miembros en lo que se refiere a reestructuración del sector, dimensión actual y futuro previsto. 3. La hulla es un sector muy diferente al del orto-lignito, ya que éste último siempre se explota a cielo abierto, lo que permite unas estructuras de coste muy distintas a las de la minería de interior, lo que les permite ser más competitivos. Q2. ¿Existen objetivos específicos de interés común para la Comunidad que puedan justificar el mantenimiento a flote de las empresas de la minería del carbón, que de otro modo no serían viables debido al nivel de sus costes de producción o de sus obligaciones sociales y medio ambientales? Sí. Los principales objetivos de interés común ya han sido comentados en la pregunta anterior y se refieren a la necesidad de reducir la dependencia energética del exterior, mejorar en términos de seguridad de suministro, desarrollar las tecnologías en materia de extracción y combustión limpia del carbón y que exista una normativa homogénea de estas ayudas en todo el ámbito de la UE. Pero aparte de éstos, existen otros objetivos de carácter social y medio ambiental como son la creación de riqueza y el mantenimiento del empleo en regiones cuya principal actividad industrial es la minería y sus industrias auxiliares. Además, la experiencia pasada en algunos Estados miembros indica que es muy difícil, por no decir prácticamente imposible, la implantación de nuevas industrias en las cuencas mineras y la recolocación de los mineros en otros sectores productivos. En un nivel más específico: Q3. ¿Existe una necesidad específica, relacionada con los objetivos de interés común para la Comunidad, para las ayudas a la inversión en la minería del carbón (Hard Coal) que vaya más allá de las posibilidades ofrecidas por las normas sobre ayudas generales de Estado? Sí existe una necesidad específica para las ayudas a la inversión en la minería del carbón (Hard Coal) que va más allá de las posibilidades ofrecidas por las normas sobre ayudas estatales. La necesidad de mantener el acceso a reservas, garantizando un nivel de producción de energía mínimo con fuentes autóctonas hace recomendable la existencia de ayudas para la preparación de nuevos yacimientos. Además la fuerte restructuración a que se han sometido las empresas del sector en estos años y la situación económica general no permitiría acometer este tipo de inversiones. Lógicamente, estas ayudas sólo tendrían sentido en un marco de estabilidad para el sector minero que permita asegurar el retorno de las inversiones que se acometan no sólo por las empresas mineras, sino también por otros agentes en materia de reducción de emisiones de azufre y CO2 a la atmósfera. Q4. ¿Existe una necesidad específica de ayudas de funcionamiento en la minería del carbón que vaya más allá de las posibilidades ofrecidas por las normas sobre ayudas generales de Estado? ¿Deberían permitirse unas ayudas al funcionamiento que vayan desapareciendo gradualmente en el contexto de un plan de cierre? Y, en caso afirmativo, por qué y durante cuánto tiempo? ¿Qué intereses relacionados con objetivos de interés común para la Comunidad, justificarían este tipo de ayudas? Europa debe mantener una reserva estratégica de carbón que permita, junto con otras fuentes de energía autóctonas, mantener un adecuado mix energético. El propio reglamento comunitario preveía que las empresas mineras, a pesar de las reestructuraciones que se estaban acometiendo en los Estados miembros, difícilmente podrían ser viables económicamente. En este sentido el actual reglamento ha llevado algunos países a seleccionar las empresas que ofrecían las mejores perspectivas, mientras que el resto tuvieron que cerrar. Al haberse constituido dicha reserva, las empresas seleccionadas acometieron importantes inversiones para permitir el acceso a reservas durante muchos años, por lo que no sería coherente suprimir en estos momentos las ayudas a la producción corriente que permiten mantener los niveles de producción establecidos por los Estados miembros y, por ello, es necesaria una normativa comunitaria ad-hoc que asegure al adecuado funcionamiento de éstas en los distintos Estados miembros. Es preciso señalar además que algunos países lleva muchos años haciendo frente a sucesivos planes de reestructuración, por lo que la dimensión de su sector no puede seguir reduciéndose más, si realmente se pretende mantener un sector que preste las garantías y las sinergias que se pretende, mientras que otros deberán seguir reestructurándose e incluso algunos han optado por cerrar definitivamente sus explotaciones. Al no existir prácticamente mercado intracomunitario de carbón, esta diversidad de circunstancias, no está planteando ningún problema en el desarrollo del vigente Reglamento, optando cada país miembro libremente por otorgar algunas o todas las ayudas contempladas en el mismo, por lo que la nueva regulación debe recoger todos los tipos de ayudas vigente en la actualidad. Por otra parte, en lo que se refieren a las ayudas al cierre, hay que considerar que l as zonas mineras dependen en gran medida de esta industria y la reestructuración que se ha llevado a cabo de la industria del carbón ha tenido y tiene en la actualidad importantes repercusiones sociales y regionales. Por ello, en aquellos casos que se produzca el cierre o la reducción de actividad de la empresa minera, ésta debería poder contar con ayudas para poder atenuar las consecuencias de estas circunstancias. Estas ayudas permitirían que se adopten las medidas adecuadas para el desarrollo social y económico de las regiones afectadas. En este sentido y dada la especial situación en que se encuentran las comarcas mineras, sería recomendable la existencia de una normativa específica que regule estas ayudas más allá de las normas que regulan las ayudas de Estado. En relación con los plazos en que estas ayudas serían necesarias en caso de que se concedieran vinculadas a planes de cierre, las mismas deberían contemplarse por un periodo amplio (5 a 10 años) de forma que se pueda producir el cierre ordenado de las instalaciones y la recolocación de las plantillas existentes, cosa que en las circunstancias actuales, no parece que pueda producirse en un plazo menor de tiempo. Q5. ¿Hasta qué punto son sensibles las industrias relacionadas, como las de tecnologías de extracción y de carbón limpio a una nueva reducción de las actividades mineras de carbón en la UE? ¿En qué medida les afectaría la expiración del Reglamento del Carbón? ¿Cuáles son las alternativas para estas industrias en caso de cierres de minas de carbón en la UE debido al cese de ciertos tipos de ayudas de Estado? Las centrales térmicas actuales de carbón están diseñadas en su mayoría para consumir un tipo de carbón determinado, bien sea autóctono o de importación. Del mismo modo, las centrales que están siendo desarrolladas como parte de los proyectos de captura y almacenamiento de CO2 han sido diseñadas a partir de un proceso de combustión de carbón autóctono. Una nueva reducción de las actividades mineras podría obligar a modificar el origen del carbón en estos procesos, lo que supondría la necesidad de acometer importantes inversiones en las centrales. La desaparición del Reglamento del Carbón podría obligar también a estas industrias a acometer las inversiones anteriormente mencionadas para poder quemar carbón de otros orígenes. Por tanto, acudir al mercado internacional de carbón sería la principal alternativa; aunque no parece lógico que la UE realice fuertes inversiones en el desarrollo de las tecnologías de extracción y combustión limpia de carbón si no apuesta de forma decidida por el carbón autóctono como fuente de energía primaria de la Comunidad. Q6. ¿Considera usted que la seguridad de los suministros de energía pueden justificar el mantenimiento de determinadas ayudas de Estado específicas para el sector de la minería del carbón? En particular, ¿existe el riesgo de que aquéllos que en la UE generan energía eléctrica con carbón puedan tener dificultades para comprar carbón a un precio asequible si se cierran ciertas minas de la Unión Europea como consecuencia del cese de ciertos tipos de ayudas de Estado específicas para la industria de la minería del carbón? ¿Pueden las centrales que actualmente utilizan carbón subvencionado cambiar fácilmente a otras fuentes alternativas de carbón (ya sean de otros Estados miembros de la UE o de fuera de la UE)? La situación política mundial hace dudar de la regularidad de suministros no sólo del carbón, sino también de otras fuentes de energía fósiles como pueden ser el gas o el petróleo (recordemos la situación producida en Europa a principios de este año y que puede volver a producirse en las próximas semanas). El carbón es una de las pocas fuentes de energía fósil autóctona en Europa por lo que no parece muy lógico cerrar las explotaciones mineras existentes, ya que quedaríamos aún más expuestos al riesgo de interrupción de suministro de lo que nos encontramos en la actualidad. Resulta necesario seguir garantizando el acceso a las reservas de carbón existentes en Europa y eso sólo se puede lograr manteniendo las ayudas de Estado existentes en la actualidad. El mercado internacional de carbón mueve un volumen muy escaso; volumen que puede ser cada vez menor, en la medida que crezca la demanda de países en pleno crecimiento como es el caso de China. De producirse este incremento de la demanda, podría dificultarse la compra de carbón internacional a precios asequibles. El cambio no es sencillo. Cada central está diseñada para consumir un determinado tipo de carbón o una determinada mezcla de ellos. Las calderas están diseñadas en base a las características del carbón. En caso de tener que sustituir el carbón autóctono por carbón importado, las centrales deberían hacer fuertes inversiones y cambiar las calderas. Estas inversiones tendrían un elevado coste y requerirían unos plazos dilatados para poderse llevar a cabo. Q7. ¿Existe una justificación para la concesión a las empresas mineras de carbón de la excepción respecto de las normas generales de ayudas de Estado con respecto a las obligaciones generadas, teniendo en cuenta el principio de quien contamina paga? ¿Cumplirían con sus obligaciones medio ambientales si no existen unas normas de ayudas de Estado específicas para el sector? Las empresas mineras están haciendo frente en la actualidad a sus obligaciones ambientales y, en muchos casos, dichas obligaciones están garantizadas por lo que no deberían dejarse de cumplir. Sin embargo, sí es cierto que la existencia de ayudas estatales para este sector específico facilita el cumplimiento de estos compromisos y la vinculación de las industrias con el entorno que las rodea. Q8. ¿Pueden las empresas de minería del carbón hacer frente a las cargas sociales heredadas del pasado si no existen unas normas de ayudas de Estado específicas para el sector? No. Como ya se ha mencionado, difícilmente podrán ser económicamente rentables las empresas de la minería del carbón, por ello parece difícil que además puedan hacerse cargo de las cargas sociales heredadas del pasado, por lo que serían necesarias ayudas específicas para tal fin. Q9. En cuanto a la mejora de la cohesión social y regional, ¿Serían las subvenciones a las industrias del carbón una forma eficiente en relación a su coste y sostenibles para crear o mantener puestos de trabajo? Sí, las ayudas a las industrias del carbón serían eficientes y sostenibles para crear o mantener puestos de trabajo. Por ejemplo, en el caso de España, en las comarcas mineras trabajan más de 12.000 trabajadores, directamente en la extracción y tratamiento del carbón y, del orden de cinco veces esta cifra en puestos de trabajo indirectos. Por lo que en total estamos hablando de más de 70.000 empleos. Además, estas comarcas no tienen otro medio de vida en la actualidad, por lo que del mantenimiento de esta industria y, por tanto de la existencia de las ayudas actuales, depende la subsistencia de estos más de 70.000 trabajadores en España. Q10. Son las ayudas de Estado un instrumento adecuado para hacer frente a las consecuencias sociales y medioambientales de las actividades de la minería de carbón o de su cierre, en particular cuando se trata del mantenimiento de las actividades de producción que no serían viable de otra manera? ¿Podrían obtenerse resultados equivalentes con menos distorsiones de la competencia si las empresas mineras hicieran frente a sus compromisos en la medida de lo posible y el Estado financia el resto de los gastos sociales y medio ambientales una vez que las empresas involucradas hayan cesado su actividad económica? Sí, las ayudas estatales son el instrumento adecuado frente a las necesidades de ayudas sociales y medioambientales en el caso de los cierres. Los cierres han de producirse de forma gradual durante un periodo de varios años para no provocar situaciones insostenibles en las empresas y en las regiones mineras. Esto hace necesario mantener unas producciones mínimas durante estos años y acometer ciertas inversiones sobre todo en materias de seguridad. Por ello, resultan necesarias las ayudas de Estado en estos casos mientras se produce la reducción gradual de la actividad. No. No se obtendrían resultados equivalentes. La fuerte dependencia de las comarcas mineras respecto de esta industria y el importante volumen de empleo existente en las empresas harían muy difícil la recolocación de los trabajadores, lo que supondría para los Estados tener que incurrir en unos costes sociales de mayor envergadura que las actuales ayudas a la producción corriente. Por último, habría que reseñar que el sistema actual de ayudas no ha producido importantes distorsiones de la competencia, ya que el mercado intracomunitario de carbón prácticamente no ha existido en los últimos años. TREN-COAL-CONSULTATION@ec.europa.eu Las respuestas de las partes interesadas y un resumen de las respuestas se publicarán en el Sitio web de la Comisión. Por lo tanto, las respuestas deben indicar claramente si son confidenciales y, por tanto, no pueden ser publicadas.