Manual de Alpinismo Básico Escuela de Alpinismo y Rescate Tullio Vidoni Introducción Bajo los principios ético-culturales y los conocimientos técnicos de la escuela alpinistica italiana, he aquí un compendio con el fin de estandarizar las maniobras y las conductas que interesan a todos aquellos que se dedican a la práctica del montañismo, actualizándolas y poniéndolas a norma con la Unión Internacional de las Asociaciones de Alpinismo (UIAA). Por lo tanto, el presente texto se debe considerar como el manual de los conocimientos y de las técnicas básicas con las que debe de contar un montañista moderno para planear y afrontar sus ascensos en la montaña con precisión y seguridad. Franco Grasso Director de la Escuela de Alpinismo y Rescate ItalianTREK 1 Escuela de Alpinismo y Rescate Tullio Vidoni Capitulo 1 Arnés, reunión y descenso 1.1 Uso del arnés La finalidad principal del arnés es la de distribuir la fuerza de detención al cuerpo humano de manera racional y no traumática. En el mercado existen tres tipos de arnés que se pueden encontrar con mayor frecuencia: a) Arnés bajo. b) Arnés combinado (Bajo más alto). c) Arnés completo. En el caso de progresión en cordada (travesía de glaciares) el arnés bajo constituye la mejor herramienta porque, ya que dirige la tracción a nivel del baricentro del cuerpo, permite un mayor equilibrio y solicita el uso del los músculos más fuertes (cuadriceps femorales). En caso de arranque, aquellos que traen el arnés bajo pueden pararse doblando ligeramente las rodillas y atrasándose con los hombros, mientras aquellos que traen el arnés alto reciben un golpe que los inclina hacia delante y, con pasos rápidos y descompuestos, se caen con la boca a la nieve. Todos esos son factores determinan la probabilidad de éxito para la detención de una caída por parte del compañero. El arnés bajo tiene además la ventaja de ser muy cómodo para poner y quitar la ropa pero hay casos en los que su uso no debe darse o no es recomendable. De hecho, cuando la tracción ocurre desde lo alto, se crea un desequilibrio que hace volcar el cuerpo creando posibilidades de peligros para la cabeza. Por eso es oportuno evaluar y detectar los factores que influyen en el cambio del baricentro (mochila) para elegir en este caso un arnés completo o combinado. En caso de que no lo tengamos al alcance, es posible armar un sistema rápido que se pueda colgar a la cuerda: con una cinta tubular se puede por un lado atar los tirantes de la mochilla y amarrar todo a la cuerda con un mosquetón o crear de una vez un arnés alto con una cinta tubular cruzada tras de los hombros. Es muy importante tener presente, que en caso de usar un arnés combinado con la parte alta o con un sistema rápido, el anillo que hay que atar siempre es el del arnés de abajo. He aquí un esquema de forma sintética. USO ARNES Travesía de glaciares Progresión como sin mochilla Progresiòn como con mochilla Descenso en corda doble con mochilla SOLO BAJO X X COMPLETO X X X 2 Escuela de Alpinismo y Rescate Tullio Vidoni 1.2 Armado de una reunión Fig. 1 Reunión movible Fig. 2 Reunión semimovible Fig. 3 Reunión fija Fig. 1: Reunión movible Este tipo de reunión es lo que comúnmente se utiliza en la escalada deportiva, cuando los anclajes son seguros (bolts, spit y epóxidos). La conexión movible es la que se debe usar para asegurar al primero de cordada directamente a la reunión, poniendo el cuidado de colocar el nudo de juntura de la faja tubular en la rama más corta; este cuidado permitirá que la reunión se pueda eventualmente revolcar sin que el nudo interfiera con los mosquetones presentes. Ventajas y desventajas: Este tipo de reunión tiene la ventaja de distribuir la carga a todos los anclajes de manera uniforme aún en caso de que la reunión se encuentre revolcada, pero en caso de salida de uno de los anclajes, el otro sufriría un duro arranque por el efecto del estiramiento de la cinta tubular. En caso de ruptura de la cinta tubular (por ejemplo por caídas de rocas) este tipo de reunión estará totalmente perdida e inservible. Fig. 2: Reunión semimovible Frecuentemente utilizada en hielo pero aún en roca, en caso que, por el mal estado de los anclajes presentes o por el mal estado de la roca o por alguna otra dificultad de autoaseguramiento no se pueda confiar completamente en los anclajes. Esta reunión, hecha correctamente, permite mantener una distribución uniforme de la carga a todos los anclajes en el caso de pequeños desplazamientos. Ofrece una buena alternativa a la reunión fija cuando la dirección de carga parece ser incierta. Ventajas y desventajas: Distribución uniforme de la carga a todos los anclajes aunque varíe levemente la dirección de la fuerza de carga, pero siempre con tensión desde abajo. En caso de salida de uno de los anclajes, con este tipo de reunión habrá una reducción de la solicitación para el otro. En caso de que la reunión se revolque, la conexión semimovible no permitiría un buen trabajo y de hecho la carga se iría distribuyendo sólo en el anclaje de abajo. Fig. 3: Reunión fija Constituye el método aconsejado para conectar los anclajes en subidas de hielo, cuando se asegura el primero de cordada al arnés y aún cuando el autoseguro se efectúa al vértigo de la conexión. Este tipo de reunión debe ser usado también para el descenso con cuerda doble (rappel). 3 Escuela de Alpinismo y Rescate Tullio Vidoni Ventajas y desventajas: En caso de salida de uno de los anclajes no va a haber ningún shock para el otro punto porque no hay estiramiento de la faja tubular. En caso de ruptura de la faja tubular la reunión va a tener todavía un punto de anclaje. En caso que varié la dirección de tensión aplicada por la carga, la reunión terminará de trabajar correctamente y la fuerza se distribuirá solamente a un anclaje. Es preciso preevaluar la dirección de carga como también la del arranque por una eventual caída para hacer el nudo a medida. Reglas para armar una reunión: a) Una reunión debe tener por lo menos dos puntos de anclaje. b) El lugar donde armar la reunión debe ser bastante cómodo para efectuar las maniobras y acoger a los compañeros. c) Por lo menos uno de los mosquetones que amarran la cinta tubular a los anclajes debe de tener el cierre de seguridad (mejor si son los dos). d) Con una reunión movible el autoaseguramiento debe efectuarse directamente al mosquetón del anclaje más seguro y no al mosquetón central de la reunión. e) La primera cosa que se debe hacer es el autoseguro; para hacer eso hay que poner dos mosquetones a cadena (y con el sierre por afuera) en el punto de anclaje que nos parece más seguro. El autoaseguramiento se efectuará con el segundo mosquetón (nudo ballestrinque); con el primero se armará luego la reunión. f) Posicionando el tercer mosquetón podremos armar la reunión preestablecida cuidando que la cinta tubular sea lo más corta posible, para que no nos jale por arriba en el caso de que la reunión se revuelque. Aseguración al segundo por medio de la reunión Mosqueton con cierre de seguridad Mosqueton con cierre de seguridad Mosqueton con cierre de seguridad Auto aseguramiento Al primero de cordada 1.3 Descenso con cuerda doble (rápel) Antes el descenso con cuerda doble (rápel) era considerado una maniobra para casos excepcionales, cuando no había otra posibilidad. Este hecho derivaba por las características de incomodidad y de la dificultad práctica de esta maniobra. Con la entrada de las nuevas herramientas modernas (frenos, descensores y reuniones con bolts y spits) se mejoró la praxis de las operaciones y consiguientemente aumentó la frecuencia del uso de esta técnica. La simplificación de esta maniobra y el elevado número de sus actuaciones -consideremos por ejemplo cuantas escuelas de rocas y rutas modernas cuentan con reuniones predispuestas para el descenso con cuerda doble- casi han banalizado esta operación. Todo eso ha aportado un incremento porcentual del número de accidentes mortales imputables a una excesiva confianza con esa técnica: evaluación errada acerca de la resistencia de los anclajes, 4 Escuela de Alpinismo y Rescate Tullio Vidoni deshilamiento de las cuerdas, son solamente unos ejemplos de los accidentes más comunes, sin mencionar los casos en los que se aplica la maniobra de forma incorrecta. Una desatención durante la ejecución de un descenso con cuerda doble, generalmente no concede una segunda posibilidad, resulta casi siempre fatal. Esta es la razón por la cual estamos asistiendo a una sensibilización mundial acerca de la standardización en los asuntos de enseñanza de esta técnica para que las escuelas de alpinismo apliquen la técnica de descenso con cuerda doble de la forma más correcta posible. Además, la cuestión tiene que ser enfrontada por el lado práctico y ejecutivo (que como ya hemos dicho se simplificó bastante en los años), y también por el lado organizativo y de método. Por ello es necesario establecer una secuencia de operaciones sin poner en discusión las propias acciones cada vez que se inicie un descenso con cuerda doble. Otro elemento fundamental para la seguridad en la montaña es la rapidez de acción, pero a veces la prisa por regresar, el cansancio, la caída de tensión, constituyen factores que influyen negativamente con las probabilidades de accidentes. Así, la cuestión es adquirir un estado de higiene mental válido para todas las ocasiones, desde la práctica del “yo-yo” en la escuela de roca como también en ambiente de alta o media montaña. Antes de la descripción particular de las modalidades de la maniobra del descenso con cuerda doble, he aquí el nuevo sistema de conexión de la cinta exprés al arnés. Este sistema de anudamiento ha sido estudiado para evitar el peligroso nudo ahorcante y permite eliminar el riesgo de un accidente de deshilo de la cinta exprés. En efecto el anillo obtenido con el nudo constituye un punto fijo que, contrario a lo que antes ocurría, no puede desatarse aunque se use incorrectamente. Nudo de la cinta exprés al arnés Fig.1 Fig.2 Fig.3 a) Pasar la cinta exprés por los dos agarres del arnés bajo y no por el anillo (Fig.1). b) Hacer un nudo simple (Fig.2). c) Pasarlo por el anillo que forma la cinta exprés y apretarlo (Fig.3). Preparación de la cinta exprés a) Cerrar con un nudo de junción la cinta tubular o una cuerda con diámetro de 8 mm. y de largo de tres metros. b) Ejecutar un nudo de las guías creando así dos anillos y calculando que la distancia del mosquetón, donde se colgará el descensor, llegue a la altura de los ojos. 5 Escuela de Alpinismo y Rescate Tullio Vidoni Maniobra de descenso con cuerda doble Antes de empezar: - En caso de uso de reuniones preexistentes es muy importante verificar la resistencia y el estado del material en situ (clavos, cuerdas, mallones). Para el descenso en cuerda doble, se recomienda el uso de reuniones fijas. En caso de falta de mosquetones con sierre de seguridad, es oportuno usar dos mosquetones normales contrapuestos. a) Autoasegurarse a la reunión con el mosquetón de la parte superior de la cinta exprés (Fig. 1). b) Insertar las cuerdas en el anillo de la reunión cuidando que el nudo se disponga en la parte interna (contra la roca), este esmero volverá mas ágil la recuperación de las cuerdas. Acordarse de hacer un nudo sencillo de seguridad por cada cabo de la cuerda. c) Ejecutar un nudo autobloqueante machard y atarlo con un nudo ballestrinque a un mosquetón que se colgará al anillo del arnés (Fig. 2). d) Insertar el descensor (placa g-g) en las cuerdas y conectarlo a la parte baja de la cinta exprés. Quitar el mosquetón de autoseguro y proceder con el descenso (Fig. 3). e) Una vez llegados a la siguiente reunión y luego de haber verificado el material en situ, proceder con la autoaseguración (aunque el lugar pueda parecernos seguro) antes de recoger la cuerda. Antes de empezar la recuperación de la cuerda es buen habito insertar en seguida un cabo de la cuerda en el anillo de la nueva reunión y bloquearla con un ojal para evitar el deshilamiento de la cuerda y también para no tener duda sobre que cuerda jalar. 6 Escuela de Alpinismo y Rescate Tullio Vidoni Descenso con cuerda doble: secuencia de las operaciones 1. Cerrar con el nuevo sistema la cinta exprés al arnés y autoasegurarse a la reunión como en el dibujo. 2. Al recoger las cuerdas insertar unas de estas en el anillo del vértigo de la reunión (hacer el nudo de seguridad a las cuerdas) cuidando de que el nudo se quede en la parte interna (contra la roca). De esta manera, la maniobra será más ágil. Cuando la reunión es preexistente, es necesario chequear su estado (anclajes, cintas…). Se aconseja una conexión de tipo fija. 3. Ejecutar un nudo autobloqueante machard, atarlo a un mosquetón con un nudo dinámico y conectar este mosquetón al arnés. 4. Insertar el descensor en las cuerdas y luego quitar el autoseguro de la cinta exprés para dar inicio a la maniobra de descenso. 7 Escuela de Alpinismo y Rescate Tullio Vidoni 5. Una vez situados en la reunión siguiente, luego de haber chequeado el material eventualmente presente, es preciso autoasegurarse (aunque el lugar pueda parecer seguro) antes de proceder a librar la cuerda. Es buen hábito insertar en seguida en el anillo de la reunión el cabo de la cuerda a jalar y bloquearlo con un nudo de fuga para impedir un eventual deshilo de las cuerdas y eliminar cualquier duda en la cuerda a jalar. 8 Escuela de Alpinismo y Rescate Tullio Vidoni Capitulo 2 Autorescate 1.1 Polipasto Mezzo poldo Este sistema de recuperación además de ocuparse en el alpinismo, en roca y en hielo, también se utiliza en la práctica del esquí alpinistico y del rescate. No es una maniobra rápida pero nos garantiza el éxito del rescate también cuando operamos solos. Para esta técnica se necesita el uso de la placa g-g pero aún es posible sustituirla con sistemas autobloqueantes como el nudo Edi Lorenzi o el nudo corazón. Mosquetón de la reunión con placa g-g insertada Placa g-g con cuerda insertada para la recuperación Recuperación de la cuerda Tramo de cuerda del polipastro mezzo poldo (se puede también usar el cabo de la cuerda de subida). Recuperación Nudo ballestrinque para atar el tramo de cuerda del mezzo poldo Nudo autobloqueante bidireccional machard con mosquetón. 9 Escuela de Alpinismo y Rescate Tullio Vidoni 1.2 Polipasto Mezzo poldo con tramo auxiliar Este sistema de recuperación, al igual que el anterior, se ocupa además que en el alpinismo en roca y en hielo, también en la práctica del esquí alpinistico y en rescate. Es una evolución del primer tipo de polipasto: su velocidad de recuperación es menor, pero disminuye también el esfuerzo (alrededor de la mitad); es útil cuando el compañero es muy pesado. Para esta técnica se necesita el uso de la placa g-g pero es posible sustituirla con sistemas autobloqueantes como el nudo Edi o el nudo corazón. Mosquetón con base ancha para acojer el nudo ballestrinque del tramo de cuerda auxiliar y la cuerda del tramo del mezzo poldo. Mosquetón de la reunión con placa g-g insertada para la recuperación. Recuperación de la cuerda Recupración Nudo ballestrinque para atar el tramo de cuerda del mezzo poldo Nudo ballestrinque para atar el tramo auxiliar del mezzo poldo Nudo autobloqueante bidireccional machard con mosquetón. 10 Escuela de Alpinismo y Rescate Tullio Vidoni 1.3 Secuencia de las operaciones de recuperación 1) Bloquear el nudo dinámico, por el cual estamos asegurando al compañero caído, con un nudo de fuga teniendo el cuidado de dejar por lo menos 60 centímetros de asola pendiente. 2) Pasar el asola por dentro del mosquetón donde está realizado el nudo dinámico, y cerrarla con un mosquetón con cierre de seguro (A) como en el dibujo (sec. 2). Insertar en este mosquetón la placa g-g (B). 3) Ejecutar en el cabo de cuerda flojo que sale del nudo dinámico, un nudo autobloqueante bidireccional (prusik o machard con mosquetón) con un cordino atado al arnés con un mosquetón (autoseguro). 4) Desvincularse ahora del cabo de cuerda al cual estamos atados. 5) Insertar ahora un mosquetón con base ancha (mejor con el cierre de seguridad) en el hoyo libre de la placa g-g (C). Sec. 1 Sec. 2 Sec. 3 Nudo autobloqueante bidireccional machard con mosquetón. Autobloqueante para autoseguro 6) Fijar en este mosquetón (C) un cabo del tramo auxiliar con un nudo ballestrinque. 7) En caso que se quiera ejecutar el polipasto mezzo poldo, se puede usar la misma cuerda de ascenso. 8) Con el otro cabo del cacho auxiliar, acercarse a la orilla de la terraza y ejecutar un nudo machard (de la manera más corta posible) con mosquetón (1) en la rama de cuerda en tensión. 11 Escuela de Alpinismo y Rescate Tullio Vidoni 9) Pasar el cabo libre del tramo auxiliar por el mosquetón con el machard (1) y atarlo a otro mosquetón (2) con un nudo ballestrinque. 10) Conectar el mosquetón 3 al cabo libre de la cuerda de cordada y pasarlo por el mosquetón 2. 11) Regresar con la cuerda al anclaje y pasarla por el mosquetón C. 12) Pasar el mismo tramo de cuerda por el mosquetón 3. 13) El polipasto está terminado; se necesitará ahora pasar las cuerdas en tensión por la placa g-g. Sec. 4 Sec. 5 Sec. 6 14) Recuperar al herido hasta que, en el tramo de cuerda en tensión, se forme un tramo bastante largo para ser insertado en la placa g-g. 15) Bloquear la cuerda recuperada en cima del mosquetón 3 con un nudo de fuga. 16) Insertar la cuerda, ahora no más en tensión, en la placa g-g (B) y cerrarla con un mosquetón con seguro (D). 17) Recoger con la placa g-g todo el tramo de la cuerda en tensión. 18) Desamarrar el nudo de fuga y seguir con la recuperación, después de haber eventualmente reposicionado todo el polipasto. 12 Escuela de Alpinismo y Rescate Tullio Vidoni 19) Recoger constantemente el lasco que se creará en la cuerda en tensión por medio de la placa g-g. Sec.7 Sec.8 Nota: En caso de que sea necesario, recoger al herido hasta el anclaje, cuando alcance la orilla de la terraza, desconectar el machard del mosquetón 1 y conectar este mosquetón directamente al arnés del herido. 13 Escuela de Alpinismo y Rescate Tullio Vidoni Capitulo 3 Travesía de glaciares 1.1 Análisis del recorrido: elegir el itinerario Es con base en los conocimientos de los glaciares y de sus características peculiares que se debe escoger y determinar la mejor vía para recorrerlo. Nunca hay que confiar en la sola probabilidad de encontrar una traza preconstituida (una tormenta puede borrarla en menos de un minuto). Es preciso, más que nada, detectar el rumbo en el mapa, contar con relaciones o con consejos de los que ya practicaron la travesía (montañistas, guías, mapas, topos...) En un lugar del todo desconocido, es muy útil actuar unas exploraciones, teniendo presente que, para atacar una vía en las primeras horas de la mañana, en la mayoría de los casos el cruce de los glaciares se efectúa en las horas nocturnas. 1.2 Formación de la cordada Por el hecho de que no existe un modo unívoco para definir a priori la manera de formar una cordada como por ejemplo la distancia de coligamiento de los componentes, es preciso analizar una serie de elementos que serán condicionantes en las elecciones. Esos elementos se pueden mencionar sintéticamente: 1) Condiciones exteriores del glaciar: • • Seco, si está con hielo vivo. Húmedo, si está cubierto de nieve. 2) Condiciones objetivas del glaciar: • • Poco atormentado. Muy atormentado. 3) Tipología del recorrido: • • • En subida. En plano. En bajada. 4) Número de elementos que componen la cordada. • • Dos componentes. Tres componentes. 5) Habilidades alpinisticas de los componentes de la cordada. • Expertos. 14 Escuela de Alpinismo y Rescate Tullio Vidoni • Principiantes. 6) Equipo técnico al alcance. • • Número de cuerdas. Número de piolets. • • Tornillos de hielo. Otros. 7) Nivel de conocimientos de las maniobras de autorescate. • • Buena Escasa o nula. Se opera en situaciones de particular dificultad cuando: a. La condición externa es de tipo húmedo, o sea el hielo está cubierto con nieve dura o fresca. b. El glaciar presenta una condición objetiva muy atormentada. c. El recorrido cuenta con tramos de bajada en lugares presumiblemente con grietas. d. No todos los componentes de la cordada cuentan con habilidades alpinisticas idóneas para afrontar una situación de emergencia y resultan carentes de conocimientos de autorescate. e. El número de componentes y las herramientas a disposición es mínima (solamente dos componentes y una sola cuerda). Solamente después de haber analizado atentamente todas estas condiciones se podrá decidir la mejor manera para formar la cordada. 1.3 Técnicas de progresión y modalidad de aseguramiento Es preciso, para empezar, establecer las modalidades de coligamiento de la cordada y el equipo mínimo que se debe tener al alcance (cordinos, piolet, crampones, niños muertos). Subsisten entonces unos postulados básicos, válidos en cualquiera situación. Tales principios se pueden resumir así: a. El primero y el último componente de la cordada deben amarrarse a los cabos de la cuerda, con un nudo de los guías y directamente al arnés. b. La cuerda que sobra será enrollada al busto y bloqueada con un nudo o, mejor, guardada en la mochila. c. El coligamiento de la cuerda al arnés, se efectuará con una anilla hecha por medio de un nudo sencillo y atado con un mosquetón. d. Los dos componentes a los cabos de la cordada, conectarán a la cuerda el cordino preparado que constituirá una herramienta eficaz y rápida para efectuar un eventual rescate de grieta. Cordino preparado: 15 Escuela de Alpinismo y Rescate Tullio Vidoni Un cabo: nudo sencillo. Otro cabo: nudo de fuga Cuerda de cordada • • • • • • Cordino de diámetro de 7 mm y largo 3 metros. Nudo sencillo y nudo de fuga. Se amarra a la cuerda de cordada con un nudo prusik. El otro cabo se guarda (sin ningún coligamiento) al arnés para que no disturbe la marcha. En caso de caída del compañero, se ocupará para descargar el peso al piolet. Según las necesidades es posible desamarrar el nudo de fuga para ocupar los dos cabos en las maniobras de rescate. e. Así, el primer y el último componente de cordada la se encontrarán en la posición del dibujo. Se debe poner especial atención en la manera correcta de tomar la cuerda con la mano. 16 Escuela de Alpinismo y Rescate Tullio Vidoni f. El componente intermedio, en caso de cordada con tres elementos, se amarrará a la cuerda de cordada por medio de un nudo autobloqueante, hecho con un cordino de 7 mm o de 6 mm en kevlar). Como sus compañeros, atará a la cuerda su cordino preparado. Al arnés del componente intermedio 1.4 Evaluaciones contingentes para la formación de la cordada Los postulados precedentes (1.3) siempre son válidos; resultan variables los siguientes criterios: 1. Lo largo de la cuerda extendida. 2. La posición del jefe de la cordada. 3. La oportunidad de ejecutar unos nudos en la cuerda de cordada (nudos a pelota). Los criterios que vienen arriba inducen evaluaciones fuertemente condicionadas por las características de la cordada y de la conformación y la condición del hielo. De todas maneras hay que tener presente: • Para que cada elemento de la cordada pueda efectuar cualquier maniobra de socorro, como también la polea rápida para el compañero, es preciso contar con una cantidad de cuerda libre equivalente al doble de la distancia del coligamiento (de toda la cuerda extendida) 17 Escuela de Alpinismo y Rescate Tullio Vidoni • Para poder desvincularse de la cuerda, en el caso de una caída del compañero, es preciso, descargando el peso del compañero al anclaje, contar con una porción de cuerda libre (se aconsejan por lo menos 5 metros de cuerda arroyados y guardados en la mochila). • Las probabilidades de caída en una grieta son mayores para el primero de cordada. • Es bastante inútil poner a disposición suficiente cuerda para efectuar las maniobras de rescate a un componente de la cordada que no las sabe efectuar. En este caso es preferible garantizarse el aguante, aumentando la distancia de los coligamientos y efectuando eventualmente unos nudos a pelota intermedios. • Los nudos a pelota, aunque en un glaciar húmedo den mayores garantías para detener una caída, en presencia de un glaciar seco pueden provocar el efecto contrario, haciendo brincar la cuerda fuera de la fisura que se crea en la orilla de la grieta por el descorrimiento de la cuerda. Además pueden crear topes para la maniobra de recuperación. • En el caso de tener al alcance dos cuerdas (cruce del glaciar para alcanzar el inicio de una vía) será oportuno que la segunda cuerda sea entregada al último de cordada. • La posición del jefe de cordada depende generalmente por el tipo de recorrido que hay que seguir. Normalmente se pone adelante en lugares planos y de subida. Viceversa se pondrá atrás en tramos de bajada. • Es una buena norma que cada componente de la cordada cuente por lo menos con un tornillo de hielo. Eso permitirá, en caso de caída en una grieta, de anclarse y facilitará al compañero colocar los anclajes de fortuna y a ejecutar las maniobras de rescate. • El uso de los crampones es aconsejable aún en los casos en que la condición de la nieve favorezca la formación del “zueco” (peligrosísimo aglomerado de nieve que, acartonado bajo los crampones, compromete su adherencia). De todas maneras esos contribuirán a aumentar el grado de aguante. He aquí un sencillo esquema: 2° de cordada Durante la marcha el cordino preparado no se trae en la mano o se acomoda al arnes sin atarlo 1° de cordada Mitad de la cuerda Nudo a pelota Nudo a pelota 18 Escuela de Alpinismo y Rescate Tullio Vidoni Por lo tanto, en casos como en la cordada de dos o cuando prevalezca la elección de que cada componente deba de estar en condición de poder efectuar cualquier tipo de maniobra de autorescate, es necesario disponer obligatoriamente de una cuerda de 50 metros, en cuanto a la distancia de coligamiento no podrá ser inferior a 10 metros. Hay casos en que una distancia de 10 metros puede no ser suficiente para garantizar la detención del compañero caído y es lógica que, en el caso de tramos más peligrosos del recorrido, esta distancia puede ser ampliada aunque la reducción de las posibilidades de maniobras que se pueden efectuar se reduzca. En estos casos, es necesario que el segundo de cordada traiga la cuerda excedente, siendo este, el que tiene más posibilidades de quedarse afuera de una grieta. Otro método para aumentar el grado de detención es lo de efectuar unos nudos intermedios en la parte de la cuerda extendida (generalmente dos nudos a 3 metros de distancia de cada componente). Estos nudos, comúnmente llamados “nudos a pelota”, ejercerán un efecto de freno en el momento en el que se atoren en la nieve. Este sistema resulta ser eficaz solamente en un glaciar de tipo húmedo. ¡Cuidado!: con un glaciar de tipo seco o con nieve helada el efecto obtenido es contra producente porque la cuerda, por efecto de la fricción, suele excavar un hondo surco en la orilla de la grieta y el pasaje del nudo a pelota tiende a hacer salir la cuerda de este lugar, aumentando en consecuencia la velocidad de la caída. Ejecución del “nudo a pelota”: 1.5 Normas de conducta en caso de caída en una grieta Es notorio que el riesgo de caer en una grieta durante el cruce de un glaciar, no es así tan remoto. De todas maneras es preciso tener presente esta posibilidad y contar con una adecuada preparación para afrontar la eventualidad. Si las evaluaciones han sido hechas de manera correcta, la caída de un montañista en una grieta no resultará tan problemática y el espacio necesario para detenerla, se limitará a pocos metros. Si esto ocurriese, es preciso contar con una fría determinación y con ideas bien claras acerca de las acciones para dar inicio a las maniobras del rescate al compañero. En un recorrido de cruce de un glaciar, normalmente se procede en “conserva” (todos los componentes de la cordada avanzan de manera conjunta y constante, sin protegerse) y sólo raramente, se adopta una técnica de progresión punteada, poniendo puntos de anclaje. A este propósito, es útil recordar que no se aconseja el aseguramiento por la espalda porque éste impide cualquier tipo de movimiento del asegurador. Para detener una caída, la mejor manera para aguantar el golpe es acompañar el arranque con unos dos o tres pasos manteniendo una posición acurrucada (para trabajar de manera mejor 19 Escuela de Alpinismo y Rescate Tullio Vidoni con las piernas). Después de la detención de la caída, es preciso encontrar una posición adecuada para las operaciones sucesivas. Ahora es necesario clavar el primer punto de anclaje: normalmente es el piolet, porque no siempre es posible poner un tornillo de hielo a menos que nos encontremos en un glaciar seco. El piolet será plantado en la nieve con un ángulo “alfa” de entrada, agudo y en el pico será amarrado el cordino preparado con un nudo alondra. En unos casos puede ser más favorable enterrar el piolet en la nieve en posición horizontal y conectar el cordino preparado directamente en su mango. También el alpinista caído en la grieta, si tiene la posibilidad, colaborará con el compañero para actuar en su rescate. Nudo Alondra cruzado: Esto es el nudo aconsejado para conectar el cordino al piolet 20 Escuela de Alpinismo y Rescate Tullio Vidoni 1.6 Maniobras de autorescate en grietas Después de haber detenido una caída y de haber hecho lo del punto 1.5, se efectuarán las operaciones en el siguiente orden: 1. Colocar un anclaje provisorio posicionando el piolet en la nieve seleccionando una de las maneras descritas en el punto 1.5. 2. Amarrar el cordino preparado al anclaje (piolet) y cargarlo gradualmente para checar su solidez. 3. Sacar las anillas de cuerda de la mochila y adquirir libertad de movimientos, autoasegurarse de manera adecuada. 21 Escuela de Alpinismo y Rescate Tullio Vidoni Orilla de la grieta 4. Colocar un segundo anclaje con el material al alcance; lo mejor sería contar con un segundo piolet o con un niño muerto o estaca pero se pueden también ocupar instrumentos de fortuna como la mochila vaciada de manera oportuna y llena con nieve o un crampon enterrado en la nieve. 5. Conectar los dos anclajes con un cordino bastante largo y, en la reunión así armada, insertar la placa g-g (si no contamos con ella, hacer un nudo Edi o corazón) después de habernos liberado de la cordada, deshaciendo el nudo de nuestro arnés. 22 Escuela de Alpinismo y Rescate Tullio Vidoni 6. Mover el peso del caído a ambos puntos del anclaje ejecutado de manera oportuna con el cordino preparado, fijado en un primer momento al primer punto de anclaje. 7. Dar inicio a las operaciones de recuperación 1.7 Sistema Vanzo Esta es una maniobra que se puede ocupar cuando el compañero caído todavía tiene la posibilidad de colaborar en las maniobras de rescate. Para esta maniobra, es necesario disponer de una cantidad de cuerda libre equivalente al doble de la cuerda ocupada entre los dos compañeros. He aquí sintéticamente la secuencia las operaciones: 1. Sacar un cordino con diámetro de 7/8 mm. y con 3 metros y medio. Si no podemos contar con eso, se podrán utilizar mas cordinos unidos. 2. Ejecutar un nudo autobloqueante bidireccional (prusik) en la parte de la cuerda que no está bajo tensión (A). 3. Conectar el cordino al arnés del socorrista con un nudo ballestrinque con mosquetón (B). Esto permitirá al socorrista poderse acercar a la orilla de la grieta, contando con un seguro al anclaje. 23 Escuela de Alpinismo y Rescate Tullio Vidoni 4. Bajar al compañero la cuerda de cordada doblada y con un mosquetón (podemos también ponerle una polea, si contamos con ella), para que el se la pueda amarrar al arnés (C). 5. Ejecutar un nudo autobloqueante (se aconseja un nudo monodireccional bellunese) en la parte de cuerda de regreso con la parte libre del cordino que hemos usado para autoasegurarnos. 6. Ejecutar la maniobra de recuperación accionando de manera oportuna los nudos autobloqueantes dándonos también unos descansos de vez en cuando. 7. Dar inicio a la maniobras de recuperación posicionando al cuerda en el hombro y tratando de tener el nudo bellunese a contacto con el terreno. Ejecución del nudo bellunese: Para armarlo, se posiciona el pulgar paralelo a la cuerda hacia abajo, con dirección de la carga y se enrolla la parte de cordino alrededor del pulgar, empezando desde a monte y dando tres vueltas al pulgar y otras cuatro (con un mínimo de tres) directamente a contacto de la cuerda. Se regresa ahora el cabo del cordino a monte y se hace pasar por abajo donde quedaba el pulgar. En una secunda fase, hay que apretar y acomodar bien las anillas del nudo y hacer un nudo sencillo al cabo libre del cordino. El bellunese no es un nudo a descuidar, sino hay que chequearlo constantemente. Si quedan dudas en su aguante, aumentar en número las espiras a valle. 24 Escuela de Alpinismo y Rescate Tullio Vidoni Descripción gráfica del polipasto rápido, Sistema Vanzo: 25 Escuela de Alpinismo y Rescate Tullio Vidoni Placa g-g con cuerda bloqueada Nudo bellunese Nudo a pelota En la cuerda descargada se ejecuta un nudo ballestrinque y se ata a la palca g-g con un mosquetón. Mosquetón al arnés. Para disminuir la fricción se puede usar una pequeña polea. Capitulo 4 Peligros, primeros auxilios y preparación de una salida 26 Escuela de Alpinismo y Rescate Tullio Vidoni 1.1 Peligros en terrenos de hielo: nieve y avalanchas Un lugar de montaña cubierto de nieve es seguramente el lugar más peligroso que se pueda encontrar. El manto de nieve, que es diferente a los estrados de hielo que constituye los glaciares, tiene las características de ser muy dependiente de los fenómenos del clima exterior y a menudo, vuelve más arduo el examen de la superficie que cubre. Es indispensable un agudo análisis preliminar, respaldado por unos buenos conocimientos de la física de las conformaciones con la que la nieve y el hielo se estructuran. De hecho, contando con estos conocimientos, se podrán prever los peligros con base a una eficaz capacidad de detectar las áreas donde todos esos se puedan presentar. 1. Caída de pedazos de hielo y roca Aunque este fenómeno se verifique más a menudo por el efecto del sol durante el día, es una eventualidad siempre posible y, cuando pasa por naturaleza, no es posible evitar este peligro si no Protegiéndonos con el constante uso del casco (siempre obligatorio cuando estamos practicando estos deportes en la montaña). Hay otros factores que inciden en ese fenómeno y el principal es el factor humano: el cuidado en no hacer caer rocas o piezas de hielo, como el cuidado en disponerse de manera de no ser atinados por parte de estas (subir por arista, por ejemplo) o formar 27 Escuela de Alpinismo y Rescate Tullio Vidoni grupos concentrados para que el material que derrumba no pueda adquirir velocidad antes del impacto, son unos sistemas con los que se puede evitar este peligro que va aumentando con el aumento de afluencia de gente a la montaña. 2. Marcos: Masas de nieve dura o hielo asomándose y creadas por parte del viento que se encuentra típicamente en cima de una arista de montaña y. Son un potencial peligro en el caso en que el recorrido pase arriba o cerca de éstas. En caso de gruesos marcos, es necesario moverse con seguridad, amarrados, especialmente en caso de escasa visibilidad (neblina). Lugares de peligro Formación de un marco El dibujo de la página precedente nos enseña muy claramente cuanto el nivel de riesgo de caída de una avalancha depende de la conformación del terreno y de la acción del viento. Las áreas donde hay viento suelen ser seguras, mientras las áreas donde se acumula la nieve son peligrosas. 3. Avalanchas Es un fenómeno muy a menudo descuidado por parte de los alpinistas que piensan que es una materia reservada sólo a los que practican el esquí alpinistico. Sin embargo, es un posible peligro también para los que frecuentan la montaña en la temporada invernal pero no solo. Cascadas, coladores de hielo, son casi siempre colocados en canalones, chimeneas y en los lechos de los arroyos que, por su natural conformación, son los vehículos principales para las avalanchas. 28 Escuela de Alpinismo y Rescate Tullio Vidoni No es la escasa nieve que se acumula en la costa perdiendo su inclinación lo que nos puede preocupar, sino la acumulación de nieve en las costas situadas arriba de las cascadas, a veces mucho más arriba de nuestro sendero. Es preciso aclarar que estos lugares son muy peligrosos también para los derrumbes de rocas o de estructuras gruesas de hielo. En algunos estados, es posible (y aconsejable) encontrar guías que tienen información acerca de las posibilidades de avalanchas en posibles lugares que interesan nuestro ascenso. Es necesario tener en consideración el fenómeno de avalancha también en el descenso, que ocurre generalmente en las horas más calientes del día. En este caso, cuando nos encontramos en una costa con bastante pendiente, es buena norma bajar perpendicular a la costa, tratando de evitar unos largos caminos diagonales que cortarían el manto nevoso. La marcha será efectuada con los componentes de la cordada bien distanciados entre ellos (o libres si no hay peligros de grietas) de manera de no cargar excesivamente la costa nevosa y también para evitar que una eventual avalancha se lleve todo el grupo, neutralizando así las posibilidades de rescate. Se baja a turno y se esperan los compañeros en un lugar seguro, fuera de la trayectoria de la avalancha y fijándose en el compañero que baja, en su trayectoria y en aquella posible que puede efectuarse por el arrastre de la avalancha. Tenemos presente que una pendiente con inclinación mayor a 30 grados es potencialmente peligrosa por riesgo de avalancha. Además, trataremos de evitar los lugares cóncavos como valles y canales donde, por el efecto del viento, se depositan grandes cantidades de nieve, para escoger lugares convexos (aristas, cerritos, etc.) que siempre nos ofrecen mayor seguridad. La presencia de bosques muy ralos, es una señal que indica que nos encontramos en un lugar poco seguro especialmente por el fenómeno de avalanchas a témpanos, mientras los bosques espesos, nos garantizan mayor seguridad. Se aconseja consultar las previsiones atmosféricas de las condiciones de la nieve, cada vez que planeamos una salida en lugares de estos tipos. 4. Grietas Como ya se ha dicho, este fenómeno no constituye un verdadero peligro para las personas que bien preparadas. Por ello, es necesario adoptar el tipo de progresión ilustrada en el capitulo 3 todas las veces que se suponga este peligro y contar con los conocimientos de las técnicas de rescate en grieta. En la temporada caliente, cuando los glaciares generalmente están menos cubiertos de nieve, se pueden encontrar varias grietas que no cuentan con puentes de nieve y que necesitan de largos rodeos para ser cruzadas. Una situación más incómoda y que constituye también un elemento muy peligroso es la travesía de la “grieta terminal”. Esta grieta, es la última -en altura- que se encuentra y normalmente es bastante abierta, con un escalón muy alto. A veces, cuando es muy grande, su cruce puede constituir un obstáculo bastante grande y se necesitan unas maniobras específicas. Viceversa, en la bajada, su travesía puede ser muy peligrosa cuando el terreno es muy inclinado. 29 Escuela de Alpinismo y Rescate Tullio Vidoni He aquí un esquema del movimiento de los glaciares y de la formación de sus cortes que nos puede ayudar a detectar las zonas donde se pueden encontrar las grietas. Dinámica de un glaciar Tipos de grietas 1.2 Primeros auxilios He aquí unas sencillas normas para el primer auxilio, normas que se pueden aplicar también por una persona inexperta. Las sucesiones de los peligros nos precisan atenderlos por prioridad: 1. Peligro de sofocación: - librar lo más pronto posible las vías respiratorias: inclinar la cabeza hacia atrás, librar la boca de la nieve. - Ausencia de la respiración: respiración boca a boca inmediatamente durante el socorro. - Pulso ausente: masaje cardiaco. - Estado de inconciencia con actividad respiratoria y cardiaca: posición estable lateral. 2. Curar las lesiones: - Cuidado con las lesiones de la espina dorsal. - Detener una hemorragia con medios de fortuna (pañuelos). - Con presencia de lesiones internas: peligro de shock. 3. Impedir la hipotermia: - Mover el herido durante el socorro lo menos posible. - Aislar el herido del frío del suelo (manta térmica, saco vivac). 30 Escuela de Alpinismo y Rescate Tullio Vidoni - Proteger del viento (dejar el herido en el hueco de nieve). - Utilizar el calor de los compañeros, sus guantes y sus gorras. - Si el herido está en estado de conciencia: bebidas calientes y con azúcar. - Si el herido está desmayado: ninguna bebida. 1.3 Preparación de una salida: evaluación del grado de dificultad 1 Evaluación global: escala francesa Se exprime con siglas y toma en consideración factores como el grado técnico de la ruta, su largo, dificultad de protección, peligros objetivos, duración del acercamiento, y todas las dificultades dadas por parte de la severidad del ambiente en relación a la altura. - F, PD, AD, D; (fácil, poco difícil, medio difícil, difícil) son rutas menos demandantes. - TD, ED, EX, ABO; (muy difícil, extremamente difícil, excepcionalmente difícil, abominablemente difícil) son rutas desde difíciles hasta extremas. - A cada sigla se puede adjuntar un + o - adelante para aumentar o disminuir la dificultad (Ej. TD+). 2 Evaluación global: escala italiana (escala UIAA) Como la escala francesa, cuenta con una visión global pero, no obstante toma en consideración factores como la altura en la que se encuentre la vía y la distancia que hay que cubrir para alcanzarla, se presta más para una definición técnica de todas aquellas rutas técnicas de roca y de hielo. Se representa con números romanos. - I, II: grados que no necesitan el uso de las manos sino como apoyo. - III, IV, V: escalada sencilla hasta de media dificultad, donde se necesita poner seguros. - VI, VII: escalada alpinistico de buen nivel de dificultad. - VIII, IX, X: ascenso en rutas de montaña muy difíciles o extremas o escalada deportiva. - A cada sigla se puede adjuntar un + o - adelante para aumentar o disminuir la dificultad (Ej. V+). 31 Escuela de Alpinismo y Rescate Tullio Vidoni Capitulo 5 Técnicas básicas de escalada 4.1 Técnicas clásicas de progresión en hielo En terrenos planos o levemente empeinados -más allá de una cierta inclinación se necesitaran técnicas de progresión en hielo- la progresión con crampones, será fluida y segura si podremos contar con una buena técnica y un adecuado uso de la herramienta. En nuestro caso, cruzando un glaciar no muy empeinados, será suficiente adoptar una técnica clásica de progresión en hielo. La primera cosa que hacer es identificar la línea de cruce imaginaria para una cómoda travesía del glaciar con base en la eventual presencia de grietas o seracs como también en su inclinación, y no solo en nuestro destino. 4.1.1 Progresión frontal con pies de plato y remoción del zueco de nieve Esta técnica se adoptará subiendo un lugar con dulces pendencias y para las bajadas hasta 40-45 grados (Fig.2). Ejecutar un paseo con piernas extendidas clavando bien todas las puntas de los crampones, acostumbrándose a transferir el peso a la pierna que apoya antes de mover el paso siguiente. Con el cambio de la pendencia, cambiará la torsión del tobillo y se abrieran más los pies. Los pies van apoyados enérgicamente y, a cada paso van levantados bien para que las puntas trabajen de manera optimad. Es posible ayudarse con el piolet en apoyo como bastón. Cuando se camina en un glaciar seco, recordarse de quitar peligroso el zueco de nieve que se atora bajo los crampones golpeando por cada paso los crampones con el piolet (Fig.3). Fig.1 Fig.2 4.1.2 Progresión diagonal con pies a plato Si la pendencia del glaciar que tengamos que subir es considerable (30º -35º grados) se vuelve necesaria la progresión diagonal por la imposibilidad de doblar ulteriormente los tobillos. El pié a monte será orientado en la dirección de marcha y el otro pié tendrá una dirección divergente con el cuidado que todas las puntas de los crampones sean plantadas por todo lo que dan. La mano a monte amarrará el piolet que será usado como bastón de apoyo (Fig.4, Fig.5). También es posible adoptar la técnica del piolet “a raspa” (Fig.6). Para girarse se necesitará pasar en una posición frontal, moviendo el pié a valle y clavando las puntas delanteras del crampon (se veda el punto siguiente). 32 Escuela de Alpinismo y Rescate Tullio Vidoni Fig.4 Fig.5 Fig.6 4.1.3 Progresión frontal con puntas delanteras Si tenemos que rebasar un corto tramo de hielo con una pendencia de que no supere los 50º, podemos juzgar oportuno emplear una progresión frontal, desfrutando solamente las puntas delanteras de los crampones clavándolas completamente y manteniendo los talones a la misma altura de las puntas. Antes que efectuar cada paso, hay que tener el cuidado de mover el peso al el pie de apoyo con un oportuno movimiento del hueso ilion. La mano más fuerte usará el piolet de apoyo con el pico, amarrándolo por la cabeza (Fig.7, Fig.8). 4.1.4 Variante: Progresión mixta Los pies van clavados uno por la punta delantera y el otro trasversal y de plato, clavando bien todas las puntas de la planta del crampon. El piolet trabaja en apoyo o en tracción. 4.1.5 Descenso de tramos empeinados hasta los 50º Se puede adoptar una técnica evolucionada que deriva que consiste en la progresión frontal con pies a plato (se vea el punto 1), usando el piolet como apoyo clavándolo por el pico (Fig.9). Fig.7 Fig.8 Fig.9 4.1.6 Progresión con escalonamiento. Con pendencias mayores de 50º la progresión cambia y se vuelve más pesada y lenta. De hecho en una situación como esa se aconsejaría usar una de las técnicas evolucionada de 33 Escuela de Alpinismo y Rescate Tullio Vidoni progresión de piolet tracción (como la rapidísima progresión frontal al ambo), seguramente muchos más rápidos y cómodas. Sin embargo, por un texto que se ocupa del alpinismo clásico, no es proficuo rebasar la simple alusión de esas técnicas. Tenemos la intención de poner unas bases sólidas para el alpinismo para que todas las personas que lean este libro (sean esas montañistas, escaladores de hielo, de roca o esquiadores) aprendan nuevas técnicas y se acostumbren a escoger la mas efectiva, evitando por ejemplo, como se ve a menudo, de usar ingenuamente unas formas de progresión evolucionada cuando no idónea al caso y persistiendo hasta agotar sus energías sin éxito. La técnica clásica de escalada en hielo vertical, a diferencia del piolet tracción, usa un solo piolet con el mango recto y se tiende a cargarlo menos con el peso. La mano libre agarra las muescas echas preventivamente con la pala del piolet, antes de clavarlo por el pico. Los pies van clavados por las puntas delanteras. 4.2 Técnicas clásicas de progresión en roca Los movimientos de la escalada son da considerar como una evolución de la común actividad de pasear que estudia con particular atención temas como el desplazamiento del peso y el ahorro de las energías por medio del uso principal de las piernas y del equilibrio. La disciplina de la escalada en roca, nata con el alpinismo, ha vivido numerosos cambios de tendencias y ahora, por medio de la complejidad alcanzada gracias a sus nuevos estudios cenestésicos y psicológicos, se prefiere colocarla como deporte a parte. De todos modos, tampoco es posible tratar aquí todos los argumentos de escalada alpina que implicarían unos conocimientos básicos consistentes. En esta sede nos ocuparemos solamente de unas consideraciones basicas de escalada en roca y alpina que pueden ser desfrutadas en un paseo que nos ofrezca un pequeño y sencillo tramo empeinado de roca. En esta situación, se aconseja siempre de seguir el método francés de “escalar solo lo que se pueda bajar” a menos que no contemos con una cuerda. En todo caso, es preciso decir que no se deben escalar rutas con dificultad mayor de II grado superior o tramos expuestos de roca sin poner Unas adecuadas aseguraciones. Como regla de emergencia, si podemos contar nada mas una cuerda y unos cordinos y no tenemos otras chancees (situación que implica claramente un total fracaso en la fase de preparación de nuestra salida), se puede al limite usar la técnica clásica de aseguración al sombro y asegurar cuando posible la cuerda haciéndola pasar por un cordino colocado adecuadamente enredador de una punta o de un resalto de roca. 4.2.1 Progresión fundamental Las manos agarran los agarres y los pies (las botas) se apoyan por la punta o en adherencia, con las piernas abierta hasta la altura de los hombros. Se da un pequeño paso central preferiblemente en adherencia (Fig.10), se recarga el peso en ese pie y se levanta el otro hasta el apoyo sucesivo (Fig.11), luego se sube el otro pie de manera de encontrarse nuevamente en la posición de base (Fig. 12). Fig.10 Fig.11 Fig.12 34 Escuela de Alpinismo y Rescate Tullio Vidoni 4.2 Técnicas de progresión en terreno mixto En una ruta de montaña parcialmente recubierta de nieve o hielo no es un sistema eficaz quitarse los crampones, cosa que representa uno de las situaciones más peligrosas posibles. Por lo contrario, será oportuno aprender a utilizar los crampones en roca. Para hacer eso, se disfrutará de las puntas delanteras insertándolas en las muescas naturales de la roca. El piolet se usará para limpiar los agarres para las manos o se hará podrá empotrar por el mango o por el pico. La progresión evolucionada (o dry-tooling), de moda en esos últimos años, prevé un uso a tracción más fino con las puntas de los crampones y del pico del piolet, que permiten anclarse a rugas de la roca muy pequeñas. 35 Escuela de Alpinismo y Rescate Tullio Vidoni Capitulo 6 Nudos básicos 1. Nudo de los guías o nudo a ocho. Para amarrar la cuerda al arnés. Crear un nudo sencillo a ocho en la cuerda, pasar el cabo en los dos amarres del arnés y repasar el ocho por entero. 2. Nudo del pescador (Doble ingles). Para juntar dos cuerdas independientemente del diámetro. Se ejecutan dos nudos ingleses encima de las dos cuerdas y se ponen en contacto. 3. Nudo de cinta tubular. Para cerrar a anilla una cinta tubular. Es un nudo de los guía sencillo en uno de los cabos y seguido por el orto. 36 Escuela de Alpinismo y Rescate Tullio Vidoni 4. Nudo sencillo (o doble) Para unir las dos cuerdas que se utilizan en el descenso en cuerda doble. Se hace un nudo sencillo (o doble) en los dos cabos. Este nudo es ideal para el descenso porque tiene la característica de ser un nudo flotante y no se atrapa en el momento de recoger las cuerdas. Pero hay que tener el cuidado de dejar unos cuarenta o cincuenta centímetros de cuerda saliendo del nudo, por cada cabo. 5. Nudo ballestrinque: Es el nudo que se usa para el autoaseguramiento a las reuniones; tiene la ventaja de ser fácilmente ajustable para arreglar la distancia. Para ejecutarlo, poner la cuerda en el mosquetón, medir lo largo que necesitamos para operar cerca de la reunión y terminarlo colocando el último anillo. 6. Nudo dinámico: El clásico nudo frenante para asegurar al compañero; fácil y muy versátil. 37 Escuela de Alpinismo y Rescate Tullio Vidoni 7. Nudo de fuga: Se usa para bloquear el nudo dinámico o un descensor (ATC, ocho, reverso…). 8. Nudo bloqueante prusik y machard: Se enrolla un cordino (mínimo tres vueltas) en la cuerda principal y se aprieta. Tiene la característica de ser bidireccional. 9. Nudo bloqueante Corazón: Debe ser ejecutado con dos mosquetones iguales y monodireccional. sin cierre de seguridad. Es 38 Escuela de Alpinismo y Rescate Tullio Vidoni 10. Nudo bloqueante Edi Lorenzi: Puede sustituir la placa g-g, así como el nudo corazón, pero tiene la ventaja de poder ser ejecutado con dos mosquetones cualesquiera y de no tener el problema de ponerse en posiciones críticas, en ausencia de carga. 11. Nudo bloqueante Bellunese: Es un nudo bloqueante monodireccional que se hace con un cordino abierto, pero que tiene el inconveniente de no poderse descuidar porque puede crear problemas. 39