Febrero: La fatiga, el enemigo del atleta Cuando se practica cualquier ejercicio físico la intensidad y la resistencia están directamente relacionadas con el momento en que aparece la fatiga muscular. Intentar que este momento aparezca más tarde puede significar una mejora considerable en el rendimiento deportivo. Cuando un ejercicio es intenso y largo (por encima de los 90 minutos) disminuyen de forma gradual las reservas corporales de carbohidratos. Esto provoca dos cosas; por un lado un menor rendimiento deportivo, y por otro, mayor fatiga muscular y mental. En ambos casos se produce una disminución de la fuerza y resistencia muscular, y una reducción de la capacidad de reacción y la agudeza mental. El rendimiento deportivo depende de varios factores como la técnica, las condiciones externas, la actitud psicológica y, lo más importante, la aptitud física. Cuando se quiere conseguir una mejora física lo que se pretende es aumentar la c apacidad de producción de energía muscular. La aparición de la fatiga muscular es debida en gran parte a la disminución de las fuentes de energía. En los deportes de larga duración la aparición de los síntomas que indican un agotamiento por parte del músculo tiene que ver con la cantidad de glucógeno que queda acumulado en la masa muscular. Cuando este combustible que tenemos en nuestros músculos se va agotando, éstos trabajan de manera menos eficiente afectando, así, al rendimiento deportivo. La moneda energética de los músculos se llama ATP. Cuando el ATP se metaboliza, se obtiene energía. En condiciones normales, el músculo dispone de una reserva de energía suficiente para soportar un tiempo limitado de actividad máxima. Cuando esta reserva se agota, en el organismo se activan otras vías metabólicas para conseguir más ATP. Básicamente, se utiliza la glucosa al principio, los hidratos de carbono después y, sólo si el ejercicio es prolongado, los lípidos (grasas). El músculo por tanto, acaba transformando este ATP en la energía necesaria. Que nuestro organismo utilice más grasa o más glucosa/ glucógeno como combustible, dependerá sobre todo, de la intensidad y de la duración del ejercicio físico. Nuestro organismo utiliza más grasa cuanto más suave y prolongado es el ejercicio. Cuanto más intenso, más importante es la necesidad de glucógeno. El músculo deja de consumir grasa al mismo tiempo que utiliza el glucógeno para recargar su pila de ATP La intensidad media con la que se desarrolla un maratón, hace imposible que la fibra muscular pueda obtener toda la energía que necesita utilizando sólo grasa para recargar su pila de ATP. Las fibras musculares, cuando realizan un ejercicio físico de intensidad moderada-fuerte necesitan echar mano de sus reservas de glucógeno que, como hemos dicho, son muy limitadas. El vaciamiento crónico y repetitivo de los depósitos de carbohidratos musculares son la principal causa de fatiga, cansancio y pérdida de rendimiento físico que muchas veces puede llevar a la deserción deportiva. ¿Cómo podemos aumentar estas reservas de energía de manera natural? El NADH es una sustancia natural que se encuentra en las células tanto animales como vegetales y que es esencial para la óptima producción de energía. En determinados tipos de células, como las musculares, la cantidad de NADH es mayor, ya que necesitan mayor cantidad de energía. Por este motivo se empieza a utilizar como complemento terapéutico en situaciones en las que la fatiga de los músculos es evidente. Entre los diferentes efectos del NADH, hay dos que destacan por su importante aplicación en las actividades deportivas: el aumento en la capacidad de obtención de energía (ATP), y la adecuada producción de neurotransmisores (dopamina y noradrenalina). Ambos aspectos inciden en una mejora en la resistencia muscular, los movimientos automáticos y la capacidad de alerta y concentración. El NADH, una nueva estrategia para el deportista Los resultados de los estudios con atletas de resistencia demuestran que este compuesto natural abre una nueva puerta en las ayudas nutricionales para la mejora de la resistencia y el rendimiento muscular. Su papel en el proceso de producción de energía celular (ATP) es fundamental para que el músculo utilice eficientemente el oxígeno. Esta propiedad es la que consigue que, tomando NADH, productos metabólicos que desencadenan la fatiga como el ácido láctico, se produzcan en menor cantidad. Además, su alta capacidad antioxidante puede beneficiar indirectamente al deportista porque los radicales libres, otras de las sustancias causantes de la fatiga muscular, pueden ser neutralizadas de forma más eficiente. Por otro lado, su consumo en los días posteriores a un entrenamiento intenso o una competición puede contribuir a acelerar el proceso de recuperación muscular. Esta propiedad y el hecho que el NADH sea considerado como una sustancia no dopante, amplía aún más la dimensión del NADH como estrategia nutricional para deportistas Estos beneficios se han demostrado en estudios científicos realizados con ciclistas, atletas de larga distancia y futbolistas profesionales. En la actualidad estas investigaciones se están ampliando en nuevos estudios con triatletas en el Instituto Nicholas de Traumatología Atlética y Medicina Deportiva del Hospital Lenox Hill de Nueva York.