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553-CAS-2005
SALA DE LO PENAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, a las
once horas cincuenta minutos del día diecinueve de mayo del año dos mil seis
Tiénese por recibido el recurso de casación interpuesto por el licenciado Roberto Eduardo
Calderón Barahona; en su calidad de abogado querellante, contra la sentencia
CONDENATORIA dictada por el Tribunal Tercero de Sentencia de esta ciudad, a las
dieciséis horas del día siete de noviembre del año recién pasado, en el proceso clasificado
en dicha sede bajo el número 1322003, en que se juzgó a MARTA BEATRIZ MEJÍA
GRANADEÑO, por el delito de ESTAFA. Art. 215 CP, en contra del patrimonio de la
Caja Mutual del Abogado.
Respecto de la impugnación relacionada en el párrafo que precede ha de
manifestarse que:
El recurso fue formalizado por escrito, en el que se expresó el motivo del reclamo,
con su respectiva fundamentación y la solución pretendida, además de haber sido
interpuesto dentro del plazo legal, por sujeto procesal facultado para incoarlo y contra
resolución jurisdiccional recurrible en casación, consecuentemente y con fundamento en los
A11s, 406,407,421,422 Y 423 del Código Procesal Penal. ADMITESE.
1) FALLO DEL TRIBUNAL SENTENCIADOR.
"(..) POR TANTO: (...) DECLARASE CULPABLE a la imputada MARTA BEATRIZ MEJIA
GRANADEÑO (...) en la comisión del delito de ESTAFA en perjuicio de LA (CAJA
MUTUAL DEL ABOGADO, a la pena principal de TRES AÑOS DE PRISIÓN (...)
Otorgase a la imputada MARTA BEATRIZ MEJIA GRANADEÑO la SUSPENSIÓN
CONDICIONAL DE LA EJECUCION DE LA PENA (...)".
II) MOTIVO DEL RECURSO.
"(...) ERRONEA APLICACIÓN DE UN PRECEPTO LEGAL SUSTANTIVO, (...) Toda la
acusación ha sido basada, en imputársele a la señora Mejía Granadeño, el delito de Estafa
Agravada, Art. 215 relacionado con el 216 Nral. 2 Pn., dicha consideración ha sido
fundamentada, ya que la encausada se aprovechó de su credibilidad profesional para
inducir al engaño, por cuanto que siendo abogada afiliada a la CAJA MUTUAL DEL
ABOGADO DE EL SAL VADOR, con derecho a recibir los servicios de prestamos por
parte de dicha Caja Mutual, hizo creer que conocedora del derecho como lo es un
Abogado, no ocultaba información esencial y que no presentaría una certificación
extractada omitiendo la preexistencia de un gravamen hipotecario y fuera capaz de
cometer el mismo hecho en dos momentos diferentes, contratando de mala fe sobre cosas
gravadas corno si se encontraran libres (...)".
La defensa técnica no hizo uso de la facultad de contestar el recurso de casación, a
pesar de habérsele intimado, ver. 383.
III) CONSIDERACIONES DEL TRIBUNAL DE CASACIÓN.
Consta a fs., 361 vto. a 362 fte., que el tribunal de sentencia cambió la calificación jurídica
del delito que se le atribuía a la acusada de Estafa Agravada a Estafa. Siendo el
razonamiento que llevó al A quo a desestimar el tipo agravado, consistente en el
aprovechamiento de la credibilidad empresarial o profesional del autor -Arts. 215 y 216 N°
2 Pn-, el siguiente: "La acusación se ha sostenido en el presente caso en el supuesto
referido, pero específicamente por la condición profesional de [ti acusada, que es la de ser
abogado y notario. Lo que nos llevaría a sostener que bastaría la circunstancia profesional
para sostener una ESTAFA AGRAVADA, lo cual sería una posición sumamente delicada,
puesto que se llegaría al punto de que todos los profesionales solamente deberán ser
procesados por figura agravada de Estafa, sería pues una interpretación amplísima del
tipo penal, lo cual es inconsecuente con los principios que orientan el orden penal, que
pretenden interpretar siempre de manera restrictiva los tipos penales, por que los derechos
que se limitaran son de mucha gravedad, por que no es una situación baladí que le
procesen por estafa simple o por la figura agravada.---La figura agravatoria requiere que
exista un aprovechamiento de parte del autor de su credibilidad profesional, ello demanda
que analicemos que vamos a entender, por aprovechamiento, según el diccionario Mega
siglo veintiuno aprovechar, es emplear algo con provecho, sacar utilidad de alguna cosa,
esto significa que se ha utilizado la condición profesional del derecho para estafar, sin
embargo acaso esto no nos llevaría al tipo penal simple, porque en realidad la figura
simple lo que requiere es el utilizar ardid o engaño para lograr un desprendimiento
patrimonial --Francisco Muñoz Conde, en su libro derecho penal parte especial, cuando
comenta esta circunstancia señala que las cualifican te séptima está en cierto modo
implícita en la propia acción constitutiva de la Estafa que precisamente el engaño suele
darse cuando existe una relación de confianza, la que de algún modo se abusa cuando se
utiliza esa agravatoria y mucho menos el régimen de agravación especial Siendo coherente
con lo antes expresado el tribunal ha estimado que en el presente caso no estamos ante una
ESTAFA AGRAVADA, sino ante una ESTAFA SIMPLE, por lo tanto en el fallo respectivo
se pronunciará sentencia por el delito de estafa (...)".
De lo anterior se deduce una razón fundamental por la cual el Tribunal sentenciador, afirma
la inexistencia del tipo agravado de estafa, consistente en que: "La figura agravatoria
requiere que exista un aprovechamiento de parte del autor de su credibilidad profesional,
significa que se ha utilizado la condición profesional del derecho para estafar, sin
embargo acaso esto no nos llevar/a al tipo penal simple, porque en realidad la figura
simple lo que requiere es el utilizar ardid o engaño para lograr un desprendimiento
patrimonial". Lo dicho es una falacia atingente de principio circular, es decir que es un
argumento con la apariencia de tener una conclusión conecta, pero en realidad no es más
que una de las mismas premisas tomada como suposición y empleada de manera diferente;
en colorario, los sentenciadores expresaron que la agravante en alusión está inmersa en el
delito de estafa. De seguir, el pensamiento de los Jueces de Instancia se tendría
inexorablemente que inaplicar tal supuesto penal por carecer de concreción alguna.
Como se vislumbra en el párrafo precedente, este Tribunal casacional no comparte el
argumento del A quo, en primer lugar porque el tipo base refiere a un ardid que puede
tomar un sin fin de formas, que no siempre tiene como raigamen la confianza preexistente
entre victimario y víctima.
En segundo lugar, el tipo agravado en estudio requiere un ardid independiente a los
lazos de confianza que unen al estafador con el estafado; y,
En tercer lugar, el aprovechamiento de la credibilidad profesional no viene a configurar,
como se dijo ut supra, el ardid, sino que es un elemento foráneo que refuerza la apariencia
del engañador produciendo una merma en los controles o mecanismos de defensa de la
víctima; a contrario sensu, de no existir ese abuso específico de las relacionas personales
entre sujeto activo y pasivo, el delito constituiría el tipo base.
De manera que, para el Ad Quem es pausible la comisión del ilícito de estafa agravada por
aprovechamiento de la credibilidad profesional.
José Antonio Choclan Montalvo, en su obra "El delito de Estafa", Editorial Bosch,
Barcelona, 2000; pag: 226, expresa que: Se trata de un supuesto específico de abuso de
confianza, y es en el mayor desvalor de la acción, que resulta de la mayor facilidad para la
comisión del delito por parte de quien goza de crédito frente a terceros por razón de su
profesión, donde reside el fundamento de la agravación. No es necesario que el delito se
realice durante el ejercicio de la profesión, es suficiente con que aproveche el crédito que
ésta le proporciona. Pero no basta con que la acción de estafa sea realizada por una
persona que goza de crédito profesional o empresarial, sino que esta circunstancia debe
precisamente aprovechada por el sujeto para la comisión del delito, por lo que debe
excluirse en aquellos casos en que el delito se realiza sin necesidad de este
aprovechamiento o al margen de la credibilidad de la que goza el autor".
Candido Conde-Pumpido Ferreiro, en su obra Estafas, tirant to blanch, Valencia, 1997,
página 177, se expresa: "Se basa en el aprovechamiento de una apariencia o situación de
confianza profesional, alcanzada en el ámbito de una actividad empresarial o profesional,
con lo que la incorporación del fundamento del abuso de confianza aparece aún más claro
en este caso (...) ".
Criterios doctrinarios que, como se deduce de lo dicho parágrafos atrás, son compartidos
por los suscritos Magistrados, en contraste a lo que esbozó el Aquo.
Enfrascados, con el argumento de los Sentenciados, merece especial atención que para dar
sustento a su razonamiento, citan al docto Francisco Muñoz Conde, en su libro Derecho
Penal parte especial, trascribiendo lo siguiente: "la cualificarte séptima está en cierto modo
implícita en la propia acción constitutiva de la Estafa que precisamente el engaño suele
darse cuando existe una relación de confianza, la que de algún modo se abusa cuando se
utiliza esa agravatoria y mucho menos el régimen de agravación especial"; incurriendo en
la falacia de ambigüedad de énfasis, que consiste en destacar lino o varios temas que
interesan a quien pretende argumentar, omitiendo otras referencias importantes, el texto
completo y, que se encuentra a fs. 424 de la obra precitada, que comenta el autor español
del Código Penal de su país, es el siguiente: la cualificante séptima está en cierto modo
implícita en la propia acción constitutiva de la Estafa que precisamente el engaño suele
darse cuando existe una relación de confianza, la que de algún modo se abusa cuando se
utiliza esa agravatoria y mucho menos el régimen de agravación especial que pueden tener
si se dan los presupuestos del apartado 2 del arto 250. Por ello, habrá que exigir para
aplicar estas cualíficaciones algo más que un simple abuso de confianza o superioridad, ya
de por si agravantes genéricas (Art. 22,24 y 6j y de algún modo consustanciales al propio
engaño. Así, por ejemplo, podrá aplicarse esta cualificación cuando la relación sea de
especial confianza, como la de la anciana que confía el cobro de su pensión al director de
la institución de la que reside, o el cliente del banco que confía sus ahorros al director de
la entidad que los utiliza en su propio beneficio". De sue11e, que el jurista en alusión no
niega la existencia del tipo penal agravado en referencia; por el contrario, en su exposición
delimita "cuándo es que se configura el mismo".
Por otra palie, empero, entrañados en el tópico que incumbe, consta a fs. 364, párrafos
tercero y Último, fte.y, vto., en el segmento denominado por el A quo como: "Valoración
de Elementos Fácticos y Jurídicos", que en la sentencia condenatoria de mérito los
sentenciadores tuvieron por acreditado:
La condición personal de la acusada de ser abogado y notario la coloca en una situación
relevante o de garante para evitar el resultado perjudicial, puesto que ese conocimiento
jurídico especial le colocaba en una situación especial de informar sobre la situación
jurídica del inmueble que de antemano ya conocía puesto que ella fue quien presentó" (tI
instrumento que contenla a favor del Banco de Comercio, así mismo ella presentó
información parcial a la caja mutual del abogado, lo que incidió en el otorgamiento del
crédito respectivo en la que el préstamo sería para cubrir el Único gravamen que tenía el
inmueble".
por medio del testigo Alvaro Antonio lbarra Figueroa, nos describió de forma
pormenorizada las circunstancias que llevaron l a la caja mutual del abogado ha
concederle el préstamo a la licenciada Marta Beatriz Mejía Granadeño, quien según lo
expreso el testigo, estaba afiliada a la caja mutual, gozaba de credibilidad por su
condición de abogado, docente universitaria y juez de paz suplente, en ningún momento
pensaron que la documentación que estaba presentando para solicitar el préstamo pudiera
no reflejar la verdad, por ello se le concedió el crédito, explica la testigo que incluso se
dieron varias entrevistas con ésta a efecto de lograr solventar el problema que nos ocupa
para no afectar a la profesional".
De los hechos acreditados, antes vistos, este Tribunal Casacional concluye que sin lugar a
dudas la licenciada Marta Beatriz Mejía Granadeño, empleó su categoría profesional para
reforzar el ardid de embaucar a la Caja Mutual del Abogado, por medio de una garantía
hipotecaria, produciendo un acto de disposición de la misma en provecho injusto de su
patrimonio, valiéndose de la confianza que le generó su profesión de Abogado, además de
catedrática y Juez de Paz Suplente. De suyo, el recurso ha de estimarse, anulando el fallo
cuestionado únicamente en cuanto a la calificación jurídica del delito, en vista que el hecho
acreditado por los Tribunales Sentenciadores es constitutivo en definitiva de ilícito penal de
ESTAFA AGRAVADA, conforme los Arts. 215 y 216 No. 2, parte final Pn.
En consecuencia, remítase el expediente al Tribunal de origen para que éste a su vez, lo
envíe al Tribunal Sexto de Sentencia de esta ciudad, para que realice audiencia con la
finalidad de que se discutan las consecuencias conexas al cambio de calificación jurídica
del delito, es decir la determinación sobre la imposición de una medida cautelar y la pena.
POR TANTO: Con base en las razones expuestas, disposiciones legales citadas y Arts. 129,
130, 162, 362 N° 4, 421, 422 Y 427 Pr.Pn., a nombre de la República de El Salvador, esta
Sala FALLA:
1) DECLÁRESE HA LUGAR a casar la sentencia de mérito, por las razones
expuestas en el cuerpo de la presente;
2) ANULESE la sentencia impugnada respecto a la calificación jurídica del delito,
en cuanto a que sí se configuró el tipo agravado en estudio, así como las consecuencias
conexas a ésta; y,
3) Remítanse oportunamente las actuaciones al Tribunal de origen, a efecto de que
se realice audiencia con la finalidad de que se discutan las consecuencias conexas al cambio
de la calificación jurídica del delito, es decir la posible imposición de una medida cautelar y
la pena por el Tribunal Sexto de Sentencia de esta ciudad."
J. N. CATANEDA S.---------------F. LOPEZ ARGUETA------------GUSTAVO E.
VEGA-------------PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO
SUSCRIBEN-----------RUBRICADAS-------------ILEGIBLE.
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