Características del hogar y salida de la pobreza: un análisis de los hogares urbanos para el período postconvertibilidad Jerónimo R. Carballo Universidad Nacional de Córdoba Agosto 2004 Características del hogar y salida de la pobreza: un análisis de los hogares urbanos para el período postconvertibilidad* Jerónimo R. Carballo** Universidad Nacional de Córdoba Resumen Este trabajo analiza el proceso de salida de la pobreza de los hogares urbanos de la Argentina para el período post – convertibilidad. Se utilizó como fuente de datos a la Encuesta Permanente de Hogares para los 28 aglomerados disponibles. Se consideraron como factores influyentes diversas características del hogar y su jefe, también se intentó incorporar la dimensión temporal de este proceso. Las conclusiones a que arriba este trabajo es que estas características son relevantes y significativas, especialmente las diferencias regionales y el capital humano, y que la dimensión temporal de la salida de la pobreza en el período post – devaluación tienen un rol central. Palabras claves: pobreza, proceso de salida, regiones geográficas, Argentina, Poisson, Códigos JEL: I32 C25 C42 * Este trabajo integra el proyecto "Economic strategies of individuals and their families in a context of rising uncertainty". A network for comparative studies of Canada and Argentina. International Research Linkages program, administered for the Department of Foreign Affairs and International Trade by the International Council for Canadian Studies ** Departamentos de Economía y Finanzas, y de Estadística y Matemática, Facultad de Ciencias Económicas, Universidad Nacional de Córdoba. Correspondencia relativa a este artículo a jerocar@eco.unc.edu.ar 2 1. Introducción A fines del año 2001, la Argentina se encontraba en una profunda crisis tanto económica como financiera, como corolario de un prolongado proceso de recesión de tres años durante el cual los indicadores de pobreza y desempleo empeoraron paulatinamente. El desenlace de esta crisis se dio durante el mes de Enero de 2002, mes en el cual se decretó el fin del Plan de Convertibilidad. El fin de la convertibilidad generó un proceso de devaluación que superó el 200% en menos de un año. La incidencia de la pobreza se disparó, la población pobre pasó de ser el 38,3% en Octubre 2001 al 53% en Mayo 2002, para continuar creciendo durante el 2002. Este marco se vio agravado por el incremento notable del nivel de desempleo, hasta alcanzar el valor del 21,5% de la población para el mismo mes de 2002. El crecimiento de la incidencia de la pobreza tuvo entre sus principales factores explicativos al incremento de los precios de los alimentos como consecuencia de la devaluación y del perfil exportador de la Argentina. Más precisamente, el valor de la Canasta Básica Total para un adulto equivalente del Gran Buenos Aires aumentó prácticamente el 30% de Octubre 2001 a Mayo 2002, y otro 20% de Mayo a Octubre 2002. Durante este período, obviamente, el proceso de caída en la pobreza fue significativamente mayor que el proceso de salida. Sin embargo, a pesar de que este último fue un fenómeno mucho menos frecuente, no por ello es menos relevante. Los hogares que lograron salir de la pobreza en este contexto de gran incertidumbre y cambio debieron hacer un esfuerzo mayor que al que tendrían que realizar en el caso de un contexto de estabilidad y crecimiento, esfuerzo que debió incluir una adaptación a la nueva situación de la economía Argentina. El análisis de estos hogares permitirá comprender de una manera más completa el fenómeno de la pobreza en la Argentina post – devaluación, y adicionalmente, generar alternativas de política para enfrentar al mismo. Este trabajo tiene como objetivo, precisamente, el análisis del proceso de salida de la pobreza de los hogares urbanos después de la devaluación. Se busca encontrar los factores que impactan sobre la probabilidad de los hogares de salir de la pobreza durante el período Mayo 2002 – Mayo 2003. En la próxima sección se presenta la metodología seguida, así como también las fuentes de datos utilizadas. La tercer sección se destina al análisis de los resultados y por último la cuarta sección corresponde a las conclusiones que se desprenden del trabajo. 3 2. Metodología Para este trabajo se utilizó como fuente de información a la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que realiza el INDEC dos veces por año, en los mes de Mayo y Octubre. Como se mencionó en la sección anterior, el objetivo de este trabajo es analizar el proceso de salida de la pobreza durante el 2002 y 2003, con lo cual se debe incorporar información respecto los años 2001, 2002 y 2003. Lamentablemente la información disponible y que puede ser utilizada de acuerdo con el objetivo del trabajo llega hasta Mayo 2003, ya que el nuevo formato de la EPH no permite momentáneamente el seguimiento de los hogares a lo largo de sus distintas presencias en la encuesta. Los hogares para ser incluidos en la muestra debieron tener una presencia posterior a la onda en que fueron detectados como pobres. Se incorporó en la muestra cuando fueron clasificados como pobres por primera vez. Se los mantuvo dentro de la muestra hasta que se transformaron en datos censurados a la derecha o hasta que se produjo su primer cambio a la situación de no pobre. Se trabajó con todos los aglomerados incluidos en la EPH, ya que interesa analizar las diferencias regionales en el fenómeno de la salida de la pobreza. Se analizaron en total más de 10.000 hogares distintos, con sus diferentes presencias en la encuesta. Asimismo, se consideraron ajustes en el valor de la Canasta Básica Total y en el coeficiente de Engel por región, de acuerdo a la metodología del INDEC. Para determinar si un hogar es pobre o no, se empleó la base anexa de pobreza del INDEC que permite establecer si los ingresos del hogar son superiores al valor de la línea de pobreza del hogar. En este análisis, la definición utilizada para pobreza tiene una gran importancia. En este trabajo se utilizó la definición elaborada por el INDEC, que es una medida que compara ingresos y no consumo contra el valor de Línea de Pobreza, a pesar de que el consumo permite obtener una idea más exacta del fenómeno porque, entre otras cosas, permite el ajuste intertemporal [Lee (2003)]. La definición de pobreza considerada en este trabajo es un indicador Foster, Greer y Thorbecke (FGT) con parámetro de penalización igual a cero. La fórmula general de los indicadores FGT es 1 FGTα = N α xt 1 − I ( x t ≤ z ) ∑ z t =1 N donde x t es el ingreso, z es la línea de pobreza I ( ) es una función que toma valor 1 si el ingreso es menor o igual que la línea de pobreza y cero para el resto de los casos, α 4 es el factor de penalización que en este caso es igual a cero. Esta definición de pobreza presenta como principal desventaja el hecho de que no cumple con el principio de transferencia de Dalton. 3. Resultados La presentación de los resultados del trabajo se divide en dos partes. En la primera parte se muestran las diferencias de la tasa de salida, entendida como el porcentaje de hogares que salieron de la pobreza durante su participación en la EPH. En la segunda parte se hace un análisis de la probabilidad de salir de la pobreza utilizando modelos de regresión binaria. 3.1. Análisis Descriptivo En esta sección se describen las diferencias en las tasas de salida de la pobreza de los hogares después de la devaluación. Se intenta observar cuáles son los rasgos que caracterizan a los hogares que lograron salir de la pobreza en un contexto económicamente tan complejo como los años 2002 y 2003, caracterizados por un importante incremento de los precios y por cambios en los precios relativos. Se revisó el tamaño y la ubicación del hogar y algunos atributos de su jefe. Igualmente, y con la intención de acentuar el carácter dinámico de este fenómeno, se revisaron características temporales tales como las diferencias en el proceso de salida entre las distintas ondas consideradas y el tiempo total de permanencia en la pobreza. La visión obtenida a través de este análisis se completa y precisa en la sección siguiente, empleando un análisis econométrico de la probabilidad de salir de la pobreza a través de un modelo de regresión de Poisson. 3.1.1. Características del Hogar Al considerar las características del hogar, región y tamaño en adulto equivalente, se debe tener en cuenta que éstas impactan sobre el valor de la Línea de Pobreza que enfrenta el mismo. Esto se debe a que la metodología del INDEC para el cálculo de la Línea de Pobreza para cada hogar emplea el tamaño del hogar en adulto equivalente y lo multiplica por el valor de la Canasta Básica Total para un adulto equivalente para finalmente multiplicarlo por la inversa del coeficiente de Engel1. Además, como se menciono anteriormente, porque se utilizan distintos valores tanto de la Canasta Básica Total como del coeficiente de Engel para las distintas regiones del país. Si analizamos las diferencias regionales en la tasa de salida se observa una gran disparidad, a pesar de los ajustes antes referidos en el valor de la Línea de Pobreza. 1 Ver Anexo. 5 Entre la región con la mayor tasa de salida (región Patagónica) y la región con la menor (región Noroeste) hay una diferencia de 12 puntos porcentuales. En referencia a esta tabla se debe destacar que la región Metropolitana, históricamente una de las regiones con menor grado de pobreza (Paz y Piselli 2000), presenta un porcentaje de salida menor que las regiones de Cuyo, Pampeana y Patagónica. Sin embargo una vez que se consideran variables adicionales como el nivel educativo, la edad y el estado laboral del jefe de hogar, y otras variables, esta aparente contradicción desaparece como se vera en la sección siguiente. Tabla Nº 1: Tasa de salida según región Región2 Tasa de salida de la Pobreza Metropolitana 17,40% Noroeste 14,12% Nordeste 15,12% Cuyo 18,61% Pampeana 19,65% Patagónica 26,23% Para considerar las tasas de salidas según el tamaño del hogar en adulto equivalente se construyeron los intervalos correspondientes al tamaño de manera tal que la primera incluyera como máximo un hogar constituido por dos adultos y un varón de hasta 12 años o una mujer de cualquier edad. Las siguientes dos categorías surgen de agregarle al tamaño del hogar de la categoría anterior más de dos adultos (uno de cada sexo). La tabla Nº 2 muestra que a medida que aumenta el tamaño del hogar en adulto equivalente se reduce el porcentaje de salida de los hogares. Este resultado sería coherente con aquellos obtenidos por Marchionni y Gasparini (2002) donde se muestra que los hogares pobres han incrementado su tamaño en los últimos años. Es especialmente importante la caída, del 100%, en el porcentaje de salida cuando pasamos de un hogar que tiene un tamaño máximo de 2 adultos y 1 niño a la siguiente categoría. Como se explicó anteriormente esta variable afecta fuertemente el valor de la Línea de Pobreza por lo cual no se la incluirá en la especificación econométrica de la probabilidad de salida de los hogares ya que sin lugar a dudas será significativa, y además generará problemas de endogeneidad. 2 La definición de región utilizada es la empleada por el INDEC. Ver anexo. 6 Tabla Nº 2: Tasa de salida según tamaño del hogar en adulto equivalente Tamaño del Tasa de salida de Hogar en adulto la Pobreza equivalente3 0 a 2,55 29,61% 2,56 a 4,55 14,47% 4,56 a 6,55 06,82% 6,56 ó más 06,14% 3.1.2. Características del Jefe de Hogar Entre las características del Jefe del Hogar se analizan el nivel educativo, edad y estado de actividad del mismo. En este grupo de características no se incluye el sexo del mismo porque en el análisis econométrico de la probabilidad de salida del hogar esta característica no muestra un efecto significativo, como se puede observar en el anexo, mientras que las restantes si tienen un efecto significativo. En la Tabla Nº 3 se ve una marcada diferencia en la tasa de salida de los hogares para los distintos niveles educativos del Jefe de Hogar. Las categorías de esta variable se definieron de la siguiente manera: el nivel educativo bajo incluye hasta primario completo, el nivel educativo medio está compuesto por personas con secundario completo e incompleto, y la última categoría corresponde a las personas con un terciario o universitario completo o incompleto. Se observa en dicha tabla que la tasa de salida para hogares que tienen un Jefe con un nivel educativo alto es prácticamente el triple de la correspondiente a los hogares que tiene un Jefe con nivel educativo bajo. También es importante marcar el salto en la tasa de salida de los hogares cuando el nivel educativo del Jefe pasa de bajo a medio, sin embargo este cambio en la tasa de salida es sensiblemente menor que el cambio que se produce cuando el nivel educativo del Jefe pasa del nivel medio al alto. Esto estaría indicando la relevancia del capital humano, medido a través del nivel educativo, del Jefe del Hogar como posible factor influyente sobre la probabilidad de salir de la pobreza del hogar. 3 La transformación a adulto equivalente se realizó siguiendo la metodología utilizada por el INDEC. Ver anexo. 7 Tabla Nº 3: Tasa de salida según nivel educativo del Jefe de hogar Nivel Educativo Tasa de salida de del Jefe de la Pobreza Hogar Bajo 13,90% Medio 20,66% Alto 35,38% De la tabla siguiente se obtiene una conclusión paradójica: la tasa de salida de la pobreza aumenta cuando el jefe de hogar se encuentra próximo a la edad de inactividad o directamente inactivo, sin embargo este fenómeno fue observado también por estudios anteriores (Paz y Piselli 2000; Paz 2002). Es posible que la edad del jefe del hogar tenga una vinculación fuerte con la cantidad de hijos menores en el hogar y con la posibilidad de que otros miembros del hogar trabajen. Otra indicación que se obtiene de este cuadro es que no se observa un comportamiento diferenciados entre hogares con jefes muy jóvenes (18 a 25 años) y la categoría siguiente (26 a 39 años). Tabla Nº 4: Tasa de salida según edad del Jefe de hogar Edad del Jefe de Tasa de salida de la Hogar Pobreza 18 a 25 años 12,93% 26 a 39 años 12,41% 40 a 55 años 17,68% 55 años ó más 24,55% El resultado anterior se encuentra reforzado por el análisis de la tasa de salida según estado ocupacional del Jefe de Hogar. Esta variable se construyó combinando el estado de actividad del jefe de hogar, ocupado, desocupado o inactivo, y haciendo una diferenciación de acuerdo con el tipo de empleo para las personas que figuran como ocupados. En este caso se observa que la categoría correspondiente a Jefes de Hogar inactivos tiene una elevada tasa de salida. Sin embargo esta categoría presenta el problema de que abarca grupos muy heterogéneos, tanto jubilados con un ingreso fijo y estable como 8 desocupados desalentados que no tienen ingresos estables, por lo que el análisis de este resultado debe ser cuidadoso. Además se observa una alta tasa de salida para hogares cuyo jefe cae dentro de la categoría patrón, y, como era de esperar, los hogares cuyo jefe se encuentra desocupado muestran la menor tasa de salida. En el análisis anterior se ha dejado de lado la categoría de trabajadores no remunerados porque el número de casos en el que se presentó fue muy pequeño. Tabla Nº 5: Tasa de salida según estado ocupacional del Jefe de hogar Estado ocupacional del Jefe de Tasa de salida de la Hogar Pobreza Patrón 27,73% Cuentrapropista 16,33% Asalariado 17,06% Trabajador sin remuneración 12,84% Desocupado 14,01% Inactivo 22,66% 3.1.3. Características Temporales La salida de un hogar de la pobreza es sin duda un fenómeno dinámico, por lo que en su análisis es necesario considerar la dimensión temporal del mismo. En este caso se intenta incorporar esta característica de la pobreza analizando la cantidad de hogares que salieron de la pobreza según las fechas de las distintas ondas y la cantidad de ondas que permanecieron pobres los hogares que mejoraron su situación decisivamente. Al analizar el tiempo de permanencia en la pobreza se busca diferenciar a los hogares que lograron salir entre pobres estructurales o pobres ocasionales. Mientras que con la otra variable se busca analizar si los hogares, como agentes económicos, pusieron en marcha algún mecanismo de ajuste frente al proceso de devaluación. Es importante destacar que los mecanismos que se busca detectar no corresponden a un hogar en particular, y que los mecanismos de posible de detección con la información disponible son aquellos en lo que interviene la economía de mercado. Esto último se debe a que para determinar si un hogar es pobre se compara el ingreso monetario obtenido por el hogar con el valor monetario de la canasta básica total, por lo que si un hogar incrementó su ingreso no monetario esto no genera ningún efecto sobre la definición de pobreza del hogar. El gráfico Nº 1 muestra cómo a medida que nos alejamos del mes de Enero de 2002, la cantidad de hogares que salieron de la pobreza aumenta. Esto sumado a que el valor de 9 la Línea de Pobreza continuó creciendo de manera significativa, estaría indicando que a medida que los hogares tienen un mayor período de ajuste después de la devaluación incrementan su posibilidad de salir de la pobreza. Lo que muestra la existencia de una respuesta por parte de las familias, como actor económico, al cambio originado por la devaluación. Gráfico Nº 1 900 813 800 700 686 600 Hogares que salieron de la pobreza 500 Valor de LP para GBA 400 381 300 200 193.77 231.77 232.28 100 May-02 Jul-02 Sep-02 Nov-02 Ene-03 Mar-03 May-03 Esto coincide con los resultados obtenidos por Fiszbein, Giovagnoli y Aduriz (2002), quienes con una encuesta realizada a 2800 hogares del país en Junio – Julio 2002 analizaron la presencia de distintos tipos de estrategias para enfrentar la crisis. Las estrategias fueron clasificadas en adaptativas, activas o referidas a redes sociales. Las primeras incluyen los cambios en el consumo, por lo que no impactan sobre la determinación de si el hogar es pobre y por lo tanto no son las responsables de este aumento de la cantidad de hogares que salieron de la pobreza. El segundo tipo de estrategias incluye incorporar a otros miembros al mercado laboral, trabajar más horas, vender activos, usar ahorros, pedir prestado y migrar. El último tipo de estrategias implica la asistencia de familiares, ONG o el Gobierno. Los datos de la EPH permiten captar el impacto del segundo y tercer grupo de estrategias sobre los ingresos del hogar, aunque sea de forma parcial, por lo tanto podrían ser utilizados para explicar el incremento observado. Esta tarea forma parte de una fase próxima del presente proyecto, por lo que no será profundizada en este trabajo. La tabla Nº 6 muestra como la gran mayoría (más del 80%), de los hogares que salieron de la pobreza permanecieron únicamente una onda bajo la Línea de Pobreza. Esto permite caracterizar a los mismos como pobres ocasionales, lo que refleja la importancia 10 de la persistencia en la pobreza como factor que incide sobre la probabilidad de salir de la misma. Esto hecho ya fue marcado por Paz (2002). Tabla Nº 6: Permanencia bajo la Línea de Pobreza Nº de ondas de permanencia bajo la LP Hogares que salieron de la Pobreza 1 81,24% 2 15,98% 3 02,78% Total 100% 3.2. Análisis Econométrico Ahora se presentarán los resultados obtenidos de aplicar un modelo de regresión de Poisson a la probabilidad de que los hogares salieran de la pobreza después de la devaluación. La selección del modelo de regresión de Poisson se basó en algunas de las ventajas que tiene por sobre otros modelos binarios más utilizados en economía (modelos logit o probit) para analizar este tipo de modelos. Una de estas ventajas es que este modelo considera el período de tiempo de exposición al cambio, bajo el supuesto de que los efectos de las distintas variables son iguales a lo largo de todo el tiempo. La incorporación del tiempo en la especificación del modelo permite incorporar la dimensión dinámica del proceso de salida de la pobreza, que como se observó en la sección anterior y de acuerdo a otros trabajos4, resulta particularmente relevante. Otra de las ventajas es que el modelo de Poisson se caracteriza porque la ocurrencia del evento, en este caso que el hogar salga de la pobreza, tiene asociado una baja probabilidad lo que claramente concuerda con el fenómeno analizado, en tanto la caída masiva de hogares en la pobreza es indudablemente el fenómeno más frecuente durante el período analizado. Por otra parte el modelo de regresión de Poisson presenta un problema central, que surge de la condición que impone este modelo a que la variable analizada tenga la esperanza condicionada igual a la varianza condicionada. Cuando estas medidas discrepan entre sí se presenta dos fenómenos: la “sobredispersión” (overdispersion) y la “infradispersión“ (underdispersion). El primero ocurre cuando la varianza condicional es mayor que la esperanza condicional, mientras que el segundo ocurre cuando se 4 Paz (2002) 11 presenta la situación inversa a la anterior. El fenómeno que ocurre con mayor frecuencia es la sobredispersión, por lo cual es el único que se tomará en cuenta en el análisis. Más formalmente el modelo de Poisson considerando el tiempo de exposición se lo puede definir de la siguiente manera: exp(−λi t i )(λi ti ) yi P(Yi = yi | λi ) = yi ! λi = E[yi | xi ] = t i exp( xi ' β ) donde ti es la variable de exposición, β un vector de parámetros y xi una matriz de variables explicativas. El modelo de Poisson exige que: E [yi | xi ] = V [yi | xi ] = λi = t i exp( xi ' β ) El método de estimación empleado es el de máxima verosimilitud. La función de máxima verosimilitud para el caso en que el tiempo de exposición es unitario es: N N i =1 i =1 L ( β , Y , X ) = ∏ P ( y i | λi ) = ∏ exp(−λi )(λi ) yi yi ! donde λi = exp( xi ' β ) Como la transformación logarítmica es monotónica se trabaja con el logaritmo natural de la función de máxima verosimilitud. En este caso la función es: N ln L( β , Y , X ) = ∑ − exp( xi ' β ) + yi xi ' β − ln( yi ! ) i =1 ∧ El estimador β que maximiza la función anterior se obtiene a partir de: ∂l( β , y, x) N = ∑ [yi − exp( xi ' β )]xi = 0 ∂β i =1 siempre y cuando se cumpla que la matriz hessiana sea definida negativa. En este caso la matriz hessiana de la función log-verosímil viene dada por H ( β , y, x) = ∂ 2 l( β , y , x ) N = ∑ − exp( xi ' β ) xi xi ' ∂β∂β ' i =1 Como la ecuación anterior es no lineal en β se debe resolver con un algoritmo iterativo. Por otra parte la EPH es una encuesta cuyo diseño se realiza por aglomerados, donde los mismos constituyen un estrato y además se cuenta con un factor de expansión para cada observación, por lo que se deben realizar algunas correcciones a la especificación econométrica para incorporar estas características. Si definimos h = 1,.....L como los estratos, i = 1,.....N h los elementos en cada estrato, W = diag ( whi ) matriz diagonal que contiene las ponderaciones muestrales, y 12 l ( β , Yhi , X hi ) es el logaritmo de la función de verosimilitud del modelo de Possion. El ∧ estimador β ahora surge de resolver ∧ L Nh h =1 i G ( β ) = ∑∑ whi S ( β , y hi , xhi ) = 0 donde S ( β , yhi , xhi ) es el vector “score”, es decir, S ( β , y hi , x hi ) = ∂l( β , Y hi , X hi ) / ∂β . ∧ Una consecuencia importante se deriva de estas correcciones, este nuevo estimador β es un estimador “pseudo-máximo verosímil” ya que no es un estimador de la función de distribución de la muestra. Esto impide que se utilicen tests de la razón de verosimilitud para evaluar el ajuste del modelo. Como se mencionó anteriormente uno de los principales problemas de la regresión de Poisson es la presencia de sobredispersión. Para enfrentar este problema hay diversas alternativas entre las que se encuentran los modelos mixtos, la estimación semiparamétrica, los modelos con varianza generalizada y modelos específicos diseñados para incorporar la sobre dispersión (modelos de ceros inflados). La alternativa más utilizada son los modelos mixtos, y dentro de estos particularmente el modelo binomial negativo. Los modelos mixtos permiten modelar la varianza de una manera más flexible con lo cual relajan el supuesto de igualdad entre la varianza condicional y la media condicional. La forma más común de obtener la distribución binomial negativa es suponer que los datos siguen una distribución Poisson, donde la media de la misma está especificada en forma incompleta debida a que hay heterogeneidad no observada. Se considera adicionalmente que la media es una variable aleatoria que sigue una distribución gamma, formalmente: λ~i = exp( xi β + ε ) donde se supone que ε representa la heterogeneidad no observada y que no está correlacionado con x . Con lo cual se deduce fácilmente que la relación entre λ~i y λ es la siguiente λ~i = λi exp(ε i ) = λiδ i Si adicionalmente se supone que E (δ i ) = 1 , que δ i sigue una distribución gamma con parámetro v i = α −1 donde α > 0 y que v i es igual para todos los individuos se obtiene la función de densidad binomial negativa Γ( yi + α −1 ) α −1 P( yi | xi ) = Γ( yi + 1)Γ(α −1 ) α −1 + λi α −1 λ −1 i α λi + λi yi 13 y la varianza condicional ahora es: Var ( yi | xi ) = λi + αλ2i Con lo cual cuando α = 0 la varianza condicional es igual a la media condicional y estamos frente a la distribución de Poisson nuevamente. Por lo que una forma de comprobar si hay o no sobredispersión es realizar la misma regresión utilizando el modelo binomial negativo y analizar el valor del párametro α , alternativa que se utilizará en el presente trabajo. Por otra parte las variables incluidas en la estimación del modelo son las mismas que fueron presentadas en la sección anterior salvo que las características temporales son dejadas de lado porque se incorpora al modelo de regresión la variable de exposición. Tampoco se incluye como variable explicativa el tamaño del hogar en adulto equivalente por problemas de endogeneidad. Se incorporó, adicionalmente, como variable explicativa al sexo del jefe de hogar, empero la misma no resultó significativa. Este resultado difiere de la observación de Gasparini y otros (2002) quienes encuentran una mayor proporción de hogares pobres entre aquellos cuyo jefe es una mujer. Las variables que se utilizaron en la regresión del modelo son variables categóricas, algunas de las cuales lo eran originalmente mientras que otras fueron transformadas como tales. Por lo que la estimación de los parámetros del modelo se hizo utilizando variables artificiales, que permitieron comparar los efectos de las distintas categorías de una variable contra la categoría definida como referencia para la variable. Adicionalmente se realizaron test de Wald para analizar la igualdad entre los coeficientes de las restantes categorías entre sí para cada una de las variables analizadas. Con esta estrategia de estimación se pueden identificar aquellas características que modifican la probabilidad de salida del hogar. Las categorías de referencia para las variables (señaladas con un asterisco en la tabla siguiente) son que el hogar pertenezca a la región metropolitana y que su jefe de hogar tenga entre 26 y 39 años, un nivel educativo bajo y sea un asalariado. Los resultados de las estimaciones utilizando el modelo de regresión de Poisson se observan en la tabla Nº 7. También se muestran aquellas categorías de las variables que resultaron ser significativamente con un nivel de confianza del 95%, de acuerdo con el test antes mencionado. Para esto se utiliza un superíndice al final del nombre de la categoría que indica de qué otra categoría es significativamente distinta. Por ejemplo, la categoría de Jefes de Hogar entre 40 y 55 años de edad es significativamente distinta de la categoría correspondiente a Jefes de Hogar entre 18 y 25 años (superíndice a1). 14 Tabla Nº 7: Estimación del modelo de Poisson Covariable exp(coef) Err. Est. P>|t| Entre 18 y 25 años 0.971 0.174 0.869 Entre 26 y 39 años* 1 Entre 40 y 55 años a1 1.534 0.166 <0.001 Más de 55 años a1,a3 2.464 0.298 <0.001 a) Edad del Jefe de Hogar b) Nivel Educativo del Jefe de Hogar Bajo* 1 Medio 1.819 0.163 <0.001 Alto b2 3.581 0.399 <0.001 Patrón 1.347 0.385 0.297 Trabajador por su cuenta 0.886 0.105 0.307 c) Estado ocupac. del Jefe de Hogar Asalariado* 1 Trabajador sin remuneración 0.713 0.351 0.493 Desocupado c1 0.698 0.095 0.008 Inactivo c5 1.017 0.113 0.882 d) Región Metropolitana* 1 Noroeste 0.695 0.068 <0.001 Nordeste 0.772 0.076 0.008 Cuyo d2 0.911 0.100 0.393 Pampeana d2,d3 1.081 0.102 0.409 Patagónica d2,d3,d4,d5 1.543 0.151 <0.001 El resultado de las estimaciones utilizando el modelo de Poisson refuerza las descripciones obtenidas de la sección anterior, aunque se presenta algunas diferencias. Si analizamos las diferencias regionales de la probabilidad de salir de la pobreza encontramos que los hogares que pertenecen a la región metropolitana tiene una mayor probabilidad que los hogares que pertenecen a las regiones del Noroeste y Nordeste. 15 Sin embargo no se puede afirmar que haya diferencias en el riesgo de salida para los hogares de las regiones Metropolitana respecto a hogares de las regiones de Cuyo y Pampeana. Pero se observa una diferencia significativa entre dos estas últimas regiones, que favorece a la región Pampeana. La región Patagónica es la región con mayor riesgo de salida de la pobreza, y a través de los test se puede ver que es significativamente distinta de todas las otras regiones, mientras que la región del Noroeste es la región con menor riesgo de salida. Lo antes mencionado muestra a las claras que hay amplias diferencias regionales en el proceso de salida de los hogares de la pobreza. Esto concuerda con lo obtenido por Bustelo y Luccheti (2004) quienes encuentran diferencias regionales en el riesgo de ser pobres, y además el ordenamiento de las regiones es similar al que surge en este trabajo. Sin embargo contradice parcialmente lo hallado por Paz (2002) para el período 1998 – 2000, quien no encuentra diferencias en el riesgo de salir de la pobreza entre las regiones Pampeana, Cuyo y Patagónica. Por otra parte, si consideramos las características del Jefe de Hogar se observan importantes diferencias en el riesgo de salida cuando el nivel educativo del mismo aumenta, ya que hay estas diferencias son significativas en el paso del nivel bajo al nivel medio, y de este último al nivel alto. Lo que confirma la importancia del capital humano en la aumento del riesgo de que un hogar salga de la pobreza. Considerando la edad del Jefe de Hogar se observa que el riesgo de salir de la pobreza de un hogar es significativamente mayor para aquellos cuyo Jefe tiene más de 40 años, y que este riesgo vuelve a aumentar cuando el Jefe de Hogar supera los 55 años ya que esta categoría resulta ser distinta en forma significativa a la primera categoría. Por otra parte no hay diferencias significativas entre las categorías de edad entre 18 y 25 años y entre 26 y 39 años. El hecho de que el riesgo de salida aumente, y de manera notable, cuando el Jefe de Hogar es mayor a 55 años no tiene una explicación directa. Es posible que este dato refleje el efecto de otras variables que no fueron incluidas en la regresión, como podría ser el número de personas que trabajan en el hogar, el tamaño del hogar, etc. A pesar de ser un hecho sin una clara explicación este resultado también fue obtenido por Paz y Piselli (2000), Paz (2002), y por Bustelo y Luccheti (2004) para los años 1996 y 1998 pero en el año 2001 la edad del Jefe de Hogar pierde su significatividad para estos últimos. Finalmente, resta analizar el efecto del estado de actividad del jefe de hogar. Lo primero que se observa es que tomando como punto de comparación a la categoría de asalariados sólo se encuentran diferencias significativas con la categoría de desocupados, donde los hogares cuyo jefe se encuentra dentro de esta última categoría tienen un menor riesgo de salida. Este comportamiento relativo de la categoría de desocupados también se da cuando la comparamos contra la categoría de patrón y de inactivos, pero no así cuando lo 16 hacemos con los trabajadores por cuenta propia o sin remuneración. Con lo cual se ve claramente que aquellos jefes de hogar que son cuentapropistas o trabajadores sin remuneración (ocupaciones más inestables) se encuentran en una situación intermedia entre los asalariados o patrones (ocupaciones con mayor estabilidad) y los desocupados. En este análisis se encuentra nuevamente que la categoría de inactivos tiene un riesgo de salida por encima de los desocupados y aquellos ocupados en las categorías más inestables, lo que resulta ciertamente paradójico. Una de las explicaciones tentativas, como se dijo anteriormente, es que está reflejando el efecto de otras variables que no fueron consideradas en la regresión. Sin embargo para realizar un análisis más detallado de este fenómeno se requiere de una diferenciación entre los distintos componentes que forman la categoría de inactivos (jubilados, estudiantes, amas de casa, desocupados desalentados), ya que es de esperar que se presenten distintos comportamientos para estas subcategorías. Estos resultados obtenidos utilizando un modelo de regresión de Poisson fueron confirmados cuando se utilizó como alternativa un modelo de regresión binomial negativo, ya que el estimador del parámetro del error multiplicativo introducido en la varianza por este modelo no pasó el test de ser significativamente distinto de cero. Con lo cual se puede afirmar que el modelo no presenta sobredispersión generada por heterogeneidad no observada. Además los valores de los coeficientes obtenidos por esto dos modelos coinciden inclusive hasta el tercer decimal. También se realizó la misma regresión empleando el modelo de regresión logística, como un método alternativo para comprobar los resultados obtenidos con un modelo más utilizado en trabajos de Economía. Se encontró que todas las categorías que eran significativas con el modelo de Poisson también lo son utilizando el modelo Logit, salvo la categoría correspondiente a la región Nordeste que dejó de ser significativa al 5% para pasar a ser significativa al 9%. 5 4. Conclusiones Los principales resultados de este trabajo indican la relevancia de las características del hogar al momento de analizar la probabilidad de su salida de la pobreza para el período post – devaluación, así como también de la dimensión temporal de este proceso de salida. Las características que resultaron ser significativas incluyen la edad, el nivel educativo y el estado de actividad del Jefe de Hogar, así como también la región de residencia del hogar, a pesar de las consideraciones regionales en el valor de la Canasta Básica Total y el coeficiente de Engel. 5 Ver Anexo 17 Es especialmente importante el efecto de la educación del Jefe de Hogar, que puede ser considerada como una proxi del capital humano. Controlando por las otras variables consideradas, un hogar cuyo jefe recibió educación superior tiene un riesgo de salir de la pobreza 200% mayor que un hogar cuyo jefe tiene un nivel educativo bajo. También se deben destacar las amplias diferencias regionales, un hogar de la región Patagónica tiene un riesgo de salir de la pobreza 120% mayor que un hogar de similares característica pero de la región Noroeste del país. Finalmente se debe remarcar el hecho de que el Jefe de Hogar esté inactivo no impacta en forma significativamente distinta a los casos en que el Jefe de Hogar es Asalariado o Patrón. Esto último requeriría de un análisis más profundo debido a la heterogeneidad de la categoría. Al ponderar los resultados obtenidos, no deben olvidarse las limitaciones de este trabajo. Estas limitaciones surgen de las características de los datos disponibles, en tanto la información temporal se limita a cuatro momentos del tiempo, y se concentra en los hogares de los aglomerados urbanos. Asimismo, deben recordarse las consecuencias de la definición de pobreza utilizada señaladas más arriba. 18 Bibliografía Bustelo, Monserrat, Lucchetti, Leonardo (2004). La pobreza en Argentina: Perfil, Evolución y Determinantes Profundos (1996, 1998, y 2001). Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales, Universidad Nacional de La Plata. Documento de Trabajo Nro. 7. 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Marchionni, Mariana; Gasparini, Leonardo (2002b) El papel de los cambios demográficos en el aumento de la pobreza, Departamento de Economía, Facultad de Ciencias Económicas, Universidad Nacional de La Plata, Seminario de Economía 19 Morales, Elena (1988). Canasta Básica de Alimentos – Gran Buenos Aires, Documento de trabajo Nº 3, INDEC / IPA. Paz, Jorge A. (2002). Una introducción a la dinámica de la pobreza en la Argentina, Universidad Nacional del CEMA, Serie de documentos de trabajo N° 226. Paz, Jorge A. ; Piselli, Carolina (2000). Desigualdad de ingresos y pobreza en Argentina. Anales de la Asociación Argentina de Economía Política. Romero Rodríguez, Margarita; Los Arcos, Enrique; Cano Fernández, Victor; Sánchez Pradón, Manuel (2001). Modelos para datos de recuento con excesos de cero. Aplicación a citas de patentes, Universidad de la Laguna, Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, España. Documento de trabajo 2001 – 05. Sosa Escudero, Walter (1999). 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Journal Statistics in Medicine, 2002; 21:1461–1469 20 Anexo Tabla Nº 8: Regiones Región Metropolitana Aglomerados Ciudad de Buenos Aires Partidos del Conurbano Noroeste Gran Catamarca Jujuy-Palpalá La Rioja Salta Santiago del Estero-La Banda Gran Tucumán-Tafí Viejo Nordeste Corrientes Formosa Posadas Gran Resistencia Cuyo Gran Mendoza Gran San Juan San Luis-El Chorrillo Pampeana Bahía Blanca-Cerri Concordia Gran Córdoba Gran La Plata Mar del Plata-Batán Gran Paraná Río Cuarto Gran Rosario Gran Santa Fe Santa Rosa-Toay Patagónica Comodoro Rivadavia-Rada Tilly Neuquén-Plottier Río Gallegos Ushuaia-Río Grande 21 Tabla Nº 9: Coeficiente de Engel según regiones Región Coeficiente de Engel Metropolitana 45,2% Noroeste 46,0% Nordeste 45,9% Cuyo 46,3% Pampeana 47,3% Patagónica 49,3% Tabla Nº 10: Tabla de conversión a adulto equivalente Edad Sexo Menor de un año Ambos Valor en adulto equivalente 0,33 1 año 0,43 2 años 0,50 3 años 0,56 4 a 6 años 0,63 7 a 9 años 0,72 10 a 12 años Varones 0,83 13 a 15 años 0,96 16 a 17 años 1,05 10 a 12 años 0,73 Mujeres 13 a 15 años 0,79 16 a 17 años 0,79 18 a 29 años Varones 1,06 30 a 59 años 1,00 60 y más años 0,82 18 a 29 años 0,74 Mujeres 30 a 59 años 0,74 60 y más años 0,64 Tabla Nº 11: Distribución de los hogares que salieron de la pobreza según fecha de salida Onda de salida Hogares que efectivamente salieron de la pobreza Mayo 2002 20,26% Octubre 2002 36,48% Mayo 2003 43,26% Total 100% 22 Tabla Nº 12: Estimaciones del modelo de Poisonn Covariable Exp(coef.) Std. Err. P>|t| Sexo del Jefe del Hogar Varón* 1 Mujer 1.040 0.098 0.678 18 a 25 años 0.962 0.172 0.826 26 a 39 años* 1 40 a 55 años 1.519 0.165 <0.001 Más de 55 años 2.428 0.297 <0.001 Edad del Jefe del Hogar Nivel Educativo Del Jefe del Hogar Bajo* 1 Medio 1.854 0.169 <0.001 Alto 3.606 0.400 <0.001 Patrón 1.344 0.391 0.309 Trabajador por su cuenta 0.892 0.105 0.334 Asalariado* 1 Trabajador sin remuneración 0.703 0.348 0.477 Desocupado 0.697 0.095 0.008 Inactivo 1.002 0.113 0.985 Metropolitana* 1 Noroeste 0.695 0.072 <0.001 Nordeste 0.760 0.080 0.009 Cuyo 0.916 0.105 0.444 Pampeana 1.077 0.107 0.455 Patagónica 1.508 0.151 <0.001 Estado laboral del Jefe del Hogar Región * Categoría base 23 Tabla Nº 13: Estimaciones del modelo Binomial Negativo Covariable exp(coef.) Err. Std. P>|t| Entre 18 y 25 años 0.971 0.174 0.869 Entre 26 y 39 años* 1 Entre 40 y 55 años 1.534 0.166 <0.001 Más de 55 años 2.464 0.298 <0.001 Edad Nivel Educativo Bajo* 1 Medio 1.819 0.163 <0.001 Alto 3.581 0.399 <0.001 Patrón 1.347 0.385 0.297 Trabajador por su cuenta 0.886 0.105 0.307 Asalariado* 1 Trabajador sin remuneración 0.713 0.351 0.493 Desocupado 0.698 0.095 0.008 Inactivo 1.017 0.113 0.882 Metropolitana* 1 Noroeste 0.695 0.068 <0.001 Nordeste 0.772 0.076 0.008 Cuyo 0.911 0.100 0.393 Pampeana 1.081 0.102 0.409 Patagónica 1.543 0.151 <0.001 Estado laboral Región * Categoría base 24 Tabla Nº 14: Estimaciones del modelo Logit Covariable Odds Ratio Std. Err. P>|t| Sexo Varón* 1 Mujer 1.048 0.120 0.685 18 a 25 años 0.889 0.180 0.563 26 a 39 años* 1 40 a 55 años 1.725 0.216 <0.001 Más de 55 años 3.056 0.456 <0.001 Edad del Jefe del Hogar Nivel Educativo Bajo* 1 Medio 2.095 0.233 <0.001 Alto 4.959 0.784 <0.001 Patrón 1.530 0.594 0.274 Trabajador por su cuenta 0.897 0.125 0.438 Asalariado* 1 sin 0.607 0.359 0.398 Desocupado 0.708 0.113 0.030 Inactivo 1.017 0.143 0.906 Metropolitana* 1 Noroeste 0.699 0.087 0.004 Nordeste 0.808 0.101 0.088 Cuyo 0.961 0.133 0.774 Pampeana 1.081 0.130 0.515 Patagónica 1.746 0.220 <0.001 Estado laboral Trabajador remuneración Región * Categoría base 25