Voces de Cerro Niño

Anuncio
Tenemos Historias
Para Contar
Escritores Jóvenes de Guatemala
Volumen #2
¡Bienvenidos al mundo de la lectura!
Este libro de cuentos que usted tiene en las manos es una obra que
existe gracias a la mente habilidosa de los alumnos de siete escuelas
en siete comunidades diferentes, y el compromiso de los maestros
que les han guiado en sus esfuerzos. Muchos estudiantes participaron
en este proyecto de literatura, compartiendo las historias de sus familias, de su pueblo, y de su imaginación.
Les agradecemos a los maestros de cada escuela
quienes editaron las historias.
El arte también es una manera para comunicarse.
Este año incluimos el trabajo de los artistas jóvenes que cuentan
historias visualmente.
Lo sentimos que aquí estén presentes solamente algunos cuentos y
dibujos seleccionados, pero esperamos que le traigan a usted, estimado lector, varias vistas, curiosos paisajes, y diferentes mundos para
disfrutar.
Asociación Avivará
“Dando Esperanza al Futuro a través de la Educación”
www.avivara.org
2011
2
La Escuela Oficial Rural Mixta Cerro Niño
Sacatepéquez, Pastores, Guatemala
P. 5
La Escuela Oficial Rural Mixta San José El Yalú
Sacatepéquez, Sumpango, Guatemala
P. 14
La Escuela Oficial Rural Mixta San José Pacul
Sacatepéquez, Santiago Sacatepéquez, Guatemala
P. 33
La Escuelita San Pedro las Huertas
Sacatepéquez, Antigua, Gautemala
P. 40
La Escuela Oficial Rural Mixta El Tunino
Sacatepéquez, Sumpango, Guatemala
P. 43
La Escuela Rural Mixta Xeatzan Alto
Chimaltenango, Patzún, Guatemala
P. 49
Dibujos de las manos por los estudiantes de tercero y cuarto grado de la
Escuela Rural Mixta Segunda Cruz, Sacatepéquez, Pastores, Guatemala
3
4
Voces de Cerro Niño 1. El Señor y La Calavera Cristina Araceli González Hernández 4to. grado, Cerro Niño El patio de la casa era un cementerio, en donde, un señor que escarbaba y escar‐
baba, cachó una calavera. Vino el señor la colgó en el palo de su cocina. En la noche la calavera dice que lo miraba con unas carotas. Entonces el señor se le‐
vantó y lo que hizo fue enterrarla. La calavera se deshizo porque había sido un mal hecho. Finalmente el señor pudo dormir bien con su familia y su esposa. Era muy bueno con su familia y vivieron felices. Fin Dedicado a Juan Francisco González Gil. 2. El Perro y Su Aventura Gerson Saúl Hernández Civil 4to. grado, Cerro Niño Había una vez un perro llamado Terri. Era muy bonito y educado. Un día salió de su casa a pasear, pero se nubló y corrió de la lluvia. De pronto anocheció. Horas después paró la lluvia. Cuando miró a su alrededor estaba en un enorme bosque. Se quedó dormido y otras horas después amaneció. Un hombre apareció y dijo: “¡Hola perro. Me llamo Juan!” De repente un cazador atrapó a Terri. Pero Terri rompió la red y salió corriendo. Se tropezó con una piedra y cayó en un tronco que pasaba por ese río. Terri se fue en el río. Un día tardó en ese tranco y el río lo 5
llevó a su pueblo. Corrió a buscar su casa donde vivía con su familia. Terri ya no salió a pasear solo porque no quería mojarse, ni quería irse en el río. Fue feliz por siempre. Fin 3. El Niño Humilde y El Niño Orgulloso Aura Leticia Méndez Martínez 4to. grado, Cerro Niño Había una vez un niño humilde y un niño orgulloso. El niño orgulloso se burlaba del niño humilde. ‐ Un día el niño humilde le dijo, “Podríamos ser amigos.” ‐ El niño orgulloso le respondió, “Eso ni lo pienses.” ‐ “¿Por qué no quieres ser mi amigo?” ‐ “Porque no serás como yo y ahora vete porque no me caes bien.” El niño se fue y un día les tocó física y jugaron fútbol. El niño orgulloso empujó al niño humilde y el niño se golpeó el brazo. Entonces se lo llevaron a la dirección. Llamaron a sus padres y sus padres le dijeron que porqué se había vuelto así, pe‐
ro el niño les prometió que jamás lo volvería a hacer. Una vez vio al niño humilde y le dijo que lo perdonara. El niño le dijo que lo perdonaba. Entonces vivieron fe‐
lices para siempre. Dedicado a mí mamá, María Silvestre Martínez. 4. El Perro y La Gallina Mayra Yulisa Quixan Xia 5to. grado, Cerro Niños Había una vez un chucho que se mantenía en la calle. Cuando miraba gallinas las corría y las gallinas se iban corriendo. Una señora tenía cinco gallinas y ella las sa‐
caba para que salieran a comer. Pero un día ella salió a pasear y dejó la puerta abierta de su casa y su corral. Sus pollos se salieron a comer. El perro iba pasando y vio las cinco gallinas que estaban comiendo. Él las corrió y las gallinas se fueron corriendo. No las alcanzó pero una gallina se golpeó por correr. Al siguiente día la 6
señora las sacó para que fueran a comer. Las gallinas estaban comiendo cuando el perro las vio empezó a correrlas y se fueron corriendo. Pero una gallina no po‐
día correr porque estaba golpeada. La gallina se cayó. El chucho se la comió y só‐
lo dejó las plumas. Cuando la señora fue a buscar a sus cinco gallinas, se dio cuenta que sólo cuatro había. Después se fue a buscar a la otra, pero no la en‐
contró, sólo vio las plumas de su gallina. Al siguiente día, un señor le dijo a la señora que el perro que se mantenía en la calle, era el que se había comido su gallina. Tiempo después el señor le dijo que podía sacar a sus gallinas porque el perro ya había muerto. La señora se puso muy contenta porque sus gallinas ya podían salir a comer tranquilas y ella no se preocupaba por sus gallinas. Así siguió sacando sus gallinas para que salieran a comer. Después ella siguió comprando gallinas porque le gustaba tener muchas gallinas en su casa. Un día compró diez gallinas y les dio comida. Después compró otras gallinas y tuvo muchas gallinas. Dedicado a los estudiantes que lo vayan a leer. 5. Las Rosas y La Niña Vilma Ixcoy Quiej 5to. grado, Cerro Niño Había una vez un camino que estaba en un pueblo se llamaba San Luis. En el ca‐
mino la gente pasaba mucho porque era muy bonito. Había rosas de muchos co‐
lores, rojas, rosadas, celestes, blancas y moradas. Pero este camino en la noche estaba muy oscuro. La gente decidió no pasar en la noche ni en el día por allí. So‐
lo iba una niña llamada Valentina. La niña tenía una amiga llamada Sofía. Las dos eran amigas y pasaron en el camino porque había muchas rosas. Sofía y Valentina adornaron la casa donde vivían las dos con las rosas. Las dos niñas vivieron felices siempre y se quedaron viviendo felices. Dedicado a mi mamá, María Elizabeth Quiej Zamora. 7
6. El Niño y La Niña Rosaura Antonieta Ixcoy Quiej 5to. grado, Cerro Niño Había una vez un niño que vivía solito. Un día salió a la calle y encontró a una ni‐
ña que también vivía sola. Se encontraron y hablaron. ‐ El niño le dijo, “Vivo solo.” ‐ La niña respondió, “Yo también vivo sola.” Dijeron, “Juntémonos en una casa. Así no vivimos solitos.” La niña dijo, “Esta bien. Trabajemos para tener comida.” Crecieron y compraron una casa grande. La pintaron y quedó bonita y maravillo‐
sa. Vivieron en un pueblo llamado Yepocapa. Ellos no conocieron a los padres de la niña o los padres del niño. Ellos vivieron felices. Dedicado a mi mamá 7. Jesús Bendice A Los Niños y Las Niñas María Marleny González Hernández 5to. grado, Cerro Niño La Biblia nos enseña que Jesús es un ser muy especial y bondadoso. Siempre an‐
daba en todos los lugares rodeado de sus discípulos hablando de amor y de hacer el bien a los demás. Una vez estaba en un pueblecito predicando como siempre, sobre el amor y res‐
peto hacía Díos, bendiciendo y aconsejando a todo aquél que lo buscara y necesi‐
tara, cuando de pronto todas las mujeres del pueblo que tenían hijos e hijas em‐
pezaron a llevarlos a la presencia de Jesús para que él pusiera sus santas manos en las cabecitas y fueran bendecidos. Los discípulos pensaron que la multitud de niños y niñas podían incomodar a Je‐
sús y le dijeron a todos y a todas que no molestaran, que se alejaran de él porque estaba muy ocupado. Pero Jesús que era un ser amistoso y lleno de cariño les dijo a sus discípulos, “Dejen que los niños y niñas vengan a mí y no se lo impidan, porque de ellos es el reino de los cielos.” Dedicado a Esvin 8
8. El Lobo y Los Bueyes Angélica María Rodríguez Melgar 5to. grado, Cerro Niño Había una vez un lobo que atacó a unos bueyes porque tenía mucho hambre. El dueño lo corrió, pero el lobo regresó porque el quería comerse a los bueyes. El día siguiente, el dueño no estaba en casa. De repente, el lobo se apareció y los bueyes se escondieron. Pero el lobo no se rindió e hizo que se pelearan y así uno por uno se los iba comiendo. De repente una señora se dio cuenta de que el lobo había atacado a un buey. La señora se sentó y pensó que meterlos al corral iba a ser lo mejor. Los empezó a meter al corral, pero como no está el hombre le haré una rica sopa. Cuando el dueño vio que la puerta estaba abierta se asustó y vio que la señora estaba allí. Ella estaba cocinando y él le preguntó porque no estaba afuera y la señora le con‐
testó que el lobo los había llegado a molestar. Entonces llegó el día del cumplea‐
ños del dueño y lo celebraron en la casa de su vecina. Ese día el lobo mordió a un buey en la pata. El dueño escuchó y cuando entró a su casa ya estaba muerto el buey. Esa noche el dueño se quedo vigilando y lo atrapó y lo quemaron. El dueño se casó y vivieron felices por siempre. Dedicado a Marisol Cojolón Valle 9. El Astronauta Que Cumplió Su Sueño Abner Esaú Escobar Andrade 5to. grado, Cerro Niño Era una vez que en un rancho vivía un señor llamado Mario Paxtun Ralios que siempre soñaba con ir a la luna. Una vez llegó un astronauta muy famoso y Mario se sorprendió tanto que dejó la granja sola. Cuando el astronauta vio se apagó su carro y Mario se puso a correr. Cuando el astronauta llegó, él ya se había ido y cuando regresó no había nada en la granja. Ya había robado la granja. Se puso a llorar por lo que había hecho. Entonces decidió vender el pedazo. Entonces unos señores lo querían para una estación de naves espaciales. Al año, Mario fue a ver la granja que había vendido y se dio cuenta que era una estación de naves espa‐
ciales. Se emocionó tanto que pidió trabajo y le dijeron que sí y preparó su pri‐
9
mer viaje espacial. Se fue a la luna y desde entonces él es feliz en la luna, comien‐
do queso lunar. Colorín colorado, este cuento se ha acabado. Fin. Dedicado a mi familia 10. El Clásico Luis Enrique Barrios Mijangos 5to. grado, Cerro Niño En un lugar lejísimos era el clásico. Era un partido de futbol en donde jugaron Municipal y Comunicaciones. Empezó el clásico y en el minuto 31 de la primera parte, Comunicaciones metió el primer gol. Municipal anotó 1 gol en el minuto 10 en el segundo tiempo de juego. Se fueron a tiempos extras y los rojos metie‐
ron el segundo gol en el minuto 14 de la primera parte adicional. Los Cremas anotaron el segundo gol en el segundo tiempo adicional y termina el tiempo adi‐
cional. Se fueron a penales y los Rojos le ganaron a las Cremas en los tiros de pe‐
nales. El portero de Municipal se arriesgó. Dedicado a mí primo 11. El Cuento del Delfín y Su Familia Brenda Leticia Solis Sanjay 4to. grado, Cerro Niño Había una vez la familia del delfín que era muy feliz. Pero había un tiburón muy malo que quería matar a la familia del delfín. Un día, los padres del delfín salieron a nadar, pero como el delfín se quedó solito, el tiburón estaba escondido. El tibu‐
rón puso una trampa; pasaron los padres del delfín y cayeron en la trampa. Des‐
pués llegó la noche el delfín se preguntó, “¿Por qué mis padres no han llegado?” Después llegó el tiburón malo y le dijo, “Yo atrapé a tus padres,” y se fue riendo. El Delfín se puso triste y se quedó solito. Llegó el día y los padres seguían tristes y la madre le dijo al padre, “Qué estará haciendo mi hijo; creo que esta triste por nosotros.” 10
Después pasaron años y años y el delfín no salía a ningún lado; pero un día salió a dar una vuelta y escuchó la voz de sus padres. El sabía en donde estaban sus pa‐
dres y cuando él iba a salvar a sus padres, llegó el tiburón. El delfín se escondió y dijo, “Yo sí sé en donde tienen a mis padres.” Los padres escucharon a su hijo, “No se preocupen porque ahorita los voy a salvar.” Se enfrentaron los dos y el delfín venció al tiburón malo que murió. El delfín sacó a sus padres y los tres se pusieron felices. Al fin la familia del delfín se fue a casa y todo volvió a ser como antes. Así fue como sucedió. Dedicado a mi mamá Julia 12. La Niña de La Iglesia Mario Raxtun Ralios Cerro Niño Había una vez un taxista que pasaba por el cementerio de Joyabaj cuando vio una niña de ojos azules, cabello negro y un vestido blanco y collar de oro. Era la una de la mañana. Caminaba la niña y el taxista la subió, pero al entrar el taxista sin‐
tió un escalofrío. El taxista le dijo, “¿Para dónde la llevaré?” La niña le dijo que la llevara a la iglesia y al pasar en cada iglesia una inspiración grande y su tristeza se iba dejando. La niña le dijo que no tenía dinero para pagar. Entonces el hombre le dijo que le diera su collar de oro. La niña le dijo al taxista que pasara con su abue‐
la Juana Juárez y que le dijera que la quería mucho y que no se olvidara de ella. La niña se llamaba Lidia Alicia. Cuando la niña se fue, el taxista se enfermó y en tres días se recuperó. Él se fue a la casa de la abuela y la abuela dijo que Lidia Alicia había muerto en una monta‐
ña. Entonces el taxista se puso pálido porque había visto a una muerta. ¡La abuela le regaló oro por haber ayudado a su nieta en su aniversario fúnebre! 11
13. Los Cuatros Elefantes Juan Carlos Ixcoy Quiej 4to. grado, Cerro Niño Había una vez cuatro elefantes. Eran muy gordos y cuando caminaban se movía la tierra. Llegó un hombre malo que quería matarlos con un cuchillo. Pero como no podía con ese cuchillo, pensó hacerlo con hechicería. Dijo, “Así se morirán.” Los elefantes empezaron a enfermarse. Ya se iba a morir un elefante. Se enfermó y de allí llegó un hombre bueno. El curó a los tres elefantes que quedaron. De allí el señor que curó a los elefantes les puso nombres. Pero el hombre malo seguía viendo como matarlo y el hombre bueno cuidaba a los tres elefantes. Después se fue el hombre malo y en adelante fueron muy felices. Fin. Dedicado a mí papá y mí mamá 14. El Venado Seguido Por Dos Hombres Luis Charuc Gil 4to. grado, Cerro Niño Había una vez un venado muy listo. Una vez salió del bosque a beber agua. Pero había unos hombres malvados. De pronto el venado se dio la vuelta y los vio. Co‐
rrió y corrió. Los hombres le dispararon, pero él era muy listo que decidió correr para los matorrales y descansar. De pronto escuchó un ruido que iba de un lugar donde no había monte. Vio que allí andaban los dos hombres y el empezó a co‐
rrer. Los hombres empezaron a disparar en el monte. El corrió y encontró otro venado y le dijo que si quería ir a su cueva. Escucharon el ruido y le dijo, “¡Amigo, corre lo más rápido que puedas para la cueva!” Ellos entraron y el venado grande cayó en la trampa de los cazadores. El venado grande le dio mucha comida, agua y hierbas pero no se curó. Entonces llegaron los hombres por lo que el venado grande se fue y encontró un venado que era hembra. Él le dijo que cómo se llamaba. Ella le dijo, “Yo me llamo Marta.” Y él le dijo, “Yo me llamo Juan. Mucho gusto en conocerte. Vamos a mi cueva.” Tuvieron un venadito. Luego se murió la mamá. Luego el venadito creció y se fue al bosque y encontró otra venada. Tuvieron otro hijo. Así vivieron felices para siempre. Fin. 12
15. El Niño Que Ganó El Campeonato Oscar Alexander Mejía Bran 4to. grado, Cerro Niño Había una vez un niño llamado Juan que le gustaba jugar pelota, pero sus padres no comprendían. El niño se ponía triste y decepcionado. Un día su papá y su ma‐
má le dijeron, “Disculpa, hijo, te vamos a apoyar.” Y un día sábado se iba a hacer un campeonato en la cancha de Pastores. El niño les comentó a sus padres. Los padres le dijeron que estaba bien. Entonces el niño le dijo al dueño del equipo que lo apuntara. El equipo se llamaba “Duendes” y el otro “Dragones.” Se presen‐
taron al terreno de juego. ¡El niño Juan al minuto 10 del primer tiempo hizo el primer goooooooool! Sus padres dijeron, “Excelente gol, hijo.” Comenzaron el segundo tiempo y al minuto 30 Juan hizo otro gol. Todos le aplau‐
dieron. Se terminó el partido y fueron campeones del campeonato de Pastores. Sus padres lo felicitaron. El niño se puso a llorar y se fue a su casa. Al siguiente día sus padres le dijeron, “Hijo, sigue adelante.” El niño hizo realidad su sueño. Al final vivió muy feliz con sus padres. Dedicado a Karen Estefanía Larios Ramírez 16. Los Niños Edgar Estuardo López Tecén 4to. grado, Cerro Niño Había una vez en Pastores un señor llamado Jairón. Peleaba mucho con su fami‐
lia. Todos los días que llegaba de su trabajo, entraba a pelear. Sus niños se asusta‐
ban de ver que sus padres peleaban mucho. Los niños salieron y fueron con sus abuelos. Decidieron estar con sus abuelos. Pasaron años y años hasta que sus padres dejaron de pelear. Cuando vieron los niños que su mamá y papá ya no peleaban, decidieron regresar a su casa. Sus pa‐
dres les dijeron, “Ya no estaremos peleando.” Sus abuelos estaban muy conten‐
tos con los niños y los padres de los niños. Al final vivieron muy felices. Dedicado a mi mamá 13
Voces de San José El Yalú 1. Los Amigos de la Abeja Lesbia Aracely Canel Cán 4to. grado, San José El Yalú Había una vez una abeja que estaba triste cuando vino una mariposa y le dijo: “¿Abeja, que tienes?” ‐ Y la abeja contestó, “Estoy triste, porque estoy sola y no tengo ningún amigo.” ‐Entonces la mariposa le dijo: “¡Quiero ser tu amiga!” ‐Y la abeja le contestó, “¿En verdad quieres ser mi amiga?” ‐Y le contestó la mariposa: “Sí, quiero ser tu amiga.” ‐“¡Pues vamos a jugar!” ‐“¡Está bien!” Y jugaron y la abeja se escondió y encontró a una mosca; y le dijo: “¡Hola! ¿Cómo estás?” ‐“Estoy bien,” le dijo la abeja. ‐“¿Quieres ser mi amiga?” ‐“¡Sí claro!” le dijo la abeja. Luego la abeja le contó a la mariposa, “¡Mira, encontré a otro amigo! La mosca Javier, la mariposa Lola y yo. No les he dicho mi nombre; soy la abeja Margarita.” Entonces se fueron a jugar los amigos Javier, Lola, y Margarita y luego tuvieron mucho hambre. Javier había traído sandwich y Lola pastel. Cuando terminaron de comer encontraron otro amigo que era un ratón y le preguntaron, “¿Cuál es tu nombre?” ‐“Mi nombre es Diana.” ‐“¡Ah! Te vamos a invitar a comer.” ¡Y comieron y fueron amigos por siempre! 14
2. El Viaje de la Familia Sergio Leonel Canel Subuyuj 4to. grado, San José El Yalú Yo fui de vacaciones al puerto de San José y nos bañamos con mi familia en el mar. Era muy lindo. Había un barco muy lejos de nosotros. Era muy alegre convi‐
vir con mi familia. Disfrutamos mucho las vacaciones por el cumpleaños de mi hermano. Hicimos una fiesta con mi familia. Celebramos muy alegres y le com‐
pramos un pastel de chocolate que disfrutamos mucho. Luego mi papá y mi ma‐
má bailaron marimba y después empezó a llover pero nosotros no paramos la fiesta y mi abuela gozó del cumpleaños de mi hermano. Luego nos fuimos a Es‐
quipulas para ver el Cristo Negro que es muy lindo y la iglesia que es muy grande. Cerca de allí hay un rio y un pequeño zoológico donde hay muchos animales, ti‐
gres, monos, leones. Allí en el río nos bañamos porque es muy limpio y mi papá se bañó con nosotros. Después caminamos para ver los animales. Luego salimos del lugar donde están los animales y nos fuimos para la iglesia. Participamos en una misa y luego salimos de la iglesia. Compramos veladoras de colores, frutas, y adornos del señor de Esquipulas que hay en el mercado que está frente al templo y después regresamos a nuestra casa. Así se terminó el viaje de mi familia. 3. Los Amigos del Perro Angélica María Canel Cotzajay 4to. grado, San José El Yalú Había una vez que el amigo del perro se perdió en la montaña y los amigos del perro los estaban buscando. Él se llamaba Peluchín. Al fin lo encontraron y se pu‐
sieron felices. La señora les preguntó, “¿Dónde estaba el perrito Peluchín?” “Se perdió en la montaña y lo buscamos y lo encontramos y por eso estamos conten‐
tos. Cuando lo buscábamos encontramos una serpiente y nos asustamos y nos vinimos corriendo y por eso estamos sudando. Nos cansamos mucho.” La señora les dijo: “Vénganse perritos, les voy a dar su comida.” “Gracias señora porque te‐
nemos mucha hambre.” Después de comer fuimos al bosque a jugar y nos diver‐
timos. En la noche ya tranquilos nos dormimos porque estábamos muy cansados. En la mañana siguiente nos levantamos y comimos caldo de res y después fuimos a nadar a un río cercano muy limpio. Y después fuimos con nuestros dueños y nos llevaron al zoológico para ver muchos animales. Los loros nos dijeron 15
“¡Hola!” y también vimos tigres, leones, cocodrilos, elefantes, jirafas, búhos, ser‐
pientes y monos. Luego regresamos a casa y como estábamos muy cansados nos dormimos. Y esa fue la historia. 4. La Historia de la Tormenta Josué David Buch Canel 4to. grado, San José El Yalú Había una vez en el pueblo de San José El Yalú pasó una gran tormenta de lluvia. La lluvia tardó cuatro días y cuatro noches y hubo un derrumbe y cayó en una ca‐
sa hecha de lámina. En la casa estaban dos niños y el niño Julio fue al hospital porque le cayó una piedra en el pié y se lo quebró. Tono el otro niño se murió por una piedra que le cayó en la cabeza y su padre lloró porque lo quería mucho y To‐
no también lloró por su hermano. Julio tenía una hermana que se llamaba Berta y desde entonces se quisieron mucho. Julio quería a Berta y Berta quería a Julio y también a sus papás. Un día sábado llegó una señora llamada Ester. Los niños es‐
taban sonrientes porque la señora fue a regalar un niño de ochos meses. El papá de Julio y Berta se llamaba Lorenzo y la mamá se llama Susana y ahora viven feli‐
ces. 5. Los Amigos del Gato Gloria María Canel Grande 4to. grado, San José El Yalú Había una vez un gato y sus amigos se fueron a un bosque. Entonces el gato se fue a buscar a sus amigos. En su camino había una serpiente. El gato pensó y habló con ella y le dijo: “¿Has visto tres gatos?” ‐ Entonces la serpiente le contestó: “No, no los he visto.” ‐ “Gracias,” le dijo el gato. La serpiente vio que el gato estaba triste y le dijo: “Vamos a buscar en todas par‐
tes.” ‐ “Vamos pues,” contestó el gato. Y buscaron y buscaron hasta que se hizo de noche y la serpiente dijo, “Vamos a 16
mi casa.” ‐ Y el gato le preguntó: “¿Está lejos tu casa?” ‐ La serpiente le contestó, “No tan lejos pero ya poquito falta.” ‐ “Entonces vamos,” dijo el gato. Dicho y hecho, empezaron a caminar. En el camino había un pollito y el gato le preguntó, “¿Has visto a mis amigos?” ‐ “Claro que si he visto a tus amigos. Estaban jugando en el bosque. Me dijeron: “Si miras pasar a mi amigo por aquí diles que estamos bien. Y que nos encuentre en el bosque donde jugamos la primera vez y enséñales el camino donde esta‐
mos jugando por favor.” Y el pollito les contó todo y les enseñó el camino y los encontraron. El gato estaba muy contento y así se terminó el cuento para siempre. 6. El Cerdito y la Mariposa Andrés Abelino Canel Grande 3ro. grado, San José El Yalú Había una vez un par de amigos, una mariposa y un cerdito, a ellos les gustaba jugar pelota. Un día que estaban jugando el cerdito iba ganando y así termino el juego, con el cerdito ganador de ese juego. El se sentía muy alegre, brincaba, gritaba y corría de tanta felicidad, pero no se había dado cuenta que su amiga la mariposa estaba triste por haber perdido. Entonces el cerdito se le acercó y le dijo: “¿Por qué es‐
tas triste?” ‐ Ella le respondió: “Estoy triste porque perdí.” ‐ Entonces el cerdito le dice: “No estés triste, sólo era un juego. Recuerda que hoy te gané, pero mañana me puedes ganar tú. Entonces sonríe porque nuestra amistad no es un juego es algo que jamás terminara, y en ella siempre ganare‐
mos los dos, al tenernos el uno al otro.” 17
7. El Hombre Contra el Tiburón Héctor Rudy Buch Canel 3ro. grado, San José El Yalú En un puerto de Guatemala vivía un señor con 5 hijos. Un día navegando por el mar se encontraron con un tiburón. Al verlo se asustaron mucho, pero el señor les dijo a sus hijos que no tuvieran miedo, que iban a matar a ese tiburón. Dicien‐
do eso estaba el señor cuando sintieron que algo golpeó el barco. Era el tiburón que quería hundir el barco. Al ver eso todos fueron a buscar palos y arpones para terminar con la feroz bestia que los estaba asustando. Luego de 3 horas de lucha vieron con alegría que el tiburón estaba flotando a la par del barco. Lo habían vencido. Lo echaron al barco y se lo llevaron para comérselo y así todos se sintie‐
ron mucho mejor porque habían terminado con el animal que los estaba asustan‐
do. 8. El Ratón y El Gato María Casandra Canel Turuy 3ro. grado, San José El Yalú En una casa había un gato que cuidaba mucho que no hubiera ratones. Un día lle‐
gó un ratoncito que al ver la casa llena de comida se metió por un agujero que había en la pared. Estando dentro de la casa vio que un gato estaba durmiendo cerca de la comida que estaba en la mesa. Con mucho cuidado se fue acercando poco a poco. Al llegar a la comida se despertó el gato y el ratoncito no sabía en donde esconderse. Por fin se metió dentro de un queso grande que había en esa mesa. Al estar allí se le olvidó por completo el gato y empezó a comer el queso. Al quedar muy lleno se dio cuenta de nuevo que el gato seguía debajo de la me‐
sa. Al ver el gato al ratón dispuso comérselo. Salió corriendo el ratón para salir por el mismo agujero. El gato que iba detrás se quedó atrapado en ese agujero. Viendo esto el ratón se fue feliz ya que había comido lo suficiente para buscar una casa donde vivir. Fin. 18
9. El Cuento del Señor Guzmán Marvin Guamuch Canel 6to. grado, San José El Yalú Había una vez un hombre que se llamaba el señor Guzmán, que todos los días iba a cazar conejos en un bosque. Un día que iba a cazar conejos se encontró a un señor con un rifle. El señor Guzmán le preguntó su nombre y él se llamaba Ga‐
briel. El señor Guzmán le preguntó que hacía allí y él le respondió, “Aquí cazando animales, ¿Y tú?” Le dijo, “Aquí cazando animales también.” El señor Gabriel te‐
nía un perro que se llamaba Peluchín. Ese perro podía cazar animales. Cuando él miraba animales los atrapaba, conejos y ardillas. Más tarde miró un conejo y co‐
rrió, pero el conejo entró en un hoyo. El perro escarbó el hoyo y lo logró sacar. ¡Y agarró al conejo! Y eso es el cuento del señor Guzmán. 10. El Cuento de un Perro y su Dueño Pérez Cristóbal Canel Grande 6to. grado, San José El Yalú Había una vez un perro que iba con su dueño que se llamaba Pérez. Cuando Pé‐
rez escuchó un ruido, bajó con su perro en el barranco. Todavía Pérez escuchaba un ruido y era el ruido de un animal. Pérez llamó a su perro y el perro iba justo donde estaba el animal que se llama tacuazín. El tacuazín escuchó también un ruido y el perro llegó con él. El tacuazín se asustó y se fue. El perro lo correteó y el tacuazín entró en un hoyo. El perro lo sacó de ese hoyo y pelearon. Cuando Pé‐
rez llegó con ellos mató a ese animal que se llamaba tacuazín. Así fue el cuento de un perro y su dueño Pérez. 19
11. Los Venados Marta Isabel Guamuch 6to. grado, San José El Yalú Había una vez un venado que tenía muchos hijos, vivían en un bosque y hubo un día que apareció un tigre y los ahuyentó. Se fueron corriendo a diferentes lugares y así se separaron. Pasaron los años y no se encontraban. La madre se mantenía buscando, buscando y buscando a sus hijos y poco a poco fue encontrándolos. Uno por uno los encontró. Buscando encontró a sus hijos y ya nunca más los vol‐
vieron a separar. 12. Cuento de un Amigo David Eduardo Avila Subuyuj 6to. grado, San José El Yalú Un día él salió de clases y estaba ya comiendo cuando su mamá le dijo: ‐ “Cuando termines de comer debes ir al campo a trabajar con papá.” Cuando terminó de comer se fue y dice que vio a una señora y se asustó. Cuando él pasó frente a la señora dice que no la miró. Cuando él pasó estaba mirando a otros lados y cuando él la miró otra vez dice que ya no estaba la señora allí. Él se asusto más y corrió rápido, cuando él llegó y vio a su papá lo primero que hizo fue contarle. ‐ Su papá le dijo: “¿Te asustaste?” ‐ Y él dijo: “No mucho.” Él trabajó con su papá y cuando ellos vinieron juntos de regreso él vio a la misma mujer. ‐ Su papá le dijo: “¿Es la misma?” ‐ “Sí, le dijo.” ‐ Su papá le dijo a la señora: “¡Adiós!” La señora no le habló. Este es el cuento de un amigo. 20
13. La Siguanaba y el Sombrerón Oscar Avila Guamuch 6to. grado, San José El Yalú Ellos dos son diferentes. El Sombrerón, dicen que si encuentra una mujer, si le gusta, dice que él no la deja comer ni dormir, hasta que se ponga muy flaca, hasta que se muera, y el Sombrerón llora por ella porque él la quiso, y así pasa cuando encuentra una mujer bonita. La Siguanaba es casi igual, solo que la Siguanaba con el hombre y el Sombrerón con la mujer, pero la Siguanaba tiene cara de caballo. Dicen que ella, si un hom‐
bre piensa en una mujer, ella se enseña, y si te dice “Vení,” y si te vas te gana y te hinchás, y luego te morís, y la Siguanaba tiene piernas de pollo, y eso es lo que pasa con ella. Esto es la leyenda del Sombrerón y la Siguanaba.
14. El Cuento de la Oruga Isabel Miriam 3er. grado, San José El Yalú Había una vez una oruga que se llamaba Isabel. Era nueva en el pueblo y se sen‐
tía muy triste porque no tenía con quien hablar. La pequeña oruga se sentía mal porque las demás orugas se burlaban de ella porque era nueva en la escuela. A la hora de recreo la oruga se sentaba sola porque nadie quería ser su amiga por no ser igual a los demás. Al llegar la hora de entrar a clases la maestra las puso a pintar y la oruga no lleva‐
ba crayones. Al siguiente día la oruga se sentía mal y no quería caminar. Se fue en taxi para la escuela. Todos sus compañeros salieron a jugar al patio y la oruga sa‐
lió a jugar sola. Cuando la maestra llamó a todos para entrar y la oruga Isabel no entraba todos sus compañeros salieron a buscarla. Uno de sus compañeros subió a buscarla a un árbol y se dio cuenta de que sólo había un hermoso capullo. Lla‐
mó a sus compañeros y todos se sorprendieron. Pasaron los días y todos se die‐
ron cuenta de que el capullo se iba abriendo. De pronto, salió una hermosa mari‐
posa. ¡Todos sus compañeros se sorprendieron, le pidieron disculpas por haberla tratado muy mal y todos fueron muy felices! 21
15. El Cuento de la Ardilla Panchita Daniel 3er. grado, San José El Yalú Había una vez una ardilla llamada Panchita que vivía en un enorme árbol. Todas las mañanas salía en busca de comida. Siempre salía, nunca se quedaba en su ca‐
sa. Un día la ardilla salió de su casa y se dio cuenta de que el invierno estaba apunto de llegar y que tenía que recolectar la comida necesaria mientras pasaba el invierno. Al día siguiente, salió a buscar lo último que quedaba en el bosque y se encontró con un árbol que tenía únicamente una nuez. Estuvo a punto de bajarlo cuando se dio cuenta que había otra ardilla observando la misma nuez. Ambos pensaron que tenían que buscar una solución para ver quien se quedaba con la última nuez y decidieron que debían vivir juntos para que ambos no pasaran hambre. ¡Y así lo hicieron! Vivieron juntos y siempre tenían que comer. Así pasó el tiempo hasta que un día salieron de su casa y la ardillita Panchita se dio cuenta que el invierno ya había pasado. Salió con su amiga a dar un paseo y así pasaban todos los días. La ardillita Panchita y su amiga vivieron felices por siempre. 16. El Pollito Juan y el Gallo Flaco Daniel 3er. grado, San José El Yalú Había una vez un pollito llamado Juan y un gallo Flaco. Un día el pollito Juan invi‐
tó al gallo flaco a una fiesta. Al pasar unos días esperaban con ansias el día de la fiesta. ¡El día llegó! Se cambiaron y llegaron. Al llegar se dieron cuenta que en la fiesta había muchos juegos. Al final de la fiesta dieron pastel a todos los invita‐
dos. Todos se fueron, pero el gallo flaco no se fue. Estaban solos en la granja donde vivía el pollo Juan. El gallo flaco le dijo al pollo que se fueran y el pollo le responde, “¡No, tengo miedo!” Al llegar la noche, sin darse cuenta el pollo y el gallo, llegaron tres zorros. Los tres zorros caminaban muy silenciosos. Al darse cuenta el pollito y el gallo corrieron 22
lo más rápido que pudieron. Cuando llegaron a su casa se aliviaron porque se habían alejado de los tres zorros. Al día siguiente, despertaron el pollito y el gallo. Les estaban contando a todos lo que les había pasado. ¡Todos se sorprendieron! Desde ese entonces, cuando se iban a las fiestas nunca regresaban tarde. 17. La Leyenda de los Malos Espíritus Walter Can Guamuch 3er. grado, San José El Yalú Un día como las 6:00 p.m. regresamos de una visita. Vimos unas manos que se movían en una ventana muy obscura. Esas manos no paraban de moverse. Des‐
pués de un largo rato se escucharon unos pasos en la calle que al escucharlos causaban escalofríos y daban mucho miedo. Luego, nosotros estábamos viendo desde la ventana y únicamente logramos ver una sombra muy grande y negra. 18. La Leyenda del Bebe de la Pila Héctor Guamuch Canel 3er. grado, San José El Yalú Mi mamá me contó que un día jueves se fue a lavar a la pila como a las 5:00 p.m. Escuchó que estaba llorando un bebé en una esquina de la pila. Ella no hizo caso y siguió lavando. Al rato empezó a llorar nuevamente. En ese momento ella sintió escalofríos y no pudo gritar por el miedo. Después mi mamá se fue a la casa a lla‐
mar a mi papá. Bajaron nuevamente los dos. Cuando llegaron al mismo lugar, el bebé estaba detrás de la pila llorando. Al rato el bebé desapareció. Mi mamá re‐
gresó a la casa y ya no lavó la ropa que llevaba. 23
19. La Leyenda de la Mujer Bonita Joel Antonio Guamuch Canel 3er. grado, San José El Yalú Un día, vi a una mujer muy bonita que se estaba bañando a la orilla de un pozo juntamente con un hombre con las orejas muy grandes. En ese mismo lugar había un perro grande de tres ojos de color rojo que tenía un caballo. Yo venía regresando del monte. Eran como las 12:00 p.m. Estaban a la orilla de un barran‐
co. En ese mismo instante me dio miedo y empecé a sudar. Ya no podía caminar para llegar a mi casa porque mi papá todavía se había quedado trabajando. Des‐
pués seguí caminando. Encontré a un señor y le conté lo que me había sucedido. Él me dijo que fuera con él nuevamente para ir a enseñarle lo que yo había visto y cuando llegamos ya no estaban. 24
25
Historias visua‐
les por los artis‐
tas de... Xeatzán Alto 26
San José el Yalú 27
28
29
Segunda Cruz
30
San José Pacul
31
San José el Yalú ‐ mural comunitario Pastores ‐ mural comunitario 32
Voces de San José Pacul 1. La Historia de Mi Vida Santos Tomás Chancho Oxcal 4to. grado, San José Pacul Nací el 1 de noviembre del año de 1998. Cuando cumplí los 2 años mis padres se asustaron mucho, porque esa madrugada, se dieron cuenta de que yo había muerto por una hora y media. Mi madre lloró amargamente y toda mi familia se llenó de temor. Ahora cuando cumplo años siempre me recuerdan lo sucedido. Ellos dicen que es un milagro que esté vivo. 2. (Sin título) Erick Alexander Sicajau Raxón 4to. grado, San José Pacul Una vez que fuimos de paseo al zoológico. Fue muy divertido. Cuando veníamos de regreso a casa vi un perrito y corrí a agarrarlo, pero me mordió. Yo lloré bas‐
tante que me desmayé, pero cuando desperté, allí estaba todavía el perrito y yo lo volví a agarrar. Me alegré mucho porque ya no me mordió. Entonces pensé que es bueno perdonar y no alejarnos de los que nos tratan mal porque quizás cambien. 33
3. (Sin título) Elmer Alexander Chuquiej Vásquez 4to. grado, San José Pacul Una noche escuché que alguien caminaba, entonces encendí la luz y salí a ver. Era un caballo negro. Me acerqué para agarrarlo, pero no se dejaba. Tuve el valor de montarlo, pero me tiró y me correteaba. Tomé un lazo y le quise amarrar las pa‐
tas, pero no pude. Me seguía corriendo, pero mejor le dí monte y se calmó. Des‐
pués me seguía calmadamente adonde yo iba. Después de un rato se fue. 4. (Sin título) Reyna Evelin Chuquiej Velásquez 4to. grado, San José Pacul Un día caminaba en el patio de mi casa cuando tiraron piedras en el techo y me asusté mucho porque soy muy miedosa, pero empecé a recordar que Dios está siempre con nosotros. Así es que, otro día, alguien grito como un bebé y no me asusté. Así pasaron muchos días que ya no me asustan. Ahora soy fuerte y ya no me da miedo cualquier cosa. Hubo un día en que pensé que mi amiga Maribel me había asustado, pero cuando yo volví a ver ella ya no estaba conmigo, enton‐
ces era un espanto de verdad. ¡Sí, que me asusté! 5. Era Un Globo Rojo Vivo Con Boca Luis Enrique Chuquiej Monroy 4to. grado, San José Pacul Era una vez un globo con boca. Me habló y yo le hablé y le dije, “¿Por qué me hablas? ¡Eres mi color favorito!” Pero estaba asustado así que me fui corriendo, pero apareció en mi cuarto y le pregunté, “¿Eres un fantasma o un mito?” Pero ya no apareció. Al siguiente día y al tercer día apareció otra vez y luego se fue triste. Yo lo llamé pero ya no quiso volver, pero viví, ¡Gracias a Dios! 34
6. (Sin título) Berta Leticia Flores Yaní San José Pacul Cuando tenía 6 años, una vez que fui con mi abuelita, ella me dijo que por favor fuera a la milpa y buscara en el centro de un aguacatal y recogiera los aguacates que mi tío había bajado. Yo fui y coloqué los aguacates en una canasta. De regre‐
so para la casa de mi abuelita, en el camino encontré un chompipe de color ne‐
gro, pero pensé y me di cuenta de que allí no habían casas cerca para llamar a su dueño. Como más adelante me cansé, tomé un descanso, pero volteando un po‐
co por otro lado. Al rato me di cuenta que el chompipe había desaparecido. En‐
tonces, al llegar con mi abuelita le conté asustada, lo sucedido, ella también se quedó sorprendida. 7. La Muerte de Mis Abuelos Reyna Elizabeth Raxón Pocón 6to. grado, San José Pacul En el año 2009 falleció mi abuelo. Ellos viven en otra aldea, por lo que mi familia completa nos mudamos a la casa de la abuela porque ella se había quedado sola. Yo la cuidaba mucho por lo que me encariñé con ella. Cada cosa que quería yo estaba atenta para traérsela. Unas veces quería agua, otras veces quería salir a tomar el sol. Yo la ayudaba atenta a sentarse en su silla de ruedas, pasábamos largo rato platicando. Muchas veces reíamos por las cosas que nos contábamos. La llegué a querer tanto como si fuera mi mamá. Un día mis papás tuvieron problemas con unos mis tíos que vivían cerca de la ca‐
sa de mi abuela. Ellos decían que por interés es que la estábamos cuidando, por lo que mi papá decidió que teníamos que regresar a nuestra aldea. Para mí fue duro separarme de mi abuela. Después de un tiempo, nos avisaron que mi abuela se había enfermado. Yo me puse muy triste al enterarme de la noticia. Cada vez se enfermaba más y más hasta que uno de esos días nos dieron la noticia que nadie quiere oír jamás. Había fallecido. Cuando ella falleció a mi abuelo le faltaba un mes para cumplir un año de fallecido. 35
A mi abuela la velamos y al otro día la llevamos a enterrar al cementerio. Yo re‐
cordaba todo lo que vivimos y nos decíamos. Me duele mucho que hasta hoy llo‐
ro por la muerte de mis abuelos. 8. Los Cerros Encantados Ricardo Daniel Antonio Us Chuquiej 6to. grado, San José Pacul En la tele siempre miro caricaturas en donde los cerros hablan, por eso un día le pregunté a mi mamá si existen cerros encantados. Ella con una sonrisa en sus la‐
bios me sentó en el sofá para explicármelo. En un cerro que se encuentra cerca de mi casa. Me contó que sus abuelos decían que si entraban diez personas, solo salían cinco, y que el motivo por lo que entra‐
ban y saltaban la cerca era que en las faldas del cerro se miraban unos frutos de‐
liciosos y llamativos. Cuando las personas habían cortado los frutos y se disponí‐
an a salir nunca encontraban la salida. Sólo daban vueltas y vueltas alrededor del cerro hasta que morían. Sólo salían las personas que aún no habían comido los frutos, o los que se daban cuenta de la trampa a tiempo y rezaban mucho a Dios. También debían arrepentirse del pecado de la codicia y de tomar las cosas aje‐
nas. Cuentan que aquellos que morían allí, se convertían en un animal, y desde ese momento, pasaban a pertenecer al cerro. 9. El Cerdito y la Araña Miguel Isaías Alvarado Jolón 6to. grado, San José Pacul Érase una vez, en una granja muy lejana, se encontraba un cerdito muy triste por‐
que no tenía compañeros con quien platicar ni divertirse. Todos los días era lo mismo, por lo que al final de cada día, terminaba más triste que el día anterior. De pronto, en uno de esos días escuchó una voz que salía de la parte de arriba de donde se encontraba. Al cerdito se le hizo raro, porque se‐
gún él, vivía solo en la granja. De repente, sobre su cabeza bajaba una araña en‐
redada en unos hilos muy finos llamada telaraña. Platicaron por largo rato. Desde 36
ese día, tanto uno como otro, no vivieron solos porque se acompañaban, platica‐
ban y se divertían mucho. Desde ese día viven felices. 10. Juan Mico José Armando Cotzajay Tunche 6to. grado, San José Pacul Había una vez, una señora que salió a buscar leña por el bosque. Iba caminando y cantando cuando de repente apareció un mico y se la llevó. Por lo que desde ese día ya nadie volvió a ver a aquella señora. Con el paso del tiempo el mico tuvo un hijo con ella, y le puso de nombre Juan. Un día cuando el mico salió a buscar co‐
mida la señora aprovechó para escaparse con su hijo. Ella fue ayudada por unos leñadores que se encontraban del otro lado del río. Primero pasaron a la señora y luego a su hijo. El niño fue creciendo, pero cada vez se parecía más al mico. Los otros niños lo molestaban mucho diciéndole Juan Mico, entonces Juan, triste y angustiado deci‐
dió internarse en la montaña. Ahora de vez en cuando se le mira asomar por el bosque, solo baja cuando tiene alguna necesidad bastante grande. 11. Guatemala María del Carmen Jolón Camey 6to. grado, San José Pacul Guatemala adorada, Único país querido. Adorado por todos, Te adoramos patria linda Eres única por tu escudo. Mi bandera querida, nunca te olvidamos A ti te recordamos siempre. La bandera de mi patria, la más hermosa. Guatemala A ti te rodean todos los símbolos patrios. 37
12. Los Cinco Gatos Ever Chuquiej Oxcal 3er. grado, San José Pacul Había una vez una gata que tuvo cuatro gatos. La gata los trataba bien. Les daba de mamar y les daba Purina. Dormía con ellos, los cuidaba, los limpiaba y los ba‐
ñaba. Había un gato chillón, era el más pequeño y el más abusivo. La mamá los quería. Los otros eran más tranquilos. 13. Mi Historia Cristian Roberto Chamalé Coc San José Pacul Yo soy Cristian Roberto. Cuando sea grande quiero ser empresario y ayudar a la gente, a los niños y niñas con cáncer y a los hospitales para que tengan medicina y aparatos para que se mejoren los enfermos y se curen. 14. El Grillo y La Hormiga Reyes Adolfo Ajuchan Chuquiej 3er. grado, San José Pacul Había una hormiga muy trabajadora que andaba en el camino. De repente oyó un ruido muy bonito que le gustó y se fue corriendo. Mientras, dejó su carga ti‐
rada en el camino. Se fue corriendo persiguiendo el sonido y cabal lo encontró. El misterioso ruido era el grillo con su violín tocando una canción. ‐ Le dijo la hormiga al grillo, “¿Qué canción tocas?” ‐ “Yo toco una serenata,” y la hormiga empezó a bailar. ‐ “¡Qué bonita canción tocas!” le dijo la hormiga. ‐ “Yo ya me voy,” le dijo al grillo. ‐ “Que te vaya bien.” Después recogió su carga y se fue caminando hasta llegar a su casa. La reina, que estaba muy furiosa, le dijo, “¿En donde estabas?” ‐ “Yo estaba con un grillo.” 38
‐ “¿Quien es ese señor?” Le dijo la reina a la hormiga. ‐ “El es un amigo mío.” Llega el grillo con su violín diciendo, “yo ya inventé otra canción.” ‐ “¿Como es tu nueva canción?” le dijo la hormiga al grillo. ‐ “Se llama crii, criii, criiii.” 15. Mi Historia Lisdi Maribel Us Chuquiej 3er. grado, San José Pacul Soy Lisdi Maribel y tengo 10 años. Estoy en tercero y cuando sea grande deseo ser licenciada para ayudar a los pobres y a mi mamá y a mi papá porque ellos me han dado todo el amor. Yo quiero ser licenciada porque quiero ayudar a mis her‐
manos y hermanas. También porque no quiero ser ignorante y quiero tener mi carro y mi casa. 16. El Mono Silvia Maribel Flores Yaní 3er. grado, San José Pacul Había una vez un mono que estaba en un árbol y vio venir a un señor. El mono se escondió en las ramas del árbol. El señor vio al mono que estaba comiendo bana‐
no y el señor le dijo, “Dame una bolsa de bananos y te voy a hablar todos los dí‐
as.” ‐ Le contestó el mono, “Sí, está bien señor, vete a tu casa y compártelo con tus hijos.” ‐ “Vaya mono, adiós. Otro día te volveré a ver en el árbol,” respondió el señor. Cuando llegó a su casa les repartió los bananos a sus hijos, y se fue con el mono. 39
Voces de San Pedro las Huertas 1. El Hombre Vaca Ana Cristina Rodas Zuleta 4to. grado, San Pedro las Huertas Hace mucho tiempo en todos los países, aparecía en los cafetales un hombre va‐
ca. Este era mitad hombre y mitad vaca. Un día había un señor en el cafetal y cuando lo vio, se desmayó. Al ver que el señor estaba tirado, una muchacha pidió auxilio. Las personas persiguieron a la vaca y al ver que ya la alcanzaban, se con‐
virtió en un señor. Las personas le preguntaron a ese señor si no había visto a un señor mitad vaca y mitad hombre. El señor les respondió: “Aquí no ha pasado nadie. Hace 3 horas que estoy aquí sentado nadie ha pasado más que ustedes.” ‐ “Pero si pasó junto a usted.” ‐ “No. Aquí no ha pasado nadie. Si no me creen, pasen a ver.” Todos amontonados entraron al otro lado de cafetal y cayeron en una trampa. Cuando estaban atrapados, se convirtió en hombre vaca. 2. La Llorona Silvia Lorenza Hernández Ramírez 4to. grado, San Pedro las Huertas Hace mucho tiempo existía una mujer que tenía cara de persona y de animal y usaba vestido sólo blanco. Existía una finca llamada Las Primaveras y unos mu‐
chachos trabajaban en esa finca. 40
La mujer, ¡Cómo iba a buscar a los muchachos! Cuando los muchachos la miraban, ellos se iban corriendo porque les daba mie‐
do. Se iban a su casa y también los iba a buscar a las casas de los muchachos. Ellos le dijeron un día a su esposa y su esposa les dijo que no hicieran nada de lo que les dijera. Pero le dijo un esposo, que un día se le iba a asomar a ella si no le creía. El muchacho mejor se fue de su casa para que ya no lo siguiera la llorona y mejor se fue a ponerle un nombre y le pusieron la llorona. Después aparecía en los cementerios. Por fin dejó de perseguirlos y se llevó a unos de ellos porque le gustaba. Se unie‐
ron y tuvieron dos hijos y los perdieron. Ahora anda buscando a sus hijos. ¡Y có‐
mo grita! Dice: “¿Donde están mis hijos?” Cuando la miran se van corriendo. Sale en la noche. Aparece en el parque de San Pedro las Huertas. Se baña en el tanque a las 12:00 de la noche. Su pelo es blanco y muy grande y muchas personas la han visto. Esta es mi historia. 3. La Búsqueda de la Princesa Lourdes Anahí Katherine Santos Hernandez 3er. grado, San Pedro las Huertas Había una vez una princesa muy hermosa. Estaba con los animales y soñaba con un príncipe muy bello que la quisiera mucho y lo conoció. Era de pelo negro y ojos azules. Se iban a casar, pero una bruja que era la madrastra de la princesa no quería que se casaran porque él no era un príncipe sino un esclavo que se llama‐
ba Amadeo. Tanto a los dos meses se iban a casar y la bruja no lo soportaba que le quitaran el trono. Ella no quería que alguien reinara a menos que fuera ella misma. Así que le dijo a la princesa que iba a comprar manzanas. Se convirtió en una anciana y le dijo a la princesa Lourdes, “Tengo una fuente mágica. Si pides un deseo y bebes una gota de agua se te con‐
cederá un deseo.” Y se hizo realidad, entonces la bruja no volvió a hacer cosas malas. 41
4. El Duende Tyra Yesenia Hernández Marroquín 2do. grado, San Pedro las Huertas Había una vez un señor que no tenía trabajo y encontró a un hombre que le dijo que podía ir a arrancar el monte a su casa. Le dijo que estaba bien, y llegaron a su casa. Era una mansión. ‐ El dueño le dijo: “Empieza aquí. Cuando termines me vas a llamar allá adentro. Terminó y fue a buscarlo.” ‐ Lo encontró y le dijo: “Ya terminé.” ‐Le dijo: “Ve a traer el costal. ¿Miras ese árbol de allí? Arranca las hojas que pue‐
das y ese es tu pago.” Cuando el señor llegó a su casa, le dijo a su esposa que el hombre al que le fue a trabajar sólo le dio hojas. Pero, ¡Cuando abrió el costal, sólo era dinero! 42
Voces del Tunino 1. El Venado y El Sapo Laura Karina Tesén Sal 2do. grado, El Tunino Había una vez un venado que se creía mucho porque era muy veloz. Un día se en‐
contró a un sapo y el pensó que era lento y como se creía mucho, le dijo, “Hey sapo, hagamos una carrera en la montaña.” ‐ “Esta bien,” dijo el sapo. El venado se creía porque pensaba que era muy fácil ganarle al sapo lento. Pero el sapo ganó y el venado se puso triste. El sapo se puso feliz. Pasó el tiempo y ellos seguían haciendo más carreras. Después el venado se puso feliz porque le ganó al sapo. Con el tiempo ningún de los dos estaban tristes. Los dos estaban felices. Sin burlarse de los demás ni creerse más. Todos somos igua‐
les y podemos hacer todo. Así fueron felices y amigos para siempre. 2. Mi Florecita Hugo Ronaldo Raxón Can 2do. grado, El Tunino Un día iba caminando por un lindo bosque cuando vi una flor que me gustó tanto que la escarbé. Me la traje a mi casa y la sembré en el jardín. Se dio hasta que re‐
ventó. Me encariñé con la florecita tanto que hablaba con ella todas las mañanas o en mis ratos libres. Yo era un niño que no me gustaban las flores, las destruía todas, pero esta flor me cambió. Ahora cuido las flores mucho porque ellas merecen la vida. 43
3. La Princesa Lucky Lucrecia Tecén Patzán 2do. grado, El Tunino Había una vez en un castillo lejano vivía una princesa que se llamaba Lucky. Ella tenía muchos amigos y le gustaba salir a jugar y ver a los animales. Un día salió con sus amigos y encontraron a unos hombres malos que se la querían llevar. To‐
dos sus amigos se asustaron y se fueron. 4. El Perro Presumido Denis Gonzalo España Chile 4to. grado, El Tunino Había una vez un perro que se llamaba Peluchín. Era muy presumido. Un día, Peluchín fue al mercado y se encontró con un niño que llevaba una bolsa de carne. El perro grosero le quitó la bolsa de carne y salió corriendo, hasta lle‐
gar al río. Sacó la carne de la bolsa para comérsela. En ese momento un perrito muy hambriento llamado Osito llegó y le dijo a Peluchín: “Regálame un poquito del pedazo de carne.” Peluchín le dijo que no. Osito salió muy triste. Luego, Peluchín vio que en el río había otro perro con un pedazo de carne. Sin darse cuenta de que era su reflejo y como era muy presumido, pensó morder el otro pedazo de carne; en ese instante se le cayó el pedazo de carne en el agua y se quedo muy triste. Osito siguió su camino hasta encontrar una familia y se quedó muy feliz con ellos. Por eso no tienes que ser presumido, porque Peluchín se quedó triste y se arre‐
pintió de lo que había hecho. 5. La Historia de mi Mamá Elsa Marisol Patzán Raxón 3er. grado, El Tunino Cuando mi mamá era joven unos hombres le hablaban, pero mis abuelos no la dejaban. La iban a traer a puros manguerazos porque no les gustaba que los 44
hombres del Rejón bajaran a molestarla y a mis tías. Por esos hombres le pega‐
ban a mi mamá. Después mi mamá conoció a mi papá y se casaron, ellos siempre están contentos y felices por la familia. Mis abuelos querían mucho a mi tía Catalina, pero lamentablemente ella murió. Ellos sufrieron mucho. Tiempo después mi tío se casó, tuvo una nena a quien le llamaron Catalina para que mis abuelos no estuvieran más tristes y desde ese tiempo hasta hoy son muy felices. 6. Un Perro y un Gato Ángel Alexander Patzán Tecén 3er. grado, El Tunino Había una vez un perro que era muy malo no quería al gato. Al perro le gustaba correr a los gatos porque les quitaba su comida y por eso los gatos no lo querían. Los demás gatos decidieron golpear al perro malo. Una noche fueron los gatos y aprovecharon que el perro estaba dormido. Un gato dijo: “Tengo una idea, vamos a soltar una roca,” por lo que uno subió al techo para soltar la roca. Al caer chocó en la cabeza del perro por lo que quedó inconsciente. Aparte de eso uno de los gatos le amarró un lazo en el cuello, lo llevaron y lo bo‐
taron en un barranco de cien metros. Ya fracturado el perro se arrepintió por lo que les había hecho a los gatos. Posteriormente, al recuperarse el perro decidió pedir perdón a los gatos y les suplicó que fueran amigos. Decidieron ir a un lugar donde existe un puente, había un río muy bonito con pe‐
ces, empezaron a nadar y pescar. Sin embargo un tiburón se los tragó a todos y durante un año estuvieron en el estómago del tiburón. El gato que soltó la roca tuvo otra idea y le comentó al perro para quebrar la lámpara que estaba en el es‐
tómago del tiburón. Al poco tiempo comenzó a enloquecer y todos salieron rápi‐
dos, muy nerviosos por lo que les había sucedido. El perro y los gatos enflaqueci‐
dos. Vieron nuevamente lo hermoso del río y regresaron a casa. Desde ese en‐
tonces vivieron juntos y muy felices. 45
7. Mi Biografía Brisna Medeli Tecén Ordoñez 3er. grado, El Tunino Mi nombre es Brisna Medeli Tecén Ordoñez, tengo nueve años, vivo en la Aldea El Tunino, Sumpango. Nací en el hospital. Al tercer día de nacida mi papá nos lle‐
vó con mi abuela al pueblo de mi mamá porque ella estaba muy mala. A los tres meses me trajeron a casa y fui creciendo con mi hermana y no me enfermaba. A los cinco años entré a la escuela y me gustó mucho porque aprendía y jugaba con los niños que tenían mi edad. A los 7 años volví al pueblo de mi mamá por varios problemas. Mi mamá hizo lo posible en inscribirme y estuve compartien‐
do con niños bien educados. Niños que ni siquiera me conocían fueron mis ami‐
gos, pero seguía triste porque no veía a mi papá todos los días sino hasta cada ocho días. Mi mamá hizo lo posible para ayudarme con mis tareas, aún en su es‐
tado de salud. Yo no entendía lo que mi mamá sentía, pero nos dio mucho cariño y amor. Mi papá siempre estuvo pendiente de nosotros. Al terminar las clases me despe‐
dí de mis amiguitos. Ellos no querían que yo dejara de estudiar porque me tenían cariño, pero mi mamá tenía que regresar a la aldea. Me alegré mucho porque le pregunté a mi mamá que si iba a asistir a la escuela de allá y me dijo que sí. Yo me sentí feliz porque regresaba a estudiar con mis amiguitos y con los maestros que tanto quiero. A los tres meses de estar estudiando le paso algo terrible a mi papá. Yo ya no quería seguir estudiando, pero él me dijo que siguiera. A pesar de lo triste que están mis padres siempre nos apoyan. Yo quisiera ayudar en algo pe‐
ro no puedo. Dicen mis padres que no entiendo todavía lo que les esta pasando, pero sé que nos quieren mucho. Cuando mi papá viene del trabajo aunque can‐
sado siempre nos dedica tiempo, platicamos, le contamos lo que hicimos en cla‐
ses, jugamos, reímos, juega con mi mamá y eso nos alegra mucho. A pesar de que han pasado muchas cosas, somos felices con mis padres. 46
8. La Periquita y la Ardilla Iris Magaly Tecén Canel 3er. grado, El Tunino Había una vez una periquita que andaba sola. Estaba tan triste porque no tenía compañero. Un día ella fue a buscar un compañero porque se sentía tan sola. Vio una ardilla parada en la ramita de un árbol y le pregunto: “¿Quieres ser mi ami‐
ga?” La ardilla se le quedo viendo y contestó: “Pero tu eres una periquita y yo una ardilla.” La periquita le contestó que no tenía nada que ver porque los dos podían estar en la copa de los árboles, también en el suelo y se podían lanzar de un árbol al otro. Diciendo eso, la ardilla se trepó hasta la copa del árbol y se lanzó hacia otro árbol. La periquita extendió sus alas y alzó el vuelo. “Ves que sí puedo cruzarme de un árbol a otro,” le dijo. Empezaron a pasear por todo el bosque, comiendo frutas y semilla de árboles. ‐ Al caer la noche la periquita le dice a la ardilla, “tengo que volver a mi nido.” ‐ La ardilla le contesta: “Tú vives en un bosque más lejano y yo tengo varios ni‐
dos, si deseas puedes quedarte la noche.” ‐ La periquita contestó: “Creo que me gustaría pasar la noche contigo.” Al día siguiente la periquita amaneció de maravilla. Caminaron juntos por el bos‐
que muy felices. De pronto se escuchó un fuerte ruido. La periquita miró como su amiga se caía de las ramas del árbol. Voló rápidamente para ver que le ocurría a su amigo. Escu‐
cho otro ruido. La periquita terminó cayéndose sobre el cuerpo de su amigo. La imprudencia de unos cazadores termina con la felicidad de dos amigos que sin causar ningún daño les quitaron la vida. 9. El Miedo Ilma Lorena Raxón Raxón 3er. grado, El Tunino Una vez, había una niña que no tenía casa y por caminar encontró una casa em‐
brujada. Al verla le dio miedo, pero también le dio curiosidad. Por lo que decidió abrir la puerta, entró y dijo: “aquí viviré.” Al anochecer le dio sueño y durmió. 47
Al despertar por la mañana, empezó a barrer, juntó flores y miraba la ciudad que quedaba lejos. Las casas se notaban muy bonitas, pero la niña al estar en la casa se embrujó también. Pensó embrujar a más personas, por lo que decidió viajar a la ciudad, de esta manera no viviría sola. Al viajar para la ciudad, se perdió en el camino, recordó que estaba embrujada por lo que hizo aparecer casas y personas. Al llegar caminó por las calles de la ciu‐
dad. Al poco tiempo terminó el hechizo y se convirtió en una niña amable. Encon‐
tró a su mamá y a su papá por lo que vivieron muy contentos. 10. Las Aventuras de Dos Personas Perdidas en la Isla Marlin Selena Raxón Raxón. 3er. grado, El Tunino Una vez un barco viajó a Europa. En su regreso un tiburón lo volcó. De todos sólo se salvaron dos personas. Una mujer y un hombre sobrevivieron y nadaron kiló‐
metros para llegar a tierra. Dijeron “Gracias a Dios” que estamos vivos. Encontra‐
ron una gran isla que no imaginaron. Allí había comida y tenían de todo. Pronto escucharon un ruido que iba cada vez más cerca de ellos, entonces corrieron y subieron a un árbol. Observaron abajo que iba corriendo un furioso oso. Desde ese momento pasaron con mucho cuidado y en forma silenciosa. Pensaron atrapar al oso. Colocaron una trampa y así fue que lograron atraparlo, pero dos horas después el oso huyó porque no tenía nada que comer. Las dos personas juntaron una fogata y pasaron la noche. Al siguiente día encontraron un río, lo que les permitió ver camarones, cangrejos, peces y una hermosa flor. El hombre le regaló la hermosa flor a la mujer y fue el comienzo de un romance. Pasaron mucho tiempo y vivieron con toda felicidad en la Isla. 48
Voces de Xeatzán Alto 1. Leyenda de los Venados y el Gorila Rosa Ofelia Chirix Quiej 5to. grado, Xeatzán Alto Hace muchos años en este caserío había venados. Comenzaron a buscar comida. Rascaron la tierra y encontraron sal que empezaron a comer. Eran unos venados bonitos que también buscaban agua y llegaron a un nacimiento para calmar su sed, pero muy cerca habitaban personas que los asustaban. El lugar era muy ex‐
tenso, lleno de muchos árboles, grama y agua que todos los venados se queda‐
ron en el bosque. Después de mucho tiempo las personas decidieron que los ve‐
nados se quedaran en el bosque y los animales vivieron felices en el bosque. Ca‐
ballos, conejos, vacas, ardillas y pájaros, vivían entre ellos. Después fue época de violencia. En el caserío unos murieron y otros vivieron. To‐
das las personal se asustaron. Pasó mucho tiempo y la violencia terminó. La gen‐
te ya no tuvo miedo y hacían sus actividades con normalidad. Un día estaban las señoras en el río y la mamá de un hombre contó a las perso‐
nas que su hijo era un gorila. Estaban todas atentas cuando escucharon que el gorila pasaba entre las milpas. Mi tío, mi abuelito y mi papá lo persiguieron entre las milpas, pero no pudieron atraparlo. El gorila se murió porque no comió tres semanas. 49
2. La Historia del Por Qué se Llamó Xeatzán Alto Lusby Janeth Yaqui Quiej 5to. grado, Xeatzán Alto Según cuentan nuestros antepasados porqué se llamó Xeatzán Alto y nuestros antepasados contaron a nuestros papás, yo por curiosidad pregunté a mi papá por qué se llama Xeatzán Alto y mi papá me respondió: La comunidad de esa época contaba con cinco familias en los años de 1900; sabía que era el inicio de una leyenda muy emocionante. Lo que sucedió en este lugar, era que frecuentemente se aparecía un venado. Las personas fueron a verlo y el venado estaba lamiendo la tierra. Los señores vieron al venado lamiendo la tierra porque estaba salada. Por eso le pusieron como nombre Xeatzán Alto, que significa “tierra salada”. La historia de Xeatzán Alto versiones de nuestros antepasados y de nuestros abuelos. 3. Los Espantos de la Noche Leticia Marisol 6to. grado, Xeatzán Alto Hace muchos años hablaban de que había espantos por las carreteras. Así conta‐
ban algunas personas. Dice mi abuelo que un señor iba a ver su terreno muy le‐
jos y cuando iba caminando por la carretera junto con su caballo, éste levantó sus dos orejas cerca de un árbol grandísimo y allí apareció el hombre que tenía ca‐
chos vestido de negro. El señor se asustó mucho porque su caballo se fue co‐
rriendo. Cuando el señor regresó por la calle encontró una olla de oro. Por la noche una señora que vivía por los barrancos paseaba por las milpas y lle‐
vaba una canasta de oro. La señora tenía cara de caballo y toda su ropa era ne‐
gra. Lloraba entre las milpas sólo por la noche, pero eso fue muchos años atrás. También cuentan que hace muchos años apareció un hombre desconocido. Las personas se asustaban porque nadie lo podía ver. Era un vampiro que chupaba la sangre de las personas y de los bebés recién nacidos. Así se acabó la historia. 50
4. La Historia del Barranco de mi Comunidad Lesly Irene Quiej Chacón 6to. grado, Xeatzán Alto Hace muchísimos años en mi comunidad había un barranco que cuando caía la lluvia se hacía más grande. Todos se asustaban porque el barranco se volvía muy peligroso y en el camino que pasa muy cerca estaba lleno de lodo y pozos de agua. La gente tenía miedo de hundirse. Un día después no tuvimos agua potable porque la lluvia había quebrado la tubería y todos buscaban agua y no encontra‐
ban nada. Después de dos días se terminó la lluvia, pero el barranco se derrum‐
baba más. Todas las personas fueron a ver el barranco. Tres días después el ba‐
rranco no seguía derrumbándose y las personas se quedaron un poco felices, arreglaron la tubería y por fin llegó el agua y todos estuvieron felices. Así se acabo la historia de mi comunidad. 5. Los Soldados Norma Karina Ajbal Tujal 6to. grado, Xeatzán Alto Hace muchos años había soldados y estaban en el campo del destacamento. Hacían sus casas de pajas y dormían dentro de sus casas. Cuando despertaban hacían su comida y después de almorzar salían a correr. A media noche salían al camino y esperaban algunas mujeres. Cuando pasaban las mujeres las agarraban y las mataban, después las llevaban al destacamento. Los soldados entraban a las casas y sacaban a las mujeres y si no querían salir las amenazaban con matarlas. Las personas decidieron abandonar sus casas. 6. El Lago de la Alaguna Dina Rosmery Aju Sipac 6to. grado, Xeatzán Alto Hace muchos años había soldaditos pequeños pasaban por la media noche por el camino debajo de la escuela e iban tocando sus tambores y desaparecían en la arena. También había un lago que se llamaba la Laguna y allí bajaban garzas. Cuando se 51
secó el agua se formó un gran barranco. A orillas del barranco había una señora que salía por las milpas y llevaba una ca‐
nasta de oro. Esa señora bajaba por el barranco porque allí lloraba a la media no‐
che. Cierta vez un señor la vio y la persiguió por las milpas. Cuando ella descubrió que el señor la estaba persiguiendo desapareció donde estaba la Laguna. Días después como a las 11 de la noche estaba llorando y llorando porque el se‐
ñor había decidido ya no seguirla porque siempre desaparecía en el fondo del ba‐
rranco. Cuando ya no la persiguió, ya no lloró por la media noche. 7. Los Pollos de la Arena Alvaro Aju Sipac 6to. grado, Xeatzán Alto Hace muchos años arriba de mi casa salían pollos de unos hoyos. Querían buscar comida, pero no pudieron encontrar. Algunas personas vinieron a agarrarlos para matarlos, pero algunos pollos se escaparon y los demás se murieron de hambre. Un día apareció otro pollo y mi papá quería atraparlo, pero se fue entre los árbo‐
les y el pollo desapareció en un hoyo de arena que estaba en el barranco. Un día mi abuelo fue a buscar su leña en el monte, pero él encontró un pollo que pensó que era un pájaro. Él no creía que era un pollo de la arena. Mi abuelo re‐
gresó, pero el pollo lo estaba persiguiendo hasta su casa. Mi abuelo decidió atraparlo, pero cuando llegó a un camino muy grande el pollo desapareció. Cuando mi abuelo miró detrás de él ya no estaba el pollo. 52
8. La Oveja Marcelina Chacón Lopéz 3er. grado, Xeatzán Alto Había una vez una oveja que aparecía atrás de mi casa, llorando como, “Mee, mee, mee.” Era muy bonita, tenía cachitos muy lindos que daban luces. Después se quedó en mi casa. Después de tres semanas tuvo sus bebés y eran muy lindos como ella. Llegaron unos señores a mi casa y los querían comprar, pero mi papá no se los vendió. Entonces estos señores intentaron robárselos, pero nos dimos cuenta y lo que hicimos fue ir a dejarlos al bosque. 9. Tigre Delmy Angelica Jazmin Morales 3er. grado, Xeatzán Alto Yo tengo un perro que se llama Tigre. A él le gusta jugar con los gatos, y a veces, ha querido comérselos; otras veces sólo juega. Algunos días no quiere jugar por‐
que está muy cansado de jugar con los gatos. También se va con mi abuelita a buscar pasto para mi vaca. Cuando regresa no quiere jugar con nadie, porque si juegan con él, los podría morder y también podría comerse a las gallinas. Mi pe‐
rro aunque sea muy bravo es un buen perro porque nos cuida por las noches y espanta a los ladrones. Yo lo quiero mucho y le doy un pan todos los días. 10. Los Animales del Bosque Maria Micaela Canu Cumez 3er. grado, Xeatzán Alto En el bosque cerca de mi comunidad hay muchos animales, especialmente vena‐
dos y ardillas. A los venados les gusta la sal y a los demás animales les gusta co‐
mer frutas. Un día pude ver como todos los animales se reunían para jugar. Esta‐
ban los venados, las ardillas y los conejos muy felices jugando y riéndose. Estaban muy felices en el bosque. 53
54
Descargar